El Huesca puso ayer punto final al bache que atravesaba con tres derrotas consecutivas. Lo hizo de la manera más épica, con un gol en la prolongación, igual que en la primera parte ya había anotado dos tantos en el tiempo extra. Esto viene a confirmar su espíritu de lucha hasta el último segundo. Y no es algo nuevo. Por eso, nunca reblan.
Los de Antonio Hidalgo habían caído provisionalmente de los puestos de playoffs hasta que Jordi Martín marcó el gol del triunfo en el 93'. Son ya cuatro puntos los que han sumado los aragoneses con sus dianas en el último suspiro. En la primera vuelta, frente al Deportivo, con un tanto de Jeremy Blasco. Y ayer lo repitió.
Y es que el tiempo de prolongación le gusta a los azulgranas. En los de las primeras partes ya ha visto portería en otras tres ocasiones. Dos ayer con Soko y Jorge Pulido, y otro contra el Cádiz con una diana de Óscar Sielva. Además, a partir del minuto 80, el Huesca ya ha anotado 11 tantos en 11 partidos.
En ese tramo, los altoaragoneses han sido capaces de rescatar hasta 8 puntos, que están resultando decisivos para mantener al Huesca entre los seis primeros de la competición. Con este nivel de fe, no es de extrañar que estuvieran 14 jornadas invictos. La ilusión sigue intacta y pueden soñar con todo todavía.
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