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Despu�s de tres a�os perdidos en los que Vladimir Putin ha arrasado media Ucrania sin que Europa se replanteara su seguridad, la victoria de Donald Trump ha encendido al fin las alarmas: nuestro continente depende del paraguas de protecci�n que durante d�cadas ha puesto Estados Unidos sobre nosotros. Si Washington se repliega, y ya avisa de que lo har�, habr� que llenar los arsenales vac�os, reclutar j�venes para nuestros ej�rcitos raqu�ticos y fabricar el armamento que ayer le compr�bamos a otros.
Bruselas trata de ponerse en marcha con su plan ReArm, rebautizado despu�s de las presiones de Pedro S�nchez como Readiness 2030. Pero incluso si comenz�ramos hoy y lo hici�ramos todo bien, el camino para ponernos a la altura de nuestros rivales, en cantidad y calidad, puede llevarnos cinco a�os hasta notar los primeros efectos, pero d�cadas hasta que pueda completarse.
S�lo hay algo m�s caro que invertir en disuasi�n, que es no hacerlo. �Qu� cosas no tenemos y en cambio necesitamos para no ser percibidos como vulnerables por nuestros enemigos? "Si nos olvidamos de los EEUU, que est� a a�os luz, a Europa no le falta tecnolog�a. Si exceptuamos el arma nuclear, tenemos casi de todo, y casi todo es mejor que lo ruso o lo chino, pero en cantidades insuficientes", dice el almirante retirado Juan Rodr�guez Garat. "�Cuanto tardar�amos en poder defendernos de Rusia? El tiempo que nos lleve equilibrar la balanza nuclear. Si la pregunta se limita a la guerra convencional, el �nico problema es el dinero. Si la industria europea tiene los contratos que necesita para crecer, cinco a�os ser�n suficientes para poner nuestros arsenales en condiciones. Sin embargo, si el list�n lo ponemos en los EEUU, har�a falta mucho m�s tiempo. No menos de una d�cada para tareas cr�ticas como la defensa de los cielos de Europa y todav�a m�s para poner en servicio aviones de quinta generaci�n", explica.
En Europa no producimos estos cazabombarderos de quinta generaci�n. Estados Unidos ha invertido m�s de tres d�cadas en desarrollar el caza F35 a partir del programa Joint Strike Fighter (JSF), que naci� en 1992 y cuyo concurso acab� ganando el gigante armament�stico Lockheed Martin en 2001. Tard� 15 a�os en entrar en servicio y no entr� en lucha real hasta 2019 en Israel. Su caracter�stica fundamental es que es invisible a los radares, adem�s de poseer un software de combate integrado y un casco para el piloto con realidad aumentada. China apost� tambi�n por esa tecnolog�a y produjo el Chengdu J-20 Mighty Dragon, tambi�n furtivo, cuyo desarrollo necesit� un tiempo similar al del F35. Por su parte, Rusia posee 25 unidades del Sukhoi o Su57, tambi�n de quinta generaci�n y con capacidades furtivas, pero no se le ha visto combatiendo en los cielos de Ucrania, lo que ha dejado dudas sobre sus posibilidades reales de burlar los radares ante las bater�as antia�reas occidentales desplegadas en todo el frente.
Lo m�s parecido que tiene Europa a un cazabombardero de quinta generaci�n es el Eurofighter Typhoon, un avi�n de cuarta generaci�n construido por el consorcio de empresas europeas Eurofighter GmbH, creado en 1983 y compuesto por las compa��as Airbus Group, BAE Systems y Alenia Aeronautica en el que tambi�n participa la espa�ola EADS. Aunque sus pilotos suelen hablar maravillas de �l, no es furtivo y ya no puede competir en muchos aspectos con estos aparatos tan tecnol�gicos. Si queremos alcanzarlos, tenemos que comprarlos: Reino Unido, Italia, Pa�ses Bajos, Noruega, Dinamarca, B�lgica y Polonia tienen ya unidades del F35 o han realizado los pedidos, por lo que dependen de Estados Unidos para sus recambios, software, actualizaciones...
Podemos decir lo mismo de armamento como los misiles bal�sticos, un arma que Rusia usa en Ucrania a diario. Europa no los fabrica y se limita a los misiles de crucero, m�s lentos y m�s sencillos de derribar, como los Storm Shadow brit�nicos y los Taurus alemanes. Los misiles de crucero vuelan bajo, como un avi�n y est�n propulsados por un cohete en una trayectoria horizontal, mientras que el bal�stico traza una par�bola hasta salir de la atm�sfera y luego cae por gravedad en trayectoria libre. Es m�s dif�cil de interceptar en su fase terminal por su velocidad hipers�nica.
Eso descubre otra brecha en las capacidades europeas: no tenemos un sistema antia�reo made in Europe que sea capaz de derribarlos y dependemos del Patriot estadounidense para ello. Diehl Defence fabrica las bater�as IRIS-T que Ucrania lleva usando con �xito desde hace a�os, al igual que los sistemas SAMP/T, facturados por la francoitaliana MBDA. Ambos pueden interceptar misiles bal�sticos de corto alcance, pero no los intercontinentales. Para eso s�lo EEUU, Jap�n e Israel poseen lanzaderas tipo THAAD (Terminal High Altitude Area Defense) capaces de destruir este tipo de misiles cuando vuelven a entrar en la atm�sfera a velocidades hipers�nicas.
En el �mbito nuclear, nuestras reservas de armas at�micas frente a Rusia o China tambi�n son muy limitadas: tan s�lo Reino Unido y Francia poseen este tipo de terrores tecnol�gicos. Por ser m�s precisos, Londres y Par�s tienen un pu�ado de bombas nucleares estrat�gicas, pero no t�cticas. �Qu� diferencias hay entre ambas? La t�ctica est� pensada para ser lanzada en una zona de combate espec�fica (conquistar o defender un territorio limitado) y tiene mucha menor potencia que una estrat�gica, que se lanza para ganar una guerra (por ejemplo, las de Hiroshima y Nagasaki).
En una hipot�tica escalada nuclear, si Europa no cuenta con el paraguas at�mico de EEUU, nos quedamos sin respuesta gradual ante un uso limitado de armas t�cticas por parte del adversario (y Rusia tiene miles de ojivas). Esto plantea un dilema cre�ble de represalia: el pa�s con solo bombas estrat�gicas puede quedar paralizado, porque cualquier respuesta con ellas supondr�a una desproporci�n y podr�a escalar a una guerra nuclear total con la consecuente destrucci�n mutua asegurada, el �ltimo pelda�o de la escalera.
El analista militar Michael Kofman, experto en el ej�rcito ruso, cree que, m�s all� de las limitaciones de personal o equipo, la principal restricci�n para que Europa asuma un papel m�s destacado en su propia defensa es la falta de voluntad pol�tica. Esto sugiere que, aunque existen recursos y capacidades, la cohesi�n pol�tica y la toma de decisiones conjuntas siguen siendo desaf�os significativos.
Otra de las cosas que Europa no tiene es capacidad fabril no s�lo para llenar hoy sus propios arsenales, sino para mantener una guerra de altos consumos de munici�n como la guerra de Ucrania, que en muchos aspectos es una guerra antigua en la que han irrumpido los drones en todas sus formas. En los primeros meses de la invasi�n, el ministerio de Defensa espa�ol don� 8.000 proyectiles de artiller�a a Ucrania. Ese mismo d�a, un comandante ucraniano coment� a este reportero: "Lo primero que quiero es darle las gracias a tu ministra de Defensa. Lo segundo que quiero decirte es que estos proyectiles los lanzamos en una tarde".
As� es. Los rusos han llegado a disparar m�s de 60.000 bombas en 24 horas, por unas 15.000 de Ucrania. No hay ning�n pa�s en Europa que pueda aguantar m�s de unos d�as de guerra con esos consumos, aunque la producci�n se ha multiplicado en los �ltimos meses.
Otro de los problemas a los que se enfrenta este esfuerzo de la industria europea es la duplicidad y la desintegraci�n de sistemas. Mientras que EEUU, Rusia y China poseen una sola plataforma como carro de combate (M1 Abrams, series T y Tipo99, respectivamente), Europa cuenta con seis modelos diferentes con seis cadenas de montaje, mantenimiento y log�stica (Leopard en Alemania; Challenger en Reino Unido; Leclerc en Francia; Ariete en Italia y M1 Abrams y K2 (hechos en Corea del Sur) en Polonia. Esta variedad de modelos pone de manifiesto que los pa�ses privilegian a sus empresas nacionales por encima de intereses europeos, lo que acaba encareciendo el producto.
El Real Instituto Elcano ya ha criticado en otras ocasiones que la fragmentaci�n de las industrias de Defensa europeas ha llevado a duplicaciones y dependencias extranjeras, especialmente de la industria de defensa estadounidense. Max Bergmann, del Centro de Estudios Estrat�gicos e Internacionales (CSIS), aboga por reconsiderar la creaci�n de un ej�rcito europeo com�n, argumentando que defender Europa con m�ltiples ej�rcitos nacionales sin el apoyo de EEUU no es l�gico ni pr�ctico, pero ser� dif�cil que un solo soldado est� dispuesto a morir por una bandera, la de Europa, y no la de su pa�s.
El Atlantic Council destaca que los nuevos planes de Defensa podr�an requerir que Europa aumente sus objetivos de capacidad militar en aproximadamente un 30%, sugiriendo que el gasto en Defensa deber�a elevarse al 3% del PIB. Pa�ses como el Reino Unido y Polonia ya est�n tomando medidas en esta direcci�n, pero otros estados como Espa�a est�n arrastrando los pies para llegar al 2%. Sin duda, los que m�s recursos dedican son los vecinos de Rusia, asustados con su agresividad.
Fuente de los gr�ficos: WDMMA, Hans M. Kristensen, Matt Korda, Eliana Johns y Mackenzie Knight (Federaci�n de Cient�ficos Americanos, FAS); Jan Joel Andersson y Sascha Simon (EUISS), Leonardo, Ministerio de Defensa de Espa�a, BBC, Infodron y elaboraci�n propia.