El cap�tulo 17 del libro de Samuel del Antiguo Testamento narra la victoria de David frente gigante filisteo Goliat, historia que por siempre ha quedado como s�mbolo de la fuerza de la fe y frente al poder. En La Laguna (Tenerife), David ha sido Mar�a Teresita Laborda, la mujer que ha llevado hasta el Tribunal Constitucional a la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Sant�simo Cristo de La Laguna, y con ella a todas las cofrad�as que siguen, a d�a de hoy, vetando la entrada a las mujeres. Ocurre en Tenerife y en otros puntos del pa�s como Sagunto, en Valencia, donde cada Martes Santo desde hace cuatro a�os un grupo de mujeres y hombres protestan contra una discriminaci�n que, desde el pasado 4 de noviembre, tiene los d�as contados. Y la raz�n no es que se reconozcan pasos hacia la igualdad, sino que la justicia obligar�.
Laborda ha tenido que pelear 16 a�os en los tribunales para tumbar la norma que le imped�a ser esclava del Sant�simo Cristo de La Laguna, una asociaci�n religiosa que se constituy� en el siglo XVII y de gran veneraci�n en la isla. La raz�n era que en el art�culo 1 de sus estatutos se define como "de caballeros" y esto imped�a la incorporaci�n de las mujeres. La tesis, defendida desde la junta de gobierno de la cofrad�a, fue respalda por el Obispado de Tenerife, lo que oblig� a esta mujer a recurri� a la v�a judicial con una demanda en el Juzgado de Primera Instancia n�mero 2 de Santa Cruz de Tenerife que, como tambi�n la Audiencia Provincial, reconocieron su derecho a incorporarse.
No respald� estos pronunciamientos el Tribunal Supremo, que consider� que no se discriminaba a Laborda por raz�n de g�nero ni tampoco su derecho de asociaci�n, porque siendo religiosos los fines de la Esclavitud, no hab�a ning�n perjuicio al no permitirle la incorporaci�n, dado que podr�a crear ella otra asociaci�n religiosa con los mismos fines. No hab�a, por tanto, "posici�n de dominio" de esta cofrad�a en los �mbitos "econ�mico, profesional o laboral" que constituyeran un quebranto objetivo.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional s� consider� en una sentencia pionera el pasado 4 de noviembre que los estatutos de la Esclavitud recogen una discriminaci�n por raz�n de g�nero que vulnera el art�culo 14 de la Constituci�n y tambi�n el derecho de asociaci�n recogido en el art�culo 22. La referencia a ser una asociaci�n exclusiva de "caballeros" no es, seg�n la Sala Segunda, proporcional a los fines religiosos alegados por la asociaci�n. La sentencia, de la que fue ponente el magistrado C�sar Tolosa, deja claro que, aunque las asociaciones privadas tienen derecho a la autoorganizaci�n y la libertad religiosa, estos derechos no pueden prevalecer sobre los principios fundamentales de igualdad y no discriminaci�n y, adem�s, las restricciones deben demostrar una amenaza real a su funcionamiento algo que, destacan, no respalda el derecho can�nico, que no proh�be la inclusi�n de mujeres en hermandades o cofrad�as, desmontando los argumentos de la Esclavitud y del Obispado de Tenerife, que solo apelaron a la tradici�n.
Sobre el quebranto que sufre la mujer al neg�rsele la asociaci�n, el Tribunal difiere del Supremo al considerar que los actos religiosos, pese a no tener connotaciones econ�micas, profesionales o laborales, puedan tener tambi�n un impacto social o cultural que se le niega a Mar�a Teresita Laborda. Adem�s, la Esclavitud promueve la devoci�n y culto a la Sagrada Imagen del Cristo de La Laguna, la imagen del siglo XVI m�s veneradas en la isla de Tenerife, por lo que no hay "posibilidad de ejercer esa misma actividad de culto de dicha Imagen en otra hermandad o cofrad�a del municipio".
Esta sentencia, tuvo cuatro votos particulares, dos de las magistradas Inmaculada Montalb�n y Mar�a Luisa Balaguer que cuestionaban la legitimidad de los estatutos y defend�an una intervenci�n estatal para garantizar la igualdad de derechos, y dos de los magistrados Enrique Arnaldo y Ram�n S�ez que expresaron reservas sobre la aplicaci�n del concepto de �posici�n dominante� de esta asociaci�n.
La victoria judicial de Teresita Laborda a�n no ha tenido como reflejo ni el cambio de estatutos ni su entrada en la Esclavitud. Seg�n explic� su abogada, Andrea C�ceres, a El Mundo, siguen esperando que el Constitucional remita el fallo al juzgado de origen para que se ejecute, aunque ellas ya han presentado el escrito de ejecuci�n. "No ha habido ning�n movimiento", asegura.
De hecho, la Esclavitud celebr� elecciones y desde el pasado mes de febrero Eladio Alexis D�az Marrero ser� el nuevo Esclavo Mayor para los pr�ximos dos a�os. Sobre la sentencia, no se pronuncian seis meses despu�s. "La comisi�n jur�dica est� estudiando los t�rminos de la sentencia junto al Obispado", se limitan a decir. Por eso, esta madrugada del Viernes Santo, la imagen del Cristo de La Laguna volver� a procesionar guiado s�lo por hombres.
Sagunto mantiene las protestas
Esta sentencia ha abierto las puertas a que la igualdad llegue a otros lugares de Espa�a. En Sagunto, el colectivo Semana Santa Inclusiva lleva cuatro a�os concentr�ndose el Martes Santo a las puertas de la ermita de la Sangre, en pleno caso hist�rico, para reclamar a la cofrad�a que acabe con el veto a las mujeres. No pueden cofrades ni camareras del Jes�s Nazareno o Mar�a Sant�sima de la Soledad ni siquiera acompa�ar a la procesi�n vestidas con mantilla.
En la Semana Santa de Sagunto, declarada de Inter�s Tur�stico Nacional, no hay lugar para las mujeres. As� lo decidi� en 1492 la Cofrad�a de la Pur�sima Sangre, la que pone en las calles desde hace 500 a�os la pasi�n y muerte de Jesucristo. Bas�ndose en la tradici�n, bajo la premisa de ser una entidad privada y sin oposici�n alguna del Arzobispado, se niegan a dar acceso a las mujeres en igualdad. Lo hicieron en 1999, cuando votaron por primera vez y s�lo 9 personas de un censo de 1.500 apoyaron un cambio de estatutos que cambiara la condici�n de acceso de "var�n bautizado" por "persona bautizada". En 2022 volvieron a celebrarse votaciones porque 100 cofrades as� lo pidieron. De los 397 miembros con derecho a voto en esa asamblea, s�lo 125 dieron su s� a las mujeres. El 60%, con una mayor�a de j�venes, mantuvieron el veto.
Sin embargo, el Constitucional abre de nuevo la posibilidad de una nueva votaci�n para la que el colectivo por la igualdad, compuesto por hombres, algunos de ellos cofrades, y mujeres, est� recogiendo firmas. "Tenemos que reunir el 5% del censo para que se pueda celebrar una junta extraordinaria con un punto en el orden del d�a que sea la votaci�n", explica a El Mundo Blanca Ribelles. "Esta sentencia nos da fuerza, pero lo que queremos es que la decisi�n salga de la Cofrad�a y que se cumpla la ley sin necesidad de reclamarlo", desea.
Lo ocurrido en La Laguna ya se ha reflexionado en Sagunto. Dion�s Farin�s vive su �ltima Semana Santa como presidente de la Cofrad�a y ya ha reconocido abiertamente en una entrevista al diario Levante que algo debe cambiar. "Debemos abrir la fiesta a las mujeres antes de que cualquier juzgado nos obligue", asegura. Bajo su mandato se realiz� la �ltima votaci�n, "y espero y deseo que la haya madurado en estos cuatro a�os". Hasta ahora, esa opini�n nunca la hab�a manifestado.
Aunque caiga esa desigualdad, el reflejo efectivo de la presencia de las mujeres tardar� un tiempo en visualizarse. Hasta 2080 hay ni�os varones apuntados para ser clavario de la Sangre, el cofrade de mayor rango que cada a�o, junto a 14 m�s, conforma la mayoral�a que organizar� los distintos actos de la cofrad�a del Lunes Santo a la procesi�n del Santo Entierro en el crep�sculo del Viernes Santo.