Portugal se asoma a nuevas elecciones un año después: cómo hemos llegado hasta aquí y qué dicen las encuestas

El primer ministro conservador de Portugal, Luís Montenegro, no ha durado ni un año en el cargo. El Gobierno en minoría ha caído este martes después de que toda la oposición –a excepción del pequeño partido liberal Iniciativa Liberal– rechazara una moción de confianza este martes en el Parlamento, un año y un día después de los comicios del 10 de marzo de 2024. La falta de aclaraciones sobre los negocios familiares del primer ministro ha precipitada la crisis política y allanado el camino a la celebración de elecciones anticipadas dentro de poco más de dos meses.
¿Qué ha provocado la caída del Gobierno portugués?
Hay dos razones: por un lado, la falta de una mayoría estable que permitiera al Gobierno contar con apoyo parlamentario para aplicar su agenda y, por otro, la incapacidad del primer ministro de dar explicaciones claras sobre las actividades de su empresa familiar.
Tras las elecciones de marzo de 2024, hay tres grandes partidos representados en el Parlamento. Todos ellos rechazaron coaliciones de gobierno entre ellos: el Partido Socialista, el conservador Partido Social Demócrata (PSD) y el partido de ultraderecha Chega. Este escenario ya hacía prever una crisis política, pero la perspectiva era que el país solo acudiera a las urnas tras el rechazo de los Presupuestos Generales del Estado del próximo año, con la oposición preparándose para unos comicios a principios de 2026.
Sin embargo, un escándalo ha marcado las últimas semanas y ha acelerado la crisis: Luís Montenegro es propietario de una empresa –llamada Spinumviva– con sede en su propio domicilio, en la que prestaba servicios en el ámbito del derecho y la protección de datos, facturando más de 718.000 euros en tres años.

Inicialmente, el diario Correio da Manhã se referió al hecho de que la empresa estuviera registrada también como sociedad de compraventa de inmuebles y terrenos –podría haber un conflicto de intereses porque el Gobierno estaba preparando una legislación para facilitar la construcción en suelo rural con el fin de resolver la crisis inmobiliaria–, pero el foco se desplazó rápidamente a otra parte: el periódico Expresso informó de que la empresa de la familia Montenegro seguía recibiendo una comisión mensual de 4.500 euros de la sociedad de gestión de casinos, hoteles y juegos online Solverde.
El primer ministro asegura que tiene derecho a tener sociedades y que la empresa está gestionada por su familia y no directamente por él, pero el pago a una compañía de su familia ha levantado sospechas en un año en el que se va a revisar la concesión del casino Solverde. Montenegro garantizó que pediría no tomar decisiones que implicaran a los clientes de la empresa.
El 1 de marzo, cuando se supo que Solverde había pagado una comisión a la empresa del presidente del Gobierno, Montenegro se dirigió al país para dar más explicaciones y pidió a los partidos que aclararan su posición sobre el Ejecutivo, admitiendo que presentaría una moción de confianza.
En 2022, cuando asumió la dirección del PSD, Luís Montenegro había cedido el 92% de la empresa a su mujer, con la que está casado en gananciales, por lo que la empresa seguía siendo suya. El 1 de marzo anunció que la traspasaría íntegramente a sus hijos –uno ya licenciado en gestión, pero el otro todavía estudiando–, pero la oposición le acusó de falta de claridad y transparencia y de negarse a dar explicaciones: Luís Montenegro se negó inicialmente a divulgar los nombres de sus clientes, entre los que figuran también empresas de los sectores de electrodomésticos y siderúrgico. El Partido Socialista ya ha presentado una solicitud de comisión parlamentaria de investigación sobre los negocios del primer ministro, que, dada la previsible convocatoria de elecciones, solo saldrá adelante después de los comicios.
En las dos últimas semanas, dos mociones de censura contra el Gobierno –una presentada por la extrema derecha de Chega y otra por el Partido Comunista Portugués– han sido rechazadas, obligando al primer ministro a dar explicaciones, pero la solución era inevitable dado el acelerado desgaste de Montenegro: la semana pasada, el Gobierno aprobó la presentación de una moción de confianza que, ahora rechazada, ha provocado la caída inmediata del Ejecutivo.
El Partido Socialista ha cumplido lo que había prometido desde el inicio del mandato del Gobierno: votar en contra las mociones de censura presentadas y rechazar cualquier moción de confianza.
¿Por qué presentó el Gobierno una moción de confianza sabiendo que sería rechazada?
Según la prensa portuguesa, la dirección del PSD, algunos miembros del Gobierno y el primer ministro están convencidos de que saldrán ganando con unas elecciones anticipadas, ya que pillan al Partido Socialista poco preparado y a Chega en medio de varios escándalos que han afectado a su popularidad: desde varios casos de abusos sexuales a menores protagonizados por cargos del partido hasta la investigación a un expdiputado por robar maletas en aeropuertos.
Luís Montenegro también dijo que preferiría dos meses de crisis política a tener un gobierno paralizado durante un año o año y medio. Con el adelanto de las elecciones, espera evitar que el desgaste por el asunto de los negocios familiares se prolongue en el tiempo. También espera poder responsabilizar a los socialistas de la crisis política.
Además, los últimos meses han estado marcados por una serie de medidas consideradas populares, aprovechando la buena situación presupuestaria dejada por el Gobierno socialista de António Costa, como el acuerdo para aumentar los salarios en una serie de carreras de la administración pública, las rebajas fiscales para los jóvenes o la creación de un abono nacional de tren que cuesta 20 euros.
Unas horas antes de que se debatiera la moción de confianza, el Gobierno presentó nuevas propuestas, sobre todo en el ámbito de las infraestructuras, entre ellas la creación de más de 30 nuevos enlaces por carretera, como el túnel bajo el Tajo en la ciudad de Lisboa y el enlace entre Castelo Branco y la zona de Moraleja (Cáceres). También se ha confirmado que el AVE Lisboa-Madrid estará terminado en el lado portugués en 2034.
¿Quién podría beneficiarse más de estas elecciones?
Aún es pronto para saber quién podría salir victorioso de estas elecciones, dado que todavía quedan dos meses de campaña y no está claro si habrá un cambio en el panorama electoral respecto a las elecciones del año pasado, pero estos comicios cogen desprevenida a la izquierda: el Partido Socialista estaba a punto de iniciar un periodo de consultas en todo el país para preparar un programa electoral y los partidos a su izquierda no han conseguido crecer en las encuestas.
En una entrevista en televisión, Luís Montenegro garantizó que sería el candidato de su partido en las elecciones, aunque fuera investigado por la justicia. “No he cometido ningún delito”, dijo.
En el sondeo del Diário de Notícias publicado este martes, el Partido Socialista aparece en cabeza con un 30,8% en intención de voto frente al 25,8% de la coalición de derechas en el Gobierno.
Por otro lado, en el sondeo de Pitagórica de marzo, la coalición de derechas entre PSD y CDS tenía una ligera ventaja dentro del margen de un empate técnico (33% frente al 29% de los socialistas). Chega, por su parte, cae al 13,5% (frente al 18,1% de las elecciones legislativas), tras la serie de escándalos que han dañado al partido. El resto de formaciones están en línea con sus resultados de hace un año.
¿Qué ocurrirá ahora?
Una vez rechazada la moción de confianza, el presidente de la República escuchará los partidos y anunciará una decisión, pero se da por seguro que Portugal irá a nuevas elecciones. Serán los terceros comicios anticipados en tres años.
También existía la posibilidad de que el presidente invitara a otro nombre a formar gobierno dentro del actual marco parlamentario, pero el partido de centroderecha PSD se niega a presentar un candidato que no sea el actual primer ministro. En el pasado, el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, también rechazó que el Partido Socialista designara un nuevo candidato cuando dimitió António Costa, por lo que que la única solución viable son nuevas elecciones.
Según los cálculos del presidente, las fechas más probables para las elecciones generales anticipadas son el 11 o el 18 de mayo, aunque también cabe la posibilidad del 25 de mayo. En cualquiera de los dos escenarios, la Asamblea de la República dispondrá aún de algunos días de trabajo para concluir los proyectos legislativos en curso.
Las elecciones parlamentarias anticipadas tienen lugar en medio de un intenso ciclo político, con elecciones regionales en la Región Autónoma de Madeira el 23 de marzo, elecciones municipales que se convocarán en septiembre u octubre, y elecciones presidenciales en enero de 2026.
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