De Apolo a Artemis
En la fachada del gigantesco hangar en el que la NASA monta en vertical sus cohetes y naves espaciales est� pintada una de las mayores banderas de EEUU. Mide 64 por 33 metros y es una de las primeras cosas que uno ve cuando llega al Centro Espacial Kennedy, en Florida. El Edificio de Ensamblaje de Veh�culos (VAB por sus siglas en ingl�s) es, de hecho, uno de los emblemas nacionales pues fue aqu� donde se prepararon la Apolo 11 y el cohete Saturno V hace ahora 50 a�os. De este colosal edificio de 160 metros de altura est� previsto tambi�n que salgan la nave y el cohete con los que EEUU pretende volver a la Luna en 2024.
Donald Trump tiene prisa. Meses despu�s de llegar a la Casa Blanca, cambi� el plan de Barack Obama de focalizar los esfuerzos en enviar una misi�n tripulada a Marte hacia 2030 y orden� regresar a nuestro sat�lite antes de ir al planeta rojo. Desde entonces, se ha ido modificando el calendario, que al inicio preve�a construir primero una estaci�n espacial internacional que orbitar� nuestro sat�lite �denominada Gateway� y mandar all� a los primeros astronautas de la NASA antes de 2024.
01/ Preparativos para la vuelta
El alunizaje tendr�a lugar unos a�os despu�s, hacia 2028. Sin embargo, en marzo, el presidente emplaz� a la agencia a que repitiera la gesta de Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins cuatro a�os antes de lo previsto. "Esta vez no vamos a repetir lo que hizo el programa Apolo. Esta vez vamos a ir a la Luna para quedarnos", nos aclara el director de la NASA, Jim Bridenstine, en un encuentro con periodistas en el Centro Espacial Kennedy. Detr�s de �l, una gran pantalla de televisi�n recuerda que el objetivo final es ir de la Luna a Marte.
El nuevo programa tiene nombre de mujer -ha sido bautizado como Artemis (Artemisa en espa�ol), que en la mitolog�a griega es la diosa de la Luna y la hermana gemela de Apolo-. Adem�s, uno de los dos astronautas que ir�n a la Luna en 2024 ser� mujer: "Tengo una ni�a de 11 a�os y quiero que sienta que tiene todas las oportunidades", dice Bridenstine, que subraya la importancia de que EEUU sea capaz de "inspirar a los j�venes". "Artemis no es s�lo un programa, es una idea, es un concepto, es una nueva generaci�n. Somos, de hecho la generaci�n Artemis".
El encargo ha revolucionado la anquilosada divisi�n de vuelos tripulados de la NASA, que se ha puesto las pilas para intentar cumplir con el dif�cil encargo presidencial tras estar a�os centrada en construir y operar la Estaci�n Espacial Internacional (ISS), la plataforma situada a 400 kms. que est� permanentemente habitada, y en supervisar las pruebas de sus nuevas naves. Desde que jubil� el transbordador ('shuttle') en 2011, EEUU no tiene veh�culo propio y sus astronautas viajan a la ISS en naves rusas previo pago de unos 80 millones de d�lares por billete.
"No podr�a estar m�s encantado con el encargo que nos han dado", sostiene el ex astronauta Robert Cabana, director del Centro Espacial Kennedy. "Tenemos la tecnolog�a, sabemos c�mo hacerlo y podemos hacerlo para quedarnos, no para estar s�lo dos o tres d�as. El reto va a ser financiero", admite.
Y es que a nadie se le escapa que la inyecci�n de dinero que har� falta para alunizar en 2024 y construir la estaci�n Gateway va a ser muy grande. La NASA no ha hecho p�blica todav�a una estimaci�n de cu�nto costar�, pero la factura del programa Apolo, que tras el anuncio de J. F. Kennedy se complet� en ocho a�os sin escatimar esfuerzos, ascendi� a 25.000 millones de d�lares en los a�os 60.
02/ La nave Orion que ir� a la Luna
Trump ha solicitado al Congreso 1.600 millones de d�lares extra para impulsar la misi�n y "recuperar la grandeza" de la NASA durante su mandato. Sin embargo, aunque ha reiterado en varias ocasiones la importancia de regresar a la Luna, la estimaci�n del coste le ha debido de parecer cara, porque el pasado 7 de junio volvi� a desconcertar con uno de sus tuits: "Con todo el dinero que estamos gastando, la NASA NO deber�a estar hablando de ir a la Luna. Eso lo hicimos hace 50 a�os. �Deber�an estar centrados en hacer cosas mucho m�s grandes, incluyendo Marte (de la que la Luna es parte), Defensa y Ciencia!", escribi�.
No se sabe si al decir que la Luna es parte de Marte, Trump hac�a gala de su falta de conocimientos cient�ficos o se refer�a a que ir a la Luna es una parte del plan para ir a Marte. El caso es que la NASA parece no haber hecho caso de su comentario y sigue con sus previsiones.
Ya no hay Guerra Fr�a con Rusia pero, aunque distinta, la carrera espacial sigue siendo una carrera en la que los pa�ses demuestran su capacidad tecnol�gica y con ella, su poder�o militar, y parece que nuestro sat�lite se ha puesto de moda. Un robot chino fue a su cara oculta en enero y a finales de a�o, el gigante asi�tico prev� mandar otra misi�n no tripulada que debe traer rocas lunares. Una empresa israel� envi� en abril la nave 'Beresheet', que se estrell� al alunizar, e India, tras numerosos retrasos, tambi�n quiere mandar su propio veh�culo en 2019.
El plan de la NASA para ir a la Luna en 2024 se basa en estrenar una nave espacial ('Orion', en pruebas desde 2014) y el cohete (el 'Space Launch System' o 'SLS'), y aprovechar las instalaciones ya construidas tanto en Houston (Texas), como en el �rea de Cabo Ca�averal de Florida (el Centro Espacial Kennedy, situado en la isla de Merritt, y la vecina Base A�rea de Cabo Ca�averal).
A los m�ticos 'crawlers' o veh�culos oruga de la NASA les esperan m�s d�as de gloria. Se trata de las dos monstruosas gr�as que se usan para llevar el cohete y la nave ensamblados desde el hangar VAB a las plataformas de lanzamiento. Son tan grandes que puedes caminar entre sus ruedas. Bob Myers, uno sus conductores, explica que se mueven a una velocidad de 1,6 kil�metros por hora cuando llevan el cohete y a 3,2 km/hora si van sin carga. Construidas para el programa Apolo, fueron adaptadas para trasladar los 'shuttle' y ahora est�n siendo preparadas para llevar el cohete 'SLS' y la nave 'Orion': "Cada modificaci�n que hacemos tiene que durar al menos 20 a�os", explica el ingeniero John Giles, jefe del proyecto Crawler.
Para Jim Ogle, un veterano ingeniero que trabaj� en la �poca Apolo en la 'Fire Room' o sala de control del lanzamiento, la clave del �xito fue y sigue siendo "ser un equipo. No puedes estar dividido. Hubo problemas graves pero se resolvieron", sostiene. A sus 81 a�os, recuerda con nostalgia su carrera en la NASA, en la que "cada d�a era emocionante". "A veces no nos damos cuenta de la magnitud de lo que hicimos", reflexiona.
Tambi�n a�ora sus d�as en la NASA Bob Sieck, que form� parte del equipo de lanzamiento de Apolo. "Las cosas funcionaron como las hab�amos dise�ado y eso, para nosotros que somos ingenieros, fue muy satisfactorio porque era la primera vez que las hac�amos", explica delante de las mismas consolas que se usaron en los 60. Admite que tras pisar la Luna pens� que en las d�cadas siguientes EEUU ser�a capaz de instalar un h�bitat all� o en otro planeta, "pero no se hizo el prop�sito, as� que no lo logramos".
03/ As� entrenan los futuros Armstrong
Por seguridad, la 'Fire Room' desde la que los ingenieros controlan el despegue de los cohetes, est� a unos cinco kil�metros del lugar donde se lanzan. Seg�n explica Regina Spellman, jefa s�nior de las plataformas de lanzamiento de la NASA, las hist�ricas instalaciones del programa Apolo est�n siendo adaptadas ahora para el programa Artemis. Estamos en el ic�nico complejo de lanzamiento 39 desde el que se lanz� el programa Apolo.
"Desde aqu� mismo lanzaremos el a�o que viene Artemis 1. Despu�s, Artemis 2, que ser� la primera misi�n tripulada a bordo de la nave Orion, y en 2024 despegar�n la primera mujer y el siguiente hombre que vayan a la Luna, en Artemis 3", detalla Spellman junto a la plataforma 39B, desde donde se lanz� en mayo de 1969 la misi�n Apolo 10.
Armstrong, Aldrin y Collins despegaron desde la vecina plataforma gemela 39A, hoy ocupada por SpaceX. La NASA se la ha alquilado a la compa��a de Elon Musk, que alterna su programa de lanzamientos privados con los que realiza para la agencia espacial, entre ellos los cargueros que abastecen a la ISS. Esa misma noche, SpaceX lanzar�, desde el Centro Espacial Kennedy, una misi�n llamada 'Starlink' con la que Musk quiere crear una constelaci�n de sat�lites.
Hay varios lugares id�neos para disfrutar de los lanzamientos en esta zona de Florida, conocida como la Costa del Espacio. Entre los favoritos, destacan el paseo mar�timo de Jetty Park, Playalinda, Puerto Ca�averal o la famosa Cocoa Beach, que en los 60 se convirti� en el hogar de muchos trabajadores de la NASA y de sus familias.
Hoy en d�a, sigue acogiendo a empleados de la agencia y los gui�os espaciales en la zona son numerosos en calles y locales. Aqu� est�, por ejemplo, el parque Alan Shepard, en honor al primer estadounidense que fue al espacio. Hay una helader�a llamada 'I dream of yogurt', inspirada en una serie de televisi�n emitida en los 60 'I Dream of Jeannie' ('Mi bella genio'), sobre un astronauta que se enamora de una genio. Los locales m�s ic�nicos frecuentados por astronautas y personal de la NASA han cerrado, como 'The Surf' y 'Ramon's', en el que, seg�n asegura Gene Kranz, el famoso director de vuelo del Centro de Control de Houston, se tomaron muchas decisiones del programa espacial.
Adem�s de ver un lanzamiento en la playa, se puede entrar en la NASA. A una hora en coche de Orlando y a tres de Miami, el Centro Espacial Kennedy se ha convertido en un destino tur�stico m�s de Florida, la tierra de los grandes parques de atracciones. Y en cierto modo, este centro de visitantes es un h�brido entre un parque de atracciones y un museo del espacio. Con la entrada general (57 d�lares) es posible ver de cerca naves y cohetes de verdad, simular un despegue en el transbordador 'Atlantis' o un viaje a Marte con realidad virtual, as� como conocer a astronautas. Pagando m�s, se puede comer con ellos y aprender c�mo entrenan. Una tienda de dos plantas ofrece todo tipo de objetos con el logo de la NASA.
04/ 'Failure is (still) not an option'
Houston no se queda atr�s y tambi�n ha aprovechado el fil�n espacial para atraer a visitantes, que pueden entrar en algunas de las instalaciones previo pago de 30 d�lares. Si en el Centro Espacial Kennedy el astronauta del d�a era Tom Jones, en Houston le toca a Brian Duffy el d�a de nuestra visita. Pero el lugar m�s ic�nico del Centro Espacial Johnson -casi una miniciudad a las afueras de Houston- es el famoso Centro de Control, desde el que los controladores de vuelo liderados por el ingeniero Gene Kranz resolvieron con �xito en 1970 el problema m�s famoso de la Historia, el del Apolo 13.
Para llegar al hist�rico centro de control, situado en el edificio n�mero 30, hay que subir a pie tres pisos de escaleras. Unas fotos de la era Apolo dan un toque de color a este edificio gris levantado en los 60 y que ahora est� en obras. Se han llevado las consolas, los ordenadores y el tel�fono rojo con l�nea directa al Pent�gono para restaurarlos y que puedan volver a ser exhibidos en todo su esplendor, justo a tiempo para el 50 aniversario del Apolo 11.
Ahora hay otro Centro de Control en Houston, en el que nos espera Holly Ridings (Amarillo, Texas, 1973), la flamante jefa de los directores de vuelo de la NASA desde el pasado mes de septiembre y, por tanto, responsable de las operaciones de la Estaci�n Espacial Internacional (ISS) y de todas misiones tripuladas de la NASA. Desde aqu� se dirigir�n tambi�n los pr�ximos viajes tripulados a la Luna del programa Artemis, as� como los futuros lanzamientos de las naves que est�n construyendo las empresas privadas SpaceX y Boeing para llevar a la ISS a los astronautas de la NASA.
La nueva sala de operaciones es m�s moderna y cuenta con tecnolog�a m�s avanzada pero, seg�n Ridings, conserva la esencia y el esp�ritu recogidos en la c�lebre frase con la que Gene Kranz titul� su libro: 'Failure is not an option' (el fracaso no es una opci�n). "Intenta siempre resolver el problema, nunca te rindas y busca soluciones creativas. Es el sistema de creencias que Gene Kranz nos ha transmitido y que siempre tenemos en cuenta", afirma. "Hay que mantener a los astronautas siempre a salvo. Por supuesto, el fracaso sigue sin ser una opci�n en Houston", se�ala.
Esta ingeniera texana es la primera mujer que lidera a los ingenieros responsables en tierra de la seguridad de los astronautas y del �xito de las misiones: "Para m� es un honor ser la primera, pero en la NASA hay muchas diversidad y nunca me he sentido distinta por ser mujer. Aqu� lo que importa son tus conocimientos t�cnicos, no otros factores. Sin embargo, cuando me preguntan por este asunto, me doy cuenta de que tengo la gran oportunidad de ser un modelo para que otras personas puedan llegar a este puesto".
�Qu� se siente al ser responsable de la vida de los astronautas? "Es algo que nos tomamos muy en serio; hay una enorme determinaci�n para devolverlos a sus familias sanos y salvos, as� que puede ser muy estresante", admite. La �ltima crisis que vivieron y que pudieron resolver con �xito ocurri� el pasado oto�o, cuando un fallo oblig� a los astronautas Alexey Ovchinin y Nick Hague a realizar un aterrizaje de emergencia con la nave 'Soyuz' pocos minutos despu�s de haber despegado desde el cosm�dromo de Baikonur rumbo a la ISS.
"Trabajar aqu� consiste fundamentalmente en que te encante resolver problemas, problemas dif�ciles", resume la ingeniera.
05/ Dos espa�oles en la NASA
Si compar�ramos a la NASA con un cuerpo humano, se podr�a decir que sus piernas y brazos est�n en las instalaciones del �rea de Cabo Ca�averal y su cerebro, en Houston. Porque es aqu� donde, adem�s de dirigir las misiones, se conciben las naves, se forman los astronautas y hasta se prepara la comida que toman en el espacio. El coraz�n de la NASA est� repartido por todo el pa�s, porque la agencia espacial sigue siendo un orgullo para EEUU y sus astronautas, aut�nticos h�roes americanos.
Las instalaciones del Centro Johnson de Houston son su principal lugar de trabajo. El enorme laboratorio 'mock up' o de prototipos est� lleno de veh�culos, robots y naves en los que entrenan. Para Stan Love (San Diego, 1965), astronauta de la NASA desde 1998, este trabajo es tan emocionante como exigente: "No es un trabajo f�cil. Lo que m�s me gusta es que no hay dos d�as iguales, pero tienes que aprender a ser bueno en muchas cosas diferentes", nos explica.
Por lo que respecta a las aptitudes y formaci�n profesional que ten�an los astronautas de los programas Mercury, Gemini y Apolo y los actuales, Stan Love encuentra bastantes diferencias. "Los primeros astronautas eran todos pilotos de pruebas, que era una profesi�n muy peligrosa, y trabajaban para el Ej�rcito. Probaban nuevos aviones que nunca hab�an volado para asegurarse de que funcionaban correctamente. Cuando empezamos a mandar a gente en cohetes, eran necesarias personas muy valientes que mantuvieran la calma en caso de emergencia y de las que se esperara que iban a seguir todas las instrucciones previstas y no iban a entrar en p�nico cuando las cosas fueran mal", cuenta.
�l entr� en la NASA cuando volaba el transbordador y empezaban a construir la ISS, una �poca en la que fueron seleccionados muchos ingenieros y cient�ficos como Love. Ahora, sostiene, "la ISS se parece m�s a una casa que a un avi�n".
Hacia las 8 de la ma�ana comienza la actividad en el Neutral Buoyancy Laboratory (NBL) o Laboratorio de flotabilidad neutral, una espectacular piscina de 12 metros de profundidad en la que los astronautas se entrenan para las caminatas que har�n en el espacio. Ese d�a le toca a Mark Vande Hei y Barry Wilmore que, incluso con la ayuda de varios trabajadores, tardan 40 minutos en ponerse el traje espacial. Antes, han planificado en una reuni�n las actividades del d�a. A las 9 se zambullen en la piscina donde, seg�n explica Gregory Sims, director de las pruebas de la NASA, pasar�n seis horas y media sumergidos: "Llevan unas bolsas desde las que pueden beber agua", explica.
Fue a Buzz Aldrin al que se le ocurri� entrenar bajo el agua: "B�sicamente nos hace menos pesados y el cuerpo se comporta como en el espacio, as� que nos ayuda a simular el ambiente de gravedad cero", detalla Love.
El astronauta de la NASA de origen espa�ol Miguel L�pez-Alegr�a, retirado en 2012, considera "que la preparaci�n de los futuros astronautas que vayan a la Luna ser� muy parecida a la que se realiza actualmente. Por supuesto, ser� necesario tener formaci�n en un campo t�cnico (ciencia, matem�tica o ingenier�a), experiencia en ese campo y buena salud. Y, lo m�s importante, la capacidad de trabajar bien en equipo. Despu�s, le ense�ar�n geolog�a y otros temas espec�ficos para la exploraci�n lunar", se�ala a trav�s de un correo electr�nico.
Y es que, como apunta en conversaci�n telef�nica Jos� Miguel Mas Hesse, director del Centro de Astrobiolog�a (CAB/CSIC-INTA), desde el punto de vista cient�fico volver a la Luna ser�a �til por dos razones principales. En primer lugar, ayudar�a a conocer el origen de la Tierra: "Tenemos teor�as sobre c�mo se form� el sistema Tierra-Luna, pero no han sido demostradas a�n. Sorprendentemente tenemos muy poca informaci�n de la estructura geol�gica lunar y para conocer su composici�n, es necesario comparar los materiales que hay en su superficie con los del interior y para eso hay que hacer perforaciones profundas", sostiene. Por otra parte, funcionar�a como un laboratorio avanzado, en el que se podr�a construir una base para desarrollar tecnolog�as para ir a Marte y hacer ciencia lunar: "La cara oculta de la Luna es un entorno privilegiado para hacer astronom�a porque su cielo est� libre de interferencias", asegura.
Pero antes queda mucho por hacer. Stan Love admite que conseguir alunizar en 2024 va a ser duro: "Buena parte del trabajo est� hecho ya, pero a�n no tenemos un aterrizador (un veh�culo que alunice en la superficie) y necesitamos un traje para trabajar en la superficie. Desarrollar y probar todo esto en los pr�ximos cinco a�os va a ser un reto enorme, pero la NASA ha sido capaz de superar esos retos en el pasado, as� que soy optimista", dice el astronauta, que en la actualidad colabora con los ingenieros en el desarrollo de la nave 'Orion'.
06/ Frenchie's, el restaurante de los astronautas
Al frente del equipo de integraci�n de sistemas y del veh�culo que ir� a la Luna est� el espa�ol Carlos Garc�a-Gal�n (M�laga, 1974): "'Orion' se parece a la nave Apolo por fuera, pero por dentro es muy distinta y lleva tecnolog�as muy innovadoras", explica junto a uno de los prototipos que tienen en Houston. "Es un poco m�s grande y en vez de tres astronautas, puede llevar a cuatro durante 21 d�as, o a m�s dependiendo del tiempo que dure el viaje. Si se acopla a otro sistema o estaci�n, podr�a viajar a Marte", asegura Garc�a-Gal�n, que se march� a estudiar a EEUU en 1992 ya con el objetivo en mente de trabajar en la NASA.
Hijo y hermano de pilotos comerciales, no ha abandonado a�n su sue�o de convertirse en astronauta, aunque est� satisfecho de haber contribuido a que otros lo logren. D�a a d�a, trabaja codo con codo con ellos para incorporar en el dise�o todos los aspectos humanos. Uno de los componentes de la nave que m�s les cost� desarrollar, recuerda, "fue dise�ar la capa de protecci�n t�rmica para volver a hacer la reentrada en la atm�sfera terrestre. Tambi�n fue complejo el m�dulo de servicio, que es de la Agencia Espacial Europea (ESA), pues es m�s complejo trabajar con equipos que est�n en otros pa�ses y con otros horarios".
Garc�a-Gal�n cree que lograr�n tener la nave a punto para que alunice en 2024 y no cree que el adelanto de la misi�n vaya a comprometer la seguridad de los tripulantes. "En el proceso de dise�ar la nave tenemos muy presentes las tragedias que han ocurrido en programas de la NASA y uno de los requerimientos es estudiar esos casos", asegura.
Michael Ciannilli es el jefe del programa de lecciones aprendidas de los accidentes de las misiones Apolo 1 (1967), Challenger (1986) y Columbia (2003), y una de las 25.000 personas que particip� en las tareas de rescate de los restos del transbordador 'Columbia' y de sus tripulantes esparcidos por Texas y Louisiana. "Fue devastador pero logramos reponernos, tener un transbordador m�s seguro y mirar hacia adelante", rememora durante un encuentro en el Centro Espacial Kennedy. "La principal lecci�n que hemos aprendido es que nunca puedes olvidar, siempre debes estar vigilante. Cada d�a, hay que recordar lo que hacemos y por qu� es importante hacer las cosas lo mejor posible. La dedicaci�n tiene que ser m�xima y no olvidar que en el pasado cometimos errores".
"Para m�, la exploraci�n espacial es la manera en la que la Humanidad va a la universidad", apunta Stan Love. "Es caro, est� lleno de retos, a veces fracasamos, pero todo lo que aprendemos se comparte con los ciudadanos del mundo. Y creo que eso es algo maravilloso".