Este poema describe las reflexiones melancólicas del autor durante las frías mañanas de otoño, comparando las noches otoñales con niñas desamparadas que apenas pueden soportar el peso de la pobreza. El autor recuerda un árbol que lo protegía del frío y expresa la tristeza de haber perdido la esperanza e ilusión, representadas por las hojas caídas del árbol.