Sermón
ESPÍRITU DE VERDAD
(1 Juan 5:6)
Pr. Luis Amador Morales
I NTRODUCCIÓN:
1.- Ilustración: “Vaciar un vaso del aire”
i) ¿Cómo podemos sacar el aire de un vaso?
(1) Tal vez con una bomba de vacío.
(2) Pero la manera más sencilla es llenarlo
de agua.
(3) Así necesitamos vaciar nuestra vida del
error para ser llenos de la verdad de Dios por
medio del Espíritu de verdad.[1]
2.- El ministerio de Espíritu Santo es Consolador y
Capacitador, pero también es el Espíritu de verdad. El
Espíritu Santo ministra la verdad.
3.- Nuestro cometido es estudiar la persona del Espíritu
de Dios desde la perspectiva de su trato con la verdad.
4.- En los escritos de Juan es donde único se alude a la
Tercera Persona de la Deidad como el Espíritu de Verdad.
Tanto en el evangelio como en su primera carta se nos
descorre el velo de esta función divina.
I.- EL ESPÍRITU ES LA VERDAD (1JN 5:6)
1.- Jesús declaró “Yo soy… la verdad” ( Jn 14:6) y luego
añadió “El que me ha visto a mí ha visto al Padre” ( Jn 14:9),
dejando ver que el Padre también es la verdad.
i) Dios es la fuente de la verdad porque es
verdad en sí mismo, esa es su naturaleza.
ii) Cristo es la personalización humana de esa
verdad. La verdad como un absoluto es una persona:
Jesucristo.[2]
2.- Juan nos presenta la esencia misma del ministerio de
la verdad por Espíritu:
i) Lo que el Espíritu ofrece es la verdad en el
sentido pleno y absoluto.
(1) La suma total de su revelación es la verdad.[3]
3.- El Espíritu ministra la verdad porque Él es la verdad.
i) La primera fase del ministerio de la verdad por
el Espíritu está en su misma naturaleza.
ii) Él es copartícipe con el Padre y el Hijo de esa
naturaleza única.
4.- Ilustración: “La verdad hoy”
i) El pensamiento posmoderno está diluyendo
las ideas tradicionales sobre la verdad.
ii) George Barna hizo una encuesta en 2001 en la
que
(1) 33% de los americanos aceptaba la idea
de una verdad moral absoluta
(2) 49% de los evangélicos la acepta como
tal.[4]
iii) ¿Qué crees tú?
5.- Aplicación:
i) Necesitamos que el Espíritu Santo nos imparta
la naturaleza veraz de Cristo.
(1) No se trata de ser verdaderos por lo que
decimos o intelectualmente profesamos.
(2) Se trata de ser verdaderos partiendo de
lo que somos.
ii) Necesitamos la naturaleza veraz del Espíritu:
(1) En nuestras transacciones comerciales,
como hijos de Dios.
(2) En las respuestas apresuradas que
damos cuando no parece haber otra salida.
(3) Cuando damos a entender algo que en
realidad no queremos decir y creemos que así
no estamos mintiendo.
(4) Cuando tenemos que enfrentar un
examen para mantenernos lejos del fraude.
II.- EL ESPÍRITU SE SOMETE A LA VERDAD ( JN 15:26)
1.- Siendo que el Espíritu Santo tiene la misma
naturaleza que los otros dos seres de la Deidad, resulta
admirable su sumisión.
i) El ministra la verdad no centrándose en su
única y personal verdad, sino en la totalidad Dios.
ii) Se deja enviar por Jesús:
(1) Lo notamos en las palabras: “a quien yo
os enviaré del Padre” ( Jn 15:26)
(2) Se somete, se coloca como un segundo
al mando teniendo tanto poder para ser como
el primero.
iii) Pero, además, se deja enviar por el Padre:
(1) Jesús lo aclaró: “el Espíritu de verdad, el
cual procede del Padre” ( Jn 15:26).
(2) Pero procede para centrarse en testi car
de Cristo y su grandeza.
2.- La siguiente fase del ministerio de la verdad por el
Espíritu incluye someterse a y ser portador de una verdad
fuera de su propia persona.
3.- Aplicación:
i) El ánimo de insubordinación dista mucho de
la presencia del Espíritu de Dios. A medida que
ministra la verdad Él nos da la preciosa lección del
sometimiento descentralizado del YO.
ii) ¡Cuánto nos cuesta humillarnos! ¡Cuánto nos
cuesta someternos! Pero lo cierto es que muchos
problemas noes hubiéramos evitado en la vida si
hubiésemos tenido actitud de sumisión. Porque la
fuerza del fuerte se mani esta en tener el poder de
no usar su propia fuerza.
iii) Sólo podemos ser agentes de la verdad:
(1) Cuando el Espíritu Santo trae la
naturaleza veraz de Cristo a nosotros.
(2) Cuando nos sometemos a la falta de
comodidad y a la negación propia con tal de
proclamar la verdad de Dios.
(a) No se trata de nuestra propia
verdad, imperfecta, incompleta y
relativa.
(b) Se trata de la verdad de otro, la
verdad de Dios.
4.- Ilustración: “El predicador John Sung”
i) John Sung viajó a US.A. en 1920 para trabajar en su
doctorado en química. Sus resultados fueron excelentes.
(1) Recibió sustanciosas ofertas de trabajo.
(2) Pero también recibió el llamado de
Cristo.
fi
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ii) Después de esto tuvo un sueño inusual en el
que se veía a sí mismo en un ataúd.
(1) Dios le decía: “John Sung está muerto,
muerto al yo, pero vivo para Cristo”.
(2) Entonces el ataúd comenzó a moverse y
los ángeles comenzaron a llorar: “No lloren
ángeles, dijo John”. “Permaneceré muerto
para el mundo y vivo solo para Cristo”.
iii) John Sung se convirtió en un poderoso
predicador.
(1) Por 15años predicó en China y el sudeste
asiático.
(2) Se le conoció como el más grande
evangelista de China.[5]
III.- EL ESPÍRITU GUÍA A TODA LA VERDAD ( JN
16:13)
1.- La verdad de Dios:
i) Cristo vino a mostrarla (Rom 15:8).
ii) Es santa (Efe 4:24).
iii) Se llega a su conocimiento de forma gradual.
2.- El Espíritu Santo es nuestro guía en llegar al
conocimiento pleno de esa verdad.
i) Decir guía da sensación de recorrido, de un
trayecto hacia la plenitud de esa verdad hasta donde
puede ser entendida por una generación a la que
Dios le ha complacido revelársela.
ii) Esa misma guía fue la que el eunuco solicitó a
Felipe mientras leía el libro del profeta Isaías al
decir: “¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y
rogó a Felipe que subiese y se sentara con él”
(Hch 8:31).
3.- El Espíritu Santo en nuestro maestro de la Biblia:
i) Nos instruye verbalmente por medio de las
páginas sagradas.
ii) Nos revela el futuro del pueblo de Dios, de
modo que podamos estar siempre de parte de Cristo.
4.- Esta es la tercera fase del ministerio de la verdad por
el Espíritu, siendo que él es la verdad y se somete a la
verdad de Dios, ahora nos explica y hace entender esa
verdad. Él es el ministro de la verdad.
5.- Ilustración: “Requisitos de maestros”
i) El Instituto de Investigaciones de U.S.A. tiene
una lista de requerimientos para aquellos que
fungen como maestros entrenadores:
(1) Deseo de enseñar.
(2) Conocimiento de la materia.
(3) Habilidad para comunicarse.
(4) Paciencia.
(5) Sentido del humor.
(6) Tiempo para hacer un trabajo magistral.
[6]
6.- Aplicación:
i) Seamos dóciles al Espíritu Santo, que pueda
ministrar nuestro corazón pero también nuestra
mente.
ii) Seamos enseñables, sin creer que los sabemos
todo y que nadie nos puede enseñar algo.
iii) Crezcamos en el conocimiento espiritual. No
en el conocimiento de lo espiritual, sino en
incorporar más vivencias espirituales en nuestro
andar por esta tierra.
iv) Practiquemos la verdad que Dios nos ha
revelado para este tiempo. Incorporemos a nuestra
vida sus principios y gocémonos en agradar a Dios
de esta manera.
CONCLUSIONES
1.- Resumen: El Espíritu Santo ministra la verdad
i) Es la verdad.
ii) Se somete a la verdad.
iii) Guía a toda la verdad.
2.- Llamado:
i) Muchas veces vivimos ajenos a la obra que el
Espíritu de Dios puede hacer en nosotros y por
nosotros. Tenemos a nuestra disposición un ministro
al que muchas veces subvaloramos.
ii) Dada la naturaleza del Espíritu Santo, su
actitud hacia la verdad y su obra a favor de ella vale
la pena ser su alumno y recibir a Cristo por medio de
Él.
iii) Qué hubiera sido de la vida de Jesús sobre esta
tierra sin el apoyo del Espíritu ¿Te has preguntado
cuánto puedes lograr para la gloria de Dios si el
Espíritu de verdad está permanentemente en ti?
iv) Decídete a ser una vasija de la verdad de Dios
porque su Espíritu habite continuamente en ti.
Proponte desde hoy ser un representante de la
verdad de Dios, porque aunque en alguna
circunstancia sea doloroso ser veraz es solo la
verdad de Dios lo que triunfará.
v) Que como mismo se dice “El espíritu de
verdad” se pueda decir de ti “El cristiano de
verdad”, porque lo proclames y lo vivas ¿Aceptas al
ministro de la verdad en tu vida ahora?
[1]Encyclopedia of 7700 Illustrations, 1979, ver
“Holy Spirit”.
[2]“El Espíritu es la verdad” [1 Jn 5:6], CBA, 7:693.
[3]Nuevo diccionario de la biblia, 1992, ver
“Verdad”.
[4]Pablo Alberto Deiros, Diccionario hispano-
americano de la misión (Casilla, Argentina: COMIBAM
Internacional, 1997).
[5]Encyclopedia of 7700 Illustrations, 1979, ver
“Submission”.
[6]Encyclopedia of 7700 Illustrations, 1979, ver
“Teachers”.