DROGAS Y los directos sobre el sistema
nervioso
Son varios los efectos que las drogas tienen en el sistema nervioso.
Algunos de los principales son:
1. Cambios funcionales y neuroquímicos en el cerebro
Algunos expertos en los efectos de las drogas en el cerebro afirman
que el consumo de estas sustancias provoca cambios neuroquímicos
y funcionales en el cerebro. Cuando una persona está bajo los
efectos de las drogas o en el craving (intenso deseo de volver a
consumir), se activan mecanismo cerebrales complejos. Éstos
afectan a las vías de recompensa, los circuitos asociados con la
motivación, la memoria y el control cognitivo.
2. Alteración de las conexiones sinápticas
Un factor que se ha estudiado y comprobado en los últimos años es
cómo una adicción puede cambiar la fuerza de las conexiones
sinápticas de las neuronas. Especialmente de aquellas que liberan y
reciben glutamato, un neurotransmisor excitante. Entre otros
perjuicios se han observado pérdida neuronal y problemas
neurodegenerativos.
3. Disminución de los niveles de dopamina
Otros estudios resaltan el papel de la dopamina en el cerebro. Esta
sustancia aumenta bruscamente y de manera muy rápida cuando una
persona está bajo los efectos de una droga. Según los estudios, el
mecanismo principal que mantiene la adicción es la liberación de
dopamina al consumir. Esto provoca placer en el adicto y funciona
como una falsa señal indicando que dicha conducta facilita la
supervivencia o la reproducción.
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Este sistema es lo que llamamos vía de recompensa. Ésta registra en
el cerebro el recuerdo de la experiencia de los efectos placenteros de
la droga para volver a repetirlo en el futuro. De manera natural, las
recompensas se logran con esfuerzo y acostumbran a tomar tiempo.
En cambio, con las drogas sucede todo lo contrario donde el acceso
al placer es directo. En consecuencia, cuando se interrumpe el
consumo, el nivel de dopamina se reduce causando disfunciones en
el cerebro.
Otro efecto relacionado es la reducción de la capacidad de
satisfacción de estímulos naturales como la comida o el sexo. Por
otro lado, cuando una persona abusa durante un periodo largo de
tiempo de una sustancia, los niveles de dopamina bajan. Es lo que
hace el cerebro en un intento por regular estos niveles. Es entonces
cuando aparece el factor de la tolerancia: el adicto lentamente
necesitará dosis más alta y con más frecuencia para lograr los
efectos que la droga producía al principio.
4. Alteración del ADN
En el desarrollo de una adicción, parece ser que se alternan
elementos propios del ADN en el sistema de recompensa del
cerebro. También se ha constatado una afectación de los circuitos
cerebrales involucrados en la motivación, la memoria y la toma de
decisiones. A pesar de ello, todavía no se sabe a ciencia cierta cómo
es la relación de estos factores con el abuso de sustancias adictivas.
5. Aumento del Umbral de placer
Los efectos placenteros producidos por la droga prevalecen por
encima de cualquier otro estímulo agradable. Esto ocurre por
los desajustes en el umbral del placer. El adicto se ha acostumbrado
a niveles de placer muy altos producidos por la sustancia y otro
estímulo no es capaz de provocarlo. Esto cobra más sentido cuando
la persona se expone a la droga o elementos asociados a ella. El
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recuerdo de la satisfacción que produce la droga sobreactiva el
circuito de recompensa y también disminuye el control cognitivo. Es
precisamente por eso, que es muy difícil para un adicto no estar
pendiente de si tiene acceso a la sustancia y abandonar el consumo.
Otro aspecto importante es que, si bien un adicto puede llevar varios
años de abstinencia, los recuerdos del consumo quedan grabados en
su mente. Lugares o experiencias relacionados con la droga pueden
reactivar el deseo de consumirla, a pesar del tiempo que haya
transcurrido. Por ejemplo, una persona alcohólica que lleva años sin
beber puede sentir el impulso de volver a beber cuando regresa al
bar que antes frecuentaba. O, por ejemplo, un exadicto a la heroína
puede sentir lo mismo si ve una aguja hipodérmica.
Efectos según el tipo de drogas
Los efectos que las drogas provocan en el organismo no son los
mismos en función de cuál se consuma. La OMS clasifica estas
sustancias en tres tipos: estimulantes, depresoras y perturbadoras.
1. Drogas estimulantes
Este tipo de sustancias aceleran el funcionamiento normal del
cerebro provocando un estado de activación del mismo. Los efectos
de las drogas estimulantes son:
• Desinhibición
• Euforia
• Disminución de la fatiga y el sueño
• Poco control emocional
• Irritabilidad y agresividad
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• Inquietud
• Excitación motora
Son tres los tipos de drogas estimulantes que producen estos efectos.
Por un lado, tenemos a la cocaína que desactiva las sensaciones de
cansancio, sueño y hambre y potencia la lucidez y la fuerza.
Después están las anfetaminas que provocan sensaciones de alerta,
euforia o aumento de la actividad además de pérdida del sueño y del
hambre. Finalmente, encontramos al tabaco y su principio activo, la
nicotina cuyos efectos son una combinación de los efectos excitantes
y los depresores.
2. Drogas depresoras
Estas sustancias se caracterizan porque deprimen y enlentecen el
sistema nervioso central. Esto provoca un adormecimiento general y
progresivo del cerebro. Los efectos de las drogas depresoras son:
• Tranquilidad y relajación
• Bienestar y paz interior
• Apatía
• Sedación
• Disminución de la tensión
• Harmonía con uno mismo
Las drogas depresoras se clasifican en tres tipos. En primer lugar,
tenemos el opio y sus derivados como la heroína o la metadona.
Producen, entre otras cosas, relajación, indiferencia e incapacidad
para concentrarse. En segundo lugar, están el alcohol y sus
derivados. En dosis bajas, los efectos son euforia y desinhibición.
Con dosis más altas, aumenta el efecto depresor que puede producir
sueño, coma y parada cardiorrespiratoria. Finalmente, encontramos
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los hipnóticos y sedantes cuyos efectos son relajación y
somnolencia.
3. Drogas alucinógenas
También llamadas perturbadoras, estas drogas se caracterizan porque
alteran la percepción y las sensaciones. Sus efectos son:
• Cambios en el estado de ánimo
• Modificación del pensamiento
• Alteración del estado de consciencia
Este tipo de drogas se clasifican en dos tipos. Por un lado, está el
cannabis que provoca relajación, disminución de la memoria y de la
capacidad de atención, hilaridad y, hasta cierto punto, confusión y
somnolencia. Y, por otro lado, tenemos los alucinógenos que
interrumpen la interacción entre las células nerviosas y la serotonina.
En este sentido, producen alucinaciones y delirios, alteran el estado
de ánimo y la conducta y causan hiperactividad y confusión mental.