T.J.
KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
1
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Traducción
Klaus
Corrección
Lelu
Maqueta
Klaus
Formato
Pedro
2
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Porque Luchamos
A Primera Vista 4
Por
TJ Klune
3
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Sinopsis
¿Crees en el amor a primera vista?
Corey Ellis seguro que no. Oh, todo el mundo a su
alrededor parece haber encontrado su final feliz, pero está
demasiado ocupado para preocuparse por esas cosas. Tendrá
mucho tiempo para el romance después que sobreviva su
último verano antes de la graduación. ¿Y qué si no puede
sacarse de la cabeza a su antiguo profesor, Jeremy Olsen? Es
sólo adoración de héroes. Y así es como debe seguir.
Excepto que este verano, el bigénero Corey, también
conocido como Kori, está haciendo una pasantía en Phoenix
House, un centro juvenil LGBTQI. Un centro que
recientemente contrató a un director interino. Y como la vida
es extraordinariamente injusta, el director es un cierto ex
profesor, ahora jefe actual.
Desesperado por mantener las cosas profesionales a
medida que Jeremy y él se acercan, Corey comete un grave
error: recurre a sus amigos, Paul Auster y Sanford Stewart, en
busca de ayuda.
Pero Paul y Sandy tienen sus propias ideas.
Ambientada en el verano de 2016, Porque luchamos es
una celebración de la vida queer y de ser fiel a uno mismo...
sin importar el costo.
4
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Estamos aquí.
Somos queer.
Acostúmbrate a eso.
5
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Prólogo
Día de Spa y Alquiler De
Asesinos
Hay momentos en esta vida que permanecen en nosotros
durante el resto de nuestros días. Son profundos y agudos,
buenos y malos. Son las personas que conocemos, las
experiencias que tenemos. Descubrir que tus padres se dieron
por vencido contigo porque no podían cambiarte es uno de
ellos. Mirarte en un espejo y darte cuenta que estas roto,
aunque nadie más pudiera verlo, es otro. Conocer a una drag
queen que podría amenazarte y amarte en una sola respiración
es la tercera.
Vi a un chico en un campus universitario que parecía
que no podía respirar, y me senté con él hasta que se dio
cuenta de que siempre estaría a su lado.
Tomé la decisión de dejar el lugar donde me había
sentido realmente bien para volver al desierto donde había
sufrido tanto.
Vi como una Reina encontraba a su Rey Homo
Deportista, aunque ambos eran unos idiotas y lo hacían de
una manera que debería haber explotado en sus caras.
Fui testigo de cómo dos hombres se comprometieron a
amarse el resto de sus días, y luego uno de ellos se puso frente
al otro y comenzaron a atacarse delante de todos con sus
lenguas y dientes que resultaban ardientes y repugnantes. En
serio, estaba muy confundido con mi semi erección.
6
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Y ahora, aquí, era otro momento. Tan agudo. Tan
profundo.
Tan confuso.
La abuela de Paul Auster se quejaba mientras le daban
masajes.
—Oh, Dios mío —gimió Nana en voz alta—. Eso es. Es la
lotería. Sven. Sven. Tus dedos son mágicos ¿Todos los suecos
tenéis este don secreto?
—Umm —dijo Sven—. ¿Me llamo Alex? Te lo he dicho
varias veces. Y soy de Michigan.
—Sea cual sea tu nombre, no te detengas. Esta es tu
vocación, y yo voy a llamarte así.
—Qué demonios —murmuré mientras me acostaba boca
abajo con mi cara metida en el agujero de goma. Todavía no
sabía cómo había aceptado esto. Puede que hubiera un cupón
involucrado. Puesto que era un estudiante universitario en
quiebra, era una zorra en busca de cupones. Nana había dicho
que era un regalo por terminar un año más de escuela (¡nunca
terminaba! ¡Nunca! Gracias a Dios por los préstamos
estudiantiles, ja, ja, ja), y como no tenía nada más que hacer,
acepté amablemente.
No sabía que era para un masaje en pareja hasta que
llegamos al complejo. Me puse al tanto cuando Nana me agarró
la mano al acercamos a la recepción y anunció que ella y su
“joven amante” estaban aquí para canjear el cupón. Las dos
mujeres detrás del escritorio nos miraron fijamente. Nana les
sonrió. No tenían más remedio que creerle.
Era demasiado tarde para echarme atrás.
(Bueno, para ser justos, probablemente no lo era, pero
el agarre de Nana era más fuerte de lo que pensaba).
7
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Estaba incómodo. No solo porque había alguien que no
conocía tocándome, sino que Nana sonaba como si estuviera
llegando al orgasmo con Sven, eh, Alex, a pesar que solo había
comenzado tres minutos antes. Enya estaba sonando a través
de los altavoces del techo. Las velas encendidas olían a culo
con sabor a limón. No podría empeorar.
—¡Sí! ¡Sí! ¡Eso es!
Borra eso. Ahora era peor.
Tanya, la pobre mujer que actualmente masajeaba mi
espalda con las manos manchadas de aceite, tosió como si se
estuviera ahogando.
—Lo siento por eso —le murmuré.
Tanya era muy profesional.
—Sucede. Aunque no sé si alguna vez he escuchado a
alguien tan... exuberante.
Eso era una subestimación.
—No tienes idea.
—Tienes mucho estrés sobre tus hombros.
Probablemente eso era una tontería, pero sonaba seria,
así que no le contradije.
—Oh. Eso es... algo.
—¿Haces yoga?
No. El yoga era para los hípsters blancos que tenían
buenos ingresos. Mi última comida consistió en sobras de
cuatro días que Sandy había traído a casa después de una cita
con el Rey Homo Deportista.
—Nunca lo había pensado.
8
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Debieras. Puede hacer maravillas en el cuerpo.
Lo dudaba inmensamente.
—Lo tendré en mente.
Ella presionó mi hombro derecho hasta que pensé que
se desencajaría. Cerré los ojos mientras Nana gemía en éxtasis.
—¿Lleváis juntos mucho tiempo?
Nana me había dado una advertencia cuando nos
llevaron a la habitación. Me dijo que, si alguien sospechaba
que no éramos realmente una pareja, el cupón sería revocado
y podríamos ser arrestados y encarcelados. Eso no era cierto,
pero ella lo creía tanto que casi la creí.
—No mucho.
—Ciertamente sois una pareja inusual.
Tanya sospechaba. Maldita sea ella y su curiosidad.
Probablemente su misión en la vida era descubrir a personas
que intentaban usar cupones ilegalmente. Imágenes de mí
mismo en prisión y vestido de naranja pasaron por mi mente.
Me veía bien. Para ser justos, me veía bien con casi todo, por
lo que no era sorprendente. Pero, aún así, prefería evitar la
cárcel. Sería un dulce. Un delicioso y maravilloso aperitivo
para hombres mucho más grandes. Y eso... no sonaba tan mal,
ahora que lo pensaba. Más fácil que Grindr, al menos.
—Nuestro amor no tiene límites.
Sven suspiró desesperado cuando Nana le indicó que
sus muslos no iban a masajearse solos.
—Tal vez algunos límites —modifiqué.
—Ella es toda una fiesta —murmuró Tanya mientras
Enya gritaba incoherentemente sobre una ráfaga de cuerdas
sintetizadas—. ¿Cómo sigues con ella?
9
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Guau. No sabía que los fisioterapeutas también fueran
periodistas.
—Tanya. ¿Puedo llamarte Tanya?
—Por supuesto. Cualquier cosa, señor Ellis. —Ella
comenzó a trabajar los músculos de la parte baja de mi
espalda.
—Estoy con ella por dinero.
Sus manos se detuvieron.
—¿Me lo repites?
No es probable. Mis bolas se habían marchitado en mi
cuerpo.
—La vieja está forrada. Tengo gustos caros. Ella me
mantiene financieramente y yo la mantengo satisfecha. Es un
acuerdo de beneficio mutuo.
—Oh, querido —respiró Tanya.
—Ella es mi sugar momma —le dije, haciendo una
mueca de dolor cuando Tanya reanudó su tarea—. Y yo soy su
bebé.
—Eso es... es bueno para ti. —No sonaba como si lo
dijera en serio. Los masajes eran aburridos; ya era hora de
mejorar mi juego—. Pero…
—¿Pero?
Volví la cabeza hacia un lado para mirarla con un ojo.
—¿Puedes guardar un secreto?
Ella asintió con fuerza.
—Soy masajista. Guardo todos los secretos. No creerías
algunas de las cosas que he escuchado.
10
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Porque eres como un médico, ¿verdad? Y yo soy tu
paciente. Tienes que mantener mi confianza. Todo lo que te
diga no puedes salir de esta habitación.
—Exactamente.
—Bien —respiré hondo, mostrando cuán conflictiva
estaba, pero aún determinada—. He contratado a alguien.
Tanya frunció el ceño.
—Contrataste a alguien. ¿Para qué?
—Ya sabes —arrugué la cara, dejando que mi lengua se
colgara mientras imitaba una muerte dolorosa y terrible. Ya
sea por veneno o estrangulación, lo dejaría a la imaginación de
Tanya—. Para... solucionar el problema.
Tanya parecía tener problemas para respirar.
—Quieres decir...
—Sí. Eso quiero decir.
—Señor. Ellis, eso es ilegal.
Volví a poner mi cara en el agujero.
—Lo sé. Pero es la única manera. Y si puedo lograrlo,
seré rico. Logré convencerla de que sacara a sus hijos del
testamento y me dejara como único heredero de su patrimonio.
—¿Contrataste a un sicario? —susurró Tanya
fervientemente—. ¿Dónde se puede encontrar un sicario?
—En Craigslist1. Hay una sección completa. Pero están
disfrazados como personas que venden muebles de jardín. Solo
tienes que conocer la jerga.
1 Craigslist es un sitio web de anuncios clasificados con secciones dedicadas al empleo,
vivienda, contactos personales, ventas, ítems, servicios, comunidad, conciertos, hojas
de vida, y foros de discusión, entre otras.
11
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Tanya vaciló, sus manos se acercaban demasiado a mi
trasero.
—Jerga. ¿Es eso... es eso como una cosa... urbana...?
Oh, Tanya. Mi pobre, dulce Tanya.
—Exactamente. Una cosa urbana. Sólo la gente de color
lo sabe. Y como soy birracial, conozco todas las palabras.
Tienes que saber qué cosas específicas debes buscar. Como
frizzle d’nizzle2. Y Hibbity Bip3. Por ejemplo, el anuncio que
encontré decía: Se venden dos tumbonas cool para gatos
mcgats. Así es como lo sabes.
Se inclinó sobre mí con su boca cerca de mi oreja.
—¿Podrías... crees que podrían ayudarme con un
problema que tengo?
UH oh.
—Umm. ¿Qué?
Habló en voz baja.
—Mi novio rompió conmigo el año pasado. No sé por qué,
todo lo que dije fue que quería casarme y tener tres bebés. Él
dijo que era demasiado pronto para hablar de esas cosas en
una primera cita.
Auch, podría no haber pensado en esto.
—Oh. Bien... él podría tener un punto en eso.
Sus uñas se clavaron en la parte baja de mi espalda.
—No lo tenía. Simplemente no pudo ver que estábamos
destinados a estar juntos. ¿Sabes lo que hizo a después?
2 Jerga urbana para “Libera al negro”
3 Jerga urbana para “Extranjero Malo”
12
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Pedir una orden de alejamiento?
—Eso también, pero antes de eso dijo que no creía que
fuera a funcionar, pagó la cena y se fue. ¡Ni siquiera nos
habíamos tomado el postre! ¡Ni tuvimos sexo!
—Eso es muy malo —logré decir, preguntándome si
tenía que darle una propina cuando hubiéramos terminado.
Su aliento olía a menta. Era muy agradable.
—¡Y ahora tiene una nueva novia, y publica en
Instagram fotos de sus viajes juntos y ni siquiera necesita
ponerles filtros! Son tan buenas.
—Yo tampoco utilizo filtros porque mi piel es bastante
impecable. ¡Ay, Tanya! ¡Eso es demasiado duro!
—Lo siento —dijo, y en realidad sonaba disculpándose—
. Entonces, si conoces a alguien que pueda… ocuparse, eso
realmente me ayudaría. Ya sabes. Hibbity bip.
Cuando me desperté esta mañana, no sabía que estaría
negociando con una terrorista emocional.
—Tal vez. Pero ¿no crees que se merece su felicidad?
Estoy seguro que hay muchos hombres por ahí que querrían
casarse contigo y dejarte embarazada.
—Pero ellos no son él. ¡Huele a especias y duerme
desnudo!
Fruncí el ceño en el agujero. Mi vida era tan rara.
—Pensé que habías dicho que solo tuvisteis una cita y te
dejó allí. ¿Cómo sabes que lleva cuando... sabes qué? No quiero
que me llamen a declarar en lo que estoy seguro de que será
un espectáculo de pruebas, no voy a hacer esa pregunta. Mira,
Tanya. Él no era el indicado para ti. Tienes que dejarlo ir. —
13
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Hice una pausa, considerando—. Además, no se puede
asesinar. El asesinato es malo.
—Pero dijiste que ibas a...
—Nunca dije nada, Tanya. Hice implicaciones que
inferiste incorrectamente. ¡Qué demonios! Todo lo que quise
decir es que estoy aquí con el amor de mi vida después de
comprar muebles de patio en línea, y empezaste a lanzarle
aspersiones a mi personaje ¡Espero una disculpa! No, las exijo.
Ella escupió.
—Pero... tú... dijiste...
Me levanté sobre la mesa de masaje y me estiré para
asegurarme que la toalla permanecía en su lugar para no
mostrarle a Tanya lo que estaba guardado en caso de que
decidiera que podría ser un buen donante de esperma. Si solo
la vida real se pareciera más al porno y ella hubiera sido una
tía caliente que ponía su cara en mi trasero después de
cubrirme con aceite. Una de las grandes aventuras de la vida
es descubrir que el porno no es realista.
—El masaje ha terminado —anuncié, mirando a Tanya
mientras me sentaba en el borde de la camilla.
Sven me miró agradecido.
—Oh, maldición. ¿Estás seguro? Quiero decir, pareces
seguro, así que probablemente debería irme. Gracias por venir
al Oasis in the Desert resort. Námaste. —Se inclinó.
Y luego prácticamente salió corriendo de la habitación.
—¡Te extrañaré! —gritó Nana detrás de él. Tanya me
miró fijamente.
Le devolví la mirada.
14
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Por favor, vete. Mi sugar momma y yo tenemos que
discutir las profundidades de nuestro amor el uno por el otro.
Ella se dio la vuelta y se fue.
—¡Y el asesinato está mal! —le grité cuando la puerta se
cerró.
—¿Qué pasó? —preguntó Nana mientras giraba la
cabeza para mirarme. Llevaba una de las pelucas de Helena,
un bouffant usado más recientemente para la gloria que era
Agnes Beaverton. Le sentaba bien aún cayendo perezosamente
por un lado de su cabeza—. Estaba disfrutando.
Suspiré.
—Un complot para contratar a alguien para un
asesinato que salió de la nada. Ya sabes. Lo normal. La
heterosexualidad es tan agotadora. Ni siquiera lo sé.
Ella asintió.
—Sí, los heteros tienden a hacer eso. Yo estuve
involucrada en un asesinato a sueldo que no fue mi culpa en
1967. Tres personas murieron y nunca he podido volver al
estado de Kentucky. —Sus ojos se movieron de un lado a otro—
. Quiero decir, no tengo idea de lo que estoy hablando. Soy
vieja, débil y senil.
—Corrrreeeectoo. —No sabía cuánto de lo que dijo Nana
era broma, pero no pensé que lo fuera mucho—. Vieja, débil y
senil.
Ella me sonrió.
—Exactamente. Sugar momma, ¿eh? —Me encogí de
hombros—. Cuando quieras. Serías muy afortunado.
Se sentó y la toalla se le cayó, dejándolo todo... ahí
afuera para que el mundo lo viera.
15
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo hago, ¿no? Soy una zorra caliente. Deberías ver a
todos los hombres olfateando detrás de mí en el bingo. Tengo
que golpearlos con un palo.
Miré hacia el techo y me pregunté cómo había cambiado
mi vida.
Definitivamente no era culpa mía.
MÁS TARDE, cuando estuvimos envueltos en gruesos
albornoces y nos hacían la pedicura, Nana hizo una pregunta
que no vi venir. Debería haber sabido que tenía motivos
ocultos. Era una mujer astuta.
—¿Cómo es el amor de tu vida?
Gemí, y no porque la mujer a mis pies fuera una maestra
con la esponja.
—No creo que deba responder esa pregunta.
Ella se burló antes de sorber su mimosa.
—Por supuesto que sí. Es la razón por la que te traje
aquí.
Si las miradas pudieran matar, ella... bueno,
probablemente también sobreviviría a eso. Nana nos iba a
sobrevivir a todos. Por suerte.
—La verdad finalmente ha sido revelada. Tramposa.
Ella rió. Era un sonido fino y oxidado que adoraba.
—Eres lindo, Corey, pero no necesito un masaje de
pareja contigo. Tengo muchos caballeros a los que llamar más
que dispuestos a frotarme si lo necesito en la privacidad de la
casa de mi hija.
16
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Como si hoy pudiera empeorar.
—Hay cosas que no necesitamos decir en voz alta.
Menos, es más.
Ella agitó una mano hacia mí con sorna.
—Cariño, si no decimos lo que tenemos en mente, nunca
haríamos nada. Díselo, Larry.
Larry Auster se inclinó hacia delante desde su silla, al
otro lado de ella. Llevaba una túnica rosa (por elección, Dios lo
amaba) y bebía un cóctel afrutado con un paraguas. Era el
tercero. Su cara estaba un poco enrojecida.
—Ella tiene razón.
—A veces ella tiene razón —dijo Matty Auster desde su
silla a mi lado. Su túnica tenía flores y bebía vino blanco. Sus
ojos tenían rodajas de pepinos en ellos, lo que me recordó que
tenía hambre—. Da la casualidad de que esta es una de esas
ocasiones.
—Traidores —murmuré—. Planeasteis esto, ¿verdad? Es
una trampa. Conozco mis derechos.
—Por supuesto que no —dijo Matty—. Fue un regalo
para ti por terminar tu segundo último año de escuela.
—Y también una encerrona —dijo Nana.
—Eres muy buena en esto —le dijo Larry a la mujer que
levantó los pies del remojo—. Creo que me gustaría otro de
estos sea lo que sea. ¿Sería posible? —Miró su vaso—. No sé
cómo sigo bebiéndolos tan rápido.
—Tu marido es exuberante —le dije a Matty.
Ella sonrió.
17
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo sé. Es tan tonto cuando ha bebido. Es una de las
cosas que amo de él.
—Solo queremos asegurarnos de que estés feliz —dijo
Nana—. Sabemos que puede ser difícil. Paul y Vince han
encontrado el amor en un lugar sin esperanza...
—Jesucristo —murmuré—. Nunca volveré a descargar
música para ti.
—... y Sandy y Darren están dándole duro y son
asquerosos. —Eso era cierto. Eran repugnantes. Si me
hubieras dicho el año pasado que Sanford Stewart y Darren
Mayne serían una extraña pareja perfecta, me hubiera reído en
tu cara antes de darte una patada en las bolas por tan solo
considerar tal cosa. Pero aquí estamos.
—Y —continuó Nana—. Tu amigo vietnamita consiguió
algo de amor policial como el héroe de una tórrida novela
romántica.
Rodé los ojos.
—Vegetariano, Nana. Ty es vegetariano, no vietnamita.
Ella frunció el ceño.
—Oh. ¿Estás seguro? Podría haber jurado que era
vietnamita.
—Estoy seguro.
—Bueno, a pesar de eso. Con todos tus amigos
emparejándose a tu alrededor, puede ser difícil cuando eres el
único que queda.
—No todos mis amigos. ¡Tengo otros amigos!
—¿Los tienes? —preguntó Larry cuando le dieron otro
cóctel—. ¿De verdad?
18
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Nombra dos —dijo Matty.
Perras entrometidas.
—Hay... como… Bueno… Espera… Umm...
—Exactamente —dijo Nana, como si eso lo resolviera
todo—. No tienes otros amigos. Lo que es triste, sí, pero esa es
para otra encerrona completamente distinta.
—¡Lo sabía! ¡Sabía que esto era una encerrona!
—Las trampas están moda —dijo Larry, dándose con la
sombrilla en el ojo.
Matty suspiró mientras se sentaba y los pepinos cayeron
sobre su pecho.
—Lo estábamos haciendo muy bien también.
Ahora estaba gruñendo.
—¿A quién le importa si todos mis amigos están saliendo
con alguien? Yo no. ¿Y qué pasa si Paul y Vince están de luna
de miel? ¿Y qué pasa si, al mismo tiempo, Sandy y Darren
decidieron que necesitaban dos semanas en Las Vegas?
¿Quién diablos pasa dos semanas en Las Vegas? ¿Y qué pasa
si Dom es estúpidamente romántico y ahora él y Ty van a estar
juntos para siempre en Seafare? Estoy bien.
—¿Lo estás? —preguntó Nana gentilmente.
Crucé los brazos, sintiéndome extrañamente
claustrofóbico.
—Sí. Estoy feliz por ellos. Tienen todo lo que siempre
quisieron. Y se lo merecen, especialmente después de toda la
mierda que han pasado. Además, todos son mayores, yo sólo
tengo veintitrés años.
19
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Oye chico —dijo Larry—. Recuerdo haber dicho eso
cuando tenía veintitrés años. Y ahora mírame. —Sonrió y sus
dientes estaban manchados de azul.
Gemí mientras ponía las manos en mi cara.
Sentí una mano en mi hombro, apretando suavemente.
—Muchas cosas cambiaron rápidamente —dijo Matty—
. Solo queremos asegurarnos de que estés de bien con todo eso.
Nos preocupamos por todos nuestros hijos.
Eso causó un pequeño dolor en mi pecho. Me había
adaptado a la familia Auster casi desde el principio. Matty y
Larry se aseguraron de que yo supiera que era uno de ellos. Al
principio fue extraño, ya que no estaba acostumbrado al trato
paterno... padres. Había estado más tiempo de lo que pensaba,
y hubo un período de ajuste en el que no estaba seguro de sus
motivos. Pero aprendí que, con los Auster, los motivos eran las
cosas más alejadas de sus mentes.
Excepto en tiempos como ahora y todas las otras veces.
Dejé caer mis manos y apoyé la cabeza contra la silla.
—Estoy bien —dije de nuevo, y esta vez traté de hacer
que pareciera que podían creerme—. De verdad. Lo prometo y
aunque no lo estuviera, no es como si tuviera tiempo para algo
más en este momento. Tengo un futuro en el que pensar.
Planes que hacer.
—Estás muy motivado —estuvo de acuerdo Larry—. Es
una de las cosas de las que estoy más orgulloso.
¡Maldito sea él y su capacidad para hacerme sentir cosas
mientras trabajaban mis cutículas!
—Gracias. Ya ves, no hay nada de lo que tengas que
preocuparte. Hablemos de otra cosa.
20
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí —dijo Nana—. Vamos. ¿Cómo está papi Charlie?
Yo parpadee No esperaba que ella cediera tan fácilmente.
—Bueno. Lo llevé al médico la semana pasada, aunque
se quejó todo el tiempo diciendo que podía conducir él mismo.
—¿Está bajo control su presión arterial? —preguntó
Matty.
—Sí. Le han puesto una mejor medicación ahora. Sano
como un caballo, o eso dice él. Sin embargo, estoy vigilándolo.
Todos lo estamos.
—Un negocio asqueroso, envejecer —dijo Nana, con una
nota extraña en su voz que no pude ubicar—. Pero me alegra
saber que está mejor. Tiene un nuevo novio. Nada te ayuda a
sentirte joven de nuevo, como encontrar a alguien con quien
pasar el tiempo.
Esto se sentía peligroso. Seguramente ellos no sabían
nada, ¿verdad? Paul y Sandy juraron que mantendrían la boca
cerrada. Ellos juraron.
—Supongo —dije lentamente—. Robert es bueno para él.
Charlie está gruñón como siempre, pero creo que ahora es solo
una fachada. Lo he visto sonreír más en los últimos meses que
en todo el año pasado.
—Bien, bien —dijo Larry, haciendo sonar el hielo. Su
bebida estaba casi vacía de nuevo—. No podemos esperar a
conocer a ese... ese Robert.
Estaba empezando a sudar. Me dije que era porque
llevaba una bata en Arizona a principios de junio. Casi lo creí.
—Estoy seguro de que sucederá más temprano que
tarde.
21
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Oh, me imagino que lo hará —dijo Matty, masticando
uno de los pepinos de sus ojos—. De hecho, le sugerí a Paul
antes de que él y Vince se fueran que deberíamos hacer una
barbacoa en algún momento este verano. Invitar a Charlie y
Robert. Todo muy casual.
Me limpié un poco de sudor de mi frente. ¿Estaba
estropeado el aire acondicionado? ¡Eso era horrible!
—Eso suena bien.
—Me pregunto a quién más deberíamos invitar? —
preguntó Nana mientras acariciaba el único vello de su
barbilla—. ¿Hay alguien más en quien podamos pensar que
debería estar presente en una barbacoa para reunir a la
familia? —Sus ojos se abrieron cómicamente mientras
jadeaba—. ¡Oh! ¿No escuché que Robert tiene un hijo?
Necesitaba salir de aquí. Si tuviera que salir corriendo
por las puertas delanteras con una túnica corta, lo haría.
Había hecho cosas peores por mucho menos.
—Eso es cierto —dijo Larry, con los ojos brillando—. Un
hijo. ¿Cuál era su nombre?
—No tengo idea —gruñí—. Oye, ¿tenéis hambre? Yo si
tengo hambre. Seguro que puedo comerme un sándwich. Tal
vez podría simplemente ir a casa y hacer uno para cada uno y
traerlos de vuelta. Sí. Eso parece una buena idea. Lo haré
sólo...
Matty negó con la cabeza.
—No tengo hambre en absoluto. Y ahora que lo pienso,
recuerdo haber escuchado que Robert tenía un hijo. ¿Jerome?
¿Jerry? ¿Jackson?
—Jeremy —le dije sin pensar. Y luego chillé sin control
mientras me ponía una mano en la boca.
22
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Todos se giraron lentamente para mirarme. Incluso las
esteticistas.
—Jeremy —dijo Nana.
Negué con la cabeza
—No. No Not. Nein. Nyet. No. Absolutamente no voy a
tener esta discusión con… ¿sabes qué? Guárdate ese
pensamiento. En primer lugar, ¿quién lo va a buscar? Dame
un nombre, porque voy a asesinarle.
Y fue en ese momento que mi masajista, Tanya, estaba
caminando. Se detuvo y me miró fijamente.
—Hibbity bip —suspiró ella—. Sabía que era real.
—¡No, Tanya! —grité—. ¡Nada de hibbity bip! ¡El
asesinato es malo!
Ella se apresuró a alejarse. Maldita sea. Yo iba a ser
citado.
Me puse de pie, apretándome la bata y salí empapado de
la bañera de pies. Las gotas de agua salpicaron el suelo y casi
me resbalé. Me las arreglé para salvarme y me volví para mirar
ferozmente a mi familia. Puse mis manos en mis caderas para
que supieran que hablaba en serio.
—Tan hermoso —susurró Nana.
—Ahora escucharme —dije con severidad—. No sé quién
abrió su enorme boca, pero me hago una idea...
—Darren y Vince —suministró Matty amablemente.
—... pero yo... espera… ¿Qué? ¿De verdad? ¿Darren y
Vince? ¿Qué demonios?
—Ese lenguaje —regañó Larry—. Especialmente
mientras me están haciendo las uñas.
23
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Levanté mis manos.
—Lo que sea. No importa. No sé lo que os dijeron, pero
no es cierto. El profesor Olsen es genial, pero no pienso en él
de esa manera.
—Uh… huh —dijo Matty.
—Está ardiendo por el maestro —le dijo Nana a su
esteticista.
—Incluso busqué el libro de la Universidad de Arizona
—dijo Larry—. No va contra las normas que un maestro salga
con...
—¿Por qué sois así? —exigí.
Matty resopló.
—Cariño, sabías en lo que estabas metiéndote hace
mucho tiempo. Simplemente no te diste cuenta de que al final
se volvería en tu contra mientras estabas alegremente
metiéndote hasta el fondo. Eso no es por nuestra causa. Eso
es por ti. Es tu momento de brillar.
Ugh Eso sonaba terrible.
—Me voy —anuncié grandiosamente—. Os deseo un
buen día.
—Te traje aquí en la limusina que olvidé devolver
después de la despedida de soltero de Paul —me recordó Nana.
—Yo acepté… bien. Correcto. Maldita sea ¿Por qué
diablos no tengo coche?
—Porque no nos dejaste comprarte uno como regalo de
graduación anticipado.
Larry me lo recordó.
24
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Me gusta viajar en autobús —le contesté.
—A nadie le gusta viajar en autobús —dijo Matty—. Ni
siquiera a los conductores de autobuses.
—Llaves —exigí, extendiendo mi mano—. Voy a conducir
yo mismo.
Nana resopló.
—Como demonios voy a dejar que conduzcas mi
limusina robada. Yo te llevaré a casa.
Larry frunció el ceño.
—¿Te dejan conducir de nuevo? Pensé que después
haber chocado contra todos esos buzones, te quitaron la
licencia.
—¡Corre! —gritó Nana, pateando sus pies fuera del
remojo y rociando a su técnico en la cara.
Y eso fue lo que hicimos.
NANA se sentó con las manos a las diez y dos y su cara
prácticamente presionada contra el parabrisas. Estaba
totalmente a favor de la independencia, pero cuando casi rozó
a otro coche por tercera vez, empecé a replantearme mi
posición.
No ayudaba que de alguna manera hubiera encontrado
una cinta de casete con la banda sonora de Mulán, solo Dios
sabía dónde, y sintió la necesidad de reproducir la canción
“Reflejo” una y otra vez cuando estaba en la limusina. Pensaba
que era un himno trans. Bendito su corazón. Era muy
progresista.
—Mira a esa maldita chica mirándome fijamente —
murmuró junto con la canción que había sido repetida seis
25
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
veces hasta ahora. El tráfico era muy malo para un viernes. Si
hubiera conocido a Mulán en ese momento, la habría dejado
apuñalarme.
Y, como tenía que ser dicho, le dije:
—No necesito que os preocupéis por mí.
Ella me miró cuando un hombre sacudió el puño por la
ventana cuando le cortó el paso.
—Fascinante.
—Lo digo en serio.
—Ah, vale. Mientras sea en serio.
Respiré hondo y me desplomé más en el asiento roto.
—No me siento solo, o lo que sea que tengas en la cabeza.
Estoy feliz por todos por estar emparejados o enamorados o lo
que sea. No es algo para lo que esté listo. O incluso busque.
—Claro —dijo ella con facilidad—. Si tú lo dices.
Estreché mis ojos hacia ella.
—Estás tomándotelo bastante bien.
Ella se encogió de hombros.
—Si eso es lo que dices, así será.
—Bueno. Bien entonces. Ya que eso está aclarado, ¿qué
tal si...?
—Pero, ¿y si…?
Yo parpadeé.
—¿Y si qué?
26
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Se volvió para mirarme fijamente durante mucho más
tiempo de lo que debería mientras conducía una limusina.
Estoy bastante seguro de que nos pasamos un semáforo en
rojo, si el sonido de un claxon fuera algún indicio.
—¿Y sí…?
—No tengo idea de lo que estás hablando.
—Lo sé. Pero tengo la sensación de que lo harás.
Eso no sonaba bien.
—¿Me estás amenazando?
—Por supuesto no.
—Bien, porque eso sería...
—¡Mentí! —soltó—. ¡Era una amenaza! —Se rió
maniáticamente mientras extendía la mano y presionaba un
botón en el estéreo para rebobinar la canción una vez más.
LA MIRÉ desde el frente de la casa mientras se alejaba,
con “La Cucaracha” haciendo eco en todo el vecindario
mientras pulsaba la bocina. Desapareció a la vuelta de la
esquina con un chirrido de neumáticos, las luces de freno
apenas parpadeaban cuando cruzó la señal de stop.
No era cierto.
Nada de lo que habían dicho.
No me sentía solo.
No me importaba que todos en el maldito mundo
hubieran conocido al amor de su vida.
Y ciertamente no sentía nada por Jeremy Olsen.
27
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Este verano me iba a centrar en lo que tenía que hacer
para descubrir mi futuro.
Eso era todo.
Me di la vuelta y entré en la casa vacía. Me pregunté si
habría restos en la nevera.
28
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 1:
El Amor Verdadero Es Un
Dedo En El Culo
—Ahí estás —dijo Charlie mientras caminaba hacia la
Guarida de la Reina el sábado por la noche. Los sonidos del
Jack It se escuchaban a todo volumen mientras la gente se
preparaba para el espectáculo de Drag sin Helena
Handbasket—. Me preguntaba si ibas a aparecer.
Estaba sentado en un taburete y el trípode de la cámara
delante de él. Llevaba su vieja chaqueta de cuero, algo que
Sandy me había dicho que tenía desde que lo conoció por
primera vez mientras intentaba entrar al bar siendo menor.
Independientemente de su edad, todavía parecía un brusco
papi de cuero, y eso es exactamente lo que necesitaba en este
momento. No daría vueltas para decir algo ni se entrometería.
Ojalá.
—Te dije que lo haría —murmuré mientras me sentaba
en el taburete junto a él. La Guarida estaba extrañamente
desolada sin Helena preparándose—. El autobús llegó tarde.
—Pensé que Sandy te había dejado su coche mientras
estaba fuera.
Me encogí de hombros.
29
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No quería intentar luchar por encontrar un
aparcamiento. Y si me tomo una copa, no quiero correr ningún
riesgo.
Me miró de arriba abajo, desde mi falda a mi top rojo.
—¿Nadie te ha molestado?
Negué con la cabeza. Tan protector como siempre.
—Nah. E incluso si lo hicieran, puedo cuidar de mí
mismo.
—¿Llevas ese spray que te di?
—Sí, Papi.
—Bueno. No tengas miedo de usarlo. Hay muchos
idiotas por ahí. Es mejor rociar primero y hacer preguntas más
tarde.
Eso me preocupó, pero lo dejé pasar.
—Lo sé.
Él se acercó y me dio unas palmaditas en el hombro.
—Te llevaré a casa después, si te parece bien. Ayúdame
a dormir mejor esta noche sabiendo que estás bien.
—Gracias Papi.
Gruñó mientras volvía a jugar con su cámara. Era
nueva, un regalo de todos nosotros por su setenta y nueve
cumpleaños. Nos dijo que no necesitábamos regalarle nada,
pero no engañó a nadie. Todos habíamos ignorado por
completo la forma en que se secó los ojos después de
desenvolver el paquete porque era lo correcto. Estaba orgulloso
de ella, mostrándola cada vez que podía.
30
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Estás listo para que todos vuelvan mañana? Debe
haber sido bueno tener la casa para ti solo, especialmente sin
cosas de la escuela de las que preocuparse.
—Fue agradable —estuve de acuerdo—. Pero lo superé
el segundo día. Demasiada tranquilidad.
—Ya entiendo —dijo. Entonces—. Lo supe por Nana.
Gruñí.
—Oh, Cristo. No, tú también no.
Levantó las manos en señal de calma.
—No vas a escuchar nada de mí. Ella solo me pidió que
te vigilara. Dijo que parecías estar de bajón.
Lo miré antes de mirar hacia abajo a la pista de baile.
Las sillas frente al escenario estaban llenas de gente bebiendo
y riendo. Una reina de Phoenix estaba sustituyendo a Helena
mientras que Sandy estaba en su reunión. Ella era buena pero
no nada que ver con nuestra reina residente.
—Estoy bien.
—Seguro que lo estás. Pero está bien no estarlo. ¿Lo
sabes?
Sabía lo que estaba diciendo, y la pregunta sin respuesta
en sus labios. Yo era Kori hoy, algo que me había despertado
sintiendo. Todos pensaban que Kori era un escudo, alguien
que necesitaba cuando me sentía mal. No estaban
equivocados, exactamente, aunque todos sabían que no debían
mencionarlo a menos que yo lo hiciera primero. Intentaban
entenderlo y yo los amaba por eso. Pero era difícil explicar por
qué me sentía así. Como podría ser exteriormente dos personas
diferentes. No pensé que les importara. Yo era el mismo por
dentro.
31
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Si papi. Lo sé.
—Bueno. Y si alguna vez necesitas hablar de algo,
puedes venir a mí. Puede que no sea tan joven como solía serlo,
pero conozco mi forma de ser.
Me reí.
—Apuesto que lo haces. ¿Cómo está Robert?
Sus mejillas se pusieron rosadas, aunque nunca lo
mencionaría. Era adorable cómo se veía cada vez que alguien
mencionaba a Robert Olsen, un hombre apuesto con un
bastón que Charlie parecía pensar que colgaba de la luna.
—Está bien —murmuró Charlie, negándose incluso a
mirar en mi dirección.
—Seguro que lo está —bromeé.
Sus labios se torcieron en una burla juguetona.
—No creas que estás por encima de mí y que no te
pondré encima de mis rodillas, chica. Porque lo haré. —Se
estiró y tiró de un mechón de mi cabello, que estaba
acurrucado alrededor de mis hombros—. El cabello se ve bien.
Rodé los ojos.
—Si tuvieras alguna idea de lo que se necesita para
alisar mi cabello, dirías que se ve más que bien. Es un proceso
que lleva horas.
Se rió entre dientes
—No sé mucho sobre eso. Y tienes razón. Se ve más que
bien. Hermoso, incluso.
Me sonrojé y aparté la mirada.
32
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Eres viejo y tal. Si no lo supiera, creería que intentas
ligar conmigo.
—Lo sabrías si lo hiciera.
—Promesas, promesas —le dije—. ¿Quieres algo de
beber? Puedo bajar al bar y conseguirlo.
Sacudió la cabeza.
—No necesito hacer eso. Puedo hacer que alguien venga
arriba.
—¿Qué? ¿Cómo?
Metió la mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó un
pequeño tubo delgado.
Lo sostuvo sobre la barandilla frente a nosotros y
presionó un botón en el costado. Era un puntero láser, y se
reflejaba en los cristales de la barra. Uno de los camareros,
Izaac, se volvió y sonrió. Nos saludó con la mano y se volvió
hacia un camarero sin camisa, señalándole con la cabeza hacia
la Guarida.
—Ventajas del trabajo —dijo Charlie mientras guardaba
el puntero láser—. Las escaleras no son tan fáciles como solían
serlo. Y como Mike es un imbécil agarrado y no compra walkie-
talkies para el bar, es la mejor opción.
—Qué diva —le dije—. ¿Tus rodillas están bien?
Él puso los ojos en blanco.
—Sí. Y también mi corazón. Y mi presión arterial. Y mi
próstata, por lo que no es necesario preguntar. Todos vosotros
os preocupáis demasiado.
—Me alegra oír eso sobre tu próstata. Estoy seguro de
que Robert también lo hace, ahora que creo...
33
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Levantó un grueso y ancho dedo en señal de advertencia.
—Una palabra más y te daré un azote como nunca te
han dado.
Antes de que pudiera responder:
—Oh, no lo creo. —La puerta de la reina Lair se abrió y
apareció un Twink musculoso, sosteniendo una bandeja. Se
parecía a cualquier otro de dieciocho años de los que
contrataba Mike. Sabor muy específico, ese. Era como si
hubiera una fábrica que sacara a chicos blancos delgados a un
ritmo alarmante. Los jeans del jovencito estaban colgados de
sus caderas, y se podía ver la parte superior de su pubis. Tenía
un tatuaje tribal en su brazo, y me empecé a desesperar mucho
por el futuro de los gays.
El twink musculoso le dio a Charlie una botella de agua.
—Lo que ella quiera, es de la casa.
El twink musculoso debía ser nuevo, porque dijo:
—Creo que eso va en contra de las normas.
—Oh chico —le dije—. Probablemente deberías
reconsiderarlo, amigo.
Charlie lo fulminó con la mirada. Podía tener casi
ochenta años, pero si Charlie te dirigía esa mirada, hacías
exactamente lo que decía o corrías en dirección opuesta con
miedo por tu vida.
—¿Perdón?
El twink musculoso se movió nerviosamente.
—Mike me dijo que no podemos repartir bebidas gratis.
—Me importa una mierda lo que Mike dice —gruñó
Charlie—. Le das a la dama lo que quiere, y lo haces ahora.
34
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
El twink musculoso asintió bruscamente. Tenía sudor
en su frente y una mirada de terror puro.
—¿Qué puedo conseguirte?
—Vodka con tónica —le dije con dulzura—. Con una
rodaja de lima. Por favor, y gracias.
Se dio la vuelta y desapareció por la puerta.
—Niños —murmuró Charlie—. Nunca aprenden.
—Niños impertinentes —estuve de acuerdo.
Charlie resopló.
—Querida, sigues siendo una niña.
Jadeé poniendo una mano en mi garganta.
—Tendrías que saber que soy mayor de lo que parezco.
Sabes tan bien como yo que los negros no envejecemos.
Él se rió entre dientes mientras sacudía la cabeza.
—Siéntete agradecido por ello, Kori. Cuando llegas a ser
tan viejo como yo, simplemente estás feliz de que todo
funcione.
—Eh. No eres tan viejo. E incluso si lo fueras, el amor te
mantendrá joven de corazón.
—Eres tan mala como los demás —dijo Charlie—. No sé
cómo pensé que eras distinta.
—Incluso podría ser peor —estuve de acuerdo—. Es
porque estaba atrapado entre dos mundos: el drama de
Seafare y la ridiculez de Tucson. Eso cambia a una persona.
—Bueno, por mi parte, me alegro de que estés aquí,
aunque sea ridículo.
35
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Yo también —dije en voz baja.
Lo dejé solo para que jugara con su cámara. Era...
agradable, estar aquí. A pesar de que disfrutaba tener la casa
para mí solo por un rato, se sentía todo demasiado tranquilo.
Incluso había pensado en ofrecerme para cuidar a Ruedas
mientras Paul y Vince estaban fuera, pero dado que todavía
tenía clases antes de que se fueran, era mejor que estuviera
con Matty y Larry.
Me alegraría cuando todos llegasen a casa mañana,
aunque probablemente me quejaría y me lamentaría solo para
disimular.
El twink musculoso regresó, con los ojos muy abiertos y
con aspecto temeroso. Chilló cuando Charlie lo miró. Incluso
se inclinó un poco cuando me dio la bebida, con la que estaba
perfectamente bien. No había mentido, había pasado horas
arreglando mi cabello, y merecía que alguien me hiciera una
reverencia. Lo consideraba necesario.
Y habría estado perfectamente bien sentado en silencio,
escuchando el sonido del bar llenándose abajo, viendo
destellos de reinas detrás de la cortina del escenario. Era algo
a lo que estaba acostumbrada. El cóctel estaba fuerte y era
justo lo que necesitaba.
Lo que significaba, por supuesto, que Charlie tenía que
demostrar que era tan entrometido como todos los demás en
mi vida. Debería haberme quedado en casa.
—Anoche llevé a mi caballero a comer —dijo Charlie, sin
venir a cuento, y debería haberme dado cuenta de lo que hacía.
Me alegraba escucharle hablar voluntariamente sobre Robert.
Charlie cuidaba ferozmente su privacidad, incluso entre los
que consideraba su familia. No habíamos visto la piel ni el
cabello de Robert desde la boda de Paul y Vince, a pesar de que
les habíamos invitado varias veces a cenar. No habíamos
tenido noticias de él hasta ahora.
36
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Actué genial, sin saber lo que me esperaba.
—¿Oh? Eso suena romántico. ¿Lo pasaste bien? —Ya
estaba planeando formas en las que podría hacer que todos los
detalles se transmitieran a los demás cuando regresaran.
—Lo hice —dijo Charlie—. Pedí pez espada y él pidió
salmón.
Asqueroso. Eso sonaba terrible. El marisco era
asqueroso.
—Qué bueno.
—Había un pianista y velas en la mesa.
Oh, Dios mío, los viejos en citas románticas eran mi
nueva perversión. Que mierda. Necesitaba desesperadamente
arrullarlo y hacer otros ruidos apreciativos para asegurarme
que entendiera que moriría por su culpa. En su lugar dije:
—Eso suena como la noche perfecta. Muy romántico.
¿Robert se divirtió?
Charlie seguía jugando con su cámara, sin mirar en mi
dirección.
—Lo hizo. Tuvimos una conversación muy
esclarecedora.
—De las mejores —suspiré con estrellas en mis ojos.
Podía imaginarme la escena, con las manos unidas sobre la
mesa, Charlie sonriendo en voz baja, Robert contando una
historia que no era importante para nadie más que para ellos.
Me dolía el corazón dulcemente al pensarlo. Quería escribir
poesía amorosa y gritarla desde los tejados y...
—Hablamos de ti.
37
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Hice una pausa de la impresionante versión de “Old Love
/ New Love4” que estaba corriendo por mi cabeza. Era una obra
maestra. O lo habría sido, si no me hubiera sobresaltado.
—¿De mí? ¿Por qué?
—Por nada en especial —dijo Charlie—. Hablo mucho
sobre vosotros ya sabes.
No confiaba en él en lo más mínimo. El viejo estaba
tramando algo. Y yo estaba cayendo.
—Umm ummm.
Lo que pasó a continuación fue a propósito, aunque
nunca podría probarlo. Pero supe que él estaba esperando el
momento exacto en que levanté mi bebida y tomé un sorbo
para decir:
—Lo que pasa es que su hijo le estaba preguntando por
ti. ¿Te acuerdas de Jeremy?
Lo que, por supuesto, hizo que mi garganta se cerrara,
obligándome a toser. Y cuando uno tose con la boca llena de
líquido, tiende a rociarlo de una manera muy poco halagüeña.
Así que ahí estaba, sentada junto a mi viejo amigo que
se había vuelto traidor cuando me las arreglé para expulsar la
mitad de un pulmón y vodka con tónica por mi boca, el líquido
brilló hermosamente con las luces del club.
Y luego, desde abajo, llegaron gritos de disgusto
mientras llovía sobre aquellos que esperaban a que comenzara
el espectáculo drag.
Charlie levantó la cabeza para mirarme con los ojos muy
abiertos.
4
Canción de Twin Shadow.
38
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Te das cuenta de lo que esto significa? —preguntó
con su voz apenas por encima de un susurro.
Lo miré con enojo mientras me limpiaba la barbilla.
—No, Charlie, no sé qué...
Fue solemne cuando dijo:
—Si escupes tu bebida por el balcón y aterriza en
alguien, significa que tienes que casarte con él. Es la tradición.
—¡Qué carajo! ¡Eso no es una tradición! Eso nunca ha
sido...
—Paul y Vince —me recordó, y yo iba a acabar con él—.
Y mientras que Darren y Sandy podrían no haber comenzado
de la misma manera, ciertamente... —Su sonrisa se
desvaneció— Bueno, ellos tuvieron sexo aquí arriba. Así que
supongo que eso cuenta.
Me levanté inmediatamente del taburete.
—¡Aggg! ¡No! ¡Asqueroso! ¡Por qué! ¿Por qué te gusta
esto? ¿Me estás diciendo que podría haber estado sentado
sobre el semen del Rey Homo Deportista? ¿Tienes alguna idea
de cuánto cuesta esta falda? —Fruncí el ceño—. No me costó
mucho, ahora que lo pienso. Soy pobre, y Sandy me enseñó el
arte de la economía, pero, aún así.
Charlie rió mientras se inclinaba sobre el balcón.
—Vamos a ver con quien tienes que casarte ahora. Bien,
ciertamente parece capaz de mover el brazo…. espera. No lo
siento. Hay una lesbiana. Oh, ahora hay alguien que podría
ser perfecto para ti… no. No importa. Está agitando su puño
furioso hacia mí, y pienso ir allí y decirle que cuide su boca. —
Charlie guio dos dedos hacia sus ojos y luego los apuntó a
quien le había escupido.
39
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Te acuso! —jadeé—. Confié en ti.
Charlie resopló mientras se recostaba en su taburete.
—Todo lo que hice fue decir que el hijo de mi cita estaba
preguntando por ti. Tú fuiste el que exageró como una reina
del drama. Y créeme cuando digo que conozco como son las
reinas del drama.
—Lo que sea —murmuré, limpiando las gotitas de mi
parte superior—. Lo hiciste a propósito.
—No tengo idea de lo que estás hablando —dijo
suavemente.
—Claroooo. Sigues intentándolo, papi. Mira a dónde te
lleva.
Se rió de nuevo y volvió a su cámara.
Esperé.
No dijo nada más.
Lo cual estaba bien; en absoluto necesitaba saber qué
había preguntado Jeremy Olsen de mí. Tampoco lo había visto
desde la boda, al menos no cara a cara. Algunas miradas desde
el otro lado del campus, claro, y si por casualidad estaba en la
Biblioteca de Ciencias de la Salud cuando yo estaba y no había
sido capaz de ir a saludarlo y esconderme en las estanterías,
espiándolo a través de los estantes, ese era mi problema.
Estaba en una posición de poder.
Eso me intimidaba. Nada más.
Entonces, no. No necesitaba saber lo que le había
preguntado a su padre. De hecho, probablemente no era nada.
Solo un simple: ¿Cómo está Corey (o Kori)? Solo estaría siendo
educado y aunque habíamos tenido un momento extraño
40
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
después de la boda cuando lo acompañé a su coche, cuando
nos quedamos allí mirándonos torpemente, no era nada.
Charlie era un hombre malvado, y sabía que estaba
esperando que yo preguntara. Bueno, era cosa suya, porque
los dos podíamos jugar a ese juego.
Me acomodé en el taburete, alisando mi falda. Charlie
presionó un botón en su cámara. Sonó un pitido.
Tomé otro sorbo, uno más pequeño esta vez en caso de
que él decidiera hacer el gilipollas de nuevo.
No lo hizo. Encendió la cámara en el trípode.
¿Por qué hacía tanto calor? ¿Se había roto el aire
acondicionado también? Charlie se movió en su taburete.
¿Era así como se sentía un ataque al corazón? ¿Me
estaba muriendo? Charlie se aclaró la garganta.
¡No! ¡No! No…
—¡Qué dijo! —No quería sonar tan chillona, así que
imagínate mi sorpresa cuando eso fue lo que hice. Respiré
hondo y lo dejé salir lentamente. Cuando volví a hablar, mi voz
era uniforme, la misma definición de calma—. No es que me
importe. O que importe. Supongo que es bueno cuando alguien
está pensando en ti lo suficiente como para preguntar. Eso es
todo.
Los labios de Charlie se curvaron. Ese bastardo
torturador. Estaba jugando conmigo, y peor aún, estaba
funcionando. Me había ganado. Vencido por completo.
—No fue mucho.
—Oh —dije, desinflándome ligeramente—. Eso es bueno.
—Sí, solo preguntó qué planes tenías para el verano. No
lo sabía en ese momento, así que no podía decírselo.
41
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Yo fruncí el ceño.
—Bueno, estaré de interino en Phoenix House. Nombre
terrible, porque Phoenix es un pozo de mierda y Tucson es
mejor en casi todos los aspectos. Supongo que se refieren al
ave, al igual que la comunidad LGBTQ se levanta de las cenizas
más poderosas de lo que éramos antes para atacar los
disparates de los heterosexuales...
—Y lo que ibas a hacer después de graduarte.
—¡Ni siquiera lo sé! —exclamé, ese viejo pánico familiar
comenzaba a envolverse alrededor de mi cabeza y mi corazón—
. Solo he ido a la escuela durante los últimos seis años para
hacer algo por los chicos que se lo merecen, para que nunca
tengan que pasar por lo que yo pasé, pero ¿quién demonios
decidió que debo seguir con eso y acumular préstamos
estudiantiles además encima de eso? ¿Qué clase de maldita
estafa es la edad adulta de todos modos?
—Y cómo has estado, ya que en realidad no te ha visto
mucho últimamente.
Hice una pausa, considerándolo.
—Bien, en su mayoría. Supongo. Quiero decir, he estado
ocupado, con la planificación de mi futuro, sobreviviendo y
preocupándome en cómo se diseñan las tarifas de los
préstamos para mantenernos atrapados con deudas.
—Y que quería que Robert te transmitiera que estaba
pensando en ti y que esperaba que todo fuera bien.
Me quedé boquiabierta con Charlie.
—Cierra la boca, querido corazón —dijo Charlie con
suavidad—. En un lugar como este, eso podría ser considerado
como una invitación.
Cerré mi boca con un clic audible.
42
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Realmente dijo todo eso?
Charlie asintió.
—Lo hizo. O eso dijo Robert.
Lo miré con suspicacia.
—¿Estás entrometiéndote?
Parecía un anciano dulce y rudo. Era mentira.
—¿Alguna vez lo he hecho?
—Sí —dije con fiereza—. Todo el tiempo, de hecho. Es
como un rasgo de todos vosotros que se transmite como un
maldito virus. No hacéis nada más que entrometeros. Me he
hecho cómplice en numerosas ocasiones debido a toda vuestra
intromisión. Antes de mudarme aquí, ¡no hacía nada de eso!
Me habéis contaminado.
Charlie se encogió de hombros.
—Es mi palabra contra la tuya. Nunca podrás probarlo.
Soy un viejo débil, ¿recuerdas?
Era un maestro en manipulación, y yo no era más que
un peón en su juego maquiavélico.
—Veo a través de ti, ¡no creas que no!
—Te estás volviendo demasiado ruidoso de nuevo. ¿Un
consejo?
Resoplé delicadamente.
—Si deberías.
Él sonrió y se estiró para apretar mi rodilla. Su mano era
cálida y amable, y aunque actualmente estaba planeando
maneras de acabar con él, lo amaba mucho.
43
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No dejes que el tiempo se te escape. Sé que tienes
muchas cosas en marcha y te preocupas por todo. Y a veces te
proteges. La armadura está muy bien hasta que un día olvidas
que está ahí y nunca te la quitas.
Lo miré con suspicacia.
—Eso suena como uno de esos momentos en los que
dices una cosa, pero te refieres a algo completamente distinto.
Suspiró.
—Nada se te pasa, ¿verdad?
—Nunca.
Miró de nuevo hacia el piso de abajo.
—Cometí errores. Herí a gente y mentí. Me cuesta
arrepentirme de algo porque tengo hijos, aunque no nos
hablemos.
Eso no era del todo cierto. Ellos no hablaban con él, y
aunque casi podía entender sus razones, pensé que era
extraordinariamente injusto. Rara vez mencionaba su vida de
antes, en la que estaba casado con una mujer hasta que ya no
pudo ocultar quién era. Tenía sentimientos contradictorios
sobre ocultar la sexualidad de uno, pero no tenía derecho a
juzgar si las decisiones de los demás eran correctas.
Especialmente no las de Charlie. Pero el hecho de que
estuviera hablando de eso conmigo ahora no era algo que me
tomara a la ligera. Era importante. Los jóvenes queers en estos
días tendían a olvidar los sacrificios de los que estuvieron antes
que nosotros, quienes nos ayudaron conseguir todo lo que
tenemos hoy. Si bien aún teníamos que luchar, no fuimos
nosotros los que lanzamos el primer ladrillo.
—Perdí mucho tiempo —continuó—. Y eso no es culpa
de nadie, sino mía. Desearía... desearía que las cosas hubieran
sido diferentes. Cómo… no lo sé, pero lo hago. Lo único que
44
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
puedo hacer es estar agradecido por todas las cosas que tengo
ahora y por todas las personas que he conocido en el camino
que me han ayudado a ser un hombre mejor. —Sonrió en voz
baja. Transformando su rostro arrugado y envejecido en algo
suave. Quería besarlo una y otra vez—. Vaguyna. Sandy. Paul.
Vince y Darren. Y tú, por supuesto.
—Y Robert —le dije, burlándome de él porque necesitaba
escucharlo.
—Y Robert —estuvo de acuerdo—. Te conté cómo nos
conocimos.
Yo resoplé.
—Haciéndote una revisión de próstata. Muy romántico.
—Niño, cuando llegues a mi edad, esa es probablemente
la mayor acción que vas a tener.
Me ahogué.
Me golpeó la espalda un par de veces hasta que logré
respirar por mi cuenta.
—Estaba sentado en la sala de espera conmigo, y no le
estaba mirando, no importa lo que pueda decirte. Ir al médico
nunca es divertido, pero cuando eres mayor de edad, es una
de esas cosas que debes hacer para asegurarte que todo
funcione correctamente.
—Y lo está —dije rápidamente—. ¿Verdad?
—Sí —dijo, sonando gruñón—. Ya os he dicho que no os
preocupéis.
—Eso no va a suceder a corto plazo. Si tenemos que
seguir yendo contigo a las citas, lo haremos.
—Es bueno saberlo —dijo Charlie—. Ahí estaba yo,
ignorando al único otro hombre en la habitación conmigo
45
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
porque esperaba que usara lo suficientemente bien la jeringa
como para...
Me estremecí.
—Sí, no necesito todos los detalles. Más cosas amorosas,
menos cosas de preparación.
—El médico llegó tarde… por supuesto que lo hizo… los
médicos nunca hacen nada a tiempo… y estaba pensando en
tomarme una siesta...
—¿En público? —pregunté, escandalizada.
—Sólo espera —dijo—. Un día descubrirás que las
siestas son lo mejor del mundo. De todos modos, estaba a
punto de cerrar los ojos cuando me preguntó si el médico era
bueno con las manos.
Yo lo miré boquiabierto.
Se encogió de hombros.
—Le dije que no tenía ninguna queja. Y tenía esa mirada
en su cara, como si supiera exactamente lo que acababa de
decir y estaba tratando de medir mi reacción. “Un viejo oso de
cuero como tú, apuesto a que no” me dijo.
—Tan romántico —suspiré.
—Iba a volver a mi siesta cuando él decidió que
estábamos sentados muy separados. La sala de espera estaba
vacía y necesitaba sentarse en la silla junto a la mía. Lo
fulminé con la mirada, pero él me ignoró.
—Suena como si te hubiera conocido de inmediato. Todo
crujiente por fuera, pero malvavisco por dentro.
Charlie frunció el ceño.
—Estoy crujiente por dentro también.
46
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Le sonreí.
—Por supuesto que lo estás.
—Y él comenzó a hablar, y recuerdo que pensé: ¿quién
diablos es este tipo? Tenía un bastón y llevaba un maldito traje
de tres piezas a la consulta del doctor. Y su corbata hacía juego
con el pañuelo en el bolsillo delantero. Mismo color y esa
mierda.
—¡Oh, que horror! —grité—. ¡Qué locura!
Charlie me ignoró.
—Y él no dejó de hablar. Dijo que había estado leyendo
su horóscopo en una revista antes de que yo llegara. Dijo que
ponía que tenía que arriesgarse más y que pronto un hombre
corpulento con una chaqueta de cuero se cruzaría en su
camino.
—Guau —dije con asombro—. El tipo tiene sus trucos.
Santo cielo.
—Le dije que no le creía, y él se rió de mí. Dijo que no
importaba si lo creía o no, porque aquí estaba él y ahí estaba
yo, que se llamaba Robert y que era muy agradable
encontrarme.
Suspiré soñadoramente.
Charlie extendió la mano y volvió a tocar su cámara, sin
hacer nada con eso, pero al parecer solo estaba comprobándola
para asegurarse de que estaba lista. Me pregunté si esa era su
armadura, viendo todo a través de una lente, casi quitada.
—Antes de darme cuenta, lo estaban llamando de nuevo
y luego me llamaron a mí y por razones que no podía explicar,
me estaba pateando el trasero por no hacer más. Y luego el
doctor me metió el dedo en el culo...
47
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Ugh! ¡No! ¡Vuelve a la dulzura!
—Y le dije que se apurara porque tenía que hacer algo.
—Charlie hizo una mueca—. Probablemente no era la primera
vez que le decía eso a alguien que estaba dentro de mí.
—Jesús jodido Cristo.
—Cuando volví a salir, la habitación estaba vacía. Pensé
que se había ido o que aún estaba con su médico, y pensé en
esperar. Pero eso parecía un poco...
—¿Espeluznante?
Charlie me fulminó con la mirada.
—Iba a decir atrevido.
—Eso también vale.
—Pero no importaba, porque tan pronto como salí,
estaba allí sentado en un banco debajo de un árbol. Tan pronto
como me vio, se levantó y casi me exigió que lo llevara a
almorzar. —Charlie se estiró y se frotó la mandíbula—. No he
podido alejarlo desde entonces.
Me reí, encantada.
—Como si quisieras.
Él sonrió tristemente.
—Supongo. Y tal vez me enfadé por eso primero, pero
sabía que ya no podía perder el tiempo. Después de que mi
matrimonio se acabara, yo... fui un poco salvaje. Me dije a mi
mismo que no me iban a atar de nuevo. Y luego vino a mi
mundo Vaguyna Muffman, con todas las lentejuelas, plumas y
un trasero como el que no creerías. —Se miró las manos. —
Debería haber hecho más por ella. Uno se arrepiente de todas
las oportunidades que no aprovechas, unas más que otras.
Aunque ella lo sabía, creo. Ella estaría feliz por mí.
48
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sé que lo estaría —le dije—. Robert es muy bueno,
¿eh?
—Lo es —estuvo de acuerdo Charlie. Él me miró—. La
armadura, niño. Mi chaqueta. Mi cámara. Tu… está bien que
la tengas. Pero no dejes que sea todo lo que tienes.
—No tengo idea de lo que me estás hablando.
Puso los ojos en blanco
—Me cuesta creerlo. Obtuso, tal vez, pero no despistado.
Eres más listo que el resto de nosotros juntos. Si Paul y Sandy
pueden hacer lo que hicieron, espero que tú hagas lo mismo.
—Parece que estás tratando de conseguirme un novio.
No lo tendré, Charlie.
Él resopló.
—Por supuesto que no, querida. —Abrió la boca para
decir algo más, pero luego la cerró y negó con la cabeza.
Aunque probablemente lo lamentaría, pregunté:
—¿Qué?
—Es... no lo sé. ¿Sabes cuándo te encuentras con
alguien, y los conoces de algún lugar, pero no puedes recordar
de dónde?
—Claro —dije lentamente—. Sucede a veces.
Parecía frustrado.
—En la boda, cuando llegó Jeremy, podría haber jurado
que lo había visto antes.
Yo parpadeé.
—¿En serio? ¿De verdad? ¿Dónde?
49
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No lo sé. Pero me parecía familiar. Podría ser solo una
mala pasada de mi mente. —Sus labios se curvaron—. Es muy
sexy, sin embargo.
—Estás saliendo con su padre —le susurré,
horrorizado—. ¡No puedes decir cosas así!
—Solo digo la verdad…
Levanté mis manos hacia arriba.
—Odio esto. Odio todo esto. He terminado con esta
conversación. Tú…
Una luz comenzó a parpadear en la esquina de la
Guarida de la Reina.
Charlie se rió de mí.
—Es hora de la función. Que conveniente. Estoy seguro
de que cualquier otra cosa sobre la que quisieras hablar no
habría sido ni remotamente inútil. —Cogió el micrófono que
estaba al lado de la cámara. Lo encendió y sopló en él. La gente
de abajo comenzó a animarse, sabiendo lo que iba a comenzar.
Murmuré amenazas en voz baja mientras me inclinaba
para ver el espectáculo. No iba a ser lo mismo sin los otros
aquí, pero al menos podría olvidar todas las lecciones de vida
que Charlie me había dado. Ah, el botín de la juventud.
Y realmente lo olvidé, en su mayoría, cuando en lugar de
que la reina de Phoenix irrumpiera en el escenario, un
ronroneo familiar resonó alrededor del bar cuando una pierna
vestida con redes de red roja sobresalió de detrás de la cortina,
larga y delgada.
—La perra está de vuelta —gruñó Helena Handbasket.
La multitud se volvió loca.
50
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Me volví con los ojos abiertos hacia Charlie. Él me sonrió
mientras amortiguaba el micrófono contra su pecho.
—Te dije que tenías que estar aquí esta noche. Sorpresa,
Kori.
Las cortinas se abrieron mientras las luces destellaban.
Helena Handbasket estalló en el escenario. Ella era feroz y
fabulosa, y entonces me di cuenta de que, aunque solo habían
pasado un par de semanas, extrañaba a mis amigos con
fuerza.
—¡Claro que sí! —se jactó contra el micrófono—
¿Pensabais que alguna vez podríais libraros de mí? —Lamió a
lo largo del micrófono mientras todos le gritaban—. Ni lo
penséis. Y si lo hicisteis, que os jodan. Porque a pesar de que
mis vacaciones fueron tranquilas y llenas cuando me…
llenaron, no puedo estar lejos para siempre. Así que he vuelto,
bien descansada y bien follada, tanto por la parte pasiva como
por la activa que tengo. Mi amorcito puede dar fe de eso.
—Jesucristo —dijo una voz llena de desdén familiar
detrás de mí—. Le dije que no dijera eso. Tengo una puta
reputación que mantener.
Me di la vuelta.
Allí, de pie en la Guarida de la Reina, delante de la
puerta que se cerraba, estaban Paul, Vince Auster y el Rey
Homo Deportista, con una mirada contrariada en su rostro
repugnantemente guapo.
Casi me caigo tratando de llegar a ellos. Perdí un zapato,
pero me preocuparía por eso más tarde. Vince me atrapó
cuando salté hacia él, envolviendo esos grandes brazos a mi
alrededor mientras Paul chillaba cuando accidentalmente lo
pateé en las bolas.
51
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Bastardos! —grité en el oído de Vince—. ¡Qué
demonios!
—Hola, Kori —dijo Vince felizmente, apretándome tan
fuerte que mi espalda crujió— ¡Regresamos de nuestra luna de
miel pronto! Sandy dijo que estabas triste y sé cuánto te gusta
que te abrace, así que aquí estoy.
Maldita sea. Me encantaba este gilipollas. Me aparté
para mirarlo, mis piernas aún envueltas alrededor de sus
caderas.
—Debiste decírmelo.
—Entonces no sería una sorpresa —dijo Paul, todavía
sosteniendo sus bolas—. Además, mantén tus pies lejos de mí.
Son extrañamente fuertes, y estoy seguro de que acabo de
perder un testículo —Se rió cuando Vince me bajó y me
acerqué a él. Envolvió un brazo alrededor de mí, besando un
lado de mi cabeza—. Hola, chica. Te ves bien.
Ignoré el ardor en mis ojos. Solo habían sido dos
semanas.
—Tú también —logré decir—. Te ves... extrañamente
bronceado. Como si hubieras llevado bigote y hubieras estado
diciendo cosas inapropiadas a adolescentes que aún están en
la escuela secundaria.
Me empujó lejos.
—Eso es… Se acabó el momento. Quítate de encima.
Me dirigí al Rey Homo Deportista.
—Darren.
Me miró fijamente.
Esperé.
52
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Suspiró y abrió los brazos.
Cuando uno recibe una invitación de un rey (aunque sea
un imbécil), la acepta.
—Es bueno verte —murmuró contra mi pelo—. Sandy te
extrañó. Yo no.
—Eres un mentiroso —le susurré al oído.
Él gruñó, pero aguantó un momento más antes de
dejarme ir.
—¿La conseguimos? —escuché a Helena decir desde
abajo.
Charlie nos miró de nuevo antes de acercar el micrófono
a sus labios.
—Lo hicimos. Buen trabajo, Helena.
—¡Claro que sí, carajo! Y oh, mis bebés, tengo muchas
cosas que contaros. Pero primero, dejarme llevaros de vuelta a
un tiempo diferente. Cuando las cosas tenían más sentido.
Cuando el mundo era joven y no teníamos un solo admirador.
Cuando una ex Ama de Llaves casi nos mostró su vagina.
La multitud se volvió loca cuando “Dirrty” de Christina
Aguilera comenzó a sonar de fondo.
Y así, todo estaba bien de nuevo.
En los momentos que siguieron, apenas recordé lo que
Charlie había dicho en absoluto.
53
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 2:
Los Adolescentes Son
Criaturas terroríficas que
existen para causar el caos
Bostecé cuando entré en la cocina el lunes temprano por
la mañana con mi corbata delgada y suelta por la garganta. No
había dormido bien la noche anterior, nervioso por mi primer
día en Phoenix House. No me era muy bueno en comenzar
cualquier cosa, pero hoy era algo muy importante para mí.
Sanford Stewart no era una persona de las que
madrugan. Me dijo que era una criatura de la noche y que no
se lo debería ver a la luz de la mañana a menos que fuera
alguien a quien estaba echando de la noche anterior. Por eso
era tan sorprendente que ya estuviera en la cocina, vestido
para el trabajo y silbando alegremente mientras me servía una
taza de café. La radio estaba encendida con la NPR5. No era
demasiado aficionado a las noticias estos días.
—¡Buenos días! —trinó demasiado fuerte.
—Bahhggg —le dije mientras me dejaba caer en una silla
de la mesa.
—De hecho. —Vertió una cantidad terrible de crema en
el café. Me conocía muy bien. Se dio la vuelta y puso la taza
5
Radio Nacional de Phenix.
54
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
frente a mí, así como un pequeño saco de papel que no lo había
visto llenar—. Toma —dijo, sonando satisfecho de sí mismo—.
Te perdiste al Tipo Caliente Deportista otra vez esta mañana.
Ah, sí. Tipo Caliente Deportista, la obsesión actual de
Sandy, para gran consternación de Darren. Un tipo al azar que
corría por nuestra casa casi todas las mañanas con nada más
que pequeños shorts y zapatillas. Si le preguntabas, Sandy no
podría describirlo desde el cuello hacia arriba, principalmente
porque estaba concentrado desde el cuello hacia abajo y la
forma en que su culo y sus bolas rebotaban contra sus
pantalones cortos. No lo había visto todavía porque siempre
venía demasiado temprano.
Cogí la bolsa antes tomar el café.
—¿Qué es esto?
—Tu almuerzo —dijo, todavía de pie por encima de mí
con expectación. Me di vuelta lentamente para mirarlo— ¿Mi
qué?
Él sonrió.
—Te preparé un almuerzo para tu primer día de trabajo.
Gemí.
—¿Por qué?
—Porque es una cosa buena para hacer —explicó
pacientemente—. Y porque me desperté muy temprano. Por el
Jet lag.
Tomé un sorbo de café. Sabía como un puñetazo en la
cara con avellanas. Era perfecto.
—Estabas en Las Vegas. Te llevaste el coche.
Se encogió de hombros y volvió a la encimera.
55
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Es la intención lo que cuenta. Di gracias, Corey.
—Gracias, Corey.
Él ignoró mi sarcasmo mañanero.
—Estoy tan emocionado. Me imagino que esto es como
tener hijos y estar orgulloso de ellos. No es que alguna vez
realmente sepa que es tener niños porque son aterradores, y
no los tendré en mi casa a menos que me obliguen a hacerlo.
No estaba lo suficientemente despierto para esto.
—Me alegro de que me estés utilizando como apoderado,
entonces.
—Exactamente. Me complace que estemos en la misma
onda. Te hice un sándwich de mantequilla de cacahuetes con
plátanos. No sé por qué, tú sígueme el rollo. Y si lo tiras porque
suena asqueroso, no me lo digas. Herirás mis sentimientos.
Hice una mueca ante la bolsa de almuerzo. Un sándwich
con plátanos era probablemente una afrenta a Dios.
—También hay bastoncitos de zanahoria —dijo, como si
hubiera sido reemplazado por una extraña y rara Mary
Poppins—. No sé de dónde vienen. Probablemente sean de
Dare. Pero como lo desterré de casa durante dos días, ya que
no quería que la chispa muriera después de estar cerca
veinticuatro siete, puedes comértelas.
—¿Entonces no era él el que gruñía como un caniche
dando a luz en tu habitación anoche? —le pregunté
inocentemente.
Sandy lanzó una mirada furiosa sobre su hombro.
—Estaba viendo Animal Planet.
—Aja.
56
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—E incluso si lo era, no es mi culpa que no pueda
soportar estar lejos de mí por más de unos pocos días. Puede
que esté necesitado, en caso de que no lo sepas.
—Biennn. ¿Así que no estabas hablando con él por
teléfono anoche cuando estaba cepillándome los dientes, casi
exigiendo que viniera porque tú, y cito “necesitaba hacer
rechinar todo en este jodido momento”?
Sandy resopló.
—No tengo idea de lo que estás hablando.
—Apuesto a que no. —Pensé con anhelo en el día en que
pudiera pagar mi propio sitio. No tendría que escuchar el
Animal Planet nunca más. Sandy y Darren eran personas
atractivas, pero tener erecciones debido a los sonidos que
hacían no era algo que hubiera deseado. Se lo dije a Sandy una
vez y la mirada en su rostro había valido la pena.
Sandy llenó su propia taza de café y la llevó a la mesa,
luego se sentó en la silla frente a mí. Le sonreí adormecido. Era
bueno tenerlo en casa.
—Te ves cansado —dijo.
Tacha eso. Que se joda toda su cara.
—Pensé que estábamos de acuerdo en que no nos
diríamos eso.
Se encogió de hombros.
—Te dije que nunca me dijeras eso. Aún eres un bebé.
Tómate un Red Bull y estarás como nuevo. Si yo lo intentara,
tendría acidez estomacal durante el resto del día y aún
parecería una mierda.
57
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Eres muy guapo —dije obedientemente. Y lo era. La
gente tendía a verlo por Helena en lugar de por Sandy, pero
esas personas eran ciegas y estúpidas y no lo merecían.
—Gracias —dijo—. Todavía te ves cansado.
—Perra.
—La verdad duele, lo sé —Me miró por encima de su taza
de café—. Todo completamente...
—Te lo juro por Dios, si me preguntas si estoy bien, voy
a gritar. —Me senté en la silla para no tirar el café sobre su
cabeza.
—De acuerdo —permitió—. Era tarde cuando me fui a la
cama. Tu luz estaba todavía encendida.
—¿Después de que dejaste salir a Darren?
Él me ignoró.
—Sé cómo te puedes sentir a veces. Y está bien estar
nervioso. Es un gran trabajo el que vas a hacer. Estoy orgulloso
de ti por eso. Se necesita más compasión de la que yo jamás
tendré.
—Ugh —dije, presionando mis palmas contra mis ojos—
. ¿Por qué tienes que vomitar tus sentimientos hacia mí a las
siete de la mañana? Y un lunes, nada menos.
—Porque necesito ponerme al día de las dos últimas
semanas —dijo Sandy—. Y Nana me dijo que vio a Kori más
que a Corey mientras estuvimos fuera.
No necesitaba que me lo explicaran. Yo sabía lo que
quería decir. Ser trans no era gran cosa para nadie que
conociera. Si alguien alguna vez se sentía incómodo con eso,
había aprendido que no valían la pena. No necesitaba la mierda
de la gente que no podía verme por lo que era, incluso cuando
58
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
estaba más confundida. El bigénero era casi predecible para
mí. Sabia cuando algo estaba pasando, cuando me sentía
diferente. Mis pensamientos no cambiaban. Mi cerebro era el
mismo. Era solo un filtro a través del cual veía el mundo y
quería que el mundo me viera a mí.
—No es nada —dije, listo para que esta conversación
termine.
—Está bien —dijo Sandy, afortunadamente no
empujando más. Era mejor así—. Pero si alguna vez pasa algo,
házmelo saber y haremos lo que necesites. Fuertes con
almohadas, subirnos al coche y conducir un fin de semana,
una pijamada con todos nosotros y ver televisión, lo que sea.
Las cosas pueden haber cambiado un poco, pero eso no
significa que no podamos hacer todas las cosas que hacíamos
normalmente.
—Aja. ¿Cuándo os vais a casar tú y Darren?
Sandy puso los ojos en blanco.
—Nunca. No creo en la institución del matrimonio. Paul
y Vince son encantadores y estoy muy feliz por ellos, pero no
es para mí.
Yo resoplé.
—Bien. Lo recordaré cuando estés llorando frente a
todos nosotros mientras le prometes tu amor eterno a Darren.
—Nah. No sé si necesitamos estar casados para eso.
Darren sabe lo que siento por él, y sé que él se preocupa por
mí.
—Realmente has pensado en eso.
—A veces —admitió. Entonces sus ojos se estrecharon,
un poco dejando ver a Helena—. Y si alguna vez le hablas de
esto a alguien, te destriparé donde estés.
59
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Una amenaza vacía. Efectiva, pero vacía.
—Atraviesa mi corazón, espero morir.
—Un billón de agujas en tus ojos —estuvo de acuerdo.
Luego dijo—: Lo hablamos un poco después de la boda de Paul
y Vince. No creo que sea para nosotros, y él está de acuerdo.
Estamos comprometidos, así que ¿qué importa? Es un pedazo
de papel. No lo necesitamos para estar juntos.
—Tal vez es un poco más que eso —le dije, divertido—.
Y estoy bastante seguro de que hay miles de parejas que no
estarían de acuerdo contigo.
—Y están en su derecho —dijo, agitando su mano con
desdén—. Pero no es algo que necesitamos. Es asombroso
cómo tantas parejas queer pueden casarse ahora. Fue una
pelea difícil de ganar. Pero todos los finales felices no necesitan
terminar en matrimonio. Me gusta. Él me ama. Eso es
suficiente —hizo una pausa, considerando—. Por ahora.
Me reí.
—Estás tan lleno de mierda.
Su sonrisa era nítida.
—Siempre, muñeca.
Abrí mi boca para burlarme de él un poco más, pero fue
interrumpido por un idiota sangriento que sonaba desde la
radio.
—Jesús. Todavía no sé por qué le dan la hora del día.
Jódalo, en serio.
Sandy negó con la cabeza.
—Todo es espectáculo. Ruidos fuertes y luces brillantes.
Casi como una drag queen, pero sin nada de encanto. Al menos
lleva peluca. —Se levantó de la silla—. No le hagas caso. Hemos
60
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
estado casi ocho años con un increíble hombre negro a cargo.
No hay manera de que la gente de este país permita que alguien
como este idiota se convierta en el próximo presidente. Tengo
más fe en nosotros que eso. No mucha, pero al menos un poco.
Verás. Todo estará bien. Ahora termina para que podamos
ponernos en marcha.
Eso me sobresaltó.
—¿Perdón?
Tenía esa mirada en sus ojos que me decía que no estaba
haciendo nada bueno.
—Te voy a llevar tu primer día.
—No. No va a pasar. Cogeré autobús, y eso será todo.
—Pero...
—Dije que no. Y eso es definitivo.
—Está bien —dijo con un encogimiento de hombros.
—MALDITASEA —murmuré mientras Sandy conducía al
centro—. Ni siquiera sé cómo ha pasado esto.
—Es mejor si me dejas hacer lo que quiero —dijo Sandy,
mirándome por encima de sus enormes gafas de sol. Decía que
le hacían parecer una estrella de los años cincuenta. Le dije
que hacían que pareciera que su cabeza se había encogido. De
alguna manera no me habían asesinado y enterrado en una
tumba poco profunda en el desierto.
—Tienes que saber cómo suena eso.
Zumbó por lo bajo. La música a todo volumen desde el
estéreo era demasiado alta para un lunes por la mañana.
Alguna diva se quejaba electrónicamente del sexo y los
61
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
sentimientos (o podría haber estado describiendo una
cabalgata, no podía estar muy seguro), y que las ventanas
estaban bajas. Ya hacía calor y prometía más calor después.
Cerré los ojos y apoyé la cabeza en el reposacabezas.
Estaba nervioso, pero me dije a mí mismo que era solo
por ser el primer día. Había pasado tanto tiempo desde que
había tenido un trabajo real que había olvidado cómo podrían
ser los primeros días. Pero había trabajado duro para
conseguir este puesto en Phoenix House y no iba a dejar que
mis nervios me superaran.
Abrí los ojos cuando el coche redujo la velocidad, con la
esperanza de que no estuviéramos atrapados en un atasco. El
tráfico en Tucson era lo peor.
Me sorprendió ver que Sandy se había detenido al lado
de la acera frente a un pequeño y bajo edificio del centro de
Tucson. Banderas brillantes del arco iris colgaban del exterior,
y un letrero afuera lo proclamaba alegremente como PHOENIX
HOUSE, cada palabra impresa con llamas saliendo de cada
una de las letras.
—¿Cómo es que ya estamos aquí? —exigí.
Sandy se encogió de hombros.
—Estabas roncando. Te dije que estabas cansado.
—Está bien. Bueno. Umm. Supongo... supongo que
debería entrar.
Se acercó y agarró mi mano con la suya. Sus dedos eran
largos y delgados y encajaban perfectamente con los míos.
—Vas a hacer algo increíble —dijo en voz baja—.
Cambiarás vidas y todo eso. Apuesto a que, dentro de unos
años, tendrán una estatua llamativa de ti allí mismo, en la
acera, que será hermosa al principio, pero luego terminará
siendo una percha para que las aves puedan cagar.
62
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Te odio tanto —le gruñí.
—No, no lo haces. Pero si te hace sentir mejor, te
acompañaré dentro. —Me soltó y alcanzó su cinturón de
seguridad.
—No —dije rápidamente, luchando por salir del coche y
con el cinturón de seguridad tirando contra mi pecho—. No
hagas eso. Ni se te ocurra.
—Voy a hacerlo —cantó, presionando con el dedo
amenazadoramente contra el botón.
Me las arreglé para salir del coche sin perder ninguna de
las extremidades o la vida. Estuvo cerca. Cerré la puerta detrás
de mí y me di vuelta para mirarlo a través de la ventana.
Él no estaba desconcertado. Bajó la ventana lentamente
y su sonrisa se ensanchó.
—Olvidaste tu mochila. Tu almuerzo especial está
dentro. Lo hice con plátanos y con amor.
—No me lo comeré —dije salvajemente—. De hecho, se
lo daré a la primera persona sin hogar que encuentre.
—Solo tú podrías hacer una amenaza empática. —Se
limpió una lágrima falsa mientras sollozaba—. Estás creciendo
justo ante mis ojos.
Metí la mano y agarré mi mochila, con la intención de
darme la vuelta y saltar adentro para no tener que escucharlo
más. Casi lo había logrado cuando me llamó por mi nombre.
Le eché un vistazo por encima del hombro.
Tenía su teléfono levantado. Escuché el sonido del
obturador de una cámara cuando presionó el dedo contra la
pantalla.
63
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡De tu primer día! —gritó maniáticamente cuando la
gente caminaba por la acera, mirándonos con curiosidad—.
¡Tenemos que tener recuerdos! ¡Haz un buen trabajo, mi dulce
ángel!
Los transeúntes se alejaron a toda prisa.
Sandy se echó a reír mientras se alejaba de la acera.
No podía creer que alguna vez me sintiera aliviado de
que hubiera vuelto a casa.
PHOENIX HOUSE era luminosa y espaciosa, el interior
era mucho más grande de lo que parecía desde fuera. Era lo
primero que noté cuando vine por primera vez a una serie de
entrevistas la primavera pasada. Las paredes eran de ladrillo y
pintadas de blanco, con un arco iris de cuatro metros y medio
pintado en la pared opuesta. La parte superior del ducto estaba
expuesta, lo que le da un aspecto industrial. El edificio había
sido una vez una galería de arte, pero luego había estado vacío
hasta que Phoenix House abrió sus puertas el año pasado.
Había otro centro de jóvenes LGBTQ en Tucson llamado
Wingspan, pero se había cerrado hace un tiempo por falta de
fondos. Dado el tamaño de la población LGBTQ de Tucson, era
un duro golpe, especialmente para los niños queer. Este nuevo
centro se abrió con un sólido respaldo, aunque la financiación
siempre iba a ser un problema. Era una organización sin fines
de lucro. Las donaciones y subvenciones eran la única razón
por la que existía.
El problema con eso era que Tucson era una mota azul
en un mar rojo. Hace solo tres años, Arizona estuvo cerca de
ser uno de esos estados, que trataba de aprobar una ley para
exigir que las personas usaran el baño de su género asignado.
Me sorprendió gratamente cuando falló. El hecho de que
64
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
centros como Wingspan y Phoenix House todavía tuvieran
dificultades no era sorprendente.
Phoenix House estaba destinado a ser un centro juvenil,
pero también era un grupo de alcance comunitario. Y como no
había otro lugar como este en Tucson, tenía algunas camas en
la parte de atrás para personas que lo necesitaran (aunque era
raro), un psicólogo que trabajaba de forma gratuita y contactos
con centros de tratamiento de drogas para los queer. A veces
se sentía sobrecargado, como si intentara hacer demasiado con
muy poco, pero funcionaba.
El director que había realizado mi última entrevista en
abril era agradable, pero era abogado, uno de los Super Gays
ricos de Tucson, y había tenido que ausentarse para atender
su trabajo diario. No había conocido al director interino de
verano todavía.
Había un par de niños sentados cerca de un área
alfombrada en el suelo, recostados contra viejos sofás que
habían sido donados. La escuela había terminado en verano, y
aunque esperaba que hubiera más, todavía era pronto. Uno
era un niño pequeño Latinx con un mohawk negro puntiagudo
y una barra arco iris atravesando su ceja. Me miró, con los ojos
entrecerrados con suspicacia. El otro ni siquiera miró hacia
arriba. Su cabeza rapada estaba inclinada sobre su teléfono y
sus dedos tecleaban furiosamente.
Me quedé cerca de la entrada, sin saber por qué me
sentía incómodo. Solo eran niños, no mucho más jóvenes que
yo, pero aún así me sentía nervioso por eso.
—¡Corey! —dijo una voz brillante y alegre—. ¡Lo lograste!
—volví la cabeza, aliviado.
Una mujer mayor caminaba hacia mí, con una amplia
sonrisa en su rostro. Llevaba unos jeans y una blusa holgada.
Su pelo gris estaba recogido en una apretada cola de caballo.
Su nombre era Marina, y en lo que respecta a Phoenix House,
65
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
ella estaba a cargo. Me entrevisté con ella dos veces antes de
pasar al ex director. Ella era, como me había dicho, una
lesbiana Original Gangster en otra vida antes de su jubilación,
había trabajado para el condado en la gestión de Obras
Públicas. Nos unimos por nuestro desdén hacia Andrew
Taylor, el padre de Vince y Darren y el ex alcalde de Tucson,
que actualmente disfrutaba de la libertad mientras esperaban
ser juzgados por varios cargos.
—Estoy muy contenta de que hayas aparecido —dijo
ella, deteniéndose para pararse frente a mí.
Llevaba un portapapeles, y un lápiz rechoncho estaba
atrapado detrás de su oreja.
Me moví nerviosamente.
—¿De nada? Quiero decir, dije que lo haría. Me diste el
trabajo, ¿verdad? ¿He alucinado todo esto?
Ella rió.
—No, no lo creo. No a menos que yo también lo haya
hecho, pero no he tomado ácido desde los años setenta, así que
es poco probable.
Dios, esperaba poder ser tan genial como ella algún día.
—Es bueno saberlo. Estoy bastante seguro de que las
drogas están mal vistas aquí.
—Por supuesto que sí —dijo Marina—. Eso no significa
que no me fume un porro de vez en cuando, pero ¿quién no?
Yo no lo hacía, pero asentí cortésmente. Me parecía lo
correcto.
—No estábamos seguros de sí aparecerías —dijo ella,
mirando hacia abajo en su portapapeles—. Sé que tenéis
muchas más oportunidades en estos días, pero lo apreciamos.
66
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Estaba confundido.
—¿Por qué no iba a aparecer?
Ella me miró de nuevo.
—Por supuesto que no lo sabes —suspiró—. Te elegimos
a ti y a otra. —La piel alrededor de sus ojos se tensó—. Llegó
esta mañana un correo electrónico de ella diciendo que lo
había reconsiderado y que cogería otras prácticas. Así. Sin
avisar.
—Eso realmente apesta —le dije, más enojado de lo que
esperaba—. ¿Por qué harías algo como eso?
Ella se encogió de hombros.
—Sucede. Admito que eso nos deja en un aprieto.
Necesitamos todo el trabajo no remunerado que podamos
conseguir. —Abrió mucho los ojos—. Guau, eso puede ser un
poco ofensivo. Me disculpo.
Agité las manos.
—Se lo que quieres decir. Sin embargo, es una mierda lo
que te ha hecho.
—Quizás. Pero aún así debería tener cuidado con lo que
digo. —Sonrió con tristeza—. Mucha gente nos acusa de que
nos estamos volviendo demasiado políticamente correctos en
estos días, pero ¿no sucede por una razón? Las cosas no son
como solían ser. Cada vez son más los que nos dicen quiénes
son, y depende de nosotros escuchar lo que nos dicen.
Hablando de eso. —Sacó el lápiz de su oreja y lo dejó caer en
el portapapeles—. ¿Qué pronombre debo usar para dirigirme a
ti?
Yo parpadeé.
—¿Qué?
67
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Recuerdo que eres bigénero. Y para mí es importante
hacerlo bien.
Me inquieté de nuevo.
—Él y ella están bien con cómo estoy ahora.
Ella asintió mientras escribía algo en el portapapeles.
—Si alguna vez me equivoco y te llamo por el nombre o
pronombre incorrecto o lo que sea, espero que me lo indiques.
Así aprendo. ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
—¡Bien! —dijo ella—. Déjame mostrarte tu escritorio. Me
temo que no es mucho, pero debería funcionar por ahora.
Sígueme por favor.
Se giró y casi me estrello contra su espalda cuando se
detuvo.
Miré por encima de su hombro mientras miraba a los
niños cerca de los sofás.
—Diego. Kai. Saludar a Corey. Será monitor aquí este
verano. Y si tenemos suerte, podré convencerlo de que no nos
deje.
No sabía qué decir a eso. Este iba a ser un puesto
temporal, que se vería bien en mi currículum. Era un trabajo
importante, claro, pero también tenía que preocuparme por mi
futuro. El costo de la vida en Tucson era relativamente barato
en comparación con otras ciudades del mismo tamaño, pero
eso no significaba que pudiera vivir casi sin nada,
especialmente si alguna vez quería mudarme de la casa de
Sandy.
68
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Diego me miró, arqueando una ceja. Él gruñó. Sonaba
como si dijera “Q’pasa6” pero como no hablaba adolescente, así
que no estaba seguro. A decir verdad, los adolescentes me
asustaban mucho.
El otro, Kai, no levantó la cabeza del teléfono.
Marina suspiró.
—Me temo que eso es lo mejor que probablemente se vas
a conseguir —levantó la voz y dijo—: Porque algunas personas
todavía necesitan aprender modales. —Sacudió la cabeza y
comenzó a caminar más dentro de Phoenix House.
—Han llegado temprano —le dije mientras la seguía.
Ella me miró de nuevo.
—Por lo general lo hacen. Realmente no tienen ningún
otro lugar al que ir. Kai está en un hogar de acogida. Los padres
de crianza reciben los cheques del estado y ponen un techo
sobre sus cabezas, pero eso es todo lo que ofrecen de la crianza
de los hijos. Diego es... —Ella pareció reprenderse a sí misma—
. Bien. Él tiene a su madre. Los dos acaban de terminar su
tercer año, y mientras trato de convencerlos de que busquen
un empleo, no hay más hasta ahora.
—Oh —fue todo lo que pude decir a eso.
—¡Pero todo está bien! —dijo mientras me guiaba hacia
una puerta vieja cerca de la parte trasera de Phoenix House—
. Me encanta tenerlos a todos aquí, especialmente ahora que
ha terminado la escuela. Los adolescentes que no tienen nada
que hacer a veces pueden encontrarse en situaciones
ingobernables. Les doy el desayuno y el código de la conexión
Wifi, y ellos me ayudan por aquí. Pintaron el mural del arco
6
En el original: S'up: Apocope de Qué pasa.
69
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
iris en la pared la semana pasada para ayudarnos en nuestra
celebración del Mes del Orgullo.
—Está bien —le contesté obedientemente.
Ella me sonrió mientras abría la puerta.
—Yo también lo creo. Llegarás a conocerlos, estoy
segura. Pueden ser un poco... bueno… tienen diecisiete años.
Estoy segura que recuerdas como es, mejor que yo.
Podía. Los jóvenes de diecisiete años eran unos
imbéciles. Había sido un gilipollas a los diecisiete años. Y
aunque lo había superado más rápido de lo que esperaba, la
idea todavía me aterrorizaba. Pero no era suficiente para
hacerme dudar de por qué estaba aquí, por qué quería trabajar
en Phoenix House en primer lugar.
La habitación a la que me había llevado era pequeña.
Parecía más pequeña por los tres escritorios que había contra
las paredes. Estaría lleno con tres personas compartiendo el
mismo espacio. Dos de los escritorios estaban vacíos, con
cosas viejas y desconchadas que parecían haber visto días
mejores. El tercer escritorio pertenecía a Marina. Había una
foto enmarcada en el escritorio de ella y su pareja de hace unas
décadas sonriendo ampliamente llevando orejas de ratón en
Disneyland.
—Este es nuestro sitio —dijo como si fuera la revelación
más grande del mundo.
—Está bien —le dije.
Ella rió.
—Mentiroso. Pero está bien. Probablemente no pases
mucho tiempo aquí, si soy sincera. Aparte de todo el papeleo
que no puedo esperar para que hagas por mí, generalmente
estamos fuera de casa. Principalmente me encuentro aquí
cuando necesito un descanso de todo el ruido. Y ahora que es
70
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
verano, espero usarlo un poco más para eso. No es que sea un
escape completo. Es un edificio antiguo, después de todo. —
Señaló hacia un gran conducto de ventilación cerca del techo—
. Si hay personas en la oficina del director que tienen una
reunión, puedes escuchar todo lo que dicen. Solo ignóralo si
puedes. ¿Has traído tu portátil?
Asentí mientras colocaba mi mochila en uno de los
escritorios vacíos.
—También descargué los programas que me enviaste por
correo electrónico, así que debería estar listo para comenzar. Y
llené todo el papeleo.
—Eso es bueno —dijo ella, apoyándose en su escritorio—
. No nos preocuparemos por eso de inmediato. Hay unas
cuantas cosas que necesitas hacer primero.
Ser adulto era difícil.
—¿Bueno…?
Ella miró su reloj antes de mirar su portapapeles.
—Te reunirás con nuestro director interino ahora por la
mañana solo para presentaros y conoceros mejor. Es un gran
tipo y tenemos mucha suerte de tenerlo. Si estuviera en mi
mano, lo robaría y lo mantendría aquí para siempre, pero no
creo que eso suceda. Al igual que tú, lo tenemos durante el
verano, pero voy a hacer todo lo posible para asegurarme de
que ambos vean lo maravilloso que es este lugar, para que
nunca quieran irse.
La mire.
—Eso suena casi amenazante.
—Lo es —dijo ella, con los ojos arrugados—. Encuentro
que las amenazas de felicidad funcionan mejor que cualquier
otra cosa. Y él está emocionado de conocerte. No creo que haya
71
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
tenido la oportunidad de revisar tu archivo todavía, ya que ha
estado tratando de ubicarse, pero podéis repasarlo juntos.
Estoy segura que, si tiene alguna pregunta, puedes...
Fue interrumpida cuando mi teléfono sonó en mi bolso.
—Mierda —murmuré mientras abría la cremallera del
bolsillo delantero—. Lo siento. Lo siento, no lo puse en silencio.
Esta mañana fue... no dormí bien anoche.
—Está bien —dijo ella, agitando una mano con desdén—
. Nuestros teléfonos son extensiones de nosotros mismos en
estos días. Mi esposa cree que vamos a evolucionar con cuellos
más largos que siempre están curvados hacia abajo. Ella es
graciosa.
Miré la pantalla para ver cómo se encendía el grupo de
la familia. Toqué para abrir y leí los mensajes.
PaulyShore: Lo vas a clavar. Y si no lo haces, compraré
muchos Ben & Jerry's y podremos comer y llorar juntos.
ElInutilDarrenMayne: Sandy dijo que tenía que decirte
buena suerte.
SueñoConVince: ¡Te quiero! ¡Lo tienes!
NanaBanana: SIUCSAS (mira si puedes robar una
grapadora) MPEC7.
LocaMatty: ESTAMOS TAN ORGULLOSOS DE TI.
LarryBerry: ¡Haz fotos!
Antes que baje mi teléfono, aparece otro mensaje por
separado.
MiChicoTy: ¡Buena suerte hoy! ¡Te echo de menos!
7
Me Parto El Culo. En el original LMAO.
72
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Sonreí.
—¿Buenas noticias?
Miré de nuevo a Marina mientras silenciaba mi teléfono.
—Sólo unos amigos que me desean suerte.
Ella sonrió a sabiendas.
—Es bueno tener gente, ¿no?
—Lo es.
Ella asintió.
—Es una de las razones por las que creo en este lugar.
Quiero asegurarme de que otros sepan que ellos también
tienen eso. Hoy en día, cuando las cosas son tan inciertas, es
bueno saber que hay un lugar al que estos niños pueden ir y
ser ellos mismos, libres de juicios. Muchos no tienen la red de
apoyo que deberían y, lo que es peor, pueden ser atacados por
el simple hecho de existir. —Metió la mano en su bolsillo y sacó
su teléfono. Tocó la pantalla por un momento antes de
tendérmela—. Justo al caso.
Había un encabezado claro en la pantalla de un sitio web
que no reconocí.
¿POR QUÉ NO HAY UN MES DE ORGULLO
HETEROSEXUAL?
Rodé los ojos.
—Los heteros de nuevo.
Se metió el teléfono en el bolsillo.
—No te someteré al resto de la tontería, pero trato de leer
todo para poder ver todos los lados. Es una tontería, por
supuesto, pero solo sirve para mostrar hasta dónde tenemos
73
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
que llegar. Internet tiene vastos recursos y puede conectar a
personas de todo el mundo, pero también puede dar a las
personas que se esconden detrás de los avatares de dibujos
animados la posibilidad de ser racistas, homofóbicos y
misóginos sin ninguna repercusión. Y ciertamente no ayuda
que nuestro clima político actual sea...
—Irreal —le dije.
Ella sonrió con fuerza.
—Eso lo resume todo. Pero eso no es ni aquí ni allá en
este momento. Lo importante es el trabajo que hacemos hoy
para que se convierta en algo grandioso mañana. Y estoy feliz
de que estés aquí para ayudar con eso.
—Probablemente también ayude que yo sea un
trabajador de la diversidad laboral —dije secamente.
Ella rió ruidosamente, inclinando la cabeza hacia atrás.
—Oh, yo, sabía que me gustabas por una razón. Sí,
supongo que es una forma de verlo. Birracial, Bigénero, claro.
Eso se ve bien para nosotros. Pero lo que más me importa es
que seas una buena persona. No podría importarme menos el
resto, aunque los altos mandos podrían estar en desacuerdo
conmigo. Supe desde el momento en que te conocí qué serías
una gran adición aquí, independientemente de que hayas
marcado las casillas especiales adicionales. Eres feroz,
divertido y brillante. Exactamente lo que este lugar necesita.
Nunca pienses lo contrario.
Fui tocado. No estaba acostumbrado a la amabilidad de
personas que no conocía muy bien.
Volvió a mirar su reloj.
—Probablemente deberíamos llevarte a reunirte con el
director. Tengo que hacer llamadas telefónicas, donaciones
que solicitar. Lo normal. Nunca termina.
74
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Lo pensé.
—¿Qué hay del Jack It?
Ella parecía sorprendida.
—¿Lo dices en serio? ¿Crees que harían eso?
Me encogí de hombros.
—No veo por qué no.
—¿Conoces a alguien allí?
Yo resoplé
—Podría decir eso. —Estaba por encima de dejar caer el
nombre. Estaba por encima de dejar caer el nombre. Estaba a
punto...— Una de mis mejores amigas es Helena Handbasket.
Y conozco al dueño. Bueno, Helena lo conoce mejor, pero tengo
entrada.
—Guau —suspiró ella—. Eso es impresionante. Tendré
que pensarlo ¿Puedo volver contigo?
—Claro. —Casi esperaba que ella dijera que no, así no
tendría que ir a hablar con Mike en ningún momento. No me
gustaba recordar que él existía, mucho menos pensar en él.
Nos detuvimos frente a otra puerta justo al final del
pasillo desde nuestra oficina. Había una ventana abierta
encima de ella que descansaba sobre unas cadenas doradas.
Podía escuchar más voces saliendo desde el frente de Phoenix
House. Todos ellos sonaban jóvenes.
—Ah —dijo Marina—. Suena como que la caballería ha
llegado. Iré a tratar con ellos mientras te reúnes con Jeremy.
Me quedé inmóvil cuando ella levantó la mano y llamó a
la puerta, tres fuertes golpes contra la madera.
75
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Su sonrisa se desvaneció cuando me miró.
—¿Estás bien? Parece que has visto un fantasma.
Negué con la cabeza.
—Es... ah. Nada. Yo sólo... debo haberte oído mal. Pensé
que habías dicho que me reuniría con... —La puerta se abrió.
Un hombre estaba en la puerta, con los ojos verdes
brillando detrás de gruesos marcos grises. Su barba negra
estaba llena, más llena de lo que había estado cuando lo había
visto por última vez a través de las pilas en la biblioteca.
Llevaba pantalones vaqueros y una camisa blanca apretada
con botones que le tiraba de los hombros y el pecho de una
manera que debería haber sido ilegal.
Sus ojos se ensancharon. Su mandíbula cayó.
Jeremy Olsen dijo:
—¿Corey? ¿Qué estás haciendo aquí?
Mi ex-profesor era ahora mi jefe actual.
Maldita sea, demonios.
76
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 3:
Estoy Tan Jodido
(Edición No-Porno)
Casi no podía respirar y apenas podía hablar. Así que
me quedé allí, boquiabierto como un pez fuera del agua,
preguntándome qué había hecho en una vida pasada para
merecer tal tormento en esta. Como mínimo, debía haber sido
un terrible ladrón de bancos cuyo reinado de terror en todo el
país terminó en una lluvia de balas. O eso o un caníbal.
Marina miró entre nosotros, frunciendo el ceño.
—¿Os conocéis?
Jeremy, no, el profesor Olsen, se recuperó primero.
—Podría decirse.
Sonrió torcidamente, las líneas en su rostro se
profundizaron de una manera que no debería haber sido tan
atractiva como lo era. Quiero decir, su cabello oscuro
sobresalía por todas partes como si alguien lo hubiera tirado,
y esa línea de pensamiento debía detenerse de inmediato. Y
había motas de gris tanto en su cabello como en su barba. Era
como si me hubieran golpeado en el estómago.
—Corey era estudiante en uno de mis cursos de
posgrado en la U de A. Uno excelente, de hecho.
77
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Ohh —dijo Marina, sonando emocionada—. Esto va a
hacer las cosas mucho más fáciles, dado que tenéis una
historia.
—¿Historia? —chillé—. ¡No hay historia! ¡Esto no es
histórico! —Ambos me miraron fijamente. Reboté con gracia—
. Quiero decir que. ¿Qué está pasando? ¿Qué es lo que pasa?
Somos conocidos.
Marina parecía curiosa, pero negó con la cabeza.
—Bueno, entonces, te dejaré con él. Pero no lo retengas
demasiado tiempo, Jeremy. Planeo ponerlo a trabajar de
inmediato.
—¿No vas a venir conmigo? —pregunté.
—¡No! —dijo ella, ajena a lo que estaba seguro era una
expresión de pánico en mi cara—. Tengo cosas que hacer, y
quiero que Jeremy pase algo de tiempo contigo antes de que
empecemos.
Eso no sonaba tan bien. De hecho, eso sonaba terrible.
—Quizás podríamos…
—Entra, Corey —dijo el profesor Olsen mientras
regresaba a la oficina.
Marina se dio la vuelta y comenzó a caminar por el
pasillo. No la conocía muy bien, pero no podía creer que me
estuviera traicionando así. ¿Quién demonios pensó ella que
era? Me vengaría, y ella no lo vería venir.
Sopesé mis opciones. Podría ir a la oficina con el profesor
Olsen o huir de este lugar y mudarme a Dakota del Norte y
cambiar mi nombre.
78
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Y como la idea de vivir en Dakota del Norte sonaba
terrible, tragué saliva y pasé junto al profesor Olsen hasta su
oficina.
Cerró la puerta detrás de mí. Estaba atrapado.
—Esta es una maravillosa sorpresa —dijo. Y sonaba
como si lo dijera en serio. Maldita sea—. Marina me dijo la
semana pasada lo emocionada que estaba de que estuvieras
aquí. No sé por qué no sumé dos más dos. —Sonrió de nuevo,
y mis pantalones casi se caen—. Pero esto va a hacer que este
verano sea aún mejor. Estoy un poco fuera de mi ambiente
aquí, y será bueno tener a alguien a quien conozco y en quien
confío debajo de mí.
Me atraganté con la lengua.
Su frente se frunció.
—¿Estás bien?
No. Estaba bastante seguro de que me estaba muriendo.
—Sí —logré decir—. Estoy bien.
—Toma, déjame que te traiga un poco de agua. —Dio un
paso alrededor de mí en la oficina, dirigiéndose a un pequeño
refrigerador contra la pared del fondo. La oficina se parecía a
la que fui la última vez que estuve una entrevista. Las
pertenencias personales del director anterior se habían ido, por
supuesto, pero el escritorio era el mismo, y el...
El profesor Olsen se inclinó hacia la nevera, con los
vaqueros apretándose contra su culo.
Hice un sonido del que no estoy orgulloso, casi como un
perro ladrando. Un caniche, tal vez.
Me miró por encima del hombro. Miré hacia el techo.
79
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Aquí estamos —dijo, volviendo a ponerse de pie. Tenía
una botella de plástico de agua en las manos. Comenzó a
desenroscar la tapa, frunció el ceño cuando no pudo abrirla y
se esforzó más.
Ya que aparentemente mi suerte en la vida era sufrir, el
profesor Olsen logró desenroscar la tapa, solo para que parte
del agua cayera contra su camisa.
Se empapó de inmediato, por encima de su pezón
derecho, y fue entonces cuando decidí que los heteros
religiosos tenían razón y que Dios odiaba a los homosexuales,
porque seguramente me estaba torturando en este preciso
momento.
—Mierda —murmuró el profesor Olsen—. No salió como
pensé. —Rió mientras negaba con la cabeza—. Supongo que a
veces no controlo mi propia fuerza.
—Yo si —respiré.
Él ladeó la cabeza.
—¿Qué quieres decir?
—Uh. Nada. Nada en absoluto. —Me dije a mí mismo que
debía comportarme. ¿Quién diablos era este tonto torpe cuyo
cuerpo parecía habitar? Yo no era así. Yo era genial, era
tranquilo, era inteligente. No me sobresaltaba con la mierda de
nadie, ni pataleaba, ni maldecía. Era hora de que el hombre se
levantara—. Puedes ponerte mi camisa si quieres.
Jodida cabeza.
Parecía confundido.
—Pero entonces, ¿qué te pondrías?
—Oh, cierto —dije apresuradamente—. Sí. Eso... es
cierto.
80
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Es sólo agua. Se secará, además, no creo que tu
camisa me quede bien. Soy un poco más grande que tú, en
caso de que no lo hubieras notado.
Oh caramba, no me había dado cuenta. Gracias por
señalármelo, profesor Olsen. Ahora no podré dejar de pensar en
ello. ¿Se te saldrán los botones? ¿Se rasgarían los hombros por
las costuras abiertas?
Me las arreglé para quitarle la botella sin acariciar sus
dedos de forma escalofriante ni dejarla caer. Estaba orgulloso
de mí mismo.
—Gracias.
Dio la vuelta al otro lado del escritorio y se sentó en la
silla que había detrás. Me hizo un gesto para que me sentara
en frente. Llegué a la otra silla sin avergonzarme más, algo que
era completamente posible al ver cómo mis piernas temblaban
como gelatina.
Respiré hondo, tratando de calmarme.
Estarás bien.
Entonces mi cerebro dijo: Oye.
No, le espeté de vuelta.
¿Recuerdas la pornografía que viste donde un tipo grande
era follado sobre un escritorio por este tipo aún más grande? ¡Te
la meneaste cuatro veces en seis horas! ¡Dos de esas veces
fueron secas! Estas CHAFADO.
Comencé a cantar en mi cabeza para ahogarlo.
—¿Estás... tarareando? —me preguntó el profesor
Olsen.
Le sonreí, seguro que estaba al límite de enloquecer.
81
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No tengo idea de lo que estás hablando.
Sí, mi cerebro dijo por encima de una versión aterradora
de “What a Friend We Have in Jesus”. No sabía por qué elegí
esa canción, pero no estaba funcionando. Justo sobre el
escritorio todo era como bam, bam, bam, oh sí, más duro, más
duro ¡dame más! ¡Folla mi trasero!
Él lo dejó ir.
—Bueno, no estaba bromeando cuando dije que esto es
una sorpresa maravillosa. —Se inclinó hacia adelante,
apoyando sus fuertes antebrazos en el escritorio. Sus mangas
de camisa estaban enrolladas y tenía una vena en su brazo
derecho que era obscena. Era tan... venoso. Su salud
cardiovascular estaba a punto—. Es bueno ver una cara
conocida por aquí. Marina es genial, y los niños que he
conocido hasta ahora también lo son, pero... estoy feliz de que
estés aquí.
—Yo también —dije, y por razones que no podía explicar,
sonó una octava más baja. Tosí—. Quiero decir, yo no... ¿qué
estás haciendo aquí?
Agachó la cabeza, casi como si fuera tímido.
—No lo sé la verdad —admitió—. Stephen, el anterior
director, es amigo mío. Pero su bufete recientemente consiguió
un gran caso y necesitará a todos los abogados listos para
defender a un cliente en un juicio en otoño. No tenía tiempo si
estaba trabajando aquí, así que tuvo que dejarlo pasar. Hace
un tiempo le dije que quería hacer algo diferente este verano,
salir un poco del aula, y él me llamó y me preguntó si podía
ocupar su lugar hasta que encontraran a alguien más
permanente. —Sonrió y sacudió su cabeza—. Había tomado un
par de copas de vino cuando me llamó y no pensé muy bien las
cosas. —Su sonrisa se suavizó—. Está bien, tal vez más que
un par.
82
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Aceptó hacer algo caritativo mientras estaba borracho.
Era un hombre perfecto. Odiaba todo sobre él. Y como estaba
distraído escuchándome a mí mismo, dije:
—¿Eres amigo de los Super Gays?
Él parpadeó.
—¿El qué?
—Los super gays. Es como los llama mi amigo Sandy. El
rico blanco… ¿Sabes qué? No importa. Olvida que incluso dije
eso. No sé de qué estoy hablando. Obviamente.
Oh si, mi cerebro gimió. ¡Este escritorio es tan resistente!
Jódeme, ¡qué amigo tenemos en Jeeeeeesus!
Parecía divertido.
—Lo dudo. Siempre has sido extraordinariamente
hablador.
Me dije a mí mismo que no me desmayara porque
esencialmente me decía que hablaba demasiado.
—¿Gracias?
—¿Cómo has estado? No te he visto realmente desde la
boda de tus amigos. Perdón por presentarme de nuevo, por
cierto.
—Estaba bien —le dije—. Cuantos más, mejor. —Eso no
tenía sentido. Como, en absoluto. Lo intenté de nuevo—. He
estado ocupado. Tú sabes cómo es. Cuanto más cerca de la
graduación, menos tiempo tengo para otras cosas.
Se rió entre dientes
—Recuerdo esos días. No te envidio en lo más mínimo.
El año que viene es el último, ¿verdad?
83
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Casi me convencí a mí mismo de que me estaba
acosando y era lo más romántico que me había pasado. Y como
eso era jodido, decidí ignorarlo.
—Sí. El último año.
—Eso es emocionante. ¿Sabes lo que vas a hacer ya?
Negué con la cabeza.
—Estoy tratando de no pensar en ello. Es difícil.
Volvió a sentarse en su silla. La vena desapareció, lo cual
agradecí.
—Lo es. Pero tienes la cabeza bien puesta sobre tus
hombros, Corey. Sé que vas a hacer grandes cosas, no importa
lo que decidas. —Asintió hacia la puerta—. Sólo no dejes que
Marina te arrastre para quedarte aquí si eso es algo que no
quieres hacer. Ella es genial, pero también es...
—¿Exuberante?
—Eso es —dijo—. Exuberante. Ya intentó convencerme
de que dejara la universidad y me quedara aquí a tiempo
completo. Aunque ahora, eso no parece ser tan mala idea.
Mi cara se calentó. Gracias a Cristo por mi piel oscura.
—Uh... sí.
—Papá parece estar feliz.
Eso corrigió un poco las cosas.
—¿Tú crees?
Se encogió de hombros.
—Eso creo.
Yo le entrecerré los ojos.
84
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No estás tratando de obtener información mía sobre la
vida amorosa de tu padre, ¿verdad?
Él gimió, poniendo las manos en su cara.
—No tienes que decirlo así. No quiero pensar que mi
padre tenga algún tipo de vida amorosa.
—¿Te dijo cómo se conocieron? —le pregunté
alegremente—. Había próstatas involucradas...
Dejó caer sus manos para mirarme.
—Lo sé. Y no me gusta lo feliz que te hace sonar. Eres
malo. No sé por qué no pude ver eso antes.
—No tengo idea de lo que está hablando, profesor Olsen.
Soy completamente inocente.
Resopló.
—Me cuesta mucho creer eso. Y soy Jeremy, Corey.
Y una vez más, todo estaba al revés.
—¿Qué?
Parecía presumido.
—Soy Jeremy. Nada de esa mierda de profesor Olsen. No
estamos en clase. De hecho, ya no soy tu profesor. Así que
llámame Jeremy de aquí en adelante, ¿vale?
—Jeremy —repetí, de alguna manera haciendo que
saliera sin suspirar—. Y si quieres saber algo sobre la vida
sexual de tu padre...
Disfruté la mirada de horror en su rostro demasiado.
—...probablemente deberías preguntarle. No sé nada al
respecto. Tu padre hace feliz a Charlie y creo que Robert siente
lo mismo.
85
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo hace —murmuró Jeremy—. Es repugnante. Lo oí
cantar el otro día en la ducha. Es un cantante terrible.
Eso me cogió desprevenido.
—¿Vivís juntos?
—Lo hacemos. Me siento mejor sabiendo que puedo
vigilarlo, aunque te dirá que es solo para que él pueda
vigilarme. Somos prácticamente todo lo que tenemos, así que
funciona. Nos las arreglamos para mantenernos fuera del
camino del otro en su mayor parte, y ahora que él... está viendo
a Charlie, sé que está en buenas manos. —Hizo una mueca—.
No debería haberlo dicho así.
—Muy buenas manos. Charlie es...
Me señaló.
—Ni una palabra más. —Le imité apretando mis labios—
. Eso está mejor. Así que me llamarás Jeremy, y yo seguiré
llamándote... —Pareció nervioso por un momento. Luego dijo—
: Sé que eres adulto y tú... ya sabes.
—¿A veces me identifico como mujer?
Él hizo una mueca.
—Probablemente no voy a hacer esto de la mejor
manera. Me disculpo si algo suena... raro. Corrígeme si alguna
vez me sale algo mal, ¿vale? Quiero hacer lo correcto por ti y
por todos los demás aquí. Así que, si es Corey con una C, está
bien. Y Kori con una K, eso también está bien. No necesitas
sentir que no puedes ser quienquiera que necesites. No me
importa de ninguna manera. O a alguien aquí. Todo lo que pido
es que nos ayudes a hacer de Phoenix House un lugar aún
mejor para nuestra comunidad.
Estaba tartamudeando, pero era dulcemente
entrañable. Había escuchado maneras mucho más crueles de
86
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
hacerlo. Oh, claro, vivíamos en el 2016, y los queers podían
casarse como todos los demás (¡y, en algunos estados,
despedidos solo por existir!), Pero todavía había muchas,
muchas mochilas en el mundo.
—Gracias. Es bueno saberlo.
Parecía aliviado, no como si estuviera contento de que la
conversación estuviera cerrada, sino más bien de que yo
hubiera entendido. O al menos esperaba que así fuera. No creí
que fuera el momento adecuado para discutir el hecho de que
tenía muchas de sus expresiones faciales memorizadas de los
dos semestres que tenía con él, sentado en la tercera fila desde
el frente, obligándome a tomar notas en lugar de mirar cada
movimiento que hacía. Parecía mejor así para los dos.
—Genial. Ahora, voy a necesitar poner un poco más de
autoridad por un momento, si eso está bien.
Oh Dios, sí, mi cerebro gimió. Dinos qué hacer. Haznos
tu perra.
Cantar himnos de la iglesia en mi cabeza mientras mi
cerebro estaba sintonizado con el canal porno parecía un
billete de ida al infierno. No había nada que pudiera hacer al
respecto ahora.
—Eso suena... ominoso.
Sacudió la cabeza.
—Nah. Solo quiero aclarar algunas cosas del tirón. No
esperaba que fueras... bueno, tú. Es algo bueno —agregó
rápidamente—. Pero necesito reagruparme por un momento.
Hacer algunas cosas de jefe —hizo una mueca— ¿Estás bien si
yo soy tu jefe? Bueno, ¿el jefe de tu jefe?
—No tengo ningún problema con eso en absoluto —le
dije, ya seguro de que este verano iba a ver más esperma
derramarse en una toalla que nunca. Tendría que ir a Bed Bath
87
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
& Beyond para comprar más. Me pregunté si Nana tendría un
cupón.
Se inclinó hacia adelante otra vez, la vena hizo otra
aparición mientras cogía un bolígrafo del escritorio. Abrió una
carpeta y la miró antes de volver a mirarme.
—¿Por qué estás aquí?
Yo parpadeé.
—Umm. ¿Porque Marina me dijo que querías hablar
conmigo?
Jeremy resopló.
—Es bueno saberlo. Pero quiero decir ¿por qué elegiste
Phoenix House? Vas a hacer el máster de trabajo social,
¿verdad?
Asentí.
—Ese es el plan.
—Eso es mucho trabajo. Y si entras en servicios sociales,
es un trabajo difícil. Mucha gente se va. Puede absorber mucho
a las personas. En la mayoría de los trabajos, termina el día y
te vas a casa, no tienes que preocuparte por eso hasta que
regreses al día siguiente. Trabajando en Asuntos Sociales, me
imagino que te sigue sin importar a dónde vayas.
Yo fruncí el ceño.
—Puedo manejarlo.
Sus ojos se ensancharon.
—Oh, no, eso no es lo que quise decir. No estaba
sugiriendo que no pudieras. Solo tengo curiosidad por saber...
no sé. El por qué de eso, supongo. —Sonrió tristemente—. Y
puedes decirme que me vaya a la mierda, en serio. Si te estoy
88
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
empujando hacia algo de lo que no quieres hablar, házmelo
saber.
Casi. Y apestaba, porque había días, demonios, incluso
tramos de semanas y meses, en los que no pensaba en eso.
Pero de vez en cuando me golpeaba de la nada. Tomé una
respiración profunda.
—No, está bien. Quiero decir, voy a tener que
acostumbrarme a hablar de eso, creo. Marina lo sabe porque
lo hablamos durante las entrevistas. Y si voy a trabajar para el
condado de Pima o donde sea después de graduarme, ellos me
preguntarán lo mismo. También va a ser parte de mi práctica.
Mi asesor académico dijo que personalizara mi tesis. Que le
daba más credibilidad.
Su frente se frunció.
—¿Cómo es eso?
Me encogí de hombros torpemente.
—Yo... uh. Estaba en el sistema.
Él suspiró.
—Mierda. Yo no lo sabía eso. Lo siento.
—¿Por qué? No fue culpa tuya.
—Lo sé —dijo—. Eso no es... quiero decir, tuvo que haber
sido duro.
Me froté la parte posterior de mi cuello.
—Sobreviví.
—Lo hiciste —él estuvo de acuerdo—. Y estoy bastante
seguro de que todos estamos mejor por ello.
Maldito sea. Dulce hijo de puta.
89
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Estuve en una casa de acogida durante mucho tiempo.
No conocí a mis padres. Eran... no lo sé. Me dijeron un poco
quiénes eran y qué... algunas de las cosas que hicieron, pero
no es como si pensara mucho en ellos.
—¿No?
Yo le entrecerré los ojos.
—Esto no es una sesión de terapia.
—De ningún modo.
Me relajé un poco.
—Bueno. Solo para que quede claro. Pero sé lo que es
crecer en un hogar de acogida. Mis últimos cuidadores no eran
malas personas, pero no creo que supieran cómo manejarme.
—¿Y tuviste trabajadores sociales?
Me reí, aunque no tenía mucho humor.
—Seis —él silbó humildemente.
Asentí.
—Una parte de ellos porque tenían mucho trabajo, otra
parte porque no sabían exactamente qué hacer conmigo y me
pasaban a otra persona. No todos los días te encuentras con
un chico de nueve años confundido con su género.
Me observaba atentamente, la pluma aparentemente
olvidada en su mano.
—Eso debe haber sido duro.
—Podría haber sido peor. Creo que era más de lo que
podían manejar. No entendieron la disforia de género, aunque
creo que lo intentaron. Ella lo hizo, de todos modos.
—¿Tu madre adoptiva?
90
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Hice una mueca ante eso.
—Realmente no llegamos a todo el asunto de mamá y
papá. Pero entiendo tu punto. Demonios, ni siquiera lo
entendí, y cuando te haces un poco más viejo, tus hormonas
normalmente están fuera de control, y todo es confuso. No
pude encontrar las palabras adecuadas para explicarles por
qué me sentía como lo hacía. No pude hacerles entender por
qué algunos días me despertaba y quería ponerme un vestido
o ponerme maquillaje. Y no ayudaba que uno de los
trabajadores sociales usara el término travesti como
explicación. —Intenté sonreír. Pensé que casi lo hice—. Eso era
casi mejor que decir que había algo mal conmigo mentalmente.
Escuché eso más de un par de veces. Imagínate ser un niño
con problemas de identidad y que te digan que es debido a una
enfermedad mental.
Jeremy parecía desconcertado.
—Cristo.
Me moví en mi asiento, tratando de encontrar el orden
correcto a mis palabras.
—Luché contra eso. Probablemente no era el niño más...
educado. La cagué mucho. Y mirando hacia atrás, creo que era
lo único que sabía hacer para sacarme todo de la cabeza.
—¿Cómo te las arreglaste? —preguntó—. Quiero decir,
tenía que haber algo, ¿verdad? Eres más consciente de ti
mismo que la mayoría de las personas que conozco.
Fue un momento terrible saber que aparentemente me
gustaban los cumplidos suaves que me daba un hombre detrás
de un escritorio.
—Tuve suerte. Yo estaba en una tienda de segunda
mano. Se suponía que debía estar en la escuela, pero decidí
saltarme ese día. Apenas tenía diecisiete años y llevaba este
91
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
vestido terrible que no me quedaba. Ni siquiera recuerdo dónde
lo conseguí, pero me había despertado esa mañana con ganas
de comprar algo nuevo, algo que pudiera usar para ir a la
escuela. —No había hecho eso antes, y finalmente me había
decidido a intentarlo y ver qué pasaba.
—Eso es valiente —dijo en voz baja.
Negué con la cabeza.
—No estaba pensando en términos de valentía. Se
trataba de hacer algo bien. Acerca de sentirme cómodo en mi
propia piel. Sabía que probablemente iba a conseguir mucha
mierda, pero si la conseguía mientras me vestía como quería,
pensé que podría soportarlo. Así que abandoné la escuela y fui
a esta tienda de segunda mano, porque, aunque tenía grandes
ideas, solo tenía siete dólares.
Él se rió, sacudiendo la cabeza.
—La tienda de segunda mano fue, entonces.
—Sí. Y estaba mirando en los estantes de ropa,
realmente enfadado porque no podía encontrar lo que estaba
buscando. Recuerdo querer una falda. Eso es todo lo que
quería. Solo una falda. No podría decirte por qué, pero tenía
que ser una falda. Y tenía que verse... bonita. No quería algo
llamativo ni revelador ni nada. Yo solo… lo necesitaba. Es
difícil de explicar.
—Estás haciendo un buen trabajo hasta ahora —me
aseguró. Dejó el bolígrafo y se inclinó hacia delante, con los
codos de nuevo sobre el escritorio.
Aparté mi mirada de sus brazos.
—Estaba a punto de retirarme o, por lo menos,
renunciar, cuando este tipo delgado apareció justo a mi lado,
mirando en el mismo estante. Al principio pensé que trabajaba
allí y que me iba a decir que me fuera porque no debería estar
92
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
mirando ropa de mujer ¿y quién demonios creía que era?
murmuré para sí mismo, pero pude verlo mirándome por el
rabillo del ojo, y justo antes que corriera en la dirección
opuesta, sacó esa cosa terrible que tenía lentejuelas y plumas
y la sostuvo hasta su cintura. y me preguntó si creía que se
vería bien cuando las luces estroboscópicas estuvieran
destellando.
»Y luego pensé que se estaba burlando de mí, y estaba a
punto de darle un puñetazo en la garganta porque ese hijo de
puta no sabía con quién se estaba metiendo, cuando extendió
la mano y se presentó. Nunca olvidaré lo que dijo, el gilipollas.
“No te conozco, muñeca, pero probablemente hayas oído
hablar de mí. Aunque lo que ves antes puede parecer poco, me
transformo en alguien espectacular cuando subo al escenario.
Helena Handbasket, a su servicio”.
La mandíbula de Jeremy cayó.
—¿Helena Hand.. espera, Sandy? ¿A quién conocí en la
boda? ¿Esa era Sandy?
Asentí, sonriendo en voz baja ante la sorpresa en su voz.
—Oh sí. Sanford Stewart, también conocida como
Helena Handbasket, la drag queen más feroz que jamás haya
existido. Pero no sabía quién demonios era Helena Handbasket
o de qué estaba hablando este tipo. Se lo dije, y Sandy no
estaba impresionado por eso. Ese gilipollas se ofendió porque
nunca había oído hablar de él antes. Y luego me dijo quién era
exactamente Helena Handbasket, y recuerdo que estaba muy
asombrado. Él no era como yo, pero era casi como si pudiera
entender mejor que todos los demás. De alguna manera logré
decirle lo que estaba buscando, y él me ayudó a elegir la falda
adecuada. Me dijo que, como tenía caderas, necesitaba un
corte que mejorara mis líneas. Y eso lo llevó a comprarme la
ropa y luego a almorzar, y antes de despedirnos, tenía mi
93
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
número de teléfono y me dijo que me llamaría al día siguiente
para ver cómo me había ido.
—¿Y cómo te fue? —preguntó Jeremy.
Yo resoplé.
—Llevé una falda a una escuela secundaria pública en
Arizona hace seis años. ¿Cómo crees que fue? —Antes de que
él pudiera hablar, levanté la mano y dije—: Nada que no
pudiera manejar. ¿Crees que las palabras pueden lastimarme?
Los he escuchado a todos. Llamarme loca no dice nada sobre
mí, pero dice todo lo que necesitas saber sobre la persona que
la lanza como una granada. Nunca se hizo físico. Pero puedo
cuidarme cuando lo necesito.
—Y Sandy llamó, ¿no es así?
Rodé los ojos.
—Por supuesto que lo hizo. Sé que no conoces a Sandy
muy bien, pero cuando él pone sus garras dentro de ti, es
imposible liberarse, incluso si lo deseas. Solo pregúntale a
Darren. —Mis ojos se agrandaron. Pero nunca puedes decirle
a Sandy que dije eso—. Me gusta estar vivo.
Jeremy se rió entre dientes.
—Tu secreto está a salvo conmigo.
Pensé que podía creerlo, pero todavía tenía planes de
asegurarme que él y Sandy nunca estuvieran solos en la
misma habitación.
—Llamó e hizo amenazas contra los idiotas que me
dieron mierda, y luego me exigió que fuera a su apartamento
el fin de semana siguiente. Él y su mejor amigo iban a ver la
maratón de Battlestar Galáctica...
—¿El original o la reposición? Es mejor la reposición.
94
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—La reposición —dije lentamente mirándole de reojo—.
¿Eres un nerd del espacio?
Se sonrojó mientras se aclaraba la garganta.
—No tengo idea de lo que estás hablando.
—Claroooooo. Volveremos a eso, no creas que no lo
haremos. Pero fui, y pensé que era genial, salir con personas
mayores queer. Íbamos a emborracharnos, y ellos iban a llenar
mi cabeza con historias, y sería increíble. Pero cuando llegué
allí, Sandy me entregó un Capri Sun8 que había comprado
especialmente para mí, y me dijo que no estaba seguro de qué
bebían los niños estos días. Cuando exigí algo más fuerte, se
rió en mi cara y me dijo que era preciosa. Luego me presentó a
Paul, y todos bebimos Capri Suns y miramos Battlestar
Galáctica.
—Eso suena maravilloso —dijo Jeremy. Y qué carajo.
Parecía que lo decía en serio.
—Lo fue —dije honestamente—. Yo no… había otros
chicos en la escuela secundaria a la que asistí, pero
simplemente no pude encontrar una manera de encajar con
ellos. Creo que me esforcé demasiado. No ayudó que llevara
este chip en mi hombro. Pero con Sandy y Paul, yo podía... ser
yo. Y luego me presentaron a sus familias, a Charlie, y luego
vinieron Vince y Darren, y es... mira. Me preguntaste por qué
quiero hacer esto. Es porque quiero que estos niños sepan que
no están solos. Que hay otros como ellos. Si bien no puedo
resolver todos los problemas que tienen o ni siquiera sé
exactamente por lo que están pasando, estoy aquí, incluso solo
para escucharlos despotricar y sonreír. —Me miré las manos—
. Fui uno de los afortunados, ¿sabes? Hay muchos niños que
no pueden tener lo que yo tengo. Si ves las estadísticas de los
jóvenes sin hogar, y aunque eso es desgarrador en sí mismo,
el hecho de que un gran porcentaje de ellos sea queer... lo
8
Marca de zumos.
95
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
complica. No estoy buscando cambiar el mundo. No creo que
pudiera hacer eso yo solo. Pero si pudiera ayudar al menos a
una persona, entonces sé que estoy haciendo lo correcto. —Lo
miré, sintiendo que mi cara se ponía roja—. Uh. Eso es.
Lamento haber hablado tanto.
Sacudió la cabeza lentamente.
—Eso... no tienes que disculparte. En absoluto. Gracias
por compartir eso conmigo. Y aunque no puedo decir que
entiendo por lo que pasaste, puedo apreciar a la persona en la
que te has convertido. Eres bastante notable, ¿lo sabes?
Oh Dios. Ese cumplido no era tan suave. Y yo tampoco.
—Gracias. Eso es... gracias.
Volvió a mirar la carpeta del escritorio. Asumí que era
mi archivo. Hojeó un par de páginas antes de cerrarla y
mirarme de nuevo.
—Te necesito —dijo con seriedad.
¡QUÍTATE LOS PANTALONES! mi cerebro bramó.
PRESENTE PARA LA INSPECCIÓN.
—¿Disculpa? —chillé.
—Te necesito —dijo de nuevo, sin darse cuenta de que
esas palabras perseguirían mis fantasías masturbatorias
durante al menos las próximas seis semanas—. Sé que
probablemente pensaste que ibas a ser la oficina de Gofer, y si
bien eso podría ser parte de eso, creo que sería mejor si tú y yo
trabajamos juntos. Eres más joven que yo, y aunque quiero ser
lo más práctico posible, creo que te ayudará a estar a mi lado.
Los niños de aquí probablemente me verán como el viejo.
Todavía estaba atrapado en necesidad y en ti y sus
manos.
96
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No eres tan viejo.
Él resopló.
—Caramba. Gracias. Eso fue tan sincero. Me siento
mejor ahora.
—Eso no es lo que yo... —No preguntes, no preguntes, no
preguntes—. ¿Cuántos años tienes?
—Treinta y seis —levantó una mano—. Y sí, soy
consciente de lo mayor que soy comparado con la mayoría de
las personas de aquí.
Sólo una diferencia de trece años, mi tramposo cerebro
me ayudó. Quiero decir, seguro, él probablemente tiene
recuerdos claros y completos de ser un adolescente el año en
que naciste, ¡pero aun así! Llámalo papi y ve qué pasa. Hazlo.
Di: “Está bien, papi”.
Dije rápidamente:
—Eso está bien. ¡Maldiciiiiiión. ¡Sí, eso está bien,
maldita seaaaa! —Golpeé mi mano sobre la mesa—. ¡La edad
es solo un número! —No, no, no digas eso. ¡Aborta! ¡Aborta!—
Quiero decir, es... distinguido. Eres distinguido.
Él gimió y puso su cara en sus manos.
—Oh Dios.
—No —le dije rápidamente—. ¡Eso es bueno! Es como,
ya sabes. Increíble. O lo que sea.
Me miró entre sus dedos.
—Puedo manejar a los universitarios —murmuró contra
sus palmas—. Porque cuando llegan a mí, por lo general ya
están en el programa de posgrado. Pero si soy honesto, los
adolescentes me aterran. Cuando llegué esta mañana, uno de
97
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
ellos me preguntó si tenía Snapchat. Ni siquiera sé qué es eso.
¿Sabías que pueden oler el miedo?
Tosí ásperamente, tratando de encubrir una risa.
—Puedo ver por qué me necesitas.
Él dejó caer sus manos, pareciendo aliviado.
—Gracias a Dios. ¿Así que te quedarás?
Incliné mi cabeza hacia él.
—¿Qué? ¿Por qué no lo haría?
Señaló entre los dos.
—No será... ¿raro para ti? Tenerme aquí. Sé que
probablemente no soy lo que esperabas, ya que solía ser tu
profesor y todo eso.
Si por extraño quiso decir mal para mi libido, entonces
sí. Iba a ser muy raro. Posiblemente la cosa más rara que haya
sucedido. Pero como era genial, calmado y sereno, solté:
—Nah. Creo que podemos hacerlo funcionar. Además,
eras mi favorito. —Me las arreglé para callarme antes de decirle
que había ido anónimamente a RateMyProfessors.com y escribí
ochocientas palabras sobre lo maravilloso que era. Apenas.
Él frunció el ceño.
—Oh. Eso es bueno. Yo solo... recuerdo haberte pedido
que fueras mi AP9, pero...
Mierda. Mierda, mierda, mierda.
—Uh, sí —dije débilmente—. Yo solo... ¿no... tenía...
tiempo? —Eso era mentira. Yo no quería tener que pasar día
tras día cuidando de un enamoramiento con alguien
9
En el original TA: Teacher Asistent. Asistente de profesor.
98
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
inalcanzable, aunque los caballos salvajes no podían haberme
sacado eso.
—Así que nada que ver conmigo, entonces. —Parecía
dudoso.
—No —dije, la mentira saliendo fácil—. Nada. Estuviste
genial, y estoy feliz de que estés aquí también.
Él asintió, pareciendo aliviado.
—Bueno. Odiaría pensar, ¿sabes qué? No importa. —Él
me sonrió. Quería escalarlo como un árbol. Necesitaba salir de
aquí.
Me puse de pie bruscamente y mi silla raspó el suelo.
—¿Eso es todo?
Su sonrisa se desvaneció un poco.
—Sí, seguro. Oye, gracias por gastar algo de tiempo
conmigo. Hablé en serio cuando dije que me alegraba que
estuvieras aquí. Creo que va a hacerme las cosas mucho más
fáciles. Espero que no te importe si tengo que apoyarme en ti
de vez en cuando.
Apenas me las arreglé para evitar huir con los brazos
agitándose por encima de mi cabeza.
—Eso no será un problema —me ahogué—. Apóyate. De
hecho, insisto en ello. Quiero decir, ya sabes. De manera
estrictamente profesional.
—Correcto —dijo lentamente— ¿Qué otra manera
habría?
—¡Cierto! —exclamé—. Me alegra que estemos en la
misma onda. Tengo que irme ahora. Creo que Marina me está
llamando.
99
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Me di la vuelta y hui de la oficina.
Al menos lo intenté. El problema de estar nervioso en un
lugar nuevo es que se tiende a olvidar cómo funcionan las
puertas. En lugar de tirar del pomo de la puerta para abrirla,
empujé. Las puertas, en su mayor parte, tienden a girar en una
dirección. La dirección que elegí era la incorrecta. Así que ahí
estaba yo, tratando de hacer una salida relativamente suave,
solo para chocar con todo el cuerpo contra la puerta, haciendo
que se sacudiera en su marco.
—Hija de puta —gruñí—. ¡Mierda, perra!
Jeremy hizo un sonido herido, y me volví a tiempo para
verlo encubrir una carcajada al toser.
—¿Estás bien?
—¡Bien! —casi grité—. ¡Bien, buenas puertas hombre!
¿Verdad? No puedes vivir con ellas, no puedes vivir sin ellas y
eso no tiene sentido. Sólo voy a...
Logré volver al pasillo y cerrar la puerta detrás de mí sin
más lesiones.
Me dejé caer, cerrando los ojos.
—Joder —susurré.
¿Qué demonios iba a hacer ahora?
100
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 4:
Código Plátano Naranja
Encontré un armario casi vacío en el pasillo de la oficina
de Jeremy. Había una vieja fregona y un cubo dentro, así como
lo que parecían cinco millones de rollos de papel higiénico. El
armario olía a pies, pero serviría para lo que lo necesitaba. Miré
a ambos lados del pasillo antes de entrar y cerrar la puerta
detrás de mí.
Saqué mi teléfono y resalté un número de teléfono a una
compañía de seguros. Tomó algunas indicaciones a través del
árbol telefónico antes de que coloque la extensión que
necesitaba.
La línea se conectó.
—Soy es Sandy ¿cómo puedo ayudarte?
—¡Código Plátano Naranja! —susurré ásperamente. Era
el código que habíamos preparado para una emergencia que
no amenazaba la vida y aunque era bastante terrible, no
significaba que alguien se estuviera muriendo o en llamas. No
habíamos tenido la oportunidad de usarlo antes porque era
extrañamente específico. Sabría exactamente de qué estaba
hablando.
Silencio. Entonces:
—¿Qué?
101
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Código Plátano Naranja!
—Señor, ¿está teniendo un derrame cerebral? Esta es
una compañía de seguros. Para coches. Tiene que colgar y
marcar el 911. ¿Tienes el rostro caído? Oh Dios mío, por favor,
no se muera mientras habla al teléfono conmigo. Me
traumatizaré si lo hace.
—¿Quién demonios eres? Soy yo. Código Plátano
Naranja. Código Plátano Naranja.
Le oí silenciar el teléfono y hablar con alguien más.
—No lo sé. Es un hombre que me grita algo sobre unos
plátanos. Jesús, ¿cómo es todavía el lunes por la mañana?
Juro que parece que ya llevamos seis años aquí. Aún no son
las diez. Paul. ¡Paul! ¿Estas escuchando? ¡Préstame atención!
Estoy a punto de salvar la vida de alguien. Busca síntomas de
embolia en Google y cómo salvar a alguien. Yo no puedo porque
me tiemblan las manos. No, no porque tenga miedo. Me he
tomado seis tazas de café. Las necesitaba ¿Qué? Sé que eso es
demasiado, pero Darren estuvo ofreciéndose anoche como no
lo creerías. Ya sabes, para alguien que es tan... él, realmente
no le importa coger el... ¿qué? ¿De qué estás hablando? Oh.
Bien. Síntomas de apoplejía. Bueno. ¿Cuál es el primero? —
Los odiaba tanto a los dos.
Volvió a la línea.
—Está bien, señor, ¿sigue vivo? ¿Tienes debilidad en sus
brazos y piernas? ¿Su visión está borrosa? Ya está teniendo
problemas para hablar, pero...
—¡Código Plátano Naranja! —grité al teléfono.
Resopló.
—No hay necesidad de gritar, señor. Estoy tratando de
ser increíble y luego le visitaré en el hospital y nos
prometeremos que nos mantendremos en contacto, pero lo
102
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
más probable es que nos separemos, aunque haya algún tipo
de deuda de por vida. No me debe nada. Es lo menos que
podía… ¡oh, Dios mío! ¡Plátano naranja!
Al fin.
—Sí. Sí.
—¿Verdad? —gimió en el teléfono—. Ni siquiera puedo
recordar la última vez que tomé un Orange Julius. Hacen los
mejores batidos. ¿Todavía existe esa tienda? Estaban en
centros comerciales, ¿verdad? ¿Todavía hay centros
comerciales? No puedo recordar la última vez que estuve en un
centro comercial. Paul. Paul. ¿Cuándo fue la última vez que
fuimos a un centro comercial? Fue... oh, eso es correcto.
Cristo. Eso habría sido en nuestros días candentes a principio
de los veinte años, cuando pensábamos que éramos el tipo de
persona que acudía a las fiestas. ¿Recuerdas esos jeans JNCO
que solíamos llevar? ¿Y esas pulseras de cuentas? ¿Qué
demonios estábamos pensando? ¿Cómo no fuimos asesinados
y dejados en mitad del desierto por bailar con un DJ lleno de
granos que probablemente tenía catorce años? Quiero decir,
eso es lo más estúpido: Código Plátano Naranja. ¿A qué me
suena eso? Espera. ¿Eres Corey?
Iba a ahogar a ese hijo de puta tan pronto como llegara
a casa.
—Sí —le susurré a través del teléfono.
—¿Por qué no lo dijiste? —exigió Sandy—. ¿Por qué me
dejaste pensar que te estabas muriendo de un derrame
cerebral? ¿Sabes lo mal que me sentía? ¡Ni siquiera llevo la
corbata adecuada para ser entrevistado en la televisión
después de salvar tu vida!
—Quemaré todo lo que estimas —le gruñí.
—Espera por favor.
103
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Música alegre comenzó a tocar. Juro por Dios que era
una versión Muzak10 fácil de escuchar del “S&M” de Rihanna.
Era agradable.
Solo duró un momento antes que volviera a coger la
línea, justo en el momento en que estaba murmurando lo de
los látigos y cadenas que me emocionaban.
—¿Todavía estás ahí?
—Sí. Y necesitamos un nuevo código, ¡porque
aparentemente no sabes qué coño estás haciendo con el viejo!
—He tenido un día muy difícil —dijo—. Espera. Estoy en
una oficina vacía y tengo que averiguar cómo ponerte en el
altavoz. Si te cuelgo, siéntete libre de continuar con el silencio.
Nos ahorrará a todos una buena cantidad de tiempo.
El teléfono hizo clic en mi oído antes de adquirir una
calidad estática.
—Ya —dijo Sandy, sonando más fuerte—. ¿Puedes
escucharme?
—¡Sí!
—¡Hola, Corey!
Solté un suspiro de alivio.
—Hola, Vince.
—¿Qué demonios está pasando? —preguntó Paul—.
Sandy me hizo buscar los síntomas de los infartos cerebrales
y luego hablamos sobre nuestros días candentes, y ahora
quiero un batido. ¿Sabes lo que me hacen los batidos? Nada.
Son inútiles.
10
Muzak es una marca de música de fondo que se reproduce en tiendas minoristas y
otros establecimientos públicos.
104
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Por favor —dije con los dientes apretados—. Continúa
haciendo esto contigo, aunque soy yo quien llamó por un
Código Plátano Naranja.
Vince se rió.
—Tengo un batido ahora. Eso es gracioso.
No podía estar enojado con él. Eso era como estar
enojado con el sol por brillar o con el alcohol por existir. Hacía
todo mejor.
—¿Qué está mal? —preguntó Sandy, y por primera vez,
en realidad sonaba preocupado—. ¿Todo va bien? Ni siquiera
has estado allí dos horas. ¿Han sido los niños malos contigo?
Lo juro por Dios, si alguna pequeña mierda estaba tratando de
comenzar algo, voy a ir hacia allí y cometer un maldito delito.
—No —gemí en el teléfono—. No son los niños. Es peor.
—¿Peor que los adolescentes? —preguntó Paul—. Eso es
imposible. No hay nada peor que los adolescentes. Tienen
memes y un sentido de realización desatendido. Había una
chica en la tienda de comestibles hablando por su teléfono, y
sonaba como si estuviera hablando en otras lenguas. Wig11
esto y froyo12 aquello.
—Es mi jefe —le dije, interrumpiéndolo antes de que él
realmente se fuera. Amaba a Paul, pero si él se iba, Sandy
también lo haría y entonces ninguno de los dos se callaría.
Hubo un latido de silencio. Entonces:
—¿Qué pasa con él? —preguntó Vince—. ¿Qué quieres
decir? No me gustan los jefes malos. Yo no soy un mal jefe.
Paul resopló.
11
Peluca, aunque se usa comúnmente en redes sociales para algo increíble.
12
Abreviatura de yogurt Congelado (frozen yogurt) y se utiliza vulgarmente para referirse al semen.
105
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Eso se debe a que todas las personas que trabajan por
debajo de ti desearían estar realmente debajo de ti.
—Oh —dijo Vince—. Eso explica mucho. Una de las
chicas me preguntó la semana pasada si podía mostrarle
cuántas flexiones podía hacer. Pensé que era extraño porque
estamos en el trabajo, pero mucha gente comenzó a mirar y
fue divertido.
—Dios mío —dijo Sandy, sonando disgustado—.
Definitivamente necesitamos tener otro seminario de acoso
sexual. ¿Y por qué diablos no nos informaron para poder ver?
—Es mi marido —dijo Paul bruscamente.
—Sé que es tu marido. Yo estuve ahí. Eso no significa
que no quiera verlo hacer flexiones mientras lleva traje y
corbata. Quiero decir, Jesús, Paul. Soy humano. Míralo. Sus
labios están tan... hinchados.
—¡Vince! ¡Cubre tus pezones!
Y aunque no estaba allí, sabía que Vince estaba
haciendo exactamente eso.
—Lo de mi jefe no quiere decir… —dije, tratando de
volver a encarrilarnos—. Es maravilloso.
—Oh —dijo Sandy—. Entonces, ¿cuál es el problema?
Podría ser peor que eso, ya sabes.
—Es Jeremy Olsen. —Silencio ensordecedor.
Luego:
—¿Corey? —preguntó Paul—. ¿Puedes repetir eso otra
vez? Ya que la línea se corta y solo queremos asegurarnos de
que lo hemos escuchado bien.
—El director —le susurré con ferocidad—. De Phoenix
House es Jeremy Olsen.
106
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Silencio atronador. Sandy dijo:
—Espera, por favor.
Más Muzak comenzó a sonar. Era una versión del “Hello”
de Adele, que parecía haber sido arreglada por una orquesta
de quinto grado donde todos los niños tocaban la grabadora.
Quería apuñalarme en los oídos para que parara.
Afortunadamente, no duró mucho antes de que
regresaran.
—Hola, muñeca —dijo Sandy con voz entrecortada, la
que sabía que significaba que todos en el otro extremo de la
línea ahora estaban completamente llenos de mierda y que
debería colgar antes de que las cosas empeoraran. Oh, cómo
habían girado las tornas. La vida era mucho más fácil cuando
no era el foco—. ¿Cómo estás?
—No —les advertí—. Ni siquiera pienses en...
—¿Puedes, Ellis? —espetó Paul, interpretando su papel
con entusiasmo—. No tenemos tiempo para tu mierda.
—Ahora, Paul —dijo Sandy—. No es justo. Debemos
simpatizar con nuestro querido amigo y ayudarlo en su
momento de necesidad.
—Espera un minuto —le dije lentamente—. ¿Estáis
haciendo de Poli Bueno, Poli Malo y Poli Corrupto? Pero... eso
no tiene sentido porque no estoy jugando a eso. Y si Sandy es
el Poli Bueno y Paul es el Poli Malo, eso significa que Vince es...
—El Poli Corrupto —estuvo de acuerdo Vince—.
Realmente no sé lo que estamos haciendo, pero Paul dijo que
cualquiera que me vea se corrompe automáticamente, por lo
que es genial. No sé si realmente podría ser corrupto, porque
eso suena grosero.
107
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Le metió mano a un sacerdote —dijo Paul—. En la
misa de Navidad. Nana nos obligó a ir porque ella dijo que
había encontrado a Jesús, pero te juro por Dios que ella estaba
robando algo.
—Está bien —le dije—. No creas que no volveremos a eso
más tarde, porque ¿qué diablos? ¡Pero ahora no es el momento
para tus juegos ridículos!
—No es divertido cuando estás en el otro lado, ¿verdad?
—preguntó Sandy—. Oh, me siento simplemente terrible. Lo
siento, Corey. Esto fue realmente insensible de nuestra parte.
Eso me llegó.
—Gracias. Eso es muy amable de tu parte...
—Excepto que es una mierda —bramó Paul—. ¡Porque
aun así vamos a hacerlo!
—Guau —dijo Vince—. Realmente estoy empezando a
meterme en esto. Paul, grita un poco más. Grita justo en mi
cara.
—Oh no —dijo Sandy, sonando disgustado—. Lo están
haciendo de nuevo. Están de luna de miel.
Ah, sí. El desafortunado efecto secundario de que
nuestros mejores amigos se casen. Desde que dijeron que sí,
era como si hubieran sido infectados por un virus de mierda,
ya que todo parecía encender al otro. ¿Vince trabajando solo
con sus diminutos shorts que dejaban muy poco a la
imaginación? Comprobado. ¿Paul comiendo duraznos
enlatados directamente de la lata? Comprobado. ¿Vince sin
camisa y usando un cinturón de herramientas mientras
arregla las canaletas en su casa? Comprobado. ¿Paul gritando
tras la mierda de Ruedas en la nueva alfombra que había sido
un regalo de boda? Comprobado. Los había oído follar más
veces de lo que pensaba en los últimos meses, y ni siquiera
108
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
vivía con ellos. Y aunque la vista no siempre era... terrible, el
hecho de que a Vince le gustara anunciar que había aprendido
cómo ser un activo dominante realmente no contribuía en gran
medida a la situación. Sobre todo, porque me había dicho eso
mientras estaba acostado encima de mí, como solía hacer. Él
no entendía el concepto de espacio personal.
—¡Sal de la zona de salpicaduras! —le grité a Sandy.
—Estamos bien —dijo Paul con rudeza, y si nunca
tuviera que escuchar cómo sonaba su voz sexual otra vez, sería
grandioso—. Podemos contenernos.
—¿Estás seguro? —preguntó Vince—. Porque creo que
tenemos que ir a contar los rotuladores de nuevo.
—Realmente desearía no saber lo que eso significaba —
murmuré—. ¿Podemos por favor concentrarnos en mí?
—Lo siento —dijo Paul—. Tienes razón. Debo resistirme
a la llamada de los muslos de Vince envueltos alrededor de mi
cuello.
—Soy flexible —dijo Vince—. ¿Sabías que nos dimos
cuenta de que puedo chuparme mi propia…?
—Guau —dijo Sandy—. Eso debe ser hereditario. Darren
puede hacer lo mismo…
—Voy a colgar, cabrones —les gruñí.
—¡No! —dijeron todos al mismo tiempo.
—No —dijo Sandy—. Nos alegra que nos hayas llamado.
—En serio, Corey —dijo Paul—. Estamos aquí por ti.
—Yo doy los mejores consejos —dijo Vince—. Todo el
mundo lo dice. Pero, ¿cuál parece ser el problema? No recuerdo
de qué estábamos hablando.
109
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—El profesor Olsen —les dije—. Está aquí. Y ahora él es
mi jefe. Y me dijo que no lo llamara profesor porque ya no soy
su estudiante. Me dijo que lo llamara Jeremy.
—Oh —dijo Vince—. Y a ti... ¿No te gusta su nombre o
algo así?
Gemí.
—Se esfuerza mucho —dijo Paul—. Te amo, señor
Auster.
—Yo también te amo, señor Auster. Tal vez debería
mostrarte cuánto.
—Vince, por favor, tenemos que...
Luego, a través del teléfono, llegó lo que sonaba como
una gran familia comiendo tazones de chile al mismo tiempo.
—Bueno, los perdimos —dijo Sandy—. Yo... ni siquiera
puedo comenzar a describirte lo que estoy viendo. Ahora sé
cómo se sienten los narradores de los documentales de
naturaleza durante la temporada de apareamiento. Es solo...
es solo un espectáculo para la vista. Parece que estamos solo
tú y yo, chico.
—Necesito nuevos amigos —murmuré.
—Nah. Nadie va a aguantar tu mierda como lo hacemos
nosotros.
Yo estaba indignado.
—¿Mi mierda? Escúchame, galleta cubierta de
mayonesa, destruiré...
—Tú jefe, ¿eh?
Suspiré y golpeé mi cabeza contra la puerta.
110
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí.
—Eso debe haber sido una sorpresa.
—No tienes idea.
—Bueno, ¿cuál es el problema?
Alejé el teléfono de mi oreja para mirarlo antes de volver
a colocarlo contra mi cabeza.
—Yo... ¿no escuchaste lo que dije?
—Correcto —dijo Sandy inocentemente—. Pero nos has
dicho una y otra vez que no hay nada entre vosotros. Con
vehemencia, incluso. Y como no nos mentirías sobre eso, ¿cuál
es el gran problema? Especialmente después de toda la mierda
que me diste sobre Darren… Ty y Dom… no me imagino que te
pondrías en una posición en la que se podría hacer lo mismo.
—Eso... eso es... eh… —Tenía razón. No había
absolutamente nada entre Jeremy Olsen y yo, y nunca lo
habría. Y si estaba enamorado de él (si es que podía llamarse
así), no era más que la adoración profesional de héroes. Jeremy
era brillante. Era amable, divertido y dulce, y, a veces, cuando
se reía, echaba la cabeza hacia atrás, mostrando los dientes
y...
—¿Muñeca?
—Tienes razón —le dije—. Es solo que... fue una
sorpresa, supongo. Entrar aquí y descubrir que es mi jefe.
—Por supuesto —dijo Sandy fácilmente—. Eso sería un
shock para cualquiera. Pensé que uno de los Super Gays era
el director.
—Lo era. Tuvo que renunciar para hacer cosas de Super
Gay.
111
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Bueno, entonces, ahí lo tienes. Porque incluso si me
estuvieras ocultando cosas acerca de cómo te sientes con un
caliente profesor nerd, eso sería un punto discutible ahora,
porque él está en una posición de poder sobre ti. No hay nada
que hacer.
Sí, y eso era absolutamente parte del problema, pero me
guardé ese pensamiento para mí. Parecía más seguro de esa
manera.
—Correcto.
—Y como él es tu jefe —continuó Sandy—. Y trabajaste
muy duro para conseguir el trabajo, y como esto es
técnicamente parte de tu educación, no querrás hacer nada
para arruinarlo.
—Exactamente.
—Bueno. Entonces no veo cuál es el problema.
Estaba aliviado.
—Eso tiene sentido. Gracias, Sandy.
—De nada —dijo—. Cualquier cosa por ti. Pero… Por
supuesto…
Temía escuchar lo que diría a continuación, pero no
pude evitarlo.
—¿Por supuesto…?
—Hipotéticamente, si estuvieras mintiendo y tuvieras
sentimientos por el caliente profesor nerd, disculpa, caliente
jefe nerd, entonces deberías hacer todo lo posible para
mantenerlo en secreto hasta que uno o ambos hayan cambiado
de trabajo. Y entonces, y solo entonces, podrías chuparle la
polla hasta que te llene la cara.
Grité.
112
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Me ignoró.
—Pero como ese no parece ser el caso, no tienes nada de
qué preocuparte.
—Sí —dije débilmente—. Nada de qué preocuparse.
Sonaba divertido. Le odiaba.
—Bueno. Bien. Me alegra que hayamos tenido esta
charla. Si necesitas algo, llámame. Siempre estaré aquí para
escucharte. Lo sabes, ¿no? Para cualquier cosa. Todos lo
estamos.
—Lo sé —le dije. Y lo sabía. Podrían agraviarme, y de vez
en cuando nos encontraríamos en posiciones ridículas que
tendían a desafiar la lógica, pero no podía pedir mejores
amigos. No sabía lo que había hecho para merecerlos—.
Gracias, Sandy.
—De nada —dijo—. Y prometo mantener esto entre
nosotros.
—Y con eso quieres decir que vas a decírselo a Darren,
Matty, Larry, Nana y Charlie.
—Me conoces tan bien. Ahora, si me disculpas, tengo
que ir a buscar una manguera para poder rociar a estos
ardientes bobos. ¡Paul, te vas a lastimar! Baja a Vince. ¡Malo
Paul! ¡Malo!
Creí escuchar a Paul responder de repente antes de
desconectar el teléfono.
Fue entonces cuando me di cuenta de que todavía
estaba en un armario que olía a pies con una tonelada de papel
higiénico.
—Mi vida —suspiré, mirando hacia el techo—.
Jesucristo.
113
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Ya había perdido bastante tiempo aquí. Un poco más y
Marina (o el cielo no lo permita, Jeremy) vendría a buscarme,
y no quería que pensaran que estaba vagueando en mi primer
día. Respiré para tranquilizarme mientras guardaba mi
teléfono en el bolsillo. Abrí la puerta y...
Dos adolescentes estaban de pie en el pasillo,
mirándome.
Desafortunadamente, retrocedí, olvidando que cuando
uno es sorprendido por los adolescentes, uno no puede
mostrar terror. Lo sentirían y lo usarían para atacarme o
derribarme emocionalmente con una jerga que sonaba como
hablar como mensaje de texto.
Me tomó un momento reconocerlos y recordar sus
nombres.
¿Diego y... Kai? Ellos habían sido los que estaban
sentados en el frente cuando yo llegué. De cerca, se veían tan
jodidamente jóvenes. Y a pesar de que no había pasado tanto
tiempo desde que tuve su edad, se sentía como toda una vida.
Diego era bajo, casi más que Tyson. Era delgado y tenía
el comienzo de un bigote creciendo en su labio superior.
Llevaba unos shorts de mezclilla y una camiseta sin mangas
negra suelta con una cara sonriente. Llevaba una cadena en la
billetera que se enrollaba en su bolsillo trasero, y me pregunté
si alguna vez había sido lo suficientemente cool en mi vida
como para llevar una cadena en la billetera. No creía.
De cerca, y ahora que realmente me estaban mirando
(aunque parecía ser con un leve desdén), pude ver que Kai
era... bonito... No me gustaba intentar y adivinar cómo se
definían las personas, pero si tuviera que hacerlo, creería que
Kai era No Binario. Se afeitaba la cabeza a cero y tenía
perforado el tabique con un pequeño anillo de plata. No
llevaban maquillaje, pero no me sorprendería si lo llevara a
veces. Llevaba pantalones de corte similares y una camisa que
114
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
proclamaba ABAJO EL PATRIARCADO. Así como Diego llevaba
chanclas, Kai llevaba botas negras con tachuelas plateadas a
lo largo de los cordones.
Y los dos me miraban fijamente.
—Umm, hola —dije, cerrando la puerta del armario
detrás de mí—. ¿Cómo estáis?
—Estabas gritando en el armario —dijo Diego,
arqueando su ceja perforada—. ¿Por qué estabas gritando en
el armario?
—Yo estaba practicando.
—¿Para?
—Ya sabes, esas cosas. —Eso seguro que sonaba
convincente.
No parecían que me creyeran.
—¿Qué tipo de cosas? —preguntó Kai.
Su voz era suave y áspera, más profunda de lo que
esperaba.
Pensé rápidamente.
—Cosas de adultos. Lo entenderás un día, cuando seas
mayor.
Kai hizo una mueca.
—Eso fue vago.
—Muy vago —repitió Diego.
—Lo intento —le dije—. Solo hay algunas... cosas que
necesitaba resolver. ¡Y oye! Realmente no tuve la oportunidad
de presentarme...
115
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Qué eres? —preguntó Kai. Yo parpadeé.
—¿Lo siento?
—¿Queer? —preguntaron, mirándome de arriba abajo.
Me obligué a no moverme bajo su mirada. Mi cabello
estaba recogido en un moño apretado, las puntas rizadas y
sobresaliendo. No había tratado de enderezarlo, contento con
su aspecto. Mi corbata estaba un poco torcida, y mi cuello
parecía que me estaba ahogando, pero pensé que me veía bien.
—¿Género fluido? ¿Trans?
No estaba acostumbrado a tal franqueza. No tenía
ningún problema con quién era yo, pero todavía era casi
chocante escucharlo de alguien que no conocía. No me ofendí,
pero tenía curiosidad.
—¿Importa?
Kai se encogió de hombros despreocupadamente. Pero
había un borde extraño en sus ojos que me hizo pensar que sí.
—Es bueno saberlo, ¿sabes?
Diego se encogió de hombros.
—Hubo un hombre heterosexual aquí una vez. Era
bueno.
Eso sonaba ominoso.
—Bueno, ¿eh?
—Lo intentó —dijo Kai—. No lo entendía del todo.
—Al menos lo intentó —le dije—. Eso no siempre sucede.
—Entonces, ¿qué eres?
No iban a dejar pasar esto.
116
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Es importante para ti? —El mismo encogimiento de
hombros. No lo es, decía encogiéndose de hombros. Pero lo era.
Cuando tenía trece años, uno de los otros niños
adoptivos fue a mi habitación mientras yo estaba fuera y
destrozó muchas de mis cosas simplemente porque podía. Me
puse furioso porque tenía muy pocas cosas. En aquel entonces
estaba lidiando con mi propia mierda y no había podido
entender la ira que este otro chico había cargado. Era
destructivo porque no sabía cómo ser de otra manera. Puedo
ver eso ahora. Pero no habría podido hacer nada en ese
momento.
Se fue la semana siguiente. Nunca supe lo que le pasó.
Pero cuando regresé a mi habitación, descubrí que el
niño había tirado un libro pesado contra el espejo en la parte
de atrás de la puerta. El espejo estaba roto por la mitad, y mi
reflejo estaba fracturado un poco en la nariz, pero tenía más
sentido que cualquier otra cosa que hubiera sentido antes.
Fracturado era un nombre poco apropiado. Significaba
roto. Yo no lo estaba, pero había dos mitades de mí, y me quedé
frente a ese espejo durante mucho tiempo. No tuve ninguna
revelación instantánea, ningún momento en el que mirara mi
reflejo y pensara, sí, sí, esto tiene sentido.
No lo tenía y no lo tendría en mucho tiempo.
—¿Necesitas una etiqueta? —pregunté ahora, tratando
de entrar en el espacio de cabeza correcto. Conocer a los niños
en Phoenix House era importante. Era por eso por lo que
estaba aquí. Era parte de lo que quería hacer. Pero no podía
parecer que los estaba cuestionando. Kai resopló—. Todo se
trata de etiquetas en estos días. ¿No lo sabes?
—No —dije honestamente—. No lo creo. Las etiquetas
son buenas para mucha gente, pero algunos no las necesitan
o incluso las quieren.
117
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Y así eres tú? —preguntó Diego. Tenía un mínimo
indicio de un acento que se enroscaba alrededor de cada una
de sus palabras como una caricia.
Me encogí de hombros.
—No necesariamente. Pero solo quiero asegurarme de
que esté claro. No pienso que sea genial exigir saber quiénes
son las personas.
Kai se rió, y no era el mejor de los sonidos.
—Genial, ¿eh?
Los miré fijamente.
—Sí. Guay. ¿Es eso un problema?
Pensé que iban a presionar más, pero no lo hicieron. Se
relajó, recostándose en Diego, que le pasó un brazo por los
hombros. Ah. Así que eso respondió a una pregunta que ni
siquiera sabía que tenía. Eso fue lindo. Los queer tenían
tendencia a hacer que mi corazón se derritiera un poco.
—Soy bigénero —dijo Kai—. ¿Sabes lo que es eso? —
Sonaba como un desafío.
—Lo sé —dije uniformemente. No binario, como pensé—
. Y bien por ti por averiguarlo. Eso es genial.
Los ojos de Kai se estrecharon.
—¿Lo dices de verdad?
—¿Por qué no lo haría?
—Mucha gente no lo hace. Si digo lo de No Binario la
mayoría de la gente me mira de forma rara.
Sabía cómo se sentía eso.
118
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Eso podría ser porque nunca han escuchado el
término antes.
—Gente hetero —dijo Diego, rodando los ojos—. Ellos no
saben nada.
Yo fruncí el ceño.
—Aunque entiendo lo que dices, hay muchos heteros
que al menos hacen el intento.
—Es el Mes del Orgullo —dijo Kai, que era técnicamente
cierto, aunque Arizona tenía que ser diferente y no celebraría
hasta septiembre—. No tengo que preocuparme por sus
intentos.
—Correcto —dije lentamente—. Pero si bien podemos
sentirnos orgullosos, no queremos cortar con los posibles
aliados.
—Oh Jesús —gimió Kai—. Eres uno de esos queers.
Unidad y bla, bla, bla.
—Tal vez. Pero prefiero estar unido que dividido.
—Vamos, Kai —dijo Diego, empujándolo por el pasillo—
. Vamos a ver lo que trajo Marina para el desayuno. Tengo
hambre.
Kai parecía que iba a protestar, pero luego se dejó llevar.
Me miró por encima del hombro antes de irse. Vi como Diego
soltó su brazo de alrededor de su hombro y tomó la mano de
Kai en la suya.
—Malditos lindos imbéciles queers —murmuré a nadie
en particular.
EL RESTO DE mi primer día fue un torbellino. Apenas
tuve tiempo para respirar, mucho menos pensar en todo lo que
119
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
había sucedido. Marina me encontró después de que Kai y
Diego se fueron, diciéndome que tenía un montón de personas
a las que tenía que conocer. Parecía preocupada y me preguntó
si estaba bien, pero le sonreí con fuerza y le dije que estaba
bien. Ella asintió, caminando a mi lado para golpear la puerta
de Jeremy. Volví corriendo al final del pasillo.
En el frente de Phoenix House había más gente, al
menos una docena, la mayoría de ellos chicos. Mi título oficial
en Phoenix House era orientador de pares y durante la
entrevista escuché palabras bonitas sobre facilitar las
conversaciones sobre la interseccionalidad y la importancia de
vivir de manera auténtica. Stephen, ex director de Super Gay
y aparentemente amigo de Jeremy, parecía menos interesado
en estos detalles, simplemente preguntándome sobre los
cursos que había cogido y mis planes para el futuro.
Cuando recibí la llamada con la oferta, me sentí aliviado
en vez de feliz. Intenté no poner todos mis huevos en la
canasta, pero los otros dos centros de servicios sociales en los
que me había inscrito no eran tan... tan brillantes como
Phoenix House. Había algo deprimente en las otras oficinas,
con sus luces sucias y parpadeantes y sus habitaciones
estériles. Era ofensivamente clínico, y aunque entendía que así
era como posiblemente las cosas serían (el trabajo social no era
glamoroso), prácticamente grité cuando Marina me llamó
contándome que me aceptaban.
Así que yo era un orientador de pares.
Phoenix House tenía a Jeremy (mi vida era una tragedia
cómica) como director y Marina como su gerente de programas.
Había tres administradores de casos, un psicólogo, un tipo
cualquiera que manejaba las finanzas pro bono, y... yo. Eso
era todo. Siete personas para manejar toda la comunidad de
jóvenes queer de Tucson.
120
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Los niños se giraron para mirarme. Los tres adultos que
estaban con ellos, asumí que los administradores de casos, no
dieron un paso adelante para presentarse.
Diego se inclinó y le susurró algo al oído a Kai. Ellos
resoplaron y sacudieron la cabeza.
Miré por encima del hombro para ver si Marina me
salvaba. Demonios, incluso aceptaría a Jeremy en ese
momento.
Pero como aparentemente Dios tenía una vendetta
personal contra mí, estaba completamente solo.
Tragué saliva cuando me volví hacia los muchos pares
de ojos que me miraban de arriba abajo. Los niños eran la
esperanza para el futuro y bla, bla, bla, pero también podían
ser unas perras juiciosas. Lo sé porque yo era una no hace
mucho tiempo.
Continuaron mirando fijamente.
Me aclaré la garganta y forcé una sonrisa en mi cara.
—Hola, soy Corey. Acabo de empezar hoy. Espero
conocerlos a todos. Os pido que me deis un poco de tiempo
para recordar todos vuestros nombres. Y si alguna vez
necesitáis algo o tenéis alguna pregunta, mi puerta siempre
está abierta...
—¿Cuántos años tienes? —preguntó una chica cerca del
frente. Era una mujer delgada con tatuajes de colores
brillantes en sus brazos.
Yo parpadeé.
—Umm, veintitrés.
—No lo parece —dijo ella, sonando dudosa—. Parece que
tienes catorce.
121
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Rodé mis ojos hacia ella.
—Cariño, tengo el régimen perfecto para el cuidado de la
piel que me enseñó una drag queen. Y también mi genética. No
te sientas mal porque no todos podáis lucir tan bien todo el
tiempo.
—Guau —suspiró ella—. Duro.
Un par de adultos parecían estar encubriendo la risa
cuando hice una mueca. Tenía que recordar que no estaba en
casa. Tenía que ser autoritario y parecer que sabía de lo que
estaba hablando, a pesar de que realmente no lo sabía.
—Mierda. Lo siento. Eso no es…
—¿Conoces a drag queens? —preguntó un chico más
grande con los ojos muy abiertos. Me recordaba a Paul—.
Quiero intentar serlo un día, pero no sé si seré bueno.
—Demasiadas —admití—. Mi compañera de piso es
Helena Handbasket, que trabaja en...
El chico jadeó dramáticamente.
—¿Conoces a Helena Handbasket?
Lo miré de reojo.
—¿Cómo diablos conoces a Helena Handbasket? Será
mejor que no intentes colarte en el bar. Eres menor de edad, y
papá Charlie te pateará el trasero si lo haces.
—Todos conocen a Helena Handbasket —dijo Diego,
como si yo fuera estúpido—. Ella es famosa.
Gemí por dentro. Nunca iba a decirle a Sandy esto. Sería
más insoportable de lo que ya era.
—Eso es…
122
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Tú eres una Drag? —preguntó otro chico. Era negro,
y se afeitaba la cabeza. Llevaba un delineador de ojos aplicado
de manera experta. Mejor de lo que yo podría hacerlo a su
edad.
Luché por mantener la conversación.
—No. En caso de que no podáis notarlo, me siento
incómodo frente a grandes grupos de personas...
—¿Qué eres? —preguntó Kai.
Eso de nuevo.
—¿Importa?
Se encogieron de hombros.
—Tal vez. Tal vez queremos saber que alguien que
trabaja aquí sabe por lo que estamos pasando. No es mucho
pedir.
Uno de los administradores de casos, una mujer,
finalmente decidió interponerse.
—Oye, tal vez deberíamos dejar que Corey se presente
sin preocuparse por los pequeños detalles. —Me gustó. Ella
podría quedarse. Los otros dos enfrentarían mi ira en esta vida
o en la siguiente.
Pero Kai no se conformaba con nada de eso. Actuaba
como si no le importaran una mierda, pero pude ver el
momento exacto en que decidió empujar.
—Es solo una pregunta —dijo, sonando inocente y dulce
y lleno de mentiras y maldad—. Me asusto todos los días por
lo que soy. No quiero que eso suceda aquí.
Oh, este iba a ser un problema.
—¿Realmente crees que haría eso?
123
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Kai no se veía intimidado en absoluto.
—No lo sé. No te conozco, por eso te lo pregunto. Se
supone que debemos ser incluyentes, pero las personas queer
pueden ser tan prejuiciosas como los heterosexuales. No soy
binario. Me han dicho durante años que tengo que elegir un
género.
—Yo soy bisexual —dijo Diego—. Y he tenido gente gay
que me dice que no soy realmente queer porque encuentro a
las mujeres atractivas. Una niña hace mucho tiempo me dijo
que nunca saldría conmigo porque sabía que yo también
andaba con chicos.
Jesucristo.
(Además, tuve que abstenerme de señalar que eran
niños, y que nadie debería estar jodiendo con nadie, y que
"hace mucho tiempo" para ellos fue probablemente el mes
pasado. Pero me lo guardé para mí.)
—Eso... apesta —dije, elocuente como siempre—.
Lamento que hayas tenido que pasar por eso. Si alguno de
ustedes tiene que pasar por eso. Es injusto.
—Así que puedes ver por qué lo preguntaríamos —dijo
Kai, atrapándome cuidadosamente.
No les debía nada, pero podía ver a dónde iban.
—Soy bigénero.
Fue recibido con silencio.
Un chorrito de sudor cayó por la parte de atrás de mi
cuello. Entonces:
—Bigénero —repitió Kai.
Diego negó con la cabeza.
124
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No sé qué es eso. ¿Trans? ¿Es eso trans?
—Es como un género fluido —dijo el niño más grande—
. ¿Verdad? Vas y vienes.
Hurra. Esto iba muy bien.
—Algo así. El género fluido es variable y puede ejecutar
un espectro de identidad de género. El bigénero tiende a
centrarse solo en dos, aunque no tiene que ser solo masculino
o femenino.
No parecían impresionados.
—¿Así que puedes ser un niño o una niña? —preguntó
la primera niña.
No pensé que ahora era el momento de meterme en la
psicología detrás de eso.
—¿Supongo? Es un poco más complicado que eso.
Siento ambas cosas simultáneamente, pero a veces una es más
dominante que la otra, por eso tiendo a usar pronombres
específicos cuando...
—¿Tienes novio? —preguntó Diego—. ¿O una novia? —
Todos parecían estar muy interesados en eso.
Oh dios, iba a asesinar a Marina por dejarme tanto
tiempo. Y posiblemente a Jeremy, pero eso probablemente
significaría tener que tocarlo para arrancarle la cara, y eso
traería un nuevo conjunto de problemas.
—No, no tengo. Estoy soltero.
—¿Por qué? —preguntó Kai.
Yo les sonreí.
—Porque entre ir a la escuela durante los últimos cinco
años para poder estar con vuestras relucientes y brillantes
125
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
caras y quedarme atrapado con los argumentos de las
películas de los ochenta, no he tenido tiempo.
Tenían preguntas. Muchas preguntas. Lo pude ver en
sus caras. Pero antes de que pudieran abrir la boca y
continuar, fui salvado.
—¡Esto parece que va muy bien! —dijo una voz.
Me volví para ver a Marina y Jeremy de pie detrás de mí.
Marina estaba sonriendo ampliamente. Jeremy se veía
divertido. Oh, sí, iba a tener que superar cualquier problema
que tuviera, porque lo perseguiría primero por dejarme
tambalear.
—¿De verdad? —pregunté—. Creo que tal vez estés
viendo las cosas de manera diferente.
Ella rió.
—Nah. Es mejor ponerse en frente del pelotón de
fusilamiento antes de tiempo para poder terminar cuanto
antes. Acepta los disparos y luego te damos la medalla. Pueden
ser insistentes, pero tienen un punto. Lo mejor es saber de
dónde viene todo el mundo. Y hablando de eso… Todos, este
es Jeremy Olsen. Él es nuestro director interino hasta que
contratemos un reemplazo. Le encanta responder preguntas,
así que siéntanse libres de preguntar lo que quieran.
Jeremy ya no parecía divertido.
Esto me agradó mucho.
—Sí, Jeremy. ¿Por qué no vienes aquí y nos cuentas todo
sobre ti? ¿Tal vez un discurso de nuestro intrépido líder?
Me frunció el ceño cuando se detuvo a mi lado.
—Problema —susurró, golpeando mi hombro—. Eres un
problema. ¿Cómo no sabía eso de ti?
126
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Me encogí de hombros.
—Ya no estamos en el aula. Estoy seguro de que vas a
descubrir mucho más de mí. Guau eso no salió como quería.
Hazme un favor y finge que no dije eso.
Él resopló.
—Lo tendré en cuenta.
Lo que fuera que significaba eso.
Jeremy miró a todos en la habitación. Comencé a dar un
paso atrás para dejarle espacio, pero él extendió la mano y me
agarró de la muñeca, apretándola una vez antes de soltarla.
Me quedé justo donde estaba, mi cerebro gritaba sobre
escritorios y pornografía y, por alguna razón, maldecía en
español.
—Es un placer conocerlos a todos —dijo Jeremy, y
estaba usando su voz de profesor, la que recordaba muy
claramente de los días en que pasaba de un lado a otro frente
a una numerosa clase, con mujeres (y un buen número de los
hombres) suspirando soñadoramente—. Y gracias a Marina
por la cálida bienvenida. No puedo esperar para conocerlos a
todos. Si bien voy a estar temporalmente, prometo trabajar tan
duro como me sea posible. Me han dicho que no visteis mucho
al director anterior, pero no es así como yo trabajo. Soy más
práctico...
Dispárame ahora.
—…Y planeo pasar tiempo aquí con todos vosotros en
lugar de quedarme en la oficina. Hay mucho trabajo que hacer
y sé que todos estamos trabajando para conseguir el mismo
objetivo de educarnos a nosotros mismos y a los demás. Si
alguna vez tenéis alguna pregunta, mi puerta siempre está
abierta. Si no estoy aquí, Marina tiene mi número de teléfono
y mi correo electrónico, para que podáis contactar conmigo. A
127
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
cualquier hora del día. Si necesitáis ayuda, incluso que os lleve
a algún lugar seguro, podéis llamarme o a Marina, o a Corey.
Bien claro. Excepto que no tenía coche. Supongo que
podría aparecer con mi bicicleta.
—Estamos aquí para ayudaros —dijo Jeremy—. Y para
asegurarnos de que este sea un gran verano para todos.
Kai abrió la boca, pero Jeremy lo cortó hablando él.
—Y tengo treinta y seis años, bisexual y soltero —les
sonrió, meneando las cejas—. Pero esa última parte no es algo
de lo que debáis preocuparos ya que no estamos aquí para
hacer perfiles de citas.
La mitad de la gente de la sala parecía que ya estaban
enamorados de él.
Tiende a tener ese efecto en las personas.
—¡Así que! —dijo uniendo sus manos—. Dime que tenéis
en mente.
128
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 5:
Cómo Ser Espeluznante Con
La Fruta: Una Tragedia De
Corey Ellis
—¿Necesitas transporte?
Levanté la vista del hilo de texto en mi teléfono (Ty,
¡siempre la reina del drama! Lo sé, ¡pero al menos podrían
haberme dicho que estaban tratando de quedarse
embarazados!) Para ver un Jeep amarillo brillante al lado del
bordillo en frente de la parada del autobús. La cubierta
superior estaba quitada y Jeremy estaba sentado en el asiento
del conductor, con gafas espejadas y luciendo como un
gilipollas completo.
—Lo siento —dije uniformemente y mi corazón palpitó
fuerte contra mi pecho—. No acepto viajes en vehículos que
parecen ser propiedad de una chica de una hermandad,
comprado por su papá porque no sabe nada de amor y de
afecto y, a cambio, le compra cosas caras.
Parecía moderadamente ofendido.
—Lo compré usado. Y el color se llama sol, muchas
gracias.
Moví la mano desdeñosamente.
129
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Eso no ayuda como piensas que lo hace. No, no quiero
ir a tu fiesta, Vanessa. Para de preguntar.
Me miró por encima de las gafas de sol y frunció el ceño.
—Pero todos los chicos van a estar ahí.
Me reí.
—No es gran cosa. El autobús vendrá...
—Entra —dijo la mujer que estaba sentada a mi lado en
la parada del autobús. No había pronunciado una palabra
mientras estábamos esperando. Deseé que ella se hubiera
mantenido así—. Se ve educado y como si te tratara bien. En
mi época, cuando un hombre se detenía y ofrecía algo, lo
aceptábamos —hizo una pausa, considerándolo—. Después de
llegar a un acuerdo sobre el precio y asegurarnos de que
nuestro chulo estuviera de acuerdo con eso.
Me giré para mirarla lentamente.
—No soy un trabajador sexual.
Ella me miró de reojo.
—¿Estás seguro?
—¡Qué... sí!
Ella se encogió de hombros.
—Tienes cuerpo para eso. Nunca antes había pensado
en el proxenetismo, pero tal vez podría comenzar ahora. Dios
sabe que trabajar en Walgreens no es tan emocionante como
solía serlo. ¿Qué piensas? ¿Quieres ser el primero?
Me puse de pie bruscamente y cogí la mochila mientras
caminaba hacia el jeep. Jeremy se estaba riendo mientras le
señalaba con un dedo.
130
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—La única razón por la que me subo a este vehículo es
porque creo que estaba a punto de ser reclutado para un
trabajo que no quería.
—Claro —dijo—. Por supuesto.
—¡Quiero el setenta por ciento! —Me gritó la mujer—. Y
tráelo de vuelta en dos horas o tendré que ir por ti. Espera un
segundo para que pueda anotar tu matrícula en caso de que
seas un asesino y tengamos que ir a la policía.
—¿Escuchaste eso? —pregunté suavemente cuando
Jeremy comenzó a lucir asustado—. No puedes asesinarme.
Él encendió el motor (porque es un imbécil) y se alejó de
la acera.
CUANDO ACEPTÉ un viaje con Jeremy en su ridículo
coche para evitar ser potencialmente un trabajador sexual
para una proxeneta que trabajaba en Walgreens, no estaba
pensando realmente en el hecho de que estaría atrapado en el
coche con él. E incluso si lo hubiera hecho, no vivía tan lejos
de Phoenix House. El viaje debería habernos llevado diez o
quince minutos como máximo.
Excepto que era poco después de las cinco, lo que
significaba que era hora punta. Y para empeorar las cosas,
Tucson parecía estar permanentemente atascado en un estado
en el que todo está en construcción en todo momento y en
cualquier lugar.
Lo que significa que solo unos pocos momentos después
de que salimos de la parada de autobús, llegamos a un atasco
que apenas se movía.
En junio.
En Arizona.
131
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
En un jeep amarillo sin la cubierta puesta.
Con un chico caliente con gafas espejadas que también
era mi jefe.
Jódeme.
Puse el aire acondicionado, que era completamente
inútil ya que el Jeep no tenía cubierta.
—Quería ponerle la cubierta el fin de semana —dijo
disculpándose—. Pero estuve tan ocupado preparándome para
hoy que me olvidé. Tiendo a ser un poco despistado. Se
suponía que papá me lo recordaría, pero no puedo recordar si
lo hizo o no.
—Está bien —dije, seguro que ya me estaba derritiendo
en el asiento—. Quiero decir, sí, estás destruyendo nuestro
medio ambiente por tu cuenta, pero eso es un problema para
la próxima generación.
Me lanzó una mirada fulminante.
—Problema. Debería haber sabido que todo el asunto de
“sí, profesor Olsen” era un acto.
Inmediatamente comencé a cantar otro himno de iglesia
en mi cabeza antes que mi cerebro pudiera ensuciar sus
palabras.
—Estaba preocupado por mi grado. Ahora no tengo que
estarlo.
Se encogió de hombros.
—Soy tu jefe. Y ahora no estamos trabajando, ¿verdad?
¡NO, NO LO ESTAMOS! ¡GRACIAS POR NOTARLO!
¡QUÍTATE LOS PANTALONES!
132
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Tosí ásperamente
Él me miró.
—¿Todo bien?
—Bien —logré decir—. Solo el escape y el color de tu
Jeep. No hay nada de qué preocuparse.
—¡Es color sol!
—El hecho de que tenga un nombre bonito no significa
que no sea ofensivo. O inadecuado para un hombre de tu edad
y posición social.
Suspiró dramáticamente.
—Y aquí estoy, extendiendo mi mano en bondad a
alguien que lo necesita, y todo lo que obtengo por ello es que
me jodan a cambio.
—Te lo mereces —le dije honestamente—. ¿Qué pasó con
el pequeño coche que llevaste a la boda?
Parecía sorprendido.
—¿Recuerdas esa cosa?
—Uh, sí —¿Por qué no lo haría?— Quiero decir, que
parecía el coche que espero que tengan todos los profesores
universitarios no asegurados. Incluso tenía una vieja
calcomanía con el símbolo de la paz que supongo que tenía
una historia detrás que involucraba que llevaras grandes
cantidades de maría.
Él resopló.
—No exactamente. Decidí deshacerme de él y
actualizarlo.
—Y esto es lo que elegiste.
133
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sal.
Alcancé la puerta.
—Es probablemente lo mejor. Tengo una reputación que
mantener.
—¿Sabes qué? Cambié de opinión. Quédate aquí. Quiero
ver a todos mirándote.
Dejé caer mi mano de nuevo.
—Y crees que soy imbécil.
El tráfico comenzó a avanzar lentamente.
—¿Cómo crees que fue el día de hoy?
Pensé por un momento antes de responder.
—¿Honestamente? Fue... más intimidante de lo que
esperaba. Los niños de hoy en día. No lo sé. Mucho ha
cambiado desde que tenía su edad, y eso no fue hace mucho
tiempo. Están... muy adelantados.
—Una subestimación —dijo—. Aunque creo que tienen
derecho a serlo, en su mayor parte. Han pasado muchas de
sus vidas siendo cuestionados. Creo que es justo que ellos
hagan lo mismo.
Suspiré.
—Sí, supongo. Pero todavía me va a llevar algún tiempo
acostumbrarme. Me siento orgulloso y todo eso, pero algunos
parecen tener un chip en sus hombros. Algo como que o eres
queer o estás en contra de nosotros. No sé si esa es la mejor
línea de pensamiento.
—¿Es tan malo pensar de esa manera?
Me encogí de hombros.
134
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Creo que deja a un lado a un gran grupo de personas
que están de nuestro lado. El aliado es importante, siempre y
cuando sea respetuoso. No todos son homófobos, aunque
parezcan ser los más ruidosos de todos. Las mierdas como esas
tienden a gritar porque es la única forma de anular a todos los
demás.
—Entonces, ¿qué harías para cambiar esa forma de
pensar?
Le entrecerré los ojos.
—¿Me estás preguntando como mi jefe?
No me miró, pero sonrió.
—Estamos fuera de las horas laborales. Estoy
preguntando como alguien que es solo curioso. No hay motivos
ocultos.
Maldita sea. Los motivos ocultos eran mis favoritos.
Jesucristo.
—Quiero mostrarles que no siempre van a ser Ellos
contra El Mundo. Ese cierre de filas podría no ser el mejor
camino a seguir. El hecho de que alguien no sea queer no
significa que no puedan entender. Tal vez no completamente,
pero hay todo tipo de prejuicios ahí.
—¿Y si se niegan a escuchar?
Sí, esto se sentía cada vez más como otra entrevista.
—Entonces espero darles una guía que signifique
mantenerlos a salvo. Creo que hay una diferencia entre estar
al tanto de tu mensaje y arrasar a todos los demás. Tener un
espacio donde pueden ser quienes son es genial, pero es una
burbuja. No siempre va a ser así.
—Qué moderado —bromeó.
135
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Rodé los ojos.
—Apenas. Solo est... eh.
—¿Qué?
Golpeé mis dedos en mi rodilla.
—Solo estaba pensando en mis amigos.
—¿Qué pasa con ellos?
—Ninguno de ellos es hetero. Como, literalmente no
tengo amigos que no sean queer. —Fruncí el ceño—. Bueno,
los padres de Paul lo son, supongo. Y su nana, aunque
realmente no quiero preguntarle sobre eso por lo que podría
decirme.
Él rió.
—Papá me habló de ella. Dijo que era, y cito, lo más de
lo más.
—Esa es... una forma de decirlo. Estaban bailando en la
boda. Charlie intentó salvarlo, pero Nana le gruñó y él se echó
atrás.
—¿Intimidante?
—No tienes idea —le dije con sinceridad—. Deberías
estar agradecido de que no te haya conocido todavía. Ella te va
a hacer pedazos. Supongo que tiene sentido que los niños
digan lo que hicieron. No puedo actuar como si supiera más
que ellos cuando hago las mismas cosas que ellos. Es
hipócrita.
—Todavía —dijo Jeremy.
Le eché un vistazo.
—¿Qué?
136
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Dijiste que debería estar agradecida de no haberla
conocido todavía. Como si fuera una conclusión inevitable que
haré.
UH oh. Sudor instantáneo en la parte superior del sudor
regular de sentado en un jeep en junio.
—Correcto. Umm Bueno, quiero decir, probablemente lo
harás, ¿verdad? Si Charlie y tu papá continúan haciendo... lo
que sea.
Jeremy hizo una mueca.
—Y te recordaré que mantengas esto tan lejos como sea
posible.
Me estaba golpeando entonces. Esta proximidad. Lo que
potencialmente podría significar. No sabía si era lo mejor del
mundo o lo peor de todo.
—Es muy probable que sea inevitable —dije, sobre todo
para mí mismo con creciente horror—. Te van a absorber y
nunca podrás irte.
—Lo haces sonar terrible.
Eso es porque lo era.
—Debes saber que la nana de Paul tiene un loro que dice
cosas malas, y Paul tiene un perro con dos patas llamado
Ruedas. Y también, Nana puede que haya sido una especie de
sicaria o asesina o algo así. No estamos muy seguros. Todo lo
que sabemos es que no se le permite regresar a ciertos estados,
y creo que podría haber robado la limusina que conduce
actualmente.
—No sé qué hacer con nada de eso —dijo débilmente.
137
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—La mayoría de la gente no sabe. Solo necesitas
prepararte. O puedes dejarme aquí mismo y alejarte lo más
rápido posible. Ni siquiera te he hablado de la gente de Seafare.
—¿Quiénes son?
Negué con la cabeza
—Es mejor si lo demoramos el mayor tiempo posible. Si
te encuentran, estarás envuelto en tanto drama y angustia que
tu cabeza girará. Es como... ni siquiera lo sé, hombre. Madres
malvadas y hermanas desconocidas. Es sólo todo eso. ¿Cómo
hemos llegado hasta aquí? ¿De qué estábamos hablando de
nuevo?
—De los niños en Phoenix House —dijo, sonando
divertido.
—Correcto. Ellos. Mira. Sé que cargan con mucha
mierda. Yo también. A veces todavía lo hago. Pero solo quiero
que vean que no todos están en contra de ellos si no comparten
una orientación o identidad de género. Necesitamos trabajar
juntos. Es la única manera en que las cosas cambien.
¿Recuerdas la campaña ‘It Gets Better’13?
Él asintió.
—Entiendo lo que estaba haciendo. Y todo lo bueno que
trajo. Pero me cabreó con la implicación de que mejoraría en el
futuro, y las cosas no van a mejorar ahora. Como si fueras a
recibir una mierda por lo que eres hoy, pero no te preocupes.
¡Un día, no lo harás!
—Tiene su corazón en el lugar correcto —señaló
Jeremy—. Incluso si el mensaje es un poco confuso.
13
El Proyecto It Gets Better es un canal de vídeo en línea fundado por Dan Savage en
septiembre de 2010, en respuesta al suicidio de Billy Lucas y otra serie de adolescentes
en EE. UU. que fueron acosados por ser homosexuales o porque sus colegas
sospechaban que eran homosexuales.
138
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Negué con la cabeza.
—Lo entiendo. Pero no sé si fue lo suficientemente lejos.
Con todo lo que está sucediendo ahora en el plano político,
¿cómo se supone que debemos decirles a esos mismos niños
que mejorará cuando nosotros, como adultos, estemos
jodiendo las cosas de izquierda a derecha?
—Tienes una buena cabeza sobre tus hombros, ¿lo
sabes?
Gemí.
—Eso sonó muy tranquilizador.
—No estaba destinado a serlo, Corey —dijo, apretando
las manos contra el volante—. Eres un orador elocuente
cuando quieres serlo. Es una de las primeras cosas que noté
sobre ti. Cuando trato con cientos de estudiantes al año, las
caras tienden a difuminarse. Pero no la tuya.
Me burlé.
—Solo intentas decir que soy ruidoso y nunca me callo.
Se rió entre dientes.
—Bueno, ahí está, sí. Creo que estos niños necesitarán
a alguien como tú. Vas a hacer mi trabajo más fácil, eso es
seguro.
Oh no. Otro cumplido suave. Iba a estar tan jodidamente
irritado más tarde.
—¿Cómo es eso?
Él me miró antes de mirar hacia adelante.
—Me gusta estar rodeado de gente joven. Me da... no lo
sé. Esperanza, supongo. Quiero decir, claro, hay idiotas como
siempre, pero de vez en cuando te encuentras con una persona
139
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
o un grupo de personas que sabes que van a hacer cosas
buenas. Como tú. O estos niños. No sé exactamente por lo que
están pasando, pero creo que puedo entenderlos. Las cosas
eran... diferentes cuando yo salía.
—De vuelta a los años ochenta —le dije con sagacidad—
. Cuando había dinosaurios y tenías que cazar y recolectar tu
comida mientras llevabas pantalones de paracaidista.
Me frunció el ceño.
—No. No en los años ochenta. En los años noventa...
—Oh, porque eso es una gran diferencia. Y me di cuenta
de que no dijiste que no llevabas pantalones de paracaidista...
—A finales de los noventa —gruñó—. Y solo tenía un par
de pantalones de paracaidista. —Palideció—. Y nunca puedes
preguntarle a mi padre sobre ellos o pedir ver las fotos. De
nada.
—Demasiado tarde —dije alegremente—. La próxima vez
que lo vea, me aseguraré de que traiga todos los álbumes de
fotos y...
—Te despediré.
—Fuera del horario, ¿recuerdas? No eres mi jefe.
—Lo retiro —murmuró.
—Demasiado tarde —le dije siniestramente—.
¿Recuerdas lo que dije sobre nunca dejarte ir? Ya ha
comenzado.
—Lo dices como si fuera algo malo.
Y chico, si eso no me hizo callar.
140
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
ÉL SE QUEDÓ CALLADO cuando le di instrucciones
hacia mi casa. Tenía el ceño fruncido y me pregunté si habría
dicho algo malo. Dado que Ty me había inculcado la tendencia
a analizar demasiado todo lo que decía, volví a repetir nuestra
conversación, preguntándome dónde había ido mal. ¿Había
estado coqueteando? No quise hacerlo. Principalmente. Pero
era…
—Me estás tomando el pelo —dijo cuando le dije que
bajara por la calle—. ¿Esto es una broma verdad? ¿Papá te
avisó?
Parpadeé, mirando alrededor. No era un mal barrio.
Estaba arraigado firmemente en la clase media, y las casas
estaban bien, aunque un poco pequeñas. Casi me sentí
ofendido, listo para replicarle que no todos podríamos ser
Super Gays y recordarle que yo era un estudiante universitario
y, por lo tanto, me rompí cuando dijo:
—No puedo creerlo.
—¿Creer qué? —pregunté, molesto. No pensé que él
fuera el tipo de persona que juzgara la casa de otra persona.
Aunque supuse que era bueno descubrir ahora que era un
gilipollas para poder superar lo que fuera... este
enamoramiento que tenía—. Para aquí. Esa es mi casa. Ese es
el coche de Sandy en el camino de entrada y lamento que no
esté a la altura de...
—Somos prácticamente vecinos. —Eso me dejó frío.
—¿Qué?
Él se rió, sacudiendo la cabeza.
—Papá y yo vivimos literalmente dos calles más abajo.
¿Cómo diablos no sabía eso?
No no no no. Necesitaba que en realidad fuera un
gilipollas.
141
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Qué?
Se puso las gafas de sol sobre la cabeza. Las líneas
alrededor de sus ojos se pronunciaron cuando me sonrió
brillantemente.
—En serio. Nuestra casa está a solo un par de minutos
de aquí. Estamos al lado. ¿Sabes dónde está la iglesia?
Asentí estúpidamente. Los domingos podíamos
escuchar las campanas sonando.
—Vivimos justo detrás de ella. Demonios, corro por tu
casa casi todas las mañanas antes del trabajo.
Allí estaba. Lo peor que pude encontrar en una persona.
Un defecto incomparable con cualquier otro. Me aferré a ello.
Me ayudaría a despreciarlo.
—¿Corres? —exclamé—. Eso es horrible. ¿Por qué te
harías eso a ti mismo?
Él rió. ¡No se suponía que fuera gracioso!
—Me mantiene en forma. No todos podemos tener
veintitrés años y tener un metabolismo que nos permita comer
lo que queramos sin repercusiones.
—Pero... pero correr. Literalmente sales y corres. A
propósito. Qué diablos es…
Y entonces mi cerebro porno recordó algo de esa misma
mañana. ¿Qué fue lo que Sandy había dicho?
Te perdiste al Corredor Caliente otra vez esta mañana.
—Oh no —susurré.
Jeremy Olsen era posiblemente el Corredor Caliente.
Este conocimiento significaba mi perdición.
142
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Su sonrisa se desvaneció.
—¿Estás bien?
—Bien —dije apresuradamente, tratando de quitarme la
imagen de él con unos pequeños shorts de mi cabeza—.
Absolutamente bien. Nada está mal. Oh mira. Estamos aquí.
Debería irme. —Luché por abrir la puerta. Tiré de la manivela,
pero no funcionó. Estúpido maldito vehículo de hermandad de
mujeres.
—Está cerrado —dijo Jeremy.
—¿Por qué? —exigí—. ¿Por qué cierras las puertas? Oh.
Por seguridad. Claro, eso es bueno. Sigu... sigue con la
seguridad.
Presionó un botón en su puerta, y las cerraduras
hicieron clic. Abrí la puerta y empecé a salir, solo para notar el
cinturón de seguridad que había olvidado desabrocharme
tiraba de mí hacia adentro. Tiró con fuerza contra mi pecho y
dije:
—Agg.
Él me estaba mirando fijamente.
—¿Alguna vez has salido de un coche antes?
—¡Ja, ja! —dije salvajemente—. ¡Muy divertido! ¿Qué
bien se te dan los chistes! ¡Muy bueno, vecino que vive cerca
de mí!
—Eso es generalmente la definición de vecino en sí —
dijo lentamente—. No puedo creer que no lo supiéramos —
chasqueó los dedos—. ¿Sabes qué? Esto hace las cosas mucho
más fáciles.
Yo temía lo que iba a decir a continuación, pero no pude
evitar preguntar.
143
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Qué hace que sea más fácil?
—Para ti —dijo alegremente—. No tienes coche, ¿verdad?
Y ya que vamos al mismo lugar, puede ser que también
vayamos a la vez. Puedo recogerte y llevarte a casa. Mejor que
coger el autobús. Puedes ahorrar algo de dinero, y puedes
tener alguien con quien hablar en el viaje de ida y vuelta. Sobre
todo, si tenemos que hacer planes para Phoenix House.
Él me miró como si acabara de descubrir la respuesta a
todos los problemas de la vida. No tenía idea de que me iba a
masturbar duro con esa expresión más adelante. Me sentía
culpable por ello, pero no lo suficiente para reconsiderarlo.
Había decidido hace mucho tiempo que yo estaría más
firmemente plantado en la zona moralmente gris. Sandy y Paul
tenían que agradecerme eso.
—No tienes que hacerlo —dije débilmente mientras me
desabrochaba el cinturón de seguridad como una persona
normal.
Extendió la mano y me apretó el brazo. Había otra vena
de nuevo, burlándose de mí.
—Quiero. Y nos dará la oportunidad de llegar a
conocernos mejor. Puedes saber de mí, me gustaría saber tanto
de ti como pueda.
Tenía que saber cómo sonaba. Tenía que saberlo.
—Bien —me atraganté—. Tiene sentido.
—Bien —dijo, tirando de su mano hacia atrás—. Esto es
genial. No puedo creer que no supiera que vives aquí. Charlie
nunca nos dijo nada cuando vino a recoger a papá. Voy a tener
algunas palabras con él por eso. —Negó con la cabeza—. No
importa. Voy a estar aquí mañana a las siete y media, si eso
está bien para ti.
144
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí —dije mientras mi cerebro se negaba a entrar de
nuevo en línea. ¿Qué tan pequeño eran los pantalones cortos?
¿Iba a cruzar esa línea y estar despierto muy temprano la
mañana siguiente para verlo correr por mi casa?
Estás malditamente en lo cierto.
—Bien —dijo y sonrió de nuevo—. Te dejaré… Oh.
Espera. Una cosa más. —Levantó la consola central y sacó su
teléfono. Vi como escribía en la pantalla. Un momento más
tarde, mi teléfono vibró en mi bolsillo. Él me miró de nuevo—.
Marina me dio tu número antes. Creo que es mejor si tú
también tienes el mío.
—Estupendo —logré decir—. Sólo... estupendo.
—Mándame un mensaje o hazme una llamada cuando
lo necesites. Estoy aquí para ti, Corey.
Sentí ganas de gritar. En su lugar salí del Jeep, sólo me
mantuve en posición vertical por pura fuerza de voluntad.
Cerré la puerta detrás de mí y me dije a mi mismo que no se
vería bien si corría por el camino hasta la casa y cerraba la
puerta para estar seguro.
Esperaba que se alejara del bordillo. No lo hizo.
Esperó hasta que estuve en la puerta, buscando a
tientas la llave. No me dejó hasta que abrí la puerta, y entonces
me di cuenta de que solo estaba siendo caballeroso.
¿Qué coño estaba mal con él?
Tocó la bocina una vez mientras se alejaba.
Cerré la puerta detrás de mí, cayendo contra ella,
tratando de recuperar el aliento. Sandy apareció de la nada. Yo
grité y a su vez le hice gritar también.
—¿Por qué estamos gritando? —me gritó.
145
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Me has asustado!
—¡Oh! ¡Lo siento mucho!
—¡Deberías de sentirlo! —Me di cuenta de que todavía
estábamos gritando, por lo que cerré la boca, tratando de
calmar mi acelerado corazón.
—¿Por qué está todo sudado? —preguntó, mirándome
con recelo. No se veía como si hubiera estado en casa mucho
tiempo, ya que todavía llevaba su ropa de trabajo, aunque se
había aflojado la corbata.
¿Qué demonios pasaba con el tercer grado?
—Hace calor fuera —le espeté—. En caso de que no te
hayas dado cuenta, vivimos en el desierto. —Me empujé fuera
de la puerta y pasé junto a él.
Él continuó, porque, por supuesto no iba a dejarlo.
—No creo que estás siendo sincero conmigo.
Levanté mis manos.
—Dios, he estado en casa durante un minuto y ya
estamos hablando de mí. Deja de ser mi sombra. Es como si
no pudiera jamás tener un momento de paz. —Puse mi mochila
sobre la mesa de la cocina y abrí la nevera. Estaba muy
nervioso, me sentía como si necesitara una cerveza y luego
recordé que la cerveza tenía calorías y también era asquerosa
(y que nunca antes habíamos tomado cerveza en casa), así que
cogí una limonada Mike’s Hard. Retiré la tapa salvajemente y
la arrojé sobre el mostrador y le di unos buenos tragos que me
quemaban todo el camino hacia abajo.
Sandy estaba de pie en la entrada de la cocina, con las
manos apretadas cerca de su garganta.
—Parece como si ya no te conociera.
146
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Miré hacia la distancia, revolcándome en todo mi dolor.
—Cariño, no sé si alguna lo has hecho.
Sandy jadeó.
Tomé otro trago. Me hacía sentir bien, como si fuera una
verdadera bebida. Miré alrededor de la cocina, con el ceño
fruncido en mi cara.
—Veo que la cena no está lista todavía. Ni siquiera la has
empezado. ¿Es mucho pedir que me preparen el bistec cuando
llegue a casa?
Sandy se hundió contra la pared.
—Lo intento —susurró—. Es muy difícil hacer de este un
hogar. Pero ni siquiera puedes apreciar todas las cosas que
hago por ti. Solo señalas todo lo que está mal.
Me reí con amargura.
—Eso es porque todo está siempre mal. —Le di otro trago
profundo—. ¿Acaso has limpiado hoy?
—¿Quién es ella?
Le entrecerré los ojos.
—No tengo idea de qué coño estás hablando.
Me señaló con un dedo tembloroso.
—No me mientas, Corey Ellis. Te vi salir de un jeep
amarillo. Las únicas personas en este mundo que tienen Jeeps
amarillos son las chicas rubias de las hermandades de mujeres
con una moral baja y tops cortados que dicen cosas como:
“Dame un toque luego en Snapchat, Zaddy”.
Puse la botella sobre el mostrador y crucé los brazos
sobre mi pecho.
147
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Me estabas espiando? —pregunté peligrosamente.
Sus ojos se ensancharon.
—Yo... yo solo estaba esperando que vinieras a casa.
Quería verte.
Su labio inferior estaba temblando.
Dios, ¿cómo había dejado que llegara tan lejos? Solíamos
ser mucho más que esto. Bueno, recordé una vez que Sandy
me había hecho un café en mi primer día de trabajo. Parecía
como si fuera ayer, cuando en realidad había sido solo esta
mañana. Me froté la cara con una mano.
—Lo siento. Yo... estoy realmente estresado. Tú sabes
cómo es. Las cosas en la oficina están revueltas y dejo que
saqué lo peor de mí. Ya sé. ¿Por qué no te pones algo bonito y
te invito a cenar?
—¿De verdad? —preguntó esperanzado.
—¡No! —Le grité—. ¡Por supuesto no! ¡Estoy en quiebra!
¡Literalmente tengo diez dólares en el banco!
—¡Estás destrozando lo nuestro! —se lamentó.
Y solo porque esta era la cosa más ridícula que habíamos
hecho, me reí.
Lo que, por supuesto, le hizo romper a reír. Él me sonrió.
—Eso fue divertido. No tengo idea de dónde vino, pero
está bien.
Negué con la cabeza.
—Eres tan tonto. Dios te amo.
Se encogió de hombros mientras se apartaba de la pared
y caminaba hacia mí.
148
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Por supuesto que sí. Soy perfectamente adorable.
Se puso de pie a mi lado contra el mostrador y envolvió
un brazo alrededor de mis hombros. Apoyé mi cabeza contra
él. Era bueno estar en casa.
—¿Un buen día? —preguntó en voz baja.
—No tienes idea.
—Código plátano naranja.
Gemí, volviendo mi cara hacia su cuello.
—Realmente tenemos que encontrar un sistema mejor.
—Probablemente —él estuvo de acuerdo—. Pero lo
haremos al final. ¿Quieres hablar de ello?
—En realidad no —murmuré—. Las cosas son como son.
—¿Está bien? Entonces, ¿no vamos a hablar de cómo la
rubia de la hermandad de mujeres con la moral baja y un top
cortado es en realidad un cierto profesor convertido en jefe?
—No. No vamos a hablar de eso en absoluto.
Besó la parte superior de mi cabeza.
—Bueno. Si eso es lo que quieres.
No tenía idea de lo que quería.
—Gracias.
—En cualquier momento, muñeca. Pero si alguna vez
quieres hablar de algo, simplemente házmelo saber.
—Lo haré —Entonces—: ¿Qué diablos es un zaddy?
—¡Oh! —dijo—. Eso. Bueno, no estoy muy seguro,
exactamente. Pero creo que es como un tipo caliente y mayor
que no es un padre, pero es casi uno. Así que es Zaddy.
149
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Odio todo eso.
—Por supuesto que lo haces —dijo—. Me odié a mí
mismo por incluso decirlo en voz alta. ¿Qué tal ese bistec?
Alejé mi cabeza y lo miré.
—El bistec es asqueroso.
—Lo sé. Toda esas masticaciones y la recompensa no es
tan buena. Siempre podemos pedir algo, ver programas de
vidas cutres y burlarnos de personas que son más falsas que
nosotros dos.
Sentí que el estrés abandonaba mis hombros.
—Eso suena genial. Pero ¿qué pasa con Darren?
Él frunció el ceño.
—¿Qué pasa con él?
Miré hacia otro lado.
—¿No quieres quedar con él o algo así?
Me golpeó con su hombro.
—Está bajo estrictas instrucciones de mantenerse
alejado esta noche. Pensé que podríamos estar solo nosotros
dos. Además, pasé casi dos semanas seguidas solo con él. Lo
juro por Dios, si tengo que estar en su presencia durante algún
tiempo durante los próximos días, no seré responsable de lo
que le haré.
Pensé que eso era una jodida mentira, pero me
conmovió.
—¿Estás seguro?
Él me sonrió.
150
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Estoy seguro. Podríamos tener una noche tranquila.
¿Qué tal una naan-pizza?
Yo fruncí el ceño.
—No lo sé. ¿Qué es eso?
Se encogió de hombros.
—Algo que los hípsters se han apropiado
indudablemente. Había un folleto en el correo con un cupón.
—Es música para mis oídos.
—Bien —dijo—. Ve a ponerte algo cómodo y déjate caer
en el sofá. Yo me encargaré del resto.
Me empujó hacia mi habitación y me dije que no iba a
pensar en Jeremy Olsen por el resto de la noche.
Y LO LOGRÉ.
Básicamente.
Por supuesto, uno no puede controlar sus sueños, y
cuanto menos diga sobre los míos, mejor. Eran como algunas
extrañas mentiras de Cincuenta Sombras de Grey, lo que era
extraño, porque nunca había leído esos libros ni visto las
películas. Mi cerebro apestaba.
Esa es la razón por la que me encontré despierto en la
cocina a las seis de la mañana del día siguiente, diciéndome
que era bueno levantarme tan temprano. Que en lugar de salir
de la cama después de presionar el botón repetidas veces,
levantarse de inmediato engendraría un nuevo, mejor yo.
No tenía absolutamente nada que ver con el hecho de
que la ventana grande de la cocina tenía una vista perfecta de
151
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
la calle, mientras que la ventana de mi habitación apuntaba
hacia la pared del pequeño patio trasero.
—Ahh —dije, tomando un sorbo de mi café—. Perfecto.
No estaba mirando por la ventana.
No estaba vigilando la hora, sabiendo que entre las seis
y quince y las seis y media era un buen momento para que los
corredores corrieran por delante de la casa.
En lugar de eso, le envié un mensaje de texto a Ty: Oye,
¿recuerdas cuando Sandy convirtió mi habitación en un
calabozo sexual para ti y Dom cuando aún no podías hablar
sobre tus sentimientos? Eso fue asombroso.
Conseguí un montón de emojis enojados en respuesta.
—Ahh —dije de nuevo, y si por casualidad miraba por la
ventana ante la que estaba de pie, era porque estaba
contemplando el mundialmente famoso amanecer de Arizona.
El cielo era hermoso. Podía escuchar a los pájaros cantar
fuera. Una mujer caminaba con su pequeña rata con una
correa. La saludé con la mano. Ella me devolvió el saludo.
Sí, era la mañana perfecta. Una gran manera de
comenzar mi día. Tal vez debería comerme un plátano. El
potasio era bueno para el cuerpo.
Fue mientras estaba pelando el plátano y sin mirar por
la ventana que una voz dijo detrás de mí:
—¿Quiero saberlo?
Sonreí brillantemente sobre mi hombro. Sandy estaba
arrastrando los pies hasta la cocina, con la cara relajada por
el sueño. Llevaba una túnica con volantes que debería haber
sido mucho más larga de lo que realmente era. No tenía ganas
de señalar que podía ver el contorno de sus bolas a través de
su ropa interior. Yo era un buen amigo.
152
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Buenos días!
Me miró con suspicacia.
—UH Huh. ¿Qué es todo esto? —Agitó una mano en mi
dirección.
—¡Estoy empezando mi día temprano!
—Biiieeen —dijo lentamente—. ¿Así que no estás
preparado para nada?
—¿Por qué? ¿A qué te refieres? Solo estoy aquí con mi
café.
—Y tu plátano.
—Y mi plátano —estuve de acuerdo—. No te tomes esto
de la manera equivocada.
—Lo intentaré —me prometió—. No sé si alguna vez te
he visto comer un plátano antes. Ni siquiera sé por qué
tenemos plátanos, aparte de querer hacerte un bocadillo
grueso.
—Potasio —le dije mientras bostezaba frente a la
Keurig14—. Es bueno para mí.
—Así que vas a venir con esas.
—No sé qué más podría haber —le dije—. Y no sé si me
importa lo que pareces estar insinuando.
—Oh, mi querido y dulce Corey —dijo Sandy, levantando
su taza de la máquina—. Si quieres mirar al Corredor Caliente
como el resto de nosotros, todo lo que tienes que hacer es
decirlo. No hay nada de malo en mirar.
Casi aplasté el plátano.
14
Marca de cafetera.
153
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No estoy tratando de mirar a nadie.
Él puso los ojos en blanco cuando se puso a mi lado
frente a la ventana.
—Por supuesto no. Eso sería simplemente terrible.
Quiero decir, ¿quién hace esas cosas, aparte de la mitad del
vecindario?
—Sois un grupo de pervertidos —murmuré.
Tomó un sorbo de café y el vapor le rodeó la cara.
—Es como un escaparate de una tienda. No voy a
comprar, pero siempre es divertido fingir que sí.
—Ya tienes al Rey Homo Deportista —le recordé.
Y a pesar de que se lo negaría a cualquiera que lo
preguntara, esa sonrisa tonta que se le ponía al pensar en
Darren hizo su aparición.
—Le tengo, ¿no? Qué pasa con eso.
No tenía a nadie a quien culpar sino a mí mismo.
—Nada. ¿Por qué tienes que sonar así cada vez que
hablamos de él?
No se avergonzó en lo más mínimo.
—Me he domesticado a mí mismo como una bestia
salvaje, una que hace temblar los culos de todos los twinks con
sólo verlo. Ahora sólo pueden estar celosos y tener sexo entre
ellos. Y eso es algo muy triste. El sexo twink-sobre-twink es
como golpear dos palos juntos para intentar encender un
fuego.
Hice una mueca.
—Realmente me arrepiento de haber preguntado.
154
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Me dio una palmadita en el hombro.
—Cómete el plátano, Corey. —Comencé a hacer
precisamente eso.
El problema con la comida fálica, por supuesto, es que
no importa lo que hagas, siempre parece que estás a punto de
joder con esa mierda. Oh, claro, puedes mordisquearlo, dar
pequeños bocados, pero eso es completamente inútil. Cuando
tu reflejo nauseoso es prácticamente inexistente, es mucho
más fácil tratar de meterlo en tú boca tanto como sea posible.
Ahorras tiempo, y te ves bien mientras lo haces.
Hay excepciones, por supuesto.
Por ejemplo, digamos que estás de pie en la cocina, cerca
de la ventana, mirando hacia la calle, esperando a que tu
profesor caliente convertido en tu jefe aparezca corriendo con
diminutos pantalones cortos. Lo negarás, obviamente, hasta
que se te ponga la cara azul. Pero independientemente de sus
repudiaciones, los corredores (esos individuos enfermos y
desesperados) tienden a seguir una rutina y, por lo tanto,
puedes contar con que aparezcan como si de un sueño caliente
se tratara.
¡Así que ahí estaba yo! Con un plátano metido en la boca
aproximadamente a las 6:17 de la mañana mientras miraba
por la ventana, cuando apareció.
—Uh, dio muo15 —articulé alrededor del plátano.
—Aquí vamos —susurró Sandy.
Era porno, puro y simple. Porno deportista, claro, pero
sin embargo porno.
Jeremy Olsen llevaba un brillante pañuelo azul
alrededor de su cabeza, su cabello sobresalía en mechones en
15
Oh, Dios mío dicho con la boca llena. En el original O muh gurd.
155
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
la parte superior. Tenía una correa en su bíceps derecho con
su teléfono conectado. Un delgado cable negro conducía desde
el teléfono hasta los auriculares en sus oídos.
Y los shorts. Los pantalones cortos eran obscenos. La
definición de diminutos no les hacía justicia. Bien podrían
haber sido pintados. Eran blancos y estaban hechos de un
material delgado con aberturas en los lados que no dejaban
absolutamente nada a la imaginación.
—Eh —escuché a Sandy decir a mi lado—. Esos shorts
son nuevos. Debe haber ido de compras.
Llevaba calcetines blancos asomando por encima de sus
zapatillas. Y eso era todo.
Eso era todo su equipo para correr.
De repente entendí el punto de correr. No sabía cómo no
pude verlo antes. Correr era posiblemente la mejor cosa que
existía.
Los brazos desnudos de Jeremy se flexionaron mientras
se movían contra sus costados. El pelo oscuro en su pecho y
estómago estaba resbaladizo por el sudor. Los músculos de sus
piernas se sacudían con cada zancada que daba. Sus muslos
parecían estar hechos de granito. Y aunque me dije que no
miraría, no tenía más remedio que ver el contorno de su polla
rebotando en sus pantalones cortos. Traté de hacer algún tipo
de ruido, pero mi boca estaba llena de casi una banana entera,
y mis labios seguían presionados contra ella.
La sangre corría por mis oídos mientras se acercaba a
nuestra casa. Y por alguna maldita razón, parecía
desacelerarse mientras se acercaba a nosotros. No sabía si era
cosa mía, mi cerebro trataba de catalogar cada movimiento de
los músculos de sus piernas, la forma en que sus oscuros
pezones se destacaban contra su piel bronceada.
156
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Y parecía ir incluso más lento cuando pasó frente a la
casa. Sandy dijo:
—Umm, ¿perdón? Es que…
Jeremy volvió la cabeza para mirar nuestra casa y la
ventana de la cocina.
Esto era problemático por muchas razones. Primero, la
bata de Sandy lo hacía parecer una trabajadora del Moulin
Rouge. Segundo, obviamente estábamos comportándonos de
manera extraordinariamente espeluznante. En tercer lugar,
me estaba tragando un plátano por razones que no podía
explicar.
Nos vio.
Mi mano se sacudió, empujando el plátano más
profundo en mi boca y garganta. Apenas me atraganté.
Sus ojos se ensancharon.
Saqué el plátano de mi boca en su totalidad. Él se
tropezó.
De alguna manera se las arregló para mantenerse
erguido, con la cara sonrojada. Volvió a mirarnos por la
ventana y saludó con la mano.
Le devolví el saludo con furia, incapaz de hacer nada,
pero desafortunadamente, saludé con la mano en la que
sostenía el plátano, se partió por la mitad lanzándose por el
aire antes de golpear la mejilla de Sandy.
Sandy, como lo haría cualquiera al llevarse una bofetada
fálica con una fruta resbaladiza por la saliva, gritó y comenzó
a abofetearse la cara.
—¡Qué has hecho!
157
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡No hice nada! —Le grité de vuelta cuando el plátano
rebotó en su hombro y aterrizó en el suelo de baldosas,
manchándolo todo.
—Estabas chupando el plátano y luego me lo tiraste!
Mis ojos se sentían como si estuvieran a punto de salirse
de mi cabeza.
—¡No lo hice!
—Y ese es Jeremy —dijo. Dio un paso atrás con la mano
de nuevo en su garganta, porque a pesar de lo que fuera,
siempre sería una reina del drama—. Y lo sabías.
—¡No lo sabía! —lloré—. ¡No lo sabía!
Sacudió la cabeza.
—Nunca has estado interesado en el Corredor Caliente
hasta esta mañana. —Sus ojos se estrecharon—. ¿Cómo lo
supiste? —jadeó, sacudiendo la cabeza hacia la ventana—. ¿Te
dijo que corría por nuestra casa cuando te dejó con su coche
de puta? ¿Es por eso que te levantaste tan temprano para
poder verlo?
Puse mis manos planas contra el mostrador, mirando
por la ventana. Jeremy se había ido. Pensé que debería hacerlo
también. No sabía a dónde iría, pero tenía que comenzar una
nueva vida. Jeremy me había visto follar mi boca con un
plátano mientras lo miraba. Tendría que convertirme en
alguien nuevo. Me preguntaba si podría ponerme el traje que
había usado cuando nos disfrazamos para espiar a Darren
antes de que él acompañara a Sandy al callejón frente al
contenedor de basura detrás del restaurante.
Dios, realmente desearía que esa oración no hubiera
tenido sentido.
158
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No tengo ni idea de lo que estás hablando —dije con
firmeza.
—Mientes —me gruñó—. ¿Cómo diablos no me di cuenta
de que era Jeremy, aparte de estar distraído por la forma en
que toda su mitad inferior siempre rebota tan bien? ¿Por qué
diablos está él en nuestro barrio?
Supe el momento exacto en que lo descubrió.
Entrecerró los ojos y Helena avanzó rugiendo. Tenía
tantos problemas.
—Corey.
—No.
—Corey.
Suspiré.
—Qué.
Como era un imbécil aparte de ser la reina del drama,
presionó su pecho contra mi hombro y se inclinó para susurrar
directamente en mi oído.
—¿Jeremy vive cerca de nosotros?
Bajé la cabeza. Pensé en mentir, pero como estaba
tratando con Helena más que con Sandy en ese momento, eso
probablemente terminaría conmigo en una tumba poco
profunda fuera de Walmart.
—Vive dos calles más abajo.
—¡Mierda! —gritó—. ¿Cuánto tiempo hace que lo sabes?
—Desde ayer. —Y fue entonces cuando supe
exactamente cómo quitarme la culpa. Significaría arrojar a un
anciano debajo del autobús, pero estaba desesperado. Recé por
159
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
el perdón, aunque dudaba que mi oración fuera contestada. Lo
que dije a continuación era equivalente a un genocidio, el
asesinato de un anciano—. Pero sabes lo que eso significa,
¿verdad? Jeremy vive con su padre. Y Charlie está saliendo con
su padre. Charlie ha recogido a Robert en su casa antes. Es
decir…
—¡Ergo Charlie ha sabido que éramos vecinos durante
meses! —Sandy terminó por mí—. Ese bastardo. ¡Eso significa
que ha estado escondiéndonos su proximidad todo este tiempo!
Oh, le voy a decir cuatro cosas. Puedes apostar por eso.
Anzuelo, carrete y plomo. Me sentía mal, pero solo un
poco.
Sandy comenzó a pasearse con su túnica con volantes.
—¿Por qué me haría esto a mí? Quiero decir ¿a nosotros?
Primero no dejó que Robert nos diera su número de teléfono
en la boda, y ahora esto. ¿Charlie ha estado manteniendo su
residencia en secreto? ¿Se da cuenta de a quien está jodiendo?
La audacia de ese hombre es asombrosa. Entonces, ¿qué pasa
si él esencialmente me ayudó a convertirme en la reina que soy
y me formó en la persona que está delante de ti? Él sabe que
necesito meterme.
—Exactamente —dije, comenzando a ir hacia la puerta
de la cocina. Realmente estaba empezando a ponerme nervioso
por esto. Si jugaba bien mis cartas, no se daría cuenta de que
me había ido hasta que fuera demasiado tarde—. Sabe eso de
ti. Qué grosero.
—¡Qué grosero! —dijo Sandy, levantando las manos—.
No puedo creer que pensara que se saldría con la suya. Y,
además, casi lo hizo. Si hubieras caído en la trampa, te habría
pasado por encima, ¿quién sabe cuánto tiempo más habría
seguido esta farsa? Tienes que tomar represalias.
160
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Muchas represalias —estuve de acuerdo. Estaba casi
en el pasillo. Solo un poco más—. Como, la mayor represalia
que ha habido.
—¡Precisamente! Oh, los planes que tengo guardados
para... espera un minuto.
Oh, no. Yo estaba tan cerca.
Sandy se volvió lentamente para mirarme. Todavía tenía
un poco de plátano pegado a su mejilla.
—Tú —dijo, bajando la voz.
—¿Yo? —chillé.
—Estás dentro —dijo Sandy, dando un paso hacia mí—
. Puedes ayudarme a conseguir mi venganza.
Sabía que, si corría, se abalanzaría y me alcanzaría
antes de que yo llegara lejos. Sandy era más rápido de lo que
la mayoría de la gente pensaba. Correr solo exacerbaría su
instinto de perseguir. Tenía que encontrar una manera de
distraerlo.
—¿Cómo puedo hacerlo? Tú sabes más que yo.
—Oh, muñeca —me arrulló, rodando las caderas
mientras daba otro paso. Estaba deslizándose, Helena
mayormente tomando el control—. Eso no es cierto en
absoluto, ¿verdad? Porque Charlie tiene a Robert. Y Robert vive
con su hijo. Y a Jeremy le gusta correr junto a nuestra casa
con unos pantalones cortos obscenos y tropezar al ver que te
follas la boca con un plátano.
—¡No me estaba follando nada con un plátano!
—Eso es tan bonito —susurró Helena. Ella estaba de pie
delante de mí ahora. No sabía cómo se había acercado tanto
sin que me diera cuenta. Me había encantado de alguna
161
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
manera. Volví la cabeza y me estremecí justo cuando ella se
estiró y me acarició la mejilla. Yo era Ripley y ella era el
Xenomorfo. Muy pronto ella abriría sus fauces de par en par y
una segunda boca más larga se alejaría y me silbaría—. Te
adoro. ¿Me adoras?
—Sí —le dije, con voz temblorosa.
—Bien —suspiró ella—. Porque esto es lo que vas a
hacer. Vas a descubrir dónde viven Jeremy y Robert. Cuando
lo hagas, me lo vas a decir. Y me voy a entrometer.
—¡Mira! —grité—. ¡Fuera de la ventana! ¡Ese Daddy de
la puerta de al lado está lavando su coche sin camisa otra vez
y se está enjabonando todo!
—¡Precioso! —siseó Helena mientras se daba la vuelta y
corría hacia la ventana.
Helena Handbasket no podía resistirse a un DAQTF16
lavando un coche.
Corrí a mi habitación justo cuando Helena se dio cuenta
que fue engañada. Me las arreglé para golpear y cerrar la
puerta mientras ella gritaba mi nombre. Estaba a salvo.
Por ahora.
SANDY se había ido a trabajar cuando mi teléfono
vibraba en mi mano un poco más tarde. Estaba en medio de
una ferviente conversación unilateral llena de una cantidad
excesiva de puntos de exclamación para un cierto papi.
(¡NECESITAS CORRER! ¡SANDY SABE QUE ROBERT Y
JEREMY VIVEN CERCA! ¡TODO HA TERMINADO!!!!!!) Cambié
a otro hilo y vi un segundo mensaje del número que había
recibido la noche anterior.
16
Daddy al que te follarias.
162
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
El primero era una cara sonriente. Una maldita cara
sonriente. El segundo decía: ¡Estoy aquí! ¿Estás listo?
No. No, no lo estaba. ¿Cómo se suponía que me iba a
enfrentar al hombre que me había visto accidentalmente
haciendo una garganta profunda?
Pensé en ignorarlo y a él. Tal vez pensaría que nadie
estaba en casa y se iría, y entonces nunca tendría que volver a
verlo. Aunque trabajábamos juntos y vivíamos cerca el uno del
otro. Y….
—Vamos hombre —murmuré—. ¿Quién diablos te crees
que eres? Tú no eres Paul, no eres Sandy y seguro como la
mierda que no eres Tyson. Lo tienes. Lo tienes.
Tenía toda la razón. Yo era genial, estaba tranquilo. No
le quitaría la mierda a ningún hombre. ¿Y qué si Jeremy me
había visto comerme un plátano? Era solo fruta. ¡Todos lo
hacían en algún momento de sus vidas!
—Tómalo con calma —susurré—. Estate tranquilo.
¡Ya salgo! ;)
Estaba bien si había una carita guiñada. No sabía por
qué pensaba que eso era necesario. Simplemente la puse ahí
como si no fuera nada, pero no había nada que pudiera hacer
al respecto ahora. Tal vez él la ignoraría.
Mi teléfono vibró de nuevo cuando Jeremy envió un
mensaje de texto.
;)
—Oh, Dios mío —respiré. Estaba condenado.
Metí el teléfono en el bolsillo y enderecé la corbata.
Levanté mi mochila sobre mi hombro y me miré al
espejo.
163
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Solo hazlo —le dije a mi reflejo—. No eres un chico
blanco tonto en una comedia romántica de errores o un festival
de angustia lleno de dramas sobre novios desde la infancia.
Eres Corey hijo de puta Ellis, y vas a sacudirte esta mierda.
Asentí firmemente y me dirigí hacia la puerta y luego
más allá.
—ASÍ QUE TE GUSTAN los plátanos, ¿eh? —preguntó
Jeremy mientras se alejaba del bordillo.
Me reí a carcajadas. Sonaba como si alguien estuviera
golpeando a un burro.
—Hahahahahah, siiiiiiiiipppp. ¡Yo… como mucho! ¡Tengo
que tomar potasio!
Maldita sea.
Nada mejoró desde ahí.
164
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 6:
El Derrame Obligatorio De
Información
UN PAR DE SEMANAS más tarde, nada había cambiado
mucho.
Tacha eso.
Las cosas habían empeorado.
Oh, claro, me había acostumbrado a ver al Jeep
detenerse fuera de nuestra casa, Jeremy sonriendo desde el
asiento del conductor mientras yo salía por la puerta principal.
Y claro, tal vez él era el tipo de persona que parecía feliz de
verme, sin importar qué día fuera. Él era naturalmente alegre,
y si bien eso debería haber sido la perdición de mi existencia
sardónica, en cambio era contagioso como una enfermedad.
Me estaba infectando con su jovialidad, y no podía encontrar
una razón para querer una cura.
Los paseos no eran largos. En un día con poco tráfico,
tardábamos un poco más de veinte minutos en llegar a Phoenix
House. Normalmente era más corto que eso. Pero aún así me
daba tiempo suficiente para aprender algunas cosas sobre él,
y probablemente estaba mejor sin saberlo, para proteger mi
salud mental.
Primero, Jeremy Olsen tenía el peor gusto musical que
un ser humano podría tener. Ambos acordamos que las
165
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
noticias de la radio estaban mejor apagadas, dado que el
estado del mundo político era tóxico y muy probablemente
terminaría en la destrucción del planeta. Entonces, en lugar
de eso, hojeé su carpeta de CD (sí, una carpeta llena de CD;
estaba hecha de cuero, y dijo con orgullo que la tenía desde la
escuela secundaria, porque ¿qué?), Encontró algo que dijo que
estaba seguro que iba a amar —Amplía tus horizontes
musicales —dijo el tercer día. Estaba indefenso ante la forma
en que sonrió, y solo pude asentir.
Debería haber sabido que era una trampa.
Desafortunadamente, su versión de ampliar los
horizontes musicales significaba escuchar bandas que, en mi
opinión, habían sido relegadas a música para las compañías
de seguros (aparte de la que trabajaban en Sandy y Paul, por
favor).
¿Alguna vez has estado parado en medio del tráfico
mientras Coldplay sonaba tan fuerte que las personas de los
otros coches sabían que estabas escuchando Coldplay? ¿A
propósito?
Porque yo sí.
No se lo desearía a nadie. Y, según mi suerte, Coldplay
resultó ser bastante prolífico, ya que Jeremy tenía siete
álbumes de ellos. Tuve la tentación de preguntar por qué los
ejecutivos musicales seguían teniendo la necesidad de darles
dinero por hacer su versión de “música”, pero logré guardarme
ese pensamiento para mí.
Cuando cortésmente pedí un cambio en el sexto día en
que escuché a Coldplay lamentarse por la unidad y los
sentimientos y lo que fuera, joder, Jeremy decidió que era hora
de presentarme algo llamado Ed Sheeran. No sabía qué era un
Ed Sheeran, pero asumí por la portada del CD (porque sí,
Jeremy las ponía en la carpeta de cuero también: “Me gusta
recordar cómo se veía la portada del álbum”) que era un Hobbit
166
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
de algún tipo en su camino para destruir el Anillo Único, pero
de alguna manera se había visto obligado a cantar canciones
sobre... lo que fuera esta mierda.
En segundo lugar, nada parecía desconcertar a Jeremy.
No parpadeó cuando, a mitad de la segunda semana, salí por
la puerta como Kori. La blusa que llevaba era obviamente
femenina, y Sandy me había maquillado. Podría haberlo hecho
por mi cuenta, pero por razones que no quería pensar, me
temblaban las manos y no podía calmarme. Las drags queens
no son conocidas por usar maquillaje con moderación, pero
Sandy era un poco prodigioso, después de haber aprendido de
Vaguyna Muffman, su madre drag.
—Ella me dijo que a veces menos, es más —murmuró
Sandy con su aliento cálido en mi cara—. No siempre es
necesario hacer todo lo posible para demostrar tú punto de
vista. Y a veces está bien simplemente querer lucir bien. No le
digas que te lo dije, pero Dare tiene toda una colección por sí
mismo.
—Hola, Kori —dijo Jeremy, y aunque mis nombres
sonaban igual, sabía que estaba usando la versión femenina.
Ni siquiera tenía que pensar en ello. Me pregunté si era
realmente tan fácil para él—. ¿Estás lista?
Asentí, no confiando en mí misma para hablar.
El primer viaje en coche como Kori fue mayormente
silencioso, aparte de un nuevo CD (y por nuevo, quise decir que
era nuevo para mí, aunque probablemente tenía al menos una
década) de algo llamado Snow Patrol. Sin embargo, no lo
arruinó, y era un fondo tranquilo para nuestro viaje. Seguí
esperando las inevitables preguntas: ¿por qué y qué está
pasando y algo está mal?
No sabía muy bien cómo articularlo, aunque era parte
de mí. Por lo general, era una corriente de baja intensidad justo
167
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
debajo de mi piel. No lo ignoraba. Lo reconocía por lo que era,
incluso si no lo entendía.
Mis padres de acogida tampoco lo entendieron. Tenía
doce años la primera vez que me escabullí en su habitación,
sintiéndome ligeramente febril, inseguro de lo que estaba
haciendo, pero incapaz de convencerme de que parara. Fui al
armario y abrí la puerta. Las ropas de mi padre adoptivo
estaban agrupadas a la derecha, la mayoría del pequeño
armario de mi madre adoptiva. No eran ricos. No eran de clase
media. La ropa no era agradable, pero era más de lo que yo
tenía. Toqué las blusas. Pasé mis manos sobre los pantalones
vaqueros que habían sido cortados de manera diferente a
cualquier cosa que yo tenía: más apretado en las caderas,
delgado en las piernas. No me encajarían; ella era una mujer
pequeña, y yo ya era más alta que ella.
Me sentí culpable cuando cogí una de sus camisas, una
blusa de Ship’n Shore que nunca le había visto puesta. Era
blanca con rayas azules. No pensé que la echara de menos.
Corrí de vuelta a mi habitación y cerré la puerta,
respirando con dificultad. Me llevó tres días reunir el valor para
probármela.
Me estaba demasiado corta por las mangas y demasiado
apretada por los hombros. La longitud tampoco estaba bien,
pero me sentía bien al llevarla. Oh, la culpa todavía estaba allí,
arañando el fondo de mi mente, pero las bandas alrededor de
mis pulmones comenzaban a aflojarse, y podía respirar y
respirar y respirar.
Volví a su armario de nuevo. Y otra vez.
La cuarta vez, mi padre adoptivo me pilló.
Ellos no lo entendieron. ¿Como podrían? Probablemente
nunca habían tenido que tratar con alguien como yo antes,
probablemente nunca antes habían escuchado el término
168
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
transgénero. Eso se hizo evidente más tarde cuando la palabra
travesti fue arrojada descuidadamente, aterrizando como una
bomba a mis pies, explotando y desgarrando la trama de quién
era yo.
Revolvieron mi habitación, acusándome de ser un
ladrón. Encontraron la blusa de Ship’n Shore, las medias, los
pasadores que había cogido del baño que me puse en el pelo
cuando todos los demás estaban dormidos. Todo el tiempo, me
quedé avergonzado cerca de la puerta, deseando poder
desaparecer por el suelo. Iba a huir, decidí. Esa misma noche
No podía quedarme allí.
Sin embargo, no lo hice porque no sabía a dónde ir.
Y me puso jodidamente enojado. La palabra ladrón
seguía resonando en mi cabeza, y lo odiaba. Odiaba haberlo
cogido, aceptado su ira, pero mi garganta constreñida me
impedía decir nada.
La tercera cosa que supe sobre Jeremy Olsen era que no
le gustaba estar encerrado en su oficina. Decía que tenía
trabajo que hacer, que no le molestaran, pero diez minutos
más tarde echaba un vistazo desde la esquina y preguntaba
qué estábamos haciendo y si necesitábamos ayuda. Marina le
recordaba que tenía informes para revisar, pero sonreía y
negaba con la cabeza, diciendo que los haría más tarde.
Hacia el final de la segunda semana, salí de la oficina
que compartía con Marina, agarrando una nota que había
dejado en mi silla. La música sonaba a todo volumen: los
Chainsmokers, por el amor de Dios, para encontrarlo bailando
con algunos de los niños.
Independientemente de qué otra cosa fuera Jeremy, era
un bailarín terrible.
169
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Tenía todos los miembros temblando y las caderas
rígidas. Era terrible, pero no le importaba. Estaba riendo,
sonriendo y cantando, soltando solo una palabra de cada diez.
Me quedé allí mirándolo, sintiendo que mi estómago se
agitaba.
Diego y Kai no estaban bailando. Estaban sentados en
el viejo sofá de la esquina, con las piernas enredadas. Diego
me llamó. Levanté la nota. Frunció el ceño, asintió y luego se
inclinó para susurrar algo al oído de Kai que no levantó la vista
de su teléfono cuando él le besó en la mejilla. Se levantó del
sofá y se abrió paso entre la multitud de personas que
bailaban.
Pensé que lo había hecho sin ser detectado, pero lo
siguiente que supe de Jeremy fue que nada escapaba a su
atención. Todavía estaba sonriendo cuando me vio de pie al
otro lado de la habitación, aunque dejó de bailar. Vio como
Diego nerviosamente se acercaba a mí, frotándose la parte de
atrás de su cuello, mirando alrededor para ver si alguien más
lo estaba mirando.
¿Todo bien? Gesticuló Jeremy. Asentí y luego me encogí
de hombros.
Jeremy volvió a mirar el sofá.
—¡Kai! Necesito que levantes el culo y bailes.
Kai puso los ojos en blanco y no levantó la vista de su
teléfono.
Llevé a Diego lejos del ruido hacia la oficina. Marina
todavía estaba dentro, inclinada sobre su portátil, con el rostro
fruncido. Ella había estado al teléfono antes con el asesor
financiero, y la conversación no había ido bien, por lo que
parecía. Pensé en preguntarle si había algo que pudiera hacer
170
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
para ayudar cuando entré, pero luego me había distraído con
el Post-it naranja en el asiento de mi silla.
—Hola —dijo ella, mirándonos— Diego, ¿cómo estás?
Diego se agitó en la puerta.
—Bien. Solo... mirando donde trabajáis.
Ella asintió.
—No es mucho, lo sé, pero es lo suficientemente bueno.
—Miró entre nosotros con curiosidad—. ¿Hay algo que
necesitas?
Diego pareció desconcertado, y yo entré antes que
pudiera huir.
—Nah. Solo quería hablar con Diego. Llegar a conocerlo
un poco mejor. Los otros parecen escucharlo bastante bien, y
quiero conocer su mente para ver si hay algo que pueda
enseñarme.
Bendito su corazón, Marina pareció entender todo lo que
no estaba diciendo. Cerró su portátil y se levantó, estiró los
brazos sobre la cabeza.
—Justo a tiempo, entonces. Me tomaré un descanso.
Creo que voy a ver de qué se trata todo este revuelo.
—Tal vez podrías convencer a nuestro ilustre líder para
que considere poner una música mejor —murmuré.
Ella se rió y me dio una palmadita en el hombro mientras
se dirigía hacia la puerta.
—No ahogamos a nadie aquí, Corey, incluso si sus
gustos son... raros.
Rodé los ojos.
171
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Esa es una forma de decirlo. No eres quien viaja con
él todos los días y escucha lo raros que son sus gustos en
realidad.
Miró por encima del hombro y me guiñó un ojo.
—No, no creo que tenga que hacer eso en absoluto. Eso
solo lo haces tú. Es curioso cómo funciona.
Podía sentir la sangre corriendo a mis mejillas mientras
cerraba la puerta. Negué con la cabeza cuando señalé su silla
recientemente desocupada.
—Toma asiento, Diego. Tu nota decía que querías
preguntarme algo.
Se frotó el brazo desnudo. Llevaba una delgada camiseta
sin mangas que lo proclamaba ser el Amigo de las Fiestas N °
1 en Lake Havasu con pantalones cortos y chanclas. Tenía una
mancha de suciedad en la rodilla. Se mordió el labio inferior,
la barra a través de su ceja se movió hacia arriba y hacia abajo
mientras fruncía el ceño.
—O puedes quedarte ahí, si quieres —le dije mientras
me sentaba en mi propia silla—. Lo que prefieras.
—Me quedaré aquí —dijo finalmente.
Me encogí de hombros.
—Bueno. ¿Qué pasa?
Miró alrededor de la oficina, a cualquier lugar, menos a
mí. Esperé.
Suspiró, con los hombros caídos.
—No es… no es un gran problema.
—Está bien —le dije uniformemente. Pensé un
momento—. Oye, ¿puedes hacerme un favor?
172
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Parecía dudoso.
—Nada grande —le dije—. No estaba bromeando cuando
dije que los demás parecen escucharte. Mirarte a ti, incluso.
Eres un líder natural. Eso es bastante bueno para alguien de
tu edad.
Murmuró algo que sonaba como si no estuviera de
acuerdo conmigo.
—Si oyes algo...
Él entrecerró los ojos.
—No soy un soplón.
Levanté mis manos.
—No, lo sé. No te estaba pidiendo que lo fueras. Iba a
decir si escuchas algo sobre uno de los niños que necesitan
algo, pero están demasiado asustados para preguntar,
¿puedes simplemente decirles que estoy aquí? No te estoy
pidiendo que me digas lo que te dijeron, sino que les des un
codazo en mi dirección. No puedo hacer ninguna promesa,
pero veré lo que puedo hacer.
—¿Y si alguien quiere metanfetaminas?
Me reí.
—Sí, no sé nada de eso. Estaba pensando más en la línea
de condones o en concertar citas para realizarse pruebas de
ETS o ayuda con la tarea, algo así.
—Es verano —me recordó.
—No todo el mundo es un genio como tú —bromeé con
él—. Algunos estuvimos en la escuela de verano. Esa mierda
es dura.
Sus cejas se alzaron.
173
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Tu estabas en la escuela de verano?
—Entre el primer y el segundo año. Las cosas estaban
un poco... más locas para mí en ese entonces.
Afortunadamente, fue suficiente llamada de atención para que
nunca volviera a hacerlo.
—Estoy seguro de que fue muy difícil para ti hace una
década —dijo, moviendo los labios.
—Gracias por eso —dije secamente—. Viendo que solo
tengo seis años más que tú, dejaré que se escape.
Él hizo estallar sus nudillos. Sonaba como si doliera.
—¿Recibiste un montón de mierda?
—¿Por qué?
—Ya sabes.
—¿Por ser queer?
Él asintió. Luego:
—O ser mulato.
Me recosté en la silla, colocando las manos en mi
estómago. Elegí mis palabras con cuidado.
—Algunas veces. Nada que no pudiera manejar. Las
personas son... Creo que la mayoría de las personas son
buenas, o al menos intentan serlo. Pero siempre va a haber
imbéciles. Tuve la suerte de que los ladridos de esos idiotas
fueran peores que sus mordeduras.
—¿Qué hiciste?
—Le di una patada a este tipo en las bolas cuando
intentó... —Me callé, sacudiendo la cabeza—. La violencia
nunca es la respuesta.
174
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Él resopló, pero pareció relajarse un poco. Comenzó a
deambular por la oficina, mirando las cosas del escritorio de
Marina, pasando un dedo por las fotografías.
—Algunas personas pueden ser gilipollas.
—Pueden serlo —dije lentamente—. ¿Hay alguien así
aquí? No te estoy pidiendo que los detengas, pero necesito
saber si hay un problema para poder resolverlo.
Sacudió la cabeza.
—Nah, se está bien aquí. Principalmente. Un par de
idiotas, pero puedo manejarlos. —Me miró con malicia—. Sin
violencia.
—Bien. Pero si eso cambia alguna vez, dímelo. Prefiero
estar a salvo que disculparme. Y todo lo que me digas se queda
entre nosotros.
—¿Cómo un abogado?
Me estremecí.
—Más como un terapeuta, aunque en realidad no lo soy.
Si cree que necesita uno, tenemos un psicólogo entre el
personal o podemos encontrar a alguien más.
Él frunció el ceño ante eso.
—No estoy loco.
—Nunca dije que lo estuvieras. La terapia no es
necesariamente por locura, aunque se pueda ver de esa
manera. Yo estuve en terapia una larga temporada. Un amigo
mío todavía lo está. Ayuda más de lo que piensas.
—No necesito un terapeuta.
—Está bien —le dije con facilidad—. ¿Estabas diciendo
que la gente puede ser gilipolla?
175
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Una vez más se negó a mirarme.
—Sí. Está mejor ahora porque es verano, pero...
—¿En tu escuela?
Él asintió con fuerza.
—Es solo que… Kai, ¿sabes? —Ah. Allí estaba—. Kai está
bien, supongo. —Sacudió la cabeza—. Más que bien. Kai es el
mejor. Como no sabes.
Realmente no lo sabía. Kai era el más distante entre
todos los que habían venido a Phoenix House, era más
probable que mirara hacia abajo a su teléfono que a
cualquiera. Parecían que solo hablaba con Diego y Marina,
aunque yo pensaba que se estaba encaprichando con Jeremy.
—¿Lleváis juntos mucho tiempo?
Se encogió de hombros torpemente.
—Realmente mucho tiempo. Desde justo después de
Navidad.
Realmente mucho tiempo. Jesucristo.
—Kai está en un hogar de acogida, ¿verdad? —asintió.
—¿Y todo está bien allí?
Él asintió de nuevo.
—Realmente no les importa... Quiero decir, lo hacen,
pero no lo hacen, ¿sabes?
—Sí. —Lo dije en serio—. ¿Le gustas?
—A su madre adoptiva sí. El padre adoptivo trabaja por
las noches, así que no está realmente cerca cuando yo estoy.
—¿Y tus padres?
176
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Eso fue un error. Enseñe mis cartas demasiado pronto.
—¿Qué pasa con ellos? —dijo bruscamente, mirándome
enfadado.
—Solo quería ver si estaban bien con Kai —le dije—.
Nada más, hombre. Si no quieres hablar de eso, está bien para
mí.
Hizo una mueca tensa. Me estaba desafiando.
—Mi madre es ilegal. Soy un soñador. Yo califico bajo
DACA17.
Acción Diferida para los Llegados en la Infancia. Eso era
lo que probablemente diría Marina antes de detenerse el
primer día después de presentarnos. Yo me preguntaría por
qué. No era asunto de ella decírmelo a menos que fuera
absolutamente necesario saberlo.
—Oye —le dije—. Eso es genial. Apuesto a que tu mamá
trabaja duro.
No parecía creerme.
—Lo hace. Solo somos nosotros, pero ella hace mucho.
Limpia casas, hace un buen trabajo y cuando está realmente
ocupada, voy y la ayudo a veces.
—Eso es genial.
Su frente se frunció.
—Ella no sabe... Ella conoce a Kai, pero... no habla
inglés muy bien. Y yo no… sería difícil para ella entenderlo.
—Lo entiendo —dije en voz baja.
17
Programa que brinda protección temporal a los inmigrantes indocumentados que
llegaron a los Estados Unidos cuando eran niños. Política de inmigración
estadounidense establecida por el gobierno de Obama en junio de 2012.
177
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Se lo contaste a tus padres? ¿Sobre ser trans? —
retrocedió bruscamente—. Quiero decir, uh... ser... ¿cómo se
llamaba?
—Bigénero.
Asintió.
—Trato de hacer lo correcto. Es importante. Metí la pata
cuando empecé a hablar con Kai de cosas. No entiendo bien
los pronombres. Lo siento.
Lo disculpé con la mano.
—No necesitas disculparte. Se lo que quieres decir. Pero
gracias por intentarlo. Algunas personas ni siquiera hacen eso
—respiré hondo, queriendo mantener las cosas un poco vagas,
pero darle lo suficiente para que supiera que no estaba lleno
de mierda—. No, mis padres no lo saben. Pero eso es solo
porque no sé quiénes son. Me criaron en un hogar de acogida
como a Kai.
Sus ojos se ensancharon.
—¿En serio?
—En serio.
—Tiene sentido.
Lo miré de reojo.
—¿Cómo es eso?
—Ya sabes —dijo—. Especial como tú. Por lo general, se
puede decir que los niños criados en hogares de acogida lo son.
—¿Piensas eso?
—A veces —dijo—. Solo sois... diferentes. —Parece
asustado de nuevo— ¡Pero no de una mala manera! Es solo...
178
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
diferente. Como Kai es diferente, pero de la mejor manera
posible.
Sonreí.
—Realmente te gusta ¿eh?
Se sonrojó Era adorable.
—Sip… supongo. Kai no es como todos los demás.
—Es diferentes.
—Sí. Pero al igual que… ya sabes.
Me reí.
—Si, Diego. Lo sé.
Parecía aliviado. Luego:
—La gente puede ser gilipollas.
—Lo mencionaste antes.
—Correcto —dijo—. Pero es como si algunas personas
no apreciaran lo diferente, ¿sabes? Quiero decir, muchos de
ellos están bien, pero algunas personas son malas. —Frunció
el ceño—. Y no me gusta cuando son malas con Kai por ser
bigénero. Intento protegerlos tanto como puedo. Incluso me
metí en una pelea por eso. Casi me expulsan.
Lo dijo como si fuera algo de lo que estar orgulloso. No
pensé que debería intentar quitárselo, pero sentí como si
estuviéramos pisando hielo delgado.
—¿Casi?
—Sí —dijo—. Iban a hacerlo, y Kai estaba gritando
acerca de lo estúpido que era, pero luego algunos otros niños
se adelantaron. Dijeron que el otro chico comenzó. Testigos, o
lo que sea.
179
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Asentí.
—Eso es bueno. Siempre y cuando sepas que se debe
evitar la lucha si es posible.
Él se burló.
—Lo sé, pero a veces simplemente sienta bien golpear a
un homófobo en la cara. —Arrugó la cara—. ¿Transfobia?
¿Nobifobia?
Cubrí una risa.
—Lo entiendo, Diego. ¿Tenías una pregunta, sin
embargo? Por tu nota, sonaba como si la tuvieras.
—Solo, tenía curiosidad.
—¿Y por qué quería venir a mí? Te agradezco que lo
hayas hecho, pero...
—Es porque nos hablaste de ti —dijo—. No intentaste
esconder nada. Fuiste sincero.
Fui absurdamente tocada.
—Está bien, eso tiene sentido ¿Cuál es tu pregunta?
Una vez más parecía incómodo.
—No sé si debería decirlo. No quiero meterme en
problemas. —Miró hacia otro lado—. O que Kai sepa que
incluso esté preguntando.
—A menos que esté haciendo algo ilegal, no te meterás
en problemas por hacer una pregunta —le dije—. Al menos no
conmigo.
Estuvo en silencio durante mucho tiempo. Estaba a
punto de decirle que podía volver luego si quería, cuando dijo:
—¿No quieres cambiar? ¿Cómo… completamente?
180
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Pensé que sabía a dónde iba, pero quería asegurarme.
—¿Cambiar cómo?
Se apoyó contra el borde del escritorio, cruzando sus
flacos brazos a la defensiva sobre su pecho.
—Transición.
—No —dije simplemente—. Yo no.
—Porque eres bigénero y eso es diferente.
—Sí.
—Está bien, pero, como... si alguien quisiera… ¿ellos...
van al médico y les dan vacunas? —Frunció el ceño otra vez—
. Inyecciones T18.
—Para la transición de mujer a hombre, sí. Pero hay más
cosas involucradas que eso, Diego. No puede ir a un médico y
solicitar las inyecciones. Debe ser evaluado por un terapeuta
antes y con el consentimiento de un tutor legal si es menor de
dieciocho años —dudé. Luego le dije—: ¿Eso es lo que Kai
quiere hacer?
Sacudió la cabeza antes de detenerse y encogerse de
hombros.
—¿Tal vez? Realmente no lo sé. Es como... algunos días,
habla de cosas así. Está modo no-bi, pero eso es...
—Puede cambiar —le dije—. De identidad de género. Él
es fluido. Puede encontrar una etiqueta que funcione al
principio, pero tal vez no sea lo que desea más adelante.
Sucede.
—Puedo conseguir algo —espetó, casi horrorizado por
las palabras que salían de su boca—. Si lo necesitara.
18
Inyecciones de testosterona.
181
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Conseguir qué?
—Las inyecciones.
Me senté en mi silla rápidamente, sorprendida por la
implicación.
—Guau. Para ahí. No de cualquiera ¿verdad?
—No es un cualquiera...
—A menos que sea un médico con licencia, es un
cualquiera —dije bruscamente—. Piensa, Diego. Si esto es algo
que Kai quiere, realmente quiere, hay medios apropiados para
hacerlo. ¿Realmente quieres poner en peligro su salud por
conseguir algo de algún tipo de la calle? Dijiste que eres el
protector de Kai. Eso no es manera de protegerle.
Se desinfló.
—No es como si fuera a tener seguro de salud en mucho
tiempo, tal como van las cosas. Y yo tampoco tengo ninguno,
así que no puedo casarme con él y usar el mío. ¿No es mejor
tener un plan B?
Santo cielo. No debería tener que estar pensando de esta
manera.
—Lo es. Pero esa no es la manera de hacerlo. Nunca te
perdonarás si algo sale mal.
No me miró.
—Sólo era una idea.
—Lo entiendo. Pero no es el camino correcto. ¿Has
hablado con Kai sobre esto? ¿O es esto algo que estás
pensando por tu cuenta?
Sus manos se curvaron en puños.
182
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Solo yo... tienes que prepararte para cualquier
eventualidad. Y si llega el momento, necesito que sepa que
puedo manejarlo. Yo puedo encargarme de todo. Eso es lo que
hago.
Me incliné hacia delante, con los codos en las rodillas.
—Lo entiendo. Y eso es increíble de tu parte. Pero hay
una manera correcta y una manera incorrecta.
—Pero sus padres de acogida no...
—Tenéis diecisiete años ¿verdad? ¿Los dos?
Él asintió.
—¿Y crees que esto es vida o muerte? ¿Algo que debe
suceder en el futuro inmediato? ¿Está Kai en peligro de
hacerse daño si esto no sucede de inmediato?
Sacudió la cabeza.
—Entonces tienes tiempo —le dije—. Pronto ambos
tendrán dieciocho, y Kai podrá tomar esas decisiones por su
cuenta. Y como ya lo apoyas de una manera tan increíblemente
espectacular, estará aún más feliz de saber que estás a su lado.
Cuando llegue ese momento, si me encuentras a mí o a alguien
aquí, te ayudaremos lo mejor que podamos. Y si está
relacionado con el seguro, pensaremos en algo. Estoy seguro
de ello. —Parecían tópicos vacíos. Mis propias primas de
seguro no eran tan malas, dado que lo tuve durante la
universidad, pero no fue grandioso.
—Es por lo que te pagan, ¿verdad? —dijo Diego, sonando
resignado.
Rodé los ojos.
—No me van a pagar una mierda. Esto es parte de mi
educación. Tienes la Experiencia Corey Ellis de forma gratuita.
183
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Y… —dije rápidamente, justo cuando él comenzó a
reprimirse—. Porque quiero estar aquí. Hablar con todos
vosotros es lo más destacado de mi día.
—¿De verdad?
—De verdad.
Había un brillo en sus ojos oscuros, y supe que lo que
iba a decir a continuación realmente no me iba a gustar.
—¿Nada que ver con Jeremy, entonces?
Sí. Jodidos niños. Esperaba que el ozono se agotara y la
superficie de la tierra se quemara. Ya lo había hecho. Me
levanté bruscamente.
—Diego, esta ha sido una conversación iluminadora. Me
alegra que sientas que puedes venir a mí. Tenlo en cuenta para
el futuro. Corre la voz para que todos los demás sepan lo
mismo. A menos que haya algo más… puedes encontrar la
salida.
Él me sonrió. Se le iluminó toda su cara. Chico lindo. Un
gilipollas, pero lindo.
—En serio, ¿eh?
—No tengo ni idea de lo que estás hablando —le dije
bruscamente—. Jeremy es un colega, mi jefe y mi ex profesor.
Tenemos una relación estrictamente profesional.
Él movió sus cejas hacia mí mientras lo empujaba hacia
la puerta.
—Un profesor caliente ¿eh? Lo puedo entender, a mi
profesor de ciencias, el Sr. Grayson, le gusta usar pantalones
ajustados que muestren su...
—¡Fuera! —Le gruñí, empujándolo a través de la
puerta—. ¡Terminamos!
184
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Se rió mientras se daba la vuelta. Estaba a punto de
darle un portazo en la cara cuando dijo:
—Gracias, Corey. Sabía que tenía razón en hablar
contigo. Lo aprecio.
Me ablandé.
—En cualquier momento, Diego.
—Pero si alguna vez necesitas consejos sobre cómo ligar
con...
Entonces cerré la puerta de golpe en esa cara presumida.
LA QUINTA cosa que aprendí sobre Jeremy Olsen era
que no me presionaba. Sabía cuándo retroceder.
Veinte minutos después de sacar a Diego sin ceremonias
de la oficina, alguien llamó a la puerta. Claro que había vuelto
para lanzarme más mierda, lo abrí, listo para gruñirle que yo
era mayor y por lo tanto merecía respeto, pero logré morderme
la lengua cuando vi a Jeremy allí, con la mano aún levantada.
Él parpadeó.
—¿Estás bien?
Asentí bruscamente.
—¡Bien! Todo está bien.
—¿Estás seguro de eso? Pareces un poco... machacado.
Jesucristo, ¿todo lo que decía tenía que sonar como una
insinuación?
(Sí, soy consciente de que así es como mi cerebro porno
elije procesarlo. Cállate.)
185
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Le sonreí con una sonrisa maniaca.
—¡Sólo no tengo un buen día!
—Umm. —Se apoyó contra la puerta—. ¿Todo bien con
Diego? ¿Algo de lo que tengamos que preocuparnos?
Retrocedí, sacudiendo la cabeza.
—No. Quería hablar. Tenía algunas preguntas sobre ser
trans. Eso es todo.
Jeremy se frotó la mandíbula.
—Marina parecía sorprendida.
—¿Sobre qué?
Se encogió de hombros.
—Ella ha estado tratando de hacer que Diego se abra
desde hace tiempo. Dice que es una tuerca difícil de girar. Se
puso feliz cuando supo que te había elegido para hablar
contigo. Yo también.
Me aparté de él para que no me viera sonrojado.
—No fue... No es nada.
—¿No es nada, Corey? Estos niños necesitan saber que
pueden tener a alguien con quien hablar, alguien a quien
hacerle preguntas. Es importante.
—Es por eso que estoy aquí, ¿no es así?
Sonaba frustrado.
—Es un cumplido. Es una cosa buena.
Suspiré cuando me di la vuelta.
186
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo sé. Puede ser mucho… quiero decir, sabía en lo que
me estaba metiendo, pero esto es como... mi primera vez —
gemí—. Jesús, eso suena terrible.
Se rió.
—Especialmente porque acabas de tener a un menor en
la oficina detrás de una puerta cerrada.
Lo fulminé con la mirada.
—¿Por qué tienes que decirlo así?
—Uno de nosotros tenía que hacerlo. Pero es una broma,
por supuesto. Un poco de mal gusto, pero demonios, estás más
cerca de su edad que tú de la mía, por lo que probablemente
era un poco demasiado. Lo siento por eso.
Sí, genial. Maravilloso. Fantástico. Justo lo que
necesitaba, para recordarme que él era mucho mayor que yo y
que probablemente me viera tal como yo veía a los demás en
Phoenix House.
—Está bien. No te preocupes.
Me miró ¿buscando qué? no lo sabía. Finalmente:
—Estoy feliz de que estés aquí. De hecho, probablemente
te hubiera recomendado para este lugar si hubiera sabido en
qué me estaba metiendo. Incluso podría haber intentado
robarte si hubieras decidido ir a otro lugar.
Mi corazón traidor comenzó a ir a toda marcha.
¿Significaba eso que pensaba en mí constantemente y que muy
posiblemente suspiraba por mí a distancia, deseando que las
cosas fueran diferentes aunque sólo fuera para poder
alimentarse del aliento de mi boca? Quiero decir, eso fue
asqueroso, y realmente desearía no haberlo pensado, pero aún
así.
187
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Habrías hecho eso por mí?
Asintió.
—Eras uno de mis mejores estudiantes. Yo haría eso por
cualquiera de vosotros.
Oh. Oh, maldición.
—Gracias —dije alegremente, aunque estaba listo para
gritar y golpear un muro. Probablemente no lo habría hecho,
porque era un problema cuando se trataba de dolor, pero
estaba pensando en ello—. Eso es muy agradable de escuchar.
Él vaciló ligeramente.
—¿Estás seguro de que estás bien?
—Sí —dije lo más uniformemente posible—. Y lo juro por
Dios, si me lo preguntas una vez más, llamaré a Coldplay y les
diré que los odias.
Su mirada se estrechó.
—No te atreverías.
—Mírame, Olsen.
Sacudió la cabeza.
—Problema. Debería haber sabido que ibas a ser un
problema. —Se apartó del marco de la puerta—. Termina aquí
y luego sal a la calle con nosotros. Marina quiere tener una
reunión y hablar sobre el Mes del Orgullo y lo que significa
para todos nosotros.
—Claro —le dije—. Ya voy.
Él asintió. Parecía que iba a decir algo más, pero luego
sonrió y me dejó allí de pie, mirándolo fijamente.
(Y no, no estaba mirando su trasero).
188
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
(No mucho.)
189
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 7
Cheesy Tots y Una Cita Doble
Accidental
ERA UN SÁBADO A FINES de junio, cuando me di
cuenta, para mi consternación, de que estaba completa y
absolutamente abatido.
Al principio no entendía muy bien lo que estaba
pasando. Ahí estaba yo, sentado en mi habitación, jodiendo en
mi ordenador. Era temprano en la tarde y estaba tratando de
actualizar este estúpido sitio web de la comunidad del que
formaba parte desde hace algunos años. Era un sitio de Wiki y
había empezado como una especie de entretenimiento, pero
por alguna razón me había quedado con él.
Algunos de mis artículos habían recibido bastantes
comentarios de alguien llamado TiberiusIsMysterious19. Que
alternaba entre decir lo ridículamente inútil que era todo el
artículo (y el sitio web en general) y darme las gracias al azar
por ayudarlo a aprender a ser normal, aunque iba a ignorar
todo lo que había aprendido y debería avergonzarme por poner
tanta tontería en internet.
—¿Qué diablos? —murmuré para mí—. Elige un punto.
Cristo, suenas agotador.
19
Puedes leer su historia en T.J. Klune - Como Ser 1 - Como ser una persona normal.
190
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
La casa estaba en silencio. Sandy había salido con
Darren, a ver, como él había dicho, antigüedades. Como
dudaba que Sandy o Darren tuvieran algo hecho antes del
2010, asumí que eso significaba que Sandy estaba follando la
cara de Darren en un callejón en algún lugar. Más tarde, se
suponía que iban a ver una película en la que estaba el primo
de Sandy, una extraña obra de arte sobre un girasol humano
que se desarrollaba con leones gay humanoides20. Me habían
invitado, pero eso sonaba terrible, así que lo rechacé.
Le había enviado un mensaje de texto a Paul para ver si
él y Vince querían ir a almorzar, pero había recibido una
respuesta que decía que Vince lo estaba obligando a ir a una
convención de motociclistas. Cuando lo llamé de inmediato
para preguntarle de qué diablos estaba hablando, Paul me dijo
de forma taciturna que motociclistas eran bicicletas y que
todos estarían sanos y hablando de cómo el gluten es el
demonio.
—¿Sabes cuántas cosas tiene gluten? —exigió Paul—
¡Muchas cosas deliciosas!
Ty no había respondido mi mensaje. Asumí porque
estaba ocupado montando su escena de drama porque Bear y
Otter iban a tener bebés.
Nana respondió, pero solo para decirme que estaba
ocupada. Cuando le pregunté qué estaba haciendo, me dijo
que, si me lo decía, tendría que matarme.
Yo le creí.
Fue en ese instante en que me di cuenta de que acababa
de enviar un mensaje de texto a la abuela de Paul para ver si
ella quería pasar el rato conmigo y que yo estaba
irremediablemente aburrido.
20
Puedes leer esta historia en T.J. Klune - Como Ser- 2 - Como Ser Una Estrella De
Cine.
191
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Por qué no tengo más amigos? —murmuré,
recorriendo mi lista de contactos. Esa respuesta era fácil:
porque la mayoría de las personas eran tontas y no apreciaban
mis cualidades más finas.
Me encontré con el nombre de Jeremy, dudé, pero luego
continué.
Nada. Nadie.
Estaba muy solo.
Naturalmente, como hace un joven queer cuando está
aburrido, abrí Grindr para ver si tener sexo era una opción.
Fue un error.
El primer perfil que encontré fue uno que reconocí.
Brian, el de la aventura de una noche con Sandy y consumidor
de más tocino de lo que debería haber sido humanamente
posible. Lo había visto de vez en cuando en Jack It, no luciendo
peor por el desgaste después de haber sido subastado por
Dairy Queens, una verdadera pandilla de motociclistas en
Tucson. Había escuchado rumores de que había sido parte de
un gang bang muy húmedo y exuberante, pero parecía que una
vez más estaba al acecho. No tenía mucho que ver con Dairy
Queens. Formaban parte de la comunidad de cuero de Tucson
y pasaban la mayor parte del tiempo en el bar de cuero queer,
llamada acertadamente (y horriblemente) Build a Bear Sweat
Shop, Nunca había estado dentro, pero Charlie dijo que no
estaba tan mal como sonaba. Eso no ayudaba como él creía
que lo hacía.
Pasé el perfil de Brian (que proclamaba que estaba
ABAJO CON LA MAYORÍA DE LAS COSAS) al siguiente. El
segundo perfil era otro chico de fraternidad que se hacía un
selfie frente a un espejo en una habitación desordenada con
su gorra de U de A al revés. Y eso era todo lo que llevaba
192
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
puesto. Afortunadamente, estaba cubriendo su basura con su
mano libre. O bien tenía la basura pequeña o manos grandes.
El siguiente era un hombre con una máscara peluda.
Pensé que se suponía que era un golden retriever.
No me iba jugar a los cachorros.
El siguiente perfil proclamaba con orgullo NO GORDOS
NO FLACOS, como si fuera algún tipo de insignia de honor.
Esperaba que encontrara las alegrías del herpes en un futuro
cercano.
El perfil después de eso me pareció agradable al
principio, hasta que leí la última oración en su perfil donde
había un hashtag seguido de cuatro letras que me dieron
ganas de vomitar.
—Haz que América sea grande otra vez, mi trasero —
murmuré—. Maldito psicópata.
Si mi vida fuera una comedia romántica, habría seguido
navegando antes de encontrar el perfil de un profesor
universitario determinado. Se leería que él era nuevo en todo
este asunto de Grindr y que realmente no estaba enganchado.
Quería escribirse con alguien con quien pasar el rato, alguien
con quien escuchar música terrible. Y luego continuaba
diciendo que había alguien en quien estaba interesado, alguien
carismático, hermoso y malvado, cuyo nombre rimaba con
Maury, pero esa persona estaba fuera de su alcance. Le dolía
el corazón, se lamentaba, y probablemente solo eliminaría este
perfil porque nadie más podía compararse.
Yo le daría a deslizar a la derecha, y conectaríamos, y
después de un poco intercambio (“¡Sí, realmente soy yo,
Jeremy! Lo prometo. ¡Te he estado esperando!”), Nos
reuniríamos. Sería incómodo y lleno de miradas sonrojadas y
robadas antes de que él tomara mi mano entre las suyas y
murmurara que había querido esto durante mucho tiempo, y
193
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
a la mierda el hecho de que él fuera mi jefe, él renunciaría y
luego todo sería sol. (“Al igual que el color de mi Jeep”,
susurraría con seriedad) y rosas. Él renunciaría a Phoenix
House (porque necesitaba el trabajo más que él, y él no sería
nada si yo no fuera magnánimo), y nos iríamos a comprar
antigüedades en un callejón detrás de un restaurante indio.
Pero como mi vida no era una comedia romántica, no
existía ese perfil. En su lugar, había uno con un tipo sin camisa
sosteniendo un rifle. La leyenda sobre la imagen decía: SÓLO
YTES21.
—Sí —le dije a este pináculo del fanatismo masculino—
. Espero que eso funcione para ti.
Cerré la aplicación, tratando de no pensar en cuánto
tiempo había pasado desde que me había acostado con
alguien. Hubo un par de chicos desde que vine a Tucson, pero
nada serio. No estaba programado para la cultura de citas que
parecía impregnar a la comunidad más joven de Tucson. No
era algo que me interesara. Ciertamente no ayudaba eso en las
noches de fin de semana después de que el Jack se cerrara, la
gente se reunía fuera en lo que se conocía como el Mercado de
Carne, un último intento desesperado de encontrar a alguien
con quien ir a casa y follar.
Uno no tiende a formar relaciones románticas duraderas
en un bar gay. Bueno. Ahí estaban Paul y Vince, claro.
Y ahora que lo pensaba, Sandy y Darren. Pero ellos eran
la excepción.
Hasta que recordé que Ty y Dom habían tenido su
primer beso dentro de Jack It también, y me di cuenta de que
odiaba todo esto.
Bajé el teléfono y me golpeé la cabeza contra el escritorio.
21
Siglas en referencia a algún tipo de jugadores de paintball.
194
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Tan defectuoso —le susurré a nadie en particular.
Unos minutos más tarde, justo cuando estaba a punto
de darme por vencido, me puse una sudadera y me dejé caer
frente al televisor, mi teléfono vibró.
Lo miré por un momento.
¿Accidentalmente había golpeado directamente al YTES
SOLAMENTE? Oh Dios. Él iba a llevarse una sorpresa.
En cambio, había un mensaje de Charlie.
¿Quieres ir a comer algo?
Dulce, maravilloso Charlie. Hermoso Charlie.
Charlie, que me había estado evitando estudiadamente
desde la revelación de que Jeremy y Robert vivían a solo un
par de manzanas de distancia.
No había ido al bar en las últimas dos semanas. Trabajar
a tiempo completo era más agotador de lo que creía, y la idea
de salir me había hecho sentir físicamente como morir.
Siempre había escuchado que a los veintitantos eran todo
fiesta hasta altas horas de la noche, y luego tus treinta eran
pijamas a las ocho. No podía esperar hasta que cumpliera los
treinta porque ya estaba allí en espíritu. Sandy estaba allí, por
supuesto, pero no pensaba que se fuera a acordar de reprender
a Charlie. Tiende a distraerse. No me sorprendería si lo hubiera
olvidado por completo.
Entonces empecé a sospechar. ¿Charlie me está
enviando mensajes de texto de la nada para salir? Nosotros
éramos los que siempre teníamos que enviarle un mensaje de
texto.
Le escribí en respuesta.
195
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
¿Esto es porque estoy solo y me doy cuenta de que solo
tengo unos pocos amigos y todos se están follando y felices?
Le tomó unos minutos responder.
Sí.
¡Genial! ¿Dónde quieres ir?
RESULTÓ QUE QUERÍA ir a un antiguo restaurante en
el centro que servía tartas cubiertas de queso. Lo que estaba
absolutamente bien conmigo.
La camarera mayor nos sonrió cuando tomó nuestro
pedido y se marchó después de darle unas palmaditas en el
hombro a Charlie, diciéndole que era bueno volver a verlo. Se
movió con un ronroneo de sus caderas a través de la multitud
de personas que llenaban el restaurante. Cuando llegamos, ya
había una lista de espera, pero nos sentaron de inmediato
cuando vieron a Charlie.
—¿Eres un cliente habitual? —le pregunté desde el otro
lado de la cabina de vinilo agrietada.
Charlie se encogió de hombros.
—Podría decirse. Este lugar ha existido desde hace
décadas. Vaguyna y yo solíamos venir aquí después de sus
shows.
Parpadeé sorprendido ante la mención de Vaguyna de
nuevo.
—¿Lo hacíais?
Él asintió mientras tomaba su té. Había renunciado a su
chaqueta de cuero (afortunadamente, viendo que se acercaba
a tres dígitos) pero tenía un brazalete de cuero en cada muñeca
196
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
y un pedazo de cuero colgando de su cuello en una cadena de
plata. Se veía cómodo, lo que siempre me hacía feliz.
—Nos sentábamos aquí o por ahí. Ella llevaba puesto su
maquillaje y una boa de plumas alrededor de sus hombros —
sonrió en voz baja—. La gente siempre pensaba al mirarla que
iba a ser ruidosa, y algunas veces lo era. Era una drag queen,
después de todo. Pero cuando veníamos aquí, no se trataba de
eso. Ella permanecía callada, casi... contemplativa, supongo.
Solían tener estas viejas fichas de mahjong, y jugábamos hasta
que salía el sol. Ella lo necesitaba, creo, para deshacerse de la
personalidad de Vaguyna.
Suspiré soñadoramente.
—Eso suena maravilloso.
—Ella también era trans, ya sabes.
Asentí.
—Me lo imaginé por los pronombres. Siempre te refieres
a ella como ella, Sandy también lo hace.
—Aunque en ese entonces, era más probable que
escucharas llamarse transexual o travesti. Mejoró hacia el
final. No mucho, pero lo hizo. —Sacudió la cabeza—. A algunas
reinas no les gustaba por eso. Decían que era un insulto al arte
de las drag. Tenían esta noción absurda en sus cabezas que se
suponía que la cultura de Drag eran hombres que actuaban
como mujeres y nada más. ¿Sabes lo que les dijo?
—Ojalá los jodiera a todos. Los reyes drag también
existen, después de todo.
Él sonrió, su rostro arrugado y maravilloso.
—Un poco más colorido, si puedes creerlo. —Jugueteaba
con el asa de su taza—. Tuve mucha suerte cuando ella me
cogió bajo su ala. Yo era mucho mayor que la mayoría de las
197
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
otras personas allí, pero era como un ciervo con piernas
temblorosas. Ella observó mientras me follaba con la mitad de
las personas del bar antes de decirme que ya era suficiente.
—Rompió tu látigo, ¿ella? —bromeé.
Él rió.
—Estuvo bien. Esos años fueron duros, pero buenos. Me
sentía culpable la mayor parte del tiempo. Había tenido una
familia y niños. Pensé que estaba traicionando una parte de mí
mismo, aunque había sentido lo mismo cuando desempeñé el
papel de heterosexual semifuncional. Era un imposible.
—¿Cómo lo superaste?
Se encogió de hombros.
—No sé si realmente lo hice. Me llevó mucho tiempo
aprender a amarme a mí mismo. Vaguyna jugó un papel
importante en eso, pero no pudo hacerlo todo. Ella entendió
que necesitaba llorar y me permitió hacerlo. Todavía tengo días
en los que creo que hice lo incorrecto. Días en los que deseo
que las cosas puedan ser diferentes. Pero luego miro a mi
alrededor y veo a mis chicos y todo lo que estáis haciendo y
creo que todo estará bien.
Alcancé la mesa y tomé su mano en la mía, apretando
con fuerza.
—Tenemos suerte de tenerte.
—Tienes toda la razón —dijo bruscamente—. En estos
días, los jóvenes no parecen interesados en escuchar las
historias de quienes vinieron antes que ellos y lucharon para
que tuvieran las libertades que tienen ahora. Todos están
enfocados en sus teléfonos y con quién se van a follar después.
—Él retiró su mano—. No todos, por supuesto. A ti, a Paul, a
Sandy, a Darren y a Vince, no parece importarles tener un viejo
al lado.
198
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Me sorprendió algo que no se me había ocurrido. No
sabía por qué nunca lo había pensado antes.
—¿Qué piensas acerca de venir a Phoenix House? ¿Tal
vez a hablar con algunas de las personas de allí?
Parecía sorprendido.
—¿Yo?
—Por supuesto. Creo que sería genial para ellos saber de
ti.
Se movió incómodamente.
—No sé si tendría mucho que decir.
Negué con la cabeza.
—Creo que lo haces. No tendría que ser durante mucho
tiempo, y apuesto a que tendrían muchas preguntas que
hacerte. Algo así como cerrar la brecha, ¿sabes?
—Tengo las próximas dos semanas ocupadas —dijo—.
Los Hombres de Cuero de Tucson están celebrando su
concurso anual de Mr. Cuero en el bar. Tengo que estar allí
para eso.
Ah, sí. La otra vida de Charlie. Él no era solo un elemento
básico en Jack It. Era una figura imponente en del Build a Bear
Sweat Shop. Sandy había estado un par de veces y dijo que
Charlie era tratado como un dios allí. Tenía curiosidad al
respecto, pero no lo suficiente como para reunir el coraje para
entrar. Verían que soy un fraude en el momento en que
entrara.
—¿Cómo va eso?
Se encogió de hombros.
199
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Como suele estarlo. Hay muchos hombres esperando.
—Se rió—. Suena bien.
—Siempre que estés listo, y solo si quieres. Estaré allí
todo el verano, así que, si quieres venir en algún momento, solo
avísame. Puedo organizarlo.
—¿Puedo pensármelo?
Yo le sonreí.
—Por supuesto que puedes. Y no tienes que hacerlo si
no quieres. No voy a mentir y decir que no me dan ganas de
arrancarme los pelos la mayoría de los días. Pueden ser unas
pequeñas mierdas.
—¿Como lo eras tú? —preguntó, con los labios curvados.
Rodé los ojos.
—Peor aún, aunque no lo creas.
—Pareces estar haciendo un buen trabajo con ellos. Te
escuchan.
Fruncí el ceño.
—¿Cómo sabes eso?
—Robert dijo que Jeremy le dijo... —Sus ojos se
agrandaron—. Umm. No importa. Hablemos de otra cosa.
Debería ir a ver si todavía tienen mahjong. Enseñarles a jugar.
No es difícil de aprender. —Comenzó a levantarse.
—Charlie —dije dulcemente—. Sienta tu trasero.
Él gimió, pero hizo lo que le pedí. Me fulminó con la
mirada y la expresión habría sido aterradora para cualquiera
que no lo conociera, y posiblemente para la mayoría de las
personas que lo conocían. No me afectaba en lo más mínimo,
porque Charlie era familia y podía ver a través de su aspereza.
200
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Hemos terminado de hablar sobre los sentimientos y
las cosas felices? —pregunté inocentemente.
—No tenemos que hacerlo —dijo—. ¿Te he dicho lo
hermoso que te ves hoy?
Resoplé. Llevaba una camisa de gran tamaño que había
encontrado en la cesta de la ropa, probablemente una de las
de Darren. Llevaba pantalones cortos y chanclas, y mi cabello
estaba recogido con un pañuelo. Había estado llevando lo
mismo todo el día. Sí, probablemente me veía hermoso, pero
solo para un cierto individuo que intentaba distraerme.
—Gracias. También veo a través de ti.
Él suspiró.
—Maldita sea. Todo bien. Déjame tranquilo.
Me senté hacia adelante, apoyando los codos en la mesa
y apoyando la barbilla en mis manos.
—¿Cómo está Robert?
Él me miró con recelo.
—Bien.
—¿En serio?
—Sí.
—¿Todo bien con él?
—Simplemente grandioso —dijo con los dientes
apretados.
—¿Dais paseos por el parque cogidos de la mano? —Uh-
oh. Me estaba distrayendo—. Dios mío, ¿de verdad? ¡Dime
donde lo haces y cuando lo haces! ¡Necesito estar allí para
haceros fotos!
201
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No paseamos por el parque —replicó—. Hace
demasiado calor para eso.
Lo miré de reojo.
—Entonces, ¿por dónde paseáis juntos cogidos de la
mano?
Sus ojos se movieron de lado a lado.
—Bueno... hay... ya ves, no es como...
Lo miré boquiabierto.
—Por favor, dime que es en el centro comercial antes de
que abran las tiendas como hacen todos los demás ancianos
para poder entrar.
—Sólo dos días a la semana —espetó—. Y cuando
terminamos, nos compramos unos batidos.
Apenas evité gritar.
—Jesucristo —le susurré—. ¿Tienes alguna jodida idea
de lo malditamente adorable que es eso?
—Y no se lo cuentes a nadie —dijo—. Juro que, si
descubro que se lo has dicho a Sandy o Paul, te pondré sobre
mi rodilla muy rápido.
Lo despedí con la mano.
—Promesas, promesas. —Le sonreí con malicia—
¿Amenazas a Robert de la misma manera?
—¿Dónde están esos malditos tater tots? —gruñó,
mirando a la camarera—. ¿Sabes qué? Olvídalo. Nos vamos.
—Ciertamente no lo haremos. Vamos a quedarnos aquí,
y me vas a contar lo enamorado que estás y que nunca has
202
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
sido más feliz y.… espera —entrecerré los ojos—. ¡Estas
tratando de distraerme!
Él se burló.
—Te sorprendería lo fácil que es distraeros a todos
vosotros. Apenas tengo que levantar un dedo.
—Grosero. Pero lo más probable es que sea cierto. Pero
ese es un problema que debe abordarse otro día. Tenemos
cosas más importantes en las que centrarnos en este
momento. Íbamos a…
—¿Te traigo más agua caliente para tu té, Charlie? —
preguntó la camarera, apareciendo de la nada—. Tu comida
saldrá en un momento. Tenemos más clientes de lo que
esperábamos. Hay una fila que sale por la puerta.
—Eso sería genial, Sally —dijo Charlie, aliviado—. De
hecho, ¿por qué no te sirves una taza y te relajas un poco justo
aquí con...?
—Solo inténtalo, viejo —le susurré—. Verás qué tan lejos
llegas.
Ella rió.
—Oh, me gustaría poder hacerlo. Pero faltó hoy una de
las chicas. Está enferma, la pobre, pero eso significa que tengo
que trabajar el doble. La próxima vez, ¿eh?
Charlie comenzó a protestar, pero ella desapareció de
nuevo entre la multitud.
Sacudí mi cabeza lentamente hacia él.
—Qué vergüenza, Charlie. ¿Creías que podías usarla
como escudo? Habría acabado con ella. Sólo tú y yo aquí,
daddy. Vamos a bailar.
203
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Volvió la cara hacia el techo de tejas manchadas, como
si rezara por paciencia. Casi le dije que su dios no lo escucharía
ahora, pero pensé que probablemente iría demasiado lejos.
—Está bien —dijo finalmente—. Vamos. Pero no pienses
que me voy a olvidar de tu impertinencia. Cuando menos lo
esperes, me vengaré.
—Guau —suspiré—. Eso es completamente creíble y
extrañamente sexy. Estoy en conflicto en este momento.
Él resopló.
—Chico, si solo supieras.
—Me llama la atención que hayas estado ocultando
información.
Dio unos golpecitos en la mesa como si estuviera
aburrido. Era bueno.
—¿Esta bien?
—Sí. Información importante.
Parecía apenas afectado.
—No creo que sepa muy bien de qué estás hablando.
—Creo que sí —dije siniestramente—. Creo que lo sabes
muy bien.
Él arqueó una ceja tupida hacia mí.
—¿Por qué no me dices qué es lo que sé que crees que
sabes que se supone que debo saber?
Me tambaleé.
—Espera. Espera. Eso... ¿qué? No es que sepas lo que
creo que sabes que sabes. Es que sé lo que no querías que yo
supiera, que en realidad ahora sé.
204
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Hay alguna diferencia?
—¿No... sé?
Me sonrió, mostrando unos dientes fuertes.
—Oh, niño. No deberías jugar a juegos de hombres si no
puedes mantenerte fuerte. Estás por encima de tus
posibilidades.
Jadeé.
—¿Cómo te atreves?
—Es la verdad, cariño.
—No me cariñosees. Estoy jugando a este juego porque
soy un hombre, a veces, y sé lo que está pasando. De hecho,
¡yo inventé el juego!
Él sonrió con suficiencia.
—¿De qué estábamos hablando?
No estaba muy seguro.
—Bueno, ya ves, había... eh. Dame un minuto.
Volvió a tomar el té.
—Tomate todo el tiempo que necesites.
No sabía dónde me había descarrilado. ¿Estaba en lo
cierto? ¿No sabía jugar al juego? Ni siquiera estaba seguro de
a qué juego estábamos jugando. ¿No era algo sobre el
mahjong? Ni siquiera sabía qué demonios era mahjong. Buena
palabra, sin embargo.
—Mahjong —dije en voz alta—. Maaah-jong.
Él asintió.
—Oh, eso es. Está bien. Iba a ir a ver si todavía tenían...
205
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Ajá! —grité—. ¡Solo estaba jodiéndote! Sabía
exactamente lo que ibas a preguntar. Tenemos que hablar de...
—Aquí vamos —dijo Sally alegremente. Vertió más agua
caliente para Charlie de una tetera de metal—. Y tengo a dos
caballeros guapos que vinieron a sentarse y dijeron que te
conocían. ¿Está bien si se unen a ti para que no tengan que
esperar?
Charlie le frunció el ceño.
—Quién en la tierra podría... —Y entonces sucedió lo
imposible.
Algo que nunca había visto antes.
La sangre desapareció de la cara de Charlie. Se veía
pálido.
Yo inmediatamente me preocupé.
—¿Estás bien? —Levanté mi cuello hacia el frente del
restaurante—. ¿Son Sandy y Darren? Eso es raro. Pensé que
Sandy estaría en la casa de Darren...
No, no eran Sandy y Darren. Era peor. Eran Jeremy y
Robert Olsen.
Robert tenía su bastón en la mano y, como siempre, se
veía muy elegante. Llevaba un chaleco con botones sobre unos
pantalones azules y mocasines marrones con punta de ala.
Jeremy llevaba una camiseta sin mangas suelta
(¡cuántas tenía!) Sobre unos pantalones cortos de baloncesto.
Sus gafas de sol estaban sobre su cabello desordenado.
Nos saludaron con la mano.
Me di vuelta rápidamente y me hundí en mi lado de la
cabina.
206
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Escóndete! —susurré ferozmente—. ¡Tenemos que
escondernos!
Sally parecía confundida.
—Oh lo siento. ¿Hay algún problema? —Frunció el ceño
mientras miraba hacia la entrada—. ¿Esos caballeros van a
causar problemas? Puedo echarlos. He echado a hombres
mucho más grandes que ellos antes.
Charlie se recuperó primero.
—No, no. Está bien. Simplemente ha sido inesperado.
Uno de esos caballeros es... mi caballero.
Y aunque estaba a punto de tener un ataque al corazón,
no pude evitar arrullarme al unísono con Sally.
—Eres un asalta cunas —dijo Sally, dándole un
puñetazo en el hombro.
Charlie puso los ojos en blanco.
—Él es más viejo.
Ella rió.
—Lo sé. Solo me gusta molestarte. Entonces, esta es la
razón por la que no te hemos visto en tanto tiempo, ¿verdad?
Bien entonces. Los traeré aquí en un santiamén.
Se fue antes de que pudiera detenerla.
—Ni una palabra —me advirtió Charlie—. Lo digo en
serio. No necesito escuchar… ¿qué estás haciendo?
Bueno, a decir verdad, estaba intentando deslizarme
debajo de la mesa con el salero y el pimentero. El plan, si es
que se podría llamar plan, era esconderme debajo de la mesa
y verter sal y pimienta en el asiento y el suelo alrededor de la
207
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
mesa para poder hacer... algo. No había llegado tan lejos en mi
plan de escape como me gustaría.
—¿Podrías levantarte? —Me gruñó Charlie, estirándose
y robándome la sal y la pimienta—. Vienen de camino, al
menos trata de actuar como un ser humano.
—Tú has planeado esto —le gruñí—. Oh, solo espera
hasta que veas lo que te voy a hacer. No tengo idea de cuál es
mi linaje, pero voy a fingir que está impregnado de vudú, y vas
a pagar.
—Eso es extrañamente triste —dijo Charlie—. Casi estás
haciendo que me arrepienta de este día. ¿Podrías...? Hola
Robert, Jeremy.
Me di la vuelta lentamente.
Allí, de pie junto a la mesa, estaban los Olsen.
—Charles —dijo Robert, los ojos brillando—. ¡Qué
maravillosa sorpresa! No esperaba encontrarte aquí.
Charles, dije, como si nunca antes hubiera escuchado
algo así.
—Seguro que no ¿eh? —dijo Charlie, sonando brusco,
pero querido dios, también se estaba divirtiendo. Quería
aplastar su rostro—. ¿Por qué será que no me creo eso?
—Ahora que lo pienso, papá, estabas extrañamente
especificando que querías venir aquí después del mercado de
agricultores —dijo Jeremy y me sonrió abiertamente.
Chillé, pero afortunadamente se perdió con el ruido que
nos rodeaba.
—Oh, paparruchadas —dijo Robert. —Siempre he
escuchado hablar sobre este lugar y quería conocerlo. Bueno,
apenas recuerdo la conversación telefónica de hace unas horas
208
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
con Charlie cuando dijo que iba a invitar a Corey a almorzar.
Tú sabes cómo es. Cuanto más envejeces, más memoria se
pierde.
Pensé en ir por mi teléfono y enviar un mensaje a todos
de ¡¡¡¡¡¡CÓDIGO PLÁTANO NARANJA!!!!!!! pero no pude
encontrar una manera de hacerlo sin parecer que estaba
entrando en pánico.
Jeremy golpeó su hombro contra el de su padre.
—Claro. Tu memoria es mejor que la mía, así que no voy
a creerme eso.
—Esa es cosa tuya, Jeremy —dijo Robert, sonando
alegre.
—Apártate, Charlie. Mis perros están ladrando y
necesito darles un descanso.
—Tal vez deberíamos preguntarles primero en lugar de
simplemente invitarnos a su…
—No nos importa —dijo Charlie rápidamente, echándose
más cerca de la pared para dejar espacio a Robert—. ¿Verdad
Corey? —Su tono dejaba bastante claro que no, no nos
importaba en absoluto.
—Umm —le dije.
Robert se sentó con un resoplido, colocando su bastón
contra el lado de la cabina. Palmeó la parte superior de la mano
de Charlie, y luego, como si su único propósito fuera causarme
la muerte, se inclinó y le besó la mejilla.
Toda la sangre que previamente había salido de la cara
de Charlie regresó rápidamente, y ahora se estaba sonrojando.
209
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Esto era a la vez, la cosa más grande y más terrible que
me había pasado. Era un enigma que no estaba preparado
para resolver.
—¿Estás bien con esto? —Jeremy me preguntó en voz
baja. Se inclinó, con el cuello de su camiseta sin mangas
colgando alrededor de su cuello. Tuve que apartar la mirada
porque se le veía el pecho y los pezones—. Puede ser un poco
intimidante.
—Umm —dije de nuevo.
—Muévete, niño —dijo Charlie—. No seas grosero. Y, por
supuesto, estamos de acuerdo con que os sentéis aquí.
Cuantos más, mejor.
—Eso está mucho mejor —dijo Robert—. Después de
todo, no estaba planeado en lo más mínimo.
No sabía cómo transmitirle a Charlie en código de que
su Super lindo novio era posiblemente el mal personificado.
Hice lo único que pude.
(Viendo cómo los saleros y la pimienta estaban fuera de
alcance).
Me moví.
Tanto que prácticamente me pegué contra la pared. Y
fue entonces cuando me di cuenta de que estaba atrapado.
Jeremy suspiró y se sentó a mi lado, y por un breve
momento, nuestras pantorrillas se juntaron, los pelos de su
pierna rozaron mi piel suave. Tosí ásperamente mientras se
asentaba.
Se acercó y golpeó una mano contra mi espalda.
—¿Estas bien?
210
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo siento —jadeé, con los ojos llorosos—. Se fue por el
tubo equivocado.
—No estabas bebiendo nada —señaló Charlie
amablemente.
No sabía cómo transmitirle a Charlie en código que él
también era posiblemente muy malo.
—¡Ya estamos! —exclamó Sally al volver a la mesa—.
Solo mira esta mesa llena de hombres guapos. Por qué, esto
podría ser lo más destacado de mi día. —Le entregó un menú
a Robert y otro a Jeremy—. Amamos a nuestro Charlie. Por lo
general, viene solo, pero creo que esto es mucho mejor.
—Es suficiente, Sally —advirtió Charlie.
Ella parecía inmune a él.
—Eso dices. Pero como estás ahora, ¿cómo lo dicen los
niños en estos días? ¿Fuera del mercado? ¿Enderezándote? —
Negó con la cabeza—. Oh, escúchame, sigue como si no
supieras de lo que estoy hablando. Solo escucharte decir que
él es tú caballero me hace feliz.
—¿En serio? —Robert le preguntó a Charlie—. Tu
caballero, ¿verdad?
Noté que no habían dejado de cogerse de las manos, pero
pensé que era mejor si no lo señalaba.
—Algo así —murmuró Charlie, mirando fijamente la
mesa. Robert le sonrió suavemente—. Tú, viejo embaucador.
—Podría haber cometido un error —dijo Jeremy,
mirando a los dos frente a nosotros.
—Toda mi vida es un error —murmuré.
—¡Os dejaré aquí! —dijo Sally con un chirrido—. Charlie,
Corey, si os parece bien, mantendré vuestra comida hasta que
211
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
los demás hayan pedido la suya. De esa manera, podéis comer
juntos. —Hizo una pausa, golpeando su barbilla
pensativamente—. Casi como una cita doble, ¿no?
Giró sobre sus talones y se abrió paso entre la multitud
como si no hubiera detonado un arma de destrucción masiva
directamente en mi regazo.
Fue el turno de Jeremy de toser bruscamente. Elegí
mantener mis manos para mí mismo. Si él muriera, tendría
que vivir con ello.
No lo hizo
Estaba aliviado.
Principalmente.
—Me pregunto de dónde ha sacado esa idea —dijo
Robert airosamente—. Una mujer muy graciosa. Me gusta. —
Miró a Charlie—. Y ella parece conocerte muy bien. ¿Vienes
aquí a menudo?
—Papá —gimió Jeremy, con las manos en la cara—.
¿Podrías parar?
—Era solo una pregunta, Jeremy —dijo—. No me estaba
propasando con él. No tengo necesidad. Aseguré este con mis
astutos hechizos antes de que ninguno de los dos tuviéramos
que agacharnos y toser en la oficina del doctor.
—¡Robert! —dijo Charlie, sonando escandalizado.
Robert lo ignoró. Me miró y no estaba seguro de si eso
era algo bueno o no.
—¡Corey! Qué agradable es verte cara a cara. Jeremy
aquí me dice que estás haciendo de Phoenix House un lugar
maravilloso para trabajar.
—Papá —dijo Jeremy—. ¿Puedes parar?
212
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Bueno, lo dijiste —dijo Robert, mirándolo antes de
mirarme—. No le escuches. Creo que, si no escuchamos esas
cosas, el trabajo se vuelve mucho más difícil. Y Jeremy tiende
a ser un poco reticente con los elogios. Es el maestro en él.
—¡Papá!
Mis manos estaban firmemente apretadas en mis
muslos.
—¿Eso es genial? Y no tienes que preocuparte por eso.
Jeremy me lo dice lo suficiente.
—¿Él? —preguntó Robert dulcemente—. Eso es bueno.
Me alegra que todos estemos en la misma onda. Es importante,
el trabajo que estás haciendo. Solo puedo imaginar lo
beneficioso que es para los niños queer tener acceso a otros
como vosotros. Ni siquiera puedo empezar a pensar cómo
habría sido si hubiéramos tenido lo mismo en nuestra
juventud —apretó la mano de Charlie—. ¿Quién sabe qué pudo
haber pasado?
—Creo que lo hicimos bien con lo que teníamos —
murmuró Charlie—. Y aún así llegamos a este punto, ¿no es
así?
—Lo hicimos —le dijo Robert—. Y no sé si hay un lugar
mejor donde prefiera estar.
Morí. La causa de la muerte nombrada por el juez de
instrucción era desmayo sobre unos ancianos que eran
demasiado hermosos para este mundo.
Charlie se sonrojó más y murmuró algo que no pude
captar.
Robert se rió entre dientes.
—Es la providencia, creo. Creo que las personas llegan
a nuestras vidas en el momento exacto en el que deben hacerlo.
213
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Puede que no nos demos cuenta de por qué, pero al final
llegamos allí. ¿Sabes a qué me refiero, Corey?
No. No tenía idea de lo que estaba hablando.
—Por supuesto —le dije.
—Bueno. Ahora, por favor, dime todo lo que hay que
saber sobre Corey Ellis.
—Papá —reprendió Jeremy—. Podrías dejarle un poco.
—Me miró disculpándose—. Puede ser un poco pesado. Puedes
decirle que pare.
Negué con la cabeza.
—No, está... bien, supongo. No hay mucho que decir.
—Me resulta difícil de creer —dijo Robert—. Eres muy
hermoso. Apuesto a que tienes a todos los chicos babeando por
ti. ¿Tienes algún novio?
—Jesucristo —gimió Jeremy.
¿Qué diablos estaba pasando?
—Uh, ¿gracias? Y no, no tengo novio. Estoy un poco
ocupado estos días. La escuela me ocupa mucho tiempo y con
Phoenix House añadido a eso ahora, no tengo mucho tiempo
para nada más.
Robert asintió.
—La educación es importante. Admiro tu enfoque. Pero
no debes olvidarte de disfrutar de la vida. Aún eres joven. No
te olvides de recordar eso. De lo contrario, un día te mirarás al
espejo, te verás la piel arrugada y te preguntarás cómo sucedió.
—Te ves bien —dijo Charlie bruscamente—. Como... el
queso. O coñac. Algo de eso mejora con la edad. —Todos nos
giramos para mirarlo.
214
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Charlie me miró, desafiándome a decir algo. Mantuve mi
boca cerrada.
—Qué cosa más bonita has dicho —dijo Robert—. Tú
también eres queso para mí.
Sandy y Paul no iban a creerse esto. No podía esperar
para contárselo.
Hablando de eso… era hora de darle la vuelta a las cosas
un poco.
—Charlie y yo solo estábamos discutiendo sobre cómo
es que vives dos calles debajo de la nuestra y el hecho de que
no lo supiéramos.
Charlie no estaba contento conmigo.
Le guiñé un ojo. Estaba en eso ahora. Me pregunté si me
ataría al caballete que mantenía en su cobertizo.
—Sí —dijo Robert, frunciendo el ceño—. Es cierto.
Imagina mi sorpresa cuando Jeremy llegó exaltado a casa la
otra semana diciendo que prácticamente éramos vecinos.
—No estaba exaltado —gritó Jeremy.
—Ciertamente estabas exuberante al respecto —dijo
Robert.
—Me sorprendió.
—Como quieras llamarlo —dijo Robert—. Pero no
importa. Ahora lo sabemos, hará las cosas mucho más fáciles.
Charlie lo miró con recelo.
—¿Para qué?
—Para invitar a tus chicos a comer —dijo Robert—.
Sabes que quiero eso. Ciertamente has hablado de ellos lo
215
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
suficiente. Siento que los conozco bien, aunque no hemos
pasado mucho tiempo juntos. Son importantes para ti, Charlie.
Eso significa que son importantes para mí.
—Tan lindo —suspiré.
Charlie comenzó a balbucear.
—Es solo, no soy... —Me miró, casi afligido—. No estoy
tratando de alejarte de ellos.
Esto podría haber ido un poco demasiado lejos. Alcancé
la mesa y cogí su otra mano con la mía.
—Lo sabemos —le dije amablemente—. Y sabes que no
estamos realmente molestos por eso. Simplemente nos gusta
molestarte. El hecho de que seas feliz nos hace felices. Eso es
todo lo que importa.
—Son buenos niños —dijo Charlie en voz baja—. Mejor
de lo que merece un viejo como yo.
—Nah. Estamos bastante unidos por la vida. Tú lo
sabes.
—Qué maravilloso giro de acontecimientos —dijo Robert.
Entrecerró los ojos en el menú de la mesa—. Charles, ya que
esta es tu área de especialización, quisiera que me ayudaras a
navegar por este lugar encantador. Ha pasado demasiado
tiempo desde que comí en un establecimiento donde el menú
está laminado y espero experimentar. Parece que he olvidado
mis gafas en el coche, así que, por favor, dime qué es bueno y
qué debo evitar. Parece que hay grandes cantidades de queso
en todo. Estoy de acuerdo con eso.
—Papá —dijo Jeremy—. Acuérdate de tu dieta.
Robert puso los ojos en blanco.
216
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Es solo una comida. Déjame vivir un poco. Será
nuestro secreto, y prometo comer la comida de conejo que
consideres sustento sin queja durante al menos una semana.
—Dos semanas.
—Dos semanas —dijo Robert irritado—. Siempre se te ha
dado bien negociar.
Jeremy suspiró.
—¿Me pregunto de dónde aprendí eso?
Vi como Charlie se inclinó y comenzó a señalar cosas en
el menú, hablando en voz baja al oído de Robert. Continuaron
cogidos de las manos todo el tiempo.
Jeremy me golpeó el hombro, y me volví a mirarlo.
—Perdón por esto.
Me sentí un poco estúpido. Estaba tan cerca.
—¿Sobre qué?
Sus labios se curvaron.
—Interrumpir tu comida. Debería haber sabido que algo
estaba pasando cuando papá quiso venir aquí.
—Está bien. Tu papa es decidido. Me gusta eso en una
persona. Sobre todo.
Jeremy resopló.
—No tienes idea. Parece inocente, pero todo es una pose.
Me encogí de hombros.
—Solo quería ver a Charlie. Lo entiendo.
Jeremy vaciló antes de sacudir la cabeza.
217
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí. Eso es exactamente. —Pensé que me estaba
perdiendo algo.
—Mercado de agricultores, ¿eh?
Jeremy se rió. Era un buen sonido.
—Papá se queja, pero sé que a él le gusta. Es algo que
los dos intentamos hacer un par de veces al mes. ¿Alguna vez
has estado?
—No. Normalmente no soy el tipo de mercado de
agricultores.
Él arqueó una ceja.
—¿Y qué tipo es ese exactamente?
—El tipo de persona que necesita salir al aire libre
cuando está a cien grados para comprar lechuga marchita
cuando puedes ir a la tienda de comestibles con aire
acondicionado para conseguir lo mismo.
Parecía estupefacto.
—Es de origen local y apoya a las pequeñas empresas…
Hice una mueca.
—Prefiero no sudar si puedo evitarlo.
—A veces está bien sudar —dijo Jeremy—. Depende de
lo que estés haciendo.
—Guau —susurré.
Sus ojos se ampliaron.
—Oh Dios mío, no. No, quise decir como correr. ¡O ir de
excursión!
218
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Cierto! —asentí furiosamente—. ¡Correr y hacer
senderismo! ¡Eso es exactamente lo que pensé que querías
decir! ¡Nada más!
Estaba convencido de que Sally era un ángel de Dios
(aunque era perezosamente agnóstico), ya que apareció junto
a la mesa para salvarme de mi imaginación, donde Jeremy
sudaba haciendo otras cosas que involucraban mucho más
desnudos que correr o caminar.
—Bueno, no todos vosotros os veis cómodos —dijo ella,
con una gran sonrisa en su rostro.
¿Dije ángel de dios? Quise decir demonio de Satanás.
—¿No lo hacemos? —preguntó Robert—. Charlie me dice
que tu pastel de manzana es lo mejor que ha probado.
Sally acicalándose.
—Lo hago yo misma.
—Debo intentarlo. Después, por supuesto. Porque
Charlie también dice que puedo obtener queso en tater tots, y
no sé si alguna vez he oído hablar de tal cosa. Simplemente
tengo que tenerlo. Y un té helado, si no te importa.
—Lo tienes —dijo Sally, garabateando en su cuaderno de
notas. Ella miró a Jeremy—. ¿Para ti, cariño?
—Una ensalada —dijo Jeremy—. Y agua.
Rodé los ojos.
—Tendrá la hamburguesa. Pero sin cebolla. A él no le
gustan las cebollas. —Fue entonces cuando me di cuenta de
que en realidad lo había dicho en voz alta, pero ya era
demasiado tarde. Eché un vistazo a los saleros y pimenteros,
pero Charlie, en su infinita sabiduría, los sacó de mi alcance.
—¿No eres un fan de cebolla? —preguntó Sally.
219
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No, no lo es —dijo Robert, sonando divertido—. Nunca
lo ha sido. Cuando era pequeño, dijo que le hicieron oler la
boca, y que no le gustaba tener una boca apestosa.
—Comprensible —dijo Sally—. Tienes que pensar en lo
que podrías estar haciendo después, después de todo. Se lo
traeré en un santiamén.
Ella desapareció de nuevo.
—¿Cómo sabes que no me gustan las cebollas? —
preguntó Jeremy.
Era una pregunta tan inocua, pero aún así me hacía
sentir como si fuera una broma.
—Pedimos pizza en Phoenix House la semana pasada —
murmuré, mirando la mesa—. Y le sacaste las cebollas. Solo
pensé…
—Está bien —dijo Jeremy. Lo miré Él estaba sonriendo
de nuevo—. Gracias. Papá tiene razón, creo. También podría
vivir un poco. —Su sonrisa se ensanchó—. Aunque
probablemente necesito hacer una carrera adicional para
compensarlo. Y debería hacerte ir conmigo.
Me quedé sin aliento de horror.
—Retira eso. Nunca iré a correr voluntariamente a
menos que me encuentre en una película de terror como la
persona simbólica de color y necesite sobrevivir a todos los
blancos para llegar a la secuela.
Jeremy rió con fuerza, inclinando su cabeza hacia el
techo mientras se apoyaba contra la parte posterior de la
cabina.
—Sólo entonces, ¿eh?
220
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí. Y el hecho de que incluso sugieras que voy a correr
contigo probablemente se considera un delito, por lo que
deberías disculparte inmediatamente.
—Nunca —dijo—. Tal vez podríamos hacer una cosa. Un
día a la semana, salimos a correr.
Yo resoplé altivamente.
—Que divertido. Al menos me ahorraría unos buenos
cuarenta minutos cada día de tener que escuchar lo que
consideras música.
—¡Oye! Te dije que podías traer tus propios CD si querías
escuchar algo diferente...
—¿Quién demonios compra todavía CDs? —exigí—. ¿Te
das cuenta en qué año vivimos? ¡Tienes música en tu móvil!
¡Se puede conectar a tu coche de puta!
—¿Tu qué? —preguntó Robert, confundido.
Jeremy frunció el ceño.
—Así llama Corey al Jeep. Dice que es lo que conduciría
una promiscua niña de hermandad.
Le di una palmadita en la mano.
—No es que haya algo malo con la promiscuidad. Estoy
seguro de que a tus hermanas en Alpha Chi Omega les encante
tanto como a ti, Kristy.
—Ooh —dijo Robert—. Me gustas.
Jeremy se burló.
—Puedes quedártelo. Nada más da problemas.
221
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
No fue hasta más tarde que me di cuenta que Jeremy
había puesto su brazo detrás de mí en la parte posterior del
respaldo, y que lo dejó allí durante el resto de la comida.
DEJAMOS EL RESTAURANTE y nos paramos frente a la
acera. Jeremy sacó las llaves y las hizo girar en un dedo. Robert
y Charlie estaban uno al lado del otro, Robert con su bastón y
Charlie aferrándolo suavemente por el codo.
—Qué hermoso día —dijo Robert, volviendo su rostro
hacia el sol—. Charles, ¿te importaría acompañar a este
anciano al parque? Creo que me gustaría sentarme junto al
pequeño lago que está allí.
Ajá ¡Así que ellos iban al parque! Apuesto a que
paseaban mucho.
Charlie asintió.
—Por supuesto. Eso suena, oh. Mierda. Espera. Tengo
que llevar a Corey a casa. Lo recogí hoy.
—Yo puedo hacerlo —dijo Jeremy—. Voy a casa de todos
modos. Tengo los productos del mercado en una nevera y tengo
que pasarlos al frigorífico.
Estaba incómodo.
—No importa, puedo coger el autobús...
—Por supuesto que no —dijo Robert—. Vives cerca de
nosotros. No será un problema —parecía preocupado—. A
menos que os esté quitando tiempo a ti y a Charles.
Perdóname, Corey. No tenía la intención de hacer eso.
—No —le dije rápidamente—. Está bien. Podéis iros al
parque. Sé que Charlie no preferiría hacer nada más.
222
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Gracias —dijo Robert—. Hoy ha sido un día muy
bueno, y me gustaría alargarlo el mayor tiempo posible.
Cuando llegas a mi edad, empiezas a ver todas las cosas que
has dado por sentado. Nada me encantaría más que pasar el
tiempo con, ¿cómo te refieres a eso, Charles? Ah, sí. Con mi
caballero.
Sí. Iba a decirle a Sandy y Paul todo esto.
—Eso está bien —murmuró Charlie.
—Deberías sacar tu sombrero del coche —dijo Jeremy—
. Para resguardarte un poco de sol.
Robert suspiró.
—Siempre preocupándote. Pero tienes razón. Iré contigo
para cogerlo y darle a Corey y a Charlie un momento para
despedirse. —Nos sonrió a los dos antes de seguir a su hijo
hacia el aparcamiento.
—¿Te parece bien esto? —me preguntó Charlie.
Asentí.
—Está bien. No es como si Jeremy nunca me hubiera
llevado a casa antes.
—Lo sé. Pero es... ya sabes. Diferente. Un poco.
Lo miré con los ojos entrecerrados.
—¿Qué quieres decir?
Charlie parecía confundido.
—Eso siempre ha sido por razones de trabajo. Esto es
fuera del trabajo y sé lo que sientes por él.
Me quedé boquiabierto.
—¿Perdón?
223
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Charlie frunció el ceño.
—Sandy dijo que tú... ya sabes.
Oh, cuán rápido podía sentirme asesino.
—¿Sandy dijo que, Charlie?
Charlie comenzó a retroceder. Sus ojos estaban muy
abiertos, y miraba de lado a lado como si buscara a alguien
que lo salvara de la tumba que estaba cavando para sí mismo.
No había nadie. Estaba atrapado.
—Nada. Absolutamente nada. No sé de qué estoy
hablando. Debe ser todo el calor. Derrite el cerebro.
Entrecerré los ojos mientras daba un paso hacia él.
—No hay nada de qué hablar. No es diferente a cualquier
otro día.
—Sigue diciéndote eso, niño. ¿Sabes qué? Antes de que
comiences a ponerte más nervioso de lo que realmente estás,
debes recordar algo: me trague esa mierda con Paul y Vince, y
luego otra vez con Sandy y Darren. Si realmente crees que voy
a ignorarlo la tercera vez, estás muy equivocado.
—¡No hay nada que ignorar porque no hay nada de lo
que hablar!
Él resopló mientras negaba con la cabeza.
—¿Cómo pueden ser tan tontos?
Yo lo ignoré.
—E incluso si hubiera algo que decir, no importaría.
—¿Por qué?
—¡Porque él es trece años mayor que yo!
224
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Él ladeó la cabeza.
—¿Y qué importa?
Estaba entrando en pánico. Todo se sentía débil y suelto.
—Y es mi jefe. En una posición en la que ambos estamos
tratando con niños. Eso hace que cualquier cosa que piense
no solo sea improbable, sino también poco ética.
—¿Y si no lo fuera? —preguntó Charlie.
—No importa porque lo es —le espeté—. Y estoy bien con
eso.
—Sin embargo, es temporal, ¿no es así? —preguntó
Charlie—. Robert dijo que es solo durante el verano. —Levantó
una mano cuando empecé a gruñirle—. Está bien, lo entiendo.
Considera la conversación terminada. No debería haber
cruzado esa línea. Tienes una buena cabeza sobre tus
hombros, más de lo que Paul o Vince tenían cuando tenían tu
edad. Y sé que tu futuro es importante para ti, como debe ser.
No debería haber sugerido nada que pudiera poner eso en
peligro. Lo siento.
Y como no podía no hacerlo, extendí la mano y lo envolví
en un abrazo. Hizo un gruñido de sorpresa antes que sus
brazos se levantaran y me abrazaran con fuerza.
—Está bien —murmuré. Y entonces, solo porque él me
hizo sentir seguro, agregué—: Jode un poco. Pero estoy
trabajando en ello.
Lo sentí asentir contra mi mejilla.
—¿Puedo darte un consejo?
Suspiré.
—Como si pudiera detenerte.
225
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Sentí la risa profunda mientras se enrollaba en su
pecho.
—La vida es corta, Corey. Mucho más corta de lo que
crees que es cuando tienes veintitrés años. No dejes que te
pase. No querrás verte siendo un anciano lleno de
arrepentimientos por todas las posibilidades que no tuviste. —
Comencé a protestar, pero él me calló—. No estoy diciendo que
esto sea algo de lo que te arrepientas. E incluso si lo fuera,
aprovecha la oportunidad para aprender de ello. Pero debes
recordar que a veces, todo lo que siempre has deseado podría
estar justo frente a ti. Paul se dio cuenta de eso. Sandy también
lo hizo. Llegarás ahí, niño. Y cuando encuentres tu felicidad,
merecerás cada segundo de ella. No puedo esperar a ver cuánto
va a cambiar tú mundo tanto como ya ha cambiado el mío.
Yo sollocé contra él.
—Tú gilipollas.
—¿Todo bien?
Me aparté para ver a Jeremy y Robert de pie cerca de
nosotros en la acera con expresiones de preocupación
coincidentes. Robert se había puesto un sombrero de fieltro.
Jesucristo, se veía increíble. Me limpié los ojos
apresuradamente.
—No es nada. Charlie solo me está haciendo tener
sentimientos que nunca pedí.
Robert sonrió.
—Él es bueno en eso, ¿no es así?
—El mejor, la verdad.
Charlie nos fulminó con la mirada.
—No sé de qué estás hablando.
226
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Tú, viejo tonto —dijo Robert alegremente—. No puedo
creer que esperes que creamos eso. ¿Vamos, mi caballero?
Charlie asintió. Se inclinó y me besó en la mejilla.
—¿Vas a estar en el show esta noche?
Me encogí de hombros.
—Probablemente. Sandy agregó un par de canciones
nuevas. Quiere que las veamos. Además, dijo algo acerca de
una caminata de cangrejo hacia atrás, y no sé si tengo miedo
o lo necesito más que cualquier otra cosa en mi vida.
Charlie suspiró.
—Esa reina va a ser mi muerte.
Me sorprendió cuando Robert me abrazó. Él era más
fuerte de lo que esperaba.
—Ha sido encantador verte de nuevo —susurró en mi
oído—. Déjate ver, ¿de acuerdo? Especialmente ahora que sé
que vivimos muy juntos. Quiero tenerte cerca, si puedo.
Mantienes a Jeremy en estado de alerta, él necesita a alguien
así, creo.
Me quedé sin palabras cuando él se alejó.
Charlie estrechó la mano de Jeremy y luego extendió el
codo hacia Robert. Robert deslizó su mano por el brazo de
Charlie, y se fueron por la acera. Los miré fijamente hasta que
desaparecieron a la vuelta de la esquina.
—¿Listo? —preguntó Jeremy.
Sonreí con fuerza.
227
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
ME SORPRENDIÓ CUANDO Lady Gaga comenzó a salir
por los altavoces del coche de puta. Me giré lentamente para
mirarlo, pero él estaba mirando fijamente hacia adelante.
—¿Quiero saber? —pregunté.
—Hace poco me dijeron que mis gustos musicales
podrían ser raros. Así que le pregunté a un par de niños en
Phoenix House qué debería escuchar.
—Has comprado un CD de Lady Gaga.
Él frunció el ceño.
—Deberías haber visto la mirada de la chica en lo de Zia
cuando le dije que no era para mi hija.
Lo miré boquiabierto.
—Fuiste a una tienda de discos para comprar un CD de
Lady Gaga.
Frunció el ceño más fuerte.
—¿Dónde más iba a comprarlo?
—¡En Amazon como una persona normal!
—¡Zia es una empresa local que necesita apoyo! Amazon
es un conglomerado empeñado en conquistar el mundo, y no
les voy a ayudar en la labor.
—Oh, Dios mío —dije débilmente—. Fuiste a una tienda
de discos para comprar un CD de Lady Gaga después de
preguntarles a los adolescentes qué les gustaba escuchar.
Pasaste de Coldplay a Lady Gaga. —Extendí la mano y apreté
su brazo—. ¿Estás bien? ¿Te sientes enfermo? Sé que no es un
hombre blanco llamado Chris, pero, aún así. ¿Necesitas
atención médica?
—Problemas —murmuró—. Siempre eres problemas.
228
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Oculté mi sonrisa mientras miraba por la ventanilla.
No supe por qué lo hice. No sabía lo que estaba
pensando. En un momento salí del Jeep y al siguiente me di la
vuelta y grité:
—¿Quieres venir al espectáculo de Drags esta noche?
Puedo meterte en la Guarida de la Reina. Nadie entra allí, pero
tú puedes. Helena estaría de acuerdo con eso.
Se quedó callado por un momento antes de sacudir la
cabeza.
—No puedo.
Claro. Por supuesto que no. Era estúpido de mi parte
preguntar.
—Está bien —le dije rápidamente. —Está bien. Solo... la
invitación está ahí. Ya sabes. Si alguna vez quieres. Yo
debería…
Parecía que estaba a punto de agarrarme, pero enroscó
su mano en un puño antes de dejar caer su mano sobre su
regazo.
—No es... —Dejó escapar un suspiro de aire—. Ya tengo
planes para esta noche, y para los próximos sábados. Es una...
cosa. Estoy haciendo…
Probablemente una cita. Por supuesto que lo era.
Probablemente tenía una cita con un Super Gay, e iban a salir
a cenar a un restaurante que cobraba trece dólares por un vaso
de agua y luego se follaban cara a cara sobre un algodón
egipcio de seis mil hilos antes de fumar cigarros debajo de las
cabezas de animales exóticos que mataron en un safari. Fue
entonces cuando me di cuenta de que no sabía cómo eran los
Super Gays. Yo estaba de acuerdo con eso.
229
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Genial! —dije, tratando de no mostrarle que matar
cebras lo convertía en un monstruo—. Diviértete con eso. Nos
vemos…
—¿Tal vez cuando esté libre en unas pocas semanas? —
preguntó, sonando extrañamente esperanzado—. Realmente
me gustaría ver a Sandy actuar. No he estado en el Jack It en
años.
Asentí furiosamente.
—Oh sí, claro. Se escucha perfecto. Solo… ah… házmelo
saber. ¡Adiós!
Cerré la puerta de golpe e hice un paseo extraño hacia
la casa. Logré mantenerme erguido cuando entré, cerrando la
puerta detrás de mí.
Estaba a salvo. Estaba en casa. Yo estaba…
Estaba viendo a Sandy poner cara de sexo mientras
Darren hacía un giro extraño con su muñeca desde donde
estaban follando en el suelo de la sala de estar.
Grité.
Sandy gritó.
Darren... bueno, él no gritó. Él solo me gruñó y suspiró,
el sudor en su considerable pecho brillaba, por el amor de Dios.
Cerré los ojos con fuerza, esperando que todo fuera solo un
mal sueño.
—¿Tuviste un buen almuerzo con Charlie? —preguntó
Sandy, sonando ronco.
—Jesucristo —murmuró Darren.
230
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 8:
Bueno, Eso Ciertamente Lo
Cambia Todo (Maldita Sea)
NO ERA UNA cita lo que Jeremy tenía.
No, no era una cita en absoluto.
Y gracias a Charlie, descubrí exactamente qué era.
NO LE PREGUNTÉ a Jeremy nada al respecto la
siguiente semana. No era de mi incumbencia cómo pasaba sus
sábados por la noche. Si quería salir con Super Gays y
follárselos, entonces era libre de hacerlo. No me molestaba en
lo más mínimo.
Y qué pasa si lo pensaba cada vez más, casi hasta el
punto en que me estaba obsesionando. Jeremy no me debía
una sola cosa aparte de la relación profesional que ya
teníamos. Y si hubiéramos cultivado una especie de amistad,
ese no era asunto de nadie más que el nuestro. No afectaba
nada en Phoenix House.
Él estaba allí brillante y temprano todas las mañanas del
día laborable en su Jeep. (Y no, no continué observándolo
mientras corría hasta nuestra casa, no importaba lo que dijera
Sandy; ahora me levantaba antes solo porque era mejor darme
tiempo para comenzar mi día). Él me sonreía y me preguntaba
231
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
si estaba listo cuando salía de la casa y nos íbamos a trabajar,
donde alguien en su posición debería haber pasado la mayor
parte de su tiempo en su oficina. En su lugar, prefería llevar el
trabajo a su casa para poder estar al frente, saludando a quien
fuera que viniera a Phoenix House como si fueran amigos
perdidos hace mucho tiempo. Demonios, incluso Kai se abrió
a él. Era una de las pocas personas, aparte de Diego, que podía
sacarle una sonrisa.
Marina lo amaba y me dijo que iba a presionar para que
se quedara.
—Dice que no —me dijo ella durante el almuerzo un
día—. Y estoy buscando activamente un sustituto, pero es
demasiado difícil.
—Eso es genial —dije débilmente—. Pero él ama la
enseñanza.
Ella suspiró.
—Lo sé. Y probablemente no voy a llegar a ninguna parte
con eso, pero al menos tengo que intentarlo. Lástima que aún
no te hayas graduado. Estaría tratando de convencerte si lo
hubieras hecho. Tal vez algún día, ¿verdad?
Fui absurdamente tocado.
—¿Crees que sería bueno en algo así?
Ella asintió.
—Lo serás. Creo que tienes la energía para hacerlo, y los
niños te responden muy bien. —Frunció el ceño—. Pero tal vez
no estemos abiertos tanto tiempo.
Eso no sonaba bien.
—¿La búsqueda de fondos no va muy bien?
Ella suspiró.
232
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Es complicado. Podría pensarse que para una ciudad
de este tamaño sería fácil tener un espacio dedicado para los
jóvenes LGBTQI. Pensé que podría evitar los mismos
problemas que tenía el centro anterior antes que se cerraran,
pero cada vez es más difícil. El clima político es... extraño en
este momento. No sé cómo explicarlo. Las personas se distraen
y el dinero no se distribuye con tanta libertad como podría
hacerse para una causa benéfica.
Yo sabía lo que quería decir. Era final de junio, y las
convenciones para los candidatos republicanos y demócratas
para presidente eran el mes próximo. No sabía en qué
demonios estaba pensando la gente con ese coro naranja.
Esperemos que todo salga bien al final. Tenía más fe en la
humanidad de lo que se exhibía actualmente.
—¿Necesitamos empezar a preocuparnos?
Ella sacudió su cabeza.
—Nah. Aún no. Tengo algunos trucos más en la manga,
algunos favores que puedo pedir. —Me sonrió—. Estaremos
bien. Ya verás.
Esperaba que tuviera razón. Porque si tuviera que seguir
el ridículo complot de la película de Sandy de los ochenta y
luchar para salvar el centro juvenil, nunca iba a escuchar el
final.
ERA UN VIERNES por la tarde normal después del fin de
semana en el que comí cheesy tots frente a Jeremy, algo que
ciertamente no había planeado hacer. Estaba esperando el
final del día. Me iba a poner un chándal y no moverme del sofá
durante todo el fin de semana. Nada iba a cambiar eso.
Absolutamente nada.
233
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Mi teléfono vibró en mi bolsillo. Aparté la vista del orador
que habíamos traído para hablar con los niños. Su nombre era
Will, un hombre trans que trabajaba con Southern Arizona
Gender Alliance. Estaba terminando su presentación y estaba
respondiendo preguntas de la gente cuando saqué mi teléfono
para verlo. Era un mensaje de Charlie.
Tenemos que hablar.
Yo fruncí el ceño. ¿Qué demonios estaba pasando
ahora?
¿Qué pasa? ¿Estás bien?
Me mordí el labio mientras esperaba una respuesta. Mi
mente estaba corriendo con mil millones de cosas diferentes,
corriendo un espectro de increíble a terrible. ¡Charlie se iba a
casar! ¡Había perdido una pierna en una pelea con un pirata!
¡Nana había sido arrestada por tráfico de drogas!
Realmente odiaba mi cerebro a veces. Culpaba a Paul y
Sandy. Y a Ty también.
Mi teléfono zumbó de nuevo.
Nada malo. Voy a pasar por vuestra casa esta noche.
¿Vale?
No pude ver por qué no. Paul y Vince venían a ver
películas de horror y beberían cócteles afrutados. Darren dijo
que no vendría porque tenía mejores cosas que hacer, pero era
un mentiroso y un bocazas, así que esperaba que él también
estuviera allí. Sandy era muy persuasivo.
Por supuesto. Todos tus chicos estarán allí. ¿Vale?
Sí, eso hace las cosas más fáciles. Enviaré un mensaje de
texto cuando esté de camino. Besos
—¿Todo bien? —escuché a Jeremy susurrar.
234
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Miré por encima del hombro. Estábamos parados en la
parte trasera de la sala principal mientras el orador hacía su
presentación.
—Sí, lo siento —le susurré de vuelta—. Charlie
necesitaba preguntarme algo.
Jeremy asintió antes de mirar hacia el grupo frente a
nosotros. Probablemente no era nada. Todo estaría bien.
—¿QUÉ PASA SI se está muriendo? —Sandy se lamentó.
Había estado hablando durante al menos diez minutos, sus
gritos de angustia se cortaban brevemente mientras tomaba
un cóctel con un brillante paraguas que sobresalía. Estábamos
sentados en la sala de estar con nuestros pijamas puestos.
Paul y Vince estaban en un sofá, Vince recostado con las
piernas sobre el regazo de Paul. Ruedas estaban a sus pies,
mordiendo un hueso que era más grande que él. Sandy y
Darren estaban en el otro sofá. Le dije a Darren cuando llegó
que sabía que iba a venir, que podría dejar de actuar como un
capullo que pensaba que era mejor que nosotros. El Rey Homo
Deportista me había echado un vistazo que estaba seguro que
había matado a muchos jóvenes, pero desde que lo había visto
atacar a Sandy y profesarle su amor, era inmune a sus
miradas.
Yo estaba sentado contra sus piernas en el suelo. Intentó
rechazarme durante al menos treinta segundos, pero
finalmente se dio por vencido cuando le recordé que le había
traído a Vince y a él sus cervezas y que tenía que ser amable
conmigo. Se inclinó hacia delante y besó la parte superior de
mi cabeza, para deleite de Sandy.
—No se está muriendo —dijo Paul, poniendo los ojos en
blanco—. Te lo he dicho antes. Charlie y Nana nos sobrevivirán
a todos y ascenderán para gobernar a la humanidad antes de
destruir todo con una ola de fuego. —Frunció el ceño mientras
235
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
observaba su propia bebida—. Esto está mucho más fuerte de
lo que pensé. También está asqueroso. ¿Qué demonios lleva?
—Es zumo de la jungla —dijo Sandy—. Pensé que sería
divertido. Puede que haya cometido un error.
—¿Zumo de la jungla? —dijo Paul con una mueca—. No
tenemos dieciséis años y no estamos atacando el gabinete de
licores de mis padres. Jesucristo.
—Ah, esos eran buenos días —dijo Sandy, inclinando su
cabeza hacia atrás en el sofá—. ¿Recuerdas la vez que Nana
nos pilló y amenazó con contárselo a tus padres a menos que
le permitiéramos acompañarnos?
—Trato de no pensar en eso —murmuró Paul. Alejó a
Ruedas cuando el perro decidió que el calcetín de Paul era
mejor que el hueso—. Eso fue la primera vez que nos contó la
historia de cómo asesinó a un tipo que intentaba asaltarla en
St. Louis.
—En realidad no asesinó a nadie, ¿verdad? —preguntó
Vince—. Porque eso es triste, ¿sabes? ¿Qué pasa si la arrestan
y tiene que ir a juicio? Testificaría en su nombre como testigo
de carácter.
Todos lo miramos fijamente.
Paul suspiró.
—Vince ha descubierto los procedimientos de crímenes
británicos en Netflix. Es toda esa... cosa.
—Llaman a los abogados señorías —dijo Vince—. Y
llevan pelucas blancas en la corte. Es impresionante. ¿Sabías
que los policías británicos no suelen llevar armas? Y siempre
está lloviendo y todos se ven tristes cuando toman té.
—Tengo otras cosas que podría estar haciendo —se
quejó Darren.
236
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No, no las tienes —le dijo Sandy—. A nadie más le
gustas tanto como a nosotros.
—Charlie dijo que no estaba mal —les recordé por quinta
vez.
—¿No es eso lo que dice la gente cuando algo es
realmente malo? —preguntó Vince.
Paul golpeó sus pies.
—Eso no ayuda.
Vince retorció los dedos de los pies.
—Se presenta Vince Auster para el caso.
—¿Estaba bien cuando almorzasteis juntos? —me
preguntó Sandy y pude escuchar una verdadera preocupación
en su voz—. Estaba bien en el bar, pero sabes lo distraído que
me siento cuando estoy actuando. No sé si me perdí algo.
—Estaba bien —le aseguré—. Mejor que bien, incluso.
Te dije cómo se veían él y Robert juntos. Era muy dulce.
—Ah, sí —dijo Sandy—. Ahora recuerdo. Y no creas que
he olvidado que no me dijiste que Jeremy también estaba allí.
De repente era mi turno para ser observado. Podría
haber dejado ese pequeño detalle cuando le conté a Sandy
sobre el almuerzo. No debería haberme sorprendido que se
hubiera enterado.
—¿Jeremy estaba allí? —preguntó Paul—. ¿Jeremy
Jeremy?
—Creo que su nombre es Jeremy, cariño —dijo Vince—.
Sería una estupidez si fuera Jeremy Jeremy.
—Te quiero muchísimo —dijo Paul.
237
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Eso es porque soy tu marido —dijo Vince.
—No fue nada —le dije rápidamente. Vince y Paul
estaban empezando a tener esa mirada en sus ojos, la que
significaba que el período de luna de miel todavía estaba fuerte
y las cosas se iban a poner pegajosas a menos que los
detuviera. Ruedas estaba en la zona de salpicaduras, y eso era
maltrato animal—. Solo estábamos... Charlie y yo, y luego
Robert y Jeremy estaban en el mismo lugar al mismo tiempo.
—Ajá —dijo Sandy—. Para mí es gracioso cómo dejaste
al azar ese pequeño detalle. Imagina mi sorpresa cuando tuve
que escucharla de Nana.
—¿Cómo se ha enterado ella? —exigí.
Sandy se encogió de hombros.
—¿Cómo sabe ella todas las cosas que hace?
—Ella probablemente puede leer las mentes —dijo
Vince—. Necesito aprender a proteger mis pensamientos.
—Eso no debería ser demasiado difícil —dijo Darren
secamente. Gritó cuando Sandy lo golpeó en la nuca.
—Sé amable —le regañó Sandy—. O no te comeré el culo
más tarde.
—Asqueroso —dijimos Paul y yo al mismo tiempo.
Darren parecía que iba a replicar, pero se lo pensó mejor.
Sandy debía ser un experto en anilingus. Desearía nunca
haber sabido eso.
—Probablemente no sea nada —dije, tratando de
distraerlos de todo el asunto de Jeremy—. ¿Por qué
automáticamente tenemos que pensar que es malo? ¿Por qué
no puede ser una buena noticia?
238
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Umm —dijo Sandy—. No lo había pensado de esa
manera. Eso es raro. ¿Por qué estamos tan predispuestos a
pensar que algo va a ser terrible?
—Es su edad —dijo Paul, haciendo una mueca de dolor
cuando tomó otro sorbo de su bebida antes de dejarla en la
mesa junto al sofá—. Apesta, pero cuando una persona mayor
dice que necesita decirnos algo, generalmente está relacionado
con la salud. Nana trató de ocultarnos sus problemas de
corazón, pero luego terminó en el hospital.
—¿Lo está haciendo bien ahora, no? —preguntó Darren.
Paul asintió.
—Lo hace. Mamá y papá la están vigilando,
asegurándose de que toma sus medicamentos y acuda a todas
las citas. Ella lo odia, pero creo que entiende por qué. Es solo
algo que sucede cuando te haces mayor.
—Me pregunto, ¿cómo vamos a ser a esa edad? —
reflexionó Sandy—. Todos vamos a estar juntos, obviamente.
Tal vez en una casa de retiro donde voy a actuar para todos
porque aún me veré increíble.
—Jugaré al ajedrez todo el día —dijo Vince—. Hablando
de eso, aún tengo que aprender a jugar al ajedrez. Paul intentó
enseñarme cuando estábamos en nuestra luna de miel, pero
en lugar de eso se la chupé.
—Asqueroso —dijimos Sandy y yo al mismo tiempo.
Darren extendió un puño y Vince lo golpeó con el suyo.
Los homo deportistas eran tan tontos.
Paul comenzó a decir algo más, pero luego escuchamos
que un coche se detenía en el camino de entrada.
239
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Y como todos éramos de la variedad tranquila y serena,
le dimos a Charlie la oportunidad de llamar antes de
reaccionar.
Lo que significaba, por supuesto, que todos estábamos
de pie en la puerta, exigiendo saber quién se estaba muriendo,
si iba a ser doloroso, y en el caso de Vince, si Charlie sabía
cómo jugar al ajedrez. Ruedas giraba a nuestros pies, ladrando
con fuerza con toda la emoción.
Charlie apenas parecía desconcertado.
—Volver a casa. Sonáis como un grupo de monos
aulladores que gritan.
No pude discutírselo.
Charlie nos empujó hasta el interior de la casa. Darren
cerró la puerta mientras los demás seguíamos a Charlie. Se
dirigió al sillón reclinable que Sandy había comprado
especialmente para él. Había sido parte del regalo de su último
cumpleaños. Las otras partes eran tres sillones reclinables
más, uno para la casa de Matty y Larry, uno para la casa de
Paul y Vince y otro para la casa de Charlie. La expresión de su
rostro no tenía precio, y aunque no lo admitiría, pensé que
incluso vi a Darren sollozar un poco. Era nuestra forma de
hacerle saber a Charlie que era bienvenido en cualquiera de
nuestras casas cuando quisiera estar allí. Los cuatro sillones
reclinables le habían servido bien.
Suspiró alegremente mientras se sentaba, apoyando sus
botas en el reposapiés, doblando las manos en su regazo. Él
sonrió cuando Vince le dio una cerveza. Tomó un largo trago
antes de lamerse los labios.
—Esto es lo que pasa. —Nos miró de pie junto a él—.
¿Os podéis sentar?
240
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Hicimos lo que nos pidió, resumiendo los lugares en los
que habíamos estado antes de que llegara. Darren ni siquiera
intentó pelear conmigo mientras me recostaba contra sus
piernas otra vez. Paul desabrochó el carro de Ruedas y colocó
al perro que se retorcía en el pecho de Vince. Vince comenzó a
frotarle detrás de sus orejas, la lengua de Ruedas se aflojó y
sus dos patas se movían en el aire.
—No me estoy muriendo —dijo Charlie—. Porque sé que
va a ser automáticamente donde van a ir vuestras mentes. No
me estoy muriendo, no estoy enfermo. De hecho, estoy tan
saludable como siempre lo he estado.
—No puedes simplemente enviarle un mensaje de texto
a alguien diciendo que necesitas hablar —le respondió Sandy
bruscamente—. ¿Cuándo en la historia del mundo va seguido
alguna vez de una buena noticia?
Charlie frunció el ceño.
—¿Tal vez para las personas que no son reinas del
drama cada segundo de cada día?
—Yo no estaba preocupado —dijo Darren.
Sandy bufó.
—Joder. Eras el peor. Estaba diciendo cómo podría
hacer que su madre nos recomendara a los mejores
especialistas y que el dinero no iba a ser un problema.
No sabía por qué seguía sorprendiéndome tanto cuando
veía que el Rey Homo Deportista tenía un corazón debajo su
fachada musculosa. Incliné mi cabeza hacia atrás para
mirarlo.
—Eso es muy amable de tu parte.
Darren apartó mi cabeza, aunque sin mucha fuerza.
241
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Quería que Sandy dejara de quejarse. Ya sabes cómo
se pone.
Lo sabíamos, pero no nos engañaba a ninguno.
—Gracias —dijo Charlie—. Pero no es necesario. Y todos
debéis saber que nunca he conocido a un grupo de personas
más curiosas. Ni siquiera puedo ir a una cita con un médico
estos días sin que alguno me acose.
—Te amamos —dijo Vince sin una pizca de artificio—.
Ya lo sabes. Solo tenemos que asegurarnos de que estés bien.
—Lo sé —dijo Charlie—. Y lo estoy —dudó. Luego dijo—
: Si alguna vez hubiera algo malo, os lo haría saber. No tengo
secretos. Ya no. Sandy y Paul son mis contactos de
emergencia, y Sandy tiene un poder legal si llegara a
necesitarlo.
—Pero eso no es todo —dijo Sandy rápidamente.
Charlie le sonrió silenciosamente.
—No. No es todo. Esto es... bueno. Esto es
principalmente para Corey.
Yo parpadeé.
—¿Yo? ¿Qué hice ahora? —Me preguntaba, brevemente,
si algo estaba mal, por qué Charlie me escribía solo a mí y no
a los demás. Debería haberme dado cuenta de que ese no era
el caso. Pero Sandy tenía razón; no solo le decías a alguien que
necesitabas hablar sin la expectativa de algo malo.
—Nada —dijo Charlie—. Es más... —Negó con la
cabeza—. Puede que ni siquiera sea asunto mío decirlo, pero
me ha estado fastidiando mucho. ¿Sabes cuándo intentas
recordar algo y está justo en la punta de tu lengua, pero no
puedes recordarlo?
242
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Asentí.
—Como una picazón en la parte posterior de tu cerebro
que no se detiene.
—Exactamente —dijo—. Y no pude hacerlo del todo.
Puede que no sea tan fuerte como una vez lo fui, pero me he
estado preocupando por eso por un tiempo, y luego se me
ocurrió.
—¿El qué? —preguntó Vince.
—Conocéis el bar de cuero.
—¿Build a Bear Sweat Shop? —preguntó Sandy.
—¿Qué os parece?
—¿Por qué nunca hemos estado allí antes? —preguntó
Vince.
—Porque te comerían vivo —le dijo Paul—.
Probablemente ni siquiera yo podría salvarte.
—Oh, lo dudo —dijo Charlie—. Vince, ya sabes, creo que
eres hermoso, pero tan pronto como Paul entrara en el bar,
toda la atención estaría en él.
—Umm —dijo Paul— ¿Por qué es eso, exactamente?
—Porque estás rellenito —dijo Charlie—. Exactamente lo
que buscan. Chico, serías herido por ataque de oso como no te
haces idea.
—Guau —suspiró Paul—. ¡Pero solo tengo tres pelos en
el pecho!
Charlie negó con la cabeza.
—No importa. Tienes carne en tus huesos. Sería como
carne en aguas infestadas de tiburones.
243
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Vince frunció el ceño.
—¿Entonces todos pensarían que Paul esta bueno?
—Lo harían.
El ceño de Vince desapareció en una sonrisa soleada.
—Entonces, ¿por qué demonios no hemos ido allí antes?
Que le jodan al Jack It y a los jovencitos. Ese lugar puede
chuparme el huevo izquierdo. ¡Vamos, seamos osos de cuero!
—Mostró sus dientes y gruñó—. Rawr.
Ruedas respondió gruñéndole.
Paul le dio unas palmaditas en los pies, un poco
aturdido.
—Tal vez deberíamos de escuchar lo que Charlie tiene
que decir antes que decidamos unirnos a la comunidad de
cuero.
—Es... diferente —dijo Charlie—. Más intenso, pero
extrañamente también más relajado. Me encanta Jack It por
las reinas y la historia que tiene el lugar. Es donde conocí a
Vaguyna y sentí que podía respirar por primera vez. Pero
también es... insensible. Y me doy cuenta de que los tiempos
están cambiando y sueno como un viejo y gruñón, pero ya no
es como solía ser. Siempre ha existido la cultura de la
conexión, pero parece que se ha vuelto malo. No sé cómo
explicarlo.
Yo sabía lo que quería decir. El Jack It Estaba creciendo
para ser el equivalente de Grindr, y no parecía haber mucho
que hacer para cambiar eso. Mike, el grasiento dueño de Jack
It, era un hombre de negocios inteligente, y comprendió que lo
que más le hacía ganar era el sexo. Solía tener tres o cuatro
noches a la semana dedicadas a los espectáculos de drag. Las
grandes iban los miércoles y los sábados, con Sandy
244
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
albergando a ambos. Las otras noches se daban a reinas
menos conocidas que recién comenzaban.
Pero luego Mike decidió que todos esos shows de drag no
eran necesarios y los reemplazó con noches temáticas que por
lo general terminaban con chicos blancos casi desnudos
bailando en el podio mientras la gente metía billetes de dólares
en sus suspensorios. Él y Sandy habían discutido
amargamente sobre esto, especialmente después de que Sandy
optó por no probar para Miss Gay América, la competencia
nacional de Drags. Se suponía que Mike debía pagarle a Helena
los niveles locales, pero Sandy no confiaba en él, especialmente
después de que hubiera estado loco por casi perder el listón.
Sandy había logrado mantener dos noches a la semana
dedicadas a las Drags: el viernes para las reinas más nuevas y
el sábado para su show. No estaba contento con eso, pero Mike
no cedía.
—Estas cosas vienen en oleadas —dijo Charlie—. Y estoy
seguro de que dentro de diez años no será como hoy, ni bueno
ni malo. Y aunque no negaré que esa estúpida mierda ocurre
en el bar de cuero, es... no lo sé. Se siente más inclusivo.
—Sin embargo, solo es para los de la comunidad de
cuero, ¿no? —preguntó Darren.
Charlie negó con la cabeza.
—No. Intentamos dar la bienvenida a todos los que
quieran entrar. Claro, recibimos a los turistas y cazadores de
daddys habituales, pero esta es una comunidad muy unida
que da la bienvenida a cualquiera que quiera aprender y
respetar las reglas. Sí, tiene un componente sexual, es parte
de la vida, pero no se trata solo de sexo.
—Me presenté allí una vez —dijo Sandy—. Todos fueron
muy amables conmigo.
—Esa fue una buena noche —estuvo de acuerdo Charlie.
245
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Suena genial y todo —dijo Paul—. Simplemente no sé
qué tiene esto que ver con Corey.
Me preguntaba lo mismo. Realmente nunca había tenido
ningún interés en el cuero. Mi única experiencia con la
comunidad había sido Charlie y Dairy Queens.
Charlie parecía en conflicto.
—Es, no estoy tratando de sacar a nadie, pero no creo
que sea un secreto. Es bastante conocido.
No sé por qué no lo vi.
La sangre comenzó a correr en mis oídos.
—La competencia de Mr. Leatherman está comenzando
a aumentar —continuó Charlie—. Cada año, la comunidad de
cuero de Tucson elige al Mr. Leatherman del Año. Él es el rostro
de la comunidad de cuero durante ese año, y cuando termina
su reinado, es el MDC22 para la competencia del próximo año
cuando se elige un nuevo Mr. Leatherman.
—Suena como un concurso de belleza —dijo Vince.
Charlie resopló.
—Supongo que es algo así. El Mr. Leatherman tiene
ciertas responsabilidades que vienen con eso. Apariciones,
recaudaciones de fondos, charlas en la comunidad de cuero.
Es una gran responsabilidad. Y viene con prestigio. Es algo de
lo que estar orgulloso.
—¿Alguna vez ganaste el título? —preguntó Sandy.
—Una vez —dijo Charlie. Se miró las manos—. Unos
años después de conocer a Vaguyna. Ella me empujó a
competir, y fue... agradable. Una de las cosas más bonitas que
me han pasado. Me ayudó a sentir que pertenecía a algo. Casi
22
Maestro de Ceremonias
246
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
no participé. Yo era nuevo en eso y no tenía ningún control
sobre su política. Pero Vaguyna dijo que algunas de las
oportunidades que perdemos en la vida se deben a las
posibilidades que no aprovechamos.
—¿Robert lo sabe? —preguntó Vince. Ruedas estaba
roncando en su pecho.
Charlie parecía aún más incómodo.
—Sí. Solo porque tiene una conexión con eso que no
esperaba. Él es parte de la razón por la que estoy aquí.
Oh Dios.
—¿Qué es? —preguntó Paul.
Charlie me miró directamente y me dijo:
—No conseguía recordar donde había visto antes a su
hijo. Me era muy familiar y no sabía por qué. Y le pregunté a
Robert sobre eso, y él se rió de mí. Dijo que probablemente
necesitaba imaginármelo vestido entero de cuero para
recordarle.
—¿Qué? —chilló Sandy.
—Jeremy Olsen ha sido Mr. Leatherman durante el
último año —dijo Charlie, y mi cerebro se rompió por la
mitad—. Y a partir del fin de semana pasado, será el anfitrión
de la competencia para el nuevo Mr. Leatherman.
Silencio.
Charlie nos miró fijamente a cada uno de nosotros.
—Huh. No esperaba poder callarlos a todos a la vez.
Debería haberlo contado hace años.
Sandy habló primero.
247
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Pero, pero él es tan flaco.
Charlie puso los ojos en blanco.
—No tiene que estar gordo o musculoso para que le
nombren Mr. Leatherman. No siempre se trata de la
apariencia. Deberías saberlo.
—Pero, pero es junio —dijo Paul.
—El título va de verano a verano —dijo Charlie—. ¿De
verdad eres tan estúpido?
—Eso cambia completamente la forma en que lo veo —
dijo Vince—. Claro, era como un caliente profesor nerd antes
¿pero ahora? Guau. —Miró a Paul, con una expresión de
preocupación en su rostro—. Pero tú eres mi único y especial.
Siempre.
Paul lo despidió con un gesto.
—Sí, sí, para siempre y esas cosas. Pero tienes razón. No
esperaba eso de él. —Se frotó la barbilla pensativamente— ¿Es
como un Leather completo?
—Lo puedo entender —anunció Darren—. Quiero decir,
él no es mi tipo, pero creo que podría funcionar para él. Pensé
que había una especie de parentesco. Nosotros, los hombres
varoniles tenemos que mantenernos unidos.
Charlie se rió.
—Chico, te masticarían y te escupirían incluso antes que
supieras lo que está sucediendo. No eras nada más que un
gallito hasta que te sacaste la cabeza del culo y te metiste con
Sandy. Debes dejar de hablar antes de encontrarte con tu
trasero al aire con un verdadero papi asegurándose de que
sepas lo que es el respeto.
Darren dijo:
248
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Auch.
Y fue casi suficiente para romper la neblina en mi
cabeza.
—Probablemente pagaría para ver eso —dijo Sandy.
Luego frunció el ceño—. No importa. Me acabo de dar cuenta
de que soy extremadamente posesivo y probablemente me
portaría como una zorra si eso ocurriera.
—¿Corey? —preguntó Charlie—. No has dicho nada.
Necesitaba articular exactamente cómo me sentía.
—Buff —le dije—. Aggg, jumm. —Perfecto. Eso lo
resumía todo.
Darren agarró los lados de mi cabeza y me echó hacia
atrás. Se sentó hacia delante y me miró.
—Creo que está roto —dijo. Me empujó hacia adelante
de nuevo para que pudiera mirar a la nada.
—¿Por qué nos lo cuentas ahora? —preguntó Paul—.
Quiero decir, disfruto al ver a Corey babeando con la idea de...
—Se las arregló para agacharse cuando le miré y le arrojé el
paraguas de mi coctel de frutas. Estaba apuntando a su ojo,
pero fue más rápido de lo que esperaba.
Ruedas bostezó cuando abrió los ojos y se volvió a
dormir cuando Vince le frotó las orejas.
—No estoy babeando —logré decir. Ciertamente no
ayudaba tener que limpiarme la baba de mi barbilla.
—Claro que no —dijo Paul—. Pero esto parece algo que
deberíamos haber escuchado de Jeremy si él quisiera que
alguno de nosotros lo supiera.
—Dos razones —dijo Charlie—. Primero, era inevitable.
Estaba en la oficina con Mike hoy cuando recibió una llamada
249
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
del propietario de Build a Bear. Quería saber si Helena estaba
disponible el domingo para el show final. Mike le dijo que
mientras no interfiriera con su programa habitual, no veía por
qué no. Le dije que lo organizaría.
—Eso es ciertamente halagador —dijo Sandy—. Poco
tiempo, sin embargo. No sé si puedo preparar algo tan rápido.
Charlie asintió.
—Tenían una reina que venía de Phoenix que canceló la
actuación en el último minuto. Ellos iban a traer un grupo de
repuesto...
Helena se adelantó rugiendo.
—¿De Phoenix? —siseó ella—. ¿Me estás diciendo que
una reina de Phoenix iba a poner su mierda en mi ciudad? Oh,
no mientras yo esté. Estaré allí, y puedes apostar a que les voy
a dar a esos osos el espectáculo de sus vidas. Ni siquiera
podrán pronunciar Phoenix cuando termine con ellos.
—Pensé que verías la luz —dijo Charlie secamente—. Y
sabía que, si estuvieras de acuerdo, lo descubrirías cuando
llegases allí. Y había una posibilidad de que los demás
pudieran venir y verlo por sí mismos de todos modos.
—¿Y la segunda razón? —preguntó Darren.
Charlie me miró de nuevo.
—Algo que Robert me dijo. Dijo que Jeremy estaba un
poco abatido después de nuestro almuerzo. Al parecer, nuestro
Corey aquí lo invitó al Jack It esa noche, pero tuvo que declinar
la oferta.
—¿Hiciste qué? —me preguntó Sandy—. No me lo has
contado.
250
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Estaba ocupado —le dije débilmente—. Eso es lo que
él dijo. Que estaba ocupado durante las próximas semanas y...
—Negué con la cabeza—. No pregunté. No quería presionarle.
Charlie vaciló. Luego:
—Quiero que todos sepan algo, y quiero que se quede en
esta habitación. ¿Me entendéis? Lo digo en serio. No me gusta
esto como es, pero creo que es importante.
—Por supuesto, Charlie —dijo Paul—. No diremos nada
si no quieres que lo hagamos.
—Bien. —Tomó otro sorbo de su cerveza—. Robert... él
dice... —Charlie suspiró—. Dice que cree que Jeremy está un
poco solo. Tiene a sus amigos, pero Robert no cree que estén
muy unidos.
—Los Super Gays —le dije—. Es amigo de algunos de los
Super Gays.
Pensé que Sandy estaba en shock.
—¿Es el Mr. Leatherman y un Super Gay? Oh Dios mío,
mi suprema homosexualidad se está desvaneciendo. ¿Cómo no
supe nada de esto? —Agarró la mano de Darren y la colocó
contra su frente—. ¿Lo sientes? —susurró—. ¿Sientes que se
está desvaneciendo? Está... se está volviendo... muy oscuro.
Darren apartó la mano.
—Oh Jesús. Nada se está desvaneciendo. Sigues siendo
la reina más grande de la historia.
—Y tú me amas.
Darren murmuró por lo bajo que ciertamente lo hacía.
—Robert no es demasiado aficionado a los Super Gays
—dijo Charlie—. Se reunió con algunos de ellos, y no estaba
251
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
impresionado, aunque no le dijo nada a Jeremy. Y no sé si
Jeremy encaja con ellos como piensas.
—Es un profesor universitario —dijo Vince—. ¿Cuánto
puede ganar para ser considerado un Super Gay? —miró a su
alrededor—. No, en serio. Estoy preguntando. No tengo idea de
cuánto ganan los profesores universitarios.
—Tiene algunos amigos en la comunidad de cuero, pero
nadie importante para él —dijo Charlie—. De lo que deduzco,
es bastante popular. Pero hay una diferencia entre tener
admiradores y tener personas con las que realmente puedes
hablar. Sandy, lo sabe mejor que nadie. Es una máscara que
te pones. Es parte de ti, pero sigue siendo una máscara.
Sandy asintió.
—Puede ser... abrumador. —Miró alrededor de la
habitación hacia nosotros—. Sin vosotros no sé si podría
hacerlo.
Me empujaron un poco cuando Darren se acercó y
envolvió un brazo alrededor de los hombros de Sandy,
acercándolo a él.
—No tienes que preocuparte por eso —susurró mientras
besaba el costado de la cabeza de Sandy.
—Todavía no lo entiendo —admití. Poco a poco me
estaba dando cuenta de que las cosas eran infinitamente más
complicadas de lo que esperaba. Y aunque nunca lo admitiría
en voz alta, ahora tenía todas las pruebas que necesitaba para
saber que era mejor superar esto... lo que sentía por Jeremy.
Si lo que Charlie estaba diciendo era verdad (y no tenía
ninguna razón para pensar que no lo era), Jeremy no estaría
interesado en alguien como yo. Probablemente quería a alguien
como él, alguien que compartiera su estilo de vida y sus
problemas. Yo no lo hacía. Y estaba bien. Porque era solo un
enamoramiento. Eso era todo.
252
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Debería haber estado aliviado, pero me dolía más de lo
que esperaba.
—Creo que podría necesitar algunos amigos —dijo
Charlie, mirándome con una expresión que no lograba
entender—. Y ustedes, niños, son buenos para encontrar a los
que necesitan eso. Les dais un lugar al que pertenecer. —Su
voz era áspera—. Los hacéis sentir como si tuvieran un hogar.
Mi mamá, ella tenía una colcha de retales. La consiguió en una
subasta de la iglesia cuando yo era solo un niño. Estaba muy
orgullosa de ello y la colgó en la pared. Me encantaba porque
tenía todos estos pequeños cuadrados que no parecían estar
juntos, pero cuando lo mirabas eran como un todo, podías ver
que era lo correcto. Eso es lo que sois para mí. Pequeños
cuadrados divertidos que hacen algo maravilloso. —Tragó
saliva—. Parece que es correcto compartir eso con otros si
puedes, ¿sabes?
Sorprendentemente, fue Darren quien sollozó primero.
—Jesucristo —murmuró—. Sabía que había una razón
por la que no debería haber venido aquí.
Sandy y Paul se estaban limpiando los ojos. Vince abrazó
a Ruedas cerca, para su gran consternación. Pero como era un
perro, olvidó que estaba molesto dos segundos después y
comenzó a lamer la cara de Vince. No lo culpaba. A veces yo
quería hacer lo mismo.
—Demonios —dijo Sandy— ¿qué es uno más? Siempre
he dicho que nuestro grupo podría tener a un caliente y duro
profesor de centro comunitario LGBTQ y duro dios de cuero.
—Lo dijiste —dijo Paul con el ceño fruncido—. Y pensé
que era extraño en ese momento porque era muy extrañamente
específico.
—Tengo visiones como Nana —respondió Sandy—. Se
hereda entre familia.
253
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Darren se volvió para mirarlos.
—Pero no estás relacionado con...
—Darren —dijo Sandy a la ligera—. Cállate.
Darren lo hizo.
Sandy me miró.
—¿Qué piensas, muñeca?
Me encogí de hombros torpemente.
—Parece una decisión de grupo, ¿verdad?
Sandy no iba a ayudarme una mierda. Lo sabía cuándo
dijo:
—No voy a comerme tu mierda.
Suspiré.
—Está bien. No estoy… está bien.
Sandy asintió lentamente, y supe que esta conversación
no había terminado. Estaba agradecido cuando pareció dejarlo
pasar por ahora.
—¿Todos a favor?
—Lo que sea —dijo Darren.
—¿Por qué no? —dijo Paul—. Ser adulto y tratar de hacer
amigos es difícil, especialmente cuando la mayoría de la gente
apesta.
—No tengo idea de lo que estamos haciendo —dijo Vince.
—Sólo di que sí, Vince —le dijo Paul.
—Sí, Vince —dijo Vince rápidamente. Le sonrió tan
alegremente a Paul, que mi ropa interior casi se cayó—. Es una
254
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
broma. Se lo que quisiste decir. Jeremy es un buen tipo. Y
apuesto a que tiene un arnés de cuero que podría prestarme.
Creo que me vería bien en eso.
—Oh, bolas sudorosas —respiró Paul—. Sí. Eso. Vamos
a hacer eso.
—Entonces está decidido —dijo Sandy—. Ahora todo lo
que queda es decidir cómo debemos hacerlo. Tengo una idea,
por supuesto, y sé que a todos os va a encantar.
Tuve un mal presentimiento sobre esto.
—Tal vez deberíamos esperar y...
—Corey tiene toda la razón —dijo Sandy, y suspiré de
alivio. Y entonces él dijo—: Todos vamos a ir encubiertos al
Build a Bear Sweat Shop mañana por la noche para apoyar a
nuestro nuevo amigo. Y nos vestiremos para la ocasión.
Maldita sea.
—NO VAMOS A hacer un pase de modelaje —gruñí a la
mañana siguiente.
—Por supuesto que no —dijo Sandy, tomando un sorbo
de su café en la cocina—. Porque el pensamiento mismo es
simplemente ridículo. Ahora, averigüemos qué ropa usaremos
probándonos diferentes atuendos y asintiendo o poniendo un
pulgar hacia arriba a quienquiera que esté modelando, y al
mismo tiempo, pondremos música cursi de fondo.
—¡Esa es la definición misma de modelaje!
—No tengo idea de lo que quieres decir —dijo Sandy
delicadamente—. Ahora date prisa y termínate el desayuno.
Tenemos citas que cumplir hoy que no están absolutamente
relacionadas con el modelaje.
255
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Terminé mis Cheerios enojado. Sandy no estaba
impresionado.
Probablemente tenía algo que ver con la leche que
goteaba por mi barbilla.
ESCENA 1.
Lugar: el peluquero de Sandy.
Estado de ánimo: menos que jovial.
—No quieres joder el cabello de un hombre negro —dije,
sentado en la silla mientras el peluquero de Sandy estaba
detrás de mí, con una expresión ansiosa en su rostro.
—Cariño —dijo Sandy, de pie junto a la silla—. Flavius
es uno de los peluqueros más solicitados de Tucson. También
estiliza muchas de mis pelucas. No quiere saber lo que tuve
que hacer para que nos atendiera con tan poco tiempo.
—Me amenazó —dijo Flavius alegremente. Era un
hombre negro con gruesas rastas que colgaba de sus hombros
y cuentas de colores brillantes tejidas en los extremos—. Y
cuando Helena Handbasket te amenaza, haces exactamente lo
que ella quiere.
Sandy le pellizcó la mejilla.
—Te amo tanto. Ahora, aquí está lo que estoy pensando.
Agarré los reposabrazos con fuerza mientras charlaban
detrás de mí. Me miré en el espejo. No estaba seguro de cómo
me sentía con todo esto. Mi pelo estaba largo Había estado así
durante años. Tenía una relación de amor / odio con él. Un día
cualquiera me gustaba ponerlo liso o permitía que se rizara
como era naturalmente. Pero también sabía que, si quería
terminar esto ahora mismo, Sandy no discutiría conmigo.
256
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Empujaba los límites, pero retrocedía cuando se le decía. La
mayor parte del tiempo.
Flavius (Jesucristo, ese no podía ser su verdadero
nombre) pasó sus dedos por mi cabello, colocándolo sobre mi
hombro derecho.
—Tu cabello es precioso.
Y joderlo por ser tan ferviente.
—Gracias —murmuré—. Es muy agradable de tu parte
decirlo.
—Corto —dijo Sandy—. Estoy pensando en algo corto.
Apretado en los laterales y alto en la parte superior. No estoy
diciendo que tenga que ser necesariamente masculino,
tampoco. Corey necesita ser libre para expresarse como quiera
que se sienta.
Flavius asintió.
—Puedo hacerlo —cortó sus tijeras experimentalmente.
Rodé los ojos.
—Bien, pero tu va a pagar esto.
Sandy me apretó el hombro.
—Muñeca, no lo haría de otra manera.
Se inclinó para susurrar en mi oído.
—Dime que me vaya a la mierda si quieres. Nos iremos
y nunca volveremos a hablar de ello.
Sabía que lo decía en serio. No me obligaría a nada.
—Volverá a crecer.
Me besó en la mejilla antes de erguirse de nuevo.
257
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Flavius! ¡Te contrato!
Y cuando Flavius descendió, la música cursi comenzó a
sonar en lo alto, y lo odié todo.
Cerré mis ojos.
—HECHO —DIJO FLAVIUS un par de horas después,
jadeando como si acabara de tener una experiencia religiosa.
O un orgasmo—. Mi mayor creación. Mi mejor obra. He llegado
al Nirvana y ha sido glorioso.
Abrí mis ojos.
Y me quedé mirando mi reflejo.
Los costados y la parte posterior de mi cabeza habían
sido afeitados estrechamente. El pelo en la parte superior de
mi cabeza hacía un pequeño montículo afro con los rizos
apretados que rebotaban cuando me giraba de lado a lado para
ver lo que había hecho. Todavía me veía como yo, solo que...
diferente.
Levanté la mano y pasé los dedos por mí pelo. Se sentía
más suave de lo que nunca se había sentido antes. Era casi
impactante, y sentí un pequeño calambre en mi estómago,
preguntándome si había cometido un error.
Flavius se inclinó con sus manos sobre mis hombros.
—Antes estabas hermoso —dijo en voz baja—. Y estás
hermoso ahora. Ni más ni menos. Esto funcionará con lo que
estés sintiendo. No importa si eres hombre o mujer. Y si alguna
vez quieres cambiarlo de nuevo, vienes y preguntas por
Flavius. Estaré en un segundo.
El calambre disminuyó ligeramente.
—¿Crees que se ve bien?
258
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Él rió.
—Cariño, si la foto de mi esposa no estuviera en mi
cartera, estaría tratando de conseguirte para mí. Demonios,
ella podría no tener problema con eso ahora. Ahora, hablemos
de algunos productos que Sandy pagará.
—No escatimes en gastos —le dije.
Él sonrió ante mi reflejo.
—No estaba planeando hacerlo.
ESCENA 2.
Ubicación: la casa de Charlie.
Estado de ánimo: un poco más jovial.
Charlie vivía en un vecindario tranquilo en el centro, en
el lado de la casa de Sandy. Estaba bordeada de palmeras, y
como en Tucson la hierba era principalmente para personas
como los Super Gays, su patio delantero era de rocas blancas
y arbustos espinosos.
La casa en sí era pequeña. Tenía dos dormitorios y un
baño individual. La cocina era amplia y luminosa, con
múltiples ventanas que fluían a la luz del sol. Los suelos eran
todos de azulejos, ya que en su mayoría estaban en el suroeste.
Había sido un poco desconcertante ver los pisos de madera en
casi todos los lugares a los que iba cuando iba a la escuela en
el este.
Charlie estaba en su habitación con Paul, mientras los
demás estábamos sentados en la sala de estar, esperando a ver
qué pasaba. Paul parecía casi tan nervioso como yo, y eso me
entristecía.
259
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Aunque era más cercano a Sandy que a Paul, pensaba
que entendía a Paul un poco mejor. Había luchado con su
apariencia durante la mayor parte de su vida. Había sido un
niño grandote que se había convertido en un adulto grandote.
Le había llevado mucho tiempo aceptar su aspecto, y había
días en que sabía que todavía tenía problemas con eso. Pero
eso era una cosa humana, no solo una cosa de Paul o Corey /
Kori. Una vez me dijo que cuando él y Vince comenzaron a salir
(—En su mayoría contra mi voluntad —dijo con una sonrisa
cariñosa), a menudo se preguntaba si tenía que cambiar su
aspecto.
Podía ver lo que quería decir, por mucho que lo odiara.
Paul tenía libras de más. Vince estaba jodidamente en forma.
Sus bíceps tenían bíceps. Y su hermano, el Rey Homo
Deportista, estaba aún más musculado. Tenía que ser una
combinación de genética, suerte y esteroides.
Pero a Vince no le importaba esa mierda, como Paul
pronto descubrió. Deseé haber estado aquí durante esos días
solo para ver a Vince siguiendo a Paul como un cachorro
enamorado. Era asquerosamente dulce. Y Paul necesitaba
darse más crédito. Realmente era atractivo. No pensé que
tuviera algo de qué preocuparse. Pero eso todavía no lo detenía
(o a mí) de estar nervioso cuando Charlie se lo llevó a la
habitación para que estuviera listo.
—Apuesto a que se verá jodidamente sexy —gruñó Vince
agresivamente—. No puedo prometer no hacer algo al respecto.
Me escabullí tan lejos de Vince como pude. Sandy y Paul
habían ido una vez a un espectáculo de Gallagher, el cómico
que aplastaba fruta con un martillo. Dijeron que era pegajoso
y asqueroso y que las salpicaduras que habían recibido por
sentarse en la segunda fila no habían ayudado mucho.
260
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Pensé que iba a ser algo así. No quería que Vince
rompiera la sandía de Paul tan cerca que pudiera meterse en
mi boca.
Sandy estaba en la cocina, hablando con Darren por
teléfono. Darren había llamado desde su oficina, y Sandy le
estaba diciendo que ya le había elegido lo que iba a usar.
Prácticamente podía escuchar a Darren protestando, pero
sabía que era todo fachada. La reina había domesticado al rey
y él haría todo lo que Sandy le pidiera.
—Esto va a ser divertido —dijo Vince, su libido
aparentemente estaba menguando levemente, por lo cual
estaba eternamente agradecido. Tenía la sensación de que no
duraría mucho, pero cogería lo que pudiera conseguir.
—Tal vez —murmuré—. O podría estallar en nuestras
caras y convertirse en lo peor que hemos hecho.
Él me miró de arriba abajo.
—Me gusta tu pelo.
—Gracias.
—Voy a aplastarte ahora.
—¿Qué? ¡Vince, no! No vas a...
Pero cuando Vince Melody Auster quería subirse sobre
ti, sucedía. Levantó mis piernas sobre el sofá, me jaló debajo
de él, y se estiró encima de mí, con la cabeza sobre mi cabello
recién hecho. Era pesado, pesaba más que yo por unos treinta
kilos, y apenas podía respirar.
Se sentía bien.
—Eso está mejor —dijo alegremente—. Parecías que lo
necesitabas.
261
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No sé de qué estás hablando —murmuré en su cuello.
Olía muy bien. Los homo deportistas solían hacerlo. Así era
como atrapaban a los demás sin levantar sospechas.
—Nah —dijo—. Si lo sabes, pero si no quieres hablar de
eso, está bien. Podemos permanecer así el tiempo que
necesites.
—O el tiempo que pase hasta que Paul salga.
—Eso también —estuvo de acuerdo—. Pero conozco a
Paul, estará discutiendo con Charlie sobre cada pequeña cosa,
así que tenemos tiempo.
—Está nervioso.
Vince asintió contra la parte superior de mi cabeza.
—Sí. No es realmente su zona de confort, ¿sabes? Pero
creo que es importante que intentemos cosas nuevas, porque
si no lo hacemos, ¿cómo sabremos si nos gustan o no?
Vince podría ser más inteligente que el resto de nosotros
juntos. Veía las cosas más simples y había momentos en que
era necesario.
—Eso tiene mucho sentido.
—Lo sé —dijo Vince—. Está bien, ¿verdad?
—Sí, Vince. Es genial. Pero, ¿qué haces cuando sabes
que se siente incómodo?
—Le recuerdo que nunca lo obligaría a hacer algo que no
quiere —dijo Vince—. A menos que fuera por su salud, o lo que
sea. Y le diría que, como su marido, solo quiero lo mejor para
él. Le diría que es real y que siempre lo será.
—Te gusta eso, ¿eh? Ser su marido.
262
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Mucho —dijo Vince, y pude escuchar la sonrisa en su
voz—. He hecho algunas cosas tontas en mi vida, pero también
he hecho algunas cosas buenas. Y Paul es lo mejor. Cuando él
está feliz, yo estoy feliz. Cuando está triste, quiero encontrar y
matar a quien sea que lo haya puesto así. Tengo suerte con él
porque sé que él siente lo mismo por mí.
—Lo hace —le susurré.
—Y lo que es aún mejor es que con él, os tengo a todos
vosotros —dijo Vince—. Y a Nana, a mamá y a papá. Yo no
tenía eso antes. Realmente no.
—Somos prácticamente las mejores personas de la
historia.
—Lo somos —convino Vince—. Por eso creo que sería
bueno que Jeremy fuera parte de esto. Apesta estar solo,
¿sabes? Estuve solo mucho tiempo, y luego no lo estaba.
Podría ser lo mismo para Jeremy.
Suspiré.
—Podemos ser un poco... demasiado.
—Claro —dijo Vince—. Pero así es la vida. Si no pueden
reírse de eso y de ustedes mismos, ¿cuál es el punto? E incluso
si no funciona como esperamos, al menos lo habremos
intentado. Tienes que intentarlo, Corey. Y mientras puedas
mirar atrás y decir que hiciste todo lo posible y realmente lo
sientes, entonces todo irá bien, sin importar lo que pase.
—Me alegro que también nos hayas encontrado —le dije,
y él me abrazó con más fuerza.
Escuchamos las fuertes protestas de Paul desde el
pasillo cuando la puerta del dormitorio se abrió, y Charlie le
dijo que se callara y saliera. Sandy le dijo a Darren que tenía
que irse y salió de la cocina. Vince se bajó de mí, evitando
263
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
estrechamente darme rodillazos en las bolas. Se puso de pie
junto al sofá, mirando ansiosamente el pasillo.
Me senté en el sofá y me pasé una mano por el pelo,
tratando de arreglarlo. Probablemente era un desastre, pero
ese era el precio que uno pagaba cuando Vince te ponía
encima.
Charlie apareció primero, y se veía gruñón.
—Ese hombre va a ser mi muerte —murmuró,
frotándose la cara con la mano—. Uno pensaría que lo estaba
torturando.
—¡Lo estabas! —gritó Paul desde el pasillo.
—Saca tu trasero aquí antes de que regrese —advirtió
Charlie con su voz de daddy—. No te va a gustar lo que pase si
lo hago.
Paul suspiró.
—Bien, solo... que nadie se ría.
—No lo haremos —prometió Sandy.
Esperaba que eso fuera cierto.
Escuchamos a Paul arrastrarse por el pasillo, y sonaba
como si llevara puestos pantalones de nieve por la forma en
que lo hizo. Vi su sombra primero, y se veía... diferente.
Y luego apareció Paul Auster, dios del cuero.
Llevaba pantalones de cuero que parecían casi pintados.
Sus muslos eran gruesos y fuertes, los músculos se
flexionaban debajo de la piel. Charlie le había dado una vieja
chaqueta con remaches plateados en los brazos y en la parte
delantera. Estaba abierta y no llevaba camisa debajo. Su
estómago estaba pálido cuando se inclinaba sobre la parte
264
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
superior de sus pantalones. Llevaba una gorra de cuero con
una cadena de plata envuelta alrededor de ella.
Sí, parecía un cosplay de los Village People.
Sí, era sobre todo ridículo.
Pero joder, se veía bien.
Su mirada estaba hacia el suelo, y se retorcía las manos.
Pude verlo tratando de meter barriga, pero fallando.
—Bebé —respiró Vince, y Paul lo miró, sorprendido—. Te
ves increíble.
Paul se sonrojó, mordiéndose el labio inferior.
—¿Eso crees? No me veo... ¿no está mal?
Vince negó con la cabeza, caminando lentamente hacia
Paul. Miró a Paul de arriba abajo, y realmente deseaba no
conocer su expresión de “Voy a follarte”, pero ahí estaba.
Vince caminó alrededor de Paul, y era casi como si
estuviera merodeando. Paul gritó cuando Vince lo golpeó en el
culo.
—Mírate —dijo Vince, sonando asombrado—. Maldita
sea.
—No es nada especial —murmuró Paul—. Charlie dijo
que podía llevar una camisa o algo si quisiera, pero que se veía
mejor así.
Vince se detuvo frente a Paul. Extendió la mano y apartó
un poco el sombrero antes de ahuecar la cara de Paul en sus
manos. Se inclinó hacia delante y lo besó dulcemente.
—Lo hace. Tienes que preguntarle a Charlie si podemos
llevarnos prestado esto para después. Estoy pensando en
265
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
algunas cosas que probablemente no deberían decirse en voz
alta. No quiero arruinar la inocencia de Corey.
—Demasiado tarde —gemí.
—Jesús, Paul —dijo Sandy—. Estoy impresionado. No
sabía lo que tenías escondido. ¿Tienes ganas de azotar algo?
Porque me ofrezco de voluntario como tributo.
Paul puso los ojos en blanco.
—Llevo encima una manada de vacas. No tengo ganas
de azotar nada.
—Apuesto a que puedo hacerte cambiar de opinión sobre
eso —gruñó Vince.
—¡Agggg! —grité—. ¡Aborta! ¡Aborta! ¡Acabo de descubrir
que me queda algo de inocencia, y debo protegerla a toda costa!
—Puede que haya cometido un error —dijo Charlie,
viéndose un poco verde cuando Vince se agachó y agarró el
culo de Paul, tirando de él hasta que se sonrojó.
—Charlie, ¿dónde está tu manguera? —preguntó Sandy
frenéticamente—. Tenemos que rociarlos. Es lo único que
funciona.
Paul apartó a Vince antes de agacharse para
acomodarse.
—Uuh —dijo—. Tener erecciones con pantalones de
cuero es raro.
Ahí fue el resto de mi inocencia.
266
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
VINCE FUE EL siguiente y reapareció solo unos
momentos después llevando lo que casi se parecía a sus
pantalones cortos de ciclista habituales, aunque más
pequeños y hechos de cuero. Tenía un arnés en H con pesados
anillos en D en el pecho y se paseaba como si fuera el dueño
del lugar. Sandy logró detener a Paul antes de que tuviéramos
una situación incómoda, especialmente después de que Vince
extendiera la mano y pellizcara su propio piercing en el pezón.
Prácticamente corrí por el pasillo cuando llegó mi turno.
Escuché a Charlie venir detrás de mí, y pensé en pedirle
que se apurara para que pudiéramos cerrar la puerta, pero me
detuve cuando miré alrededor de su habitación.
Era pequeña. Había una cama de matrimonio con una
vieja mesita de noche al lado. En lo alto había un libro que le
faltaba la portada. El armario abierto era más grande de lo que
esperaba, y la mitad estaba llena de cuero y un equipo de
fetiche suave.
Pero eran las fotografías enmarcadas en una de las
paredes lo que me llamó la atención. Tenía que haber una
docena de ellas. Algunas eran granuladas y de color sepia, con
arrugas en el medio. Estaba el joven Charlie, fuerte y guapo,
de pie frente a una motocicleta con un hombre que no reconocí.
Había otra que aparecía él unos años más tarde. En ella,
Charlie estaba de pie en una acera frente a la entrada de un
bar familiar. Oh, hacía mucho que se había reformado, pero se
podía ver lo que era.
Charlie tenía un bigote grueso y usaba jeans ajustados
y una camiseta negra aún más ajustada. Su cabello estaba
cortado casi militarmente, y los músculos de sus brazos
estaban hinchados al cruzarlos sobre su pecho. Llevaba una
gorra similar a la que le había dado a Paul. Estaba ladeada
alegremente sobre su cabeza. Estaba fulminando con la
mirada y tenía un cigarro en su boca.
267
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Y junto a él estaba Vaguyna Muffman.
Había visto algunas fotos de ella antes. Sandy me las
había mostrado algo después de haberle conocido. No la
aprecié tanto como debería, dado que tenía diecisiete años. Los
había visto una vez más después de mudarme. Había estado
buscando en el armario del pasillo, tratando de encontrar un
cable que Sandy necesitaba para instalar un televisor en mi
habitación. Accidentalmente derribé una caja, derramando
fotos al suelo. Había pasado por algunas de ellas, viendo a la
joven Sandy usando demasiado maquillaje, Vaguyna
sonriendo en el fondo, pero las guardé antes que pasara mucho
tiempo. Sentí que estaba invadiendo algo privado, algo que no
estaba destinado a que yo viera.
Vaguyna era hermosa en la fotografía de la pared de
Charlie. Ella era más alta que él, pero no podía decir si eso se
debía a sus tacones. Estaba presionada contra su costado, sus
manos agarrando uno de sus bíceps. Tenía una sonrisa
diabólica, y una de sus piernas estaba doblada hacia arriba y
hacia atrás, la punta de su talón casi presionada contra su
trasero. Ella tenía una boa de plumas envuelta alrededor de su
cuello. Llevaba un leotardo negro con lentejuelas que
acentuaba sus curvas. Su escote se veía lleno, presionando el
brazo de Charlie.
Había otras fotos. Las más recientes. Vi a la familia de
Paul sonriendo. Nos vi a todos de pie en el patio trasero de
Sandy. Vi a Sandy sentada en el regazo de Charlie. Vi a Paul y
Vince en su boda, con las frentes apretadas mientras bailaban.
Vi a dos niños que no reconocí. Se parecían extrañamente a
Charlie, pero eso parecía terreno peligroso.
Pero era la de él y Vaguyna a la que seguía volviendo.
Hasta que vi la que estaba justo al lado.
Era Robert.
268
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Estaba sentado en un banco del parque, con las manos
encima de su bastón delante de él, y su sombrero de ala
inclinada hacia atrás sobre su cabeza. Sus ojos estaban
cerrados y sonreía tranquilamente, las líneas alrededor de sus
ojos talladas profundamente.
El hecho de que estas dos imágenes estuvieran una al
lado de la otra no me pasó desapercibido.
Oí que la puerta se cerraba.
Miré hacia atrás por encima del hombro.
Charlie me estaba mirando.
—Recuerdos —dijo—. A veces pueden ser una carga.
Pero otras veces, pueden ser algo bueno.
Asentí a la foto de él y Vaguyna.
—Eso es delante de Jack It, ¿verdad?
Él asintió.
—Lo es. En el verano de 1994.
—Ella era hermosa.
Él sonrió.
—Lo era. Y también lo sabía.
—¿Hiciste tú la de Robert? —pregunté.
—Lo hice —dijo Charlie, yendo a su armario—. El mes
pasado. Es mi foto favorita de él.
—Hay muchas de mi —le dije. No sabía por qué estaba
tan sorprendido.
Charlie me frunció el ceño por encima del hombro.
—¿Por qué no las habría?
269
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Me encogí de hombros. No pude encontrar las palabras
adecuadas para decir lo importante que era para mí que le
importara lo suficiente como para estar allí con todos los
demás.
—Yo solo... es agradable.
—Estúpido —murmuró mientras reanudaba la
excavación en el armario—. Por supuesto que estás ahí arriba.
Ahora, necesito que me digas con qué te sientes cómodo y veré
qué podemos hacer. Puedo hacer algunas llamadas si es
necesario, ya que no vamos a ir hasta mañana, pero creo que
estaremos bien.
—¿Por qué tienes tantas prendas? —pregunté con
curiosidad—. Especialmente algo que me quedaría bien. No
somos exactamente del mismo tamaño.
Él resopló.
—Eso es porque eres una ramita.
—¡Oye!
Él me ignoró.
—Solía ayudar a los novatos. Los niños que no podían
pagar los suyos o no podían comprar nada por temor a ser
expulsados. En estos días puedes conseguir casi cualquier
cosa en Internet, pero no solía ser así. He acumulado una
colección a lo largo de los años en caso de que fuera necesario.
—Jesús —le dije—. Eres, literalmente, el hombre más
perfecto que jamás haya existido.
—Yo no iría tan lejos —dijo.
—No en serio. Deja a Robert y huye conmigo. Podemos
construir una vida juntos lejos de aquí.
Charlie se rió.
270
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Chico, no sabrías qué hacer conmigo si me tuvieras.
—¿Y Robert lo hace?
Volvió a mirarme con los ojos brillando.
—¿De verdad quieres que te conteste a eso?
—No —dije apresuradamente—. Claro que no. Rechazo
la oferta y te permitiré continuar como está. Ya es bastante
malo que Vince probablemente esté tratando de embarazar a
Paul en tu sala de estar en este momento.
—Será mejor que no manchen mi sofá —dijo. Apartó a
un lado algunas de las perchas—. Entonces ¿Cuero? ¿Sin
cuero?
Yo fruncí el ceño.
—Esto no va a ser malo, ¿verdad?
—¿Qué quieres decir?
—Yo no suelo llevar cuero. Ninguno de nosotros lo lleva.
—Obviamente.
Sentí que me estaban insultando, pero no podía
entender cómo.
—¿No es eso apropiarse de algo que no nos pertenece?
Quiero decir, vamos a sobresalir sin importar qué, pero se
siente fuera de lugar.
—Los novatos tienen que empezar en alguna parte —dijo
Charlie—. Y te conozco. No eres del tipo que se burlaría de algo
así. Incluso si no entiendes el estilo de vida, al menos respetas
a los que están en él. Estarás conmigo, así que no tendrás
ningún problema con eso. Pero a pesar de eso, no voy a hacer
que uses algo que no quieres. —Hizo una pausa mientras
271
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
miraba su armario—. Y también va a depender de quién eres.
Corey o Kori.
—¿Hacen ropa de cuero para mujer?
—Por supuesto que la hacen. Si bien la comunidad no
es tan grande en Tucson, hay una comunidad bastante grande
para mujeres de cuero. Cuando empecé, Vaguyna me llevó a la
feria de la calle Folsom en San Francisco. Aprendí más de una
vieja lesbiana que de cualquier otro hombre que me haya
enseñado. Ella vio lo nervioso que estaba y decidió que me iba
a enseñar todo lo que sabía. Seguimos siendo amigos hasta
que ella falleció a finales de los noventa. Ella fue buena
conmigo. —Se dio la vuelta—. No tengo mucho cuero para
mujer aquí, pero estoy seguro de que podría juntar algo. Sin
embargo, depende de ti. Paul también estaba preocupado, pero
creo que la reacción de Vince detuvo eso. Vince es solo...
—Feliz por estar aquí —le dije.
Charlie negó con la cabeza.
—Dios lo amo. Pero ellos no son ustedes. Y no debes
sentirte presionado a hacer nada que no quieras hacer. Me
encanta el pelo, por cierto.
Me sonroje
—Gracias. Es un cambio, pero está creciendo en mí.
—Lo que quieras, Corey. Demonios, ni siquiera tienes
que ir si no quieres. Sé que se siente como si estuviera
entrometiéndome, pero eso no podría estar más lejos de la
verdad. Te respeto y sé que eres lo suficientemente inteligente
como para decidir lo que quieres por tu cuenta. Puede que
necesites una patada en el trasero de vez en cuando como los
demás, pero todos lo hacemos.
Pensé duro. Fue más difícil de lo que esperaba. Traté de
encontrar las palabras para decirle que había pasado tanto
272
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
tiempo pretendiendo ser algo que no era, e incluso cuando
empecé a aprender, había días en que todavía me sentía
ridículo. Como si yo fuera un fraude. Cuando nos vestimos y
nos habíamos encubierto para seguir a Darren en la cita que
había tenido después de haber sido ganado en una subasta,
había usado un terrible traje durazno, pero había sido un acto.
Esto se sentía más importante. No pude decidir si había una
diferencia.
Charlie se acercó a mí y puso sus manos sobre mis
hombros.
—Te diré una cosa, niño. Tienes esos pantalones negros,
¿verdad? ¿Los vaqueros? Sabes a los que me refiero. Apretados
y que hacen que tu culo se vea fantástico.
—¿Estás mirando mi trasero, viejo?
Me apretó los hombros.
—Es un buen culo.
—Estoy muy orgulloso de eso —estuve de acuerdo.
—Te pones esos —dijo—. Consigue algunas botas de
Sandy. Las que Helena usa para su rutina de Nine Inch Nails.
—Dio un paso atrás y se volvió hacia el armario otra vez—. Y
podrías usar... —empujó más perchas a un lado—. Esto. —Lo
sostuvo en alto.
Era un corsé, aunque parecía que estaba cortado para
un hombre. Era negro con una correa gruesa que iba por
encima del hombro. Había una cremallera en la parte
delantera, con tachuelas plateadas a cada lado. Los diseños
habían sido cortados en el cuero, las líneas se arqueaban y
giraban. Parecía algo que un actor de fondo usaría en Game of
Thrones. Fue extrañamente emocionante.
—Podrías usar algo debajo si quisieras —dijo Charlie—.
Está cortado, por lo que cubrirá sus pezones si decides no
273
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
hacerlo. Debería ajustarse lo suficiente como para que la parte
superior de tu pecho y espalda queden expuestas, así como
también un poco de tus caderas, especialmente si usa esos
pantalones. Y sin sombrero. Ese pelo tuyo es demasiado bonito
para ser cubierto.
Respiré hondo y lo dejé salir lentamente.
—¿Estás bien?
Asentí. Me quité la camisa y la dejé caer sobre la cabeza
de Charlie. Crucé mis brazos sobre mi pecho como un reflejo.
No estaba avergonzado, per se, pero me sentía extrañamente
vulnerable.
Charlie trabajó rápido. Abrió la cremallera de la parte
delantera y la deslizó sobre mis hombros como una chaqueta.
Puse mis brazos donde se suponía que iban, sintiendo el peso
sobre mi piel. Era más pesado de lo que esperaba. También
estaba un poco flojo, incluso cuando cerró el frente con
cremallera. Él lo arregló, ya que aparentemente había correas
en la espalda que podían adaptarse. Por último, tiró de la
correa por encima de mi hombro hasta que estuvo bien
ajustado.
Dio un paso atrás, mirándome de arriba abajo. Miré
hacia otro lado.
—¿Está bien?
—Te ves maravilloso —dijo en voz baja—. Échate un
vistazo.
Me puse frente al espejo. Respiré bruscamente ante mi
reflejo. El corsé tenía una extraña dicotomía. El cuero y las
tachuelas hacían que se viera fieramente masculino. La forma
en que abrazaba mi pecho y revelaba los lados de mis caderas
era claramente femenina. Era una dualidad que no esperaba.
El cuero negro iluminaba mi piel, y las tachuelas parecían más
274
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
brillantes de lo que habían sido antes. Y aunque no era la cosa
más cómoda que jamás hubiera usado, podía admitir que no
me veía tan mal.
Charlie apareció detrás de mí y se puso a juguetear con
la correa del hombro.
—Probablemente me va a sudar el trasero con esto —le
dije, todavía mirándome al espejo.
—Tiene un forro en el interior que ayudará —dijo
Charlie—. Pero ese es un precio que pagamos por llevar cuero.
Pero no debería ser peor que cuando estás en la pista de baile
en Jack It, en medio de la multitud.
—¿No crees que parezco... falso, o lo que sea?
Sacudió la cabeza.
—Creo que pareces jodidamente un daddy.
Lo miré boquiabierto en el espejo.
Él frunció el ceño.
—¿Lo he dicho bien? ¿Jodidamente Daddy?
—No lo sé —le dije débilmente—. Todavía estoy tratando
de procesar esas palabras que salen de tu boca.
ÉL ME DEJÓ solo en su habitación, diciéndome que
saliera cuando estuviera listo. Antes de que cerrara la puerta,
dijo que no se ofendería si decidía no hacerlo.
—Paul, Vince y Sandy tampoco se sentirán
decepcionados. Podemos elegir y empujar, pero no cuando
realmente importa.
275
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Y luego se fue. Oí crujir el suelo mientras caminaba por
la sala.
Miré de nuevo al espejo. Si me hubieras dicho hace
veinticuatro horas que estaría en la habitación de Charlie con
un afro que parecía un Aragorn birracial, me hubiera reído en
tu cara.
Es curioso cómo funcionan las cosas.
Enderecé el corsé innecesariamente, intentando
comprarme algo de tiempo.
—Puedes hacerlo —murmuré a mi reflejo—. Lo tienes.
Casi me creí.
Antes que pudiera perder el valor, estaba fuera de la
habitación de Charlie y andaba por el pasillo.
La conversación que se estaba sosteniendo en la sala de
estar se detuvo con un chirrido en el momento en que me
vieron.
—Mierda —suspiró Vince—. Tío. Te ves increíble.
—Oh, ¿Con esta cosa vieja? —dije, actuando más
valiente de lo que me sentía—. No es nada.
—No es absolutamente nada —dijo Sandy—. Corey, ni
siquiera me veo tan bien llevando un corsé. Cristo. Me está
dando envidia.
De una drag queen, ese era el mayor cumplido que se
podía recibir.
—¿Puede llevar una espada dentro del Bar de Cuero? —
preguntó Paul.
Charlie:
276
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Porque parece que necesitas una espada. Y eso no es
algo que haya esperado decir. —Me guiñó un ojo—. Te ves bien,
Corey. No os sorprendáis si le votan como Mr. Leatherman por
unanimidad, aunque no esté compitiendo.
No pude evitarlo. Me reí. Lo que era extrañamente difícil
de hacer ya que el corsé estaba muy apretado.
Tal vez no sería tan malo.
ESCENA 3.
Ubicación: habitación de Corey.
Estado de ánimo: remordimiento por el vegetariano.
—No puedo creer esto —dijo Tyson Thompson en Skype
el domingo por la mañana—. ¿Tienes alguna idea de cuántas
vacas se sacrifican por culpa de la industria del cuero? ¡Es una
masacre sin rival en el mundo conocido!
—De verdad —dije, arqueando una ceja. Estaba posando
frente a mi portátil, deseando conocer la opinión de mi mejor
amigo—. Cualquier cosa en el mundo conocido. Cualquier cosa.
Dejó caer el acto, riendo y sacudiendo la cabeza.
—Tengo que mantener mis pretensiones. Ya sabes cómo
es.
—Desafortunadamente.
—Te ves bien —dijo—. Diferente, pero bien. Genial el
pelo.
—Gracias. El tipo que lo cortó se llamaba Flavius.
—Por supuesto que sí —murmuró Ty—. Tucson es tan
raro. Él no es…
277
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Un hombre grande apareció de repente detrás de Ty,
vestido con uniforme de policía.
—¿Con quién estás hablando?
Dejé caer mi voz.
—Mi nombre es Dirk Steel. Tyson me está pagando para
que sea su dios de cuero, y estás interrumpiendo nuestra
sesión.
Dominic se inclinó y entrecerró los ojos ante la pantalla.
Luego sus ojos se ampliaron y comenzó a ahogarse.
—¿Corey?
Moví mis dedos hacia él.
—Esto parece una de esas cosas con las que no quiero
tener nada que ver —dijo, besando la mejilla de Ty y
levantándose de nuevo—. Te ves bien, Corey. No hagas nada
estúpido. Te he arrestado una vez. Pediré el traslado al DPT23
solo para poder hacerlo de nuevo. Ty, no olvides que debes
llamar a tu hermano y arrastrarte de nuevo por actuar como
un imbécil. Te amo.
Ty puso los ojos en blanco.
—Sí, sí. También te amo. —Se volvió para mirar a Dom—
. Mantente a salvo.
—Siempre —dijo Dom desde algún lugar fuera de la
pantalla.
—Pensé que ya te habías disculpado —le dije cuando Ty
se dio la vuelta—. Ya sabes, por todo lo de hacer el idiota.
23
Departamento de Policía de Tucson.
278
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo hice —murmuró Ty—. Pero Dom no cree que sea
suficiente. —Se pasó una mano por la cara—. Y tiene razón,
por supuesto.
—Por lo general la tiene.
—Los bebés, sin embargo. Bear y Otter van a tener
bebés.
—Sabías que iba a suceder algún día —le dije. Me senté
en mi escritorio frente al portátil. Aprendí bastante rápido que
sentarme con un corsé era la cosa más estúpida de la historia,
ya que pellizcaba y tiraba en lugares que no había esperado—
. No se están haciendo más jóvenes.
—Sip, supongo. Es solo que... no lo sé. Todas esas cosas
pasan a la vez. Izzie, mamá, bebés, volver solo para descubrir
que me echaron de la monstruosidad verde para poder vivir en
pecado con mi novio...
—Seafare es agotador —estuve de acuerdo—. Pero lo
resolverás. Esto es algo bueno, Ty. Todo esto. Tal vez no sea tu
madre, pero creo que solo necesitas un final para que algo más
pueda comenzar.
Él asintió.
—Lo sé. —Sonrió, y me sorprendió lo diferente que era
del chico que había conocido en el banco de Dartmouth en
medio de un ataque de pánico. Parecía más sano. Todo—. Lo
superaré.
—Sé que lo harás.
Agitó las cejas.
—Entonces, Jeremy.
Gruñí.
—¿No podemos dejar esto?
279
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Oh no —dijo—. Es como si hubieras olvidado la
cantidad de mierda que me lanzaste por Dom. No puedo creer
que nunca pensaras que al final regresaría a ti.
—No es lo mismo —le espeté—. Tú y Dom tenías todo
ese... destino. Siempre ibais a estar juntos. Solo era cuestión
de tiempo.
—¿Por qué no puede ser lo mismo para ti y para Jeremy?
—Llevo media vaca para espiarlo en un bar de cuero —
le dije secamente—. Y él es trece años mayor que yo. Y mi jefe.
Y no estaría interesado en alguien como yo.
Sus ojos se estrecharon.
—¿Qué quieres decir con alguien como tú? Tendría
suerte si tuviera a alguien tan bueno como tú. ¿Dijo algo? Oh,
Dios mío, voy a bajar a patearle el trasero...
Bendito su corazón. Él ciertamente lo intentaría.
—No dijo nada. Es diferente…. Somos amigos, Ty.
Estamos empezando a ser amigos, y eso es más importante que
cualquier otra cosa.
Me miró por un momento. Luego:
—Realmente te gusta, ¿eh?
Y como solo éramos él y yo, dije:
—Más de lo que pensé.
Suspiró.
—¿Te puedo dar un consejo?
Yo resoplé.
—Esto debería ser bueno.
280
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Eres más de lo que crees que eres.
Me quedé sin palabras.
Se miró las manos.
—Sé que no siempre lo ves. Y lo entiendo. Entiendo por
qué. Tiendo a hacer lo mismo. Y solía ser mucho peor para mí.
Apesta estar en mi cabeza a veces, pero no es como solía ser.
Y una gran razón para eso eres tú.
—Eso no es…
—Lo es —dijo—. Me ayudaste a volver a ponerme de pie
cuando pensé que nunca podría volver a quedarme solo. La
mierda se volvió estúpida, y gran parte fue culpa mía. Y te
aseguraste de hacérmelo ver, aunque nunca fuiste un imbécil
conmigo. —Hizo una pausa, considerándolo—. Bueno, la
mayoría del tiempo.
Me limpié los ojos.
—El Amor es duro.
—Correcto —dijo—. Y si bien puedo tener un alto
coeficiente intelectual, eres más inteligente de lo que nunca
podría ser. Sabes lo que es correcto para ti y lo que no. Pero
creo que a veces estás tan preocupado por cuidar a los demás,
que te olvidas de cuidarte a ti mismo. Eres como Bear en ese
sentido.
—Oh dios —gemí—. Nunca vuelvas a decir eso.
Él sonrió, aunque comenzó a desvanecerse casi de
inmediato.
—Tal vez sea Jeremy. —Levantó su mano tan pronto
como abrí la boca para protestar—. O tal vez no. Estoy de
acuerdo en que no debería pasar nada entre vosotros ahora
281
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
porque todo está complicado. Por lo que me dices, Phoenix
House suena bastante bien, y no quieres arruinar eso.
—Pero…
Se encogió de hombros.
—Pero, ¿quién sabe qué podría pasar en el futuro? Una
vez más, tal vez sea Jeremy o sea otra persona. Pero a quien
elijas para dar tu amor será alguien muy especial. Y no puedo
esperar a conocerle. Te mereces todo lo bueno, Corey. Siempre
lo creeré.
—Te quiero —le dije, extendiendo la mano para tocar su
rostro en la pantalla—. Y te extraño como el infierno.
—Yo también te quiero. Pero no quiero volver a
escucharte decir las palabras “alguien como yo” de esa
manera. Jeremy o cualquier otra persona deberían agradecer
a sus estrellas la suerte que tienen de estar contigo. Sé que yo
la tuve.
—Pero ahora tenemos algo mejor, ¿no? —le pregunté.
—Lo tenemos —estuvo de acuerdo—. Eres un Thompson
honorífico. Y eso significa que nunca te dejaremos ir.
—Eso suena como una amenaza.
—Oh, lo es —dijo—. Lo es.
LUEGO esa tarde recibí un mensaje de Jeremy.
¿Buen fin de semana?
Dudé antes de responder.
Bastante bueno. No haciendo mucho. ¿Tú?
Él respondió casi de inmediato.
282
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Más ocupado de lo que esperaba.
¿Es bueno eso?
Lo es. Llevo a papá a almorzar antes de trabajar más
tarde. ¿Hablaste con Charlie otra vez acerca de venir a PH para
hablar con los niños?
Todavía se lo está pensando. Creo que lo hará, pero no
quiero presionarle.
Eso es comprensible. Creo que sería algo bueno, pero
depende de él. ¿Tienes planes esta noche?
Yo fruncí el ceño.
—¿Qué demonios?
Le respondí.
No creo. ¿Por qué?
¡No te preocupes! Tengo que salir. No te preocupes por el
portero en la puerta. Solo di que estás conmigo. ;)
—Maldita cara de guiño —murmuré—. ¿Y de qué está
hablando del portero? ¿Por qué me pregunta mis planes
cuando va a estar en el bar de cuero donde habrá un portero...
en... la... puerta? No no no.
Lo sabía.
Él lo sabía.
—Jodemeeeeeeeeeee —suspiré.
283
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 9:
Esa Vez Que Fui A Un Bar De
Cuero
Parpadeé cuando el vehículo en el que estaba se detuvo.
Miré a mi alrededor para ver que estábamos en un
aparcamiento que nunca había visto antes.
—¿Dónde estamos?
—Oh, gracias a Dios —dijo Paul—. Pensé que
tendríamos que llevarte dentro.
—¿Llévame dentro de dónde?
Paul y Vince se dieron la vuelta para mirarme en el
asiento trasero.
—Corey —dijo Vince lentamente—. ¿Recuerdas quién
eres?
Paul puso los ojos en blanco.
—Por supuesto que lo hace. —Luego dijo—: ¿Verdad?
—No —le dije—. No tengo ni idea.
Los ojos de Vince se ensancharon.
—Tiene amnesia, como en Amor Descarado.
Paul suspiró.
—Realmente no entiendo tu obsesión con las
telenovelas.
284
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Nana dice que es porque fui conquistador en mi vida
pasada, y me enamoré de la hija de un poderoso mafioso que
terminó asesinándome —arrugó la cara—. Pero luego dijo que
volví como fantasma y después de eso se puso todo muy raro.
—No sé por qué lo pregunté —murmuró Paul. Me miró
de nuevo—. Estamos en el Build a Bear Sweat Shop. Sandy y
Darren ya están aquí. Charlie nos está esperando. Te
encontramos en tu habitación diciendo “No” una y otra vez.
Tuve que lavarte los dientes. Por favor, no me hagas hacer eso
nunca más.
—¿Qué llevo puesto? —exigí, mirando hacia abajo.
Llevaba un corsé de cuero, pantalones negros ajustados y
botas asesinas con puntera puntiaguda.
—Solo agradece que es lo único que llevas —dijo Paul—
. Me estoy esforzando por no señalar que el sombrero que llevo
se ve claramente de un período de tiempo que no debe ser
emulado de ninguna manera, razón o forma.
—No lo entiendo —dijo Vince.
Paul le palmeó el brazo.
—Es mejor así.
—Lo sabe —dije, con los ojos muy abiertos. Jeremy lo
sabe.
Paul y Vince se miraron el uno al otro antes de mirarme.
—¿Por qué piensas eso? —preguntó Paul.
Mi teléfono estaba sobre mi regazo. Estaba agradecido
de que hubieran pensado cogerlo mientras estaba catatónico.
Encontré la conversación y la giré hacia ellos, sus caras
iluminadas mientras leían en la oscuridad.
285
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Umm —dijo Paul—. Bueno, tal vez se refería a otra
cosa.
—¡Como qué!
—No tengo idea. Pero incluso si no lo hizo, ¿no es mejor?
Significa que no se sorprenderá cuando nos vea.
—¿Pensé que ese era el punto central de ir de incógnito?
—preguntó Vince—. Tenía toda una historia de fondo ya hecha.
Iba a ser un conquistador.
—Todavía puedes serlo si quieres —dijo Paul.
—¿Sí? —preguntó Vince con esa mirada familiar y
agresiva regresando a su cara—. ¿Quieres ser mi amado donde
tu padre es un mafioso que no quiere nada más que
mantenernos separados? Te advierto que habrá muchas
cachetadas y bigotes. Incluso podría tener un gemelo malvado
llamado Vance.
—¿Sí? —dijo Paul, empezando a jadear—. ¿Va a intentar
Vance alejarme de ti?
—Puede intentarlo —gruñó Vince—. Pero luego lo
mataré y tendremos sexo delante de su cuerpo muerto y...
¿Alguna vez has visto a una persona con corsé salir de
un vehículo en menos de dos segundos?
¿No? Lástima.
Tragué el aire caliente de la noche, preguntándome si
era posible correr todo el camino a casa. Pero como no sabía
realmente dónde estábamos y correr era jodidamente horrible,
decidí no hacerlo. Volví a mirar el coche con miedo,
preguntándome si iba a ver el pálido trasero de Paul
presionado contra la ventana. Afortunadamente, él y Vince
solo estaban comiéndose la boca. Tenías que tomar lo que
pudieras conseguir.
286
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Miré hacia el otro extremo del estacionamiento. Había
una línea que ya se estaba formando a lo largo del frente del
anodino edificio en la esquina. Por encima de él había una
señal. No tenía ninguna palabra. En cambio, había un peluche
con un parche en el ojo, un arnés y una gorra de cuero
inclinada sobre su cabeza. Tenía un cigarro que sobresalía de
sus dientes desnudos. Nunca había mirado fijamente a un oso
de peluche. Fue bastante revelador.
Las puertas del coche se abrieron, y Paul se quedó sin
aliento mientras salía, con los labios hinchados y la cara
manchada.
—Lamento que tuvieras que presenciar eso —dijo,
respirando profundamente—. No podemos controlarlo cuando
sucede.
Lo miré con desdén.
—No me vengas con tus mentiras.
Vince se veía presumido mientras caminaba (léase:
escabulléndose) alrededor de la parte delantera del coche. Sus
pequeños pantalones cortos no ocultaban mucho. Estaba muy
feliz de estar aquí.
—Me encanta estar casado —anunció.
—Bien por ti —murmuré—. ¿Alguna posibilidad de que
podamos subir al coche y regresar a casa y pretender que esto
nunca ha sucedido?
Paul dejó de babear sobre los muslos de Vince y me miró.
—Sí.
Eso me sobresaltó.
—Espera, ¿de verdad?
Se encogió de hombros.
287
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Si es lo que quieres. Sandy tiene a Darren aquí, y
puedo enviarle un mensaje de texto a Charlie para hacerle
saber que vamos a escaparnos. Todo lo que necesitas hacer es
decir la palabra. Y si entramos y quieres irte en cualquier
momento, avísame. No creo que nos quedemos hasta tarde.
Todos tenemos que trabajar mañana.
Fui tocado.
—Gracias, Paul. No sé, no sé por qué me estoy
comportando como un estúpido.
—Mira lo que estoy usando —dijo, agitando una mano
delante de él—. Y mira a Vince. Confía en mí cuando digo que
todos estamos comportándonos como estúpidos.
—Estoy bastante desnudo —estuvo de acuerdo Vince.
Paul se acercó a mí y me pasó un brazo por los hombros.
—Desearía poder decirte que es más fácil probar cosas
nuevas cuando te haces mayor, pero tengo treinta y tantos
años y esto me está volviendo loco. Pero lo estoy haciendo
porque quiero estar aquí para ti. Entonces sí. Si quieres irte,
nos vamos. Si quieres quedarte, nosotros nos quedamos.
Apoyé la cabeza en su hombro.
—Eres el mejor.
—Él realmente lo es —dijo Vince con adoración.
Me armé de valor cuando Paul se apartó.
—Bueno. Puedo hacerlo. Podemos hacerlo. Podemos
entrar, mirar y si es demasiado, salimos corriendo y vamos a
casa y pretendemos que esto nunca sucedió.
—Eso suena como la mitad de las cosas que hacemos —
dijo Paul—. Lo apruebo.
288
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Vamos a rockear con nuestros atletas fuera! —gritó
Vince.
Paul suspiró.
—Dice más de lo que me gusta pensar.
EL BUILD A BEAR SWEAT SHOP vibraba a medida que
nos acercábamos, el edificio temblaba con el ritmo de la
música que venía del interior. Casi pude convencerme de que
íbamos dentro de Jack It.
Desafortunadamente, esa creencia murió de inmediato
cuando el grupo de hombres que estaban en la fila nos vio.
Me recordaban esa foto de Charlie frente al Jack It con
Vaguyna. Parecían ásperos y duros, sus cueros pulidos y
brillantes con las farolas. Algunos no mostraban casi nada de
piel, llevando camisas y chaquetas, pantalones y botas de
cuero. Otros llevaban menos que Vince, y no podía creer que
pudieran legalmente pasear por la calle sin ser arrestados.
Pero aparte del hecho de que parecían intimidantes (y
como si realmente pertenecieran a ese lugar), me sentí
reconfortado de ver hombres de todas las formas y tamaños.
Algunos eran musculosos como Vince y Darren. Bastantes
eran más pesados que Paul. Incluso había tipos tan delgados
como yo, y a nadie parecía importarle una mierda. Había
algunos hombres negros, incluso muchos latinos, e incluso vi
a un tipo asiático que llevaba una máscara de cuero negro que
cubría su boca y barbilla. No esperaba eso, pero parecía
provenir de mi propio prejuicio. No sabía por qué había
pensado que el cuero era una cosa de blancos.
Pero independientemente del espectro de los hombres
que cubrían la fila, parecieron ser capaces de descubrir que
éramos novatos casi de inmediato.
289
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Hola! —dijo Vince mientras caminábamos lentamente
hacia la parte posterior de la fila—. ¡Realmente me gusta tu
collar! ¡Guau, amigo, mírate! ¡Es el anillo de nariz más grande
que he visto! ¡Viva el Rock! ¡Oye! Hola. ¿Qué está pasando?
¡Cómo estas, amigo! ¿Tienes cola? Eso es duro. Felicidades por
eso. Paul. Paul. ¡Mira que cola!
Solo estábamos a mitad de camino hacia la parte
posterior de la fila cuando todos se giraron lentamente para
mirarnos mientras pasábamos. Intenté no alejarme de ellos,
recordándome que tenía todo el derecho de estar aquí. Justo
cuando pensé que estábamos llegando, a un lado de la pared
de ladrillo había un grupo y un hombre se puso en la fila
delante de nosotros. Era mayor y tenía el pelo canoso, pero aún
se veía innegablemente poderoso. Llevaba un chaleco de cuero
sin nada debajo, y su pecho velludo estaba cubierto de tatuajes
que apenas podía distinguir con la luz tenue. Estaba
masticando un cigarro sin encender y tenía una mirada severa
en su rostro.
—¿Qué tenemos aquí? —preguntó, sonando como si
estuviera haciendo gárgaras con un puñado de rocas—. ¿Y
quién eres tú, guapo?
Pensé que estaba hablando con Vince. Su expresión se
había vuelto lujuriosa, lo que solía ocurrir con Vince.
Así que imagina mi sorpresa cuando se inclinó hacia
Paul, con un brillo en sus ojos que no me gustó.
Paul miró a su alrededor.
—¿Estás hablando conmigo?
El hombre movió el cigarro de un lado de su boca al otro.
—Nadie más se ve tan guapo como tú. —Miró a Paul de
arriba abajo, con la mirada arrastrándose por la pendiente de
su estómago—. No creo haberte visto antes. Lo recordaría.
290
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Oh —dijo Paul—. Bien. ¿Gracias? Eso es raro. Me
refiero bien… Eso es muy amable de su parte.
Los amigos del hombre se rieron detrás de él cuando el
hombre dijo:
—No hay nada agradable en mí. Pero estoy seguro de que
lo descubrirás.
—¿Está ligándose a Paul? —me susurró Vince.
—Yo... creo que sí —le susurré de vuelta—. O eso o
estamos a punto de entrar en una pelea de pandillas.
—Oh —dijo Vince—. No sé cuál es peor. Parece que
quiere comerse a mi marido.
—Bueno —dije—. Tal vez él piensa que Paul sabe a
hamburguesa, con la cantidad de vacas que llevamos.
—Eso tiene sentido.
En realidad, no lo tenía, pero estaba demasiado ocupado
preparándome para derribarle si la situación lo requería. Casi
esperaba que lo hiciera.
El hombre estaba poniéndose todo en Paul.
—¿Alguna vez has estado aquí antes?
Paul sacudió la cabeza.
—No, no puedo decir que hayamos estado en este
excelente establecimiento. Normalmente no vengo tan lejos al
oeste. Parece más seguro así.
El hombre sonrió alrededor de su cigarro.
—Me gustas. ¿Alguna vez te han fisteado?
291
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Guau —suspiró Paul—. ¿La gente simplemente
pregunta eso ahora? ¿No tienen ningún decoro? Como, Jesús.
Ni siquiera sé tu nombre. Ni siquiera sabes el mío.
—Entonces, permíteme presentarme —dijo el hombre,
inclinándose—. Mi nombre es Trigger y definitivamente me
gustas.
—Vaya —dije. Traté de hacer un puño que pudiera usar
para golpearle, pero se veía patético, dado que las manos de
Trigger eran del tamaño de toda mi existencia. Me sentí mal
por el culo de Paul si terminaba siendo empujado allí.
—Soy Paul —dijo—. Y ahora que hemos sido
presentados, seguiremos nuestro camino.
—Guau —dijo Trigger—. ¿Cuál es la prisa? Puedes
quedarte aquí con...
—No los toques —dijo una voz profunda detrás de
nosotros. Están conmigo.
Los ojos de Trigger se ensancharon cuando dio un paso
atrás. El grupo detrás de él parecía que estaban a punto de
cagarse colectivamente.
Todos nos giramos para ver a Charlie de pie detrás de
nosotros, con los brazos cruzados sobre su pecho, mirando a
los hombres a lo largo de la pared. Estaba vestido
completamente de cuero, algo que solo había visto una o dos
veces. Vestía todo de negro de la cabeza a los pies, y aunque
sabía que Charlie era un gran blando, creía absolutamente en
ese preciso momento que era capaz de destruir a cada persona
que nos rodeaba.
Y al parecer ellos también lo creyeron. Mientras la
mayoría de los hombres miraban a Charlie con asombro,
Trigger se quitó el sombrero y lo apretó frente a él e inclinó su
cabeza en deferencia.
292
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo siento, Charlie —dijo, y el acto que había estado
haciendo antes ya estaba terminado, ya que su voz era suave—
. Me estaba divirtiendo un poco.
Charlie lo miró con desdén.
—Apuesto a que lo hacías, Trigger —levantó la voz—.
Pero todos debéis saber que estos tres son míos. Como la drag
queen y su compañero dentro. Si alguien les pone una mano
encima que no pidan explícitamente, entonces ese hombre
tendrá que responder ante mí. Y no les gustaría que lo haga.
Casi todos murmuraron su reconocimiento. Los que en
realidad no parecían asustados.
—Lo siento —dijo Trigger a Paul—. No quería hacerte
sentir incómodo.
—Está bien —dijo Paul—. Simplemente no ofrezcas
fistear a alguien sin conocerlo primero. No es educado.
Trigger asintió.
—Sólo fisting con cortesía de aquí en adelante.
—Seguidme —dijo Charlie, girándose sobre sus botas y
dirigiéndose de regreso hacia la entrada.
Lo hicimos.
Todos en la fila que pasamos asintieron a Charlie.
Apenas les prestó atención. Era tan rudo que apenas podía
contenerme. Quería chillar encima de él, pero en vez de eso me
mofé de todos ellos, porque estaba con Charlie.
Nadie se quejó cuando pasamos a la parte delantera de
la fila. El portero, un hombre negro con un grueso bigote,
levantó la vista de su portapapeles y sonrió.
—¡Charlie! Entra.
293
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Gracias, Jerome. Estos tres están conmigo.
—Por supuesto —dijo Jerome, empujando la puerta para
abrirla, dejando pasar la música—. ¿Tienen la edad legal?
Charlie asintió.
—No estarían aquí si no la tuvieran.
—Por supuesto —dijo Jerome—. Es bueno verte, Charlie.
Te extrañamos aquí.
Charlie le dio una palmadita en el hombro antes de
entrar. Nos miramos mientras estábamos de pie en la puerta.
—¡Mover vuestros culos! —ladró Charlie.
Eso significaba, por supuesto, que todos intentamos
pasar por la puerta a la vez. Paul casi se cae. Vince logró
agarrar mi brazo antes que se estrellara contra la pared.
Nos enderezamos y miramos a Charlie. Estaba tratando
de no reírse.
—Sí, sí —murmuró Paul—. Lo sabemos.
EL BUILD A BEAR SWEAT SHOP no era como el Jack It.
Oh, claro, había hombres extraños dentro, y la música
resonaba por encima, con el bajo tan alto como podía ir, pero
eso es en todo lo que se parecía.
Era más grande de lo que parecía desde fuera, casi como
si fuera un almacén, aunque no tan grande. El techo era alto,
revestido con tubos expuestos. La pared a la derecha era una
barra, y tenía que haber al menos ocho camareros trabajando
detrás de ella.
294
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Otras dos paredes estaban llenas de cabinas y mesas
llenas de grupos de personas bebiendo y gritándose entre sí
sobre la música.
La última pared tenía un escenario y una cabina de DJ
al lado. El fondo del escenario estaba cubierto por una cortina
roja.
En el centro de la sala había una gran pista de baile,
aunque en realidad nadie parecía estar bailando cuando las
luces se encendieron.
—Seguidme. —Charlie nos llamó de nuevo. Pensé que
tendríamos que abrirnos paso entre la multitud espesa, pero
se separaban rápidamente mientras él caminaba, la gente
extendía la mano para palmearle el hombro, gritando saludos
mientras pasaba. Charlie asentía, pero apenas hablaba. Su
barbilla sobresalía, y podría haber jurado que estaba
pavoneándose.
—Es como un dios —gritó Paul en mi oído.
Lo era. Charlie estaba obviamente en su elemento, y la
gente aquí lo respetaba. Me hizo más feliz de lo que esperaba,
saber que tenía esto y extrañamente triste de que no lo
supiéramos antes. Me pregunté qué tan egoístas éramos por
no saber esto acerca de nuestro amigo. Estábamos tan
envueltos en nuestras propias vidas que nos lo perdimos.
Charlie nos llevó a un puesto cerca del escenario, el
único que estaba vacío.
Había una placa fija a la pared con letras rígidas:
RESERVADO
SI NO ESTÁ INVITADO PARA SENTARTE AQUÍ, TE
DARÉ UN CONSEJO
NO LO HAGAS
295
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
-LA ADMINISTRACIÓN
Charlie hizo un gesto para que nos sentáramos.
Vince señaló hacia el cartel.
—Pero eso no...
—Esta cabina es mía —dijo Charlie.
—Este es un momento realmente extraño para descubrir
que me siento atraído por ti —dijo Paul—. Por si acaso te lo
preguntabas.
Charlie resopló.
—Si es posible, trata de controlarte.
—No te prometo nada —dijo Paul y se sentó en la cabina.
Vince lo siguió, y Charlie se sentó en el otro lado, moviéndose
hasta que se sentó directamente debajo de la señal. Subí tras
él. Teníamos una vista perfecta del escenario, ya que nadie
parecía estar de pie frente a la mesa de Charlie.
—¿Has asesinado a alguien? —le pregunté.
Él me miró.
—¿Por qué lo preguntas?
—Porque todo el mundo parece tenerte miedo.
—No están asustados —dijo—. Ellos me respetan. Hay
una diferencia.
—Eso no responde a mi pregunta.
Se inclinó hasta que su boca estuvo cerca de mi oído.
—Si te lo dijera, tendría que matarte.
—Sí —le dije, tragando—. Tú y Nana tenéis mucho en
común.
296
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Él se rió, sacudiendo la cabeza.
Seguí esperando que la gente se acercara a la mesa.
Parecían como si quisieran. Seguían mirándonos y a él, pero
nadie lo hizo. Charlie, por su parte, parecía ignorarlos. Nos
entregó a cada uno una de las delgadas carpetas que habían
sido apiladas en el centro de la mesa. Era un menú de bebidas.
No tenía planeando beber demasiado, ya que tenía trabajo por
la mañana, pero pensé que no me iba a doler. Escuché a Paul
ahogarse cuando vio lo mismo que yo al abrir el menú.
La cuarta bebida de la parte superior se llamaba THE
CHARLIE. Era con whisky (y por lo tanto la pesadilla de mi
existencia). Charlie amaba el whisky.
—¿Tienes una bebida con tu nombre? —exigió Paul.
Charlie se encogió de hombros.
—Eso parece.
—Eres tan genial —suspiré.
—Lo sé —dijo. Se recostó contra la cabina, cruzando los
brazos sobre su pecho, pareciendo intimidante como la mierda.
—¿Tenemos que ir a la barra? —preguntó Vince,
mirando el menú.
Charlie negó con la cabeza.
—Enviarán a alguien aquí.
Y alguien vino, aunque no era un barman o un
camarero. Al parecer alguien que había reunido el valor para
acercarse a la mesa de Charlie, y parpadeé cuando vi que era
el líder de Dairy Queens. Era un hombre grande y brutal
vestido completamente de cuero. Se quitó el sombrero cuando
se paró frente a la mesa, sosteniéndolo frente a él. Tenía
297
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
tatuajes en el cuello, y parecía nervioso. No sabía que pudieras
estar nervioso y tener tatuajes en el cuello al mismo tiempo.
—Charlie —dijo con voz profunda y áspera—. Es bueno
verte aquí.
—Supongo que sí —dijo Charlie, y apenas reprimí el
chillido que amenazaba con explotar de mi boca. ¿Quién
diablos era este Charlie?
El líder de los motoristas parecía extasiado, como si el
saludo casual fuera lo mejor que le hubiera sucedido. Los
había visto hablar en Jack It antes, y nunca había sido así.
Habían estado amistosos.
—Me sentiría honrado si permitieras que los Dairy
Queens pagaran vuestras bebidas esta noche.
Charlie asintió.
—Eso estaría bien. Lo apuntaré en la cuenta de tu club.
—Gracias —dijo el Motorista. Se relajó un poco. Nos miró
a cada uno de nosotros a su vez—. Paul. Vince Corey.
Bienvenidos al Build a Bear Sweat Shop. Si necesitáis algo sólo
decírmelo.
Se dio la vuelta rápidamente, volviendo a ponerse el
sombrero y desapareció entre la multitud.
—¿Sabe mi nombre? —pregunté, mirándolo fijamente.
—Por supuesto que sí —dijo Charlie—. Estás conmigo.
Si no lo hubiera hecho, habría preguntado antes de venir aquí.
Es una señal de respeto.
—¿Es Charlie el jefe de un sindicato del crimen? —
preguntó Vince a Paul.
—Sí —dijo Paul—. Tiene que serlo. No podemos decírselo
a Nana. Vendría aquí con un muumuu de cuero, y eso es algo
298
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
en lo que nunca antes había pensado y nunca querría volver a
hacerlo.
Y luego él vino.
No sabía lo que le había pasado. Lo último que supimos
fue que lo habían desterrado a las fosas del infierno después
de que Poco’s cerrara debido a infracciones de sanidad de las
que, sin duda, él había formado parte. Nunca acudía a Jack It
porque Sandy había amenazado su vida si alguna vez
mostraba su rostro allí. Y cuando Helena Handbasket hacía tal
decreto, se convertía en ley gay. Los gorilas tenían órdenes
estrictas de poner sus botas en su trasero si alguna vez lo
intentaba. Siempre pensé que estaba acechando en algún
lugar en las sombras, esperando el momento en que pudiera
atacar. Eso era lo gracioso de los demonios del infierno:
siempre encontraban una forma de arrastrarse de nuevo
cuando menos lo esperabas.
Llevaba lo que equivalía a un Speedo de cuero que
apenas cubría sus bolas. Tuvimos la suerte de que
aparentemente él fuera un gran fan de la depilación genital. Y
aparte de dos bandas de cuero envueltas alrededor de sus
bíceps y botas gruesas, eso era todo lo que llevaba.
Eso y la sonrisa diabólica en su rostro mientras miraba
a Vince.
—Bien, bien, bien —dijo, con su voz un ronroneo
sedoso—. Nos volvemos a encontrar, mi corazón. Es como si el
destino hubiera decidido que debemos estar juntos.
—Santiago —siseó Paul. Mostró los dientes mientras
hacía la señal de la cruz frente a él.
Santiago lo ignoró. Se inclinó hacia delante hasta que su
basura estuvo prácticamente descansando sobre la mesa.
Levantó la vista de debajo de sus ojos entrecerrados,
mordiéndose el labio inferior de manera seductora. En contra
299
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
de mi voluntad, me sentía casi impresionado. Si intentara esa
misma expresión, parecería como si estuviera tratando de
comerme la boca mientras sufría un derrame cerebral.
—¿Me has echado de menos? —preguntó Santiago—.
Porque yo si te he echado de menos. Oh, pero no te preocupes.
No he estado pensando. No. He tenido muchos amantes
mientras hemos estado separados.
—Hola, Santiago —dijo Vince—. ¿Trabajas aquí?
Él se rió.
—Oh, ¿cómo lo sabes? ¿Has estado preguntando por mí?
—Llevas una bandeja de bebidas vacía y un comandero
—le dije.
Él me miró, recorriéndome de arriba a abajo antes de
despedirme. Se volvió hacia Vince.
—Sí, trabajo aquí. Voy de cuero ahora. Como parece que
tú también. Ven, deja que Santiago haga realidad todos tus
sueños más salvajes.
—¡Genial! —dijo Vince—. Mi sueño más salvaje en este
momento sería tener un coctel de piña.
Santiago estaba prácticamente arrastrándose sobre la
mesa ahora. Casi tuve que admirar lo flexible que parecía ser.
—¿Eso es todo? ¿No hay nada que te involucre a ti, a mí
y a tu hermano haciendo algo que sea ilegal en los cincuenta
estados?
Vince parecía confundido.
—¿Cómo qué? ¿Robar un banco? No sería buen ladrón
de bancos. No me gustan las armas ni hacer que la gente se
asuste o coger cosas que no me pertenecen. Sólo la bebida está
bien. Paul, ¿tú qué quieres?
300
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Santiago parpadeó, volviendo la cabeza para mirar a
Paul, como si acabara de verlo por primera vez.
—¿Has venido con tu padre contable? Vincent, la
temporada de impuestos vino y se fue. No le necesitas hasta
febrero del próximo año, como todos los gestores de impuestos.
—Levantó la voz ante Paul—. ¿Hola señor? Aquí no tenemos
pan y mantequilla. No puedes pedirlo. Recuerdo cuánto te
gusta, pero me temo que no es una opción. Tendrás que traerte
tu propio pan de casa.
—Te odio tanto —murmuró Paul.
—Chico —dijo Charlie, y su voz era tan profunda, que
me dio escalofríos—. Mírame.
Santiago lo hizo, con los ojos ligeramente abiertos.
—¿Sí?
Charlie se inclinó hacia adelante hasta que sus rostros
estaban separados por unos centímetros.
—¿Sabes quién soy?
—Sí —dijo Santiago—. El gerente dijo que iban a
cuidarte mientras estuvieras aquí. Te llamó un VIP.
—Exactamente —dijo Charlie. Levantó la mano y pasó
un dedo por la mejilla de Santiago. Santiago tembló cuando
Charlie le agarró la cara. No estaba apretado, pero la mano de
Charlie era grande—. Y si te vuelvo a ver en esta mesa, será lo
último que hagas.
Santiago tragó saliva.
—Pero yo…
—Diles que envíen a otro para que traiga nuestras
bebidas —dijo Charlie, apretando lo suficiente como para que
la cara de Santiago comenzara a hundirse—. Y si escucho que
301
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
has molestado a Paul, a Vince o a Corey, tendrás que buscar
otro trabajo al final de la noche. ¿Estamos?
Santiago asintió.
—Bien —dijo Charlie, retirando su mano. Santiago se
quedó sin aliento mientras se ponía de pie—. Harás dos cosas
por nosotros, entonces. Primero, tomarás nuestros pedidos de
bebidas. Y luego te disculparás con Paul por tratarlo con tanto
desdén. Vince quiere el coctel de piña. Paul tomará el tequila
sunrise. Yo quiero un whisky. Solo. Y Corey tomará un
destornillador. Apuntalo en la cuenta de los Dairy Queens, que
han hecho una generosa oferta que no pude rechazar.
Santiago garabateó furiosamente en su libreta de papel.
—Sí, señor. Por supuesto, señor. —Se volvió para irse.
Charlie se aclaró la garganta.
Se detuvo y se dio la vuelta lentamente.
—Paul, ¿verdad? Si Paul, lamento no tener pan...
—Tienes una oportunidad más —advirtió Charlie.
—¡Ehhh! —dijo Santiago. Luego dijo—: Lo siento, Paul.
No era mi intención hacerte sentir que tu profesión elegida era
innecesaria. Y sobre todo delante de tu hijo.
—¡Él es mi marido! —espetó Paul.
Santiago frunció el ceño.
—¿En serio? Vince, ¿estás siendo retenido contra tu
voluntad? Si es así, grita mi nombre como si estuvieras en
medio de una pasión extrema.
—Deberías correr ahora —dijo Charlie—. Mientras tus
piernas aún están intactas.
302
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Santiago hizo justamente eso.
—Eso fue raro —dijo Vince—. Debía querer poner
nuestra orden de bebidas.
Paul suspiró.
—Sí, Vince. Eso es exactamente.
NUESTRAS BEBIDAS fueron traídas por alguien que no
era Santiago. Las dejó sobre la mesa, sonrió nerviosamente a
Charlie y luego se fue sin decir una palabra.
—Tienes que llamar a Robert —le dije a Charlie mientras
Vince le daba a Paul unos trozos de piña.
—¿Por qué? —preguntó Charlie.
—Porque tienes que decirle que se acabó —dije
solemnemente—. Que te preocupas por él, pero que has
decidido huir conmigo. Haremos un tour por el mundo, donde
me sentaré a tu lado mientras amenazas a los camareros
demasiado entusiastas.
Charlie se rió entre dientes.
—Toda una oferta.
—Sabía que lo sería. Robert lo entenderá.
—Tal vez debería retrasar eso.
Suspiré.
—Si deberías. Aunque probablemente sea lo mejor.
—Lo es —dijo Charlie—. Tengo la sensación de que vas
a olvidar que incluso existo en los próximos minutos, de todos
modos.
303
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Lo miré de reojo.
—¿De qué estás hablando?
Él sonrió mientras tomaba un sorbo de su whisky.
—Sólo espera.
—No, en serio. Que es…
La música se cortó. Las luces se atenuaron.
La multitud rugió mientras todos giraban hacia el
escenario.
Un foco brilló en la cortina cuando un ritmo
absolutamente sucio de música gruñó a través de los
altavoces. Muy graves. Tanto, de hecho, que la cabina estaba
vibrando.
—Ooohhhhhh. —Helena Handbasket gimió desde algún
lugar fuera del escenario—. Huelo a los hombres.
Los hombres estaban muy agradecidos por eso.
Una pierna larga sobresalió de detrás de la cortina. El
pie tenía un tacón negro con una punta de aguja. La pantorrilla
y el muslo estaban envueltos en lo que parecía una cinta negra.
—Oh, Jesús —dijo Paul—. Realmente se ha atrevido.
Antes que pudiera preguntarle a qué se refería, ese
mismo sonido volvió a atravesar el bar y la cortina se abrió.
Helena Handbasket estaba en el escenario y Paul no
estaba bromeando. Ella realmente se había atrevido.
Al final resultó que, los envoltorios negros alrededor de
su pierna constituían prácticamente todo su disfraz. Debe
haberle llevado horas hacerlo bien y seguir siendo
304
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
técnicamente legal, aunque estaba seguro de que estaba
violando alguna ley.
La cinta estaba colocada estratégicamente alrededor de
todo su cuerpo. Tenía un leotardo de color carne, pero estaba
tan cerca de su color de piel real que apenas se notaba. La
cinta se envolvía alrededor de sus piernas, brazos y pecho. Su
peluca era una boina negra cortada bruscamente alrededor de
su cara. Su maquillaje era ahumado y oscuro. Se veía increíble.
Pero luego me distrajo el hombre sentado en la silla
plegable en el escenario detrás de ella.
Era Darren Mayne, el Rey Homo Deportista.
Llevaba pantalones de cuero y arnés en el pecho. Estaba
frunciendo el ceño, por lo menos eso era normal.
La música comenzó a sonar, algo sobre sudor y
retorcerse y follar, y me sorprendió cuando Helena comenzó a
usar a Darren como accesorio. Nunca antes había sido parte
de su show. A pesar de todo lo que era el Rey Homo Deportista,
no necesariamente le gustaba ser el centro de atención. Sandy
había tratado de llevarlo al escenario después de la subasta en
el Jack It, donde había sido una terrible Drag, pero se había
negado.
Aunque aparentemente se había rendido ahora.
Y lo que era aún más sorprendente es que parecía estar
coreografiado. Helena se sentó a horcajadas en su regazo,
mirando por encima del hombro mientras sincronizaba los
labios con el micrófono. Cuando la música cambiaba a otro
ritmo agudo, las manos de Darren se acercaron a su cintura
cuando ella cayó hacia atrás, y la mantuvo en su lugar
mientras se movía de lado a lado, con el pelo rebotando
alrededor de su cara. Sus caderas giraban contra él mientras
la levantaba, una gran mano extendida sobre su espalda,
305
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
sosteniéndola contra su pecho. Ella le cantó, pasando una uña
larga sobre su labio inferior.
Un momento después, ella se levantó de su regazo,
merodeando a su alrededor, con las manos sobre su pecho,
estómago y hombros. Estaba empezando a brillar con sudor, y
si no supiera que ya estaban juntos, me habría convencido de
que estaba presenciando el escurridizo baile de apareamiento
de la reina del dragitis24. Me pregunté si Darren sabía que
después de que se hubieran apareado, ella lo devoraría
completamente.
Pensé que probablemente lo sabía. Y que no tenía ningún
problema con eso.
—Guau —dijo Vince—. No quiero que eso le pase a mi
hermano.
Sí, casi podía ver su punto. Iba a tener que hablar unas
palabras con Sandy sobre cómo no estaba bien hacerle tener
erecciones a sus amigos en público.
Afortunadamente, la canción terminó rápidamente.
Terminó cuando Helena se agarró a los lados de la cara de
Darren y lo atacó en el escenario. La multitud gritó y Darren
parecía aturdido cuando Helena se apartó, sus labios
manchados con su lápiz labial negro.
Helena estaba jadeando cuando se volvió hacia el bar.
Ella sonrió y guiñó un ojo a nuestra mesa.
—Hola —respiró en el micrófono—. Debo disculparme.
No los vi a todos de pie allí. Espero que no les haya importado
esta pequeña exhibición.
No les importaba en absoluto.
24
Mezcla de Drag y Mantis.
306
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Bien —dijo ella—. A veces me olvido de mí misma
cuando tengo un juguete tan bonito —gritó cuando Darren se
acercó y le dio un golpe en el culo. Ella lo fulminó con la mirada
y supe que no había sido coreografiado.
Ella debía haberle gustado eso, sin embargo, porque
permitió a Darren conservar su mano.
—Gracias, amorcito —le dijo ella, con su voz haciendo
eco alrededor del bar—. Te amo mucho. —Darren se puso de
pie, y ella se estiró para limpiar la mancha de lápiz de labios
de su cara. Hice una mueca cuando Darren le chupó el dedo
con la boca, ahuecando las mejillas. Lo sacó con un pop
húmedo audible que iba a perseguir mis sueños. Él arqueó una
ceja mientras la multitud rugía. Ella cubrió el micrófono y le
susurró algo. Su expresión se suavizó de una manera que no
habría esperado cuando lo conocí por primera vez. Se inclinó
hacia delante y la besó en la mejilla antes de agarrar la silla y
salir del escenario.
—Adiós —dijo Helena—. ¿Cómo va la vieja expresión? Me
encanta verlo ir, pero es aún mejor cuando lo veo venirse. —Se
volvió hacia la multitud, con un desagradable rizo en sus
labios—. Y él se viene mucho.
—Asqueroso —gimió Vince, cubriéndose la cara con las
manos.
—Debe ser de familia —murmuró Paul, y todos nos
volvimos para mirarlo. Se encogió de hombros—. ¿Qué? Sólo
digo.
—Es bueno estar de vuelta en el Build a Bear Sweat
Shop —dijo Helena—. Si no estuviera ya atada a ese adorable
pedazo de carne, estoy segura que podría encontrar a alguien
más aquí dispuesto a atarme.
Muchas manos salieron al aire.
307
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Me ofrezco como tributo! —gritó un hombre
corpulento.
—Umm —dijo Helena—. Estoy segura que sí. Pero ay,
esta reina ya ha encontrado a su rey. Y ahora, algo que nunca
pensé que diría: es suficiente de mí. Estamos aquí por una
razón muy específica. Para coronar al nuevo Mr. Leatherman
de Tucson. Me han dicho que es un gran honor y que no debe
tomarse a la ligera. ¿Y qué mejor persona para ayudar a
otorgar este honor que una reina?
Ella hizo una reverencia tan baja que pensé que estaba
a punto de partirse en dos.
—Sin embargo, no puedo hacer esto sola —dijo mientras
se levantaba—. Si solo hubiera un hombre que pudiera
ayudarme con esta tarea. Un hombre diferente a cualquier
otro. Un hombre que actualmente posee el título de Mr.
Leatherman. ¿Hay un hombre así aquí?
—Lo hay —dijo otra voz, y todos en el bar inclinaron sus
cabezas hacia atrás y aullaron.
Mi piel se sentía como si se estuviera arqueando con
electricidad.
—Lo sospechaba —dijo Helena, y ella me miró
directamente—. ¿Tal vez te gustaría acompañarme al
escenario? Señoras y señores, chicas y chicos, niños de todas
las edades (aunque es mejor que ese no sea el caso), les
presento al actual Mr. Leatherman... ¡Jeremy Olsen!
Salió de las sombras.
Apenas podía respirar.
Lo que llevaba puesto no era inherentemente sexual; el
cuero no siempre tenía que ser sexo, aunque podía jugar un
papel importante. Era casi como ser Drag.
308
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Pero eso no impidió que mi cerebro lo hiciera sexual. Se
acabó mi antiguo profesor, el hombre que se emocionaba con
lo que estaba enseñando en un día cualquiera, paseando de
un lado a otro, gesticulando salvajemente mientras se
recuperaba. Se había ido mi jefe, el hombre que odiaba estar
atrapado en su oficina (incluso cuando tenía que estarlo) y que,
en cambio, estaba al frente con todos los demás, sonriendo
alegremente, saltando como una tortuga torpe con cualquier
música que se estuviera reproduciendo.
Este hombre tenía una barba perfectamente recortada y
una gorra de cuero que no era muy diferente a la de Charlie,
aunque los eslabones de la cadena en el frente eran más
gruesos. Este hombre llevaba una camisa de vestir de cuero
azul (¿qué diablos?) Con bolsillos a ambos lados de su pecho,
los botones cubiertos en su mayoría por una larga corbata de
cuero negro. Un cinturón negro con una hebilla gruesa se
envolvía alrededor de su cintura a través de los bucles de sus
pantalones de cuero. Incluso llevaba guantes negros, por el
amor de Dios.
Y envuelto alrededor de su pecho y hombros había una
faja gruesa y pesada hecha de cuero (por supuesto; casi quería
traer a Tyson aquí solo para ver explotar su cerebro) que lo
proclamaba MR. LEATHERMAN DE TUCSON.
Y él se pavoneaba como Charlie cuando entramos al bar.
Mientras los hombres y algunas mujeres en el bar lo
animaban, se movía como un maldito animal en medio de una
cacería. No era como si Helena se escurriera. Esto era pesado
y duro, sus botas golpeaban en el escenario, sus hombros
estaban cuadrados, sus labios casi en una mueca. No era un
hombre grande, no como Vince y Darren, pero casi parecía que
lo era, desprendiéndose del aura de alguien a quien le gustaba
cómo sonaba ese guante cuando golpeaba contra la piel
desnuda y...
No. Ni siquiera voy a ir allí.
309
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Todavía quieres huir conmigo? —escuché a Charlie
preguntar a través de la bruma.
—¿Qué? —dije estúpidamente.
—Es lo que pensaba.
No sabía de qué diablos estaba hablando, pero parecía
distante y sin importancia. Vi como Jeremy levantaba sus
manos enguantadas al aire. La gente en la audiencia gritó en
aprobación.
Un hombre se arrastró hacia el escenario,
manteniéndose alejado del foco. Le entregó un segundo
micrófono a Helena. Ella le guiñó un ojo antes de dar un paso
atrás, dejando que Jeremy se moviera de un lado del escenario
al otro. El sonido de la multitud era ensordecedor.
Y luego se me impidió ver lo que estaba sucediendo por
un hombre grande que exigía que me moviera para poder
sentarse.
Parpadeé estúpidamente al extraño.
—Sí, Sandy estaba seguro de que esa iba a ser tu
reacción —dijo, sonando molesto—. Odio cuando tiene razón.
Comencé a dirigirme a Charlie para decirle que usara los
poderes de jefe del crimen para asesinarlo y enterrarlo en el
desierto por tener la audacia de acercarse a la mesa, cuando
un fino rayo de luz atravesó las nubes en mi cabeza.
—¿Darren?
Darren suspiró.
—Eres tan patético. No sé por qué no lo sacas de tu
sistema. Esto es ridículo.
No sabía de qué demonios estaba hablando. Y cuando
todavía no me movía (no estaba seguro de cómo hacer que mis
310
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
piernas hicieran nada en este momento), puso los ojos en
blanco, se dirigió al otro lado de la cabina y se sentó junto a
Paul. Cuando pude ver el escenario de nuevo, Jeremy y Helena
estaban de pie uno al lado del otro. Cada uno sostenía un
micrófono. Helena estaba presionada contra él, como solía
hacer con cualquier hombre remotamente atractivo que se le
acercara. Me pregunté si matarla sería como matar a una
gallina. Muchos graznidos y plumas volando por todas partes.
Helena apoyó la cabeza en su hombro mientras llevaba
el micrófono a sus labios.
—Si no tuviera ya una bola y una cadena firmemente
unidas, las cosas que te haría. —Le frotó una mano sobre el
pecho y la llevó a su estómago, las puntas de sus dedos
presionadas contra la hebilla de su cinturón.
—Siéntate —escuché a Charlie silbar.
Me giré para mirarlo, preguntándome con quién
demonios estaba hablando, cuando vi que me estaba hablando
a mí. Por alguna razón, ahora estaba de pie junto a la cabina,
con mis manos cerradas en puños.
—¿Qué acaba de pasar? —pregunté, con los ojos bien
abiertos.
Darren inclinó la cabeza hacia el techo.
—Jesús jodido Cristo. Por favor, dime que yo no era así.
—Odio decirlo, hermano, pero lo eras —dijo Vince—. Fue
lindo. —Frunció el ceño—. Bueno, las partes en las que no
estabas siendo un completo idiota al respecto.
—Lo que era la mayor parte del tiempo —dijo Paul.
Darren lo fulminó con la mirada.
—Me gustaba más cuando te asustaba.
311
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Paul le dio una palmadita en la mano.
—Sí, esos días se han ido, amigo. Sandy me dijo que le
trajiste flores hace unas semanas.
Darren se cruzó de brazos y se mostró gruñón.
—Sólo porque eran sus favoritas.
Me las arreglé para volver a sentarme por mi propia
voluntad. Charlie envolvió un brazo alrededor de mis hombros,
acercándome a él. Probablemente parecía dulce desde fuera,
pero todos sabíamos que era para evitar que cometiera un
delito grave. Ya estaba planeando mi defensa. Diría que estaba
en un estado de locura y que no recordaba lo que había
pasado. Vendería la mierda, y cuando me encontraran
inocente, tendría mi propia película en Lifetime.
Helena Handbasket se había desprendido de Jeremy, y
me dije que era porque sabía que le patearía el trasero. Casi lo
creí también, lo que ciertamente ayudó. Y no, no fue porque
estuviera lleno de sentimientos hacia el objeto de sus afectos
momentáneos, sino porque quería asegurarme de que Jeremy
era el centro de atención, dado que se veía realmente
impresionante siéndolo, especialmente en el área debajo de la
hebilla del cinturón, que parecía tener un bulto saludable.
—Oh no —susurré—. Me estoy comportando de manera
espeluznante de nuevo.
—Gracias, Helena —dijo Jeremy, y casi sonaba como el
hombre que había visto por última vez el viernes. Tal vez había
un borde más duro en su voz, y tal vez era un poco más
profunda, pero era casi la misma—. Aprecio que estés aquí esta
noche.
—Cualquier cosa por ti —dijo Helena—. Y me refiero a
cualquier cosa.
312
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Perra —murmuré—. Será mejor que te retires antes de
que te ensucie la cara.
—¿Qué fue eso? —me preguntó Charlie, con la mano
hundiéndose en mi brazo.
—Nada. Absolutamente nada.
—Y gracias a todos —dijo Jeremy, mirando a la
multitud—. Este año pasado siendo Mr. Leatherman ha sido
uno de los mejores de mi vida. Esta comunidad siempre me ha
dado una cálida bienvenida, pero me he reunido con más de
ustedes en los últimos doce meses que en los años anteriores,
y realmente aprecio el apoyo que me han brindado. Ha sido un
momento extraordinario para mí y uno que no olvidaré nunca.
Todos aplaudieron.
La dura mirada en su rostro se derritió, y sonrió. Era la
misma sonrisa a la que me había acostumbrado, y mi corazón
tropezó en mi pecho.
—Hay algo maravilloso en que todos podamos unirnos
así. Aquí no importa el color de tu piel o la forma en la que
entres. No importa si eres un viejo daddy o alguien que recién
comienza. Mientras respetes a la comunidad y a todos por lo
que representamos y mostramos amabilidad, entonces será
bienvenido aquí. Todos tenemos que empezar en alguna parte.
—Miró en nuestra dirección y yo juré que nuestras miradas
estaban conectadas—. E incluso si solo eres un turista, alguien
que nunca ha pensado en venir aquí, pero de todas formas lo
has hecho esta noche para apoyarme, quiero que sepas que te
veo. Y no podría estar más feliz de que estés aquí.
Su sonrisa se suavizó. Y por un breve momento, fue
como si fuéramos los únicos en el bar.
Miró hacia otro lado primero.
313
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Pero suficiente de eso. Estamos aquí esta noche para
designar a un nuevo Mr. Leatherman. Durante las últimas dos
semanas, se han propuesto demostrar su valía. Y si bien cada
uno de ellos es digno del título, solo puede haber uno. Así que
sigamos con esto, ¿de acuerdo?
NO ERA DIFERENTE a un concurso de belleza. Había
algún tipo de sistema de puntuación complicado que Charlie
trató de explicarnos, pero apenas podía concentrarme en sus
palabras, y mucho menos comprender las complejidades de
decidir un nuevo Mr. Leatherman.
Había seis hombres en la final y me sorprendió
gratamente cuando el título fue para un hombre negro que era
más grande que Darren. Aún mejor era cómo tenía que limpiar
las lágrimas de sus ojos mientras seguía siendo severo y
gruñón. La gente aplaudió ruidosamente junto con los otros
hombres en el escenario. Pensé que Jeremy iba a entregar su
banda, pero Charlie dijo que tenía que quedarse con ella. Cada
una era hecha especialmente para el nuevo Mr. Leatherman, y
él inclinó la cabeza para permitir que Jeremy la deslizara sobre
su hombro. Jeremy y Helena dieron un paso atrás para darle
el escenario.
Y así, todo había terminado.
La multitud se precipitó hacia adelante y se vieron
rodeados casi de inmediato, la gente felicitó al nuevo ganador
y estrechó la mano de Jeremy.
Darren se puso de pie.
—Debería ir a ver si Helena necesita que la rescaten.
—O para asegurarte de que un gran oso no la arroje
sobre su hombro y huya con ella —dijo Paul.
314
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Si Darren se movió un poco más rápido después de eso,
bueno, ese era su problema. (Y el nuestro, porque teníamos que
joderle mucho).
Me puse de pie cuando Charlie me indicó que quería
salir para poder felicitar al ganador. Me puse de pie y lo dejé
salir. Besó un lado de mi cabeza y murmuró que volvería más
tarde antes de caminar hacia el escenario. Como antes, la
multitud se separó ante él cuando apenas caminó.
—¿Sabíamos que Charlie era tan duro? —le pregunté a
Paul y Vince mientras me sentaba de nuevo en la cabina. Vince
me acercó a él y me echó un brazo sobre el hombro y el otro
sobre el de Paul.
—¿Con nosotros? —preguntó Paul—. Por supuesto.
¿Con todos los demás? No lo creo. No sé por qué no lo vi antes
—Nunca nos ha invitado a venir aquí —dijo Vince.
—Pero nunca nos ofrecimos tampoco —señalé—.
Realmente no. Helena lo hizo esa vez, pero ¿por qué nunca
hemos venido aquí con él?
Paul frunció el ceño.
—Es una mierda de nuestra parte, ¿verdad?
Suspiré.
—Sí. Quiero decir, la mayoría de la gente en el Jack It
sabe quién es, pero no es así. Creo que él sabe que tenemos
muchas cosas en marcha, pero...
—Pero eso no debería ser una excusa —dijo Vince
lentamente—. Nada de esto es para siempre. Necesitamos
aprovechar al máximo todo esto y cada uno de nosotros
mientras podamos. —Sonrió—. Lo leí en una galleta de la
fortuna.
315
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Por supuesto que sí —murmuró Paul—. Pero entiendo
lo que estás diciendo. Deberíamos…
Un hombre apareció en la mesa. Él, como muchos de los
hombres en el bar, parecía intimidante como todos los jodidos.
Su barba bajaba hasta el pecho y era gris.
—Lamento interrumpir —dijo—. Quería ver si podía
invitarte a una copa.
Vince se encogió de hombros.
—Es genial de tu parte, pero tengo una, gracias.
—Estaba hablando con tu amigo —dijo el hombre,
asintiendo hacia Paul.
Paul miró por encima del hombro hacia la pared, como
si hubiera alguien de pie directamente detrás de él.
—¿Yo?
—Sí —dijo el hombre, poniendo sus manos sobre la
mesa mientras se inclinaba hacia adelante—. Te vi antes.
Quería conocerte mejor. Si sabes a lo que me refiero.
—Oh —chilló Paul—. Um. ¿No? Gracias, pero no. Estoy
bien.
El hombre parecía sorprendido.
—¿De verdad?
—De verdad —dijo Paul cuando la sonrisa de Vince
comenzó a desvanecerse—. Estoy bien. Eso es muy amable de
tu parte, sin embargo.
El hombre pareció confundido por un momento antes de
sacudir la cabeza.
316
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Estaré por aquí si cambias de opinión. Con un chico
como tú parece que necesita una buena educación.
—Siempre odié la escuela —le dijo Paul.
El hombre parecía que iba a decir algo más antes de
volverse y marcharse.
—Eso fue raro —dijo Paul— ¿Por qué crees que él...?
Otro hombre apareció en la mesa. Era el que había visto
antes, el chico asiático con la máscara que cubría la mitad
inferior de su cara. Se sentó en la cabina junto a Paul como si
perteneciera allí.
—Oye —dijo, su voz ligeramente apagada— ¿Puedo
invitarte a una copa? Se ve que tienes un poco de sed.
—¿Qué demonios? —susurró Paul.
—Ya tiene una —dijo Vince, empezando a fruncir el
ceño—. Está puesta justo frente a él.
Nuestro nuevo amigo lo ignoró.
—Me gusta tu chaqueta. —Y como para mostrarle a Paul
lo mucho que le gustaba, extendió la mano y frotó una mano
contra el pecho desnudo de Paul—. Se vería aún mejor en mi
suelo.
—Guau —suspiré—. Amigo, ¿eso alguna vez te funciona
con alguien?
El hombre me miró.
—Estoy a punto de averiguarlo.
—¡No lo hace! —exclamó Paul—. ¡No funciona en
absoluto!
—¿Estás seguro?
317
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Muy seguro! ¡Nunca he estado más seguro de nada en
mi vida!
—¿Ni siquiera acerca de nuestros votos matrimoniales?
—preguntó Vince, frunciendo el ceño.
—Los votos matrimoniales —repitió el hombre—. ¿Estás
casado? ¿Con él?
Parecía incrédulo, lo cual era una hazaña, dada la
máscara que llevaba. Quería pedirle que hiciera una imitación
de Bane, pero no sabía si eso era educado. Cuando uno está
en un bar de cuero, debe tener cuidado al decidir si un cliente
es un cosplay de villanos de Batman.
—Lo estoy —dijo Paul—. Muy casado.
—Pero eres un chub25 de cuero —dijo el hombre—. Y él
es... ya sabes.
—¿Un homo deportista? —le sugerí amablemente.
—Correcto —dijo el hombre—. ¿Cómo demonios ocurrió
eso?
—Lo golpeé con mi coche —dijo Paul—. Y nunca lo deje
ir después de eso.
Bane se fue bastante rápido.
Fue en ese momento en que me di cuenta de lo parecidos
que Darren y Vince podían verse, especialmente cuando
fruncían el ceño. Era notable, no sabía por qué no lo había
notado antes.
—¿Soy carnaza para los osos de cuero? —preguntó Paul,
sonando estupefacto—. ¿Ese es mi superpoder? ¿Para qué
25
Chubby o Chub (lit. gordito o regordete): hombre obeso, generalmente sin vello
corporal.
318
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
incluso los hombres más fuertes se arrodillen porque quieren
follarme?
—No hay nada de malo en estar casado con un homo
deportista —murmuró Vince.
Paul lo miró, y su rostro se suavizó.
—No, no lo hay. Es realmente muy bueno, si me
preguntas. No es... No. No estoy interesado. Estoy con mi
marido, y te pido que me dejes estar. Debes resistir la llamada
de mi cuerpo.
El tercer hombre, que había aparecido en nuestra mesa
como por arte de magia, se dio la vuelta y se alejó.
—Tenemos que salir de aquí —dijo Vince—. Antes que
nos hayan sobrepasado y no pueda luchar contra todos ellos.
—Intentó empujar a Paul hacia el borde de la cabina, pero Paul
no se movió. Me miró y entrecerré los ojos, desafiándolo a
intentarlo.
No lo hizo.
Paul puso los ojos en blanco.
—Ahora sabes cómo me siento prácticamente a todas
partes que vamos.
Vince lo miró de reojo.
—¿De qué estás hablando?
—Te tiran los trastos todo el tiempo —dijo Paul—. Justo
en frente de mí. Y aunque no lo pidas, todavía sucede. Ni
siquiera me ven de pie junto a ti.
—¡Pero no hago nada malo!
319
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo sé —dijo Paul—. Pero sigue siendo frustrante. Es
como si no pudieran imaginar que alguien como yo pueda
conseguir a alguien como tú.
—No entiendo —admitió Vince—. No hay nada de malo
en ti. Eres la mejor persona que conozco.
—Correcto —dijo Paul en voz baja—. Pero ¿esos celos
que sientes ahora? Aunque es tonto, siguen ahí. Yo también
me pongo así.
—Oh —dijo Vince—. Eso es horrible. No me gustan. Me
dan ganas de golpear algo.
Paul resopló.
—Bueno, no tienes que preocuparte por nada. A pesar
que todos aquí aparentemente quieran mi cuerpo caliente, no
tienen mi apellido.
—¡Yo lo tengo! —dijo Vince emocionado—. ¡Soy un
Auster!
—Lo eres —dijo Paul, de repente agresivo. Necesitaba
salir de aquí antes de ver algo que distorsionara mi mente
inocente—. Eres muy Auster.
—¿Quieres que te Freddie Prinze Junee? —gruñó Vince,
¿y qué demonios era eso?
—Eso no es lo que significa —dijo Paul—. Pero lo
permitiré. Tú puedes Freddie Prinze Juniearme, todo lo que
quieras...
—¡Aggg! —grité—. ¡Déjame ir! Déjame ir.
—Corey —dijo Vince sin mirarme—. Es posible que
desees irte. Estoy a punto de besarme con el Sr. Auster.
—Ooh —susurró Paul—. ¿Es usted, señor Auster?
320
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Logré escapar antes de que las cosas se pusieran
húmedas.
Me encontré con alguien y me disculpé cuando salí de la
mesa, mirando hacia atrás a tiempo para ver a Vince meter la
lengua en la garganta de Paul.
—Ah, mierda —dijo un hombre rechoncho a mi lado—.
Alguien llegó primero al bombón. Maldita sea.
Sonaba tan abatido que casi me sentí mal. Y luego
escuché a Paul gemir y decidí que todos en este maldito bar
podían joderse.
Deambulé entre la multitud, tratando de encontrar una
cara familiar. Primero vi a Charlie, que estaba en medio de un
gran grupo de personas. Parecía que estaba en la corte, y todos
sus súbditos estaban enamorados de él. Pensé en irme, pero
decidí dejarlo estar.
Encontré a Darren y Helena cerca de la barra. Darren
estaba sentado en un taburete, y Helena estaba en su regazo,
con los brazos alrededor de su cintura. Helena se reía
ruidosamente, con la cabeza inclinada hacia atrás. Darren
estaba sonriéndole, una expresión que parecía tener solo con
Sandy o Helena. Era dulce. O tan dulce como el Rey Homo
Deportista podía ser.
Me froté el pecho, ese extraño giro que había estado
sintiendo con más frecuencia últimamente y empezaba a
arder. Sabía lo que era, aunque me esforzaba por ignorarlo.
Todavía no pensaba que era soledad, pero era algo tan cercano
que podría no haber sentido la diferencia. Me alegraba por
todos mis amigos. Habían encontrado a las personas con la
que estaban destinados a estar. ¿Cuántas personas podrían
decir eso?
Yo no, por ejemplo.
321
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Y estaba bien con eso, o al menos eso es lo que me decía
a mí mismo. Cuando había estado con Ty, había sido divertido
y dulce, y lo amaba. Ese amor se había convertido en algo
diferente, algo más, algo mejor, pero incluso entonces siempre
supe que era temporal. Y cuando me habló de Dom por primera
vez, entendí por qué. Los primeros amores son a menudo los
más difíciles de soltar, pero Tyson había descubierto con quién
se suponía que debía estar.
Como lo había hecho Paul.
Y Sandy.
Y Darren.
Y Vince.
—Jesús —murmuré para mí mismo—. Estar emo en un
bar de cuero no es todo lo que creía.
No había mentido exactamente cuando le dije a mi
familia que estaba bien con la forma en que estaban las cosas.
Yo creía eso. Pero era humano, lo que significaba que a una
pequeña parte de mí no le gustaba mirar en desacuerdo. Me
dije a mí mismo que si se suponía que iba a suceder algún día,
lo haría. Sólo tenía veintitrés años. Tenía mucho tiempo para
preocuparme por toda esa mierda más tarde.
Era cada vez más difícil creer eso.
Helena se rió de nuevo ante algo que dijo Darren, y yo
me sonreí antes de dejarlos en paz.
Decidí tomar un poco de aire. Empezaba a sentirme
claustrofóbico en el bar.
La gente seguía chocando contra mí, y me estaba
irritando.
322
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Di unos pocos pasos antes de detenerme. Jeremy estaba
de pie cerca de una pared. El nuevo Mr. Leatherman estaba a
un lado de él, con el subcampeón al otro lado. Un fotógrafo
estaba frente a ellos con la cámara parpadeando. Todos
estaban sonriendo. Jeremy se volvió hacia el hombre a su
izquierda, el que había llegado en segundo lugar. Era más bajo
que Jeremy, pero ancho y fuerte. Le afeitaron la cabeza, e
incluso desde donde estaba de pie, podía ver las estrellas en
sus ojos mientras miraba a Jeremy. Su brazo se envolvía con
fuerza alrededor de la cintura de Jeremy, y levantó la cabeza
para susurrarle algo. Luego mordió ligeramente el lóbulo de
Jeremy.
Jeremy se rió mientras el hombre se retiraba. Miraron
hacia adelante otra vez mientras la cámara seguía destellando.
Sí, realmente necesitaba tomar un poco de aire.
Me abrí paso a través de la multitud, mi aliento sonaba
en mis oídos. Sentí mi pecho apretado, y estaba tan lleno de
mierda. Si yo fuera Ty, me habría dicho a mí mismo que no lo
hiciera. Si yo fuera Sandy, habría dicho que necesitaba ser
honesto conmigo mismo. No había estado cerca cuando Paul y
Vince bailaban uno alrededor del otro, pero si lo hubiera
hecho, le habría dicho a Paul que simplemente abriera los ojos
y dejara de ser tan malditamente obtuso.
Eso es lo gracioso de los consejos: es más fácil darlos
que seguirlos.
Empujé a través de la puerta principal, una ola de aire
cálido y seco me inundó. Respiré hondo, intentando aclararme
la cabeza. El portero me dijo que, si iba a volver a entrar,
necesitaba que me sellaran la muñeca, pero lo ignoré. Caminé
por la acera lejos de la barra, rechinando los dientes.
¿Cómo había dejado que llegara tan lejos? Durante gran
parte de mi vida, las cosas se habían sentido más allá de mi
control. Mi cerebro estaba en guerra con mi cuerpo, y estaba
323
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
siendo traicionado por ambos. Era de un hogar lleno, en el
mejor de los casos, de indiferencia casual, aunque no sabía si
eso era de mí o de mis padres de acogida. No fue hasta que
conocí a Sandy y me aceptaron en Dartmouth que encontré
cierta apariencia de orden, y corrí con ella, hasta el punto en
que me volví estricto y decidido, enfocado en alcanzar todos los
pasos que quería.
Pero yo era tan hipócrita, porque le había jodido a Ty por
hacer lo mismo. Le dije que había más en la vida que lo que él
estaba haciendo de ella. Era casi de dos caras, una pretensión
que lanzaba a otros sin permitir que se dirigiera hacia mí.
—Estúpido —murmuré—. Estúpido, estúpido, estúpido.
Y oh, el juego de “qué pasaría si” jugaba conmigo mismo.
¿Y si Jeremy no fuera mi profesor? Pensaba cuando lo
veía caminar delante de la clase, con los ojos bien abiertos y
las manos agitándose alocadamente.
¿Y si Jeremy no fuera mi jefe? Pensaba como Jeremy se
paraba cada mañana frente a nuestra casa en su coche de
puta.
¿Y si Jeremy podría estar interesado en alguien como yo?
Lo pensé ahora, a pesar de que era algo tan inútil. Miré el corsé
que llevaba, sintiéndome como un impostor. Yo no era así. Este
era el mundo de Charlie y Jeremy, y yo era un turista. El
mismo Jeremy lo había dicho.
—Maldita seaaaaa —gemí.
—Oye, ¿estás bien?
Me quedé helado. Porque a la mierda mi vida.
Sentí una mano en mi hombro desnudo y traté de
convencerme de que no era más que una alucinación. Pero si
lo era, era sorprendentemente nítido y claro cuando Jeremy se
324
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
movió frente a mí, pareciendo preocupado. Había perdido su
gorra en algún lugar, y su cabello estaba sudoroso y
enmarañado contra su cabeza.
Lo que, por supuesto, no le quitaba nada a su atractivo.
Si me hubieras dicho hace una semana que me
interesaría alguien con el cuero suficiente para enviar a un
vegano al shock anafiláctico, me habría reído en tu cara.
Pero aquí estábamos. La vida apestaba.
Forcé una sonrisa en mi cara.
—Sí, solo necesitaba un descanso —retrocedí, y él dejó
caer su mano—. Fue un poco... intenso.
Él frunció el ceño.
—¿Alguien te dijo algo? Pueden ser un poco agresivos,
pero nadie debería presionarte por algo que no quieres.
Sacudí la cabeza.
—No es nada de eso. Es solo... mucho, supongo. Como
en el Jack It, yo generalmente estoy en la Guarida de la Reina,
no tengo que estar en medio de la multitud. No me gusta que
me empujen.
—¿Y eso es todo?
—Eso es todo.
No pareció creerme. Miró alrededor antes de agarrar mi
brazo y caminar alrededor del bar, cerca del aparcamiento.
Había una puerta que no había visto antes. Cerca de él, fijado
a la pared, había un banco de metal. Junto a él había una vieja
lata de café en el suelo llena de colillas de cigarrillos. Una sola
bombilla encima de la puerta estaba débilmente iluminada.
325
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Jeremy me empujó al banco y se sentó a mi lado. Solté
un bufido mientras su cuero chirriaba. Dios, qué noche tan
rara.
—¿Mejor? —preguntó.
Me encogí de hombros.
—Por supuesto. Gracias.
Podía sentirlo mirándome, pero miré resueltamente
hacia adelante. Parecía más seguro de esa manera.
Él suspiró.
—No tenías que venir si no querías.
Bueno, mierda.
—No, eso no es... argh. Estoy feliz de estar aquí. Fue...
agradable verte en tu elemento. Yo sólo... espera. ¿Cómo
supiste que íbamos a estar aquí?
—Helena Handbasket.
—¿Te lo dijo? —exigí, sacudiendo mi cabeza hacia él—.
¡Esa perra!
Se rió.
—No. Me dijeron que iba a actuar esta noche. Y cuando
escuché eso, pensé que ella vendría con su séquito.
Hice una mueca.
—Por favor, nunca vuelvas a referirte a nosotros como
su séquito, especialmente delante de ella. Su ego ya está por
las nubes.
—Anotado. —Él vaciló. Entonces—: ¿Querías que fuera
una sorpresa?
326
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Umm… ¿tal vez? —Maldita sea, ¿cuándo diablos me
volví tan torpe?— Quiero decir, no realmente. Por ejemplo,
algunas sorpresas son malas y no quería arruinarla.
—Hubiera sido una agradable sorpresa —dijo en voz
baja.
Eso me calmó.
—Oh. Bien entonces es bueno. Supongo.
—Lo siento, lo arruiné.
—Está bien —le dije—. En vez de eso, conseguiste
sorprenderme. No esperaba que Jeremy Olsen tuviera una
identidad secreta. —Me estremecí—. Y lo siento si querías
mantenerlo en secreto. No creo que necesariamente
entendamos los límites con las personas que nos importan.
Él me miró fijamente.
—¿Qué? —pregunté, confundido.
Sacudió la cabeza lentamente.
—Nada. No es nada. Y está bien —respiró hondo—. Me
gusta tener gente aquí solo para mí. Normalmente no tengo
nada de eso.
Ah, mierda. Ahora estaba sintiendo cosas.
—Parecías muy popular ahí dentro. —Tuve cuidado de
mantener la irritación en mi voz.
Agitó su mano con desdén.
—No lo soy, es una cosa superficial, ¿sabes? Es
emocionante y divertido, pero ellos me conocen como este tipo
que lleva cuero y ganó un concurso. No es tan profundo.
327
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Recordé lo que Charlie había oído de Robert. Que Jeremy
no parecía estar cerca de nadie. Que había una diferencia entre
tener admiradores y tener alguien con quien hablar. Sonaba
solo como la mierda.
—Sin embargo, por lo que deduzco, es todo un honor.
Algo de lo que estar orgulloso. Lo siento si nos hemos
entrometido en eso.
Sonaba frustrado cuando dijo:
—No es un secreto. No estoy tratando de ocultar nada.
Es como... Helena. Sandy no le dice a todos los que conoce que
es un drag queen, ¿verdad?
—Eh. La mayor parte del tiempo. Y aquellos que no lo
saben, por lo general terminan emocionalmente devastados
por una púa bien colocada.
—No me avergüenzo de esto —dijo—. Es solo... una parte
de mí.
—Lo entiendo. Está ahí, pero no te define. Es parte de
un todo.
—Correcto —dijo, sonando aliviado. Nuestros hombros
se rozaron—. Eso es exactamente. Sabía que lo entenderías.
—¿Lo sabias?
Bajó la vista hacia el suelo con las botas arrastrándose
contra el pavimento.
—Sí.
—Oh. Eso es bueno.
—Eres diferente, ¿sabes?
Fruncí el ceño mientras lo miraba.
328
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Qué?
—De una buena manera —dijo rápidamente—. De la
mejor manera. Tú eres... No sé cómo explicarlo. Ves las cosas
de formas que otros no lo hacen. Eres muy bueno en lo que
haces.
—¿Qué quieres decir con lo que hago?
—Estar vivo, supongo.
Yo parpadeé.
—Eso... lo abarca todo.
Sus ojos brillaban en la luz baja.
—Tú eres bueno, así como eres.
Oh no. Más elogios. Mi mayor debilidad. Estaba
condenado. Tenía que detener esto antes de que terminara
lanzándome sobre él.
—¡Deberíamos ser amigos! —le especté.
Se echó hacia atrás como si acabara de gritarle en la
cara. Lo cual, para ser justos, lo había hecho.
—¿Qué?
—¡Amigos! —dije, tratando de no sonar frenético y
fracasando—. Tenemos que ser amigos.
Su frente se frunció.
—¿Pensé que ya lo éramos?
—Correcto —dije apresuradamente—. Pero... eso es
como, compañeros de trabajo. También deberíamos ser amigos
fuera del trabajo. Pero no entreno con mis amigos, porque
lucharé contigo hasta la muerte antes de correr a propósito. Y
sé que eres mi jefe, pero eso no va en contra de las reglas,
329
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
¿verdad? Lo de ser amigos, no lo de matarme para no ir a correr
contigo. Porque eso es asesinato y es ilegal. ¿No? Así que,
aunque estés en un puesto por encima de mí, aún podemos
hacer que esto funcione.
—¿Creo que sí?
Asentí furiosamente.
—Bien. Porque mientras que otras cosas pueden estar
en contra de las reglas, esto no lo está. Y eso es bueno. Genial,
incluso.
—¿De qué otras cosas estás hablando?
Lo dejé porque no había querido decir eso. Mi cerebro
porno estaba luchando por el control, casi exigiendo que le
dijera que se ocupara de todo esto mientras aún fuéramos
jóvenes.
—¡Barbacoa! —dije alegremente y a propósito de nada.
Jeremy parecía que estaba teniendo un derrame. Pobre
tipo.
—Barbacoa.
—Sí. Sí, una barbacoa. Los padres de Paul harán una el
próximo fin de semana, ¡y tú y tu padre estáis formalmente
invitados! —No había nada de eso, pero podría preocuparme
por eso más tarde. Iba a ser el mejor amigo que Jeremy había
tenido nunca, incluso si eso significaba morir por tener bolas
azules. Y todos saben que cuando tienes amigos, los invitas a
hacer barbacoas.
Me miró por un momento. Luego dijo:
—Eso suena... bien.
Exhalé bruscamente.
330
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí, lo es. Es lo mejor, de verdad. Y tú y Robert pueden
venir y encontrarse con Matty y Larry. —Oh, no—. Y Nana. —
Oh Dios mío, no—. Y su loro homófobo y racista Johnny Depp.
—¿Su racista y homófobo qué?
—Absolutamente nada —dije, preguntándome si era
demasiado tarde para cancelar la invitación—. Olvida que
incluso dije algo.
—No sé si puedo —dijo Jeremy débilmente.
—Inténtalo mejor —le exigí. Tosí ásperamente—. Quiero
decir, va a ser increíble. Verás. Simplemente te van a amar. Si
no lo hacen se enfrentarán a mi ira.
Sus labios se curvaron.
—Conocer a la familia, ¿eh? ¿Seguro que no es
demasiado pronto?
Ese hijo de puta. Aquí estaba jugando al ajedrez en 4D
mientras yo estaba atrapado en el maldito Candy Land.
—¡Qué!
—Guau —dijo—. Eso fue ruidoso.
—Amigos —le dije, resuelto—. Vamos a ser muy buenos
amigos. Verás. Nunca tendrás un amigo como yo.
—Umm. Estoy empezando a verlo.
Le entrecerré los ojos.
—Más vale que sea algo bueno.
Y cuando él sonrió y dijo:
—Lo mejor. —Estaba a paso y seis segundos de gritar
que mi cuerpo estaba listo.
331
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Afortunadamente, fui salvado (¿frustrado? No,
definitivamente salvado) cuando la puerta se abrió detrás de
él. Los sonidos del bar saliendo por la puerta y aunque sentí
alivio por la interrupción, la tranquilidad duró poco cuando vi
quién era.
El subcampeón de Mr. Leatherman. El que había estado
cómodamente presionado contra Jeremy y había sentido la
necesidad de morderle la oreja. Tenía suerte de que Charlie no
me hubiera dado la espada junto con mi corsé. Le habría
cortado la cabeza.
—Oye —dijo el Subcampeón—. Te estaba buscando. —
Me vio sentado junto a Jeremy y frunció el ceño—. Oh, ¿estoy
interrumpiendo algo?
Sí, quería gruñirle.
—No —dije—. Solo estaba... hablando con Jeremy.
—Oye, Griffin —dijo Jeremy—. Este es mi amigo Corey.
Trabajamos juntos. Salió esta noche para apoyarme.
Griffin. Griffin. Incluso su nombre era caliente. A la
mierda con este chico. Parecía tener la edad de Jeremy, y sus
músculos estaban hinchados. Pensé en flexionarme y sacar
pecho, pero probablemente me vería como un niño de doce
años vistiendo un animal muerto, así que no lo hice.
—Un turista, ¿eh? —dijo Griffin, y aunque no decía nada
malo, me molestó—. Eso es genial. Me gusta tu top.
—Gracias —murmuré, sintiéndome incómodo—. Charlie
me lo dio.
Griffin parecía sorprendido.
—¿Daddy Charlie? ¿Ese Charlie?
—Sí. ¿Lo conoces?
332
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Todo el mundo lo conoce —dijo Griffin—. Es una
leyenda.
Maldita sea, lo conocía.
—Es parte de mi familia. Nos trajo esta noche para que
pudiéramos ver a Jeremy.
—Y está saliendo con mi padre —dijo Jeremy.
—Guau —dijo Griffin—. Eso es... maravilloso. —Griffin
negó con la cabeza—. Es buena gente. Intimidante como el
infierno, pero, aún así.
Infiernos, dije en voz baja.
—¿Necesitabas algo? —preguntó Jeremy.
—Sí, el fotógrafo nos necesita de nuevo para más fotos.
Quiere que algunos nos desnudemos un poco más. —Griffin
agitó las cejas—. ¿Qué dices, ex Mr. Leatherman? ¿Tienes
ganas de aflojarte un poco la corbata?
Jeremy suspiró.
—Por supuesto. Suena bien. Dame un minuto, ¿de
acuerdo?
Griffin asintió y me miró.
—Encantado de conocerte, Corey. Yo me encargaré de
Jeremy. Es bueno ver que alguien viene a apoyarle.
—Sí —le dije—. Por supuesto. Gracias. Igualmente.
Griffin le dirigió una mirada prolongada a Jeremy antes
de volver a entrar, la puerta se cerró detrás de él.
Nos sentamos en silencio durante un momento.
Finalmente dije:
333
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Parece... bueno. —Casi dije vivo, pero me di cuenta de
que no era exactamente un cumplido.
—Lo es —dijo Jeremy, mirando hacia el aparcamiento—
. Ha estado por aquí desde hace un tiempo. Es buen chico —
sacudió la cabeza—. Será mejor que vuelva.
—Claro. Tienes que ir a… desnudarte. O lo que sea.
Jeremy se rió.
—Nah. Solo tendré que desabrocharme la camisa. No me
gusta desnudarme cuando hay tanto... público en general.
¿Quieres volver?
Mis ojos se ampliaron.
—¿Para ver cómo te desabrochas la camisa?
Me miró con una expresión indescifrable.
—Si es lo que quieres.
Forcé una carcajada, recordándome que éramos solo dos
amigos.
—No, hermano —le dije, golpeando su hombro—. Ese no
es mi ish.
Él inclinó la cabeza.
—¿Eso no es tu qué?
No tenía ni idea.
—Umm, eres blanco. No es para que lo entiendas. Sólo
tira con eso.
Se puso de pie con el cuero chirriando. Pero esta vez no
era gracioso, porque los dedos de sus botas estaban apretados
contra los míos y estaba a la altura de su entrepierna. Tragué
saliva mientras miraba hacia arriba lentamente, mi mirada
334
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
recorrió su estómago y su pecho hasta que llegué a su cara. No
debería ser tan caliente como lo era, estar en una posición
aparentemente tan sumisa. Mi cerebro pornográfico se
preguntaba si alguien había estado en esta posición exacta y
llamarlo daddy. No era mi problema, pero podía ver por qué
podría serlo.
—Si estás seguro —dijo, con una voz más profunda de
lo que había sido hace un momento. Una vez más estaba en
modo Mr. Leatherman y cerré la boca para no babear.
Asentí.
—Bueno. ¿Te vas a quedar, o.…?
Me encogí de hombros.
—Voy a dejarlo por esta noche. Tengo que trabajar por
la mañana.
Sus dientes brillaron al sonreír.
—Lo sé.
Por supuesto que lo sabía.
—Genial. Bien. Mi jefe está obsesionado con la
puntualidad. Limpios, puntuales y todo eso.
—¿Sí? Suena como un tocapelotas.
—No tienes idea —dije honestamente.
Jeremy se rió entre dientes.
—No te gustará decepcionar a tu jefe, entonces.
—No —dije en voz baja—. No me gustaría hacerlo.
Me miró por un momento más antes de sacudir la
cabeza.
335
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Probablemente me iré a casa después que termine con
las fotos. ¿Quieres que les diga a los demás que estás aquí?
—Si puedes, sí.
—Sí. —Dio un paso atrás, y encontré la fuerza para
respirar—. Y gracias.
—¿Por qué?
—Por estar aquí. Por mí. Significa mucho.
—¿Para qué son los amigos?
Él asintió, y algo cruzó su rostro pero se había ido antes
de que pudiera saber qué era.
—Sí. Amigos. —Y luego hizo lo más inesperado. Extendió
la mano y tocó un lado de mi cabeza—. Me gusta tu pelo. Te
queda bien. —Me miró un momento más antes de dirigirse a la
puerta.
Debería haberme sentido aliviado, pero en su lugar me
sentí decepcionado.
Se detuvo con una mano en el picaporte.
—Como amigo, ¿puedo decirte algo?
Arqueé una ceja hacia él.
—Suéltalo.
—El cuero te queda como no te haces idea. Pero no
tienes que hacerlo por mí. Me gustas tal como eres.
Y luego se fue, dejándome boquiabierto detrás de él.
Tardé un minuto en decir:
—Qué demonios.
336
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 10:
Los Hombres Y Su Carne
COREY: TENEMOS UNA BARBACOA EL PRÓXIMO
SÁBADO
LocaMatty: ¿QUÉ? ¿POR QUÉ? ¿QUE PASÓ?
NanaBanana: ¡mpec! brb!!!
LarryBerry: Pensé que hablábamos de gorras
LocaMatty: LO HEMOS HECHO. ¿POR QUÉ UNA BBQ?
Corey: algo sucedió. NO SÉ QUÉ.
PaulyShore: Esta no es conversación para un lunes por
la mañana.
ElInutilDarrenMayne: ¿Por qué estoy en este hilo?
SueñoConVince: Paul> _ < t sabes q s
PaulyShore: Sí, Vince. Sé lo que es
SueñoConVince: caradesexo.
NanaBanana: ¡Ja! NPI26
Queen4Life: ¿Es por eso que entraste en pánico anoche?
26
Ni Puñetera Idea.
337
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Corey: sí. ACCIDENTALMENTE INVITÉ A JEREMY +
ROBERT A UNA BARBACOA. NO SÉ CÓMO SUCEDIÓ. JODER
NanaBanana: YSS27 = NTM28
LarryBerry: ¡Ese lenguaje!
LocaMatty: Eso está bien. Trabajo para el sábado.
PODEMOS HACERLO EN CASA.
ElInutilDarrenMayne: Estoy ocupado el sábado
Queen4Life: No, no lo estás. Estarás allí
NanaBanana: wtf
SueñoConVince: nos vamos pa allá
PaulyShore: Dios me encanta cuando hablas por mí.
SueñoConVince: {SÍMBOLO QUE FALTA Flecha hacia la
derecha de cabeza ancha} {SÍMBOLO QUE FALTA Flecha hacia
la derecha de cabeza ancha} {SÍMBOLO QUE FALTA Flecha
hacia la derecha de cabeza ancha} caradesexo> _ <
ElInutilDarrenMayne; Estoy hablando en serio. Sácame
de este chat
NanaBanana: n00b ily
LarryBerry: Todos estarán allí. Darren, eso significa que
vas
ElInutilDarrenMayne: Bien
NanaBanana: que carácter jod*
Corey: TENEIS QUE COMPORTAROS.
PaulyShore: lol
27
Yo lo sé.
28
No te molestes.
338
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Queen4Life: lol
LocaMatty: LOL
LarryBerry: lol
ElInutilDarrenMayne: lol
SueñoConVince: lol
NanaBanana: ¿Por qué todos escribieron eso? No
entiendo brb
Corey: NO LO PENSÉ BIEN. CAMBIÉ DE OPINIÓN.
QUEDA CANCELADO
LocaMatty: DEMASIADO TARDE. MENSAJE ENVIADO
A CHARLIE. EL SABADO ESTÁ EN MARCHA
Corey: Joder
LarryBerry: ¡Ese Lenguaje!
—¡PAUL UTILIZA un camión de helados para atraer a los
niños!
—¿Sabías que los loros pueden vivir hasta setenta y
cinco años? —nos preguntó Nana desde su sillón reclinable.
Llevaba un muumuu con fotos de la cara de Sylvester Stallone
impresos en él. Aprendí desde el principio que era mejor no
preguntar—. Algunos incluso más tiempo.
—O puede que mucho menos —murmuró Paul mientras
caminaba hacia la cocina con un recipiente cubierto con papel
de aluminio.
—¡Será mejor que no estés amenazando a mi pájaro! —
gritó ella detrás de él.
339
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡No era una amenaza! —respondió Paul—. ¡Era una
promesa!
—No le prestes atención —dijo Nana a Johnny Depp.
Estaba sentado en una percha junto a su sillón reclinable—.
Él simplemente no entiende lo especial que eres. Y lo
inteligente. ¿Quién es el ave más inteligente del mundo? Si eres
tú.
Vince se inclinó y besó a Nana en la frente.
—Hola, Nana.
—¡Bonito! —exclamó Johnny Depp—. ¡Lindo!
Vince se inclinó sobre Nana para besar a Johnny Depp
en su pico. El pájaro agitó sus plumas como si estuviera
contento.
—Y hola a ti también. Voy a ir a ver si necesitan ayuda
en la cocina.
Dejé a Ruedas abajo, y comenzó a correr y su carro
chirriaba detrás de él. Johnny Depp se arrastró sobre su
percha antes de levantar su pierna y apuntar sus garras a
Ruedas.
—Perro maloooo —dijo—. Perro maloooo.
Ruedas lo ignoró, olfateando todo lo que podía
encontrar.
—Te ves estresada —me dijo Nana, con las manos
cruzadas sobre su estómago— ¿Una semana difícil?
—No tienes idea —murmuré.
—Siempre podríamos ir a que nos den otro masaje, si
crees que eso ayudaría. Esta vez creo que deberíamos fingir
que tú eres el sugar daddy y yo la cazafortunas. Podemos
pedirle a Sandy una peluca y todo. No podemos ir al mismo
340
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
spa, por supuesto. Estoy seguro de que tienen nuestras fotos
en la recepción. Ese es el decimoséptimo asunto por el que no
puedo volver en Tucson. —Ella sonrió alegremente—. Llegaré
a veinte para finales de año.
Suspiré.
—No creo que eso ayude.
Ella se burló.
—Tú lo dices. Soy mayor que tú, pequeña —me miró de
arriba abajo—. Me encanta el vestido. Te queda muy bien.
Miré hacia otro lado.
—Sandy lo consiguió para mí. —Era... bonito. Me hacía
sentir bien. Era un vestido skater blanco cortado justo por
encima de las rodillas. Tenía manchas azules como si hubiera
sido salpicado con pintura.
Nana resopló.
—Tiene buen gusto. Es muy veraniego. Va bien con tu
piel también. Debería hacer que me lleve de compras.
—Lo intentó. ¿Recuerdas? Llamaron a la policía.
Nana me hizo un gesto con la mano.
—El gerente y yo tuvimos un desacuerdo.
—Le dijiste que averiguarías dónde vive y quemarías su
casa hasta los cimientos.
—Lo haría en realidad. Mis días de pirómana están
firmemente acabando. Desde lo de Miami. —Sus ojos se
movieron de lado a lado—. Pero como no puedo hablar de eso
por orden judicial, ¿por qué no me dices lo que te pone
nerviosa, mi encantadora niña? —Ella estiró el cuello sobre su
hombro—. ¿Y dónde están Sandy y Darren?
341
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—En el coche —murmuré—. Decidieron que Darren se
vería mejor con Sandy pegado a su cara.
—Amor juvenil —dijo Nana con un suspiro de ensueño.
—Estaba sentada entre ellos en el asiento trasero —
gruñí—. Podrían haberse esperado. ¡Apenas escapé con vida!
Nana sonrió a sabiendas.
—Eres muy dramática. Como tú abuela, lo apruebo.
Eso me impactó más de lo que esperaba. Sabía que los
Auster me consideraban parte de su familia, pero al escucharlo
en voz alta aún podía sentir el impacto golpearme.
—No sé qué demonios se ha metido en ellos. Y en Paul y
en Vince. No sabes las cosas que he oído. Es como vivir en una
casa del terror llena de perros en celo.
—Están felices —señaló Nana—. Eso es bueno.
Me dejé caer sobre el brazo de su sillón reclinable.
—Lo sé. Estoy... —No sabía cómo terminar eso.
Ella me palmeó la rodilla.
—Es lo que hablamos en el spa que no te gusta
escuchar.
—No estoy sola…
—E incluso si lo estuvieras —dijo Nana como si no
hubiera hablado en absoluto—. Está bien sentirse así, siempre
y cuando recuerdes que nadie va a ninguna parte. El hecho de
que algunas personas estén inmersas en su propia felicidad no
significa que se olviden de que existes. Nadie va a quedarse
atrás. Aquí no. Nunca jamás.
342
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Las cosas están cambiando —susurré mientras
miraba mis manos.
—Lo están —ella estuvo de acuerdo—. Pero así es como
funciona la vida. Si no crecemos con nuestro entorno y las
nuevas situaciones, nos atascamos y nos estancamos.
Tenía razón. No sabía si eso era exactamente lo que
estaba sintiendo, pero me sentía cerca. No importaba lo que
intentara, no podía encontrar una manera de refutarlo. No me
sentía estancada, no con todo lo que estaba pasando, pero
había momentos en que sentía que todos se movían
rápidamente a mi alrededor y yo lo hacía a cámara lenta. De
vez en cuando, el tiempo se volvería a colocar en su lugar y
estaría luchando para ponerme al día con todo lo que había
sucedido.
—No sé qué hacer —admití—. No sé si hay algo que
pueda hacer.
—No sé si lo hay —dijo—. Pero mientras lo veas por lo
que es, lo estás haciendo bien. Tienes mucho que hacer, Kori.
Tu futuro está casi aquí. Todo por lo que has trabajado tan
duro. No es raro que las personas en tu posición se sientan
abrumadas. Es todo el asunto de hacer frente al resto de tu
vida. Puede ser intimidante para cualquiera.
La miré.
—¿Cómo puedo saber si estoy haciendo lo correcto?
Ella se encogió de hombros.
—Lo sabrás. O no lo harás, y tendrás que corregir el fallo
en algún momento. Pero no hay nada de malo en eso. No es
necesariamente un error. Es solo... un viaje que no sabes que
vas a emprender.
Me incliné sin gracia y besé la parte superior de su
cabeza.
343
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Eres muy inteligente.
Ella resopló.
—Fueron los medicamentos que tomé como parte de un
programa de pruebas del gobierno en los años sesenta. Dijeron
que era LSD, pero eso era mentira.
Antes que pudiera seguir con eso, la puerta principal se
abrió y Sandy entró, con los labios hinchados y los ojos
brillantes. Darren lo siguió, con aire satisfecho.
—Asqueroso —murmuramos Nana y yo al mismo
tiempo.
Los ojos de Sandy se entrecerraron.
—¿Qué fue eso?
—Nada —dijo Nana—. Kori me estaba hablando del
vestido que compraste para ella. Es hermoso. —Jesús, ella
sabía cómo torear bien a Sandy.
—¿Verdad? —dijo Sandy—. Tengo un gusto impecable.
Incluso conseguí que Darren tirara sus diecisiete pares de
pantalones de bolsillos.
—Eran cuatro pares —dijo Darren secamente—. Y no me
hiciste hacer ninguna cosa. Llegué a casa y me encontré que
los habías roto y reemplazados por otros.
—Mira tus muslos —exigió Sandy—. Merecen ser vistos.
Y nadie necesita ropa que tenga más de cuatro bolsillos en una
sola prenda.
Sandy tenía razón. Darren llevaba unos pantalones
cortos chinos de color rosa que hacía que se le vieran las
piernas fuertes. Si Darren fuera otro, podría haber babeado
por él. Pero ya que él era el Rey Homo Deportista... ah, infierno.
Aún así, babeaba un poco. Se veía bien.
344
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Darren puso los ojos en blanco.
—Lo que sea. Voy a ir por una cerveza.
—Hombres —dijo Sandy mientras se relamía viendo el
culo de su novio mientras se alejaba—. Inútiles hasta que
realmente necesitas usarlos. —Se volvió hacia nosotras, y no
me gustó el brillo en sus ojos—. ¡Charlie está aquí y trajo a
Jeremy y a Robert! ¿No es divertido?
—¡Ay! —siseó Nana, alejándose de mí—. Kori, eres
mucho más fuerte de lo que pareces.
Miré hacia abajo para ver que estaba agarrando su
brazo.
—Mierda —dije mientras me levantaba—. Lo siento.
¿Estás bien?
Ella se frotó el brazo.
—Bien. Soy muy delicada, en caso de que no lo sepas.
—¡Paul es un burro dulce! —gritó Johnny Depp.
—¡No lo soy! —gritó Paul desde la cocina—. ¡Nana, te lo
juro por Dios, destruiré a ese maldito pájaro si sigues
enseñándole estupideces!
—¡No lo hago! —gritó Nana—. Y todos saben que dañar
a los animales es la primera señal para un asesino en serie.
¡Junto con las lesiones en la cabeza a los niños y la propensión
a mojar la cama, que describe todo el verano de cuando tenías
siete años! Tuvimos que comprar impermeables porque
seguías inundando tu... ¡Oh, Charlie! Entra. Entra. Necesito
decir “ooh y ahh” sobre tu caballero —gruñó mientras se
levantaba del sillón reclinable, alisando su muumuu.
Me volví lentamente para mirar a la puerta. Charlie
estaba de pie justo dentro de la entrada, Robert a su lado,
345
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
viéndose tan elegante como siempre. Se quitó el sombrero muy
habanero de La Habana y se lo entregó a Charlie, que lo colgó
en el perchero.
Charlie se inclinó y besó a Nana en la mejilla.
—Hola querida. Te ves muy alegre.
Nana se sonrojó mientras reía.
—Oh, viejo coqueteo. Detente antes de que Robert tenga
una idea equivocada.
—No lo culparía —dijo Robert—. Geraldine, eres una
alegría para la vista.
Me tomó un segundo darme cuenta de quién demonios
era Geraldine, hasta que recordé que Nana no era en realidad
su nombre.
—¿Oh, esta cosa vieja? —dijo Nana, y por alguna razón
ella hizo una reverencia, y muy hábilmente—. Es solo algo que
tenía en el armario. Lo hice para el estreno de Rambo: First
Blood Part II en 1985. Estaba convencida que Sylvester me
vería y decidiría que tenía que abrirse camino en mi jungla. Por
desgracia, no sucedió.
—¿No le gustó? —preguntó Robert.
—Oh, no lo sé —dijo Nana—. Su equipo de seguridad
dejó en claro que no se me permitía acercarme a él. Tú sabes
cómo es. ¿Sabías que hizo una película porno de clase B antes
de hacerlo en el cine? Representó a un personaje llamado Stud.
Pero basta de hablar de mí. ¿Cómo estás? No te he visto desde
que nos presentaron en la boda de Paul y Vince. Me temo que
debe haber sido intencional por parte de los que están al poder.
—Esto podría haber sido una muy mala idea —suspiré.
—¿Has dicho algo, Kori? —me preguntó Charlie.
346
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Negué con la cabeza.
—No, solo... me di cuenta de que mis elecciones tienen
ramificaciones que no esperaba.
—Ella está teniendo una crisis existencial —confesó
Nana a Robert—. Le estaba dando un buen consejo antes de
vuestra llegada.
Robert me miró con el ceño fruncido.
—Espero que todo esté bien.
—Oh, me imagino que lo está —dijo Nana—. Hablando
de hacer las cosas bien, ¿dónde está ese hijo tuyo que todavía
no conozco? Tengo la sensación de que hará maravillas con la
situación actual.
—Está cogiendo el... aquí está. Jeremy, ven aquí y
conoce a Geraldine. ¿Es la abuela de Paul? —La última era una
pregunta dirigida a Nana, quien asintió—. La abuela de Paul.
Jeremy entró por la puerta. Llevaba una camisa de
botones de manga corta azul sobre un pantalón corto de vestir
a cuadros azul y blanco que era, si era posible, más ajustado
y más pequeño que el de Darren. Y aunque sus muslos no eran
tan grandes como los de Darren, aún eran un regalo de Dios.
Que es algo que un amigo podría decir, porque esa es la
razón por la que Jeremy estaba aquí. Para ser amigos.
—¿Este es Jeremy? —preguntó Nana. Ella me miró, y
siempre estaría obsesionada por el brillo en sus ojos—. Es
extraño cómo las cosas cobran mucho más sentido de repente.
—Se volvió hacia Jeremy que sostenía una botella de vino en
una mano y extendió la suya para agarrar la de Nana. Se la
llevó a los labios y le besó el dorso de la mano—. Oh Dios mío.
Sí. Lo apruebo. Todo lo que está pasando.
347
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Geraldine —dijo Jeremy, sonriendo cálidamente—. Es
un placer conocerte al fin. He oído hablar mucho sobre ti,
siento que ya te conozco.
—Lo que te dijeron es muy probable que sea verdad —
dijo Nana—. Incluso las partes malas. Y tengo que decir que,
si hubiera sabido que íbamos a coordinar los colores, lo habría
intentado un poco más. A menos que sea solo una cosa de ti y
de Kori. Y me puedes llamar Gigi.
—Oh, chico —dijo Charlie mientras miraba entre Jeremy
y yo. Avergonzada, no entendí lo que estaba sucediendo al
principio. No fue hasta que Jeremy me miró y sonrió que lo
entendí.
El azul de su atuendo coincidía con el azul del mío casi
a la perfección.
Maldita sea, maldita sea. Esto era lo que estaba
haciendo Sandy. No sabía cómo lo había hecho, pero era más
fácil culparlo que pensar en algún tipo de interferencia
cósmica. Lo cual era ridículo.
Me puse de pie, quitando las arrugas de mi vestido,
tratando de evitar correr en dirección opuesta. Era una cosa
cercana.
—Ya lo veo —dijo Jeremy en voz baja—. Kori, te ves
maravillosa.
La carcajada de risa que salió de mi boca fue un sonido
que nunca había hecho antes. No sabía de dónde venía, pero
sonaba como si hubiera sido un malvado payaso de circo en
una vida pasada. Puse una mano sobre mi boca para evitar
que rompiera las ventanas.
—Guau —dijo Nana—. ¿Qué fue eso?
Afortunadamente, Robert decidió probar que era mi
favorito.
348
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Una casa muy bonita —dijo sin problemas—. Y sé que
nos dijeron que no trajéramos nada, pero cuando uno recibe
una invitación, simplemente debe llevar un regalo para la
anfitriona. —Cogió la botella de Jeremy, que parecía estar
distraído conmigo—. Para ti, Gigi.
—Guau —dijo Nana, mirando hacia la botella—. Esto se
ve caro. Espero que no creas que somos elegantes. Tomamos
vino de caja casi todos los días. ¿Sabías que incluso viene en
pequeñas latas? ¿En qué pensarán después?
—Quizás puedas mostrármelo —dijo Robert—. Charlie,
se amable y lidera el camino.
Y así, Jeremy y yo nos quedamos solos. Necesitaba una
nueva familia.
Jeremy dio un paso hacia la sala de estar, sin apartar
los ojos de mí.
—Te ves bien —dijo en voz baja—. El vestido. ¿Es nuevo?
Asentí, desviando la mirada.
—Sandy lo consiguió para mí.
—Tiene un gusto excelente.
Sentí mi piel caliente.
—No es mucho. Nana no estaba bromeando cuando dijo
que no somos lujosos.
Jeremy dio otro paso hacia mí.
—No creo que necesites serlo.
Lo miré de nuevo.
—¿De verdad?
Sacudió la cabeza.
349
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Es mejor que eso, creo. Tú lo eres.
¿Qué demonios estaba pasando?
—Gracias.
Respiró profundo.
—Pienso que deberíamos…
—¡Intruso! —gritó Johnny Depp—. ¡Hay un intruso en
casa! ¡Mata a Paul primero!
Los ojos de Jeremy se ampliaron cuando tropezó hacia
atrás.
—¿Qué diablos es eso?
—Te odio tanto —le gruñí a Johnny Depp.
Se arrastró sobre su percha.
—¡Sálvame! ¡Salva a los niños! ¡Sacrifica a Paul! —Lo
cual, por supuesto, llevó a Ruedas a la sala de estar ladrando
con la cabeza loca y el carro chirriando detrás de él.
Inmediatamente se dirigió a Jeremy, corriendo en círculos a su
alrededor.
—¿Qué demonios está pasando? —preguntó Jeremy,
mirando a Ruedas.
—La razón por la que no somos elegantes —le dije,
sintiéndome extrañamente vacía—. Aparte de todas las otras
razones. Bienvenido a la casa de los Auster. Si te vas ahora,
todavía puedes escapar con vida.
Los HOMBRES, como se debe saber, son
confortablemente predecibles. Oh, vienen en todas las formas
350
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
y tamaños y antecedentes socioeconómicos. Pueden ser
homosexuales o heterosexuales o en algún lugar intermedio.
Pero lo más probable es que, si hay una parrilla con
carne, los hombres se congreguen a su alrededor con cervezas
en la mano y hablen de la técnica.
Por eso estábamos sentados en las sillas del patio y
mirando como Larry, Vince, Darren, Jeremy y Charlie estaban
de pie alrededor de la parrilla en el patio trasero de los Auster
haciendo exactamente eso.
—Son como polillas llenas de testosterona mirando una
llama de carbón —murmuró Sandy mientras Darren le decía a
Larry que las astillas de madera hacían que la carne supiera
mejor—. Sería vergonzoso si no fuera tan erótico.
—Me siento extrañamente emasculado —dijo Paul—.
¿Debo estar arriba ofreciendo consejos? No sé nada sobre asar
a la parrilla. Y la cerveza está asquerosa.
—Eres un hombre terrible —dijo Sandy—. Tienes que
entregar tu tarjeta de hombre.
Paul le frunció el ceño.
—¿Cuál es tu excusa?
Sandy se encogió de hombros.
—Soy una drag queen.
—No puedes simplemente decir eso y hacer que
signifique algo. ¡No tiene nada que ver con nada!
—Y sin embargo lo hago —dijo Sandy—. Porque es
verdad.
—Me gusta la forma en que Larry maneja sus pinzas —
dijo Matty con bastante agresividad.
351
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Mamá —gimió Paul—. Tenemos invitados. No puedes
actuar así. Vas a asustar a Robert.
—Tonterías —dijo Robert mientras sorbía su copa de
vino—. También me gusta la forma en que Larry maneja sus
pinzas.
—¿Ves? —le dijo Matty a su hijo.
Paul miró a Robert como si hubiera sido traicionado.
—Ese es mi padre.
—Puedo ver de dónde sacas tu buena apariencia —le dijo
Robert.
Paul abrió y cerró la boca sin hacer ruido.
—Voy a quedarme contigo —decidió Nana—. Antes de
que te vayas, voy a conseguir tu número de teléfono. Prepárate
para recibir llamadas a mitad de la noche cuando necesite que
me lleven —entrecerró los ojos—. Y no puedes hacer
preguntas.
Robert le sonrió.
—Esperaré.
—Estamos muy felices de que tú y Jeremy podáis estar
aquí —dijo Matty—. Es bueno teneros finalmente a todos
juntos.
—Apreciamos la invitación —dijo Robert—. He estado
diciéndole a Charlie de hacer algo como esto desde hace
tiempo. Y cuando Kori le dijo a Jeremy que ya teníais planeada
la reunión, pensé que sería un momento perfecto.
—Claro —dijo Matty lentamente—. Porque eso es
exactamente lo que pasó. —Me miró y me guiñó un ojo—. Esto
ya estaba planeado y no fue una cosa de último minuto.
352
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Tosí ásperamente
Robert la miró divertido.
—¿Es eso cierto? Yo, por ejemplo, no podría decirlo de
ninguna de las dos maneras. Te has puesto una maravillosa
camiseta, Matty.
—¿Esto fue planeado? —preguntó Paul, sonando
confundido—. Entonces, ¿por qué Kori estaba entrando en
pánico cuando nos envió el mensaje de texto? ¡Mamá! ¿Por qué
mierda me has dado una patada?
—¡Ese lenguaje! —llamó Larry.
—Lo siento —dijo Matty—. Mi pie se resbaló. Tuve un
espasmo. Ya sabes cómo es.
—No, no lo sé —murmuró Paul, metiendo la mano
debajo de la mesa para frotarse la pierna.
Matty puso los ojos en blanco.
—Estoy segura que sobrevivirás. Y Robert, sabe que la
invitación está abierta. Tú y Jeremy siempre sois bienvenidos
aquí.
Robert asintió.
—Gracias. No he socializado tanto como antes. Me temo
que puedo haber empezado a encerrarme un poco.
Afortunadamente, vino Charlie.
—Parece que va bien —dijo Sandy, como preguntando
sin hacer la pregunta en realidad—. Tú y Charlie.
Robert pareció entender.
—Si, él es un buen hombre y aunque creo que viene de
dentro, no puedo evitar pensar que también proviene de las
personas con las que se rodea.
353
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Adulador —murmuró Nana—. Bueno. Ya sabes lo que
pasa. Ellos ven eso aquí. Sigue.
—Te mantiene joven —continuó Robert—. Y aunque he
hecho las paces con el envejecimiento, el hecho de que alguien
como Charlie pueda hacerme tan feliz como yo a él no es una
hazaña.
—Oh, Dios mío —dijo Paul—. Eres una delicia.
Robert se rió entre dientes.
—Aprenderás lo que quiero decir con el tiempo. Siempre
que tú y Vince seáis amables y honestos el uno con el otro, se
encontrarán mirando hacia atrás de una vida larga y feliz. No
es tan común como podrías pensar tampoco. A veces, la
felicidad que encuentras está ahí cuando menos la esperas, y
mucho más tarde de lo que creías posible. Yo no lo estaba
buscando, pero estaba allí de todos modos. —Me miró—. Es
gracioso cómo funciona eso, ¿no?
—La felicidad no necesita ser ese tipo de amor —dijo
Nana—. Mírame. Estoy soltera y lista para tener una relación
y, sin embargo, aún lo soy.
—Por supuesto —dijo Robert—. Nuestras vidas y
hogares son lo que hacemos de ellos. El amor familiar puede
ser tan fuerte como el amor romántico.
Nana me sonrió.
—Todas estas parejas, ¿eh, Kori? Tú, Jeremy y yo
deberíamos tener nuestra propia mesa.
Me hundí más abajo en mi asiento.
—Creo que estoy bien si me quedo aquí. —Miré hacia la
parrilla. Todos los hombres estaban mirando mientras Larry
les daba una hamburguesa. Los otros le dieron una palmada
354
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
en la espalda a Larry, felicitándolo por el toque perfecto. Dios,
eran tan estúpidos.
—¿Alguna vez te ha gustado eso del cuero? —preguntó
Matty a Robert, y deseé no haber nacido nunca—. ¿Es eso algo
que puedo preguntar? No sé si es grosero o no. ¿Jeremy sacó
eso de ti? Larry tenía unos pantalones que le gustaba, pero no
le gustaba que no tuvieran nada que cubriera su trasero. Pensé
que hacían que su culo se viera lindo, pero creo que depende
de lo que te haga sentir cómodo.
—Oh, Dios mío —murmuró Paul—. Por qué. Por qué. Por
qué.
—No —dijo Robert, sacudiendo la cabeza—. Eso... no lo
sacó de mí. Respeto a los que están en la comunidad y estoy
orgulloso de lo que Jeremy ha logrado, pero no es algo en lo
que realmente haya pensado.
—Charlie está en ahí, sin embargo —dijo Nana—. Eso
tiene que ser una especie de extraña transferencia freudiana.
Mátame. Mátame ahora.
—Oye chica —dijo Sandy—. Eso no es algo que deberías
haber dicho en voz alta.
—Nada tan edípico —dijo Robert con facilidad—. Aunque
puedo ver por qué alguien podría pensar eso.
—Bien —dijo Nana—. Porque somos raros, pero no
somos tan raros. —Hizo una pausa, considerándolo—. Al
menos no creo que lo seamos.
—Lo respeto —dijo Robert—. Porque es importante para
él. Y para Charlie. Aunque no creo que alguna vez me vea
llevando algo como ellos, puedo apreciar cómo nuestras
diferencias nos hacen únicos en lugar de dividirnos. —Me
sonrió—. ¿Qué hay de ti, Kori? Jeremy me dice que estabas allí
para apoyarlo. ¿Qué pensaste?
355
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
No sabía por qué había pensado que era un anciano
agradable. Era un villano, y sentí que iba a la batalla.
Cuando Jeremy me recogió el lunes por la mañana,
pensé que las cosas iban a ser un poco extrañas. Después de
todo, mis amigos y yo habíamos aparecido sin ser invitados a
algo importante para él. Y a pesar de que habíamos hablado
después, todavía pensaba que iba a haber incomodidad.
Pero Jeremy no había actuado como si algo estuviera
mal, y me di cuenta de que solo era cosa mía. Ciertamente no
ayudaba que hubiera estado vestido como lo hacía
normalmente para el trabajo, sin nada de cuero a la vista. Y el
hecho de que no dejara de pensar en todo ese cuero
ciertamente no ayudaba.
La única incomodidad venía del hecho de que yo estaba
incómodo. No era la mejor forma de estar un lunes por la
mañana.
—Fue diferente —le dije lentamente—. La gente allí era
agradable y en su mayoría acogedora con los que llamaban
turistas. Pero me sentía un poco como un fraude, supongo.
—¿Por qué? —preguntó Robert.
Me encogí de hombros.
—Es difícil de explicar. No me sentía incómodo, pero no
era como ellos. Si eso tiene sentido.
—Lo hace —dijo Robert—. Y no presionaré. Solo sé que
Jeremy estaba contento —suspiró—. Es bueno saber que tenía
amigos allí.
Pensé en Griffin.
—Oh, no creo que tengas que preocuparte por eso.
Parecía que estaba en buenas manos tal como estaba.
356
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Robert sonrió.
—Qué curioso. Porque todo de lo que habló fue sobre ti.
—La sonrisa se ensanchó—. Y los otros, por supuesto. —Miró
a Sandy y Paul—. Fue maravilloso que fuerais todos.
—Me adoraron —dijo Paul, suspirando como si su vida
fuera increíblemente difícil—. Aparentemente soy un cacho de
carne, y todos allí quieren mis huesos —olfateó
delicadamente—. Es tan difícil ser el centro de atención todo el
tiempo.
Sandy puso los ojos en blanco.
—Ni siquiera sé cómo sobreviviste.
—¡Oye!
—Charlie dijo que la gente es azotada en el bar de cuero
en la habitación de atrás —le dijo Nana a Robert—. Me ha
enseñado a usar la paleta. No siempre se trata de sexo. Puedo
enseñarte más tarde, si quieres. Pero solo si quieres, porque el
consentimiento es importante.
—¿Por qué no comemos primero y vemos cómo va? —
sugirió Matty—. No puedes azotar a nadie con el estómago
vacío.
Nana se burló.
—No puedes probarlo.
—Lo siento por esto —dijo Paul a Robert—. No saben
cómo filtrar nada.
Robert echó la cabeza hacia atrás y se echó a reír.
—Deberías estar agradecido por eso. Muchas veces no
decimos lo que hay en nuestros corazones y mentes porque
pensamos que no seremos escuchados, o por temor al rechazo.
El hecho de que puedas hablar tan libremente aquí es algo que
357
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
debe ser apreciado. Incluso si se trata de ser azotado. —Cerró
los ojos—. Es lo que hace de una casa un hogar. Y yo, por mi
parte, disfruto del hogar que has hecho.
Vi como Darren y Vince empujaban a Jeremy. Se estaba
riendo con los ojos brillantes.
Y como si pudiera sentir que lo miraba, volvió su cabeza
hacia mí. Su sonrisa se suavizó, y me guiñó un ojo antes de
volverse hacia los hermanos.
Parecía que pertenecía aquí. Como si él encajara.
Estaba en un maldito problema.
FUE MEJOR DE lo que pensé. Fue ruidoso, por
supuesto, porque no sabíamos cómo no serlo. Las
conversaciones se cruzaban, se unían y luego se rompían en
otras más pequeñas.
Jeremy se sentó a mi lado y Nana estaba al otro lado de
él. De vez en cuando ella se inclinaba y le susurraba algo al
oído, y él sonreía y asentía o reía y sacudía la cabeza. Ella lo
estaba disfrutando, y me sentí aliviado. Sabía que lo haría,
pero aun así era un peso en mis hombros.
Por loca que pudiera estar, todavía era la matriarca de
esta familia y ferozmente protectora. En varias ocasiones (y
para gran consternación de Larry), había anunciado que no le
gustaba que los forasteros la jodieran con su gente. Me dijeron
que inmediatamente adoró a Vince, y vio con mis propios ojos
cómo había sido inicialmente recelosa con Darren. Ella
confiaba en nosotros lo suficiente como para dejarnos tomar
nuestras propias decisiones, pero estaba allí para señalar
cuándo estábamos equivocados, incluso si no queríamos
escucharlo. El problema era que ella normalmente tenía razón,
incluso si nos lo contaba por medio de intervenciones.
358
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Pero Jeremy ya había pasado todas las pruebas que
había puesto en práctica. Su artritis había estado subiendo
últimamente, y cuando ella trató de sostener un cuchillo para
cortar su hamburguesa, cayó sobre la mesa. Ella frunció el
ceño, y estaba a punto de cogerlo y cortársela cuando Jeremy
me dio un golpe. Sin perder el ritmo con la historia que estaba
contando, levantó su cuchillo, se acercó el plato y le cortó la
comida. Cuando terminó, lo empujó de nuevo frente a ella y
volvió con su propio plato. No dijo nada al respecto.
Ella tenía estrellas en sus ojos y yo también.
Puedes saber cómo es una persona por la forma en que
trata a los animales, los niños y los ancianos. Veía diariamente
cómo era con los niños en Phoenix House. Y aunque Ruedas y
Johnny Depp lo habían sorprendido al principio, Paul lo
regañó por darle un trozo de hamburguesa a Ruedas, que
estaba debajo de la mesa.
Y no ignoraba a Nana. La escuchaba mientras hablaba
a su oído.
Robert tenía razón.
Habíamos hecho un buen hogar aquí.
Y parecía que nuestra familia iba a crecer con dos más.
Y eso era lo más importante de todo. Yo podría lidiar con
eso. Tenía que hacerlo.
ESTABA EN LA COCINA, con espuma casi hasta el
hombro. Darren, Larry y Vince estaban raspando la parrilla, y
Sandy y Paul estaban limpiando la mesa, dejando que los
demás se relajaran. Matty había tratado de discutir, pero le
habíamos servido otro vaso de vino, y Larry le dijo que había
hecho la mayor parte del trabajo y que, por lo tanto, tenía el
resto del día libre.
359
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Oí que alguien regresaba a la cocina y supuse que era
Sandy.
—No sé cómo diablos te metiste dos hamburguesas —le
dije—. Vas a echarlo todo en el show de esta noche. Y sabes lo
que pasa cuando le escupes algo a alguien en el bar. Tienes
que casarte con él. Será mejor que apuntes a Darren o se va a
enfadar.
—¿Es así como funciona el Jack It? Lo tendré n cuenta.
Y no creo que quiera escupir nada a Darren. Él es... fuerte.
Ese no era Sandy.
Chillé cuando me sacudí. Y como era un desastre
ambulante, me las arreglé para echarme jabón en los ojos.
—¡Mierda! Oh, Dios mío, arde.
Parpadeé contra el jabón, pero eso solo lo empeoró.
Estaba a punto de estirarme y frotarme, pero recordé que mis
manos estaban cubiertas de jabón. No pude ver para encontrar
el grifo o una toalla. Literalmente era lo peor que le había
pasado a alguien.
(Sí, era consciente de que, a diario, ocurrían tragedias
en todo el mundo, pero el jabón en tus ojos tenía que ser uno
de los peores).
—Mierda —oí decir a Jeremy que estaba de pie justo a
mi lado. Era más rápido de lo que esperaba. No sabía por qué
me sorprendió—. Fue mi culpa. Déjame, ¿Puedes dejar de
moverte? Te vas a lastimar.
—Me estoy quedando ciega —le gruñí—. ¡Nunca volveré
a ver por este ojo! ¡Tendré que usar un parche en el ojo como
un pirata o un capitán espacial a cargo de un grupo mixto de
rebeldes!
Se rió entre dientes.
360
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No creo que sea así como funciona. —Me sobresalté
cuando su mano ahuecó mi barbilla con el pulgar justo debajo
de mi labio inferior. Mi garganta estaba repentinamente seca y
me quedé congelada.
Presionó un paño húmedo contra mi ojo. Parpadeé
contra eso mientras la presión aumentaba. Su agarre en mi
barbilla se apretó y yo estaba teniendo problemas para
respirar.
—Ahí —dijo en voz baja—. ¿Cómo va?
Parpadeé de nuevo, y aunque aún ardía, estaba mejor
de lo que había estado.
Lo que significaba, por supuesto, que mi visión se aclaró
lo suficiente como para ver que estaba cerca.
Muy cerca.
—Muy bien —respiré.
Sus labios se curvaron.
—¿Sí? ¿Crees que necesitarás esa nave espacial todavía?
Tosí mientras retrocedía un paso. Su mano cayó de mi
cara.
—Sí. No. Uh. Gracias. —Miré por la puerta corredera que
tenía sobre el hombro. Sandy y Paul estaban de pie con los
otros en la parrilla. Me habían abandonado, los traidores.
—Tu maquillaje está un poco manchado —dijo Jeremy,
entrecerrando los ojos en mi cara.
Genial. Fantástico. Entre mi ojo inyectado en sangre y
mi máscara de pestañas, probablemente parecería que había
estado llorando. Maravilloso. Esto iba muy bien.
361
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo arreglaré más tarde —murmuré mientras me volvía
hacia el fregadero.
En lugar de ser un gilipollas como los demás, se puso a
mi lado con el paño de cocina.
—¿Tú lavas y yo seco?
—Para eso está el lavaplatos. Solo estoy limpiando los
restos antes de meterlos.
Se encogió de hombros.
—Sí, pero hay algo en fregar los platos que es... no sé.
Calmante, supongo. Solía hacerlo con mi mamá.
Eso fue inesperado. No lo sabía por qué no lo había
pensado. Por supuesto, Jeremy tenía una madre, pero dada la
relación de Charlie con Robert, no había pasado por mi mente.
No sabía si Robert era bisexual o pan o qué, pero algo tenía
que haber sucedido.
—Uno pensaría que todas las tareas son calmantes.
Él rió.
—Sí, supongo que lo son.
¿Era mi lugar para preguntar? Éramos amigos, ¿verdad?
Puse otro plato en el agua jabonosa mientras trataba de
averiguar cómo abordar el tema. Tenía que ser educado. Tenía
que ser empático. Podía hacerlo.
—¿Tienes madre?
Maldita sea.
—La tuve —dijo como si no hubiera hecho la pregunta
más ridícula.
—Ella era bastante mayor. Era profesora de secundaria.
362
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Pasado. Era bastante mayor. Era profesora. Tenía
sentido, ya que ella no parecía estar cerca.
—Oh. Lo siento.
—¿Por qué? —preguntó.
Yo froté el plato, negándome a mirarlo.
—Ella ya no está aquí, ¿verdad?
—No lo está. Murió cuando yo tenía ocho años.
Aneurisma. Estaba aquí un momento y al siguiente se fue. Fue
rápido, pero no sufrió. O eso me dijeron. Como una luz que se
apaga.
—Eso... apesta. —Jesucristo, ¿cómo diablos olvidé como
ser humano?— Quiero decir, eras muy joven y todo eso.
—Lo era —estuvo de acuerdo—. Y me jodió durante
mucho tiempo. Pero tenía a papá que me cuidó después.
Yo dudé.
—No sabía que estaba casado. ¿Salió después, o.…?
Jeremy resopló.
—No. Papá siempre ha sido... papá. Y no estaban
casados. Era su mejor amigo. No es mi verdadero padre.
Lo miré, en shock.
—¿Qué?
Cogió el plato de mis manos, pasándolo por debajo del
grifo antes de comenzar a secarlo.
—¿No te lo dije?
—No —dije lentamente—. Creo que lo habría recordado.
363
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Oh —dijo—. No es... no lo sé. Supongo que ha pasado
tanto tiempo que realmente no lo pienso. En mi madre sí.
Pienso en ella todo el tiempo. Ella era luz. —Sonrió mientras
colocaba el plato en la pila que empecé en el mostrador—.
Feroz, brillante y divertida. Fui un accidente, y su novio quería
que ella abortara, pero no lo hizo. Salió adelante. Solía decirme
que no podía estar enojada con él por eso. Él hizo su elección.
Ellos eran muy jóvenes. Estaba enojada, pero nunca dejó que
me afectara. Lo conocí una vez —negó con la cabeza—. Fue
suficiente.
—¿Robert te adoptó? —miré por la ventana y vi a Charlie
de pie junto a Robert, que todavía estaba sentado. Charlie tenía
una mano en su hombro, y Robert se había estirado para
entrelazar sus dedos.
Jeremy asintió.
—Inmediatamente. Mamá dejó claro en su testamento
que quería que él fuera mi tutor en caso de que algo le pasara.
Él... siempre ha estado ahí. Yo sabía que él no era mi padre.
Deseé todo el tiempo que pudiera serlo. Les pregunté por qué
no se casaron. Por qué no podían estar juntos. Él vivía con
nosotros, y éramos los más felices cuando estábamos los tres.
Mamá me dijo que no podían casarse, que ella y Robert no se
querían así. Que era más que un amor romántico y que me
explicaría cuando creciera.
—¿Y estabas bien con eso?
Parecía disgustado.
—No al principio. Pensé que eran estúpidos. Sería muy
fácil. No fue hasta que Robert me lo contó cuando tenía once
años que lo entendí —suspiró—. No había ninguna duda sobre
con quién estaría yo después de que ella muriera. Nos
quedamos en la misma casa. Fue difícil al principio, porque
ella estaba en todas partes. En las paredes, en la cocina.
Durante años estuve convencido de que ella era una fantasma
364
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
y que nos cuidaba a las dos. Hacía las cosas más fáciles. Raro,
¿verdad?
—No creo que lo sea —dije en voz baja—. Tal vez ella
estaba.
Me miró antes de mirar hacia el fregadero.
—Tal vez. Pero Robert nunca me dejó ahogarme en mi
pena. Mirando hacia atrás, pude ver cómo su propio dolor era
agudo y fuerte, pero él lo dejaba para poder enfocarse en mí.
—Metió las manos en el agua—. Un par de años después de
que ella muriera, le dije que desde que me adoptó, él era mi
padre y que iba a llamarlo así.
—Guau —suspiré—. Tío, eso es genial.
Jeremy se rió entre dientes.
—Yo también pensé lo mismo. Pensé que intentaría
pelear conmigo por eso.
—Él no lo hizo, sin embargo —le dije, seguro de ello.
—No —dijo—. No lo hizo. Gritó. Lo que me hizo llorar,
pensando que había hecho algo mal. Pero luego dijo que no
quería nada más. Y a partir de ese día, él no era solo Robert.
Fue mi padre.
—Uno muy bueno también.
—El mejor, la verdad. Se perdió mucho por mí. Yo era...
pegajoso. Supongo que eso sucede cuando un niño pierde a su
padre cuando es joven. No me gustaba estar demasiado lejos
de él durante años, seguro de que él se iría como ella. No fue
hasta que me preparé para ir a la universidad que tuvimos
nuestra primera pelea real. Él quería que fuera a ver el mundo.
Yo quería mantenerme cerca para poder vigilarlo.
—¿Qué hiciste?
365
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Jeremy asintió hacia la pila de platos sucios. Cogí otro
plato y comencé a fregarlo.
—Nos comprometimos —dijo—. Haría dos años en una
escuela fuera del estado. Si no me gustaba, me transferiría a
la U de A. ¿Qué crees que hice?
Lo pensé por un momento.
—Duraste un semestre.
Él sonrió.
—Casi. Dos. Y no le dije que volvería hasta que aparecí
en la puerta principal, con una mochila colgada sobre mi
hombro. Le dije en términos inequívocos que tenía la edad
suficiente para tomar mis propias decisiones. Él puso los ojos
en blanco y me dejó entrar a la casa sin decir una palabra.
—¿Y han vivido juntos todo este tiempo? —No sabía
cómo me sentía con eso.
—Oh dios no —dijo Jeremy con una risa—. Nos
habríamos matado el uno al otro. Me mudé después de
graduarme. Viví mi propia vida, cometí mis propios errores. —
Hizo una mueca—. Muchos, muchos errores. Él tuvo un
accidente de coche hace unos años y se rompió la cadera. Me
mudé de nuevo para vigilarlo, para su gran molestia. Funciona
para nosotros. Ahora somos personas diferentes. Estoy allí
porque es lo mejor para los dos. Lo necesitaba cuando era niño,
y él me necesitaba porque estaba herido.
—Y te quedaste.
—Sí —dijo, cogiendo otro plato de mis manos—. Sí.
Nosotros…. Realmente no tenemos ninguna otra familia. Papá
tenía una hermana, pero ella murió en el 2001. Y nunca conocí
a la familia de mamá. Realmente no querían tener nada que
ver con ella después de quedarse embarazada.
366
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Imbéciles —murmuré.
—Tal vez. Pero, aunque solo nos teníamos el uno al otro,
lo hicimos funcionar. No teníamos un lavaplatos en esa casa,
así que todas las noches ella y yo nos quedábamos de pie en el
fregadero, lavando los platos. Ella estaba ocupada, y yo estaba
ocupado siendo un niño, así que era algo para nosotros dos. —
Me golpeó el hombro—. Tenemos un lavaplatos en la casa, y se
usa. Pero a veces lavo los platos a mano. Es un recuerdo,
¿sabes? Algo pequeño y personal, y me ayuda a recordarla.
Miré mis manos en el agua. Estaba tibia y el jabón
burbujeaba por toda la superficie.
—Yo no tengo muchos de esos.
Lo sentí congelarse a mi lado. Luego dijo:
—¿Recuerdos?
Hice una mueca.
—Eso suena ridículo, lo sé. Quiero decir, recuerdo cosas,
pero no es... no son buenos recuerdos. No como tú los tienes.
Su voz era más dura cuando dijo:
—¿Tus padres de acogida no eran buenas personas? —
Me sorprendió hasta que recordé nuestro primer encuentro en
Phoenix House.
Le dije que había estado en un hogar de acogida.
—No eran malas personas. Simplemente... creo que la
mejor manera de describirlos sería apáticos. No eran buenos.
No eran malos. Simplemente eran.
—Lo siento.
Arqueé una ceja hacia él mientras le lanzaba sus propias
palabras.
367
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Por qué?
—Que no fueran mejores personas. No te merecías eso.
—¿Cómo lo sabes?
—Te conozco —dijo, y mi piel se sentía como si estuviera
vibrando—. E incluso si no lo hiciera, eras un niño. Ningún
niño merece indiferencia. Especialmente aquellos que son
vulnerables. No puedo imaginar lo que debe haber sido ser un
gran maestro en un hogar como ese.
Ese viejo chip en mi hombro regresó con toda su fuerza.
No quise hacerlo, pero odiaba la simpatía en su voz.
—No era vulnerable —le espeté—. Podía cuidar de mí
mismo.
—Oye —dijo, con los ojos muy abiertos—. Guau, no
quise decir… por supuesto que sí, Kori. Pero eras un niño. No
deberías haber tenido que hacerlo. Ese es el punto central de
la crianza, asegurarse de que tu hijo no sufra. Se supone que
un padre debe mantener a su hijo a salvo.
Respiré por la nariz, tratando de alejar mi irritación. Él
no se lo merecía.
—No me hicieron daño. No como estás pensando. Yo no
era exactamente la persona más sensata.
—La apatía puede doler tanto como un puño —dijo en
voz baja—. El hecho de que no sea físico no significa que esté
bien.
—Lo sé. Pero no es... mira. Joder, lo sé. Pero me convertí
en quien soy, y eso es todo lo que importa.
—Tú también hiciste un buen trabajo, si me preguntas.
Gruñí.
368
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Por qué eres tan agradable todo el tiempo? Eso hace
que sea demasiado difícil estar enojado contigo.
—Bastante bueno, ¿verdad?
—Idiota —murmuré, pero luego golpeé su hombro para
mostrarle que no lo decía en serio. Era peligroso, esto. Pero no
pude encontrar nada en mí que me importara. No mentía
cuando dije que me gustaba quién era. Pero me gustaba donde
estaba aún más, y eso debería haberme asustado. Lo hacía, un
poco. Pero era débil. Tal vez lavar los platos era calmante. Eso
no significaba que lo fuera a hacer en casa.
—¿Puedo hacerte una pregunta?
—¿Vas a psicoanalizarme, profesor?
—Nah. Ya casi te tengo resuelto.
Oh chico. Limpié el siguiente plato tan fuerte como pude,
a pesar de que estaba prácticamente limpio.
—Esto debería ser bueno, entonces. Dime.
—¿Todavía hablas con tus padres de acogida?
Pregunta inofensiva. Tenía esto.
—No. Ni siquiera creo que ellos sepan que volví a
Tucson. Fue un alivio cuando cumplí los dieciocho años, justo
en el momento en que el estado dejó de enviarles el cheque
mensual por sus servicios. Es curioso cómo funcionan las
cosas.
—¿Alguna vez has pensado en contactarlos de nuevo?
Lo miré de reojo.
—¿Por qué lo haría?
—Para ver si algo ha cambiado. La gente crece.
369
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo hacen. Pero estoy feliz con lo que tengo. No, no he
contactado con ellos, pero ellos tampoco me han buscado. Mi
número de teléfono no cambió durante algunos años, pero ni
siquiera recibí un mensaje de texto por Navidad. No es... no es
el gran problema que probablemente hayas pensado en tu
cabeza. Ellos no eran tu mamá. Ellos no eran Robert. Eran
personas en cuya casa viví hasta que legalmente pude irme por
mi cuenta. Moví el culo, conseguí becas y nunca miré atrás. Y
no me arrepiento de ninguna de esas partes.
—¿Por qué volviste? Estoy feliz de que lo hicieras —
agregó rápidamente, como si pensara que iba a morderle la
cabeza de nuevo—. Pero Tucson no parece tener los mejores
recuerdos para ti. Y Dartmouth es una gran escuela.
—Lo es —estuve de acuerdo—. Y lo hice bien allí. Pero
no estaba en casa. —Asentí hacia la ventana—. Elegí hacer una
escuela de posgrado aquí porque ya tenía una familia
esperándome. Puede que no estemos relacionados, pero son mi
familia, para bien o para mal. Conocí a Sandy cuando tenía
diecisiete años, y antes de darme cuenta, formaba parte de los
Auster. Pasé más tiempo aquí en mi último año que en casa de
los Foster. Llegaron a mi graduación, hicieron señales y me
alentaron. Me dijeron que yo era importante. Puede que haya
tenido apatía en casa, pero tenía una familia aquí. —Me
estremecí—. Santa mierda, eso suena terrible. Jesucristo. Juro
que normalmente no soy tan blandengue.
Jeremy resopló.
—No lo sé. Eso suena bien para mí.
—Sí, bueno, deberías saber que ya quieren quedarse
contigo. Así que espero que hayas dicho eso de verdad. Estás
bastante atrapado con nosotros.
Sentí que me miraba, pero estudié cuidadosamente el
lavabo.
370
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Hay cosas peores, supongo.
Luché por mantener mi compostura. Sonaba tan
jodidamente serio al respecto.
—Dices eso ahora. Espera hasta que Nana quiera
palearte. Porque lo hará. Y no habrá nada que puedas hacer al
respecto.
Se rió.
Escucharlo feliz me hizo querer hacerlo reír una y otra
vez.
—No crees que estoy hablando en serio —le dije—. Pero
lo hago.
—Oh, no lo dudo. Ella es intensa. —Se puso serio
cuando me miró—. Y dime que me calle en cualquier momento.
No quiero poner las cosas extrañas para ti.
—Pero….
—Pero... —dijo lentamente. Miró hacia el fregadero, y
así, supe lo que iba a preguntar—. ¿Alguna vez has pensado...?
—negó con la cabeza.
Me compadecí de él.
—¿Buscar a mis verdaderos padres?
Estaba sorprendido.
—¿Cómo supiste que iba a preguntar eso?
—Lo pensé.
Él frunció el ceño.
—No estoy tratando de entrometerme yo solo... no lo sé.
Supongo que me gusta oírte hablar.
371
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
No sería bueno meter toda la cabeza en agua sucia.
Jesucristo, tenía que saber cómo sonaba eso.
—No —dije lo más uniformemente posible.
Él dudó.
—¿Por qué? ¿No quieres saber de dónde vienes? —
suspiró mientras miraba por la ventana a mi gente—. O tal vez
no te importa.
—Tal vez. —Y tomé la decisión entonces de decirle algo
que solo unas pocas personas sabían, algo que me había
guardado para mí durante mucho tiempo. Se sentía tan fácil,
tan natural que podía decírselo y me preguntaba cuándo me
empecé a sentir tan cómodo con él—. En mi decimoctavo
cumpleaños, mis padres de acogida no organizaron una fiesta.
Nadie me deseó feliz cumpleaños. Era solo otro día para ellos.
No para Sandy y Paul. Me recogieron después de la escuela y
me llevaron de compras e hicieron un escándalo por mí. Fue
agradable. Que ellos hicieran eso por mí —respiré hondo—.
Pero mis padres de acogida me dieron un regalo. Era un sobre
con mi nombre que habían puesto sobre la mesa de la cocina.
Había una nota adhesiva adjunta. Mi madre adoptiva lo había
escrito. Decía: Aquí está toda la información que nos dieron
sobre tus padres. Y eso fue todo. Eso fue todo lo que dijo.
—Cristo —dijo Jeremy, sonando horrorizado—. ¿Qué
demonios?
Bajé el ceño al lavabo.
—Era para terminar el curso con ellos. Yo no... lo que
fuera.
—¿Qué decía?
—No lo sé. Nunca la abrí.
—¿Qué?
372
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Sí, esa fue la reacción que esperaba. Y aunque no
necesitaba que él lo entendiera, quería que lo hiciera.
—Mira. Algunas personas en mi posición probablemente
habrían hecho algo diferente. Ves historias todo el tiempo
sobre personas que se reúnen con sus padres años después de
haber sido entregadas en adopción. Y es... bueno para ellos.
Que hagan eso. Que quieran eso. Descubrieron de dónde
venían y obtuvieron respuestas a las preguntas que siempre
quisieron hacer. Pero ese no soy yo. No es lo que quería. Y esas
reuniones siempre me parecieron tan jodidamente duras,
porque ¿cómo perdonas que se rindieran? La gente abandona
a sus hijos por todo tipo de razones, pero el motivo de esto
nunca es algo que me interese. Sé que hay personas en mi
posición que quieren saber de dónde vinieron, para tener una
idea de quiénes son, Y para averiguar si tienen una familia en
el mundo. —Asentí hacia el patio trasero—. Tengo a mi familia
allí mismo. Y sé quién soy. Tal vez eso cambie un día y quiera
ver qué había dentro de ese sobre, ¿pero hoy? ¿Ahora? No lo
necesito.
Jeremy tragó con un clic audible.
—¿Así que nunca se ha abierto?
Negué con la cabeza.
—No, lo he hecho. Se lo di a un médico al que fui en New
Hampshire para que pudiera ver si había algún historial
médico del que tuviera que estar al tanto. También lo compartí
con mi terapeuta, aunque le dije que no quería saber qué había
dentro. ¿Pero aparte de eso? No.
Jeremy se quedó callado por un largo momento. No lo
miré porque no quería ver lo que estaba seguro de que era una
expresión de lástima. Me sorprendió cuando finalmente habló.
—Eres una de las personas más valientes que conozco.
373
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Lo miré. No había piedad en su rostro. En cambio, era
algo parecido al temor.
—No es gran cosa…
—Solo... acepta el cumplido, ¿de acuerdo? Porque no he
querido decir nada más. Me asombras de todas las mejores
maneras.
No sabía qué decir a eso, así que no dije nada en
absoluto.
Nos quedamos hombro con hombro mientras lavábamos
el resto de los platos.
374
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 11:
Armagedón
SUCEDIÓ A MEDIADOS de julio.
Lo vimos venir, aunque todavía era increíble. Teníamos
esperanza. Creíamos que no sucedería, que las personas eran
más inteligentes que eso, que en realidad nos importaba una
mierda, sin importar las ideologías políticas.
Fue el 15 de julio de 2016 cuando un famoso fanático de
Indiana se anunció como el candidato a la vicepresidencia de
la puta Cheeto29. Nos burlamos de ello, seguro que significaba
la sentencia de muerte de una campaña que no tenía por qué
llegar tan lejos. No irá más lejos, nos dijimos, porque la gente
no lo permitiría. En su mayor parte, las comunidades queer de
todo el país se burlaron de la idea de que alguien con un odio
conocido al colectivo LGBTQ fuera el segundo al mando de un
país que recientemente había legalizado el matrimonio entre
personas del mismo sexo y terminó sin preguntar, sólo unos
años antes.
Sí, estaban los ridículos extravagantes que no sabían lo
que hacían (te estoy mirando, Twinks por Trump), pero eran la
minoría. Me negué a creer que después de los últimos ocho
años, permitiéramos caer tan bajo.
Sobrenombre que le dan a Donald Trump porque el color rojizo que adopta su cara es
29
parecido a los Cheetos (snack).
375
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Y admito que estaba distraído. No le presté tanta
atención como debería haberlo hecho. Tenía una vida de la que
preocuparme. Tenía niños en los que concentrarme en Phoenix
House. Hablamos de eso, claro, tanto como hablamos de la
creciente epidemia de personas de color que eran fusilados por
policías blancos, pero a pesar de que tratamos de tranquilizar
a los niños tanto como pudimos, tratamos de mantener las
cosas tan apolíticas como fuera posible. Eso fue un error, y
uno que deberíamos haber evitado. Lo sabíamos mejor, pero
teníamos esperanza.
Diego, en particular, pareció enfurecerse por eso, y se
quejó de cómo Mike Pence supervisó algunas de las peores
leyes contra el colectivo LGBTQ en el país durante su mandato
como gobernador de Indiana.
—¿Cómo podría alguien pensar que todo está bien? —
exigió, con lágrimas enojadas llenando sus ojos cuando Kai se
inclinó para besarle la mejilla—. ¿Cómo puede alguien pensar
que esto está bien? ¿Realmente nos odian tanto?
Y eso que ni siquiera comenzaba a tocar los problemas
de inmigración que sabía que todos estábamos pensando.
Viviendo en Arizona, todos estábamos muy familiarizados con
las redadas de ICE y el alcance de la Patrulla Fronteriza.
Marina me confió que ya estaba hablando con un abogado de
inmigración que había conocido durante años para ver cuáles
eran las opciones para alguien como Diego, por si acaso.
Estaba un poco horrorizado conmigo mismo por haberle
preguntado por qué la madre de Diego no solo se había
convertido en una ciudadana naturalizada, especialmente
después de que Marina me enseñara lo difícil y costoso que
podía ser, por no mencionar los años que podía llevar. No sabía
por qué había asumido que era algo tan simple como completar
el papeleo y hacer una maldita prueba.
Estábamos distraídos.
376
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Marina estaba preocupada por la falta de fondos para
Phoenix House. Estaba tratando de ocultárselo a los niños,
pero detrás de las puertas cerradas de la oficina de Jeremy, se
quejaba y comentaba sobre el poco dinero que entraba, cuán
terrible era que una organización sin fines de lucro tuviera que
preocuparse tanto por ganancias reales todo el tiempo. Las
donaciones venían, pero no eran suficientes. Hicimos una
lluvia de ideas, tratando de conseguir ideas. Sandy se ofreció
a celebrar otra recaudación de fondos en el Jack It, como había
hecho cuando Mike lo convenció de que el bar iba a cerrar.
Darren incluso dijo que estaría dispuesto a ser Drag de nuevo
si lo necesitaba. Lo había mirado por un momento antes de
saltar a sus brazos y abrazarlo, diciéndole que él era la mejor
mala persona del mundo.
Se quejó en voz alta, pero sentí lo fuerte que me devolvió
el abrazo.
Estaba distraído.
Estaba luchando para reconciliar los sentimientos que
tenía por Jeremy con la realidad de nuestra situación. Me
había convencido a medias de que tal vez las cosas se
resolverían al final, pero en realidad era una causa perdida.
Desde ese día en la cocina, comencé a ver a Jeremy bajo una
nueva luz. Una cosa era saber de su padre acerca de lo solo
que parecía estar, pero otra cosa era presenciarlo de cerca.
Jeremy tendía a poner cara de valiente, pero en la casa Auster
parecía tan cómodo en su piel, ¿y quién diablos era yo para
poner algo encima de eso?
Además, me dije a mí mismo, que tener a alguien como
amigo era mucho más importante que dejar que algo como los
sentimientos lo arruinara. A pesar de que en realidad nunca
decía tanto, no con tantas palabras, pensé que Jeremy
necesitaba a personas como nosotros.
377
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Para cuando salió de la casa el día de la barbacoa, tenía
los números de teléfono de Matty, Larry y Nana programados
en su teléfono. Tenían grupos de texto aleatorios, algunos en
los que estaba involucrado y otros en los que no. Al principio
pensé que estaría celoso (de quién, no lo sabía), y tal vez lo
estaba. Un poco, al menos. Pero luego veía la expresión de
horror en su rostro cuando Nana le enviaba mensajes de texto,
tratando de convencerlo de que cometiera este o aquel delito
con ella, me di cuenta de que no tenía razón para estar celoso.
Nos necesitaba tanto como nosotros a él.
Era más fácil hacerlo nuestro en lugar de mío.
Sobre todo.
EN EL SEGUNDO día de la Convención Nacional
Republicana, Donald J. Trump aceptó la nominación
republicana para Presidente de los Estados Unidos.
Estábamos aturdidos cuando vimos su discurso de
setenta y cinco minutos donde la gente del público comenzó a
gritar sobre la construcción de un maldito muro y él sonrió con
su sonrisa de suficiencia como si solo estuviera jodidamente
absorbiéndola. Pensé que tal vez nos afectaba un poco más,
dado que vivíamos en un estado fronterizo y conocíamos a
personas que habían arriesgado sus vidas para cruzar el
desierto. Ni siquiera podía imaginar cómo debió haber sido
para la familia de Diego y las personas como ellos.
Hacia el final de su discurso, Cheeto dijo:
—Como su presidente, haré todo lo que esté a mi alcance
para proteger a nuestros ciudadanos LBGTQ de la violencia y
la opresión de una ideología de odio. —La ironía no se perdió
en ninguno de nosotros mientras Mike Pence lo miraba.
—¿Qué diablos? —murmuró Sandy, sonando en shock.
378
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Estábamos sentados en la sala de estar en nuestra casa.
Estaba otra vez en el suelo, recostado contra Darren, que
estaba en el sofá con Sandy. Se suponía que Paul y Vince iban
a venir, pero Paul le había enviado un mensaje de texto,
diciendo que no creía que pudieran. Seguido por un montón
de improperios y emojis enojados, así que podía entender por
qué. Sentí ganas de meterme en mi propia cama y ponerme las
mantas sobre la cabeza.
—No ganará —le dijo Darren a Sandy—. Quiero decir,
Cristo. La gente no es tan jodidamente estúpida.
—Oh, no iría tan lejos —le dije sombríamente—.
Llegamos a este momento, ¿verdad? Ricos blancos. Son todos
jodidamente iguales.
—No sé si eso es justo —dijo Darren lentamente—. No
todos…
Apoyé mi cabeza en sus rodillas, sonriéndole
dulcemente.
—¿De verdad quieres ir por ese camino? ¿De verdad?
¿De verdad?
Él suspiró.
—Sí, me di cuenta de cómo sonaba tan pronto como lo
dije. Y no es como si realmente pudiera argumentar contra eso.
Mi padre es Andrew Taylor, después de todo. Si no se estuviera
preparando para el juicio penal, estoy seguro de que lo estaría
celebrando.
Me sentí mal. Seguía olvidando que, si alguien podía
entender la tormenta de mierda que se estaba gestando, serían
Darren y Vince. Andrew Taylor era la definición de todo lo que
está mal en el mundo, un hombre blanco en el poder con
recursos aparentemente ilimitados. El hecho de que no
estuviera actualmente en la cárcel hablaba de su alcance, ya
379
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
que tenía fondos para rescatarse mientras esperaba que
comenzara su juicio. Si bien no pensamos que Darren y Vince
serían parte del juicio, de vez en cuando les molestaba con una
llamada telefónica o un correo electrónico de un periodista
pidiéndole una cita de su padre. No era tan malo como lo fue
cuando fue arrestado por primera vez, pero era probable que
volvieran a molestarles cuanto más se acercase su juicio.
Mi teléfono zumbó en mi regazo. Lo miré para ver un
mensaje de Jeremy.
¿Estás viendo esto?
Sí. Jodidos gilipollas
Lo sé. Vamos a tener que hablar con los niños mañana.
Van a tener preguntas. Marina también quería tener una reunión
en algún momento, el jueves o el viernes.
Eso no suena bien.
Lo resolveremos. ¿Están bien los chicos?
Miré de nuevo a Darren y Sandy. Sandy estaba pálido,
sus manos apretadas en puños en su regazo. Darren tenía su
mano en la parte posterior del cuello de Sandy, apretando
suavemente. En la televisión, los expertos gritaban unos sobre
otros, alabando y condenando el discurso que acabábamos de
escuchar.
Era un caos.
—Me voy a la cama —murmuré—. Mañana tengo un día
jodido.
—Está bien —dijo Sandy, distraído.
—Buenas noches —dijo Darren.
Tan pronto como cerré la puerta de mi habitación, llamé
a Jeremy.
380
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Él respondió al segundo timbre.
—Papá está enojado. Dice que no luchó durante tanto
tiempo por esta vida para que algo así suceda.
Suspiré.
—No lo culpo. ¿Cómo diablos llegamos a esto?
—No lo sé. Pero es una farsa. ¿Estás llevándolo bien?
Me encogí de hombros, a pesar de que él no podía verme.
—Estoy más preocupado por los niños. ¿Cómo les
explicamos que personas responsables permiten que esto
llegue tan lejos?
—Le diremos la verdad —dijo—. La mayoría de ellos no
tendrán la edad suficiente para votar en estas elecciones, por
lo que será un poco más difícil, pero merecen escuchar la
verdad. Es mejor estar informado y saber todas las opciones,
que estar en la oscuridad.
—Tenemos un chico negro en la oficina —me quejé—. Y
así es como nos pagan.
Él resopló.
—Probablemente no gane, pero incluso si lo hace,
seremos más ruidosos de lo que nunca hemos sido. Es fácil
que la indignación se convierta en complacencia. No podemos
dejar que eso suceda.
Me estremecí ante el pensamiento.
—¿Te lo puedes imaginar cómo presidente? Sería una
pesadilla.
—Probablemente. Pero no cambiará lo que hacemos. No
puede.
381
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Tenía razón, aunque me sentía abatido con todo este
asunto.
—Lo hará si Marina quiere reunirse para lo que creo que
quiere.
—Sí. Pero todavía no nos hemos quedado sin opciones.
Puede que yo tenga algunos trucos bajo la manga.
Me reí, sintiéndome un poco mejor.
—¿Los tienes? No puedo esperar para verlo.
Podía escuchar la sonrisa en su voz.
—¿Dudas de mí? Siento que debería ofenderme.
—Oh, deberías. Lo juro por Dios, si tenemos que
convertir mi vida en una película de los ochenta en la que
tenemos que salvar el centro juvenil, voy joderte mucho. Ya he
estado atrapado en un complot similar, y fue la cosa más
ridícula que me ha pasado.
—¿No sé si quiero saber?
—Probablemente no —le dije—. Todo fue porque Sandy
pensaba que el Jack It iba a cerrar, y nos obligó a vestirnos de
drags por razones de las que aún no estoy seguro. Me veía
increíble. Paul era Agnes Beaverton.
Alejé el teléfono de mi oreja mientras él soltaba una
carcajada.
—¿Paul era qué? Tienes que contármelo ahora.
Me senté en mi cama contra la cabecera, colocando el
edredón sobre mis piernas.
—Abróchate el cinturón, amigo mío. Estoy a punto de
hacer explotar tu mente, y probablemente reconsiderarás
volver a estar con nosotros de nuevo.
382
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Nah —dijo. Luego—: Dudo que algo que pudieras
hacer o decir me alejara.
Cerré los ojos con fuerza, tratando de calmar mi corazón
acelerado.
—Dices eso ahora. Solo espera. Bueno, todo comenzó
cuando Sandy se quería follar al Rey Homo Deportista, pero
Darren era un gilipollas que solo se follaba a los twinks como
una manera de lidiar con el hecho de que estaba un poco
muerto por dentro, como la mayoría de las putas.
—Guau —dijo débilmente—. Solo... va bien por eso,
¿verdad? Me retracto. No quiero saber más.
—¡Demasiado tarde! De todos modos, Mike, el vendedor
de serpientes aceitoso, propietario de Jack It, le dijo a Sandy
que el bar cerraría a menos que Sandy sedujera a Darren para
convencer a su padre...
Hablamos hasta altas horas de la noche.
Para cuando colgamos, se acercaba la una de la
madrugada.
Dormí mejor que en mucho tiempo.
LOS NIÑOS estaban molestos. Por supuesto que lo
estaban.
Les habíamos asegurado que no creíamos que Cheeto
conseguiría la candidatura. Eso había sido un error de nuestra
parte, y uno por el que me estaba costando perdonarme. Y me
enojaba que hubiera sucedido, que tendríamos que decirles a
los niños que no sabíamos qué iba a pasar a continuación. Esa
es la parte de mierda de ser un adulto que supervisa a un
grupo de menores de edad: se supone que tenemos todas las
383
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
respuestas. Se suponía que íbamos a explicarles cómo y por
qué, mientras nosotros todavía estábamos tambaleándonos.
Diego era el más cabreado y no lo culpaba. Incluso Kai
no podía calmarlo, aunque lo intentó. Sus ojos ardían mientras
paseaba, despotricando y gritando. Estaba molestando a los
otros niños, y sabía que necesitábamos... no frenar,
exactamente, pero tratar de que entendiera que la pelea no
había terminado. Estaba empezando.
—Es parte del proceso —dije lentamente—. Y la gente
probablemente votará por él sin importar lo que diga o haga.
Pero quienquiera que esté en la candidatura demócrata irá a
por él. Y piensa que tendrán que debatir frente a todo el país.
¿Quién sabe qué pasará entonces?
—Claro —se burló Diego—. Porque eso hará las cosas
mejor. Trae al viejo blanco o a la vieja blanca para que se
enfrenten contra el diablo. Eso le enseñará.
Tenía razón, aunque no lo iba a decir en voz alta.
—Así es como son las cosas. —Me sentí un poco fuera
de lugar. Había votado en las últimas elecciones por primera
vez, pero realmente no había prestado atención. No tanto como
debería haberlo hecho. Había sido apenas mayor que estos
niños ahora.
—¿Qué pasa si gana? —preguntó uno de los niños.
—Pues que ganará —dijo Jeremy simplemente—. Eso no
cambiará la forma en que actuamos.
Diego puso los ojos en blanco.
—Ni siquiera estarás aquí. Eres temporal.
Vi cuánto le dolió, pero Jeremy lo cubrió rápidamente.
384
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Tal vez no como director. Pero eso no significa que no
vaya a involucrarme. ¿De verdad crees que podría dejar todo
atrás? Así no es como funciona.
Diego parecía que iba a atacarlo, pero en cambio volvió
su atención hacia mí. Oh Alegría.
—¿Qué pasa cuando no te dejen ir al baño?
Yo parpadeé.
—¿Qué?
—Estás en el centro comercial —dijo—. Eres una chica.
Tienes que mear ¿Vas al baño de chicas o de chicos?
Mierda.
—Uso el baño que coincide con mi género.
—¿Y alguna vez te han jodido por eso?
Lo hicieron. Una vez. Tenía diecinueve años en el campus
de New Hampshire. Habían llamado a un guardia de
seguridad. Había sido una de las experiencias más
mortificantes de mi vida. Terminó con una reunión con el
decano, quien se había disculpado abundantemente, al tiempo
que daba a entender que sería mejor si podía aguantarme
hasta que llegara a casa.
Y había funcionado. Porque había hecho exactamente
eso. Oh, cuando yo era hombre, estaba bien. Podía sacar la
polla y mear donde quisiera. Pero cuando era mujer,
necesitaba aguantarme. Estaba tan enojada y avergonzada que
ni siquiera pensé en defenderme, ni siquiera cuando el centro
de recursos LGBTQ se acercó a mí, preguntándome si podían
hablar conmigo. Quería seguir adelante, pero me había
avergonzado. Debería haber luchado más. Debería haber hecho
más. En su lugar les dije que solo quería olvidarme de eso y
seguir adelante.
385
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Me había llevado a no beber nada mientras estaba en
clase y mear antes de salir de mi apartamento de mierda todos
los días. Lo había hecho funcionar, aunque no debería haber
tenido que hacerlo.
—Lo han hecho —dije ahora, porque sabía que tenía que
ser lo más honesto posible. Vi a Jeremy sobresaltarse por el
rabillo del ojo, pero lo ignoré.
Diego asintió.
—¿Qué pasa si hacen eso, como una ley? Leyes de baño,
o como se llamen. Como hicieron en Carolina del Norte hace
unos meses.
—No vayas a Carolina del Norte —dijo una chica con la
cabeza rapada—. Tan simple como eso.
Diego puso los ojos en blanco.
—No si hacen la ley para el resto del país.
—¿Alguno ha experimentado una discriminación como
esa? —preguntó Jeremy—. ¿Tratando de usar un baño
público?
Me quedé consternado cuando subieron cinco manos.
Kai era uno de ellos. Me miraban desafiantes.
—Hay controles y balances en su lugar —dijo Marina,
llegando al rescate—. Incluso ahora hay desafíos a la ley en
Carolina del Norte. Se han presentado demandas en nombre
de personas como vosotros en grupos cuyo trabajo es proteger
nuestros derechos.
—Eso no les va a hacer cambiar de opinión —dijo Kai—.
Perderían todos los apoyos de las compañías y del estado.
Jesús, estaban mucho más informados de lo que yo había
estado nunca.
386
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—El dinero habla —coincidió Marina—. Y si bien es
difícil pensar en eso, al menos sabemos que tenemos gente de
nuestro lado.
—Es bueno saber que nuestras voces no importan —dijo
Diego con enojo—. ¿Pero si pierden dinero de repente van a
escuchar? Eso es una mierda.
—Lo es —le dije—. Pero a veces tenemos armas en
nuestro arsenal en las que quizás no hemos pensado antes.
Piénselo de esta manera: esas compañías pueden no ser su voz
específicamente, pero son una extensión de su voz. Y tenemos
que usar todo lo que podamos para asegurarnos de que somos
escuchados. ¿Quieren pelear sucio? Bien. Déjalos. Van a
perder. Tal vez no hoy ni mañana, pero te prometo que algún
día, estas personas que luchan contra nosotros serán vistas
exactamente por quiénes son.
—Imbéciles —dijo Jeremy alegremente—. Todos ellos
son imbéciles.
Eso sorprendió a Diego con la guardia baja mientras el
resto de los niños se echaban a reír.
Marina entró, lanzando una mirada juguetona a Jeremy.
—Pensemos en algunas formas en que podemos
protegernos si alguna vez nos encontramos en una situación
en la que no sintamos discriminados. Y también quiero hablar
más sobre nuestros planes para el Orgullo en septiembre.
Estaba pensando que deberíamos tener una carroza en el
desfile. Será nuestra primera vez y quiero escuchar todas sus
ideas sobre cómo podemos hacer que sea lo mejor que
podamos. Quiero que todas las personas que están mirando
sepan que Phoenix House está aquí para quedarse.
387
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—TENEMOS PROBLEMAS —dijo Marina mientras
cerraba la puerta de la oficina de Jeremy más tarde esa tarde.
Gruñí.
—No digas eso.
Se veía sombría mientras se sentaba en la silla junto a
la mía. Jeremy estaba sentado frente a nosotros detrás de su
escritorio, moviéndose a través de su portátil.
Marina resopló.
—Confía en mí cuando digo que me gustaría no tener
que hacerlo. Pero el hecho es que lo estamos. Me enteré esta
mañana que no conseguimos la subvención que solicitamos.
Se lo dieron a un lugar en Flagstaff.
—Estoy leyendo el correo electrónico ahora —murmuró
Jeremy, con los ojos yendo hacia adelante y hacia atrás—. Eso
es lamentable. Quiero decir, es bueno para Flagstaff pero no
para nosotros.
—No hemos bajado para el conteo todavía —dijo
Marina—. Tengo unos cuantos hierros más en el fuego, pero
tenemos que hacer un plan. Hablé con el administrador.
Estaremos bien durante el resto del 2016, apenas, pero
¿después? —Ella negó con la cabeza—. Ahí es donde nos
quedamos cortos.
Jeremy miró pensativo mientras se recostaba en su silla.
—Está bien, así que vamos a planear. ¿Cuál es el
siguiente paso?
Marina sacó su teléfono y comenzó a tocarlo.
—Mi esposa tiene buenas conexiones a través de su
bufete de abogados...
—¿Es abogada? —pregunté.
388
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Marina me sonrió.
—¿Correcto? No sé lo que estás pensando. Pero ella no
es del todo mala. Denise fue la que me ayudó a encontrar al
abogado de inmigración que nos va a ayudar a superar la
burocracia si le hiciera falta a Diego o a cualquiera de los
demás.
—Entonces la perdono por elegir esa profesión.
Marina puso los ojos en blanco.
—Me aseguraré de hacérselo saber. De todos modos, ella
me pondrá en contacto con algunas personas que podrían
ayudar. Hay algunas subvenciones más que estoy esperando
contestación, pero son menores. Realmente contaba con la que
nos acaban de rechazar. —Negó con la cabeza—. No debería
haberlo hecho, pero al menos no puse todos nuestros huevos
en una canasta. ¿Qué pasa contigo? ¿Tienes algo?
Me moví incómodamente en mi asiento.
—Umm. Bueno ¿sí? Tal vez. Quiero decir, conozco a una
Drag Queen y si alguien sabe cómo recaudar dinero, es una
Drag Queen.
Jeremy resopló.
—No es verdad.
Lo fulminé con la mirada.
—¿Te estás burlando de mí?
Parecía solemne cuando dijo:
—No lo soñaría.
Marina nos miró a los dos.
389
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—UH Huh ¿Así que las Drag Queen podrían recaudar
cien mil dólares para mantenernos financiados durante los
próximos dos años?
Sentí que mis ojos salían de mi cabeza.
—¿Cien qué y cuántos ceros?
—Este lugar no es barato, Corey. Hay alquiler,
materiales e impuestos, por no mencionar todos los programas
que estamos haciendo y los que intentamos hacer. Y la crisis
financiera no fue hace mucho tiempo, y la gente tiene muchos
recuerdos. Todos están más ajustados con su dinero en estos
días, y por una buena razón. —Tocó algo más en su teléfono—
. Lo que hace que todo este asunto del Cheeto sea aún más
desconcertante.
—Yo le enseñé eso —le dije a Jeremy.
—Estoy seguro de que lo hiciste —murmuró Jeremy
mientras sacaba su propio teléfono y comenzaba a escribir en
la pantalla.
—No sé si unos cien dólares mil —le dije—. Pero Helena
Handbasket puede ser muy persuasiva cuando quiere serlo,
incluso si no quieres que lo sea. Y cada poco ayuda, ¿verdad?
Estoy seguro que podríamos usar Jack It de nuevo. Helena
tiene suficiente mierda con el propietario que ni siquiera
estornuda sin asegurarse de que esté bien ella primero. —Miré
a Jeremy, tratando de elegir mis siguientes palabras con
cuidado—. Y estoy seguro de que podríamos usar ese... otro...
bar... sí lo necesitamos.
Jeremy se rió.
—Marina lo sabe.
Marina asintió.
390
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—A mi esposa le gusta el cuero. Hace años que conoce a
Jeremy.
—¿Qué? ¡Explícame!
—Más tarde —dijo Marina, sin siquiera mirarme—. Hay
cosas más importantes en las que centrarse.
Ella tenía un punto, pero, aún así. Tenía preguntas.
El teléfono de Jeremy vibró. Él frunció el ceño ante eso
antes de escribir una respuesta a quien le había enviado un
mensaje de texto.
—¿Tienes un traje? —me miró, con la cabeza ladeada
ligeramente—. O ese vestido que llevabas en la barbacoa podría
funcionar. Con lo que te sientas cómodo.
Estaba confundido.
—¿Para qué?
Dejó su teléfono en el escritorio y se inclinó hacia
delante.
—Tengo una idea.
No me gustaba como sonaba eso.
—¿No sé si quiero saber? Y sí, tengo un traje, pero es de
color melocotón, y lo usé cuando pretendía ser un flautista de
jazz llamado Slim Trim Colvin.
Marina dejó caer su teléfono mientras se ahogaba.
—¿Hiciste qué?
—Oh no —le dije—. Cosas más importantes en las que
concentrarse, ¿recuerdas?
—¡Pero! Pero…
391
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Negué con la cabeza.
—Deberías haberme contado lo de tu esposa, la diosa de
cuero.
Ella gimió.
—Me arrepiento tanto.
Eso fue satisfactorio.
—Deberías. —Me volví hacia Jeremy, entornando los
ojos. Debería haber estado temblando de miedo, pero apenas
parecía afectado—. ¿Por qué preguntas?
—Realmente voy a tener que ver ese traje un día. —
Sonaba divertido.
—Puede, Olsen —ladré—. Arrepiéntete antes de que
destruya todo lo que quieres.
—Oh Dios mío —respiró Marina—. Tomo excelentes
decisiones en temas de contratación. Definitivamente acerté.
Principalmente.
—Tenemos una cita —dijo Jeremy.
De alguna manera me caí de mi silla. En un momento
estaba sentado allí como lo hace un ser humano normal, y al
siguiente estaba mirando hacia el techo, preguntándome por
qué todo en mi vida era un absoluto choque de trenes.
Marina me miró mientras Jeremy se levantaba y se
inclinaba sobre su escritorio para hacer lo mismo.
—Me resbalé —le dije.
—¿Así es como lo llamas? —preguntó Marina.
—¿Cómo diablos sucedió? —exigió Jeremy.
392
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Este lugar está encantado —dije mientras me
levantaba del suelo—. No quería decir nada porque sé lo
delicada que eres, pero hay fantasmas aquí. Uno de ellos es un
tío enojado que no le gustan las sillas. La pateó y me caí. Tan
simple como eso. —Hice la señal de una cruz sobre mi pecho
antes de volver a sentarme en la silla—. Ay, Dios mío. Después
tendremos que encontrar un sacerdote, pero no debemos
preocuparnos por eso ahora. No nos concentremos en nada de
lo que sucedió en los últimos cinco segundos.
—Oh, no sé si eso es posible —dijo Jeremy mientras se
recostaba en su silla.
—Hay mucho juicio en tu voz.
—Eso es porque te estoy juzgando —replicó.
Marina nos estaba mirando a los dos de forma extraña.
—¿Hay algo...? —Ella negó con la cabeza—. Olvídalo.
Jeremy, ¿qué estabas diciendo?
Él suspiró.
—Stephen Morgan.
—Oh chico —dijo Marina—. ¿Estás seguro?
—¿Quién es Stephen Morgan? —pregunté. El nombre
era familiar, pero no podía situarlo del todo.
—El ex director —dijo Jeremy. Sus labios se curvaron—
. Una de las personas a las que te refieres como Super Gays.
—Oh, Dios mío —le susurré.
—¿Super gays? —preguntó Marina, sonando
confundida—. ¿No sé si quiero saber?
—Homos ricos —murmuré, tratando de no tirar un
bolígrafo a la cabeza de Jeremy. Solo había tenido un par de
393
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
interacciones con Stephen mientras él estuvo aquí, y aunque
había sido amable, me sentía incómodo con la idea de los
Super Gays. Ni yo ni nadie que conociera estaba al mismo nivel
de impuestos que ellos. Pero eso no debería importar. Porque
si Jeremy necesitaba acudir a ellos para pedir dinero por
Phoenix House, que así fuera. Le ayudaría a planearlo antes
de que él... —Espera ¿A qué te refieres con que tenemos una
cita?
Él arqueó una ceja. —¿Realmente crees que iría solo?
—Sí —le susurré—. Es exactamente lo que pienso ¡Son
tus amigos!
—¿Eres amigo de un Super Gays? —preguntó Marina—
. ¿Hay Super lesbianas? —Frunció el ceño—. Mi esposa y yo
nunca hemos recibido una invitación si la hay. Eso es
decepcionante. —Ella se alegró—. Probablemente porque no
somos ricas. Me siento mejor ahora.
—Da la casualidad de que Stephen hará una cena en su
casa este viernes —dijo Jeremy, pasándose una mano por la
cara—. No había planeado ir, pero le envié un mensaje de texto
preguntándole si estaría dispuesto a escuchar una propuesta
para deshacerse de su dinero por una buena causa. Parecía
dispuesto.
—¿Qué demonios tiene eso que ver conmigo? —le
pregunté—. ¡Me verán y pensarán que soy el camarero!
Jeremy puso los ojos en blanco.
—No están tan mal. —Hizo una pausa, considerando—.
Y creo que tuvieron que despedir a sus camareros el año
pasado.
Levanté mis manos.
—Lleva a Marina o al administrador. Alguien que
realmente sepa de qué están hablando cuando se trata de
394
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
dinero. Yo no tengo ni idea. ¿Quieres saber cuánto apesto en
matemáticas? Porque te diré cuánto apesto en matemáticas.
Marina me miró pensativa.
—Creo que Jeremy tiene razón. Deberías ser tú.
Qué maldita traidora.
—Confié en ti —le gruñí—. ¡Mata Hari!
Ella me ignoró. Mi segunda mayor debilidad después de
suaves cumplidos.
Malditos sean los dos por conocerme tan bien.
—En realidad creo que es muy inteligente llevar a Corey.
Estoy segura de que reventará sus burbujas.
—La sutileza no es exactamente su fuerte —dijo Jeremy
con sequedad—. Pero cuando necesitas romper algo,
probablemente es mejor llevar un martillo.
—¡Estoy sentado justo aquí!
—¿De verdad crees que esto podría funcionar? —
preguntó Marina.
Jeremy se encogió de hombros.
—Tal vez. Creo que puedo sacar algo de ellos. Me
conocen. Y como la mayoría de ellos son republicanos...
—¡Qué! —grité.
—Probablemente pueda culparlos por abrir sus
billeteras dado el actual... clima político.
—Sí —dijo Marina lentamente—. Creo que esto podría
funcionar.
395
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No —les espeté—. Absolutamente no. Busca a alguien
más.
Marina me miró con los ojos muy abiertos.
—Pero Corey. Piensa en los niños.
—Y no me harías ir solo ¿verdad? —preguntó Jeremy—.
Eso sería simplemente cruel.
—Que les jodan a tus caritas —gruñí—. No va a
funcionar conmigo. Me niego a ser el representante de color en
un grupo de vainillas...
—Adam es negro —dijo Jeremy suavemente.
—¿Quién diablos es Adam?
—El compañero de Stephen.
Lo miré fijamente.
—Me estás diciendo que sus nombres son Adam y Steve.
—Ooh —dijo Marina—. Odia cuando la gente lo llama
Steve.
—Eso es lo que te estoy diciendo —dijo Jeremy. Pude ver
que estaba luchando para no reírse.
Odiaba todo de él.
—Me estás diciendo que es republicano rico, negro y gay.
—Sí.
—Bien —espeté—. Iré, solo porque no te creo. No te
respetas a ti mismo… ¿sabes qué? Ni siquiera importa.
¿Quieres un martillo? Tendrás uno. Y es mejor que no me digas
nada por lo que haga, porque tú lo pediste.
Jeremy se quedó sorprendido.
396
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Oye, no, Corey. Mira, si realmente no quieres ir, no
tienes que hacerlo. No te obligaré a estar en una situación con
la que te sientas incómodo.
Negué con la cabeza mientras me levantaba.
—Demasiado tarde. Voy a repartir un poco de mierda. Si
te metes con el toro, vas a conseguir los cuernos.
—Pensé que eras un martillo —dijo Marina.
Me volví para mirarla.
—Y no creas que me he olvidado de ti en todo esto. Un
día, cuando menos lo esperes, mirarás por el espejo retrovisor
y me encontrarás sentado en tu asiento trasero. Y luego diré
algo que será un poco molesto para ti como persona, y sabrás
lo que significa enfrentarse a mi ira.
—Oh no —dijo Marina—. Todo menos eso.
—Me voy —anuncié grandiosamente mientras me dirigía
hacia la puerta—. Tengo que hacer planes, ya que ahora tengo
que hacerme pasar por cortesana de hombres blancos. Buen
día.
Jeremy me miró de reojo.
—No creo que vaya a ser ese tipo de cena. Al menos
espero que no sea así.
—¡Dije buen día! —grité, golpeando la puerta detrás de
mí.
Gruñí enojado conmigo mismo mientras caminaba hacia
mi propia oficina. Iba a lanzarle mucha mierda a Jeremy por
esto, el resto de nuestras vidas. Escuché el sonido de la risa en
la parte delantera de Phoenix House, pero no creía que los
niños merecieran ver lo que estaba seguro era la apariencia
apresurada y melancólica de mi cara. Cerré la puerta detrás de
397
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
mí y saqué mi teléfono, lo que significaba enviarle un mensaje
de texto a Sandy diciéndole que necesitaba un nuevo atuendo
lo antes posible. Había un peligro inherente al enviar un
mensaje de texto a una drag queen, y sabía que tenía que dejar
muy claro que no podía llevar lentejuelas o plumas.
Pero antes que pudiera escribir la primera palabra,
escuché que se decía mi nombre.
Miré a mi alrededor, preguntándome si había un
fantasma enojado que estuviera a punto de cubrirme con su
ectoplasma. Probablemente no pelearía demasiado, viendo que
sería la mayor acción que había visto nunca.
Por supuesto que no había un fantasma enojado.
La voz había salido del respiradero sobre el escritorio de
Marina. Di un paso hacia él.
—Y mientras entiendo el... atractivo —decía Marina—.
No es algo que debas perseguir, dada tu posición.
—No estoy persiguiendo nada —dijo Jeremy, con voz
débil pero clara. Sonaba dolido—. Jesús, Marina.
—No intentes esa mierda conmigo, Jeremy. Te conozco
desde hace mucho tiempo. Es posible que puedas ocultarlo de
otras personas, pero sé distinguir un coqueteo cuando lo veo.
Y Corey y tú estáis definitivamente coqueteando.
—No estamos coqueteando.
—Entonces, ¿qué diablos estás haciendo?
Silencio. Luego dijo:
—No es así. Es mi alumno, yo nunca…
—Ex alumno —dijo Marina, y mi corazón se paró.
Apenas podía respirar—. Y no estoy diciendo esto porque esté
tratando de difuminar las líneas. Pero tú eres su jefe. Tienes
398
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
poder sobre él. Eso no es justo para él. Especialmente porque
sabes que haría cualquier cosa para hacerte feliz.
—Él haría eso por cualquiera —dijo Jeremy—. Es una
buena persona.
—Sí —susurré mientras asentía con furia—. Maldita sea,
lo soy. Sigue diciendo cosas bonitas sobre mí.
—¿Escuchaste eso? —preguntó Marina. Puse mi mano
sobre mi boca.
—¿El qué? —preguntó Jeremy.
—Nada. Pensé… no importa. Tal vez si las cosas fueran
diferentes. Si él no estuviera trabajando aquí o tú no estuvieras
trabajando aquí. Y probablemente te estoy jodiendo al decir
esto, pero tal vez después de que encontremos un nuevo
director, podrían...
—Mira —dijo Jeremy—. Corey es... mi amigo. Sí, soy su
jefe y sí, socializamos fuera del trabajo, pero eso es todo. Joder,
Marina. Él es apenas mayor que cualquiera de los niños de
aquí. Yo no haría eso.
Llama al doctor. La hora de la muerte fue a las 2:47 p.m.
el miércoles 20 de julio de 2016. Está incluido en la lista de
donantes, por lo que tendremos que extraer todos sus órganos
mientras aún sean viables.
—Ambos sabemos que eso es una tontería —dijo Marina,
sonando molesta—. Corey es más inteligente y más maduro
que las personas que tienen el doble de su edad. Eso no
debería...
—Te diste cuenta bastante rápido —murmuró Jeremy.
Marina se burló.
399
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sabes a lo que me refiero. Me gusta. Mucho. Va a llegar
lejos. Podrías hacerlo mejor. Lo sé porque lo haces. ¿Pero
ahora? ¿Ahora mismo? Está fuera de los límites. No puedes
implicarte con él o con su futuro. Este trabajo es importante
para él, no solo por el trabajo que estamos haciendo, sino
porque él realmente lo necesita para su título.
—Lo sé.
—Solo... déjalo en paz, ¿de acuerdo? Si llegara el
momento. Tener un corazón roto es como un vidrio roto debajo
de tu piel que no puedes imaginar cómo extraerlo, y no puedo
dejar que afecte a nadie aquí. Sigue adelante Así es como creo
que necesitas hacerlo con los... Super Gays. Y si Corey les
llama así en sus caras, espero que grabes un video para poder
reírme de eso. Tengo la sensación de que vamos a necesitar
algo para sonreír en las próximas semanas.
No escuché nada más que dijeran por encima del
zumbido en mis oídos. Ahí. Eso era todo. Eso era todo lo que
necesitaba escuchar.
Genial.
Bien.
Perfecto.
No importaba. Ya había llegado a la misma conclusión.
Casi pude convencerme de que la picazón en mis ojos se
debía a algo completamente distinto.
400
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 12:
Si Te Metes Con El Toro,
Consigues Un Martillo
Esa noche de viernes, me encontré haciendo algo que
nunca pensé que haría.
Llevaba un traje e iba a la rica sección de Tucson,
Catalina Foothills, para pedirle dinero a los Super Gays
republicanos y salvar el centro juvenil.
Jodidas películas de los ochenta.
Sandy se había echado a reír cuando se lo dije
(convenientemente, dejando de lado lo que había escuchado
por la rejilla). Cuando terminó de reír casi cinco minutos más
tarde, se secó los ojos y exigió que robara algo de la porcelana,
porque todos nuestros platos eran de Target. Le dije que lo
haría lo mejor que pudiera, ya que trataría de averiguar
cuántas podía llevarme sin que se dieran cuenta. Y como sabía
que las personas ricas en la cena necesitaban el uso de
dieciséis tipos diferentes de tenedores, pensé que podría coger
al menos algunos sin que nadie se percatara.
Ser una drag queen significaba que Sandy tenía
conexiones. Pero también significaba que primero tenía que
intentar que usara algo chillón y desagradable. Naturalmente,
primero sugirió el traje melocotón que había usado como Slim
401
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Trim Colvin, solo porque pensaba que eso haría que los Super
Gays se derrumbaran.
—Y —dijo—. Como ahora sabemos que son
republicanos, podrían usar el seguro de salud que no quieren
que tenga nadie más.
Cuando decliné cortésmente el traje melocotón (¡No me
voy a poner eso, maldita sea!), Hizo una llamada telefónica que
no escuché, dado que estaba pisando fuerte la sala, pisando a
Darren, que, por razones que no me interesaba conocer, sintió
la necesidad de hacer flexiones en nuestra sala de estar.
—Gracias —dijo Sandy por teléfono—. Nos veremos en
un momento. —Colocó su teléfono en la mesa de café antes de
mirar a Darren—. Sigue, chico grande. Me debes cien más.
Darren gruñó, pero no discutió.
No quería saber qué tipo de juego sexual retorcido
estaban haciendo.
—Todo listo —me dijo Sandy—. Estará aquí pronto.
—¿Quién? —le pregunté, desconcertado.
Sandy me sonrió.
Estaba apropiadamente aterrorizado.
RESULTÓ que era Flavius, el peluquero, y cuando Sandy
lo dejó pasar una hora más tarde, inmediatamente me
pregunté cómo había llegado a este punto.
Flavius llevaba dos bolsas de ropa negras sobre su
hombro.
402
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Servicio de entrega —anunció alegremente—. La moda
al rescate. No traje zapatos porque no los mencionaste, pero
siempre puedo volver si es necesario.
Sandy sacudió la cabeza mientras cerraba la puerta
principal.
—No, tenemos de eso. Si trajiste lo que hablamos, ya sé
con lo que va a combinar.
—Bien —dijo Flavius. Miró a Darren, que ahora estaba
haciendo flexiones en una barra que había instalado en el
pasillo. Flavius parecía muy agradecido—. Bonito.
—¿Verdad? —preguntó Sandy—. Es el porno suave. Me
gusta.
Darren puso los ojos en blanco mientras se levantaba de
nuevo, con los bíceps hinchados.
—Corey —dijo Flavius mientras me saludaba con la
cabeza—. Escuché que tienes que conseguir dinero de gente
rica. Como Robin Hood.
—Bastante cerca —murmuré, tratando de no mostrar lo
contento que estaba con la idea de ser Robin Hood. Sobre todo,
porque me había enamorado de la versión de Disney cuando
estaba creciendo.
(Sí. La zorra número uno. Cállate.)
—Tu cabello todavía se ve increíble —dijo Flavius—. De
nada. Llévame a tu habitación así puedo enseñarte lo que he
traído.
Resignado, empecé a hacer precisamente eso. Sandy
comenzó a seguirnos, pero Flavius negó con la cabeza.
—Déjame manejar esto, ¿de acuerdo? Quédate aquí con
tu porno suave.
403
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Sandy entrecerró los ojos.
—Pero…
—Lo tengo controlado —dijo Flavius—. Créeme.
Y maravilla de todas las maravillas, Sandy estuvo de
acuerdo.
Flavius me siguió por el pasillo, y cerró la puerta detrás
de nosotros después de que entráramos en mi habitación. Puso
las bolsas de ropa en la cama antes de volverse a mirarme, con
una sonrisa soleada en su rostro.
—¿Estás bien?
Me encogí de hombros y me froté la nuca.
—Ha sido una semana extraña.
—Escuche eso. Espero que no te importe que solo
seamos nosotros dos. Sandy puede entrar si te hace sentir más
cómodo. Simplemente pensé que sería bueno que
estuviéramos solos tú y yo.
—Está bien.
—Está bien —dijo Flavius, volviendo a las bolsas de
ropa—. Tengo dos opciones para ti. Voy a dejarlo ambos aquí,
por lo que no es necesario que tomes una decisión de
inmediato. Odio que me pongan en el lugar, y por lo que Sandy
me dijo, ya estás fuera de tu zona de confort. No quiero
empeorar las cosas, así que no hay presión, ¿de acuerdo?
Asentí.
Comenzó a descomprimir la primera bolsa.
—Le mostré tu foto a mi esposa. ¿La que viste en el
salón? Eres un poco más alto que ella, pero sus hombros son
404
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
tan anchos como los tuyos. Ella pensó que esta sería una
buena elección con el color de tu piel.
Sacó un vestido. Era negro con mangas largas y un
dobladillo ondeante. Tenía estampados de flores, crema,
menta, gris y rosa. Era hermoso. Y se veía muy caro.
—No —dijo cuando le pregunté—. Lo consiguió por unos
sesenta dólares, pero dijo que cuando se lo pone le hace sentir
que vale millones. Yo le dije que podría estar sudando y valer
lo mismo para mí.
Fui tocado.
—¿Y a ella no le importa prestármelo?
Flavius me miró de reojo.
—Por supuesto. Ayuda a una hermana, ¿sabes? O un
hermano, si quieres usar el otro que he traído. Tu elección.
Dejó el vestido con cuidado en la cama antes de abrir la
otra bolsa de ropa. Dentro había un hermoso traje azul tiburón
de piel con una camisa de vestir a cuadros debajo. Había una
corbata a rayas rojas y blancas colgando en el frente.
—Color —dijo Flavius—. Los trajes siempre deben ser de
color. El blanco y negro es aburrido. Tengo que darle un poco
de pop, si sabes a qué me refiero. Tú y yo deberíamos ser del
mismo tamaño. Es estrecho, por lo que las caderas y el culo
podrían estar un poco apretados, ya que hay más en tu baúl
que en el mío, pero creo que funcionará.
—¿Hiciste esto por mí? —pregunté, sin entender muy
bien por qué me estaba ahogando.
Flavius pareció sorprendido.
—Por supuesto. Sandy es buena gente, pero tú también.
Nos cuidamos los unos a otros en esta comunidad, ¿sabes? Es
405
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
la única forma de sobrevivir. Es importante fomentar el
compañerismo. Ahora más que nunca.
Dejó el traje al lado del vestido cuando me acerqué a él.
—No sé qué elegir —admití.
Él me dio unas palmaditas en el hombro.
—Y es por eso que no necesitas tomar esa decisión
ahora. —Dudó. Luego dijo—: Y, por favor, dime que me calle si
hablo para el culo, pero... —Negó con la cabeza—. Sabes que
no importa lo que elijas, está bien, ¿verdad? Uno no es mejor
que el otro. Estarás guapo de cualquier manera. El género es...
creo que siempre está en proceso de cambio. Oh, no oirás que
la mayoría de la gente esté de acuerdo con eso, pero ¿por qué
a alguien debe importarle si quiero usar un vestido para
trabajar? Y mientras no comparo lo que hago a cómo existes,
solo quiero que sepas que lo entiendo. O al menos lo intento.
Entendí lo que él estaba tratando de decir. Incluso ahora
había días en que Kori todavía se sentía como un escudo,
alguien a quien retirarse cuando las cosas se estaban poniendo
demasiado pesadas. No siempre era así, pero a veces podría
ser así. Había algo llamado alternancia de incongruencia de
género, donde los cambios en el género se describían como no
deseados o involuntarios. No sabía si esa descripción me
encajaba, pero había momentos en que me despertaba
preguntándome por qué estaba en este cuerpo, y al día
siguiente me preguntaba qué había pensado el día anterior.
Había aprendido hace mucho tiempo que los estudios
demostraban que era un cambio en la conectividad cerebral y
la liberación de hormonas que podría crear la sensación de
alternancia de género.
Tiene sentido. La mayor parte del tiempo.
—También eres buena gente —le dije a Flavius—. Y
suena como si tu esposa lo fuera también.
406
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Él sonrió.
—Ella es la mejor parte de mí. ¿Por qué no te pruebas
esto y lo arreglaremos si es necesario modificar algo? ¡Desfile
de moda!
AL FINAL, ELEGÍ el traje. El viernes por la mañana me
desperté y era Corey, y así sería. Intenté forzarlo en el pasado
solo para ver qué sucedía, pero nunca funcionaba.
Los pantalones estaban un poco ajustados (—¿Un poco?
—exclamó Sandy cuando salí de mi habitación—. Muñeca, tu
trasero de burbuja parece que está a punto de estallar), pero
me gustaba la forma en que se apretaban contra mis muslos,
y mi trasero se veía bien.
No es que estuviera tratando de impresionar a nadie, por
supuesto. No iba a esta cena para tratar de conseguir un sugar
daddy (especialmente un sugar daddy republicano), y como
Jeremy había expresado sus sentimientos, o la falta de ellos,
explícitamente claros (para alguien más mientras yo estaba
escuchando), no había razón para que me preocupara por tales
cosas.
Todavía me veía jodidamente caliente.
Y sentí un giro de satisfacción salvaje, cuando Jeremy
llegó en su coche de puta y vi caer su mandíbula mientras
caminaba (léase: me deslicé) hacia el Jeep. Si había un giro en
mis caderas y una expresión de fingido desinterés en mi cara,
no era asunto de nadie más que mío.
—Te ves... —Jeremy sacudió la cabeza—. Te ves
increíble.
—Gracias —dije, como si hubiera escuchado eso todo el
tiempo—. Tú tampoco te ves tan mal.
407
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
No lo hacía. Al parecer, Jeremy no había recibido el
memo pop de color de Flavius, ya que su traje era negro con
una corbata a juego y una camisa blanca con botones. Me
pregunté si los demás iban a vestirse de manera similar, y sentí
un poco de malestar en mi estómago. Estaba fuera de mis
profundidades aquí como turista otra vez con solo Jeremy para
navegar. Tenía todos los ingredientes para un desastre, pero al
menos me vería bien.
—¿Estás listo? —preguntó mientras me abrochaba el
cinturón de seguridad.
—Siempre estoy listo —dije airosamente, sonando más
confiado de lo que realmente me sentía.
Podía sentirlo mirándome fijamente. Yo lo ignoré.
—Pareces diferente.
Le mostré mis dientes con una sonrisa afilada.
—Estoy a punto de ir a pedir dinero a gente rica. Estoy
a la caza. Soy Shark Corey.
—Bien —dijo lentamente—. Eso no es… ¿sabes qué? No
importa. —Se alejó de la acera.
CATALINA FOOTHILLS consiste principalmente en
casas de molde que se hacen más grandes cuanto más atrás
se va. El área estaba ciertamente fuera de todo lo que jamás
podría soñar con pagar. Había estado en la escuela secundaria
Catalina Foothills un par de veces antes, el estacionamiento
estaba lleno de coches caros que manejaban los adolescentes.
El cual, por razones que nadie podría explicar, se había
construido con azulejos italianos importados, y siempre me
había preguntado cómo habría sido la vida si hubiera nacido
en el dinero. Tener un nuevo Lexus que me fue regalado en mi
decimosexto cumpleaños, poder comprar ropa cara en lugar de
408
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
tiendas de segunda mano. Mi yo, de quince años, había estado
celoso, codiciando las cosas que no tenía.
Pero había superado eso. Principalmente. Conocí a un
hombre negro que había asistido a la escuela secundaria allí,
y él dijo que era uno de los tres niños negros de su clase que
se graduó. No estaba mal, me dijo, pero lo hacía sentir
incómodo. No había venido de dinero, pero la escuela
secundaria era una de las mejores del estado, el plan de
estudios estaba más orientado a la preparación universitaria
que cualquier otra cosa, y sus padres habían comprado el
código postal para permitirle asistir. Lo último que supe, fue a
Yale.
Jeremy condujo a un vecindario en el que nunca había
estado. Las casas estaban ubicadas en colinas, con sus
caminos largos, los patios en realidad tenían pasto en lugar de
rocas.
En el exterior, era afable, sentado en mi asiento, con la
mano fuera de la ventana, el aire caliente corría por mis dedos.
Por dentro, estaba entrando en pánico cuanto más nos
acercábamos. Me sentía como un fraude. Era como el bar de
cuero otra vez. No sabía por qué permitía que me pusieran en
estas posiciones.
No estaba ayudando que Jeremy hubiera redescubierto
recientemente su romance con John Mayer. El hecho de que
me estuvieran dando una serenata acerca de que mi cuerpo
era un país de las maravillas fue casi suficiente para hacerme
gritar. Quería golpear a alguien con una guitarra.
—Son buenos chicos —dijo Jeremy—. Bueno... la
mayoría de ellos lo son. Stephen y Adam lo son, de todos
modos. Probablemente no conozco a todos muy bien, pero no
puedo imaginar que alguien vaya a ser un gilipollas.
409
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Acordaron escucharnos —le dije a la ligera—. Es un
buen comienzo.
Jeremy me miró.
—Supongo que lo hicieron. Yo solo... no soy como ellos,
¿ya sabes? No tengo los antecedentes que ellos tienen.
—¿Estás tratando de convencerme a mí o a ti mismo?
Frunció el ceño.
—Pueden ser un poco mucho a veces. Supongo que estoy
tratando de decirte que no permitas que ese color influya en tu
opinión sobre mí.
—Nah —le dije—. Lo haces bien por tu cuenta.
—Shark Corey es un imbécil —murmuró.
Me reí de él.
—No tienes ni idea. —Me tranquilicé un poco—. Prometo
que estaré en mi mejor comportamiento frente a tus amigos.
—Sabes que no estoy preocupado por ti, ¿verdad?
Me encogí de hombros.
—Por supuesto. Pero ellos son tus amigos. Deben
gustarte por una razón. Y esto es un gran problema. Les
encantaré, sacaremos su dinero y luego descenderemos de este
lugar para regresar con el resto de los plebeyos a los que
pertenecemos.
Él suspiró.
—Por favor, no les digas eso a ellos.
Me burlé.
—Como si quisiera... bolas sagradas, ¿es esa su casa?
410
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Ridículo, ¿no es así? —preguntó Jeremy mientras se
detenía en el camino de entrada.
Ridículo era una subestimación. Había una puta fuente
cerca de la parte delantera de la casa, con una estatua de un
querubín sosteniendo un jarrón del que se derramaba el agua.
La casa en sí parecía tener tres pisos y tenía columnas en la
entrada. Había luces en los árboles y arbustos, el paisaje
inmaculado. Probablemente estaba bajando el valor de la
propiedad solo por existir cerca de ella.
—Esta es una mansión —le susurré a Jeremy—. ¿Qué
pasa si me pierdo por dentro y tengo que vagar por los pasillos
hasta que alguien me dé un plumero y me convierta en parte
del personal? —Lo miré acusadoramente—. ¿Es por eso que
me trajiste? ¿Soy un sacrificio a la casa?
Resopló mientras estacionaba al lado de algo llamado
Bugatti, un coche de aspecto elegante del que nunca antes
había escuchado.
—Sí. Eso es exactamente por qué. Maldito. ¿Cómo te
diste cuenta de mi malvado plan?
—Por favor, dime que hay pasadizos secretos que tienes
que tirar de un libro de la estantería para abrirlo. ¿Sabes una
cosa? No importa. Voy a tirar de todos los libros que vea hasta
que los encuentre yo mismo.
Jeremy se sobresaltó en una risa.
—Por favor no hagas eso. Adam es un coleccionista de
libros raros que...
Levanté mis manos.
—Claro que lo es.
411
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Salimos del jeep. Me estaba alisando los pantalones
cuando Jeremy se paró frente a mí. Lo miré, sin inmutarme
cuando se estiró y enderezó mi corbata.
—Lo arreglaré para ti —dijo en voz baja.
—Gracias —dije torpemente mientras retrocedía.
Parecía que iba a decir algo más cuando la puerta
principal se abrió y Stephen Morgan salió.
—Ahí están ustedes —dijo alegremente—. Creí haberte
oído llegar.
—No sé cómo —murmuré—. Tu casa es del tamaño de
dios.
Jeremy tosió ásperamente.
—Hola, Stephen. Lo siento estamos tarde. El tráfico fue
una pesadilla.
Stephen agitó una mano con desdén.
—Sin preocupaciones. Me complace que hayas venido.
—Me guiñó un ojo—. He estado tratando de hacer que este
chico vuelva aquí por un tiempo. Gracias por convencerlo,
Corey.
Estaba encantado. Si bien solo había tenido breves
momentos con Stephen, me gustaba. Era un poco mayor que
Jeremy y diabólicamente guapo. Llevaba un traje que
probablemente valía más que todo lo que yo tenía, y que estaba
cortado perfectamente para su marco cincelado. Parecía que
estaba listo para actuar en el porno con traje de Men.com, algo
que me permití durante unas semanas gloriosas el año pasado.
Stephen besó a Jeremy en la mejilla y me estrechó la
mano.
412
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Gracias por dejarnos venir en el último minuto —le
dije—. Espero que no estemos imponiendo.
Stephen sacudió la cabeza.
—Cuantos más, mejor. Y tengo curiosidad por escuchar
tu discurso, aunque no sé si tendrás que trabajar demasiado
para convencerme. Sé que Phoenix House es importante.
Aunque mi tiempo fue reducido allí, pude ver las posibilidades.
Me tienes a tu lado en caso de que alguien más intente darte
una mierda.
Eso me sorprendió.
Tal vez esto no sería tan malo.
ÉRAMOS ocho en total, todos hombres, y aparte de mí y
el compañero de Stephen, Adam, todos blancos. Había un
Chad y un Luke y un Chase y un Brad, y me pregunté si esta
era mi versión de un infierno monosilábico. Me regañé a mí
mismo por ser tan crítico tan rápido, pero no pude evitarlo.
Especialmente cuando Brad pareció sorprenderse de
verme y me dijo:
—Eres muy exótico —como si fuera algo que la gente
normal comentaba.
Lo dejé pasar. Por ahora. Especialmente cuando Chase
lo reprendió.
—No seas grosero.
Brad, rubio, de ojos azules y hermoso, parecía molesto.
—Fue un cumplido.
Sí, quería tomar su dinero más que nadie, y solo había
sido un par de minutos.
413
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Gracias. Yo creo.
Jeremy se puso a mi lado, frunciendo el ceño.
—Brad —dijo rígidamente—. Qué gusto verte de nuevo.
Chase, ¿sigues soportando su mierda?
Chase se echó a reír, con los dientes cegadores de
blanco.
—¿Qué puedo decir? Me mantiene joven. Parece como si
supieras de lo que estoy hablando. —Me miró de arriba abajo.
Jeremy comenzó a balbucear.
Inútil.
—Somos colegas —dije sin problema—. Yo trabajo en
Phoenix House, donde él es el director.
—Qué caritativo de tu parte —dijo Luke, bebiendo un
líquido ámbar de un cristal. Estábamos en lo que Stephen
había llamado la sala antes de desaparecer por una puerta—.
Esos niños pobres necesitan un lugar así.
Yo fruncí el ceño.
—¿Qué quieres decir?
—Que no tienen ningún otro lugar donde sientan que
pueden estar a salvo —dijo Chad, extendiendo la mano para
apretar la mano de Luke. Ah, entonces Chad y Luke. Y Chase
y Brad. Y, por supuesto, Stephen y Adam, a quienes no había
conocido todavía. Todas parejas. Alegría—. No tienen sus
propias familias.
Lo miré de reojo.
—¿Tú... no sabes lo que es Phoenix House? Quiero decir,
claro, algunos de los niños están en hogares de acogida, y
414
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
tenemos asistencia para personas sin hogar, pero ese no es el
único propósito de Phoenix House.
—Oh, estoy seguro de que no lo es —dijo Chad
rápidamente—. Y no quise ofender.
—Está bien —dijo Jeremy—. Somos... muy protectores
con nuestros chicos.
—Eso es adorable —dijo Brad—. Tus chicos. Que dulce.
No sonaba como si lo dijera en serio. Esperaba que
sobreviviera después que le quitara todo lo que tenía.
Afortunadamente, se salvó de una púa bien colocada
que habría pasado por su bonita cabeza cuando Stephen
regresó, seguido por un hombre negro sonriente. Vio a Jeremy
y chilló ruidosamente antes de apresurarse a abrazarlo con
fuerza. Jeremy sonrió mientras le acariciaba la espalda.
—Es bueno verte, Adam.
—No podía creer cuando Stephen me dijo que realmente
ibas a venir —dijo Adam, retrocediendo y sujetando a Jeremy
por los codos.
—No ha sido tan largo —dijo Jeremy.
—Mentiroso —dijo Adam con cariño—. Estoy feliz de que
estés aquí. ¿Y dónde está ese…? Debes ser Corey. Stephen me
contó todo sobre ti. Es un placer conocerte finalmente.
Parpadeé sorprendido mientras extendía mi mano.
—¿Él lo hizo? Eso es... —Mi mano fue ignorada cuando
Adam también me abrazó. Él me dio un beso en la mejilla antes
de alejarse.
—Estaba muy impresionado por ti —dijo Adam mientras
retrocedía—. Dijo que tenías una buena cabeza sobre tus
415
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
hombros. Estaba decepcionado de no haber tenido la
oportunidad de trabajar contigo.
—El deber llama —dijo Stephen—. Nos enfrentamos a
un gran cliente en la firma en el último minuto y
necesitábamos todas las manos a la obra.
—Ven —dijo Adam—. Déjame darte un recorrido por la
casa. Y luego podemos sentarnos y discutir por qué estás aquí.
—Me tomó de la mano y me sacó de la sala. Miré de nuevo a
Jeremy, viendo si me salvaría, pero él solo sonrió y saludó.
Traidor.
—... Y ELLOS no son tan malos una vez que te
acostumbras… —decía Adam mientras me conducía de vuelta
por las escaleras—. Bueno, la mayoría de ellos. Brad es un
imbécil, pero todos tenemos nuestros defectos, supongo.
—Subestimación —murmuré, con la mente
tambaleándose por el tamaño de la casa. Parecía un poco
demasiado solo para los dos, aunque mantuve ese
pensamiento para mí—. Dijo que me veía exótico.
Adam hizo una mueca.
—Tienes mi permiso para lanzarle un trago en la cara si
es necesario.
—Debidamente señalado.
Adam se detuvo al pie de las escaleras, girándose para
mirarme.
—Jeremy es un tesoro. Estoy feliz de ver a alguien más
que entiende eso y no está tratando de aprovecharse de él.
Me alarmé.
416
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Oh, oye, no quiero que tengas una idea equivocada. No
estamos…
—¿Juntos? Oh, lo sé. Pero no tienes que estar juntos
para preocuparse por los demás. Y te preocupas por él,
¿verdad?
Más de lo que nunca sabría.
—Por supuesto que sí. Él es mi amigo.
Adam sonrió.
—No puedo tener demasiados de esos. Lo extrañamos
por aquí. Han pasado años desde que lo he visto. Cuando
Stephen me dijo que venía esta noche, no podía creerlo.
Me froté la nuca.
—Él ha estado... ocupado. Ambos lo estamos. Phoenix
House es mucho trabajo.
—Apuesto a que lo es. Y no puedo esperar para saberlo
todo. Los otros tratarán de decirte que hablar de negocios
durante la cena es grosero, pero Stephen cree que cuando las
personas tienen la boca llena, eso no les permite decir
tonterías.
—Hombre sabio.
Adam puso los ojos en blanco.
—Tiene sus momentos. Sígueme, Corey.
Yo lo hice. Regresamos al salón, que se había vaciado
mientras estábamos arriba. Él asintió hacia un par de puertas
corredizas de vidrio. A través de ellos podía ver un gran
comedor formal, una larga mesa de cerezo en el centro, bajo
una araña de cristal. Los demás estaban sentados. No parecía
que la cena hubiera comenzado, a pesar de que la comida
417
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
había sido puesta sobre la mesa. Había verduras con tomates
rojos brillantes y canastas llenas de pan crujiente.
Adam abrió las puertas, y Jeremy pareció aliviado. Se
puso de pie, sacando la silla vacía a su lado. Adam me empujó
hacia él, y mientras estaba sentado, Jeremy empujó la silla,
inclinándose para susurrar en mi oído, su aliento caliente
contra mi piel.
—No me dejes solo con ellos otra vez.
Sonreí diplomáticamente mientras giraba mi cabeza
para susurrar:
—No hiciste mucho para evitar que eso suceda.
No respondió mientras se sentaba de nuevo en su silla.
Los cubiertos delante de nosotros eran caros, por
supuesto, y no me decepcionó ver cuántos tenedores había.
Estaba tratando de encontrar una forma de poder tomar unos
cuantos sin que nadie se diera cuenta cuando Adam me
preguntó qué quería beber.
—El agua está bien.
Brad frunció el ceño.
—¿No bebes?
—Agua está bien —repetí dulcemente.
Adam asintió y desapareció por otra puerta. Vi el destello
de una cocina grande antes de que se cerrara.
—¿Cómo estuvo la cosa del cuero? —preguntó Chase
desde su lugar al lado de Brad. Luke y Chad estaban a su lado.
Jeremy y yo éramos los únicos en nuestro lado de la mesa.
Parecía que Adam y Stephen se sentarían en cada extremo.
418
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Estuvo bien —murmuró Jeremy. Le habían servido
una bebida en mi ausencia, aunque parecía estar cuidándola.
—Fue mejor que bien —le dije, sin gustarme lo
despectivo que sonaba Chase—. Él hizo un gran trabajo. Me
impresionó.
—¿Te gusta el cuero? —preguntó Luke. Parecía
sorprendido.
Negué con la cabeza.
—No. No es mi estilo. No creo que pudiera lograrlo.
— Entonces, ¿por qué fuiste? —preguntó Chad.
Lo miré fijamente.
—Porque Jeremy es mi amigo y merecía tener apoyo. —
Por supuesto, habíamos ido a espiarlo y nos habían frustrado
incluso antes de que llegáramos, pero no tenían por qué
saberlo—. Eso es lo que hacen los amigos.
—El lugar se ve turbio —dijo Brad. Su bebida parecía
como si hubiera sido refrescada, y me pregunté cuántos había
tomado—. He pasado por allí un par de veces. Mala parte de la
ciudad también.
—No es turbio —espetó Jeremy.
—No lo es —le dije—. Incluso estoy pensando en volver.
—Pero dijiste que no era tu estilo —dijo Luke.
Me encogí de hombros.
—No lo es. Pero eso no significa que no pueda apreciarlo
por lo que es. Y uno de mis mejores amigos es importante allí
y yo también quería apoyarlo.
419
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Charlie —dijo Jeremy, sonriendo con fuerza—. Está
saliendo con mi padre.
—Tu padre es mayor —dijo Chase, sonando confundido.
—Así es Charlie —le dije. Adam regresó con un vaso de
agua y le di las gracias antes de mirar a los demás. Me miraban
con extrañas expresiones. Debo haber olvidado algo—. ¿Qué?
—¿Uno de tus mejores amigos es viejo? —preguntó
Luke.
Yo parpadeé.
—Sí. ¿Por qué? ¿Qué hay de malo en eso?
—Nada en absoluto —dijo Adam, mirando a los hombres
frente a nosotros mientras se sentaba en el extremo de la mesa
más cercana a mí—. La gente trae diferentes perspectivas de
todos los ámbitos de la vida. Se trata de lo que pueden
contribuir a nuestras vidas, no de las diferencias en la edad.
La edad no debería importar. —Hizo una pausa,
considerando—. Mientras las cosas sean legales, por supuesto.
Resueltamente no miré a Jeremy.
Antes de que Brad pudiera responder (y hombre, abrió
la boca rápidamente para hacer eso), Stephen empujó las
puertas, llevando una bandeja llena de filetes bien hechos.
Bruto. Los otros murmuraron con aprecio mientras lo colocaba
sobre la mesa. Nos sonrió mientras se sentaba a la cabecera
de la mesa.
—Todos los cumplidos van para Adam. Tengo suerte de
que sea un cocinero tan maravilloso.
Adam resopló mientras extendía la servilleta de tela en
mi regazo.
420
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Solo porque sobreviviste con comidas congeladas
antes de conocerme.
—Es por eso que nunca puedes dejarme —dijo
Stephen—. No creo que pueda volver atrás ahora que sé a qué
sabe realmente la comida.
Todos empezaron a escarbar. Jeremy puso ensalada en
mi plato sin preguntar. No dije nada porque había una
opresión alrededor de sus ojos y su frente estaba fruncida.
Parecía que él estaba tan incómodo como yo. Me pregunté por
qué, dado que él conocía a estas personas. Quiero decir, claro,
un par de ellos parecían imbéciles, pero, aun así. Por un
momento pensé que tenía algo que ver conmigo, pero lo
descarté. Él no me hubiera traído aquí si hubiera pensado que
iba a avergonzarlo. O al menos esperaba que ese fuera el caso.
—Corey —dijo Stephen mientras vertía una vinagreta
sobre su ensalada—. Jeremy me contó que has sido muy
bueno para Phoenix House. Sabía que lo serías. Ojalá me
hubiera quedado para ver el trabajo que has hecho.
Otra persona con la que Jeremy hablaba de mí. El tipo
no parecía ser capaz de mantenerme fuera de su boca.
Figurativamente.
—Eso es algo de él para decir. Aunque me gusta pensar
que es un esfuerzo de equipo. Todos los que trabajan en
Phoenix House saben lo importante que es el trabajo. No es
solo una persona. Somos todos nosotros.
Stephen asintió.
—Todos parecían ser completamente capaces,
especialmente Marina, viendo cómo era su proyecto. No los
conocí tan bien como me hubiera gustado, pero sabía que el
centro estaba en buenas manos cuando me fui. Más aún
después de que convencí a Jeremy para que se hiciera cargo.
Pero mi firma me necesitaba y no podía decir que no.
421
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Brad resopló.
—Quieres decir que no puedes decir no al dinero de
Andrew Taylor.
Me quedé inmóvil, el tenedor a medio camino de mi boca.
Stephen suspiró.
—No siempre se trata de dinero, Brad. Somos los
mejores en Tucson, y Taylor lo sabía. Es por eso que nos
contrató.
Chase se rió.
—Él sabe que lo sacarás de la tormenta de mierda que
creó. Se trata de relaciones públicas ahora. Tal vez puedas
decirle que me llame cuando esté autorizado. Estoy seguro de
que puedo armar un plan para rehabilitar su imagen. Trabajo
de caridad, algunas apariciones en público. —Me sonrió—. Tal
vez incluso podríamos llevarlo a Phoenix House. Tomar
algunas fotos de él con los niños. Se vería bien para él.
Puse mi tenedor abajo para no apuñalar a un hijo de
puta en la cara.
—Andrew Taylor. Como en el ex alcalde.
Deben haber oído algo en mi voz porque todos me
miraron.
—Sí —dijo Stephen—. Somos el buffet que lo representa
para su próximo juicio. —Frunció el ceño—. ¿Sucede algo? —
Miró a su plato—. ¿Algo va mal con la comida?
—No —le dije rápidamente—. Absolutamente no. Es solo
que... probablemente no deberíamos hablar sobre Andrew
Taylor mientras esté aquí.
—Estoy de acuerdo —dijo Luke—. Es tan aburrido
hablar de eso. Aunque tienes que admitir que es caliente. Y
422
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Cristo, ¿has visto a sus hijos? No puedo recordar sus nombres,
pero jódeme. La genética es fuerte en esa familia.
—Sus nombres —dije con los dientes apretados—. Son
Vince Auster y Darren Mayne.
Jeremy comenzó a asfixiarse a mi lado.
—Eso es —dijo Luke—. Vince y Darren. ¿Cuál era el
bastardo? Quiero decir, por supuesto que alguien como Taylor
ha follado por ahí, pero...
—Realmente no deberíamos estar hablando de eso —le
dije—. Especialmente porque Vince y Darren son dos de mis
mejores amigos. Y aunque es poco probable, odiaría crear
cualquier tipo de conflicto de intereses para Stephen, ya que
tengo muchas, muchas opiniones sobre el tipo de hombre que
es Andrew Taylor. —Miré a Chase—. Y ese imbécil homofóbico
no entrará en Phoenix House mientras yo tenga algo que decir
al respecto.
—Oh, mierda —suspiró Luke.
Tomé un sorbo de mi agua. Era una maravilla que el
vaso no se rompiera en mi mano con lo fuerte que lo estaba
agarrando.
—Entendido —dijo Stephen rápidamente. Parecía
asustado. Bueno. Él debería estarlo—. No lo volveremos a
mencionar. Lamento que te hayan puesto en esa posición,
Corey.
Adam se acercó y apretó mi mano.
—Eso es probablemente lo mejor. No solo no estamos
aquí para hablar sobre sus clientes, sino que no queremos
poner a nuestro huésped en una posición incómoda. Corey,
¿por qué no nos cuentas un poco más sobre tu trabajo? ¿Qué
es lo que haces? ¿Cuál es la misión de Phoenix House?
423
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Oh, la incomodidad era palpable. Aprecié a Adam
tratando de aliviar algo de eso, pero mi visión de su compañero
solo se hundió unos pocos niveles. Sabía que solo estaba
haciendo su trabajo, pero que se joda Andrew Taylor.
Jeremy se estaba recuperando, e íbamos a tener una
conversación sobre eso más tarde. Me recordé a mí mismo que
no podía haberlo sabido, dado que no sabía quién era el padre
de Vince y Darren, pero, aun así. Esa era la información que
podría haber usado antes de que aceptara venir aquí.
Respiré hondo y traté de reunir mis pensamientos.
Jeremy y yo pasamos por algunos puntos de conversación que
queríamos transmitir, pero ambos acordamos tratar de
mantenerlo fluido. No quería que esto fuera como una
presentación. Cuanto más orgánico fuera, mejor sonaría.
—Phoenix House es necesario —le dije, sin duda—. Es
importante no solo para la comunidad LGBTQ, sino que les
brinda a las personas más jóvenes un lugar donde ir donde no
hay juicios y pueden sentirse seguros al hacer preguntas que
podrían no sentirse cómodos al preguntar a sus padres o
amigos.
—Y son algunas de las personas más inteligentes que
jamás conocerás —dijo Jeremy, recogiendo el hilo—. Son
inteligentes y socialmente conscientes en formas que no sé si
éramos de su edad. —Me miró—. Bueno, la mayoría de
nosotros.
—Y son las personas que comenzarán a votar en los
próximos cuatro años —continué, sabiendo que estaba
pisando terreno peligroso al salir del camino planeado, pero sin
dar una mierda—. Hacen preguntas y saben cómo es la
injusticia. Es importante…
—Ah —dijo Brad—. Así que estás creando un ejército de
guerreros de la justicia social.
424
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Arqueé una ceja hacia él.
—¿Hay algo mal con eso?
Se encogió de hombros.
—Los liberales tienden a revolotear sobre todo para
probar su punto. —Me sonrió, una cosa condescendiente que
quería borrar de su cara—. Sin ofender.
Eso era mentira. Se refería a toda la ofensa.
—No entiendo por qué tenemos que involucrar a la
política —dijo Chase mientras cortaba el bistec, probablemente
soñando con nostalgia con Andrew Taylor besando a bebés y
rescatando gatitos de los árboles y pagándole un par de cientos
de dólares por hora.
Me limpié la boca delicadamente.
—Oh, no lo sé. ¿Quizás porque toda nuestra existencia
es un punto de discusión político?
Adam tosió, sonando como si estuviera tratando de
encubrir una risa.
—Mira —dije, cruzando mis manos frente a mí—. Sé que
lo más probable es que tengamos... ideologías políticas
diferentes, pero seguramente pueden ver cuán peligrosa es la
retórica actual. E incluso entonces, tal vez no tenga que ver
cuál es el costo cara a cara, pero nosotros sí. Tenemos niños
preocupados por su futuro y si serán deportados o no.
Tenemos niños trans que se preguntan si serán arrestados por
usar el baño que coincida con su identidad de género. Algunos
están en hogares de guarda, y aunque tienen un techo sobre
sus cabezas, a menudo no tienen adultos a los que puedan
admirar. Lo que podría llevar a situaciones aún peores.
Estudios recientes han demostrado que los niños LGBTQ
tienen más del doble de riesgo de quedarse sin hogar en
comparación con sus homólogos heteros. Y aquellos que se
425
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
identifican como LGBTQ y negros o multirraciales tienen
algunas de las tasas más altas de estar sin hogar. Y de aquellos
en nuestra comunidad que ya no tienen hogar, reportan tasas
más altas de acoso y tienen el doble de probabilidades de tener
una muerte prematura en comparación con otros. Y ni siquiera
quiero comenzar con otras estadísticas que podría ofrecerte,
como, por ejemplo, cómo la esperanza de vida de las mujeres
trans de color es de treinta y un años. Treinta. Uno.
Me recosté en mi silla.
—Y todo lo que hacemos es ayudar a otros y educar a
nuestra comunidad. Puede ser tan simple como apuntar hacia
un recurso o responder preguntas que pueden no sentirse
cómodos preguntando a sus padres o tutores o padres de
crianza temporal. El trabajo que hacemos en Phoenix House es
más importante que nunca porque podemos responder esas
preguntas y, si no sabemos la respuesta, podemos orientarlos
en la dirección correcta. Y haré todo lo que pueda para
asegurarme de que sea un lugar al que cualquier persona
pueda acudir si necesita ayuda.
—Estás siendo dramático —dijo Brad. Yo no le gustaba.
Me di cuenta de eso—. Esas estadísticas podrían venir de
cualquier parte. Y esta mierda de identidad de género es…
—Estás sobre hielo delgado —gruñó Jeremy.
Brad agitó su mano con desdén.
—¿Qué? Es esta cultura de PC en la que nos
encontramos que nos está matando. Todo el mundo está
ofendido por todo. Y ni siquiera puedo comenzar a seguir la
cantidad de pronombres que se supone que debo usar ahora.
¿Ellas? ¿Ellos? —Él resopló—. ¿Qué diablos es eso?
—Oh, sí —dije sardónicamente—. Porque es tan difícil
llamar a alguien por sus pronombres correctos. Quiero decir,
¿a qué viene el mundo?
426
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Él entrecerró sus ojos hacia mí.
—Crees que eres tan...
—Soy trans —dije, y santa mierda, las miradas en sus
caras hicieron que todo este fiasco valiera la pena. Oh, Stephen
lo sabía, y apuesto a que Adam también, pero ¿los otros? El
beso del chef Mwah—. Bigénero, si queremos ser específicos.
Así que, por favor. Habla más sobre lo que tú llamas mierda de
identidad de género para que yo pueda decirte que no todos los
hombres tienen polla y no todas las mujeres tienen vagina.
Adelante. Hazlo. —Tomé un bocado de mi ensalada. Estaba
delicioso.
Silencio.
—Eso es lo que pensé —dije después de que terminé de
masticar. Y aunque preferiría estar en cualquier otro lugar, me
sentía fuerte. Potente, incluso. Era jodidamente retorcido—.
Pero gracias por probar por qué Phoenix House es algo que
Tucson necesita. Malinterpretar a las personas es un problema
común, pero con una solución fácil. Cuando era más joven,
pensé que me estaba volviendo loco. Pensé que había algo mal
en mí. No lo había. Sólo que no sabía quién era yo. Yo deduje
eso. Tomó mucho tiempo, y si puedo ayudar a alguien más a
evitar la mierda por la que tuve que pasar, entonces habré
hecho lo que me propuse hacer. Y si comienza ayudando a
otros a entender los pronombres correctos, entonces que así
sea. No requiere mucho esfuerzo. Por supuesto, no ayuda que
el racismo y la transfobia sean tan frecuentes en nuestra
comunidad. No es que esté acusando a nadie aquí de eso, pero
seguramente puedes ver que eso es un problema.
Brad se recuperó primero, porque por supuesto que lo
hizo.
—¿Cómo diablos podemos ser fóbicos? Somos
homosexuales.
427
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Yo resoplé.
—Algunas de las homofobias y el racismo más
desenfrenados provienen de la comunidad queer. Todo lo que
tienes que hacer es abrir Grindr y ver ‘solo blancos’ o ‘no
femeninos’. Aunque es fácil señalar con el dedo, es más difícil
mirar en el espejo y ver nuestros propios defectos.
Chase miró como si estuviera eligiendo sus palabras con
cuidado.
—Entiendo tu punto. Pero no puedes evitar lo que te
atrae.
—Bueno, no —le dije—. Supongo que no puedes. Pero
tampoco puedes ser un imbécil al respecto. Aunque supongo
que hace algo bueno, porque te muestra a quién mierda evitar.
Sé que no quiero meter mi polla dentro de un racista. ¿Qué
hay de ti? Jeremy, ¿podrías pasar el pimiento? Mi filete está
un poco seco.
Podía sentirlos mirándome, pero solo miraba a Jeremy.
Me entregó la coctelera y sus ojos brillaban. Le di las gracias y
rocié mi carne. El bistec era asqueroso.
—Corey tiene razón —dijo Stephen—. Lo tenemos más
fácil que la mayoría. Es fácil olvidarlo.
—Eso es una mierda —dijo Luke—. Todavía tenemos
miradas cada vez que tomo la mano de Chad en público. Tal
vez no lo tengamos tan mal como otros, pero también tenemos
una mierda.
—Y eso apesta —le dije—. No estoy tratando de invalidar
nada por lo que has pasado. Todo lo que quiero que hagas es
tener en cuenta que eres más privilegiado que otros en nuestra
comunidad.
428
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Oh, aquí vamos —gimió Brad—. Seriamente. Eres
como un cortador de galletas SJW30.
—Y tú eres republicano —le dije con un encogimiento de
hombros—. Supongo que todos tenemos nuestros defectos.
—Me gustas —dijo Adam, palmeando mi mano—.
Puedes volver cuando quieras. —Miró a Brad—. Lo que es más
de lo que puedo decir por otros aquí.
—¿Vas a dejar que él me hable de esa manera? —Brad
le preguntó a Jeremy.
—Creo que lo hago —dijo Jeremy mientras colocaba su
brazo sobre el respaldo de mi silla—. Estás siendo un imbécil,
Brad.
—Es como estas siendo —dijo Chase, mirando a Brad
con recelo—. ¿Qué jodido problema tienes?
La cara de Brad estaba roja, ya sea con bebida o con ira,
no lo sabía.
—¿Mi problema? Mi problema es que este maldito
transexual me está enseñando...
Lo había escuchado antes. Esa palabra. Más veces de
las que me importaba pensar. Una vez podría haberme cortado
en dos. Y aunque podía admitir que me dolió un poco, no tuvo
el poder sobre mí, como antes. Yo era un maldito guerrero, y
Brad había cometido un error fatal.
Sentí que Jeremy se tensaba a mi lado, pero antes de
que pudiera hacer algo estúpido, como lanzarse sobre la mesa,
Adam golpeó su mano, causando que su vajilla vibrase y su
bebida cayera sobre el mantel.
—No. Absolutamente no. ¿Te atreves a usar esa palabra
aquí? ¿En mi casa? Te disculpas y te disculpas ahora, o te
30
Marcado por la similitud y la falta de originalidad ; Producido en masa.
429
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
largas de aquí y nunca vuelves. —Levantó una mano mientras
Stephen intentaba intervenir, aunque no apartó la vista de
Brad—. Haz tu elección, Brad.
Pensé que Brad se levantaría y se iría enojado. Me
sorprendió cuando murmuró una disculpa a medias.
Jeremy no parecía pensar que fuera lo suficientemente
bueno, y comenzó a levantarse de su silla. Me estiré y puse mi
mano en su muslo, apretando con fuerza. Se relajó y dejé mi
mano donde estaba.
—Gracias, Brad —le dije con calma—. Brad Renner,
¿verdad? Trabajas en bienes raíces.
Él parpadeó.
—¿Cómo sabes... Jeremy te dijo eso?
Negué con la cabeza.
—No. No dijo una palabra. He visto tu cara pegada por
toda la ciudad. Vallas publicitarias. Bancos de autobuses.
Tienes bastante éxito. Prestigio. No me gustaría pensar qué
pasaría si se supiera qué clase de persona eres. Quiero decir,
¿puedes imaginar lo que sucedería si alguien publicara una
revisión de ti en línea y se supiera que eras transfóbico? —
Suspiré y sacudí la cabeza—. Dios, eso sería perjudicial, ¿no?
Especialmente si se lo devuelven a tu empleador o a tus
clientes. Me pregunto si podrías considerar donar a una causa
específica que podría ayudar mucho a evitar que eso ocurra.
—Jadeé—. ¡Oh! Ya lo sé. Como Phoenix House. Es por eso que
estamos aquí, ¿verdad? —Le sonreí magnánimamente.
—¿Me estás chantajeando? —preguntó incrédulo.
Me reí.
430
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Detalles. Brad, Brad, Brad. Por supuesto que no. El
chantaje implica que me beneficiaría financieramente. ¿No es
así, abogado?
—Eso es correcto —dijo Stephen, y aunque no lo miré,
me di cuenta de que estaba tratando de mantener una sonrisa
fuera de su rostro.
Asentí.
—¿Lo ves? No se trata de mí. Se trata de retribuir a esta
comunidad de la que eres parte. ¿Te imaginas la publicidad
que recibirías? Especialmente si involucras a tu oficina. No
sólo sería una deducción de impuestos, sino que demostraría
que eres una persona amable y generosa, empleada por
personas que se preocupan por el futuro de los niños queer,
sin importar cuáles sean sus pronombres. —No me perdí cómo
los otros se escabullían más abajo en sus asientos—. Eso va
para todos. Piensa en ello como una inversión. —Le sonreí a
Adam—. El bistec no está seco. Solo te estaba molestando.
Él olfateó, sus ojos brillaban.
—Por supuesto que no lo está. Sólo lo mejor, por
supuesto.
—Por supuesto —estuve de acuerdo. Yo aplaudí mis
manos—. Esto es divertido. Me estoy divirtiendo. Me aseguraré
de que nuestro administrador se ponga en contacto con todos
ustedes la próxima semana. Tengan en cuenta que mientras
nuestro presupuesto operativo no sea alto, cuanto más puedan
aportar, mejor estaremos todos. Ahora no es el momento de ser
tacaño. Es la temporada de dar, después de todo.
—Es julio —dijo Chase débilmente.
Le sonreí, afilado como una navaja.
—Lo sé.
431
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sé que nuestra firma estaba buscando una nueva
organización benéfica para involucrarse —dijo Stephen
lentamente.
Le guiñé un ojo.
—Qué fortuito. Es decir, es probable que esté recibiendo
una buena compensación de ciertos clientes tal como están.
Probablemente solo tengas pilas de billetes por ahí que
podríamos quitarte las manos. Ahora, gracias por escuchar
nuestra propuesta de Phoenix House. Fue más corto de lo que
esperaba, pero veo que todos son hombres que prefieren la
franqueza antes que los tópicos. Ya basta de negocios, ¿no
creen? De repente me muero de hambre.
La cena fue mayormente silenciosa después de eso.
No fue hasta más tarde que me di cuenta de que no
había movido mi mano del muslo de Jeremy. Y su brazo nunca
dejó el respaldo de mi silla.
ADAM Y STEPHEN nos acompañaron hasta la puerta.
Los demás estaban tomando unas copas en el salón, pero
pensé que era mejor si nos escapábamos mientras
pudiéramos, especialmente porque Brad seguía mirándome
como si yo fuera el diablo.
—Bueno, esto ciertamente ha sido una noche para
recordar —dijo secamente Stephen.
Ahora que mi ira estaba menguando, estaba empezando
a sentirme culpable. Odiaba hacerlo, pero seguía ahí. No se
merecían mi culpa.
—No quise decir…
Adam negó con la cabeza.
432
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo hiciste. Y fue correcto. A veces se necesita un
martillo para atravesar las capas de mierda.
Gemí mientras Jeremy se reía.
—Oh, ¿podrías creer eso? Martillo. ¿Me pregunto dónde
hemos escuchado eso antes?
—Cállate —murmuré mientras Adam y Stephen
parecían confundidos—. Estás en un gran problema, ni
siquiera lo sabes.
—No me gustaría estar en tus zapatos —le dijo
Stephen—. Corey es ciertamente... determinado cuando
necesita serlo.
—No tienes idea —dijo Jeremy.
Adam me dio unas palmaditas en el hombro.
—No estaba mintiendo cuando dije que serías
bienvenido cuando quisieras.
—Probablemente te vas a arrepentir de eso —le dije—.
Se está haciendo evidente que no debería mostrarme en
público en absoluto.
—Nah —dijo—. Es... refrescante.
—Esa es una forma de decirlo —murmuró Jeremy.
Adam frunció el ceño.
—Y... —Sacudió la cabeza—. Lo siento por lo que pasó
allí. Sé que es fácil juzgar a uno por la compañía que
mantienen, pero tengo la sensación de que las cosas van a
cambiar en esta casa en un futuro cercano. Por favor, no
piensen que, nosotros, aprobamos lo que se dijo. Nosotros no.
Nunca lo hemos hecho.
433
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Tienes razón —dije sin rodeos—. Es fácil juzgar. Brad
todavía está aquí, después de todo.
Adam asintió, pero no dijo nada más.
Stephen envolvió su brazo alrededor de la cintura de
Adam.
—Sabía que eras alguien especial —dijo—. Simplemente
no sabía qué tan especial. Jeremy, envíame la propuesta por
correo electrónico tan pronto como puedas. Le haré una
llamada a Marina la próxima semana y le haré saber cuál es el
plan. Y me aseguraré de que los demás cumplan su palabra —
inclinó la cabeza hacia mí— ¿Has pensado en volver a Phoenix
House después de graduarte?
Sonreí débilmente.
—Realmente no he pensado mucho.
—Considéralo, Corey. Ese lugar necesita a alguien como
tú. Demonios, dale un par de años y puedo verte como director.
Serías perfecto para el trabajo. Cualquier recomendación que
pudiera hacer, lo haría en un abrir y cerrar de ojos.
Fui tocado.
—No eres tan malo, supongo.
Él rió.
—Es bueno escuchar eso. —Se puso serio—. Y lamento
que hayas tenido que enterarte de todo lo de... Andrew Taylor
como lo hiciste. No puedo imaginar cómo debe ser esto para
sus hijos. No veo cómo deben participar, pero haré todo lo
posible para asegurarme de que eso no suceda, sin importar.
Yo le entrecerré los ojos.
—Sin embargo, no vas a renunciar a él como cliente.
434
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Él no apartó la mirada.
—No. No lo haré.
Asentí.
—No lo creía. Solo espero que entiendas el tipo de
persona que es. Y tendrás mis pensamientos y oraciones
cuando pierdas el próximo juicio. En cualquier caso, me llevaré
tu dinero, de todas formas. No soy tan delicado como eso. Tal
vez incluso puedas decirle para qué sirve...
—Y esa es nuestra señal de irnos —anunció Jeremy y
comenzó a arrastrarme por la pasarela hacia su coche de
puta— gracias, Stephen, Adam. Hablaremos pronto.
—¡Adiós, Brad! —grité hacia la puerta abierta—. ¡Fue un
placer conocerte! ¡Ten una buena vida!
—Siempre tienes que decir la última palabra, ¿no? —
gruñó Jeremy.
Claro que sí, carajo.
Y así fue como saqué su dinero a los Super Gays para
salvar el centro juvenil.
Jodidas películas de los ochenta.
435
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 13:
Estoy Tan Jodidamente
Atornillado (Edición Semi-
Porno)
Estaba exaltado. Apenas podía quedarme quieto
mientras salíamos de las colinas y regresábamos al valle.
—Quiero decir, ¿viste las miradas en sus caras? Pensé
que Brad iba a lanzar el primer puñetazo. Lo que hubiera
estado bien porque soy un hijo de puta cuando necesito serlo.
Quiero decir, claro, él es más grande que yo y nos superaron
en número, pero hubiera luchado sucio porque hubiera sido
increíble. Ir por la garganta o las bolas de inmediato. Siempre.
Jeremy me miró, los faros de los coches que se
acercaban parpadeaban.
—Aprecio que hayas retenido tu... rudeza.
Me reí salvajemente.
—No hay problema, hombre. —Estaba bombeado. Me
sentí un poco enloquecido. Todo era adrenalina, y
probablemente me estrellaría pronto, pero estaba montando
esa ola por todo lo que valía—. ¿Por qué diablos eres amigos
con ese gilipollas? —Le entrecerré los ojos—. ¿Por qué eres
amigo de él?
436
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No lo soy. Brad es... un conocido. Nada más.
Estaba aliviado.
—Bueno. Porque casi me sentiría mal hablando de él si
fuera tu amigo.
—¿Casi?
Le sonreí.
Sacudió la cabeza.
—Eso fue... diferente a lo que esperaba.
Mi sonrisa se desvaneció. Ahí estaba la culpa otra vez.
—Mierda. Lo siento.
Sus ojos se ensancharon. Extendió la mano y apretó mi
pierna antes de retirar su mano.
—No. No tienes nada por qué disculparte. De hecho,
debería ser yo quien se disculpe contigo.
No estaba equivocado.
—Nah. Está bien. Entiendo que existen personas como
Brad, y apesta, pero no estoy preocupado por él. Sé quién soy,
y ningún insulto cambiará eso. Soy más fuerte que eso. Más
fuerte que él. Al final, tengo que ser exactamente quien se
supone que debo ser, y él seguirá siendo un imbécil que nos
dé su dinero. Y demonios, probablemente lo calificará
mentalmente que lo está haciendo por su propia elección. Lo
hará sentirse bien consigo mismo.
—Todavía quieres dejar esa revisión, ¿verdad?
Gemí mientras me frotaba la cara con una mano.
—Mucho. No tienes idea. Pero no lo haré. Mientras él
cumpla su parte del trato. —Miré por la ventana—. Sin
437
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
embargo, hubiera sido bueno saber sobre el asunto de Andrew
Taylor.
Jeremy suspiró.
—No lo sabía... ¿Vince y Darren? ¿En serio?
—Loco, ¿verdad?
—Ellos son tan... distintos a él.
Yo resoplé.
—Eso es porque escaparon de su mierda. Darren fue
criado por su madre, una enfermera ruda que vive en Phoenix.
Y Vince... bueno. Vince no dejó que sus padres rompieran
quién es él. Le hicieron daño, especialmente Taylor, pero Vince
encontró un lugar al que pertenece. Él tiene una familia que lo
acepta. No es un accesorio para ser sacado para una sesión
fotográfica. No es un chiste.
—¿No hablan con su padre?
Negué con la cabeza.
—Darren no da dos mierdas por Taylor. Vince... después
de que su madre murió, creo que vio a Taylor en el funeral,
pero eso fue todo. ¿Por qué mantendrías personas en tu vida
que no te causan más que angustias?
—Todavía es su padre —señaló Jeremy, y antes de que
pudiera replicar, continuó—: No es que esté defendiendo a
Andrew Taylor de ninguna manera.
—La sangre no lo es todo —le recordé—. Tú de todas las
personas deberías saber eso.
—Lo hago —dijo mientras se aflojaba la corbata—.
Simplemente me lanzó por un bucle, al escuchar eso. Nunca
lo mencionaron. Al menos no cuando estaba cerca.
438
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No hablan mucho de él. Eso es lo que pasa cuando tus
padres hacen más mal que bien. Todo se reduce a la elección.
¿Y por qué demonios elegirías seguir sometiéndote a alguien
como él? No necesitan a Andrew Taylor. Ellos tienen a su gente.
Podemos ser ridículos y los jodemos mucho, pero siempre
vamos a cuidar la espalda de los demás.
—Harías cualquier cosa por ellos —dijo Jeremy. No era
una pregunta.
—Joder, sí, lo haría. Ellos son mi familia Y nadie jode a
mi familia.
Él se rió en voz baja.
—Estoy empezando a ver eso. —Lo miré cuando él
comenzó a sonreír—. Lo conseguimos.
—¡Claro que lo conseguimos! —Cante en el cálido aire
nocturno. Levanté mis manos—. Estuvimos jodidamente
increíbles. Tengo que avisarle a Marina. Ella va a volverse loca.
—Saqué mi teléfono de mi bolsillo y comencé a escribir con
furia.
Solo le llevó un par de minutos responder, un texto lleno
de caritas sonrientes y emojis de arco iris. Fuimos de un lado
a otro por un tiempo, prometiéndome que le contaría los
detalles más tarde, y solo levanté la vista cuando el Jeep se
detuvo y Jeremy apagó el coche.
Parpadeé cuando vi dónde estábamos.
—¿Qué estamos haciendo aquí?
Jeremy salió del Jeep y caminó por la acera frente a
Phoenix House. Salté del coche de puta cuando Jeremy se
dirigió hacia la puerta principal, con las llaves tintineando en
sus manos.
439
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Olvidé mi portátil aquí antes. Voy a cogerlo para poder
enviarle la propuesta a Stephen de inmediato y darle todo el
tiempo posible durante el fin de semana para revisarlo.
Eso tenía sentido. Caminé detrás de él cuando abrió la
puerta y encendió las luces justo dentro. Era extraño lo
tranquilo que estaba el edificio. Normalmente la música estaba
a todo volumen y la gente se reía.
Jeremy me miró. Él estaba sonriendo, luciendo más
suave de lo que lo había visto antes. La tensión que había
estado en sus hombros todo el día había desaparecido. Parecía
suelto y feliz. Era contagioso. No pude evitar sonreírle.
Caminamos por el pasillo hacia su oficina. Antes de
llegar a la puerta, su teléfono sonó. Lo sacó de su bolsillo,
frunciendo el ceño mientras pasaba la pantalla. Escribió una
respuesta rápida antes de guardarlo en su bolsillo.
—¿Todo bien? —le pregunté mientras mantenía abierta
la puerta de su oficina para mí.
Sacudió la cabeza.
—No es nada. ¿Recuerdas a ese tipo del bar de cuero?
¿Griffin?
Casi me tropecé con mis propios pies, pero logré
mantenerme erguido.
—Oh, sí. Parecía un buen tipo.
Odiaba todo sobre él.
—Lo es —dijo Jeremy mientras rodeaba su escritorio—.
Solo es... persistente.
La sangre corría por mis oídos.
—¿Oh? ¿Con qué?
440
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Jeremy no se encontró con mi mirada. Abrió su portátil.
—Lo normal.
Qué exasperadamente vago. Me reí débilmente.
—No sé lo que eso significa.
Jeremy dejó escapar un suspiro mientras escribía en su
portátil.
—Solo... —Me miró con una expresión inescrutable—.
Somos amigos ¿verdad?
Para bien o para mal.
—Sí, Jeremy. Somos amigos.
Jeremy me miró por un momento antes de asentir.
Apenas me deje inquietarme.
—Él me pidió salir. Esa noche. Después de la
competición.
Sí, pensé que sería algo así.
—¡Eso es genial! —dije alegremente—. Haríais... haríais
una gran pareja. Por todo eso... del cuero.
Jeremy negó con la cabeza mientras miraba hacia su
portátil.
—Sip, supongo.
Algo estaba mal. Podía oírlo en su voz.
—¿Cuál es el problema? ¿Es malo?
—No. No es eso. Es... —Cerró el portátil de nuevo. La
única luz provenía de una lámpara en la esquina. La
habitación estaba cubierta de sombras, y todo parecía irreal—
. Es lo que es.
441
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No sé lo que eso significa —admití.
Venir aquí fue un error. Deseaba que me hubiera llevado
a casa. No quería tener esta conversación. Ahora no. No
después de la noche que habíamos tenido.
—No se siente real —soltó Jeremy, mirando sorprendido
por sus propias palabras—. Es... como Sandy.
¿De qué diablos estaba hablando?
—¿Sandy?
Estaba frustrado. Tenía la boca curvada hacia abajo y
golpeaba con los dedos el escritorio.
—Cuando él es Helena, es... un espectáculo. Es una
actuación. No es quien es.
—Es parte de él —corregí suavemente—. No lo define.
—¿Qué piensa Darren?
—Darren ama a Sandy por Sandy. No por Helena. Si
Sandy decidiera no volver a actuar, no cambiaría nada para
Darren. Él ve a Sandy por quien realmente es.
Jeremy asintió lentamente.
—Es lo mismo para mí. Todo el asunto del cuero, es...
no es todo lo que soy. No estoy arraigado en esa vida como lo
están los demás.
No tenía idea de lo que estaba pasando.
—Bueno. ¿Qué tiene eso que ver con Griffin?
—Solo me ve como una cosa. No conoce el resto.
No podía creer lo que iba a decir a continuación.
—¿Como sabes eso? ¿Has intentado averiguarlo?
442
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Jeremy me frunció el ceño.
—Sé que el tipo de persona es.
—Entonces solo dile que no. No es tan difícil. O di que
sí, y tal vez te sorprenda. De cualquier manera, lo sabrás. —
Tragué saliva, pero seguí adelante—. Y si no es él, será otra
persona. Ya verás. Encontrarás a alguien y va a ser increíble.
Te lo mereces.
El silencio que siguió fue ensordecedor. El único sonido
provenía del edificio que crujía a nuestro alrededor.
Luego dijo:
—Muchas personas no me ven a mí.
—Lo sé —dije en voz baja—. Confía en mí, lo entiendo.
Él asintió.
—Lo haces. Tal vez más que nadie que haya conocido.
¿Por qué?
Me encogí de hombros.
—Se trata de experiencia, creo. Todo por lo que hemos
pasado. La gente me ve como un hombre y piensa, oh, es un
tipo. Y entonces la misma gente me ve como mujer, y eso los
confunde. Ven el color de mi piel y esperan que yo sea de cierta
manera. Pero no estoy aquí para satisfacer cualquier
curiosidad que tengan. Soy birracial y soy bigénero. Y estoy
orgulloso de esas dos cosas y, sin embargo, soy más que eso.
Y eso es lo que algunas personas no consiguen entender, pero
no importa. No necesito su aprobación. Pensé que la
necesitaba una vez. Pero aprendí que las únicas personas que
importan son las que no les importan esas cosas.
—Yo te veo —dijo Jeremy—. Por todo lo que eres. Por
todo lo que no eres.
443
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Comencé a retroceder hacia la puerta.
—Oye, eso es genial. Gracias. Es bueno de tu parte
decirlo. Y no te preocupes por Griffin o por gente como él. Son
una moneda de diez centavos entre docenas. Todo se resolverá.
Ya lo verás. —Me volví hacia la puerta y mi mano estaba en el
pomo cuando volvió a hablar.
—¿Tú me ves?
Bajé la cabeza. No sabía lo que estaba pasando. Escuché
lo que le había dicho a Marina. Había dejado sus pensamientos
perfectamente claros. Y sin embargo aquí estábamos, y era
confuso. Mi corazón se sentía como si estuviera atrapado con
un tornillo torcido apretado. No era justo. No me gustaba que
me jodieran.
—Sí —dije con voz ronca—. Te veo. Cristo, te veo.
No le oí moverse. En un momento pensé que todavía
estaba en su escritorio, y al siguiente su mano estaba en mi
hombro. Me puse tenso, e incluso mientras tiraba de mi
suavemente para darme la vuelta, aún pensaba en abrir la
puerta y...
Besar a Jeremy Olsen no fue una revelación. No fue una
explosión de luz en un sueño del que nunca quería
despertarme. Era su barba raspando contra mi barbilla. Eran
nuestros dientes chasqueando juntos. Era incómodo y seco
hasta que giramos nuestras cabezas a la perfección. Era su
mano en la parte posterior de mi cuello, las respiraciones
agudas a través de su nariz. Abrió su boca ligeramente, y sentí
el deslizamiento de su lengua en mi labio inferior.
Era real.
Todo esto era real.
444
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
No fue largo, fueron como muchos segundos. Pero me
devastó. Él me devastó. Me hizo pedazos, y fue todo lo que
pensé que sería y nada de lo que esperaba.
Era caliente y sabía cómo el líquido ámbar que había
estado tomando en la cena.
No quería que se detuviera. Pero lo hizo. Por supuesto
que sí.
Primero rompió el beso, apartándose antes de poner su
frente contra la mía.
Los dos estábamos jadeando.
—Mierda —suspiró—. Mierda. Mierda. Mierda. Lo siento.
No debería haber...
—Pero lo hiciste —dije, con mi voz quebrada—. Lo
hiciste.
La punta de su nariz rozó la mía.
—Lo sé. Y pensé... no sé lo que pensé.
Dio un paso atrás, dejando caer su mano a un lado. Sus
ojos estaban muy abiertos y sorprendidos, como si no pudiera
creer lo que acababa de hacer. Esperé a ver el arrepentimiento.
No había ninguno. No estaba listo para eso.
Me di la vuelta y abrí la puerta. Lo cerré detrás de mí y
me desplomé, intentando recuperar el aliento. Sentí que la
puerta se movía detrás de mí y supe que todavía estaba allí.
Esperando.
—Joder —le susurré.
—Puedo escucharte —murmuró. Su voz estaba apagada,
pero sus palabras eran claras. Levanté la vista para ver la
ventana sobre la puerta abierta.
445
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí —logré decir—. Yo también puedo escucharte. ¿Por
qué hiciste eso?
Él dudó. La puerta se movió de nuevo, y pensé que
estaba de espaldas como yo.
—Porque quería. Más que nada.
Mis pensamientos se arremolinaban en mi cabeza.
—Pero dijiste... te escuché... —Me deslicé hasta el suelo,
sintiendo mis piernas como gelatina.
—¿Escuchaste qué?
Golpeé mi cabeza contra la puerta, tratando de despejar
mis pensamientos.
—Hace un par de días. Después de la reunión con
Marina. Le dijiste que no estabas interesado en mí. Que yo era
demasiado joven.
Él gimió.
—Mierda. ¿Cómo diablos hiciste...?
—El respiradero en tu oficina. Hay uno en la nuestra.
Puedes oír casi todo. —Hice una mueca—. No quería... no
estaba tratando de escuchar. Pero te escuché decir mi nombre
y luego…
Mira. Corey es... mi amigo. Sí, soy su jefe y sí,
socializamos fuera del trabajo, pero eso es todo. Joder, Marina.
Él es apenas mayor que cualquiera de los niños por aquí. Yo no
haría eso.
—Oh —dijo Jeremy.
Resoplé a mi pesar.
—Sí. Oh.
446
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No era verdad... No lo era. —Se rió amargamente—.
Estaba tratando de convencerme a mí mismo tanto como
estaba tratando de convencerla a ella. No fue... No tienes ni
puta idea de lo difícil que ha sido. Que mal me he sentido.
—Sí —dije secamente—. No tengo la mínima idea.
Silencio. Entonces:
—No comenzó de esa manera. No habría... tú eras mi
estudiante. Y pude apreciar todo de ti. Lo brillante eras, lo
inteligente. ¡Y esa jodida boca!
Me atraganté con una risa.
—¿Pensando en mi boca, profesor?
—Jesucristo. ¡Eso no es lo que quise decir!
—Claroooo.
—¿Me escuchas?
Negué con la cabeza, aunque él no podía verme.
—Estoy escuchando.
—Estaba orgulloso de conocerte —dijo—. Porque eras
tan feroz y fuerte y sabía que ibas a llegar muy lejos. No es
frecuente que alguien como tú se cruce en mi camino, y no
podía esperar para ver de lo que eras capaz.
Estaba empezando a entender.
—Y luego me presenté aquí.
—Lo hiciste —estuvo de acuerdo.
—Pero...
Sonaba como si estuviera haciendo una mueca.
—Puede que hubiera comenzado antes de eso.
447
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Uh. ¿Qué?
—La boda.
Santa mierda.
—¿La boda de Paul y Vince?
—¿Hemos estado en alguna otra boda?
—¡Oye! ¡No hay necesidad de ser sarcástico en medio de
eventos que cambian la vida! ¿Quién diablos te crees que eres?
¿Yo?
—No lo soñaría —dijo—. Pero al verte allí, rodeado de tus
amigos, fue... algo cambió. No sabía qué y pensé que no era
nada al principio. Pero seguí pensando en ti, y...
—Te espié en la biblioteca —solté.
Más silencio. Todo el silencio. Pensé en levantarme y
huir lo más rápido que pudiera, pero antes de que mi cerebro
enviara el mensaje a mis piernas, Jeremy dijo:
—Qué. —Solo así, plano y sin ninguna consideración
hacia la puntuación correcta. Cómo diablos podía llamarse a
sí mismo un profesor, nunca lo sabría.
—Umm. ¿Nada? ¿Sabes qué? Olvida que dije eso.
Porque era lo peor, dijo:
—No sé si puedo ahora. Nunca he tenido un acosador
antes.
Me di la vuelta y miré a la puerta por encima de mi
hombro.
—¡No te estaba acosando! Estaba... —Piensa algo suave.
Piensa algo genial—. ¡Te estaba admirando desde lejos!
Bien joder.
448
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿De verdad? —dijo, y no debería haber sonado tan
alegre. Iba a joder su mierda.
—¡No! —repliqué—. Eso no es lo que quería decir. Lo que
quería decir era que estabas allí, te vi a través de las pilas y
quizás te observé un poco, pero eso fue todo. No te estaba
acechando en absoluto.
—Excepto por todas las partes donde eso suena como
acoso.
—Semántica —dije, y mi piel vibraba. Todavía no tenía
una idea clara de lo que era esto, lo que él estaba tratando de
decir. No quería nada más que abrir la puerta de nuevo, mirar
su cara para poder asimilar todas las micro expresiones, pero
estaba asustado por lo que pudiera encontrar. Esto era
monumental, y había pasado mucho tiempo luchando contra
él.
—Sólo tengo veintitrés años.
Él suspiró.
—Sí. Los tienes.
—No, no quise decir... mira. Yo sé quién soy. Sé de lo
que soy capaz. Sé lo que voy a hacer con mi vida. —Hice una
pausa, considerando—. Un poco. Pero no soy como.... no es
una cosa para mí. No tiene por qué serlo.
—Eso puede ser, pero no podemos ignorarlo. Y luego
está el hecho de que sigo siendo tu jefe.
Mis hombros se desplomaron.
—Sí. Ahí está eso.
—Lo que significa que, si algo sucediera, no puede
suceder ahora. No arriesgaré tu futuro por nada. Nunca.
—Así que ¿qué hacemos?
449
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No lo sé. No sé mucho de esto.
—¿Qué sabes? —le pregunté mientras me mordía el
labio inferior.
—Que no puedo sacarte de mi cabeza. Y no quiero.
Gruñí.
—No puedes decir cosas así. ¿Sabes lo que me hacen los
cumplidos? No lo supe hasta que empezaste con tu mierda.
Oh, Corey, eres tan maravilloso. Oh, Corey, estoy tan feliz de
que estés aquí. Oh, Corey, este es John Mayer, y estoy tratando
de decirte que tu cuerpo es un país de las maravillas.
Tosió ásperamente.
—¡Eso no es lo que era!
—Esa es la única razón por la que ese tipo de música
debería ser tocada —le espeté—. Es una afrenta a todo lo que
aprecio, y la única forma de hacerlo es si intentas meterte en
mis pantalones.
—¿Qué? Es un vocalista increíble con habilidades en la
guitarra que...
—¡Cierra tu bocota! —Le gruñí—. Tienes el peor gusto
por la música, y estoy reconsiderando todo sobre esto. Si tengo
que volver a escuchar tu música de mierda, voy a tomar tu caja
de CD y la quemaré.
—No te atreverías.
—Pruébame, Olsen. Si incluso estás considerando
comenzar conmigo, habrá algunos cambios.
—¿Y qué si quiero?
Era mi turno de atragantarme con la lengua y olvidar la
inflexión.
450
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Qué.
—Corey, eres tan maravilloso. —Su voz era áspera—.
Corey, soy tan feliz de que estés aquí. Corey, pienso en ti todo
el tiempo y soy más feliz cuando veo tu cara.
—No empieces algo que no puedes terminar —le advertí.
Mi piel estaba caliente Levanté la mano y me aflojé la corbata.
El aire se sentía espeso a mi alrededor.
—Puedo terminar —dijo, y había un extraño tono en su
voz—. Confía en mí en eso.
La respiración empezaba a ser más dura y no era lo
único. Malditos sean estos pantalones.
—¿Puedes? —dije, y lo estaba empujando, hacia donde,
no estaba seguro—. No creo que puedas.
Y él lo sabía. Oh, Señor, él lo sabía.
—Lo he pensado antes —dijo casi
conversacionalmente—. Ese primer día en mi oficina. Fue
fugaz, pero estaba allí. Y luego lo pensé cuando te vi en la
cocina mientras corría por delante de tu casa. Todo ese
potasio.
—Oh mierda —le dije, y lo odiaba—. Eso es terrible.
Sigue.
—Fui a casa esa mañana. Estaba sudando. Mi piel
estaba enrojecida.
Froté mi mano por mi pecho hacia mi estómago. La
camisa de vestir estaba ligeramente húmeda. Mis dedos
descansaban contra la hebilla de mi cinturón.
—Esos pequeños shorts que llevabas puestos. Son
obscenos.
451
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí —dijo—. Lo sé. Y cuando se mojan, puedes verlo
todo.
A la mierda Me desabroché el cinturón antes de
desabrocharme los pantalones. La presión disminuyó.
—Por supuesto que se puede.
—Me estaba exhibiendo. Nunca me los había puesto
antes, pero quería que los vieras. No sabía si estarías mirando,
pero pensé que podría tener una oportunidad. Me pregunté
cómo habría sido si hubiera llamado a tu puerta.
Metí mi mano dentro de mis pantalones. Estaba medio
duro, y me agarré, dándole a mi polla unos tirones a través de
mi ropa interior.
—Te habría dejado entrar.
—¿Sí? —preguntó, y su voz estaba jodidamente
enronquecida—. ¿Qué habrías hecho?
Joder, esto estaba mal.
—Hubiera lamido el sudor de tu pecho.
—Joder —gimió—. ¿Te estás tocando? Por favor dime
que lo estás haciendo.
Yo estaba, lentamente masturbándome. Ya había un
punto húmedo a través de mi ropa interior.
—Lo estoy. Estoy duro, Jeremy. Maldita sea, estoy muy
duro.
—Cristo —murmuró, y la puerta se sacudió mientras se
movía—. Entro y me estás lamiendo. Lamiéndome el pecho.
—Sí. Sabes salado. Tu piel esta mojada. Muevo mis
manos hacia tu estómago.
452
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Mis manos están en tu pelo. Estoy tirando de él. Haces
estos jodidos ruidos, y quiero atraparlos de tu lengua.
—Me meto dentro de tus pantalones cortos. Froto la
punta de tu polla con mi pulgar. —gimió, y me imaginé que
estaba haciendo justo eso. Saqué mi polla, empujando mi ropa
interior justo debajo de mis bolas.
—Te estoy chupando el cuello —dijo—. Mis dientes están
en tu garganta. Quiero follarte la mano. Tu boca. Tu culo.
Tiré de mis bolas mientras me acariciaba.
—Te dejaría. Te dejaría follarme como quisieras.
—Me quitas mis pantalones cortos. Estoy desnudo y tú
todavía estás completamente vestido. Tu mano está apretada
a mi alrededor.
Me apresuré. El sudor goteaba por la parte de atrás de
mi cuello.
—Quiero que te derrames —le dije—. Justo ahí. Justo
dentro de la puerta de mi casa. Quiero que te derrames sobre
mí. Me pongo de rodillas. Te chupo las bolas.
Él gruñó.
—Te ves tan bien ahí abajo. Me miras mientras te tragas
mi polla. Tus ojos son muy grandes cuando bajas. Tu nariz
está presionada contra mi pubis.
—No me ahogo —le gruñí—.Puedo soportarlo. Puedo
tragar todo.
—Tengo tu cara allí. Puedo sentir tu garganta trabajando
a mi alrededor. Me alejo, pero no del todo, antes de empujarme
de nuevo. Tu boca está tan condenadamente caliente mientras
te follo la cara.
453
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Más —me las arreglé para decir. Estaba a punto de
correrme—. Venga. Dame más.
—Oh, lo haré —prometió sombríamente—. Te doy todo
lo que puedes tragar. Mis bolas están golpeando contra tu
barbilla.
—La sacas y golpeas mi cara con tu polla. Sacudes mi
cabello antes de hacerme chupar tu polla otra vez.
—Te ves tan hermoso ahí abajo —dijo—. Dios, te quiero
de rodillas delante de mí todo el tiempo.
—Córrete para mí —jadeé mientras me acariciaba más
rápido—. Quiero que te corras en mi cara.
—¿Sí? —dijo, y pude escucharlo acariciando su polla al
otro lado de la puerta—. Lo quieres.
—Por favor. Por favor, córrete conmigo.
—Voy a correrme sobre ti. Como quieres. Corey, voy a
correrme, joder.
Y con un giro práctico de mi mano sobre la cabeza de mi
polla, mecí mi cabeza contra la puerta cuando bajé, salpicando
mi pecho y barbilla. Me enderecé y lo escuché gemir a través
de la puerta.
Luché por recuperar el aliento mientras dejaba caer mi
mano al suelo, mi polla sobresalía de mis pantalones y estaba
tendida contra la camisa de vestir.
Podía oírlo jadeando a través de la ventana abierta sobre
nosotros. No sabía qué decir.
Y luego:
—Oh, joder.
454
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí —dijo, y si esa era su voz sexual, estaba jodido para
siempre—. Santa mierda.
—¡No, no entiendes! —Me senté con los ojos bien
abiertos—. Acabo correrme encima.
—Lo sé. Yo también lo hice.
—No, maldita sea, ¡este no es mi traje! ¡Me lo han
prestado! ¡Acabo de correrme en el traje de otro hombre!
¿Sabes lo que me va a hacer? Nunca se salpica un traje que te
han prestado. Nunca. ¡Especialmente en un traje de un
hombre negro!
Hubo un momento de silencio antes de que se echara a
reír. Me quedé atónito.
—¡No es gracioso!
—¿Eso es lo que te preocupa?
—¡Flavius me va a matar!
Eso lo encendió aún más.
—¿Quién diablos es Flavius?
—¡El chico que me peinó y al que voy a tener que explicar
que acabo de masturbarme en el trabajo con mi jefe!
Se rió más fuerte.
Yo fruncí el ceño.
—Eso es. Se acabó. Sea lo que sea, ya está muerto y ya
lo superé.
—Mentiroso.
—Cuidado, Olsen —le advertí—. Mi mano está pegajosa,
y mi polla no regresará a mis pantalones sin rasgar la tela. No
estoy de humor.
455
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Se las arregló para recuperar el control, aunque todavía
podía escucharlo reír. No hablamos por un tiempo, y eso
permitió que la realidad de la situación volviera a hundirse.
Acabábamos de meter la pata. A lo grande.
Finalmente le pregunté:
—¿Qué vamos a hacer?
—No lo sé —dijo—. Pero sí sé que quiero esto. Contigo.
Si me dejas.
—No... —Cerré los ojos— ¿Estás seguro?
—¿Por qué no lo estaría?
Me sentí un poco indefenso.
—No lo soy, no siempre va a ser así. Conmigo. No... —
¿Por qué demonios era tan difícil?— No soy siempre... yo.
Pensé que él lo entendería.
—Eres Corey.
—Sí. Pero también soy Kori. Dos mitades de un todo.
Se quedó callado por un momento. Luego dijo:
—Me gustan las dos partes de la misma manera. De
hecho, me gusta casi todo de ti. Bastante, en realidad.
Por supuesto que era un hijo de puta sin problemas.
Necesitaba que todo estuviera sobre la mesa. Ayudó que
hubiera una puerta entre nosotros.
—Es... las cosas del sexo. Me gusta cuando soy chico.
Pero no... no siempre cuando soy mujer.
—Bien.
Parpadeé y miré hacia la ventana sobre nosotros.
456
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Bien?
—Bien.
—No puede ser tan fácil.
—¿Por qué no?
Suspiré con irritación.
—Porque no puede. Hay más que eso. Tienes que…
—Corey.
—¿Qué?
—Ambas partes de ti. Cada parte de ti. No me importa si
eres hombre o mujer. Yo solo... me preocupo por ti. Eso es. Es
muy fácil para mí. Sean cuales sean los límites que tengas, los
respetaré. Y si no puedes creerlo, todo lo que te pido es que me
dejes demostrártelo.
Casi podría. Estaba tan cerca.
—No podemos hacer nada al respecto ahora.
—No —dijo—. Supongo que no podemos —suspiró—. Y
tendremos que averiguar qué vamos a hacer cuando la escuela
comience de nuevo. Puede llevarnos algo de tiempo, pero lo
resolveremos. No hay fecha límite para esto. Al menos para mí.
Tenemos tiempo. Podemos simplemente... estar como estamos
ahora hasta que lo resolvamos.
—¿Cómo estamos ahora? Nos masturbamos en el sitio
donde trabajamos. No sé si ese es el mejor modo de estar. —
Guardé mi basura, haciendo una mueca ante el desastre que
había hecho.
Él rió, y mi corazón se retorció de nuevo.
457
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Tal vez no esa parte. ¿Pero esto? Esto es real para mí,
Corey —vaciló. Luego dijo—: Espero que sea real para ti
también.
¿Qué había dicho Vince?
Te diría que es real, y que siempre lo será.
Tomé una respiración profunda.
—Sí. Creo que lo es.
Sonaba aliviado.
—Entonces simplemente... seguimos adelante.
Guardaremos esto para nosotros por ahora.
Oh, esto iba a ser un error.
—Buena suerte con eso. No conoces bien a Sandy y Paul,
pero esa idea ya está jodida. Ellos lo averiguarán. Ni siquiera
tengo que decir nada. Ellos lo sabrán De alguna manera, lo
sabrán.
—Entonces lo mantendremos todo el tiempo que
podamos. Y sé que probablemente no dirían nada, pero no
quiero arriesgarme. Diría que puedo dimitir como director
ahora, pero...
Miré hacia la ventana.
—Ni lo pienses.
—Sí. Me lo imaginé. Tampoco creo que sea lo correcto.
Pero funcionará. Si lo queremos. Y ya hemos durado mucho
tiempo. ¿Qué son unos meses más?
Últimas famosas palabras. Lo más probable es que esto
acabara explotando en nuestras caras, pero por mi vida, no
podía encontrar una razón para preocuparme. Estaba
extrañamente mareado, y no quería detenerlo.
458
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Ojalá pudiera verte ahora mismo.
—Estoy justo al otro lado de la puerta.
Negué con la cabeza
—Lo sé. Pero me refiero a cómo te ves ahora. Solo...
—Lo entiendo.
—No es una buena idea.
—No. Probablemente no.
Sí.
—Deberíamos limpiarnos.
La puerta se sacudió cuando se levantó.
—Ve al baño. Yo puedo limpiarme aquí.
Gruñí.
—Flojo.
Él rió.
—Sí, sí.
Me quedé de pie, mirando la puerta un momento,
luchando contra las ganas de decir algo y volver a entrar. En
cambio, caminé por el pasillo hacia el pequeño baño cerca de
mi oficina. Cerré la puerta detrás de mí mientras encendía la
luz. Me congelé cuando me vi en el espejo.
Me veía jodidamente arruinado. Mi camisa de vestir
estaba casi desabotonada (¿cuándo diablos había hecho eso?).
Los pantalones estaban abiertos y colgando bajo en mis
caderas. Había esperma en mi pecho. Mi barbilla. Un par de
salpicaduras en la camisa, la chaqueta y la corbata. Mis labios
459
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
estaban hinchados de donde los había estado mordiendo y mis
ojos estaban apagados.
Estábamos en un maldito problema.
Me limpié lo mejor que pude, lavándome las manos
antes de frotar un paño húmedo contra el semen de la ropa.
Honestamente me sentí mal. Flavius nunca podría saberlo.
Aunque, como era peluquero, probablemente lo haría de
alguna manera. Los peluqueros eran omniscientes.
Una vez que hice lo mejor que pude, me miré antes de
volver a abotonarme los pantalones y la camisa. Me salpiqué
la cara con agua, diciéndome que volviera a tener el control.
Podía hacerlo. Podía hacer esto.
Asentí al espejo. Yo era Corey jodido Ellis.
Jeremy estaba de pie fuera del baño.
Sus mejillas estaban enrojecidas debajo de su barba, y
su camisa estaba abierta en algunos botones, el pelo en su
pecho se curvaba hacia afuera. Y la maldita mirada en su cara
no estaba ayudando. Me estaba mirando con avidez, como si
no quisiera nada más que empujarme contra la pared y...
—Estamos tan jodidos —le susurré.
Tosió mientras daba un paso atrás.
—No tengo idea de lo que estás hablando.
—¡Quiero follarte tu puta cara, gilipollas! ¡Y me estás
mirando como si quisieras poner tus dedos en mi trasero!
Él hizo una mueca.
—Oh, Dios mío, un poco más, qué demonios...
—No. Amigo, no tienes idea. ¡Nos pillarán!
460
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Amigo —dijo burlonamente—. Como si lo fuéramos en
realidad.
Yo le entrecerré los ojos.
—Oh, ¿crees que esto es gracioso? ¡Vas a arruinar esto!
Todo el mundo sabrá lo que está pasando por tu culpa.
—Joder. Si alguien se va a descubrirlo, eres tú.
Maldita sea No debería haber dicho eso. Por supuesto
que tenía que responder.
—Está acabado —le espeté—. No sabes a quien estas
jodiendo. Estaré tan desinteresado en ti que la gente va a
pensar que ni siquiera sé que existes.
Dio un paso hacia mí. Retrocedí un paso y fui presionado
de inmediato contra la puerta del baño. Estaba allí, sin
tocarme, pero tan cerca que podía sentir su calor.
—No durarás ni una semana.
—Que te jodan —le dije con los dientes apretados.
Zumbó por lo bajo.
—Eso es ciertamente algo que va a pasar. —Y con eso,
se dio la vuelta y caminó por el pasillo, dejándome
boquiabierto. Antes de doblar la esquina de Phoenix House, me
miró—. ¿Vienes? —preguntó inocentemente.
—Ya lo hice una vez —le respondí, y sonreí cuando él
tropezó contra la pared.
Iba a acabar con él.
DE ALGÚN modo, nos las arreglamos para mantener
nuestras manos alejadas de camino a casa.
461
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Apenas.
Se detuvo en el bordillo frente a la casa.
Las luces estaban encendidas en el interior.
—Mierda. Pensé que todos estarían dormidos.
— Son solo las diez —dijo Jeremy.
Yo parpadeé.
—¿Sólo? Jesús. Bien. Esto ha sido divertido. Gracias por
la hermosa velada con los Super Gays y el orgasmo. Una de las
dos cosas fue mejor que la otra y te dejaré que averigües cual.
—Abrí la puerta y salí, luego la cerré detrás de mí. Comencé a
andar por el camino, pero me detuve cuando dijo mi nombre.
Maldita sea, tenía que decir la última palabra. Miré hacia
atrás.
Él estaba sonriendo tranquilamente.
—Voy a hacerte muy feliz. Espero que estés listo para
eso.
Y luego encendió el motor como un gilipollas antes de
alejarse.
Estaba a la vuelta de la esquina antes de que lograra
encontrar mi voz.
—¡Gilipollas! —grité detrás de él.
Me detuve frente a la puerta principal.
—Está bien —murmuré para mí—. Es solo Sandy. Y tal
vez Darren. Eso es. Simplemente entra, di que todo salió bien
y que estás cansado y listo para ir a la cama. No dejes de
moverte No dejes que te pillen. Relájate.
Abrí la puerta.
462
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
La televisión estaba encendida. Tal vez podría
simplemente pasar por alto la sala de estar por completo.
Demonios, si tenía suerte, Darren estaba muy pegado a Sandy
y estarían distraídos. Nunca había deseado tanto que mis
amigos estuvieran follando en la sala. Siempre había una
primera vez para todo.
No estaban haciéndolo.
Casi lo consigo.
—¿Corey?
Miré con nostalgia el pasillo hacia mi habitación. Estaba
tan cerca.
Pero si los ignoraba, sabrían que algo estaba pasando.
Forcé una sonrisa en mi cara mientras miraba hacia la
sala de estar. Sandy y Darren estaban sentados en el sofá.
Y Paul y Vince estaban en el otro sofá. Incluso Ruedas
estaba allí en el suelo.
Todos y cada uno de ellos me miraba.
—Oh no —susurré.
Sandy arqueó una ceja.
—¿Estás bien?
Asentí bruscamente.
—Oh sí. Mejor que nunca. Como no te haces idea. Mejor
de lo que he estado en toda mi vida. Fantástico.
Silencio.
Inmediatamente empecé a sudar.
—Está bien —dijo Sandy lentamente—. ¿Cómo te fue?
463
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Era un maestro. No sabía por qué pensé que podría
ocultarle nada. Se terminó. Todo había terminado.
—Bien —dije—. Genial. ¡Super!
—¿Tenían una casa grande? —preguntó Vince.
—¡La más grande! ¡Tenía un millón de habitaciones! ¡Y
un bidé!
—Umm —dijeron Sandy y Paul.
—¿Conseguiste la financiación? —preguntó Darren.
—¿Qué pasa con el tercer grado? —exigí—. ¿No puede
un hombre volver a su propia casa sin tener que responder
todas estas malditas preguntas?
Más silencio.
Mierda.
—Quiero decir, uh. Sí. Gracias por preguntar, Darren.
Parece como si los Super Gays fueran receptivos a nuestras
necesidades. Tuvimos éxito en nuestro esfuerzo. ¡Hurra!
Ruedas me rodeó, olfateando mis zapatos. Maldito perro.
—¿En serio? —dijo Sandy—. Eso es maravilloso.
Deberías contarnos todos los detalles. Ve a cambiarte y vuelve
aquí. —Me sonrió.
No, no, no. Fingí un bostezo tan grande, mi mandíbula
se quebró.
—Lo siento chicos. ¿Puede esto esperar hasta mañana?
Ha sido una noche larga y estoy muy cansado. Tú sabes cómo
es. Coger dinero de los ricos realmente te agota.
464
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sólo puedo imaginarlo —dijo Paul que miró a su perro
y frunció el ceño—. Ruedas, ¡deja de comerte los zapatos de
Corey!
Miré hacia abajo. Y para mi horror, vi una mota seca y
crujiente en la punta de uno de mis mocasines, la cual Ruedas
estaba actualmente lamiendo.
—Ruedas, no —grité mientras echaba mi pie hacia
atrás—. ¡Eso es asqueroso! Dios mío, ¿sabes qué es eso?
Todos estiraron el cuello para ver exactamente qué era.
—¡No es nada! —dije rápidamente—. Jaja. Sólo un poco
de aderezo que derramé ¡Probablemente no sea bueno para un
perro!
—¿Es por eso que tu camisa está mojada? —preguntó
Vince—. ¿Lo derramaste?
Asentí furiosamente.
—Sólo, como, todo. Fue tan embarazoso. Necesito llevar
el traje a una tintorería antes de devolvérselo a Flavius.
Probablemente debería ir a buscar una en este mismo instante.
Me volví hacia el pasillo y caminaba tranquilamente
hacia mi habitación cuando dijeron mi nombre otra vez. ¿Qué
diablos estaba mal con estas personas?
Miré hacia la sala otra vez.
Sandy me sonreía dulcemente.
—Felicidades. Estoy muy orgulloso de ti. Buenas
noches.
Y luego me guiñó un ojo.
Sanford Stewart era brujo.
465
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Buenas noches —logré decir antes de huir.
CERRÉ la puerta justo cuando mi teléfono empezó a
sonar en mi bolsillo. Lo saqué, pensando que era un mensaje
de texto de Marina otra vez.
No era Marina.
Buena suerte. La necesitarás.
—Jodido Jeremy —murmuré, pero sonreía tan
ampliamente que me dolían las mejillas.
466
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 14:
Juegos Malvados
EL PROBLEMA de tener un amor secreto... era que era
un secreto.
Obviamente.
Pero mi problema con tener un amor secreto era que
tenía que ver a mi amor secreto casi todos los días.
Oh, mantuvimos la distancia durante el fin de semana
siguiente a la cena de los Super Gays, solo enviándonos
mensajes de texto un par de veces. Y los textos eran inocentes,
sobre todo acerca de cómo Stephen había revisado la
propuesta y había dicho que todo estaba bien. Incluso me las
arreglé para mantenerme fuera de la vista de Sandy y los
demás, disculpándome por no ir a Jack It el sábado y diciendo
que no estaba dispuesto a salir. Sandy no discutido, y se
distrajo preparándose para su show. Y luego, el domingo, él y
Darren estuvieron fuera la mayor parte del día, lo que me dejó
solo en casa. Lo que era increíble, porque no podía mantener
mi mano lejos de mi polla durante un período prolongado de
tiempo, recordando los sonidos que Jeremy había hecho al otro
lado de la puerta.
El lunes por la mañana llegó más rápido de lo que
esperaba, y estaba emocionado y nervioso por lo que fuera a
suceder.
467
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Eran las seis y media cuando me enteré de lo jodido que
era Jeremy Olsen y de cuánto tenía que mejorar mi juego.
¿Planeaba verlo correr por la casa esa mañana? No, claro
que no. Estaba desinteresado. Ya lo había dicho.
Si por casualidad estaba en la cocina cuando sabía que
él estaría allí, era simplemente una coincidencia.
Y me gustaba mirar por la ventana porque podía ver los
hermosos colores en el cielo. Los amaneceres de Arizona eran
famosos en todo el mundo, y pensé que podía apreciar la
belleza natural del desierto que me rodeaba.
—Qué hermosa mañana —me susurré a mí mismo
mientras tomaba un sorbo de café—. Ooh, eso es bueno. Eso
es…
Jeremy apareció más adelante en el camino, corriendo
como lo hacía normalmente.
—Hola, vecino —dije alegremente, aunque no pudiera
escucharme—. Ponte en forma.
Apenas me di cuenta de que llevaba unos pequeños
shorts negros y nada más. Por qué estaba lo más alejado de mi
mente. Lo estaba haciendo a propósito, pero obviamente no
sabía con quién estaba jodiendo. Era un niño jugando a un
juego de hombres. Qué lindo.
Pero en lugar de trotar, se detuvo al otro lado de la calle
en la acera, con el pecho levantado, las manos en las caderas
desnudas, los pantalones cortos bajando. Y sin mirarme,
empezó a estirarse.
Obscenamente.
—Queeeeeeee está sucediendo —suspiré.
468
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Al principio era solo su espalda, empujando sus caderas
hacia afuera y rodando su cuello. Y entonces debió de pensar
que sus muslos necesitaban trabajar más, porque levantó una
pierna detrás de él, y se estiró hacia atrás para agarrar su
zapato con las manos. Levantó el pie en alto y arqueó la
espalda al hacerlo. Los músculos de su pecho y estómago se
flexionaron. Su entrepierna presionada contra la parte
delantera de sus pantalones cortos. Dejó caer la pierna y cogió
la otra, haciendo el mismo estiramiento.
Y luego se volvió hacia la casa opuesta a la nuestra y se
dobló.
Una vez más, presionando sus manos contra el suelo sin
doblar las rodillas.
Dejé caer mi taza de café en el fregadero que se derramó
por todas partes.
—¿Qué está pasando?
Grité mientras me daba la vuelta.
Sandy estaba de pie con su túnica y los ojos apenas
abiertos.
—¡Nada! Nada. Mi café se derramó. ¡Eso es todo! ¡No
estaba haciendo nada raro!
—Lo que sea —murmuró mientras se dirigía hacia el
Keurig. Miré por la ventana.
Jeremy se había ido.
Así que así sería, ¿verdad? Bien.
¿Quería meterse con el toro?
Iba a conseguir el puto martillo.
469
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—ESTÁ BIEN —dijo Jeremy más tarde esa semana,
mirando su portátil y entrecerrando los ojos—. Parece que
conseguimos la respuesta de Desert Realty & Trust. Parecen
estar más que felices de hacer una donación para Phoenix
House.
Estábamos sentados en su oficina. Junto a mí estaba
Marina, y en el otro lado de ella estaba el administrador /
asesor financiero, un dulce hombre mayor llamado Bernie que
ofrecía sus servicios a Phoenix House pro bono. En su mayoría
estaba jubilado, pero aún manejaba los libros para Marina y
un par de otras organizaciones sin fines de lucro. Me gustó de
inmediato cuando lo conocí, dado que yo llevaba falda y él se
había inclinado, tomando mi mano entre las suyas y
apretándola con suavidad. Era un caballero.
No esperaba que me llamaran para la reunión, pero
Marina había insistido. Jeremy aparentemente le había dicho
que yo había hecho todo el trabajo pesado en la cena (mientras
omitía los detalles), y ella pensó que tenía que involucrarme en
caso de que quisieran saber de mí. Dudaba mucho que Brad
alguna vez quisiera volver a ver mi cara, pero como era una
maldita comadreja, no tenía ningún problema con eso.
Mi problema era que quería escalar a Jeremy como si
fuera un árbol y yo fuera una ardilla para poder ponerle mis
nueces.
(Sí, mi cerebro estaba mayormente revuelto. Lo que sea.)
Pero como teníamos compañía, me comporté lo mejor
que pude. Principalmente.
Marina estaba mirando su Tablet y Bernie tenía su
propio portátil instalado al otro lado del escritorio de Jeremy.
Si por casualidad estuviera rozándome con el extremo de mi
pluma de forma seductora (algo así), que así fuera.
470
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Jeremy siguió mirándome, apretando la piel alrededor
de sus ojos. Le sonreí alrededor de la pluma.
—¿De cuánto estamos hablando? —preguntó Marina,
sin darse cuenta de que estaba chupando una herramienta
para escribir.
—Estoy abriendo el archivo —murmuró Jeremy—. Dame
un segundo. —Saqué la pluma de mi boca—. Esto es
emocionante. —Jeremy me miró de nuevo.
La pluma volvió a meterse en mi boca.
Él se aclaró la garganta.
—Masticando el bolígrafo, ¿eh? —dijo Bernie, y casi me
atraganto cuando se me resbaló en los dedos—. Solía hacerlo
cuando era niño. Un hábito nervioso.
—Sí —dije, negándome a mirarlo mientras lo dejaba caer
en mi regazo—. Un hábito nervioso.
—Eh. Hay cosas peores. Como la cocaína.
Todos miramos a Bernie.
Nos ignoró mientras miraba de nuevo a su portátil.
—Está bien, aquí vamos —dijo Jeremy—. Vamos a ver lo
que dice. “Desert Realty & Trust es un orgulloso partidario de
la comunidad de Tucson, bla, bla, bla. Creemos en aportar
para apoyar de cualquier manera… —Ah, aquí vamos—.
Siempre hemos sido orgullosos partidarios de los derechos
LGBTQ y promovemos la diversidad en nuestra empresa. —
Rodé los ojos. Al parecer no sabían que tenían un Brad—. Y
nos complace anunciar que vamos a donar la cantidad de diez
mil dólares...
Me desinflé un poco. Si bien era agradable, esperaba
más.
471
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Eso es genial —dijo Marina y sonaba como si lo dijera
en serio—. Oh, Dios mío, no lo puedo creer…
—Hay más —dijo Jeremy, y vi que la sonrisa comenzaba
a formarse en su rostro—. Son diez mil por trimestre durante
el 2017. —Nos miró y estaba radiante—. Eso hace un total de
cuarenta mil dólares, distribuidos durante el próximo año.
—Santa mierda —le susurré.
Marina se levantó de un salto y comenzó a bailar, con
las manos levantadas sobre su cabeza. Ella casi se dejó caer
con su Tablet, pero no pensaba que se hubiera dado cuenta si
lo hubiera hecho.
—¡Chicos! —cantó ella—. Guau. ¡Guau!
Me reí mientras me abrazaba, haciéndome bailar.
Marina sabia moverse bien para ser una lesbiana original, y
era contagiosa. Me dejó ir y fue hacia Bernie, envolviendo sus
brazos alrededor de sus hombros y besándolo en la mejilla
antes de rodear el escritorio y prácticamente derribar a
Jeremy. Él se echó a reír, meciendo la cabeza hacia atrás.
Y dado que aparentemente estábamos celebrando,
Bernie se levantó y me besó en la mejilla antes de que Marina
lo persiguiera nuevamente. Jeremy los observó por un
momento antes de volverse hacia mí. Él arqueó una ceja
mientras abría sus brazos.
Yo entrecerré los ojos. Sus dedos se movieron hacia mí.
Me puse de pie lentamente, dejando mi bolígrafo en el
escritorio. Su mirada seguía cada paso que daba. Lo miré por
debajo de mis pestañas y vi que su garganta se movía.
En lugar de abrazarlo, tomé su mano y la sacudí. Antes
de dejarla ir froté mi pulgar sobre el dorso de su mano y luego
le solté.
472
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Él me miró fijamente.
Lo ignoré cuando volví a mi asiento. Me senté y cogí mi
bolígrafo de nuevo, golpeando contra mi mejilla mientras lo
miraba, desafiándolo a intentar joderme.
—Es un comienzo —dijo Bernie—. Un buen comienzo,
pero un comienzo, no obstante. ¿No hemos recibido nada de
Stephen Morgan todavía? ¿O alguno de los otros?
Jeremy se sobresaltó antes de apartar su mirada de mi
boca y sacudir la cabeza.
—Aún no. Probablemente a lo largo de la semana. Estaré
pendientes de ellos, solo para estar seguro. —Frunció el ceño
mientras miraba su portátil—. ¿Sería muy malo si dejara a
Brad fuera de nuestra respuesta de agradecimiento?
—Absolutamente no —dijo Marina, sonriendo con
fiereza—. Por lo que me contaste que le jodan a ese tipo.
EL VIERNES por la mañana, Jeremy decidió mejorar su
juego.
Todo lo que estaba haciendo fue tragarme otra banana,
por lo que no era mi culpa.
Debería haber sabido que estaba en problemas cuando
lo vi correr con una botella de agua, algo que nunca antes lo
había visto hacer.
Me atraganté con el plátano cuando se detuvo de nuevo
al lado opuesto de la calle, inclinó su cabeza hacia atrás y
vertió el agua en su cara, riachuelos goteando por su cuello,
pecho y estómago.
Rocié plátano por toda la ventana. Él sonrió antes de
salir corriendo otra vez.
473
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Afortunadamente, logré limpiarlo antes de que Sandy se
metiera en la cocina.
—OH NO —dije mientras el cable del cargador de mi
teléfono se deslizaba de mis dedos detrás de mi escritorio—.
Soy tan torpe. —Me incliné sobre el escritorio lentamente, solo
porque el escritorio era viejo y no quería romperlo. El espacio
entre la pared y el escritorio era pequeño, y me llevó una
eternidad sacarlo. Gruñí y gemí en absoluta frustración—. De
todas las cosas. Oh. Oh, casi lo tengo. Solo tengo que tirar un
poco más fuerte. Ahí. Justo ahí. Oh, aquí viene. ¡Aquí viene!
Oí que la puerta de la oficina se cerraba de golpe. Miré
por encima del hombro para ver que Jeremy había dejado atrás
lo que quedaba de su almuerzo. Pobre tipo. Esperaba que todo
estuviera bien.
ERA FACIL jodernos los unos a los otros ya que en
realidad no podíamos jodernos el uno al otro. Y aunque lo
mantuvimos fuera del alcance de la vista (no éramos tan
estúpidos; niños impresionables y todo eso), se estaba
intensificando hacia algo que no sabía si tendría control
durante más tiempo. Agosto se extendía ante nosotros, caliente
y seco, y los días pasaban muy lentamente.
Pero nos mantuvimos a cierta distancia. Mientras
bordeáramos los límites, nunca los cruzamos. Jeremy sabía lo
importante que era Phoenix House para mí, no solo por lo que
significaba para mi educación.
Y entendió lo que significaba que, ciertas mañanas,
saliera con tacones y maquillaje. Él me sonreía, y era más
suave, de alguna manera. Menos salvaje. No jugábamos
nuestros juegos esos días porque no era algo que yo quisiera.
Oh, todavía quedaba la emoción de lo desconocido, de lo que
474
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
el futuro podría traernos, pero era... diferente, de alguna
manera. Me estaba costando mucho creer que podía ser
quienquiera que tuviera que ser sin que le importara. Aprendí
a vivir con eso hace mucho tiempo, pero a veces aún era
estresante.
Él no hacía lo posible por tranquilizarme. No hablamos
de nosotros de esa manera. Pero no pensé que lo
necesitáramos, y no necesitaba saber que no importaba si yo
era Corey o Kori. Estaba trabajando en eso por mi cuenta, y él
me estaba dando el espacio para hacerlo. Teníamos tiempo,
aunque a medida que se extendía el verano, lo que fuera que
íbamos a ser se acercaba, pasase lo que pasase.
Las clases comenzaron en la universidad la última
semana de agosto, y los dos estábamos preparándonos para el
año escolar. Los niños estaban haciendo lo mismo.
Ya había hecho planes para regresar a Phoenix House
tanto como pudiera, pero estaba claro que no estaría aquí
tanto como lo estaba ahora. Muchos de los niños me dijeron
cuán molestos estaban al respecto, y me conmovió. No
esperaba que significaran tanto para mí como lo hacían.
Lo que significaba, por supuesto, que las cosas iban mal.
Espectacularmente mal.
Dos veces, de hecho. Una fue mi culpa. La otro fue suya.
En la segunda semana de agosto, tuvimos un visitante
no planificado. Estuve con Marina en el frente con algunos de
los otros, haciendo planes para el Desfile del Orgullo de Tucson
el próximo mes. Marina ya había entrado en Phoenix House
para recorrer la ruta, y tenía ideas para una carroza que quería
compartir con el resto de nosotros.
Había ido el año pasado, y había sido genial, aunque en
realidad no había estado en el desfile. Helena, por supuesto,
estaba sentada en la parte de atrás de un elegante convertible,
475
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
saludando a sus súbditos mientras los jóvenes de Jack
bailaban detrás de ella, vistiendo solo los más pequeños
calzoncillos. Mike se había ofrecido a dejarme estar en la
carroza también (Agrega un poco de variedad), pero le dije
claramente que podría irse a la mierda. Y aunque el orgullo
siempre había sido ruidoso y bullicioso, este año se sentía
diferente. Había una diferencia para muchos de nosotros,
preocupados por nuestro futuro.
Pero eso es lo gracioso del miedo: cuanto más intentes
asustarnos, más te vamos a patear el culo.
Y patearle el trasero a alguien fue lo primero que pensé
cuando se abrió la puerta de entrada a Phoenix House y entró
un hombre al que reconocí.
Él sonrió alegremente, saludando mientras caminaba
hacia nosotros. Llevaba lo que solo podía describirse como un
traje de poder, y se ajustaba perfectamente a su cuerpo
pesado.
—Hola —dijo Griffin—. Lamento molestaros. En
realidad, estoy buscando a Jeremy. ¿Está dentro? —Levantó
un saco que no había notado que llevaba—. Estaba en el centro
de la ciudad en una reunión y pensé en pararme y sorprenderlo
con algo para comer, si no está demasiado ocupado.
—Griffin —dije lo más educadamente posible. Marina me
miró, así que debió haber oído algo en mi tono—. Es bueno
verte otra vez.
Parecía confundido, su sonrisa era vacilante.
—Lo siento. ¿Nos conocemos? —parpadeó—. Me
resultas familiar, pero yo…
—En el bar de cuero —dije, e inmediatamente los niños
comenzaron a susurrar a nuestro alrededor. Rodé los ojos. Por
476
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
supuesto que se darían cuenta de eso—. Estaba con Jeremy
fuera.
Sus ojos se ensancharon.
—Oh. Oh —Y no podía culparlo por la forma en que me
miró de arriba abajo. Hoy llevaba un vestido de imitación de
Michael Kors, a cuadros negros y grises con un estampado
floral en el dobladillo. Llevaba sandalias de ante, y mis uñas
de los pies estaban pintadas de azul. Sandy la había hecho por
mí la noche anterior, aunque le dije que podía hacerlo yo
misma. Me había quitado las manos y había balbuceado acerca
de lo tonto que era Darren sobre esto o aquello, ¿y si podía
simplemente creerlo?
Podría.
Griffin se recuperó admirablemente. Tenía que darle
crédito, incluso cuando quería mostrarle la puerta. Su sonrisa
volvió.
—Cierto. Te recuerdo. Llevabas algo... diferente No te
reconocí. ¿Cómo estás?
—Bien —le dije—. ¿Jeremy no sabía que ibas a venir?
Que mal. Estamos muy ocupados en este momento. Sé que
está revisando las solicitudes para que asuman el cargo de
director, por lo que probablemente no tendrá tiempo para...
—¿Griffin?
Griffin apartó la vista de mí, y su sonrisa creció.
—Hola, Jeremy. Espero que no te importe que me haya
pasado por aquí. Quería ver dónde pasabas el verano. —Volvió
a levantar la bolsa—. Traje comida también.
Miré hacia arriba para ver a Jeremy de pie cerca del
pasillo, con el ceño fruncido. Llevaba unos pantalones azul
477
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
marino y una camisa de vestir púrpura. Se veía guapo de pie
allí con las manos en los bolsillos.
Griffin también debió haberlo pensado, porque se olvidó
de que los demás estábamos allí mientras caminaba hacia
Jeremy.
—¡Este lugar es genial! Hombre, desearía haber tenido
algo así cuando era más joven. Probablemente me habría
ahorrado mucho dolor.
No podía creer que me hubiera olvidado de él. Después
de toda la fiesta de diversión fantástica, me di cuenta de que
Griffin había estado detrás de Jeremy. Ahora me estaba
pateando por eso.
Ciertamente no me ayudaba que estuviera aprendiendo
que podía ser una persona irritantemente celosa. Nunca antes
había sido así, y el hecho de que estuviera levantando su fea
cabeza en este preciso momento era una experiencia
reveladora que deseaba no haber tenido.
—Sí —dijo Jeremy lentamente—. Es bastante genial.
¿Por qué no entras en mi oficina? Que todos los que están aquí
arriba sigan trabajando. —Nos miró—. La pizza está en
camino, chicos. Y sí, hay una que es la mitad de anchoas.
Taylor, eres asquerosa y será mejor que te la comas toda.
Taylor, una joven lesbiana con orejas con expansores, le
sonrió mientras lo despedía.
—Sí, sí. Vete a tu cita caliente para almorzar. Los
condones están en la cesta si los necesitas.
El resto de los niños se rieron.
No pensé que fuera particularmente divertido y casi le
dije a Taylor que debería reconsiderar haber elegido la carrera
de comediante, pero ¿quién era yo para aplastar los sueños de
los jóvenes?
478
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Griffin golpeó su hombro contra el de Jeremy.
—Parece que te tienen pillado.
Jeremy puso los ojos en blanco.
—Les gusta hacerme pasar vergüenza. —Miró a los
niños—. Pero me he fijado en cada uno de ellos. Y recordaré
sus caras si alguna vez tengo alguno de ellos en mis clases.
Taylor jadeó dramáticamente cuando los otros
comenzaron a susurrar de nuevo. Jeremy me miró, sonriendo
con fuerza.
Viendo que no era de mi incumbencia, lo despedí. Dudó
como si fuera a decir algo más, pero en cambio negó con la
cabeza.
—Vamos a mi oficina, Griff. Tengo un poco de tiempo.
Griff Uhhhh.
Los niños gritaron y vitorearon mientras desaparecían
por la esquina. Todos menos Kai, por supuesto. Kai me estaba
mirando con una expresión extraña en su cara.
—¿Qué? —le pregunté.
Sacudió la cabeza.
—Nada. Nada en absoluto.
UN POCO de tiempo, al parecer, no eran los cinco o diez
minutos que había previsto. Seguían detrás de una puerta
cerrada cuarenta minutos más tarde, y aunque confiaba en
Jeremy, tuve que frenarme varias veces para no ir a mi oficina
y escuchar a través del respiradero.
479
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Suspiré mientras le pagaba al repartidor de pizza que
puso las cajas calientes en mis brazos mientras me saludaba
y regresaba fuera.
Los niños me rodearon cuando me di la vuelta. No se
podía joder a adolescentes voraces, y tuve suerte de escapar
con todos mis dedos enteros. Marina puso platos y servilletas
sobre una vieja mesa plegable, e hice una mueca cuando la
horda descendió sobre la comida. Los adolescentes en un
frenesí de alimentación no eran bonitos.
Estaba sentado en una silla lejos de los demás, mirando
mi teléfono, reprendiéndome por ser tan idiota,
preguntándome si era necesario un CÓDIGO PLÁTANO
NARANJA. Pero luego recordé que Sandy y los demás no tenían
idea de nada de esto, y no podía pensar en una manera de ser
lo suficientemente críptico sin dar nada a cambio.
Levanté la vista cuando Kai arrastró una silla hacia mí
y se sentó a mi lado con un plato de pizza en su regazo. Kai no
me buscó para nada. Estaba fresco y distante; las únicas
sonrisas reales que le había visto eran por o para Diego y
Jeremy.
—Hola —le dije.
—Hola —dijo Kai— ¿Puedo pedirte consejo?
Oh hombre, un avance. Guarde mi teléfono para poder
darle toda mi atención mientras trataba de no parecer
demasiado ansioso.
—Por supuesto que puedes. Cualquier cosa, Kai.
Asintió mientras sacaba trozos de pepperoni de la pizza
y se los metían en la boca.
—Así que, hay una chica. Como, muy bonita. Ella tiene
el pelo largo, es graciosa y sonríe amplio. Ya sabes, con todo
su cuerpo.
480
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
No sabía a dónde iba esto.
—Está bien —dije lentamente—. Suena genial.
Kai asintió.
—Oh, lo es. Es inteligente y agradable y le gusta a todos.
—Eso es increíble...
—Y la odio.
Parpadeé.
—¿Qué?
Kai se encogió de hombros.
—Raro, ¿verdad? Como, entiendo la atracción. Es decir,
es voluntaria en un refugio de animales, por el amor de Dios.
—¿No te gustan los animales? o…
Me ignoró.
—Y probablemente va a ir a una universidad elegante y
conseguir un título elegante y curar el cáncer o ir a Marte o
escribir un libro de autoayuda sobre cómo encontrar tu
verdadero yo que todos leerán.
Me quedé callado.
Kai se limpió los dedos con una servilleta.
—Y quiero que me guste, ¿sabes? A todos los efectos, me
gustaría ser como ella. Ella es amable conmigo, es de la alianza
LGBTQ en la escuela e incluso me preguntó si podría venir aquí
en algún momento este verano para ver si podía ayudar,
aunque fuera hetero. Aliados. Como dijiste antes.
Pensé en las últimas semanas para ver si recordaba a
alguien como ella.
481
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No creo que la haya visto.
Kai negó con la cabeza.
—No. Porque no ha venido aquí. Le dije que se
mantuviera lejos.
Yo fruncí el ceño.
—Eso no está bien, Kai.
—Lo sé. Pero lo hice de todos modos.
Elegí mis palabras con cuidado.
—Sé que estás orgulloso de quién eres y ser queer es
importante para ti, pero no podemos echar a nadie que quiera
ayudar.
Resopló.
—No se trata de eso.
—Entonces, ¿qué es?
—A ella le gusta Diego. Realmente le gusta Diego.
—Ah ya veo.
Kai suspiró.
—Sí, y es un dolor en el culo. Quiero decir, entiendo su
gusto. Diego es increíble.
—Muy increíble —estuve de acuerdo.
—Y es caliente.
—Así que... —tosí—. Me alegro de que pienses eso.
—Y podría estar con alguien mejor que yo.
Me alarmé.
482
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Guau. Espera un minuto. Kai, necesitas...
Levantó la mano.
—Solo... dame un minuto, ¿de acuerdo?
Crucé mis piernas, alisando mi vestido antes de colocar
mis manos en mi regazo.
—Bueno. Suéltalo.
Kai frunció el ceño ante su plato.
—No soy... como ella. Quiero decir, soy inteligente y
tengo buenas calificaciones la mayor parte del tiempo. Odio la
escuela, pero sé por qué tengo que estar allí, especialmente si
alguna vez voy a salir de esta ciudad de mierda. Pero no soy la
chica guapa que todo el mundo ama. No soy el chico caliente
que todos admiran. Soy solo yo. Y a veces parece que no es
suficiente.
—¿Por qué piensas eso? —le pregunté.
—No lo sé —admitió Kai—. A veces pienso que lo soy,
que no me importan esas cosas. Es estúpido, ¿verdad? ¿A
quién le importa una mierda lo que pasa ahora? Dentro de un
año, dentro de dos años, nada de esto importará. No seremos
las mismas personas, y aunque eso me asusta, lo intento y lo
recuerdo. Esto es solo el comienzo. Lo que me lleva de regreso
a esta chica. —Hizo una mueca—. Su nombre es Becca. Porque
por supuesto que lo es. Incluso su nombre es perfecto.
—No lo sé. Yo también tengo debilidad por Kai.
Kai puso los ojos en blanco.
—No necesito que alimentes mi ego.
—No lo hago. ¿Alguna vez me has visto hacer eso?
Me miró un momento.
483
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Cierto. No, no haces el idiota de esa manera.
Me sobresalté en una risa.
—Gracias. Creo.
—Ella le escribe a Diego todo el tiempo —continuó Kai—
. Y tuvieron el mismo período de almuerzo el año pasado, y ella
siempre se sentaba con él. Y me hacía enojar.
—¿Qué piensa Diego de todo esto?
Miró a Diego, suavizando su expresión. Se estaba riendo
de algo, con la boca abierta y queso entre los dientes.
—Diego piensa que ella es genial.
—Pero…
—Pero me dijo que no tengo nada de qué preocuparme.
Que no está interesado en ella porque ya me tiene. Y quiero
creerle, y la mayor parte de mí lo hace. Pero aún queda esa
pequeña parte que piensa ¿y sí? He pensado en esa parte
durante mucho tiempo, ¿sabes? Esa estúpida vocecita en mi
cabeza que me susurra una mierda en la que no me gusta
pensar. ¿Sabes de lo que estoy hablando?
Pensé en Ty y sus terremotos.
—Sí. Lo sé.
—Y actué como un imbécil al respecto. Yo estaba...
bueno. No fui malo, pero tampoco agradable. No me gustaba,
y quería asegurarme de que ella lo supiera. Que todos lo
supieran.
Me estremecí.
—No fue bien.
484
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Subestimación —dijeron—. Pensé que Diego iba a
romper conmigo. Y habría tenido razón en hacerlo. Me llevó un
tiempo comprender que no era porque no confiara en él, sino
porque no confiaba en que yo fuera lo suficientemente bueno.
—Sus ojos brillaban cuando me miraron—. Idiota, ¿verdad?
Negué con la cabeza.
—No. No creo que lo sea. Nosotros... tenemos mucho
sobre nuestros hombros. Y mientras todos pasan por cosas, es
diferente para las personas como nosotros. Estamos luchando
con cosas que muchas personas no pueden entender.
—Cierto —dijo—. Y pensé que sería mucho más fácil
para Diego. —Kai frunció el ceño—. Le echan mierda sobre mí
los demás. Piensa que no lo sé, pero si lo hago. Todos piensan
que ser bisexual es muy bueno, pero ¿yo? La mayoría de ellos
no saben qué hacer conmigo.
—¿Por qué deberían tener que hacer algo?
—No lo hacen —dijo Kai—. Pero si alguien no es como
todos los demás, se convierte en un objetivo más fácil. O, si
tenemos suerte, que nos desestimen por completo. Diego es
popular Todo el mundo lo ama. Pero yo no soy así. No me
importa.
—¿Tal vez un poco?
Kai frunció el ceño.
—No me importa.
—Eso es genial.
—Entonces, ¿qué hago?
—Umm ¿Acerca de qué?
—Guau —dijo—. Eres realmente bueno con esto.
485
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Lo fulminé con la mirada.
—Acabas de soltarme como, diez cosas diferentes, Kai.
Dime por dónde quieres empezar.
—Toda la cosa de Becca —exclamó, como si fuera
estúpido—. De eso es de lo que estamos hablando.
Bien, iba a darle el mejor consejo que jamás le hayan
dado.
—¿Diego se preocupa por ti?
Asintió.
—¿Y tú te preocupas por él?
—Sí. Él es... especial. —Se sonrojó ligeramente—.
Conmigo y tiene un enorme...
—Guau —dije, levantando mis manos—. Vamos a
detenernos allí.
—Iba a decir corazón —dijo Kai mirándome de reojo—.
¿De qué otra cosa iba a estar hablando?
—Oh no —dije—. No voy a caer en eso. Sabías
exactamente lo que estabas haciendo.
—Nunca podrás probarlo.
Adolescentes de mierda. Realmente necesitaba repensar
mis opciones de carrera.
—Si os preocupáis el uno por el otro, entonces eso
debería venir con una dosis de confianza. Y confianza significa
hablar el uno con el otro. Merece saber lo que sientes. Tal vez
te ayude. Tal vez hará algún cambio. O tal vez no lo haga,
porque tal vez no lo necesite. Becca puede ser su amiga, y
puede que incluso tenga sentimientos por él, pero si está
contigo y puedes confiar en eso, entonces no tienes nada de
486
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
qué preocuparte. Comenzar con hablar el uno con el otro. Este
tipo de cosas tiene una forma de construirse si no lo manejas
tan pronto como puedas. Y puede convertirse en algo terrible.
No quieres que eso suceda.
—Correcto —dijo Kai lentamente—. Así que todo lo que
tenemos que hacer es hablar los unos con los otros.
Asentí.
—Sí. Lo mejor es ser directo y honesto. Te sentirás mejor
con eso.
Kai se puso de pie.
—Gracias.
Lo miré.
—Umm. ¿De nada? ¿Eso es todo?
Se encogió de hombros.
—Eso es todo. En realidad, ya hice todo eso. Diego y yo
hablamos de eso hace unos meses. Becca es una de mis
mejores amigas ahora. Ella tiene un novio llamado Zach. Es
deportista, pero creo que nadie es perfecto.
—Entonces, ¿para qué diablos fue todo esto...?
Kai me sonrió abiertamente.
—Solo pensé que tal vez necesitabas escuchar algunas
cosas de ti mismo, ¿sabes? A veces es útil escucharlo en voz
alta para que te des cuenta de lo hipócrita que eres. Los celos
son inútiles. Adiós.
Me quedé boquiabierto mientras caminaba de regreso
hacia los demás. Diego le sonrió, acariciando el suelo a su lado.
Kai se sentó, apoyando la cabeza en su hombro. Diego envolvió
un brazo alrededor de su cintura.
487
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Me llevó un momento darme cuenta de que me acababa
de educar una niña de diecisiete años.
Hija de puta.
GRIFFIN APARECIÓ poco después, Jeremy le seguía.
Estaban sonriendo, aunque la de Griffin quizás no era tan
brillante como lo había sido. Se abrazaron a la entrada de
Phoenix House antes de que Griffin nos saludara y se fuera.
Jeremy exclamó sobre la pizza, reprendiendo a Taylor
por no comerse todas las porciones de anchoa. Todos los niños
gimieron cuando cogió una pieza y la mordió. Eso resultó ser
un error, porque de inmediato lo escupió y comenzó a
atragantarse dramáticamente.
Más tarde, de camino a casa, dijo:
—Esta tarde has estado tranquila.
Le sonreí débilmente.
—Sí. Lo siento por eso. Solo... estaba pensando.
—¿Sobre?
—Eres realmente bueno con ellos. Los niños. Tienen
suerte de tener a alguien como tú.
Suspiró mientras sus manos apretaban el volante.
—Sip, supongo. Marina todavía está tratando de
convencerme de que me quede.
—¿Por qué no lo haces?
—Porque pertenezco al aula —dijo—. Siempre me ha
encantado. Si las cosas fueran diferentes... —Negó con la
cabeza—. No lo sé. Esto siempre fue temporal. He aprendido
488
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
mucho en los últimos meses y me ha ayudado a ver las cosas
desde una perspectiva diferente. Quiero intentar e incorporar
eso más a lo que enseño. Estos niños, están... aprendiendo.
Están creciendo. Y cuando llegan a mí, la forma en que se
convertirán se está definiendo. Creo que puedo ayudarles más
en esa etapa que en cualquier otra.
—Eso tiene sentido, supongo.
—Pero, ¿qué hay de ti?
Yo parpadeé.
—¿Qué hay de mí?
Él me miró cuando nos detuvimos en una luz.
—Sé que hemos hablado un poco al respecto. Pero ¿qué
pasará después de que te gradúes? Podrías volver. Sabes que
a Marina le encantaría tenerte. Y hablas con todos esos niños
a un nivel que yo no puedo.
Me encogí de hombros.
—No lo sé. No he pensado eso aún.
—Es hora de empezar a hacerlo —dijo en voz baja—.
Porque estará aquí antes de que te des cuenta. Sé que tienes
tu corazón puesto en trabajo social, y es admirable. Pero esta
es una forma de hacerlo también. El mundo necesita voces
como la tuya, Kori.
Gruñí.
—¿Podemos simplemente... no hablar de esto todavía?
La escuela comienza de nuevo en un par de semanas, y
necesito concentrarme.
—Está bien —dijo con facilidad—. Cómo quieras.
489
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Se detuvo frente a la casa. Quería tomar su mano en la
mía, pero eso no era algo que hacíamos. Aún no. Le dije que
hablaría con él más tarde y salí del coche de puta.
Entonces me detuve. Recordando a Kai.
Me di la vuelta.
Él arqueó una ceja hacia mí. Maldita sea.
—Griffin es agradable.
—Lo es. —Jeremy estuvo de acuerdo.
—Y le gusta el cuero.
—Cierto.
—Y tiene éxito. Se ve por su traje.
—Umm, ¿sí?
—Yo no soy ninguna de esas cosas. No soy amable ni
visto de cuero, y siempre estoy en quiebra porque el sistema
está construido de una manera que garantiza que nunca estaré
libre de deudas.
Estaba frunciendo el ceño.
—Qué demonios es…
—Pero me gustas. Mucho. Y aunque no lo estemos... no
estemos haciendo nada al respecto en este momento, solo
quiero que sepas eso. Pero si no quieres... esto, o si crees que
Griffin es alguien con quien tú...
Él rió.
Lo fulminé con la mirada.
—¡No es gracioso, idiota! Estoy tratando de ser...
—Kori, cállate.
490
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Vete a la mierda. Si crees que voy a...
Se puso las gafas de sol en la frente.
—Le dije a Griffin que no estaba interesado.
—Y, además, voy a.… Espera. Qué.
Él sonrió.
—Me pidió salir de nuevo. Le dije que me sentía
halagado, pero que no iba a suceder.
—Oh.
Puso los ojos en blanco.
—Sí. Oh. Y no, no eres agradable todo el tiempo, y no,
no te gusta el cuero, y no, no eres rico, pero si crees que algo
de esa mierda me importa, he estado haciendo esto de la forma
incorrecta.
—Eh —dije—¿Por qué dices eso?
—Eres muy tonto.
—¡Oye!
—Eres tú, Kori —dijo—. Eres tú, por todas las cosas que
eres y por todas las cosas que no eres. Eso es lo que es especial.
Eso es lo importante.
Absolutamente no suspiré en sueños.
—Idiota.
Se rió entre dientes.
—Celosa, ¿eh?
Hice una mueca.
491
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No estoy orgullosa de eso, por lo que, si nunca
volvemos a mencionarlo, sería genial.
—¿Porque eres el tipo de persona que lo dejaría pasar si
la situación se revirtiera?
—Me arrepiento de todo —murmuré—. Todo esto. Me lo
llevo todo de vuelta.
—Nah —dijo—. No lo creo. ¿Estamos bien? Porque
realmente necesito irme. Si no lo hago, te besaré hasta que no
puedas respirar, y eso no es algo que podamos hacer todavía.
Olí delicadamente.
—Por supuesto que quieres hacer eso. Soy la luz de tu
vida.
Me di la vuelta para caminar hacia la casa y cuando
volvió a decir mi nombre. Miré por encima de mi hombro.
Él deslizó sus gafas de sol de nuevo sobre sus ojos.
Odiaba cuánto me afectaba. Necesitaba reevaluar cada
elección que me había llevado a este momento.
—¿Tú y yo? —dijo—. Vamos a ser increíbles, Kori. Te lo
prometo.
Y porque era el peor, encendió el motor y se alejó.
—¡No siempre tendrás la última palabra, idiota! —grité
detrás de él.
492
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 15:
Odio Todo Sobre Jeremy Olsen
Lo segundo sucedió el fin de semana anterior a nuestra
última semana en Phoenix House.
Y todo fue culpa de Jeremy.
Independientemente de lo que él dijera después, nunca
lo perdonaría mientras viviera. Sí, en ese momento, en la lluvia
que ardía a nuestro alrededor, hubiera sido golpeado por un
rayo, habría bailado sobre su cadáver humeante.
Comenzó, como la mayoría de las cosas en el siglo
veintiuno, con un pedido de Amazon.
—¿QUÉ ES? —pregunté, mirando hacia la pequeña caja
abierta sobre la mesa—. ¿Y por qué lo conseguiste para mí? No
es mi cumpleaños.
Sandy se encogió de hombros.
—Lo sé, pero pensé que sería divertido. Ayudarte a
aliviar algo de esa... presión.
El objeto en la caja era aproximadamente del tamaño de
un huevo, aunque un poco más largo. Era púrpura y tenía un
pequeño cordón circular atado a un extremo. Recogí el papel
que venía con él.
493
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Para el discreto buscador de emociones, SensualFlirt
te trae la próxima ola en tecnología. Dese el gusto con el Magic
Egg, un masajeador inalámbrico que lo desafía a creer en lo
imposible. Las vibraciones son controladas por una aplicación
para iPhone y Android. En privado o en público, usted o su
pareja tienen el control de la experiencia. ¡No cuentes tus
pollos antes de que eclosionen! —Mire lentamente a Sandy,
que estaba sonriendo con serenidad—. Me compraste un
vibrador anal inalámbrico.
—Lo hice —dijo—. De nada.
Me di la vuelta y salí de la habitación.
—¿A dónde vas? —gritó detrás de mí.
AHORA, se debe decir que cuando una drag queen te
compra un juguete sexual, es fácil fingir que no existe.
Después de todo, nunca antes habías tenido uno igual, ni
siquiera habías pensado realmente en algo así, por lo que no
debería importar en lo más mínimo. Era fácil olvidarlo.
Que es exactamente lo que hice. Durante dos horas.
No fue hasta que estaba segura de que Sandy estaba
fuera de la casa con Darren, dirigiéndose a Jack It para
prepararse para el espectáculo, que abrí la puerta de mi
habitación.
—¿Hola? —llamé, solo para estar a salvo.
No hubo respuesta.
—Sólo voy a tomar un trago de agua —me dije a mí
mismo—. Eso es. Solo ve a la cocina y coge un poco de agua.
Lo hice. Fui directo.
494
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Ignoré la caja que estaba sobre la mesa. Agarré una
botella de agua de la nevera. Bebí la mitad antes de que
golpeara mis labios.
—Ah. Eso está mejor. Ahora volveré a mi habitación y
eso será todo.
Por alguna razón, mis piernas me ignoraron y me
llevaron a la mesa.
—No —les regañé—. Para. Detente ahora mismo.
No me escucharon. Y lo más raro fue cuando mis manos
(independientes de mi cerebro) se agacharon para coger la caja.
Había perdido el control. Algo se había apoderado de mí.
Necesitaba un sacerdote. Obviamente era un demonio sexual,
y un exorcismo era necesario.
Era la única explicación.
Me dije que era porque quería que no estuviera a la vista.
Jeremy venía a recogerme para ir al Jack It para el show de
Sandy, y no quería que pensara que vivíamos en una casa de
pecado en caso de que tuviera que entrar para usar el baño
antes de irnos.
La puse en mi escritorio y la ignoré, volviendo a mi
armario para elegir un traje para esa noche.
—Oye.
Me di la vuelta.
No había nadie ahí. Estaba escuchando cosas.
—No, no lo estás —dijo una voz aguda—. Soy yo, el
Huevo Mágico.
—Qué demonios —murmuré.
495
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Hazlo. Meterme en tú trasero. Solo inténtalo. Solo un
poco. Prometo que se sentirá bien.
—Oh Dios mío.
—Venga. Hazlo. Hazlo.
—Vete a la mierda. —Me volví a mi armario.
Y por alguna razón, cinco minutos después, me encontré
metiendo el Huevo Mágico en mi trasero después de haber
descargado la aplicación.
Odiaba todo.
—Oh, mierda —gemí—. Excepto por esto. Qué demonios.
—Sentí una pequeña incomodidad, pero se desvaneció
rápidamente. Hice una mueca mientras limpiaba el lubricante
de mis manos con la toalla húmeda que había usado después
de salir de la ducha. Me giré sobre mi espalda, dándome un
poco de tiempo para acostumbrarme a la sensación. Había
tenido cosas más grandes en mi trasero antes, por lo que no
estaba mal, pero aun así era intrusivo.
—Jodido Sandy —murmuré. Pensé en sacarlo y terminar
de prepararme, ya que se suponía que Jeremy estaría aquí en
diez minutos, pero como ya estaba en mí, pensé que no estaría
mal intentarlo.
Por la ciencia.
Deslicé mi pulgar a lo largo de la pantalla, entrecerrando
los ojos ante la luz. La aplicación era solo la imagen de un
huevo, sin revelar nada para alguien que pudiera espiar.
Presioné mi pulgar contra él, y la aplicación se lanzó.
Lo primero que dijo que tenía que hacer era sincronizar
con el vibrador.
496
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Probablemente debería haber hecho esto primero —
murmuré. Presioné el botón para sincronizarlo, haciendo una
mueca de preparación en caso de que explotara.
No lo hizo.
Solo llevó unos segundos antes de que apareciera una
animación colorida: un huevo antropomorfo agitando con un
brazo de palo, una burbuja de palabras brotaba de su boca.
SOY EL HUEVO CALIENTE. ¿QUIERES UNA CITAHUEVO?
Realmente odiaba todo, especialmente cuando vi que el
control deslizante en la parte superior pasaba de 0 a HUEVO-
EXTREMO.
—Los juegos de palabras no deberían permitirse en los
juguetes sexuales —le dije.
El huevo dejó de agitarse y apuntó hacia el deslizador.
Apareció otra palabra en una burbuja. OLVIDA TUS HUEVOS-
EXPECTATIVAS.
Casi tiré mi teléfono al otro lado de la habitación.
En cambio, ignoré el huevo y moví el control deslizante
hasta el tres. No pasó nada.
Yo fruncí el ceño.
—Por supuesto que está roto. No sé por qué estoy
haciéndolo, Dios mío.
El Huevo Mágico comenzó a vibrar.
Y fue glorioso.
Dos minutos más tarde, tenía cinco años y me retorcía
en mi cama, duro como una puta roca, gimiendo
incoherentemente sobre que los huevos revueltos eran mi cosa
favorita en el mundo, y cualquier vegetariano o vegano que yo
conociera podría joderse.
497
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Jadeé mientras mi teléfono zumbaba en mi mano.
Puse el control deslizante hacia abajo cuando abrí el
texto. Las vibraciones cesaron al instante.
Estoy aquí. ¿Estas Listo?
Yo parpadeé.
—Oh no.
Salté de la cama y frenéticamente reventé mi armario.
Encontré los vaqueros y la camisa que me iba a poner y los tiré
en la cama. Levanté mis calzoncillos del suelo y me los puse
antes de vestirme rápidamente. Agarré mi cartera, mi teléfono
y mis llaves antes de echarme una ojeada al espejo. Mis ojos
estaban oscuros, y me lamí los labios. Me veía bien. Nadie
podría decir que me había follado con un juguete de Amazon.
No fue hasta que estaba a mitad de camino por el camino
frente a la casa que me di cuenta de que todavía tenía el Huevo
Mágico en mi trasero.
Tropecé.
Jeremy me miró preocupado, empezando a salir del
Jeep.
—¿Qué demonios? ¿Estás bien?
—¡Bien! —chillé—. ¡Muy bien! Solo... ¡Necesito volver
dentro un minuto!
Y luego tuve el pensamiento más terrible de que, al final,
culparía por completo a Sanford Stewart.
¿Qué pasa si no volví a entrar? Oh, qué cosa tan mala
sería. Nadie tendría que saberlo.
A menos que se lo contara. Le sonreí a Jeremy.
498
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Sus ojos se ensancharon mientras se hundía lentamente
en su asiento.
—¿Qué está pasando?
—Nada —dije inocentemente, y me metí en su coche de
puta—. Nada en absoluto.
No lo encendí mientras manejábamos en el centro, pero
estaba constantemente consciente de que estaba allí. Cada vez
que golpeamos un bache, cada vez que me movía en mi asiento,
no podía evitar soltar un suspiro. La tercera o cuarta vez que
hice esto, Jeremy detuvo su balbuceo sobre cualquier cosa y
preguntó:
—¿Estás bien? ¿Te hiciste daño?
—No —dije rápidamente—. No duele. Estoy
maravillosamente. Perfecto, incluso. Como no te haces idea.
¿Te gusta comprar cosas en Amazon? Me gusta comprar cosas
en Amazon, incluso si no compro dichas cosas y me las
regalan.
—¿Estás... pidiéndome que te compre algo?
Me reí salvajemente.
—De ningún modo. ¡Qué buena noche es esta! Todos
esos… ¡Coge ese bache! ¡Coge ese maldito bache tan fuerte
como puedes! —Puse mi mano sobre mi boca.
—Qué demonios —dijo Jeremy débilmente.
Estaba sudando cuando llegamos a Jack It y aparcamos
en el estacionamiento detrás del edificio. Ya estaba lleno, pero
encontramos un lugar cerca en las sombras. Salí del jeep con
cautela, preguntándome si iba a apretar mi trasero toda la
noche. Al menos se veía bien con estos jeans. Oh, a quién
estaba engañando. Se veía bien en la mayoría de las cosas.
499
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Jeremy rodeó la parte trasera de su coche de puta, con
el ceño fruncido en su rostro.
—Enserio. ¿Qué te pasa?
—Nada de tocarnos, ¿verdad?
Frunció el ceño más fuerte.
—Claro. Quiero decir, sé que hemos hablado de eso, pero
no tienes que actuar como si fuera lo peor del mundo.
Negué con la cabeza.
—No es eso. Es... ¿me harías un favor?
—Por supuesto.
—¿Puedes llevar mi teléfono esta noche?
Parecía confundido.
—Bueno. ¿Por qué no puedes llevarlo tú?
—Solo cógelo —le gruñí, empujando el teléfono en sus
manos.
Lo buscó a tientas, pero logró evitar dejarlo caer.
—Estás comportándote raro.
—No tienes idea. Hay una aplicación en la pantalla de
inicio. Parece un huevo. Ábrela.
Me miró por un momento antes de mirar el teléfono. La
pantalla iluminó su rostro mientras tocaba la aplicación. Se
abrió, y hubo un momento de silencio antes de que frunciera
el ceño.
—¿Qué es esto? ¿Y por qué hay tantos juegos de
palabras? Estoy ofendido, en realidad.
—Mira el control deslizante en la parte superior?
500
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí.
—Muévelo hasta el tres.
—Pero...
—Sólo hazlo. —Lo hizo.
El Huevo Mágico inmediatamente comenzó a vibrar, y no
pude evitar gemir cuando me desplomé contra la parte trasera
de su Jeep. Me miró boquiabierto cuando mi cuerpo se
contrajo, con la cabeza rodando hacia atrás mientras yo
tragaba.
Apenas lo escuché cuando dijo:
—¿Eso es... eres tú...? Corey.
Y luego se puso frente a mí, con solo unas pocas
respiraciones entre nosotros. Levantó la mano como si fuera a
poner su mano alrededor de mi garganta, pero en cambio
buscó detrás de mí y agarró el Jeep, bloqueándome. Giré mi
cabeza hacia un lado y sentí que su nariz rozaba el lóbulo de
mi oreja.
—¿Es eso lo que creo que es? —susurró, y joder, la
última vez que escuché este tono en su voz, tenía su polla en
la mano y estaba hablando de follarme.
—Sí —logré decir.
—Está dentro de ti en este momento.
—Sí.
—Y quieres que yo lo controle.
Asentí furiosamente.
—Esto no va en contra de las reglas. No nos estamos
tocando.
501
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Se rió entre dientes con su aliento cálido en mi mejilla.
—Oh, ciertamente está bordeando la línea. Y lo sabes.
Subió su otra mano, con el teléfono. Mis ojos se
ensancharon cuando su pulgar empujó el deslizador hasta el
cinco.
El efecto fue inmediato. Sacudí mis caderas a medida
que aumentaba la intensidad y me mordí el labio inferior para
no gritar.
Y entonces, se acabó. Lo deslizó a cero.
Dio un paso atrás y me sonrió mientras ponía mi
teléfono en su bolsillo.
—¿Listo para entrar?
—Esto es una muy mala idea —suspiré.
EL JACK IT estaba lleno. Nos abrimos paso entre la
multitud, gente que gritaba mi nombre en señal de saludo.
Asentí con la cabeza, pero seguí moviéndome, no queriendo
estar atrapado aquí con los plebeyos. Llegamos a la puerta que
conducía a la Guarida de la Reina, y el portero que bloqueaba
la puerta saludó con la cabeza.
—Corey —dijo mientras abría la puerta—Sube.
Le di las gracias con una sonrisa, pero antes de dar el
primer paso, el portero se estiró y presionó una mano contra
el pecho de Jeremy.
—Viene conmigo —le dije.
El portero lo miró con recelo.
—¿Helena lo sabe?
502
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí.
Dejó caer su mano.
—Todo bien. Que tengáis una buena noche.
Cerró la puerta detrás de él mientras subíamos las
escaleras.
—¿Qué fue eso? —preguntó Jeremy.
—No se te permite subir a la Guarida de la Reina a
menos que Helena diga que está bien.
—¿Y ella está de acuerdo con que vaya?
—Sí. Ella me dijo antes que podías subir. Deberías
sentirte honrado.
—Lo estoy —me tranquilizó.
Abrí la segunda puerta en la parte superior solo para
encontrar a Helena gruñendo a Paul y Darren mientras
intentaban ponerle el corsé. Vince estaba de pie lo más lejos
posible para no enfrentar su ira. Charlie estaba ignorando a
todos mientras jugueteaba con su cámara.
—¿Es tu jodida primera vez? ¿Necesito encontrar nuevos
ayudantes? Porque ahora mismo, estoy considerando
despediros a los dos.
—Cállate —murmuró Darren—. Lo estamos arreglando.
No es culpa nuestra que dejaras que se enredara la última vez.
Helena volvió la cabeza lentamente para mirarlo, con los
ojos entrecerrados.
—¿Qué fue eso?
Darren puso los ojos en blanco.
—Te amo.
503
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Por supuesto que sí. Soy tu dueño.
—Jesucristo —murmuró Paul.
—Umm —susurró Jeremy—. Tal vez debería quedarme
aquí de nuevo.
—Está bien —le dije—. Helena se pone así antes de cada
show. Esto es lo normal. Nadie ha sido apuñalado todavía, así
que en realidad va bastante bien.
—¿Qué quieres decir con apuñalado?
Arqueé una ceja.
—Exactamente cómo suena. Si no hay sangre, significa
que las cosas están bien.
—Realmente debería bajar...
—¿Ese es Jeremy? —preguntó Helena sin mirarnos—.
Ven aquí. Déjame verte.
—Demasiado tarde —murmuré—. Ella sabe que estás
aquí. Te ha olido. Recuerda felicitarla como si fuera la mejor
cosa que hayas visto.
—Hola —dijo Vince mientras nos acercábamos—.
Jeremy, que bueno verte.
—También a ti —dijo Jeremy, mirando a Helena con
recelo—. Gracias por dejarme subir.
—De nada —dijo Helena mientras Paul y Darren
retrocedían—. Puedes dejarme mirarte ahora. —Todavía no se
había dado la vuelta.
—Ve —le susurré, empujando a Jeremy hacia ella—.
Antes de que ella cambie de opinión.
504
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Jeremy me miró por encima del hombro, pero él caminó
frente a Helena, aunque le dio un amplio rodeo. Llevaba su
traje de Carnivàle, todos colores brillantes y plumas. Parecía
la hija de amor sobredimensionada de un pavo real y un
flamenco, aunque como yo valoraba mi vida, nunca se lo diría.
Jeremy tragó con dificultad mientras estaba de pie frente
a ella, mirando hacia arriba, dado que los tacones de Helena
la ponían a unos centímetros sobre él. Si ella decidiera
comérselo, no podría detenerla.
Ella extendió una mano enguantada, trazando un dedo
a lo largo de su mejilla.
—Hola, muñeco —dijo ella—. Gracias por venir a
presenciar mi gloria. Prometo que tu vida va a cambiar con lo
que vas a ver.
Rodé los ojos.
—Te ha visto actuar antes.
—Lo sé —dijo Helena simplemente.
—Te ves hermosa —le dijo Jeremy mientras Helena le
tocaba la barbilla con un dedo.
—Umm —dijo Helena—. ¿Yo? Dime más.
—Umm ¿Me gustan tus plumas?
Sí, iba a ser comido. Tenía que salvarlo.
—Lo que quería decir era que nunca había visto
semejante visión, y que le asusta estar en tu presencia. Nunca
ha habido alguien como tú, y tú eres la reina más hermosa que
jamás haya existido.
—En serio —dijo Helena, sonando peligrosamente
dudosa—. Eso es lo que quería decir.
505
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí —dijo Jeremy, con los ojos muy abiertos—.
Exactamente.
Helena ladeó la cabeza.
—Entonces, ¿por qué no lo dijiste así?
—Baja el tono —murmuró Darren—. Guarda algo para
el show.
Helena se giró, con los ojos ardiendo.
—¿Perdón?
Darren se inclinó hacia delante y la besó en la mejilla,
cuidando de no estropear su maquillaje.
—Todos aquí saben lo hermosa que eres. No asustes al
novato.
Y maravilla de todas las maravillas, Helena
simplemente... se detuvo. Ella negó con la cabeza mientras se
reía.
—Solo estoy molestándole. Piensa en ello como una
iniciación a la Guarida de la Reina. —Maldita sea, fue
derribada por Darren. ¿Quién lo habría pensado? Miró de
nuevo a Jeremy con su sonrisa menos feroz—. Gracias por
venir, Jeremy. Si necesitas algo, pregúntale a alguien más,
porque estoy terriblemente ocupada. Darren, puedes
ayudarme a bajar las escaleras ahora. Si me dejas caer, solo
sé que te llevaré conmigo.
—No lo haría de ninguna manera —dijo Darren,
cogiéndola de la mano y guiándola hacia la puerta.
Helena nos lanzó besos cuando se fue. Esperamos hasta
que la puerta se cerró antes de dar un suspiro de alivio.
—¿Qué demonios fue eso? —exigió Jeremy.
506
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Esa era Helena haciéndote saber que te quiere —dijo
Paul, sentándose en el taburete junto a Charlie—. Y ella
aprueba que estés aquí.
—Si no lo hiciera, te habría tirado por el balcón —dijo
Vince frunciendo el ceño—. Nunca he visto que lo haga, pero
amenaza todo el tiempo con eso.
—Reinas —murmuró Charlie—. No puedes vivir con
ellas y no puedes dispararles porque llenarías de brillo por
todas partes. —Nos miró—. Jeremy, que bueno verte de nuevo.
Corey, ven aquí.
Fui.
Me miró de arriba abajo.
—Estas guapo.
—Gracias, daddy. —Giró su mejilla hacia mí, y lo besé
porque nos hacía felices a los dos.
—¿Estás bien? —me preguntó Vince. Yo parpadeé.
—Sí. ¿Por qué?
—Estás caminando divertido. ¿Te hiciste daño? Te ves...
rígido.
—Si yo también lo noté —dijo Paul—. Parecías que
habías olvidado cómo doblar las rodillas.
Oh Dios mío. Los miré a ambos mientras Jeremy se
atragantaba a mi lado.
—¡No hay nada malo en la forma en que camino!
—Claro —dijo Paul lentamente, mirando entre Jeremy y
yo—. Probablemente estoy viendo cosas raras.
507
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí. Lo estabas. No es como si ohhhhhh joderrrrr. —
Apenas me detuve de sacudir mis caderas cuando el huevo
comenzó a vibrar en mi culo. Probablemente era solo el dos o
el tres, pero mis ojos amenazaban con rodar hacia atrás en mi
cabeza, y casi me mordí la lengua cuando apreté los dientes.
Jeremy estaba mirando el teléfono, luchando contra una
sonrisa mientras pasaba la pantalla. Las vibraciones cesaron.
Charlie, Paul y Vince me miraron fijamente.
Sonreí débilmente
—Acabo de recordar que me olvidé de alimentar al gato.
—No tienes gato —dijo Vince—. Sandy es alérgica.
Mis piernas se sentían como si fueran a ceder.
—¡Está bien! Me siento mejor ahora. Gracias por eso,
Vince. Eres tan maravilloso.
Se sonrojó.
Paul me miró de reojo.
—Estás sudando. ¿Seguro que estás bien? ¿Te estás
enfermando de algo?
—No —dije distraídamente, tratando de averiguar cómo
recuperar mi teléfono de Jeremy sin parecer enloquecido.
Podría no haber pensado en eso. La historia de mi vida—. Pero
voy a estarlo si esto no se detiene.
Jeremy gruñó a mi lado como si le hubiera golpeado.
Bien, joder.
—¡Ja, ja! —prácticamente grité—. Eso fue una broma.
¡Sólo un chiste sexual gracioso porque eso es lo que hacemos!
Siempre hablando de sexo.
508
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Paul olfateó.
—Realmente, Corey. Muestra algo de decoro. Hay un
tiempo y un lugar para todo. Un bar de mala muerte lleno de
hombres cachondos no lo es.
—Eres muy divertido —le dijo Vince con estrellas en sus
ojos—. Estoy feliz de haberme casado contigo.
—¿Sí? —dijo Paul, con un desagradable puchero en los
labios— ¿Qué tan feliz?
—¿Por qué no te lo enseño? —dijo Vince inclinándose
hacia adelante.
Ambos se sobresaltaron cuando Charlie los roció con
una botella de spray.
—No —dijo—. Basta. —Los mojó de nuevo—. Parad
ahora mismo.
Paul le siseó.
Charlie lo ignoró mientras colocaba la botella de nuevo
junto a su taburete.
Vince se secó la cara con la mano.
—Gracias, Charlie. Lo necesitaba. No quiero hacer una
escena. Ya nos echaron de Sears el fin de semana pasado.
Los miré boquiabiertos, horrorizados.
—¿Follasteis en un Sears? ¿Qué os pasa? ¡Ese lugar
huele a sueños rotos!
Paul hizo un puchero mientras cruzaba los brazos.
—No es nuestra culpa. Acabamos de casarnos. No
siempre podemos controlarlo cuando sucede. En un momento,
Vince estaba mirando herramientas eléctricas, y al siguiente
509
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
necesitaba chupar las suyas... —gruñó cuando Charlie lo roció
en la cara— ¿Puedes dejar de hacer eso?
—Entonces cállate —dijo Charlie.
—Tenemos que ir a tomar algo —anuncié, agarrando a
Jeremy de la mano y tirando de él hacia la puerta— ¿Alguien
quiere algo?
—Claro —dijo Paul—. Voy a tomar un...
—¿No? ¿Estás seguro? ¡Bueno! ¡Adiós!
—Pero...
No escuché nada más de lo que dijo mientras cerraba la
puerta detrás de nosotros, casi tirando a Jeremy por las
escaleras. Se estaba riendo de mí, el imbécil.
—Nos van a pillar —gruñí.
—Recuérdame. ¿Quién de nosotros se metió un vibrador
por el culo y luego cedió el control de dicho vibrador?
Odiaba cuando usaba la lógica.
—No viene al caso.
Me sonrió por encima del hombro cuando llegamos al pie
de las escaleras.
—Si tú lo dices. Este podría ser el mejor regalo que
alguien me haya hecho. Gracias, Corey.
—La peor idea —murmuré.
NO EXAGERÉ.
Quiero decir, claro, me dejó babeando cuando intenté
pedir algo de beber y luego el gilipollas comenzó a vibrar,
510
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
causando que el camarero, Izaac, me preguntara si necesitaba
sentarme. Me las arreglé para sonreírle cuando Jeremy se hizo
cargo, pidiendo agua y tónica con vodka para mí. También me
quedé boquiabierto cuando Izaac regresó con nuestras
bebidas. Jeremy pagó por ellas y dejó una buena propina. Fue
entonces cuando cesaron las vibraciones.
Y seguro, comenzó de nuevo cuando estábamos de pie
cerca de la parte de atrás de la multitud mientras Helena
actuaba. Me las arreglé para no dejar caer mi bebida mientras
me apretaba, mi polla dura, mis dientes rechinando juntos. No
se detuvo cuando la multitud se separó de Helena. Estaba
sincronizando los labios con una canción sucia que no podía
reconocer por mi vida. Se detuvo frente a mí, con las manos en
mis hombros mientras su cabeza se movía hacia adelante y
hacia atrás. Bajó las manos por mi espalda, y justo antes de
que me agarrara el culo, las vibraciones se detuvieron. Su
peluca se enganchó en mi polla, pero ella no pareció notarlo
cuando se levantó, besándome en la mejilla mientras la
multitud miraba a nuestro alrededor.
—¿Está bien? —susurró en mi oído—. Te ves pálido.
—Estoy bien —le susurré de vuelta.
Ella asintió minuciosamente antes de empujarme hacia
un lado y perseguir a Jeremy. Él se sorprendió cuando ella hizo
lo mismo frente a él, con el rostro en su entrepierna.
Lo tenía merecido, el bastardo.
Y seguro, deslizó su pulgar por la pantalla del teléfono
cuando el espectáculo de drag llegó a su fin, más alto de lo que
lo había hecho antes, pero mi grito se perdió con el rugido de
las personas que nos rodeaban. Y ya que estábamos ocultos en
la sombra, me permití recostarme contra él solo una vez, con
su aliento caliente en mi mejilla.
—¿Te diviertes? —preguntó en voz baja.
511
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Que te jodan —gruñí.
Se rio entre dientes.
—No se puede. Lastima.
No sabía cómo había pasado de torturar a Jeremy a
sufrirlo yo, pero no iba a soportarlo.
Por eso me di la vuelta, el huevo todavía vibraba.
Asegurándome de que me estaba mirando, incliné mi cabeza
hacia atrás y gemí, pasando mi mano por la columna de mi
garganta hasta mi pecho y estómago hasta que descansó cerca
de la parte delantera de mis jeans. Su mirada siguió mi mano,
y sus pupilas se agrandaron con la luz intermitente mientras
me apretaba a través de mis pantalones vaqueros.
—Jesús joder —murmuró.
Yo le sonreí.
—Si te metes con el toro, vas a conseguir el martillo.
—Eso ni siquiera tiene sentido...
Me di vuelta y desaparecí entre la multitud.
TODAS las cosas buenas, por supuesto, llegan a su fin.
Es parte de la vida.
A veces estás en un bar gay con un huevo vibrador
atorado en el trasero, el hombre de tus sueños controlándolo
mientras bailas en medio de una pandilla de moteros llamada
Dairy Queens, cuando un daddy te llama para que vuelvas a
la guarida.
Parpadeé hacia Charlie mientras me saludaba con la
cabeza antes de dejar el micrófono.
512
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo siento, muchachos —les dije—. Requieren mis
servicios.
El Dairy Queens se veía decepcionado, lo que me agradó
mucho.
Siempre déjalos deseándote al hacer una gran salida.
Jeremy me estaba esperando al pie de la escalera.
—¿Te diviertes? —preguntó inocentemente.
—Espera hasta que sea tu turno —le espeté—. Voy a
poner esta maldita cosa dentro de ti y voy a llevarte a la maldita
iglesia, solo espera.
El portero en frente de la puerta nos miró fijamente.
Tosí.
—Amo a Dios.
Asintió lentamente mientras abría la puerta.
Podía sentir los ojos de Jeremy en mi trasero mientras
caminábamos por las escaleras, y me aseguré de darle un buen
espectáculo. Se puso a murmurar amenazas contra mi
persona en voz baja, y me reí mientras empujaba la puerta en
la parte superior de las escaleras.
Estaba a punto de decir algo para empujarlo más allá
del límite (—¡Esto es exactamente lo que mereces!) Cuando las
palabras murieron en mi lengua.
Porque allí estaba yo con un vibrador temblando en mi
trasero, mirando en la Guarida de la Reina a Paul, Darren,
Helena, Vince y Charlie.
Y también Nana, Matty, Larry y Robert.
—Oh joder —chillé.
513
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí —dijo Jeremy detrás de mí—. Esa es la idea. Solo
piensa en lo que va a pasar cuando lo suba a siete. Vas a
correrte en tu... Joder… ¿papá?
—Jeremy —dijo Robert alegremente—. Charlie me dijo
que estabas aquí, pero no podía verte en la pista. Aunque vi a
Corey. —Me sonrió—. Parecías que te estabas divirtiendo. Y
con muchos hombres medio vestidos. Lo apruebo.
—¿Nos puedes dar un momento? —pregunté. Y sin
esperar respuesta, me aparté de ellos. Jeremy tenía una
mirada estúpida en la cara, la boca abierta y mi teléfono
todavía en la mano—. Apágalo. ¡Apágalo!
Su boca se le cerró de golpe mientras miraba su mano.
—¡Oh, Dios mío, tienes un juguete sexual en el culo y mi
padre está aquí!
—¿No jodas? —Agarré el teléfono de su mano y puse mi
pulgar contra el deslizador, bajándolo hasta cero. Las
vibraciones cesaron inmediatamente.
Me di la vuelta y le sonreí a todos. Seguían mirándonos
fijamente.
—Bueno, ¿no es esto una sorpresa? No sabía que ibais
a venir todos. ¡Y esta noche de todas las noches! Siento que
esto es algo que debería haber sabido.
—Necesitaba una noche de fiesta —dijo Nana—. Es una
vida difícil, y necesito un descanso de vez en cuando. —Me
frunció el ceño— ¿Estás bien? Estás sudando mucho.
—¿Cierto? —dijo Helena—. Pensé lo mismo.
—Oh, querido —dijo Matty, viniendo hacia mí. Levantó
la mano y presionó su mano contra mi frente—. Te sientes
caliente. ¿Te encuentras mal?
514
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Alejé mi cabeza de su mano.
—Sólo estaba bailando. Hace calor allí.
—Especialmente rodeado por todos esos hombres —dijo
Larry, mirando hacia abajo a la pista de baile—. Parecían que
querían refrescarse contigo. ¿Así es como lo llamáis?
¿Refrescarse?
—Así es como lo llamamos —dijo Helena cuando Darren
le entregó una botella de agua—. Corey se estaba refrescando
completamente con Dairy Queens. Parece que se ha olvidado
de lo que le pasó a Brian.
—¿Fue ese el hombre con el que Sandy se acostó y se
comió todo el tocino cuando Vince le propuso matrimonio a
Paul? —preguntó Matty.
—Siento que hay una historia detrás —le dijo Robert a
Charlie.
—No tienes idea —murmuró Charlie.
—Ven, siéntate —dijo Matty, agarrándome de la mano y
metiéndome más en la Guarida. Había un taburete vacío junto
a Nana, y ella me empujó hacia él. Grité cuando el huevo se
movió justo a la derecha.
—¿Ves? —dijo Vince dijo, sonando preocupado—. Estás
herido. Lo sabía. ¿Qué has hecho?
—Tal vez solo necesites otro masaje —dijo Nana,
quitándome el teléfono—. Veré si puedo encontrar un Groupon
de nuevo. Ambos podemos ser sugar daddy esta vez.
Estaba a punto de exigir que me devolviera mi teléfono
cuando Larry apareció frente a mí, entregándome una botella
de agua. —Toma. Bebe esto. No puedes enfermarte. La escuela
empieza pronto y necesitas estar en plena forma.
515
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Estaba a punto de protestar cuando inclinó la botella
hacia mi boca. Me vi obligado a beber para que no se
derramara sobre mí.
—Umm —dijo Helena.
No me gustaba como sonaba. Cuando hacia eso es que
algo estaba pasando.
Umm
Tenía que distraerla y a todos los demás.
—¡Pensé en refrescarme con Dairy Queens!
Funcionó.
—Guau —dijo Paul—. Eso es... no sé qué es eso.
—¿Estás seguro de que puedes manejarlo? —me
preguntó Vince—. Parece que sería mucho trabajo. Quiero
decir, hay, como, diez de ellos.
Helena se frotó los ojos.
—Recuerdo cuando eras un niño pequeño y una niña.
Estoy muy orgulloso de en lo que te has convertido.
—No quiero tener nada que ver con esto —anunció
Darren a nadie en particular.
—Probablemente deberías solo ir a casa y dormir un
poco —dijo Larry, haciéndome beber más agua—. Puedes
pensar en actividades grupales cuando te sientas mejor.
—O nunca —dijo Matty—. Parece que sería un desastre
muy innecesario.
—¿Por qué estás frunciendo el ceño? —le preguntó
Robert a Jeremy—. Cuando eras niño solías poner esa misma
516
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
expresión en la cara cuando tu madre quería que compartieras
tus juguetes.
—No tengo idea de lo que estás hablando —dijo Jeremy,
haciendo pucheros mientras se cruzaba de brazos.
—Los otros hacen lo mismo —le dijo Charlie a Robert—.
Aunque ya no son niños. Es lindo, la mayoría del tiempo.
—Oh, oye —dijo Nana—. ¿Qué es esto? ¿Es un juego?
No tengo juegos en mi teléfono desde que borré Words With
Friends. ¿Cómo iba yo a saber que estaba jugando contra un
niño de trece años? No es mi culpa que no pudiera terminar y
que acabara llorando. ¿Cómo se juega? ¿Tengo que hacer que
vaya al huevo?
El tiempo se ralentizó a mi alrededor cuando Nana bajó
su pulgar hacia la pantalla.
Me levanté a cámara lenta cuando Jeremy comenzó a
lanzarse hacia el teléfono. Larry chilló de sorpresa cuando me
topé con él.
Lo que significaba, por supuesto, que golpeé la botella
de agua de su mano derecha cuando Nana empujó el control
deslizante hacia la derecha.
Hubo un latido del tiempo, un momento infinitesimal
donde nada sucedió.
Y luego llegó el huevo-extremo.
Tres cosas pasaron casi simultáneamente.
Mis rodillas se doblaron cuando el huevo explotó en mi
trasero, las vibraciones eran tan intensas que pensé que iba a
tragarme la lengua.
La botella de agua voló por el aire con el agua
derramándose y salpicando a Nana y mi teléfono y Jeremy
517
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
golpeó el teléfono de la mano de Nana, cayendo al suelo con un
sonido audible cuando se rompió la pantalla húmeda, el huevo
que se agitaba desapareció con un mensaje de error negro.
Debería haber terminado todo. Mi teléfono estaba roto.
Debería haberse detenido.
Pero no lo hizo.
El huevo seguía vibrando.
Desde una perspectiva externa, debíamos parecer la
pintura más alegre del Renacimiento: Nana, Larry y Matty
tenían sus manos en sus mejillas, viéndose conmocionados.
Charlie y Robert estaban estirando sus cuellos hacia nosotros.
La reina estaba lanzándose hacia mí, las plumas rebotaban en
sus hombros. El rey ponía los ojos en blanco hacia el techo.
Paul y Vince se miraban con cara de sexo. Jeremy miraba
horrorizado el teléfono en el suelo.
Y yo estaba a punto de tener un orgasmo terriblemente
aterrador frente a las personas que consideraba mi familia.
Me puse de pie bruscamente, apenas controlando mis
caderas. Jadeé mientras las vibraciones continuaban. Jeremy
me miró lentamente, el horror en su rostro se incrementó hasta
que pensé que se iba a desmayar allí mismo.
—No se apaga —le susurré—. ¿Qué has hecho?
—¡Qué! ¡No hice nada! Esto es tu culpa. Te pones ahí…
—Sus ojos se agrandaron mientras tosía ásperamente—.
Quiero decir, no tengo idea de qué estamos hablando.
—Oh, maldita sea —dijo Nana—. Estaba a punto de
ganar el juego.
Miré a mi alrededor en pánico, tratando de encontrar
una ruta de escape. Por un segundo pensé en tirarme por el
518
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
balcón, pero probablemente terminaría sólo a mitad de camino
antes de empezar a rodar contra la barandilla.
Fue entonces cuando mi salvador vino, rápido y veloz.
Una mano se cerró fuertemente alrededor de mi brazo,
tirándome hacia la puerta.
—Paul. —Helena saltó por encima de su hombro, con las
plumas detrás de ella—. Ven con nosotros. Ahora.
Paul ni siquiera lo cuestionó. Nos siguió cuando
llegamos a la puerta. Escuché a Jeremy comenzar a seguirlo,
pero Helena le lanzó una mirada que le dijo que sería mejor
para él si se quedaba dónde estaba si quería vivir una vida
larga y fructífera. Aparentemente, parecía que había decidido
arriesgarse, pero Vince lo detuvo.
Estaba gimiendo de placer cuando Helena me llevó por
las escaleras.
—¿Qué demonios le está pasando? —dijo Paul detrás de
nosotros.
—Ahora no —dijo Helena.
Ella irrumpió a través de la puerta del bar. El portero la
miró inquisitivamente. Ella lo ignoró mientras le gruñía a la
gente para salir. La multitud se separó de inmediato, y quería
decirle que era un Moisés gay, pero el huevo se sentía como si
estuviera cerca de mi maldita próstata, y todo lo que salió de
mi boca fue un largo gemido que sonaba como si estuviera
muriendo o siendo follado de verdad. Se sentía como ambos.
—Oh, Dios mío —dijo Paul, sonando escandalizado—.
No quiero volver a escuchar ese sonido de nuevo. ¡Qué
demonios te pasa!
Lo miré fijamente por encima de mi hombro y estaba
listo para regañarlo, pero todo lo que salió fue:
519
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Siiiiiiiiiiii, Paul.
Él palideció.
—Oh no —susurró—. Cara de Sexo.
Salimos por la puerta trasera del bar hacia el patio,
Helena gritándoles a todos que se apartaran de su camino. No
sabía lo que pensaban que estaba pasando. Había una drag
queen furiosa gritándoles, arrastrando a alguien que parecía
tener un ataque, seguido por un hombre que parecía querer
estar en cualquier otro lugar.
Con todo, no era una de mis mejores noches.
Estábamos fuera del patio y por la parte posterior de
Jack It. Sandy se dirigió al pequeño remolque que estaba
detrás del bar y abrió la puerta, tirando de mí hacia dentro.
Mike, el dueño aceitoso de Jack It, nos miró sorprendido
desde detrás de su escritorio. Para empeorar las cosas, había
un jovencito en sus rodillas frente a él, y Mike no parecía llevar
pantalones.
Y todavía estaba duro.
—Helena —dijo Mike con enojo cuando el jovencito huyó
con los labios hinchados por razones que nunca quería volver
a pensar—. ¿Qué demonios estás haciendo?
—Ponte los pantalones y vete a la mierda —le gruñó
Helena—. Tienes cinco segundos.
—Cuando termine…
—Cuatro segundos.
—No.
—Tres segundos.
520
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Mike se subió los pantalones y traté de no gemir, pero
no pude detenerme.
—¿Está bien? —preguntó Mike mientras se abrochaba el
cinturón.
—¡Fuera! —rugió Helena.
Mike sollozó y siguió a su twink du jour31, golpeando la
puerta detrás de él.
—¿Qué le está pasando? —exigió Paul cuando Helena
dio un paso atrás.
—Necesita poner un huevo —dijo Helena, empujándome
alrededor del escritorio.
Detrás de eso, porque Mike era una perra hortera, había
un biombo barato con flores impresas.
—Qué.
—Estúpido niño —me murmuró Helena—. Vamos a
tener algunas palabras, puedes confiar en mí en eso. Pero
primero, saca esa cosa de tu trasero. ¡Pon tu maldito huevo!
—¡Qué! —gritó Paul.
Podría entenderlo, yo también tenía ganas de gritar.
Estaba cerca, esa carrera hasta la meta. Helena me dejó
detrás de la pantalla justo cuando dejaba caer mis jeans al
suelo. Había una mancha húmeda en mi ropa interior, mi polla
atravesando la tela. Casi elegí dejarme terminar, pero Paul
seguía haciendo ruidos como yo, y tomé la decisión de no ser
ese tipo de amigos.
Hice lo único que pude.
31
Jovencito del día.
521
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
A falta de una frase mejor (¡oh, qué burlón podría ser!):
Puse el huevo.
Tiré de la correa tan fuerte como pude, y las vibraciones
cesaron casi de inmediato.
—Nooo. —Paul estaba gimiendo—. Oh dios, escuché eso.
¿Por qué? ¿Por qué?
Jadeé de alivio cuando dejé caer el huevo al suelo.
Todavía me sentía como si estuviera zumbando, a pesar de que
el huevo se había ido, y me mordí el labio para intentar
distraerme.
El huevo vibró a lo largo del piso, golpeando contra una
de las patas de la mesa antes de que muriera con una muerte
bienvenida.
El silencio llenó la caravana.
Esperé mientras luchaba por respirar, con la esperanza
de que simplemente se fueran y nunca volviéramos a hablar de
esto.
Ellos no lo hicieron
—Entonces —dije finalmente cuando mi polla comenzó
a marchitarse—. ¿Cuáles son las posibilidades de que nadie
haga preguntas, volvamos y tratemos de disfrutar nuestra
noche?
—Pocas o ningunas —dijo Helena en ese tono de voz que
me dijo que era adorable, incluso para intentarlo.
—Sí —murmuré—. Lo supuse.
—Cuanto antes vengas aquí, antes podemos lidiar con
esto.
—Prefiero no hacerlo, si no te importa.
522
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Estoy con Corey —dijo Paul, sonando traumatizado—
. No quiero lidiar con nada de esto.
—Ponte los pantalones, muñeca y sal de ahí.
Suspiré cuando lo hice. Me abroché los vaqueros y
caminé saliendo del biombo, negándome a mirarlos.
—Habla —exigió Helena.
Levanté mis manos.
—¡Es tu culpa! ¡Tú me lo compraste!
—Lo hice. —Helena estuvo de acuerdo—. Pero pensé que
lo ibas a usar en privado.
—¡Qué está pasando! —gritó Paul.
Helena puso los ojos en blanco.
—Le compré a Corey un juguete sexual que se metió por
el culo en público.
—¿Tu qué?
—Está bien —dijo Helena—. Tengo Amazon Prime, así
que el envío era gratis.
—¡Eso no significa nada! —Le gritó Paul.
Sí. Paul estaba de mi lado, aunque no lo sabía. Con
nuestros poderes combinados, podríamos enfrentarnos a la
Reina. Era el último nivel. La lucha contra el malo final. Lo
conseguiríamos.
—¡Sí! Eso no significa nada. ¡Y no es mi culpa que se me
haya ocurrido la idea de usarla en público! Se suponía que
Jeremy debía controlarlo con mi teléfono, ¡pero se lo dio a
Nana!
Paul dejó de gritar.
523
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Ambos se giraron lentamente para mirarme.
Yo fruncí el ceño.
—¿Qué está pasando? ¿Qué está pasando aquí? ¿Por
qué me miráis así?
—Muñeca —ronroneó Helena, golpeando sus uñas en el
escritorio frente a ella—. ¿Puedes decir eso una vez más?
La entrecerré con los ojos.
—¿No significa nada? ¿Y no es mi culpa? Porque se
suponía que Jeremy tenía... el control... de... oh no.
—Sí —dijo Helena, con los ojos brillantes—. Oh no, en
efecto.
Paul me miró sorprendido.
—¿Por qué demonios Jeremy tenía el control de…?
Espera. Aguanta un minuto. ¿Jeremy tenía el control de tu
juguete sexual? Lo que significa que él lo sabía. Lo que significa
que hablaste de eso —jadeó dramáticamente— ¡Estáis
follando!
Entré en pánico.
—¡No, no lo hacemos! ¡No hemos estado follando! ¡Nunca
hemos tenido inserción de partes del cuerpo!
Helena estaba a la caza. Se inclinó hacia delante,
presionando sus manos contra el escritorio y me enseñó los
dientes.
—De verdad. ¿Esperas que me crea eso?
Ella estaba tratando de hipnotizarme. ¡Bien, muy bien!
¡No funcionaría! Ella no iba a obtener mis secretos.
524
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No lo hemos hecho ¡Lo único que hemos hecho es
besarnos una vez y luego hablarnos sentados en lados
opuestos de la puerta de su oficina mientras nos
masturbábamos! —Inhalé bruscamente mientras extendía una
temblorosa mano hacia ella—. ¡Bruja! ¡Estás intentando de
hechizarme!
—Santa bolas de sudor —suspiró Paul—. Tenías razón.
—¡Sé vudú! ¡Y Krav Maga! Lucharé contra los dos hasta
que mueran y… —Me detuve en medio de mis amenazas muy
serias mientras repetía las palabras de Paul en mi mente—.
¿Qué quieres decir con que tenías razón?
Helena se puso de pie, con la parte superior de su cabeza
casi golpeando el techo. Ella se encogió de hombros.
—Pensaba que tú y Jeremy ya estaban follando, pero
tratando de mantenerlo en secreto porque él es tu jefe y es una
estupidez estar haciéndolo.
Gemí mientras ponía mis manos en mi cara.
—¿Cómo diablos te diste cuenta? Tuvimos mucho
cuidado.
—En serio —dijo Helena secamente—. Vas a venir con
eso. Después de negarlo directamente en nuestras caras
durante tanto tiempo. Qué preciosa eres.
Mi garganta comenzó a contraerse, y mis ojos ardieron.
Dejé caer mis manos y aparté la mirada de ellos, tratando de
recuperar el control. No sabía por qué esto me estaba
afectando tanto como lo estaba haciendo. Pero todo lo que
podía escuchar en mi cabeza eran sus palabras que se
repetían: es una estupidez estar haciéndolo.
—Oh, oye, no —dijo Helena, dejando de actuar. Rodeó el
escritorio y envolvió sus brazos alrededor de mí. Enterré mi
cara contra su pecho mientras me acariciaba la nuca—. Corey.
525
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Venga. Solo estábamos jugando. Lo siento si lo llevamos
demasiado lejos. Está bien, lo prometo.
Asentí contra su pecho, respirando pesadamente.
Paul rodeó el otro lado del escritorio y se colocó detrás
de mí. Frotó una mano arriba y abajo de mi espalda.
—Sí, yo también lo siento. Quiero decir, no me
arrepiento de haberme asustado por todo el asunto de poner
un huevo, ¿pero las otras cosas? Por supuesto.
—Es una estupidez estar haciendo —logré decir.
—Sí —dijo Helena con suavidad—. Lo es. Si solo estáis
follando. Porque eso podría ser contraproducente, y odiaría ver
eso si sucediera. Has trabajado muy duro para llegar tan lejos.
—¿Y si no es solo follar? —susurré.
—¿Hablas de si es más que eso? —preguntó Paul—. ¿Te
gusta, tienes sentimientos y esa basura?
Deja que Paul corte el corazón del asunto con
sentimientos y basura.
—Sí.
—¿Lo es? —preguntó Helena.
Me encogí de hombros. Pero ellos sabían lo que quería
decir.
—¿Y es recíproco?
Me encogí de hombros otra vez antes de asentir.
Helena suspiró mientras apretaba la parte de atrás de
mi cuello.
—Por supuesto que lo es. Porque eres tú, y él sería el
hombre más afortunado del mundo.
526
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Aspiré mientras levantaba mi cabeza, mirando hacia
ella. Aflojó los brazos y se apartó para ahuecar mi cara, con los
pulgares rozando mis mejillas húmedas.
—Esto es solo... tonto.
Paul resopló detrás de mí.
—Eso es un eufemismo.
—Pero le gusto. Dice... dice que es real para él.
Paul suspiró.
—Maldita sea. Ahora también lo amo.
Los necesitaba para entender.
—Y no hemos... no estamos haciendo nada. Todavía. Por
lo de Phoenix House.
—Solo masturbándoos y metiendo juguetes sexuales en
tu trasero —dijo Helena.
—Sí. Ahí está eso.
—¿Cuándo comenzó?
Aparté la mirada de ellos.
—Nada pasó hasta la cena con los Super Gays.
—¿Qué? —Helena preguntó—. ¿Tan reciente? Mierda.
Pensé que llevaba pasando todo el verano.
Me reí siniestramente.
—Creo que se estaba formando. Pero dijo... —Negué con
la cabeza—. No importa. Simplemente no quiero joder esto. Y
creo que lo hice.
—Nah —dijo Paul—. Solo va a ser una de esas historias.
Como cuando Vince se topó con mi coche.
527
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Helena sonrió.
—O cuando Darren y yo fingimos tener sexo para
convencer a la gente del bar que estábamos follando.
Gruñí.
—Eso empeora las cosas. ¡No quiero ser como ustedes!
Ella resopló poco elegantemente.
—Demasiado tarde, muñeca. Tienes la tuya, no puedo
creer que acabo de hacer esa historia. Y Paul, eres un maldito
mentiroso. Le pegaste a Vince con tu coche, ni siquiera te
adelantes.
Paul levantó las manos.
—Ya ni siquiera sé por qué lo intento.
—¿Pero es real? —me preguntó Helena.
Asentí.
—¿Tal vez incluso un poco más que eso?
Dudé antes de asentir de nuevo. Era asombroso pensar
en cómo algo me podía colar de esa manera. Pero ahí estaba.
La idea de que Jeremy podría... que podríamos ser algo más...
—No puedo creer que estemos hablando de cosas de
amor después de que Corey pusiera un huevo —dijo Paul—.
Nuestras vidas son terribles.
—Tal vez —dijo Helena—. Pero no lo cambiaría por nada
del mundo.
Y como no podíamos no hacerlo, Paul y yo la abrazamos
tan fuerte como pudimos.
Ella se rió mientras envolvía sus brazos alrededor de
nosotros.
528
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Eso es lo bueno.
Paul volvió la cabeza hacia mí, por lo que nuestras
narices casi se tocaban.
—Y para que dejes de enloquecer, Helena y yo somos los
únicos que lo sabemos.
Yo parpadeé.
—¿No se lo dijisteis a Vince o Darren?
Sacudió la cabeza.
—Parecía una buena idea guardarlo para nosotros
mismos. Pensamos que, si teníamos razón, sería mejor si lo
contabas tú. Y no sabíamos si era solo una mierda o algo así.
No queríamos arruinarlo.
—Os amo chicos.
—Nosotros también, muñeca —dijo Helena en la parte
superior de mi cabeza—. Más de lo que posiblemente puedas
saber.
No escuchamos la apertura de la puerta. No sabíamos
cuánto tiempo había estado allí de pie. Pero cuando Jeremy
dijo:
—¿Puedo robar a Corey un segundo? —Todos nos
separamos de un salto.
Se quedó en la puerta del remolque con aspecto
preocupado. Solo tenía ojos para mí.
Helena ahuecó mi cara.
—¿Está todo bien? —Asentí.
Se inclinó hacia delante y dejó un beso pegajoso en mi
mejilla. Ella me guiñó un ojo antes de darse la vuelta y caminar
529
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
hacia la puerta. Se detuvo frente a Jeremy, con las manos en
las caderas. Ella se alzaba sobre él, y Jeremy tragó saliva.
—Te aprecio —susurró Helena.
—Oh. Umm ¿Gracias?
—Oh, de nada —dijo Helena—. Solo pensé que deberías
saberlo. —Dio un paso atrás para permitir que ella y Paul se
fueran. No me sorprendió cuando se detuvo—. Oh, y Jeremy.
Él volvió a mirarla.
—Jodes esto y no habrá ningún lugar donde puedas
correr que no te encuentre. No importa cuánto tiempo me lleve.
Solo conocerás el miedo durante el resto de tus días. —Ella le
golpeó el culo mientras soltaba una carcajada.
—Sí —dijo Paul, y no sabía lo que había hecho para
merecer a estas personas—. Lo mismo que ella dijo. —Tiró de
todo su cuerpo hacia Jeremy y pareció complacido cuando
retrocedió ligeramente—. Además, eres bastante bueno o lo
que sea.
—¿Qué diablos? —Jeremy preguntó débilmente
mientras se dirigían de nuevo al bar.
—Son un poco... mucho —negué con la cabeza—
¿Cuánto escuchaste?
Jeremy se volvió hacia mí. Respiró hondo antes de subir
al remolque y cerrar la puerta detrás de él.
—Suficiente.
Arrastré mis pies contra el suelo.
—Oh sí.
—Entonces... ¿hay alguna posibilidad de que podamos
olvidar todo esto?
530
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Pocas o ningunas.
—Genial —murmuré.
—Mira, Corey...
Levanté la cabeza, porque no me gustaba el sonido de
eso. Frunció el ceño y se pasó una mano por la barba.
—Oh. Quiero decir ¿lo siento? Sé que es mucho, y tal vez
debería haber...
Levantó una mano y me quedé en silencio.
—No es eso.
Ugh. Si él iba a romper mi corazón, preferiría no estar
en un remolque donde un jovencito acababa de chupársela a
Mike. Odiaba todo.
—Bueno. ¿Entonces qué es?
—Es mucho. Eres mucho.
Traté de esconder cuánto me dolía. No pensé que tuviera
mucho éxito.
—No quiero serlo —dije en voz baja.
Sus ojos se ensancharon.
—No. Eso no es lo que yo... argh. Estoy haciendo todo
esto mal. Bueno. Quiero que me escuches. Escucha todo lo que
estoy diciendo. Déjame terminar. ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
Parecía aliviado.
—Nunca he tenido realmente... esto antes. Alguien como
tú. Nunca me ha funcionado. Y es maravilloso. Y espantoso.
531
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Eres tan jodidamente joven, y una parte de mí quiere dar un
paso atrás y dejarte vivir tu vida.
—Pero…
—Aún no he terminado —dijo, no sin amabilidad—.
Porque hay una parte más grande de mí que no le importa una
mierda eso y no me siento tan culpable como probablemente
debería. Te dije que esto era real para mí. Y quise decir cada
palabra. Tú... eres una de las mejores cosas que me han
pasado. Eres la mejor parte de mi cada día. Y ya no puedo
imaginar una vida en la que no estés, de una forma u otra.
Eres feroz y fuerte. Y haces de mi mundo un lugar mejor.
—Lo mismo —dije torpemente—. Quiero decir, ya sabes.
Tú para mi igual. Y esas cosas.
Él resopló.
—Caramba. Gracias. La parte y esas cosas realmente me
llegó.
Lo fulminé con la mirada.
—Necesito que sepas que esto es un gran asunto para
mí —dijo—. Y aunque tal vez podríamos haber renunciado a
toda la cuestión del huevo, no cambiaría ninguna parte de
esto.
—Ni me lo digas —murmuré—. Solo tuve que sacarlo de
mi trasero delante de Paul y Helena.
Tosió ásperamente.
—Eso es... no sé qué es eso.
—Es jodido.
—Sí. Un poco —negó con la cabeza—. Me estás haciendo
perder el rastro de lo que estoy tratando de decir. —Se movió
hasta que estuvo frente a mí. Tomó mis manos entre las suyas,
532
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
apretando suavemente. Era la primera vez que realmente nos
tocábamos desde esa noche en su oficina. Se sentía bien. Se
sentía... bien—. Así que aquí está el trato. Me preocupo por ti.
Y eso es probablemente un eufemismo. Más de lo que
posiblemente puedas saber.
UH oh.
—Pero…
—Pero tenemos que hacer esto bien —dijo—. Porque no
quiero estropearlo. Es demasiado importante para mí. Eres
demasiado importante. Así que creo que lo que tenemos que
hacer es tomarnos un tiempo para resolverlo. Necesitamos
tener la cabezas claras y expectativas realistas para el futuro.
Este verano ha sido un poco una burbuja. Los dos vamos a
empezar la universidad de nuevo y tú estarás más ocupado que
nunca. No quiero quitarte eso.
—No lo harás —dije rápidamente—. Puedo…
Sacudió la cabeza.
—Sólo escucha. ¿Vale? Necesito tiempo para averiguar
cómo vamos a hacer esto. Porque quiero hacerlo contigo.
Nunca lo dudes. Pero tengo que asegurarme de hacerlo bien.
Si, después de todo esto, todavía quieres estar conmigo, tengo
que tomar algunas decisiones. La universidad tiene que
saberlo. No puedo arriesgarme a que ninguno de los dos haga
algo que nos ponga en peligro. Tampoco creo que quieras eso.
Me encogí de hombros, porque a pesar de que tenía
razón, todavía me sentía imprudente por todo eso.
Sacudió mis brazos un poco.
—Oye, vamos. Sabes que tengo razón.
Bajé la vista a nuestros pies y expresé la única cosa que
seguía haciendo eco en mi cabeza.
533
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Y si cambias de opinión?
Soltó mi mano y presionó un dedo debajo de mi barbilla
para levantar mi cabeza. Estaba sonriendo tranquilamente.
—¿Todas esas cosas que le dijiste a Paul y Vince? Sobre
que esto quizás sea un poco más que solo cuidarme. Es lo
mismo para mí. Por supuesto que lo es. ¿Cómo podría no serlo?
Tú eres tú. Y eso es todo lo que podría desear.
Y entonces me besó.
Fue casto y dulce, la más mínima presión de sus labios
contra los míos. Ninguno de los dos trató de profundizarlo y
terminó antes de que empezara. Pero había una promesa allí,
una que causó que una chispa brillante estallara en mi pecho.
Se apartó y dio un paso atrás. Parecía tan afectado como
yo.
—Entonces.
Levanté la mano y froté mis dedos contra mis labios.
—Entonces.
—Hacemos esto bien.
Asentí.
—Porque esto es real.
—Lo más real, incluso.
Él me sonrió.
—No puedo esperar por nosotros. —Sacudió la cabeza
hacia la puerta—. Volvamos dentro, ¿de acuerdo? Para que
todos sepan que estás bien. Estaban preocupados.
Asentí, y aunque no quería más que coger su mano, no
lo hice. Habría un tiempo en un futuro no tan lejano en el que
534
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
haría eso, pero por ahora, sus palabras y el sabor de él en mis
labios era suficiente.
Mike caminaba furioso sobre la grava frente al remolque.
Sus ojos se estrecharon cuando salimos.
—¿Ya habéis terminado? Porque Helena dijo que si os
interrumpía me mataría. Será mejor que no hayáis estado
follando ahí.
Rodé los ojos.
—Porque nadie ha hecho eso antes.
—Vete a la mierda —murmuró—. Y le dices a Helena que
me lo debe. De nuevo.
—¿Por qué no se lo dices tú mismo? Estoy seguro de que
a ella le encantaría escucharlo.
Él palideció.
—O tal vez simplemente podemos olvidarnos de todo eso.
—Nos empujó fuera del camino mientras volvía a subir al
remolque, refunfuñando entre dientes. Volvimos al bar cuando
lo escuchamos decir: —¿Qué diablos es esto? ¿Eso es... es un
huevo? ¿Por qué es púrpura? Oh Dios mío, ¿por qué está
mojado? ¡Está en mis manos! ¡Qué mierda es esto! ¡Corey!
¡Corey!
—Oh, mierda —respiré—. Jeremy, tenemos que correr.
Y lo hicimos mientras Mike gritaba con rabia detrás de
nosotros.
535
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 16:
Por Qué Peleamos
UN CALUROSO DÍA de verano a finales de agosto, mi
teléfono sonó en el escritorio de mi oficina. Miré por encima de
mi portátil para ver un mensaje de texto.
Estoy aquí.
Le sonreí a mi teléfono.
—Parece que estamos listos.
Marina se echó a reír mientras miraba desde su
escritorio.
—¿De verdad ha venido? Por la forma en que le
hablabas, no sonaba como si fuera a venir.
Me encogí de hombros mientras me levantaba de mi
escritorio.
—Está nervioso.
—Le dices que no necesita estarlo. Estamos muy felices
de tenerle. Sé que los niños también lo están y prometieron
que se portaran bien.
Me levanté de mi silla, estirando mis brazos sobre mi
cabeza.
—Sólo porque los amenazaste.
536
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Ella resopló.
—Cuando se trata de adolescentes, a veces las amenazas
son las únicas cosas que funciona. Deberías saberlo a estas
alturas.
Ella me detuvo antes de llegar a la puerta. Me giré y
gruñí de sorpresa cuando me abrazó con fuerza. Le di una
palmadita en la espalda amablemente.
—¿Por qué es esto?
Ella me apretó una vez antes de soltarla. Me sorprendió
ver que sus ojos estaban mojados.
—Sólo... por ser tú. Te advertí que me iba a poner
sentimental en tú último día. No sé qué voy a hacer cuando
mire y no estés allí.
—Voy a volver todas las veces que pueda —le dije—. Tal
vez no tanto como me gustaría, pero prometo que estaré aquí.
No puedo dejar este lugar atrás.
Se secó los ojos mientras asentía.
—Lo sé. Y una vez que te acerques a la graduación,
hablaremos, ¿eh?
—Por supuesto. Tengo mucho en que pensar. Tengo que
tomar decisiones antes de que sea demasiado tarde.
—Bueno. Dejaré que Jeremy y los demás sepan que
estamos listos. ¿Por qué no te aseguras de que tu amigo no sea
mutilado?
Eso me hizo moverme.
Phoenix House era más ruidosa que nunca. Los niños y
los administradores de casos estaban terminando de instalar
sillas en la sala principal. Había una pancarta pintada con un
537
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
arco iris en la parte superior. En él estaban las palabras ¡
BIENVENIDO CHARLIE! Iba a patearme por ello.
Saludé a Diego y Kai. Diego me devolvió el saludo. Kai
asintió hacia mí. Fui tocado. Eso era mucho, viniendo de ellos.
—¡Estamos listos! —Llamé por encima de mi hombro
mientras empujaba la puerta hacia el centro—. ¡Sentaos todos!
—No tienes que empujarme. —Se quejó Charlie en la
acera—. Entraré cuando esté bien y listo.
—No sé por qué estás tan nervioso —dijo Robert, con los
ojos brillando—. Te van a amar casi tanto como yo.
—No estoy nervioso —espetó Charlie—. Me estoy
tomando mi tiempo. Hay una diferencia.
—¡Charlie! —dije alegremente—. Bienvenido a Phoenix
House. Todos estamos esperándote.
Sus ojos se ensancharon.
—¿Qué quieres decir con todos? ¿Cuántas personas hay
allí?
Lo abracé.
—Miles —le dije.
Me devolvió el abrazo.
—No sé por qué pensé que eras más amable que Paul y
Sandy. Eres igual de malo.
Me soltó y yo abracé a Robert.
—¿Están todos aquí? —susurró en mi oído.
—Sí. ¿No lo sabe?
—No tiene idea.
538
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿De qué estáis hablando? —preguntó Charlie con
suspicacia mientras Robert y yo nos alejábamos el uno del
otro.
—No hay nada de qué preocuparse —dijo Robert—.
Vamos a entrar, ¿de acuerdo? Este calor es más de lo que
puedo soportar.
Charlie vaciló, pero solo por un momento. Luego cuadró
sus hombros y sobresalió su barbilla.
—Bueno. Estoy listo ahora. Vamos a hablar con los
jóvenes. Les voy a dar una parte de mi mente.
Robert resopló mientras pasaba su brazo por el de
Charlie.
—Tipo duro.
—Y no lo olvides.
Me abrí camino hacia Phoenix House. Todos se giraron
para mirarnos, y luego se giraron para susurrarse
mutuamente cuando vieron a Charlie y Robert por primera vez.
Miré hacia atrás, preguntándome qué vieron. Charlie llevaba
unos vaqueros negros y una camisa negra y tenía puños de
cuero en ambas muñecas y una correa de cuero que colgaba
de una cadena alrededor de su cuello.
Robert se veía tan elegante como siempre con un
sombrero de ala ancha y un abotonado a rayas. La punta de
su bastón rebotaba en el suelo con cada paso que daba.
—Puedes ver eso —dijo en voz baja, observando a la
multitud y el cartel—. Todo para ti, querido. Qué maravilloso.
Charlie se quedó sin habla mientras llegaba al centro.
Había una fila vacía de sillas en la parte de atrás, pero sus ojos
estaban en el letrero.
539
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Eso para mí? —gruñó.
—Oh no —le bromeé—. Eso es para el otro tipo llamado
Charlie que viene hoy. Simplemente ignóralo. No tuvimos
tiempo de hacer otro cartel para ti.
Robert se rió entre dientes cuando Charlie me lanzó una
mirada.
—Encima de mi rodilla, Corey. No me importa si hay
audiencia.
Los niños comenzaron a susurrar aún más fuerte.
Me estremecí.
—Tal vez no deberías hablar de esa parte.
Charlie puso los ojos en blanco.
—Al menos saben que debo ser respetado ahora.
—Te dejaré con eso —dijo Robert, inclinándose y
besando su mejilla.
Charlie no estaba feliz por eso.
—Tal vez deberías quedarte conmigo. Por si acaso.
Robert se echó a reír.
—Estarás bien. Veo una silla con mi nombre en ella. Voy
a usarla.
Charlie protestó, pero Robert lo ignoró mientras
caminaba hacia la fila de sillas vacías.
Vi a Marina asomando la cabeza por la esquina. Me
guiñó un ojo mientras guiaba a Charlie al frente de la
habitación. Había dos sillas instaladas para nosotros cerca de
las ventanas. Charlie mantuvo su cabeza en alto mientras
caminaba entre los niños. Parecía rudo y lo quería mucho más
540
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
por eso. Lo más probable es que no pudiera decir que estaba
extremadamente nervioso, pero lo podía ver por la forma en
que apretaba las manos.
—Está bien —dije en voz baja cuando llegamos al
frente—. Una silla para ti y otra para mí. Estaré aquí contigo
todo el tiempo, como moderador. Y confía en mí cuando digo
que van a tener preguntas. Cuando hayas tenido suficiente,
avísame y terminaremos.
—Gracias —dijo con brusquedad—. Estoy realmente
contento de que estés aquí.
—¿Por ti? Siempre. ¿Listo?
Él suspiró.
—Como siempre lo estoy.
—Bueno. Sigue adelante y toma asiento. Voy a
comenzar.
Se sentó mientras me giraba hacia todos los que nos
miraban. Me alegré de no ver ningún teléfono a la vista. Incluso
Kai había guardado el suyo. Y aún mejor fue el hecho de que
había algunos padres de algunos de los niños en la audiencia.
No muchos, pero, aun así. El hecho de que hubieran bajado
era importante.
—Está bien —dije alegremente—. Gracias a todos por
venir hoy. Sé que la escuela va a empezar pronto y
probablemente estéis realmente emocionados por eso.
Cada adolescente en la habitación gimió
dramáticamente.
—…Pero aprecio que hayáis tomado el tiempo de
vuestros preparativos para estar aquí. Hoy tenemos a nuestro
último invitado del verano. Su nombre es Charles Malone, y es
un muy querido amigo mío. Lo que significa que espero que
541
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
todos os comportéis de la mejor manera posible y le prestéis
toda vuestra atención para no enfrentaros a mi ira.
Ellos gimieron aún más fuerte.
Debería haberme ofendido. En cambio, me reí.
—Sí, sí. Pero antes de comenzar, un poco su historia. —
Respiré hondo—. Todos ustedes me conocen. Han escuchado
parte de mi historia antes. Pero algo que no he compartido es
quién es mi familia. Probablemente ya sepáis que, como
muchos de vosotros, me criaron en el sistema de acogida. Y
tuve una mala experiencia con él. Ser birracial y bigénero en
una casa que no sabía cómo tratar conmigo significaba que
tenía que descubrir mucho por mí mismo. Pero tuve más
suerte que algunos porque encontré una familia a la que
pertenecer. Gente que me vio por quien era y me amó por eso.
Charlie era una de esas personas. Él me enseñó a defenderme
y a no tener miedo de nadie. Pero no fui el único a quien le
enseñó eso. Chicos, ¿podéis salir ahora?
Marina salió de la esquina. Jeremy siguió detrás de ella
y luego vino Sandy y Paul, arrastrando a Ruedas con su correa.
Y Vince, Darren, Nana, Matty y Larry. Todos estaban sonriendo
mientras se sentaban en la fila vacía junto a Robert. Jeremy se
puso de pie detrás de su padre, poniéndole las manos sobre
los hombros.
Miré a Charlie.
Tenía la boca abierta, y aunque probablemente lo
negaría más tarde, vi una lágrima caer por su áspera mejilla.
—Sé que visteis a estas personas antes y probablemente
tenías preguntas —le dije—. Esta es nuestra familia. La mía y
la de Charlie. Y de una forma u otra, todos nos hemos ayudado
a darnos forma. Y Charlie ha tenido mucho que ver en esto.
Puede que no todos estemos relacionados por sangre, pero eso
542
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
no importa. Porque hemos hecho un hogar con estas personas,
quienes nos aman a pesar de nuestras faltas.
—¡Te amo, Charlie! —gritó Matty—. ¡Eres mi favorito de
todos, incluidos mis hijos!
—¡Oye! —dijeron Paul, Vince, Sandy y Darren al mismo
tiempo.
Charlie rió mojadamente mientras se limpiaba los ojos.
—Imbécil —me dijo—. Hiciste esto a propósito.
Me encogí de hombros.
—Nunca podrás probarlo. —Me volví hacia la multitud—
. Ahora me voy a apartar del camino y dejaré que Charlie
exprese su opinión. Y si tenéis preguntas, podéis levantar la
mano y esperar a que os llame. Y espero que seáis civilizados
y educados.
—Maldita sea —murmuró Nana—. Ahí van todas las
preguntas que tenía. —Ella comenzó a rasgar una hoja de
papel que no había visto que llevara. Tiró las piezas al suelo,
refunfuñando para sí misma.
Me senté en la silla al lado de Charlie. Se acercó y cogió
mi mano en la suya, y durante la hora que nos sentamos frente
a esas personas, nunca la dejó ir.
—Está bien —dijo—. Así que. Supongo que yo...
—Un poco más fuerte —le dije.
Se aclaró la garganta y comenzó de nuevo.
—Supongo que lo primero que quiero decir es gracias por
permitirme venir aquí. Se calienta el corazón de un anciano al
ver que un lugar como este existe. Yo no... no tenía nada como
esto cuando tenía vuestra edad. Demonios, no tenía nada como
esto ni cuando fui mayor. Las cosas podrían haber sido...
543
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
diferentes. Pero entonces las cosas no eran como lo son ahora.
No fue hasta que conocí a una drag queen llamada Vaguyna
Muffman que pude darme cuenta de quién era realmente. Ella
me enseñó que estaba bien salir de las sombras. Y aunque
probablemente tenía más problemas de los que valía, ella
nunca se rindió conmigo. —Mientras hablaba, su voz se hizo
más fuerte—. Y me llevó mucho tiempo darme cuenta de eso.
Porque no estaba... cómodo conmigo mismo. Había vivido una
vida que, si bien no la cambiaría por nada, no era cierta. A mí
mismo. A otros. Cometí errores. Dios sabe que cometí un
montón de errores. Y lastimé a gente en el proceso. Pero tenía
miedo, porque no sabía cómo ser.
Miré a la multitud. Cada persona en la habitación lo
estaba mirando con gran atención.
—Este mundo en el que vivimos ahora —continuó
Charlie—. Es uno que todavía puede dar miedo. Suceden cosas
que nunca pensé que tendría que ver de nuevo. Pero soy una
persona diferente de lo que era antes. Soy más fuerte y
valiente. Y tengo gente detrás de mí que, aunque no crea que
lo merezca, nunca me dejarán ir.
—¡Malditamente cierto! —gritó Larry.
—Esa lengua —dijo Paul—. Por el amor de Dios, papá.
—Y eso es importante —dijo Charlie—. Puede que no lo
parezca ahora, ya que muchos de vosotros sois muy jóvenes.
No pretendo saber cómo es vuestra vida. Lo que os pasa
cuando salís de este lugar. Pero si pudiera hacer que recordéis
algo, sería esto: Eres importante. Eres especial. No importa si
te identificas como hombre o mujer o en algún punto
intermedio. No importa si eres gay o bisexual o queer o as. Eres
exactamente como se supone que eres. Y nadie puede quitarte
eso. Puede haber días difíciles por delante. No os mentiré sobre
eso. Pero incluso si las cosas no salen como esperamos, nunca
os podéis rendir. Porque somos más fuertes juntos de lo que
544
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
somos solos. Es por esto por lo que luchamos. Para que
nuestras voces sean escuchadas y para que todos sepan que
no seremos tomados a la ligera. No saben con quién se están
metiendo. ¿Quieren una guerra? La tendrán. Porque vamos a
ser feroces y fabulosos, y nunca nos verán venir.
Se sobresaltó cuando todos en la sala comenzaron a
animarle.
Y luego sonrió tan grande como nunca lo había visto. Las
líneas alrededor de sus ojos y boca eran profundas y
escarpadas, pero se transformó en algo tan hermoso que
apenas podía respirar.
Tan pronto como el aplauso comenzó a apagarse, Charlie
comenzó de nuevo.
—Quiero contarles acerca de dónde vengo. Y que
orgullosos me hacen por ser quien soy. Si lo pienso, realmente
comenzó cuando tenía quince años...
CHARLIE estaba rodeado por una manada de
adolescentes que exigían respuestas a sus preguntas. Parecía
que se estaba manejando bien, así que lo dejé. Encontré a
Robert de pie solo a un lado mientras la multitud se separaba
para tomar un refrigerio ligero.
—Eso fue bien —dijo Robert cuando me detuve detrás de
él.
—Lo fue.
Golpeó su bastón contra mi zapato.
—Pareces aliviado.
545
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Estaba más preocupado por él que por todos los
demás —admití—. En cierto modo sentí que lo estaba forzando
a venir aquí.
Robert sacudió la cabeza.
—Puede que haya tenido una buena pelea, pero podría
decir que estaba emocionado. Creo que se sintió halagado de
que incluso se lo hubieras propuesto.
—Es el mejor. —Me reí cuando Kai extendió la mano y
tiró suavemente de la correa de cuero que colgaba de la cadena
alrededor de su cuello, preguntándole dónde lo había
conseguido porque se veía genial.
—Lo es —dijo Robert con cariño—. Todos tenemos
mucha suerte de tenerlo en nuestras vidas.
Miré a Robert.
—¿Crees que él sabe eso?
—Oh, estoy seguro de que sí, aunque no creo que sea
solo la necesidad de escuchar las palabras. Es como todos
ustedes lo incluyen. Puede quejarse de muchas cosas, pero he
visto la forma en que se ilumina cuando uno de ustedes le
envía un mensaje de texto o cuando me cuenta una historia
sobre una situación ridícula en la que se ha encontrado. —
Robert se rió entre dientes—. Sois un grupo muy animado.
—No sabes ni la mitad de eso —dije honestamente—.
Somos bastante extraños. Ni siquiera sé cómo seguimos vivos.
—Me gusta. Me mantiene alerta. —Robert vaciló. Luego
dijo—: ¿Puedo sincerarme contigo?
Agité mis cejas hacia él.
—¿No se pondrá celoso Charlie?
Robert me sonrió.
546
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Oh, dudo mucho que pudieras manejarme.
—Eso es... extrañamente reconfortante. En serio. Que
mierda Adelante. Golpéame con lo peor.
—Amas a mi hijo. Y creo que él te ama.
Me quedé boquiabierto.
—Eso pensaba —dijo como si no hubiera lanzado una
bomba sobre mi cabeza—. Cierra la boca, querido. Alguien
podría tomárselo como una invitación.
Cerré mi boca de golpe, casi mordiéndome la lengua.
Robert observó a Jeremy mientras inclinaba la cabeza
hacia atrás y se reía, Nana sonriéndole con orgullo. Matty y
Larry parecían conmocionados y horrorizados. No quería saber
lo que había dicho Nana.
—Una vez te conté sobre Jeremy, que pensé que estaba
solo. Que no tenía gente que pudiera apreciarlo por todo lo que
era. Y tomaste mis palabras en serio. Le diste un lugar al que
pertenecer. Lo que no esperaba era que todos ustedes hicieran
lo mismo por mí.
No pude averiguar cómo formar palabras.
—No fue hasta Charlie que me di cuenta de que también
estaba solo. He vivido una larga vida llena de felicidad y
tristeza, alegría y angustia. No esperaba tener la edad que
tengo ahora y me encuentro con un hombre que hace que mi
corazón late. Y con él vino un grupo de personas que se aman
tanto que duele. Abristeis los brazos para un par de caballeros
solitarios, y no puedo agradecértelo lo suficiente.
—Nos pertenecéis —logré decir—. Los dos.
Robert asintió.
547
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Y entiendo eso. Nana me dijo que yo era un Auster
honorario. Eso me conmovió. Tu familia nos ha recibido en tu
casa. Y necesito que sepas que no importa lo que pase, te doy
la bienvenida a la mía. Si bien no puedo hablar por el futuro y
lo que nos depara a todos o si tú y Jeremy os convirtáis en algo
más u os quedéis como estáis ahora, todo ha cambiado, Corey,
para mejor. Y nunca lo olvidaré.
Lo abracé. Se rió encantado mientras me devolvía el
abrazo. Era un buen sonido, uno que esperaba escuchar una
y otra vez.
—Lo estamos resolviendo —le susurré—. Creo que...
creo que va a ser algo genial.
—Bien —dijo, palmeando mi espalda—. Y si él necesita
una patada en el culo, me lo dices. Me haré cargo de ello. Y si
creo que necesitas lo mismo, no tengas miedo: yo también me
encargaré de eso.
Le creí.
PHOENIX HOUSE se vació a medida que avanzaba la
tarde. La mayoría de los niños me abrazaron y me dieron un
puñetazo o un codazo cuando se fueron. Algunos amenazaron
con venir a buscarme si no regresaba lo antes posible. Les
prometí a todos que no podían deshacerse de mí, por mucho
que lo intentaran.
Kai y Diego fueron los últimos en irse.
—Oye —dije mientras se detenían frente a mí—. Buen
día, ¿verdad?
Kai se encogió de hombros cuando Diego asintió.
548
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí. Buen día. Charlie es como, tan genial. Él es un
daddy de cuero. No sabía qué significaba eso, pero ahora
también quiero serlo.
Oh, chico.
—Daros unos años antes de tomar esa decisión —le dije
con cara seria—. Todavía tenéis mucho camino por recorrer.
—Vas a volver —dijo Kai. No era una pregunta.
—Claro —le dije con facilidad—. Tanto como pueda.
¿Ambos tenéis mi número de teléfono por si necesitáis algo?
—Lo tenemos —dijo Kai.
—Espero que lo uséis. Lo digo en serio. Si me necesitáis,
me escribís o me llamáis. Haré lo que pueda para ayudar.
—Estás bien —dijo Diego, dándome un pequeño
puñetazo en el hombro.
Yo resoplé.
—Gracias. Yo creo que estaréis bien, ¿de acuerdo? Y si
no puedo volver antes, os veré a todos en el desfile del Orgullo
en unas pocas semanas. Vamos a celebrarlo este año. ¿De
acuerdo?
—Trato —dijo Diego—. Te veo más tarde, Corey. —
Comenzó a alejarse, pero se detuvo cuando vio que Kai no lo
estaba siguiendo.
Kai me estaba mirando con su cabeza ladeada. Arqueé
una ceja.
Puso los ojos en blanco y, antes de que supiera lo que
estaba pasando, me echó los brazos alrededor de los hombros
y me besó en la mejilla.
549
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Gracias —susurró—. Por todo. —Y luego se fue,
siguiendo a Diego por la puerta.
Los miré por un largo tiempo.
AL FINAL, solo quedamos yo, Marina y Jeremy. Nos
sentamos en la oficina de Jeremy, viendo como empacaba sus
últimas cosas.
—¿Cómo va la caza de director? —le pregunté a Marina.
Ella me sonrió.
—Bastante bien. Tenemos un par de candidatos. Y como
ahora estamos completamente financiados hasta 2018, es más
un incentivo para que alguien venga aquí. Es curioso cómo
funciona eso.
—¿Por qué no eres tú?
Ella sacudió su cabeza.
—Es... me gusta estar abajo en las líneas del frente.
Ensuciarme las manos. No quiero estar encerrada en esta
oficina todo el día.
—Yo no me quedé aquí —señaló Jeremy.
—Lo sé. Pero... me gustaría traer a alguien aquí. Alguien
más joven. Sangre fresca, por así decirlo. Alguien con
suficiente hambre para dirigir esta nave. Mi esposa y yo
estamos hablando de todos los viajes que nunca hemos podido
hacer y lo que queremos para nuestro futuro. Si decido dar un
paso atrás en algún momento, quiero saber que Phoenix House
está en buenas manos. —Miró a Jeremy—. Claro que puedes
cambiar de opinión.
Él sonrió.
550
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Bastante seguro. ¿Pero quién sabe qué podría pasar
en el futuro?
Ella me dio una patada con su zapato.
—Y no creas que no te perseguiré a medida que se
acerque la graduación. Prevenido vale por dos.
—Solo tú puedes hacer que una oferta de trabajo
parezca una amenaza —murmuré.
Ella se quedó con un gruñido.
—Es como he llegado hasta aquí. ¿Os veré en el Orgullo?
¿A los dos?
—Seguro.
—Bien. —Nos miró a ambos antes de sollozar—. Me
prometí a mí misma que no lloraría, pero aquí estamos. —Se
secó los ojos—. Gracias. A los dos. Por todo lo que habéis
hecho. Gracias a ti, Phoenix House continuará ayudando a
nuestra comunidad. Nos has dado un gran regalo y siempre te
lo agradeceré.
Se inclinó y besó mi mejilla antes de rodear el escritorio
y hacer lo mismo con Jeremy. Ella sollozó otra vez mientras
caminaba hacia la puerta.
—Dejaros ver ¿de acuerdo? Y por el amor de todo lo que
es sagrado, si no os habéis besado ya, hacerlo. El tiempo es
demasiado corto para ser tan tontos.
La miramos fijamente mientras cerraba la puerta.
—Guau —dije—. Eso pasó.
—Sí —dijo Jeremy débilmente—. Supongo que sí.
—¿Cómo diablos lo sabe?
551
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Papá dice que éramos tan obvios, se podía ver desde
el espacio.
—La hipérbole es tan estúpida —murmuré—. No éramos
tan obvios.
Jeremy se frotó la mandíbula.
—Creo que podríamos haberlo sido. Vince me dijo que
estaba feliz de que finalmente hayamos resuelto las cosas.
—¿Qué?
Él asintió.
—Sí, y realmente no quieres saber lo que me dijo Nana.
—Dime —exigí.
—Ella dijo que si alguna vez necesitaba pedir prestada
una de sus paletas para usarla contigo...
—¡No importa! ¡No me digas. Aggg! ¡Bruto! ¡Ugh!
Él me sonrió.
—Larry dijo que estaba bien porque Vince era Dom y
Paul era su pony. Parecían muy abiertos acerca de todo el
asunto. No quise preguntar qué significaba, pero...
—Jesucristo —gemí mientras ponía mi cara en mis
manos—. Lo juro por Dios, esa gente va a ser mi muerte.
—Nah —dijo Jeremy fácilmente—. Sólo te aman, eso es
todo. Y tienen razón. Todos ellos.
Dejé caer mis manos.
—¿Acerca de? No quiero que me azotes con una de las
palas de Nana. Quiero decir, claro, tal vez si tuvieras una
podríamos hablarlo, pero... —Mis ojos se ampliaron mientras
repetía mis propias palabras—. Uh. Olvida que dije eso.
552
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Francamente, no creo que eso sea posible. —Tenía esa
mirada en sus ojos como si me estuviera imaginando desnudo
y por encima de su rodilla—. Tú quieres…
—Si las condiciones fueran las adecuadas, supongo... —
¿Las condiciones? ¿Qué demonios es eso...?
—¡No lo sé! ¡Ni siquiera he elegido una palabra segura!
¿No debería...?
—Oh, así que ahora estamos en territorio seguro,
¿verdad? Parece que nos saltamos un par de pasos...
—Tumblr me enseñó a ser seguro, sensato y consensual,
y todos saben que Tumblr es el lugar al que vas para buscar
nalgadas.
—Quiero besarte —dijo Jeremy, y todas mis palabras se
secaron—. Más que a nada. Quiero llevarte a casa conmigo.
Quiero estar contigo. No quiero dejarte ir.
Asentí lentamente.
—Pronto.
Cerró los ojos.
—Pronto. Porque vamos a hacer esto bien.
—Dios, odio lo responsables que somos.
Él rió, y la tensión disminuyó.
—Lo sé. Pero no quiero que nada se interponga en
nuestro camino. Porque lo quiero todo, Corey. ¿Vale?
Tragué saliva.
—Vale.
553
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Bueno. Ahora, por los viejos tiempos, ¿qué tal si te
llevo a casa? Tengo un nuevo CD para que escuchemos. Es de
Jason Mraz. ¿Alguna vez has oído hablar de él?
—Jesucristo. ¿Qué demonios te pasa? ¿Ves a un tipo
blanco con una guitarra y piensas: “Oh, Dios mío, ¿necesito
tener esto?” ¿Es eso lo que está pasando? Porque eso es una
enfermedad, Jeremy. Una enfermedad debilitante.
—El hecho de que no tengas gustos refinados en la
música no significa que puedas...
—¿Gustos refinados? Escucha aquí, imbécil pedante. Te
haré saber que...
—Si, sí, sí. Todavía lo vamos a escuchar —. Él me sonrió
con una sonrisa de satisfacción antes de abrir la puerta de la
oficina y caminar a través de ella.
Me levanté de mi silla.
—Siempre con la última palabra. Eres un imbécil.
—¡Escuché eso! —gritó desde el pasillo.
Antes de apagar la luz, miré hacia atrás una sola vez. La
oficina parecía tan vacía ahora, pero sabía que no seguiría
siendo así. Pronto habría alguien aquí que amaría este lugar
casi tanto como nosotros.
—Nos vemos pronto —le susurré.
Apagué la luz y cerré la puerta.
554
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Capítulo 17:
Los Fanáticos Pueden
Chuparme La Polla
ODIABA ADMITIRLO, pero Jeremy tenía razón.
Una vez que la escuela comenzó de nuevo, tuve tiempo
para poco más. No era solo la cantidad de cursos o reuniones
con mi asesor académico semanalmente mientras él ponía los
ojos en blanco ante mi pánico. (Normalmente lo hace con voz
aguda mientras me pide que le explique cómo demonios me
dejó llegar tan lejos, el imbécil, ¿en qué estaba pensando?)
También estaba haciendo lo único que muchos
desafortunados veinteañeros tenían que hacer, lo único que
era lo peor del mundo: planificar el futuro, para la vida después
de la graduación.
La idea misma era paralizante. Mientras volvía al ritmo
de las cosas con relativa facilidad, la idea de que todo esto
terminaría pronto y el resto de mi vida comenzaría no era algo
para lo que me hubiera preparado. No había sido un gran
previsor; no hubiera llegado tan lejos como lo había hecho si
lo hubiera sido. Pero, francamente, sabiendo que todo mi
arduo trabajo estaba a punto de terminar en… algo, era casi
más de lo que podía soportar.
Sandy se alejó de mí, en su mayor parte, a menos que lo
necesitara absolutamente. Y cuando lo hice, estaba allí con
555
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
comida, con un masaje o con una palmada maliciosa,
diciéndome que realmente necesitaba superarme a mí mismo
cuando le reprochaba demasiadas veces.
—Lo siento —murmuré la segunda semana de
septiembre—. No estoy tratando de ser un gilipollas.
—Bien —dijo con un resoplido—. Veo que no estás
necesariamente intentándolo tanto como lo estás logrando.
Mordí la réplica, sabiendo que no serviría de nada. Y
Sandy no se lo merecía. Al menos no hoy.
—Solo estoy... joder. No lo sé.
Se sentó en el borde de mi cama. Eran casi las diez de la
noche, y vestía su ridícula bata y una máscara verde que le
hacía parecer que se había comido una cabeza amorosa de
repollo.
—¿Qué es lo importante en este momento?
Lo miré de reojo.
—¿Qué quieres decir?
Se encogió de hombros.
—¿Te preocupa la escuela, la tarea, o.…?
Yo resoplé.
—Tarea. Lindo.
—No sé lo que se necesita para tener lo de maestro —
dijo—. Nunca llegué tan lejos como tú lo hiciste. Nunca me
interesó, por lo que no puedo imaginar el tipo de trabajo que
tienes que hacer o el estrés que tienes.
—Sí —le dije, frotando una mano sobre mi cara—. No es
sólo eso. Yo creo que. Es... todo, ¿sabes? Como alguna extraña
556
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
mierda existencial. ¿Qué significa todo esto? ¿Estoy haciendo
lo correcto? ¿Es esto lo que realmente quiero?
—¿Y tienes las respuestas a esas preguntas?
—No.
Él asintió.
—Y sabes que eso no es algo malo, ¿verdad?
—Pero…
—No tienes que tener todas las respuestas ahora, Kori.
Sé que crees que podrías, pero no sé si lo haces.
—Lo sé —admití—. Pero necesitaré esas respuestas más
temprano que tarde.
—Es por eso que pregunté qué es lo más importante.
¿Qué es lo que más pesa sobre ti?
Mire hacia abajo a los papeles extendidos en mi
escritorio, a la pantalla de mi portátil con siete pestañas
diferentes, todas no relacionadas pero necesarias. Me
temblaban las manos, y estaba agotada.
—Estoy preocupada.
—¿Sobre? —preguntó con prontitud.
—El después.
—"Como en: Después de todo lo que se ha dicho y hecho.
—Sí.
Él asintió.
—Bueno. Ese es un buen lugar para comenzar. ¿Qué
pasa después?
—No lo sé. Ese es el problema.
557
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Alisó la túnica sobre sus muslos, no es que eso ocultara
mucho la forma en que estaba sentado, la zorra.
—Entonces vamos a trabajar en eso. La próxima
primavera, te gradúas.
—Sí.
—Y antes de que eso suceda, es de esperar que tengas
una idea de lo que quieres hacer a continuación.
—Ojalá. Según cabe suponer.
—El primer día del resto de tu vida —dijo—. Que
interesante. Estoy orgulloso de ti, ¿sabes? No sé si te lo digo lo
suficiente. Necesito ser mejor en eso.
Me dejé caer en mi silla.
—Sé que lo estás. Gracias. —Dudé antes de encontrar
las palabras que habían sido enterradas debajo de todo lo
demás—. Tú y Darren.
Él inclinó su cabeza hacia mí.
—¿Qué pasa conmigo y con Darren?
Me encogí de hombros mientras metía un agujero en mis
pantalones deportivos.
—Vas a querer... ya sabes. Que siga adelante. Que me
mude o lo que sea.
—Ah —dijo Sandy—. Ya veo.
—Sí.
—Hacer todo el asunto de la convivencia. Como Paul y
Vince.
—Claro. Podríamos —negó con la cabeza—. No, me
retracto. Lo haremos. En algún momento. ¿No es ese el punto
558
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
de una relación? ¿Acabar compartiendo las vidas? Darren y yo
llegaremos a eso. Por ahora estamos de acuerdo en cómo son
las cosas.
—Yo solo... —Me froté una mano en la cara, frustrado
por cómo sonaba esto—. No sé lo que eso significa para mí. Y
sé que eso es ridículo y egoísta, pero no puedo evitar sentirme
así.
Sandy se echó a reír, aunque no era malo.
—Lo entiendo, Kori. Lo hago. ¿Puedo contarte un
secreto?
Lo miré.
—Cuando Paul y Vince se juntaron, me alegré por ellos.
Quiero decir, ¿cómo podría no hacerlo? Ahí estaba ese hombre,
este hermoso y maravilloso hombre que no conocía su propio
valor. Habíamos crecido escondidos detrás de nuestro carácter
y sarcasmo. Yo tenía a Helena, y ella era un escudo. Paul usaba
su peso para la misma cosa. Creo que los dos teníamos la
impresión de que, si alguien se preocupaba por nosotros,
tendríamos que cambiar quiénes éramos para hacernos más
atractivos.
Yo fruncí el ceño.
—Eso es estúpido.
—Lo es. —Sandy estuvo de acuerdo—. Pero cuando eres
de una manera durante tanto tiempo, realmente no sabes ser
de otra manera. Y luego vino Vince y vio a Paul por todo lo que
era y, aún mejor, apreciaba cada parte de él. No sé
exactamente qué causó que Paul se arriesgara. Si le preguntas,
él probablemente diría que Vince lo derribó. Pero no creo que
sea eso. Creo que Paul finalmente vio que no tenía que ser
nadie más que quién era. No necesitaba cambiar su actitud;
no necesitaba bajar de repente veinte kilos para ser feliz o
559
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
atractivo. Ese tipo de mierda no le importaba a Vince. Y
mientras estaba feliz por los dos, también estaba celoso.
—¿Lo estabas? —No lo sabía.
—Sí. Estaba celoso de Paul por encontrar a alguien que
pudiera hacerle sonreír de maneras que no yo podría. Y estaba
celoso de Vince porque pensé que me estaba quitando a mi
amigo. Tonto, ¿verdad?
Miré hacia otro lado.
—No es tan tonto.
—Tal vez. Pero el punto es que no necesitaba sentirme
así. Porque, aunque Paul había encontrado el amor de su vida,
no significaba que se olvidara de mí. Oh, claro, tal vez no
estábamos tan pegados como lo estábamos, pero es algo
bueno. Vince sacó un lado de Paul que no sabía que existía. Y
todos estamos mejor por eso. Y me gusta pensar que Darren
ha hecho lo mismo por mí.
—Lo hace —le dije—. Eres... más suave. Un poco.
Sandy bufó.
—Dejaré esa ofensa porque estamos hablando. Sin
embargo, si me dices eso otra vez, te arrancaré los ojos.
—Anotado.
Se levantó de la cama y se acercó a mí. Giró mi silla
hasta que lo enfrenté antes de agacharse frente a mí. Si no has
tenido a una drag queen con una túnica con volantes y con la
crema de repollo en su cara, acosándote a tus pies, realmente
no has vivido.
—Lo que estoy tratando de decir es que, si bien algunas
cosas cambian, no significa que olvidemos todas las otras
cosas importantes. Siempre vamos a estar juntos de una
560
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
manera u otra. Puede que no siempre sea así, como lo estamos
ahora, pero te prometo que nunca estarás solo.
Me sentí raspada y cruda. Dije lo único que pude.
—Te quiero.
Él me sonrió.
—Yo sé que lo haces. Y yo también te quiero, muñeca.
Encontrarte ese día en la tienda de segunda mano es uno de
los días más felices de mi vida. Mírate. Mira todo en lo que te
has convertido. Cogiste una mano de mierda e hiciste una vida
maravillosa para ti. Y aunque no puedo prometer que Darren
y yo no queremos pasar al siguiente nivel en nuestra relación,
puedo prometer que serás una de las primeras en saberlo.
Tomaremos estas decisiones juntos. ¿Vale?
Yo sollocé.
—Vale.
Me dio unas palmaditas en las rodillas.
—Bueno. Ahora, ¿qué tal si tomas un pequeño descanso
y vamos a ver tele basura? Solo tu y yo.
—Y Darren, ¿no? Esta aquí.
Se levantó.
—Oh no. Darren está un poco cansado en este momento.
Le di el polvo de su vida, por lo que está muerto durante la
noche. Los homo deportistas son muy predecibles, incluso su
rey.
Hice una mueca.
—Eso es lo que era ese sonido. Pensé que los gatos de al
lado estaban en celo otra vez. Había aullidos.
561
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí. No tengo excusas.
—Deberías estar al menos arrepentido, Jesucristo.
Él se rió y me levantó de la silla. Me sacó de la habitación
y me empujó en el sofá antes de poner una manta sobre mi
regazo. Se sentó a mi lado y me acercó.
JEREMY y yo nos veíamos, aunque era sobre todo desde
la distancia. Él iría por un lado y yo por otro. Nos saludábamos,
pero no nos detendríamos. Tenía una clase a la que asistir, y
yo también. Solo nos veíamos fuera de la universidad un par
de veces, y solo por unos minutos. No era que no quisiéramos
estar juntos, pero tenía razón en que teníamos que hacer esto
correctamente.
Sin embargo, sin falta, llegaba a casa al final del día y
encontraba mensajes de él contándome algo que sucedió en
una de sus clases, o una selfie de él en una reunión, rodando
los ojos mientras me contaba lo aburrido que estaba.
Habíamos estado en el bolsillo del otro durante tres
meses, y ahora que ya no lo estábamos, fue chocante lo
desolado que me sentía. Al menos al principio. A medida que
pasaban las semanas, me encontré apreciando este espacio,
dado que era capaz de empezar a pensar con claridad. Por un
breve momento me pregunté si la distancia entre nosotros
sería una sentencia de muerte, si todo este asunto terminaría
antes de que realmente empezara, pero rechacé ese
pensamiento. Confiaba en él y sé que él confiaba en mí.
Aun así, no podía evitar sentirme irracionalmente
molesto cuando me envió un mensaje de texto un sábado por
la noche diciendo que iba al bar de cuero. Molesto, es decir,
hasta que recibí otro mensaje un poco más tarde diciéndome
que Griffin aparentemente había empezado a salir con un tipo
llamado Trigger, y me llevó un momento recordar al enorme
562
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
tipo que estaba fuera del bar de cuero que se había encogido
cuando apareció Charlie. Mazel Tov.
Todo esto avanzaba a su ritmo. Me dirigía
irrevocablemente hacia un final y un nuevo comienzo. Los días
a veces iban tan lentos que pensaba que iba a arrancarme el
pelo. Y luego parpadeaba y había pasado una semana entera.
Y a pesar de que había este impulso, todavía sentía que parte
de mí estaba inmóvil, como si estuviera esperando que algo
sucediera, algo que se corrigiera de nuevo.
Lo hizo, por supuesto.
Y así es como conseguí mi final feliz.
FUI ABORDADO en el momento en que abrí la puerta de
Phoenix House el último sábado de septiembre. Me las arreglé
para agarrarme al marco. Esperaba que fuera uno de los niños.
Era Marina.
—¡Has vuelto! —gritó en mi oído.
Me reí mientras envolvía mis brazos alrededor de ella, su
pelo haciéndome cosquillas en la nariz.
—Te dije que lo haría, ¿verdad? Sabes que no me
perdería el desfile. Lo siento, me llevó mucho tiempo volver
aquí. La mierda ha estado loca últimamente. La escuela, y el
hermano de mi amigo y su compañero que tuvieron gemelos,
así que he estado respondiendo un montón de llamadas
telefónicas a pesar de que no tengo la menor idea de ser padre.
Son muy raros. Pero son de Oregón, así que eso es de
esperarse.
Ella me apretó con fuerza antes de dejarme ir.
563
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Simplemente estoy feliz de que estés aquí. —Me agarró
de la mano y me empujó hacia dentro— ¡Mirad a quién
encontré!
Los adolescentes se arremolinaban a mi alrededor.
Estaban hablando con entusiasmo, todos ellos tratando de
decirme todo a la vez, y cerré los ojos, dejando que eso me
inundara. No sabía hasta ese momento cuánto extrañaba este
lugar, con todo su ruido y vitalidad. Me sorprendió, y me
pregunté, no por primera vez, si este era el lugar al que
realmente pertenecía. Si este podía ser mi futuro.
Los niños estaban emocionados. Y tenían todo el
derecho a estarlos. Hace unas semanas se había anunciado
que la carroza para Phoenix House sería la primera en el desfile
del Orgullo, solo detrás del gran mariscal. Habían trabajado
duro y no podía esperar para ver lo que habían creado.
Los niños finalmente retrocedieron, y solo entonces se
adelantaron Diego y Kai. Diego tenía su brazo envuelto
alrededor de los hombros de Kai. Ambos me miraron de arriba
abajo.
—¿Todo bien? —les pregunté.
—Totalmente —dijo Diego.
Kai se encogió de hombros, siempre distante.
Puse los ojos en blanco y los atraje a ambos en un
abrazo.
Kai se puso rígido momentáneamente antes de relajarse.
—Gracias por aparecer —murmuró en mi oído.
—Es el único lugar donde quiero estar —les susurré.
—Hicimos plumas de fénix —dijo Diego felizmente
mientras se alejaba.
564
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Todos las vamos a llevar. Tú también, ¿de acuerdo?
—Suena perfecto. ¿Por qué no me muestran en qué
habéis estado trabajando? Marina dijo que habías terminado
la carroza, pero no me envió fotos.
—Quería que fuera una sorpresa —dijo Marina—. Vas a
enloquecer.
ME LLEVARON DE nuevo fuera y alrededor de la parte
trasera del centro hasta un pequeño estacionamiento. Vi un
camión con un remolque enganchado y una gran lona
voluminosa que lo cubría. Era más grande de lo que esperaba,
y me preguntaba qué demonios habían logrado hacer.
Esperaba que se viera bien, pero incluso si no lo hacía, iba a
subirme con todos los demás.
No debería haberme preocupado.
—¿Listo? —Me preguntó Marina.
Asentí, conteniendo la respiración.
—¡De acuerdo, todos! —gritó ella—. ¡Vamos a hacerlo!
Los niños cuidadosamente quitaron la lona, obviamente
no queriendo dañar nada debajo. A medida que fue revelado
lentamente, me tomé un momento para asimilarlo todo. Vi
colores brillantes y unas jodidas alas y...
La lona cayó al suelo.
—Mierda joder —suspiré.
La carroza no era perfecta. Algunas partes parecían que
probablemente se romperían al final del día, pero Dios mío, no
podía creer lo que estaba viendo.
565
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
El costado del remolque que tenía enfrente mostraba
una gran pancarta con las palabras PHOENIX HOUSE
pintadas en rojo y naranja. La mitad delantera del remolque
donde todos estaríamos de pie estaba vacía. Pero puesto en la
parte trasera del remolque había un fénix.
Un jodido fénix real.
Tenía unos tres metros de altura y, aunque podía ver
partes del armazón de alambre sobresaliendo desde abajo,
apenas se notaba, a menos que realmente estuvieras
buscándolos. Las alas del fénix se curvaban hacia la parte
delantera del remolque, y la cabeza del ave se elevaba sobre
sus cabezas, sus ojos se estrechaban ferozmente, con el pico
apuntando hacia abajo. Las plumas eran rojas y naranjas, pero
las puntas eran de color arco iris, brillantes a la luz del sol.
—¿Cómo diablos hicisteis todo esto? —exigí con
asombro.
Marina se echó a reír.
—Una donación considerable de Stephen y Adam
Morgan, mucha suerte y Diego. Él diseñó todo y luego todos se
lanzaron.
Diego se sonrojó brillantemente mientras miraba a sus
pies.
—Kai también ayudó.
—¿Hiciste todo esto? —le pregunté.
Se encogió de hombros.
—Quiero decir, sí. Supongo. —Frunció el ceño, aunque
no levantó la cabeza—. Me gusta dibujar y hacer cosas.
—Y es el mejor en eso —dijo Kai, mirándome como si
pensaran que iba a contradecirlos.
566
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Esto es lo mejor que he visto —le dije a Diego en voz
baja—. Deberías estar orgulloso. —Levanté mi voz—. Todos
deberíais estar orgullosos. No puedo creer... no, ¿sabes qué?
Puedo creer que hicierais esto. Porque os conozco y de lo que
sois capaces. Esto es maravilloso.
Diego me miró.
—¿En serio?
Asentí.
—De verdad.
Kai le golpeó el hombro.
—Te dije que a Corey le gustaría. —Puso los ojos en
blanco—. Estaba preocupado porque no te gustara.
—No lo estaba.
—¿Qué diablos es esto? —suspiré.
El gran mariscal había llegado.
Los niños se quedaron sin aliento. Incluso Kai se veía
asombrado.
Helena Handbasket dio un paseo, todas las lentejuelas
y plumas, luciendo positivamente gloriosa y ridículamente
fuera de lugar en el aparcamiento sucio. Darren, Paul y Vince
la seguían, pero todos estaban concentrados en Helena.
Ella nos ignoró mientras miraba la carroza de arriba a
abajo, merodeando por sus bordes mientras la inspeccionaba.
Todos los niños contuvieron la respiración, y me las arreglé
para contener la risa.
Helena finalmente volvió alrededor de la carroza para
pararse frente a ellos. Miró a los adolescentes frente a ella,
567
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
todos parecían estar a punto de caer de rodillas en adoración.
Helena ciertamente disfrutaría eso.
—¿Hicisteis esto?
Diego hinchó su pecho flaco.
—Lo hicimos. Todos nosotros.
—¿Eso es verdad?
Todos asintieron.
—Entonces de acuerdo —dijo Helena, aplaudiendo—. He
tomado una decisión. Se supone que debo estar sentada en un
convertible vintage que vale más que toda mi existencia, pero
ya no servirá. Si hay espacio, me gustaría estar en vuestra
carroza.
—Oh, Dios mío —dijo Diego, sonando como si estuviera
a punto de desmayarse—. Oh Dios mío.
—Di que sí —Kai le susurró—. Ella es una reina.
Diego hizo una incómoda media reverencia, un brazo
atravesó su estómago mientras lo hacía.
—Nos sentiríamos honrados, Srta. Handbasket.
Y aunque Helena tenía un papel que desempeñar, podía
decir que no quería nada más que arrullarlo. Se las arregló
para mantener el control y dijo:
—Perfecto. Seremos la mejor carroza de todo el desfile, y
todos se alegrarán de nuestra presencia. Ni siquiera
recordarán todas esas otras carrozas de mierda que vienen
después...
Tosí intencionadamente
568
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Quiero decir, estoy seguro de que todos trabajaron
duro.
Asentí.
Ella me sonrió. Era todo dientes.
—Pero esto es aún mejor que todas sus carrozas de
mierda.
Suspiré.
TODOS FUERON dentro para prepararse. Les dije que
estaría dentro en un momento. Le lanzaron besos a Helena
antes de regresar a Phoenix House.
—Gracias por esto —le dije a Helena después de que se
hubiera ido—. Sabía que les encantaría verte.
—Si bien. Soy una celebridad.
—Ese ego —murmuró Darren.
—¿Hicieron esto solos? —preguntó Vince, mirando la
carroza—. De repente me siento muy inadecuado.
—Tienes otros talentos —le dijo Paul.
—¿Sí? ¿Cómo cuáles?
—¿Sabes cuáles? —dijo Paul, poniendo esa mirada
agresiva en sus ojos.
—Absolutamente no —les dije bruscamente antes de que
pudieran comenzar a comerse el uno al otro—. Aquí no. Hay
niños.
—Los niños arruinan todo —murmuró Paul.
569
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Te haré un Freddie Prinze Junior en otro aparcamiento
—le prometió Vince—. Vi uno a la derecha en el camino que
podríamos usar más tarde. Huele a pescado, pero no había
coches allí.
Hice una mueca.
—Asqueroso.
—¿Dónde está Jeremy? —preguntó Darren—. No lo vi
aquí.
Me encogí de hombros.
—Probablemente con Charlie y el club de cuero. Tiene
que marchar con ellos este año. Algo sobre su última misión
como el ex Mr. Leatherman.
—Estará cerca de todos modos —dijo Helena con
desdén—. Cambié el orden del desfile y los puse justo detrás
de la carroza de Phoenix House.
La miré boquiabierta.
—¿Hiciste qué? ¿Por qué?
Ella me guiñó un ojo.
—¿No te gustaría saberlo?
—¡Es por eso que pregunté! ¿Qué hiciste?
Ella me besó en la mejilla, casi me pinchó en el ojo con
parte de su atuendo.
—Estoy seguro de que lo descubrirás antes de que
termine el día.
Yo le fruncí el ceño.
—Eso suena como una amenaza.
570
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo fue, muñeca. Lo fue. Ahora, vamos a prepararte.
MARCHAMOS porque tenemos que ser escuchados.
Celebramos porque es nuestro maldito derecho.
Tenemos orgullo porque hemos tenido que luchar por el
reconocimiento, y merecemos reconocer nuestros logros.
Miles de personas se alinearon en las calles del centro
de Tucson. Banderas arcoíris colgaban de todos los negocios,
todas ondeando con la brisa caliente. El aire estaba lleno de
confeti y vítores y la risa y la alegría de las personas que
luchaban todos los días para tener los mismos derechos que
todos los demás. Oh, claro, estaba la carroza del Jack It, donde
la mayoría de los jóvenes desnudos bailaron con una terrible
música tecno, pero aún era parte de nosotros.
El sonido de la multitud era ensordecedor cuando
rodamos por la calle. Los niños de Phoenix House saludaban
frenéticamente a todos los que podían, arrojando pequeñas
plumas de fénix a la multitud. Solo un par de personas fueron
golpeadas en la cara, así que consideré que era una victoria.
La música sonó por los altavoces debajo de la carroza, y al final
del desfile, nunca más querría volver a escuchar Somos una
Familia32.
Pero eso sería más tarde.
Aquí, ahora, no me importaba, y era por la felicidad que
sentía, sabiendo que en algún lugar detrás de nosotros,
PFALG33 marchaba con Nana, Larry y Matty a la cabeza. Nana
llevaba un muumuu de arco iris que había hecho, y estaba
muy orgullosa de ello. Matty llevaba una camisa que
anunciaba con orgullo que ¡TODOS MIS HIJOS (Y UNA HIJA)
Sister Sledge - We Are Family https://www.youtube.com/watch?v=uyGY2NfYpeE
32
En el Original PFLAG (Parents, Families, and Friends of Lesbians and Gays): Parientes,
33
Familias y Amigos de Lesbianas y Gays.
571
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
SON QUEER! Larry tenía banderas de orgullo pintadas en cada
mejilla.
Y justo detrás de la carroza de Phoenix House, marchaba
la carroza de Build a Bear Sweat Shop, con todas las personas
involucradas vistiendo de cuero. Incluso Robert, aunque su
cuero consistía en una de las esposas de Charlie envueltas
alrededor de su muñeca.
Y Jeremy estaba allí también. Vi destellos de él detrás de
nosotros una o dos veces. Estaba sonriendo y saludando a la
multitud, vistiendo el atuendo que había usado en la
competencia de Mr. Leatherman. Parecía que estaba sudando
terriblemente, pero no le importaba una mierda eso.
Estábamos aquí. Éramos queer.
Y nada nos iba a detener.
Nada, es decir, hasta que la carroza se detuvo justo
enfrente del Jack It. Aquí, las multitudes eran más grandes, al
menos diez personas de profundidad en cada lado de la calle.
Fruncí el ceño hacia el camión, preguntándome si había algún
problema. No había nadie delante de nosotros que nos
impidiera ir más lejos.
Hubo un chirrido de estática en los altavoces cuando se
cortó la canción. Miré a mi alrededor para ver a Izaac lanzarle
un micrófono a Helena, quien lo atrapó hábilmente, dándole
un giro practicado sobre el dorso de su mano.
—¿Qué está pasando? —le pregunté a Marina.
Marina se echó a reír y negó con la cabeza.
—Algo bueno. Ya verás. Y lo juro por Dios, estás tan lleno
de mierda. Los dos.
Me quedé boquiabierto. No tenía idea de qué demonios
estaba hablando. Antes de que pudiera preguntar, Helena
572
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
comenzó a hablar por el micrófono, su voz haciendo eco arriba
y abajo de los edificios a nuestro alrededor.
—Hola, mi gente encantadora —gritó—. ¿Os sentís bien?
Lo estaban, si el rugido resonante era alguna indicación.
—Bien —ronroneó ella—. Eso es lo que me gusta
escuchar. Hoy es importante. No solo estamos dejando que el
mundo sepa que existimos, sino que estamos celebrando el
amor en todas sus formas. No importa si eres gay o
heterosexual, el hecho de que estés aquí significa que crees en
el mensaje de aceptación. Excepto por los imbéciles de allí con
los signos bíblicos que gritan las escrituras. Todos pueden irse
a la mierda. Si crees que tu dios no nos ama por lo que somos,
seguro que no lo queremos.
El pequeño grupo de manifestantes gritó enojado, pero
fueron ahogados por abucheos lanzados en su dirección. Los
manifestantes no se detuvieron, pero nosotros tampoco.
Nunca.
—Cuando me pidieron que fuera el gran mariscal del
desfile del Orgullo —continuó Helena—. Me conmovió
absurdamente. El hecho de que incluso fuera considerada fue
alucinante, y acepté humildemente el honor. Es la única vez
que he sido humilde en mi vida. Me sorprendió que incluso
fuera capaz de hacerlo.
Todos rieron.
Helena sonrió maliciosamente.
—Pero me dejó pensando. ¿Cuál es el punto de todo
esto? ¿Qué estamos haciendo? ¿Por qué estamos aquí? Y me
impactó: estamos aquí porque importamos. Estamos aquí
porque somos necesarios. Estamos aquí siendo nuestros seres
fabulosos porque exigimos que nuestras voces sean
escuchadas. Alguien muy querido para mí, para mi familia,
573
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
dijo una vez que somos más fuertes juntos de lo que alguna
vez seremos solos, y por eso peleamos. Peleamos porque hay
personas en el mundo que nos odian, personas en el mundo
que no quieren nada más que silenciarnos. Pero estoy aquí
para decirte que eso nunca sucederá. Porque estoy orgullosa
de quien soy. Y estoy orgullosa de quiénes sois vosotros. A
excepción de los manifestantes. Que os jodan aún.
Incliné mi cabeza hacia atrás y aullé mi agradecimiento.
Me sentía fuerte. Me sentía vital. Me sentía vivo.
—Peleamos —dijo Helena—. Porque los tiempos son
preocupantes en este momento. Pero no importa lo que suceda,
no importa lo que traiga el futuro, puedo prometerte una cosa:
saldremos victoriosos, porque hemos llegado demasiado lejos
para dejar que nos quiten nuestros derechos.
Escalofríos me recorrieron la espalda.
—¡Así que vamos a celebrar! —Helena cantó entre la
multitud que animaba—. ¡Y gracias por darme la oportunidad
de estar aquí, especialmente con un grupo de nuestro propio
futuro, la maravillosa gente de Phoenix House!
Todos los niños hicieron una reverencia, y me limpié los
ojos cuando Kai sonrió.
—¡Eso es todo! —Helena dijo—. Eso es todo…
—Oh, creo que podría haber una cosa más, Helena.
Parpadeé ante el sonido de la voz de Charlie que venía
por el altavoz.
Helena se llevó un dedo a la barbilla como si estuviera
sumida en sus pensamientos.
—¿Sí? ¿Qué podría ser?
—Tal vez deberías venir aquí y averiguarlo.
574
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Me sobresalté cuando Marina me agarró de la mano y
me llevó hacia el borde de la carroza. Allí, esperándome,
estaban Vince y Paul. Vince levantó los brazos como si fuera a
ayudarme a bajar. Miré por encima del hombro a Helena.
—¿Que está pasando?
Ella me sonrió suavemente.
—Tu futuro, muñeca. Y creo que es hora de ir a buscarlo.
Mi piel estaba zumbando cuando me volví hacia Vince.
Agarré sus manos y salté a la calle. Se inclinó hacia delante y
besó mi mejilla. Oí a los otros en la carroza de Phoenix House
saltando también. Miré hacia atrás para ver que la carroza
avanzaba un poco después de que todos estaban abajo, Darren
ayudando a Helena con gracia, girándola antes de dejarla. Ella
se rió y lo besó rápidamente en los labios antes de venir hacia
mí.
—¿Estás listo? —preguntó ella.
—¿Para qué?
—Esto —dijo ella, y el silencio cayó sobre todos. Todos,
es decir, excepto Paul.
Me quedé boquiabierto cuando se puso las gafas de sol
en la cara y dijo:
—Soy Sexy Paul, perra.
—Esa ni siquiera es la canción correcta —dije
débilmente cuando “Toxic” de Britney Spears comenzó a sonar
por los altavoces.
Y entonces todos empezaron a bailar.
Paul. Y Vince. Helena. Incluso el maldito Darren, y ese
imbécil tenía movimientos que ni siquiera sabía que era capaz
de hacer. Casi lo pierdo cuando Nana, Matty y Larry
575
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
irrumpieron entre la multitud, saltando en la coreografía. Larry
era un jodido padre sobre todo esto, sacudiendo sus caderas
hacia la izquierda y hacia la derecha tan fuerte que pensé que
se iba a caer.
Pero luego me distraje cuando el grupo del bar de cuero
también comenzó a bailar, y tardé un segundo en darme
cuenta de que era la cosa más estúpida y maravillosa del
mundo: un maldito flash mob.
Estaba... bien. Coordinado. Principalmente.
Obviamente, habían practicado al menos un par de veces, pero
nadie era exactamente un bailarín profesional. Incluso Charlie
y Robert se estaban moviendo, aunque un poco más lento que
los demás, y Charlie estaba frunciendo el ceño a todos. Jadeé
cuando los cañones de confeti se dispararon, disparando
corrientes de arco iris a través del grupo de baile.
Y cuando el ritmo se aceleró, los hombres de cuero se
separaron, y allí, en toda su ridícula gloria, estaba Jeremy
Olsen.
Él... seguía sin saber bailar. Como, en absoluto. Había
visto un par de sus movimientos en Phoenix House y otra vez
en el Jack It, y lo mejor que podía decir era que parecía que
estaba haciendo una audición para el papel principal en una
película sobre un profesor universitario / zaddy de cuero que
estaba a punto de tener al demonio dentro de él exorcizado.
Yo estaba completamente y absolutamente loco por él.
Especialmente cuando pude verlo frunciendo el ceño en
concentración con cada uno de los movimientos
coreografiados, pronunciando junto con las palabras mientras
trataba de mantenerse al día con todos los demás. Y fue
cuando él estaba hablando de ser adicto a mí, pero él sabía
que yo era tóxico, y me di cuenta de que probablemente esta
no era la canción más romántica del mundo.
576
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Pero joder, no me importaba una mierda.
Me reí hasta que tuve lágrimas en mis ojos cuando él
avanzó, lanzando sus manos al aire mientras todos se reunían
detrás de él, bailando hacia mí. Apenas podía respirar cuando
todos empezaron a dispersarse.
Y luego no pude respirar por otras razones.
Porque cuando la canción llegó a su fin, Jeremy estaba
jadeando pesadamente, goteando sudor por su frente. Pero eso
no le impidió acercarse a mí.
Y como era un desastre humano, dije bruscamente:
—¿Me estás proponiendo matrimonio? Porque, aunque
es muy dulce, realmente creo que necesitamos tener una cita
primero...
Sus ojos se ampliaron.
—¿Matrimonio? ¡No, no te estoy proponiendo
matrimonio! ¡Qué demonios! ¿Por qué incluso...?
—¡Oh, no empieces conmigo! No soy el que acaba de
actuar en un puto flash mob...
—Y eso significa automáticamente que es una
propuesta...
—¡No lo sé! ¡No sé qué demonios está pasando! Tu eres
el indicado…
—Jesucristo, crees que yo...
—Entonces, ¿qué estás haciendo? Porque parece que...
—¡Estoy tratando de decirte que te amo! —gritó.
¿Alguna vez has estado de pie en medio de un desfile del
Orgullo después de tener un flash mob bailando con Britney
577
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Spears y luego un Mr. Leatherman te dice que te ama por
primera vez?
Yo tampoco.
Así que esnifé y dije:
—Oh. Eso tiene más sentido que lo de la propuesta.
Él puso los ojos en blanco.
—Sí. Probablemente.
—La elección de la canción podría necesitar algo de
trabajo. Ya sabes. Ya que te referías a ciertas objeciones.
—Eso fue todo culpa de Paul. ¿Alguna otra crítica que te
gustaría hacer?
—Ah, no. —Lo miré de reojo—. Así que. Me amas, ¿eh?
—Podría estar empezando a cuestionarme eso en este
momento —amenazó.
—Bien. No.
Dio un paso hacia mí.
—¿No?
Negué con la cabeza.
—No. —Mi garganta se sentía apretada, pero la empujé—
. No quiero que cuestiones eso. Nunca.
—¿Sí? —dijo, y estaba justo delante de mí—. ¿Por qué es
eso?
Y la razón por la que luchamos por todo aquello en lo
que creemos es por un momento como este: cuando podía estar
en medio de una calle, rodeado de amigos y familiares y
extraños por igual, y decirle al tonto que estaba frente a mí:
578
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Porque yo también te amo.
Sentí su sonrisa más de lo que la veía, porque me
estaban besando pegado a mí cuerpo. Hacía calor y estaba
mojado, principalmente porque sudaba mucho, pero no me
importaba. Envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y me
levantó. Y cuando mis pies dejaron el suelo, mientras lo besaba
con todo lo que tenía, la multitud explotó a nuestro alrededor,
pensé que tal vez el futuro no era tan aterrador después de
todo.
—ERES tan jodidamente estúpido —jadeé cuando me
empujó contra la puerta principal de su casa y atacó mi
cuello—. Como, no tienes ni idea.
—Como, totalmente —murmuró antes de morder
bruscamente cerca de mi garganta—. Quiero decir, no me oirás
quejarme...
—No has hecho nada más que...
Agarré su cabello y jalé su cabeza hacia atrás. Sus
pupilas estaban muy abiertas, y sus labios estaban húmedos
y brillantes.
—Estoy tratando de mostrarte mi agradecimiento.
—Y yo estoy tratando de seducirte...
—Seducirme. Oh Dios mío, eres tan estúpido. ¿Por qué
te detuviste?
Él me gruñó y alcanzó detrás de mí para empujar la llave
en la cerradura. Ayudé chupándole la oreja. Él gimió y se
arqueó contra mí. Esos pantalones de cuero no hacían mucho
para ocultar su emoción. Para ser justos, ambos habíamos
estado ansiosos durante las últimas dos horas, buscando una
579
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
excusa para escapar de ser orgullosos de nuestra comunidad
y llegar directamente a lo importante.
El sexo.
Al final, Robert llegó a un punto crítico cuando nos miró
a los dos y dijo que sería mejor que nos fuéramos porque no
quería ver la mirada que su hijo estaba poniendo nunca más.
Jeremy estaba horrorizado.
Pero como nos dieron una salida, la tomé, agarrando su
mano y apartándolo de nuestros amigos y familiares,
diciéndoles que sería mejor que nadie nos molestara durante
al menos seis horas. Helena me llamó diciendo que estaba
siendo increíblemente optimista, lo que probablemente era
cierto. Pensé que iba a explotar.
A Jeremy no le gustó mucho mi idea de arrastrarme
detrás de un McDonald's para que pudiéramos empezar el
espectáculo. Le dije que Darren le había comido el culo a Sandy
por primera vez junto a un contenedor de basura, así que si
era lo suficientemente bueno para ellos, era lo suficientemente
bueno para mí.
Nunca olvidaré la mirada en su rostro. Digamos que no
estaba muy impresionado.
Le dije que se bajara de su caballo alto porque estaba a
punto de hacerlo.
No, no fue uno de mis momentos de mayor orgullo. Lo
que sea.
De alguna manera, llegamos a casa sanos y salvos,
aunque Jeremy me acusó de intentar matarnos a los dos,
viendo que mi mano estaba firmemente apoyada en su pene
durante todo el viaje. Señalé que había hecho la magnánima
oferta de un encuentro rápido, pero él se negó. Después de
580
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
todo, dije, ¿de qué sirve un coche de puta si en realidad no
hacías nada de puta?
Así que fue su culpa cuando finalmente logró abrir la
puerta. El hecho de que él me hubiera presionado contra eso
aparentemente nunca se le había pasado por la cabeza. Y
cuando se abrió la puerta, no quedó nada que me sostuviera.
Y como uno nunca debería caer solo, me aseguré de
aferrarme a él con fuerza.
Pesaba más de lo que parecía. O al menos así se sintió
cuando se desplomó encima de mí, causando que jadeara.
—Eres lo peor —logré decir—. En serio.
Suspiró y puso su frente en el suelo cerca de mi oreja
derecha.
—Juro que no es la primera vez que hago esto.
—Oh caramba. Gracias por hablar de otras personas con
las que has follado cuando intentas seducirme. Tan romántico.
—Incliné la cabeza hacia atrás—. Huh. Nunca he estado en tu
casa antes. Es agradable.
—Cállate —me gruñó. Se levantó del suelo. Agarró mi
brazo y me levantó de un tirón.
—¡No, estoy hablando en serio! Amo lo que habéis hecho
con el lugar. Oooh, ¿tienes suelos de madera dura? He estado
tratando de convencer a Sandy de que se deshaga de la
moqueta de nuestra casa, ¡eh! ¿Ni siquiera me vas enseñar la
casa? ¿Qué tipo de anfitrión eres?
—Esta es la sala de estar —dijo bruscamente sobre su
hombro mientras me arrastraba por la casa—. Esa es la cocina.
Eso es un armario. Ese es el baño. ¿Ves esa puerta al final del
pasillo? Esa es la habitación de mi papá.
581
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡No puedo apreciar nada si no me dejas verlo! Cristo
¿la madera dura está por toda la casa? Eso es…
—Estoy tratando de mostrarte mi madera dura, así que,
si no te importa, me gustaría continuar con eso.
Me eché a reír.
—Sí, he cambiado de opinión. Se acabó.
Me frunció el ceño cuando se detuvo frente a una puerta
cerrada.
—Esto no es gracioso.
—Oh, lo es —le aseguré—. Eres lindo cuando estás
nervioso.
—No estoy nervioso.
Rodé los ojos.
—Claro que no lo estás. Yo estoy nervioso, así que ni
siquiera puedo imaginar cómo es para ti. Estoy realmente
atractivo.
—Tienes una pluma que sobresale de tu cabello.
Me estiré y la saqué.
—Los chicos la hicieron para mí. Ahora, ¿qué tal si
tenemos sexo?
Miró hacia el techo como si rezara por fuerza. Como no
parecía estar dispuesto a hacerlo por su cuenta, empujé la
puerta para abrirla.
Su habitación era más grande de lo que esperaba. Había
una cama grande que esperaba que estuviera lista para que se
probaran sus muelles. Un cofre estaba encima de una
582
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
alfombra gris. Un gran conjunto de ventanas daba al patio
trasero que tenía un patio con una mesa y sillas...
—Está bien —anuncié—. Eso es suficiente.
Me frunció el ceño.
—¿Es suficiente de qué?
—No importa. ¡Quítate los pantalones!
Chilló ruidosamente cuando lo abordé de nuevo,
envolviendo mis piernas alrededor de su cintura. Se tambaleó
hacia atrás un par de pasos, pero se mantuvo erguido. Sus
manos bajaron a mi trasero, sosteniéndome mientras lo
besaba mientras trataba de deshacer su corbata. La mayor
parte del tiempo lo estropeaba (tanto los besos como la
corbata), y él se echó a reír contra mi boca.
—¿Por qué tuviste que ponerte todo esto? —murmuré
mientras él besaba mi mejilla y mi frente—. Especialmente si
sabías que íbamos a hacer esto más tarde.
—Recordaré vestirme adecuadamente para tener sexo en
el futuro —prometió, y realmente me gustaba el sonido de eso.
—Mira lo que haces. Fuera. ¡Fuera!
Me tiró sobre su cama, mis piernas colgando del borde.
Salté hacia arriba y hacia abajo mientras lo observaba quitarse
la corbata. Mi boca se secó cuando él comenzó a desabotonar
la camisa de vestir de cuero. El pelo en su pecho y estómago
estaba resbaladizo por el sudor, y eso no era un problema para
mí. Y el hijo de puta lo sabía, porque arqueó una ceja mientras
procedía a desnudarse lentamente, deslizando la camisa por
sus hombros, los músculos de su pecho y brazos flexionándose
mientras la dejaba caer al suelo.
—Es para hoy —respiré.
583
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Resopló mientras se arrastraba sobre mí, rodillas cerca
de mis caderas, manos a cada lado de mi cabeza. Él me miró
con una mirada caliente. Levanté la mano y pasé los dedos por
su barba, preguntándome qué tan bien se sentiría cuando la
frotara contra mi piel.
Su expresión se suavizó.
—Hola.
—Hola.
—¿Estás bien?
—Muy bien.
—¿Estás preparado para esto?
—En más de un sentido.
Él agachó la cabeza.
—Sí, ahora tengo la cosa de madera dura.
—Me alegro. Es terrible de tu parte decirlo. Deberías de
estar avergonzado.
Lo más probable es que hubiera continuado (¿quién
diablos sabía que la risa durante el sexo era posiblemente la
mejor cosa del mundo?), Pero se inclinó y me besó de nuevo,
pasando su lengua contra mis labios. Gemí cuando abrí mi
boca hacia él. Comencé a envolver mis brazos alrededor, pero
me agarró por mis muñecas, presionándolas por encima de mi
cabeza contra la cama. Era más fuerte de lo que esperaba.
Y estaba bien con eso.
Me las arreglé para quitarme los zapatos sin darle un
rodillazo mientras él me lamía un lado del cuello. Me retorcí
debajo de él, tratando de alejarme y acercarme a la vez. Jadeé
cuando volvió a morder, y había una parte sucia y
584
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
desagradable de mí que esperaba que sus dientes dejaran una
marca que durara varios días.
Mis ojos se volvieron cuando se acercó a mí,
agarrándome a por encima de mis vaqueros. Me mecí contra
su mano mientras apretaba fuerte.
—Joder —gruñí—. Menos ropa. ¡Menos ropa!
Se lo tomó en serio cuando soltó mi polla y levantó mi
camisa hasta mis axilas. No podía sacarlo del todo porque
todavía estaba sosteniendo mis muñecas en su lugar. Él
demostró ser bastante flexible (¡me encantaba aprender cosas
nuevas sobre él!) Cuando se inclinó y me lamió el estómago
hasta el pecho y los pezones. Hizo girar uno suavemente entre
los dientes antes de retirarse y soplar sobre la piel húmeda. Me
retorcí debajo de él, repentinamente sin palabras, pero
necesitando más.
Y luego me quitó el peso, mis manos libres mientras se
deslizaba a un lado de la cama hasta sus rodillas en el suelo.
Levanté la cabeza para mirar hacia abajo cuando sus manos
fueron a la parte delantera de mis pantalones vaqueros. Dudó
antes de desabotonarlos.
—¿Sigues bien?
Fui tocado. Nadie me había preguntado eso antes, y
aunque pensé que habría sido irritante, realmente no lo fue.
Había ciertos límites en su lugar, pero ahora estábamos bien.
Asentí furiosamente.
—Sigo bien. Mejor, incluso.
Él sonrió.
—Voy a chuparte ahora.
Probablemente lo iba recordar para siempre.
585
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Apruebo este plan.
Me desabotonó los vaqueros. Levanté mis caderas
mientras los bajaba hasta mis muslos. Se rió de mi ropa
interior (impresa con el arco iris), pero antes de que pudiera
replicar, también la bajó. Mi polla golpeó contra mi estómago
mientras él levantaba mis bolas, colocando la cintura de mi
ropa interior debajo de ellas. Eso creó una presión casi
insoportable, y me deleité con ello.
Lo observé con los ojos muy abiertos mientras lamía la
parte inferior de mi polla, moviendo la lengua justo debajo de
la cabeza. Gruñí cuando él me tragó expertamente, aunque no
fue capaz de bajar por completo antes de que comenzara a
ahogarse. Sin embargo, eso no lo disuadió, ya que redobló sus
esfuerzos.
Gemí mientras tiraba de mis pelotas, con la garganta
trabajando alrededor de mí. Me miró con ojos encapuchados,
algo que solo había visto en la pornografía. Siempre me había
parecido ridículo, pero ahora que me estaba sucediendo, no
podía por mi vida pensar por qué. Sus mejillas se ahuecaron
mientras trabajaba conmigo, su barba frotando contra mis
bolas.
—Esto —logré decir—. Se terminará pronto. Lo siento
por eso. Si íbamos a seguir adelante... ¡qué carajo
Empujó contra mis piernas, levantándolas sobre mí,
doblándome por la mitad. Mis piernas seguían atrapadas en
mis jeans. Él empujó contra mi ropa interior, exponiendo mi
culo. Sabía lo que estaba a punto de hacer antes de que lo
hiciera, pero aun así grité cuando me golpeó el culo con dos
dedos antes de separar mis mejillas, exponiéndome. Por un
breve momento sentí su aliento caliente sobre mi piel antes de
que su lengua rozara mi agujero. Y luego otra vez. Y luego otra
vez.
586
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Mis manos se apretaron en el edredón mientras cerraba
los ojos. Su nariz presionó contra la parte inferior de mis
pelotas mientras me follaba con la lengua. Presioné contra él,
deseando más pero incapaz de articularlo.
No sabía cuánto tiempo duró, pero mis ojos se sentían
vidriosos cuando se recostó, dejando que mis piernas volvieran
a caer sobre la cama. Estaba jadeando, mi pecho subía y
bajaba rápidamente mientras se levantaba.
—Diez de diez —dije en voz alta—. Lo recomendaría.
—¿Todavía bien? —preguntó.
—Sí. Sigo bien.
Sus manos fueron a la parte delantera de sus pantalones
de cuero. Me puse al día con el programa rápidamente y me
quité mis propios vaqueros y ropa interior. Levanté mi camisa
sobre mi cabeza antes de tirarla a un lado. Me recosté, apoyado
en mis codos. Me estaba mirando fijamente, con una expresión
de asombro en su rostro.
En lugar de decir algo sexy, dijo:
—Te ves bien aquí. En mi cama.
—Cristo —murmuré—. ¿Cómo diablos no hicimos esto
hace meses?
Él negó con la cabeza.
—Es el momento adecuado.
—¿Lo es?
—Sí, Corey. Lo es. Creo que es mejor así.
Me encogí de hombros.
—Bien.
587
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿Bien?
—Bien. Deberías follarme.
Eso llamó su atención y levantó la cabeza hacia mí.
—¿Estás seguro? Yo puedo ser quien...
—La próxima vez. Bastante seguro de que tengo una
tasa de recuperación impresionante. Sin embargo, deberíamos
probarlo para asegurarnos. Con rigor.
Hurgó en sus pantalones. Se abrieron, y gemí cuando vi
la parte superior de sus pubis.
—Por supuesto que no llevabas ropa interior. ¡Planeaste
todo esto!
—Correcto —dijo secamente—. Eso es exactamente.
Comenzó a bajarse los pantalones, pero frunció el ceño
cuando apenas los consiguió sobre sus caderas. Los tiró de
nuevo. Apenas se movieron.
—¿Hay algún problema? —pregunté dulcemente.
—Me puse pantalones de cuero en septiembre en
Arizona —dijo.
—Sí. No lo pensaste bien, ¿verdad? —Y como todavía era
magnánimo, me senté en la cama y decidí que debía ayudarlo.
Intenté no reírme ya que ambos sacudimos el pantalón en
vano—. Esto es increíble.
—Cállate —murmuró.
—No en serio. Aquí, recuéstate en la cama.
Suspiró mientras lo hacía. Me puse de pie frente a él y
levanté sus piernas, agarrando la parte inferior de los
pantalones de cuero cerca de sus pies. Gruñí cuando los
588
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
músculos de mis brazos se tensaron mientras intentaba tirar
de los pantalones hacia abajo.
—¡Ayúdame!
—Lo estoy intentando —me gruñó, empujando hacia
abajo la parte superior de los pantalones. Sabía que nos
estábamos acercando cuando su polla saltó, pálida, delgada y
encantadora. Apreté los dientes mientras tiraba tan fuerte
como pude.
Debería haber sabido que se soltarían. Tenía mi corazón
puesto en ello, después de todo. Pero imagínate mi sorpresa
cuando salieron disparados y caí de espaldas al suelo, con
unos pantalones de cuero golpeando mi cara y aterrizando en
mi cabeza.
—Entonces —dije en el silencio que siguió, incapaz de
ver nada—. ¿Podemos fingir que fue muy erótico y que nunca
has estado tan excitado en tu vida?
Empezó a gritar de risa. Que idiota.
Me quité los pantalones de la cabeza y los tiré al suelo.
Estaba meciéndose hacia atrás y adelante, con los brazos
envueltos sobre su estómago mientras sostenía sus costados.
El cabrón tenía lágrimas en los ojos y se reía muy fuerte.
—S…si… deberías ver la expresiónnn en tu cara —aulló.
—Te odio tanto, maldición —murmuré mientras me
levantaba del suelo. Su risa se cortó cuando me arrastré
encima de él. Su piel estaba caliente y sudorosa, pero me
gustaba la forma en que se sentía. Estaba sonriendo cuando
puse mi cara cerca de la suya. Levantó la mano y ahuecó mi
mejilla mientras me acomodaba sobre él, mi polla contra la
suya.
—Eso fue bastante genial —dijo.
589
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Me incliné y besé la punta de su nariz.
—Solo lo mejor para ti.
Su sonrisa se desvaneció cuando baje mi mano
agarrándonos a los dos. Me deslicé lentamente, disfrutando de
cómo nos sentíamos juntos. Moví mis caderas al ritmo de mi
mano, empujando contra él. Se mordió el labio inferior. Me
incliné e hice lo mismo.
—Las cosas están en el cajón superior —dijo, sus labios
contra los míos—. Si es lo que quieres.
Lo era.
Me recosté sobre él. Me incliné hacia la pequeña mesita
de noche junto a la cama. Encontré una botella de lubricante
y una caja de condones, sin abrir. Oculté mi sonrisa mientras
los ponía en la cama junto a él.
—Entonces, esto es lo que va a pasar —le dije
conversacionalmente—. Me vas a estirar mientras te chupo la
polla. Y luego voy a montarte.
Él me miró boquiabierto.
No hay tiempo como el presente. Él lo resolvería.
Me di la vuelta con cuidado, sin querer lesionarme
accidentalmente como final de las festividades. Mis rodillas
estaban a ambos lados de su pecho, y él pasó sus manos por
la parte de atrás de mis muslos hasta mi trasero. Él gruñó
cuando lo tomé en mi boca. Olía a sudor limpio mientras
presionaba mi nariz contra sus bolas, mi garganta trabajando
alrededor de él.
—Jesús, joder —murmuró, y luego noté un dedo mojado
o dos presionando contra mi culo. Lo chupé más fuerte cuando
presionó el dedo en mí, la quemadura causó que mi garganta
590
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
se contrajera ligeramente. Él era amable y cuidadoso, y me
abrió con un paso pausado.
Un poco más tarde, me abofeteó el culo.
—Date la vuelta.
Dejé caer su polla de mi boca. Golpeó húmeda contra su
estómago. Mis labios estaban entumecidos, y me limpié la
saliva de la barbilla. Me arrastré hacia atrás para verlo rasgar
un envoltorio de condón con sus dientes. Escupió un trozo de
su lado y sacó el condón. Estaba a punto de alcanzarlo entre
nosotros para ponérselo, pero sacudí la cabeza y se lo quité.
—Quiero hacerlo.
Él asintió mientras se recostaba contra la cama.
—Bien.
Deslicé el condón sobre su polla, apretando la base. Hizo
un ruido herido, los músculos de su estómago se contrajeron.
Me reí entre dientes mientras alcanzaba el lubricante. Lo
bombeé, consiguiendo más que suficiente. Deslice mi mano
sobre la goma, sin apartar mis ojos de los suyos.
—¿Todo bien? —pregunté en voz baja.
—Todo bien —susurró.
Me incliné y lo besé antes de volver a sentarme. Me
limpié la mano en la camisa. Tendría que pedir prestada una
de las suyas más tarde, y la idea no debería haberme
emocionado tanto como lo hacía.
Lo observé mientras me levantaba y le ponía detrás de
mí. Sus ojos se ensancharon cuando levanté su polla y la
apreté contra mi culo. Tragué saliva, chasqueando la garganta,
mientras bajaba sobre él.
591
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Joderrrr —gemí mientras me llenaba, la quemadura
brillante y aguda. Me tomé mi tiempo, acostumbrándome a la
intrusión, y en el momento en que estuve completamente
sentado contra él, estaba sudando. Presioné mis manos contra
su pecho mientras echaba hacia atrás mi cabeza, tratando de
recuperar el aliento.
Levantó los dedos contra mi mejilla. Volví la cara y le
besé la palma de la mano.
—Estoy bien —le dije—. Puedes… puedes moverte
ahora.
Se sentó rápidamente, envolviendo sus brazos alrededor
de mí. Su pecho presionado contra el mío, sus pies apoyados
contra el suelo al lado de la cama. Rodeé mis piernas alrededor
de su cintura. Estábamos cara a cara cuando él
tentativamente empujó hacia mí. Gemí al sentirlo. Él empujó
de nuevo, más fuerte esta vez, levantándome y luego tirándome
hacia atrás a tiempo con el chasquido de sus caderas. Mi polla
se frotaba contra el pelo de su estómago, y apenas podía
mantener los ojos abiertos.
Me besó mientras me follaba. Jadeé en su boca. Él chupó
mi lengua. Le arañé la espalda cuando se apartó, su cara se
clavó en mi hombro. Dijo mi nombre una y otra vez, y juro que
sonaba como una oración.
Nunca había sido así antes. Nunca fui presionado de
frente contra las sábanas mientras alguien me agarraba por la
espalda. Podía sentir su aliento en mi piel, el deslizamiento de
su pelo entre mis dedos. Lo sostuve cerca mientras me follaba
más fuerte.
Pasaron solo unos momentos antes de que se recostara,
empujando una mano contra mi pecho.
—Mastúrbate conmigo —dijo.
592
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Lo hice. Cronometré mi mano con el empuje de sus
caderas, la dura bofetada de la piel. Yo me derramé primero,
mi mano tartamudeando contra mi polla cuando me vine sobre
su pecho y estómago. Dijo mi nombre de nuevo antes de que
sus caderas se detuvieran, su cuerpo sacudiéndose debajo de
mí. Le besé la mejilla, la nariz y la barbilla mientras cabalgaba.
Ambos estábamos respirando con dificultad para
cuando terminó.
—Guau —le dije—. Eres realmente bueno en esto.
Gracias.
Y se rió.
ME DEJÓ EN LA CAMA mientras iba al baño a buscar
una toalla y desechar el condón. Sonreí en su almohada
cuando lo escuché silbar alegremente. Apenas había cerrado
los ojos cuando un paño mojado se apretó contra mí. Hacía
calor, y no lo pensé mucho cuando él extendió mis piernas para
limpiarme el culo.
—No nos corrimos en la cama —le dije—. Bien por
nosotros.
Él resopló.
—Bien por nosotros. Porque me habrías hecho
tumbarme en el lugar húmedo, estoy seguro.
—Es lo justo. Soy un invitado en tu casa. Eso es lo
correcto.
—¿Eso es correcto?
Bostecé ampliamente, mi mandíbula se resquebrajó.
—Sí.
593
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo recordaré cuando estemos en tu casa, entonces. —
Me gustaba cómo sonaba eso.
Dejó caer la toalla al suelo y me indicó que me moviera.
Lo hice, levantando mis caderas para poder bajar el edredón.
Se metió en la cama con un gemido. Los dos estábamos todavía
desnudos, y se sentía más íntimo de lo que esperaba. No sabía
por qué, pero de repente me sentí tímido, por el amor de Dios.
Parpadeé hacia el techo mientras ponía el edredón sobre
nosotros.
—¿Estas bien? —preguntó mientras se acomodaba en la
almohada.
—Sí —le dije—. Solo... hoy fue un día raro.
—Un poco. Raro bueno, sin embargo.
—Bailaste en la calle por mí.
—Lo hice.
Volví la cabeza para mirarlo. Nuestras caras estaban a
centímetros de distancia.
—¿Por qué?
Levantó la mano y tiró suavemente de mi pelo. Si
hubiera sido la mayoría de los demás, habrían perdido un dedo
o dos. Muy posiblemente toda la mano. ¿Él, sin embargo? Todo
estaba bien.
—¿Por qué qué?
—¿Por qué todo?
—Eso es... no muy específico.
Le empujé la cara mientras él se reía.
—¡De verdad!
594
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—De verdad —estuvo de acuerdo mientras trataba de
morderme el dedo. Lo saqué justo a tiempo.
—Todo el mundo lo sabía.
—Lo hicieron. De hecho, me sorprende que hayan
podido mantenerlo en secreto. Sin ofender, ninguno de
vosotros es exactamente... sutil.
—Eso es toda una ofensa —le dije—. En su nombre
también.
—Martillo, ¿recuerdas?
—Vagamente.
Sacudió la cabeza.
—Solo necesitaba que supieras que hablaba en serio.
Que ya que vamos a hacer esto, estoy listo. Y Sandy dijo que
la única forma de que me creyeras era con un gran
espectáculo. —Frunció el ceño—. Ahora que lo pienso, debería
haber sabido por la forma en que me estaba sonriendo que me
estaba jodiendo.
—Indudablemente. Y, sin embargo, aquí estamos.
—Aquí estamos.
Puse un dedo sobre sus cejas.
—¿Qué hay de esperar?
Se encogió de hombros.
—No quería esperar más. Se lo notifiqué a la
universidad. Ah, por cierto, vas a tener que firmar algunos
papeles, solo para mantener todo en orden.
—¿Cómo un contrato de amor?
Él gimió mientras rodaba sobre su espalda.
595
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Jesucristo.
Me reí de él.
—Me estás haciendo firmar un contrato de amor.
—Le das a todo la vuelta —dijo, mirando al techo con un
bonito ceño fruncido—. Cambié de opinión sobre todo esto.
—No. Amigo, ya está ahí fuera. Se lo dijiste a la
universidad. Sobre tu amor.
Él resopló.
—Amigo, totalmente.
Apoyé mi cabeza en su hombro, y él envolvió un brazo
alrededor de mí, sosteniéndome cerca.
—¿Te jodieron con eso?
—Eh. Un poco. Principalmente un par de mis colegas,
pero no era nada que no pudiera manejar. Pero dejé en claro
que no pasó nada mientras yo era tu profesor y que no
volverías a estar en ninguna de mis clases.
—¿Qué pasa si quiero ir y chupártela en tu oficina?
Él me empujó.
—Ni siquiera lo intentes.
—Dices eso ahora. Solo espera. —Dudé—. ¿Estás seguro
de esto?
Besó la parte superior de mi cabeza.
—Nunca he estado más seguro de nada en mi vida.
Esto... no lo esperaba. No te estaba esperando. Pensé que
estaba bien con la forma en que estaban las cosas, pero
mirando hacia atrás, no sé cómo me convencí de eso. Y no se
trata solo de ti, aunque eres la mayor parte de eso —suspiró—
596
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
. Era la forma en que Sandy se iluminaba cuando me contaba
lo que pensaba que debía hacer. Era la forma en que Paul y
Vince se apuntaron de inmediato. Demonios, incluso Darren
solo se quejó un poco. Y luego Nana y Larry y Matty se
involucraron. Y Charlie y papá, y recuerdo que escuchó sobre
todo esto por primera vez, sentado con el brazo de Charlie a su
alrededor, y le juro por Dios que nunca lo había visto tan feliz.
Era como si tuviera esa... luz ardiendo dentro de él. Y era por
mi culpa y por lo estúpido que estoy por ti que incluso
consideré hacer esto, pero también por la forma en que me
sentí rodeado por todas estas personas que te aman. Tú y
Charlie, nos has dado un lugar para pertenecer. Un lugar
donde no tenemos que ser más que quienes somos. Creo... creo
que olvidamos cómo era eso. Solo fuimos nosotros por mucho
tiempo.
—Pero ya no —susurré.
Él asintió contra mi cabeza.
—Ya no. Y así es como sé que estoy seguro. Incluso si
tuviera alguna duda, la forma en que todos dejaron todo solo
para asegurarse de que todo iba bien... bien. ¿Cómo podría no
querer ser parte de eso? Y aun así todo volvió a ti. Porque eres
la mejor parte de todo eso.
Besé la parte inferior de su mandíbula.
—Estamos bastante bien. Y, querido Dios, por favor,
dime que hay videos de cualquier ensayo que tuvisteis. Quiero
reírme durante días.
Me gruñó mientras rodaba encima de mí. El peso de él
era cálido y real. No sabía lo que había hecho para llegar a este
lugar, pero debía haber sido lo correcto.
—Puede haber un video o dos —dijo a regañadientes—.
Y estoy seguro de que lo que sucedió hoy lo grabaron más
personas de las que me interesa pensar.
597
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Probablemente ya esté online. Voy a ser viral.
Gimió mientras presionaba su frente contra la mía.
—Nunca voy a escuchar el final de esto.
—Una vez que firme ese contrato de amor, puedes estar
seguro de que puedes apostarlo.
—¿Dejarías de llamarlo así?
Lo besé. Los dos nos reímos, pero lo hicimos lo mejor
que pudimos.
Y así es la vida, pensé para mí mientras sonreía contra
mí. Hacer todo lo que puedas con todo lo que tienes.
¿Por qué esto? ¿Todo esto?
Vale la pena luchar por ello.
Siempre.
598
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Epílogo:
Hasta Luego, Mis Viejos
Amigos
SONÓ MI teléfono
Estaba distraída, frunciendo el ceño a mi portátil. Había
estado revisando esta maldita hoja de cálculo durante horas, y
me ardían los ojos.
Descolgué el teléfono sin mirarlo.
—Kori Ellis.
Una pequeña voz susurró:
—¿Kori?
Yo parpadeé.
—¿Sí?
—Puedo verte. —Hubo risitas en el fondo. Reconocería
ese sonido en cualquier parte.
Negué con la cabeza. Juré a Dios que estos niños iban a
ser mi muerte.
—¿Puedes ahora? —pregunté mientras me recostaba en
mi silla—. ¿Debería estar asustada?
—Muy asustada —susurró la niña.
599
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No lo sé —dije lentamente—. Porque creo que sé quién
eres.
—¡No, no lo sabes!
—¿Estás segura? Porque creo que podrías ser una
sobrina mía. Una sobrina que podría haberle robado el teléfono
a su tío.
Lily Thompson se quedó sin aliento.
—¿Cómo lo supiste? —El teléfono estaba apagado—.
¡Noah! lo sabe. Lo sabe. —Noah Thompson se echó a reír al
fondo.
Yo sonreí.
—¿Sabe el tío Ty que le has robado el teléfono?
—No —dijo Lily, sonando molesta—. Está demasiado
ocupado entrando en pánico.
Gruñí.
—¿Todavía? Se supone que debe estar cuidándote, no
entrando en pánico.
—Eso es lo que dije, pero luego dijo que todo el mundo
entra en pánico antes de que casarse.
—Lo hacen —dije gentilmente—. Pero tu tío está siendo
una reina del drama. Como de costumbre.
—¡Hola, tío Corey!
Hice una mueca cuando alejé el teléfono, incluso cuando
Lily lo reprendió ligeramente porque estaban hablando con la
tía Kori, ¿Cómo podía decirlo ella por la forma en que yo
sonaba? Ella era demasiado inteligente para su propio bien.
Los amaba mucho.
600
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¡Hola, tía Kori! ¡Lo siento!
—Hola, Noah —le dije—. Y está bien. No me puedes ver.
No necesita preocuparte por eso. ¡Legos!
—UH Huh. Legos.
Luego ambos gritaron cuando otra voz dijo:
—¿Con quién estás hablando? ¿Es ese mi teléfono? Lily,
te dije que no puedes simplemente cogerlo y llamar a quien
quieras. La última vez que hiciste eso, ¡pediste dieciséis pizzas!
—¡Las gaviotas tenían hambre! —escuché a Lily
exclamar antes de que el teléfono se alejara de ella—. ¡Y
necesitaba alimentarlas!
—¿Quién es? —exigió Ty en el teléfono.
—Hola, Ty —dije secamente—. El cuidado de los niños
parece que va bien.
—Kori —dijo Ty, suspirando de alivio—. Jesús, lo siento.
Algunas personas tendrán que volver a escuchar sobre el
respeto de las pertenencias de otras personas y ya se han ido.
Dom. Dom! ¡Niños en camino! ¡Es tu turno de lidiar con ellos!
—¿Dónde están Bear y Otter? —pregunté, mirando de
nuevo a mi portátil antes de cerrarlo. Había tenido suficiente
por el día.
—Noche romántica —murmuró Ty—. Lo hacen una vez
al mes ahora. Estúpido, ¿verdad?
—Eh. Jeremy y yo hacemos lo mismo.
—Sí, pero no tienes ningún niño para empeñar antes de
irte. Especialmente cuando te casas en dos semanas.
—Correcto —le dije—. Porque no sé nada sobre tener que
cuidar a un grupo de niños.
601
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Podía escucharlo fruncir el ceño a través del teléfono.
—Eso no es lo mismo —hizo una pausa, considerando—
. En realidad, ahora que lo pienso, probablemente sea peor
para ti. Solo tengo dos niños de cuatro años de los que
preocuparme. Tú tienes como ¿una docena de adolescentes?
Yo resoplé.
—En un día tranquilo. Y realmente ya no los tenemos.
Teníamos por lo menos treinta aquí hoy.
—Cristo, hombre. Tú y Bear. No sé cómo lo hacéis.
—Él es maestro —señalé.
—Sí, pero tú eres el director.
Me reí de lo orgulloso que sonaba.
—Supongo que sí. —Miré alrededor de mi oficina en
Phoenix House. No había cambiado mucho en los últimos cinco
años, pero desde que me mudé hace ocho meses, se convirtió
en mi hogar lejos de casa. Extendí la mano y enderecé una de
las fotografías en el escritorio, la de Jeremy y yo sosteniendo
un letrero de ¡VENDIDO! frente a nuestra nueva casa. Ese
había sido un buen día.
—¿Ya te has acostumbrado?
—En realidad no —dije en voz baja—. He estado
demasiado ocupada como para realmente pensar en ello. No sé
cómo lo hicieron Sienna o Jeremy. —Sienna había sido la
directora anterior, y llegó en otoño después de que Jeremy se
fuera. Cuando anunció que había cogido un trabajo en otro
lugar el año pasado, Marina me dijo que tenía que solicitar el
puesto y que no aceptaría un no por respuesta. Regresé aquí
después de graduarme, para su deleite. Sienna estuvo de
acuerdo, diciendo que yo era perfecto para el trabajo y que
nadie tenía más pasión por nuestro trabajo que yo.
602
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Había ido a casa esa noche y lo había hablado con
Jeremy, aunque ya sabía lo que iba a decir. No fue muy difícil
convencerlo. Sólo me enteré más tarde de que ni siquiera
consideraron a nadie más.
—Bueno, te lo has ganado, Kori —dijo Ty en mi oído—.
Me impresionó cuando lo vi el verano pasado. No creo que
sobrevivan sin ti. Todos esos niños te adoran.
Yo resoplé.
—La mayoría de ellos.
—Pareja de alborotadores, ¿eh?
—Unos pocos. Nada que no pueda manejar. Ahora, ¿qué
es esto de que entraste en pánico?
Él suspiró.
—Es... ugh. No estoy entrando en pánico.
—¿Nervios antes de la boda?
—Sí, pero creo que es algo bueno, ¿sabes? No tengo
dudas ni nada —agregó rápidamente.
—Lo sé. Sois inevitables.
—Lo somos —estuvo de acuerdo—. Y, después de todo,
hemos pasado por... es mucho para asimilar.
—¿Hablas con Dom sobre eso?
—Sí —dijo Ty—. Y ya sabes cómo es él. Me escucha y
luego me dice que estoy siendo un tonto, y luego me besa y
todo está bien otra vez.
—No puedo esperar para verte —dije en voz baja.
—Yo también. Ha pasado mucho tiempo. ¿Jeremy sigue
sin poder asistir a la ceremonia?
603
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—No. Él y papá habían planeado ese viaje desde hace
mucho tiempo. Se siente mal, pero luego vendrán con todos los
demás antes de que tú y Dom os vayáis de luna de miel.
—Él y papá —dijo Ty burlonamente—. Robert al final te
convenció, ¿eh?
—Es... —Negué con la cabeza a pesar de que no podía
verme—. Se siente bien.
—Bien. Porque lo es. Y en poco tiempo, probablemente
sabrás exactamente lo que estoy sintiendo ahora si Jeremy
mueve el culo y te lo propone.
—Tal vez. —O tal vez debería ser yo quien se lo proponga.
Un día.
—No puedo creer que estén llegando —dijo Tyson—.
Hemos pasado tanto tiempo sin tener a Bear y Paul en la
misma habitación. Será como una versión extraña y
extravagante de los Vengadores.
Me reí.
—Esa es una forma de verlo. E imagínate si Sandy
consigue que su primo estrella de cine venga con todos sus
amigos y...
—¡Noah, no! ¡No puedes dibujar en la pared! ¿Por qué
demonios crees que esto es...? Kori, me tengo que ir. Picasso
aquí de repente encontró a su musa. ¡Te amo! ¡Te extraño! ¡No
puedo esperar para verte!
Y se había ido incluso antes de que pudiera decir algo
más. Puse el teléfono en la base.
Apenas tuve tiempo de procesar cuando alguien llamó a
la puerta y se abrió. Un chico flaco con el pelo desaliñado y
una barra en una ceja entró.
604
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Oye. Pensé que todavía estabas aquí. Quería traerte
esto.
Diego se acercó a mi escritorio y me entregó un archivo.
Estaba haciendo una pasantía en Phoenix House como parte
de su trabajo en clase. Había crecido para ser diabólicamente
guapo, pero más aún, una de las personas más bondadosas
que había conocido.
—¿Qué es?
Se encogió de hombros.
—Marina dijo que querrías verlo. Se trata de uno de los
niños de aquí. Parece que tuvo algunos problemas en la
escuela. —Parecía preocupado—. Es no binario, y parece que
están jodiéndole por ello.
Ah. Así que eso explicaba la mirada en su rostro.
—Gracias. Le echaré un vistazo. —Pensé en dejarlo ir,
pero tenía que preguntar—. ¿Has oído hablar de Kai
últimamente?
Él miró hacia otro lado.
—Hace unas pocas semanas. Están... bien. Tienen una
vida en California. Está funcionando para ellos.
Asentí, escogiendo cuidadosamente mis palabras.
—¿Alguna vez has pensado en ir a verle?
Él suspiró.
—Tal vez. No lo sé. Las cosas son diferentes ahora,
¿sabes? Ellos tienen sus propias cosas en marcha, y yo
también. Hemos estado separados durante cuatro años, Kori.
Ya no estoy molesto por eso. Necesitaba hacer lo que
necesitaba hacer. Y yo también.
605
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
No sabía si creía eso. Nunca olvidas tu primer desamor.
Pero no me correspondía empujar más de lo que ya hacía.
—Todo bien. Bueno, la próxima vez que hables con él,
dile hola de mi parte.
Él asintió, pareciendo aliviado.
—Lo haré. Marina me dijo que te dijera si todavía estabas
aquí que es sábado y debes irte. Y ella tiene razón. Trabajas
mucho. Ese archivo puede esperar hasta el lunes.
Probablemente podría, pero ya sabía que me lo iba a
llevar a casa conmigo. Parte del trabajo.
Diego dijo que me vería más tarde, lo que significaba que
probablemente iba a aparecer en el Jack It para el show de esta
noche. Desde que cumplió 21 años, se había convertido en un
fijo en el bar. Incluso había bailado una o dos veces en nada
más que un suspensorio en una de las noches de twinks de
Mike, pero Sandy y yo lo habíamos bajado de inmediato. Se
había enojado conmigo durante algunas semanas, pero no
dejaría que Mike le pusiera las manos encima.
Mi teléfono vibró en el escritorio.
Un mensaje de texto.
Estoy aquí. ¿Estás listo?
Sonreí.
Voy para fuera
Agarré el archivo y lo puse en mi bolso junto con mi
portátil antes de dirigirme a la puerta.
606
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
MARINA me saludó mientras caminaba hacia el frente
de Phoenix House. Ella prometió que también se iría pronto, y
que me vería la próxima semana.
Salí a la luz del sol caliente.
Un jeep amarillo estaba en marcha. Ahora tenía mi
propio coche, pero estaba en el taller y él me había traído hoy.
Jeremy me miró, ya sonriendo. Se levantó las gafas de
sol de la cara y se las puso encima de la cabeza.
—Hola.
—Hola —dije mientras subía al Jeep.
Se inclinó y me besó, largo y dulce.
—¿Has tenido un buen día? —preguntó mientras se
retiraba.
—Un día largo —corregí—. ¿Cómo va el patio trasero?
—Es un jodido desastre —dijo con el ceño fruncido—. No
puedo creer que no sabíamos cuán jodida era la tierra. La
inspección debería haberlo descubierto. Pero ahora estamos
atascados con eso.
Nos alejamos del bordillo y dejé que mi mano colgara en
el exterior del Jeep. La radio estaba encendida emitiendo las
noticias. Los escuché decir que la última apelación de Andrew
Taylor había sido denegada y que se había quedado sin
opciones. El locutor pasó a las noticias nacionales y dijo que el
ex presidente Donald Trump había hecho una huelga de
hambre y que los funcionarios de la prisión en la que se
encontraba estaban considerando sus opciones. Me acerqué y
apagué la radio.
—Lo resolveremos. Siempre lo hacemos.
Él suspiró.
607
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo sé. Solo quiero que sea perfecto. Papá dijo que me
preocupaba demasiado por eso.
—Probablemente lo haces. Si sólo llamaras a alguien
para que lo haga...
—Puedo arreglarlo...
—Porque, por supuesto, tienes que ser tan hombre…
—El mejor hombre —dijo, inflando su pecho. Cuarenta
y uno años se veían bien en Jeremy Olsen. Me daba la
impresión que tal vez también me vería bien con él.
—El mejor hombre —le dije, inclinándome y
mordiéndome el lóbulo de la oreja—. ¿Quieres que te lo
demuestre cuando lleguemos a casa?
Él rió.
—Papá está allí con Charlie. Querían ver lo que estaba
haciendo antes de decidir qué hacer con su propio patio
trasero. ¿Lo dejamos para después? ¿Específicamente después
del show de esta noche?
—Después del show —estuve de acuerdo—. Tal vez
incluso pueda encontrar ese juguete otra vez y podamos hacer
que la noche sea aún más interesante.
Inclinó la cabeza hacia atrás y se echó a reír.
EL JACK IT estaba lleno como siempre cuando llegamos.
Evitamos a la mayoría de las personas dirigiéndonos de
inmediato a las escaleras hacia la Guarida de la Reina. Jeremy
me golpeó el culo mientras me seguía. Gruñí juguetonamente
sobre mi hombro.
—Y no sé por qué crees que es una buena idea —decía
Paul cuando llegamos a la parte superior de las escaleras—.
608
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Jesús, Helena. Hay leyes de indecencia pública. Casi puedo ver
tu polla con ese atuendo.
Helena puso los ojos en blanco cuando Darren terminó
de ponerle las botas. Paul no estaba equivocado. El culo de
Helena estaba colgando, apenas cubierto por nada. Era un
buen culo, pero más de lo que la había visto exhibir.
—Me estoy haciendo mayor, Paul. Un día, toda esta
majestuosa belleza comenzará a desmoronarse y no me
quedará más que la flacidez de la piel y un sentido de logro
inmerecido que hace que todos a mi alrededor se sientan
incómodos. Como aún lo tengo, lo voy a alardear.
—Niños —murmuró Charlie a Robert—. No tienen
autoconciencia en absoluto.
—La juventud se desperdicia con los jóvenes —estuvo de
acuerdo Robert—. Pero deberíamos dejarles tener su momento.
Me gusta nuestra flacidez en la piel. Nos hace ver distinguidos.
—No te quejas cuando me pongo un suspensorio y nada
más —le dijo Vince a Paul— ¿No es esto casi lo mismo?
Paul levantó las manos.
—No, porque no quiero meter mi polla en Sandy.
—Oh —dijo Vince—. Eso es bueno. Porque tampoco me
gustaría que hicieras eso. Puedes metérmela cuando vayamos
a casa. Puedo usar ese sombrero de vaquero que te gusta. —
Meneó las cejas—. Salva un caballo y monta a un Paul.
—Asqueroso —dijimos Helena, Darren y yo al mismo
tiempo.
—Llegas tarde. —Helena me espetó, mirándome en el
reflejo del espejo mientras ponía los últimos toques en su
maquillaje—. Se suponía que estarías aquí hace veinte
minutos.
609
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Habríamos estado —dijo Jeremy—. Pero Kori se
distrajo con el trabajo.
La expresión de Helena se suavizó.
—¿Todo bien?
Asentí antes de besar a Vince en la mejilla.
—Está bien. Solo mirando algunos archivos. Nada de
qué preocuparse.
—Si estás segura.
—Lo estoy.
—Bien —dijo Helena—. Sobre todo, porque he terminado
de ser altruista por esta noche. Todos, díganme que me veo
hermosa y que nunca ha habido una reina como yo.
Lo hicimos, pero solo porque era verdad.
Se acurrucó ante los elogios como un perro de exhibición
con maquillaje y lentejuelas.
Darren me dio un rápido abrazo y asintió a Jeremy antes
de seguir a Helena por las escaleras.
—Te ves bien, Kori —llamó por encima de su hombro.
Dios bendiga al Rey Homo Deportista.
DESPUÉS del show, Charlie decidió que era hora de que
él y Robert volvieran a casa.
—No nos estamos volviendo más jóvenes —murmuró
mientras me abrazaba—. Puede que tenga que empezar a
entrenar a alguien más para que trabaje con las cámaras en
algún momento.
610
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Nah —le dije mientras se alejaba—. Todavía puedes
con esto, daddy.
Él resopló.
—Pequeña, mis dolores tienen dolores. Lo descubrirás
un día ¿Nos vemos aun para almorzar mañana?
Jeremy había tenido más dificultades que su padre
cuando se mudaron de la casa, Robert con Charlie y Jeremy
conmigo en nuestra nueva casa. Pero Robert le había dicho que
era hora de seguir adelante con su propia vida y dejar que él
viva la suya. Habían llegado a un acuerdo para almorzar los
domingos solo nosotros cuatro. En casa de Charlie, por
supuesto.
—Sigue en pie, te recogeremos.
Se volvió para decir buenas noches a los demás cuando
Robert se acercó a mí. Se movió un poco más lento de lo que
lo había hecho cuando lo conocí, pero tanto él como Charlie
gozaban de buena salud.
—¿Cuándo vas a hacer un hombre honesto de mi hijo?
—susurró.
—Pronto —le prometí—. Él no lo sabe, ¿verdad?
Robert negó con la cabeza.
—No me ha dicho nada.
—Voy a esperar hasta después de la boda de Ty. No
quiero quitarles eso.
—Voy a abrazarte —dijo antes de besarme en la frente—
. Te amo. Te veré mañana.
Yo le sonreí.
—También te amo, papá.
611
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—¿De qué estáis hablando vosotros dos? —preguntó
Jeremy con el ceño fruncido.
—No es de tu incumbencia —dijo Robert, tocando el
extremo de su bastón contra la cadera de Jeremy—. Curioso.
Al igual que cuando eras un niño. Uno pensaría que habrías
crecido fuera de eso. Ni siquiera estábamos hablando de ti. —
Robert me guiñó un ojo.
—Correcto —dijo Jeremy lentamente—. Los dos están
tramando algo. No creas que no lo veo. —Negó con la cabeza—
. Voy a acompañar a papá y a Charlie a su coche. Vuelvo en
un minuto.
Asentí mientras se dirigían a la puerta.
Y así de fácil, fuimos nosotros tres: Helena (en proceso
de volver a ser Sandy), Paul y yo. Vince y Darren estaban abajo.
Vendrían en un rato y todos nos iríamos a casa. No nos
quedamos hasta tan tarde como antes. Estar en público era
agotador. Ya estaba pensando en el sofá de casa.
Pero por ahora, todo estaba bien.
—Es raro, ¿verdad? —pregunté de repente.
—¿El qué? —preguntó Paul cuando Sandy le entregó la
peluca.
—Esto. Todo.
—Eso es... vago —dijo Sandy— ¿Qué quieres decir,
muñeca?
No lo sabía exactamente, pero seguí el hilo lo mejor que
pude.
—Que estemos donde estamos ahora y todos seguimos
juntos. ¿Cuántas personas pueden decir eso?
612
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Lo llevamos bastante bien —estuvo de acuerdo Paul—
. Charlie me recordó el otro día cuando le conocimos a él y a
Vaguyna la primera vez. Lulu Deerdancer.
Sandy se rió.
—Santa mierda. ¡Me olvide de eso! ¿En qué demonios
estábamos pensando?
—Estaba pensando que era una mala idea —espetó
Paul—. Pero me hiciste usar ese maldito bigote.
—¡Oh Cristo! Y luego estornudó en su cara. —Sandy se
secó las lágrimas de los ojos—. Dios, pensé que iba a asesinarte
en ese momento.
—No sé cómo sobrevivimos tanto tiempo —murmuró
Paul.
—¿Por qué la pregunta, muñeca? —Sandy me preguntó.
Estaba mirando a Paul con una expresión cariñosa en su
rostro.
Me encogí de hombros.
—Solo... no lo sé. Hemos pasado por tanta mierda y, sin
embargo, estamos felices, ¿sabes? No se siente real, a veces.
—Lo entiendo —dijo Paul—. Yo también pienso eso a
veces. Pero Vince me dice que lo es, y luego recuerdo que me
merezco esto. Todos lo hacemos. Llegamos a ser felices como
todos los demás. Algunas personas pueden no estar de
acuerdo, pero pueden joder. No estoy aquí para ellos. Estoy
aquí para Vince. Y para todos vosotros.
—¿Crees que siempre vamos a estar juntos? —le
pregunté.
—Ven aquí, Kori.
613
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Yo fui. Ni siquiera traté de luchar contra él cuando
Sandy me tiró hacia abajo en su regazo, envolviendo sus brazos
alrededor de mi cintura. Presionó su nariz contra un lado de
mi cabeza y respiró. Paul se colocó detrás de nosotros,
poniendo sus manos en nuestros hombros.
—Esto —dijo Sandy mientras la música vibraba en la
pista de baile—. Esto siempre va a ser real. Nosotros. Y Vince.
Y Darren y Jeremy. Nana y Charlie y Robert y Matty y Larry.
No importa a dónde vayamos, no importa lo que hagamos, esto
siempre va a ser real.
—No es que podamos hacer amistad con otras personas
—dijo Paul—. Odio a casi todos y soy demasiado perezoso para
intentar cambiar eso ahora.
Me reí mientras inclinaba mi cabeza hacia atrás,
apoyándola en el hombro de Sandy.
—Os quiero chicos.
—Y nosotros te queremos a ti —dijo Sandy—. Siempre.
Y no puedo esperar a ver lo que trae nuestro futuro. Tengo la
sensación de que habrá una gran cantidad de cosas para
celebrar en los próximos meses. No puedo esperar.
Aun no les había contado nada sobre mis planes con
Jeremy, pero creía que ya lo sabían.
Esta vida... no era una que esperaba tener. No era una
que había ido a buscar. Me había encontrado en una tienda de
segunda mano cuando menos lo esperaba. Y aunque hubo
altibajos, esos picos y valles que se sentían casi maníacos, no
lo cambiaría por nada.
Deseaba poder volver y hablar con ese niño de diecisiete
años. Para decirle que un día, todo estaría bien. Que iba a
resolverlo todo, y el mundo podría ser un lugar brillante y
maravilloso si te rodearas de la gente adecuada.
614
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Y yo había hecho justo eso.
Tenía a mis mejores amigos.
Tenía a mi familia.
Tenía el amor de mi vida.
Luché por esto. Cada pieza. Cada parte.
Pensé que a los diecisiete años estaría orgulloso de la
persona en la que me había convertido.
NOS DETUVIMOS en la acera frente del Jack It. Paul
estaba con Vince, y Sandy estaba con Darren. Jeremy cogió mi
mano. Me pregunté cómo se sentiría con un anillo. Pronto lo
descubriría.
Nos demoramos solo un rato. Jeremy estaba hablando
con Vince y Darren sobre algo de deportes, por lo que,
naturalmente, Paul y Sandy y yo estábamos haciendo caso
omiso de ellos. Estaba tratando de convencer a Paul de que
cuando fuéramos a Seafare, era mejor que nunca se quedara
solo en una habitación con Bear, y Sandy me estaba contando
sobre el traje que quería que usara para la ceremonia.
Después nos fuimos por caminos separados.
Pero estaba bien.
No sería por mucho tiempo.
—¿Listo? —me preguntó Jeremy mientras levantaba mi
mano para besar la parte de atrás.
Asentí mientras observaba a los otros caminar en la
dirección opuesta.
Pensé que mi corazón iba a estallar.
615
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
Hay momentos en esta vida que permanecen con
nosotros por el resto de nuestros días. Son profundos y
agudos, buenos y malos. Son las personas que conocemos, las
experiencias que tenemos. Descubrir que tus padres te
abandonaron porque no podían lidiar con ello es una de ellas.
Mirarse en un espejo y darse cuenta de que estaba fracturado,
aunque nadie más podía verlo, es otro. Conocer a una drag
queen que puede amenazar y amar en una sola respiración es
una tercera.
Vi a un chico en un campus universitario que parecía
que no podía respirar, y me senté con él hasta que se dio
cuenta de que nunca más lo dejaría.
Tomé la decisión de dejar un lugar donde había hecho
algo por mí mismo para volver a un desierto que me había
causado mucho dolor.
Vi como una Reina encontraba a su Rey Homo
Deportista, aunque ambos eran unos idiotas y lo hicieron de
una manera que debería haber explotado en sus caras, pero de
alguna manera se las arreglaron para funcionar. Ni siquiera sé
cómo.
Fui testigo mientras dos hombres juraban amarse el uno
al otro por el resto de sus días, y luego uno de ellos se enfrentó
al otro y empezaron a besuquearse frente a todos con una
cantidad desmesurada de lenguas y dientes que era a la vez
caliente y asquerosa. En serio. Todavía era algo en lo que
intentaba no pensar.
Y ahora, aquí, era otro momento.
Tan agudo. Tan profundo.
Un final.
Mi final
Le sonreí a Jeremy.
616
T.J. KLUNE A PRIMERA
VISTA 4
—Sí. Estoy listo. Vamos a casa.
Fin
617