Comentario
Estudio de la Biblia
VIDA ETERNA Y CASTIGO ETERNO
Mateo 25:31-46
Por Richard Niell Donovan
Traducción por Emmanuel Vargas Alavez
MATEO 24-25. EL CONTEXTO
Los capítulos 24-25 constituyen el Discurso Escatológico (fin de los tiempos) de Jesús, que concluye
con tres parábolas de juicio: El siervo fiel y el infiel (24:45-51); las vírgenes prudentes y las
insensatas (25:1-13); y la de los Talentos (25:14-30. Y concluye con el Juicio de las Naciones (25:31-
46), que es la lectura para hoy. El Juicio es central a todo lo ya mencionado.
MATEO 25:31-46. EL JUICIO DE LAS NACIONES
Al Juicio de las Naciones algunas veces se le ha llamado la Parábola de las ovejas y los cabritos.
Tiene giros y vueltas parabólicas. Al igual que la parábola nos sorprende como una inesperada curva
que llega al bateador, así Jesús sorprende a los justos (vv. 37-39) y los injustos (v. 45) con su juicio.
Sin embargo, la mayoría de los eruditos está de acuerdo en que no es una parábola sino una visión
escatológica (fin de los tiempos) que describe un evento futuro real.
MATEO 25:31-33. LAS OVEJAS Y LOS CABRITOS
31Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se
sentará sobre el trono de su gloria. 32Y serán reunidas delante de él todas las gentes (ethne =
multitudes, naciones, gentiles): y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas
de los cabritos. 33Y pondrá las ovejas á su derecha, y los cabritos á la izquierda.
El Hijo del Hombre viene en su gloria. Tanto el título (Hijo del Hombre) como la visión vienen de
Daniel 7:13-14. El Hijo del Hombre es la manera favorita de Jesús para referirse a sí mismo (8:20;
9:6; 10:23; 11:9; 12:8, 32, 40; 13:37, 41; 16:13, 27-28; 17:9, 12, 22; 19:18; 20:18; 24:27, 30, 37, 39,
44; 25:31; 26:2, 24, 45, 64). La frase tiene un tono humilde, pero no hay humildad en esta
descripción del Hijo del Hombre. El viene en poder y gloria.
Note el contraste entre la primera y segunda venida de Jesús. En su primera venida, Jesús se vació
a sí mismo, llegando a este mundo como siervo (Fil. 2:5-11). Concebido por una mujer soltera, nació
en un establo y su cuna fue un pesebre. Como hombre, no tuvo un lugar dónde reclinar su cabeza
(8:20). Estos humilde principios tenían un motivo: que habitara entre nosotros, lleno de gracia y de
verdad (Jn. 1:14) y que nos atrajera a él (Jn. 12:32). En su segunda venida, sin embargo, el tiempo
para ser amable y cortés habrá pasado, porque ya no servirán a ningún propósito por las
circunstancias humildes. Jesús, por lo tanto, vendrá en toda su gloria, con todos sus ángeles,
sentado en su trono, y con todas las naciones reunidas alrededor de él.
Este pasaje incluye varios títulos cristológicos: el Hijo del Hombre (v. 31), pastor (v. 32), rey (v. 34,
40), y Señor (v. 37, 44). Jesús se sienta en un trono (v. 31); identifica a Dios como su Padre (v. 34); y
pronuncia un juicio sobre el mundo. “Así que esta escena es completamente cristológica” (Boring,
445).
¿A quién se refiere Jesús con “todas las gentes” (ethne) (v. 32). Los eruditos están divididos. En el
Nuevo Testamento, ethne se usa más frecuentemente para hablar de los gentiles, que serán
juzgados en base a las acciones de misericordia a “mis hermanos más pequeñitos” (Senior, 285).
Esto respondería a la pregunta de ¿qué hay de aquellos que nunca escucharon sobre Jesús?
También se ajusta con los comentarios que Pablo hace sobre los gentiles en Romanos 2:12-15.
Sin embargo, la palabra ethne también se usa para referirse a la gente en general (21:43; 24: 7, 9,
14), y Pablo la usa para referirse a los cristianos gentiles (Romanos 11:13; 15:27; 16:4; Gálatas 2:12;
Efesios 3:1). Al mismo tiempo, nuestra primera impresión al leer el discurso sobre el Juicio de las
Naciones que toda la gente, judíos y gentiles, cristianos y no-cristianos, son reunidos ante Cristo. Si
Jesús intentara describir un juicio gentil separado, seguramente lo habría hecho claro. Para nuestros
propósitos, asumiremos que “todas las gentes” significa toda la gente.
El Hijo del Hombre separa a la gente en dos grupos como un pastor separa a las ovejas y los
cabritos. Las ovejas soportan el frío mejor que los cabritos, así que los pastores ponen a los cabritos
en un lugar protegido mientras que las ovejas continúan con el forraje. Las ovejas parecen ser las
más favorecidas de las dos. Frecuentemente se usa pastores en las Escrituras para Dios y Jesús, y
las ovejas frecuentemente es la metáfora para referirse al pueblo de Dios. La mano derecha es el
lugar favorecido, y la izquierda el lugar menos favorecido.
MATEO 25:34-40. EN CUANTO LO HICISTEIS
34Entonces el Rey dirá á los que estarán á su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, heredad el
reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35Porque tuve hambre, y me disteis
de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui huésped, y me recogisteis; 36Desnudo, y me
cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis á mí.’ 37Entonces los justos le
responderán, diciendo: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿Ó sediento, y te
dimos de beber? 38¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿Ó desnudo, y te
cubrimos? 39¿O cuándo te vimos enfermo, ó en la cárcel, y vinimos á ti?’ 40Y respondiendo el Rey,
les dirá: ‘De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos (griego =
adelphon mou, mis hermanos)pequeñitos, á mí lo hicisteis.’
El pastor (v. 32) se ha convertido en rey (v. 34), al igual que el pastorcillo David de quien Jesús es
descendiente se convirtió en rey. El rey imparte la bendición del Padre a quienes le dieron socorro en
la forma de las seis obras de misericordia: comida, bebida, recepción, ropa, cuidado y visita. “Estas
buenas obras son llamadas ‘obras de amor bondadoso’ (gemilut hasadim) en la literatura rabínica…
(y) son típicas de las que se encuentran en las listas del Antiguo Testamento (Deuteronomio 15:7-11;
Isaías 58:7-10; Salmos 37: 21; 41:1…) y otras antiguas fuentes judías” (Hultgren, 151).
Debemos considerar estas seis obras de misericordia como ilustraciones más que globales. Cada
uno de estos seis actos de misericordia sirve a una necesidad específica de la persona en apuros.
Donde existan otras necesidades específicas las obras de misericordia que sirvan a esas
necesidades seguramente deben ser contadas tan altamente como esas seis obras de misericordia.
Una palabra amable o un oído atento pueden redimir a una persona desesperada. Un litro de
gasolina o ayuda con una llanta desinflada pueden redimir el día de una persona varada en la
carretera. Las posibilidades de la misericordia son ilimitadas, al igual que la necesidad no tiene
límites.
Noten la mismísima naturaleza de estas seis obras de misericordia: comida, bebida, bienvenida,
ropa, cuidado y visita. Toda persona tiene el potencial de proveer este tipo de misericordia. Uno no
necesita ser rico para comprar una hamburguesa y una soda para una persona hambrienta. Uno no
necesita estar entrenado en enfermería para proveer el cuidado básico para una persona enferma.
Uno no necesita ser un pastor para visitar a un prisionero en la cárcel. Un poco antes, Jesús le dijo al
hombre rico que vendiera todo lo que tenía y diera el dinero a los pobres (19:21), pero no hay una
demanda global aquí. El tipo de actos de misericordia que Jesús recompensa aquí están al alcance
de toda persona. Estas no requieren dolorosos sacrificios de parte de quien provee la misericordia,
pero sí alivian un gran dolor para quien recibe la misericordia.
El rey invita a estas misericordiosas personas a “heredar el reino preparado para vosotros desde
la fundación del mundo” (v. 34). Una herencia es un legado que se imparte por la última voluntad y
testamento, e implica un regalo no ganado. El hecho de que este reino ha sido preparado para este
propósito desde la fundación del mundo muestra que Dios ha planeado este momento desde el
principio.
Note la sorpresa de los que hacen la misericordia. Cuando el rey les dice que han hecho estas obras
de misericordia a él, no se pueden imaginar cuándo ocurrió eso. Al realizar la misericordia a “estos
mis hermanos pequeñitos,” no tenían idea de que serían recompensados por su amabilidad. No
había otros intereses en su generosidad. Ellos dieron porque fueron movidos a ello por la necesidad
humana, no por la ganancia potencial.
El rey les explica a estos asombrados misericordiosos que, al igual que habían mostrado
misericordia a“estos mis hermanos pequeñitos,” (griego = adelphon mou, mis hermanos) “á mí lo
hicisteis” (v. 40).
¿Quienes son estos adelphoi, estos hermanos y hermanas? Los estudiosos nos ofrecen tres
posibilidades:
• Primero, puede ser toda persona en necesidad. Los cristianos frecuentemente interpretan el texto
de esta manera, y ofrendan generosamente para aliviar las necesidades humanas sin pedir a los
receptores que aprueben un examen religioso. Martín Lutero señaló que los padres llevan a cabo un
ministerio a los “más pequeñitos” con sus hijos cotidianamente, y que no debemos olvidar incluir a
nuestras familias al realizar actos de misericordia.
• Segundo, adelphos frecuentemente es usado en el Nuevo Testamento para referirse a los
cristianos (18:15, 17, 21, 35; 23:8; 28:10), y la bendición de Jesús puede ser dirigida para aquellos
(incluyendo a los no-cristianos) que ayudaran a los cristianos necesitados. Cuando este evangelio
fue escrito, en la última parte del primer siglo, los cristianos estaban siendo perseguidos, y la
intención de Mateo puede ser impartir las bendiciones de Cristo (o maldiciones) a los no-cristianos
basados en su buen (o mal) trato de los cristianos.
• Tercero, Jesús puede haber dirigido estas bendiciones para quienes ayudaran a los cristianos
necesitados que estaban involucrados en la proclamación del Evangelio. Un poco antes había
enviado a los doce en una misión para proclamar el Evangelio y les dijo, “No aprestéis oro, ni
plata, ni cobre en vuestras bolsas; Ni alforja para el camino, ni dos ropas de vestir, ni zapatos,
ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento” (10:9-10).
Además les dijo “Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella
casa ó ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. De cierto os digo, que el castigo será más
tolerable á la tierra de los de Sodoma y de los de Gomorra en el día del juicio, que á aquella
ciudad” (10:14-15).
Y les aseguró,“El que os recibe á vosotros, á mí recibe; y el que á mí recibe, recibe al que me
envió. El que recibe profeta en nombre de profeta, merced de profeta recibirá; y el que recibe
justo en nombre de justo, merced de justo recibirá. Y cualquiera que diere á uno de estos
pequeñitos un vaso de agua fría solamente, en nombre de discípulo, de cierto os digo, que no
perderá su recompensa” (10:40-42). Existe una obvia correlación entre estos versículos y el pasaje
del evangelio que estamos examinando. Este tercer grupo, entonces, está compuesto por cristianos
que están involucrados en proclamar el Evangelio y que dependen de aquellos a quienes sirven.
Aunque la iglesia de hoy ha tendido a pensar en “los más pequeñitos” como toda persona en
necesidad, los estudiosos hoy creen que la intención real de este pasaje es que “los más pequeñitos”
está compuesto del segundo y tercer grupo: los cristianos en general y los cristianos que están
involucrados en la proclamación del evangelio.
Cada una de estas tres posibilidades tiene su mérito, y no hay manera de descartar ninguna de ellas.
Tal vez la imagen de círculos concéntricos nos ayude aquí:
• El círculo más externo incluye a los pobres y necesitados del mundo.
• El círculo de en medio incluye a los cristianos necesitados en general y a los cristianos perseguidos
en particular.
• El círculo interior incluye a los cristianos que están directamente involucrados en proclamar el
evangelio y dependen del apoyo de quienes sirven.
Si la Encarnación es la expresión del amor de Dios por el mundo (Juan 3:16), ¿nos podemos
imaginar que Dios no ama a la gente de los tres círculos? ¿No bendecirá a quienes muestran
misericordia a la gente que está en cualquiera de esos círculos? ¿No parece posible que Jesús tiene
un lugar especial en su corazón para quienes dejan la comodidad de su hogar para poder ir a
proclamar el Evangelio? Si Jesús dice, “Bienaventurados los que padecen persecución por
causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” (5:10), ¿nos podemos imaginar
que también tiene una bendición especial para quienes ayudan a quienes son perseguidos? ¿No
existe la posibilidad de que una mayor bendición cuando mostramos misericordia a quienes se
acercan más y más al centro de estos círculos?
Al llevar un poco más allá esta imagen de los círculos concéntricos, Jesús, en varios momentos de
su vida, tuvo necesidad de todas estas seis obras de misericordia. Tal vez podemos colocarlo en el
centro de nuestro círculo, no como un cuarto círculo, sino como el eje alrededor del cual se dibujan
los círculos.
Hoy los cristianos entienden generalmente que deberían, en el nombre de Cristo, mostrar
misericordia a la gente necesitada sin importar su credo. Hemos fallado, sin embargo, para enfatizar
la suficiente preocupación para los adelphoi cristianos en general y para los adelphoi que están
proclamando el Evangelio en particular. Esta es una seria deficiencia, especialmente a la luz de las
persecuciones que los cristianos están sufriendo alrededor del mundo. En muchos lugares los
cristianos han estado sufriendo cárceles, tortura, y martirio por décadas, pero nosotros sólo
recientemente hemos comenzado a escuchar sus historias. Tenemos la responsabilidad de movilizar
la opinión pública mundial para detener la persecución de nuestros adelphoi cristianos – nuestros
hermanos y hermanas – que también son los hermanos y hermanas de Cristo. Nos conmueve más
fácilmente una persona que vive en las calles con letrero que un adelphos cristianos en una cárcel
en China, porque la persona sin hogar es visible para nosotros y el prisionero es invisible. Nosotros
los líderes cristianos tenemos la responsabilidad de informarnos sobre la persecución de los
cristianos de tal manera que hagamos visibles a los adeplhoicristianos en nuestras congregaciones.
Aquellos que creemos que el Nuevo Testamento enseña la salvación por la gracia de Dios a través
de la fe en Cristo Jesús nos preocupamos por el hecho de que Jesús no dice nada sobre la fe en
este pasaje. La gente a la derecha del rey “hereda el reino” – reciben la salvación – como resultado
de los pequeños actos de misericordia que mostraron a “los más pequeños”. ¿Acaso Jesús está
creando una escapatoria que permite a la gente ganarse su propia salvación a través de las obras de
misericordia? ¿Acaso una persona que rechaza a Cristo se gana la salvación alimentando al
hambriento? ¿Acaso Bill Gates, que ha declarado públicamente que tiene mejores cosas que hacer
los domingos que ir a la iglesia, ganará su salvación usando su fortuna para mejorar la atención
médica en países del Tercer Mundo?
En Romanos 2:12-15, Pablo crea una excepción para los gentiles (personas que no han tenido el
beneficio de una instrucción religiosa) que “naturalmente haciendo lo que es de la ley,” demostrando
“la obra de la ley escrita en sus corazones.” Y explica “porque no los oidores de la ley son justos para
con Dios, mas los hacedores de la ley serán justificados.” Esto, sin embargo, solamente aborda la
circunstancia de la gente que no sabe de Cristo, y se queda corto para excusar a la gente que
deliberadamente rechaza a Cristo, sin importar cuán meritorias sean sus obras.
También debemos admitir que Cristo, que hace posible la salvación, no es libre de salvar a
cualquiera que él desea. Podemos decir que hizo la excepción con el ladrón en la cruz, pero que el
ladrón clamó “Acuérdate de mí cuando vinieres á tu reino” (Lucas 23:42), que suena muy parecido a
una confesión de fe.
Morris dice “Jesús no está diciendo que estas son personas cuyas buenas vidas les han ganado la
salvación como su derecho. Está diciendo que Dios las ha bendecido y las ha llevado a su reino, y
después procede a citar la evidencia que muestra que en realidad pertenecen a ese reino. Sus vidas
son la evidencia de que Dios ha estado obrando en ellos” (Morris, 637).
Jesús dice, “Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos alcanzarán misericordia” (Mateo 5:7).
Se nos deja con la ambigüedad con respecto a lo que Cristo hará, pero no en ambigüedad con
respecto a lo que es nuestro deber. Tenemos la responsabilidad de decirle a la gente que Cristo
ofrece una gran bendición para quienes muestran misericordia a “estos adelphon mou, mis
hermanos y hermanas, pequeñitos.” Tenemos la responsabilidad de ayudarlos a entender las tres
clases deadelphoi mencionadas arriba, para que puedan estar pendientes de oportunidades para
servir a los necesitados en general, a los cristianos necesitados, y a los cristianos necesitados
comprometidos con la proclamación del Evangelio. Creo que también tenemos la responsabilidad de
decirles que no presuman que sus actos de misericordia los salvarán si desprecian a Cristo. Hacer
esto es colgar su salvación de un cordón muy delgado.
MATEO 25:41-46. EN CUANTO NO LO HICISTE
41Entonces dirá también á los que estarán á la izquierda: ‘Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y para sus ángeles:42Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve
sed, y no me disteis de beber; 43Fuí huésped, y no me recogisteis; desnudo, y no me cubristeis;
enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.’44Entonces también ellos le responderán, diciendo:
‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, ó sediento, ó huésped, ó desnudo, ó enfermo, ó en la cárcel, y
no te servimos?’ 45Entonces les responderá, diciendo: ‘De cierto os digo que en cuanto no lo
hicisteis á uno de estos pequeñitos, ni á mí lo hicisteis.’ 46E irán éstos al tormento eterno, y los
justos á la vida eterna.
Al igual que el rey bendice a quienes están a su derecha por realizar esos actos de misericordia,
también maldice a quienes están a su izquierda por fallar en hacer esos actos de misericordia. En
vez de una invitación al reino preparado desde la fundación del mundo, Jesús consigan a estas
personas al “fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (v. 41). Dios diseño el reino
para la gente, pero preparó el fuego para el diablo y sus ángeles. No todos los ángeles son buenos
(ver Romanos 8:38; Colosenses 2:18; 2 Pedro 2:4; Judas 6; Apocalipsis 12:7-9). Estos son ángeles
que se han aliado con el demonio.
Jesús da una clara respuesta a la pregunta sobre “¿Soy yo guarda de mi hermano?” (Génesis 4:9), y
la retumbante respuesta es ¡¡¡SÍ!!! La persona (cristiana y no-cristiana) que ayuda a quienes están
en necesidad (cristianos y no-cristianos) hereda el reino, pero la persona (cristiana o no-cristiana) es
consignada a un fiero castigo. Es como si hubiera una pregunta en el examen final, y la pregunta es
“¿Obedeciste al gran mandamiento?” (22:34-40). “¿Amaste a Dios y a tu prójimo”? ¡Toda la
eternidad depende de su respuesta! (v. 46).
Fuego y azufre no es una predicación popular en estos días, pero el fuego y azufre de esta escena
de juicio no es una aberración. El contexto inmediato (24:45ss.) incluye tres parábolas de juicio que
incluye imágenes de personas siendo cortadas en pedazos (24:51), dejadas fuera y cerrada la puerta
(25:10-12), y echados a las tinieblas donde es el lloro y el crujir de dientes (25:30), y el contexto más
amplio (capítulos 21-25) está lleno de las enseñanzas de Jesús sobre el juicio.
Somos tentados a predicar la primera parte de este texto (“Venid, heredad el reino”) y a dejar la
segunda parte (“apartaos de mi al fuego eterno”) sin siquiera tocarla. Hacer esto es irresponsable,
porque debemos advertir a la gente del amenazante peligro incluso si impartimos promesas de un
futuro brillante. ¡La verdad a medias no es la verdad!
También somos tentados a enfatizar el aspecto humanitario de este texto y a ignorar el los aspectos
del juicio. La gente responde mejor a la miel que al vinagre, eso creemos. Sin embargo, la gente que
cree en las enseñanzas de Jesús sobre el juicio y el infierno no solamente está mejor motivada para
satisfacer las necesidades espirituales de su prójimo, pero también están mejor motivados para
también satisfacer las necesidades físicas de su prójimo. “Cuando quiera que una de estas dos
doctrinas – amor y juicio – disminuye, la otra también disminuye” (Bruner, 927).
Esta es la última enseñanza pública de Jesús en este Evangelio, parece ser que es el pensamiento
que más desea Mateo que recordemos.
Cristo, en este texto y en otras partes, nos dice las reglas por las que el reino de Dios se gobierna,
reglas muy diferentes de aquellas a las que estamos acostumbrados. Él nos dice que la persona que
vive por las reglas del reino se beneficiará poderosamente por esa elección.
TEMA: LOS PUNTOS Y LAS COMAS DE LA VIDA CRISTIANA
El texto nos dice algo muy importante, el predicador procuró hacer lo que toda persona que va a
escribir algo tiene que hacer: NO SOLAMENTE ESCRIBIR, SINO ESCRIBIR RECTAMENTE.
Y eso es lo que cada uno de nosotros debe procurar para escribir la historia de nuestra vida, no
solamente escribir por escribir, sino ESCRIBIR BIEN, pues la palabra de Dios nos declara que
somos CARTAS LEÍDAS POR EL MUNDO (2 Corintios 3:2) Nuestras cartas sois vosotros,
escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres.
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Todos sabemos que para escribir bien, para que lo que escribimos tenga sentido, sea fácil de leer, y
tenga orden, se necesita de los SIGNOS DE PUNTUACIÓN.
Y es por eso que hoy vamos a reflexionar sobre LOS PUNTOS Y LAS COMAS que necesitamos
poner en la historia de nuestra vida para que la historia que estamos escribiendo sea
escrita RECTAMENTE y con ORDEN.
VEAMOS CUALES SON ESOS PUNTOS Y ESAS COMAS DE NUESTRA VIDA CRISTIANA:
I) PRIMERAMENTE NOSOTROS TENEMOS QUE PONER PUNTO Y FINAL A
TODO AQUELLO QUE SABEMOS QUE DESAGRADA A DIOS EN NUESTRA VIDA
(GÁLATAS 5:19-21) manifiestas son las obras de la carne, que son:
adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;
acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los
que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Cada uno de nosotros debe reconocer en su vida las obras de la carne que aún permanecen en
nosotros y las cuales podemos estar seguros que ninguna de ellas son agradables al Señor, por lo
tanto tenemos que procurar con todo el corazón y con la ayuda del Espíritu Santo ponerles punto y
final en nuestra vida.
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Tenemos que comprender que nuestros Dios nos ha dado por medio de Jesucristo, desde el
momento que lo recibimos como Señor y salvador de nuestra vida, la capacidad, el poder y la
autoridad para poner PUNTO Y FINAL a todas aquellas cosas que no agradan al Señor (2 Timoteo
1:7) Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio.
Y tenemos que comprender eso es algo que cada uno de nosotros debemos hacerlo para agradar a
nuestro Dios (Colosenses 3:5-6) Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación,
impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6 cosas por las
cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
II) TAMBIÉN TENEMOS QUE COMPRENDER QUE A VECES ES DIOS QUIEN PONE UN PUNTO
Y FINAL A ALGUNAS COSAS EN NUESTRA VIDA, PERO PARA NOSOTROS SIGNIFICA UN
PUNTO Y SEGUIDO
(JOSUÉ 1:2) Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa
este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de
Israel.
En este texto podemos ver claramente lo que tenemos que comprender en nuestra vida:
MI SIERVO MOISÉS HA MUERTO, Dios le puso PUNTO Y FINAL a una parte muy importante de la
historia del pueblo de Israel, la etapa de la salida de Egipto, de los cuarenta años en el desierto,
HABÍA TERMINADO, El Señor se encargó de ponerle punto y final a esa parte de la historia.
AHORA PUES LEVÁNTATE Y PASA ESTE JORDÁN TÚ Y TODO ESTE PUEBLO A LA TIERRA
QUE YO LES DOY, podemos ver que para Josué no fue un punto y final para su vida, sino que tenía
que cerrar esa etapa y CONTINUAR CUMPLIENDO EL PROPÓSITO DE SU VIDA: CONQUISTAR
LA TIERRA PROMETIDA para Josué fue un PUNTO Y SEGUIDO en su vida.
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Al igual que con Moises Dios muchas veces le pone punto y final a etapas de nuestra vida, a
personas con las que hemos compartido la vida, a cosas que han sido importantes para nosotros,
pero nosotros TENEMOS QUE LEVANTARNOS Y SEGUIR.
Quizás hay cosas en tu vida a las cuales Dios se encargó de ponerles PUNTO Y FINAL en tu vida:
Un trabajo, un negocio, una amistad, una relación de amistad o sentimental, la vida misma de una
persona que amábamos, pero tenemos que comprender que al igual que Josue TENEMOS QUE
SEGUIR, para nosotros debe ser un PUNTO Y SEGUIDO en nuestra vida.
Quizás nos tocará levantarnos y caminar con dolor en nuestro corazón y con lágrimas en nuestros
ojos, PERO TENEMOS QUE AVANZAR buscando la fortaleza de Dios en nuestra vida (Jeremías
50:4) En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, vendrán los hijos de Israel, ellos y los
hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán a Jehová su Dios.
III) NO PODEMOS QUEDARNOS ESTANCADOS EN UN MOMENTO DE PUNTO Y COMA EN LA
VIDA, TENEMOS QUE COMPRENDER QUE EN LA VIDA CRISTIANA HAY ACCIONES Y
DECISIONES QUE TIENEN UNA CONEXIÓN INSEPARABLE
(ISAIAS 1:16-17) Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras
de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; 17 aprended a hacer el
bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano,
amparad a la viuda.
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El punto y coma se utiliza entre dos oraciones que tienen UNA CONEXIÓN MUY FUERTE ENTRE
SÍ y no pueden ser separadas.
En el texto que hemos leído aparece dos oraciones muy importantes que tiene una conexión
inseparable en la vida de todo cristiano: DEJAD DE HACER LO MALO ; APRENDED A HACER EL
BIEN.
Lastimosamente parece que muchos cristianos en su vida se han quedado en el PUNTO Y COMA ,
NO HAN AVANZADO, se han quedado solamente enfocados en dejar de hacer lo malo, pero no
están procurando hacer el bien.
Son personas que no han comprendido que la vida cristiana no es solamente dejar de hacer lo malo,
sino también hacer lo bueno con nuestro prójimo, y principalmente con nuestra familia. (Efesios
4:31-32) Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros,
como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
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(1 Timoteo 5:4) Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos
para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable
delante de Dios.
(1 Timoteo 5:8) porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha
negado la fe, y es peor que un incrédulo.
No solamente nos debemos sentir satisfechos con dejar las malas obras de nuestra vida, sino que
tenemos que esforzarnos en HACER LAS BUENAS OBRAS para las cuales fuimos llamados por el
Señor (Efesios 2:10) Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
CONCLUSIÓN: Haciendo todo esto nos ayudará a YA NO SEGUIR SIENDO CRISTIANOS “ENTRE
COMILLAS” sino verdaderos cristianos que vivimos nuestra vida procurando agradar a nuestro Dios
y siendo de bendición para nuestros prójimos.