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En la Edad Media, se valoraba la libertad en las ciudades, alejándose de la
dependencia feudal. Con el crecimiento del poder estatal, la Iglesia perdió
influencia, y la atención se centró en temas como leyes, organización, paz,
guerra, ciencia y arte. La filosofía se apartó de los dogmas religiosos hacia
el estudio del hombre y sus capacidades. La ciencia moderna surgió con
Copérnico desafiando la visión geocéntrica y con Kepler, Galileo y Newton
realizando avances astronómicos y científicos significativos.
- Arma cas maquinas
Descartes, el "Padre de la Modernidad" y defensor del racionalismo, buscó
la certeza en el conocimiento mediante las matemáticas. Su famoso
"Cogito, ergo sum" refleja su intento de encontrar una verdad indudable.
Estableció una clara separación entre el cuerpo como máquina regida por
leyes mecánicas y el alma humana con capacidad de pensamiento
inteligente. Utilizó la duda como método, cuestionando incluso la realidad
misma, para alcanzar una certeza equiparable a la de las matemáticas en
todos los saberes.
Duda metódica: en busca de una certeza, decidió rechazar como falsa toda
afirmación de la que se pudiese dudar.
Duda del conocimiento sensible: los datos de los sentidos no son seguros,
podemos dudar de ellos. De hecho, los sentidos nos engañan a menudo. Incluso
no hay indicios ciertos para distinguir el sueño de la vigilia, por lo que todo lo que
percibimos por los sentidos podría no ser real. En consecuencia, todos los datos
de los sentidos, inclusive el propio cuerpo, quedan a un lado en esta búsqueda de
la certeza.
Duda del conocimiento racional: como no se basan en los datos de los sentidos,
las verdades de razón (lógicas y matemáticas) no son alcanzadas por la duda, la
cual recae sobre el conocimiento sensible. Sin embargo Descartes señala que más
de una vez nos equivocamos al realizar algún cálculo, y lleva la duda al extremo de
afirmar que podríamos estar siendo engañados por un "genio maligno" o "dios
engañador", astuto y poderoso. ¿Cómo podríamos defendernos de él?
“Pienso, existo”: más allá de toda duda se encuentra nuestra propia existencia.
Incluso aunque admitiese que soy engañado por un genio maligno, ello no
invalidaría la certeza que tengo respecto de esta proposición mientras la estoy
concibiendo en mi espíritu. Pues no se trata de un razonamiento o una deducción
(como todo lo que piensa existe, si yo pienso, yo existo) sino de una evidencia que
se impone, de un conocimiento intuitivo que se obtiene de modo inmediato y
directo.
Criterio de verdad: Descartes analiza su primera certeza para descubrir las notas
distintivas que le servirán de criterio para identificar otras afirmaciones verdaderas.
La afirmación “Pienso, existo” se presenta a la conciencia con "claridad" y
"distinción". Por lo tanto, serán aceptadas como verdaderas aquellas ideas que
sean claras (ciertamente presentes a la conciencia) y distintas (no confundidas con
otras ideas).
Existencia de Dios: a pesar de haber encontrado una certeza absoluta (“Pienso,
existo”), y a partir de ella un criterio de verdad, de todos modos sigue en pie la
duda que sobre todo otro conocimiento nos genera la Hipótesis del Genio
Maligno. La demostración de la existencia de Dios despeja las dudas sobre el
conocimiento racional, que tiene en Dios a su garante. Su existencia se demuestra
como causa externa de la existencia en la conciencia de la idea de perfección,
que no puede provenir del yo que duda y es imperfecto. Y siendo Dios perfecto no
puede ser engañador ni puede habernos hecho para que nos confundamos
sistemáticamente. Podemos equivocarnos porque no somos perfectos, pero no
estamos hechos para el error. (2 ARGUMENTOS DE DEMOSTRACIÓN DE LA
EXISTENCIA DE DIOS)
Conocimiento racional seguro: con Dios como garantía, el conocimiento
lógico y matemático recobra su seguridad y se desecha la Hipótesis del
Genio Maligno.
Ideas innatas: son las ideas que no proceden ni de la experiencia ni de la
imaginación, son las únicas verdaderamente claras y distintas (la idea de
Dios, por ejemplo).
Conocimiento sensible: se refiere a las ideas adventicias que, se supone,
representan las cosas reales. Pero ¿cómo superar la duda respecto de este
conocimiento? ¿No será sólo un sueño? ¿Cuál es su causa, su origen?
Nosotros no, porque nos sentimos pasivos ante ellas. Dios tampoco,
porque él no es engañador. Debemos concluir que la causa de nuestras
ideas adventicias son las cosas externas realmente existentes. De todos
modos, sólo conocemos de ellas con claridad y distinción que son
substancia extensa.
Ideas facticias: son las ideas producidas por la propia conciencia mediante
la imaginación (la idea de minotauro, por ejemplo).
Ideas adventicias: son las ideas que nos vienen del exterior, a través de los
sentidos (la idea de azul, por ejemplo).
Alma: SUSTANCIA (RES) PENSANTE
Mundo material: SUSTANCIA (RES) EXTENSA
luminis
La Ilustración aplicó el análisis racional a la naturaleza y los problemas humanos,
despreciando lo sobrenatural. Aunque la religión no se abandonó por completo,
se redujo a enseñanzas morales. El Siglo de las Luces promovió nuevas ideas
gracias a la expansión de editoriales y periódicos. Voltaire enfocó la filosofía hacia
la mejora de la vida humana, combatiendo la intolerancia y abogando por la
humanización del sistema penal. Considerado deísta, creía en un Dios benévolo y
solidario. La Enciclopedia dirigida por Diderot y D'Alembert marcó un hito al
racionalizar y revolucionar el conocimiento, siendo un emblema del Siglo de las
Luces.
EMPRisme
En el contexto del empirismo, David Hume, un filósofo escocés, se
destaca como un empirista radical. Hume argumenta que solo existen
impresiones sensoriales, y lo que llamamos "ideas" son simplemente
recuerdos de estas impresiones. Desde las cosas del mundo hasta el
concepto del yo, Hume sostiene que nuestras experiencias sensoriales
forman la base de nuestro conocimiento, y las leyes de la naturaleza son
hábitos o rutinas basadas en la observación.
Hume es un escéptico decidido, dudando de la certeza objetiva debido
a la naturaleza subjetiva de nuestras impresiones. En sus "Diálogos
sobre la religión natural," desmonta argumentos a favor de la existencia
de seres sobrenaturales y alivia a la ética de rigores puritanos,
centrando la moral en el bienestar humano.
Clasifica las percepciones en impresiones (vívidas y intensas) y ideas
simples (débiles y oscuras, derivadas de impresiones). Las ideas
complejas se forman a través de razonamientos y asociaciones. Hume
distingue proposiciones de razón (verdades necesarias) y proposiciones
de hecho (verdades contingentes), argumentando que la causalidad se
basa en la costumbre y la imaginación.
Hume influyó en la filosofía con su enfoque empírico. Immanuel Kant, un
filósofo alemán, luego busca fundamentar la filosofía como ciencia en
respuesta a estos problemas filosóficos. En "Crítica de la razón pura,"
Kant fusiona elementos del racionalismo y el empirismo, proponiendo
que el conocimiento humano surge de la interacción entre datos
sensoriales y la forma que el entendimiento les proporciona. También
aborda preguntas éticas, defendiendo un comportamiento moral
autónomo basado en un imperativo categórico, y reflexiona sobre el
sentido del deber moral y la posibilidad de armonizarlo con la felicidad
en un plano más allá de este mundo.
M ETODO PARA LLEGAR A CA VERDAD
“No sé si debo hablaros de las primeras meditaciones que hice allí, pues
son tan metafísicas y tan fuera de lo común, que quizá no gusten a todo el
mundo. Sin embargo, para que se pueda apreciar si los fundamentos que
he tomado son bastante firmes, me veo en cierta manera obligado a decir
algo de esas reflexiones. Tiempo ha que había advertido que, en lo tocante
a las costumbres, es a veces necesario seguir opiniones que sabemos
muy inciertas, como si fueran indudables, y esto se ha dicho ya en la parte
anterior; pero deseando yo en esta ocasión ocuparme tan sólo de indagar
la verdad, pensé que debía hacer lo contrario y rechazar como
absolutamente falso todo aquello en que pudiera imaginar la menor duda,
con el fin de ver si después de hecho esto, no quedaría en mi creencia
algo que fuera enteramente indudable.
Efe KaNt(AN1
Immanuel Kant, un filósofo central en la historia de la Filosofía,
destacó por su sistema ético, la ética kantiana. Su enfoque se centra
en la "buena voluntad" como el núcleo de la moralidad. Para Kant,
una acción es buena si es realizada por deber, sin considerar
consecuencias o inclinaciones personales. Introdujo el imperativo
categórico, que establece que debemos actuar según principios que
podríamos desear que se convirtieran en leyes universales y tratar a
la humanidad siempre como un fin en sí misma, no como un medio.
La libertad y la razón práctica son fundamentales en su ética, y
considera que la felicidad no es el objetivo moral, sino el resultado de
actuar éticamente.
Ragnaligma emp .
isme
El texto aborda el racionalismo y el empirismo, destacando la posición de
Kant que supera ambas corrientes. El racionalismo defiende que el
conocimiento verdadero se obtiene solo a través de la razón, mientras
que el empirismo sostiene que la experiencia sensorial es la base legítima
del conocimiento. Ambas corrientes comparten un enfoque realista,
donde el objeto es determinante en el acto de conocer. Para el
racionalismo, se busca conocer las cosas en sí mismas, mientras que el
empirismo se centra en los fenómenos. Kant critica esta coincidencia,
introduciendo su perspectiva trascendental que va más allá de la
dicotomía entre racionalismo y empirismo.
Renorucioncopornica 2
El texto trata sobre la "revolución copernicana" en la filosofía de Kant,
que aborda el problema de la esencia del conocimiento. Kant sostiene
que el conocimiento no es simplemente reflejar objetos, sino que implica
construir el ámbito de la objetividad. Utiliza la analogía de gafas azules
para ilustrar que nuestra razón y experiencias sensoriales colaboran en la
formación del conocimiento. Introduce la idea de formas a priori (espacio,
tiempo, categorías) y la necesidad de material modelable (impresiones)
para que surja el conocimiento. Kant se aparta tanto del empirismo como
del racionalismo, proponiendo una perspectiva trascendental donde el
sujeto no solo recibe, sino también elabora el conocimiento. La
"revolución copernicana" implica que los objetos se rijan por nuestro
conocimiento, pero esto no significa que sean subjetivos; requiere un
conocimiento ontológico previo para comprender la constitución del ser
de los objetos.