Unidad 3 Evaluación
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Carrera de psicología
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Índice
Unidad 3
3. La observación y la entrevista
3.3.2. Requisitos
4. La entrevista
4.4.1Estructura De La Entrevista.
4.5.1. La autobiografía
4.5.2. Flexibilidad
4.5.3. Clima.
Una entrevista es un proceso comunicativo que se lleva a cabo entre dos o más personas.
Como en todo proceso, en las entrevistas se pueden distinguir distintas fases que han de seguirse
de manera secuenciada. Cada fase tiene unas características diferenciadas con objetivos y
duraciones diferentes que tendrán que irse cumpliendo si queremos lograr el objetivo principal
de la entrevista: obtener la cantidad justa de información, que ésta sea válida y fiable y llevarla a
cabo en el menor tiempo posible. Aunque la división en diferentes fases resulta algo artificial, el
entrevista a través de estas fases constituyen puntos clave para la consecución de una entrevista
eficaz (Shea, 2002). Para entender la entrevista desde el punto de vista de un proceso, se puede
presentar un símil entre ésta y una narración. En la narración se distinguen tres fases: el
despedida.
Desde el momento en que la entrevista implica una relación entre al menos dos personas
un entrevistador y una persona que es entrevistada, ésta pasa a ser un proceso dinámico en
continuo cambio y evolución (Shea, 2002). Nunca habrá dos entrevistas exactamente iguales a
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pesar del empeño en definir fases, como más adelante se hará, estableciendo incluso unos
Realizar una entrevista no es tarea sencilla, requiere ciertas habilidades que con la práctica
mejoran (Sommers Flanagan, 2009). Una de las habilidades que ha de tener el entrevistador antes
circunstancias concretas de cada persona y del contexto. Por otra parte, el entrevistador deberá
tener en cuenta las variables con las que se encuentre a la hora de planificar la entrevista. Así, el
entrevistador se deberá plantear las siguientes preguntas Finalidad (por qué/para qué): ¿cuál es la
• Mensaje (el qué): ¿qué voy a comunicar?, ¿qué información tengo que dar durante la
entrevista?
entrevistado?
• Medio (cómo): ¿cómo voy a transmitir el mensaje?, ¿cómo he de hacerlo para que sea
manera sutil, llevándole a los puntos que desea tratar en los momentos oportunos. Tan negativo
resulta una entrevista en la que el entrevistador «agobia» a la persona para avanzar en las
diferentes fases como aquella en la que no ejerce ningún control y deja cuestiones por averiguar
Son muchos los autores que han descrito las diferentes fases de la entrevista psicológica.
Silva (1988) identifica cuatro fases principales en la entrevista: preparación, comienzo, cuerpo y
terminación. En general se suele señalar la preparación de la entrevista como una fase importante
en la que se define qué se va a evaluar, se establecen unos criterios adecuados para explorar y se
fijan unos objetivos. Otros autores, en cambio, describen cinco fases de la entrevista (Shea, 2002;
Sommers Flanagan, 2009): presentación, apertura, cuerpo, cierre y finalización, y dividen las
fases inicial y final en dos partes diferenciadas. En este caso no se tiene en cuenta una fase de
preparación previa al contacto con la persona, sino que se diferencia entre una primera y breve
presentación entre entrevistador y entrevistado y una apertura antes de comenzar con el cuerpo
de la entrevista. Por lo que respecta al final de la entrevista, diferencian entre el cierre, en el que
Sin embargo, sin atender a las subdivisiones que hacen algunos autores, en este capítulo
expondremos tres fases básicas que todas las entrevistas compartirán, independientemente del
ámbito: inicial, intermedia y final. Estas fases y sus objetivos se observan en todas las entrevistas
orientación vocacional en los cuadros se hace un resumen de los aspectos más relevantes y los
elementos básicos en la entrevista como proceso. Un aspecto a tener en cuenta es que el hecho de
identificar fases que deben seguir un orden determinado no significa que en momentos de
transición entre ellas éstas puedan solaparse entre sí. También, en el caso de ser necesario,
podremos retomar alguna de las tareas de una fase anterior, aunque esto no será una buena señal.
A continuación definiremos las características principales de cada fase, con los objetivos de cada
primera entrevista. De cómo se resuelva esta fase dependerá el posterior desarrollo de la relación
persona, se establece el rapport y se prepara al entrevistado para las fases posteriores. En los
momentos iniciales es cuando la persona crea una primera impresión sobre el entrevistador y
sobre lo que va a ocurrir en la entrevista, y el entrevistador ha de intentar que esta impresión sea
lo más acertada y positiva posible, pues de ella depende el desarrollo de la entrevista y podría
Establecer la base del rapport. Este aspecto es el central de esta fase. Durante los
primeros minutos de la entrevista se debe crear un clima cálido en el que la persona se sienta
cómoda y con con fianza. La relevancia de conseguir este objetivo es tal, que en función de esto
la entrevista puede ser un éxito o poner en peligro los resultados. Hay que ser consciente de que
a lo largo de la siguiente fase se le pedirá a la persona que cuente cuestiones personales, por lo
es la primera vez que acuden a una entrevista, ya sea de selección de personal o clínica. No es
extraño que el entrevistado tenga ideas preconcebidas sobre el papel del psicólogo y las
entrevistas psicológicas, del tipo «el psicólogo va a pensar que estoy loco», o «el psicólogo lee
mi mente, sabe lo que estoy pensando en cada momento». Por ello es importante definir la
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manera se logrará reducir resistencias que la persona tiene antes de comenzar la entrevista.
Sondear y establecer expectativas. Silva (1988) señala la nivelación de las expectativas como
punto clave para poder construir una relación exitosa. Para ello será necesario saber qué espera la
objetivo. Quizá la persona piense que se le dará una baja médica al finalizar la entrevista, o se le
dirá si ha sido seleccionada para el puesto de trabajo, etc., por lo que una de las tareas del
Ibáñez (2010) describe tres tipos de recursos principales para lograr superar esta primera
A continuación describiremos algunas de las estrategias específicas que sirven para lograr
los objetivos propuestos en la fase inicial. Respecto al primer objetivo, una buena manera de
establecer un primer contacto con el paciente es haciendo preguntas triviales que ayudan a
«romper el hielo» establecer el comienzo del rapport, como por ejemplo hacer comentarios
sobre el clima o si le ha costado mucho encontrar la consulta. De esta forma se consigue que la
persona comience a hablar de cosas que no le suponen ningún problema y se reduzca la tensión
inicial. Para continuar, también se puede recoger los datos sociodemográficos, como el nombre
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completo, edad, profesión, dirección y teléfono. Un elemento que puede favorecer o dificultar el
cómo prefiere que la llamemos. Es importante saber si se le puede tutear, si prefiere que
Aunque pueda parecer un detalle insignificante, hay que tener en cuenta que algunas personas se
sienten más cómodas si se les llama por su nombre de pila o, por el contrario, pueden sentirse
incómodas si usamos un nombre que sólo su círculo más cercano utiliza. Ésta es, además, una
estrategia para aligerar la tensión y ayuda a establecer el rapport. Según Shea (2002), de esta
su duración. Esto es, responder a algunas de las dudas que tiene la persona en el comienzo, pues
solventándolas se contribuye a hacer que se sienta lo más cómoda posible. Es interesante decirle
a la persona que en la siguiente hora se recogerá información sobre lo que nos interesa
(dependerá del contexto), para lo cual se le irán haciendo algunas preguntas, más o menos
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específicas, sobre diferentes aspectos relacionados con el tema, ya sea información sobre
entrevista en función del ámbito en el que se enmarque. Por ejemplo, en el caso de entrevistas
clínicas, diremos que esta información será necesaria para hacernos una idea de cuál es su
problema y así poder encontrar la mejor manera de ayudarle. A esta técnica se la llama
establecen unas expectativas realistas que pueden coincidir, o no, con las que ésta contaba
previamente. Además, permite que el entrevistador se haga una idea inicial de la persona a la que
entrevista. Silva (1988) señala la importancia de elaborar una especie de “contrato” con el
La duración de esta fase es muy breve, apenas serán necesarios ocho o diez minutos para
alcanzar los objetivos, aunque variará algo en función del ámbito de la entrevista, como se verá
en capítulos posteriores. Así, en entrevistas de selección hará falta menos tiempo, y más en
siguiente fase con un buen rapport y con unas expectativas realistas de lo que pasará a
continuación, no se podrá proseguir con la siguiente fase y la entrevista fracasará o habrá que
volver a retomar algún aspecto de la primera fase posteriormente. Por tanto, lo principal es ser
flexible y amoldarse a los tiempos que necesita cada persona. En algunos casos, con cinco
minutos será suficiente, pero otras personas necesitarán más de diez minutos para que se pueda
Es importante que el paso de la anterior fase a ésta sea lo menos brusco posible. Para ello
es ideal comenzar con una pregunta abierta con la que la persona se sienta libre de contar lo que
quiera. En esta fase es el entrevistado el que pasará la mayor parte del tiempo hablando en
respuesta a las preguntas del entrevistador, de una manera más o menos dirigida. Además, la
fluidez en la conversación debe ser la nota dominante a lo largo de esta fase. Por esto, es
importante saber realizar las transiciones entre temas para evitar cambios bruscos en la
conversación. Otro aspecto que se debería observar es que a lo largo de esta fase lo normal es
percibir a través del lenguaje verbal, y sobre todo por el lenguaje no verbal, cómo la persona
cada vez va sintiéndose más cómoda y relajada. Así, por ejemplo, sus respuestas tenderán a ser
más largas conforme avance la entrevista. Sin embargo, en algunas entrevistas puede darse el
sería esperable. Es importante saber detectar estos casos para poder actuar en consecuencia. Rojí
y Cabestrero (2008) recomiendan explorar tres categorías que pueden aplicarse a cualquier tipo
de entrevista:
entrevista. La tarea del entrevistador será determinar qué factores han podido contribuir a ello.
c) estudiar hasta qué punto el deterioro está asociado a la conducta del entrevistador
hacia ese paciente. Podría ser que algunas reacciones o actitudes del entrevistador, por ejemplo
objetivo de la entrevista. El reto de esta fase será lograr que la persona transmita la cantidad
sentido u otro. Por ejemplo, si estamos ante una persona de la que sospechamos que podría
tener un problema psicológico, haremos preguntas que nos aporten información específica
En función del ámbito en el que nos encontremos, la información con la que trataremos
será muy diferente, pero las técnicas que debemos emplear no serán muy distintas. Una variable
que se debe tener en cuenta es el tiempo del que se dispone, ya que no es lo mismo contar con un
número ilimitado de sesiones para realizar un diagnóstico clínico que tener sólo 20 minutos para
En esta fase, las habilidades más importantes y con las que se logrará conseguir los objetivos son
Saber escuchar
Saber escuchar es una condición sine qua non a la hora de llevar a cabo una entrevista
con un orden lógico y natural. Sólo si se presta atención a lo que dice la persona a nivel verbal, y
también no verbal, el entrevistador será capaz de plantear preguntas adecuadas y que estén
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relacionadas con el tema que estamos tratando siguiendo un hilo coherente en la conversación.
De esta manera se logra evitar que el entrevistado se sienta confundido y se facilita su expresión
de la información. Sin embargo, esto no significa que el entrevistador deba dejarse llevar por lo
que está contando la persona: es necesario tener la habilidad para, sin realizar cambios bruscos
de tema, dirigir la entrevista allí don- de interese. A esto se le llama “escucha activa”, técnica que
ha sido comentada en el capítulo 3 sobre comunicación. Algunos de los problemas que se pueden
encontrar a la hora de realizar una escucha activa son los siguientes (Cormier y Cormier, 1979):
• Distraerse por factores externos (ruido, la hora, el tema de la en- trevista, etc.).
Saber preguntar
entrevistador para realizar las preguntas oportunas y en el momento idóneo dependerá el éxito o
el fracaso. En palabras de Shea (2002), “la aparente magia con la que el entrevistador habilidoso
conocimiento de qué preguntas hay que hacer y cuándo hay que hacerlas durante el cuerpo de la
entrevista». Aunque parezca algo ob- vio, es muy importante saber cómo se deben plantear las
preguntas para lograr la información exacta que buscamos. En función de las preguntas que se
hagan y de cómo se hagan, se obtendrá un tipo y una cantidad de información diferente. Así,
aspectos como qué preguntar, cuándo preguntarlo o cómo serán relevantes para el buen
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lograr la finalidad última de la entrevista. Por otra parte, si no se escogen cuidadosamente las
continuación se exponen algunas técnicas que ayudan a la hora de saber cómo preguntar.
Agrupar las preguntas por áreas temáticas; cuando se abre un tema, es conveniente
profundizar en él. Si el entrevistador cambia de tema rápidamente, es probable que más adelante
se deba volver a retomar o deje alguna información por recoger (Shea, 2002). Además, agrupar
las preguntas por áreas ayuda a que la persona se sitúe, lo que le facilitará obtener la respuesta
oportuna.
Las preguntas abiertas permiten y motivan que la persona responda libremente y dan pie
a que hable durante más tiempo. Este tipo de preguntas es muy positivo, sobre todo al comienzo
de la sesión y cuando se aborda un tema nuevo y se desea obtener información general. Estas
preguntas suelen empezar por ¿qué?, ¿cómo?, ¿por qué? En el caso de la entrevista clínica, las
preguntas abiertas de tipo “cuénteme los problemas que le han traído hasta aquí” tienen dos
ventajas según Morrison (2008): la primera es que se proporciona a la persona información sobre
el tipo de contenido que se quiere conseguir. Y la segunda es que son preguntas que han de
sesión. Suelen comenzar por ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cuánto?, ¿con qué?, etc., o ser preguntas
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disyuntivas. Técnica del embudo: empezar bloques temáticos con preguntas abiertas para ir
especificando con preguntas cerradas hacia el final. Además, esta direccionalidad, de preguntas
más abiertas a preguntas más directas y cerradas, debe darse en general a lo largo de todo el
Como norma general se comenzará la sesión con preguntas sobre temas menos íntimos
para avanzar a lo largo de la entrevista hacia lo más íntimo, cuando la persona se sienta más
El tono en el que se hagan las preguntas deberá ser agradable. Un tono amable será
recibido de manera más positiva y favorecerá que la persona responda de una manera más
honesta y abierta. En cambio, si el tono es más impositivo o la persona siente que se la está
interrogando, se mostrará más reacia a contestar. Antes de hacer una pregunta se debe valorar si
Cuando se formule cualquier pregunta, deben evitarse términos muy técnicos o que no se
adecuan al nivel cultural del entrevistado. En el caso de que la persona, emplee tecnicismos, se
ha de pedir que especifique a qué se refiere con ese término. Tampoco se debe tratar de “imitar”
su forma de hablar, ya que sonará forzado, pero sí adecuar el lenguaje a sus características para
que sea capaz de comprender (edad, nivel cultural, etc.) (Morrison, 2008).
No realizar varias preguntas a la vez, pues esta actitud puede provocar sensación de
No evitar los silencios. Algunos entrevistadores tratan de “lenar” los silencios. Sin embargo,
éstos son útiles para que la persona ponga en orden sus pensamientos y brindan al entrevistado la
Las preguntas no deben nunca sugerir una respuesta. Mejor evitar, en la medida de lo
Esta fase será la más extensa de las tres, con una duración aproximada de 45 minutos. Por
ello, es importante no alargar la primera fase y controlar el tiempo en esta segunda para no
una valoración del ritmo de la entrevista teniendo en cuenta la cantidad de información que
queda por recabar y el tiempo del que se dispone. Esto requiere un esfuerzo por parte del
entrevistador, pero será esencial para evitar que en los últimos minutos se tenga que
importantes por tratar. Es importante recordar que el ritmo y el control de la entrevista los
marcará el psicólogo, nunca el entrevistador. No hay que dejarse llevar por un entrevistado
verborreico o la entrevista llegará a su fin sin conseguir la información necesaria. Para lograr el
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1. Gestos que animan a la persona a hablar, como mostrar una actitud relajada con una
postura “abierta”.
2. Gestos que indican que el entrevistador está atento a lo que el entrevistado cuenta, lo que
3. Gestos que señalan que el entrevistador debe terminar de hablar o cambiar de tema, por
Aunque en este punto ya se debe contar con toda la información necesaria, esto no
encuentren cansados o si existan dificultades que impidan continuar la sesión. En todas las
entrevistas el cierre será importante, pero especialmente relevante será en el caso de las
entrevistas clínicas. Hay que con- seguir que la entrevista finalice en un momento positivo a
nivel anímico de la persona; nunca se debe permitir que un paciente salga de la consulta con un
estado de ánimo negativo o peor del que mostraba cuando empezó la entrevista.
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recapitular todo lo que se ha tratado en la fase anterior para obtener una visión global. Además,
sesión.
Planificar posibles citas, acciones o tareas futuras. En este punto se pautarán posibles
tareas que sean interesantes de cara a la siguiente cita. Se explicará cómo y cuándo tiene que
llevarlas a cabo. Además, en caso de ser necesario, se pactará la siguiente visita con la persona.
persona no se queda con ninguna pregunta o duda por formular. Para eso se le preguntará
directamente a la persona si quiere aclarar algo o hacer algún comentario y, si es así, se dedicará
el tiempo necesario.
no, en la despedida se hará referencia ello o simplemente se le despedirá deseándole que todo le
vaya bien. Este objetivo cobrará mayor importancia en el caso de que entrevistador y el
Esta fase se puede iniciar con un resumen de lo tratado durante la entrevista. Esto,
además, sirve para que el entrevistado confirme que no ha habido ningún error en la información
que se ha recabado, y, en caso de que lo haya, poder comentarlo y aclararlo Una vez se haya
tareas o actividades futuras pautadas por el entrevistador que se deban llevar a cabo antes de la
siguiente sesión. También se establecerá una cita próxima, o, en caso de ser necesario, se
además de las tareas y citas futuras concretas, recomienda que se oriente a la persona hacia su
futuro, por ejemplo abordando las expectativas de éxito con un tono positivo y esperanzador.
Para lograr el tercer objetivo, aclarar dudas o comentarios, bastará con preguntar directamente a
la persona si tiene alguna duda sobre lo que se haya tratado en la entrevista, o sobre las tareas
pautadas, o si desea hacer algún comentario antes de despedirse. Morrison (2008) recomienda
que la pregunta sea formulada asumiendo que la persona tiene algo que decir: “¿qué preguntas
tienes sobre lo que hemos hablado hasta ahora?” en lugar de “¿tiene alguna pregunta que le
gustaría hacerme?”. De la primera forma se anima a que la persona con reticencias plantee sus
preguntas. A la hora de despedirse, es aconsejable terminar con frases positivas de cierre tales
como “que vaya bien la semana”. Si se va a volver a ver a la persona, la despedida puede ser
hasta la próxima cita, y, en el caso de que hayamos derivado su caso a otro profesional, le
desearemos que le vaya bien con él. Es importante tener estas frases preparadas para evitar
Como en las fases anteriores, la duración debe ser flexible dependiendo de las necesidades del
paciente. Unas personas necesitarán más tiempo que otras para que resolvamos las dudas que les
hayan quedado, y podemos tardar más o menos tiempo explicando tareas que deberán realizar
antes de la próxima sesión. Entre 10 y 12 minutos deberían bastar para lograr los tres objetivos
Se expone una serie de errores frecuentes en el proceso de la entrevista, así como posibles
soluciones
Estructura de la entrevista
partes:
3. Psicograma: ¿Con cuántas personas vive? De cada una tomar los siguientes datos:
•Parentesco
•Edad
•Ocupación
•Escolaridad
menos de 3 minutos.
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relaciones en conflicto desde su origen, búsqueda de las dinámicas que provocaron directamente
cuadro clínico: primera infancia 0 a 6años; segunda infancia 6 a 12 años; adolescencia 12 hasta
independencia económica si la hay; adultez joven hasta los 40 años; adultez madura 40 a 65-70
matrimonio, primer hijo, cambios de trabajo, pérdidas o ganancias emocionales importantes, etc.
entre 5 minutos.
c) Cuáles son los elementos favorables desarrollados por el paciente que compensan los
factores negativos.
d) Qué elementos de la dinámica de vida del paciente han sido o pueden ser positivos
minutos.
minutos.
minutos. Total de duración máxima: 110 minutos 1 hora, 50 minutos. Duración promedio: 1 hora
22 minutos. Las duraciones son indicativas y no prescriptivas, por lo que pueden variar en cada
caso.
5. Mantiene contacto visual con el paciente más del80% del tiempo, sobre todo al
principio de la entrevista.
8. Pregunta con naturalidad y precisión qué es lo que hizo que el paciente decidiera
17. Mantiene el control y ritmo de la entrevista evita que el paciente sea el que determine
unilateralmente los puntos a tocar, que salte de uno a otro, o se extienda demasiado.
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19. Después de preguntar el motivo de la consulta, sus preguntas son lógicas para
20. Hace preguntas sistemáticas procurando abordar en forma concreta (pide corregir los
discursos abstractos o generales) las experiencias del paciente en una etapa/aspecto de su vida.
21. Muestra sistematicidad para abordar las áreas y etapas de la vida del paciente según el
23. No preguntar aspectos de la vida íntima de los pacientes que no sean realmente
24. Retroalimenta o consolida las expresiones verbales espontáneas del paciente que
significan ideas o propósitos activos para superar la dinámica que mantiene el cuadro clínico.
entrevista.
28. Explica la perspectiva el caso puede tener con apoyo psicoterapéutico, en qué
plazo inmediato para iniciar el cambio en la dinámica de vida del paciente que presuntamente
33. En común acuerdo con el paciente establece la fecha y hora de la siguiente cita.
37. la autobiografía.
Una entrevista es una forma de diálogo que tiene sus propias reglas, la más importante de
las cuales es: yo pregunto, tú respondes y el silencio también es una respuesta. Juan Mayorga.
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La pregunta y la escucha son quizá las herramientas de trabajo más potentes para el
mediador.
será necesario conocer muchos aspectos sobre ella: su punto de vista, motivaciones, deseos,
necesidades, propuestas, historia, circunstancias actuales, relación pasada y presente con la(s)
Buscar estas respuestas puede conducirnos a "encontrar" a las personas que participan en
la mediación. Éste es uno de los principales objetivos (tanto en la fase inicial, como a lo largo de
las partes. Sin embargo, no es ésta la fase del proceso de mediación que tradicionalmente ha
Llevar a cabo una entrevista inicial, puede parecer común y sencillo, pero plantear este
entre las partes y establecer con ellos un necesario vínculo de confianza, sino que, también,
facilitará que las personas que participan en la mediación puedan expresarse libremente y
emociones. Es decir, en cierta medida, pueden conocerse un poco mejor a través de sus propias
palabras.
De esta forma, la persona que comunica, construye una narrativa con la que el mediador
Precisamente, la obra de teatro, "El arte de la entrevista" (2014) del dramaturgo Juan
Mayorga (Madrid, 1965) nos permite reflexionar, entre otras cosas, sobre el contexto que se crea
cuando se está dispuesto a preguntar y, sobre todo, preparado para escuchar lo que esa persona
quiera decir.
En la obra, una "sencilla" entrevista de una joven a su abuela, planteada casi como una
rutinaria tarea escolar, provoca que emerjan conflictos no resueltos y quizá convenientemente
"olvidados" en forma de deseos, dudas, secretos, frustraciones y reproches. Todo ello, se produce
a partir de preguntas, en ocasiones directas y difíciles, otras muy abiertas, pero que favorecen
que los personajes tengan la oportunidad de expresarse y que no siempre quiere ser escuchado.
• Cosas difíciles.
Finalmente, asistimos a cómo estos diálogos generan una nueva narrativa sobre la historia
En esta entrevista, realizada a través de distintos "cortes" pero casi de manera continua y
en la que, finalmente, participan nieta, madre y abuela y el cuidador de ésta, los personajes
recuerdos, sus olvidos y su propia versión de ambos, ya que, como plantea el autor, en no pocas
ocasiones, a través de la entrevista, descubrimos que "el pasado está tan abierto como el futuro".
está al servicio del pasado, que se ha apoderado de todo el protagonismo en detrimento del
futuro.
Parte de la labor del mediador será contribuir a que las personas, partiendo de la
expresión de su propio punto de vista, puedan, si es posible, ampliarlo con el del otro.
Así, una vez definido, explicado y compartido, el pasado no debería proyectarse como un
bucle sin posibilidad de avance, sino dar paso a la exploración del mejor futuro posible para los
implicados en el proceso.
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Para ello, tendremos que intentar, entre otras muchas cosas, ejercer el arte de la
entre el psicólogo y el cliente (paciente). Inician una comunicación, una relación, en la que se
comunicativo global. Este intercambio tiene como fin de entrar en el mundo interno del paciente,
reconocer sus sentimientos así como su realidad, explorando los planos psicológicos implicados
propósito y ser más que la mera conversación. Así, en el comienzo de la misma quedan definidos
Proporcionando instrumentos para la adaptación de su ser y su relación con los otros. Por ello, la
entrevista será un medio necesario para que la persona se implique, auto explore en sus
empática, haciendo, de esta manera, más fácil la comunicación auténtica de los sentimientos del
coacción.
empatizar con la persona, conocer su ser, sus circunstancias y cómo las vive la persona. Por ello,
será necesario fomentar que el paciente se implique a sí mismo, haciéndose consciente de sus
fiabilidad (nadie puede dar lo que no tiene). En sentido de competencia y habilidad personal y
psicológica. Favoreciendo un encuentro consigo mismo, así como la libre expresión de actitudes
La persona tiene que tener una conciencia de crisis o necesidad que le promueva al
cambio, esto es, intencionalidad; además, su actitud debe implicar el deseo de superación y de
cambio. Es decir, direccionalidad, poniendo para ello a disposición sus propios recursos, lo que
Cabe destacar que existen pacientes que debido a su falta de interés o pasividad (por
diferentes causas) demandan una actitud más activa o directiva por parte del psicólogo, con lo
Es importante señalar que la primera entrevista psicológica puede ser un momento para
Anamnesis
verbal, el cual se encuentra bajo un menor control consciente, lo que nos debe suministrar una
Los movimientos del cuerpo, además del rostro, pueden darnos pistas sobre las
aproximación. Observándose giros del cuerpo, enfrentamientos posturales, lo que nos puede
Pudiendo así tomar un contacto más profundo con los sentimientos del paciente. Esto debido a
que no es infrecuente que la persona se niegue a hablar o se sienta incapaz de hacerlo. Pero será
Las manos, por otro lado, frecuentemente comunican y revelan información sobre la
explicación de sus circunstancias. Así como una necesidad de mayor atención, aumentará el
movimiento de sus manos. Del mismo modo, las uñas son indicadores claros de estados de salud,
Dado que las personas también nos comunicamos a través del olfato, los diferentes olores
biológicos son un excelente sistema de señal. Como por ejemplo la transpiración, que puede ser
La voz y el tono refleja en gran medida el estado de ánimo, así puede denotar persuasión,
descanso. La planificación de los mismos nos dará información sobre su capacidad para
nivel de comprensión por parte del paciente. Por tanto, nos permitirá ajustar el nivel de
expectativas.
Por todo ello, deberíamos trabajar en la interpretación del estilo gesticular, los ademanes,
puede ser la de buscar una relación paternal, en la que demanda la dirección de su vida; o tal vez
una demanda confirmatoria con el objetivo de asegurarse sus propias decisiones; o sintomática,
con el fin de curar una enfermedad psicosomática evitando la exploración interna; también se
Al igual que la demanda y en relación con la misma, las expectativas con las que llega el
paciente a la consulta son muy diversas. Así podemos encontrarnos con personas con
expectativas muy negativas, derivadas tanto de malas experiencias pasadas, como por verse
obligadas o empujadas en el proceso por una tercera persona; y/o encontrarnos con expectativas
Contrato y cierre
contrato en la que se especifican las condiciones del proceso terapéutico, las respectivas
responsabilidades, la duración aproximada, así como los pasos del proceso terapéutico. Cabe
destacar que existen casos en los que debido a la personalidad del paciente o sus circunstancias,
el contrato ha de hacerse con un carácter más explícito, es decir un análisis pormenorizado del
En esta última parte de la entrevista se deberá poner en juego nuestra habilidad para
clarificar el primer contacto con el paciente, ya que uno de los objetivos en la primera entrevista
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es establecer la relación terapéutica, y así poder comenzar el proceso, con el objetivo de incidir
Conclusiones
Por todo ello, señalar que no existe un único tipo de entrevista inicial, concreta e
inamovible, sino que dada las diferentes dinámicas y cambiantes condiciones terapéuticas
presentadas en este primer contacto, es preciso poner a disposición del paciente todos los
proceso terapéutico.
Tipos de problemas que podríamos tener con las interpretaciones de ciertos datos
alcanzan sistemáticamente o nunca pueden alcanzar, los limites de la escala de medida. Este
problema se puede resolver haciendo un estudio piloto, detectando estos fallos y ampliando la
Efecto techo. Si siempre rozamos las puntuaciones más altas. Efecto suelo. Si siempre
rozamos las puntuaciones más bajas. Regresión a la medida. Es un fenómeno no deseado que
aparece en casi todas las investigaciones cuando se pide un juicio cuantitativo. Es la tendencia a
emitir respuestas cercanas a la media o valores centrales cuando se piden evaluaciones de alto
Los resultados deben ser interpretados en cuanto a: La magnitud del efecto obtenido y las
tendencias o regularidades observadas. Comparar estos resultados con los obtenidos por otros
creadas por el investigador). Análisis de datos Factores a tener en cuenta al realizarlas cuatro
tareas del análisis de datos: Hay que decidir, aunque sugerimos el doble entorno: Estadística
intervalo o de razón. Procurar medir en el nivel más alto posible, pues estos incluyen a los bajos,
pero no al revés. Problema que se ha planteado y la forma en que se han recogido los datos.
sistematicidad implica que debe de existir un plan detallado con objetivos determinados tanto
minimizar optimizando los análisis, para lo cual es necesario procurar múltiples y plurales
formas de análisis. Esta pluralidad incluye los referentes a datos no empíricos y los desarrollos
puramente matemáticos o teóricos. Tareas del análisis de datos: Formas de resumir los datos.
Bibliografía:
Yecora, M., Tejero, J. (2021). Entrevista psicológica ¿Cómo realizar la primera sesión?
https://institutosalamanca.com/blog/entrevista-psicologica-como-realizar-la-primera-sesion/