Completo Discipulado
Completo Discipulado
2019
Índice
Introducción……………………………………………………….1
La vida eterna es un regalo………………..……………………3
Erramos el blanco.……………………………………………….5
La justicia de Dios…………….………………………………….8
El remedio……………………….………………………………11
La mano del mendigo…………………………………………..22
Lista de Abreviaturas
“…juzgará al
mundo con
justicia.”
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3 Entonces, para poder conocer el estado y la posición en la
que usted se encuentra actualmente delante de Dios, necesita
responder con franqueza a dos importantes preguntas. La
primera es como sigue: ¿Está usted preparado para enfrentar a
Dios? En esta pregunta se busca conocer si usted tiene la
seguridad de que, si se presenta delante del trono de Dios hoy
mismo para dar cuenta de sus actos, entrará en el reino de
Dios. En otras palabras ¿Es usted salvo? Quizás usted piense
como yo pensaba, que ese conocimiento no es posible, que
nadie puede saber con certeza si entrará o no en el paraíso de
Dios. Pero la verdad es que este tipo de seguridad sí es
posible, de hecho, una de las cartas que forman parte de los
libros de la biblia nos dice que el propósito de la misma es que
las personas adquirieran esta certeza por medio del
conocimiento que los conducirá a la vida eterna: “Estas cosas
os he escrito a vosotros… para que sepáis que tenéis vida
eterna,” (1 Juan 5:13).
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4. Nuestra intención es compartir con usted cómo hemos
descubierto la vida eterna y cómo puede descubrirla también
usted. Pero antes necesitamos abordar la segunda
interrogante. Supongamos que se encuentra delante de la
puerta del paraíso, puede ver al Señor Jesús que viene junto a
usted y le hace la siguiente pregunta: ¿Qué has hecho con tu
vida para que hoy pueda dejarte entrar a la casa de mi Padre?
¿Qué le respondería? Considerar estas cuestiones es de suma
importancia, pues si dedicamos muchos tiempo y energía en
nuestra formación para esta vida terrenal, es lógico que nos
preparemos también para la eternidad: “Prepárate para venir al
encuentro de tu Dios” (Amós 4:12) “Buscad a Jehová mientras
puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.” (Isaías
55:6) “… no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es
vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un
poco de tiempo, y luego se desvanece.” (Santiago 4:14)
¿Cuántos años piensa que le queda de vida? ¿Cuántos años
durará la eternidad?
4. ¿Qué debe hacer usted para ser salvo? - ¿Por qué es lógico que nos
preparemos para la eternidad? - ¿Qué enseña Amós 4:12?
1. ¿Cómo se sentiría usted si alguien intentara pagarle por el regalo que
usted le ofrece? - ¿Cuál es la característica de un regalo?
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“…Dios da como regalo la vida eterna…”
2. ¿Por qué motivo no podemos hacer nada para ganar o merecer la vida
eterna? - ¿Qué enseña Salmos 49:7-9 en cuanto a la salvación del alma?
- ¿Qué dice Tito 3:5 acerca de las obras? - ¿Qué se dice sobre la
salvación en Efesios 2:8 – 9? - ¿Qué regalo tiene Dios para el hombre
según Romanos 6:23?
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Erramos el blanco
1. Para comprender mejor este asunto, necesitamos ver lo que
la bíblica dice sobre la naturaleza y la condición del hombre. El
diagnóstico no es muy alentador: “pues todos han pecado y
están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23 BAD) ¿Qué
es pecado? Según el diccionario expositivo de palabras del
Nuevo Testamento Vine significa: “errar un blanco… distorsión
moral” por lo tanto “cualquier tipo de injusticia es pecado” (1
Juan 5:17 PDT) Así es, todos hemos errado el blanco, hemos
pecado no solo por las cosas malas que hemos dicho o hecho,
sino también por aquellas cosas buenas que debimos hacer
pero no lo hicimos, es decir, hay pecados de comisión y de
omisión – “así que comete pecado todo el que sabe hacer el
bien y no lo hace” (Santiago 4:17 BAD) El pecado es “infracción
de la ley” por lo tanto “todo aquel que comete pecado, infringe
también la ley” (1 Juan 3:4)
2. Dios nos ha dado su ley para
demostrar la naturaleza de nuestro
corazón depravado. Cuando nos
miramos en el espejo de la ley divina
podemos ver nuestro diagnóstico,
cómo realmente somos. Cuando nos
comparamos con otros nos vemos a
nosotros mismos como “personas
buenas”, al contrastarnos con
nuestros vecinos o amigos pensamos
que no somos malos, pero esa no
debe ser nuestra caña de medir, Con la luz que nos proporciona
pues es con la justicia y santidad la ley podemos darnos cuenta
divina revelada en la ley en la que que estamos en falta.
debemos vernos y compararnos.
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3. Con la luz que nos proporciona la ley podemos darnos
cuenta que estamos en falta, que no calificamos, que hay un
abismo entre nosotros y Dios. Seamos sinceros ¿Cuántas
veces hemos mentido? ¿Cuántas veces hemos robado?
¿Cuántas veces hemos tomado el nombre de Dios en vano?
¿Cuántas veces hemos deshonrado a nuestros padres?
¿Cuántas veces hemos cometido adulterio en el corazón al
desear la mujer del prójimo? ¿Cuántas veces nos hemos
inclinado delante de una imagen cometiendo idolatría? Todos
hemos sido ensuciados por el pecado, todos y cada uno de
nosotros ha violado la ley de Dios; en estas condiciones jamás
podremos llegar a cumplir por nosotros mismo el mandato que
dice: “sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto”
(Mateo 5:48 NVI)
4. De esta manera no podremos salvarnos a nosotros mismos.
Pero alguno dirá: “Nos soy tan malo, tengo muchas virtudes
también”. Ahí está el problema, pues, aunque pretendamos
comportarnos de acuerdo a las normas de Dios, basta un solo
error para arruinar todo lo bueno que hayamos hecho.
Supongamos que se le invita a cenar; el menú fue preparado
en parte con tres huevos caseros, dos de ellos están en buen
estado, pero el tercero está podrido, ahora dígame usted ¿Se
atrevería a probar de este plato hediondo? ¡Eso es impensable!
Aunque contenga dos huevos en buenas condiciones no será
aceptable para usted por la sencilla razón de que el huevo, que
despide un olor desagradable y penetrante, lo echa a perder
todo.
¿Piensa usted que Dios podría complacerse con nosotros
cuando le ofrecemos un plato maloliente de “buenas obras”?
3. ¿Por qué se dice que todos y cada uno de nosotros ha violado la ley de
Dios? - ¿Cuál es el mandamiento que jamás lograremos cumplir por
nosotros mismos?
4. ¿Cuántos pecados son suficientes para que echemos a perder todo lo
que consideramos bueno? – Explique la ilustración del huevo podrido -
¿Cree usted que Dios lo salvará por medio del plato maloliento de
“buenas obras” que pueda ofrecerle?
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5. Aunque hayamos hecho muchas acciones de caridad, lo
cierto es que todo lo bueno que pudimos haber realizado se
echa a perder por el pecado, “pues si cumplen toda la ley de
Dios, pero la desobedecen en un solo punto, son culpables de
desobedecer toda la ley” (Santiago 2:10 PDT). “Todos nosotros
nos volvimos como alguien impuro, todas nuestras obras justas
son como una toalla higiénica sucia. Todos nosotros como una
hoja nos marchitamos y caemos. Nuestros pecados nos
arrastran como el viento.” (Isaías 64:6 PDT) “Son las
iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios. Son
estos pecados son que lo llevan a ocultar su rostro para no
escuchar.” (Isaías 59:2 NVI).
6. Adán y Eva fueron nuestros primeros padres ¿Recuerda
cuántos pecados tuvieron que cometer para que Dios los
expulsara del paraíso? Bastó un solo pecado para que ellos
perdieran la buena relación que tenían con su Creador.
Reflexionemos por un momento en esto ¿Cuántos pecados
comete usted al día? Imagine que solo fueran tres pecados,
usted dice, piensa y hace algo malo solamente tres veces al
día. En una semana serían 21 pecados, en un mes tendríamos
84, en un año llegaríamos a 1008, ahora multiplique ese
resultado por la cantidad de años que usted tiene. Son
demasiados ¿Verdad? ¿Se imagina a un criminal que haya
violado miles de veces la ley? ¿Tendría la posibilidad de ser
absuelto si compareciera delante de un juez justo e imparcial?
¡Definitivamente no!
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7. Dios es el árbitro moral del universo, el juez justo por
excelencia, por lo tanto, no puede hacer la vista gorda a
nuestras faltas, debe darnos lo que merecemos, debe asegurar
que se haga justicia. Cuando somos confrontados con la ley de
Dios, entonces podemos comprender la gravedad del pecado y
las consecuencias nefastas que acarrea sobre nuestras vidas,
“por medio de la ley es el conocimiento del pecado” (Romanos
3:20 b) “…se acabaron las excusas, todo el mundo está bajo el
juicio de Dios” (Romanos 3:19 PDT) eso lo incluye a usted y a
mí, “todos pecaron y por eso no pueden participar de la gloria
de Dios” (Romanos 3:23 PDT)
La justicia de Dios
1. Una de las cualidades de Dios, que llama la atención es su
misericordia. Él no desea que la gente sea condenada por sus
pecados, “Dios es amor” (1 Juan 4:8b) “…no quiero la muerte
del que muere en pecado, dice Jehová el Señor…” (Ezequiel
18:32) “Lo que pasa es que Dios es paciente porque no quiere
que nadie sea destruido… (2 Pedro 3:9ª PDT) “Extendí mis
manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no
bueno, en pos de sus pensamientos;” (Isaías 65:2) Pero la
misma biblia que nos presenta a un Dios amoroso, también nos
habla de un Dios justo, que debe castigarnos por los pecados
que hemos cometido: “…no tendrá por inocente al culpable”
(Nahúm 1:3b) “…de ningún modo tendrá por inocente al
malvado” (Éxodo 34:7b)
2. En muchas ocasiones nos hemos desalentado al ver la
manera injusta en que se procede con criminales que ponen en
peligro la integridad de las personas, estas mantienen su
libertad por medio de sobornos.
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3. Los jueces humanos que no aplican la ley por causa de estas
ganancias deshonestas son vistos como jueces injustos. Dios
es un juez justo, por eso no puede pasar por alto nuestros
delitos, debe castigarnos por ellos, si así no lo hiciera, estaría
atentando contra su misma santidad y justicia.
Si Dios lo juzgara en el día del juicio final por medio de los diez
mandamientos ¿Sería usted culpable o inocente? Todos somos
culpables ¿Merece castigo o recompensa? No podemos negar
que merecemos el justo castigo de Dios. ¿Esto le preocupa? La
condición en que nos hallamos por causa de nuestros pecados
es muy grave.
3. ¿Cómo son vistos aquellos jueces que no hacen justicia con los
malhechores? - ¿Por qué motivo Dios no puede pasar por alto nuestros
delitos? – Si Dios nos juzgara por medio de nuestra obediencia a los diez
mandamientos ¿Seríamos hallados culpables o inocentes? - ¿Le
preocupa tener que enfrentar a Dios en la condición en la que usted se
encuentra?
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“Somos como aquel paciente moribundo que
necesita con urgencia atención médica”
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El remedio
1. El verdadero problema del hombre no es económico ni
cultural; el verdadero dilema se encuentra dentro del corazón
humano, pues este se encuentra en conflicto con su Creador.
¿Cuál podría ser la solución a esta enemistad que ha tenido
como causa a nuestra desobediencia? Fíjese lo que Dios exige
del hombre caído para poder otorgarle perdón: “…si no se
derrama sangre los pecados no quedan perdonados”. (Hebreos
9:22 PDT) Esta es la exigencia divina, uno de los hijos de Adán
debe dar su vida en rescate por los pecados de sus hermanos.
2. Una vida de valor correspondiente a la vida perfecta que se
perdió en el Edén debía ser ofrecida para la expiación de los
pecados de la humanidad. Pensemos por un momento en esto,
es difícil digerirlo ¿Verdad? Necesitamos encontrar a uno de los
hijos de la humanidad que no haya caído en las redes de la
tentación, una persona inmaculada, un hombre sin pecado.
¿Conoce usted a una persona así? Y aunque lo conociera,
¿Estaría dispuesto este inocente a dar su vida por delincuentes
rebeldes y arrogantes, que al final terminarían despreciando su
sacrificio? Seamos razonables, no existe una persona así en
medio nuestro.
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“Dios mismo ha provisto un Redentor”
3. ¿Cuáles son las buenas noticias? - ¿Para qué ha venido el Hijo del
Hombre? - ¿Con qué propósito Cristo se dio a sí mismo? - ¿Quién es
aquel que siendo divino se hizo un poco menor que los ángeles? - ¿Qué
fue aquello que Jesús gustó por la gracia de Dios?
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4. Dios pudo haber elegido a uno de los seres angelicales, pero
no lo hizo. El Altísimo determinó que fuera su Hijo unigénito
quien llegue a ser nuestro sustituto, el propio Hijo de Dios
dejaría su gloria, para llegar a ser aquel hombre capaz de
satisfacer las exigencias de la justicia divina, por medio de la
vida perfecta que ofrendó en la cruz. Imagine que usted tiene
una cuenta bancaria. Por causa del despilfarro de dinero que
ha hecho se encuentra en banca rota, usted debe millones de
guaraníes al banco, su panorama no puede ser peor. Pero
aparece cierto individuo, este, a diferencia de usted, no tiene el
síndrome del saldo rojo, de hecho, es un empresario diligente
que ha logrado juntar una suma importante de dinero; cuenta
con millones de guaraníes de ganancia por las diversas
inversiones exitosas que ha venido realizando a lo largo de su
vida. Esto es lo que sucede, todas las deudas que usted ha
contraído han sido puestas a la cuenta de este empresario,
pero no se termina allí, pues al mismo tiempo millones de
guaraníes son transferidos a su cuenta. ¡Usted no lo puede
creer!
5. Esto es lo que ha hecho Jesús por nosotros, “Ustedes saben
que nuestro Señor Jesucristo era rico, pero tanto los amó a
ustedes que vino al mundo y se hizo pobre, para que con su
pobreza ustedes llegaran a ser ricos.” (2 Corintios 8:9 TLA), Por
causa de nuestras transgresiones nos encontramos en banca
rota, somos pobres, miserables, desprovistos de toda justicia,
incapaces de saldar la deuda que hemos contraído por causa
de nuestros pecados, así nunca podremos pagar por el rescate
de nuestras almas, “Tal rescate es muy costoso; ningún pago
es suficiente.”(Salmos 49:8 NVI)
4. ¿Quién llegó a ser nuestro sustituto? - ¿De qué manera Jesús satisfizo
las exigencias de la justicia divina? – Explique la ilustración del empresario
generoso
5. ¿Qué hizo Jesús por usted? - ¿Por qué motivo nos hallamos en banca
rota? - ¿Qué dice Salmos 49:8 acerca de nuestra incapacidad para resca-
tar nuestras propias almas?
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6. Pero Dios prefiere salvarnos en lugar de condenarnos,
“Tanto amó Dios al mundo, que no dudó en entregarle a su Hijo
único, para que todo el que crea en él no perezca, sino tenga
vida eterna.” (Juan 3:16 BLPH), por ese motivo ha transferido
todos nuestros pecados sobre la persona de su Hijo, “En la
cruz, Cristo cargó nuestros pecados en su propio cuerpo para
apartarnos de ellos y para que vivamos como le agrada a
Dios…” (1 Pedro 2:24a PDT).Gracias a su muerte expiatoria la
justicia de Cristo puede ser trasferida a nuestra cuenta, de tal
manera que podamos llegar a ser declarados justos por su
gracia, “Sin embargo, Dios nos declara justos gratuita y
bondadosamente por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó
del castigo de nuestros pecados.” (Romanos 3:24 NTV)
7. ¿Quién es Jesucristo? Es el eterno Dios hombre. “Antes de
que todo comenzara ya existía aquel que es la Palabra. La
Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.” (Juan 1:1 TLA)
Siendo Dios pudo ofrecer una vida de valor infinito y satisfacer
de esa manera aquella justicia infinita contra la cual atentaron
un día nuestros primeros padres. Tanta fue la sorpresa de
Tomás, uno de los discípulos que había dudado de la
resurrección de Cristo, que después de verlo de nuevo con vida
le dijo: “¡Tú eres mi dueño y mi Dios !” (Juan 20:28 TLA) Jesús
al asumir la naturaleza humana no dejó su deidad, es decir, no
dejó de ser Dios – “Aunque era Dios, no consideró que el ser
igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció
a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un
esclavo y nació como un ser humano.” (Filipenses 2:6-7 NTV)
6. ¿Qué es aquello que Dios prefiere? - ¿Con qué propósito Dios entregó
a su Hijo unigénito? - ¿Sobre quién han sido transferidos nuestros
pecados? - ¿Qué puede llegar a ser trasferida a nuestra cuenta?
7. ¿Quién es Jesucristo? - ¿Qué ofreció Jesús? - ¿Cómo se refirió Tomás
a Jesús? - ¿Dejó de ser Dios al asumir la naturaleza humana?
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8. Si Jesús fuese un simple hombre, no podría salvarnos, pero
como es el infinito Dios – Hombre, entonces podemos
descansar en lo que hizo, sabiendo que en su sacrificio hay
méritos suficientes para nuestro rescate. Imagine que está
frente a una vitrina, una zapatilla ha llamado su atención, la ha
estado mirando un largo rato. Sonríe con la idea de comprarla,
pero su alegría es opacada cuando recuerda que el dinero que
trae no es suficiente. En la distancia se deja ver un hombre
desconocido, este se acerca a la tienda. Entonces, usted ve
cómo uno de los vendedores baja del estante la codiciada
zapatilla, luego el extraño sale del negocio y se dirige hacia
usted. ¿Qué querrá este tipo? Se pregunta usted un poco
nervioso. El hombre extiende sus manos y le ofrece aquella
zapatilla de manera gratuita ¡Usted no puede dejar de reír de la
emoción!
8. ¿Por qué motivo podemos estar seguros que Jesús tiene poder para
salvarnos? – Explique la ilustración de la zapatilla
9. ¿Por qué no podemos pagar nuestra entrada al reino de Dios? - ¿Qué
ha comprado Jesús para usted?
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10. Para dar garantía de esto, a los tres días salió vivo de la
tumba, “Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas;
hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros.
Sin embargo, el Señor puso sobre él los pecados de todos
nosotros.” (Isaías 53:6 NTV) “Porque primeramente os he
enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue
sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las
Escrituras;” (1 Corintios 15:3-4)
11. En la antigüedad, Dios había prohibido a los israelitas
comer la sangre con la carne de los animales. El motivo de esta
prohibición era: “Porque la vida de toda carne es su sangre; por
tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de
ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre;”
(Levítico 17:14) Al respecto el profesor Ernesto Trenchard hace
la siguiente observación: “Por medio de una figura muy natural,
y basada en el conocido hecho fisiológico de que la sangre es
el vehículo de todo lo que necesita el cuerpo, equivale a vida.
Pero no la vida del ser que anda y trabaja, sino de la víctima
sacrificada, la vida ofrendada delante de Dios. Cuando Cristo
derramó su sangre, pues, hubo manifestación externa de que
su vida toda, de valor sin límites, se había ofrecido a Dios en
satisfacción por el pecado del mundo. Si el Maestro declara en
Mar. 10:45: “El Hijo del Hombre… vino para servir y para dar su
vida en rescate por muchos”, expresa la misma verdad que
recalca Pablo en Efe. 1:7: “En quien (en Cristo) tenemos
redención por su sangre”, pues sangre equivale a la vida
ofrendada, y redención es igual a rescate… la justificación se
basa en el hecho de que “derramó su alma (=vida) hasta la
muerte (Isa. 53:12)”
10. ¿Qué garantía nos ha dado Dios para que podamos estar seguros que
ha efectivamente ha comprado salvación para usted? - ¿Sobre quién Dios
ha puesto nuestros pecados? - ¿Qué enseñaba Pablo en 1 Corintios 15:3
– 4?
11. ¿Qué había prohibido Dios en la antigüedad? - ¿Por qué motivo se
había dado esta prohibición? - ¿A qué equivale la “sangre”? - ¿En qué
hecho se basa la justificación de los pecadores?
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12. En su providencia Dios había dispuesto la manera en que
los creyentes de la antigüedad obtengan el perdón de sus
pecados. Sus faltas podían ser cubiertas para que ellos
mantengan una buena relación con su Dios. Este arreglo tenía
que ver con los rituales prescritos en la ley, especialmente por
medio de los sacrificios de animales. Una vez al año, el sumo
sacerdote judío, entraba en el segundo compartimiento de una
tienda que era conocida como “el tabernáculo de reunión”. El
sumo sacerdote se introducía a la parte denominada “el lugar
santísimo” para derramar la sangre de un macho cabrío sobre
el propiciatorio, es decir, sobre la cubierta de un arca al que se
le conocía como “el arca del pacto”.
13. Por un motivo desconocido para ese entonces, Dios
aceptaba este sacrificio, porque hacía expiación por los
pecados de los hijos de Israel. No era el animal en sí mismo el
que otorgaba perdón, “porque la sangre de los toros y de los
machos cabríos no puede quitar los pecados.” (Hebreos 10:4).
No, no era el sacrificio del animal, era el significado de esa vida
ofrendada lo que Dios veía con buenos ojos, “ y no por sangre
de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre,
entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo
obtenido eterna redención.” (Hebreos 9:12).
“para derramar la sangre
de un macho cabrío
sobre el propiciatorio”
12. ¿Qué Dios había dispuesto en la antigüedad? - ¿En qué lugar entraba
el sumo sacerdote una vez al año? - ¿En qué lugar derramaba la sangre
del macho cabrío degollado?
13. ¿Qué hacía expiación por los pecados de los hijos de Israel? - ¿Eran
los méritos de los animales sacrificados los que otorgaban perdón a la
nación hebrea?
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14. Imagine la siguiente ilustración: El banco le ha prestado a
usted una importante cantidad de dinero. Usted pasa un día
frente al banco, y se encuentra en el camino con el gerente,
usted lo saluda, le hace un gesto con la mano y se despide.
Aparentemente el gesto que hizo pareció transmitirle un tipo de
seguridad al administrador; de hecho, lo hizo, pues con aquella
gesticulación usted le indicó que cuando llegara la fecha de
pago, usted le pagaría por aquel préstamo que había realizado.
El plazo acordado se cumple, entonces usted se dirige al
banco, pero esta vez no es para hacer gestos, sino que saca
dinero de su billetera y finalmente salda su deuda.
14. ¿Por qué motivo el “gesto” trasmitía cierto tipo de seguridad al adminis-
trador? – Explique la ilustración del préstamo bancario
15. ¿Qué era aquello que muchas personas no comprendían? - ¿Cuál era
función que tenían los sacrificios en el tiempo en que la ley imperaba?
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16. Los sacrificios de animales de alguna manera calmaban la
ira de Dios pues anunciaban un hecho futuro: La obra de Cristo,
la cual sería el pago efectivo y total por la deuda que hemos
adquirido por causa de nuestros pecados: “ Pero cuando se
cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una
mujer, sometido a la ley de Moisés, para rescatarnos a los que
estábamos bajo esa ley y concedernos gozar de los derechos
de hijos de Dios.” (Gálatas 4:4-7 DHH) “Al día siguiente, Juan
vio a Jesús, que se acercaba a él, y dijo: «¡Miren, ése es el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! (Juan 1:29)
“pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una
vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en
medio el pecado.” (Hebreos 9:26b) “Pues Dios ofreció a Jesús
como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas
justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su
vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios
actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que
pecaron en el pasado, porque miraba hacia el futuro y de ese
modo los incluiría en lo que llevaría a cabo en el tiempo
presente. Dios hizo todo eso para demostrar su justicia, porque
él mismo es justo e imparcial, y declara a los pecadores justos
a sus ojos cuando ellos creen en Jesús.” (Romanos 3:25-26
NTV)
16. ¿Por qué los sacrificios de animales calmaban la ira de Dios? - ¿Qué
dijo Juan acerca de Jesús? - ¿Qué ha ocurrido ahora, en la consumación
de los siglos? - ¿Cuándo las personas son declaradas justas a los ojos de
Dios? - ¿Por qué Dios se contuvo y no castigó a los que pecaron en el
pasado? - ¿Qué ha demostrado Dios al hacer todo esto?
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“Esa perla es única”
17. ¿Qué llamó la atención del hombre adinerado? - ¿Cuál era la única
manera en que el coleccionista obtenga la perla y por qué? - ¿Qué le
había costado al comerciante adquirir aquella perla?
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18. Dios ha visto desde los
cielos a la humanidad
dirigirse lentamente hacia su
destrucción, hacia la
condenación eterna. Pero él
ha entregado lo más valioso
que tenía para rescatarnos;
por lo tanto, no hay precio
que podamos pagar para
compensar lo que Dios ha
pagado por nosotros, la única
“…fuisteis rescatados… manera en que usted y yo
con la sangre preciosa de Cristo,” seamos salvos es por medio
de aquella vida que fue entre-
por nuestros pecados.
19. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a
su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16) “sabiendo que
fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual
recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como
oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un
cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde
antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los
postreros tiempos por amor de vosotros,” (1 Pedro 1:18-20)
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo
aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8)
¡Todo esto es maravilloso! Por lo que Jesús ha hecho ¡Ahora
podemos tener nuestros pecados perdonados!
18. ¿Qué ha visto Dios desde los cielos? - ¡Qué ha entregado Dios para
que usted sea salvo? - ¿Cuál es el único medio por el cual podemos ser
salvos?
19. ¿A quién amó Dios y con qué fin ha entregado a su único Hijo? - ¿Con
qué hemos sido rescatados? - ¿De qué manera Dios ha demostrado su
amor por nosotros los pecadores?
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La mano del mendigo
1. Somos como un mendigo al que le ofrecen un regalo que
cambiará radicalmente su estilo de vida. Necesitamos extender
la mano y recibir el regalo de la vida eterna que Jesús hizo
posible para que los que se arrepienten y se vuelven a Dios
reciban el perdón de sus pecados. ¿Qué significa el
arrepentimiento? El Diccionario Expositivo de Palabras del
Nuevo testamento Vine, define al verbo arrepentirse de esta
manera: “…percibir posteriormente… Significa, por ello,
cambiar de opinión o el propósito, y en el NT involucra siempre
un cambio a mejor, una enmienda… de arrepentimiento del
pecado.”
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3. “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir:
Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.”
(Mateo 4:17) “El Señor no retarda su promesa, según algunos
la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros,
no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9) Cuando un pecador se pierde
no se debe a que no se haya hecho una provisión real por sus
pecados, el pecador se pierde porque en un acto deliberado de
rebeldía ha rechazado el amor y la misericordia de Dios, “ ¿No
te das cuenta de lo bondadoso, tolerante y paciente que es
Dios contigo? ¿Acaso eso no significa nada para ti? ¿No ves
que la bondad de Dios es para guiarte a que te arrepientas y
abandones tu pecado? Pero eres terco y te niegas a
arrepentirte y abandonar tu pecado, por eso vas acumulando
un castigo terrible para ti mismo. Pues se acerca el día de la
ira, en el cual se manifestará el justo juicio de Dios.” (Romanos
2:4-5 NTV)
4. Dios no quiere que extendamos la mano desde fuera del
jardín para tomar así del árbol de la vida y vivir por siempre. Él
nos quiere de vuelta en casa, con la misma actitud con la que
regresó el hijo pródigo a la casa de su padre. A menos que nos
veamos como pecadores perdidos, jamás podremos ir a los
pies de la cruz para recibir salvación. Sin arrepentimiento
seríamos falsos cristianos, meros profesantes que se engañan
a sí mismos. El arrepentimiento es una exigencia ineludible de
parte de Dios para el pecador: “Pues bien, Dios pasó por alto
aquellos tiempos de tal ignorancia, pero ahora manda a todos,
en todas partes, que se arrepientan. Él ha fijado un día en que
juzgará al mundo con justicia, por medio del hombre que ha
designado. De ello ha dado pruebas a todos al levantarlo de
entre los muertos.” (Hechos 17:30-31 NVI)
3. ¿Cuál fue la predicación de Jesús? - ¿Por qué Dios es paciente para con
nosotros? - ¿Por qué se pierde un pecador? - ¿Hacia dónde nos guía la
misericordia de Dios? - ¿Qué sucederá con aquellos que no quieran arre-
pentirse?
4. ¿Qué es aquello que Dios no quiere? - ¿Qué necesitamos para ir a los
pies de la cruz? - ¿Quiénes son considerados falsos cristianos? - ¿Qué
le está mandando Dios y por qué motivo lo hace?
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5. ¿Admite que es un pecador? ¿Reconoce que está perdido?
¿Está dispuesto a arrepentirse de todos sus pecados? ¿Se
arrepiente de haber vivido solamente para satisfacer sus
deseos egoístas? ¿Quiere reconciliarse con su Creador?
6. Dios nos pide que nos arrepintamos de todo lo malo que
hemos hecho, pero también nos pide que creamos en su Hijo.
¿Quién es Jesús? Él es el Mesías prometido, el Salvador del
mundo: “¡El Salvador —sí, el Mesías, el Señor— ha nacido hoy
en Belén, la ciudad de David!” (Lucas 2:11 NTV) Debemos verlo
de esta manera a través de los ojos de la fe, Él es el Señor, el
Salvador del mundo, nuestro Salvador personal: “…Cree en el
Señor Jesús y serás salvo…” (Hechos 16:31b NTV) “De cierto,
de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.” (Juan
6:47) “Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los
que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que
permanecen bajo la ira del juicio de Dios.” (Juan 3:36 NTV) “Si
declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu
corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.”
(Romanos 10:9 NTV)
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7. Cuando Jesús comenzó su ministerio fue a la región de
Galilea predicando el evangelio del reino de Dios diciendo: “El
tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado.
¡Arrepiéntanse, y crean en el evangelio!” (Marcos 1:15 RVC)
Notemos que en el texto se nos presenta lo que Dios exige de
parte de los hombres; y esto es, no solo el arrepentimiento, sino
también el ejercicio de la fe.
8. El arrepentimiento es el primer paso para que los méritos de
Cristo sean aplicados al pecador y este pueda recibir el perdón
de sus pecados. El segundo paso es la fe; el hombre necesita
creer lo que Dios dice acerca de su Hijo: “Él es el Salvador del
mundo, El Mesías prometido, el Hijo de Dios”. La fe es el medio
por el cual el pecador se reconcilia con Dios. La palabra
evangelio significa: “Buenas nuevas”, las buenas noticias son
que Cristo Jesús vino al mundo y murió por nuestros pecados y
resucitó al tercer día.
9. Por medio de este sacrificio Dios puede absolvernos de
nuestros delitos, limpiar nuestro expediente, declararnos justos
y tratarnos como hijos suyos. En esto consisten las buenas
nuevas, en que Dios está reconciliando al mundo consigo
mismo por medio de la persona y la obra de Cristo. Si el
pecador arrepentido llega a creer de corazón en este mensaje,
entonces se le promete la salvación. Si alguno confía en el
Salvador, luego el Salvador lo salvará.
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10. Estos pasajes nos hablan de la necesidad que tiene el
hombre de creer para poder recibir la vida y el perdón de sus
pecados: “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único
Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que
tenga vida eterna.” (Juan 3:16 NTV), “Les digo la verdad: el que
cree tiene vida eterna.” (Juan 6:47 PDT), “…¿Qué debo hacer
para ser salvo? Le respondieron:—Cree en el Señor Jesús y
serás salvo…” (Hechos 6:30-31 PDT), “Si declaras
abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que
Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.” (Romanos 10:9
NTV), “ Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante
la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de
Dios, no por obras, para que nadie se jacte.” (Efesios 2:8-9 NVI)
11. Cuando hablamos de fe, no estamos haciendo referencia a
un mero reconocimiento intelectual, por ejemplo: aceptar a
Jesús como un personaje histórico, o reconocer su deidad o su
poder para salvar. Esta clase de fe, la fe intelectual, es algo que
incluso los demonios poseen. En varios episodios del ministerio
público de nuestro Señor vemos que se encuentra con
personas poseídas por espíritus inmundos y que estos
reconocen su divinidad: “¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del
Dios Altísimo?” (Lucas 8:28b), “También salían demonios de
muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero
él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él
era el Cristo.” (Lucas 4:41) La fe intelectual no salva a nadie, de
ese modo incluso los demonios serían salvos, pero no lo son.
Santiago nos advierte acerca de este tipo de fe cuando dice:
“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios
creen, y tiemblan.” (Santiago 2:19).
10. ¿De qué nos hablan los pasajes? - ¿Qué debe hacer para ser salvo? -
¿Qué debe declarar y qué debe creer para ser salvo? – Según Efesios
¿Mediante qué puede ser salvado?
11. ¿Qué es la fe intelectual? - ¿Podrá la mera fe intelectual salvarle? -
¿Quiénes también tienen este tipo de fe pero no son salvos?
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12. Otras personas confían sinceramente en Jesús, pero solo
para asuntos temporales que no tienen que ver con su
salvación final. Por ejemplo, cuando viajan se recomiendan a
Jesús, cuando tienen alguna enfermedad le piden por sanidad
o cuando enfrentan alguna crisis financiera acuden a él por
medio de oraciones. Pero cuando se plantea el tema de la
eternidad, de la salvación de su alma, ellos confían en sí
mismos, no en Jesús. Esto se hace evidente cuando se les
pregunta ¿Qué debes hacer para ser salvo? Entonces, citan
una lista de cosas que deben hacer para poder hacerse
merecedores del reino de Dios. Muchas personas creen en
Jesús para la salud, el trabajo o el viaje, pero no confían en él
para la salvación de su alma, en lugar de eso confían en ellos
mismos, en lo que pueden llegar a hacer para impresionar a
Dios, ellos se creen sus propios salvadores. Pero esa es una
mera fe temporal, no es la fe salvadora de la que habla la biblia.
13. La fe en sí misma no salva a nadie, el que salva es Jesús.
Como el tenedor no es el que alimenta, sino la comida que se
lleva a la boca por su intermedio, así también la fe en sí misma
no salva, pero por medio de ella el pecador es salvado por
Jesús, el Salvador.
12. ¿De qué manera confían otras personas? - ¿En quién tienen su
esperanza de salvación este tipo de personas? - ¿Cuál es el problema
con la mera fe temporal?
13. ¿Puede la fe por sí sola salvar? – Explique la ilustración del tenedor
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14. En la biblia el verbo “conocer” en ciertos contextos no solo
tiene la idea de un conocimiento intelectual, sino que habla de
una relación personal o intimidad que se logra a partir de ese
conocimiento. Como ejemplo podemos mencionar el caso de
José y María, pues este “…no la conoció hasta que dio a luz a
su hijo primogénito…” (Mateo 1:25). En este verso se habla de
la intimidad que tuvo este matrimonio luego del nacimiento de
su primer hijo. Conocer personalmente a Jesús por medio de la
fe es el significado de la vida eterna: “ Y esta es la vida eterna:
que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a
quien has enviado.” (Juan 17:3) No en el sentido de adquirir
más conocimiento acerca de él, sino en el sentido de tener una
relación personal con Dios y con su Hijo, nuestro Señor
Jesucristo. Usted pudiera conocer al presidente de su país, en
el sentido de “conocer acerca” de él, pero sin embargo pudiera
usted no haberlo conocido personalmente, en el sentido de que
no goza de una “relación de amistad” con él, nunca ha ido a su
casa, nunca a cenado con él, etc. Cuando hablamos de
conocer a Dios, nos referimos a esa relación que brota por
medio de la fe y no al aumento de información acerca de un
personaje al cual empíricamente no conocemos.
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15. ¿Cómo llegan a unirse dos
personas en matrimonio? Puede ser
que el novio esté involucrado
emocionalmente con la novia, es
decir, que sienta que la ama y que
la necesita para poder ser feliz.
También puede ser que esté
convencido intelectualmente que
ella es la correcta, su razón le dice
que ella es la idónea. Sin embargo,
todo esto no es suficiente para que
lleguen a estar legalmente casados.
Se requiere de un acto de voluntad
de parte del enamorado en donde “No estarán formalmente
asuma el compromiso matrimonial unidos hasta que el hombre
con su enamorada. No estarán y la mujer decidan unir sus
formalmente unidos hasta que el vidas en matrimonio”
hombre y la mujer decidan unir sus
vidas en matrimonio, “hasta que la
muerte los separe.” Del mismo
modo nadie llegará a ser salvo si
antes no toma la decisión personal
de confiar en Cristo como su Señor
y Salvador personal. No es
suficiente que sepa acerca de Dios
o que sienta la necesidad que tiene
de ser salvado. El intelecto, la
emoción y la voluntad son
ingredientes que deben estar
presentes para que haya una
verdadera conversión.
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16. De la misma manera en que una persona no puede
apropiarse y disfrutar de un regalo que se le ofrece a menos
que lo reciba, del mismo modo el pecador no podrá ser salvo a
menos que por un acto de fe reciba a Cristo como su Salvador
personal, “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.” (Juan 1:12
NVI). Dios ha diseñado un medio por el cual podemos
comunicarnos con él, este medio es la oración. Podemos hablar
con nuestro Dios por medio de la oración.
17. Imagine a una persona que se está ahogando ¿Qué debe
hacer para que otros lo salven? Nada de otro mundo, solo tiene
que gritar pidiendo por auxilio y socorro. De esta manera el
pecador, luego de reconocer su triste situación delante de Dios
puede expresarle su arrepentimiento y su fe por medio de una
oración: “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor,
será salvo.” (Romanos 10:13) “Invocar” significa “llamar en
auxilio”, usted necesita, al igual que el hombre que se está
ahogando, clamar por auxilio, por socorro, por salvación. Usted
precisa invocar a Cristo para ser salvo. Usted debe dejar de
creer en usted mismo para comenzar a confiar únicamente en
Jesús para su salvación.
18. Nadie puede agregarle ninguna pincelada a la obra de arte
terminada de nuestra salvación, el cuadro ya está completo.
Una de las pocas oraciones formuladas por Jesús mientras
agonizaba en la cruz fue: “Consumado es” (Juan 19:30b) El Dr.
Miguel Nuñez hace el siguiente comentario al respecto: “La
palabra griega “Tetelestai”, la cual significa “consumado es”, fue
usada en la antigüedad de diferentes maneras: fue usada
cuando una deuda quedaba pagada o cuando un siervo
completaba una tarea encomendada por su amo.
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19. Al igual, era usada por artistas que, al terminar su obra,
inspeccionaban su arte y estaban complacidos con ella. En
cada uno de estos casos se declaraba “tetelestai”. Era utilizada
en el templo, cuando se presentaba un cordero de un año de
edad para sacrificio y se ofrecía la ofrenda, el sumo sacerdote
tenía que inspeccionar el cordero antes de ofrecerlo y si el
cordero era perfecto, sin mancha, entonces el sacerdote
habiéndolo inspeccionado decía “Tetelestai”. La palabra
“Tetelestai” era adecuada tanto pensando en Jesús pagando
una deuda como en el caso de que Jesús estuviera diciendo
“ya terminé la obra”… A la hora de Él morir, al decir “Tetelestai”,
estaba declarando la consumación de Su obra.”
20. Es interesante que las escrituras no presentan a Jesús
solamente como el Salvador del mundo, sino que también lo
presentan como el Señor; por lo tanto, el Hijo de Dios debe ser
reconocido como el gobernante del universo, alguien que tiene
el derecho legítimo de gobernar sobre nuestras propias vidas.
Un Señor tiene súbditos, siervos que están bajo su autoridad
prontos a servirle. Para una persona experimente la conversión
necesita reconocer a Jesús como aquel que le salvará de sus
pecados, pero también como aquel que tomará las riendas de
su vida, alguien que guiará sus pasos, una persona a la cual
rendirá su vida:
“Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu
corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.”
(Romanos 10:9 NTV), “…porque todo aquel que invocare el
nombre del Señor, será salvo..” (Romanos 10:13)
19. ¿De qué manera era utilizada la expresión “tetelestái”? - ¿Por qué se
dice que era una expresión adecuada para referirnos a lo que Cristo hizo
por nosotros?
20. ¿De qué manera presentan las escrituras a Jesús? – ¿Cómo debe
ser reconocido el Hijo de Dios? - ¿Qué necesita reconocer una persona
para experimentar la conversión? - ¿Qué enseña Romanos 10:9 y 10:13?
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“Usted debe levantarse de donde está sentado
y en un acto de fe pasarse a la silla de Cristo. “
21. ¿Qué ha hecho Jesús? – ¿Por qué motivo nuestras “buenas obras” no
eran aceptadas? - Explique la ilustración de la silla de Cristo.
22. ¿Qué necesita hacer? - ¿Qué debe hacer un pecador para ser
declarado justo por Dios? - ¿Qué dice la biblia en cuanto a la posibilidad
de que un pecador pueda ser justificado mediante la obediencia a la ley?
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23. ¿Está arrepentido de sus pecados? ¿Le gustaría confiar en
el Señor Jesús como su único y suficiente Salvador? Si esto es
lo que está en su corazón, no hay tiempo que perder. Ahora
mismo puede hacer una oración en donde exprese a Jesús la
decisión que está tomando.
Le sugerimos un modelo de oración: “Señor Jesús, estoy aquí
delante de ti, reconociendo que he pecado contra mi Creador,
le he dado la espalda a Dios; por esa razón merezco tu justo
juicio. Pero en este momento vengo arrepentido, creyendo de
todo corazón que moriste por mí en la cruz, pagando así la
deuda que yo tenía. Recibiste mi castigo, y a los tres días
saliste vivo del sepulcro; por eso te pido que me perdones, que
me limpies y me des el regalo de la vida eterna. Hazme la
persona que tú quieres que sea. Gracias Jesús por salvarme.
Amén.”
24. Si ha orado sinceramente de esta manera, hay una
promesa para usted. Jesús le asegura que podrá servir y
adorar al Creador por toda la eternidad: “De cierto, de cierto os
digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.” (Juan 6:47). No
debemos esperar el día de la resurrección para poder disfrutar
de sus bendiciones, pues a partir de ahora, de la decisión de
entregar su vida a Cristo, puede empezar a caminar de la mano
de nuestro Padre amoroso. El conocimiento de las escrituras le
ayudará a crecer en su nueva vida, por eso le animamos a que
siga estudiando la biblia en una iglesia cristiana.
23. Responda a las dos preguntas planteadas - ¿Ha orado para recibir a
Jesús como su único y suficiente Salvador?
24. ¿Qué promete Jesús a los que confían sinceramente en él? - ¿Qué co-
sa podemos comenzar a disfrutar a partir de ahora? - ¿De qué manera le
ayudará el conocimiento de las escrituras?
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