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Como Afrontar La Culpa y La Vergüenza

El documento presenta pautas para manejar la culpa de forma constructiva, incluyendo aceptar la responsabilidad por las acciones pero sin caer en la desvalorización, distinguir entre culpa y responsabilidad, permitirse cometer errores, no dramatizar, pedir perdón, perdonarse a uno mismo, revisar pensamientos negativos, dejar ir el pasado y mostrar autocompasión.
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Como Afrontar La Culpa y La Vergüenza

El documento presenta pautas para manejar la culpa de forma constructiva, incluyendo aceptar la responsabilidad por las acciones pero sin caer en la desvalorización, distinguir entre culpa y responsabilidad, permitirse cometer errores, no dramatizar, pedir perdón, perdonarse a uno mismo, revisar pensamientos negativos, dejar ir el pasado y mostrar autocompasión.
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PAUTAS PARA MANEJAR LA CULPA Y LIBERARTE

Es importante conocer y aprender a manejar la culpa, dado que vivimos innumerables situaciones


en las que nos sentimos culpables por algo que hemos dicho (o no) o hecho (o no) a nuestros seres
queridos.
Sobre todo, cuando se convierte en destructiva y afecta a nuestra salud mental y a las diferentes
áreas de nuestra vida.
Sentir culpa es algo inevitable y, como todas las emociones, la culpa, también cumple
una función. En este caso, es la de darnos información sobre las consecuencias de nuestras
acciones y poder aprender de ellas.
Gracias a esta información podemos decidir cómo afrontar las diferentes situaciones en las que
nos hemos sentido culpables de una forma constructiva y evitar el sufrimiento y el malestar derivados
de la culpa destructiva (interpretación de la situación y rumiación de pensamientos).
Estas alternativas de solución pueden ser, por ejemplo, pedir perdón, entender que hemos
cometido un error y haremos lo posible para que no vuelva a ocurrir.
Ejemplo:
Cuando hemos insultado o faltado el respeto a un ser querido, lo ideal es que la culpa nos
informe sobre las consecuencias que esa acción tiene, tanto en el otro (tristeza, enfado…),
como en uno mismo y en la relación (distanciamiento temporal por ejemplo), pidamos perdón
y nos comprometamos a no volver a hacerlo.
En el otro punto, estarían los constantes reproches y acusaciones hacia uno mismo por lo que
hemos hecho. Esto, sin duda, nos llevaría a enfadarnos con nosotros mismos y a sentirnos
mal, impidiéndonos resolver la situación y seguir adelante con nuestras vidas.

Desde pequeños hemos recibido mensajes acerca de lo que está bien y mal y de lo que se


espera de nuestro comportamiento. 
Por ello, debemos intentar comprender y responsabilizarnos de nuestras actuaciones pero sin
caer en la desvalorización, pensando que somos malos o egoístas.
A continuación os doy unas pautas para manejar la culpa de una forma constructiva.
Pautas para manejar la culpa

La culpa no nos ayuda a solucionar el problema, solo incrementa el sufrimiento. Por lo tanto es


importante saber manejar la culpa.

Os propongo las siguientes pautas:


 Analiza la situación: date un tiempo para analizar y ver la situación con perspectiva, para poder ser
más objetivos.
 Acepta el malestar que implica la culpa: no trates de evitarlo, acepta tu conducta, responsabilízate
de ello. Mediante la técnica de reatribución podemos repartir a cada persona la responsabilidad
que se merece y no atribuirla toda a uno mismo.
 Distingue entre culpa y responsabilidad: no hay que buscar culpables, pero si responsables.
Somos responsables de nuestros actos. Parece que la culpa va ligada al castigo, sin embargo, la
responsabilidad, implica una reparación de lo que has hecho, del daño que hayas podido causar.
 Permítete fallar: No pasa nada por fallar, todas las personas cometemos errores, no somos
perfectos.
 No dramatices: nos sentimos culpables porque creemos que lo que hemos hecho es horrible y en la
mayoría de los casos no es así.
 No te «enganches en la culpa»: intenta ser resolutivo y no te quedes enganchado en la culpa y en
dar vueltas a lo que has hecho. Eso te paraliza y no te permite avanzar ni solucionar las cosas.
 Pide perdón: expresa lo que sientes y si es posible habla con la persona que ha sufrido el daño. Si
eso no es posible, puedes ayudarte mediante la escritura de una carta, quizá sin remitente concreto.
 Perdónate a ti mismo: muchas veces las personas sienten vergüenza por lo que han hecho. Por
ello, aprender a perdonarte es una herramienta fundamental para seguir adelante y restaurar la
autoestima que ha podido ser dañada.
 Revisa y cuestiona tus pensamientos:  los pensamientos que solemos tener cuando sentimos
culpa son del tipo «que van a pensar de mí» «no quería hacerlo»… A continuación revisa y cuestiona
si estas afirmaciones son ciertas «¿soy una mala persona o he cometido un error? ¿hay alguien más
implicado en esta situación?
 Dejar ir: una vez que he cuestionado mis creencias, dejo de anclarme en el pasado para mirar al
futuro. Es hora de dejar ir a la culpa, gracias a ella he aprendido y tomado consciencia de mis
errores, me reconcilio con el pasado para vivir el presente y construir el futuro.
 Autocompasión: no vamos a convertirnos en nuestro peor enemigo y vamos a tratarnos con cariño.
Vamos a recordarnos que somos buenas personas, pero que como todas las personas cometemos
errores y fallamos.
 ¿Qué es la culpa para ti?

 ¿Cómo puedes afrontar sentimientos de culpa?

 ¿Qué pautas sirven para afrontar la culpa?

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