La letra
Shin (ש, pronunciada “sh”) es la vigésimo primera letra del alfabeto hebreo. Su correspondencia en
el alfabeto griego es la letra “sigma” (Σ, σ) y a la letra “S” del abecedario latino y su equivalente en el alfabeto cirílico
(CH). La palabra hebrea más próxima de Shin es “Shen”, “diente”. Tiene el sonido de “s” cuando lleva un punto sobre
el cuerno izquierdo ( )שׂy de “tch” cuando el punto está sobre el cuerno derecho ()שׁ. Su valor numérico en gematría
es 300.
La letra Shin es extremadamente sagrada en la tradición judía. Como por la Alef o la Bet se ha dicho y escrito
muchas cosas. La forma y los símbolos que Shin comporta son numerosos y conciernen a todos los dominios de la
vida cotidiana y de la mística. Shin es la inicial de palabras clave inevitables entre las cuales hay numerosos atributos
de Dios: shaddai, shalom… También está presente en el nombre mismo de Israel. Se puede decir que con la Estrella
de David y el candelabro de siete brazos forma parte de los grandes símbolos de Israel.
Shin representa un “diente” como un símbolo de la fuerza vital, del espíritu, de la energía en movimiento, de la
emoción, de la meta de la vida y de la individualidad. Shin significa ser diferente, cambiar, modificar,
transgredir. Shin simboliza los patriarcas. Shin es la raíz del árbol de la vida (o de los sefirot). Estando ubicada
después de Reich, Shin es el espíritu que anima todas las vidas. Esta vigésimo primera letra es el movimiento
dinámico del elemento Fuego, las fuerzas activas y expansivas del universo, el movimiento de todo lo que existe.
Todo vive por su acción. El dominio de Shin, en tanto que símbolo mayor, da acceso a raíces de lo creado y ofrece la
posibilidad de unificar las diferentes fuerzas activas del universo. Es el símbolo de la alianza entre el creador y de su
creación. Esta letra irradia y muestra la expansión por sus brazos, que representan los tres poderes del alma: Nefesh,
Ruaj y Néshamat (emoción, voluntad, inteligencia). Las tres cabezas ligadas muestran la distinción de sus unidades:
los sentimientos, el propósito de la vida y la individualidad.
Shin significa "diente" o "colmillo". Por su forma, esta letra se asemeja a tres lenguas de fuego elevándose de una
base ígnea. Así que, el elemento fuego es atribuido a ésta, la tercera y última de las letras madres. El sonido de esta
letra, "Sh", es una advertencia de silencio, entendida por todos los hombres. Igualmente, esta letra es, con más
énfasis, un signo hebreo del sonido más sibilante. En consecuencia, Shin corresponde por sonido al consejo oculto
"Sea Silencioso".
La Llama Eterna
La letra shin aparece en relieve en ambos lados del tefilín de la cabeza. En el lado derecho la shin aparece con tres
cabezas, mientras que en el izquierdo lo hace con cuatro. En cábala estudiamos que la shin de tres cabezas es la de
este mundo, y la de cuatro es la del Mundo por Venir.
El secreto de la shin es "la llama [Revelación Divina] unida al carbón [Esencia Divina]". La brasa posee una llama
invisible en su interior, que emerge y asciende desde su superficie cuando es encendido. Los tres niveles: brasa,
llama interna y llama externa, corresponden al secreto de jash-mal-mal, como se explicará en la próxima letra, la tav.
Uno de los significados de la palabra shin en hebreo es shinui, "cambio". La brasa simboliza la esencia de lo
cambiante, el secreto del versículo: "Yo soy Di-s, Yo no he cambiado", denotando que en cuanto a la Esencia de Di-s,
no ocurrió ningún cambio en absoluto desde antes de la Creación hasta después de la Creación. La llama interna es la
paradójica presencia latente del poder de cambio, dentro de lo inmutable. La llama exterior de la shin, está en un
estado de movimiento y cambio continuos.
De acuerdo con el versículo antes citado, la esencia de lo inalterable es el secreto del Nombre Havaiá. El poder de
cambio (como está presente de manera latente dentro de la Esencia de Di-s antes de la Creación, y posteriormente
revelado en lo infinitamente intrincado y bello de una llama en eterna danza), es el secreto del Nombre explícito de
la Creación, Elokim, el único Nombre de Di-s que aparece en plural. El valor numérico de la letra shin, 300, une estos
dos Nombres Divinos como "la llama se une a la brasa". En at'bash, el Nombre Havaiá se transforma en las
letras mem-tzadik-pei-tzadik, cuyo total es 300. Las cinco letras de Elokim (alef-lamed-hei-iud-mem), cuando se
escriben completas también dan un total de 300.
Las tres cabezas de la shin de este mundo se corresponden con tres niveles: lo inmutable, lo potencial y lo cambiante
como se discutió arriba. En este mundo, lo inmutable es simbolizado sólo por el negro y oscuro carbón, no por la luz
revelada de la llama, sin embargo, la permanencia de la llama depende de la esencia inalterable del carbón. En el
Mundo por Venir, esta esencia inalterable se revelará también dentro de la llama. Esta revelación del futuro es el
secreto de las cuatro cabezas de la letra shin.
En la llama de la vela se observan tres niveles de luz: "la luz oscura" alrededor de la mecha, la llama blanca que la
abarca, y un aura amorfa alrededor de la llama blanca misma. Cada uno de estos tres niveles de luz revelada,
manifiestan una dimensión contenida dentro de la llama invisible presente en el carbón. En general, la llama
simboliza amor, como está dicho: "tan poderoso como la muerte es el amor... la llama de Di-s". La luz oscura,
corresponde al amor de Israel, almas investidas en cuerpos físicos. La luz blanca es el amor de la Torá. El aura
corresponde al amor de Di-s. Estas son las tres manifestaciones elementales de amor que enseñó el Baal Shem Tov.
La cuarta cabeza de la shin del futuro - la revelación de la esencia del carbón mismo - corresponde al amor de la
Tierra de Israel y, como enseñan nuestros sabios: "la Tierra de Israel se extenderá en el futuro para incorporar a
todas las tierras del mundo".
FORMA
Tres vav, cada una con una iud en la cima, elevándose desde un punto básico común.
Símbolo de simetría; Forma de la llama.
Mundos:
· Estabilidad y armonía en la naturaleza.
· Gracia positiva y negativa; Grupos simétricos.
Almas:
· Encontrar gracia a los ojos de Di-s.
· La gracia del pueblo judío a los ojos de cada uno.
· Las 3 vav representan a los tres Patriarcas, y las 4 vav a las 4 Matriarcas.
· Las 3 vav representan a los "Kohanitas," "Levitas," e "Israelitas"; la cuarta a los justos conversos.
· "Ninguna mentira puede perdurar si no está basada en la verdad".
Divinidad:
· Perfección Divina y Gracia; Las tres líneas o pilares de las sefirot.
· El "ejército de Di-s"; La shin de los tefilin.
NOMBRE
Un año; cambio; un diente; escarlata; serenidad; dormir; enseñar; dos; profundo; antiguo; virrey.
Mundos:
· Cambios naturales en el ciclo anual.
· Diente - el poder de la descomposición y la entropía.
· El escarlata furioso de las vestimentas sacerdotales.
· "Estoy dormido..." "en exilio"; envejecimiento.
Almas:
· El fuego de la Torá; Profundidad en el estudio.
· El segundo del Rey; El pan doble de Shabat.
· La Mishná; "...pero mi corazón está despierto."
Divinidad:
· El "inamovible poder" que causa todo movimiento.
· "Yo soy Di-s, Yo no he cambiado".
· Paz y serenidad; La "shin" de la mezuzá.
· El cambio acelerado del futuro hacia lo inmutable.
NUMERO
Trescientos
Mundos
· Trescientos zorros enviados para quemar los campos de los Filisteos.
· Trescientas flechas atravezaron al Rey Ioshiahu.
· Trescientos años Israel hizo idolatría en los días de los Jueces.
Almas:
· La parábola de los tres mil zorros de Rabi Meir.
· Las tres mil parábolas del Rey Salomón.
· Trescientos Levitas primogénitos; Trescientos soldados de Guideon.
Divinidad:
· Trescientas halajot concernientes a "un punto sumamente brillante".
· Trescientas halajot concernientes a "no dejarás viva a una hechicera".
· Trescientas halajot concernientes a "la torre que se remonta en el aire".
· Trescientas halajot concernientes a "y el nombre de su esposa era Mehetavel".
· "¿No es mi palabra como fuego y como un martillo que rompe en pedazos la roca?".
· "El espíritu de Di-s sobrevuela sobre la superficie de las aguas".
· El Nombre Elokim en escritura completa (y el Nombre Havaiá en at'bash).
Elohim Shaday, Shin
Esta letra ocupa el puesto número 21 del alfabeto hebreo y su guematria es 300. Shin ש quiere decir llama eterna;
es la raíz del Árbol de la Vida, puesto que es una de las 3 letras madres. Por representar al elemento fuego, ella es el
espíritu y la energía en movimiento. El Zohar nos enseña que todo el universo se moviliza por la aparición de un
deseo; por tanto, todo lo que tenemos en nuestra vida, lo creamos bueno o malo, es producto de nuestros deseos.
Lo cierto es que, por no tener control de nuestros pensamientos y emociones, las fuerzas impuras (todas las fuerzas
egoístas) están apropiadas de nuestros deseos y es eso lo que crea nuestra realidad, porque lo único que deseamos
es la satisfacción del cuerpo. Esto es normal, puesto que nuestra naturaleza como vasijas es tener el deseo de
recibir. El problema es que cuando sólo deseamos recibir para el cuerpo, estamos únicamente llenando el 1% de
nuestra capacidad de recibir, y el resto de lo que somos (el 99 %) queda ausente de Luz (de allí derivan las carencias
y problemas que tenemos).
Hay otro punto importante: una acción está precedida de un deseo; por lo tanto, la acción está también cargada de
la Shin (fuego). ¿Cómo solucionar las carencias entonces? Realizar acciones que llenen el 99% de espacio que
tenemos carente de Luz en nuestra vasija. En este sentido, sólo las letras hebreas sirven de transporte de la Luz para
llenar verdaderamente ese espacio vacío, porque el inconveniente es que tenemos una cáscara (klipa) que nos
mantiene separados de Yesod (la conexión con ese 99%). En pocas palabras, estamos “desenchufados” de Yesod, y
por eso necesitamos un puente que deje pasar la Luz hacia nuestra vasija. Ese puente son las letras hebreas, y las
meditaciones que se hacen en Cábala están expresamente diseñadas para realizar esa conexión de Yesod con Maljut.
Hace poco, unos amigos me preguntaron que con tanta cosa que yo hago, qué tiempo tenía para mi vida diaria. Lo
primero que les respondí, es que la verdad es que no es mucho lo que hago (ni siquiera el 10% de mi tiempo del día
lo dedico a mi trabajo espiritual). Pero, por otra parte, les pregunté: ¿lo normal es que vivamos conectados con
Yesod o que vivamos en función de la absurda vida del 1%? La verdad, queridos amigos, es que vivimos el mundo al
revés de como deberíamos vivirlo. Si comprendiéramos que el salario de nuestros sueños, la pareja perfecta, la salud
perfecta, la casa, el carro, el yate y todo lo que deseamos está en esa conexión de Yesod con Maljut, entonces ¿qué
es lo que deberíamos hacer todo el día?
Continuemos con la explicación de Shin ש. Nuestro fuego interno se genera en esta letra y todo el movimiento
interno de nuestros órganos, como la sangre, el proceso digestivo, los latidos del corazón, la temperatura, el deseo y
energía sexual, el sistema de filtro y eliminación, forman parte del elemento fuego.
Shin apareció ante el Creador y dijo: "Hacedor del mundo, debes crear al mundo a través de mí, pues Shaday, Tu
propio Nombre, empieza conmigo". El Creador contestó: "Eres buena, hermosa y sincera, pero puesto que los
atributos de la palabra Shekel (mentira) te tomaron para que estés con ellas, yo no puedo crear al mundo a través de
tus atributos, porque Shekel (la mentira) existe porque Kof y Resh te tomaron".
¿Qué es una mentira? Es el ocultamiento de algo que es cierto. Recordemos que la Cábala estuvo oculta por siglos
para protegerla de las fuerzas impuras que la asechaban. Esta mentira a la que se refiere el Zohar, no es la mentira
que le decimos a nuestro jefe cuando llegamos tarde al trabajo. Esta mentira es la fuerza que se opone a la Shin, que
es la revelación de la Luz al mundo. Cuando tenemos un problema, éste es una mentira que está ocultando a la Shin
(la verdad) al mundo. Cada vez que nos dejamos arropar por los problemas o que ocasionamos problemas, o cuando
con nuestro egoísmo atentamos contra el sistema, estamos siendo obreros de la fuerza impura que se opone a la
Shin. Para entender más esto, expongo, a continuación, lo que el Zohar dice sobre las letras hebreas y su poder.
Dice el Zohar que “cada una de las 22 la letra hebrea representa un grado espiritual de los mundos de Atziluth, Briah,
Yetzirah y Assiah, y cada una de ellas piensa que sus fuerzas puras espirituales son las más apropiadas; cada una de
ellas piensa que alcanzando su grado y adquiriendo sus atributos, los habitantes del mundo podrán elevar las fuerzas
puras sobre las impuras, de tal modo que podrán alcanzar la corrección final, la meta de la creación”.
Sin embargo, Dios responde a cada letra que no puede utilizarlas para la creación porque, frente a cada una de ellas,
hay una fuerza impura, y que, por ello, el hombre no podrá separar las fuerzas puras de las impuras para poder
alcanzar la meta. Sólo cuando se presenta Bet בDios la acepta, porque nada impuro le hace contrapeso. De allí la
importancia de estudiar la Torah a través del Zohar (la interpretación secreta), porque éste representa la luz (el
alma) de la Torah, y la Luz es la única verdad. Sólo a través de la verdad podremos alcanzar la meta final: corregir
nuestro egoísmo. Kof ק y Resh רrepresentan, en el texto, a esas fuerzas que ocultan a la Shin ש (el Espíritu Divino)
detrás de la materia. Nada se mueve si no es a través de este Espíritu Divino. Por eso, la Shin שaparece en medio de
la palabra QeSHeR קשר (conexión). La Shin ש conecta al Cielo y la Tierra (Yesod con Maljut), haciendo que el Espíritu
Divino descienda en el hombre.
Shin ש también es denominada sello del Creador, porque el sello es la última parte de algo, lo que lo cierra y
autentifica. Sólo el sello acredita lo que está escrito en una carta; sin un sello no se envía esa carta. Cuando el
hombre es creado (o, lo que es lo mismo, cuando un alma desciende en un cuerpo), posee este sello del Creador, la
Shin ש. Mientras lo activemos y visualicemos, el Espíritu de Dios se mantiene vivo en nosotros; cuando lo olvidamos,
es como una carta que llegó y que nunca abrimos (su contenido es desconocido para nosotros).
Shin ש, dice el Zohar, excede en importancia a Tav ת (la última letra), porque ésta es la primera letra de la palabra
Shaday שדי, que, por sí mismo, es uno de los nombres atributos del Creador. Day די significa suficiente, es decir, que
la Shin ש se unió con Day דיporque Dios le dijo a la creación: suficiente, no desciendas más; no desciendas por debajo
de la letra Shin ש. Eso quiere decir que hay niveles aún más bajos (mundos de caos) del nivel en donde estamos. Esto
revela que el mundo de Assiah (mundo de la manifestación física y del hombre) puede existir gracias a esta letra.
Shaday שדי limita la expansión de la Luz, y es por eso que la Luz puede entrar en nuestra vasija, gracias a la limitación
que Shin ש nos aporta. La mayoría de las veces, la palabra limitación la asociamos con carencia, pero en este caso,
limitación es el cerco que se le pone a la Luz para que entre y no se derrame.
Cuando ponemos agua en un vaso estamos limitando el espacio del agua, pues sólo así podemos beberla para
saciarnos. Shin שnecesita ese cerco para ser contenida. La limitación en Assiah está comprendida por el espacio-
tiempo. Aun cuando es una ilusión, la existencia (el alma) de nuestro cuerpo está sujeta a la limitación que éste tiene
cuando encarna. Con todo esto, aprendemos que nuestro cuerpo es un recipiente sagrado del Espíritu Divino. La
manera como lo tratamos designa el aprecio que tenemos por esa Luz que está contenida dentro. La forma como lo
alimentamos y ejercitamos, así como la manera en que pensamos y sentimos, son todas obras que están bajo los
ojos del Creador. Es decir, hay una Inteligencia que responde en proporción a los aspectos de cómo nos
desenvolvemos en este mundo. No es lo mismo vestirse bonito para competir contra otras personas, o para calar
bien socialmente, a hacerlo porque sientes que ese Espíritu de Dios que habita en ti merece una buena vestimenta,
y, de esa manera, deseas que todos puedan vestirse así, tal como tú lo puedes hacer. Cada una de nuestras acciones
egoístas tiene una consciencia altruista que puede ser revelada en este mundo.
Para concluir con la descripción de esta letra: la palabra Shan, en hebreo, significa diente. Los dientes son los huesos
que simbolizan la fuerza vital, así que los bloqueos con la Shin ש se manifiestan con problemas en los huesos,
descalcificación u osteoporosis. El único remedio para esto es tomar consciencia que somos un Espíritu Divino
encarnado en un cuerpo, y vivir de acuerdo a esa consciencia. Cualquier problema que tenemos en la vida de salud,
mental o emocional, es un grito del Espíritu Divino para que lo manifestemos. Nosotros sólo vinimos a este mundo a
desarrollar este Espíritu Divino, a colocarle dos “piernas” para que camine visible en este mundo. Mientras no lo
hagamos, los problemas nos asfixiarán.
Esta letra hebrea significa diente, llama y cambio. Su principio espiritual es cambio, movimiento, hace alusión
también a la dinámica cósmica. Es el espíritu divino en acción.
En tanto diente, shin es un símbolo de la fuerza vital, del espíritu, de la emoción de las metas en la vida y la
individualidad. También simboliza a los patriarcas, es el espíritu que anima a todas las vidas. Asimismo es la
representación de la unión o alianza entre el creador y su creación.
Representa el potencial de la luz que se encuentra encerrado en el plano físico, del cual sólo una pequeña parte
constituye la materia. Ésta, que aparenta ser sólida, en verdad es vacío en su mayor parte. Los estudiosos de
la kabalah afirman que la materia, a pesar de que se encuentra oculta en su mayor parte, es luz en más de un 99%.
Sin embargo, la luz en la materia se encuentra en un estado latente, como congelada. Cuando se libera ese
potencial, se obtienen reacciones tales como las nucleares, de fisión y fusión, en las que un ínfimo defecto de masa
se transforma en una enorme cantidad de energía.
En cuanto a sus significados en tanto llama y cambio, la brasa es un símbolo de la esencia del cambio. Teniendo en
cuenta que en la esencia de Dios no ha ocurrido ningún cambio, ni desde antes de la creación ni después de ella; la
llama interna es la paradoja del poder del cambio dentro de lo inmutable.
Shin en el Árbol de la Vida
En el Árbol de la Vida la letra shin representa el sendero que une las esferas Hod y Maljut. Es un sendero
ascendente, va desde Maljut hacia Hod, y es de comunicación con el ser físico.
Este sendero capta la información del mundo físico para que luego pueda ser utilizada por la mente concreta.
Asimismo, la sefirá Hod eleva al ser físico para liberarlo de la inercia de la materia. De esta manera, el ser físico podrá
evolucionar.
Este sendero también representa la expresión oral, la música, el canto, la escritura, el lenguaje matemático y el
espíritu crítico.
Si se encuentra bloqueado, en un extremo puedes sufrir de problemas a la hora de expresarte de manera verbal,
tales como la tartamudez. También puedes sentir inhibiciones al momento de hablar por un excesivo temor hacia las
críticas de los demás. En el otro extremo, puedes convertirte en una persona verborrágica, no tener un punto medio
en tu tono al hablar, es decir, puedes hablar demasiado fuerte o demasiado bajo. Incluso también puedes presentar
una inadecuación de la respuesta, lo que significa que podrías no identificar cuándo debes callar y cuándo debes
hablar.
Shin Letra Hebrea
La letra shin es una letra madre. Su valor en gematría es de trescientos y está formada por tres letras vav, con una
iud sobre ella. Su valor gemátrico ubica a shin en la continuidad entre las letras lamed, de valor treinta, y guimel,
cuya correspondencia en la gematría es de tres. Este concepto también es una introducción a la idea de movimiento.
Se traduce como diente, pero también significa llama eterna, es la raíz del Árbol de la Vida.
Otra forma de denominar a esta letra es sello del Creador. Esto es debido a que el sello es la última parte de algo, es
lo que cierra y da autenticidad. Por ejemplo, en una carta es necesario utilizar un sello para acreditar lo que está
escrito en ella y, sin el mismo, esa carta no será enviada. De igual manera, cuando el humano es creado, es decir
cuando un alma desciende a un cuerpo, posee ese sello del creador, la shin. Es necesario activarlo y visualizarlo para
mantener el Espíritu de Dios vivo, de lo contrario, si lo olvidamos, es como si nunca hubieras abierto la carta
recibida.
Al observar la grafía de la letra shin puedes observar que tiene tres cabezas. En este mundo se corresponde con los
niveles de lo inmutable, lo potencial y lo cambiante. También simbolizan los tres poderes del alma: la emoción, la
voluntad y la inteligencia.
Shin y otras Ciencias Esotéricas
Cuando vinculas la cábala con otras ciencias esotéricas, puedes ahondar más en los diferentes aspectos de cada
elemento de la misma. La letra shin se vincula con el elemento fuego, que representa la fuerza, el sujeto activo, la
energía, el cambio, la transmutación, la iluminación y el calor, la claridad, y fuertes interacciones.
Es interesante destacar que la palabra fuego en hebreo une las letras alef y shin. La primera se vincula al aire, y esto
es debido a que el fuego no puede existir sin el aire, es por este motivo que el término incorpora ambas letras
madre.
Al estar relacionada con el elemento fuego, es entonces la energía y el espíritu en movimiento. De acuerdo con el
Zohar, todo en el universo adquiere movimiento por la aparición de un deseo. Entonces, todo lo que tienes en tu
vida, no importa si lo consideras positivo o negativo, es producto de tus deseos de acuerdo a la kabalah.
Si vinculas el sendero representado por la letra hebrea shin con el tarot, el arcano mayor que le corresponde es el
Mundo. Es la integración y lo completo. La armonía con la propia naturaleza, así como un sentido de unidad con todo
el universo.
El arcano del Mundo confiere a la letra hebrea shin de grandes cualidades. Aporta su energía positiva y dinámica que
elimina todas las posibles influencias negativas que podrían presentarse. Se impone como una fuerza invencible, y
anuncia un período de éxito. El Mundo también deja una importante advertencia: no es sencillo mantenerse en un
nivel tan elevado, es indispensable continuar trabajando en ello.