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19 Qof

La letra Kof representa una Q dura proveniente del fondo de la garganta. Simboliza conceptos como el ojo de una aguja, una hacha y un mono. Tiene un valor numérico de 100 en gematría y su significado incluye la reunificación de fuerzas y la separación de aquello que impide el paso a lo divino. La Kof también se ha relacionado con la sabiduría, la espontaneidad y la energía espiritual.
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19 Qof

La letra Kof representa una Q dura proveniente del fondo de la garganta. Simboliza conceptos como el ojo de una aguja, una hacha y un mono. Tiene un valor numérico de 100 en gematría y su significado incluye la reunificación de fuerzas y la separación de aquello que impide el paso a lo divino. La Kof también se ha relacionado con la sabiduría, la espontaneidad y la energía espiritual.
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La letra 

Kof  (Qoph,  ‫ )ק‬es la décimo novena letra del alfabeto fenicio y hebreo, representando una Q
dura proveniente del fondo de la garganta. Esta letra fenicia se ha convertido con el tiempo en la letra Q del
abecedario latino y la letra Koppa en ciertas versiones arcaicas del alfabeto griego. La palabra hebrea Qoph significa
“mono” y se pronuncia como K. Su valor numérico en gematría es 100.
La  Kof  no tiene un equivalente egipcio fácil de identificar y su etimología hebraica es controvertida. La  Kof  funciona
como un signo de interrogación que nos recuerda la prudencia en lo que respecta el origen de los signos. La multitud
de fuentes de  Kof  se presenta en la tradición judía en la cual esta letra tiene un principio positivo y otro fuertemente
negativo. En efecto, en ciertas tradiciones, la  Kof  es una letra ligada al aspecto negativo del mundo.
La letra  Kof  significa a la vez el “ojo de una aguja”, una “hacha” y un “mono”. El símbolo del “ojo de una aguja” es el
más interesante puesto que él llama a la reunificación de las fuerzas para atravesar la  puerta estrecha, separando
con discernimiento (con el hacha) todo lo que impide este pasó. El “ojo de una aguja” era una puerta estrecha que
tenían las murallas en la parte lateral para entrar a Jerusalén y otras ciudades amuralladas. La puerta principal se
cerraba después de una cierta hora y los mercaderes que llegaban tarde tenían que entrar por el “ojo de la aguja”, lo
que era muy difícil hacerlo con un camello. Había que quitarle su carga, arrodillarlo y hacerlo entrar por esa puerta.
El símbolo del “mono” tiene el significado de sabiduría, similar al que tiene en la tradición china, donde el mono
representa el sabio bajo la forma de los tres monos sentados; con los dedos de la mano, uno se tapa los ojos, el otro
la boca y el tercero los oídos. Estamos ante gestos que dan acceso al mundo de la iniciación. El iniciado o el sabio es
el que trata de cerrar sus sentidos al mundo exterior para estar completamente receptivo de lo divino. Esta letra
simboliza también la espontaneidad, el amor de la vida, la exuberancia, la comunidad, la realización, la aparición
sutil y la energía espiritual.

La forma más antigua de la letra Qoph era la representación de un gran nudo atado en un cordel. Más tarde esta
letra fue representada por un símbolo significando la parte posterior de la cabeza humana; y este ha sido el
convencionalismo para el carácter q.

El nombre de la letra significa, también, "parte posterior de la cabeza". Sus atribuciones ocultas Indican que los
Sabios de Israel compartieron, con los sabios del Lejano Oriente, el conocimiento de que algunos de los órganos más
importantes del cuerpo humano están localizados en la parte posterior del cerebro. Esta parte de la cabeza contiene
los lóbulos posteriores del cerebro, donde se encuentra colocado el centro visual. También da albergue al cerebelo.

Exactamente debajo del lóbulo posterior del cerebelo se encuentra un nudo de tejidos nerviosos llamados médula
oblongada. Esta une el cerebelo al cordón espinal y a sus ramales. Así que es el nexo de Unión entre los centros
superiores de sensación, pensamiento y acción en la cabeza, y los centros subordinados del tronco. La médula, en sí
misma es un nudo que representa muchos problemas a los anatomistas y fisiólogos.

Defectuosos como han sido los métodos ordinarios para el estudio del sistema nervioso, debido a que los tejidos
examinados bajo el microscopio son tomados de cuerpos muertos, se ha encontrado que la médula gobierna la
respiración, regula los movimientos del corazón y es el centro principal del control de la circulación de la sangre.
Además, tiene otras funciones de importando básica en el mantenimiento de la salud corporal y en las actividades
diarias. Este nudo de células nerviosas en la parte posterior de la cabeza es el que nos mantiene vivos y sus funciones
son llevadas a cabo sin interrupción mientras dormimos.

El sueño se le asigna a Qoph en una de las tablas de RESPLANDORES porque, primariamente, la consciencia que
permanece activa durante el sueño se expresa a través de este centro en la parte posterior de la cabeza . Pero aún
existen más razones para atribuir el sueño a Qoph. Quienes son capaces de usar sentidos más sutiles, que la mayoría
de las personas, pueden estudiar las funciones de los organismos vivientes. De este modo han aprendido que la
parte posterior de la cabeza contiene grupos de células que pueden ser influidas directamente por prácticas
descritas en la sicología moderna cuando explica la sugestión, es decir, son dóciles a la sugestión.

La Inteligencia Corporal, o Consciencia del Cuerpo, es atribuida a Qoph en RESPLANDORES. Después de lo que
acaba de leer concerniente a la médula, le será fácil comprender esta atribución. La palabra hebrea que se traduce
"Corporal", procede de una raíz que quiere decir "derramar copiosamente encima", y los símbolos de la Clave 18
hacen referencia a esto.
Omnipresencia - Redención de las Chispas Caídas
Dos letras, una reish y una zain, se combinan para formar la letra cuf. La zain hacia la izquierda, desciende por debajo
de la línea, la reish hacia la derecha, sobrevuela encima ella. La paradójica unión simbolizada por los dos
componentes de la cuf es el secreto de "No hay nadie sagrado como Di-s". En general, la cuf está "parada"
por kedushá, santidad. El nivel de santidad sin igual inherente a Di-s, es expresado en las palabras del Zohar de esta
manera: "Él está aferrado en todos los mundos, por eso nadie lo puede aferrar a Él". La zain descendente de
la cuf simboliza Su estar aferrado o incluido en todos los mundos, permeando todas las esferas de la realidad "por
debajo de la línea", es decir, mundos incompatibles con aquellos en los que se revela la Presencia de Di-s. La  reish, la
trascendencia eterna de Di-s, permanece "separada" y santa (en hebreo "santo" significa separado) en relación a Su
inmanencia descendente.
El nombre de la letra tzadik, en su forma originaria de leerse, tzadi, se refiere a "cazar" las chispas caídas. La chispa
santa, capturada por "debajo de la línea" en la materia física ("antimateria", en relación a aquella de los reinos
espirituales) es el secreto de la siguiente letra, la cuf, con la que la tzadi se conecta para formar el nombre completo
y rectificado - tzadik.
La tzadik es la decimoctava letra del alef-bet, la guematria de jai, "vivo" por lo que simboliza el poder de revivir las
chispas caídas, representadas por la cuf. La cuf es la letra decimonovena, es el secreto de "Eva" (Java = 19; según la
numeración ordinal de las letras, Adam equivale a 1 más 4 más 13 = 18 = jai), cuyo nombre también deriva de la raíz
que significa "vida", como está dicho: “. y Adam llamó el nombre de su esposa Eva ( Java) porque ella fue la madre de
toda vida". Sin embargo, está dicho de ella: "su pie desciende hasta la muerte", por el pecado primordial de comer
(el "sentido" del tzadik, como ya se explicó) del Árbol del Conocimiento, ella fue en definitiva responsable de traer la
muerte al mundo. Pero dentro del cuerpo "roto" (muerto), permanece oculta una chispa de vida, aguardando que el
poder del tzadik, (jai, vida) dé nuevas fuerzas a su potencial de vida dormido y reviva el cuerpo al que pertenece.
Así como hay una oculta chispa interior de vida, un envolvente "vapor" relativamente trascendente está presente
por encima de cada cadáver o cuerpo físico caído (muerto). (La palabra hebrea para "vapor" hevel, es también el
nombre de Abel, el segundo hijo de Adán y Eva, que fue matado por su hermano mayor Cain. Hevel = 37 = 18 más
19.) Estos dos componentes de vida presentes dentro de un estado aparente de muerte, corresponde a las dos
letras, la reish (el vapor que rodea) y la zain (la chispa oculta), que componen la letra cuf. Por esta razón, simboliza
en particular la realidad de las chispas caídas, como también la paradoja de la omnipresencia simultánea de la
trascendencia e inmanencia de Di-s. La santidad innata de cada chispa, asegura su redención y elevación final por
parte del tzadik (es decir las almas de Israel).
El significado más importante del número diecinueve en la Torá, es el ciclo de diecinueve años de la luna en relación
con el sol, lo que constituye la base del calendario judío. La luna representa la figura femenina, el secreto de
la sefirá de maljut ("reino"), personificado por Eva (Java = 19 como se dijo antes). El sol representa la figura
masculina (el que brinda la luz, mientras que la luna recibe), y en particular la sefirá de iesod ("fundamento"; iesod =
80 = 8 · 10, jet veces iud = jai), personificado por Adán. Así como fue explicado en el secreto de la letra zain, "la mujer
virtuosa" que es la "corona de su marido", cuando la letra cuf precede a la letra tzadik, se forma la palabra ketz, el
"final" de los tiempos". Esto se insinúa en el versículo: "...Él ha fijado un final [ketz] para la oscuridad". El "final", la
llegada del Mashiaj y la subsecuente era de la resurrección, es la revelación definitiva de la gran luz y energía
latente, presente dentro del secreto de la letra cuf.

FORMA
Una reish arriba con una zain descendiendo por debajo de la línea a la izquierda.
Mundos:
· "Cáscaras" de impureza "absorbiendo" fuerza de vida en este mundo.
· La zain y la reish forman la palabra zar, "extraño".
Almas:
· La misión del alma - su descenso para purificar las chispas de santidad.
· La zain y la reish forman la palabra zeir, "corona".
· La propiedad de "boomerang" del alma.
Divinidad:
· "Él está aferrado en todos los mundos [la zain], por eso nadie puede aferrarlo a El [la reish]".
· La reish y la zain forman la palabra raz, "misterio".

NOMBRE
Mono; rodear o tocar; fortaleza; en arameo: el ojo de una aguja.
Mundos:
· Mono - vanidad, la falsa imitación de este mundo.
· El ojo de la aguja - el punto vacío del tzimtzum.
Almas:
· El contacto y conexión entre las almas.
· El alma abriéndose a Di-s.
Divinidad:
· La gran fuerza que se revela en los milagros.

NUMERO
Cien
Mundos:
· Los cien años de vida del águila.
· "El joven morirá a la edad de 100 años".
· "A la edad de 100 años, se es considerado como muerto, se fue y es anulado de este mundo".
Almas:
· La edad de Abraham en el nacimiento de Isaac.
· "Ve por ti": a la fuente de tu alma, o a entrar en tu cuerpo.
Divinidad:
· Belleza perfecta.
· La perfección del cuadrado, 10 veces 10.
· Las diez sefirot interincluidas.
· Las cien bendiciones diarias.
Elohim Qadosh, Qof

El significado de esta letra es muy interesante para el dogmatismo judeo-cristiano. Qof  ‫ק‬significa el ojo de la aguja, y
esto nos recuerda el pasaje bíblico (mal interpretado) del Nuevo Testamento, en donde Jesús le dice a un rico (que
quería seguirlo y rehusó abandonar sus bienes materiales): “más fácil pasa un camello por el ojo de la aguja  que
el  que un rico entre al Reino de los Cielos” (Marcos 10:25). En la Nueva Era se ha rebatido este dogmatismo del voto
de pobreza, explicando que el ojo de una aguja era una puerta muy estrecha que existió realmente en aquella época,
en Jerusalén. Sin embargo, este pasaje bíblico lo que está explicando es el método de conexión con el Árbol de la
Vida, a través de la santidad. Dicho sea de paso, históricamente, nunca ha existido una puerta así de pequeña en
Jerusalén.

Qof es la letra que nos enseña a depurar nuestro deseo de recibir egoísta (fuerzas impuras), lo cual es una tarea muy
difícil cuando estamos atados y dedicados a idealizar a nuestro ego. Para atravesar el ojo de la aguja (Qof), tenemos
que restringir nuestro ego, empequeñecernos, que no es otra cosa que unificar a todas las fuerzas Divinas para
vencer a las fuerzas impuras que se han adherido a nosotros durante nuestras encarnaciones. Si vemos la grafía
de Qof ‫ק‬, ésta nos hace pensar en un hacha, y esto nos permite entender su secreto más preciado:
empequeñecernos para pasar por el ojo de la aguja, no es reducir nuestra grandeza, sino tener en la mano el arma
(hacha) que nos permite moldear la puerta estrecha que divide a Maljut de Yesod a nuestra justa medida, a la
medida de nuestra alma.
Aclarado lo anterior, el lector podrá darse cuenta que en la referencia bíblica resalto  "que él", lo cual, aun si
tomamos la traducción literal tal y como está escrita, nos permite darnos cuenta que Jesús se estaba refiriendo
específicamente a esa persona que se le había acercado. Sin embargo, intereses colectivos han omitido este
pequeño detalle.  Esto puede ser rebatido por teólogos y por eruditos bíblicos, pero en realidad, no tiene
importancia, porque la Biblia tiene una interpretación literal sólo para los tontos.

Qof  ‫ק‬ es la letra que ocupa el puesto número 19 del alfabeto hebreo y tiene 100 como valor guematrico. Este
número nos indica que, a partir de Qof ‫ק‬, entramos en otro nivel de vibración del alfabeto hebreo. Como dato
curioso, las letras que le siguen en el orden del alfabeto hebreo, Resh y Shin, unificadas con Qof, forman la
palabra Qeresh ‫קרש‬  (unicornio), símbolo de la pureza de nuestra alma y de la penetración de lo Divino en todas las
criaturas existentes.

En el texto del Zohar, encontramos juntas las letras Qof y Resh, porque con estas dos letras se forma la palabra QaR
(frío), que se refiere a la ausencia de vida o de calor. Esto nos revela que, en este nivel, cuando la energía Divina está
precipitándose en Maljut (nuestro mundo), las fuerzas impuras se la “roban”, es decir, succionan la Luz desde Maljut
para nutrirse y tomar vida. Por eso, estas dos inteligencias, Qof y Resh, tuvieron que apropiarse de la letra Shin y
colocarla en el medio de ambas, para formar la palabra Qesher ‫קשר‬  (conexión), lo cual nos deja ver que la Shin es
una atadura que personifica la fuerza y la subsistencia.

Para entender esto más claramente, recordemos que en Cábala se nos enseña que de la misma forma que existe un
Árbol de la Vida, también existe un Árbol del conocimiento del bien y del mal (éste es la caracterización bíblica de las
fuerzas impuras). Este árbol está, gráficamente, por debajo del Árbol de la Vida, siendo Maljut de Maljut, del Árbol
de la Vida, el inicio de los mundos del caos (es el Keter del Árbol del conocimiento del bien y del mal). Es decir, en el
pasaje hacia Maljut del Partzuf (mundo) de Maljut se produce esta conexión con las fuerzas impuras. Esta explicación
técnica es sólo comprensible para los estudiosos de la Cábala, pero para el lector en general es importante
comprender que es nuestra conciencia quien determina si le damos la Luz a las fuerzas puras o a las fuerzas impuras
(las primeras elevan las chispas de los mundos del caos hacia la Luz; las segundas extraen la Luz que llega a Maljut
para continuar existiendo y reinando en nuestro mundo). 

Este mundo es como la Torah: si lo vemos en forma literal, nos volvemos tontos, ciegos, sordos, mudos. Pero si
vemos la perfección y la Luz oculta detrás de todo, entonces nos adherimos a la fuerza creadora del Universo
(tomamos a la Shin y la colocamos entre la Qof y la Resh para adherirnos a la vida). El Zohar dice sobre esta
atadura de la que hablamos: “Qesher es la conexión recíproca entre las fuerzas puras y las fuerzas impuras; es una
atadura que no es fácil de deshacer”. Esto nos abre la puerta para explicar un principio básico de la Cábala: las
fuerzas impuras nos proporcionan placer corporal y nuestra atadura a este placer es lo que hace difícil deshacer esta
conexión. Esto sucede porque no hemos experimentado el placer del alma, que es mil veces más placentero que el
placer del cuerpo. Sin embargo, éste sólo lo podemos sentir cuando decidimos restringir el placer del cuerpo, y esto
produce una especie de dolor. Por ejemplo, cuando surge atracción entre un hombre y una mujer, el deseo del
placer corporal domina la consciencia, y la mayoría de las veces dejamos que nos posea, sin importar las
consecuencias (a quien herimos y destruimos por complacer este deseo corporal). Si, por el contrario, se restringe
conscientemente este deseo egoísta, nos causará dolor. Este tipo de dolor de la restricción consciente es deshacer
esta atadura.

¿Qué es la restricción consciente?  Es el observar a la inteligencia corporal tal y como es, perfecta y maravillosa, pero
sin ceder a sus caprichos, poniéndola a trabajar en función del alma para transformar, a toda costa, este deseo de
recibir placer egoísta en altruista. Si poca gente en el mundo hace este tipo de restricción es por el miedo al dolor del
cual se habla en el Zohar (nadie quiere sufrir). Efectivamente, mientras vemos el mundo desde la visión del 1%, nos
apegamos al placer del cuerpo, pero si entendemos que la realidad física tiene un 99% de energía y tratamos de
experimentar este placer más allá de lo físico, sabremos que la Kabalah es un “virus incurable”. Es tal el clímax de los
mundos superiores que, una vez que entra en ti, no puedes prescindir de él. Es a esto a lo que se le llama deseo de
adherirse al Creador (es esta necesidad la promesa de la Era Mesiánica).
La carta del Tarot de Marsella que le corresponde a Qof es El Sol. Al observarla, vemos que el Sol ocupa más de la
mitad del espacio dentro de ella, indicándonos que lo físico es sólo una pequeña parte de la realidad (la realidad
metafísica es la que determina y predomina sobre lo físico). Además, este Sol tiene ojos, nariz y boca, haciendo
alusión a las sefirot del Árbol de la Vida (cerebro: Keter; ojos: Jojmah y Binah; nariz: Zeir Anpin; boca: Maljut), y sus
ojos, que también son las ventanas del alma, están bien abiertos (todas las inteligencias cósmicas que él emana,
están presentes y activas en su radiación). Este Sol irradia gotas, que representan el elíxir de la vida, el maná que cae
del cielo. Este maná es un regalo que está siempre disponible y en abundancia (por eso en la carta cae hacia todos
lados).

El Zohar dice que el día de recolectar esta energía de sustento es el Shabbat. El cuarto mandamiento bíblico, en
hebreo, dice “Zahor et-Yom HaShabbat Ledkashot”, que significa “recordarás por siempre a Yom,  el reposo,  para
bendecirlo”. Yom es un nombre Divino con el cual se identifica la energía mesiánica (Tiféret). También Shabbat viene
de sábado, quien gerencia la energía de Saturno (Binah), la conexión con el flujo de la abundancia y opulencia de la
Luz. Por tanto, este día se restablece la conexión entre Binah y Maljut, puesto que sólo las emociones permiten el
paso, y Tiféret concentra todo el mundo de las emociones dentro de sí. Para que esté más claro, se nos está diciendo
que "este día" trae consigo una energía que entra directo y que podemos extender las manos para recibir este  maná
(que viene de Binah) para distribuirlo el resto de la semana.

Por eso, cuando encendemos las velas de bienvenida de la energía de Shabbat, las últimas dos palabras de esta
bendición son "Shabbat Qodesh". La bendición completa para encender estas dos velas, 18 minutos antes de la
puesta del Sol del viernes, es: “Baruj Atah Adonai Eloheinu Melej Ha Olam Asher Kideshanu Bemitzvotav vetzivanu
Lehadlik Ner Shel Shabat Qodesh”. Qof, entonces, es la letra que recibe ese néctar de vida (por eso se traduce
también como Santo). Debemos entender que cuando pronunciamos estos nombres Divinos, encabezados por las
combinaciones de letras hebreas “Baruj Atah Adonai”, inmediatamente se abre Atika Kadisha (Keter). 

Regresando al análisis de la carta del Tarot, en ella vemos a dos personajes, con vestiduras color carne y atados en la
cintura. Detrás de ellos, hay un muro que llega hasta la cintura de estos personajes, quienes se están tocando (el de
la derecha toca en el hombro al de la izquierda, y el de la izquierda toca en el pecho al de la derecha). Además, estos
personajes nos hacen pensar que están bailando. El Árbol de la Vida es la danza cósmica: la derecha (Jésed) emana la
energía hacia la izquierda, representada en el hombro izquierdo (Guevurá) del personaje, y, luego, esta energía
desciende hacia el pecho, en donde está Tiféret. Es esta energía superior, esta emoción ya corregida, quien ata a los
instintos del hombre (por eso vemos la atadura en la cintura de estos personajes). El muro representa a las
estructuras del ego, indicándonos que las mismas estarán allí, pero bajo el control de las emociones ya corregidas.
Este es el nivel en donde el hombre está en completo control de su vida.

Queridos amigos, a medida que hemos avanzado en el análisis de las letras hebreas, vemos que éstas son más
cercanas a nosotros, que tienen un contenido cada vez más práctico. Por último, sólo les quiero decir que cualquier
situación que parezca oscura en sus vidas, es una oportunidad maravillosa, porque esto significa que la Luz está
empujando a la oscuridad para instalarse en su lugar dentro de nosotros. Si entendemos que somos una vasija y que
los problemas son impurezas con las que nos hemos llenado, es lógico que para que la Luz entre y nos llene, requiera
el espacio, y como estas impurezas tienen una Luz oculta, entonces es maravilloso y perfecto que se remuevan, y
que  lo que está oculto salga a la luz. Por eso, bendecimos a cada problema y aceptamos agradecidos la sanación que
estos nos proporcionan.

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