Técnicas de Aprendizaje
Técnicas de Aprendizaje
DEL MANUAL"
Es de especial interés para la Escuela de Medicina de la Universidad Quetzalcoatl en Irapuato, el
que sus alumnos tengan éxito en sus estudios y los concluyan en el tiempo establecido, por lo que
a través de su Coordinación de Desarrollo Académico, ofrece a sus alumnos el curso
de "Técnicas de Aprendizaje", como un servicio distintivo de la escuela.
TÉCNICAS DE APRENDIZAJE
Aspectos Teóricos
El término 'estilo de aprendizaje' se refiere al hecho de que cuando queremos aprender algo
cada uno de nosotros utiliza su propio método o conjunto de estrategias. Aunque
las estrategias concretas que utilizamos varían según lo que queramos aprender, cada uno de
nosotros tiende a desarrollar unas preferencias globales. Esas preferencias o tendencias a utilizar
más unas determinadas maneras de aprender que otras constituyen nuestro estilo de aprendizaje.
Esas diferencias en el aprendizaje son el resultado de muchos factores, como por ejemplo la
motivación, el bagaje cultural previo y la edad. Pero esos factores no explican porque con
frecuencia nos encontramos con personas con la misma motivación, de la misma edad y bagaje
cultural que, sin embargo, aprenden de distinta manera, de tal forma que, mientras a uno se le da
muy bien redactar, al otro le resultan mucho más fáciles los ejercicios de gramática. Esas
diferencias si podrían deberse, sin embargo, a su distinta manera de aprender.
El concepto de los estilos de aprendizaje está directamente relacionado con la concepción del
aprendizaje como un proceso activo. Si entendemos el aprendizaje como la elaboración por parte
del receptor de la información recibida parece bastante evidente que cada uno de nosotros
elaborará y relacionará los datos recibidos en función de sus propias características.
En las últimas décadas se han elaborado todo tipo de teorías y modelos para explicar las
diferencias en la forma de aprender. Pero, de todas esas teorías y modelos ¿cuál es la buena?
La respuesta es que todas y ninguna. La palabra "aprendizaje" es un término muy amplio que
abarca fases distintas de un mismo y complejo proceso. Cada uno de los modelos y teorías
existentes enfoca el aprendizaje desde un ángulo distinto. Cuando se contempla la totalidad del
proceso de aprendizaje se percibe que esas teorías y modelos aparentemente contradictorios entre
sí no lo son tanto e incluso que se complementan.
Una posible manera de entender las distintas teorías es el siguiente modelo en tres pasos:
Pablo Cazau psicólogo y pedagogo, comenta que aprender no consiste en almacenar datos
aislados. El cerebro humano se caracteriza por su capacidad de relacionar y asociar la gran
cantidad de información que recibe continuamente, buscar patrones y hacer un resumen que nos
permita entender el mundo que nos rodea. Pero no todos seguimos el mismo procedimiento, y la
manera en que organicemos esa información afectará a nuestro estilo de aprendizaje.
El hemisferio derecho, procesa la información de manera global, partiendo del todo para entender
las distintas partes que componen ese todo. Es intuitivo, piensa en imágenes y sentimientos. Este
hemisferio emplea un estilo de pensamiento divergente, creando una variedad y cantidad de ideas
nuevas, más allá de los patrones convencionales. En la escuela se toma en cuenta las habilidades
de este hemisferio para los cursos de arte, música y educación física.
En nuestro estilo de aprendizaje influyen muchos factores distintos pero uno de los más influyentes
es el relacionado con la forma en que seleccionamos y representamos la información.
Todos nosotros estamos recibiendo a cada momento y a través de nuestros sentidos una ingente
cantidad de información procedente del mundo que nos rodea. Nuestro cerebro selecciona parte de
esa información e ignora el resto. Si, por ejemplo, después de una excursión le pedimos a un grupo
de turistas que nos describan alguno de los lugares que visitaron probablemente cada uno de ellos
nos hablará de cosas distintas, porque cada uno de ellos se habrá fijado en cosas distintas. No
recordamos todo lo que pasa, sino parte de lo que pasa a nuestro alrededor.
El que nos fijemos más en un tipo de información que en otra parece estar directamente
relacionado con la forma en la que recordamos después esa información.
Aunque las investigaciones sobre la memoria no han hecho más que empezar, parece bastante
claro que nuestro cerebro no es un archivador donde guardar las fotos o grabaciones que hacemos
de lo que nos rodea. Cuando recordamos algo no recuperamos una grabación almacenada en un
fichero, sino que, partiendo de datos muy diversos creamos una representación de lo que
queremos recordar.
Cuando le prestamos más atención a la información que recibimos visualmente nos resulta más
fácil reconstruir en nuestra mente la información visual. O dicho de otro modo, nos es más fácil
representar visualmente lo que sabemos.
Cada sistema tiene sus propias características y es más eficaz en unos terrenos que en otros. Por
lo tanto el comportamiento en el aula cambiará según se favorezcan unos sistemas de
representación u otros, es decir, según sean más visuales, auditivos o kinestésicos.
Visualizar nos ayuda además, a establecer relaciones entre distintas ideas y conceptos. Cuando un
alumno tiene problemas para relacionar conceptos muchas veces se debe a que está procesando
la información de forma auditiva o kinestésica.
Esas dos características explican que la gran mayoría de los alumnos universitarios (y por ende, de
los profesores) sean visuales.
Los alumnos visuales aprenden mejor cuando leen o ven la información de alguna manera. En
una conferencia, por ejemplo, preferirán leer las fotocopias o transparencias a seguir la explicación
oral, o, en su defecto, tomarán notas para poder tener algo que leer.
Por el contrario, un alumno visual que se olvida de una palabra no tiene mayores problemas,
porqué sigue viendo el resto del texto o de la información.
El sistema auditivo no permite relacionar conceptos o elaborar conceptos abstractos con la misma
facilidad que el sistema visual y no es tan rápido. Es, sin embargo, fundamental en el aprendizaje
de los idiomas, y naturalmente, de la música.
Los alumnos auditivos aprenden mejor cuando reciben las explicaciones oralmente y cuando
pueden hablar y explicar esa información a otra persona.
Aprender utilizando el sistema kinestésico es lento, mucho más lento que con cualquiera de los
otros dos sistemas, el visual y el auditivo. Se necesita más tiempo para aprender a escribir a
máquina sin necesidad de pensar en lo que uno está haciendo que para aprenderse de memoria la
lista de letras y símbolos que aparecen en el teclado.
El aprendizaje kinestésico también es profundo. Nos podemos aprender una lista de palabras y
olvidarlas al día siguiente, pero cuando uno aprende a montar en bicicleta, no se olvida nunca. Una
vez que sabemos algo con nuestro cuerpo, que lo hemos aprendido con la memoria muscular, es
muy difícil que se nos olvide.
Los alumnos que utilizan preferentemente el sistema kinestésico necesitan, por tanto, más tiempo
que los demás. Decimos de ellos que son lentos. Esa lentitud no tiene nada que ver con la falta
de inteligencia, sino con su distinta manera de aprender.
Cuando estás en clase y el profesor explica algo que está escrito en la pizarra o en tu libro, te es
más fácil seguir las explicaciones:
a) escuchando al profesor
b) Te distrae el movimiento
a) Te pones en movimiento antes de que acaben de hablar y explicar lo que hay que hacer.
b) Te cuesta recordar las instrucciones orales, pero no hay problema si te las dan por escrito
a) Memorizas lo que ves y recuerdas la imagen (por ejemplo, la página del libro)
c) Memorizas a base de pasear y mirar y recuerdas una idea general mejor que los detalles
b) Que se organicen actividades en que los alumnos tengan que hacer cosas y puedan moverse.
c) Te gusta tocar las cosas y tiendes a acercarte mucho a la gente cuando hablas con alguien.
d) Tus cuadernos y libretas están ordenados y bien presentados, te molestan los tachones y las
correcciones.
Respuestas:
la experiencia concreta,
la observación y la reflexión sobre esa experiencia,
la formación de conceptos abstractos basados en la reflexión,
pruebas de los nuevos conceptos,
(repetición).
Estos cuatro elementos son la esencia de una espiral de aprendizaje que puede comenzar con
cualquiera de los cuatro elementos, pero por lo general comienza con una experiencia concreta. Su
modelo fue desarrollado principalmente para la educación de adultos, pero ha encontrado amplias
aplicaciones pedagógicas en la educación superior.
Gardner nos da cuenta de la equivocación que se comete al describir a las personas como
poseedoras de una única y cuantificable inteligencia, pues el ser humano tiene, por lo menos, ocho
inteligencias diferentes, cada una desarrollada de modo y a un nivel particular.
Al igual que hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos de
inteligencia. Hasta la fecha Howard Gardner y su equipo de la universidad de Harvard han
identificado ocho tipos distintos: la Inteligencia Musical, Corporal-kinestésica, Lingüística, Lógico-
matemática, Espacial, Interpersonal, Intrapersonal y Naturalista.
Interrelación de las Inteligencias Múltiples
Howard Gadner
ASPECTOS PRÁCTICOS
1. Los cinco errores más comunes que cometemos al estudiar
El desconocimiento de técnicas eficientes para estudiar nos lleva a cometer serios errores, cuyo
resultado la gran mayoría de las veces es una mala calificación. Aquí se te presentan los cinco
errores más graves:
Este grave error lo cometen aquellos alumnos que por lo general no estudian nada, hasta que
tienen encima las fechas de exámenes. El problema es que tienen que estudiar en un día los
temas que se vieron durante varios meses de clase.
Lo importante es entender lo que el autor trata de decirnos y ser capaces de explicarlo con
nuestras propias palabras.
3. Estudiar acostado.
¿Sabías que prestar atención y tomar notas durante la clase hace que tu capacidad retentiva
aumente hasta en un 75 por ciento? Este será uno de los primeros pasos del método de estudio
que aquí se te propone.
Esta es una práctica bastante arraigada en los jóvenes, estudiar escuchando a tu grupo favorito.
Sin embargo, los expertos opinan que lo mejor es estudiar en silencio. ¿Te identificaste con uno o
varios de los errores señalados? Todos hemos cometido estos errores alguna vez en nuestra vida.
Pero ha llegado el momento de corregir lo que estamos haciendo mal.
2. Hábitos de estudio
Podríamos hacer una lista inmensa que contenga todos los hábitos de estudio recomendados por
expertos en la materia, pero mejor vamos a concentrarnos en 5 hábitos que serán el comienzo de
tu nueva vida como estudiante y que harán la diferencia entre el alumno que eras antes y el que
serás a partir de ahora.
Solamente se te recuerda que no bastará con que los conozcas, ya que deberás ponerlos en
práctica todos los días hasta lograr arraigarlos. Los hábitos se adquieren a través de la repetición
constante de los actos.
2. Presta atención al maestro durante la clase y toma nota de lo más importante (ojo, no se trata
de intentar copiar todo lo que diga).
3. Estudia todos los días, de preferencia a la misma hora y en el mismo lugar.
5. Ten siempre una actitud positiva ante la vida, incluso ante los problemas (con eso vencerás
los malos hábitos del miedo, el desaliento y la derrota).
¡El tiempo es oro! Por lo tanto, deberás aprender a administrarlo para sacarle el máximo
provecho. Planifica con anticipación todas las actividades que realices durante el día,
incluyendo los momentos de recreación y descanso, así como las horas que dedicarás a estudiar
después de clases.
A continuación encontrarás una tabla modelo que te podrá servir como guía para elaborar tu
propio registro de actividades. Elabora este plan antes que cualquier otra cosa, pruébalo durante
un par de semanas hasta que llegues a la versión definitiva que consideres te va a funcionar.
Puedes elaborar en Word una tabla de actividades similar a la del ejemplo que se muestra a
continuación, y cada semana registrar tus actividades para tener una buena administración de tu
tiempo.
Saca varias copias de tu plan de actividades y tenlo siempre a la vista para recordarlo. Al principio
no será fácil, pero no te desanimes. Si fallas un día, regresa inmediatamente a tu programa el día
siguiente, así hasta que te formes el hábito de cumplirlo.
Toma en consideración los siguientes consejos a la hora de elaborar tu plan de actividades
semanales:
· Programa como mínimo 2 horas diarias para estudiar en casa. Sé realista y no te pongas metas
inalcanzables como intentar estudiar 8 horas diarias.
En cambio, si te formas el hábito de asistir a todas tus clases, poner atención y tomar
apuntes, te estarás facilitando enormemente la vida y sin duda estarás muy cerca de lograr
tus objetivos. El hecho de escuchar y tomar notas hace que tu capacidad retentiva aumente hasta
en un 75 por ciento.
Los apuntes son un resumen de todo lo que se dijo durante la clase. No cometas el error de
intentar escribir en tu libreta cada una de las palabras que el profesor pronuncie. Más bien se trata
de ir captando las ideas principales. Con la práctica irás aprendiendo y mejorando tu
técnica personal para tomar apuntes y descubrirás que la mayoría de los maestros dejan pistas
muy claras de las preguntas que después vienen en el examen.
Tomar buenos apuntes es como tener las respuestas del examen antes de presentarlo. Tus
apuntes te indican exactamente qué estudiar. Escucharás la clase una sola vez; en cambio
puedes revisar tus apuntes todas las veces que quieras.
Para tomar buenos apuntes se te recomienda que te sientes en la primera fila, buscando un
asiento cercano al profesor. Esto te permitirá ver y escuchar bien todo lo que diga. Me atrevería a
asegurarte que con el simple hecho de sentarte adelante mejorarán tus calificaciones porque
evitarás distraerte, prestarás más atención y -como ingrediente extra- causarás una buena
impresión ante tus maestros.
· Organiza tus notas en orden lógico. Trata de tener una libreta para cada asignatura e ir
escribiendo cronológicamente las notas de cada clase. Así, cuando lleguen los exámenes tendrás
un cuaderno de apuntes perfectamente organizado y será muy fácil repasar los temas incluidos.
· Escribe con letra legible, de modo que después puedas leer y entender lo que anotaste (así no
perderás el tiempo intentando traducir tus "garabatos").
· Pregunta. Si no entiendes el tema que se está tratando en clase, no tengas pena y pregúntale al
profesor hasta que te quede bien claro.
· Asiste a todas tus clases. Si por causas de fuerza mayor faltas a una clase, habla con tu
profesor y también consíguete una copia de los apuntes de alguno de tus compañeros.
Tienes que formarte el hábito de estudiar todos los días. Para que lo entiendas mejor, es mucho
más fácil y efectivo estudiar 30 minutos todos los días, que esperar hasta las fechas de exámenes
y pretender estudiar sin parar durante 8 o 10 horas. Por eso deberás programar dentro de tus
actividades diarias un mínimo de 2 horas para estudiar.
Trata de que tanto el horario como el lugar para estudiar sea siempre el mismo. Respecto al
horario, si tus clases son en el turno matutino la hora perfecta para estudiar sería después de
comer y descansar un poco; si tomas clases en el turno vespertino entonces utiliza las primeras
horas de la mañana (después de despertarte y desayunar bien) para estudiar.
No olvides que las actividades recreativas (ver televisión, ir al cine, visitar a la novia, etc.)
siempre irán después de estudiar; así tu mente relacionará al estudio con las actividades
gratificantes que realizarás después y te será muy sencillo formarte el hábito de estudiar todos los
días.
En cuanto al lugar, deberás acostumbrarte a estudiar siempre ahí, será tu "templo" de estudio. No
necesitas tener tu propia biblioteca en casa, bastará con encontrar un espacio en el que puedas
estar libre de distracciones externas como la televisión, el teléfono, etc. Un requisito
indispensable para estudiar es la concentración, por eso es tan importante alejarte lo más que
puedas de las fuentes de distracción.
Por último, ten disponible sólo el material que vas a necesitar para estudiar, eliminando de tu mesa
las revistas, fotografías y demás cosas que puedan distraer tu atención.
Si eres uno de los muchos estudiantes que además de asistir a la escuela tienen que trabajar,
entonces deberás modificar un poco la regla del horario y lugar para estudiar; tú mismo
encontrarás la hora y el lugar idóneos (podría ser en algún espacio de tu jornada laboral o mientras
viajas en el autobús), lo importante es que cumplas con el objetivo de estudiar todos los días.
Miedo, desaliento y derrota son malos hábitos que deberás eliminar de tu vida. Uno de los
mayores miedos que domina al ser humano es el miedo a cambiar, sobre todo aquellas cosas a las
que hemos estado acostumbrados durante mucho tiempo. ¡Atrévete a cambiarlas si eso significa
ser mejor! Llena tu vida de hábitos buenos y serás una persona exitosa.
El proceso no será fácil y es probable que las cosas no resulten tan sencillas como pensabas, los
fracasos son parte de nuestra vida y no deben ser razón suficiente para desalentarte o sentirte
derrotado. Un triunfador no es aquél que nunca cae, sino el que se levanta ante cada caída.
Recuerda esto, si crees que puedes ser un excelente alumno y sacar las mejores
calificaciones, estás en lo cierto. Pero si crees que eres un incompetente y nunca podrás
sacar más de ocho, también estás en lo cierto. No lo olvides entonces, actitud positiva
¡siempre!
Un método es el modo de realizar una cosa con orden, algo así como un procedimiento o plan. En
nuestro caso estamos hablando de un plan para estudiar cada una de las asignaturas que cursas.
Aquí te propongo un método básico, que utiliza diversas técnicas como la lectura rápida, el
subrayado, el resumen y el repaso. Te recomiendo que pruebes y utilices este método durante un
semestre completo.
Para poner en práctica este método de estudio, en primer lugar deberás conocer y practicar los 5
hábitos que vimos anteriormente. Esto significa que al momento de sentarte a estudiar ya habrás
tomado apuntes en la clase y tendrás programada una hora y lugar fijos para esta actividad. Ten a
la mano todo el material que necesitarás (libreta de apuntes, libros, diccionario) y pide que nadie te
interrumpa durante tu tiempo de estudio.
El método que se propone consta de 4 sencillos pasos que pondrás en práctica para estudiar
cada una de tus asignaturas durante el tiempo que hayas establecido en tu programa de
actividades:
3. Elaboración de un resumen.
4. Repaso.
1. Lectura previa
3. Elaboración de un resumen
5. Repaso
9. Método de Staton
Las técnicas que enseña no son complejas ni pesadas, por el contrario, son sencillas y accesibles
a cualquier mentalidad y aplicables a todos los campos y niveles de estudio.
Este método creado por Thomas F. Staton, se denomina, en inglés, PQRST, en donde cada letra
representa la inicial de las palabras que describen la fase del método. En español, el método se
denomina EFGHI.
E Examen preliminar
F Formularse preguntas
1. Examen preliminar
Para realizar el examen preliminar lee cuidadosamente el título de la obra o del capítulo que vas a
estudiar, lee la introducción o prólogo, el índice de la obra, mira los dibujos, los esquemas, etc. Por
último, debes dar lectura rápida a algunas páginas.
2. Formularse preguntas
3. Ganar información mediante la lectura
En general, hay dos formas de leer: en voz alta y en silencio. ¿Cuál de las dos es más
conveniente? Depende de varios factores. Al leer en voz alta empleamos mucho más tiempo que
leyendo en voz baja. En consecuencia, si tienes todavía tiempo para la fecha de los exámenes,
puedes emplear esta forma de leer. La lectura en voz alta ayuda a una mejor memorización, debido
a que intervienen dos sentidos (vista y oído).
Si decides leer en silencio, debes evitar hacerlo mecánicamente. Para esto hay un método muy
eficaz y sencillo a la vez: subrayar el libro. Debes subrayar sólo las ideas principales.
Teniendo en cuenta las ventajas y desventajas de leer en voz alta y en silencio, elige la forma que
mejor te acomode, ya que ambas te darán la ventaja de que estarás leyendo activamente. Quienes
no leen de esta manera necesitarán leer dos, tres y hasta más veces para comprender bien y fijar
las ideas centrales. Tú necesitarás sólo una buena lectura y aprenderás más y mejor que los
demás.
5. Investigar lo aprendido
Esta etapa debe realizarse en forma oral. Es un autoexamen de lo aprendido. También puede
hacerse en grupo; la manera de efectuarse es exactamente igual que en la fase anterior (H: hablar
para describir o exponer los temas leídos). Con esta etapa se pretende evitar el olvido. Realiza tu
primer repaso dentro de las primeras 24 horas después de estudiar. El segundo repaso a los ocho
días, y el tercero (estamos hablando de repasos básicos indispensables) en el curso del mes.
10. Mapas conceptuales
2. Localiza y subraya las ideas o términos más importantes (palabras clave) con las que
elaborarás el mapa.
2. Conectores. La conexión o relación entre dos ideas se representa por medio de una línea
inclinada, vertical u horizontal llamada conector o línea ramal que une ambas ideas.
Primero. Lee un texto e identifica en él las palabras que expresen las ideas principales o palabras
clave. No se trata de incluir mucha información en el mapa, sino la más relevante.
Tercero. Identifica el tema o asunto general y escríbelo en la parte superior del mapa conceptual,
encerrado en un óvalo o rectángulo.
Cuarto. Identifica las ideas que constituyen los subtemas ¿qué dice el texto del tema o asunto
principal? Escríbelos en el segundo nivel, también encerrados en óvalos o rectángulos.
Sexto. En el tercer nivel coloca los aspectos específicos de cada idea o subtema, encerrados en
óvalos o rectángulos.
Las ramificaciones de otros niveles (cuarto, quinto, etc.) las podrás incluir si consideras que
poseen suficiente relevancia y aportan claridad.
Recomendaciones:
• Es conveniente revisar su mapa varias veces para comprobar si las conexiones están
correctamente determinadas. • Las ideas pueden ser correctamente representadas de
maneras diferentes. De hecho, es poco usual que dos personas construyan mapas idénticos sobre
un mismo particular; no existe un modelo único de mapa conceptual.
• Aunque tu mapa no sea igual que los de tus compañeros, aún habiéndo manejado la misma
información, será correcto si comprende los aspectos más importantes y los expresa de manera
jerarquizada y lógica.
• De ser necesario, se repetirá cuantas veces sea preciso a fin de depurar posibles deficiencias.
No existe un método infalible que pueda aplicarse a todos por igual con los mismos resultados.
Cada alumno aprende de diferente forma, dependiendo de su personalidad, su estado de salud, las
condiciones en que vive y sus diferencias individuales.
Hay técnicas que para algunos serán excelentes pero que a otros no les darán buenos resultados.
Por ejemplo, en la lectura previa algunos autores recomiendan seguir con un dedo el renglón al
momento de leer; sin duda habrá alumnos que lo pondrán en práctica y sentirán que esta técnica
los ayuda a concentrarse mejor en la lectura, pero también encontraremos otros tantos que
preferirán leer más rápido sin necesidad de estar señalando el libro con su dedo.
El método básico de estudio es simplemente una propuesta integrada por técnicas que han
comprobado ser sencillas y efectivas, pero tú deberás probar cuáles son las técnicas que
realmente te funcionan y así estarás creando tu propio método para estudiar.
Uno de los mayores errores que cometen los alumnos es esperar hasta un día antes del examen
para comenzar a estudiar. Entonces llegan a la evaluación cansados, con los ojos irritados por la
falta de sueño y con muy pocas probabilidades de salir bien librados de la prueba. Por eso es tan
importante formarse el hábito de estudiar todos los días.
Si pones en práctica un método de estudio, no deberías sentir temor por ningún examen.
De todos modos, dado que los exámenes son tan inevitables como la muerte, a continuación
encontrarás una serie de consejos y sugerencias que te ayudarán a mejorar tus habilidades para
presentarlos:
Para que tu mente pueda rendir al máximo, duerme bien la noche anterior al examen.
Planea el uso del tiempo durante el examen. Para ello lee previamente todo el examen y
divide tu tiempo para que puedas terminarlo.
Si encuentras una pregunta muy difícil, será mejor que te la saltes y sigas con las demás.
Después regresa y enfócate en responderla.
No te sientas mal si otros terminan antes que tú. Tampoco quieras ser el primero en
terminar; los exámenes no son carreras de caballos, así que tómate tu tiempo para
resolverlo, revisar tus respuestas y, si puedes, corregir los errores que hayas cometido.
Recuerda que el que saca las mejores calificaciones no es el más inteligente, sino el
mejor preparado.
BIBLIOGRAFÍA
Marshall, Brian, Estudiantes de éxito, 2ª edición, México, Ed. Selector, México, 2001.
Michel, Guillermo, Aprende a aprender, guía de autoeducación, Ed. Trillas, México, 2006.
Olcese, Alfieri, Cómo estudiar con éxito, técnicas y hábitos para aprender mejor, Ed.
Alfaomega, México, 2006.
Quintanilla Paz Soldán, Fernando, El mejor método para estudiar, 1ª edición, Ed. Universo,
Lima-Perú, 1993.