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Biologia NOA

Carcateristicas de recursos biologicos y geologicos del noroeste de la republica argentina

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ISSN 1853-6700

Temas de Biología
y Geología del Noa
Revista de Divulgación Científica del Instituto de Bio y Geociencias

Reportajes
INIQUI, INENCO,
IPE, IBIGEO

Artículos
Museos de Ciencias al
descubierto
Año I, Volumen 1, Número 1, Abril 2011

Conservación de
murciélagos del
bosque

Reptiles de la Puna

Tectónica de placas

Volcanes

Minería y aguas ácidas

1
Año I, Volumen 1, Número 1, Abril 2011 ISSN 1853-6700

Temas de Biología
y Geología del Noa
Revista Cuatrimestral de Divulgación Científica del Instituto de Bio y Geociencias
Comité Editorial
Editor Responsable
Marissa Fabrezi. Ibigeo. CONICET y Museo de Ciencias Na- IBIGEO
turales (UNSa). Mendoza 2. 4400 - Salta. República Argentina Instituto de Bio y Geociencias del NOA
www.unsa.edu.ar/ibigeo
Editores Asociados
Fernando Hongn. Ibigeo. CONICET - UNSa
Alicia Kirschbaum. Ibigeo. CONICET - UNSa Fue creado como instituto de la Universidad Nacional de Salta
Fernando Lobo Gaviola. Ibigeo. CONICET - UNSa a comienzos de 2005 con sede administrativa en el Museo

Comité Científico Ciencias Naturales. A partir del 30 de octubre de 2009 funcio-


na como Unidad Ejecutora de doble pertenencia CONICET-
Mónica Díaz. CONICET - Universidad Nacional de Tucumán UNSa.
Marcelo Fagiano. Universidad Nacional de Río Cuarto
David Flores. CONICET - Museo Argentino de Ciencias Na-
turales El Ibigeo tiene entre sus objetivos principales: 1) planificar
Laura Giambiagi. IANIGLA (CCT - Mendoza) - CONICET y ejecutar investigaciones en diversos temas relacionados con
Silvia Japas. CONICET - Universidad de Buenos Aires los recursos naturales de la región; 2) promover la difusión de
Héctor Lacreu. Universidad Nacional de San Luis
Esteban Lavilla. CONICET - Fundación Miguel Lillo los resultados de las investigaciones en el ámbito científico; 3)
Llorenç Planagumà Guàrdia. Parque de la Garrotxa, Olot, Ca- participar en la formación de recursos humanos universitarios
talunia de grado y postgrado; 4) colaborar en la organización de con-
Gustavo Scrocchi. CONICET - Fundación Miguel Lillo.
Sonia Ziert-Kretzchmar. Fundación Miguel Lillo ferencias, reuniones y cursos; 5) asesorar en ámbitos públicos
y/o privados para la planificación y/o resolución de problemas;
Realización y 6) estimular el interés del público por las ciencias y difundir

Diseño y Diagramación. Eugenia Dantur el conocimiento generado por el estudio de temas específicos
Textos. Comité Editorial de la región.

Editorial de la Universidad Nacional


Foto de tapa
de Salta - EUNSa Oligoclada rubribasalis, macho. Fotografía tomada por
Rosser Garrison en ambientes chaqueños. Gentileza
Dirección: Rubén Correa, Secretario de Extensión Universitaria a
Natalia von Ellenrieder.
cargo
Registros: Juan Carlos Palavecino
Universidad Nacional de Salta
Buenos Aires 177. Salta (CP 4400). Argentina
Tel.: 0387-4325745/744 – Fax: 0387-4325745
E-mail: [email protected]
Web: http://seu.unsa.edu.ar

U n i v er s idad
Nacional de Salta
2 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011
Temas de Biología y Geología del Noa
Contenidos
2 I Editorial

3 I Reportajes: Unidades Ejecutoras de la Universidad Nacional de Salta y


el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
4I INIQUI: Elio E. Gonzo

6I INENCO: Luis R. Saravia Mathon

8I IPE: Miguel Angel Basombrio y Luis A. Parada

11 I IBIGEO: Fernando D. Hongn

Artículos
13 I Los Museos de Ciencias Naturales al descubierto: un espacio para conservar, investigar y educar.
Javier Goldberg y Silvia I. Quinzio

21 I Tectónica de placas. Fernando Hongn y Víctor García

32 I Los Volcanes de la Puna Austral. Silvina Guzmán y Carolina Montero

40 I Minería y aguas ácidas: contaminación y prevención. Alicia Kirschbaum y Jesica Murray

52 I El rol de los murciélagos en el mantenimiento de los bosques. J. César Bracamonte

58 I Diversidad y endemismos de reptiles en la Puna del NOA. Sebastián Quinteros y Juan Manuel Díaz Gomez

65 I Correo de lectores

65 I Agenda

66 I Guía para autores

Temas BGNoa 1
Temas de Biología y Geología del Noa
Editorial
La curiosidad inherente a la naturaleza humana siempre encontró la manera de responder a las preguntas que exigían una
explicación racional. Actualmente, los avances tecnológicos en materia de comunicación y circulación de la información favorecen
la difusión de conocimientos y así, una pregunta sobre algún fenómeno natural es respondida rápidamente por distintas fuentes.
Por ejemplo, con los recientes terremotos ocurridos en Haití, Chile y Japón la Tectónica de Placas se convirtió en una de las teo-
rías científicas más populares de los últimos tiempos, explicada a través de los medios por expertos, periodistas y políticos. Esto
indica que existe una creciente avidez y necesidad por entender lo que nos rodea que demanda argumentos racionales no sólo de
quienes tienen la formación, las metodologías y herramientas para desarrollar una explicación.

En nuestra región Noroeste de Argentina se produce una copiosa literatura (folletos, libros, sitios web) que trata de sus belle-
zas naturales dirigida especialmente al turismo. Sin embargo, hay también un público que tiene otros intereses y busca otro tipo
de información. Por esta razón, quienes formamos parte del Instituto de Bio y Geociencias del NOA (CONICET-UNSa) hemos
desarrollado desde 2005, distintas actividades de divulgación que nos permitieron acercar los resultados de nuestras investi-
gaciones a las audiencias más diversas. Pero, aun cuando los ciclos de charlas y conferencias tienen una riqueza importante
por la interacción entre los comunicadores y el público, nos planteamos la necesidad de abordar otro tipo de actividades que
tuvieran un efecto más amplio y persistente en el corto y mediano plazo y es así que surgió esta propuesta editorial.

El proyecto que aquí se presenta es una publicación de divulgación científica, de periodicidad cuatrimestral y destinada al públi-
co general. Comenzamos el 2011 trabajando en los tres primeros números de la Revista Temas de Biología y Geología del NOA y
en esta oportunidad, tenemos el orgullo de ofrecerles nuestra primera entrega. La revista está organizada en tres secciones prin-
cipales. La Sección Reportajes tiene como finalidad dar a conocer cómo se organiza y funciona la actividad de investigación para
lo cual comenzamos con una entrevista a los responsables de los institutos de investigación UNSa-CONICET de Salta. La Sección
Artículos de divulgación representa la faceta con más visibilidad de la producción intelectual que se realiza desde el ámbito acadé-
mico en general y del Ibigeo en particular y es nuestra intención presentar temas variados que puedan satisfacer expectativas
diversas. Somos conscientes que del interés, críticas y sugerencias de los lectores depende el éxito de nuestra revista, para ello
también dispondremos de una sección destinada a Correo de Lectores.

Es importante destacar la valiosa y generosa colaboración de quienes se integraron en nuestro Comité Científico. Sus opiniones
acertadas, críticas y sugerencias se ven reflejadas en importantes cambios entre la primera versión enviada por los autores y los
artículos que se publican en este número.

Para finalizar, agradecemos a los lectores, a la Editorial de la Universidad Nacional de Salta y al CONICET el interés por forta-
lecer este tipo de proyectos y esperamos cumplir con todas sus expectativas.

Comité Editorial de Temas de


Biología y Geología del NOA

Marissa Fabrezi
Fernando Hongn
Alicia Kirschbaum
Fernando Lobo

Salta, Abril de 2011

2 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


Reportajes
Reportajes

La sección Reportajes de Temas BGNoa tiene como objetivo difundir aspectos relacionados con el
desarrollo de las actividades científicas en nuestro medio. El Comité Editorial considera que es tan
importante dar a conocer los resultados de una investigación en particular como la forma en que se
planifica, organiza y desarrolla un proyecto científico y/o tecnológico. Así, en esta sección que se ini-
cia con entrevistas a los responsables de las cuatro Unidades Ejecutoras que dependen de la Universi-
dad Nacional de Salta y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, se intentará
que los lectores puedan conocer más sobre la dinámica y evolución de los grupos de investigación y
sobre las ideas de quienes las dirigen.

En próximas entregas abordaremos el significado de los Centros Científicos Tecnológicos, los or-
ganismos de promoción (CONICET, SECyT, ANCyPT, CIUNSa), la formación de postgrado y el
sistema de becas, la carrera académica, entre otros.

La mecánica de nuestras entrevistas es muy simple, el Comité Editorial propone a los entrevistados
un conjunto de preguntas para que puedan responderlas en un plazo dado, con una extensión sugerida
y por escrito. De esta manera, los entrevistados tienen la posibilidad de expresar sus ideas de la forma
que consideran más apropiada y se publican sin ninguna alteración y/o modificación.

El Comité Editorial espera que esta Sección pueda resultar atractiva a muchos lectores.

Salta, Marzo de 2011

Unidades Ejecutoras: UNSa-CONICET


Son unidades de investigación y servicios que bajo la responsabilidad de un director realizan tareas de investigación
científica, tecnológica o de desarrollo organizadas en diferentes líneas de trabajo; que han demostrado un desempeño
constante a lo largo del tiempo y son capaces de adaptarse a situaciones cambiantes en lo interno y externo; cuentan con
una infraestructura de personal y equipamiento adecuada a la índole de su actividad; y forman investigadores y técnicos.

Existen en Salta cuatro Unidades Ejecutoras (INIQUI, INENCO , IPE e IBIGEO) que dependen tanto de la Universidad
Nacional de Salta como del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas e integran el Centro Científico
Tecnológico-Salta. Cada Centro Científico Tecnológico promueve la desconcentración administrativa e institucional y a
la vez articula a nivel local las actividades de las Unidades Ejecutoras y grupos de investigación, asegurando un ámbito
apropiado para la ejecución de las investigaciones científicas, tecnológicas y de desarrollo. Es competencia y desafío de
cada CCT la articulación de actividades con otros organismos públicos y privados que faciliten el desarrollo de las Ciencias
Básicas y Aplicadas en la región.

Temas BGNoa 3
R
Instituto de Investigaciones para la Industria Química (INIQUI)
www.unsa.edu.ar/iniqui

Es una Unidad Ejecutora de doble pertenencia que funciona en cátedras y laboratorios de las Facul-
tades de Ingeniería, Ciencias Exactas y de la Salud. Sus integrantes trabajan en distintas temáticas de
las Ciencias Químicas, Bioquímicas y de los Materiales que se traducen en aplicaciones tecnológi-
cas y participan activamente en la docencia universitaria. El INIQUI, como centro de Investigación
UNSa-CONICET tiene una trayectoria en nuestra región que se inició el 26 de noviembre de 1980.
Elio Gonzo, su actual Director se encuentra entre sus primeros integrantes.

Temas BGNoa ¿Cómo empezó la historia del INIQUI?


Elio Emilio Gonzo
EEG: A mediados de la década del sesenta del siglo
pasado, cuando todavía éramos una dependencia de la Profesor Titular Plenario de la Universidad Nacio-
Universidad Nacional de Tucumán, futura simiente de la nal de Salta, Investigador Principal del CONICET
Universidad Nacional de Salta, tuvimos la oportunidad y Director del Instituto de Investigaciones para la
de recibir a un grupo de Profesores-Investigadores for-
Industria Química. Ingeniero Químico y Master of
mados provenientes de las Universidades Nacionales
Sciences (Stanford University), ha desarrollado toda
del Litoral y de La Plata. Ellos generaron los primeros
grupos de investigación con docentes locales en el su carrera académica desde la Facultad de Inge-
área de la Ingeniería Química. Cuando se crea la UNSa niería de la Universidad Nacional de Salta y es el
(1972-1973), ya estaban en plena actividad programas primer director designado por concurso de las cuatro
de investigación en temas de Tecnología de Alimentos, Unidades Ejecutoras de nuestra provincia.
Petroquímica y en Beneficio de Minerales; las dos pri-
meras dirigidas por el Dr. Juan C. Gottifredi y la última
por el Ing. Rolando Poppi.

A comienzos de los ochenta (1981), ya con un grupo de investigadores bien formados y con un respaldo importante en cuanto a
la producción científica desarrollada hasta el momento, el CONICET crea el Instituto de Investigaciones para la Industria Química
(INIQUI), cuyo primer director fue el Dr. Juan C. Gottifredi.

Temas BGNoa ¿Cómo ha sido su evolución?

EEG: El plan original que se planteó en sus comienzos fue la conformación de los grupos de investigación con el personal
docente que estaba dispuesto a llevar adelante este desafío y fundamentalmente la formación de recursos humanos de la más
alta calidad académica científica. Para ello, y debido a la dificultad de conseguir apoyo de distintas Instituciones para este grupo
incipiente, se presentaron solicitudes de becas externas ante el CONICET para realizar posgrados y tesis en las más prestigiosas
universidades del mundo. Así, desde mediados de la década del 70 hasta fines de los ochenta retornan al país y a nuestra Univer-
sidad Investigadores formados en las universidades de Italia (Politécnico de Milano), Inglaterra (Imperial College y Manchester Uni-
versity), Bélgica (Louvain la Neuve), USA (Stanford University, Nothwestern University, Princeton University), España (Universidad
Autónoma de Madrid y de Barcelona), entre otras. Muchos de ellos con títulos de posgrado, lo que produjo una nueva generación
de grupos y proyectos en las más variadas disciplinas de la Ingeniería Química.

4 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


R
Temas BGNoa ¿Cuáles son los factores que
considera fundamentales para el crecimiento
de la Unidad?

EEG: Indudablemente el recurso humano forma-


do al más alto nivel científico es el factor fundamental
para el crecimiento de la Unidad Ejecutora. Con la
política actual del CONICET con respecto a las becas
que obligatoriamente deben conducir a la obtención
de un doctorado, mejoró el rendimiento de los beca-
rios e incrementó la posibilidad de contar con personal
muy bien capacitado en diversas áreas de la ciencia.

Asimismo, al contar con una masa crítica mayor


que a los comienzos, aumentaron las posibilidades
de obtener apoyos de distinta índole para la adquisi-
ción de equipamiento indispensable para el desarrollo Integrantes del INIQUI en uno de los laboratorios de la Facultad de Ingeniería.
de los proyectos.

Temas BGNoa ¿Cuáles son los factores que inciden negativamente?

EEG: En los primeros años, la falta de equipamiento específico para el desarrollo efectivo de los proyectos de investigación incidió
negativamente en la producción científica. Este tema se fue solucionando con el apoyo logrado de diversas organizaciones multilatera-
les e internacionales. Así, en sus comienzos el INIQUI contó con el apoyo de la OEA a través del Programa Multinacional de Tecnología
de Alimentos y del apoyo de la SECyT. Posteriormente con el apoyo del CONICET (1985-1991) y luego de la ANPCyT, algunos de los
investigadores consiguieron equipamientos de alta complejidad y costo tales como: Espectrofotómetro de Infrarrojo a Transformada
de Fourier, Planta para la obtención de nitrógeno líquido, Microscopio Electrónico de barrido y últimamente Sortómetro, Calorímetro
diferencial de barrido y otros, no sólo para el apoyo a los investigadores de nuestro Instituto sino a quienes lo requieran, no sólo de
nuestra Universidad, sino también de otras instituciones educativas oficiales y/o privadas, del ámbito provincial o nacional.

Sin embargo el número de investigadores que realizaron y realizan el esfuerzo de presentarse a diversos concursos para la
adquisición de este tipo de equipamiento es siempre bajo.

Temas BGNoa ¿Cómo ve el futuro de las Ciencias en nuestro país y en particular en la región?

EEG: El importante número de becarios de doctorado con que actualmente cuenta el Instituto, alienta a pensar que la retroa-
limentación a los cuadros docentes de la universidad por un lado y por otro contar con investigadores de jerarquía que aportan
soluciones, asesoramientos y soporte en recursos humanos a distintos ámbitos productivos de la comunidad; nos llevará a ocupar
un lugar de privilegio en la región y reconocimiento nacional.

Temas BGNoa ¿Cuál sería su consejo para un egresado universitario que se quiere dedicar a la investigación científica
y/o tecnológica?

EEG: Indudablemente la vocación juega un rol preponderante, nada es factible de alcanzar si la persona no está convencida
que lo que eligió es de su agrado. Además, debe tener presente que, como en todo tiempo, la educación y más fuertemente la
investigación científica y/o tecnológica nunca fueron alternativas para el crecimiento económico sino un servicio a la comunidad y,
si es realmente su vocación, una gran satisfacción personal al alcanzar los objetivos planteados en su investigación y contribuir no
sólo a dar soluciones a problemas inmediatos, sino al crecimiento de la “capacidad intelectual”, indispensable para el desarrollo de
la región y por ende, del país.

Temas BGNoa 5
R
Instituto de Investigación en Energías No Convencionales (INENCO)
www.inenco.net

Es una Unidad Ejecutora de doble pertenencia que tiene su sede en el Departamento de Física de la
Facultad de Ciencias Exactas. Es un instituto interdisciplinario formado por físicos, matemáticos,
ingenieros y geólogos que investigan fuentes alternativas de energía, especialmente la solar, y desa-
rrollan aplicaciones para su uso en la producción y urbanización. La mayoría de los integrantes del
INENCO son docentes universitarios y participan activamente en el fortalecimiento del Postgrado
en Ciencias Exactas. El INENCO, como unidad ejecutora UNSa-CONICET fue creado el 26 de no-
viembre de 1980 y creció con el liderzgo de Luis Saravia Mathon.

Temas BGNoa ¿Cómo empezó la historia del INEN-


CO?
Luis Roberto Saravia Mathon
Profesor Titular Emérito de la Universidad Nacional de
LRSM: En 1975 se formó el grupo de Energía Solar. Salta, Investigador Principal del CONICET y Director
El grupo fue incorporando investigadores y publicando del Instituto de Investigación en Energías No Conven-
trabajos hasta que en 1981 el CONICET, a instancias cionales. Ingeniero Industrial, Phylosophical Doctor in
de la Secretaría de Ciencia y Técnica autorizó la crea- Physics (University of Illinois, Estados Unidos), se radi-
ción del Instituto. En el Instituto se consideró que una de
có en Salta en 1974 y continuó su carrera académica
las acciones más importantes era la aplicación de las
desde la Facultad de Ciencias Exactas de la Universi-
energías renovables a la problemática energética del
NOA trabajando en temas tales como el secado solar, la dad Nacional de Salta.
producción de agua potable, el uso de pozas solares en
minería de sales, las viviendas solares y otras.

Temas BGNoa ¿Cómo ha sido su evolución?

LRSM: En 1984 se incorporó al INENCO el Grupo de Catamarca firmándose un convenio al respecto. En el 2010 se integró el
Grupo de Geonorte para trabajos en energía geotérmica. En el 2010 también se integró el Grupo de 10 Arquitectos de La Plata
como grupo vinculado. También se han incorporado 2 investigadores que han retornado al país. El total de integrantes del Instituto
en este momento es de 43 personas.

Temas BGNoa ¿Cuáles son los factores que considera fundamentales para el crecimiento de la Unidad?

LRSM: Un aspecto importante fué el de formación, en especial el de sus propios integrantes. En 1990 se creó el Doctorado en
Ciencias, especialidad Energías Renovables, a lo que siguió la creación de la Maestría y por último la Licenciatura en Energías
Renovables, las cuales han tenido muy buena repercusión.

6 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


R

Un segundo aspecto de interés fue establecer relaciones internacionales para lo cual se firmaron convenios con la Universi-
dad de Bochum, Alemania, la McGill University de Canadá y la OEA realizando trabajos financiados por los países mencionados
durante varios años. A partir de 1987 se estableció la relación con el CYTED, España la que ha sido muy exitosa por permitir llevar
a cabo actividades con la mayoría de los grupos iberoamericanos, siguiendo hasta el presente.

Otro aspecto importante fue la creación de la ASADES (Asociación Argentina de Energías Renovables y Ambiente) en 1975,
que nucleó a la mayoría de los grupos de energías renovables en el país. El INENCO ha sido responsable de llevar a cabo la
publicación de dos revistas, lo que sigue en la actualidad. Desde esa época se han llevado a cabo 33 Congresos con una cantidad
creciente de concurrentes.

Temas BGNoa ¿Cuáles son los factores que inciden negativamente?

LRSM: El factor negativo más importante ha sido los cambios en la política de subsidios en los diferentes gobiernos, con una
baja muy pronunciada en la década del 90. Otro problema ha sido la dificultad para acceder al CONICET, que fue muy fuerte du-
rante un extenso período. Un tercer problema crónico fue la escasez edilicia, problema que aún subsiste.

Temas BGNoa ¿Cómo ve el futuro de las Ciencias en nuestro país y en particular en la región?

LRSM: Dada la creciente problemática energética y los problemas ambientales cuya única solución integral será el uso de las
energías renovables, se espera que el interés en el tema sea cada vez mayor como ya se está apreciando.

Temas BGNoa ¿Cuál sería su con-


sejo para un egresado universitario
que se quiere dedicar a la investiga-
ción científica y/o tecnológica?

LRSM: En cuanto a un consejo para
el egresado universitario, el mismo
debe seleccionar cuidadosamente la
actividad que piensa realizar sopesan-
do sus deseos personales, las necesi-
dades del país y la importancia de los
distintos temas que considere.

Prototipo de generador de vapor tipo fres-


nel lineal a alta presión para generar elec-
tricidad mediante una turbina instalado en
el campo de pruebas del INENCO

Temas BGNoa 7
R
Instituto de Patología Experimental (IPE)
www.unsa.edu.ar/salud

Es una Unidad Ejecutora de doble pertenencia que funciona en la Facultad de Ciencias de la Salud.
Las investigaciones que se desarrollan en el IPE combinan temáticas de las Ciencias Biológicas y
Médicas con resultados relevantes a nivel nacional e internacional y tienen un impacto directo en
problemas sanitarios regionales. En esta oportunidad Temas BGNoa quiere acercar las miradas y
opiniones sobre la labor científica de dos investigadores del IPE, Miguel Angel Basombrío y Luis
Antonio Parada.

Miguel Angel Basombrío


Temas BGNoa ¿Cómo empezó la historia del IPE?
Investigador Superior del CONICET, Director del Ins-
MAB: Esta Unidad Ejecutora, comenzó originalmen- tituto de Patología Experimental. Médico y Doctor en
te como grupo de trabajo hace 30 años y continúa en Ciencias Médicas, ha desarrollado su carrera científica
el mismo lugar, la Facultad de Ciencias de la Salud con en el CONICET desde la Facultad de Ciencias de la
su actividad de investigación de manera ininterrumpida Salud de la Universidad Nacional de Salta cuando se
desde entonces. En su creación intervinieron vocaciones
radicó en Salta en 1981.
y circunstancias favorables. A principios de los años 80,
CONICET alentaba la federalización de la ciencia en Ar-
gentina y apoyó, con un subsidio, mi mudanza e instala- Luis Antonio Parada
ción en Salta. El “Laboratorio de Patología Experimental”,
como se lo denominaba entonces estaba constituido por, Investigador Independiente del CONICET, Vice-Direc-
un investigador, una becaria, un técnico y una persona tor del Instituto de Patología Experimental. Bioquímico
de la carrera de apoyo. Nos interesaba el problema de la y Doctor en Genética (Universidad de Lund, Suecia),
enfermedad de Chagas y realizábamos nuestra tarea de se integró al grupo de trabajo del IPE en 2010.
investigación tanto en el laboratorio como en el campo.

LAP: Los orígenes del Instituto de Patología Experimental se remontan al año 1981 (este año celebraremos los 30 años de la crea-
ción). Miguel A. Basombrio, entonces investigador independiente de CONICET y proveniente de la Academia de Medicina de Buenos
Aires, instaló un laboratorio donde se estudiaban las enfermedades de la región en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNSa.

Temas BGNoa ¿Cómo ha sido su evolución?

MAB: Creo que la evolución de este grupo de trabajo ha sido importante, lo demuestra su conversión en Unidad Ejecutora de
CONICET a finales del año 2009. En esta evolución tuvo el apoyo de varias instituciones, apoyo que se tradujo en la incorporación y
capacitación de nuevas generaciones de investigadores. Así, en 1988 la Organización Mundial de la Salud y la Fundación Rockefeller
nos permitieron equipar los laboratorios con nueva tecnología, comprar una camioneta y, sobre todo, apoyar a becarios para que
realizaran las investigaciones para sus tesis doctorales en la institución, quienes a su vez formaron a nuevos becarios, algunos de los
cuales se convirtieron en investigadores de la unidad.

En 1996 ocurrió algo similar con un subsidio de la Agencia Nacional de Ciencia y Tecnología, que nos permitió renovar los equipos
de laboratorio que permitieron desarrollar nuevas técnicas y también becar a egresados de la Universidad para que pudieran hacer su
tesis de licenciatura, y en algunos casos la tesis doctoral. En el año 2001 el Instituto Medico Howard Hughes apoyó este crecimiento

8 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


R

Integrantes del IPE, Abril de 2011

mediante la concesión de un subsidio por cinco años para nuestras investigaciones. Esto nos permitió aumentar el personal capaci-
tado del grupo e incorporar nuevos proyectos, pero al mismo tiempo nos hizo sentir la limitación de nuestro espacio físico para trabajar y
crecer.

LAP: Con la designación del grupo como Unidad Ejecutora, hemos gestionado y recibido un importante subsidio de la Fundación
Bemberg, que sumado al apoyo financiero de la UNSa, de la Facultad de Ciencias de la Salud y del CONICET nos permitirá próxima-
mente ampliar el Instituto aumentando los espacios de trabajo con sustanciales mejoras de las condiciones de higiene y seguridad.
Las autoridades de la UNSa y de la Facultad de Ciencias de la Salud se encuentran decididamente involucradas en este proyecto,
concientes de la importancia que esta nueva construcción tendrá para estas instituciones también.

Temas BGNoa ¿Cuáles son los factores que considera fundamentales para el crecimiento de la Unidad?

MAB: El apoyo de las autoridades es fundamental para las actividades de investigación. Aumento del bajo presupuesto nacional
para Ciencia y Tecnología, sustento del sistema argentino de formación de investigadores, selección adecuada y cuidadosa de can-
didatos a las becas de formación, son acciones que favorecen enormemente. Esta pregunta me invita, en nuestro caso, a reconocer
a las actuales autoridades de la Universidad y de la Facultad de Ciencias de la Salud, que ante el serio problema del escaso espacio
físico que deben compartir las cátedras e institutos, han apostado al crecimiento de nuestra Unidad Ejecutora y están afrontando las
arduas gestiones para proveer un nuevo edificio que mejorará sustancialmente las actividades de docencia e investigación y el cum-
plimiento de normas de higiene y seguridad.

LAP: Se debe decir que el crecimiento de la UE también se ha visto potenciado por la política de MAB desde la dirección, en par-
ticular a su apertura respecto de la incorporación de nuevos investigadores formados en el exterior, tales como P. Barroso, P. Zago,
D. Marco y el que suscribe. En mi caso particular, su apoyo a mi solicitud ha significado mi ingreso a la carrera del investigador de
CONICET en fechas bastante recientes.

Temas BGNoa ¿Cuáles son los factores que inciden negativamente?

MAB: Falencias propias que los investigadores achacan al sistema: Muchas veces debemos repasar los principios preconizados
por nuestros maestros, como Houssay, Ramón y Cajal o Platt, acerca de cómo la tarea intelectual debe ser llevada a cabo. Debemos
hacer un “mea culpa” ante estas falencias e inculcar esos principios a nuevas generaciones de becarios e investigadores. Jorge Bosch,
rector de la Universidad CAECE, refiriéndose a la investigación en la Universidad, criticaba el afán de convertir buenos profesores en
investigadores y buenos investigadores en profesores. El discurso en pro a la “investigación” declamado por funcionarios que nunca la

Temas BGNoa 9
R
han practicado y que tienen gran poder de decisión ha llevado al concepto de que todos los temas o disciplinas que se elijan son
iguales ante los organismos de promoción de las ciencias. Las Ciencias Exactas, las Ciencias Sociales y la Ciencias Biológicas
deben competir “equitativamente”, en las mismas agencias, por la asignación de becas y fondos, con la consiguiente dificultad
para distribuirlos y siempre sujeta a vaivenes políticos. Entonces no hay actividad en la que no se “investigue”. Hasta los niños de
primaria, ya no suman ni restan, sino que “investigan” esas operaciones. Se investigan temas tales como Hotelería y Turismo, como
si fueran Mecánica Cuántica o Genómica. Nuestra Universidad, ante la difícil decisión entre política de promoción versus política de
consolidación de grupos, se ha inclinado frecuentemente por la primera opción, “atomizando” el presupuesto en el apoyo de cen-
tenares de pequeños proyectos y obligando a grupos establecidos, cuyos proyectos demandan una mayor cantidad de recursos,
a conseguirlos fuera del ámbito universitario, creando un falso concepto de que los investigadores son extraños a la Universidad.

LAP: Entre los factores que inciden negativamente en nuestra actividad es obviamente la falta de recursos económicos quizás el prin-
cipal. Actualmente es necesario incorporar continuamente nuevas tecnologías. Además la publicación de resultados es bastante onerosa
y en muchas ocasiones los subsidios conseguidos no pueden ser utilizados en estas erogaciones. Otro factor es el exceso de control
administrativo de las agencias, lo que limita la capacidad o libertad operacional del investigador a la hora de utilizar sus propios recursos.

Temas BGNoa ¿Cómo ve el futuro de las Ciencias en nuestro país y en particular en la región?

MAB: Lo veo con optimismo. Hace un par de décadas, llamaba la atención, a nivel nacional, que como grupo de investigación
estuviéramos “aislados” en la provincia de Salta. Este concepto del “aislamiento geográfico”, generador de las llamadas “áreas de
vacancia”, ha cambiado sustancialmente con el desarrollo de los modernos medios electrónicos de comunicación. Esto significa un
gran cambio para el futuro de las ciencias en nuestra región. Nuestros investigadores y becarios viajan ahora mucho más que antes y
no es extraño, por ejemplo, que un director se comunique tan fácilmente con un becario que está de pasantía en Japón, como lo hace
con otro becario que trabaja en el mismo laboratorio.

LAP: No sólo la globalización va a fomentar el futuro de las ciencias en nuestra región. Es necesario que el estado provincial esta-
blezca una política ambiciosa en ciencias y que el gobierno destine fondos y presupuesto genuino, no préstamos, para el desarrollo
de las ciencias en nuestra provincia.

Temas BGNoa ¿Cuál sería su consejo para un egresado universitario que se quiere dedicar a la investigación científica y/o
tecnológica?

MAB: Suelo aconsejar a los becarios que se inician, que en sus primeros años tengan 3 ó 4 líneas de estudio y trabajo. Concen-
trarse en una sola puede llevar al fracaso y dispersarse en demasiadas, también. Hay estereotipos de fácil éxito que muchas veces
alimentan el entusiasmo juvenil. Los jóvenes que van a ingresar en el sistema científico deben ser alertados por los investigadores en
el período temprano de su carrera acerca de la realidad que vive un becario y un investigador. Deben llegar a conocer, más por expe-
riencias compartidas en grupo que por discurso, que la ciencia avanza por observación, generación de hipótesis de trabajo, refutación
y prueba experimental y que recorrer este camino produciendo al mismo tiempo las publicaciones que exige el sistema, eroga mucho
estudio, mucha renuncia al éxito rápido y mucho trabajo sacrificado.

LAP: Es importante que los estudiantes universitarios durante el desarrollo de sus carreras de grado puedan hacer, aunque míni-
mas, tareas de investigación, ya que esto les permitiría tomar una decisión en el sentido de iniciar una carrera en ciencias, una vez
finalizada la licenciatura. Por esto, trataría de que conozcan el sistema de formación científica adoptado por CONICET. Este es exigen-
te, incluye un ingreso temprano al sistema de becas y posteriormente ingreso, si los méritos de la persona se encuentran dentro de los
estándares de la institución, a la carrera de investigador. Esto requiere, como llave para el avance, la publicación de los resultados en
revistas de impacto. Muchos egresados de nuestra universidad llegan tarde a ese sistema y lo aconsejable es que lo conozcan desde
el inicio de su tesis de licenciatura.

10 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


R
Instituto de Bio y Geociencias del NOA (IBIGEO)
www.unsa.edu.ar/ibigeo

Es una Unidad Ejecutora de doble pertenencia que tiene su sede administrativa en el Museo de Cien-
cias Naturales. No cuenta con un edificio propio y por ello, sus docentes e investigadores desarrollan
actividades en distintas cátedras y laboratorios del Museo y de la Facultad de Ciencias Naturales. En
el IBIGEO se desarrollan investigaciones en distintas temáticas de las Ciencias Naturales, en Ciencias
Biológicas y Ciencias de la Tierra. En esta oportunidad Temas BGNoa les presenta a Fernando Hongn.

Temas BGNoa ¿Cómo empezó la historia del Ibigeo?


Fernando Daniel Hongn
FDH: Un grupo de investigadoras e investigadores
de Biología y Geología desarrollaban sus trabajos en Profesor Adjunto de Geología Estructural en la Sede
el ámbito de la Facultad de Ciencias Naturales de la Regional Tartagal de la Universidad Nacional de Salta,
UNSa. Al advertir que agrupándose se fomentarían ac- Investigador Independiente del CONICET y Director
tividades que beneficiarían al conjunto y a cada uno de
del Instituto de Bio y Geociencias. Geólogo y Doctor
sus integrantes, surgió la idea de crear un instituto. Así,
en Ciencias Geológicas, ha desarrollado su carrera
la propuesta fue discutida y finalmente la Universidad
Nacional de Salta creó el Instituto de Bio y Geociencias académica desde la Facultad de Ciencias Naturales
del NOA en el año 2005. La creación del Instituto, tal de la Universidad Nacional de Salta desde 1991.
lo supuesto, fomentó la integración de investigadores,
fortaleció los grupos de trabajo y generó condiciones
favorables para la consolidación original del IBIGEO, generando la bases para su creación como Unidad Ejecutora de doble per-
tenencia (UNSa-Conicet) a fines del año 2009. En este contexto también se crea un Grupo Vinculado al IBIGEO, integrado por
investigadores, becarios y técnicos que desarrollan sus actividades en la Universidad Nacional de Jujuy.

Temas BGNoa ¿Cómo ha sido su evolución?

FDH: Los diez años transcurridos desde que se iniciaron las gestiones de creación del Instituto permitieron desarrollar diferentes
proyectos de investigación financiados por la UNSa, por el Conicet y por la Agencia Nacional de Promoción Científica, proyectos
que sustentaron: a) la adquisición de equipos (microscopios, lupas, brújulas geológicas y otros equipos menores), b) numerosos
viajes de campo para estudiar la flora, la fauna y las rocas de diferentes áreas del NOA, desde la Puna hasta la región chaqueña,
c) la difusión de resultados a través de diferentes tipos de publicaciones, d) la divulgación de las Ciencias Naturales antes más de
3000 alumnos de niveles primario y secundario en el marco de las Jornadas Nacionales de Ciencia y Técnica, e) el desarrollo de te-
sis doctorales (7 terminadas; 14 en ejecución), y f) la transferencia de conocimiento a instituciones y empresas públicas y privadas.

Temas BGNoa ¿Cuáles son los factores que considera fundamentales para el crecimiento de la Unidad?

FDH: El interés de sus miembros en profundizar el conocimiento sobre diferentes aspectos de la Biología y Geología del NOA.
Si a este interés se suma que la mayoría de los investigadores y becarios forman un plantel joven – más de la mitad de los inves-
tigadores formados son menores de 50 años- resulta un grupo numeroso con objetivos bien definidos y varios años de trabajo por
delante para alcanzarlos. Este cuadro debería ser suficiente para captar el interés de otros investigadores, becarios y técnicos a
sumarse al IBIGEO, y así profundizar y diversificar las líneas de trabajo, consecuentemente mejorar la infraestructura edilicia y el

Temas BGNoa 11
R
Parte de los integrantes del IBIGEO que participaron
de la reunión de trabajo del año 2011

equipamiento, las tareas de difusión, divulgación y


transferencia del conocimiento sobre las Ciencias
Naturales.

Temas BGNoa ¿Cuáles son los factores que in-


ciden negativamente?

FDH: Hay muchos aspectos a mejorar, entre ellos la falta de la infraestructura adecuada para integrar en un único espacio físico
a todos los miembros, hecho que fortalecería al conjunto y a cada uno de sus miembros porque permitiría el mejor aprovechamien-
to de los recursos disponibles, fomentar la discusión y la relación profesional, también la humana, entre los integrantes, y la gestión
de nuevos recursos para incrementar las capacidades del Instituto. Sin embargo, el desafío es continuar con la consolidación y
crecimiento de los trabajos que se desarrollan en las condiciones actuales hasta lograr que éstas mejoren en un plazo razonable.

Temas BGNoa ¿Cómo ve el futuro de las Ciencias en nuestro país y en particular en la región?

FDH: Con optimismo, sin que este optimismo signifique resignar las aspiraciones a lograr condiciones de trabajo más adecua-
das. Si bien existen aún muchos aspectos por mejorar, el sistema de Ciencia y Técnica ha mostrado progresos tangibles en los
últimos años, los que se reflejan en la financiación de proyectos de investigación y en el número de investigadores y becarios, que
se han incrementado sensiblemente. Las inversiones en Ciencia y Tecnología muestran resultados a mediano y largo plazo, basta
considerar que la formación de un investigador demanda mínimamente entre cinco y siete años, por lo que se requiere de una polí-
tica de estado en materia de investigación científica y tecnológica; en tal sentido, la creación de Ministerio de Ciencia y Tecnología
es alentadora. Respecto a la región, la situación periférica de nuestra provincia no ofrece el marco más adecuado aunque la Uni-
versidad Nacional de Salta como institución generadora de conocimiento es una herramienta de valor para potenciar el desarrollo
científico y tecnológico. Por su parte, el Conicet está estimulando la descentralización de la administración y gestión de las tareas
científico-tecnológicas a través de la creación de Centros Científico Tecnológicos, como el CCT-Salta. Si tenemos la capacidad
de articular acciones entre las Universidades Nacionales de la región, los Centros Tecnológicos, y otras instituciones públicas y
privadas que promueven el conocimiento, es posible generar una buena expectativa para el desarrollo científico-tecnológico en el
noroeste de Argentina. A escala de nuestro instituto, una muestra de esta potencial integración está dada por el Grupo Vinculado
de la UNJu, con el que se llevan a cabo acciones conjuntas para un mejor aprovechamiento de los recursos humanos, financieros
y de equipamiento.

Temas BGNoa ¿Cuál sería su consejo para un egresado universitario que se quiere dedicar a la investigación científica
y/o tecnológica?

FDH: Tanto para el egresado que se dedicará a la investigación científica y/o tecnológica como para el que desarrollará otra
actividad vinculada con su profesión, que nunca deje de estudiar; la velocidad con la que avanza el conocimiento y la tecnología
imponen una actualización permanente en las diferentes disciplinas. Que Ciencia hay una sola y es la que genera nuevo conoci-
miento, sea éste de aplicación directa o indirecta, inmediata o mediata a los sistemas productivos. Que siempre tenga presente
fortalecer el sistema universitario que lo formó. Que nunca anteponga su desarrollo personal-profesional a los principios éticos que
deben enmarcar la investigación científico-tecnológica.

12 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


Artículos
Artículos

Los Museos de Ciencias Naturales al descubierto:


un espacio para conservar, investigar y educar
* Javier Goldberg y * Silvia Inés Quinzio
* IBIGEO-CONICET y Museo de Ciencias Naturales-UNSa.

Ante la invitación a una visita por un Museo de Ciencias Naturales algunas personas son entusiastas, otras pueden manifestar
desinterés y otras tantas ser indiferentes. Quizá estas reacciones se relacionen con cuánto conocemos de la naturaleza, con cuán-
to sabemos sobre lo que representa un Museo de Ciencias Naturales y porqué es importante para la sociedad.

La mayoría de las personas expresan 50 mil


asombro cuando descubre que la diversi- especies
dad de organismos que habitan el planeta entre
bacterias
tierra descriptos hasta el momento supera Alrededor de 300 y protistas
los 1,7 millones y no es para menos dado especies de arqueas
que es un número más que importante
como se sintetiza en la Figura 1. Alrededor
de 1,3 millones de especies animales, 300 100 mil especies
mil especies de plantas, 100 mil especies de hongos
de hongos y 50 mil organismos unicelula-
res eucariotas y procariotas, junto con más
de 3000 minerales diferentes componen el 300 mil especies 1,3 millones de
mundo natural y se distribuyen en una gran de plantas especies animales
diversidad de ambientes, desde el cercano
jardín de nuestras casas a los lugares más
lejanos e inhóspitos del planeta como lo son
la selva amazónica, los desiertos del África
o las profundas y heladas aguas Antárticas
(Chapman, 2009). Si tenemos en cuenta
que el número estimado de organismos
aún no descriptos supera los 8 millones,
debemos comprender que descubrir la di-
versidad aún desconocida de nuestro pla-
neta resulta una tarea asombrosa y a la vez
sumamente compleja.

Esta misma inquietud llevó a filósofos,


naturalistas y personajes ilustres del Siglo
XVII a crear las primeras asociaciones cien-
tíficas y, en forma conjunta, a la creación de
las primeras colecciones científicas en el Figura 1. Diversidad de organismos vivos.

Temas BGNoa 13
A
mundo. Como colección científica debemos entender a un conjunto de ejemplares vegetales, animales, fósiles, minerales, etc.
preservados de forma tal que se evite su deterioro y descomposición, ordenados de manera sistemática y depositados con fines
de estudio.

En 1766, en lo que se considera uno de los primeros viajes de exploración científica, el naturalista francés Philibert Commerçon
llevó a cabo junto con Louis Antoine de Bougainville la primera expedición francesa alrededor del mundo en busca de nuevas
tierras lo que trajo aparejado el descubrimiento de nuevas especies (Puig-Samper, 1991). Si bien éste y los posteriores viajes rea-
lizados por Humbolt, Bonpland, Banks, Darwin y muchos otros naturalistas a lo largo de los siglos XVIII y XIX tuvieron inicialmente
fines económicos y expansionistas, los especímenes animales, vegetales, minerales y fósiles obtenidos durante dichas expedi-
ciones dieron origen a las más importantes colecciones científicas que hoy son el alma de miles de Museos de Historia Natural
alrededor del mundo (Figura 2). Para comprender este número, podemos mencionar que sólo en Argentina existen 70 Museos
de Ciencias Naturales a lo largo de todo el país entre los cuales se encuentra el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad
Nacional de Salta (ver Cuadro 1).

Cuadro 1: El Museo de Ciencias Naturales de la


Universidad Nacional de Salta

La historia del Museo comienza en el año 1881 cuando el entonces Gobernador de


Salta, Dr. Miguel S. Ortiz, crea el Museo de Historia Natural en una sala de la casa de
Gobierno ubicada en el Cabildo. A lo largo de los años va cambiando su nombre y ubi-
cación y pasa a llamarse Museo de Productos Regionales (1915), Museo Provincial de
Fomento (1945), Museo Provincial de Ciencias Naturales (1950) ya en su localización
actual en inmediaciones del Parque San Martín, hasta que en 1953 se lo transfiere
como Escuela Superior y Museo Provincial de Ciencias Naturales a la Universidad
Nacional de Tucumán. A partir de allí comienza a funcionar la Facultad de Ciencias
Naturales dependiente de la casa de Tucumán hasta que en 1972 el Museo de Cien-
cias Naturales es transferido a la recientemente creada Universidad Nacional de Salta.

El Museo alberga colecciones de insectos, peces, anfibios, reptiles, aves, mamíferos,


un herbario y muestras geológicas en torno a las cuales la institución realiza activida-
des de investigación, exhibición y extensión. Las colecciones se ven incrementadas
sólo con fines científicos ya que actualmente no se colecta con fines puramente de
exhibición. Investigadores, becarios, personal técnico, personal administrativo y do-
centes de la Universidad Nacional de Salta, del CONICET y de otras instituciones de
promoción científica del país diariamente realizan sus tareas en el Museo, aportando
cada uno desde su profesión en pos de cumplir los objetivos del mismo.

El Museo de Ciencias Naturales actúa además como Sede Administrativa del Instituto
de Bio y GeoCiencias del NOA (IBIGEO) que actualmente ha sido designado como
Unidad Ejecutora de doble dependencia UNSa-CONICET. El IBIGEO tiene como ob-
jetivo general potenciar los proyectos de investigación en disciplinas de las Ciencias
Naturales, tanto en sus particularidades como en aspectos de interés común y generar
acciones en el campo académico que puedan ser transmitidas a la sociedad a través
del Museo de Ciencias Naturales.

14 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A
Figura 2. El viaje del HMS Challenger
(1872-1876) fue la primera expedición
inglesa organizada y financiada con un
propósito científico específico: examinar
las profundidades marinas. Impulsado
por Charles Thomson Wyville de la Uni-
versidad de Edimburgo, la Sociedad Real
de Londres adquirió y modificó la embar-
cación equipándola con laboratorios de
historia natural y química. Entre muchos
otros descubrimientos, la expedición ca-
talogó 4000 especies de animales pre-
viamente desconocidas que actualmente
se encuentran depositadas en el Museo
de Historia Natural de Londres. Imágenes
del Challenger tomadas de NOAA Central
Library; Steve Nicklas, NOS, NGS. Foto
gentileza de C. Peláez.

En gran parte nuestra inquietud acerca de la diversidad del mundo natural está resuelta y la respuesta nos espera en las salas y
colecciones de los Museos de Ciencias Naturales. Allí podemos hacer un viaje en el tiempo y pasear entre los gigantes herbívoros
del Jurásico, sentirnos conquistadores del fuego entre los primeros homínidos o hacer un paseo por las Yungas al atardecer. El
Museo nos acerca el conocimiento de lo que de otra manera nos sería difícil de acceder.

A pesar que diariamente se descubren y describen nuevas especies para la ciencia, el maravilloso mundo que nos rodea debe
enfrentar hoy otras inquietudes y problemas que lo aquejan y que en gran medida son el resultado de nuestro accionar. A diario nos
encontramos con noticias que alertan y discuten el efecto de, por ejemplo, grandes emprendimientos productivos que motivados
principalmente por intereses económicos producen una ruptura en el equilibrio ecológico. De acuerdo con numerosos especialis-
tas, la biodiversidad mundial está gravemente amenazada, con una pérdida de especies entre 100 y 400 veces superior a lo que
sucede naturalmente por sucesos externos al accionar del ser humano (Singh, 2002). En este contexto, los Museos de Ciencias
Naturales representan en la actualidad sitios importantes para la preservación de la herencia natural y son sus colecciones el
instrumento primordial para llevar a cabo esta tarea. Las colecciones resultan entonces una herramienta única e imprescindible y
cualquiera sea la política que un Museo de Ciencias Naturales lleve adelante, no puede ignorar la existencia de tan valiosa fuente
de información y conocimiento.

El CONOCIMIENTO Sí OCUPA ESPACIO

Ya hemos mencionado que desde el siglo XVII numerosos naturalistas europeos realizaron expediciones alrededor del mundo
en donde el mayor número de especímenes posibles fueron colectados y depositados en diferentes colecciones personales o de
instituciones públicas. En la actualidad, las colecciones se siguen alimentando de las expediciones científicas, pero a diferencia
de los tiempos pasados, los fines son más precisos y las colectas más acotadas. Un ejemplo argentino son las campañas ocea-
nográficas del Buque Científico Puerto Deseado organizadas por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET) que recorren los mares del sur en busca de nuevas especies que esperan ser descubiertas y que viven y se desarrollan
en esas heladas aguas, además de llevar a cabo estudios de química marina, ecología marina y geología. De esta manera, pode-
mos conocer por ejemplo los organismos que habitan el fondo de los mares antárticos y entender su morfología, su ecología y su
comportamiento en un ambiente tan extremo. Sin embargo, no siempre los viajes de estudio son multidisciplinarios y usualmente
los científicos salen en busca de muestras predeterminadas que les sean útiles en sus líneas de investigación. Una vez obtenidos,
los especímenes son depositados en las colecciones científicas y junto con ellos se debe ingresar toda la información necesaria
que permita su identificación, su estudio y la comprensión de su biología (Ver Cuadro 2).

Temas BGNoa 15
A
Si la receta es exhibir, investigar y educar, el ingrediente secreto
son las colecciones

Así, las colecciones biológicas constituyen una importante fuente de información sobre la composición, distribución y riqueza
de la biodiversidad. El conocimiento que de ellas se desprende es esencial para el desarrollo de la investigación científica, para
la toma de decisiones respecto a políticas ambientales y para la definición de estrategias de conservación y de utilización de los
recursos.

Podemos ejemplificar lo antes expuesto con la drástica modificación actual del ambiente (por ejemplo en Argentina principal-
mente por la ampliación de la frontera agrícola), en donde el valor de los Museos y principalmente de sus colecciones adquieren
una gran relevancia. Los datos certeros que brindan las colecciones en cuanto a la riqueza de especies, su distribución, fechas de
colecta y ecología, resultan fundamentales para comprender las posibles alteraciones en los ambientes naturales y los cambios
en la biodiversidad en que pueden derivar. Sin embargo, si esta información queda guardada puertas adentro del Museo y no
se consulta, principalmente por desconocimiento de su existencia o utilidad, el rol de las colecciones de los Museos de Ciencias
Naturales resulta obsoleto. Está en manos de quienes se relacionan en forma directa con la institución promover su existencia,
funciones y deberes para con la sociedad.

Cuadro 2:
¿Cómo se organiza una colección científica?

La importancia de los datos sobre las colecciones de un museo exige que éstas sean inventariadas siguiendo un criterio claro y
conciso. Todos los Museos de Ciencias Naturales siguen un modelo general para el ingreso y documentación de las muestras
(ya sea una donación o una colecta por parte del personal que se desempeña en el Museo o que depende de la institución que
lo avala). En cuanto a muestras biológicas, los especímenes (individuales o en lote) se ingresan en un libro de entradas con
numeración correlativa y en una base de datos electrónica. En Argentina, se propone seguir los criterios de la Red Nacional de
Colecciones Biológicas (para el Global Biodiversity Information Facility) con el fin de ordenarlas según un criterio uniforme.

Una vez que se asigna un número de unidad de registro, el catalogado de las muestras biológicas se completa con la identifi-
cación taxonómica del espécimen, la localidad donde se realizó la colecta preferiblemente con coordenadas geográficas para
no insertar errores en cuanto al sitio correcto (por ejemplo, hay muchas localidades en varias provincias argentinas llamadas La
Aguada o La Estancia), la fecha de obtención, el/los colectores y otros datos significativos como por ejemplo la parte del ciclo de
vida en el que se encuentran (huevo, embrión, larva, pupa, adulto, etc.) o como sucede actualmente al ingresar tejidos a la colec-
ción. En cuanto a muestras geológicas y/o paleontológicas,
los datos de emplazamiento geológico, coordenadas geográ-
ficas, altitud y tipo de depósito resultan también necesarios.

Número de inventario: MCN 021- Anfibios


Las colecciones, dado el gran número de especímenes que Identificación: Ceratophrys cranwelli
albergan, se organizan por áreas (por ejemplo, el área de Sitio de colecta: S23º10'25” W63º39'44” (Ruta Nac.81,
Herpetología alberga especímenes de anfibios y reptiles o el Departamento Gral. San Martín, Salta)
área Paleontología alberga fósiles) ya que de otra manera Fecha de colecta: 18/12/2004
Responsable del hallazgo: Mateo Morral
sería complicado su control y mantenimiento. Cada colección Observaciones: Capturado en noche de
cubre un grupo de muestras específico y está a cargo de un tormenta. Macho vocalizando.
curador y, si la cantidad de especímenes que alberga es nu-
merosa, de curadores asociados y técnicos curadores.

16 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A
Ya hemos comentado sobre la preservación de las colecciones y su uso, por ejemplo, en taxonomía o gestión y planificación am-
biental. Por lo tanto, nos centraremos en los tres grandes roles del Museo que como hemos dicho giran en torno a las colecciones:
como herramienta para la divulgación, como componente no formal del sistema educativo y como espacio para la investigación
científica en el área de las Ciencias Naturales en todas sus disciplinas (Figura 3).

Comunidad
científica

INVESTIGACIÓN

Conservación Docencia

COLECCIONES
CIENTÍFICAS

EDUCACIÓN DIVULGACIÓN
CIENTÍFICA

Sociedad

Figura 3. Esquema general de las tareas que se desarrollan en un Museo de Ciencias Naturales
en torno a sus colecciones científicas y en relación a los distintos ámbitos sociales.

Como una herramienta para la divulgación y la educación, el Museo se constituye como un instrumento social dirigido a todos
los ciudadanos, cuya función consiste en difundir, concientizar y generar un pensamiento crítico sobre la importancia y necesidad
de conocer y preservar los recursos naturales que los rodean. Es decir, el Museo debe actuar como un generador de conciencia
ambiental y social. Para ello, las exhibiciones representan el espacio donde se establece el contacto directo entre el visitante y las
colecciones; donde la edad, sexo, condición económica y social o la nacionalidad son insignificantes y lo único importante radica
en la función del Museo al servicio del público y su educación. En este contexto, las comunidades que rodean la institución reciben
además de un acceso factible, un impulso hacia el interés y gusto por el conocimiento de la naturaleza que los rodea y por la ciencia
incorporándolos como un elemento de todos los días (Figura 4).

Al comprender el rol del Museo como una institución que posee una estrecha relación con la sociedad, nos preguntamos si debe
preocuparse por generar ganancias económicas. Los Museos de Ciencias Naturales como instituciones públicas no se erigen
como establecimientos con fines de lucro; como dijera el museólogo George Henri Rivière (1993), primer director del Consejo
Internacional de Museos: “El éxito de un museo no se mide por el número de visitantes que recibe sino por el número de visitantes
a los que enseña algo”. Claro que todo esto se logra si todos los actores involucrados en la Institución (autoridades, técnicos,
administrativos, becarios, investigadores, docentes, pasantes y colaboradores) entienden que no es su Museo sino el de todos.

Temas BGNoa 17
A
Los Museos tienen la obligación de jugar un papel preponderante en la educación y sus colecciones (y su exhibición) resultan
de un valor incalculable como recursos educativos. Si a ello le sumamos un guión museográfico, ya sea por grupos de especies,
por regiones y/o por tiempo geológico, acorde a los planes de estudio actuales y que generen curiosidad, inquietudes, planteos,
creatividad y preguntas, entonces una de sus misiones estará cubierta. El Museo no sólo debe ofrecer actividades de información
sino también de capacitación teniendo en cuenta que el proceso de aprendizaje en los Museos no es formal y debe contener una
alta dosis de recreación.

Actualmente resulta difícil atraer la atención de los estudiantes para quienes se tiene que escoger actividades recreativas de
calidad, llamativas y agradables para pasar su tiempo. El Museo puede responder a esas necesidades mediante el aprendizaje
activo, ofreciendo la posibilidad de abordar de forma dinámica los conceptos relacionados con el saber y captar de esta manera
la atención de aquellos a los que la visita a un Museo les resulta de antemano una actividad que suponen aburrida y sin sentido.

La primera cara visible de un Museo de Ciencias Naturales es su exposición a la que acceden instituciones educativas y público
en general. Usualmente, los visitantes no se imaginan que la exposición surge de una colección y que ésta no sólo es utilizada
con fines expositivos sino también para realizar investigaciones científicas. Aparte de las salas de exposición, existen laboratorios
donde curadores y otros investigadores trabajan como lo harían en la universidad o en un centro exclusivamente de investigación.

Juegos y Conferencias
actividades
lúdicas

DIVULGACIÓN Semana Nacional


Libros y de la Ciencia
EDUCACIÓN y la Tecnología

Cartillas informativas El diario


y de recreación Visitas guiadas del Museo

Figura 4. Entre las tareas que se llevan a cabo en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Salta la divulgación y la
educación no formal son abordadas a través de distintas actividades y de diverso material gráfico.

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A
Colecta en el campo de lo especimenes de estudio

Identificación de especies, de los


estadios del desarrollo,
incorporación del material
a la colección

Procesamiento del
material y obtención
de preparados
cientificos Análisis de las observaciones e
interpretación de los resultados

Observaciones de los
preparados y muestras

Elaboración de manuscritos y publicación


de las investigaciones realizadas

Figura 5. Desde la colecta de especimenes biológicos


hasta la publicación del conocimiento a través de ellos
generado, el diagrama muestras con un ejemplo con-
creto las diferentes etapas del quehacer de científicos,
curadores y técnicos de los Museos de Ciencias.

Temas BGNoa 19
A
A partir del trabajo en un Museo, los investigadores incrementan, conservan, ordenan y estudian las colecciones con el fin de
producir conocimiento científico (Figura 5). La colección permite regresar las veces que sea necesario a los ejemplares allí depo-
sitados; por ejemplo a las muestras geológicas para realizar nuevos análisis o corroborar análisis previos y a los organismos para
ratificar observaciones, realizar nuevas que van surgiendo a través del trabajo cotidiano, para tomar medidas, disecciones de ór-
ganos y/o tejidos o analizar especímenes de especies ya extintas o en peligro. Como sostuvo el ex director del Museo de Ciencias
Naturales de Madrid (y gran figura dentro del campo de la biología del desarrollo) Pere Alberch (1993): “...Los Museos de Historia
Natural se encuentran en un punto de inflexión de su historia ya que pueden desempeñar un papel central y crítico en el desarrollo
de investigación que conduzca a la comprensión, conservación y utilización sostenible de la biodiversidad”.

El advenimiento de las nuevas tecnologías ha posibilitado la digitalización de la información de las colecciones científicas (los
“qué, dónde, cuándo, cómo y por quién”) lo que facilita la consulta vía Internet de los datos contenidos en la mayoría de los Museos
alrededor del mundo. Si bien en algunos países una política de este tipo es aún incipiente, el intercambio rápido y actualizado de
información entre investigadores no sólo permite optimizar recursos sino también valorar y aprovechar aún más la cantidad de
información depositada en las colecciones científicas.

En general, el área de investigación de un Museo es muy poco conocida y el público visitante ignora las líneas de trabajo de los
científicos que allí se desempeñan. Resulta interesante destacar que las tareas de investigación no sólo se realizan en los laboratorios
ya que los investigadores efectúan campañas de estudio y colección de material, interactúan con otros organismos de ciencia e incluso
algunos Museos poseen Estaciones Biológicas como complemento para tareas de campo.

Los Museos de Ciencias al descubierto


El objetivo principal de un Museo de Ciencias Naturales es el de adquirir, conservar y promover sus colecciones a través de la
investigación, la educación y la exhibición; es una institución al servicio de las necesidades de los educadores, sirve de estímulo
a personas de todas las edades y es un centro abierto a la comunidad de investigadores de todo el mundo. El Museo es un lugar
para aprender.

Investigación, educación y divulgación científica están necesariamente relacionadas entre sí y es en los Museos de Ciencias
Naturales donde encuentran el espacio adecuado para su desarrollo y en las colecciones científicas la herramienta necesaria para
llevar a cabo sus tareas y cumplir sus objetivos. Sin investigación no hay nuevo conocimiento que aprender, enseñar y transmitir;
sin educación no hay progreso ni desarrollo y sin divulgación no hay generación de conciencia de que el mundo que nos rodea es
factible de ser comprendido y que esta comprensión nos da el poder para actuar sobre él.

Literatura citada y recomendada


Rivière GH. 1993. La museología: curso de museología. Textos y testimonios. Ediciones Akal, Madrid, España.

Alberch P. 1993. Museums, Collections and Biodiversity Inventories. Trends in Ecology and Evolution 8: 372–375.

Singh JS. 2002. The biodiversity crisis: A multifaceted review. Current Science 82: 638–647.

Chapman AD. 2009. Numbers of Living Species in Australia and the World. 2 edición. Australian Biodiversity Information Services,
Toowoomba, Australia.

Puig-Samper MA. 1991. Las expediciones científicas durante el siglo VIII. En: Puerto Sarmiento, F. J. (ed) Historia de la Ciencia
y de la Técnica. 28: 1–58.

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Artículos
Artículos

Tectónica de Placas: Teoría integradora de las


Ciencias de la Tierra
* Fernando Hongn y ** Víctor García
* IBIGEO-CONICET y Facultad de Ciencias Naturales-UNSa.
** CONICET y Universidad de Río Negro.
0
Los terremotos que ocurrieron en los últimos años, Cenozoico 2,6 Cuaternario

Fanerozoico

Cenozoico
particularmente los de Java-Sumatra (diciembre de Mesozoico Neógeno
23
2004), Haití (enero de 2010), Chile (febrero de 2010) y
Fanerozoico

Deriva de los continentes


Paleozoico Paleógeno
Japón (marzo de 2011), con elevados números de víc- 66
timas y pérdidas económicas, han generado preocu-
pación y despertado la curiosidad de la población
acerca de las causas y los efectos de los terremotos, Cretácico
y sobre la posibilidad de predecirlos. En el caso de 1

Mesozoico
los habitantes del valle de Lerma, esta situación se
145
ha visto amplificada por el sismo ocurrido el 27 de
Proterozoico
Tiempo en miles de millones de años

febrero de 2010, pocas horas después del sucedido


Jurásico
en Maule (Chile). Con posterioridad a cada evento,

Fragmentación
el tema es tratado de forma vertiginosa por la prensa,

de Pangea
200
en las escuelas, charlas de familia, amigos y vecinos,

Tiempo en millones de años


hasta que deja de ser noticia y así sucesivamente. 251
Triásico
En este aluvión informativo surgen visiones apoca- 2
lípticas, catastrofistas, de presagios religiosos, de la Pérmico
venganza que se toma la Tierra por el maltrato que
Precámbrico

Fromación de
Pangea
le brindamos, del calentamiento global, entre tantas 299
otras, que empañan las opiniones racionales que ex-
plican qué es un terremoto y por qué se origina. Carbonífero

Temas de Biología y Geología del NOA nos brinda 359


la oportunidad de ofrecer algunos conceptos básicos 3
Paleozoico
Arqueano

para comprender los procesos geológicos involucra- Devónico


dos en el fenómeno natural de los terremotos. Al in- 416
formarnos sobre un terremoto, indefectiblemente sur- Silúrico
gen referencias, por ejemplo, a una placa tectónica 443
que se hunde por debajo de otra o que se desplaza
junto a otra, o que se separa o aleja de otra. Por esta
Ordovícico
razón, la idea original de una contribución dirigida a
4
explicar los terremotos, deriva en una serie de notas
Hadeano

488
consecutivas en las que primero trataremos la Tectó-
nica de Placas para destacar aquellos aspectos de Cámbrico
542
mayor interés que ayuden a comprender el fenómeno
de los sismos o terremotos; en los números siguientes Formación de la Tierra
se tratarán los terremotos en general, los terremotos
Figura 1. División del tiempo geológico con indicación de principales eventos
en Argentina con énfasis en la región noroeste y las
relacionados a la Pangea.
medidas de prevención.

Temas BGNoa 21
A
Tectónica de placas
La teoría de la Tectónica de Placas es uno de los paradigmas de las Ciencias Naturales y de las Ciencias de la Tierra en par-
ticular porque integra observaciones geológicas, geofísicas y geográficas que permiten entender la evolución del planeta Tierra
desde sus orígenes, hace aproximadamente 4000 millones de años, hasta la actualidad (Figura 1). La Geofísica se ocupa de la
Tierra desde el punto de vista de la Física y su objeto de estudio comprende todos los fenómenos relacionados con la estructura,
condiciones físicas e historia evolutiva de la Tierra.
En la presente contribución, analizaremos los aspectos de la teoría que ofrecen mayor interés para entender el origen de los
terremotos con el riesgo de dejar de lado otros también fundamentales de la Tectónica de Placas. Comenzaremos con una síntesis
de los hechos que se consideran pilares en la construcción de esta teoría y que permiten interpretar el fenómeno natural de los
sismos o terremotos. Esta reseña es además apropiada para mostrar cómo evoluciona una teoría científica en las Ciencias Na-
turales. En el marco de la Tectónica de Placas también es posible entender la distribución y evolución de las fauna y flora fósiles
(extinguidas) y actuales.

EVOLUCIÓN DE LA TEORÍA
DE LA TECTÓNICA DE PLACAS O
TECTÓNICA GLOBAL
La deriva de los continentes
La aparición de los primeros mapas de las costas de Améri-
ca, Africa y Europa (Figura 2) permitió reconocer la existencia Figura 2. “Theatrum Orbis Terrarum” (Teatro del Mundo). Mapa
de una notable similitud geométrica de las líneas de costa. elaborado por el cartógrafo y geógrafo flamenco Abraham Ortelius
La primera mención de este encaje es atribuida a Abraham en 1570, quien es reconocido como el creador del primer atlas mo-
Ortelius, geógrafo y cartógrafo flamenco, a fines del Siglo XVI. derno. Fuente: http://ancientworldmaps.blogspot.com

A partir de entonces, el avance de la cartografía ofreció nuevos elementos que permitieron considerar a los continentes como
piezas de un rompecabezas, especialmente al tener en cuenta el encaje entre las costas este de América y oeste de Africa. Este
hecho fue destacado por diferentes naturalistas desde la observación inicial de Ortelius y la propuesta de Snider en el año 1858.
Snider puede considerarse como uno de los precursores de la Tectónica de Placas porque mencionó la movilidad de los conti-
nentes y propuso la primera reconstrucción paleogeográfica (Figura 3), la cual muestra coincidencias a grandes rasgos con las
interpretaciones actuales.

En 1910, el físico norteamericano Taylor, y en 1912, el meteorólogo alemán Alfred Wegener, describieron a la deriva continen-
tal o movilidad de los continentes como un proceso que habría comenzado hace aproximadamente 200 millones de años y que
continuaría en la actualidad. Se considera a Wegener como el padre de la Tectónica de Placas porque, al formular la teoría de la
Deriva Continental en su libro “El origen de los continentes y océanos” (publicado en Alemania en en 1915) sintetizó los datos
geológicos, paleontológicos y paleoclimáticos que, además del encaje entre los continentes, daban sustento a su teoría, entre ellos:
a) Fósiles de plantas y animales similares que se encuentran en diferentes continentes (Figura 4, arriba). Los detractores de
la teoría de Wegener proponían puentes intercontinentales a través de los cuales habrían migrado las especies cuyos fósiles se
descubrieron en diferentes continentes;
b) Cadenas montañosas que terminan abruptamente contra el borde de un continente y se continúan con iguales características
en otro al juntarlos. Para argumentar esta continuidad, Wegener consideró los detallados estudios del geólogo sudafricano DuToit,
quien fortaleció las pruebas que sugerían que los actuales continentes habrían estado agrupados;

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Algunas de las conclusiones de Du Toit se basaron en
trabajos de cooperación con científicos de Argentina y
otras surgieron de investigaciones llevadas a cabo por
geólogos que desarrollaban sus trabajos en Argentina
como Juan Keidel. Keidel fue un geólogo alemán con-
tratado por el gobierno argentino en 1906 que brindó
fuertes argumentos para sostener que las Sierras Aus-
trales de la provincia de Buenos Aires (Sierra de la
Ventana) estaban relacionadas con montañas del sur
de África y que habían formado un único cordón monta-
Figura 3. Reconstrucción de los continentes presentada por Sni- ñoso en el pasado geológico.
der en el año 1858. Modificado de Tomecek (2009).

c) Movilidad de masas continentales. Por medio de estu-


dios geodésicos se había determinado una variación en la po-
sición de dos islas de Groenlandia en un período de 50 años.
La Geodesia estudia la forma y dimensiones de la Tierra, así
como sus cambios;
d) Rocas del Carbonífero y Pérmico asociadas a glaciares
distribuidas en América del Sur, Africa, India, Australia y Antár-
tida, aún cuando estas regiones se encontraran actualmente
en zonas ecuatoriales. Esta observación de Wegener sugería
una variación marcada de la posición de las mismas respecto
al Polo y al Ecuador para aquel tiempo (Figura 4, abajo).

De acuerdo con estos argumentos, Wegener propuso que


en el Carbonífero-Pérmico los continentes habrían formado
una única masa continental a la que denominó Pangea (toda
la Tierra), supercontinente que incluía a los actuales América
(norte y sur), Eurasia (Europa y Asia), Africa, India, Australia y
Antártida. Pangea primero se habría separado en dos grandes
masas (Laurasia y Gondwana) que habrían continuado frag-
mentándose y derivando hasta alcanzar sus configuración y
posiciones actuales (Figura 5). Propuso además, que la deri-
va habría comenzado a fines del Triásico (hace aproximada- Figura 4. Algunos de los argumentos utilizados por Wegener para
sustentar su hipótesis de la existencia, durante fines del Paleo-
mente 200 millones de años).
zoico y comienzos del Mesozoico, de un supercontinente deno-
minado Pangea. Arriba: Distribución de floras y faunas fósiles del
Para explicar cómo los continentes eran capaces de mover- Paleozoico Tardío y Mesozoico Temprano (Modificada de Yount
se, Wegener tuvo en cuenta: a) Los estudios de Suess, quien 2009). Wegener consideró que la ocurrencia de fósiles similares
a fines del Siglo XIX propuso que la Tierra estaba dividida en en diferentes continentes se debía a que éstos habrían estado
capas: a las más externas las denominó SIAL y SIMA. La pri- unidos y sugirió reconstrucciones como aquellas de la figura (com-
parar con reconstrucción de la Figura 3 propuesta por Snider en
mera estaba constituida básicamente por silicatos livianos de
1858). Abajo: Mapa que muestra los argumentos paleoclimáticos
aluminio, sodio y potasio, y la segunda, por silicatos pesados para el Carbonífero (360-300 millones de años) (Modificado de
de hierro y magnesio. Según esta propuesta la SIAL era la más Kearey 2009). Wegener encontró que rocas asociadas a glaciares
superficial, menos densa, y estaba compuesta básicamente (H, hielo, en la figura) o a zonas húmedas y cálidas en las que se
por rocas sedimentarias, graníticas y metamórficas mientras originaba carbón (C en la figura) o a zonas áridas en las que se
que la SIMA, más densa, se disponía por debajo de la SIAL y formaban campos de arenas (A en la figura) o niveles con sales (Y,
estaba compuesta por rocas tipo basálticas; y b) La teoría de yeso, y S, sal, en la figura) mostraban una distribución que no era
la Isostasia que surgió a partir de mediciones en los Andes y compatible con la posición actual de los polos y del Ecuador. Así,
formuló una reconstrucción para el tiempo carbonífero en la que
sugirió la posición de los polos y del Ecuador.

Temas BGNoa 23
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en el Himalaya, que mostraron que la atracción gravitatoria que ejercían estas
grandes cordilleras eran menores a las supuestas. Así se planteó que el exce-
so de masa representado por el volumen extra que significaba una cordillera
estaba compensado por rocas más livianas por debajo. Esta compensación
se tradujo en la propuesta que la capa SIAL era más espesa en las zonas de
grandes elevaciones topográficas (por ejemplo la región andina) que en la
zonas llanas (por ejemplo la llanura chaqueña). Este comportamiento es com-
parable con aquél de un témpano, cuya porción sumergida es directamente
proporcional a la parte emergida. A medida que una cordillera crece en altura
y ancho de igual forma se incrementan sus raíces, de forma contraria cuando
una cordillera deja de crecer y es desgastada por agentes de erosión, al dis-
minuir su volumen también disminuyen sus raíces. Este concepto dio lugar a
la propuesta que las rocas más densas de la capa SIMA deberían fluir para
lograr el equilibrio o compensación entre las masas (Figura 6). La teoría de la
Isostasia se comprobó con el levantamiento registrado en la península escan-
dinava como consecuencia del derretimiento del casquete de hielo de varios
kilómetros de espesor que la había cubierto durante la última era glacial ocu-
rrida aproximadamente 15.000 años atrás; al desaparecer la capa de hielo se
eliminó un peso o volumen a la península experimentándose un levantamiento
de milímetros por año como resultado de esta compensación de masas.

Figura 6. El concepto de Isostasia. Se esquematiza una zona montañosa, donde


la corteza continental es más espesa respecto a las zonas llanas; por eso se dice
que las cordilleras tienen raíces. En la Puna de los Andes del NOA, el espesor de la
Figura 5. Cuatro estados de la Deriva Continental corteza continental es de 60 km mientras que en el Chaco es de aproximadamente
de Wegener, desde el supercontinente inicial de 30 km (Izquierda). Cuando los agentes erosivos (principalmente ríos) desgastan
Pangea (Triásico tardío, 200 millones de años); las zonas montañosas, el material arrancado de ésta es transportado y finalmente
diferenciación de Laurasia y Gondwana en el Jurá- depositado en zonas más bajas. De esa forma se produce una transferencia de
sico (180 millones de años); definición de algunos material que resulta en cambios de espesor de la corteza continental. Estos cam-
de los actuales continentes y océanos a principios bios producen zonas de levantamiento y de hundimiento, los que se compensan en
del Cenozoico, (65 millones de años) y la configu- profundidad por flujo del manto (Derecha).
ración presente. Fuente: Yount (2009)

Wegener se basó en estos principios para sostener que las rocas más livianas (SIAL) flotaban sobre aquellas más densas
(SIMA), por lo que podían desplazarse y derivar, proceso que habría conducido a la fragmentación del supercontinente de Pan-
gea, la apertura del Océano Atlántico, la formación de cordilleras en los bordes de los continentes (por ejemplo los Andes) por la
compresión que sufrían los bordes que constituían el frente de movimiento durante la deriva y otros rasgos que incluía su teoría. El
gran mérito de Wegener fue proponer su teoría de una forma integrada, con distintos tipos de argumentos que la fundamentaban e
hipótesis acerca del origen y mecanismos de la deriva, aunque él mismo reconocía que estos mecanismos constituían los puntos
débiles de su propuesta.

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La hipótesis de Wegener fue fuertemente rechazada a tra-
vés de críticas a sus diferentes argumentos y principalmente
a los mecanismos invocados para explicar la movilidad de los Los elementos radioactivos son aquellos que son
continentes y a las fuerzas necesarias para provocar el des- inestables y buscan una configuración estable me-
plazamiento. Sin embargo, el impacto que había causado en
diante la emisión de partículas (radiación). La libera-
la comunidad científica fue mayor al supuesto y un importante
ción de estas partículas genera energía. Un elemen-
grupo de científicos enfocaron sus esfuerzos a buscar nuevos
argumentos y mecanismos para explicar la movilidad de los to radioactivo original se llama elemento padre y el
continentes. Entre éstos, cabe destacar los aportes de Arthur producto final se llama hijo. El uranio 238 (238U) es el
Holmes. elemento padre del plomo 204 (204Pb) y el potasio 40
(40K) es el elemento padre del Argón 40 (40Ar). Como
La convección es una forma de transmitir calor. La las investigaciones físicas han permitido conocer la
transmisión de calor por convección ocurre por despla- vida media de un elemento padre, es decir cuanto
zamiento de la materia. En la tierra los materiales más tiempo demanda la transformación del elemento pa-
calientes suben y generan celdas de convección. dre al elemento hijo por radioactividad, este princi-
Las celdas de convección localizadas en el manto son pio se utiliza para conocer la edad de las rocas. Se
aquellas que provocan el movimiento horizontal que buscan minerales que contengan 238U y a través de
constituye el motor de la tectónica de placas. Existen sofisticados aparatos se mide cuál es la proporción
diferentes propuestas acerca del tamaño y distribución de ese elemento padre que se ha transformado en el
de estas celdas de convección. elemento hijo. Como se conoce la vida media del ele-
mento, es posible calcular cuánto años o millones de
años han transcurrido desde que se formó el mineral
que contiene ese elemento. Así se conoce la edad
absoluta de las rocas y con estos métodos se han
ajustado las escalas de tiempo geológico hasta llegar
a la esquematizada en la Figura 1.

De acuerdo con Holmes, el calor generado por la descomposición de los elementos radioactivos contenidos en las rocas pro-
duciría corrientes de convección en la SIMA. Debido a que las áreas continentales por su composición tenían mayor contenido de
elementos radioactivos, Holmes pensó que las corrientes de convección estaban acentuadas en estas áreas y tenían la suficiente
fuerza como para desmembrar y separar los grandes continentes, entre las que se generaban nuevos océanos. La hipótesis de
Holmes constituyó la primera propuesta sólida acerca del mecanismo del movimiento horizontal de los continentes. Si bien los
mecanismos postulados actualmente para explicar el desplazamiento de los continentes y la creación de océanos guardan poca
relación con la propuesta de Holmes, ésta puede considerarse como la bisagra entre la Deriva Continental y la Tectónica de Placas
o Tectónica Global.

La Tectónica de Placas o Tectónica Global


Las discusiones y debates entre los impulsores y detractores de la deriva continental se mantuvieron sin grandes avances o
retrocesos durante la década de 1940, período dominado por los estados de guerra y posguerra que involucraron a los países
más poderosos del mundo y consecuentemente a sus economías y sistemas educativos y científicos dedicados principalmente
al desarrollo de nuevas tecnologías para aplicarse en el conflicto. Es en este marco que Harry Hess, geólogo y oficial naval de
Estados Unidos, queda a cargo del sistema de detección de submarinos y de patrullaje en varias islas del Océano Pacífico, tarea
para la que utilizan el sistema SONAR.

Temas BGNoa 25
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Hess no olvidó sus curiosidades científicas y durante sus funcio-


El sistema SONAR se basa en la emisión de ondas
nes como marino colectó miles de datos sobre la profundidad del
acústicas o sonoras, las que rebotan o se desvían
fondo oceánico y descubrió que no era plano como se interpretaba
en objetos, permitiendo la detección de éstos. Du- sino que mostraba irregularidades como ocurre en los continentes.
rante la Segunda Guerra Mundial se utilizaba este Finalizada la guerra, Hess y otros científicos (Marie Tharp y Bruce
mecanismo para detectar submarinos. Este princi- Hezzen entre otros) continuaron con sus investigaciones y obtu-
pio, o similar, se aplica actualmente para la detec- vieron el primer mapa del fondo oceánico que mostraba los princi-
ción de cardúmenes de peces tanto en la pesca pales accidentes topográficos. Se destaca la precisión con la que
comercial como en la deportiva. Hess encontró que el método permitió definir las dorsales centro oceánicas (Figura 7)
este sistema funcionaba para grandes profundida- que habían sido detectadas con menor detalle por investigaciones
previas, además de poner en evidencia otras cadenas montañosas
des y lo utilizó para medir la profundidad a la que
submarinas como aquella que se extiende a partir del archipiélago
se encontraba el fondo oceánico.
de Hawai, las zonas de plataforma y las fosas oceánicas ubicadas
principalmente en las costas del Pacífico. Hess propuso que las dor-
sales centro oceánicas correspondían a cadenas de volcanes submarinos formadas como consecuencia de celdas de convección
ascendentes. De acuerdo con esta propuesta, en las dorsales se generaba nuevo fondo oceánico e implicaba que la edad del
mismo se incrementaba con la distancia a las dorsales. Además, postuló que la formación de nuevo fondo oceánico implicaba ne-
cesariamente su destrucción en otras partes para mantener el volumen de la Tierra y que el fondo oceánico más antiguo se hundía
por debajo de los continentes, o de otro suelo oceánico en las fosas.
Las observaciones de Hess dieron lugar a la teoría de la ex-
pansión del fondo oceánico propuesta en 1962, proceso tam-
bién sugerido, aunque documentado en forma menos detalla-
da, por Dietz en 1961. Hess demostró que los fundamentos de
Wegener eran válidos y mejoró sensiblemente la propuesta
del mecanismo de movilidad de los continentes, no de forma
similar a témpanos o icebergs como había propuesto Wegener
sino a través de mecanismos más complejos como los pro-
puestos por Holmes, que incluían flujo y movimiento del mate-
rial del manto. Hess mejoró, y a la vez valorizó, la propuesta de
Holmes, identificando las dorsales como zonas de ascenso y
creación de nueva corteza y las fosas como zonas en las que
se consumía la corteza oceánica. Además explicaba la relativa
juventud del fondo oceánico (no más antiguo que 200 millones
de años) con respecto a los continentes donde se encuentran
rocas de más de 3000 millones de años. La conjunción de las
teorías de deriva continental y de expansión del fondo oceáni-
co formaron las bases de la Tectónica de Placas, por ello Hess
es considerado como uno de sus grandes impulsores.

De forma aproximadamente paralela a las investigaciones


cartográficas del fondo marino, se desarrollaba otra disciplina
que brindó nuevos argumentos y reforzó los existentes acerca
de la expansión del fondo oceánico y la movilidad de los conti-
Figura 7. Rasgos topográficos del fondo oceánico. La figura desta-
nentes: el magnetismo terrestre.
ca la dorsal centro atlántica (Heezen y Tharp, 1977).

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La Tierra se comporta como un imán con dos polos que producen un campo magnético; la brújula se orienta según este campo,
principio utilizado por las primeras civilizaciones para orientarse. El origen de este campo magnético se atribuye al flujo de metales
en el núcleo externo como consecuencia de la rotación de la Tierra. Muchos minerales son magnéticos; el ejemplo más conocido es
la magnetita. Ciertos tipos de rocas contienen minerales magnéticos que se ordenan al momento de su formación siguiendo el cam-
po magnético terrestre, es decir que es posible conocer la orientación del campo magnético a través del magnetismo de las rocas.
Este principio permite conocer la orientación del campo magnético en rocas de varios millones de años de edad. La disciplina cien-
tífica que estudia el campo magnético terrestre en el pasado a partir del magnetismo de rocas antiguas se conoce con el nombre de
Paleomagnetismo. El magnetismo de las rocas se mide utilizando aparatos muy sensibles que se han perfeccionado con el curso
de las investigaciones. Runcorn, durante la década de 1950, observó que sus mediciones paleomagnéticas indicaban que, para
diferentes tiempos, los polos tenían diferentes posiciones, hecho que implicaba que los polos habían cambiado de posición con el
tiempo. Estas primeras conclusiones lo indujeron a intensificar sus estudios: obtuvo así posiciones del polo para rocas de la misma
edad en diferentes áreas. Dado que esta situación particular era insostenible (para un determinado tiempo el polo debió estar fijo
en una posición), Runcorn atribuyó estas diferencias a rotaciones y movimientos que habrían experimentado las rocas luego de su
formación. Para comprobar su idea, representó sus datos paleomagnéticos para rocas de la misma edad sobre una reconstrucción
de los continentes similar a aquella de Wegener y encontró que existía coincidencia en la orientación del campo magnético.

Edad en millones de años


Figura 8. Anomalías magnéticas y edades del fondos oceánico. Izquierda: Esquema mostrando la creación de corteza oceánica en bandas
simétricas que registran alternativamente polaridades normal e inversa. Los números representan edades que se tornan más antiguas ale-
jándose de la dorsal centro oceánica (línea negra) Fuente: http://pubs.usgs.gov/gip/dynamic/developing.html. Derecha: Mapa de edades del
fondo oceánico. Se observa claramente que las edades más modernas están en las dorsales en las que se genera nueva corteza oceánica.
Con la excepción del Mar Mediterráneo, las edades más antiguas del fondo oceánico son del orden de 180 a 200 millones de años, confir-
mando las hipótesis iniciales sobre la generación de los océanos actuales a partir del Triásico. Fuente: http://www.ngdc.noaa.gov/

Los primeras investigaciones paleomagnéticas habían demostrado que ocurría una variación regular en la polaridad del campo
magnético con el tiempo geológico y ésto significaba que existieron períodos en los que los polos magnéticos se habrían invertido
y se denominan períodos de polaridad normal y de polaridad inversa (Fig. 8). También durante la década de 1950, Raff y Mason
quienes trabajaban para un instituto de investigaciones oceanográficas de California, descubrieron que las rocas del fondo marino
representaban fajas con polaridad normal y polaridad inversa y que eran paralelas a las dorsales centro oceánicas. Los resulta-
dos de Raff y Mason publicados en 1961 se integraron con aquéllos que al mismo tiempo habían obtenido Vine y Matthews, de
la Universidad de Cambridge, estudiando el fondo del Océano Indico y que permitieron vincular estas anomalías de la polaridad
magnética con la propuesta de expansión del fondo oceánico de Hess. De esta forma, en las dorsales se producía nueva corteza
oceánica que registraba la polaridad magnética al momento de su formación. Estas bandas eran paralelas a las dorsales y se
disponían de forma simétrica respecto a ellas, como imágenes especulares, y su edad debería aumentar junto con la distancia a la
dorsal (Figura 8). Mediante las dataciones radiométricas fue posible obtener la edad de estas bandas con polaridades magnéticas
normales e inversas, datos que confirmaron las hipótesis que proponían la movilidad de los continentes (Figura 8).

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Otras evidencias sobre la dinámica global fueron aportadas por las investigaciones sismológicas. Un sismo es una liberación
rápida de energía elástica acumulada en las rocas; esta energía se distribuye a través de las ondas sísmicas. Las observaciones
iniciales mostraron que la actividad sísmica se concentra en áreas de costas y de montañas. La necesidad humana de entender
este fenómeno que ocasionaba muertes y daños materiales llevó al desarrollo de la sismología, disciplina que estudia las ondas
sísmicas, su origen y propagación. A fines del Siglo XIX se fabricaron los primeros sismógrafos y en las primeras décadas del Siglo
XX se conformó una red a nivel mundial que permitió registrar, analizar e interpretar las ondas sísmicas. Una de las primeras obser-
vaciones consistió en que, de acuerdo con la velocidad de las ondas sísmicas, el interior de la tierra no es uniforme sino que está
formado por capas con diferentes propiedades mecánicas a través de las cuales las ondas se propagan a diferentes velocidades.
Así, la sismología brindó herramientas de valor para comprender la estructura interna de la Tierra, formada por capas concén-
tricas, e indicar las profundidades a las que se encontraban los límites de estas capas. De esta forma se detectaron variaciones
en velocidad de las ondas sísmicas delatando la discontinuidad de Mohoviricic o Moho, en la transición de la corteza al manto,
la discontinuidad de Gutenberg, en la interfase entre manto y núcleo, y la zona de baja velocidad sísmica en la parte superior del
manto que se establece como el límite entre litósfera y astenósfera. En este marco, se formularon diferentes propuestas sobre la
zonación interna de la Tierra, algunas con fundamentos de su composición, otras con fundamentos acerca de su comportamiento
mecánico (Figura 9).

Figura 9. Zonación interna de la Tierra determinada principalmente a partir de estudios de


las ondas sísmicas. El triángulo muestra las divisiones de acuerdo con la composición (iz-
quierda) y el comportamiento mecánico (derecha). La capa SIAL corresponde a la corteza
continental y la SIMA a la corteza oceánica. En la división mecánica, la corteza y la parte
superior del manto forman la litósfera, que es la parte más rígida que se fragmenta en las
diferentes placas. De acuerdo con las últimas investigaciones, las corrientes de convección
que generan el desplazamiento de las placas ocurrirían en en el manto (mesósfera y aste-
nósfera) aunque para algunos científicos las celdas de convección ocurren principalmente
en la astenósfera.
Tal vez el resultado más importante obtenido a partir de estos estudios fue la determinación de la capacidad del manto de fluir,
hecho que sustenta la existencia de celdas de convección como el motor de la Tectónica de Placas. Con el incremento del número
de sismógrafos en distintas partes del mundo se perfeccionó la detección de los sismos dado que comenzaron a investigarse
aquellos de menor intensidad y a obtenerse de forma precisa su ubicación. Los mapas de distribución de sismos mostraron cla-
ramente que zonas de mayor sismicidad coincidían con aquellas de mayor actividad volcánica, tanto en los continentes como en
los océanos (Figura 10). Además, fue posible identificar la distribución de los sismos en profundidad, resultando significativa la
localización de los hipocentros sobre superficies inclinadas hacia los continentes en las costas pacíficas, únicas regiones en las
que se detectaban sismos de profundidades intermedias y altas (70 a más de 500 km de profundidad). Hipocentro y epicentro son
términos que identifican respectivamente el punto en el que se produce el sismo en profundidad y la proyección de este punto hacia
la superficie.

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Figura 10. Distribución de sismos en el mundo. Compárese con la Figura 11 que muestra límites de placas tectónicas y con la figura
de distribución de volcanes del artículo de Guzmán y Montero López en este número de TBGNOA Fuentes: NASA Goddar Space
Flight Center y www.uwsp.edu/geo/faculty/lemke/geog101/lectures/18_plate_tectonics.html
La integración de observaciones en una única teoría

Pasaron más de 100 años desde la propuesta de Snider en 1858 hasta la década de 1960. Ese período refleja claramente el
avance de los conocimientos, especialmente con posterioridad a Wegener. Las primeras observaciones de encaje de costas se
mantenían aunque a finales de los 60 se complementaban con el conocimiento de la superficie terrestre tanto en los continentes
como en los océanos, con la noción de la estructura interna de la Tierra en la que algunos materiales tenían capacidad para fluir, en
la documentación de las edades del fondo oceánico y en la distribución de sismos y volcanes. Si bien se atribuye a un trabajo de
McKenzie y Parker publicado en 1967 la primera mención de la Tectónica de Placas, fueron varios los científicos que entre 1965 y
1970 expresaron sus ideas sobre esta nueva teoría integradora, entre los que puede mencionarse a Wilson, Morgan, Isacks, Sykes
y Oliver. Estos tres últimos geofísicos presentaron un trabajo en 1968 en el que integraron sus datos sismológicos con aquellos
provenientes de otras disciplinas e introdujeron el término de Tectónica Global. Dejando de lado las cuestiones históricas, la Tectó-
nica de Placas o Tectónica Global propone que la superficie de la Tierra está constituida por siete grandes fragmentos y otros más
pequeños que se denominan placas tectónicas (Figura 11).
El espesor de las placas varía entre 70 y 150 km, y
constituyen la litósfera que es la capa más externa del
planeta. La litosfera está constituida por la corteza conti-
nental (SIAL) y por la corteza oceánica y parte superior del
manto (SIMA). La astenósfera es la parte del manto que
se dispone por debajo de la litósfera y donde se producen
las corrientes de convección térmicas (Figura 9). Estas co-
rrientes o celdas de convección son las que provocan el
movimiento de las placas litosféricas que se desplazan a
velocidades de hasta 8-9 cm por año (la mayoría se mue-
ve a velocidades de entre 2 y 5 cm por año). Si Cristobal
Colón hubiera hecho su viaje 500 años después, hubiese
Figura 11. Fuente: www.ngdc.noaa.gov/ tenido que cruzar un océano 15 m más ancho, distancia
aproximada que se ensanchó el Atlántico desde 1492
como resultado del movimiento de las placas
Los bordes o límites de placas son de tres tipos (Figura 12): a) Divergentes o constructivos: son aquellos donde las placas se
separan y el espacio que se genera da lugar a la formación de nueva corteza a partir del ascenso de magma desde el manto.
Están representados por las dorsales centro oceánicas, con ejemplos más típicos en los Océanos Atlantico, Pacífico e Indico; b)
Convergentes o destructivos: son aquellos en los que dos placas se encuentran por movimientos opuestos y una placa se hunde

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por debajo de la otra, proceso llamado subducción. Las zonas de subducción están marcadas por las fosas oceánicas como
aquella que bordea el margen pacífico de América Central y del Sur o bordeando arcos de islas como en Japón-Kuriles. Se deno-
minan destructivos porque en esos bordes se consume la litósfera que se hunde en la astenósfera mediante la subducción. Donde
convergen una placa oceánica y una continental, la primera se hunde por debajo de la otra porque es más densa y genera en su
avance, sobre el borde continental, una zona de acortamiento que forma montañas y cordilleras como es el caso de los Andes.
Donde convergen dos placas oceánicas, aquella más antigua se hunde por debajo de la placa más nueva porque está más fría y
por ello es más densa; ésto sucede por ejemplo en las islas Marianas (Mar de Filipinas) o Japón-Kuriles. Cuando la convergencia
entre dos placas pone en contacto dos bloques de corteza continental se produce una colisión de placas como ocurrió entre la India
y Asia, colisión que dio lugar a una zona de intenso acortamiento y levantamiento representado por los Himalayas; c) El tercer tipo
de borde de placa se denomina transformante, conservativo o neutral. Allí no se produce ni se consume corteza porque las placas
se desplazan lateralmente con movimiento paralelo al límite de placa. Los bordes transformantes más notables son aquellos contra
los que terminan segmentos de las dorsales oceánicas, por ejemplo el que separa las placas Pacífica y Norteamericana en la zona
de California, o el que marca el borde sur de la placa Norteamericana en contacto con las placas Sudamericana y del Caribe.

Figura 12. Esquema con diferentes bordes


de placas (convergente, transformante,
divergente). Se denomina rift a las estruc-
turas y depresiones que ocurren donde
se genera extensión de la litósfera, son
habituales en los bordes de placas diver-
gentes. Generalmente un rift se inicia en
los continentes y progresa hasta convertir-
se en un océano. El rift de Africa y el Mar
Rojo constituyen dos ejemplos de estados
iniciales de rift, aunque el mar Rojo está
más avanzado que el de Africa. El Océano
Atlántico comenzó como el rift de Africa en
el Triásico-Jurásico, después pasó por el
estado en que se encuentra el Mar Rojo en
la actualidad, y continuó abriéndose hasta
el presente. Fuente:
http://pubs.usgs.gov/gip/dynamic/Vigil.html

Los bordes de placa constituyen las zonas de mayor actividad sísmica y volcánica mientras que en el interior de las placas se
encuentran las zonas más estables (Figuras 10 y 11). Esta explicación que parece simple es la consecuencia de más de 150 años
de discusiones y debates científicos, con miles de observaciones geológicas y geofísicas que documentaron o desecharon cada
hipótesis a partir de cuya integración se fue construyendo la teoría de la Tectónica de Placas o Tectónica Global.
El siguiente desafío de la Tectónica de Placas fue determinar si esta teoría que se había demostrado para los últimos millones
de años de la historia geológica, a partir del Mesozoico, había sido efectiva con anterioridad. El acelerado avance de las Ciencias
de la Tierra en los últimos 40 años ha aportado numerosas evidencias acerca de cómo estaban distribuidos los continentes antes
de la formación de Pangea (Figura 13). Aún hoy persisten debates y discusiones sobre cómo evolucionó la Tierra, aunque ya nadie
discute la movilidad de los continentes a través de la historia del planeta.

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Tectónica de Placas y Sismos

Esta revisión de la Tectónica de Placas ha sido realizada para ex-


plicar cómo se generan sismos. Un sismo es una liberación súbita de
energía elástica acumulada en las rocas, energía que se propaga a tra-
vés de las ondas sísmicas ¿Cuándo se produce esta liberación súbita
de energía? Cuando las rocas se rompen. ¿Por qué las rocas se rom-
pen? Porque están sometidas a esfuerzos y tienen una capacidad limi-
tada de acumular energía elástica. Cuando se alcanza un punto crítico,
la roca se rompe según un plano de fractura. Si los bloques delimitados
por este plano se mueven en forma paralela a la superficie, se trata de
una falla geológica. ¿Cuáles son las regiones del mundo en las que se
dan las mayores deformaciones de las rocas? En los bordes de placas.
¿Todos los bordes de placas se rompen de la misma forma? No. Las
mayores deformaciones se encuentran en los bordes de placas conver-
gentes y transformantes, especialmente donde ocurren situaciones que
bloquean el desplazamiento de las placas y se acumula deformación
elástica hasta que ésta se libera provocando grandes sismos como los
de Haití en 2010, Chile en 2010 y Japón en 2011. ¿Son los sismos fe-
nómenos naturales o inducidos por la actividad del hombre? Son fenó-
menos naturales asociados a la evolución y dinámica de la Tierra. Los
sismos han ocurrido desde hace millones de años, mucho antes de las
primeras manifestaciones de vida primitiva sobre la Tierra y seguirán
ocurriendo durante muchos millones de años más. Son eventos que no
guardan relación con la actividad del hombre ni con la religión, por ello
es necesario remarcar su condición de proceso natural vinculado con
la evolución geológica del planeta y que pueden ser explicados en el
marco de la teoría de la Tectónica de Placas.

Literatura citada y recomendada

Folguera A, Spagnuolo MG. 2011. De la Tierra y otros Planetas Rocosos.


Una introducción a la Tectónica. http://www.inet.edu.ar

Heezen BC, Tharp M. 1977. World ocean floor panorama (map). Mercator
projection. Marie Tharp Maps at www.marietharp.com

Kearey P. 2009. Global tectonics. – 3rd ed. / Philip Kearey, Keith A. Klepeis,
Frederick J. Vine, 481 p. WileyBlackwell

Tomecek S. 2009. Plate tectonics. Chelsea House Publishers. 101 p.

Yount L. 2009. Alfred Wegener: creator of the continental drift theory. Chel-
Figura 13. Síntesis de reconstrucciones de continentes
sea House Publishers. 160 p.
para el Proterozoico (650 millones de años), el Devónico
(390 Ma), el Cenozoico temprano (50Ma) y una recons-
trucción futurista para dentro de 250 millones de años,
tiempo en el que se calcula se producirá una nueva amal-
gamación de continentes.
Redibujado de http://www.scotese.com/earth.htm

Temas BGNoa 31
Artículos
Artículos
Los volcanes de la Puna Austral
* Silvina Guzmán y ** Carolina Montero

* IBIGEO-CONICET. Museo y Facultad de Ciencias Naturales-UNSa.


* IBIGEO-CONICET. Museo Ciencias Naturales-UNSa.

La Puna es una provincia geológica que comprende el sector último concepto está supeditado a la capacidad de observación
occidental de las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca y está de las personas y de registro histórico e incluso en sectores no
caracterizada por un nivel de base superior a 3.500 msnm, por poblados la actividad de un volcán podría pasar desapercibida
un sistema de drenaje cerrado con el desarrollo de salares y la- (actualmente eso no ocurre gracias a la presencia de satélites).
gunas y por la presencia de numerosos volcanes. Aunque en la Por otra parte, existen los denominados supervolcanes o calde-
Puna abundan los volcanes, no mucha gente está al tanto de su ras que están relacionados a grandes cuerpos de magma (ge-
presencia, debido a que para el imaginario común la cercanía de neralmente mayores a 10 km3) por lo que pueden tener períodos
un volcán implica vulnerabilidad, peligro. Esto es cierto siempre más prolongados de inactividad.
y cuando los volcanes sean activos y se encuentren cercanos a
un área poblada. Un volcán activo es aquel que tiene potencial
de presentar algún tipo de actividad en un futuro cercano; esta
actividad puede ser explosiva (una erupción en donde el magma
¿Qué es un volcán?
se transforma en fragmentos por la presión ejercida por los ga- Generalmente denominamos volcán a la morfología genera-
ses a medida que el mismo sale del conducto), efusiva (la salida da como resultado de la salida al exterior de material rocoso fun-
no explosiva del magma a la superficie, el ejemplo más típico dido (magma). La mayoría de los volcanes está constituido por
sería el de una lava) o simplemente puede ser la emisión de una cámara magmática (lugar donde se acumula el magma),
gases a alta temperatura (fumarolas). También otros indicadores un conducto a través del cual asciende el magma y un centro
son la presencia de actividad hidrotermal y sismicidad asociadas de emisión a partir del cual el magma es extruido a la super-
al volcán e incluso manifestaciones que no son perceptibles sin ficie de la tierra. Finalmente, la acumulación de los productos
el monitoreo del volcán. En particular, la sismicidad originada volcánicos conduce a la construcción de un edificio volcánico
por la actividad de un volcán es debida al ascenso de magma y (Figura 1).
a su interacción con las rocas que atraviesa en su camino hacia
la superficie, las ondas sísmicas así generadas están restrin-
gidas arealmente a las cercanías del volcán, se presentan en
forma de eventos sísmicos peculiares, que necesitan análisis
de tipo específico y también de una vibración continua que se
denomina “tremor volcánico”. Esta sismicidad no es de gran es-
cala en comparación con los sismos producidos por la liberación
de energía durante el movimiento de las placas tectónicas.

El estudio combinado de volcanes activos e inactivos permite


conocer cuáles son los tiempos de reposo (o inactividad) que
tienen los volcanes.

En la mayoría de los casos (conos de escoria, estratovol-
canes, etc.) se considera que un volcán es activo cuando ha
tenido alguna manifestación de actividad durante el Holoceno
(últimos 10.000 años) y que es históricamente activo cuando Figura 1. Esquema de las partes de un volcán
ha tenido actividad en los tiempos de nuestra civilización. Este

Temas BGNoa 32
A

Figura 2. A. Mapa de la tectónica de placas donde


se observa el Cinturón de Fuego del Pacífico; B. Re-
lación de convergencia entre las placas

Ubicación de los volcanes


La localización de los volcanes en nuestro planeta no es azarosa, sino que responde a la dinámica del mismo y está íntimamente
relacionada con la tectónica de placas. La mayor parte de los volcanes se ubica a lo largo de los bordes de las placas tectónicas (Figura
2A), aunque también pueden presentarse en el interior de las placas, en cuyo caso el volcanismo se denomina de intraplaca. Uno de
los casos en que se produce magma con mayor facilidad es aquel en el cual una placa (oceánica o continental) subduce bajo otra.
Por este motivo la mayor parte del volcanismo se ubica en lo que se conoce como Cinturón de Fuego del Pacífico, donde las placas
oceánicas subducen bajo placas continentales y oceánicas; de esta manera, al sumergirse una placa en un manto más caliente que la
corteza, ésta comienza a fundirse y se produce el ascenso de los magmas así generados (Figura 2B).

En el caso de nuestro continente, la mayor parte del magmatismo se ubica en el borde oeste de la placa Sudamericana y esto es
una respuesta de la subducción de las placas de Nazca y Antártica bajo la Sudamericana.

Tipos de volcanes
Las erupciones se diferencian en base a
su explosividad (la cual está íntimamente re-
lacionada a la cantidad de gases disueltos en
el magma -volátiles: agua, dióxido de carbono,
etc.-, su viscosidad, composición, tempera-
tura, densidad y geometría del conducto) y a
la altura de la columna eruptiva. Los tipos de
erupciones más conocidas son hawaianas,
estrombolianas, vulcanianas, plinianas, surtse-
yanas y freatoplinianas (Figura 3), cuyos nom-
bres vienen dados por los estilos eruptivos más
frecuentes de ciertos volcanes, así responden
a los volcanes de Hawaii (EEUU), Stromboli
(Italia), Vulcano (Italia), Surtsey (Islandia).
Figura 3. Estilos eruptivos (tomado de Cas y Wright, 1987)

33 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A

Por otra parte, la denominación pliniano deriva de Plinio el Joven, quien en el año 79 describió la erupción del volcán Vesubio en la
cual falleció su tío Plinio el Viejo. Un caso llamativo es el de Surtsey, ya que la isla que lleva ese nombre se generó mediante una serie
de erupciones que ocurrieron entre 1963 y 1967, es decir que tanto el nombre del volcán que se generó como el del estilo eruptivo
postdatan a su formación. El estilo eruptivo puede cambiar incluso dentro de una misma erupción y por ende también a través del
tiempo en un mismo volcán, como por ejemplo en el volcán Stromboli.
De acuerdo a su morfología, los edificios volcánicos pueden dividirse en conos de escoria, estratovolcanes, maares, domos y cal-
deras entre otros. A continuación daremos ejemplos de cada uno de este tipo de estructuras volcánicas en el contexto de la región de
interés, la Puna Austral.

los volcanes de la Puna Austral


La región de los Andes Centrales comprendida entre los 16-28º de latitud Sur es conocida como Zona Volcánica Central y forma
parte del plateau de la Puna argentina-Altiplano boliviano, donde abundan rocas volcánicas que abarcan como mínimo un área de
43.800 km2 (Petrinovic et al., 2010). En esta zona se ha reconocido uno de los plateau ignimbríticos más grandes del mundo (de Silva,
1989). En particular, la zona de la Puna Austral comprendida entre los 24 y 27° S, cuenta con menos estudios de detalle con respecto
a la Puna Norte y Altiplano Boliviano, por lo que se creía que las rocas volcánicas en este sector no alcanzaban un volumen conside-
rable. Sin embargo, con el avance de los estudios regionales y de detalle en los últimos años, se han identificado grandes estructuras
caldéricas y muchos otros productos volcánicos (ver Figura 4). En la Puna Austral existen ejemplos claros de estructuras volcánicas
con diferentes morfologías de acuerdo al tipo de erupción que condujo a su formación u origen, algunos de los cuales se exponen a
continuación.

Figura 4. Distribución de los depósitos volcánicos cenozoicos de la Zona Volcánica Central Sur

Temas BGNoa 34
A

Conos de escoria o de cenizas


Son el tipo más común de edificios volcánicos, tienen forma de cono y son de tamaño pequeño. Comúnmente ocurren en
grupos (campos monogenéticos) que alcanzan hasta cientos de centros eruptivos. En ciertos casos el centro principal migra
durante el crecimiento de los conos de escoria a lo largo de una falla, por lo que muchos conos pueden ser activos a lo lar-
go de una fisura. Típicamente su diámetro basal (Wo) varía entre 0,25 y 2,5 km, mientras que su altura (Ho) suele ser 0,18
x Wo y su ángulo de reposo de 33º (para conos que no han sido erosionados). Los conos son aproximadamente circulares
vistos desde arriba. La construcción del edificio volcánico se produce como resultado de la actividad eruptiva. Para que se
produzca la actividad eruptiva es necesario que la presión del magma sea superior a la presión litoestática (presión ejer-
cida por las rocas y materiales que se encuentran por encima de la cámara magmática o conducto). Típicamente las erup-
ciones que generan conos de escoria son de tipo estromboliano o hawaiiano. Durante la erupción se genera una pequeña
columna eruptiva a partir de la cual caen trozos de magma fragmentado (escorias) que se van acumulando en las laderas
del volcán en construcción, estas partículas pueden luego rodar por las paredes inestables del volcán o incluso, cuando el
peso de los fragmentos acumulados supera la resistencia a fluir, se producen deslizamientos y/o avalanchas. Se pueden
generar columnas eruptivas de pocos metros de altura, las que contienen partículas de tamaños variables provenientes de
la fragmentación del magma. Las
COMPONENTE TAMAÑO DE GRANO DEPOSITO NO CONSOLIDADO partículas más pequeñas se deno-
Bomba (forma fluidal) >64 mm Aglomerado (bombas) o brechas minan cenizas y pueden quedar en
Bomba (forma angular) piroclásticas suspensión e incluso ser transporta-
Lapili 64-2 mm Capa de lapili das por los vientos (Tabla 1). Otros
Ceniza gruesa 2-1/16 mm Capa de ceniza fragmentos mayores (bombas) des-
Ceniza fina < 1/16 mm (0,0625mm) Capa de ceniza criben una trayectoria balística di-
rectamente desde el conducto (Tabla
Tabla 1. Clasificación de los componentes piroclásticos en función del tamaño. 1). Es común que en etapas de más
calma dentro de la actividad eruptiva
se produzca la efusión de lavas. Las erupciones se producen en un rango de pocos días a pocos años.

Algunos ejemplos en la Puna Austral son los volcanes de El Jote (Antofagasta de la Sierra, Catamarca) que comprenden
a varios edificios volcánicos los cuales emitieron sus productos a la superficie hace 3,2 Ma (Risse et al., 2008). Otros ejem-
plos son El Negro de Antofagasta (Antofagasta de la Sierra, Catamarca) y Los Gemelos (La Poma, Salta) de 35.000-50.000
años (Guzmán y Petrinovic, 2005) (Figura 5).

Figura 5. Volcanes Los Gemelos (La Poma, Salta). La barra representa 1 km.

35 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A

Maares
Son cráteres en forma de cuenco que generan depresiones de entre 10 y 500 m de profundidad con respecto a la superficie
pre-eruptiva, sus diámetros varían entre 0,2 a 3 km. Se originan por erupciones explosivas cuando el magma entra en contacto con
el agua subterránea o superficial (erupciones freatomagmáticas). Algunos ejemplos en la Puna Austral se encuentran en las áreas
de Galán (Figura 6), Pasto Ventura y Cerro Blanco.

Figura 6. Maar en el área de Cerro Galán (Salta-Catamarca). La barra representa 1km.

Domos de lava
Los domos son cuerpos subvolcánicos de forma globosa que se forman en el conducto sin llegar a la superficie (Llambías,
2009), aunque en algunos casos el magma alcanza la superficie formando domos exógenos. Se construyen a medida que el mag-
ma viscoso se enfría rápidamente, sus diámetros oscilan entre pocos metros a varios kilómetros y su altura varía desde unos pocos
metros a más de 1 km. Pueden ser circulares, elípticos o irregulares. Existen muchos ejemplos históricos de crecimiento de domos
y también de un consiguiente colapso, en cuyo caso se producen erupciones explosivas que pueden ser altamente peligrosas.
Las velocidades de crecimiento de los domos pueden ser muy altas, por ejemplo, el domo Santiaguito en el volcán Santa María
(Guatemala) creció 500 m de altura y alcanzó un diámetro de 1.200 m en solo dos años (Hall, 1987). En muchos casos los domos

Figura 7. Domo Cueros de Purulla (Antofagasta de la Sierra, Catamarca). La barra representa 2 km.

Temas BGNoa 36
A
se encuentran asociados a sectores cuspidales de estratovolcanes o a los bordes o centros de calderas. La Puna Austral cuenta
con centenares de domos, entre ellos destacan el de Cerro Blanco (Antofagasta de la Sierra, Catamarca) con 4.654 msnm, una
altura máxima aproximada de 500 m y una edad de 0,15 Ma (Seggiaro et al., 2000), el de Cerro Cueros de Purulla (Antofagasta
de la Sierra, Catamarca, ver Figura 7) del Pleistoceno (~ 1,8 – 0,7 Ma, Seggiaro et al., 2000) con 4.888 msnm, y el domo central
del Cerro Galán (Salta-Catamarca) de 5.877 msnm de elevación, una altura estimada de 1.000 m y una edad de aproximadamente
2,5 Ma (Sparks et al., 1985). Este domo está asociado a la caldera de Cerro Galán y representa un evento de resurgencia (ver en
la sección de calderas).

Estratovolcanes

N Son edificios volcánicos de forma generalmen-


te cónica y de pendientes fuertes (15 a 33º) que
se construyen a partir de erupciones que se de-
sarrollan en un período de tiempo largo, de miles
a millones de años. Las erupciones pueden ser de
distinto tipo, tanto efusivas (dando lugar a flujos
de lavas) como explosivas (generando depósitos
de flujos piroclásticos*). Su altura desde la base
puede alcanzar hasta 5 km y su diámetro basal
hasta 80 km. Las erupciones en estratovolcanes
son muy variables en estilo, duración y frecuen-
cia. Muchos estratovolcanes tienen otros volcanes
subsidiarios, de menor tamaño, que crecen en
sus flancos. Además, es común la presencia de
un lago rellenando la depresión del cráter princi-
pal y algunos volcanes activos poseen lagos de
lava. En la Puna Austral uno de los ejemplos más
conocidos es el volcán Llullaillaco (Los Andes,
Salta-Chile) de 6.739 msnm de elevación (Figura
8), ya que aquí se ha descubierto el santuario de
altura más elevado del mundo, del que provienen
las momias expuestas en el MAAM (Museo de Ar-
queología de Alta Montaña). En algunos informes
se ha considerado como un volcán históricamente
activo, con erupciones que se habrían producido
en los años 1877, 1854, 1868. Este estratovolcán
ha sido construido por sucesivas erupciones con
emisiones de lavas, depósitos piroclásticos, ava-
lanchas volcánicas, domos, etc. Otros ejemplos
son el volcán San Francisco (Tinogasta, Catamar-
ca- Chile) con una altura de 6.024 msnm y una
edad de 1,2 Ma (Mpodozis et al., 1996), y el volcán
El Peinado (Antofagasta de la Sierra, Catamarca),
con 5.830 msnm de elevación y una edad de 0,2
Ma (Kraemer et al., 1999).
Figura 8. Volcán Llullaillaco (Los Andes, Salta – Chile) . La barra represen-
ta 5 km.
* Flujo piroclástico: flujos de una masa gaseosa caliente que
contiene abundantes fragmentos de vidrio volcánico, crista-
les rotos, trozos de rocas y de pómez (Llambías, 2009).

37 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A

Calderas de colapso
Normalmente están ligadas a la presencia de grandes cámaras magmáticas en niveles someros de la corteza terrestre.
Las calderas pueden diferenciarse en base a su génesis como de overpressure (sobrepresión) y underpressure (bajopre-
sión). Las calderas de la Puna suelen ser del tipo overpressure, por lo que describiremos el mecanismo de formación de
este tipo de calderas de colapso. Cuando la sobrepresión ejercida por los gases contenidos en el magma aumenta puede
producirse una elevación en la superficie (tumescencia) que finalmente conducirá a la formación de fracturas en la super-
ficie que al alcanzar la cámara magmática favorecen una súbita descompresión del magma, su fragmentación dentro de la
cámara magmática y finalmente su salida violenta a superficie. En esta etapa se genera el colapso de la caldera y la extru-
sión de grandes volúmenes de magma (generalmente mayores a 100 km 3). Los depósitos de origen volcánico se distribuyen
en torno a la depresión central (depósitos extracaldera) y suelen cubrir la antigua topografía aplanando el relieve. Una
gran parte del material extruido cae en la depresión generada por el vaciamiento parcial y/o total de la cámara magmática,
denominándose depósitos intracaldera. El resultado final es una depresión generalmente de dimensiones kilométricas que
por eventos posteriores -tanto magmáticos como tectónicos- puede elevarse (resurgencia). En la Puna Austral existen al
menos tres grandes calderas;
a) Cerro Galán (Salta-Catamarca), con diámetros de 35 km y 20 km (Sparks et al., 1985) es una de las más grandes
en el mundo, con un volumen estimado mayor a 500 km3. Esta caldera tuvo actividad entre 7 y 2 Ma (Sparks et al., 1985).
b) Luingo (Salta-Catamarca) tiene diámetros de 19 km y
13 km, un volumen de 135 km3 y su edad es de 13-12 Ma
(Guzmán y Petrinovic, 2010).
N c) Cerro Blanco (Antofagasta de la Sierra, Catamarca)
consiste de tres estructuras de caldera anidadas, con un
diámetro conjunto de aproximadamente 15 km (Seggiaro et
al., 2000) (Figura 9). Esta caldera estuvo activa desde los
0,5 Ma, con erupciones más recientes que 5.500 años, lo
que la convierte en el volcán más joven en el ámbito de la
Puna argentina (Montero López et al., 2009).

Figura 9. Caldera de Cerro Blanco (Antofagasta de la Sierra, Catamarca). La barra representa 5 km.

Temas BGNoa 38
A

Literatura citada
Hall A. 1987. Igneous Petrology. Longman Scientific & Technical, 573 p. Londres.

Guzmán S, Petrinovic I. 2005. Edad y relaciones tectono-magmáticas de los volcanes Los Gemelos, Valle Calchaquí, Salta. Actas
16º Congreso Geológico Argentino, I: 771–776. La Plata.

Guzmán S, Petrinovic I. 2010. The Luingo caldera: The south-easternmost collapse caldera in the Altiplano–Puna plateau, NW
Argentina. Journal of Volcanology and Geothermal Research, 194: 174–188.

Llambías EJ. 2009. Volcanes. Nacimiento, estructura, dinámica. Vazquez Mazzini, 144 p., Buenos Aires.

Montero López MC, Hongn FD, Seggiaro R, Marrett R, Ratto N. 2009. Relación entre el volcanismo y los registros arqueológi-
cos en el bolsón de Fiambalá. En: Ratto N. (Ed.): Entrelazando ciencias, sociedad y ambiente antes de la conquista española:
131–156. Editorial Eudeba

Mpodozis C, Kay S, Gardeweg M, Coira B. 1996. Geología de la región de Ojos del Salado (Andes Centrales, 27º S): Implicancias
de la migración hacia el este del frente volcánico Cenozoico Superior. Actas 13º Congreso Geológico Argentino y 3º Congreso de
Exploración de Hidrocarburos, 3: 539–548. Buenos Aires.

Petrinovic I, Martí J, Aguirre-Díaz G, Guzmán S, Geyer A, Salado-Paz N. 2010. The Cerro Aguas Calientes caldera, NW Argen-
tina: An example of a tectonically controlled, polygenetic collapse caldera, and its regional significance. Journal of Volcanology
and Geothermal Research, 194: 15–26.

Risse A, Trumbull RB, Coira B, Kay S, van den Bogaard P. 2008. 40Ar/39Ar geochronology of mafic volcanism in the back-arc region
of the southern Puna plateau, Argentina. Journal of South American Earth Sciences, 26: 1–15.

Seggiaro R., Hongn F, Folguera A, Clavero J. 2000. Hoja Geológica 2769 – II. Paso de San Francisco. Boletín 294. Programa
Nacional de Cartas Geológicas. 1:250.000. SEGEMAR. 52 p.

Sparks R, Francis P, Hamer R, Pankhurst L, O´Callaghan R, Thorpe S, Page R. 1985. Ignimbrites of the Cerro Galán caldera,
NW Argentina. Journal of Volcanology and Geothermal Research, 24: 205–248.

Literatura recomendada
Cas RA, Wright JV. 1987. Volcanic successions. Unwin Hyman 528 p. Londres.

Martí J, Geyer A, Folch A. 2009. A genetic classification of collapse calderas based on field studies, and analogue and theo-
retical modelling. En: Thordarson T, Self S, Larsen G, Rowland SK, Hoskuldsson A. (Eds.), Studies in Volcanology: The
Legacy of George Walker. Publicaciones especiales de IAVCEI, 2. Geological Society, London: 249–266.

Sigurdsson H. 2000. Encyclopedia of Volcanoes, San Diego. Academic Press, 1417 p.

39 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


Artículos
Artículos
Minería y aguas ácidas: contaminación y
prevención
* Alicia Kirschbaum y ** Jesica Murray

* IBIGEO-CONICET, Museo de Ciencias Naturales y Facultad de Ciencias Naturales-UNSa.


** IBIGEO-CONICET, Museo de Ciencias Naturales-UNSa.

Procesos generadores de drenaje ácido de mina, el principal problema


ambiental causado por la actividad minera en yacimientos de sulfuros.
Algunas recomendaciones para su prevención.

La minería es el primer eslabón en la cadena de producción de muchos de los productos que diariamente utilizamos para vivir
(casas, edificios, caminos, electrodomésticos, computadoras, automóviles, etc.), por lo que el desarrollo de las sociedades ha
requerido y requiere de la utilización de variadas materias primas que se obtienen de la explotación de yacimientos minerales.

Cuadro 1:
Un mineral es una substancia inorgánica natural sólida formada en la corteza terrestre que posee una composición
química característica y una disposición atómica ordenada (Klein y Hurlburt, 1997). Un gran conjunto de minerales son
explotados por el hombre para su aprovechamiento. Son recursos naturales no renovables producto de ciclos naturales,
están asociados al ciclo de las rocas. Algunos minerales como la sal, el azufre y en algunos casos los áridos (arenas)
son renovables, por ejemplo la sal se cosecha todos los años, en los ríos la arena naturalmente vuelve a depositarse.

Cuadro 2:
Los metales se encuentran en la naturaleza como elementos nativos como el oro (Au), la plata (Ag), el cobre (Cu), o
formando parte de minerales metalíferos. Los minerales metalíferos que contienen la mayoría de los metales son los
sulfuros y los óxidos, llamados así por que tienen, respectivamente, azufre (S) y oxígeno (O) en su composición. Por
ejemplo: el sulfuro de plomo (Pb) o galena (PbS), el sulfuro de cinc (Zn) o esfalerita (ZnS), los sulfuros de cobre como
calcopirita (CuFeS2), bornita (CuFeS4), covelina (CuS) y calcosina (Cu2S), de molibdeno (Mo) o molibdenita (MoS2) y los
óxidos, de cobre o cuprita (Cu2O), de hierro (Fe) o magnetita (Fe3O4). El oro también puede estar en teluros de oro, y la
plata en sulfosales de plata.
En el léxico geológico-minero de los yacimientos metalíferos se denomina mineral de mena a aquellos minerales de los
que se extrae uno o más metales y mineral de ganga a los minerales del yacimiento que acompañan a la mena pero que
no tienen interés económico. Por ejemplo menas de cobre son la calcopirita (CuFeS2), bornita (CuFeS4), covelina (CuS)
y calcosina (Cu2S); mena de plomo la galena (PbS); mena de cinc la esfalerita (ZnS) y minerales de ganga comunes son
el cuarzo (SiO2) y la pirita (Fe2S). Estéril: Corresponde a las rocas que no contienen mineral o lo contienen en cantidades
mínimas, no rentables.

Temas BGNoa 40
A
Los minerales en su estado natural permanecen en la corteza terrestre hasta que son descubiertos, al extraerlos se modifican
las condiciones naturales y esto produce impactos ambientales negativos entre los cuales la generación de aguas ácidas en de-
terminados tipos de yacimientos es uno de los más importantes. Nos referiremos en este artículo a los yacimientos de minerales
metalíferos sulfurados.

veta mineralizada

A B

veta mineralizada

ingreso a galería subterránea C

Figura 1. Yacimiento Farallón Negro (plata y oro), Catamarca, Argentina. A. Interior de mina, veta con plata y oro en
ganga de manganeso, roca de caja volcánica, ancho de veta 30 cm. B. Galería subterránea. C. Vista alejada de veta
mineralizada con plata y oro. En el cuadrante inferior izquierdo se observa el ingreso a la labor subterránea. Fotos:
Natalia Salado Paz.

41 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A
Tipos de yacimientos y metodologías de explotación
Se denomina depósito mineral a una concentración anómala (superior a la media) de minerales en la corteza terrestre; cuando
el depósito es económicamente explotable se lo denomina yacimiento y cuando comienza a explotarse se lo llama mina. Existen
distintos tipos de yacimientos, por un lado, aquellos de donde se extraen minerales industriales, rocas de aplicación y áridos
(fluorita, cuarzo, mica, arcillas, arenas, gravas, basaltos, granitos, calizas, mármol, sal, boratos, litio, hierro, etc.); los yacimientos
de carbón también pertenecen a este grupo. Por otro lado están los yacimientos de los que se obtienen minerales metalíferos
(oro, cobre, plata, plomo, zinc, estaño, etc.).

La metodología de explotación de un yacimiento y el diseño de la mina dependerán de la naturaleza del depósito, es decir, si
el mineral está concentrado o diseminado en la roca. En general, la extracción de minerales industriales es simple y se realiza
en canteras a cielo abierto (calizas, granitos, micas), en la superficie de los salares (sal de mesa, potasio, litio, boratos), o en las
primeras capas de los suelos (arcillas).
La explotación de los yacimientos de sulfuros es más compleja y la metodología varía de mina en mina. Cuando el mineral está
concentrado se presenta en vetas, capas, lentes y/o filones (Figura 1A y C), aquí el método de explotación más frecuente es el
subterráneo a través de galerías horizontales y chimeneas verticales que se dirigen en forma focalizada a extraer la mena (Figura
1B y C), un ejemplo de este tipo de mina es Farallón Negro, ubicada en la provincia de Catamarca, donde se explotan vetas ricas
en minerales de plata y oro.
Cuando el mineral está diseminado (Figura 2A y B) en pequeñas venillas y/o poros de la roca, es decir pequeñas cantidades
distribuidas en grandes volúmenes, el método de explotación consiste en extraer toda la roca para concentrar posteriormente el
mineral. Dado los elevados volúmenes de material involucrado, este proceso se conoce como megaminería. En general, del 100%
del volumen de roca extraída, sólo alrededor de un 1% es económicamente aprovechable (mena) y el resto pasa a formar parte de
los residuos mineros. Aquí se realizan grandes excavaciones a cielo abierto en forma de anfiteatros denominados open pit (Figura
2C) y comúnmente, si la mineralización continúa en profundidad, se pasa al método de explotación subterráneo.

A C
camiones de carga de mineral

B
Py - Cp

Qtz

Figura 2. Yacimiento diseminado. A. Testigo de roca de una perforación en depósito de cobre y molibdeno en la provincia de Salta,
muestra la mineralización diseminada en pequeñas vetillas (stockwork), escala de 5 cm. B. Detalle del testigo, vetillas y granos con
pirita (Py), calcopirita (Cp) (mena) y vetillas con cuarzo (ganga). Fotos, gentileza Natalia Salado Paz. C. Open pit mina Bajo la Alum-
brera, http://www.alumbrera.com.ar

Temas BGNoa 42
A

Yacimientos metalíferos, proceso de beneficio y desechos mineros


Durante la explotación, se extraen los minerales de mena que siempre están acompañados en mayor o menor medida de
ganga. Por lo tanto, luego de su extracción se implementan sistemas de beneficio para separar el mineral de interés del resto y
posteriormente extraer el metal. Existen diferentes técnicas, pero generalmente en las operaciones mineras se realizan molienda y
flotación. Para ello, las menas que se extraen de la mina primero pasan por molinos donde se reduce su tamaño a finas partículas
y luego se mezclan con reactivos que capturan los elementos metálicos de interés por medio de flotación, obteniendo una pulpa
rica en metales que luego es refinada o vendida directamente como concentrado de metales. El residuo o cola de este proceso de
beneficio está compuesto principalmente por partículas finas de ganga, estéril, muy pequeñas cantidades de mena que escapan
del proceso de beneficio, reactivos residuales y el agua utilizada; éstos se depositan en diques que se construyen en proximidades
a la mina y que generalmente abarcan grandes superficies en el terreno (dique de colas).

Las rocas extraídas de la mina que no van al proceso de beneficio porque tienen baja concentración o no tienen metales de
interés, son acumuladas en montículos denominados escombreras. Las escombreras y los diques de colas forman parte de los
desechos mineros y junto con el open pit y/o los laboreos subterráneos son las principales fuentes de generación de aguas ácidas
y contaminación cuando el agua de lluvia y el agua subterránea toman contacto con ellos.

El agua y la minería
La minería es una actividad que requiere agua en la mayoría de las etapas de su producción pero específicamente en la etapa
de beneficio, donde el agua se utiliza para facilitar la molienda de la roca y en los tanques de flotación para separar el mineral con
los reactivos de flotación en medio acuoso. Luego, el agua es depositada en el dique de colas junto con los residuos del proceso,
en general gran parte es bombeada y reutilizada en el mismo. La escala de la mina, de la planta de beneficio y el volumen de roca
que ingresa para ser procesado definirán el volumen de agua necesaria, variando de un yacimiento a otro.
La minería es cuestionada debido a la utilización de grandes volúmenes de agua, en especial en regiones con escasos recursos
hídricos donde la competencia por el uso del agua entre la agricultura y la minería es fuerte. Se conocen ejemplos de ello en Ar-
gentina: los casos de las minas Pascua-Lama y Veladero en la provincia de San Juan y de mina Alumbrera en Catamarca.
En general las minas se encuentran en zonas altas de cabecera de cuenca, lo que implica riesgos de contaminación del recurso
hídrico y su inutilización para las poblaciones que dependen del mismo. Existen proyectos mineros económicamente interesantes
pero que resultan inviables debido a la oposición de las comunidades locales, que ven peligrar la calidad del recurso o que se
oponen a la minería por rechazo a esta actividad. Se puede mencionar el caso de Esquel (2003) y del yacimiento Agua Rica (2009-
2010) en la provincia de Catamarca, ubicado en la cabecera del río Potrero que atraviesa la localidad de Andalgalá.

La generación de aguas ácidas


Está directamente relacionada a los depósitos de sulfuros y de carbón, ya que ellos poseen minerales metalíferos que en con-
tacto con las condiciones atmosféricas generan acidez en el agua natural, denominado drenaje ácido. Este proceso se da cuando
los sulfuros toman contacto con el agua y el oxígeno, alterándose y liberando los elementos que los componen; estos elementos
interactúan con las moléculas de agua (H2O) produciendo su ruptura y la liberación de protones (H+), que una vez en el agua son
los que producen la acidez.

43 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A

Drenaje ácido natural o drenaje ácido de roca (DAR): Es


Cuadro 3: el aumento de la acidez del agua natural al estar en contacto o
El pH es un parámetro muy utilizado para expresar la aci- atravesar zonas con mineralizaciones metalíferas expuestas a
dez del agua ya que tiene en cuenta la concentración de la oxidación atmosférica, sin que haya una mina en actividad.
Por ejemplo, cuando el agua de un arroyo o el agua subterrá-
protones. La escala de pH va de 1 a 14, agua con pH =
nea atraviesa rocas con vetas mineralizadas o sulfuros disemi-
7 es neutra, por debajo de 7 es ácida y por arriba es bá-
nados. En muchos casos el agua ácida puede neutralizarse en
sica. Su fórmula química es: pH = -Log (H+) y se obtiene su recorrido por estar en contacto con otras rocas, sedimentos
a través de mediciones en el agua con un peachímetro. fluviales y suelos de la región.

A B

Figura 3. A. Drenaje ácido de mina en escombrera de la mina abandonada Pan de Azúcar, Jujuy. El color rojo se debe al hierro y otros
metales en solución. B. pH del agua < 2, cinta colorimétrica para medición de pH, cada color indica un valor de pH, el color rojo pH =1
y el azul pH=11. Fotos: Marcelo Arnosio.

Drenaje ácido de mina (DAM): es la acidificación del agua superficial y subterránea en una mina al estar en contacto con mi-
nerales metalíferos en las labores mineras, diques de colas y/o escombreras (Figura 3). La actividad minera causa fragmentación
(permeabilidad secundaria) en las rocas y aumenta la superficie específica de contacto entre las rocas, el aire y el agua. El mineral
que mayor capacidad de generar drenaje ácido tiene es el sulfuro de hierro o pirita (Fe2S).
La pirita es abundante y común en los yacimientos metalíferos y de carbón; como no tiene valor económico, pasa a formar parte
de los desechos mineros concentrándose en las escombreras y diques de colas (Figura 4A). Allí constituye un potencial generador
de drenaje ácido de mina.

Temas BGNoa 44
A

A B

sectores oxidados

grano de pirita

Figura 4. Granos de pirita (cúbica) y otros minerales metálicos extraídos del dique de colas abandonado de la mina Concordia, Salta.
Imágenes de microscopio electrónico de la Universidad Nacional de Salta (LASEM). A. Granos cúbicos de pirita (DC 04 A1 (cristal 1 y 2). B.
Corte delgado donde se observa un grano de pirita con sectores oxidados (Borde 1 y 2) y centro inalterado (Tonda, 2010).

La alteración de este mineral se produce en distintas etapas, se presentan aquí las reacciones principales: (1) oxidación de
azufre (S); (2) oxidación del hierro ferroso (Fe2+); (3) oxidación de pirita por hierro férrico (Fe +3), que es la que genera mayor acidez
(Nordstrom, 1982; Dold, 2010).

FeS2 (s) + O2 (g) + H2O (ac) → Fe2+ (ac) + 2SO42- (ac) + 2H+ (ac) (1)

pirita + oxígeno + agua → hierro + sulfato + protones
atmosférico ferroso

Fe2+ (ac) + ¼ O2 (g) + H+(ac) → Fe3+ (ac) + ½ H2O (ac) (2)


hierro + oxígeno + protones → hierro férrico + agua
ferroso atmosférico

FeS2 (s) + 14Fe3+ (ac) + 8H2O (ac) → 15Fe2+ (ac) + 2SO42- (ac) + 16H+ (ac) (3)
pirita + hierro férrico + agua → hierro ferroso + sulfato + protones

ZnS (s) + 2O2 → Zn2+ (ac) + SO42- (ac) (4)


esfalerita + oxígeno → cinc + sulfato
atmosférico

PbS (s) + 2O2 → Pb2+ (ac) + SO42- (ac) (5)


galena + oxígeno → plomo + sulfato
atmosférico

Referencia: (s): sólido; (g): gas; (ac): en solución acuosa

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A
Los demás sulfuros presentes en los yacimientos metalíferos también se alteran al igual que la pirita cuando toman contacto con
el agua y el oxígeno, pero su potencial de generación de acidez es menor, como en el caso de la arsenopirita (FeAsS) y calcopirita
(CuFeS2). La esfalerita (ZnS) y la galena (PbS) al oxidarse no aportan acidez pero si liberan plomo y cinc (ecuaciones 4 y 5), ele-
mentos peligrosos para el medio ambiente y la salud humana y que en el agua ácida son solubles.

Bacterias aceleradoras de los procesos de drenaje ácido


La generación de DAM se ve incrementada por la presencia de diversos microorganismos que sobreviven en ambientes ácidos
y extremos como el de los residuos mineros. Thiobacillus, Acidithiobacillius y Leptospirillum son microorganismos que están pre-
sentes en los sedimentos de los diques de colas y escombreras y utilizan la energía que se libera de la oxidación del hierro para
su metabolismo; estas bacterias tienen preferencia por los sulfuros que contienen hierro como la pirita. La reacción presentada en
la ecuación (2) es acelerada por la actividad microbiana, lo que incrementa la producción de DAM (Nordstrom ,1982, Nordstrom y
Southam, 1997; Dold, 2010).

A B

Figura 5. Imágenes de microscopio electrónico. A. Acidithiobacillius thiooxidans sobre grano de pirita. B. Grano de pirita luego de ser atacado
en laboratorio durante cinco meses por microorganismos. Gentileza del Dr. Edgardo Donati, Universidad Nacional de La Plata.

¿Por qué el DAM es peligroso?


En general los elementos metálicos como plomo (Pb), cinc (Zn), cadmio (Cd), cobre (Cu), arsénico (As), etc., tóxicos por encima
de ciertas concentraciones, son solubles en aguas ácidas. La acidificación del agua al estar en contacto con los desechos mineros
la convierte en una sustancia capaz de poner y mantener en solución dichos elementos y transportarlos mientras se mantengan
las condiciones de acidez. Por esta razón los arroyos y aguas subterráneas ácidas generados en las minas constituyen un riesgo
ambiental ya que pueden transportar metales aguas abajo afectando diversos ecosistemas e inutilizar el agual para otros usos.

Temas BGNoa 46
A
Pasivos mineros en el Noroeste Argentino y legislación ambiental
En el noroeste argentino existen explotaciones mineras subterráneas de sulfuros primarios abandonadas hace alrededor de
veinte años sin un adecuado cierre de mina, constituyendo pasivos ambientales mineros. Las minas cesaron su actividad a media-
dos de la década del ‘80 ya que por disminución en el precio de los metales o por agotamiento de las reservas bajó su rentabilidad.
La minas a las que se hace referencia en este trabajo son Concordia (plomo, plata y cinc) (Figura 6) y planta de procesamiento
La Poma (plomo y plata) en la provincia de Salta (Argañaraz et al., 1982) y Pan de Azúcar (plomo, plata y cinc) en la provincia de
Jujuy (Segal y Caffe, 1999) (Figura 7). Los diques de colas y escombreras abandonados poseen minerales sulfurados (incluyendo
pirita) y están expuestos al intemperismo, convirtiéndolos en fuentes generadoras de DAM. Estas minas y el volumen de sus de-
sechos mineros son pequeños al comparar las dimensiones y volúmenes que maneja la minería actual, sin embargo, los estudios
realizados desde el punto de vista ambiental indican un fuerte impacto negativo en el ambiente circundante generado por el DAM
(Kirschbaum et al., 2007; Arnosio et al., 2008). En la actualidad se continúa con los estudios en estos sitios, para comprender
mejor el proceso generador de DAM y el ciclo de los metales puestos en solución. Esto será de utilidad para plantear estrategias
de remediación e idear metodologías de prevención que puedan ser útiles para las presentes y futuras explotaciones mineras
metalíferas en la región.

Planta de beneficio
y escombrera Diques de colas disectados
por el arroyo Concordia

B C D

Figura 6. A. Vista panorámica de la mina abandonada Concordia, provincia de Salta, se observa que el arroyo Concordia atraviesa los
diques de colas. B. Escombrera, compuesta por fragmentos de roca de diferente tamaño. C. Diques de cola disectados por el arroyo
Concordia. Fotos: Marcelo Arnosio. D. Muestra de mineral de mena de plomo (galena PbS) que se extraía de las vetas de la mina. Foto:
Natalia Salado Paz.

En el momento de cierre de estas minas la legislación nacional vigente (Código de Minería) no contemplaba acciones para el
resguardo del medio ambiente. En la actualidad, la incorporación de la Ley Nacional 24.585 de Protección Ambiental en Materia
Minera (año 1995) aumenta las exigencias para el resguardo del medio ambiente en cada etapa del proyecto minero, sin embargo
no es explícita al reglamentar el cierre de mina.

47 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A

Planta de beneficio abandonada


Zona endurecida con
óxidos de hierro

Dique de colas Nº2 Zona oxidada


erosionado

1,5 metros
Alto contenido
de py

A Zona
inalterada

B
Base del dique de colas

Muralla de retención del


dique de colas Nº2

Arroyo con pH < 3

C Sales eflorescentes ricas en Fe D

Figura 7. Mina abandonada Pan de Azúcar, provincia de Jujuy. A. Dique de colas Nº2, surcos generados por la erosión hídrica en la época
de lluvias (verano). B. Perfil del dique luego de 20 años de abandono, el proceso de alteración comienza en las primeras capas y continúa en
profundidad, es lento debido al fino tamaño de las partículas que no permite la infiltración del agua de lluvia, la parte superior está fuertemente
oxidada y la inferior aún posee desechos inalterados. En la parte inferior se observa el contacto con el sustrato compuesto por sedimentos
naturales del valle donde se depositaron las colas del proceso de beneficio. C. Muralla de retención deteriorada del dique de colas Nº2 cons-
truida con fragmentos de rocas del lugar. Se observa el arroyo que surge de la base del dique con pH < 3. La aridez del clima produce pre-
cipitación de sales eflorescentes. D. Melanterita (FeSO4· 7H2O), de color celeste y rozenita (FeSO4· 4H2O) de color blanquecino-amarillento,
comunes en los ambientes mineros con problemas de drenaje ácido. Fotos: Marcelo Arnosio, Alicia Kirschbaum y Jesica Murray.

Temas BGNoa 48
A
Prevención de DAM, planes de cierre de mina y remediación de pasivos mineros
Los estudios realizados en numerosas minas en otros sitios del mundo muestran que los efectos negativos de los desechos
mineros en contacto con la atmósfera en general no son evidentes cuando se cierra una mina, sino que comienzan a aparecer
tiempo después y pueden perdurar por décadas e incluso siglos (Coggans, 1992). La prevención y remediación del drenaje ácido
es más complicada una vez cerrada la mina que cuando está en actividad y los efectos de la contaminación se distribuyen por
grandes áreas a través de los acuíferos y/o arroyos y ríos, lo que implica altos costos y dificultades técnicas para la recuperación
de los recursos (principalmente agua y suelo) deteriorados.

Para evitar o disminuir la generación de DAM y sus consecuencias, debe realizarse un detallado estudio y planificación del cierre
de la mina y disposición final de los residuos mineros en las etapas tempranas de cada yacimiento cuya explotación sea autorizada.
El plan de cierre luego debe ser actualizado y fiscalizado por las autoridades de aplicación durante la explotación y a medida que
se incrementa el conocimiento de los materiales que se extraen de la mina. De esta manera, no sólo se asegura una mejor dispo-
sición final de los residuos y la implementación de técnicas para prevenir el DAM, sino que se reducen los costos de cierre de mina
cuando cesa la operación (Paulino et al., 2010).

Las características climáticas, hidrológicas, estructurales, mineralógicas y geoquímicas del yacimiento y la mineralogía y micro-
biología de los residuos mineros definirán el método más adecuado para lograr su correcta disposición final.

Existen diferentes técnicas de disposición de residuos y de cierre de mina, su eficiencia depende básicamente de las condicio-
nes climáticas, de las características de la mina, del dinero invertido y del esfuerzo e inteligencia humana que se conjuguen para
evitar que surja el problema. Son comunes los métodos de coberturas de las escombreras con capas de sedimentos de diferente
granulometría para aislarlas de la atmósfera y la adición de materiales neutralizadores (caliza). En climas lluviosos donde abun-
da el agua, se estabilizan los diques de colas a través de construcción de humedales artificiales sobre ellos, allí las condiciones
anaerobias no permiten la oxidación de los sulfuros, por lo tanto se inhibe la generación de acidez en el agua y la solubilización
de metales. Más complicada es la implementación de técnicas para evitar la infiltración y circulación de agua en las labores sub-
terráneas cuando las operaciones mineras cesan, una de las posibilidades es mantener sistemas de bombeo permanentes. De la
misma manera, resulta complicado encontrar metodologías para aislar de modo eficiente la superficie expuesta en los open pit y
evitar la inundación y formación de lagunas en su interior que se tornan ácidas con el transcurso del tiempo. En algunas minas se
llevan adelante proyectos de restauración de los sitios mineros que son utilizados por algunos de los habitantes de la región como
atractivo turístico.

Es importante destacar que cada yacimiento minero es un caso particular y sus características son únicas, por lo que para cada
uno debe idearse una técnica de disposición final de residuos y un plan de cierre que se adecue a las condiciones del lugar. Ade-
más es necesario que una vez realizadas dichas tareas, se implemente un sistema de monitoreo constante y permanente para
controlar el sitio, dar aviso y efectuar acciones en caso de que no sean eficientes. Es aquí donde surge la disyuntiva sobre en quién
cae la responsabilidad de dichos controles y remediaciones luego de que el mineral se extrae, la mina cierra y la empresa aban-
dona el yacimiento si la legislación no es clara al respecto (Código de Minería y Ley Nacional N° 25. 585). En esta instancia, cabe
mencionar que actualmente la Secretaría de Minería de la Nación lleva adelante un plan de gestión ambiental minera (GEAMIN),
con fondos obtenidos de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID 1865/OC AR) por $25,6 millones de dólares,
que incluye la recuperación de sitios mineros abandonados con serios problemas ambientales. Si bien esta medida es útil ya que
pretende resolver problemas ambientales heredados de una época con escasa legislación medioambiental, incrementa la deuda
externa nacional y no debería ser un modelo a repetir en el futuro.

La recuperación de sitios mineros abandonados y el saneamiento de los recursos naturales contaminados implican realizar de-
tallados estudios hidrológicos, mineralógicos, geoquímicos y biológicos para caracterizar el proceso de contaminación y plantear la
mejor metodología de remediación. En general las remediaciones demandan tiempo, dinero, esfuerzo y controles posteriores para
corroborar si son realmente eficaces.

49 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A
En Argentina, con grandes proyectos mineros en funcionamiento, con regiones donde la exploración minera es muy importante
y donde la apertura de nuevas minas está en proceso, se deben rediscutir y mejorar las legislaciones y controles ambientales para
poder asegurar un manejo socialmente responsable de las minas y sus desechos así como la implementación de planes de cierre
de mina eficientes y confiables. La activa participación de las comunidades involucradas debe ser garantizada en todo el proceso.
El ejemplo de cómo en otros países y regiones del mundo (COPAM N° 127, Estado de Mina Gerais en Brasil y Comisión Europea
para el medio ambiente, Unión Europea) discuten y mejoran las legislaciones en este sentido, deben ser una fuente de consulta y
aprendizaje.

Reflexiones finales
La problemática ambiental que acompaña a la explotación de los recursos minerales metalíferos implica que esta actividad
debe ir acompañada de estudios interdisciplinarios detallados y estrictos controles para realizar el manejo y disposición final de los
desechos mineros.

Los pasivos mineros presentes en el noroeste de Argentina ponen a la luz la necesidad de realizar modificaciones en las legis-
laciones y en los controles ambientales existentes a fin de asegurar una buena planificación y cierre de mina. En este sentido, el
estudio de pasivos mineros ayuda a comprender los errores del pasado otorgando claves para un mejor manejo en el futuro.

Finalmente, mientras continúe el actual proceso de crecimiento y desarrollo de las sociedades, será necesaria una constante
demanda de los recursos mineros que debe ser controlada. En este punto, el replanteo sobre cuáles y cuántos son los recursos
necesarios para el desarrollo y cuáles y cuántos son los efectos e impactos causados en el medio ambiente merecen un debate
profundo, teniendo en cuenta que la utilización de los recursos es indispensable para el modelo actual de desarrollo, pero que el
desarrollo con altos costos ambientales no es sustentable. Acertar en la elección del rumbo definirá la calidad de vida de nuestra
generación y las futuras.

Literatura citada y recomendada


Argañaraz RA, Sureda RA. 1979. El yacimiento plumbífero “La Esperanza”, departamento de La Poma, provincia de Salta, República Argen-
tina. Asociación Argentina de Mineralogía, Petrología y Sedimentología. Revista X: 1–11.

Argañaraz RA, Mancini JE, Sureda RJ. 1982. El Yacimiento La Concordia (Ag-Pb) en la provincia de Salta, Argentina: un proyecto privado de
rehabilitación y explotación minera. Vto Congreso Latinoamericano de Geología, Argentina, Actas V: 61–78.

Arnosio M, Kirschbaum A, Piccardo P, Vernuci M, Roman Ross G. 2008. El pasivo minero de Pan de Azúcar, Puna de Jujuy: caracterización
geoquímica e implicancias ambientales (resumen). XVII Congreso Geológico Argentino, Jujuy, (II): 958–959.

Código de minería de la Nación y Ley nacional N° 24.585 - De la protección ambiental para la actividad minera.

COPAM (Mina Gerais State Council of Environment Policy). 2008. Deliberacao normativa Copam N° 127, Established guidelines and proce-
dures for environmental assessment for mine closure phase, Belo Horizonte, 6p, http://www.siam.mg.gov.br/sla/download.pdf?idNorma=8732

Coggans CJ. 1992. Hydrology and geochemistry of the INCO Ltd., Copper Cliff, Ontario, mine tailings impoundments. Thesis. Univ. Waterloo,
Waterloo.

Dold B. 2010. “Conceptos básicos de geoquímica ambiental sobre manejo de desechos mineros”. In: Sunil Kumar (Ed.) “Waste Management”,
SCIYO.com open access publications. 173–198, http://sciyo.com/books/show/title/waste-management

Temas BGNoa 50
A

EC (European Comission). 2009. Referente document on best avaiable techniques for managment of tailings and Waste-Rock in mining
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Klein C, Hulburt CS. 1997. Manual de Mineralogía de Dana (4ª ed.) - Reverté S.A. Barcelona.

Kirschbaum A, Arnosio M, Menegatti N, Ribeiro Guevara S. 2007. Drenaje ácido de Mina La Concordia como fuente de con­taminación del río
San Antonio, Puna de Salta, Argentina. V Congreso Hidrogeológico Argentino, II Taller sobre Arsénico en Aguas: hacia una integración de las
investigaciones. Galindo G, Nicolli H (compiladores) 53–59.

Tonda R. 2010. Estudio Mineralógico y Geoquímico del Pasivo Ambiental de Mina La Concordia, Departamento Los Andes, Puna Salteña:
Salta, Argentina, Universidad Nacional de Salta, Tesis Profesional, 65 pp.

Nordstrom DK. 1982. Aqueous Pyrite Oxidation and the Consecuent Formation of Secondary Iron Minerals; en Acid sulfate Weathering. Kittrick
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Nordstrom DK, Southam G. 1997. Geomicrobiology of Sulfide Mineral Oxidation; en: Geomicrobiology: Interactions between Microbes and
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Secretaría de Minería de la Nación, Programa de gestión ambiental para una producción sustentable en el sector productivo:
http://www.mineria.gov.ar/programadegestionambiental.htm

51 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


Artículos
Artículos

El rol de los murciélagos


en el mantenimiento de los bosques
* César Bracamonte
* IBIGEO – CONICET y Programa de Conservación de los Murciélagos de Argentina (PCMA)

Las selvas y bosques tropicales albergan una enorme diver-


sidad de organismos que de una u otra manera interactúan.
Por lo tanto, las interacciones planta-animal son fundamenta-
les para el mantenimiento de los ecosistemas boscosos. Tan-
to es así que al menos un 80% de las plantas dependen de
insectos y vertebrados para su reproducción y dispersión. En
los casos particulares de la dispersión de semillas y la polini-
zación, la interacción entre animales frugívoros y nectarívoros
y plantas es un factor crucial para el mantenimiento de la es-
tructura y diversidad del bosque (Howe y Smallwood, 1982).

Murciélagos: diversidad Figura 1. Variación del número de especies de murciélagos en


el mundo (tomado de Altringham, 1996) que muestra claramente
y distribución que el número de especies decrece con la latitud. Para hacer
este mapa se tomaron cuadrantes de 500km2.
Para la mayor parte de la gente es difícil imaginar que males que consumen los mismos alimentos) que presentan
animales tan pequeños y muchas veces despreciados los mamíferos. La mayor riqueza de especies (Figura 1) se
como los murciélagos puedan tener importancia en los encuentra concentrada en torno a los trópicos y decrece a
ecosistemas. Sin embargo, estos animales tienen carac- medida que nos alejamos de ellos (Altringham, 1996). Las
terísticas únicas que los colocan en una posición crucial selvas tropicales son, por lo tanto, la morada de gran par-
en cuanto al funcionamiento de los bosques. En primer te de las especies de murciélagos y donde probablemente
lugar, son los únicos mamíferos capaces de volar activa- evolucionaron (Teeling et al., 2005) .
mente gracias a una serie de características morfológicas,
como las manos alargadas para soportar la membrana alar En términos ecológicos, si bien los murciélagos son el
o patagio y adaptaciones sensoriales, como el sistema de segundo grupo de mamíferos en número de especies luego
radar (ecolocación) que emplean para orientarse en plena de los roedores, su diversidad dietaria no tiene igual. En
oscuridad. Estas características les han permitido alcanzar ambientes tropicales la dieta de las especies de una fami-
casi todos los biomas existentes en el planeta, desde den- lia (Phyllostomidae) abarca desde frutos, polen y néctar,
sas e indómitas selvas hasta desiertos, ciudades e incluso insectos, pequeños vertebrados (como lagartos, aves, roe-
lugares muy cercanos a los círculos polares. En segundo dores, peces y otros murciélagos), hasta sangre. En con-
lugar, a lo largo de más de 60 millones de años de existen- traste, en zonas templadas la mayor parte de las especies
cia en este planeta, han alcanzado una enorme diversidad son insectívoras. A pesar del considerable incremento del
tanto en número de especies como en variedad de formas conocimiento de los murciélagos, muy pocas especies han
(Simmons, 2005). Actualmente, se reconocen más de 1100 sido sometidas a estudios ecológicos detallados por lo que
especies de murciélagos entre las que se encuentran re- nuestro conocimiento sobre sus comunidades sigue siendo
presentados casi todos los gremios tróficos (grupos de ani- muy limitado.

Temas BGNoa 52
A
Los restauradores de las selvas poran además otros alimentos. Estas especies muestran
todo un abanico de adaptaciones morfológicas como ho-
cicos alargados, dientes reducidos, lenguas largas, pelo
Los murciélagos frugívoros en Centroamérica y Suda- denso que almacena polen y características fisiológicas
mérica conforman una gran parte de la fauna tropical de y comportamentales especiales (Kunz y Fenton, 2005).
mamíferos, tanto en número de especies como en nú- Hay al menos 750 especies de plantas que son visitadas
mero de individuos. Por ejemplo en la isla de Barro Co- por murciélagos (Fleming et al., 2009). En este caso,
lorado (Panamá) se pueden encontrar hasta 20 especies la interacción planta-animal resulta más intensa todavía
de murciélagos frugívoros y su población se estima en ya que estas plantas dependen más aún de sus visitan-
más de 10000 individuos (Kalko, 1997). Todas ellas per- tes. Una situación particular se denomina “quiroptero-
tenecen a la familia de los filostómidos, conocidos como gamia”: las flores muestran características morfológicas
murciélagos de hoja nasal porque poseen un apéndice y funcionales que las relacionan fuertemente con los
cutáneo en forma de hoja sobre su nariz. La hoja nasal murciélagos, por ejemplo una estructura robusta, forma
les permite enfocar y dirigir los sonidos de ecolocación acampanada, colores blancos a crema, gran producción
que emiten por la misma con el fin de orientarse y encon- de polen y néctar, olor fuerte y apertura nocturna. Esta
trar alimento permitiéndoles ocupar la boca con frutos y última característica implica que solamente son polini-
transportarlos hasta un lugar donde comerlos. Conse- zadas de noche ya sea por insectos o por murciélagos.
cuentemente, llevan los frutos y sus semillas por largas
distancias antes de consumirlos. En el transcurso de sus
movimientos nocturnos también pueden defecar las se-
millas ingeridas generando lo que se denomina “lluvia de
semillas” y también promueven la formación de bancos
de semillas debajo de sus refugios.

Así, a través de la dispersión, los murciélagos favo-


recen el flujo de genes, disminuyen la exposición de las
semillas a la predación y reducen la competencia entre
las nuevas plantas y sus progenitoras y lo más impor-
tante, transportan las semillas a lugares donde pueden
existir mayores posibilidades de germinación. Final-
mente, al alimentarse de una gran cantidad de especies
vegetales pioneras, es decir de aquellas que aparecen
primero en lugares deforestados y dispersar sus semi-
llas, favorecen la regeneración de los bosques. Esto los
convierte en responsables de la restauración ecológica
de áreas perturbadas (Galindo-Gonzales, 1998).

Los polinizadores nocturnos

Dentro de la misma familia, Phyllostomidae, encontramos


otro grupo de especies que tienen una importante función
en las selvas y bosques: los nectarívoros (Figura 2). En el
proceso de alimentarse de néctar y polen estos murcié-
lagos se convierten en importantes polinizadores de las Figura 2. Murciélago nectarívoro (Glosophaga soricina) suspen-
plantas que visitan. El gremio de los nectarívoros es un dido en el aire mientras se alimenta de néctar de una flor de Tri-
grupo reducido de cerca de 40 especies pertenecientes canthera (© Merlin D. Tuttle, Bat Conservation International,
a las subfamilias Phyllonycterinae, Brachyphyllinae y www.batcon.org).
Glossophaginae que agrupan a aquellas que se alimen-
tan exclusivamente de polen y néctar y otras que incor-

53 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A
La interdependencia hace más vulnerables a los mur-
ciélagos nectarívoros que otros murciélagos a procesos
de extinción. La dieta especializada que poseen los
vuelve particularmente sensibles a la pérdida del hábitat
ya que causa la desaparición de las plantas de las que
se alimentan. Además, muchas de estas especies son
raras, sus poblaciones son reducidas o tienen distribu-
ciones restringidas. De igual manera, las plantas que se
reproducen gracias a la ayuda de los murciélagos nec-
tarívoros también son susceptibles de desaparecer si
estos desaparecen primero.

Control de la herbivoría
Figura 3. Un solo murciélago insectívoro puede consumir hasta
en selvas y bosques 500 mosquitos en una noche lo cual hace de ellos muy buenos re-
guladores biológicos de estos insectos. En la foto un Murcielaguito
de Yuma (Myotis yumanensis) capturando una polilla. Foto Merlin
Los murciélagos insectívoros son los principales con- D. Tuttle, Bat Conservation International, www.batcon.org
sumidores de insectos nocturnos (Figura 3). Debido a
los grandes volúmenes de insectos que consumen (casi el 100% de su peso cada noche, Kurta et al., 1989) y a que
viajan grandes distancias, se los considera como los mayores reguladores de poblaciones de insectos nocturnos y de
transportar nutrientes entre los ambientes.
El ataque de los insectos herbívoros restringe la reproducción de las plantas y afecta su diversidad y distribución.
Algunos experimentos han demostrado que los murciélagos disminuyen significativamente el ataque de estos insectos
sobre las plantas y en cultivos de café y de maíz (Kalka et al., 2008). Por esta razón están siendo incluidos en planes
de conservación que apuntan a su utilización como controles biológicos de pestes para la preservación de ambientes
de selva y el manejo de sistemas de cultivos.

Amenazas que enfrentan

Los murciélagos enfrentan toda una serie de amenazas a nivel mundial. Por un lado, los cambios climáticos alteran
las temperaturas adecuadas para aquellos que hibernan, los vuelve más vulnerables a inundaciones, sequías, frío y
calor extremo. Por otro lado, la transformación, la fragmentación y/o pérdida de hábitat generadas por la urbanización
y la intensificación de la agricultura causan ruidos, pérdida de refugios, alteración de la calidad del agua y potenciales
intoxicaciones por pesticidas. Esto ha llevado a una disminución notable en las poblaciones a nivel mundial y a que
un 20% de las especies estén catalogadas bajo alguna categoría de amenaza (Hutson et al., 2001). Estas amenazas
afectan a los murciélagos cambiando la diversidad de especies, alterando las proporciones de sexo dentro de las po-
blaciones y modificando la estructura dentro y entre los gremios.

Los mitos y el desconocimiento también emergen como una amenaza más. Los problemas de convivencia en
casas y edificios donde estos animales se albergan han llevado a grandes matanzas. Aunque numerosas organiza-
ciones internacionales se dedican a la conservación de los murciélagos, por ejemplo, Bat Conservation International
(www.batcon.org), Bat Conservation Trust (www.bats.org.uk). En América Latina hay numerosas entidades que tam-
bién se dedican a su conservación y que están agrupadas dentro de la Red Latinoamericana para la Conservación
de los Murciélagos (RELCOM - www.relcomlatinoamerica.net). En Argentina, el Programa de Conservación de los
Murciélagos de Argentina conocido como PCMA ayuda a conservar y promover la protección de los murciélagos.
En su sitio web www.pcma.com.ar brinda acceso a información básica, útil y rigurosa para aquellos interesados en
estos animales y proporciona sugerencias sobre acciones a tomar en caso de tener estos animales alojados en las
casas sin dañarlos ni exponerse.

Temas BGNoa 54
A

A
B
C

E D

Figura 4. En Argentina encontramos cuatro familias de murciéla-


gos y toda una variedad de especies con sus diferentes dietas. En
las imágenes se ven algunas de nuestras especies: A, murciélago
pescador chico (insectívoro y piscívoro) de la familia Noctilionidae;
B, falso vampiro orejón (carnívoro e insectívoro) de la familia Phy-
llostomidae; C, vampiro común (hematófago) también de la familia
Phyllostomidae; D, frutero común (frugívoro) de la familia Molossi-
dae; E, moloso común (insectívoro) también perteneciente a Mo-
lossidae; en la página siguiente dos representantes de la familia
Vespertilionidae, F, murciélago escarchado grande (insectívoro); y
G, murciélago orejón pálido (insectívoro). Fotos JC Bracamonte y
CD Wayar.

55 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A

F G

Argentina ¿un país de escasa diversidad? Importancia de los


murciélagos en nuestros ecosistemas

Argentina es uno de los países en donde se hallan los límites australes de la distribución de muchas especies de
murciélagos. La falta de condiciones adecuadas para muchas especies tropicales como refugios, alimento o tempera-
turas demasiado bajas es una limitante y en consecuencia la diversidad disminuye notablemente desde los trópicos.
Nuestro país alberga 62 especies entre las cuales tenemos representantes de todos los gremios (Figura 4). Las más
diversas y abundantes son las especies insectívoras que en gran parte viven en las ciudades y son activas consumido-
ras de mosquitos y polillas. En segundo lugar están los frugívoros que pueden ser muy abundantes en selvas del norte
Argentino llevando a cabo un gran trabajo en la dispersión y propagación de plantas. En menor proporción hallamos
nectarívoros y dos especies de murciélagos pescadores (Noctilio leporinus y Noctilio albiventris). El gremio de los
murciélagos hematófagos (que se alimentan de sangre) también está representado por dos especies de las cuales una
es muy rara y la otra es muy abundante y tiene una amplia distribución, el vampiro (Desmodus rotundus). Estas y las
demás especies de murciélagos son potenciales vectores de la rabia aunque esta enfermedad se encuentra en muy
bajas proporciones en sus poblaciones y rara vez es transmitida a las personas (Díaz y Barquez, 2008). Sin embargo,
el vampiro puede generar problemas sanitarios al transmitir la rabia al ganado y a la vez, resultar muy útil ya que es
objeto de investigaciones biomédicas para el tratamiento de enfermedades cardíacas. Así, aunque todavía hay mucho
por investigar sobre los murciélagos de Argentina, es posible reconocer la importancia de las distintas especies tanto
en la conservación de los ecosistemas naturales como en distintas actividades humanas (agricultura, medicina, etc.).
A los beneficios brindados por las especies hematófagas se suman todas las ya mencionadas para las demás especies
de murciélagos.

Temas BGNoa 56
A Para concluir, por su elevada abundancia, diversidad y eficacia los murciélagos prestan numerosos servicios al ecosiste-
ma facilitando su renovación y existencia. Son considerados los mejores agentes de dispersión, polinizan una gran cantidad
de plantas tanto en bosques como en regiones desérticas, controlan y mantienen el equilibrio en poblaciones de insectos
regulando la herbivoría no sólo en los bosques sino en cultivos de los cuales dependemos. Todo esto aporta de manera
significativa al flujo de la energía en los ecosistemas. Por estos motivos es que, en un mundo donde humanos y murciélagos
interactúan, deben desarrollarse acciones y medidas que optimicen la convivencia para lograr un equilibrio en el ecosistema
del cual todos somos parte.

Autor de la ilustración: Paul Sosa.

Literatura citada y recomendada


Altrigham JD. 1996. Bats, Biology and Behavior. Oxford University Press, Oxford, UK.

Díaz MM, Barquez RM. 2008. Mitos y leyendas sobre los murciélagos. Biológica 6: 16–21.

Fleming TH, Geiselman C, Kress WJ. 2009. The evolution of bat pollination: a phylogenetic perspective. Annals of Botany 104:
1017–1043. http://aob.oxfordjournals.org/content/104/6/1017.full.pdf

Galindo-Gonzales J. 1998. Dispersión de semillas por murciélagos: Su importancia en la conservación y regeneración del bosque
subtropical. Acta Zoologica Mexicana 73:57–74. http://www1.inecol.edu.mx/azm/documentos/73/73d-Galindo.pdf

Hutson AM, Mickleburgh SP, Racey PA (eds.). (2001). Microchiropteran bats: global status survey and conservation action plan.
IUCN/SSC Chiroptera Specialist Group. IUCN, Gland, Switzerland and Cambridge, UK.
http://www.iucn.org/dbtw-wpd/edocs/2001-008.pdf

Kalko EKV. 1997. Diversity in tropical bats. In: H. Ulrich (ed.) Tropical biodiversity and systematics. Zoologisches Forschungsinstitut
und Museum Alexander Koenig, Bonn.

Kunz TH, Fenton MB (eds.). 2005. Bat Ecology. The University of Chicago Press. United States.

Kurta A, Bell GP, Nagy KA, Kunz TH. 1989. Energetics of pregnancy and lactation in free-ranging little brown bats (Myotis lucifugus).
Physiological Zoology 62: 808–818.

Simmons NB. 2005. Order Chiroptera. In: Wilson DE, Reeder DM. eds. Mammal species of the world. A taxonomic and geographic
reference, 3rd edn. Baltimore: Johns Hopkins University Press, 312–529.

Teeling EC, Springer MS, Madsen O, Bates P, O’Brien SJ, Murphy WJ. 2005. A molecular phylogeny for bats illuminates
biogeography and the fossil record. Science 307: 580–584.

57 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


Artículos
Artículos
Diversidad y endemismos de reptiles en la Puna
del NOA
* Andrés Sebastián Quinteros y * Juan Manuel Díaz Gómez
* IBIGEO-CONICET y Facultad de Ciencias Naturales-UNSa.

La conservación de la biodiversidad es uno de los grandes objetivos y desafíos de


los biólogos contemporáneos. Los principales problemas que enfrentan quienes deben
cumplir este objetivo es que los recursos y la capacidad de conservar son limitados y
por ello se deben aplicar criterios que permitan elegir áreas que maximicen el esfuerzo
de protección. La identificación de áreas de endemismo es uno de ellos.

Usualmente la elección de áreas prioritarias de conserva-


Un endemismo es una especie biológica que ción se basa en criterios como la importancia turística o pai-
tiene una distribución relativamente restringida, sajística, la diversidad de especies y/o la presencia de espe-
es decir, que está sólo presente en un área cies raras o “carismáticas” o “sombrilla” (Shafer, 1990) como
son los grandes mamíferos (Scott et al., 1987). Sin embargo,
determinada. Por ejemplo, si decimos que la
muchas veces las regiones con alta riqueza de especies sue-
enfermedad de Chagas es endémica de América,
len ser distintas a las de alto endemismo (Prendergast et al.,
sabemos que no la encontraremos 1993), o las áreas definidas por la presencia de especies par-
en otros continentes. Si bien esta idea es ticulares generalmente no ofrecen mayor protección a otros
correcta, cuando hablamos de áreas de taxa que áreas escogidas al azar (Kerr, 1997). Por esto se
endemismo para organismos aplicamos la hace necesario establecer criterios de selección que también
siguiente definición: Es un área pequeña donde tengan en cuenta los endemismos, dado que la pérdida de un
se distribuyen dos o más especies que no se área con un elevado número de especies exclusivas (endémi-
encuentran en ningún otro lado. cas) significa una pérdida irreversible de organismos que no se
encontrarán en ninguna otra área.

Las especies “sombrillas” son especies que se utilizan para conservar un área en particular y que
indirectamente protegerían otras especies que habitan la misma área. Las especies “carismáticas” son
aquellas que son apreciadas por el público en general. Al proteger el área donde se encuentran estas espe-
cies, se protegen también muchas otras.

Temas BGNoa 58
A

¿cómo identificar las áreas de endemismo?


Tradicionalmente, las áreas de endemismo se reconocieron en forma intuitiva o subjetiva por el examen de las distribuciones
individuales de las especies y la superposición de las mismas (Müller, 1979). Sin embargo, este procedimiento está demasiado
sujeto a la subjetividad del autor y por lo tanto puede dar resultados ambiguos.
En los últimos años se han propuesto diversos métodos cuantitativos (métodos donde se utiliza alguna metodología explícita)
para la identificación de áreas de endemismo. La mayoría de estos métodos requieren un conocimiento muy preciso de las distri-
buciones de los organismos que van a estudiarse. Dicha precisión, es cada vez más fácil de alcanzar por el uso de sistemas de
posicionamiento satelital (GPS). Luego de delimitar el área de estudio se realiza una división de la misma en cuadrantes y sobre
ella se analizan las distribuciones de las distintas especies con la aplicación de metodologías que permiten identificar patrones
que señalen las áreas de endemismo.

un ejemplo concreto
La región biogeográfica de la Puna se encuentra en Sudamérica y se extiende en el sur de Perú, oeste de Bolivia y el norte de
Argentina y Chile (Figura 1). Desde el punto de vista fitogeográfico, la región del NOA comprende el distrito Boliviano, el distrito
Jujeño y el Sub distrito Central según la propuesta de Martínez Carretero (1995) como se ilustra en la Figura 2.

Figura 1. Mapa de Sudamérica donde se señala la Puna (área


amarilla claro). La Puna fue delimitada e identificada en base
a: comunidades vegetales (Cabrera y Willink, 1973, Martínez
Carretero, 1995) y taxa animales (Morrone, 2001a; 2001b). En
términos geológicos, la Puna ha sido definida como un altiplano
limitado por la Cordillera de los Andes (Turner y Méndez, 1979) y
una caracterización más amplia puede consultarse en el artículo
“Los vocanes de la Puna Austral” de Guzmán y Montero López
en este volúmen.

59 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A

El conocimiento de la diversidad está a cargo de biólogos


especializados en Taxonomía o taxónomos, quienes dedican
su tiempo al estudio y comparación de las diferentes poblacio-
nes de un grupo determinado y en muchos casos descubren y
realizan descripciones de especies no conocidas para la cien-
cia. Como resultado de estas investigaciones, constantemen-
65º
te se están describiendo nuevas especies. En el caso de los
65º

reptiles que habitan la Puna del NOA, están representados por


numerosas especies de lagartijas y por una de serpientes pero
no hay tortugas y cocodrilos.

Tachymenis peruviana es la única especie de serpiente pre-


sente en la región; mientras que las 42 especies de lagartijas
pertenecen a los géneros Liolaemus y Phymaturus. Hay que
destacar que la intensa labor de campo y el estudio de colec-
ciones depositadas en museos a cargo de los taxónomos en
los últimos 10 años han llevado a descubrir para la ciencia
casi la mitad (19) de las especies de lagartijas de la Puna del
NOA en las Provincias de Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta y
65º
70º

Tucumán (Figura 3). Además, los estudios llevados a cabo en


65º
70º

estos años también han proporcionado con mayor exactitud


Figura 2. Mapa del NOA donde se observa la división de los las áreas de distribución de las especies de esta porción de la
distritos Jujeño y Boliviano de Martinez Carretero (1995). Area Puna (Tabla 1).
sombreada en Rojo: Distrito Jujeño; en Azul: Distrito Boliviano; en
Amarillo: Sub distrito Central.

Figura 3. Evolución del conocimiento de las especies y el número de especies para la Puna del NOA.

Temas BGNoa 60
A

Tabla 1.
Especies de reptiles que habitan en la Región de la Puna en el NOA.
En amarillo se resaltan las especies que se distribuyen en más de una provincia.

Catamarca Jujuy La Rioja Salta Tucumán

Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus


andinus chaltin dicktracy albiceps bitaeniatus

Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus


abaucan chlorostictus famatinae bitaeniatus calchaqui

Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus


bitaeniatus irregularis gracielae cazianiae griseus

Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus


capillitas multicolor parvus halonastes heliodermis

Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus


dorbignyi ornatus robertmertensi inti huacahuasicus

Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus


crepuscularis orientalis talampaya irregularis huayra

Liolaemus Liolaemus Phymaturus Liolaemus Liolaemus


olongasta pulcherrimus mallimacci lavillai pagaburoi

Liolaemus Liolaemus Liolaemus Liolaemus


orko puna multicolor ramirezae

Liolaemus Liolaemus Liolaemus Tachymenis


poecilochromus puritamensis nigriceps peruviana

Liolaemus Liolaemus Liolaemus


robertmertensi scrocchii ornatus

Liolaemus Tachymenis Liolaemus


tulkas peruviana puna

Liolaemus Liolaemus
umbrifer ramirezae

Liolaemus Liolaemus
vulcanus scrocchii

Phymaturus Liolaemus
antofagastensis yanalcu

Phymaturus Tachymenis
laurenti peruviana
Tachymenis
peruviana

61 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A

Figura 4: Algunos representantes de lagartijas que habitan en la Puna del NOA. A: Liolaemus abaucan;
B: Liolaemus crepuscularis; C: Liolaemus dicktracyi; D: Liolaemus chlorostictus; E: Liolaemus dorbignyi; F:
Liolaemus irregularis. Fotografías de Cristian Abdala.

En el estudio realizado por Díaz Gómez (2007) se trabajó con las áreas de distribución de 29 especies de lagartijas del género
Liolaemus de la Puna (Figura 4) y se analizaron con un programa de distribución gratuita que permite realizar análisis de datos
de distribución llamado NDM (Szumik et al., 2002; Szumik y Goloboff, 2004; www.zmuc.dk/public/phylogeny/endemism). Los re-
sultados del análisis permitieron identificar cuatro áreas de endemismo (Figura 5) en las que se distribuyen 17 de las 29 especies
consideradas en el estudio (Tabla 2).

Temas BGNoa 62
A

Figura 5: Áreas de endemismo encontradas por el programa NDM


para especies de Liolaemus de la Puna.

Tabla 2.
Especies que forman parte de las áreas de endemismo encontradas.

Área Especies endémicas

1 Liolaemus chaltin, L. orientalis, L. ornatus, L. multicolor

2 Liolaemus albiceps, L. irregularis, L. cf multicolor, L. scrocchii, L. yanalcu

3 Liolaemus calchaqui, L. heliodermis, L. huayra, L. huacahuasicus,


L. pagaburoi, L. ramirezae

4 Liolaemus famatinae, L. olongasta

63 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


A

áreas de endemismo y conservación en la puna


Entre los reptiles de la Puna, varias de las especies del género Liolaemus son endémicas y se encuentran limitadas a áreas
muy restringidas. Esto las convierte en susceptibles a alteraciones del hábitat. La Puna en Argentina, quizás por sus características
ambientales y climáticas, ha sido un objetivo en los esfuerzos de conservación sólo en lo que atañe a la conservación de sus hume-
dales. Si del análisis que hemos presentado, un grupo de vertebrados (lagartijas del género Liolaemus) presenta cuatro áreas de
endemismo, es de esperar que estudios similares en otros organismos, permitirán definir, sobre la base de los endemismos, áreas
importantes para la conservación de la biodiversidad en otros ambientes de la Puna.

Literatura citada en el texto y recomendada


Cabrera AL, Willink A. 1973. Biogeografía de América Latina. Monografía 13, Serie de Biología, OEA, Washington, D.C.

Díaz Gómez JM. 2007. Endemism on Liolaemus (Iguania: Liolaemidae) from the Argentine Puna. South American Journal of
Herpetology 2: 59–68.

Kerr JT. 1997. Species Richness, Endemism, and the Choice of Areas for Conservation. Conservation Biology 11: 1094–1100.

Martínez Carretero E. 1995. La Puna Argentina: delimitación general y división en distritos florísticos. Boletín de la Sociedad
Argentina de Botánica 31: 27–40.

Morrone JJ. 2001a. A formal definition of the Paramo-Punan biogeographic subregion and its provinces, based mainly on animal
taxa. Revista del Museo Argentino de Ciencias Naturales 3: 1–12

Morrone JJ. 2001b. Biogeografía de América Latina y el Caribe. Manuales y Tesis SEA, nro. 3, Zaragoza (España), 148 pp.

Müller P. 1973. The dispersal centres of terrestrial vertebratesin the Neotropical realm: a study in the evolution of the Neotropical-
biotica and its native landscapes. Biogeographica 2. Dr W Junk Publishers, The Hague, The Netherlands.

Shafer CL. 1990. Nature reserves: island theory and conservation practice. Smithsonian Institution Press, Washington, D.C.

Prendergast J, Quinn RM, Lawton JM, Eveersham BC, Gibbons DW. 1993. Rare species, the coincidence of diversity hotspots
and conservation strategies. Nature 365: 335–337.

Scott JM, Csuti B, Jacobi JD, Estes JE. 1987. Species richness: a geographic approach to protecting future biological diversity.
BioScience 37: 782–788.

Szumik C, Cuezzo F, Goloboff P, Chalup A. 2002. An optimality criterion to determine areas of endemism. Systematic Biology 51:
806–816.
Szumik C, Goloboff P. 2004. Areas of endemism: An improved optimality criterion. Systematic Biology, 53: 968–977
Turner JC, Mendez V. 1979. Puna. En: Geología Regional Argentina 2º Simposio. Academia Nacional de Ciencias, Córdoba,
volumen I: 13–56.

Temas BGNoa 64
Temas de Biología y Geología del Noa

Correo de Lectores
La Sección Correo de Lectores de Temas de Biología y Geología del Noa es un espacio que nos permitirá inte-
ractuar con nuestra comunidad de lectores. Invitamos a enviar críticas y comentarios sobre los temas publicados
en la revista y también a sugerir otros de interés. Por razones de claridad o espacio, las cartas deberán tener una
extensión máxima de 300 palabras, deberán incluir nombre, dirección y teléfono del remitente. Las cartas para esta
sección pueden enviarse por e-mail a [email protected] indicando como asunto: correodelectores.

Agenda
Ciclo de Conferencias Ibigeo 2011

El Ibigeo tiene el agrado de invitar a los miembros de la comunidad universitaria y público interesado a participar de las conferencias progra-
madas para el año 2011 cuyo objetivo principal es dar a conocer los avances de las investigaciones que se llevan adelante en nuestra región.
Las conferencias se dictarán en el Auditorium de la Facultad de Ciencias Naturales con el siguiente cronograma y horarios:

Miércoles 4 de abril, 17.00 hs. Modelado análogo aplicado a la Geología. Patricio Payrola (Ibigeo - UNSa)

Miércoles 27 de abril 18:00 hs. Inclusiones fluidas y su aplicación en el estudio de depósitos epitermales. Mauro de la Hoz (Ibigeo - UNSa)

Jueves 26 de mayo 18:30 hs. Procesos biogeoquímicos y mineralógicos en los pasivos ambientales mineros. Jesica Murray (Ibigeo - UNSa)

Miércoles 29 de junio, 18:30 hs. Conservación de anfibios en Argentina. Marcos Vaira (Ibigeo - Grupo Vinculado UNJu)

Miércoles 27 de julio 18:30 hs. La influencia de datos moleculares en la clasificación de las Plantas Vasculares. Olga Martínez (Ibigeo - UNSa)

IX Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología

Como todos los años, entre el 6 y 18 de junio de 2011, en todo el país La Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología tiene por objetivo
generar espacios alternativos de difusión del conocimiento. Participan institutos de investigación, laboratorios, museos y bibliotecas con
distintas propuestas para acercar al mundo del conocimiento a todos. Información sobre las actividades en cada punto del país:
www.semanadelaciencia.mincyt.gob.ar

Organizan: Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y Secretaría de Planeamiento y Políticas.


Contacto: [email protected]

65 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


Temas de Biología y Geología del Noa

Guía para autores y Proceso editorial

Entre los objetivos principales del Ibigeo, la promoción y difusión del conocimiento científico es una de las tareas que em-
prende a través de la Revista Temas de Biología y Geología del Noa. Por esta razón, la activa participación con contribuciones de
docentes e investigadores de diferentes centros académicos del país es importante para lograr una ciencia al alcance de todos.
Temas de Biología y Geología del Noa publicará las siguientes categorías de contribuciones:

Artículos: Consistirán en trabajos que expliquen un tema directa o indirectamente relativo a las Ciencias Naturales y los
resultados de las investigaciones sobre el mismo; o introduzcan a los lectores sobre la puesta en funcionamiento de equipamientos
y tecnologías novedosas y sus potenciales usos y aplicaciones en laboratorios del país y en especial de nuestra región Noa; o
revisen aspectos poco conocidos de la historia del conocimiento. Tendrán una extensión máxima de 5000 palabras.
Notas: Incluirán informes sobre avances científicos o tecnológicos; o algún aspecto del conocimiento o sus aplicaciones con
impacto social, o bien la presentación de cambios o innovaciones que puedan ser de interés en la enseñanza de determinados
temas científicos. Tendrán una extensión máxima de 2500 palabras.
Puntos de vista: Comprende los fundamentos de una idea o argumentación a partir de una síntesis del estado actual del
conocimiento de un tema en el que pueden existir distintas posiciones conceptuales. Tendrán una extensión máxima de 2500
palabras.
Todos los artículos deben tener un título corto y concreto, los nombres de los autores y su lugar de trabajo, por orden de partici-
pación en la contribución y un texto que debe ser claro, con un planteo sobre el tema que se aborda y su importancia, con exten-
siones máximas como se mencionó anteriormente.
Las contribuciones deben ser redactadas considerando que sus destinatarios no son especialistas y para ello se debe evitar el
uso de términos técnicos y cuando esto sea imposible definir con precisión pero de manera sencilla, el significado de los mismos.
También se debe evitar el empleo de palabras extranjeras cuando existen equivalentes en castellano, o neologismos y/o expresio-
nes de moda. En caso del uso de fórmulas matemáticas, químicas, físicas o gráficos estadísticos, proporcionar en lo posible las
explicaciones complementarias que sean necesarias. Utilizar el sistema internacional de unidades. Incluir citas bibliográficas que
sean relevantes al tema analizado, preferentemente obras que sean accesibles, evitando solo trabajos del autor, informes técnicos
o artículos en revistas especializadas y en lo posible, acotarlas a un máximo de diez referencias.

El manuscrito consistirá de un archivo incluyendo el texto, en formato Word o RTF.

Las ilustraciones constituyen un aspecto fundamental en el artículo de divulgación científica. Los gráficos, dibujos, fotografías
y láminas deben ser muy claros y elocuentes para complementar y resaltar los contenidos desarrollados. Utilizar en lo posible,
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definición mínima de 300dpi (puntos por pulgada) para un tamaño de 20 x 30cm, con leyendas que soporten una reducción final
a un tamaño equivalente a 11 pt. Las ilustraciones deben llevar su correspondiente explicación como leyenda y se incluirán en un
archivo separado del texto. Se recomienda a los autores que organicen sus manuscritos teniendo en cuenta que las figuras no
deberán representar más del 70% del artículo.

Temas BGNoa 66
Temas de Biología y Geología del Noa

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67 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011


Temas BGNoa 68

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