Biologia NOA
Biologia NOA
Temas de Biología
y Geología del Noa
Revista de Divulgación Científica del Instituto de Bio y Geociencias
Reportajes
INIQUI, INENCO,
IPE, IBIGEO
Artículos
Museos de Ciencias al
descubierto
Año I, Volumen 1, Número 1, Abril 2011
Conservación de
murciélagos del
bosque
Reptiles de la Puna
Tectónica de placas
Volcanes
1
Año I, Volumen 1, Número 1, Abril 2011 ISSN 1853-6700
Temas de Biología
y Geología del Noa
Revista Cuatrimestral de Divulgación Científica del Instituto de Bio y Geociencias
Comité Editorial
Editor Responsable
Marissa Fabrezi. Ibigeo. CONICET y Museo de Ciencias Na- IBIGEO
turales (UNSa). Mendoza 2. 4400 - Salta. República Argentina Instituto de Bio y Geociencias del NOA
www.unsa.edu.ar/ibigeo
Editores Asociados
Fernando Hongn. Ibigeo. CONICET - UNSa
Alicia Kirschbaum. Ibigeo. CONICET - UNSa Fue creado como instituto de la Universidad Nacional de Salta
Fernando Lobo Gaviola. Ibigeo. CONICET - UNSa a comienzos de 2005 con sede administrativa en el Museo
Diseño y Diagramación. Eugenia Dantur el conocimiento generado por el estudio de temas específicos
Textos. Comité Editorial de la región.
U n i v er s idad
Nacional de Salta
2 Vol. 1, Núm. 1, Abril 2011
Temas de Biología y Geología del Noa
Contenidos
2 I Editorial
Artículos
13 I Los Museos de Ciencias Naturales al descubierto: un espacio para conservar, investigar y educar.
Javier Goldberg y Silvia I. Quinzio
58 I Diversidad y endemismos de reptiles en la Puna del NOA. Sebastián Quinteros y Juan Manuel Díaz Gomez
65 I Correo de lectores
65 I Agenda
Temas BGNoa 1
Temas de Biología y Geología del Noa
Editorial
La curiosidad inherente a la naturaleza humana siempre encontró la manera de responder a las preguntas que exigían una
explicación racional. Actualmente, los avances tecnológicos en materia de comunicación y circulación de la información favorecen
la difusión de conocimientos y así, una pregunta sobre algún fenómeno natural es respondida rápidamente por distintas fuentes.
Por ejemplo, con los recientes terremotos ocurridos en Haití, Chile y Japón la Tectónica de Placas se convirtió en una de las teo-
rías científicas más populares de los últimos tiempos, explicada a través de los medios por expertos, periodistas y políticos. Esto
indica que existe una creciente avidez y necesidad por entender lo que nos rodea que demanda argumentos racionales no sólo de
quienes tienen la formación, las metodologías y herramientas para desarrollar una explicación.
En nuestra región Noroeste de Argentina se produce una copiosa literatura (folletos, libros, sitios web) que trata de sus belle-
zas naturales dirigida especialmente al turismo. Sin embargo, hay también un público que tiene otros intereses y busca otro tipo
de información. Por esta razón, quienes formamos parte del Instituto de Bio y Geociencias del NOA (CONICET-UNSa) hemos
desarrollado desde 2005, distintas actividades de divulgación que nos permitieron acercar los resultados de nuestras investi-
gaciones a las audiencias más diversas. Pero, aun cuando los ciclos de charlas y conferencias tienen una riqueza importante
por la interacción entre los comunicadores y el público, nos planteamos la necesidad de abordar otro tipo de actividades que
tuvieran un efecto más amplio y persistente en el corto y mediano plazo y es así que surgió esta propuesta editorial.
El proyecto que aquí se presenta es una publicación de divulgación científica, de periodicidad cuatrimestral y destinada al públi-
co general. Comenzamos el 2011 trabajando en los tres primeros números de la Revista Temas de Biología y Geología del NOA y
en esta oportunidad, tenemos el orgullo de ofrecerles nuestra primera entrega. La revista está organizada en tres secciones prin-
cipales. La Sección Reportajes tiene como finalidad dar a conocer cómo se organiza y funciona la actividad de investigación para
lo cual comenzamos con una entrevista a los responsables de los institutos de investigación UNSa-CONICET de Salta. La Sección
Artículos de divulgación representa la faceta con más visibilidad de la producción intelectual que se realiza desde el ámbito acadé-
mico en general y del Ibigeo en particular y es nuestra intención presentar temas variados que puedan satisfacer expectativas
diversas. Somos conscientes que del interés, críticas y sugerencias de los lectores depende el éxito de nuestra revista, para ello
también dispondremos de una sección destinada a Correo de Lectores.
Es importante destacar la valiosa y generosa colaboración de quienes se integraron en nuestro Comité Científico. Sus opiniones
acertadas, críticas y sugerencias se ven reflejadas en importantes cambios entre la primera versión enviada por los autores y los
artículos que se publican en este número.
Para finalizar, agradecemos a los lectores, a la Editorial de la Universidad Nacional de Salta y al CONICET el interés por forta-
lecer este tipo de proyectos y esperamos cumplir con todas sus expectativas.
Marissa Fabrezi
Fernando Hongn
Alicia Kirschbaum
Fernando Lobo
La sección Reportajes de Temas BGNoa tiene como objetivo difundir aspectos relacionados con el
desarrollo de las actividades científicas en nuestro medio. El Comité Editorial considera que es tan
importante dar a conocer los resultados de una investigación en particular como la forma en que se
planifica, organiza y desarrolla un proyecto científico y/o tecnológico. Así, en esta sección que se ini-
cia con entrevistas a los responsables de las cuatro Unidades Ejecutoras que dependen de la Universi-
dad Nacional de Salta y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, se intentará
que los lectores puedan conocer más sobre la dinámica y evolución de los grupos de investigación y
sobre las ideas de quienes las dirigen.
En próximas entregas abordaremos el significado de los Centros Científicos Tecnológicos, los or-
ganismos de promoción (CONICET, SECyT, ANCyPT, CIUNSa), la formación de postgrado y el
sistema de becas, la carrera académica, entre otros.
La mecánica de nuestras entrevistas es muy simple, el Comité Editorial propone a los entrevistados
un conjunto de preguntas para que puedan responderlas en un plazo dado, con una extensión sugerida
y por escrito. De esta manera, los entrevistados tienen la posibilidad de expresar sus ideas de la forma
que consideran más apropiada y se publican sin ninguna alteración y/o modificación.
El Comité Editorial espera que esta Sección pueda resultar atractiva a muchos lectores.
Existen en Salta cuatro Unidades Ejecutoras (INIQUI, INENCO , IPE e IBIGEO) que dependen tanto de la Universidad
Nacional de Salta como del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas e integran el Centro Científico
Tecnológico-Salta. Cada Centro Científico Tecnológico promueve la desconcentración administrativa e institucional y a
la vez articula a nivel local las actividades de las Unidades Ejecutoras y grupos de investigación, asegurando un ámbito
apropiado para la ejecución de las investigaciones científicas, tecnológicas y de desarrollo. Es competencia y desafío de
cada CCT la articulación de actividades con otros organismos públicos y privados que faciliten el desarrollo de las Ciencias
Básicas y Aplicadas en la región.
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Instituto de Investigaciones para la Industria Química (INIQUI)
www.unsa.edu.ar/iniqui
Es una Unidad Ejecutora de doble pertenencia que funciona en cátedras y laboratorios de las Facul-
tades de Ingeniería, Ciencias Exactas y de la Salud. Sus integrantes trabajan en distintas temáticas de
las Ciencias Químicas, Bioquímicas y de los Materiales que se traducen en aplicaciones tecnológi-
cas y participan activamente en la docencia universitaria. El INIQUI, como centro de Investigación
UNSa-CONICET tiene una trayectoria en nuestra región que se inició el 26 de noviembre de 1980.
Elio Gonzo, su actual Director se encuentra entre sus primeros integrantes.
A comienzos de los ochenta (1981), ya con un grupo de investigadores bien formados y con un respaldo importante en cuanto a
la producción científica desarrollada hasta el momento, el CONICET crea el Instituto de Investigaciones para la Industria Química
(INIQUI), cuyo primer director fue el Dr. Juan C. Gottifredi.
EEG: El plan original que se planteó en sus comienzos fue la conformación de los grupos de investigación con el personal
docente que estaba dispuesto a llevar adelante este desafío y fundamentalmente la formación de recursos humanos de la más
alta calidad académica científica. Para ello, y debido a la dificultad de conseguir apoyo de distintas Instituciones para este grupo
incipiente, se presentaron solicitudes de becas externas ante el CONICET para realizar posgrados y tesis en las más prestigiosas
universidades del mundo. Así, desde mediados de la década del 70 hasta fines de los ochenta retornan al país y a nuestra Univer-
sidad Investigadores formados en las universidades de Italia (Politécnico de Milano), Inglaterra (Imperial College y Manchester Uni-
versity), Bélgica (Louvain la Neuve), USA (Stanford University, Nothwestern University, Princeton University), España (Universidad
Autónoma de Madrid y de Barcelona), entre otras. Muchos de ellos con títulos de posgrado, lo que produjo una nueva generación
de grupos y proyectos en las más variadas disciplinas de la Ingeniería Química.
EEG: En los primeros años, la falta de equipamiento específico para el desarrollo efectivo de los proyectos de investigación incidió
negativamente en la producción científica. Este tema se fue solucionando con el apoyo logrado de diversas organizaciones multilatera-
les e internacionales. Así, en sus comienzos el INIQUI contó con el apoyo de la OEA a través del Programa Multinacional de Tecnología
de Alimentos y del apoyo de la SECyT. Posteriormente con el apoyo del CONICET (1985-1991) y luego de la ANPCyT, algunos de los
investigadores consiguieron equipamientos de alta complejidad y costo tales como: Espectrofotómetro de Infrarrojo a Transformada
de Fourier, Planta para la obtención de nitrógeno líquido, Microscopio Electrónico de barrido y últimamente Sortómetro, Calorímetro
diferencial de barrido y otros, no sólo para el apoyo a los investigadores de nuestro Instituto sino a quienes lo requieran, no sólo de
nuestra Universidad, sino también de otras instituciones educativas oficiales y/o privadas, del ámbito provincial o nacional.
Sin embargo el número de investigadores que realizaron y realizan el esfuerzo de presentarse a diversos concursos para la
adquisición de este tipo de equipamiento es siempre bajo.
Temas BGNoa ¿Cómo ve el futuro de las Ciencias en nuestro país y en particular en la región?
EEG: El importante número de becarios de doctorado con que actualmente cuenta el Instituto, alienta a pensar que la retroa-
limentación a los cuadros docentes de la universidad por un lado y por otro contar con investigadores de jerarquía que aportan
soluciones, asesoramientos y soporte en recursos humanos a distintos ámbitos productivos de la comunidad; nos llevará a ocupar
un lugar de privilegio en la región y reconocimiento nacional.
Temas BGNoa ¿Cuál sería su consejo para un egresado universitario que se quiere dedicar a la investigación científica
y/o tecnológica?
EEG: Indudablemente la vocación juega un rol preponderante, nada es factible de alcanzar si la persona no está convencida
que lo que eligió es de su agrado. Además, debe tener presente que, como en todo tiempo, la educación y más fuertemente la
investigación científica y/o tecnológica nunca fueron alternativas para el crecimiento económico sino un servicio a la comunidad y,
si es realmente su vocación, una gran satisfacción personal al alcanzar los objetivos planteados en su investigación y contribuir no
sólo a dar soluciones a problemas inmediatos, sino al crecimiento de la “capacidad intelectual”, indispensable para el desarrollo de
la región y por ende, del país.
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Instituto de Investigación en Energías No Convencionales (INENCO)
www.inenco.net
Es una Unidad Ejecutora de doble pertenencia que tiene su sede en el Departamento de Física de la
Facultad de Ciencias Exactas. Es un instituto interdisciplinario formado por físicos, matemáticos,
ingenieros y geólogos que investigan fuentes alternativas de energía, especialmente la solar, y desa-
rrollan aplicaciones para su uso en la producción y urbanización. La mayoría de los integrantes del
INENCO son docentes universitarios y participan activamente en el fortalecimiento del Postgrado
en Ciencias Exactas. El INENCO, como unidad ejecutora UNSa-CONICET fue creado el 26 de no-
viembre de 1980 y creció con el liderzgo de Luis Saravia Mathon.
LRSM: En 1984 se incorporó al INENCO el Grupo de Catamarca firmándose un convenio al respecto. En el 2010 se integró el
Grupo de Geonorte para trabajos en energía geotérmica. En el 2010 también se integró el Grupo de 10 Arquitectos de La Plata
como grupo vinculado. También se han incorporado 2 investigadores que han retornado al país. El total de integrantes del Instituto
en este momento es de 43 personas.
Temas BGNoa ¿Cuáles son los factores que considera fundamentales para el crecimiento de la Unidad?
LRSM: Un aspecto importante fué el de formación, en especial el de sus propios integrantes. En 1990 se creó el Doctorado en
Ciencias, especialidad Energías Renovables, a lo que siguió la creación de la Maestría y por último la Licenciatura en Energías
Renovables, las cuales han tenido muy buena repercusión.
Un segundo aspecto de interés fue establecer relaciones internacionales para lo cual se firmaron convenios con la Universi-
dad de Bochum, Alemania, la McGill University de Canadá y la OEA realizando trabajos financiados por los países mencionados
durante varios años. A partir de 1987 se estableció la relación con el CYTED, España la que ha sido muy exitosa por permitir llevar
a cabo actividades con la mayoría de los grupos iberoamericanos, siguiendo hasta el presente.
Otro aspecto importante fue la creación de la ASADES (Asociación Argentina de Energías Renovables y Ambiente) en 1975,
que nucleó a la mayoría de los grupos de energías renovables en el país. El INENCO ha sido responsable de llevar a cabo la
publicación de dos revistas, lo que sigue en la actualidad. Desde esa época se han llevado a cabo 33 Congresos con una cantidad
creciente de concurrentes.
LRSM: El factor negativo más importante ha sido los cambios en la política de subsidios en los diferentes gobiernos, con una
baja muy pronunciada en la década del 90. Otro problema ha sido la dificultad para acceder al CONICET, que fue muy fuerte du-
rante un extenso período. Un tercer problema crónico fue la escasez edilicia, problema que aún subsiste.
Temas BGNoa ¿Cómo ve el futuro de las Ciencias en nuestro país y en particular en la región?
LRSM: Dada la creciente problemática energética y los problemas ambientales cuya única solución integral será el uso de las
energías renovables, se espera que el interés en el tema sea cada vez mayor como ya se está apreciando.
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Instituto de Patología Experimental (IPE)
www.unsa.edu.ar/salud
Es una Unidad Ejecutora de doble pertenencia que funciona en la Facultad de Ciencias de la Salud.
Las investigaciones que se desarrollan en el IPE combinan temáticas de las Ciencias Biológicas y
Médicas con resultados relevantes a nivel nacional e internacional y tienen un impacto directo en
problemas sanitarios regionales. En esta oportunidad Temas BGNoa quiere acercar las miradas y
opiniones sobre la labor científica de dos investigadores del IPE, Miguel Angel Basombrío y Luis
Antonio Parada.
LAP: Los orígenes del Instituto de Patología Experimental se remontan al año 1981 (este año celebraremos los 30 años de la crea-
ción). Miguel A. Basombrio, entonces investigador independiente de CONICET y proveniente de la Academia de Medicina de Buenos
Aires, instaló un laboratorio donde se estudiaban las enfermedades de la región en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNSa.
MAB: Creo que la evolución de este grupo de trabajo ha sido importante, lo demuestra su conversión en Unidad Ejecutora de
CONICET a finales del año 2009. En esta evolución tuvo el apoyo de varias instituciones, apoyo que se tradujo en la incorporación y
capacitación de nuevas generaciones de investigadores. Así, en 1988 la Organización Mundial de la Salud y la Fundación Rockefeller
nos permitieron equipar los laboratorios con nueva tecnología, comprar una camioneta y, sobre todo, apoyar a becarios para que
realizaran las investigaciones para sus tesis doctorales en la institución, quienes a su vez formaron a nuevos becarios, algunos de los
cuales se convirtieron en investigadores de la unidad.
En 1996 ocurrió algo similar con un subsidio de la Agencia Nacional de Ciencia y Tecnología, que nos permitió renovar los equipos
de laboratorio que permitieron desarrollar nuevas técnicas y también becar a egresados de la Universidad para que pudieran hacer su
tesis de licenciatura, y en algunos casos la tesis doctoral. En el año 2001 el Instituto Medico Howard Hughes apoyó este crecimiento
mediante la concesión de un subsidio por cinco años para nuestras investigaciones. Esto nos permitió aumentar el personal capaci-
tado del grupo e incorporar nuevos proyectos, pero al mismo tiempo nos hizo sentir la limitación de nuestro espacio físico para trabajar y
crecer.
LAP: Con la designación del grupo como Unidad Ejecutora, hemos gestionado y recibido un importante subsidio de la Fundación
Bemberg, que sumado al apoyo financiero de la UNSa, de la Facultad de Ciencias de la Salud y del CONICET nos permitirá próxima-
mente ampliar el Instituto aumentando los espacios de trabajo con sustanciales mejoras de las condiciones de higiene y seguridad.
Las autoridades de la UNSa y de la Facultad de Ciencias de la Salud se encuentran decididamente involucradas en este proyecto,
concientes de la importancia que esta nueva construcción tendrá para estas instituciones también.
Temas BGNoa ¿Cuáles son los factores que considera fundamentales para el crecimiento de la Unidad?
MAB: El apoyo de las autoridades es fundamental para las actividades de investigación. Aumento del bajo presupuesto nacional
para Ciencia y Tecnología, sustento del sistema argentino de formación de investigadores, selección adecuada y cuidadosa de can-
didatos a las becas de formación, son acciones que favorecen enormemente. Esta pregunta me invita, en nuestro caso, a reconocer
a las actuales autoridades de la Universidad y de la Facultad de Ciencias de la Salud, que ante el serio problema del escaso espacio
físico que deben compartir las cátedras e institutos, han apostado al crecimiento de nuestra Unidad Ejecutora y están afrontando las
arduas gestiones para proveer un nuevo edificio que mejorará sustancialmente las actividades de docencia e investigación y el cum-
plimiento de normas de higiene y seguridad.
LAP: Se debe decir que el crecimiento de la UE también se ha visto potenciado por la política de MAB desde la dirección, en par-
ticular a su apertura respecto de la incorporación de nuevos investigadores formados en el exterior, tales como P. Barroso, P. Zago,
D. Marco y el que suscribe. En mi caso particular, su apoyo a mi solicitud ha significado mi ingreso a la carrera del investigador de
CONICET en fechas bastante recientes.
MAB: Falencias propias que los investigadores achacan al sistema: Muchas veces debemos repasar los principios preconizados
por nuestros maestros, como Houssay, Ramón y Cajal o Platt, acerca de cómo la tarea intelectual debe ser llevada a cabo. Debemos
hacer un “mea culpa” ante estas falencias e inculcar esos principios a nuevas generaciones de becarios e investigadores. Jorge Bosch,
rector de la Universidad CAECE, refiriéndose a la investigación en la Universidad, criticaba el afán de convertir buenos profesores en
investigadores y buenos investigadores en profesores. El discurso en pro a la “investigación” declamado por funcionarios que nunca la
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han practicado y que tienen gran poder de decisión ha llevado al concepto de que todos los temas o disciplinas que se elijan son
iguales ante los organismos de promoción de las ciencias. Las Ciencias Exactas, las Ciencias Sociales y la Ciencias Biológicas
deben competir “equitativamente”, en las mismas agencias, por la asignación de becas y fondos, con la consiguiente dificultad
para distribuirlos y siempre sujeta a vaivenes políticos. Entonces no hay actividad en la que no se “investigue”. Hasta los niños de
primaria, ya no suman ni restan, sino que “investigan” esas operaciones. Se investigan temas tales como Hotelería y Turismo, como
si fueran Mecánica Cuántica o Genómica. Nuestra Universidad, ante la difícil decisión entre política de promoción versus política de
consolidación de grupos, se ha inclinado frecuentemente por la primera opción, “atomizando” el presupuesto en el apoyo de cen-
tenares de pequeños proyectos y obligando a grupos establecidos, cuyos proyectos demandan una mayor cantidad de recursos,
a conseguirlos fuera del ámbito universitario, creando un falso concepto de que los investigadores son extraños a la Universidad.
LAP: Entre los factores que inciden negativamente en nuestra actividad es obviamente la falta de recursos económicos quizás el prin-
cipal. Actualmente es necesario incorporar continuamente nuevas tecnologías. Además la publicación de resultados es bastante onerosa
y en muchas ocasiones los subsidios conseguidos no pueden ser utilizados en estas erogaciones. Otro factor es el exceso de control
administrativo de las agencias, lo que limita la capacidad o libertad operacional del investigador a la hora de utilizar sus propios recursos.
Temas BGNoa ¿Cómo ve el futuro de las Ciencias en nuestro país y en particular en la región?
MAB: Lo veo con optimismo. Hace un par de décadas, llamaba la atención, a nivel nacional, que como grupo de investigación
estuviéramos “aislados” en la provincia de Salta. Este concepto del “aislamiento geográfico”, generador de las llamadas “áreas de
vacancia”, ha cambiado sustancialmente con el desarrollo de los modernos medios electrónicos de comunicación. Esto significa un
gran cambio para el futuro de las ciencias en nuestra región. Nuestros investigadores y becarios viajan ahora mucho más que antes y
no es extraño, por ejemplo, que un director se comunique tan fácilmente con un becario que está de pasantía en Japón, como lo hace
con otro becario que trabaja en el mismo laboratorio.
LAP: No sólo la globalización va a fomentar el futuro de las ciencias en nuestra región. Es necesario que el estado provincial esta-
blezca una política ambiciosa en ciencias y que el gobierno destine fondos y presupuesto genuino, no préstamos, para el desarrollo
de las ciencias en nuestra provincia.
Temas BGNoa ¿Cuál sería su consejo para un egresado universitario que se quiere dedicar a la investigación científica y/o
tecnológica?
MAB: Suelo aconsejar a los becarios que se inician, que en sus primeros años tengan 3 ó 4 líneas de estudio y trabajo. Concen-
trarse en una sola puede llevar al fracaso y dispersarse en demasiadas, también. Hay estereotipos de fácil éxito que muchas veces
alimentan el entusiasmo juvenil. Los jóvenes que van a ingresar en el sistema científico deben ser alertados por los investigadores en
el período temprano de su carrera acerca de la realidad que vive un becario y un investigador. Deben llegar a conocer, más por expe-
riencias compartidas en grupo que por discurso, que la ciencia avanza por observación, generación de hipótesis de trabajo, refutación
y prueba experimental y que recorrer este camino produciendo al mismo tiempo las publicaciones que exige el sistema, eroga mucho
estudio, mucha renuncia al éxito rápido y mucho trabajo sacrificado.
LAP: Es importante que los estudiantes universitarios durante el desarrollo de sus carreras de grado puedan hacer, aunque míni-
mas, tareas de investigación, ya que esto les permitiría tomar una decisión en el sentido de iniciar una carrera en ciencias, una vez
finalizada la licenciatura. Por esto, trataría de que conozcan el sistema de formación científica adoptado por CONICET. Este es exigen-
te, incluye un ingreso temprano al sistema de becas y posteriormente ingreso, si los méritos de la persona se encuentran dentro de los
estándares de la institución, a la carrera de investigador. Esto requiere, como llave para el avance, la publicación de los resultados en
revistas de impacto. Muchos egresados de nuestra universidad llegan tarde a ese sistema y lo aconsejable es que lo conozcan desde
el inicio de su tesis de licenciatura.
Es una Unidad Ejecutora de doble pertenencia que tiene su sede administrativa en el Museo de Cien-
cias Naturales. No cuenta con un edificio propio y por ello, sus docentes e investigadores desarrollan
actividades en distintas cátedras y laboratorios del Museo y de la Facultad de Ciencias Naturales. En
el IBIGEO se desarrollan investigaciones en distintas temáticas de las Ciencias Naturales, en Ciencias
Biológicas y Ciencias de la Tierra. En esta oportunidad Temas BGNoa les presenta a Fernando Hongn.
FDH: Los diez años transcurridos desde que se iniciaron las gestiones de creación del Instituto permitieron desarrollar diferentes
proyectos de investigación financiados por la UNSa, por el Conicet y por la Agencia Nacional de Promoción Científica, proyectos
que sustentaron: a) la adquisición de equipos (microscopios, lupas, brújulas geológicas y otros equipos menores), b) numerosos
viajes de campo para estudiar la flora, la fauna y las rocas de diferentes áreas del NOA, desde la Puna hasta la región chaqueña,
c) la difusión de resultados a través de diferentes tipos de publicaciones, d) la divulgación de las Ciencias Naturales antes más de
3000 alumnos de niveles primario y secundario en el marco de las Jornadas Nacionales de Ciencia y Técnica, e) el desarrollo de te-
sis doctorales (7 terminadas; 14 en ejecución), y f) la transferencia de conocimiento a instituciones y empresas públicas y privadas.
Temas BGNoa ¿Cuáles son los factores que considera fundamentales para el crecimiento de la Unidad?
FDH: El interés de sus miembros en profundizar el conocimiento sobre diferentes aspectos de la Biología y Geología del NOA.
Si a este interés se suma que la mayoría de los investigadores y becarios forman un plantel joven – más de la mitad de los inves-
tigadores formados son menores de 50 años- resulta un grupo numeroso con objetivos bien definidos y varios años de trabajo por
delante para alcanzarlos. Este cuadro debería ser suficiente para captar el interés de otros investigadores, becarios y técnicos a
sumarse al IBIGEO, y así profundizar y diversificar las líneas de trabajo, consecuentemente mejorar la infraestructura edilicia y el
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Parte de los integrantes del IBIGEO que participaron
de la reunión de trabajo del año 2011
FDH: Hay muchos aspectos a mejorar, entre ellos la falta de la infraestructura adecuada para integrar en un único espacio físico
a todos los miembros, hecho que fortalecería al conjunto y a cada uno de sus miembros porque permitiría el mejor aprovechamien-
to de los recursos disponibles, fomentar la discusión y la relación profesional, también la humana, entre los integrantes, y la gestión
de nuevos recursos para incrementar las capacidades del Instituto. Sin embargo, el desafío es continuar con la consolidación y
crecimiento de los trabajos que se desarrollan en las condiciones actuales hasta lograr que éstas mejoren en un plazo razonable.
Temas BGNoa ¿Cómo ve el futuro de las Ciencias en nuestro país y en particular en la región?
FDH: Con optimismo, sin que este optimismo signifique resignar las aspiraciones a lograr condiciones de trabajo más adecua-
das. Si bien existen aún muchos aspectos por mejorar, el sistema de Ciencia y Técnica ha mostrado progresos tangibles en los
últimos años, los que se reflejan en la financiación de proyectos de investigación y en el número de investigadores y becarios, que
se han incrementado sensiblemente. Las inversiones en Ciencia y Tecnología muestran resultados a mediano y largo plazo, basta
considerar que la formación de un investigador demanda mínimamente entre cinco y siete años, por lo que se requiere de una polí-
tica de estado en materia de investigación científica y tecnológica; en tal sentido, la creación de Ministerio de Ciencia y Tecnología
es alentadora. Respecto a la región, la situación periférica de nuestra provincia no ofrece el marco más adecuado aunque la Uni-
versidad Nacional de Salta como institución generadora de conocimiento es una herramienta de valor para potenciar el desarrollo
científico y tecnológico. Por su parte, el Conicet está estimulando la descentralización de la administración y gestión de las tareas
científico-tecnológicas a través de la creación de Centros Científico Tecnológicos, como el CCT-Salta. Si tenemos la capacidad
de articular acciones entre las Universidades Nacionales de la región, los Centros Tecnológicos, y otras instituciones públicas y
privadas que promueven el conocimiento, es posible generar una buena expectativa para el desarrollo científico-tecnológico en el
noroeste de Argentina. A escala de nuestro instituto, una muestra de esta potencial integración está dada por el Grupo Vinculado
de la UNJu, con el que se llevan a cabo acciones conjuntas para un mejor aprovechamiento de los recursos humanos, financieros
y de equipamiento.
Temas BGNoa ¿Cuál sería su consejo para un egresado universitario que se quiere dedicar a la investigación científica
y/o tecnológica?
FDH: Tanto para el egresado que se dedicará a la investigación científica y/o tecnológica como para el que desarrollará otra
actividad vinculada con su profesión, que nunca deje de estudiar; la velocidad con la que avanza el conocimiento y la tecnología
imponen una actualización permanente en las diferentes disciplinas. Que Ciencia hay una sola y es la que genera nuevo conoci-
miento, sea éste de aplicación directa o indirecta, inmediata o mediata a los sistemas productivos. Que siempre tenga presente
fortalecer el sistema universitario que lo formó. Que nunca anteponga su desarrollo personal-profesional a los principios éticos que
deben enmarcar la investigación científico-tecnológica.
Ante la invitación a una visita por un Museo de Ciencias Naturales algunas personas son entusiastas, otras pueden manifestar
desinterés y otras tantas ser indiferentes. Quizá estas reacciones se relacionen con cuánto conocemos de la naturaleza, con cuán-
to sabemos sobre lo que representa un Museo de Ciencias Naturales y porqué es importante para la sociedad.
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mundo. Como colección científica debemos entender a un conjunto de ejemplares vegetales, animales, fósiles, minerales, etc.
preservados de forma tal que se evite su deterioro y descomposición, ordenados de manera sistemática y depositados con fines
de estudio.
En 1766, en lo que se considera uno de los primeros viajes de exploración científica, el naturalista francés Philibert Commerçon
llevó a cabo junto con Louis Antoine de Bougainville la primera expedición francesa alrededor del mundo en busca de nuevas
tierras lo que trajo aparejado el descubrimiento de nuevas especies (Puig-Samper, 1991). Si bien éste y los posteriores viajes rea-
lizados por Humbolt, Bonpland, Banks, Darwin y muchos otros naturalistas a lo largo de los siglos XVIII y XIX tuvieron inicialmente
fines económicos y expansionistas, los especímenes animales, vegetales, minerales y fósiles obtenidos durante dichas expedi-
ciones dieron origen a las más importantes colecciones científicas que hoy son el alma de miles de Museos de Historia Natural
alrededor del mundo (Figura 2). Para comprender este número, podemos mencionar que sólo en Argentina existen 70 Museos
de Ciencias Naturales a lo largo de todo el país entre los cuales se encuentra el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad
Nacional de Salta (ver Cuadro 1).
El Museo de Ciencias Naturales actúa además como Sede Administrativa del Instituto
de Bio y GeoCiencias del NOA (IBIGEO) que actualmente ha sido designado como
Unidad Ejecutora de doble dependencia UNSa-CONICET. El IBIGEO tiene como ob-
jetivo general potenciar los proyectos de investigación en disciplinas de las Ciencias
Naturales, tanto en sus particularidades como en aspectos de interés común y generar
acciones en el campo académico que puedan ser transmitidas a la sociedad a través
del Museo de Ciencias Naturales.
En gran parte nuestra inquietud acerca de la diversidad del mundo natural está resuelta y la respuesta nos espera en las salas y
colecciones de los Museos de Ciencias Naturales. Allí podemos hacer un viaje en el tiempo y pasear entre los gigantes herbívoros
del Jurásico, sentirnos conquistadores del fuego entre los primeros homínidos o hacer un paseo por las Yungas al atardecer. El
Museo nos acerca el conocimiento de lo que de otra manera nos sería difícil de acceder.
A pesar que diariamente se descubren y describen nuevas especies para la ciencia, el maravilloso mundo que nos rodea debe
enfrentar hoy otras inquietudes y problemas que lo aquejan y que en gran medida son el resultado de nuestro accionar. A diario nos
encontramos con noticias que alertan y discuten el efecto de, por ejemplo, grandes emprendimientos productivos que motivados
principalmente por intereses económicos producen una ruptura en el equilibrio ecológico. De acuerdo con numerosos especialis-
tas, la biodiversidad mundial está gravemente amenazada, con una pérdida de especies entre 100 y 400 veces superior a lo que
sucede naturalmente por sucesos externos al accionar del ser humano (Singh, 2002). En este contexto, los Museos de Ciencias
Naturales representan en la actualidad sitios importantes para la preservación de la herencia natural y son sus colecciones el
instrumento primordial para llevar a cabo esta tarea. Las colecciones resultan entonces una herramienta única e imprescindible y
cualquiera sea la política que un Museo de Ciencias Naturales lleve adelante, no puede ignorar la existencia de tan valiosa fuente
de información y conocimiento.
Ya hemos mencionado que desde el siglo XVII numerosos naturalistas europeos realizaron expediciones alrededor del mundo
en donde el mayor número de especímenes posibles fueron colectados y depositados en diferentes colecciones personales o de
instituciones públicas. En la actualidad, las colecciones se siguen alimentando de las expediciones científicas, pero a diferencia
de los tiempos pasados, los fines son más precisos y las colectas más acotadas. Un ejemplo argentino son las campañas ocea-
nográficas del Buque Científico Puerto Deseado organizadas por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET) que recorren los mares del sur en busca de nuevas especies que esperan ser descubiertas y que viven y se desarrollan
en esas heladas aguas, además de llevar a cabo estudios de química marina, ecología marina y geología. De esta manera, pode-
mos conocer por ejemplo los organismos que habitan el fondo de los mares antárticos y entender su morfología, su ecología y su
comportamiento en un ambiente tan extremo. Sin embargo, no siempre los viajes de estudio son multidisciplinarios y usualmente
los científicos salen en busca de muestras predeterminadas que les sean útiles en sus líneas de investigación. Una vez obtenidos,
los especímenes son depositados en las colecciones científicas y junto con ellos se debe ingresar toda la información necesaria
que permita su identificación, su estudio y la comprensión de su biología (Ver Cuadro 2).
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Si la receta es exhibir, investigar y educar, el ingrediente secreto
son las colecciones
Así, las colecciones biológicas constituyen una importante fuente de información sobre la composición, distribución y riqueza
de la biodiversidad. El conocimiento que de ellas se desprende es esencial para el desarrollo de la investigación científica, para
la toma de decisiones respecto a políticas ambientales y para la definición de estrategias de conservación y de utilización de los
recursos.
Podemos ejemplificar lo antes expuesto con la drástica modificación actual del ambiente (por ejemplo en Argentina principal-
mente por la ampliación de la frontera agrícola), en donde el valor de los Museos y principalmente de sus colecciones adquieren
una gran relevancia. Los datos certeros que brindan las colecciones en cuanto a la riqueza de especies, su distribución, fechas de
colecta y ecología, resultan fundamentales para comprender las posibles alteraciones en los ambientes naturales y los cambios
en la biodiversidad en que pueden derivar. Sin embargo, si esta información queda guardada puertas adentro del Museo y no
se consulta, principalmente por desconocimiento de su existencia o utilidad, el rol de las colecciones de los Museos de Ciencias
Naturales resulta obsoleto. Está en manos de quienes se relacionan en forma directa con la institución promover su existencia,
funciones y deberes para con la sociedad.
Cuadro 2:
¿Cómo se organiza una colección científica?
La importancia de los datos sobre las colecciones de un museo exige que éstas sean inventariadas siguiendo un criterio claro y
conciso. Todos los Museos de Ciencias Naturales siguen un modelo general para el ingreso y documentación de las muestras
(ya sea una donación o una colecta por parte del personal que se desempeña en el Museo o que depende de la institución que
lo avala). En cuanto a muestras biológicas, los especímenes (individuales o en lote) se ingresan en un libro de entradas con
numeración correlativa y en una base de datos electrónica. En Argentina, se propone seguir los criterios de la Red Nacional de
Colecciones Biológicas (para el Global Biodiversity Information Facility) con el fin de ordenarlas según un criterio uniforme.
Una vez que se asigna un número de unidad de registro, el catalogado de las muestras biológicas se completa con la identifi-
cación taxonómica del espécimen, la localidad donde se realizó la colecta preferiblemente con coordenadas geográficas para
no insertar errores en cuanto al sitio correcto (por ejemplo, hay muchas localidades en varias provincias argentinas llamadas La
Aguada o La Estancia), la fecha de obtención, el/los colectores y otros datos significativos como por ejemplo la parte del ciclo de
vida en el que se encuentran (huevo, embrión, larva, pupa, adulto, etc.) o como sucede actualmente al ingresar tejidos a la colec-
ción. En cuanto a muestras geológicas y/o paleontológicas,
los datos de emplazamiento geológico, coordenadas geográ-
ficas, altitud y tipo de depósito resultan también necesarios.
Comunidad
científica
INVESTIGACIÓN
Conservación Docencia
COLECCIONES
CIENTÍFICAS
EDUCACIÓN DIVULGACIÓN
CIENTÍFICA
Sociedad
Figura 3. Esquema general de las tareas que se desarrollan en un Museo de Ciencias Naturales
en torno a sus colecciones científicas y en relación a los distintos ámbitos sociales.
Como una herramienta para la divulgación y la educación, el Museo se constituye como un instrumento social dirigido a todos
los ciudadanos, cuya función consiste en difundir, concientizar y generar un pensamiento crítico sobre la importancia y necesidad
de conocer y preservar los recursos naturales que los rodean. Es decir, el Museo debe actuar como un generador de conciencia
ambiental y social. Para ello, las exhibiciones representan el espacio donde se establece el contacto directo entre el visitante y las
colecciones; donde la edad, sexo, condición económica y social o la nacionalidad son insignificantes y lo único importante radica
en la función del Museo al servicio del público y su educación. En este contexto, las comunidades que rodean la institución reciben
además de un acceso factible, un impulso hacia el interés y gusto por el conocimiento de la naturaleza que los rodea y por la ciencia
incorporándolos como un elemento de todos los días (Figura 4).
Al comprender el rol del Museo como una institución que posee una estrecha relación con la sociedad, nos preguntamos si debe
preocuparse por generar ganancias económicas. Los Museos de Ciencias Naturales como instituciones públicas no se erigen
como establecimientos con fines de lucro; como dijera el museólogo George Henri Rivière (1993), primer director del Consejo
Internacional de Museos: “El éxito de un museo no se mide por el número de visitantes que recibe sino por el número de visitantes
a los que enseña algo”. Claro que todo esto se logra si todos los actores involucrados en la Institución (autoridades, técnicos,
administrativos, becarios, investigadores, docentes, pasantes y colaboradores) entienden que no es su Museo sino el de todos.
Temas BGNoa 17
A
Los Museos tienen la obligación de jugar un papel preponderante en la educación y sus colecciones (y su exhibición) resultan
de un valor incalculable como recursos educativos. Si a ello le sumamos un guión museográfico, ya sea por grupos de especies,
por regiones y/o por tiempo geológico, acorde a los planes de estudio actuales y que generen curiosidad, inquietudes, planteos,
creatividad y preguntas, entonces una de sus misiones estará cubierta. El Museo no sólo debe ofrecer actividades de información
sino también de capacitación teniendo en cuenta que el proceso de aprendizaje en los Museos no es formal y debe contener una
alta dosis de recreación.
Actualmente resulta difícil atraer la atención de los estudiantes para quienes se tiene que escoger actividades recreativas de
calidad, llamativas y agradables para pasar su tiempo. El Museo puede responder a esas necesidades mediante el aprendizaje
activo, ofreciendo la posibilidad de abordar de forma dinámica los conceptos relacionados con el saber y captar de esta manera
la atención de aquellos a los que la visita a un Museo les resulta de antemano una actividad que suponen aburrida y sin sentido.
La primera cara visible de un Museo de Ciencias Naturales es su exposición a la que acceden instituciones educativas y público
en general. Usualmente, los visitantes no se imaginan que la exposición surge de una colección y que ésta no sólo es utilizada
con fines expositivos sino también para realizar investigaciones científicas. Aparte de las salas de exposición, existen laboratorios
donde curadores y otros investigadores trabajan como lo harían en la universidad o en un centro exclusivamente de investigación.
Juegos y Conferencias
actividades
lúdicas
Figura 4. Entre las tareas que se llevan a cabo en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Salta la divulgación y la
educación no formal son abordadas a través de distintas actividades y de diverso material gráfico.
Procesamiento del
material y obtención
de preparados
cientificos Análisis de las observaciones e
interpretación de los resultados
Observaciones de los
preparados y muestras
Temas BGNoa 19
A
A partir del trabajo en un Museo, los investigadores incrementan, conservan, ordenan y estudian las colecciones con el fin de
producir conocimiento científico (Figura 5). La colección permite regresar las veces que sea necesario a los ejemplares allí depo-
sitados; por ejemplo a las muestras geológicas para realizar nuevos análisis o corroborar análisis previos y a los organismos para
ratificar observaciones, realizar nuevas que van surgiendo a través del trabajo cotidiano, para tomar medidas, disecciones de ór-
ganos y/o tejidos o analizar especímenes de especies ya extintas o en peligro. Como sostuvo el ex director del Museo de Ciencias
Naturales de Madrid (y gran figura dentro del campo de la biología del desarrollo) Pere Alberch (1993): “...Los Museos de Historia
Natural se encuentran en un punto de inflexión de su historia ya que pueden desempeñar un papel central y crítico en el desarrollo
de investigación que conduzca a la comprensión, conservación y utilización sostenible de la biodiversidad”.
El advenimiento de las nuevas tecnologías ha posibilitado la digitalización de la información de las colecciones científicas (los
“qué, dónde, cuándo, cómo y por quién”) lo que facilita la consulta vía Internet de los datos contenidos en la mayoría de los Museos
alrededor del mundo. Si bien en algunos países una política de este tipo es aún incipiente, el intercambio rápido y actualizado de
información entre investigadores no sólo permite optimizar recursos sino también valorar y aprovechar aún más la cantidad de
información depositada en las colecciones científicas.
En general, el área de investigación de un Museo es muy poco conocida y el público visitante ignora las líneas de trabajo de los
científicos que allí se desempeñan. Resulta interesante destacar que las tareas de investigación no sólo se realizan en los laboratorios
ya que los investigadores efectúan campañas de estudio y colección de material, interactúan con otros organismos de ciencia e incluso
algunos Museos poseen Estaciones Biológicas como complemento para tareas de campo.
Investigación, educación y divulgación científica están necesariamente relacionadas entre sí y es en los Museos de Ciencias
Naturales donde encuentran el espacio adecuado para su desarrollo y en las colecciones científicas la herramienta necesaria para
llevar a cabo sus tareas y cumplir sus objetivos. Sin investigación no hay nuevo conocimiento que aprender, enseñar y transmitir;
sin educación no hay progreso ni desarrollo y sin divulgación no hay generación de conciencia de que el mundo que nos rodea es
factible de ser comprendido y que esta comprensión nos da el poder para actuar sobre él.
Alberch P. 1993. Museums, Collections and Biodiversity Inventories. Trends in Ecology and Evolution 8: 372–375.
Singh JS. 2002. The biodiversity crisis: A multifaceted review. Current Science 82: 638–647.
Chapman AD. 2009. Numbers of Living Species in Australia and the World. 2 edición. Australian Biodiversity Information Services,
Toowoomba, Australia.
Puig-Samper MA. 1991. Las expediciones científicas durante el siglo VIII. En: Puerto Sarmiento, F. J. (ed) Historia de la Ciencia
y de la Técnica. 28: 1–58.
Fanerozoico
Cenozoico
particularmente los de Java-Sumatra (diciembre de Mesozoico Neógeno
23
2004), Haití (enero de 2010), Chile (febrero de 2010) y
Fanerozoico
Mesozoico
los habitantes del valle de Lerma, esta situación se
145
ha visto amplificada por el sismo ocurrido el 27 de
Proterozoico
Tiempo en miles de millones de años
Fragmentación
el tema es tratado de forma vertiginosa por la prensa,
de Pangea
200
en las escuelas, charlas de familia, amigos y vecinos,
Fromación de
Pangea
le brindamos, del calentamiento global, entre tantas 299
otras, que empañan las opiniones racionales que ex-
plican qué es un terremoto y por qué se origina. Carbonífero
488
consecutivas en las que primero trataremos la Tectó-
nica de Placas para destacar aquellos aspectos de Cámbrico
542
mayor interés que ayuden a comprender el fenómeno
de los sismos o terremotos; en los números siguientes Formación de la Tierra
se tratarán los terremotos en general, los terremotos
Figura 1. División del tiempo geológico con indicación de principales eventos
en Argentina con énfasis en la región noroeste y las
relacionados a la Pangea.
medidas de prevención.
Temas BGNoa 21
A
Tectónica de placas
La teoría de la Tectónica de Placas es uno de los paradigmas de las Ciencias Naturales y de las Ciencias de la Tierra en par-
ticular porque integra observaciones geológicas, geofísicas y geográficas que permiten entender la evolución del planeta Tierra
desde sus orígenes, hace aproximadamente 4000 millones de años, hasta la actualidad (Figura 1). La Geofísica se ocupa de la
Tierra desde el punto de vista de la Física y su objeto de estudio comprende todos los fenómenos relacionados con la estructura,
condiciones físicas e historia evolutiva de la Tierra.
En la presente contribución, analizaremos los aspectos de la teoría que ofrecen mayor interés para entender el origen de los
terremotos con el riesgo de dejar de lado otros también fundamentales de la Tectónica de Placas. Comenzaremos con una síntesis
de los hechos que se consideran pilares en la construcción de esta teoría y que permiten interpretar el fenómeno natural de los
sismos o terremotos. Esta reseña es además apropiada para mostrar cómo evoluciona una teoría científica en las Ciencias Na-
turales. En el marco de la Tectónica de Placas también es posible entender la distribución y evolución de las fauna y flora fósiles
(extinguidas) y actuales.
EVOLUCIÓN DE LA TEORÍA
DE LA TECTÓNICA DE PLACAS O
TECTÓNICA GLOBAL
La deriva de los continentes
La aparición de los primeros mapas de las costas de Améri-
ca, Africa y Europa (Figura 2) permitió reconocer la existencia Figura 2. “Theatrum Orbis Terrarum” (Teatro del Mundo). Mapa
de una notable similitud geométrica de las líneas de costa. elaborado por el cartógrafo y geógrafo flamenco Abraham Ortelius
La primera mención de este encaje es atribuida a Abraham en 1570, quien es reconocido como el creador del primer atlas mo-
Ortelius, geógrafo y cartógrafo flamenco, a fines del Siglo XVI. derno. Fuente: http://ancientworldmaps.blogspot.com
A partir de entonces, el avance de la cartografía ofreció nuevos elementos que permitieron considerar a los continentes como
piezas de un rompecabezas, especialmente al tener en cuenta el encaje entre las costas este de América y oeste de Africa. Este
hecho fue destacado por diferentes naturalistas desde la observación inicial de Ortelius y la propuesta de Snider en el año 1858.
Snider puede considerarse como uno de los precursores de la Tectónica de Placas porque mencionó la movilidad de los conti-
nentes y propuso la primera reconstrucción paleogeográfica (Figura 3), la cual muestra coincidencias a grandes rasgos con las
interpretaciones actuales.
En 1910, el físico norteamericano Taylor, y en 1912, el meteorólogo alemán Alfred Wegener, describieron a la deriva continen-
tal o movilidad de los continentes como un proceso que habría comenzado hace aproximadamente 200 millones de años y que
continuaría en la actualidad. Se considera a Wegener como el padre de la Tectónica de Placas porque, al formular la teoría de la
Deriva Continental en su libro “El origen de los continentes y océanos” (publicado en Alemania en en 1915) sintetizó los datos
geológicos, paleontológicos y paleoclimáticos que, además del encaje entre los continentes, daban sustento a su teoría, entre ellos:
a) Fósiles de plantas y animales similares que se encuentran en diferentes continentes (Figura 4, arriba). Los detractores de
la teoría de Wegener proponían puentes intercontinentales a través de los cuales habrían migrado las especies cuyos fósiles se
descubrieron en diferentes continentes;
b) Cadenas montañosas que terminan abruptamente contra el borde de un continente y se continúan con iguales características
en otro al juntarlos. Para argumentar esta continuidad, Wegener consideró los detallados estudios del geólogo sudafricano DuToit,
quien fortaleció las pruebas que sugerían que los actuales continentes habrían estado agrupados;
Temas BGNoa 23
A
en el Himalaya, que mostraron que la atracción gravitatoria que ejercían estas
grandes cordilleras eran menores a las supuestas. Así se planteó que el exce-
so de masa representado por el volumen extra que significaba una cordillera
estaba compensado por rocas más livianas por debajo. Esta compensación
se tradujo en la propuesta que la capa SIAL era más espesa en las zonas de
grandes elevaciones topográficas (por ejemplo la región andina) que en la
zonas llanas (por ejemplo la llanura chaqueña). Este comportamiento es com-
parable con aquél de un témpano, cuya porción sumergida es directamente
proporcional a la parte emergida. A medida que una cordillera crece en altura
y ancho de igual forma se incrementan sus raíces, de forma contraria cuando
una cordillera deja de crecer y es desgastada por agentes de erosión, al dis-
minuir su volumen también disminuyen sus raíces. Este concepto dio lugar a
la propuesta que las rocas más densas de la capa SIMA deberían fluir para
lograr el equilibrio o compensación entre las masas (Figura 6). La teoría de la
Isostasia se comprobó con el levantamiento registrado en la península escan-
dinava como consecuencia del derretimiento del casquete de hielo de varios
kilómetros de espesor que la había cubierto durante la última era glacial ocu-
rrida aproximadamente 15.000 años atrás; al desaparecer la capa de hielo se
eliminó un peso o volumen a la península experimentándose un levantamiento
de milímetros por año como resultado de esta compensación de masas.
Wegener se basó en estos principios para sostener que las rocas más livianas (SIAL) flotaban sobre aquellas más densas
(SIMA), por lo que podían desplazarse y derivar, proceso que habría conducido a la fragmentación del supercontinente de Pan-
gea, la apertura del Océano Atlántico, la formación de cordilleras en los bordes de los continentes (por ejemplo los Andes) por la
compresión que sufrían los bordes que constituían el frente de movimiento durante la deriva y otros rasgos que incluía su teoría. El
gran mérito de Wegener fue proponer su teoría de una forma integrada, con distintos tipos de argumentos que la fundamentaban e
hipótesis acerca del origen y mecanismos de la deriva, aunque él mismo reconocía que estos mecanismos constituían los puntos
débiles de su propuesta.
De acuerdo con Holmes, el calor generado por la descomposición de los elementos radioactivos contenidos en las rocas pro-
duciría corrientes de convección en la SIMA. Debido a que las áreas continentales por su composición tenían mayor contenido de
elementos radioactivos, Holmes pensó que las corrientes de convección estaban acentuadas en estas áreas y tenían la suficiente
fuerza como para desmembrar y separar los grandes continentes, entre las que se generaban nuevos océanos. La hipótesis de
Holmes constituyó la primera propuesta sólida acerca del mecanismo del movimiento horizontal de los continentes. Si bien los
mecanismos postulados actualmente para explicar el desplazamiento de los continentes y la creación de océanos guardan poca
relación con la propuesta de Holmes, ésta puede considerarse como la bisagra entre la Deriva Continental y la Tectónica de Placas
o Tectónica Global.
Temas BGNoa 25
A
Los primeras investigaciones paleomagnéticas habían demostrado que ocurría una variación regular en la polaridad del campo
magnético con el tiempo geológico y ésto significaba que existieron períodos en los que los polos magnéticos se habrían invertido
y se denominan períodos de polaridad normal y de polaridad inversa (Fig. 8). También durante la década de 1950, Raff y Mason
quienes trabajaban para un instituto de investigaciones oceanográficas de California, descubrieron que las rocas del fondo marino
representaban fajas con polaridad normal y polaridad inversa y que eran paralelas a las dorsales centro oceánicas. Los resulta-
dos de Raff y Mason publicados en 1961 se integraron con aquéllos que al mismo tiempo habían obtenido Vine y Matthews, de
la Universidad de Cambridge, estudiando el fondo del Océano Indico y que permitieron vincular estas anomalías de la polaridad
magnética con la propuesta de expansión del fondo oceánico de Hess. De esta forma, en las dorsales se producía nueva corteza
oceánica que registraba la polaridad magnética al momento de su formación. Estas bandas eran paralelas a las dorsales y se
disponían de forma simétrica respecto a ellas, como imágenes especulares, y su edad debería aumentar junto con la distancia a la
dorsal (Figura 8). Mediante las dataciones radiométricas fue posible obtener la edad de estas bandas con polaridades magnéticas
normales e inversas, datos que confirmaron las hipótesis que proponían la movilidad de los continentes (Figura 8).
Temas BGNoa 27
A
Otras evidencias sobre la dinámica global fueron aportadas por las investigaciones sismológicas. Un sismo es una liberación
rápida de energía elástica acumulada en las rocas; esta energía se distribuye a través de las ondas sísmicas. Las observaciones
iniciales mostraron que la actividad sísmica se concentra en áreas de costas y de montañas. La necesidad humana de entender
este fenómeno que ocasionaba muertes y daños materiales llevó al desarrollo de la sismología, disciplina que estudia las ondas
sísmicas, su origen y propagación. A fines del Siglo XIX se fabricaron los primeros sismógrafos y en las primeras décadas del Siglo
XX se conformó una red a nivel mundial que permitió registrar, analizar e interpretar las ondas sísmicas. Una de las primeras obser-
vaciones consistió en que, de acuerdo con la velocidad de las ondas sísmicas, el interior de la tierra no es uniforme sino que está
formado por capas con diferentes propiedades mecánicas a través de las cuales las ondas se propagan a diferentes velocidades.
Así, la sismología brindó herramientas de valor para comprender la estructura interna de la Tierra, formada por capas concén-
tricas, e indicar las profundidades a las que se encontraban los límites de estas capas. De esta forma se detectaron variaciones
en velocidad de las ondas sísmicas delatando la discontinuidad de Mohoviricic o Moho, en la transición de la corteza al manto,
la discontinuidad de Gutenberg, en la interfase entre manto y núcleo, y la zona de baja velocidad sísmica en la parte superior del
manto que se establece como el límite entre litósfera y astenósfera. En este marco, se formularon diferentes propuestas sobre la
zonación interna de la Tierra, algunas con fundamentos de su composición, otras con fundamentos acerca de su comportamiento
mecánico (Figura 9).
Figura 10. Distribución de sismos en el mundo. Compárese con la Figura 11 que muestra límites de placas tectónicas y con la figura
de distribución de volcanes del artículo de Guzmán y Montero López en este número de TBGNOA Fuentes: NASA Goddar Space
Flight Center y www.uwsp.edu/geo/faculty/lemke/geog101/lectures/18_plate_tectonics.html
La integración de observaciones en una única teoría
Pasaron más de 100 años desde la propuesta de Snider en 1858 hasta la década de 1960. Ese período refleja claramente el
avance de los conocimientos, especialmente con posterioridad a Wegener. Las primeras observaciones de encaje de costas se
mantenían aunque a finales de los 60 se complementaban con el conocimiento de la superficie terrestre tanto en los continentes
como en los océanos, con la noción de la estructura interna de la Tierra en la que algunos materiales tenían capacidad para fluir, en
la documentación de las edades del fondo oceánico y en la distribución de sismos y volcanes. Si bien se atribuye a un trabajo de
McKenzie y Parker publicado en 1967 la primera mención de la Tectónica de Placas, fueron varios los científicos que entre 1965 y
1970 expresaron sus ideas sobre esta nueva teoría integradora, entre los que puede mencionarse a Wilson, Morgan, Isacks, Sykes
y Oliver. Estos tres últimos geofísicos presentaron un trabajo en 1968 en el que integraron sus datos sismológicos con aquellos
provenientes de otras disciplinas e introdujeron el término de Tectónica Global. Dejando de lado las cuestiones históricas, la Tectó-
nica de Placas o Tectónica Global propone que la superficie de la Tierra está constituida por siete grandes fragmentos y otros más
pequeños que se denominan placas tectónicas (Figura 11).
El espesor de las placas varía entre 70 y 150 km, y
constituyen la litósfera que es la capa más externa del
planeta. La litosfera está constituida por la corteza conti-
nental (SIAL) y por la corteza oceánica y parte superior del
manto (SIMA). La astenósfera es la parte del manto que
se dispone por debajo de la litósfera y donde se producen
las corrientes de convección térmicas (Figura 9). Estas co-
rrientes o celdas de convección son las que provocan el
movimiento de las placas litosféricas que se desplazan a
velocidades de hasta 8-9 cm por año (la mayoría se mue-
ve a velocidades de entre 2 y 5 cm por año). Si Cristobal
Colón hubiera hecho su viaje 500 años después, hubiese
Figura 11. Fuente: www.ngdc.noaa.gov/ tenido que cruzar un océano 15 m más ancho, distancia
aproximada que se ensanchó el Atlántico desde 1492
como resultado del movimiento de las placas
Los bordes o límites de placas son de tres tipos (Figura 12): a) Divergentes o constructivos: son aquellos donde las placas se
separan y el espacio que se genera da lugar a la formación de nueva corteza a partir del ascenso de magma desde el manto.
Están representados por las dorsales centro oceánicas, con ejemplos más típicos en los Océanos Atlantico, Pacífico e Indico; b)
Convergentes o destructivos: son aquellos en los que dos placas se encuentran por movimientos opuestos y una placa se hunde
Temas BGNoa 29
A
por debajo de la otra, proceso llamado subducción. Las zonas de subducción están marcadas por las fosas oceánicas como
aquella que bordea el margen pacífico de América Central y del Sur o bordeando arcos de islas como en Japón-Kuriles. Se deno-
minan destructivos porque en esos bordes se consume la litósfera que se hunde en la astenósfera mediante la subducción. Donde
convergen una placa oceánica y una continental, la primera se hunde por debajo de la otra porque es más densa y genera en su
avance, sobre el borde continental, una zona de acortamiento que forma montañas y cordilleras como es el caso de los Andes.
Donde convergen dos placas oceánicas, aquella más antigua se hunde por debajo de la placa más nueva porque está más fría y
por ello es más densa; ésto sucede por ejemplo en las islas Marianas (Mar de Filipinas) o Japón-Kuriles. Cuando la convergencia
entre dos placas pone en contacto dos bloques de corteza continental se produce una colisión de placas como ocurrió entre la India
y Asia, colisión que dio lugar a una zona de intenso acortamiento y levantamiento representado por los Himalayas; c) El tercer tipo
de borde de placa se denomina transformante, conservativo o neutral. Allí no se produce ni se consume corteza porque las placas
se desplazan lateralmente con movimiento paralelo al límite de placa. Los bordes transformantes más notables son aquellos contra
los que terminan segmentos de las dorsales oceánicas, por ejemplo el que separa las placas Pacífica y Norteamericana en la zona
de California, o el que marca el borde sur de la placa Norteamericana en contacto con las placas Sudamericana y del Caribe.
Los bordes de placa constituyen las zonas de mayor actividad sísmica y volcánica mientras que en el interior de las placas se
encuentran las zonas más estables (Figuras 10 y 11). Esta explicación que parece simple es la consecuencia de más de 150 años
de discusiones y debates científicos, con miles de observaciones geológicas y geofísicas que documentaron o desecharon cada
hipótesis a partir de cuya integración se fue construyendo la teoría de la Tectónica de Placas o Tectónica Global.
El siguiente desafío de la Tectónica de Placas fue determinar si esta teoría que se había demostrado para los últimos millones
de años de la historia geológica, a partir del Mesozoico, había sido efectiva con anterioridad. El acelerado avance de las Ciencias
de la Tierra en los últimos 40 años ha aportado numerosas evidencias acerca de cómo estaban distribuidos los continentes antes
de la formación de Pangea (Figura 13). Aún hoy persisten debates y discusiones sobre cómo evolucionó la Tierra, aunque ya nadie
discute la movilidad de los continentes a través de la historia del planeta.
Heezen BC, Tharp M. 1977. World ocean floor panorama (map). Mercator
projection. Marie Tharp Maps at www.marietharp.com
Kearey P. 2009. Global tectonics. – 3rd ed. / Philip Kearey, Keith A. Klepeis,
Frederick J. Vine, 481 p. WileyBlackwell
Yount L. 2009. Alfred Wegener: creator of the continental drift theory. Chel-
Figura 13. Síntesis de reconstrucciones de continentes
sea House Publishers. 160 p.
para el Proterozoico (650 millones de años), el Devónico
(390 Ma), el Cenozoico temprano (50Ma) y una recons-
trucción futurista para dentro de 250 millones de años,
tiempo en el que se calcula se producirá una nueva amal-
gamación de continentes.
Redibujado de http://www.scotese.com/earth.htm
Temas BGNoa 31
Artículos
Artículos
Los volcanes de la Puna Austral
* Silvina Guzmán y ** Carolina Montero
La Puna es una provincia geológica que comprende el sector último concepto está supeditado a la capacidad de observación
occidental de las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca y está de las personas y de registro histórico e incluso en sectores no
caracterizada por un nivel de base superior a 3.500 msnm, por poblados la actividad de un volcán podría pasar desapercibida
un sistema de drenaje cerrado con el desarrollo de salares y la- (actualmente eso no ocurre gracias a la presencia de satélites).
gunas y por la presencia de numerosos volcanes. Aunque en la Por otra parte, existen los denominados supervolcanes o calde-
Puna abundan los volcanes, no mucha gente está al tanto de su ras que están relacionados a grandes cuerpos de magma (ge-
presencia, debido a que para el imaginario común la cercanía de neralmente mayores a 10 km3) por lo que pueden tener períodos
un volcán implica vulnerabilidad, peligro. Esto es cierto siempre más prolongados de inactividad.
y cuando los volcanes sean activos y se encuentren cercanos a
un área poblada. Un volcán activo es aquel que tiene potencial
de presentar algún tipo de actividad en un futuro cercano; esta
actividad puede ser explosiva (una erupción en donde el magma
¿Qué es un volcán?
se transforma en fragmentos por la presión ejercida por los ga- Generalmente denominamos volcán a la morfología genera-
ses a medida que el mismo sale del conducto), efusiva (la salida da como resultado de la salida al exterior de material rocoso fun-
no explosiva del magma a la superficie, el ejemplo más típico dido (magma). La mayoría de los volcanes está constituido por
sería el de una lava) o simplemente puede ser la emisión de una cámara magmática (lugar donde se acumula el magma),
gases a alta temperatura (fumarolas). También otros indicadores un conducto a través del cual asciende el magma y un centro
son la presencia de actividad hidrotermal y sismicidad asociadas de emisión a partir del cual el magma es extruido a la super-
al volcán e incluso manifestaciones que no son perceptibles sin ficie de la tierra. Finalmente, la acumulación de los productos
el monitoreo del volcán. En particular, la sismicidad originada volcánicos conduce a la construcción de un edificio volcánico
por la actividad de un volcán es debida al ascenso de magma y (Figura 1).
a su interacción con las rocas que atraviesa en su camino hacia
la superficie, las ondas sísmicas así generadas están restrin-
gidas arealmente a las cercanías del volcán, se presentan en
forma de eventos sísmicos peculiares, que necesitan análisis
de tipo específico y también de una vibración continua que se
denomina “tremor volcánico”. Esta sismicidad no es de gran es-
cala en comparación con los sismos producidos por la liberación
de energía durante el movimiento de las placas tectónicas.
Temas BGNoa 32
A
En el caso de nuestro continente, la mayor parte del magmatismo se ubica en el borde oeste de la placa Sudamericana y esto es
una respuesta de la subducción de las placas de Nazca y Antártica bajo la Sudamericana.
Tipos de volcanes
Las erupciones se diferencian en base a
su explosividad (la cual está íntimamente re-
lacionada a la cantidad de gases disueltos en
el magma -volátiles: agua, dióxido de carbono,
etc.-, su viscosidad, composición, tempera-
tura, densidad y geometría del conducto) y a
la altura de la columna eruptiva. Los tipos de
erupciones más conocidas son hawaianas,
estrombolianas, vulcanianas, plinianas, surtse-
yanas y freatoplinianas (Figura 3), cuyos nom-
bres vienen dados por los estilos eruptivos más
frecuentes de ciertos volcanes, así responden
a los volcanes de Hawaii (EEUU), Stromboli
(Italia), Vulcano (Italia), Surtsey (Islandia).
Figura 3. Estilos eruptivos (tomado de Cas y Wright, 1987)
Por otra parte, la denominación pliniano deriva de Plinio el Joven, quien en el año 79 describió la erupción del volcán Vesubio en la
cual falleció su tío Plinio el Viejo. Un caso llamativo es el de Surtsey, ya que la isla que lleva ese nombre se generó mediante una serie
de erupciones que ocurrieron entre 1963 y 1967, es decir que tanto el nombre del volcán que se generó como el del estilo eruptivo
postdatan a su formación. El estilo eruptivo puede cambiar incluso dentro de una misma erupción y por ende también a través del
tiempo en un mismo volcán, como por ejemplo en el volcán Stromboli.
De acuerdo a su morfología, los edificios volcánicos pueden dividirse en conos de escoria, estratovolcanes, maares, domos y cal-
deras entre otros. A continuación daremos ejemplos de cada uno de este tipo de estructuras volcánicas en el contexto de la región de
interés, la Puna Austral.
Figura 4. Distribución de los depósitos volcánicos cenozoicos de la Zona Volcánica Central Sur
Temas BGNoa 34
A
Algunos ejemplos en la Puna Austral son los volcanes de El Jote (Antofagasta de la Sierra, Catamarca) que comprenden
a varios edificios volcánicos los cuales emitieron sus productos a la superficie hace 3,2 Ma (Risse et al., 2008). Otros ejem-
plos son El Negro de Antofagasta (Antofagasta de la Sierra, Catamarca) y Los Gemelos (La Poma, Salta) de 35.000-50.000
años (Guzmán y Petrinovic, 2005) (Figura 5).
Figura 5. Volcanes Los Gemelos (La Poma, Salta). La barra representa 1 km.
Maares
Son cráteres en forma de cuenco que generan depresiones de entre 10 y 500 m de profundidad con respecto a la superficie
pre-eruptiva, sus diámetros varían entre 0,2 a 3 km. Se originan por erupciones explosivas cuando el magma entra en contacto con
el agua subterránea o superficial (erupciones freatomagmáticas). Algunos ejemplos en la Puna Austral se encuentran en las áreas
de Galán (Figura 6), Pasto Ventura y Cerro Blanco.
Domos de lava
Los domos son cuerpos subvolcánicos de forma globosa que se forman en el conducto sin llegar a la superficie (Llambías,
2009), aunque en algunos casos el magma alcanza la superficie formando domos exógenos. Se construyen a medida que el mag-
ma viscoso se enfría rápidamente, sus diámetros oscilan entre pocos metros a varios kilómetros y su altura varía desde unos pocos
metros a más de 1 km. Pueden ser circulares, elípticos o irregulares. Existen muchos ejemplos históricos de crecimiento de domos
y también de un consiguiente colapso, en cuyo caso se producen erupciones explosivas que pueden ser altamente peligrosas.
Las velocidades de crecimiento de los domos pueden ser muy altas, por ejemplo, el domo Santiaguito en el volcán Santa María
(Guatemala) creció 500 m de altura y alcanzó un diámetro de 1.200 m en solo dos años (Hall, 1987). En muchos casos los domos
Figura 7. Domo Cueros de Purulla (Antofagasta de la Sierra, Catamarca). La barra representa 2 km.
Temas BGNoa 36
A
se encuentran asociados a sectores cuspidales de estratovolcanes o a los bordes o centros de calderas. La Puna Austral cuenta
con centenares de domos, entre ellos destacan el de Cerro Blanco (Antofagasta de la Sierra, Catamarca) con 4.654 msnm, una
altura máxima aproximada de 500 m y una edad de 0,15 Ma (Seggiaro et al., 2000), el de Cerro Cueros de Purulla (Antofagasta
de la Sierra, Catamarca, ver Figura 7) del Pleistoceno (~ 1,8 – 0,7 Ma, Seggiaro et al., 2000) con 4.888 msnm, y el domo central
del Cerro Galán (Salta-Catamarca) de 5.877 msnm de elevación, una altura estimada de 1.000 m y una edad de aproximadamente
2,5 Ma (Sparks et al., 1985). Este domo está asociado a la caldera de Cerro Galán y representa un evento de resurgencia (ver en
la sección de calderas).
Estratovolcanes
Calderas de colapso
Normalmente están ligadas a la presencia de grandes cámaras magmáticas en niveles someros de la corteza terrestre.
Las calderas pueden diferenciarse en base a su génesis como de overpressure (sobrepresión) y underpressure (bajopre-
sión). Las calderas de la Puna suelen ser del tipo overpressure, por lo que describiremos el mecanismo de formación de
este tipo de calderas de colapso. Cuando la sobrepresión ejercida por los gases contenidos en el magma aumenta puede
producirse una elevación en la superficie (tumescencia) que finalmente conducirá a la formación de fracturas en la super-
ficie que al alcanzar la cámara magmática favorecen una súbita descompresión del magma, su fragmentación dentro de la
cámara magmática y finalmente su salida violenta a superficie. En esta etapa se genera el colapso de la caldera y la extru-
sión de grandes volúmenes de magma (generalmente mayores a 100 km 3). Los depósitos de origen volcánico se distribuyen
en torno a la depresión central (depósitos extracaldera) y suelen cubrir la antigua topografía aplanando el relieve. Una
gran parte del material extruido cae en la depresión generada por el vaciamiento parcial y/o total de la cámara magmática,
denominándose depósitos intracaldera. El resultado final es una depresión generalmente de dimensiones kilométricas que
por eventos posteriores -tanto magmáticos como tectónicos- puede elevarse (resurgencia). En la Puna Austral existen al
menos tres grandes calderas;
a) Cerro Galán (Salta-Catamarca), con diámetros de 35 km y 20 km (Sparks et al., 1985) es una de las más grandes
en el mundo, con un volumen estimado mayor a 500 km3. Esta caldera tuvo actividad entre 7 y 2 Ma (Sparks et al., 1985).
b) Luingo (Salta-Catamarca) tiene diámetros de 19 km y
13 km, un volumen de 135 km3 y su edad es de 13-12 Ma
(Guzmán y Petrinovic, 2010).
N c) Cerro Blanco (Antofagasta de la Sierra, Catamarca)
consiste de tres estructuras de caldera anidadas, con un
diámetro conjunto de aproximadamente 15 km (Seggiaro et
al., 2000) (Figura 9). Esta caldera estuvo activa desde los
0,5 Ma, con erupciones más recientes que 5.500 años, lo
que la convierte en el volcán más joven en el ámbito de la
Puna argentina (Montero López et al., 2009).
Figura 9. Caldera de Cerro Blanco (Antofagasta de la Sierra, Catamarca). La barra representa 5 km.
Temas BGNoa 38
A
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La minería es el primer eslabón en la cadena de producción de muchos de los productos que diariamente utilizamos para vivir
(casas, edificios, caminos, electrodomésticos, computadoras, automóviles, etc.), por lo que el desarrollo de las sociedades ha
requerido y requiere de la utilización de variadas materias primas que se obtienen de la explotación de yacimientos minerales.
Cuadro 1:
Un mineral es una substancia inorgánica natural sólida formada en la corteza terrestre que posee una composición
química característica y una disposición atómica ordenada (Klein y Hurlburt, 1997). Un gran conjunto de minerales son
explotados por el hombre para su aprovechamiento. Son recursos naturales no renovables producto de ciclos naturales,
están asociados al ciclo de las rocas. Algunos minerales como la sal, el azufre y en algunos casos los áridos (arenas)
son renovables, por ejemplo la sal se cosecha todos los años, en los ríos la arena naturalmente vuelve a depositarse.
Cuadro 2:
Los metales se encuentran en la naturaleza como elementos nativos como el oro (Au), la plata (Ag), el cobre (Cu), o
formando parte de minerales metalíferos. Los minerales metalíferos que contienen la mayoría de los metales son los
sulfuros y los óxidos, llamados así por que tienen, respectivamente, azufre (S) y oxígeno (O) en su composición. Por
ejemplo: el sulfuro de plomo (Pb) o galena (PbS), el sulfuro de cinc (Zn) o esfalerita (ZnS), los sulfuros de cobre como
calcopirita (CuFeS2), bornita (CuFeS4), covelina (CuS) y calcosina (Cu2S), de molibdeno (Mo) o molibdenita (MoS2) y los
óxidos, de cobre o cuprita (Cu2O), de hierro (Fe) o magnetita (Fe3O4). El oro también puede estar en teluros de oro, y la
plata en sulfosales de plata.
En el léxico geológico-minero de los yacimientos metalíferos se denomina mineral de mena a aquellos minerales de los
que se extrae uno o más metales y mineral de ganga a los minerales del yacimiento que acompañan a la mena pero que
no tienen interés económico. Por ejemplo menas de cobre son la calcopirita (CuFeS2), bornita (CuFeS4), covelina (CuS)
y calcosina (Cu2S); mena de plomo la galena (PbS); mena de cinc la esfalerita (ZnS) y minerales de ganga comunes son
el cuarzo (SiO2) y la pirita (Fe2S). Estéril: Corresponde a las rocas que no contienen mineral o lo contienen en cantidades
mínimas, no rentables.
Temas BGNoa 40
A
Los minerales en su estado natural permanecen en la corteza terrestre hasta que son descubiertos, al extraerlos se modifican
las condiciones naturales y esto produce impactos ambientales negativos entre los cuales la generación de aguas ácidas en de-
terminados tipos de yacimientos es uno de los más importantes. Nos referiremos en este artículo a los yacimientos de minerales
metalíferos sulfurados.
veta mineralizada
A B
veta mineralizada
Figura 1. Yacimiento Farallón Negro (plata y oro), Catamarca, Argentina. A. Interior de mina, veta con plata y oro en
ganga de manganeso, roca de caja volcánica, ancho de veta 30 cm. B. Galería subterránea. C. Vista alejada de veta
mineralizada con plata y oro. En el cuadrante inferior izquierdo se observa el ingreso a la labor subterránea. Fotos:
Natalia Salado Paz.
La metodología de explotación de un yacimiento y el diseño de la mina dependerán de la naturaleza del depósito, es decir, si
el mineral está concentrado o diseminado en la roca. En general, la extracción de minerales industriales es simple y se realiza
en canteras a cielo abierto (calizas, granitos, micas), en la superficie de los salares (sal de mesa, potasio, litio, boratos), o en las
primeras capas de los suelos (arcillas).
La explotación de los yacimientos de sulfuros es más compleja y la metodología varía de mina en mina. Cuando el mineral está
concentrado se presenta en vetas, capas, lentes y/o filones (Figura 1A y C), aquí el método de explotación más frecuente es el
subterráneo a través de galerías horizontales y chimeneas verticales que se dirigen en forma focalizada a extraer la mena (Figura
1B y C), un ejemplo de este tipo de mina es Farallón Negro, ubicada en la provincia de Catamarca, donde se explotan vetas ricas
en minerales de plata y oro.
Cuando el mineral está diseminado (Figura 2A y B) en pequeñas venillas y/o poros de la roca, es decir pequeñas cantidades
distribuidas en grandes volúmenes, el método de explotación consiste en extraer toda la roca para concentrar posteriormente el
mineral. Dado los elevados volúmenes de material involucrado, este proceso se conoce como megaminería. En general, del 100%
del volumen de roca extraída, sólo alrededor de un 1% es económicamente aprovechable (mena) y el resto pasa a formar parte de
los residuos mineros. Aquí se realizan grandes excavaciones a cielo abierto en forma de anfiteatros denominados open pit (Figura
2C) y comúnmente, si la mineralización continúa en profundidad, se pasa al método de explotación subterráneo.
A C
camiones de carga de mineral
B
Py - Cp
Qtz
Figura 2. Yacimiento diseminado. A. Testigo de roca de una perforación en depósito de cobre y molibdeno en la provincia de Salta,
muestra la mineralización diseminada en pequeñas vetillas (stockwork), escala de 5 cm. B. Detalle del testigo, vetillas y granos con
pirita (Py), calcopirita (Cp) (mena) y vetillas con cuarzo (ganga). Fotos, gentileza Natalia Salado Paz. C. Open pit mina Bajo la Alum-
brera, http://www.alumbrera.com.ar
Temas BGNoa 42
A
Las rocas extraídas de la mina que no van al proceso de beneficio porque tienen baja concentración o no tienen metales de
interés, son acumuladas en montículos denominados escombreras. Las escombreras y los diques de colas forman parte de los
desechos mineros y junto con el open pit y/o los laboreos subterráneos son las principales fuentes de generación de aguas ácidas
y contaminación cuando el agua de lluvia y el agua subterránea toman contacto con ellos.
El agua y la minería
La minería es una actividad que requiere agua en la mayoría de las etapas de su producción pero específicamente en la etapa
de beneficio, donde el agua se utiliza para facilitar la molienda de la roca y en los tanques de flotación para separar el mineral con
los reactivos de flotación en medio acuoso. Luego, el agua es depositada en el dique de colas junto con los residuos del proceso,
en general gran parte es bombeada y reutilizada en el mismo. La escala de la mina, de la planta de beneficio y el volumen de roca
que ingresa para ser procesado definirán el volumen de agua necesaria, variando de un yacimiento a otro.
La minería es cuestionada debido a la utilización de grandes volúmenes de agua, en especial en regiones con escasos recursos
hídricos donde la competencia por el uso del agua entre la agricultura y la minería es fuerte. Se conocen ejemplos de ello en Ar-
gentina: los casos de las minas Pascua-Lama y Veladero en la provincia de San Juan y de mina Alumbrera en Catamarca.
En general las minas se encuentran en zonas altas de cabecera de cuenca, lo que implica riesgos de contaminación del recurso
hídrico y su inutilización para las poblaciones que dependen del mismo. Existen proyectos mineros económicamente interesantes
pero que resultan inviables debido a la oposición de las comunidades locales, que ven peligrar la calidad del recurso o que se
oponen a la minería por rechazo a esta actividad. Se puede mencionar el caso de Esquel (2003) y del yacimiento Agua Rica (2009-
2010) en la provincia de Catamarca, ubicado en la cabecera del río Potrero que atraviesa la localidad de Andalgalá.
A B
Figura 3. A. Drenaje ácido de mina en escombrera de la mina abandonada Pan de Azúcar, Jujuy. El color rojo se debe al hierro y otros
metales en solución. B. pH del agua < 2, cinta colorimétrica para medición de pH, cada color indica un valor de pH, el color rojo pH =1
y el azul pH=11. Fotos: Marcelo Arnosio.
Drenaje ácido de mina (DAM): es la acidificación del agua superficial y subterránea en una mina al estar en contacto con mi-
nerales metalíferos en las labores mineras, diques de colas y/o escombreras (Figura 3). La actividad minera causa fragmentación
(permeabilidad secundaria) en las rocas y aumenta la superficie específica de contacto entre las rocas, el aire y el agua. El mineral
que mayor capacidad de generar drenaje ácido tiene es el sulfuro de hierro o pirita (Fe2S).
La pirita es abundante y común en los yacimientos metalíferos y de carbón; como no tiene valor económico, pasa a formar parte
de los desechos mineros concentrándose en las escombreras y diques de colas (Figura 4A). Allí constituye un potencial generador
de drenaje ácido de mina.
Temas BGNoa 44
A
A B
sectores oxidados
grano de pirita
Figura 4. Granos de pirita (cúbica) y otros minerales metálicos extraídos del dique de colas abandonado de la mina Concordia, Salta.
Imágenes de microscopio electrónico de la Universidad Nacional de Salta (LASEM). A. Granos cúbicos de pirita (DC 04 A1 (cristal 1 y 2). B.
Corte delgado donde se observa un grano de pirita con sectores oxidados (Borde 1 y 2) y centro inalterado (Tonda, 2010).
La alteración de este mineral se produce en distintas etapas, se presentan aquí las reacciones principales: (1) oxidación de
azufre (S); (2) oxidación del hierro ferroso (Fe2+); (3) oxidación de pirita por hierro férrico (Fe +3), que es la que genera mayor acidez
(Nordstrom, 1982; Dold, 2010).
FeS2 (s) + O2 (g) + H2O (ac) → Fe2+ (ac) + 2SO42- (ac) + 2H+ (ac) (1)
pirita + oxígeno + agua → hierro + sulfato + protones
atmosférico ferroso
FeS2 (s) + 14Fe3+ (ac) + 8H2O (ac) → 15Fe2+ (ac) + 2SO42- (ac) + 16H+ (ac) (3)
pirita + hierro férrico + agua → hierro ferroso + sulfato + protones
A B
Figura 5. Imágenes de microscopio electrónico. A. Acidithiobacillius thiooxidans sobre grano de pirita. B. Grano de pirita luego de ser atacado
en laboratorio durante cinco meses por microorganismos. Gentileza del Dr. Edgardo Donati, Universidad Nacional de La Plata.
Temas BGNoa 46
A
Pasivos mineros en el Noroeste Argentino y legislación ambiental
En el noroeste argentino existen explotaciones mineras subterráneas de sulfuros primarios abandonadas hace alrededor de
veinte años sin un adecuado cierre de mina, constituyendo pasivos ambientales mineros. Las minas cesaron su actividad a media-
dos de la década del ‘80 ya que por disminución en el precio de los metales o por agotamiento de las reservas bajó su rentabilidad.
La minas a las que se hace referencia en este trabajo son Concordia (plomo, plata y cinc) (Figura 6) y planta de procesamiento
La Poma (plomo y plata) en la provincia de Salta (Argañaraz et al., 1982) y Pan de Azúcar (plomo, plata y cinc) en la provincia de
Jujuy (Segal y Caffe, 1999) (Figura 7). Los diques de colas y escombreras abandonados poseen minerales sulfurados (incluyendo
pirita) y están expuestos al intemperismo, convirtiéndolos en fuentes generadoras de DAM. Estas minas y el volumen de sus de-
sechos mineros son pequeños al comparar las dimensiones y volúmenes que maneja la minería actual, sin embargo, los estudios
realizados desde el punto de vista ambiental indican un fuerte impacto negativo en el ambiente circundante generado por el DAM
(Kirschbaum et al., 2007; Arnosio et al., 2008). En la actualidad se continúa con los estudios en estos sitios, para comprender
mejor el proceso generador de DAM y el ciclo de los metales puestos en solución. Esto será de utilidad para plantear estrategias
de remediación e idear metodologías de prevención que puedan ser útiles para las presentes y futuras explotaciones mineras
metalíferas en la región.
Planta de beneficio
y escombrera Diques de colas disectados
por el arroyo Concordia
B C D
Figura 6. A. Vista panorámica de la mina abandonada Concordia, provincia de Salta, se observa que el arroyo Concordia atraviesa los
diques de colas. B. Escombrera, compuesta por fragmentos de roca de diferente tamaño. C. Diques de cola disectados por el arroyo
Concordia. Fotos: Marcelo Arnosio. D. Muestra de mineral de mena de plomo (galena PbS) que se extraía de las vetas de la mina. Foto:
Natalia Salado Paz.
En el momento de cierre de estas minas la legislación nacional vigente (Código de Minería) no contemplaba acciones para el
resguardo del medio ambiente. En la actualidad, la incorporación de la Ley Nacional 24.585 de Protección Ambiental en Materia
Minera (año 1995) aumenta las exigencias para el resguardo del medio ambiente en cada etapa del proyecto minero, sin embargo
no es explícita al reglamentar el cierre de mina.
1,5 metros
Alto contenido
de py
A Zona
inalterada
B
Base del dique de colas
Figura 7. Mina abandonada Pan de Azúcar, provincia de Jujuy. A. Dique de colas Nº2, surcos generados por la erosión hídrica en la época
de lluvias (verano). B. Perfil del dique luego de 20 años de abandono, el proceso de alteración comienza en las primeras capas y continúa en
profundidad, es lento debido al fino tamaño de las partículas que no permite la infiltración del agua de lluvia, la parte superior está fuertemente
oxidada y la inferior aún posee desechos inalterados. En la parte inferior se observa el contacto con el sustrato compuesto por sedimentos
naturales del valle donde se depositaron las colas del proceso de beneficio. C. Muralla de retención deteriorada del dique de colas Nº2 cons-
truida con fragmentos de rocas del lugar. Se observa el arroyo que surge de la base del dique con pH < 3. La aridez del clima produce pre-
cipitación de sales eflorescentes. D. Melanterita (FeSO4· 7H2O), de color celeste y rozenita (FeSO4· 4H2O) de color blanquecino-amarillento,
comunes en los ambientes mineros con problemas de drenaje ácido. Fotos: Marcelo Arnosio, Alicia Kirschbaum y Jesica Murray.
Temas BGNoa 48
A
Prevención de DAM, planes de cierre de mina y remediación de pasivos mineros
Los estudios realizados en numerosas minas en otros sitios del mundo muestran que los efectos negativos de los desechos
mineros en contacto con la atmósfera en general no son evidentes cuando se cierra una mina, sino que comienzan a aparecer
tiempo después y pueden perdurar por décadas e incluso siglos (Coggans, 1992). La prevención y remediación del drenaje ácido
es más complicada una vez cerrada la mina que cuando está en actividad y los efectos de la contaminación se distribuyen por
grandes áreas a través de los acuíferos y/o arroyos y ríos, lo que implica altos costos y dificultades técnicas para la recuperación
de los recursos (principalmente agua y suelo) deteriorados.
Para evitar o disminuir la generación de DAM y sus consecuencias, debe realizarse un detallado estudio y planificación del cierre
de la mina y disposición final de los residuos mineros en las etapas tempranas de cada yacimiento cuya explotación sea autorizada.
El plan de cierre luego debe ser actualizado y fiscalizado por las autoridades de aplicación durante la explotación y a medida que
se incrementa el conocimiento de los materiales que se extraen de la mina. De esta manera, no sólo se asegura una mejor dispo-
sición final de los residuos y la implementación de técnicas para prevenir el DAM, sino que se reducen los costos de cierre de mina
cuando cesa la operación (Paulino et al., 2010).
Las características climáticas, hidrológicas, estructurales, mineralógicas y geoquímicas del yacimiento y la mineralogía y micro-
biología de los residuos mineros definirán el método más adecuado para lograr su correcta disposición final.
Existen diferentes técnicas de disposición de residuos y de cierre de mina, su eficiencia depende básicamente de las condicio-
nes climáticas, de las características de la mina, del dinero invertido y del esfuerzo e inteligencia humana que se conjuguen para
evitar que surja el problema. Son comunes los métodos de coberturas de las escombreras con capas de sedimentos de diferente
granulometría para aislarlas de la atmósfera y la adición de materiales neutralizadores (caliza). En climas lluviosos donde abun-
da el agua, se estabilizan los diques de colas a través de construcción de humedales artificiales sobre ellos, allí las condiciones
anaerobias no permiten la oxidación de los sulfuros, por lo tanto se inhibe la generación de acidez en el agua y la solubilización
de metales. Más complicada es la implementación de técnicas para evitar la infiltración y circulación de agua en las labores sub-
terráneas cuando las operaciones mineras cesan, una de las posibilidades es mantener sistemas de bombeo permanentes. De la
misma manera, resulta complicado encontrar metodologías para aislar de modo eficiente la superficie expuesta en los open pit y
evitar la inundación y formación de lagunas en su interior que se tornan ácidas con el transcurso del tiempo. En algunas minas se
llevan adelante proyectos de restauración de los sitios mineros que son utilizados por algunos de los habitantes de la región como
atractivo turístico.
Es importante destacar que cada yacimiento minero es un caso particular y sus características son únicas, por lo que para cada
uno debe idearse una técnica de disposición final de residuos y un plan de cierre que se adecue a las condiciones del lugar. Ade-
más es necesario que una vez realizadas dichas tareas, se implemente un sistema de monitoreo constante y permanente para
controlar el sitio, dar aviso y efectuar acciones en caso de que no sean eficientes. Es aquí donde surge la disyuntiva sobre en quién
cae la responsabilidad de dichos controles y remediaciones luego de que el mineral se extrae, la mina cierra y la empresa aban-
dona el yacimiento si la legislación no es clara al respecto (Código de Minería y Ley Nacional N° 25. 585). En esta instancia, cabe
mencionar que actualmente la Secretaría de Minería de la Nación lleva adelante un plan de gestión ambiental minera (GEAMIN),
con fondos obtenidos de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID 1865/OC AR) por $25,6 millones de dólares,
que incluye la recuperación de sitios mineros abandonados con serios problemas ambientales. Si bien esta medida es útil ya que
pretende resolver problemas ambientales heredados de una época con escasa legislación medioambiental, incrementa la deuda
externa nacional y no debería ser un modelo a repetir en el futuro.
La recuperación de sitios mineros abandonados y el saneamiento de los recursos naturales contaminados implican realizar de-
tallados estudios hidrológicos, mineralógicos, geoquímicos y biológicos para caracterizar el proceso de contaminación y plantear la
mejor metodología de remediación. En general las remediaciones demandan tiempo, dinero, esfuerzo y controles posteriores para
corroborar si son realmente eficaces.
Reflexiones finales
La problemática ambiental que acompaña a la explotación de los recursos minerales metalíferos implica que esta actividad
debe ir acompañada de estudios interdisciplinarios detallados y estrictos controles para realizar el manejo y disposición final de los
desechos mineros.
Los pasivos mineros presentes en el noroeste de Argentina ponen a la luz la necesidad de realizar modificaciones en las legis-
laciones y en los controles ambientales existentes a fin de asegurar una buena planificación y cierre de mina. En este sentido, el
estudio de pasivos mineros ayuda a comprender los errores del pasado otorgando claves para un mejor manejo en el futuro.
Finalmente, mientras continúe el actual proceso de crecimiento y desarrollo de las sociedades, será necesaria una constante
demanda de los recursos mineros que debe ser controlada. En este punto, el replanteo sobre cuáles y cuántos son los recursos
necesarios para el desarrollo y cuáles y cuántos son los efectos e impactos causados en el medio ambiente merecen un debate
profundo, teniendo en cuenta que la utilización de los recursos es indispensable para el modelo actual de desarrollo, pero que el
desarrollo con altos costos ambientales no es sustentable. Acertar en la elección del rumbo definirá la calidad de vida de nuestra
generación y las futuras.
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Nordstrom DK, Southam G. 1997. Geomicrobiology of Sulfide Mineral Oxidation; en: Geomicrobiology: Interactions between Microbes and
Minerals. Banfield JF, Nealson KH (Eds). Reviews in Mineralogy, 35: 361–390.
Paulino AM, Chapadeiro E, Pena AAS, Saliba APM. 2010. Closure Plan: a tool for mine management and cost savings. In: Mine Closure 2010,
Viña del Mar. Fourie A, Tibbett M, Wiertz J (Eds). Australian Centre for Geomechanics, Perth.
Segal SJ, Caffe PJ. 1999. El grupo minero Pan de Azúcar, Jujuy. En: Recursos Minerales de la República Argentina. Zappettini EO, Ed. Insti-
tuto de Geología y Recursos Minerales SEGEMAR, Anales 35: 1579–1592.
Secretaría de Minería de la Nación, Programa de gestión ambiental para una producción sustentable en el sector productivo:
http://www.mineria.gov.ar/programadegestionambiental.htm
Temas BGNoa 52
A
Los restauradores de las selvas poran además otros alimentos. Estas especies muestran
todo un abanico de adaptaciones morfológicas como ho-
cicos alargados, dientes reducidos, lenguas largas, pelo
Los murciélagos frugívoros en Centroamérica y Suda- denso que almacena polen y características fisiológicas
mérica conforman una gran parte de la fauna tropical de y comportamentales especiales (Kunz y Fenton, 2005).
mamíferos, tanto en número de especies como en nú- Hay al menos 750 especies de plantas que son visitadas
mero de individuos. Por ejemplo en la isla de Barro Co- por murciélagos (Fleming et al., 2009). En este caso,
lorado (Panamá) se pueden encontrar hasta 20 especies la interacción planta-animal resulta más intensa todavía
de murciélagos frugívoros y su población se estima en ya que estas plantas dependen más aún de sus visitan-
más de 10000 individuos (Kalko, 1997). Todas ellas per- tes. Una situación particular se denomina “quiroptero-
tenecen a la familia de los filostómidos, conocidos como gamia”: las flores muestran características morfológicas
murciélagos de hoja nasal porque poseen un apéndice y funcionales que las relacionan fuertemente con los
cutáneo en forma de hoja sobre su nariz. La hoja nasal murciélagos, por ejemplo una estructura robusta, forma
les permite enfocar y dirigir los sonidos de ecolocación acampanada, colores blancos a crema, gran producción
que emiten por la misma con el fin de orientarse y encon- de polen y néctar, olor fuerte y apertura nocturna. Esta
trar alimento permitiéndoles ocupar la boca con frutos y última característica implica que solamente son polini-
transportarlos hasta un lugar donde comerlos. Conse- zadas de noche ya sea por insectos o por murciélagos.
cuentemente, llevan los frutos y sus semillas por largas
distancias antes de consumirlos. En el transcurso de sus
movimientos nocturnos también pueden defecar las se-
millas ingeridas generando lo que se denomina “lluvia de
semillas” y también promueven la formación de bancos
de semillas debajo de sus refugios.
Control de la herbivoría
Figura 3. Un solo murciélago insectívoro puede consumir hasta
en selvas y bosques 500 mosquitos en una noche lo cual hace de ellos muy buenos re-
guladores biológicos de estos insectos. En la foto un Murcielaguito
de Yuma (Myotis yumanensis) capturando una polilla. Foto Merlin
Los murciélagos insectívoros son los principales con- D. Tuttle, Bat Conservation International, www.batcon.org
sumidores de insectos nocturnos (Figura 3). Debido a
los grandes volúmenes de insectos que consumen (casi el 100% de su peso cada noche, Kurta et al., 1989) y a que
viajan grandes distancias, se los considera como los mayores reguladores de poblaciones de insectos nocturnos y de
transportar nutrientes entre los ambientes.
El ataque de los insectos herbívoros restringe la reproducción de las plantas y afecta su diversidad y distribución.
Algunos experimentos han demostrado que los murciélagos disminuyen significativamente el ataque de estos insectos
sobre las plantas y en cultivos de café y de maíz (Kalka et al., 2008). Por esta razón están siendo incluidos en planes
de conservación que apuntan a su utilización como controles biológicos de pestes para la preservación de ambientes
de selva y el manejo de sistemas de cultivos.
Los murciélagos enfrentan toda una serie de amenazas a nivel mundial. Por un lado, los cambios climáticos alteran
las temperaturas adecuadas para aquellos que hibernan, los vuelve más vulnerables a inundaciones, sequías, frío y
calor extremo. Por otro lado, la transformación, la fragmentación y/o pérdida de hábitat generadas por la urbanización
y la intensificación de la agricultura causan ruidos, pérdida de refugios, alteración de la calidad del agua y potenciales
intoxicaciones por pesticidas. Esto ha llevado a una disminución notable en las poblaciones a nivel mundial y a que
un 20% de las especies estén catalogadas bajo alguna categoría de amenaza (Hutson et al., 2001). Estas amenazas
afectan a los murciélagos cambiando la diversidad de especies, alterando las proporciones de sexo dentro de las po-
blaciones y modificando la estructura dentro y entre los gremios.
Los mitos y el desconocimiento también emergen como una amenaza más. Los problemas de convivencia en
casas y edificios donde estos animales se albergan han llevado a grandes matanzas. Aunque numerosas organiza-
ciones internacionales se dedican a la conservación de los murciélagos, por ejemplo, Bat Conservation International
(www.batcon.org), Bat Conservation Trust (www.bats.org.uk). En América Latina hay numerosas entidades que tam-
bién se dedican a su conservación y que están agrupadas dentro de la Red Latinoamericana para la Conservación
de los Murciélagos (RELCOM - www.relcomlatinoamerica.net). En Argentina, el Programa de Conservación de los
Murciélagos de Argentina conocido como PCMA ayuda a conservar y promover la protección de los murciélagos.
En su sitio web www.pcma.com.ar brinda acceso a información básica, útil y rigurosa para aquellos interesados en
estos animales y proporciona sugerencias sobre acciones a tomar en caso de tener estos animales alojados en las
casas sin dañarlos ni exponerse.
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Argentina es uno de los países en donde se hallan los límites australes de la distribución de muchas especies de
murciélagos. La falta de condiciones adecuadas para muchas especies tropicales como refugios, alimento o tempera-
turas demasiado bajas es una limitante y en consecuencia la diversidad disminuye notablemente desde los trópicos.
Nuestro país alberga 62 especies entre las cuales tenemos representantes de todos los gremios (Figura 4). Las más
diversas y abundantes son las especies insectívoras que en gran parte viven en las ciudades y son activas consumido-
ras de mosquitos y polillas. En segundo lugar están los frugívoros que pueden ser muy abundantes en selvas del norte
Argentino llevando a cabo un gran trabajo en la dispersión y propagación de plantas. En menor proporción hallamos
nectarívoros y dos especies de murciélagos pescadores (Noctilio leporinus y Noctilio albiventris). El gremio de los
murciélagos hematófagos (que se alimentan de sangre) también está representado por dos especies de las cuales una
es muy rara y la otra es muy abundante y tiene una amplia distribución, el vampiro (Desmodus rotundus). Estas y las
demás especies de murciélagos son potenciales vectores de la rabia aunque esta enfermedad se encuentra en muy
bajas proporciones en sus poblaciones y rara vez es transmitida a las personas (Díaz y Barquez, 2008). Sin embargo,
el vampiro puede generar problemas sanitarios al transmitir la rabia al ganado y a la vez, resultar muy útil ya que es
objeto de investigaciones biomédicas para el tratamiento de enfermedades cardíacas. Así, aunque todavía hay mucho
por investigar sobre los murciélagos de Argentina, es posible reconocer la importancia de las distintas especies tanto
en la conservación de los ecosistemas naturales como en distintas actividades humanas (agricultura, medicina, etc.).
A los beneficios brindados por las especies hematófagas se suman todas las ya mencionadas para las demás especies
de murciélagos.
Temas BGNoa 56
A Para concluir, por su elevada abundancia, diversidad y eficacia los murciélagos prestan numerosos servicios al ecosiste-
ma facilitando su renovación y existencia. Son considerados los mejores agentes de dispersión, polinizan una gran cantidad
de plantas tanto en bosques como en regiones desérticas, controlan y mantienen el equilibrio en poblaciones de insectos
regulando la herbivoría no sólo en los bosques sino en cultivos de los cuales dependemos. Todo esto aporta de manera
significativa al flujo de la energía en los ecosistemas. Por estos motivos es que, en un mundo donde humanos y murciélagos
interactúan, deben desarrollarse acciones y medidas que optimicen la convivencia para lograr un equilibrio en el ecosistema
del cual todos somos parte.
Díaz MM, Barquez RM. 2008. Mitos y leyendas sobre los murciélagos. Biológica 6: 16–21.
Fleming TH, Geiselman C, Kress WJ. 2009. The evolution of bat pollination: a phylogenetic perspective. Annals of Botany 104:
1017–1043. http://aob.oxfordjournals.org/content/104/6/1017.full.pdf
Galindo-Gonzales J. 1998. Dispersión de semillas por murciélagos: Su importancia en la conservación y regeneración del bosque
subtropical. Acta Zoologica Mexicana 73:57–74. http://www1.inecol.edu.mx/azm/documentos/73/73d-Galindo.pdf
Hutson AM, Mickleburgh SP, Racey PA (eds.). (2001). Microchiropteran bats: global status survey and conservation action plan.
IUCN/SSC Chiroptera Specialist Group. IUCN, Gland, Switzerland and Cambridge, UK.
http://www.iucn.org/dbtw-wpd/edocs/2001-008.pdf
Kalko EKV. 1997. Diversity in tropical bats. In: H. Ulrich (ed.) Tropical biodiversity and systematics. Zoologisches Forschungsinstitut
und Museum Alexander Koenig, Bonn.
Kunz TH, Fenton MB (eds.). 2005. Bat Ecology. The University of Chicago Press. United States.
Kurta A, Bell GP, Nagy KA, Kunz TH. 1989. Energetics of pregnancy and lactation in free-ranging little brown bats (Myotis lucifugus).
Physiological Zoology 62: 808–818.
Simmons NB. 2005. Order Chiroptera. In: Wilson DE, Reeder DM. eds. Mammal species of the world. A taxonomic and geographic
reference, 3rd edn. Baltimore: Johns Hopkins University Press, 312–529.
Teeling EC, Springer MS, Madsen O, Bates P, O’Brien SJ, Murphy WJ. 2005. A molecular phylogeny for bats illuminates
biogeography and the fossil record. Science 307: 580–584.
Las especies “sombrillas” son especies que se utilizan para conservar un área en particular y que
indirectamente protegerían otras especies que habitan la misma área. Las especies “carismáticas” son
aquellas que son apreciadas por el público en general. Al proteger el área donde se encuentran estas espe-
cies, se protegen también muchas otras.
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un ejemplo concreto
La región biogeográfica de la Puna se encuentra en Sudamérica y se extiende en el sur de Perú, oeste de Bolivia y el norte de
Argentina y Chile (Figura 1). Desde el punto de vista fitogeográfico, la región del NOA comprende el distrito Boliviano, el distrito
Jujeño y el Sub distrito Central según la propuesta de Martínez Carretero (1995) como se ilustra en la Figura 2.
Figura 3. Evolución del conocimiento de las especies y el número de especies para la Puna del NOA.
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Tabla 1.
Especies de reptiles que habitan en la Región de la Puna en el NOA.
En amarillo se resaltan las especies que se distribuyen en más de una provincia.
Liolaemus Liolaemus
umbrifer ramirezae
Liolaemus Liolaemus
vulcanus scrocchii
Phymaturus Liolaemus
antofagastensis yanalcu
Phymaturus Tachymenis
laurenti peruviana
Tachymenis
peruviana
Figura 4: Algunos representantes de lagartijas que habitan en la Puna del NOA. A: Liolaemus abaucan;
B: Liolaemus crepuscularis; C: Liolaemus dicktracyi; D: Liolaemus chlorostictus; E: Liolaemus dorbignyi; F:
Liolaemus irregularis. Fotografías de Cristian Abdala.
En el estudio realizado por Díaz Gómez (2007) se trabajó con las áreas de distribución de 29 especies de lagartijas del género
Liolaemus de la Puna (Figura 4) y se analizaron con un programa de distribución gratuita que permite realizar análisis de datos
de distribución llamado NDM (Szumik et al., 2002; Szumik y Goloboff, 2004; www.zmuc.dk/public/phylogeny/endemism). Los re-
sultados del análisis permitieron identificar cuatro áreas de endemismo (Figura 5) en las que se distribuyen 17 de las 29 especies
consideradas en el estudio (Tabla 2).
Temas BGNoa 62
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Tabla 2.
Especies que forman parte de las áreas de endemismo encontradas.
Díaz Gómez JM. 2007. Endemism on Liolaemus (Iguania: Liolaemidae) from the Argentine Puna. South American Journal of
Herpetology 2: 59–68.
Kerr JT. 1997. Species Richness, Endemism, and the Choice of Areas for Conservation. Conservation Biology 11: 1094–1100.
Martínez Carretero E. 1995. La Puna Argentina: delimitación general y división en distritos florísticos. Boletín de la Sociedad
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Morrone JJ. 2001a. A formal definition of the Paramo-Punan biogeographic subregion and its provinces, based mainly on animal
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Morrone JJ. 2001b. Biogeografía de América Latina y el Caribe. Manuales y Tesis SEA, nro. 3, Zaragoza (España), 148 pp.
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Shafer CL. 1990. Nature reserves: island theory and conservation practice. Smithsonian Institution Press, Washington, D.C.
Prendergast J, Quinn RM, Lawton JM, Eveersham BC, Gibbons DW. 1993. Rare species, the coincidence of diversity hotspots
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Scott JM, Csuti B, Jacobi JD, Estes JE. 1987. Species richness: a geographic approach to protecting future biological diversity.
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Turner JC, Mendez V. 1979. Puna. En: Geología Regional Argentina 2º Simposio. Academia Nacional de Ciencias, Córdoba,
volumen I: 13–56.
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Temas de Biología y Geología del Noa
Correo de Lectores
La Sección Correo de Lectores de Temas de Biología y Geología del Noa es un espacio que nos permitirá inte-
ractuar con nuestra comunidad de lectores. Invitamos a enviar críticas y comentarios sobre los temas publicados
en la revista y también a sugerir otros de interés. Por razones de claridad o espacio, las cartas deberán tener una
extensión máxima de 300 palabras, deberán incluir nombre, dirección y teléfono del remitente. Las cartas para esta
sección pueden enviarse por e-mail a [email protected] indicando como asunto: correodelectores.
Agenda
Ciclo de Conferencias Ibigeo 2011
El Ibigeo tiene el agrado de invitar a los miembros de la comunidad universitaria y público interesado a participar de las conferencias progra-
madas para el año 2011 cuyo objetivo principal es dar a conocer los avances de las investigaciones que se llevan adelante en nuestra región.
Las conferencias se dictarán en el Auditorium de la Facultad de Ciencias Naturales con el siguiente cronograma y horarios:
Miércoles 4 de abril, 17.00 hs. Modelado análogo aplicado a la Geología. Patricio Payrola (Ibigeo - UNSa)
Miércoles 27 de abril 18:00 hs. Inclusiones fluidas y su aplicación en el estudio de depósitos epitermales. Mauro de la Hoz (Ibigeo - UNSa)
Jueves 26 de mayo 18:30 hs. Procesos biogeoquímicos y mineralógicos en los pasivos ambientales mineros. Jesica Murray (Ibigeo - UNSa)
Miércoles 29 de junio, 18:30 hs. Conservación de anfibios en Argentina. Marcos Vaira (Ibigeo - Grupo Vinculado UNJu)
Miércoles 27 de julio 18:30 hs. La influencia de datos moleculares en la clasificación de las Plantas Vasculares. Olga Martínez (Ibigeo - UNSa)
Como todos los años, entre el 6 y 18 de junio de 2011, en todo el país La Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología tiene por objetivo
generar espacios alternativos de difusión del conocimiento. Participan institutos de investigación, laboratorios, museos y bibliotecas con
distintas propuestas para acercar al mundo del conocimiento a todos. Información sobre las actividades en cada punto del país:
www.semanadelaciencia.mincyt.gob.ar
Entre los objetivos principales del Ibigeo, la promoción y difusión del conocimiento científico es una de las tareas que em-
prende a través de la Revista Temas de Biología y Geología del Noa. Por esta razón, la activa participación con contribuciones de
docentes e investigadores de diferentes centros académicos del país es importante para lograr una ciencia al alcance de todos.
Temas de Biología y Geología del Noa publicará las siguientes categorías de contribuciones:
Artículos: Consistirán en trabajos que expliquen un tema directa o indirectamente relativo a las Ciencias Naturales y los
resultados de las investigaciones sobre el mismo; o introduzcan a los lectores sobre la puesta en funcionamiento de equipamientos
y tecnologías novedosas y sus potenciales usos y aplicaciones en laboratorios del país y en especial de nuestra región Noa; o
revisen aspectos poco conocidos de la historia del conocimiento. Tendrán una extensión máxima de 5000 palabras.
Notas: Incluirán informes sobre avances científicos o tecnológicos; o algún aspecto del conocimiento o sus aplicaciones con
impacto social, o bien la presentación de cambios o innovaciones que puedan ser de interés en la enseñanza de determinados
temas científicos. Tendrán una extensión máxima de 2500 palabras.
Puntos de vista: Comprende los fundamentos de una idea o argumentación a partir de una síntesis del estado actual del
conocimiento de un tema en el que pueden existir distintas posiciones conceptuales. Tendrán una extensión máxima de 2500
palabras.
Todos los artículos deben tener un título corto y concreto, los nombres de los autores y su lugar de trabajo, por orden de partici-
pación en la contribución y un texto que debe ser claro, con un planteo sobre el tema que se aborda y su importancia, con exten-
siones máximas como se mencionó anteriormente.
Las contribuciones deben ser redactadas considerando que sus destinatarios no son especialistas y para ello se debe evitar el
uso de términos técnicos y cuando esto sea imposible definir con precisión pero de manera sencilla, el significado de los mismos.
También se debe evitar el empleo de palabras extranjeras cuando existen equivalentes en castellano, o neologismos y/o expresio-
nes de moda. En caso del uso de fórmulas matemáticas, químicas, físicas o gráficos estadísticos, proporcionar en lo posible las
explicaciones complementarias que sean necesarias. Utilizar el sistema internacional de unidades. Incluir citas bibliográficas que
sean relevantes al tema analizado, preferentemente obras que sean accesibles, evitando solo trabajos del autor, informes técnicos
o artículos en revistas especializadas y en lo posible, acotarlas a un máximo de diez referencias.
Las ilustraciones constituyen un aspecto fundamental en el artículo de divulgación científica. Los gráficos, dibujos, fotografías
y láminas deben ser muy claros y elocuentes para complementar y resaltar los contenidos desarrollados. Utilizar en lo posible,
ilustraciones originales, indicando siempre la autoría de la misma. No se recomienda incluir en los trabajos imágenes descargadas
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a un tamaño equivalente a 11 pt. Las ilustraciones deben llevar su correspondiente explicación como leyenda y se incluirán en un
archivo separado del texto. Se recomienda a los autores que organicen sus manuscritos teniendo en cuenta que las figuras no
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Temas de Biología y Geología del Noa
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