REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
VICERRECTORADO DE DESARROLLO TERRITORIAL
EJE GEOPOLÍTICO REGIONAL HEROÍNA JUANA LA AVANZADORA
EJE MUNICIPAL “INDIO WARAO”
ALDEA: ESCUELA BOLIVARIANA CARABOBO
TUCUPITA ESTADO DELTA AMACURO
LUCHAS CAMPECINAS Y LEY DE TIERRA
Unidad 2
REALIZAR UN RESUMEN DE LA LEY DE TIERRAS
Y PROCEDIMIENTOS AGRARIOS
Facilitadora: Participantes: C. I.
Acanis Arzolay Almando J. Lepage Bellorín 8.951.512
PFG-EJ Trayecto: II Tramo: I Jesús E. Romero Acosta. 9.862.083
Período: 2021-I Sec: SB-RS Única
Mayo, 2021
Resumen de la Ley de Tierras y Procedimientos Agrarios.
A través del presente escrito se resumen los distintos procedimientos
administrativos emanados de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, y llevados
por el Instituto Nacional de Tierras, cuyo objetivo es la transformación de todas
las tierras con vocación agraria en unidades económicas productivas.
Teniendo en cuenta que se concibe un derecho agrario cambiante en sus
instituciones dirigida al sector agrícola y al aumento de la producción
agroalimentaria. La agricultura constituye uno de los cimientos básicos para el
desarrollo de un país. En tal sentido, el Estado debe garantizar políticas
tendentes a desarrollar la justa redistribución de la tenencia de la tierra que por
medio de la misma permita mejorar la seguridad agroalimentaria y concebir una
nueva agricultura sostenible. Es por ello, que los procedimientos de afectación
de uso y redistribución de las tierras previstos en nuestra Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario reforma publicada en Gaceta Nº 5.771, del 18 de mayo de
2005, tienen como propósito poner a producir las tierras con vocación agraria.
En lo adelante, enumeraremos los diferentes procedimiento contemplados
no sin antes aclarar lo relacionado a procedimiento administrativo en sentido
general a manera de introducción.
Para tan efecto, podemos definir el procedimiento administrativo, como la
práctica de una relación jurídica sustantiva entre Administración y administrado.
Desempeña un papel formal para el cumplimiento de un objeto esencial. Es el
cauce formal por el que se exterioriza la actuación administrativa del Estado,
que por su significación afecta derechos subjetivos públicos
En este sentido, el procedimiento administrativo indica los trámites y
formalidades que deben cumplir la administración y los administrados. El cual
sirve para regular la formulación del acto administrativo, como su
cuestionamiento a través de la impugnación del mismo.
Por otro lado, cabe destacar que el procedimiento administrativo es
propio de la función administrativa como tal, la cual proviene de los Órganos de
Administración Pública.
Ahora bien, la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos establece
el procedimiento ordinario a seguir en sus artículos 48 al 71. Los cuales se
refieren a la sustanciación del expediente y terminación del procedimiento
(iniciación, sustanciación, decisión). Del cuál emana el acto administrativo.
De igual manera, prevé la citada Ley en su artículo 47 “los procedimientos
administrativos contenidos en Leyes especiales se aplicarán con preferencia al
procedimiento ordinario previsto en este capítulo en las materias que
constituyan la especialidad”. De este modo, es importante resaltar que para los
procedimientos administrativos agrarios se debe aplicar los previstos en la
propia Ley de Tierras y Desarrollo Agrario y de forma supletoria el previsto en la
Ley Orgánica de Procedimiento Administrativo y la Ley de Simplificación de
Trámites Administrativos.
Asimismo, la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos establece
en sus artículos 92 y 93 lo siguiente:
“Artículo 92. Interpuesto el recurso de reconsideración, o el jerárquico, el
interesado no podrá acudir ante la jurisdicción de lo contencioso-
administrativo, mientras no se produzca la decisión respectiva o no se venza el
plazo que tenga la administración para decidir.
Artículo 93. La vía contencioso administrativa quedará abierta cuando
interpuestos los recursos que ponen fin a la vía administrativa, éstos hayan sido
decididos en sentido distinto al solicitado, o no se haya producido decisión en
los plazos correspondientes. Los plazos para intentar los recursos contenciosos
son los establecidos en las leyes correspondientes”.
De lo que inferimos, la necesidad de agotar los recursos administrativos
para poder intentar el Contencioso Administrativo.
Ahora bien, en materia agraria las decisiones emanadas del Directorio del
Instituto Nacional de Tierras referentes a los procedimientos administrativos
previstos en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario agotan la vía administrativa.
Asimismo, la citada Ley establece que contra las decisiones dictadas por
las oficinas regionales de tierras se intentará recurso jerárquico directamente
por ante el Instituto Nacional de Tierras. (Artículo 131). Decisiones que son
escasas, en virtud de la competencia atribuida a las mismas en el artículo 130
de la Ley de Tierra y Desarrollo Agrario (sustanciar, informar, certificar, etc.).
En tal sentido, El Derecho Agrario y el Derecho Administrativo se
encuentran enlazados indisolublemente de manera tal que la propia Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario contiene normas de carácter administrativo que
regulan la relación entre el Estado y los administrados como por ejemplo en los
procedimientos de afectación de las tierras con vocación para la producción
agroalimentaria previstos en el título II de la citada Ley.
Por ello, uno de los entes rectores agrarios de tales relaciones
administrativas es el Instituto Nacional de Tierras encargado de administrar,
redistribuir y regularizar la posesión de todas las tierras con vocación agraria a
través de los distintos procedimientos administrativos que la propia Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario le faculta, a los fines de que las mismas puedan ser
sometidas al cumplimiento de la función social agroalimentaria.
Igualmente, la tierra debe cumplir siempre con su función social
agroalimentaria independientemente, si es pública o privada lo que supone que
no deben existir terrenos ociosos o incultos. Ahora bien, cuando hablamos de la
función social de la propiedad agraria, debemos tomar en consideración el
artículo 2 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario el cual establece “Con el
objeto de establecer las bases del desarrollo rural sustentable, a los efectos de
esta ley, queda afectado el uso de todas las tierras públicas o privadas con
vocación para la producción agroalimentaria…”. Afectación necesaria, a los fines
de poder incorporarlas al desarrollo económico del país.
Por tanto, el Instituto Nacional de Tierras deberá adoptar las medidas
necesarias en la transformación de todas las tierras con vocación de uso agrario
en unidades económicas productivas tal como lo señala el artículo 34 de la Ley
de Tierras y Desarrollo Agrario.
Ahora bien, esclarecido lo relacionado lo relacionado a procedimiento
administrativo y su relación con la procedimientos agrarios pasemos a
enumerar algunos de estos relacionados a la Ley de Tierra y Desarrollo Agrario .
1. Procedimientos de afectación de las tierras con vocación para la
producción agroalimentaria previsto en la Ley de Tierra y Desarrollo
Agrario.
Normativa Aplicable a los procedimientos de afectación de las tierras:
Ley de Tierras y Desarrollo Agrario.
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos de conformidad con la
remisión del artículo 96 de la ley de Tierras y Desarrollo Agrario.
Decreto Ley Sobre Simplificación de Trámites Administrativos.
Manuales de Procedimientos Internos del Instituto Nacional de Tierras.
1.1.- Procedimiento para la solicitud de finca productiva.
Sujetos que pueden solicitar el certificado de finca productiva:
Es necesario que todos aquellos propietarios u ocupantes de tierras con
vocación de uso agrario soliciten el certificado de finca que les asegure la
veracidad de que la misma es productiva, porque se encuentra dentro de los
parámetros de productividad establecidos por el Ejecutivo conjuntamente con el
Instituto Nacional de Tierras; o es mejorable porque, sin ser productiva, puede
ser puesta en producción en un lapso de tiempo razonable. Dicha solicitud se
hace ante las Oficinas Regionales de Tierras o ante el Instituto Nacional de
Tierras Oficina Principal
Requisitos para la solicitud del certificado de finca productiva.
EL Artículo 42 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario establece los
requisitos para la solicitud de la Certificación de Finca Productiva:
Estudio Técnico de determine la productividad de las tierras.
Estudio técnico que determine el ajuste de las tierras a los planes y
lineamientos establecidos por el Ejecutivo Nacional, a través del INTI y del
Reglamento Parcial de la Ley de Tierras y Desarrollo Rural para la
determinación del uso de los terrenos rurales publicado en la Gaceta
Oficial No. 38.126 del 14 de febrero del 2005.
Propuestas de adaptación a los planes y lineamientos establecidos por el
Ejecutivo Nacional, cuando las tierras no se encuentren ajustadas a esos
planes.
Información sobre la situación socioeconómica del propietario u
ocupante.
Copia certificada de los documentos o títulos suficientes que acrediten la
propiedad u ocupación (sentencia de fecha 4 de noviembre de 2003, Sala
Constitucional).
Constancia de Inscripción en el Registro Agrario y cualquier otra
documentación que estime pertinente el INTI.
Luego del recibo de la solicitud de certificación de finca productiva dentro
de los 30 días hábiles siguientes, el Instituto Nacional de Tierras
constatará la veracidad de los recaudos (Artículo 43 de la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario), y de ser procedente entregará el certificado de finca
productiva ( Artículo 44 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario)
Duración del certificado de finca productiva:
Dos años contados desde su expedición pudiendo ser renovado. El
Instituto Nacional de Tierras llevará el registro de todas las tierras que se les
otorgue el certificado de finca productiva.
Negativa a la solicitud del certificado de finca productiva.
Notificación al interesado de la negativa del certificado de finca
productiva:
Notificación personal: concediéndole un lapso de 20 días hábiles para que
solicite el certificado de finca mejorable.
Notificación por carteles: en caso de resultar impracticable la citación
personal, se notificará en un diario de la localidad y se entenderá notificado 15
días después de la publicación del cartel. (Artículo 75y 76 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos).
En caso contrario que el ocupante o propietario no realice la solicitud del
certificado de finca mejorable dentro de los términos antes planteados luego de
ser notificado, el Instituto Nacional de Tierras podrá declarar las tierras ociosas.
Ahora bien, si el solicitante conviene en reconocer las tierras como
ociosas y opta por solicitar el certificado de finca mejorable de conformidad con
lo previsto en el artículo 49 de la ley de Tierras y Desarrollo Agrario, la oficina
regional de tierras correspondiente emitirá las actuaciones al Directorio del
Instituto Nacional de Tierras para que decida si otorga el certificado de finca
mejorable o por si lo contrario la declara ociosa.
Es importante destacar, que el acto administrativo que declare las tierras
como ociosas deberá ser notificado en forma personal al solicitante de
conformidad con la sentencia Nº 2.855 de fecha 20 de noviembre, de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. En caso de no poder agotar la
notificación personalmente, se procederá a la publicación del acto
administrativo en un diario de circulación de la localidad, y se entenderá
notificado 15 días después de la publicación.
De los recursos que se pueden interponer contra el acto que declare las
tierras ociosas o incultas.
Luego de la notificación antes señalada, el solicitante podrá interponer
recurso contencioso administrativo dentro de un lapso de 60 días. Dicho
recurso se interpondrá ante el Tribunal Superior Agrario de la Jurisdicción
correspondiente.
1.2.- Procedimiento para la solicitud de finca mejorable.
Los propietarios u ocupantes de tierras con vocación de uso agrario que
no se encuentren productivas o se encuentren infrautilizadas; deberán solicitar
ante el INTI un certificado de finca mejorable por el cual se comprometan a
efectuar el mejoramiento y adaptación de su propiedad durante un término
perentorio de dos (2) años, de acuerdo con planes y lineamientos del Ejecutivo
Nacional a través del Instituto Nacional de Tierras.
Requisitos para la solicitud del certificado de finca mejorable (Artículo 50
Ley de Tierras y Desarrolla Agrario):
Manifestación de voluntad contentiva del compromiso de mejorar la finca
conforme a los planes y lineamientos del Ejecutivo Nacional a través del
INTI.
Información socioeconómica del propietario u ocupante.
Copia certificada de los documentos o títulos suficientes que acrediten la
propiedad u ocupación.
Proyecto de mejoramiento ajustándose a los planes del Ejecutivo Nacional
y cualquier otra documentación que se estime pertinente.
Luego de recibida la solicitud, dentro de los 30 días hábiles siguientes, el
Instituto Nacional de Tierras evaluará la misma, y de ser procedente
inmediatamente de vencerse el lapso, expedirá el certificado de finca mejorable.
La certificación contendrá el programa de mejoramiento y la adecuación a los
planes, lineamientos determinados previamente por el Ejecutivo Nacional a
través del Instituto Nacional de Tierras. (Artículo 51 de la Ley de Tierras y
Desarrolla Agrario).
De no ser procedente la certificación, el instituto procederá a declarar las
tierras como ociosas o incultas lo cual generará el impuesto correspondiente y
posteriormente realizar los trámites tendentes para el rescate de las tierras en
el caso de comprobarse la propiedad de las mismas o la expropiación, para lo
cual se generará el impuesto correspondiente.
Duración del certificado de finca mejorable.
El certificado de finca mejorable tendrá una duración de dos años,
contados desde su expedición, pudiendo ser renovable por; caso fortuito o
fuerza mayor, o por cualquier otro hecho no imputable al propietario por lo que
éste haya incumplido con el programa de mejoramiento de la finca. El Instituto
en estos casos lo renovará por un lapso de dos años, prorrogable; tomando en
cuenta las circunstancias del caso. Vencido el plazo de validez del certificado de
finca mejorable, el propietario deberá solicitar el certificado de finca productiva.
De la revocatoria del certificado de finca mejorable
Cuando el Instituto Nacional de Tierras compruebe que luego de haber
transcurrido un año el solicitante del certificado de finca mejorable no ha
realizado trabajos que demuestren que la finca está puesta en producción,
podrá revocar el certificado previo emplazamiento al solicitante, para que un
lapso de 10 días exponga sus alegatos de defensa.
1.3 De la Declaratoria de Tierras Ociosas o Incultas.
Cualquier ciudadano (preferiblemente los sujetos beneficiarios de la Ley
de Tierras y Desarrollo Agrario) podrá presentar denuncia motivada ante la
respectiva Oficina Regional de Tierras, cuando tenga conocimiento sobre la
existencia de tierras ociosas o incultas, dicha motivación deberá estar
fundamentada. Posteriormente dentro de los tres (3) días hábiles siguientes a la
recepción de la denuncia, la respectiva Oficina Regional de Tierras, tomando en
consideración la fundamentación de la misma, decidirá sobre la apertura de una
averiguación y ordenará la elaboración de un informe técnico.
Del procedimiento de apertura.
La apertura de la averiguación podrá ser igualmente acordada de oficio
por la respectiva Oficina Regional de Tierras, cuando exista presunción de que
determinadas tierras se encuentran ociosas o incultas. En ese caso la Oficina
ordenará la elaboración de un informe técnico.
Del informe técnico.
Si del informe técnico se desprendieran elementos que hagan inferir que
las tierras analizadas se encuentran ociosas o incultas, la respectiva Oficina
Regional de Tierras dictará un auto de emplazamiento, el cual especificará con
la mayor exactitud los linderos de las tierras objeto de la averiguación,
identificará al denunciante si lo hubiere y, de ser posible, al propietario de las
mismas y a cualquier otra persona que pudiera tener interés en el asunto.
En el mismo auto se ordenará publicar en la Gaceta Oficial Agraria o en un
diario de la localidad, previa notificación personal (sentencia, 2855/2002), se
notificará al propietario de las tierras, si se conociere, y a cualquier otro
interesado, para que comparezcan y expongan las razones que les asistan en la
defensa de sus derechos e intereses, dentro del plazo de ocho (8) días hábiles
contados a partir de la fecha de la respectiva publicación.
Contra el auto que niegue la apertura de la averiguación o niegue la
necesidad de emplazar a los interesados porque del informe técnico se
desprende que las tierras no están ociosas, podrá interponerse recurso
(jerárquico) por ante el Directorio del Instituto Nacional de Tierras, dentro de los
tres (3) días hábiles siguientes a la negativa.
Alegatos de defensa del propietario.
Si el emplazado pretende desvirtuar el carácter de ociosa o inculta de una
tierra, deberá oponer las razones que le asistan cumpliendo los requerimientos
del artículo 42 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. En este caso, la Oficina
Regional de Tierras remitirá las actuaciones al Directorio del Instituto Nacional
de Tierras para que decida lo conducente.
En la decisión que dicte el Directorio del Instituto Nacional de Tierras se
establecerá la declaratoria de las tierras como ociosas o incultas, o se otorgará
el certificado de finca productiva, según corresponda.
En caso de que el emplazado convenga en reconocer el carácter de ociosa
o inculta de las tierras y opte por solicitar la certificación de finca mejorable,
deberá interponer su petición de conformidad con lo previsto en el artículo 49 y
siguiente de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. En este caso, la Oficina
Regional de Tierras remitirá las actuaciones del Directorio del Instituto Nacional
de Tierras para que decida, declarando las tierras como ociosas o incultas u
otorgando el beneficio solicitado.
No comparecencia del propietario.
En caso de que el emplazado no comparezca, la Oficina Regional de
Tierras procederá a la declaratoria de la tierra como ociosa o inculta y remitirá
las actuaciones del Directorio del Instituto Nacional de Tierras.
El Instituto Nacional de Tierras podrá proceder a la apertura de un
procedimiento expropiatorio o al rescate, según los casos, de conformidad con
las disposiciones de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrícola.
El acto que declare las tierras como ociosas o incultas agota la vía
administrativa. Deberá notificarse al propietario de las tierras y a los
interesados que se hayan hecho parte en el procedimiento previa notificación
personal, mediante publicación en Gaceta Oficial Agraria, indicándose que
contra el mismo podrá interponerse recurso contencioso administrativo de
nulidad, dentro de un lapso de sesenta (60) días continuos por ante el Tribunal
Superior Agrario competente por la ubicación del inmueble.
1.4.- Del procedimiento de adjudicación de tierras.
Para definir la adjudicación de tierras debemos conceptuar primero el
término de dotación. De tal forma en la antigua Ley de Reforma Agraria es
concebida como el derecho de propiedad que se constituye mediante un acto
administrativo especialmente llamado adjudicación de tierras, o sea, el acto
mediante el cual el órgano estatal encargado de la reforma agraria entrega en
propiedad a un individuo o un grupo de población una determinada parcela o
un lote de terreno. En otras palabras, que jurídicamente la dotación es una
propiedad especial que tiene su origen en un acto administrativo denominado
adjudicación de tierras.
Actualmente el concepto de adjudicación comprende también una forma
de posesión agraria derivada de un acto administrativo del Instituto Nacional de
Tierras a través de dotaciones o de regularizaciones de tenencia de tierras, bien
sea, en forma individual o colectiva.
Ahora bien, tenemos que el proceso de adjudicación de tierras se rige por
la siguiente normativa:
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999.
Ley de Tierras y Desarrollo Agrario (LTDA), decreto Nº 5.771. Gaceta
Oficial Nº 37 de2005.
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.
Ley de Simplificación de Trámites Administrativos.
Manual de Procedimientos de Adjudicación del Instituto Nacional de
Tierras.
En tal sentido podemos destacar que se entiende por adjudicación, el acto
administrativo emanado del Instituto Nacional de Tierras, en el cual se transfiere
la posesión legitima de las tierras productivas ocupadas y trabajadas por el
adjudicatario, el cual puede ser transferido por herencia sólo en el goce y
disfrute de las mismas.
Por otro lado, de conformidad con lo previsto en el manual de
adjudicación del Instituto Nacional de Tierras, el Instituto realizará
adjudicaciones mediante los procesos de dotación de tierras o de regularización
de tenencia. En el primer caso serán individuos que no sean ocupantes u
ocupantes menores de un año. En el caso de regularización de tenencia serán
aquellos ocupantes precarios que tengan períodos superiores al año.
Establezcamos pues los sujetos beneficiarios preferenciales del derecho
de adjudicación.
Las ciudadanas que sean cabezas de familias que se comprometan a
trabajar una parcela para la manutención de su grupo familiar e
incorporación al desarrollo de la nación.
Los campesinos y campesinas, venezolanos y venezolanas que hubieren
permanecido por un período ininterrumpido superior a tres años
trabajando tierras privadas, bajo alguna forma de tercerización, cuando
éstas fueren expropiadas por el Instituto Nacional de Tierras (INTI),
conforme al procedimiento previsto en la presente Ley.
Aquellos campesinos y campesinas, venezolanos y venezolanas que sean
ocupantes históricos de las tierras que trabajan en condiciones de
ocupación precaria.
Todos estos, de conformidad con lo previsto en el Artículo 14 de la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario.
Requisitos para la solicitud de adjudicación, sean dotaciones o
adjudicaciones previsto en el artículo 59 de la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario.
1. Manifestación de voluntad contentiva de compromiso de trabajo de la
tierra a adjudicar personalmente o con sus descendientes legítimos o
naturales.
2. Identificación completa del solicitante, indicando nombre y apellido,
número de cédula de identidad, lugar y fecha de nacimiento.
3. Ocupación y número de personas que constituyan el grupo familiar.
4. Declaración jurada de no poseer otra parcela.
5. Cualquier otro dato que estimare conveniente para ilustrar el criterio del
instituto.
6. En caso de ser poseedor de una parcela insuficiente, expresará la
características y condiciones de las mismas.
Cualidad del sujeto solicitante:
a. Las ciudadanas cabeza de familias que se comprometan a trabajar la
parcela para manutención de su grupo familiar.
b. Ciudadanos y ciudadanas nacidos y residentes en zonas rurales, con una
edad comprendida entre 18 y 25 años de edad.
c. Comunidades o familias extensivas indígenas reconociendo sus derechos
originarios sobre las tierras que ancestralmente ocupan establecido en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
d. Todos los venezolanos y venezolanas que hayan optado por el trabajo
rural y especialmente, la producción agraria como oficio u ocupación
principal.
e. La permanencia de los grupos organizados para el uso colectivo de la
tierra, así como el de las cooperativas agrarias y otras organizaciones
económicas campesinas en las tierras ocupadas con fines de uso agrario
(Artículo 17 Ord. 3 de la Ley de Tierras y Desarrolla Agrario)
f. Los usufructuarios de un fundo estructurado, que hayan mantenido su
eficiencia productiva por un término no menor de tres años consecutivos,
tendrán derecho a recibir título de adjudicación permanente, solo
transferible por herencia a sus descendientes, o en su efecto a sus
colaterales. Dichos fundos no podrán ser objeto de enajenación. (Artículo
64 de la Ley de Tierras y Desarrolla Agrario)
g. Los conuqueros en las tierras por ellos cultivadas. (Artículo 20 de la Ley
de Tierras y Desarrolla Agrario)
h. Los beneficiarios de una carta agraria, de conformidad con lo previsto en
el decreto 2292 de fecha 2 de febrero de 2003.
Luego de recibida la solicitud y sus respectivos recaudos las Oficinas
Regionales de Tierras conformarán los expedientes respectivos de adjudicación,
los cuales contendrán: datos del solicitante, identificación del terreno con su
respectivo protocolo, delimitación de la parcela, estudio socio-económico del
solicitante. Dentro de los 30 días hábiles siguientes a la recepción a dicha
solicitud el Instituto decidirá si procede la adjudicación o no.
La decisión que otorgue el Directorio del Instituto Nacional de Tierras
agota la vía administrativa.
Limitaciones al derecho de adjudicación.
El Instituto Nacional de Tierras podrá revocar la adjudicación otorgada,
cuando el adjudicatario no haya cumplido con el compromiso del trabajo de las
tierras. De igual manera, queda excluida cualquier negociación a terceros no
autorizada por el Instituto Nacional de Tierras, a través de acta de traspaso.
De tal manera, se establece también un procedimiento de revocatoria del
título de adjudicación cuando existan supuestos: de abandono de parcela,
explotación indirecta, negociaciones sin autorización, incumplimiento de
trabajar la tierra. El procedimiento se iniciará de oficio o por denuncia de
conformidad con el artículo 49 de la Ley de Procedimientos Administrativos y
será sustanciado por las Oficinas Regionales de Tierras.
Por su parte, existe también un procedimiento de traspaso de mejoras y
bienhechurías en lo respecta al beneficiario del acta de transferencia que
autorice el Instituto Nacional de Tierras. En tal sentido, el beneficiario debe
comprometerse igualmente al trabajo eficiente de la parcela por un término no
menor de tres años. Posteriormente se le entregará el certificado de título de
adjudicación permanente.
Formas de titulación.
a.- Título de adjudicación provisional.
Documento legal transitorio, en virtud del cual el Instituto Nacional de
Tierras acredita a los adjudicatarios de tierras, como poseedores de un lote de
terreno de su patrimonio, hasta tanto pueda otorgársele el documento
definitivo.
b.- Título de adjudicación permanente.
Documento legal, emanado del Instituto Nacional de Tierras, mediante
acto administrativo, por el cual se transfiere la posesión legítima de las tierras
ocupadas y trabajadas por el adjudicatario, sólo transferibles por herencia, el
uso y goce de las mismas. Previsto en el artículo 66 de la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario. Por tal motivo, los derechos de adjudicación no podrán ser
enajenados.
Transcurrido tres años de haberse entregado el título provisional de
adjudicación, y habiéndose mantenido la eficiencia productiva del mismo se
procederá a la entrega definitiva del título de adjudicación.
Es importante resaltar, que tanto las dotaciones como las regularizaciones
de tenencia de tierras deben ir acompañadas de condiciones adecuadas para la
producción y no ser concebidas como simple entregas de lotes de tierras. A tal
efecto el Estado debe promover en dichas adjudicaciones la estructuración de
fundos y la destinación de bienes inmuebles, muebles, semovientes, las obras y
servicios públicos complementarios a la unidad de producción.
Extensión de la parcela adjudicada.
Como se sabe, las tierras adjudicadas por el Instituto Nacional de Tierras
son el elemento básico del proceso de transferencia al campesino para su
adjudicación e incorporación al desarrollo rural del país. En este sentido, la
precitada Ley no establece un límite en lo que respecta a la adjudicación de las
parcelas.
Por consiguiente, comparando la Antigua Ley de Reforma Agraria en lo
referente a la extensión de las dotaciones de tierras, en su artículo 76 se
tomaba en consideración para la superficie de las parcelas: las condiciones
topográficas y agrológicas de las tierras. De igual manera el bienestar
económico del agricultor, la relación campesino tierra. Por lo sucesivo el
“mínimo vital de la parcela adjudicada se tiene cuando mediante un plan
integral de inversiones pueda producir una renta suficiente para cubrir los
gastos operacionales, los gastos de vida de la familia agricultora y una
moderada reserva para la formación de capital” (Artículo 224 del reglamento de
la antigua Ley de Reforma Agraria).
Por todas estas razones, pudiéramos establecer también que el límite de
adjudicación para los beneficiarios deberá depender:
de las condiciones del suelo (topográficas y agrológicas).
de las condiciones mínimas que pueda tener el beneficiario para poder
general un desarrollo integral de su actividad agrícola.
Todas estas características sería necesario adecuarlas a los patrones de
parcelamientos determinados por el Instituto Nacional de Tierras para la
adjudicación de tierras previstas en el Reglamento para la determinación de la
vocación de uso de la tierra rural de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario.
1.5.- Del procedimiento de expropiación.
Fincas expropiables: Todas aquellas tierras privadas, necesarias para la
ordenación sustentable, que puedan asegurar su potencial agroalimentario en
tal sentido, se eliminó el artículo siguiente del Decreto de Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario de 2001:
“Artículo 74. Se consideran inexpropiables a los fines del presente
Decreto Ley los fundos que no excedan de cien hectáreas (100 ha) en tierras de
primera clase o sus equivalencias en tierras de otras calidades, y de cinco mil
hectáreas (5000 ha) en tierras de sexta y séptima clase o sus equivalencias,
según lo que al efecto se desarrolle en el Reglamento. “
Por tal motivo, suponemos que no existe límite en lo que se refiere a la
extensión de la tierra para proceder a la expropiación con fines agrarios. La Ley
de Tierras en su artículo 68 señala: “…se declaran de utilidad pública todas las
tierras con vocación de uso agrario, las cuales quedan sujetas a los planes de
seguridad agroalimentaria…”.
En otro sentido, el artículo 69 de la citada Ley, declara de utilidad pública
e interés social la eliminación del latifundio como contrarío al interés social.
Presumimos que las tierras a expropiar serían aquellas que se encuentren
ociosas, es decir, que no cumplan con los parámetros mínimos del rendimiento
idóneo de producción previsto en la propia Ley de Tierras y Desarrollo Agrario y
puedan ser puestas en producción de conformidad con los planes
agroalimentarios.
Señala la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario que el proceso de
expropiación se inicie ante el órgano administrativo con una negociación
amigable. En este caso, sería ante el Instituto Nacional de Tierras.
En efecto, establece el artículo 70 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario
que el proceso de expropiación se inicia mediante resolución del Directorio del
Instituto Nacional de Tierras.
Órgano competente. No ofrece dudas la ley al fijar como competente para
la fase administrativa o negociación amigable al Directorio del Instituto Nacional
de Tierras.
El proceso de expropiación, es iniciado por el Directorio del Instituto
Nacional de Tierras quien deberá dictar resolución acordando la expropiación
del lote de terreno que se trate.
Dicha resolución constituye un acto administrativo que afecta la
propiedad privada y como tal debe ser motivado de conformidad con el artículo
70 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario.
Este acto del Instituto Nacional de Tierras deberá ser publicado en la
Gaceta Oficial Agraria.
En tal sentido, es importante resaltar la elaboración de un plan de
desarrollo sustentable a ejecutarse en el fundo objeto de la expropiación por
parte del Instituto Nacional de Tierras, luego de la elaboración del plan el
Instituto procederá a emplazar por edictos a todos aquellos que pretendan
tener derechos sobre el fundo a expropiar. Quienes deberán comparecer a los
fines de realizar la negociación amistosa.
Culminación de la expropiación amigable en sede administrativa.
De conformidad con lo establecido en el artículo 75 de la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario, la expropiación amigable del fundo deberá concluir en un
plazo no mayor a quince días hábiles que deberán computarse a partir de la
finalización del lapso de emplazamiento previsto en el artículo 71
ejusdem. A pesar que su tramitación es ante el órgano administrativo, esta
negociación amistosa culmina ante el organismo judicial.
Indudablemente, una vez finalizada la discusión ante el Directorio del
Instituto Nacional de Tierras, se acudirá ante el Juzgado Superior Agrario a fin
que sea éste quien imparta homologación al acuerdo y se proceda
posteriormente, en ejecución voluntaria a la ocupación previa del terreno
expropiado.
De la expropiación judicial (forzosa)
Se Admite la expropiación forzosa o judicial al haberse completado el
procedimiento administrativo de expropiación sin que se haya llegado a un
acuerdo satisfactorio con los concurrentes al llamado o que nadie hubiese
acudido ante el órgano administrativo. El Directorio del Instituto Nacional de
Tierras hará la solicitud de expropiación por ante el Tribunal Superior Regional
Agrario competente por la ubicación del inmueble y consignará el expediente
administrativo.
1.6.- Del procedimiento de derecho de permanencia.
El derecho de permanencia encuentra su fundamento en el artículo 17 de
la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario ordinales 1,2, 3,4. A tal efecto, la
declaratoria de permanencia no constituye derechos sobre el lote de terreno de
los ocupantes que lo solicitan, sólo se reconoce la permanencia sobre el mismo,
tal como lo establece la propia Ley.
Siendo el Instituto de Tierras el ente rector de las políticas de
regularización de tenencia de la tierra tal como lo establece los artículos 117 y
119 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. Es de su competencia garantizar
la permanencia a aquellos ocupantes de terrenos ajenos que mantengan una
actividad agraria y que puedan ser desalojados del lote de terreno que ocupan.
El procedimiento se inicia a solicitud de la parte interesada por ante la
Oficina Regional de Tierras competente por el territorio. Luego de recibida la
solicitud la Oficina Regional de Tierras correspondiente procederá a aperturar el
procedimiento y seguir las actuaciones y diligencias pertinentes para la
verificación de los hechos planteados de conformidad con el procedimiento
previsto en la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, y a los manuales
de procedimientos internos del propio Instituto.
Inmediatamente del procedimiento de sustanciación realizado por la
Oficina Regional de Tierras, se ordenará remitir las actuaciones al Directorio del
Instituto Nacional de Tierras quien decidirá lo procedente.
La decisión versará sobre la declaratoria o no del derecho de permanencia
referente al lote de terreno ocupado, en tal sentido, si te otorga la declaratoria
de permanencia los ocupantes no podrán ser desalojados.
Contra la decisión que otorgue el Directorio del Instituto Nacional de
Tierras se podrá interponer recurso contencioso administrativo de nulidad,
dentro de un lapso de 60 días por ante el Tribunal Superior Agrario.
Es importante resaltar, que en cualquier estado y grado de un proceso
judicial se puede consignar el acto de apertura o la definitiva del procedimiento
de declaratoria de permanencia, lo cual paraliza cualquier acto de desalojo en
contra del sujeto beneficiario de tal garantía. A nuestro parecer el derecho de
permanencia suspende cualquier acto de desalojo que se pretenda intentar
contra los ocupantes de fundos ajenos. Es similar a lo que se otorgaba con la
Antigua Ley de Reforma Agraria denominado Amparos Agrarios.
1.7.- Del procedimiento de desalojo.
De conformidad, con el parágrafo tercero del artículo 17 de la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario el procedimiento desalojo deberá llevarse por ante
el Instituto Nacional de Tierras. Procedimiento que la propia Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario remite al procedimiento previsto en la ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos. (Iniciación, sustanciación y decisión).
De lo que se infiere, de conformidad con el numeral 4 del artículo 17 de
la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario que debe existir el agotamiento de la vía
administrativa por ante el Instituto Nacional de Tierras cuando se pretenda
desalojar a quienes ocupen tierras con fines de obtener una adjudicación.
3.8.- Del procedimiento de solicitud de cartas agrarias
De conformidad con el Decreto Ejecutivo 2.292 de fecha 04 de febrero de
2003 y la resolución 177 de la misma fecha queda facultado el Instituto
Nacional de Tierras para emitir cartas agrarias, las cuales avalan la ocupación de
grupos de campesinos organizados que se comprometan a realizar una
actividad agraria.
Las cartas agrarias deberán ser otorgadas en terrenos que sean propiedad
del Instituto Nacional de Tierras, tierras propiedad de la República del dominio
privado que hayan sido transferidas al Instituto Nacional de Tierras y tierras
transferidas por los entes públicos al Instituto Nacional de Tierras, todo esto de
conformidad con el decreto citado.
El procedimiento a seguir es a solicitud de parte interesada de aquellos
grupos organizados de campesinos que de verdad estén interesados en trabajar
la tierra o de aquellos que se encuentren trabajando la tierra, por ante el
Instituto Nacional de Tierras a través de las Oficinas Regionales de Tierras.
Procedimientos Administrativos Agrarios.
Las oficinas regionales de tierras sustanciarán las solicitudes de cartas
agrarias y luego remitirán al Directorio del Instituto Nacional de Tierras quien
decidirá lo conducente. La decisión del Directorio sobre si otorga la carta
agraria o no, agota la vía administrativa. En el caso de negativa podrá intentarse
recurso contencioso administrativo de nulidad dentro de los 60 días continuos a
la notificación.
Lo que se pretende con las cartas agrarias es regularizar la ocupación
precaria de los campesinos para proceder posteriormente a la adjudicación de
tierras.
Beneficios de las cartas agrarias.
Autoriza provisionalmente la permanencia de las comunidades
campesinas en el lote de terreno determinado en el documento.
Convierte a los campesinos en beneficiarios directos de las políticas e
incentivos agrarios, para el desarrollo rural sustentable.
Ofrece al agricultor un derecho preferente en el otorgamiento de créditos
para el sector agrícola por parte de las instituciones financieras públicas.
Contempla la solicitud de protección a los órganos de seguridad de la
Nación, previa coordinación con el Instituto Nacional de Tierras.
Requisitos.
Ser venezolano mayor de 18 años.
Manifestación de voluntad contentiva del compromiso de trabajo de la
tierra a ocupar.
Llenado de la planilla de solicitud de Carta Agraria.
Identificación completa del solicitante, nombre, apellido, número de
cédula de identidad, lugar y fecha de nacimiento y domicilio actual.
Identificación de la parcela indicando actividad agrícola desarrollada.
Llenado de la planilla de estudio socioeconómico.
3.9.- Del procedimiento de rescate de tierras.
El fundamento legal para el rescate de tierras lo encontramos tipificado en
los artículos 34 y 82 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario los cuales rezan:
“Artículo 34. Con el objeto de establecer las bases del desarrollo rural, el
Instituto Nacional de Tierras adoptará las medidas que estime pertinentes para
la transformación de todas las tierras ubicadas dentro de las poligonales rurales
en unidades económicas productivas; en cumplimiento de este mandato, podrá
rescatar toda tierra de su propiedad que se encuentre ociosa o inculta.”
Artículo 82. El Instituto Nacional de Tierras tiene derecho a rescatar las
tierras de su propiedad o que estén bajo su disposición que se encuentren
ocupadas ilegal o ilícitamente. A esos fines iniciará de oficio o por de denuncia,
el procedimiento de rescate correspondiente, sin perjuicio de las garantías
establecidas en los artículos 17, 18 y 20 del presente Decreto Ley. “
De lo que se infiere, la facultad que tiene el Instituto Nacional de Tierras
para poder rescatar las tierras de su propiedad cuando: la ocupación sea ilegal
o ilegítima y que no se encuentren productivas dichas tierras de conformidad
con los parámetros previstos en el Reglamento Parcial de la Ley de Tierras y
Desarrollo Rural para la determinación del uso de los terrenos rurales.
Inicio del procedimiento para el rescate de tierras.
El Directorio del Instituto Nacional de Tierras es el órgano competente
para sustanciar y decidir sobre este asunto, de conformidad con el artículo 130,
norma atributiva de competencia a las Oficinas Regionales de Tierras, le
atribuye competencia solamente para informar al Directorio sobre la ocupación
de tierras públicas.
De allí que, no habiendo norma atributiva de competencia a las Oficinas
Regionales de Tierras para sustanciar el expediente, sino para informar sobre la
ocupación de tierras públicas, será competencia del Directorio del Instituto
Nacional de Tierras sustanciar y decidir sobre el asunto.
El procedimiento se iniciará de oficio o por denuncia. La cual deberá
presentarse ante las Oficinas Regionales de Tierras, las cuales corresponderán
remitirla inmediatamente al Directorio del Instituto Nacional de Tierras, pues su
competencia se limita a informar al Directorio sobre la ocupación de tierras
públicas.
Al iniciarse el procedimiento de rescate de tierras, en el auto dictado por
el Directorio del Instituto Nacional de Tierras que ordene la apertura del
procedimiento deberá identificarse: el lote de terreno, así como a su ocupante
ilegal., orden de notificación personal de los ocupantes, orden de publicación
de cartel.
De igual manera, prevé la Ley la facultad del Instituto Nacional de Tierras,
para dictar medidas cautelares de aseguramiento de las tierras, pero siempre
que las mismas guarden relación con la finalidad del rescate. Pudiera ser una
medida para proteger los recursos naturales en las tierras intervenidas en el
caso que hubiese daño al medio ambiente.
En este sentido, también establece el artículo 85 de la Ley de Tierras y
Desarrolla Agrario, procediendo aplicable luego dictar una medida cautelar
sobre la tierra a rescatar, notificación personal a los afectados de la medida, en
caso de no poder lograrse se continuará con el procedimiento y se ordena fijar
en la entrada de la finca la respectiva boleta de notificación para lo cual se
considerará notificado. No obstante, si no se ha logrado la notificación citada la
misma deberá publicar en la Gaceta Oficial Agraria o en su defecto en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela.
Señala la propia Ley en el artículo citado, que la forma de notificación
prevista en el mismo puede aplicarse a todos los procedimientos
administrativos que prevé la ley de Tierras y Desarrollo Agrario indistintamente.
Por otra parte, no procederá el rescate sólo cuando el terreno esté en
óptimas condiciones de producción y en completa adecuación a los planes de
producción, y la ocupación no exceda el doble del patrón de parcelamiento. No
obstante, la Ley prevé que sólo por circunstancias excepcionales utilidad
pública o interés social, el Instituto nacional de Tierras podrá rescatar tales
Tierras. Una vez notificado el ocupante del terreno de manera personal o
mediante carteles, dispondrá de ocho días hábiles para plantear sus defensas
ante el Instituto Nacional de Tierras.
Los ocupantes de tierras ilícitos no podrán oponer ante el Instituto
Nacional de Tierras el carácter de poseedores.
De la decisión.
La decisión que habrá de dictar el Directorio del Instituto Nacional de
Tierras, deberá producirse en un plazo de diez días hábiles, contados a partir
del vencimiento de los ocho que dispone el ocupante para defenderse.
La decisión debe cumplir con todas las formalidades previstas en la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos y pone fin a la vía administrativa.
Contra la decisión dictada en este procedimiento, solamente es posible el
recurso judicial de nulidad de acto administrativo de efectos particulares, cuyo
trámite está regulado en la misma Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, debiendo
intentarse dentro de los sesenta días siguientes a su notificación por ante el
Juzgado Superior Agrario competente por la ubicación del terreno.
Destaca el procedimiento de rescate en el sentido, del carácter autónomo
que presenta, es decir no necesita agotar ningún acto previo.
Cabe señalar, que también se prevén otros Procedimientos
Administrativos llevados por el Instituto Nacional de Tierras como: el de prenda
sobre la cosecha, registro de mejoras y bienhechurías, permiso de construcción
de vivienda en terrenos del mismo, preservación del medio ambiente
conjuntamente con el Ministerio del Ambiente. Procedimientos que deberán
siempre ajustarse a la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos al no
estar taxativamente señalados los mismos en la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario.
CONCLUSIONES
Es menester del Estado, a través del Instituto Nacional de Tierras poder
garantizar que todos los procedimientos de afectación de uso en la tenencia de
la tierra se cumplan respetando el debido procedimiento administrativo previsto
en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario y demás leyes que supletoriamente
sean necesarias aplicar.
Es la redistribución de la tenencia de la tierra a través de los
procedimientos de afectación de uso de la misma, lo que permite poner en
práctica un verdadero proceso agro reformista.
De igual manera, se prevé un nuevo procedimiento en la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario denominado garantía de permanencia como un requisito
previo a ser beneficiario de un título de adjudicación por parte del Estado. Se
garantiza al trabajador de la tierra para que continúe con su actividad agraria
sin poder ser desalojado de forma injusta por parte de terceros que no estén
realizando actividad agraria dentro de esa unidad de producción,
independientemente de la propiedad del mismo.
En otro sentido, encontramos de suma importancia la solicitud de los
distintos certificados previstos en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. La
productividad de las tierras confirmada a través de un certificado de finca
productiva otorgado por el Instituto Nacional de Tierras. Las que no estén
productivas pueden ponerse en producción a través de un certificado de finca
mejorable de 2 años prorrogable por dos más.
Por último, las tierras ociosas son aquellas que no cumplen los requisitos
mínimos de producción y, el Estado a través del INTI dependiendo de la
titularidad de las mismas deberá ponerlas en producción mediante los
procedimientos establecidos en la propia Ley.
En cuanto al proceso de adjudicación previsto en la mencionada Ley es de
suma importancia la cualidad del sujeto beneficiario. Por ende, existen ciertos
requisitos que deben cumplirse para ser favorecido con la adjudicación de
tierras por parte del Estado.
De igual manera, con la promulgación del Decreto 2.292 de febrero de
2003 y la Resolución 177 emanada del Instituto Nacional de Tierras,
encontramos la figura de las Cartas Agrarias las cuales sirven como requisito
previo a los beneficiarios para acceder posteriormente al procedimiento de
adjudicación de tierras.
La figura de la expropiación agraria se mantiene en la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario cuyo objetivo es la transformación de las tierras ociosas en
tierras productivas, por tal motivo, las tierras propiedad privada podrán ser
expropiadas de conformidad con el procedimiento previsto en la propia Ley.
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