0% encontró este documento útil (0 votos)
631 vistas10 páginas

Se Llenaron Las Doce Cestas

Este documento presenta un resumen de un sermón bíblico sobre Juan 6:5-13, donde Jesús alimenta a una multitud con cinco panes y dos peces. El sermón enfatiza que Jesús conoce nuestras necesidades y está dispuesto a suplirlas si tenemos fe en Él. También menciona otros milagros de Jesús y enfatiza la importancia de caminar con la Palabra de Dios y tener fe para experimentar la obra de Dios en nuestra vida.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
631 vistas10 páginas

Se Llenaron Las Doce Cestas

Este documento presenta un resumen de un sermón bíblico sobre Juan 6:5-13, donde Jesús alimenta a una multitud con cinco panes y dos peces. El sermón enfatiza que Jesús conoce nuestras necesidades y está dispuesto a suplirlas si tenemos fe en Él. También menciona otros milagros de Jesús y enfatiza la importancia de caminar con la Palabra de Dios y tener fe para experimentar la obra de Dios en nuestra vida.
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 10

Título del sermón: Se llenaron las doce cestas

Versículo de la Biblia: Juan 6:5-13


Fecha: 24 de febrero, 2019

Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe:
¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? 6 Pero esto decía para
probarle; porque él sabía lo que había de hacer. 7 Felipe le respondió: Doscientos
denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. 8 Uno
de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: 9 Aquí está un
muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto
para tantos? 10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha
hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 11
Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los
discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los
peces, cuanto querían. 12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos:
Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. 13 Recogieron,
pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada
sobraron a los que habían comido.

Cantemos himno 499

A solas al huerto yo voy, cuando duerme aún la floresta


Y en quietud y paz con Jesús estoy oyendo absoluto allí su voz

Tan dulce es Señor, que las aves guardan silencio


Y tan sólo se oye esa voz de amor que inmensa paz al alma da

Con Él encantado yo estoy, aunque entorno lleguen las sombras


Mas me ordena a ir, que a escuchar yo soy su voz doquier la pena esté

Coro
El conmigo está, puedo oír su voz, y que suyo dice seré
Y el encanto que hallo en Él allí, con nadie tener podré

Hoy quiero compartir la palabra de Dios bajo el título “Se llenaron las doce
cestas” en Juan capítulo 6, versículo del 5 a 13. Repita después de mí “Se
llenaron las doce cestas”.

Una de las experiencias más maravillosa en nuestra vida es el encuentro


personal con el Señor Jesús.
Porque el encuentro personal con el Señor Jesús cambia muestro destino.
Solíamos vivir en medio de desesperanzas y heridas, pero después del
encuentro personal con Jesús, marcharemos hacia adelante con fe, sueño y
esperanza por el amor del Señor. Aunque nuestra vida está llenas de heridas,
viviremos alegre y felizmente cuando hallemos a Jesús, quien cambiará nuestro
destino. No obstante, ahora que tenemos a Jesús como salvador personal, ruego
en el nombre del Señor que sujeto a Él firmemente, marchemos hacia adelante
con fe.

Mientras Jesús vivía en el mundo sanó a muchos enfermos y realizó muchos


milagros. Entre ellos está el milagro de los cinco panes de cebada y dos
pececillos que están escrito en los cuatro libros de la Biblia, en Mateo, Marcos,
Lucas y Juan. Cuando un muchacho dedicó su almuerzo al Señor, alimentó a
cinco mil hombres, si se sumara a las mujeres y los niños serían más de veinte
mil. Y recogieron de lo que sobraban doce cestas llenas. El Señor nos da
algunas lecciones a través del milagro de los cinco panes y los dos pececillos.

1. Jesús conoce nuestra situación

Dice la palabra que Jesús conoce nuestra situación. Cuando Jesús vivía en esta
tierra, una gran multitud de personas vinieron ante su presencia dondequiera
que Él estaba, cada vez que oyeron de Jesús. Dice en Juan 6:5 Cuando alzó
Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud

Dondequiera que Jesús estaba, una gran multitud venía ante su presencia.
Venían al Señor para escuchar sus enseñanzas, para llenarse de la gracia de su
palabra y para recibir sanidad de las enfermedades. Jesús siempre tuvo
misericordia de aquellos que vinieron a él, tanto que les enseñó y sanó a todos
los enfermos.

Dice en Marcos 6:34 Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de
ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles
muchas cosas.

Jesús vio a una gran multitud que venía a él y tuvo compasión por ellos, porque
eran como ovejas sin pastor. Las ovejas no pueden sobrevivir sin la guía y la
protección de los pastores. Dado que las ovejas son extremadamente miope,
no alcanzan a distinguir nada más allá de un metro, por lo que el pastor siempre
pone detrás de él una oveja con experiencia, para que los restos puedan seguir
a su líder. El pastor lidera el camino de las ovejas.

Los pastores guían a las ovejas junto a los pastos verdes cuando ellos tienen
hambres. Los llevan junto a aguas de reposo cuando tienen sed. Y cuando algún
animal salvaje los ataca, los protege aún contra su vida. El pastor es capaz de
entregar hasta su vida por las ovejas. Para las ovejas el pastor es su líder,
proveedor y maestro.

Jesús es nuestro pastor, nuestro líder y proveedor en nuestras necesidades y


protector contra las potestades del pecado. Él es nuestro Señor eterno.
Sigamos al Señor toda nuestra vida con fe.

Damos las gracias al Señor porque tiene misericordia de nosotros, para


solucionar nuestros problemas y sanar todas nuestras dolencias. Dice en Mateo
14:14 Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó
a los que de ellos estaban enfermos

En Lucas 9:11 dice Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les
hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.

Jesús dio la bienvenida a todos los que vinieron a él. Lo recibió con amor
entrañable, se compadeció, sano todas las enfermedades y solucionó los
problemas de cada uno.

Hermanos, que la misericordia del Señor reboce en su vida. La gente puede


consolarnos superficial y temporalmente, mas Jesús enjugará nuestras lágrimas
y nos levantará de la desesperanza. Cuando estamos lastimados y tendidos en
desesperanza y con lágrimas, Jesús vendrá para consolarnos, nos guardará en
sus regazos amorosos. Cubriéndonos bajo su amor nos hablará suavemente
“hijo mío, hija mía, sé lo difícil y doloroso que es para ti” Jesús es el único que
puede resolver nuestros problemas.

Bartimeo, un ciego de nacimiento, pasó toda su vida mendigando, hasta que


tuvo una experiencia inesperada y maravillosa. Escuchó de Jesús. Escucho los
comentarios de la gente que había un hombre llamado Jesús y que quienquiera
que viniera a él era curado de cualquier tipo de enfermedades. Así que
Bartimeo anhelaba encontrarse con Jesús. Un día escuchó voces y gritos que
decían “Allí viene Jesús”. Entonces comenzó a dar voces “Hijo de David ten
misericordia de mí, hijo de David ten misericordia de mí”

Muchos reprendieron a Bartimeo “Cállate, por qué un mendigo como tú


importuna al maestro” Pero él alzó la voz aún más y clamó “Hijo de David, Jesús,
ten misericordia de mí”. Sus voces detuvieron el paso de Jesús.

En Marcos 10:47 dice Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces
y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Deteniéndose Jesús
mando llamarle.

Deteniéndose Jesús llamó a Bartimeo “ten confianza, el maestro te llama” y


puesto de pie se despojó de su única capa y corrió al Señor. Y Jesús le preguntó
“Qué quieres que te haga” y le contestó “Maestro, mi único deseo es recobrar
la vista”. Jesús viendo su fe le dijo “Vete tu fe te ha salvado”. “Sea conforme
a tu fe” “Tu fe te ha salvado”

¡Aleluya! El Señor está buscando hombre de fe hoy también. Sin fe no podemos


presentarnos delante del Señor. Para experimentar los milagros del Señor
debemos tener fe. Cuando nos presentemos con fe delante del Señor, nos dirá:
“Sea conforme a tu fe” “Tu fe te ha salvado” Dice en Hebreos 13:8 Jesucristo
es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos

El Señor es el mismo. Él está trabajando igual que en tiempo pasado. El


problema está en nosotros. Puesto que nuestra fe no está lo suficientemente
firme o porque no ha sido comprobado ante el Señor, vivimos en problemas, en
tristezas, en dolores y en enfermedades.

Hermanos, deseo que tengan fe firmes. Con la fe firme clame delante del Señor
“Señor ten misericordia de mí” y el Señor le contestará “sea conforme a tu fe”
“sea conforme a tu fe” “sea conforme a tu fe”. Quiero que todos experimenten
este gran milagro del Señor.

Jesús nunca trabaja con gente incrédula. El Señor nunca manifiesta sus milagros
a los incrédulos. Nunca derramará sus bendiciones sobre los negativos,
criticones, quejumbrosos, engañadores y estafadores. Sólo los que tienen fe en
el Señor serán llenos de sus bendiciones.

Aunque estemos llenos de defectos y de impotencia, si tenemos fe que pueda


conmover al Señor, entonces Él manifestará sus milagros. Pida en oraciones
“Señor, conviértame en una persona de fe, que demuestre mi fe ante tu
presencia, para experimentar diariamente tus milagros. Manifiesta tus milagros
aquí en mi corazón, en mi vida y en mi hogar. Ayúdame Señor a ser una persona
de fe”.

Dios siempre trabaja con persona de fe. ¿Cómo demostraremos nuestra fe? Es
posible cuando caminamos con la palabra de Dios. En Salmos 1 en el versículo
1 y 2 dice Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo
en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino
que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

Dios bendice a aquellos que se deleita y sigue las leyes de Dios. La fe es


aferrarse al Señor con una base fuerte en la Palabra. Vacilamos cuando no
tenemos fe en la palabra de Dios o cuando estamos apartado de Jesús.
Sujétese firmemente al Señor y tenga fe en la palabra de Dios para seguir
marchando hacia adelante.

2. El Señor suple nuestras necesidades

El Señor suple toda nuestra necesidad. En Marcos 6:35 dice Cuando ya era muy
avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto,
y la hora ya muy avanzada. La multitud estaba tan concentrado en las
enseñanzas de Jesús que se olvidaron de comer, estaban allí desde la mañana
hasta la tarde, pero no sintieron hambre, ya que la palabra de Dios fue tan dulce
como la miel. Fueron absorbidos por la palabra de Jesús, encantados y llenos
de entusiasmos.

Cuando nuestra iglesia estaba en Seodaemun hubo un gran avivamiento


espiritual y cada culto era como un horno ardiente del Espíritu Santo. Recuerdo
que el Pastor Yonggi Cho una vez enseñó por dos semanas el libro de
Apocalipsis, el Pastor Cho predicó casi dos hora y media durante el servicio
nocturno de 8pm a 11pm, pero estábamos allí sentados inmóviles, escuchando,
bendecido por el Señor, cautivado del poder de la enseñanza. Cuando la gracia
de Dios es poderosa no hay lugar para pensamientos vagos. Cuando la multitud
sintió la caída del sol, llegaron a darse cuenta que tenían hambre

En la trayectoria de la vida nos encontramos con noches oscuras. La oscuridad


de la noche cae sobre nosotros a menudo. Nuestro negocio puede ir a la quiebra
abruptamente, podemos perder la salud de noche a la mañana, un día se nos
puede diagnosticar de una enfermedad grave. Sufrir de traición por la persona
de mayor confianza. O tal vez perder a una persona amada. Cuando suceden
estas cosas, nuestras almas se llenan de oscuridad de la noche.

Generalmente la noche nos brinda descanso de nuestras labores. Sin embargo,


cuando no hay descanso, nos llenamos de dolores, desesperanzas, heridas y
tristezas. Los discípulos no sabían qué hacer con la situación y dijeron, Marcos
6:36 Despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren
pan, pues no tienen qué comer

Ellos no sabían cómo solucionar la situación. Aunque Jesús estaba con ellos,
ellos no entendieron que Jesús es la solución de los problemas. Sin saberlos
dijeron “Jesús despídelos para que vayan a los barrios y en sus aldeas y
compren pan”. No obstante, Jesús no quiso enviar a la gente en desesperanza.
Jesús nunca nos ignorará en nuestras noches de dolor y lágrimas. Viene para
sostenernos en sus brazos y para enjugar nuestras lágrimas, porque Él es
nuestro Dios lleno de amor y misericordioso. Dijo el Señor en Marcos 6:37
Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que
vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer?

Jesús le dijo “Dadles vosotros de comer” y Felipe le contestó en Juan 6:7 Felipe
le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos
tomase un poco

En otras palabras “Maestro, ¿dónde vamos a conseguir tanto panes para


alimentar a la multitud? Por lo menos necesitaremos doscientos denarios” Un
denario es la paga de un día de jornal, por tanto, doscientos denarios es el pago
de doscientos días de trabajo. Es decir, si al mes trabaja veinte días sería el
salario de casi diez meses. Si gana tres millones de wons sería unos treinta
millones de wons. Si gana dos millones, veinte millones de wons.

En término moderno los discípulos estaban diciendo “Maestro necesitamos


unos veinte a treinta millones de wons ¿dónde vamos a conseguir tanto dinero?
Usted sabe que nosotros no tenemos dinero. Aunque lo tuviéramos ¿dónde
vamos a comprar tanto pan a esta hora?” Felipe asentado en su lógica y juicio
concluyó que era imposible para ellos alimentar a la gran multitud. No obstante,
Dios no trabaja con gente negativa. Dios trabaja con gente que confiese
positivamente, sin importar la situación. Dios no trabaja con los que confiese
“no puedo, es imposible, está terminada, estoy arruinado” Vuelva a ponerse de
pie en el Señor. Porque Jesús está con nosotros y no vamos a fracasar. Confiese
siempre la fe en el Señor.

Otro discípulo de Jesús llamado Andrés después que escuchó la orden de Jesús
comenzó a buscar la solución. Preguntó ¿hay alguien de ustedes algo de comer?
“Jesús pide alimento, si alguien tiene algo de comer me lo puede pasar” Había
un muchacho entre la multitud quien trajo una lonchera con cinco panes de
cebada y dos pececillos que su madre le había preparado, el cual lo presentó
delante del Señor.

“Señor, por favor entregue mi lonchera a Jesús. Mi madre me la preparó, pero


quiero entregárselo a Jesús” Era una lonchera para un muchacho, no era
suficiente. Tenía cinco panes de cebada muy pequeños y dos pececillos, tal vez
del tamaño de unas anchoas. La inocencia de un muchacho dedicó su almuerzo
al Señor “Si el Señor lo necesita, le dedicaré todo”

La fe de un pequeño muchacho levantó un gran milagro. Se presentó un gran


milagro cuando la fe del muchacho se unió con la fe de Andrés.
Dice en Juan 6:8-9 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le
dijo: 9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos;
mas ¿qué es esto para tantos?

Felipe habló lo imposible, mientras que Andrés habló lo posible. Habría sido
mucho mejor si Andrés no hubiera añadido “qué es esto para tanto” si no
hubiera dicho esta palabra, hubiera ganado más punto a su favor, pero estaba
diciendo “Maestro lo único que yo pude conseguir fueron estos cinco panes de
cebada y dos pececillos” Pero el Señor tomó los panes y dio gracias a Dios,
Dice en Juan 6:11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los
repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados;
asimismo de los peces, cuanto querían

Después de dar las gracias comenzó a distribuir los panes a los que estaban
sentados tanto como querían. Se partió el pan y se lo dio a la gente, pero
apareció otra barra de pan y así sucesivamente. Se multiplicaron de una manera
inimaginable. Hasta que comieron unos veinte mil personas y recogieron de lo
que sobró doce cestas llenas. ¡Aleluya!

Esto es el milagro de Dios. El milagro de Dios se manifiesta por medio de


nuestra fe. El Señor trabaja a través de la fe de cada uno de nosotros. No
importa cuán deprimente, difícil y dolorosa pueda ser su situación actual, venga
ante la presencia del Señor con fe, entonces Jesús tendrá misericordia de
nosotros y manifestará sus milagros. Recuerde siempre que Dios es bueno y
hoy también quiere manifestar sus milagros sobre nuestra vida. Muestre su fe
delante de Dios.

Cuando se encuentren en tinieblas, rodeados de noches oscuras de


desesperanzas y frustraciones, rendidos en sus heridas sin saber qué hacer,
vuelva a poner se pie. Levántese nuevamente, preséntese delante del Señor. Y
el Señor trabajará a través de su fe.

Cuando estaba pastoreando la Iglesia del Evangelio Pleno en Washington, un


diácono dedicó tres casas suyas a la construcción de la iglesia. Dios había
tocado su corazón durante las oraciones de madrugada. Una mañana escuchó
la voz del Señor y me trajo los registros de tres casas que poseía, una en la
que vivía y otras dos que alquilaba a otros. Él me dijo: “Pastor, pastor escuché
la voz del Señor mientras oraba, me dijo que dedicara todo lo que yo tengo a
la construcción de la iglesia, así que le traje el registro de mi casa donde estoy
viviendo y otras dos que estoy alquilando” le pregunté “Diácono si me entrega
el registro de su casa donde está viviendo ahora, ¿tiene un lugar para mudarse?”
Me contestó “No, pero porque el Señor me lo pide, se lo entrego antes que
cambie de opinión. Pido su discreción sobre el asunto, porque estoy dedicando
mis casas con alegría. Esto será algo entre Dios y yo, lo que ha hecho mi mano
derecha no quiero que lo sepa la izquierda. Pastor le pido muy encarecidamente
que no haga mención de mi nombre en la dedicación del templo, “él es la
persona que dedicó las tres casas”. Yo quiero que esto sea una muestra de mi
fe delante del Señor”. En la dedicación del templo me obsequió dos túnicas del
púlpito. Aunque ya pasaron más de 28 años, todavía los llevo cuando oficio una
ceremonia de boda. Ustedes lo podrán ver si me visitan cuando estoy dirigiendo
una ceremonia de boda. Aunque pasaron 28 años todavía parece nuevo.

A cabo de dos años yo estaba por regresar a Corea y el diácono me visitó y me


comentó “Pastor, pastor, sucedió algo maravilloso, hemos firmado un contrato
con el Departamento de Defensa” El diacono era CEO de una pequeña compañía
de programación de computadora. Firmó un contrato por la suma de cincuenta
millones de dólares. ¡Aleluya!

Cincuenta millones de dólares hace 26 años atrás eran cinco mil quinientos
millones de wons equivaldrían mucho más en moneda actual. Las tres casas
que había dedicado a Dios tenían un valor neto de $150.000 debido al préstamo
a largo plazo. En otras palabras Dios le multiplicó a 300 veces. Dios aceptó la
fe del diácono y abrió el cielo y derramó sus ricas bendiciones sobre él. Deseo
que ustedes también sean llenos de las bendiciones de Dios.

3. La gracia llena y desbordante de Dios

La gracia de Dios es siempre desbordante. En Juan 6:12-13 dice Y cuando se


hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para
que no se pierda nada. 13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos,
que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.

La gracia de Dios siempre rebosa, en ella no hay ninguna necesidad. Es más


que suficiente. A veces podemos caer en serios problemas, sufrir una gran
pérdida. Puede que estemos gravemente enfermos, tal vez estemos
desesperados, sin embargo, reviviremos por la gracia del Señor y
disfrutaremos de la gracia desbordante de Dios. No se desespere, ni se rinda,
ni retroceda, pero experimente la gracia desbordante de Dios con
perseverancia.

La vida cristiana es una vida de abundante gracia de Dios. No tiene ninguna


necesidad en ella. Y no nos avergonzaremos en el Señor. Confíen y avancen
con fe dando gracias al Señor por su fidelidad y gracia. Pero, el que no tiene
fe, vivirá acurrucado, suspirando y lamentando. Hermanos sean llenos de la
gracia de Dios. ¿Por qué se avergüenza de su vida cristiana? Es por la falta de
fe. Es un privilegio creer en Jesús, Como cristianos estemos orgullosos de Dios
por su gloriosa obra en nuestra vida. Por tanto, de hoy en adelante vivan como
verdaderos cristianos. Como verdaderos hombres de fe.

Después que Dios creó a Adán, el primer hombre de la tierra le prometió la


bendición. Dice en Génesis 1:28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en
las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra

Dios creó al hombre como el señor de todo lo creado, Dios nos ha dado la
bendición de sojuzgar su creación. Dios prometió a Abraham que su
descendencia sería tantas como las estrellas en el cielo. También bendijo a
Isaac, el hijo de Abraham, con una cosecha de ciento por uno. Dios bendijo a
Jacob, el nieto de Abraham, lo hizo el antepasado de las doce tribus de Israel.
Nosotros también hemos recibido la bendición que se les dio a Abraham, Isaac
y Jacob.

Hemos recibido desbordantes bendiciones. Por tanto, teniendo fe, no sea


conmovido por las tribulaciones o sufrimientos, sabiendo que el Señor está con
nosotros. En cambio, marchemos con fe hacia adelante, dando las gracias al
Señor por estar siempre con nosotros.

Aunque somos necesitados y débiles con muchas heridas, la fe en Jesús nos


transformará a una nueva criatura. De modo que acerquemos al Señor y
ofrezcamos nuestra vida tal como somos.

(Cantar himno)
Fielmente nos amó Jesús, pues hay que amarle fiel,
Y en su salud y amor confiar y hacer las obras de Él.

Ruego en el nombre del Señor que experimenten el gran milagro del Señor al
mostrar su fe como el muchacho que entregó su almuerzo y como Andrés. Esta
es mi oración sincera. Dios les bendiga mucho.

Oración.

Dios llenos de amor y misericordioso, qué somos nosotros para que nos ame
con tu amor entrañable, nos sacaste del hoyo de desesperanza, pero nos
llenaste de tu abundante gracia. Padre te damos las gracias, te damos las
gracias.
Puesto de pie con fe, queremos expresar nuestra fe ante tu presencia y vivir
toda nuestra vida como hombre de fe. Quédate con nosotros. Oramos en el
nombre de Jesús. Amén.

También podría gustarte