¡Su nombre es JESÚS!
Pr. Cristian Jara
Mateo 1:21: "Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre
JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados."
Introducción
La Navidad es una de las fechas más importantes dentro
del calendario, no solo a nivel nacional sino también en todo
el mundo.
Jesucristo dividió la historia de la humanidad, nada nunca
volvió a ser igual después de su primera venida y será así
mismo cuando regrese por segunda y última vez.
Y no solo ha cambiado la historia de la humanidad, sino
de cada persona que le ha conocido como el Hijo de Dios,
como Señor y Salvador.
En cada creyente el señor ha hecho nuevas todas las
cosas, nos ha hecho nuevas criaturas que vivimos por su
gracia y para su gloria.
Su nombre “Jesús” nos enseña que vino a hacer en la
tierra; vino a “salvar” y su nombre “Emanuel” nos dice quién
es; es “Dios con nosotros”
Jesucristo pidió unidad a su pueblo, oró por la unidad y
dejo ejemplos de que en Él la diferencias pueden ser
vencidas. Solo él pudo unir a dos enemigos políticos, (creo
que el Señor quiso que notemos que eran contrarios por
eso tenemos datos sobre sus ocupaciones e ideas les
políticos) Mateo, un recaudador de impuestos, considerado
un traidor y convertido en un paria espiritual, un servidor de
aquella Roma que oprimía a los judíos y Simón el Zelote, un
rebelde radical y revolucionario, un activista que incluso
utilizaba el terror para sus fines políticos.
Mateo y Simón el Zelote eran totalmente contrarios en
pensamiento y actividades (sería como uno de nuestros
líderes políticos y un lider del EPP), pero después de
conocer a Jesucristo todo cambió en ellos y nos dejan dos
claras enseñanzas: “Hay mejores caminos que la violencia y
que el dinero no es lo más importante en esta vida”
Y este es sólo un ejemplo de los incontables milagros que
Jesucristo hizo, hace y seguirá haciendo en las vidas de
todos aquellos que tengan la gracia de conocerlo por medio
de la fe.
En esta oportunidad quiero enfatizar tres palabras que
tienen un gran significado para la fe cristiana.
A. Y darás a luz UN HIJO...
Él es el cumplimento de las promesas
Mateo 1:1: "Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de
David, hijo de Abraham."
“Hijo de David” era una frase que recordaba la imagen del
Mesías, de linaje real que iba a restituir el trono a Jerusalén y
el reino de Israel. Dios le prometió a David que su
descendencia reinaría por siempre y cumplió su promesa.
Éste hijo es el Rey de reyes, Él es el verdadero Israel y todos
los que están en Él, por medio del hijo llegamos a la nueva
Jerusalén, la celestial y no la terrenal.
“Hijo de Abraham” El pacto de Dios con Abraham señaló
a Israel como pueblo escogido y también estableció que
todo el mundo sería bendito a través de esta nación. La
promesa de Dios a Abraham se cumple en el Hijo.
“Dios prometió, Dios cumplió” Que gran consuelo y
esperanza da al pueblo, saber que tenemos un Dios que
cumple su palabra, que no se olvida de sus promesas y que
podemos esperar con paciencia y confianza en Él.
Él es el segundo Adán
Romanos 5:12,19: "Por tanto, como el pecado entró en
el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte,
así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto
todos pecaron. ... Porque así como por la desobediencia
de un hombre los muchos fueron constituidos
pecadores, así también por la obediencia de uno, los
muchos serán constituidos justos."
Nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la
muerte de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, por
esto con toda seguridad seremos salvos por la vida de su
Hijo.
Con un solo pecado de Adán, vino la condenación para
todos, pero un solo acto de justicia del Hijo trae una relación
correcta con Dios y vida nueva para todos.
¿Porqué todo esto? Dios mostró el gran amor que nos
tiene al enviar a al hijo a morir por nosotros cuando todavía
éramos pecadores.
Vino para juicio y salvación
El nacimiento del hijo, el cumplimiento de la promesa
tiene un doble propósito, salvar y condenar. El hijo vino a
dividir el mundo en dos, los que están con Él y los que están
contra Él. No hay término medio o de Dios o del diablo.
Lucas 2:34: "Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre
María: He aquí, éste está puesto para caída y para
levantamiento de muchos en Israel, y para señal que
será contradicha"
El hijo nacido fue de tropiezo y perdición para todos
aquellos que lo rechazaron en Israel, pero para los que lo
recibieron trajo salvación y esperanza.
Esto no cambiado en este tiempo, y las palabras de Juan
el Bautista siguen siendo la verdad de Dios.
Juan 3:17-18,36: "Porque no envió Dios a su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino para que el
mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado,
porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de
Dios. ... El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el
que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la
ira de Dios está sobre él."
B. Y llamarás su nombre JESÚS...
Solo Dios puede salvar
Al pronunciar el nombre del hijo, estamos declarando la
verdad de la salvación “Jehová salva”. Cada vez que decimos
“Jesús” tenemos que recordar que somos salvos por la
gracia, por medio de la fe y nos por nuestras buenas obras.
Jesús dijo ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?
No hay nada que podamos hacer para salvarnos a nosotros
mismos. No hay buena obra que puedas hacer para salvar a
otros, solo Jesucristo.
¿Estás pensando que Dios te acepta por tus buenas
obras? Somos aceptos en el amado, recibamos esa gracia,
ese amor y es el Espíritu de Cristo que nos transformará para
hacer las buenas obras que desea en nosotros y que
deseamos también.
La unidad en el Espíritu (María y José)
Tanto María como José recibieron la misma revelación
especial acerca del propósito de Dios.
Lucas 1:26,35: " Al sexto mes el ángel Gabriel fue
enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, ... Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu
Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá
con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que
nacerá, será llamado Hijo de Dios."
Mateo 1:20: "Y pensando él en esto, he aquí un ángel
del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de
David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que
en ella es engendrado, del Espíritu Santo es."
Este es un principio muy útil en un matrimonio cristiano, el
acuerdo mutuo. Practicar este principio buscando la guía del
Señor en oración nos evita muchos sufrimientos como dice
Pablo.
Jesús creció en una familia, con padres creyentes y
devotos. La Navidad es una predicación a las familias
también, donde exhorta a los padres a que busquen estar de
acuerdo siempre en la voluntad revelada de Dios, en su
Palabra. La regla para la casa debería ser “Si la Biblia dice,
no se discute, se obedece”
El Salvador de todos
Entre los antepasados de Jesús encontramos 5 mujeres:
Tamar, Rahab, Rut, Betsabé y María, cuando normalmente
solo se utilizaban los nombres de los hombres como
cabezas de familia para el registro de la genealogía (Dios fue
inclusivo mucho antes del feminismo).
Rahab y Rut eran gentiles, y Tamar, Rahab y Betsabé eran
mujeres con una moralidad dudosa.
El linaje de Jesucristo esta formado por hombres,
mujeres, adúlteros, prostitutas, héroes, gentiles, lo que lo
hace en el Salvador de todos.
¡Jesús de la gente! ¡Amigo de pecadores! No tuvo reparos
en tocar leprosos, por eso nos tocó a pesar de la inmundicia
de nuestro pecado.
Éste Jesús está con todos y cada uno de nosotros, por
siempre y para siempre.
C. Porque él salvará a SU PUEBLO de sus
pecados...
Israel de Dios
Dios prometió a su pueblo un nuevo corazón.
Deuteronomio 30:6: "Y circuncidará Jehová tu Dios tu
corazón, y el corazón de tu descendencia, para que
ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda
tu alma, a fin de que vivas.,"
Este nuevo corazón permitirá al israelita amar al Señor de
todo corazón, y es la característica esencial del nuevo pacto.
Jeremías 31:31-33: "He aquí que vienen días, dice
YHVH, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de
Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice
con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos
de la tierra de Egipto, pues ellos invalidaron mi Pacto,
aunque fui Yo un marido para ellos, dice YHVH. Pero
éste es el pacto que haré con la casa de Israel después
de aquellos días, dice YHVH: Daré mi Ley en su mente y
la escribiré en su corazón, Y Yo seré a ellos por Dios, y
ellos me serán por pueblo."
Según lo que dice el profeta Jeremías, en el nuevo pacto,
todo aquel que cree en el Dios de Israel, tendrá sus leyes
escritas en el corazón.
Jesucristo es el ministro de este nuevo pacto, y todo el
que cree en Jesucristo como Señor y Salvador, es parte de
Israel, como lo confirma el libro de Hebreos.
Hebreos 7:22; 8:6: "Por tanto, Jesús es hecho fiador de
un mejor pacto. ... Pero ahora tanto mejor ministerio es
el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto,
establecido sobre mejores promesas."
Gálatas 3:29: "Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente
linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa."
Todo el que cree en Jesucristo, es heredero de la
promesa y linaje de Abraham, sin importar que sea gentil o
judío, ya que esa división quedó en el pasado por medio de
la obra y persona de Cristo.
El mayor problema
En los tiempos de Jesús había mucha desigualdad social,
pobreza, viudas desamparadas, ricos abusivos, esclavitud. Y
sobre eso la opresión de Roma, un imperio que exigía altos
impuestos a todos los habitantes.
Pero Jesús no vino a solucionar esos problemas (lo
hubiera hecho de haber querido), el vino para solucionar el
problema más grande y grave de su pueblo: el pecado.
El pecado es el causante de culpa moral y ruina espiritual.
Todos los males del mundo son a casa del pecado.
Pero la buena noticia que recibe el pueblo de Dios es lo
que nos dice este pasaje:
Hebreos 8:12: "Porque seré propicio (compasivo,
Hebreos 8:12: "Porque seré propicio (compasivo,
misericordioso) a sus injusticias, Y nunca más me
acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. "
Su pueblo celebra
El motivo principal de nuestra celebración podemos
resumir en este pasaje.
Mateo 1:21: "Y dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados."
El pueblo escogido de Dios ha sido perdonado, ya no está
bajo la ira, tiene vida eterna.
Pero esta alegría no solo es para aquel que ya vino a
Cristo, sino también para todo aquel que hoy escucha y hace
caso al ofrecimiento de Jesucristo.
Isaías 55:7: "Que abandone el malvado su camino, y el
perverso sus pensamientos. Que se vuelva al SEÑOR, a
nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de él
recibirá misericordia."
Hechos 4:12: "De hecho, en ningún otro hay salvación,
porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los
hombres mediante el cual podamos ser salvos»."
Como creyentes festejamos esta fecha compartiendo con
la familia, los amigos y sobre todo festejando el nacimiento
del Salvador del mundo, Jesucristo.
Más allá de si es la fecha o no, podemos asumir sin temor
a equivocaciones que, nuestro buen Dios en su soberanía,
ha movido la historia humana de tal manera que hoy
tengamos un día feriado y mundialmente conocido que
recuerda a toda criatura que El Salvador prometido nació en
Belén.
Es responsabilidad de la iglesia, no descubrir en que
fecha nació exactamente Jesús (porque Dios no consideró
importante eso, o de otra forma nos lo hubiera hecho saber),
sino devolver el verdadero significado a la Navidad, como
una estrategia divina para el evangelismo en todos los
tiempos.
No perdamos tiempo en discusiones con otros hermanos,
prediquemos a Jesús y celebremos a Jesús.
No hay fiesta más cristiana y más bíblica que la
celebración del niño prometido, sea la fecha que sea.
Nunca dejemos de obedecer las palabras de aquel coro
de ángeles de la primera Navidad en Belén.
Lucas 2:10-11,13-14: "Pero el ángel les dijo: No temáis;
porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será
para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad
de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. ... Y
repentinamente apareció con el ángel una multitud de las
huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena
voluntad para con los hombres!"
“Los corazones mansos entienden la Navidad más allá de
las palabras”