Satélites geoestacionarios
¿Por qué los satélites geoestacionarios se
mantienen fijo en el cielo?
Para un observador terrestre, los satélites
geoestacionarios son un punto fijo en el cielo.1
Sin embargo, esto sólo es una mera ilusión óptica,
pues giran junto con la tierra en su viaje por el
universo.
Ahora bien, para que un aparato de este tipo
mantenga constante su órbita sobre nuestro planeta, ha de cumplir
una serie de requisitos básicos.
El primero es que hay que lanzarlo a una altura de 36.000
kilómetros, ya que a esta altitud la fuerza de atracción terrestre
y la centrífuga se equilibran. También se consigue que el satélite
que viaja a una velocidad de 10.900 kilómetros por hora, acompañe
a nuestro planeta en su movimiento de rotación, que dura 24 horas.
A una altura más baja, la nave se adelantaría al giro terrestre.
Órbita del satélite
Esquema
Representativo
Señal Trasmitida
Satélite
En segundo lugar, la órbita del satélite siempre debe
situarse sobre el ecuador terrestre, ya que a este nivel se
establece una especie de lazo o varilla invisible que une nuestro
planeta con el satélite geoestacionario.
1
Datos sustraídos de estudios realizados por el observatorio de Moscú.