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Astrologia Medica OK PDF

Este documento presenta una introducción a la astrología médica. Propone analizar los símbolos astrológicos de acuerdo a su correspondencia con los elementos humanos, tanto físicos como mentales, para entender sus efectos de una manera holística. También argumenta que los médicos y psicólogos deberían aprender astrología, y que se necesita más investigación empírica validando las claves astrológicas a través del estudio de casos clínicos reales.

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Este documento presenta una introducción a la astrología médica. Propone analizar los símbolos astrológicos de acuerdo a su correspondencia con los elementos humanos, tanto físicos como mentales, para entender sus efectos de una manera holística. También argumenta que los médicos y psicólogos deberían aprender astrología, y que se necesita más investigación empírica validando las claves astrológicas a través del estudio de casos clínicos reales.

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ANALISIS DE LOS FACTORES ASTROLOGICOS

ASTROLOGÍA MEDICA

JUAN TRIGO

6
A Mehrnoosh, mi esposa

Por su incondicional estímulo y apoyo, y sobre todo amor


LAS REGLAS DE LOS ADIVINOS

"No practicaré la adivinación ni la predicción para satisfacer los


mórbidos anhelos de los curiosos, ni buscaré asombrar, ni jugar
con la credibilidad ajena, sino que satisfaré consultas sólo a
quienes tengan un problema sobre el cual saben que necesitan
ayuda, buscándola ansiosamente.

En lugar de adelantar un pronóstico, me esforzaré para instalar


el pensamiento recto que contribuya a evitar o mitigar una
condición desfavorable que vea en una actividad, interpretándola
en términos de influencias más bien que de sucesos y enseñando,
en todo momento una filosofía de libre albedrío y autocontrol
emocional que sea antítesis de fatalismo y predestinación
implacable. No daré a persona alguna consejo que contribuya a
perjudicar a otra o aprovecharse injustamente de ella.

Jamás efectuaré manifestación ni interferencia alguna que vaya


en demérito de otro astrólogo, salvo que éste me llame a consulta.

No cejaré jamás en mis esfuerzos para acrecentar mi


conocimiento científico para enseñarlo a quienes juzgue dignos
de seguir mis huellas y consagrar mis energías sin regateo al
mejoramiento de la comprensión humana y a las relaciones
personales en servicio de la Humanidad y de la sociedad.
Quiera el Creador que colocó a los planetas en sus órbitas como
medios de gula de los destinos del hombre, preservarme y
sostenerme en proporción a la fidelidad con que yo cumpla las
leyes que se me ordenó enseñar.

Hipócrates

PROPÓSITO
Quien se conoce a si mismo conoce a su Señor”
Ibn Arabi

Ya en el libro Vibraciones astrales poníamos insistentemente en


guardia a los lectores contra el uso de las recetas en astrología. El
presente trabajo ha sido escrito precisamente para evitarlas por
completo la práctica de la especialidad médica. Y ello porque, si
bien recurrir a estereotipos durante la consulta es un ejercicio
absolutamente desastroso, tanto si el consultante "ha quedado
impresionado", como si se ha reído de nosotros interna o
externamente, en la diagnosis médica puede rayar en lo dramático.

En la obra citada tratábamos de aportar unas bases holísticas de


interpretación que hicieran posible combinar el conocimiento
riguroso de la simbología tradicional con la intuición del momento.
Aquí vamos a tratar de ir mas allá. El ejercicio que planteamos es
un análisis del concepto intrínseco de cada símbolo, para asociarlo
a sus correspondencias en el elemento humano, y no solamente del
cuerpo sino de la mente. En esencia lo que vamos a buscar es que
todo tenga sentido. Por ejemplo si el Sol en el sistema solar ocupa
una posición central respecto de todos los demás cuerpos,
lógicamente, por la ley de correspondencias, sus efectos en la
persona humana habrán de tener una importancia ciertamente
mucho más destacada que la de los planetas, es decir, una
importancia central. El caso de la Luna, sin embargo, nos induce a
pesar que, si bien se trata de un pequeño satélite, cuya dimensión
astronómica es insignificante respecto del resto del sistema, su
influencia ha de ser importante solamente por el hecho de su
proximidad. Pero, atención, precisamente el hecho de que nos
influencia no por su propia dimensión, sino por estar cerca de
nosotros, nos induce a considerar con precaución sus efectos, es
decir, a concederles una importancia relativa, la del observador que
no cree que un objeto sea muy grande porque esté cerca, sino que
realiza el esfuerzo de considerar su verdadero tamaño. En efecto,
por indudables y decisivos que sean los efectos de La Luna en
nosotros, tienen una categoría distinta a la que pueda tener Saturno
o los demás planetas. Su influencia se basa, podríamos decir que
casi exclusivamente, en actuar sobre el elemento agua (a nivel
planetario es bien conocido el efecto de atracción sobre los
océanos para producir las mareas, etc.), el más abundante en la
superficie de la Tierra y en la constitución del ser humano, pero
escasísimo, en el resto del Sistema Solar. Ya que aunque los
elementos constitutivos del agua, Hidrógeno y Oxígeno, existen,
especialmente el primero, en otros planetas, no forman la molécula
de agua. Por lo tanto La Luna estará actuando sobre algo
específicamente propio de la superficie de la tierra y que tiene
escasa o nula importancia en el resto del Sistema Solar. Lo cual
nos habla de que el influjo de la Luna actúa específicamente sobre
una característica primariamente terrestre y propia de la formación
de la vida en la superficie de la Tierra. En otras palabras, aunque
sea de vital importancia para su estudio en astrología médica en lo
tocante a sus intervenciones respecto de la salud, hemos de tener
en cuenta que esas intervenciones actuarán sobre un elemento
soporte, no sobre la causa del problema. El soporte de la vida en la
superficie de la Tierra es sin lugar a dudas el agua, pero no su
causa, ya que la semilla, la materia y los procesos de crecimiento y
decrepitud tienen distinto origen. En otro orden de cosas, aunque
los procesos emocionales provocan la inmensa mayoría de las
enfermedades, no son su causa, sino su caja de resonancia. Por
causa de nuestras emociones nuestra vida es artificialmente infeliz.
Y la diferencia que podamos establecer, en cuanto a la influencia de
La Luna entre nuestros procesos físicos y los emocionales, es la
medida de nuestra capacidad de discernimiento. Mientras que
nuestro cuerpo físico soporta sus procesos vitales sobre el
elemento agua, nuestra mente no debería hacerlo. Es la diferencia
que nos separa de los animales, plantas o minerales; ellos no tienen
el problema de distinguir sus procesos vitales, ya que no tratan de
entenderlos. Similares discusiones acerca de la influencia de los
cuerpos celestes del Sistema Solar pueden hacerse respecto de los
demás planetas, teniendo siempre en cuenta la ley de
correspondencias: Lo que ocurre en cualquier nivel tiene su exacto
paralelismo a un nivel o niveles superiores e inferiores. Y en
definitiva todos los elementos que actúan a un nivel tienen sus
correspondencias a cualquier otro.

Otra cuestión es, y ciertamente capital, preguntarse antes, durante


y después del análisis de una carta natal o durante la consulta, ¿para
qué, cual es el propósito de hacer astrología médica? En otras
palabras, no todos los astrólogos que nos dedicamos a esta
especialidad somos médicos o terapeutas, entonces, ¿cual es el
objetivo? ¿qué pretendemos?.

Esta pregunta tiene una rápida e inmediata consecuencia, que en la


actualidad ya se está poniendo en práctica: Que los médicos, ya
sean naturópatas o alópatas, y también los psicólogos aprendan
astrología. Yo no soy médico, soy ingeniero químico, pero durante
en los 15 años que llevo consultando astrología cada vez más la
misma dinámica de esta me ha ido llevando por los derroteros de la
especialidad médica. Obviamente ello ha sido debido a mis propias
motivaciones personales; nunca me ha importado demasiado lo que
le ocurra al mundo, en parte porque para mi éste solo es una mera
estación de paso, y en parte porque yo no podía hacer nada por
modificarlo, pero sí en cuanto a la reacción del individuo frente al
mundo. Percibir esa reacción dentro de la esencia del ser humano
es tal vez lo que me hace relativizar lo que le ocurra al mundo, por
cuanto que tal reacción sobrepasa muchas veces la propia
dimensión del mundo, por lo menos a nivel cotidiano. Lo que me
ha motivado desde niño es el hecho personal, el enfoque del
individuo frente al entorno y sus condicionantes, cómo reacciona,
cómo se defiende, cómo supera esos condicionantes, en suma, de
qué manera va avanzando hacia Ser y distanciándose del No Ser.
Es por todo ello que profundizar en las claves simbólicas que nos
llevan a la astrología médica me parece esencial. Como aconsejaba
el Imán Reza a sus discípulos, allá por las postrimerías del siglo V
de la era cristiana: "Gozan sin duda de la gracia de Dios aquellos
que influyen positivamente en los demás. Alguna gracia llegan a
alcanzar aquellos que influyen algo, incluso negativamente, pero no
la alcanzan en absoluto aquellos que se niegan a influir, que pasan
por la vida impertérritos".

Y el presente trabajo también es una proposición: Continuar a


fondo la investigación en Astrología Médica. Ciertamente han
aparecido muchos libros de astrología médica reproduciendo o
relatando algunas de las claves simbólicas que nos ha legado la
tradición, pero lo que queda por hacer es un trabajo muy arduo y
laborioso: Comprobar esas claves con la práctica. Es decir, con la
ayuda de un archivo de casos clínicos, como el que puede tener
cualquier médico o psicólogo, ir comprobando lo que nos ha
llegado de la tradición. En otras palabras, investigar como se
corresponden (o no) cartas natales asociadas a individuos
concretos y bien conocidos, con sus acontecimientos clínicos, con
la ayuda de progresiones, tránsitos, revoluciones y otras
herramientas de astromédica.

Creo que ya hemos transcrito suficientemente la simbología


tradicional (y dado, por desgracia, demasiada rienda suelta a
nuestra imaginación, o proceso de intelectualización de nuestras
emociones), ahora nos toca poner los pies en el suelo de nuestra
realidad actual y comprobarla con rigor capricorniano.

Por otro lado Tradición nos ha legado no pocas indicaciones de la


ciencia astrológica para el descubrimiento de las causa profundas
de la patogenia. Pero como en todo lo que hace referencia a la
Tradición, su legado es escaso, fragmentario y tantas veces peor
traducido. Tal vez solo sea apenas un dibujo de la parte visible del
Iceberg, pero eso es todo lo que tenemos hoy día de la Revelación
astrológica. I como Somos, no tenemos otra cosa que hacer que
utilizarlo lo mejor que sepamos en nuestro beneficio, y en definitiva
del Creador.

La proposición es simple: Que médicos y astrólogos trabajen en


estrecha colaboración, o que los médicos aprendan astrología
como una asignatura fundamental (hasta el siglo pasado se
impartían clases de astrología en universidades españolas como
Salamanca, etc.) para comprobar sobre historiales clínicos con
nombre y apellidos, es decir con una Carta Natal bien concreta, lo
que hemos llegado a encontrar de la Tradición.

Vamos a verter aquí todo lo que hemos creído aprender en


Astrología médica. Será un corto bostezo, pero puede ser un
punto de partida, como han habido otros. Esta es nuestra con-
tribución.

"Si pudiera volver a vivir comenzaría a


andar descalzo a principios de primavera y
seguiría así hasta concluir otoño. Daría más
vueltas en calesita, contemplaría más
amaneceres y jugaría con más niños. Si
tuviera otra vez la vida por delante
cometería más errores. Por si no lo saben,
la vida esta hecha de momentos, no te
pierdas el de ahora”

Jorge Luis Borges

1. ¿QUE ES LA ASTROLOGÍA, QUE PRETENDE?

Lo que es abajo es arriba.

Antes de entrar en cualquier análisis nos parece oportuno empezar


con una reflexión acerca de lo que realmente pretende la ciencia
astrológica. Veamos:

En primer lugar el hecho que parece bastante cierto es que en la


remota antigüedad la intuición humana (o la Revelación, como
quiera llamarse) llegó a captar que existe una influencia en el ser
humano a nivel interno profundo por los cuerpos celestes que nos
circundan. Y trataron de cualificarla y cuantificarla. Vamos a de
resumir ahora esquemáticamente lo que tenemos en la actualidad:

1. Los antiguos elaboran las bases de la astrología. Bases que se


perfeccionan a lo largo de los siglos con la ayuda de valiosas
aportaciones (Morin de Villefranche, Nostradamus, William Lilly,
etc.), y a pesar de las continuas persecuciones.

2. Se aplica el código numeral del 12 como base del ciclo


astrológico, es decir se divide a la persona y su percepción del
entorno en 12 partes, las Casa, y se divide en 12 las formas de
influencia que cada cuerpo celeste, los signos.

El código del 12 podría definirse como la tríada de cruces. tres


veces cuatro, o la cruz de tríadas, cuatro veces tres. Siendo el
simbolismo de la tríada el fundamento de la armonía fundamental,
pero que necesita de la cruz, proceso doloroso de generación, para
dar a luz el nacimiento del elemento humano, la quintaesencia, el
elemento adimensional que nace, surge, del centro de la cruz. No
podemos emplear espacio aquí en la discusión profunda de las
bases simbólicas del ciclo de 12 como composición de ternas y
cruces fundamentales, porque tenemos otra cosa que hacer. Para
ayudar a la comprensión hemos producido una tabla de
correspondencias que usa la ciencia astrológica, con el objeto de
señalar las características propias de cada elemento, planetas,
casas, ect., según su orden dentro del código del 12.
ORDEN NUM ERAL DE LA SIMBOLOGIA

◆ NUM SIGNO CASA TRIPL CUADRIP ASPECTO M ultiplo Simbolo


◆ 1 x I Fuego Cardinal q y p o
◆ 2 c II Tierra Fijo p p o o
◆ 3 v III Aire Comun u p
◆ 4 b IV Agua Cardinal t 2 x2

◆ 5 n V Fuego Fijo Q p
◆ 6 m VI Tierra Comun r 2 x 3
◆ 7 X VII Aire Cardinal p .
◆ 8 C VIII Agua Fijo e i 2 x 4

◆ 9 V IX Fuego Comun 3 x 3 .
◆ 10 B X Tierra Cardinal B 2 x 5
◆ 11 N XI Aire Fijo p
◆ 12 M XII Agua Comun w 2x2x3

Juan Trigo 1

Como verá el lector, la primera entrada de la tabla es el número,


símbolo que significa el orden de la vibración fundamental
Tampoco podemos extendernos aquí, pero sugiero al lector lea el
capítulo 4 de la obra Vibraciones Astrales, donde se trata de
explicar ese orden vibracional.

En segundo lugar presentamos el orden de los signos zodiacales,


como arquetipos de una cadena evolutiva y después las casas,
como plasmación de este orden sobre la superficie de la Tierra. Y
en correspondencia signos y casas, presentamos las cualidades de
formación del código dodecalógico, tripicidades y cuadriplicidades.

A continuación indicamos la base numeral de los aspectos


astrológicos. Fundamento que ayuda a comprender la naturaleza
propia del aspecto. Las oposiciones, distancia de 180 grados entre
las longitudes de dos planetas, son el resultado de dividir el círculo
zodiacal, de 360 grados, por lo tanto en Dos. Consecuentemente la
esencia de una oposición habrá de ir a buscarse a los significados
de la dualidad. La esencia del trino a los de la tríada o terna, etc.

Lo que pretende esta tabla es constatar que todo está relacionado


con todo. Adviértase que hemos indicado unas flechas en los
niveles 7 y 9, que corresponden a otros tantos niveles de fin de
ciclo según los correspondientes planteos filosóficos afines a
nuestro entorno, es decir en que generó la astrología: El septenario
(ciclo básico en alquimia y arte hermética) y la base numeral de 10
(ciclo básico de nuestras matemáticas). Los significados en la carta
natal de los números 7 y 9 pueden asociarse también a esos finales
de ciclo. La Casa VII (“Al séptimo día el Creador descansó y
contempló su obra”) representa el paso siguiente a la persona
cuando está completa en si misma, es decir cuando ha recorrido su
“camino nocturno”, las seis casas internas, propias de ella misma, y
da el paso hacia el campo del exterior, en el que, con la casa VII
comienza un nuevo semicírculo, una experiencia distinta. Libra es
el signo de la relación, de la medida equilibrada de las cosas.
Parece que todo proceso de crecimiento ha cesado y solo se
requiere la contemplación y medida de lo creado. De modo
análogo ocurre también con la casa IX y Sagitario. Si la casa ocho
(2 x 4; oposición de dos cruces) representa la lucha a muerte
obligada para salir de la contemplación en busca de una verdad más
alta, la casa IX representa la ordenación de esa verdad, su
jerarquía, su magisterio. Significados estos que le son propios al
signo de Sagitario. Después de ese nivel, los tres últimos signos, el
último ternario, el IV cuadrante de la Carta, representa la
preparación para el final, para alcanzar el ultimo paso, el nivel
doce, en el que ni siquiera hay sitio para la contemplación o a
ninguna ley, solo a la disolución.

3. Partiendo de la posición día = noche (punto Vernal) se crea un


"círculo imaginario", aunque no tan imaginario debido a sus efectos
reales sobre la naturaleza humana y su entorno, para calcular
exactamente esas influencias de los cuerpos celestes sobre los
puntos de la tierra.

4. El calculo de la carta natal es pura astronomía; cuando la


interpretamos pasamos a la astrología. No es de extrañar que
ambas disciplinas fueran una sola en la antigüedad. Los recientes
avances en mecánica cuántica, cosmología, etc. para algunos
astrónomos parecen dejar de lado el antiguo saber astronómico,
aunque a nuestro juicio, no hay que confundir conocimiento
rudimentario con error.

En la actualidad la ciencia moderna está trabajando por separado


con los conocimientos disponibles de ambos lados de la interfase,
lo que esta arriba de lo que está abajo. De los astros hemos
realizado innumerables cálculos y mediciones, y de la persona
hemos llegado a hilar muy fino en lo tocante a anatomía e incluso
en fisiología. Pero no se ha tratado ni siquiera de pensar que existe
una relación, cuando parece resultar de una candorosa evidencia,
por el simple hecho de que los acontecimientos humanos se
desarrollan sobre la superficie terrestre, y esta se encuentra inmersa
en el Sistema Solar. Probablemente la causa de tal divorcio sea el
que tales conocimientos proceden de la observación directa del
hecho físico, relegando las causas metafísico a pura especulación
filosófica. Probablemente el error sea confundir filosofía con
realidad
EL ZODIACO

C X m n
V Polo Norte
b
B
v
Polo Sur

N M x c
Punto vernal

Juan Trigo 1

5. ¿Que es lo que pretendemos en astrología?: Explicarnos el


porqué de algunos fenómenos que nos ocurren, y predecir. Es
como en los modernos simuladores por ordenador, ya sean
simuladores de vuelo o de proceso químico, que a partir de unos
conocimientos de base, un conjunto de ecuaciones, predicen el
comportamiento de un avión en pleno vuelo o del funcionamiento
de una planta química. Solo que en astrología no conocemos ese
conjunto de ecuaciones que concibieron los antiguos y hemos de
basarnos en los textos que hemos conseguido recuperar de sus
trabajos. Mucha labor de investigación rigurosa queda por realizar.
Pero en definitiva, lo que estamos haciendo es utilizar un conjunto
de conocimientos legados por una tradición milenaria para
predecir. La astrología es una herramienta más, muy útil pero solo
una herramienta. Y así va a ser concebida en este libro. A nuestro
juicio resulta pueril intentar sacralizarla. Solo hay una cosa,
“alguien”, “otro nivel”, que deba ser sacralizado, pero cuyo
nombre es inútil siquiera imaginarlo. Sacralizar o divinizar la
astrología como obra de Dios y no sacralizar un árbol o la persona
humana, que también son obras de Dios, resulta ciertamente
contradictorio, o demuestra la perniciosa influencia de lo
emocional.

Hemos querido ejemplificar la utilidad de la astrología por medio


de un atrevido esquema sinóptico, en el cual hacemos intervenir la
ley de correspondencia con la necesidad de aprender sobre
nosotros mismos y nuestras vidas por medio de los conocimientos
astrológicos.
L a le y d e co rre s p o n d e n cia
E l m om en to d e n acer G rab ación en la m em oria celu lar

A trib u tos p lan etarios se gú n la p o sic io n


q u e te n ían en e n m om en to d el n a cim ie n to

A lo largo d e la v id a

T ran sitos/P r ogresion es S in to n íaco n las p o sicion es n a tales

A p ren d izaje
Ju an T rig o 1

2. ¿QUE ES LA ENFERMEDAD?

Todo es Mente

En nuestro anterior trabajo sobre interpretación astrológica


centrábamos la tesis en el carácter vibratorio de todo lo existente.
En el principio, en palabras del Dr. Edward Bach, tal vez solo fue
una nota musical. Y en suma, nosotros, como cualquier otro ser en
el universo, no somos más que un conjunto de intercambios
materia-energía. Muy simple o muy complejo, pero en suma un
conjunto de vibraciones. Y como tales evolucionando desde el
desequilibrio al equilibrio, y viceversa, en un proceso de respiración
cósmica constante.

En este trabajo vamos a precisar más. Cuando decimos que Todo


es vibración, queremos decir que Todo es Mente, parafraseando el
postulado de filosofía hermética (Véase el anexo 3. El Kybalión).
En otras palabras, salvo en determinadas y contadísimas ocasiones
en que podemos evadirnos de nuestra condición natural, como por
ejemplo durante la meditación o otros estados alterados de
conciencia (Anexo 2), todo lo vemos con los ojos de la Mente.
Para nuestra comprensión, entendimiento o modo de ver las cosas,
el universo y la existencia son un concepto o conjunto de
conceptos. De ahí el postulado hermético. El universo puede ser
como sea, pero nosotros lo captamos con la mente, por eso nos
parece que Todo es Mente. Similar razonamiento lleva al budismo
a decir que todo es Maya, Ilusión. Y eso no significa que el
universo no exista; naturalmente que existe, pero nuestra
comprensión e él es lo que constituye la ilusión. Y añadimos que
existe una diferenciación entre Mente divina e intelecto, y entre
intelecto y pensamiento, etc., y elucubramos tantas series
estructurales de postulados alrededor de este problema de
comprensión como filósofos o personas dispuestas a filosofar
hayan. Y obviamente, por tanto, todas están sujetas el error de
interpretación propio de los condicionantes mentales.

El fenómeno incluye el efecto reversible. Tanto según la mecánica


cuántica como la mayoría de técnicas y filosofías orientales (que
vienen a concluir lo mismo), el observador es lo observado.
Veamos eso: conforme tratamos de entender esa Mente, la
modificamos; modificamos el concepto que tenemos del universo,
y por lo tanto esta modificación nos afecta a nosotros mismos, ya
que, por principio nosotros también pertenecemos al universo. Por
consiguiente cada nueva filosofía que postula una visión diferente
del cosmos nos modifica también a nosotros. Y al modificarnos,
cambia nuestro propio comportamiento, como veremos, no solo
mental sino físico, celular.

Así como apunta la tradición hermética y cabalística, el Verbo, el


Logos, la palabra primordial creaba con solo ser pronunciada (sin
duda la intuición de lo cual nos lleva al concepto de vibración;
energía que se condensa en materia), de la misma forma el
concepto de Mente (que se postula en la Tabla de Esmeralda (1))
nos lleva al de nuestra propia naturaleza: Somos lo que pensamos.
Es decir, nuestras limitaciones (por dramáticos que sean nuestros
traumas) proceden de nuestros condicionamientos psíquicos. En
palabras de la medicina moderna: "Casi todas las enfermedades son
Psicosomáticas", "Somatizamos nuestras angustias e inquietudes".
Todo es provocado por nuestra mente.

Lo cual no quiere decir que tengamos la culpa de encontrarnos en


el estado en que estemos. Todo lo contrario: No tenemos ninguna
culpa de ser como somos. Simplemente no hemos tenido
oportunidad de Ser nosotros mismos, sino una caricatura apenas
esbozada por las múltiples energías que nos condicionan. Ya que,
al parecer, nuestro único pecado sea el de perder el tiempo. Porque
probablemente nuestro único papel en el juego de la existencia sea
la heroicidad de vivir cada día, y vivir esa lucha titánica de
averiguar quienes somos, de recuperar la memoria, o por lo menos
intentarlo. En el capítulo dedicado al Cáncer podré extenderme
sobradamente en el concepto de la claudicación de esa lucha.

La medicina, homeopática o alopática, es insustituible para el


diagnóstico de los efectos de tales condicionantes y su tratamiento
sintomático, mientras que la psicología consigue acercarnos al
umbral o intuir porqué existen. Pero no son suficientes. Es
necesario conocer que existen unas causas y un principio, del cual
procedemos y que nos ha creado, para poder hacer algo por
remediar esos efectos. Probablemente una acercamiento de la
solución se encuentre en la “interfase” entre la medicina y la
psicología, precisamente para ligar ambas.

Esto recuerda aquella película en la que un periodista excéntrico


indica a los altos mandos de la policía que el maníaco asesino que
están persiguiendo no es un ser humano corriente, es un vampiro, y
que mientras no lo persigan según dicta la tradición demonológica,
no conseguirán nada.

El gran problema, pues, contra el que nos enfrentamos no es otro


que es el velo, la ilusión, la "vanidad" de que nos habla la Cábala, el
espejismo irreal en el que vive la humanidad desde sus orígenes, y
que hace, precisamente que en lugar de seres humanos seamos
héroes, ni mas ni menos que el Parsifal luchando contra la Bestia
(dedicamos un capítulo especial al análisis de este concepto
simbólico). Nuestro Ser genuino contra la ilusión que se nos ha
impuesto por el mero hecho de vivir, es decir, estar constituidos
principalmente por agua, u por lo tanto sujetos al engañoso
mensaje de nuestras emociones. La leyenda de San Jorge
derrotando al Dragón somos nosotros mismos día a día en nuestra
feroz lucha contra la Ausencia de las Ausencias, la Negación. No
existe el mal ni el Diablo, o como quiera llamarse. Al igual que el
frío solo es la ausencia del calor, el maligno solo es la negación de
nuestro propio Ser, la imagen y semejanza, reza la Tradición, de
Dios, el Creador, el Uno sin Segundo, Allah o como quiera
llamarlo cada interpretación religiosa u esotérica. Vamos, pues, a
continuar la lucha en busca de nuestro propio Ser entre la niebla de
la Ilusión. Es todo cuanto hay que hacer. Todo lo demás, fortuna,
gloria, bienestar, etc., es superfluo, ya que es absolutamente
transitorio.

Y dentro de este velo existe un movimiento fundamental de


respiración Amor/Odio, Expansión/contracción de la conciencia.
Amor es un acto de expansión de la conciencia, de comunicación
hacia nuestro origen, hacia el rastro que nos permite encontrar el
camino de vuelta a casa. El Amor está destinado a disolver las
materializaciones creadas por la ilusión, desapegarnos del Gran
Engaño (el engaño de creer que somos mejores que nuestros
semejantes, o que alguien es enemigo de su semejante, o que
hemos de acumular más cosas materiales que otro, etc.), y sublimar
nuestro estado actual para poder Recordar quienes somos.
Deshacer, paso a paso, la contradicción que nos ha hecho llegar al
caos en que nos encontramos, para Recordar quienes fuimos antes
de ello, y por tanto quienes somos en Realidad.

Por lo tanto, ¿qué es la enfermedad? o lo que es lo mismo: Todos


somos enfermos, o también, no existe la enfermedad. Solo es la
manifestación exterior de un desequilibrio interior. Dicho en otras
palabras, nuestra vida se desperdicia en el ingente trabajo que
supone restablecer el equilibrio y por tanto encontrar la curación.
Parecería lógico que la enfermedad proceda de un exceso en el
proceso de contracción en los niveles de la conciencia, en líneas
generales procesos emocionales de recelo, odio, envidia, ambición,
posesión, etc.

Vemos esquemáticamente como podría representarse la evolución


de las perturbaciones mentales:
Dirección de la perturbación
① Contradicción/confusión en la mente

② Perturbación psicológica.

③ Somatización en organos.

④ Enfermedad.
Juan Trigo 1

Al decir de algunos maestros, ni los médicos curan ni los maestros


enseñan, solo ejercen de pulidos espejos a través de los que puede
reaccionar la voluntad del enfermo para curarse o del discípulo
para aprender. En otras palabras, ningún médico puede curar a
alguien que no quiere curarse, a lo sumo se puede aliviar el dolor
momentáneamente. Es inútil intentar enseñar a quien no quiere
aprender. Nadie puede andar por nosotros.

El médico o el maestro en el mejor de los casos, es aquel que abre


puertas para que el enfermo o el discípulo pueda aprender a curarse
o a expandir su conciencia a través de ellas.

Todo dogmatismo, fanatismo y demás rigideces cierran puertas,


cristalizan, ya que cristalizar, endurecer, contraer, es lo opuesto a
la expansión de la conciencia.

El mundo no es caótico o perverso. Únicamente lo es nuestra


imagen o visión mental de él.
Somos lo que pensamos. No hay más espíritus malignos ni más
demonios que los que crea nuestra imaginación. Solo la voluntad
es capaz de provocar la curación ya que es lo único capaz de
mover energías de dentro afuera. Cualquier remedio, aunque sea
insustituible en determinados momentos solo es un paliativo
transitorio, porque actúa de afuera adentro, es decir, sin que la
conciencia se mueva lo suficiente. Cuando realmente se produce la
curación, es en el momento en que la persona mueve sus propias
energías. El médico, como el maestro, gurú, etc., solo indica el
camino.

A continuación tratamos de esquematizar nuevamente lo que


acabamos de decir en aras de clarificación.

Una de las causas de colisión mental es la interpretación intelectual


de un estímulo físico, que como tal no debería ni siquiera intentarse
entender. Lo que parece ocurrir es que tal estímulo físico (hambre,
necesidad sexual, miedo real, etc.) provoca una reacción emocional
sobre el centro específico sobre el cual actúa (elaboraremos esto
más tarde a través de la teoría de los Chakras), por el mero hecho
de encontrarse este centro en un medio acuoso (el ser humano es
mayoritariamente agua). Tal reacción emocional, que en los
animales provoca una pura reacción instintiva de búsqueda de
natural satisfacción, en el ser humano provoca la búsqueda de un
nexo de unión con la mente, y por lo tanto busca una razón mental
para tal reacción física. Y dado que los procesos mentales son
autocomplicativos, es decir cuanto más lógica tratemos de poner
en ciertas cosas, más contradicciones encontraremos a sus detalles
y por lo tanto tendremos más necesidad de encontrar explicaciones,
tales procesos pueden desembocar en resultados absolutamente
extravagantes y fuera de la realidad. Como ya hemos apuntado, es
lo que los hindúes llaman Maya, nuestra forma de ver las cosas, las
tremendas complicaciones que resultan de tratar de explicar
intelectualmente un estímulo físico. Es la fantasía imaginera,
creando consecuencias lógicas a procesos que no tienen por que
tener nada de lógico.

Contradiccion mental
➨ Estímulo emocional o físico.

➨ Necesidad de interpretarlo intelectualmente

➨ Fantasia imaginera

➨ Contradiccion mental: Esperanza, etc.

l Juan Trigo 1

Un excelente remedio puede ser efectivo temporamente, a veces


muy brevemente, si no existe la voluntad de curación.

El médico puede hacer surgir la voluntad de curación indicando el


camino, pero es ella, la voluntad, la que debe continuar. Lo cual
parece sinónimo de aquella máxima oriental que dice que el
maestro aparece cuando el discípulo esta preparado, no cuando
éste lo busca afanosamente, ya que en general esto último no
procede de una verdadera voluntad de búsqueda de la verdad, sino
de un puro deseo de novedad o distracción.

La búsqueda del Ser, o búsqueda de la verdad puede iniciarse


movida por nuestras obsesiones o desesperación ante la vida. Pero
eso solo es una etapa de arranque que debe superarse lo más
rápidamente posible. Sigue luego la búsqueda serena del guerrero,
que poco a poco va dejando paso a la alegría callada de la
percepción involuntaria del Ser; ya que El te encuentra no cuando
tú quieres y prevés, sino cuando ha de ser. Sin embargo la voluntad
no ha de relajarse jamás. Y ésta es callada, no se pavonea, no sabe
que es humilde por tanto desconoce lo que es la humildad, no
pregona; simplemente Ama sin ninguna condición, absolutamente
ninguna. Esto último corrobora la aparente contradicción entre el
acto sostenido de voluntad que busca el contacto involuntario.

La enfermedad o desequilibrios internos son bloqueos que no nos


permiten vivir el Ser. El Ser es nuestra verdadera naturaleza. Dios.
La Luz Original. El Centro. etc. En algunas culturas al Ser se le
llama Dios.

El Ser, tomando la misma síntesis del Tao, no puede ser definido,


solo sentido por breves momentos y en las ocasiones menos
esperadas, es decir cuando el "yo-ego" no interfiere. “Si le das la
vuelta, jamás encontrarás su espalda”.

El Ser es lo accesible para quienes lo desconocen e inalcanzable


para quienes saben de el. De ahí que resulta bastante inútil
cualquier representación, nombre o atributo de Dios. Solo el amor
incondicional (que quiere decir sin condiciones, sin ninguna
condición), o como apuntamos más arriba, la expansión de la
conciencia, es capaz de atravesar cualquier nombre, tributo o
imagen entorpecedora, como a través de cualquier nube, hacia su
destino.

Por el mero hecho de ser humanos somos seres que han tomado
una forma peculiar en un mundo peculiar. Tal peculiaridad se
traduce en que nuestra verdadera naturaleza es envuelta, o se
envuelve voluntariamente, en un cierto momento, el nacimiento
físico al mundo, por una estructura creada como resultado de una
contraposición. Tal contraposición, contradicción, oposición, etc.
recibe, según qué cultura ha tratado de definirla, varios nombres,
que vienen a decir lo mismo: Dios y el Diablo, Yin-Yang, Bien-
Mal, Luz-Oscuridad, el Demiurgo de los cátaros, el señor de las
tinieblas, la pérdida de memoria, etc. Uno de los principales efectos
de este fenómeno consiste en la cristalización, materialización, etc.,
es decir impedimento de cualquier estado liviano, incorpóreo o
espiritual que tienda a acercarse al Ser.

El Ser es anterior a tales estados opuestos.

El paso a través de esta situación peculiar es provisional.


Posiblemente El Ser deba transitar por ella con el objeto de
elaborar un cierto estado que solo es cognoscible por EL mismo.

La ventaja que ofrece la enfermedad consiste en denunciar los


conflictos que sufre El Ser contra los efectos cristalizadores del
mundo.

La curación es el camino hacia la armonía entre El Ser y su


envoltura humana. El objetivo consiste en que la percepción del
Ser no se reduzca solo a breves momentos, esporádicos y
provocados normalmente por situaciones de extremo sufrimiento.

... si seguimos hablando del ser no conectaremos jamas con él,


aunque probablemente sea más apropiado hablar de Ser.

Por lo tanto volvamos a las nociones de equilibrio y desequilibrio


como precursoras del concepto de enfermedad. El estado "normal"
ha de ser de bienestar y armonía. Y ello, bien entendido, a pesar de:

- A pesar de la crueldad del mundo.


- A pesar de nuestras necesidades carnales.
- A pesar de nuestros deseos insatisfechos.
- A pesar de la existencia del Yo.

La armonía no es la eliminación de un extremo sino su integración


consciente con el resto. Parece que la globosidad nos puede dar la
medida de nuestra armonía, ya que nos indica nuestro propio
origen en la unidad primordial, de la cual fuimos desgajados hasta
encontrarnos en el estado de Separación actual. Principal causa de
contradicción. De ahí que se aconseja no rechazar nada de lo que la
vida pone delante. Además porque obviamente es una parte del
todo, sin la cual este no podrá jamás manifestarse en nuestro
interior. En otras palabras, parece resultar útil contemplar, también,
con serena armonía nuestros defectos, debilidades, deseos, porque
ellos nos hablan de nuestro todo. Pero contemplar no es lo mismo
que aferrarse a ellos, sino todo lo contrario. O en otras palabras: El
descenso a los infiernos solo tiene por objeto su reacción
energética para ascender más de prisa hacia la luz, no quedarse en
ellos. Algunas formas de la experiencia trascendental:
- Trabajo con un Verdadero Maestro (Zen, Sufi, etc.)
- Meditación, interiorización.
- Lectura, información.
- Talleres o grupos de trabajo.
- Dejar fluir la intuición en cada segundo del día.
- Aprehender (aceptar) situaciones traumáticas que la vida nos
plantea.
- Experiencias límite, como apunta Dürkheim.
3. LOS CONDICIONAMIENTOS SOCIALES

Vamos a abordar en este capítulo un estudio acerca de los


condicionantes sociales como motores de una las causas
fundamentales de desequilibrio en el ser humano frente a su propia
naturaleza. En otras palabras, la vía natural de la persona se ve
distorsionada por los graves condicionantes impuestos por el
medio en el cual ha nacido.

Veamos de clasificar las causas fundamentales:

1.- Preconceptos, prejuicios o suposiciones.

Todo grupo social basa su funcionamiento en una serie


estructurada de suposiciones, que, superpuestas al funcionamiento
natural de la persona, la condicionan. Y lo hacen de tal forma que,
aunque sean antinaturales, cuando, por alguna especial
circunstancia, uno de los individuos llega a la conclusión de que
tales suposiciones son falsas, a pesar de devolverle a su estado
natural y armónico, pueden hacerle entrar en una peligrosa crisis
destructiva.

Vamos a poner algún ejemplo. Tomemos una comunidad de fuerte


patrón religioso, que podemos encontrar muy profusamente
extendidas y proliferadas en nuestro entorno natural, tales como
comunidades cristianas, islámicas o judías, guiadas sus acciones
bajo un ferviente credo. Si por algún motivo, ya sea un accidente,
el acceso a la iluminación o lo que sea, algunos de sus miembros
llega a la conclusión de que todo el enorme conjunto de prácticas
religiosas que ha venido siguiendo desde niño, no es otra cosa que
el miedo colectivo, heredado de generación en generación, a la
propia existencia, y de que tan grande es su miedo como el de
cualquiera de sus comunidades religiosas rivales, y que en el fondo
viene causado por lo mismo, aquella persona puede sufrir dos
efectos, o derrumbarse, o crecer. Desgraciadamente muchos son
los casos de derrumbe. Probablemente por el hecho de que no ha
sido educado para crecer, sino para confiar que su vida
transcurriría constantemente como en un parvulario.

Tal estructura de supuestos no se reduce únicamente a


presunciones religiosas sino de contexto socializante, como los
postulados económico-sociales, por ejemplo de las democracias
occidentales. En Europa creemos vivir en un cierto estado del
bienestar por el mero hecho de que nuestras leyes se enmarcan
dentro de los postulados democráticos, y nos cuestionamos poco si
el llamado estado del bienestar tiene un fundamento armónico con
la naturaleza, cuando en realidad no hay nada en la Tierra que
crezca indefinidamente, como pretende la economía moderna. En
otras palabras, los postulados anglosajones del crecimiento
indefinido en economía, según los cuales una empresa cuando no
crece esta destinada a desaparecer, y así ocurre con los países, está
en flagrante contradicción con nuestro medio natural. A pesar de
que algunas voces autorizadas ya han puesto sobre avispo acerca
de este problema, en general se los considera tan folklóricos y
faltos de razón como a los ecologístas, aunque pueda parecer
paradójico.

El que un individuo cualquiera pueda cuestionarse tales prejuicios


básicos puede ser muy sano para su salud mental, pero no
responder a su estado de evolución personal y por ello entrar en
una peligrosa crisis. Crisis que puede llevarle al extremo contrario,
como por ejemplo al sectarismo fanatizante, incluso al impulso
terrorista. Decimos que las crisis en general tienen efectos
positivos, por cuanto sacan a la luz cuestiones mal resueltas o
confusas, pero el proceso obviamente debe hacerse en arnonía con
la comprensión que la persona haya adquirido de si misma.

2.- Efectos de no creer en lo evidente.

En esencia todo grupo social, ya sea desde los indígenas de la


Polinesia hasta las llamadas sociedades avanzadas de Europa, ya
sea una agrupación de personas, una ciudad, un país o una cultura
entera, basan su funcionamiento en la actuación continuada de tres
resortes psicológicos fundamentales:

- Esperanza.
- Miedo.
- Repetición.

Y funciona ineludiblemente así, por las dos siguientes razones:

- Toda sociedad humana en el fondo tiene un planteo muy simple y


en realidad se diferencian muy poco unas de otras, por más que
exteriormente parezcan diferentes.

- La gente que compone esa sociedad no se da cuenta de lo obvio


que resulta que estén funcionando bajo esos tres mecanismos por
creer que lo evidente no lo es tanto y busca la complejidad.

De estos dos hechos se deduce que la propia ignorancia de la gente


lleva a pensar en algo distinto, no se intenta analizar o investigar las
causas y entonces surgen falsos mensajes que hacen:
- Abrigar esperanzas. Esperanzas que no se fundamentan
en absoluto con la realidad.

El siguiente mecanismo de reacción es obvio:

- Miedo a no conseguir esas esperanzas.

A partir de ahí surgen símbolos y rituales asociados a ellos que,


como no se ha analizado su origen ni el porqué, han de repetirse. El
disfraz de este fenómeno de ignorancia es la fe. Surge la necesidad
de tener fe en ese símbolo, porque al no conocer porqué funciona,
es decir porqué en determinados casos, especialmente en el pasado,
cuando se dio el símbolo, tuvo un efecto positivo y muchas veces
calificado de "sobrenatural", necesita:

- Repetición.

Es el caso del cuento del Náufrago y la Caja de Cerillas (véase la


obra (Vibraciones Astrales).

Pongamos otro ejemplo.

Cuento del sultán y la frase.


Idries Shah, “The Commanding Self” pag 58.

Érase una vez un sultán muy aficionado a la compañía de los


derviches, que un día conoció a uno cuyos signos externos de gran
desarrollo espiritual eran muy evidentes. Le preguntó si podía darle
una sola frase que pudiera ayudarle en su desarrollo espiritual.
“Ciertamente”, contestó el derviche, “Repita varias veces al día lo
siguiente: ‘Piensa siempre en las consecuencias antes de empezar tu
acción’, yo lo practico”.

Expresando su gratitud, el rey se dispuso a repetir tal formula


cuantas veces pensara en ella, que normalmente era cuando se
encontraba en una estado de tranquilidad y relajación mental.

Ocurrió que se encontraba el rey plácidamente descansando una


noche en su palacio repitiendo aquella frase y ponderando su
sabiduría, cuando dos ladrones que había entrado sigilosamente por
la ventana le oyeron. Creyendo que tenía poderes de clarividencia y
aquella frase iba dirigida a ellos, habiéndolos detectado incluso
estando de espaldas, quedaron paralizados de terror y confesaron
inmediatamente. Esa forma providencial de salvar la vida divirtió
mucho al rey.

Poco más tarde, sentado plácidamente en su trono, esperando que


el barbero empezara a afeitarle iba repitiendo esa frase. El barbero
había sido sobornado por el enemigo prometiéndole el puesto de
Gran Visir si asesinaba al rey. Iba ya a cortarle la yugular cuando
oyó al monarca musitar la frase “Piensa en las consecuencias antes
de comenzar tu acción”, dos o tres veces. Aterrorizado, el barbero
soltó su recién afilada navaja postrándose inmediatamente de
rodillas implorando perdón y confesándolo todo.

El rey, entusiasmado por el mágico poder de su mantra, convocó a


la corte para explicarles la sabiduría del derviche y como le había
salvado la vida. Pero entre los presentes había un Sufí, buen
conocedor de las limitaciones de la filosofía de los derviches, que
se dirigió al rey en estos términos:

“Sabed, majestad, que deberíais pensar en la existencia de


inesperadas posibilidades”.

Pero el rey, al que le gustaban las soluciones simples, rehusó


escucharle.

Entonces el Sufí cogió un bastón de entre los faldones de su ropa y


lo levantó. Al golpear tres veces con él en el suelo, entró un perro,
como respuesta a esta señal.
“Ahora”, dijo el Sufí al perro, “ tráenos algún refresco, por
ejemplo una jarra de sorbete helado, pero cuando vengas hazlo en
forma de hermosa doncella”.

El perro salió corriendo y pocos minutos después entraba una


hermosa muchacha con una jarra y dos copas para servir el sorbete.

El rey exclamo entusiasmado, “Sufí, dame ese bastón mágico y te


daré una bolsa de mis mejores joyas”.

Cuando el intercambio se hubo realizado el rey probó con el


bastón, pero no ocurrió nada. Se volvió al Sufí con enfado
pidiendo una explicación.

“Majestad”, asintió el Sufí, “buscabais las consecuencias cuando


empezasteis la acción. Pero vuestra idea de ambas, inicio y
consecuencia eran inútiles. No comenzasteis por el verdadero
inicio, que debió ser hacer madurar primero vuestra mente”.

Este cuento ejemplifica la inutilidad de la mayoría de nuestras


acciones porque no hemos logrado madurar intelectualmente y
seguimos relacionando estímulos emocionales con hechos reales.

Debido a la contradicción respecto de las leyes naturales que


supone vivir bajo la carga de supuestos sociales, el mismo grupo
social produce instintiva o intencionalmente un conjunto de
esperanzas sobre las cuales la gente debe basar su existencia. Tal
conjunto de esperanzas es obviamente tan variado como se quiera,
por ejemplo desde la “esperanza de una vida mejor”, no habiéndose
definido bien lo que quiere decir “mejor” y por lo tanto, por
relativamente bien que se esté, siempre puede crearse esa
esperanza, hasta “la esperanza en la vida eterna”, aunque esta deba
tener lugar en el “cielo” o cualquier otro “paraíso” tan imaginario
como los propios postulados religiosos.
Crear una esperanza es la cosa más sencilla del mundo. Basta con
observar cuales son las desarmonías más evidentes respecto de su
estado natural. Todas las revoluciones se han basado en hacer
hincapié en aquellos excesos más flagrantes a los que el
determinado grupo humano había llegado, y prometer que no
volverían a ocurrir, y de ahí crear esperanzas artificiales. La
revolución comunista es un ejemplo actual de ello, pero también lo
son a lo largo de los dos últimos milenios las revoluciones
religiosas y sectarias que en el mundo han habido. No nos gustaría
pecar de malagüeros premonitorios al poner igualmente en cuestión
los principios de la sociedad democrática o del estado de derecho,
pero sería un buen ejercicio.

Una vez creada la esperanza, inmediata y automáticamente nace el


miedo en la persona. Miedo a no alcanzar esas esperanza, por la vía
de “no ser digno de”, o “la humanidad no está preparada para”,
etc.

Ese miedo es lo que alimenta la repetición ciega e inconsciente de


los rituales religiosos propuestos por los líderes en cada grupo
social. Repetición que no tiene en absoluto el menor efecto de
apertura de conciencia y adquirir nuevos niveles de comprensión,
como sería lógico de esperar en el fenómeno humano, por el mero
hecho de tener inteligencia, a diferencia de las demás especies, sino
mantenerse en la ignorancia.

Por otro lado los dos principios enunciados de que:

1.- Toda estructura social basa su funcionamiento en


similares principios. En el fondo todas las sociedades se rigen por
lo mismo. Los objetivos son similares, aunque en apariencia
puedan indicar lo contrario.

2.- Estos principios son en esencia muy simples. Tanto que


no permiten a los individuos ver esa propia simplicidad. Y esa
simplicidad es la causa de que puedan manipularse, como hemos
dicho bajo los tres resortes de Esperanza, miedo y repetición.

...Nos llevan de la mano a la esencia fundamental del ser humano,


el primero al de la Unidad, y el segundo al de la Humildad. La
Unidad es ese origen y esencia del que toda la humanidad parte y
que en algún tiempo se vio truncado para producir la separatividad.
La Humildad es la expresión esencial por la que, tal como ocurre
con los animales y las demás especies, debería regirse el
comportamiento del ser humano, si no fuera por su tentación a la
fantasía. La cual acarrea las:

Consecuencias de no creer en lo evidente


E s p e r a n z a

N e c e s i d a d d e i m a g i n a r s e n u e v a s c a u s a s o p r o c e s o s
e i n f l u e n c i a s o b r e e l s e r h u m a n o

I n s a t i s f a c c i o n

V o r a c i d a d

E n f e r m e d a d

I l u s i o n d e c u r a c i ó n

R e p e t i c i ó n
Juan Trigo 1

Vamos a tratar de analizar esto. Una vez creada la necesidad de


abrigar una esperanza concreta, fruto de unas expectativas
artificiales y ajenas a la propia naturaleza humana, se desencadena
un proceso cíclico en busca de causas sobrenaturales que
justifiquen esa esperanza.
Por ejemplo el Mito del Eterno Retorno (véase Mircea Eliade). El
ser humano en lugar de tratar de encontrarse a si mismo cada día, y
por lo tanto crecer, accediendo a nuevos niveles de conocimiento,
traslada, delega ese derecho (y obligación) en el Mito de la
Creación, celebrando en una fecha concreta el año nuevo. Eso
obliga a realizar un esfuerzo artificial por organizar festejos,
rituales y ceremonias para esa fecha. Lo cual tiene dos
inconvenientes. Que durante el año vivimos pensando en el año
nuevo, y por lo tanto descuidamos nuestro propio crecimiento con
las oportunidades que la vida nos brinda cada día, y en segundo
tales ritos y fastos son una mera repetición que realizamos sin
meditar profundamente, y por tanto carentes de contenido. Sin en
lugar de esperar la venida del Mesías, profundizáramos en los
mensajes y enseñanzas de los que ya han venido, en el
convencimiento de que el verdadero Mesías esta dentro de
nosotros y que es nuestro derecho y deber manifestarlo, viviríamos
más plenamente el Aquí y Ahora.

La gama de fantasía imaginera en lo tocante a hipótesis sobre la


creación del el humano no tiene límite. Y no puede tenerlo porque
a cada grupo humano no le satisface lo que ideó su anterior y, aun
en el mejor de los casos de seguir sus postulados, trata de
modificarlos o añadirle este o aquel otro adminículo que lo haga
más interesante. Y eso ocurre también con los intentos de la ciencia
por descubrir el origen del universo. Lo cual es lo mismo que
podría ser para las hormigas que desfilan ante nuestros ojos en el
jardín, tratar de averiguar quién creo el jardín. Solo que ellas no
tienen esa humana necesidad de perder el tiempo.

La insatisfacción produce directa e inexorablemente la Voracidad.


Ingerir en exceso o ingerir sustancias tóxicas, ya sea en forma de
materias o de sensaciones psíquicas. Cuando uno se siente
insatisfecho come o imagina. Y todos los excesos conducen al
desequilibrio, o sea a la enfermedad. Y como no hemos
comprendido la verdadera causa, tratamos a la enfermedad como
un accidente extraño a nosotros, algo que nos ocurre porque sí, y
que atribuimos a esta o a cualquier fatalidad. Por lo tanto en vez de
medicar la causa la disfrazamos mediante parches. No queremos
decir que no deba aplicarse cuantos remedios están a nuestro
alcance, ya que atajar las causas profundas no es sencillo ni rápido,
pero otra cosa es al mismo tiempo que nos curamos nuestras
heridas, tratar de averiguar qué fue lo que las produjo.

Como no hacemos eso creamos una nueva fantasía que es la ilusión


de curación. Cuando hemos conseguido calmar el dolor creemos
que ya no existe lo que lo produjo. Y por lo tanto ese dolor volverá
a aparecer. Entonces al sentirnos insatisfechos por la terapia
seguida buscamos otra, y otra, y otra. En definitiva, de algún modo
estamos distrayéndonos de la verdadera causa, que hemos de
buscarla en nosotros mismos y en nuestro equilibrio emocional y
psíquico. No en ninguna otra parte.

Con demasiada frecuencia nos encontramos con quienes tratan de


vendernos una u otra terapia diciendo algo así como “A mi me
funciona”. Y nos sentimos prestos a caer en su propia fantasía.
Porque el hecho de que “a él le funcione” ha de irse a buscar a
orígenes muy complejos dentro de su propio psiquísmo.
Tendríamos que analizar “porqué le funciona” en lugar de
enrolarnos en su parroquia. La fantasía, producto de la necesidad
de colmar una esperanza artificial, puede justificar cualquier cosa.
Otra de las fantasías habituales suele ser “me lo ha revelado mi
maestro”, revistiendo a este supuesto personaje con oropeles de
mediumnidad sobrenatural y otros aditamentos. En este caso
también tendríamos que preguntarnos en primer lugar “a qué
maestro se refiere”, y en segundo, escuchar atentamente “qué fue
exactamente lo que le llegó a revelar”, y también preguntarnos qué
necesidad específica tenía ese individuo en buscar la revelación de
un “maestro”. La grave distorsión que sufre la humanidad, con
respecto de su esencia natural, en las postrimerías del Siglo XX, ha
producido enorme cantidad de “maestros”, gurús y demás
sustitutos de la búsqueda de uno mismo. No negamos la necesidad
de los maestros, sino todo lo contrario, pero no nos parece útil
delegar en ellos más mérito que el de apuntar posibles vías de
solución o caminos a seguir, fruto de su experiencia, que a lo mejor
tampoco dista demasiado de la de cualquiera de nosotros, solo que
él se ha dado cuenta.

Pensamos que una línea de trabajo, especialmente en nuestro tema


que es la astrología podría ser:

- La observación directa e imparcial de los hechos físicos.


- El estudio de las constantes simbólicas universales.
- La síntesis de esas constantes ante cualquier hecho cotidiano.

Vamos a comentar estos términos.

La observación directa de los hechos nos lleva, por un lado, a la


realidad, evitando por tanto toda tentación a la fantasía, y por otro
nos integra con esa Unidad global a la que pertenecemos.

El estudio desapasionado de la simbología nos acerca también a la


Unidad pero por la vía del conocimiento, ya que la simbología
universal es su expresión sintética. Decimos estudio desapasionado,
o sea profundizando objetivamente los símbolos sin caer en la
tentación de crear fantasías con ellos. En otras palabras no ver
fantasmas sino el informe sucinto de un grado de conocimiento que
nos legó éste o aquel grupo humano.

Por último, sintetizar las enseñanzas simbólicas al aplicarlas al caso


que nos ocupa en cada momento es el acto de tocar la realidad en
el aquí y ahora. En otras palabras aprehender aplicando el
conocimiento en las circunstancias presentes. Todo intento de
situarnos en épocas pasadas rememorando arcaicos rituales es
también una pérdida de tiempo, porque esos rituales fueron
elaborados para un grupo humano concreto, en un momento
determinado, y en un lugar, también determinados.

4. EL SIMBOLISMO.

La astrología, nunca esta de más repetírnoslo, es una ciencia cuyos


orígenes se remontan a bastantes milenios, comparada con el
pensamiento racional que apenas cuenta unos cuantos siglos. Los
antiguos basaban la toma de decisiones, ya fuera para curar,
gobernar, sembrar, etc., en la observación de la naturaleza, y como
consecuencia en el conocimiento que les había sido transmitido por
sus antepasado por medio de los símbolos. Si no hubieran tenido
razón nosotros no existiríamos.

Pero analicemos qué son los símbolos en realidad.

A la luz del análisis que hemos hecho en el capítulo anterior acerca


de la propensión a la fantasía en el ser humano, que le incapacita
dramáticamente para acceder a la comprensión de sí mismo, vamos
a ver qué son y como funcionan en realidad los símbolos. Y
abordaremos este análisis teniendo en cuenta que los principales
elementos condicionadores del ser humano, “Esperanza”, “Miedo”,
y “Repetición”, bloquean la verdadera función de los símbolos, que
es la de actuar directamente en los estados profundos de la
conciencia, para que esta pueda despertar hacia nuevos grados de
comprensión.

4.1. Origen y naturaleza del símbolo.

El símbolo es una de tantas expresiones, gráficas o no, vivas o


inanimadas, con que puede representarse un postulado, filosofía,
doctrina o dogma acerca del fenómeno humano en relación con
su entorno universal y, en fin, con su búsqueda de Dios, o según
otras expresiones, tranquilizar su acuciante terna de preguntas
“quién soy, de dónde vengo a dónde voy”.
Cada religión, doctrina litúrgica, o incluso planteo filosófico tiene
sus símbolos. Normalmente son más de uno. A veces muchos.
Varía su complejidad desde lo más simple a lo más barroco. El
papel del símbolo es ejercer una influencia sobre un grupo de
personas o toda una cultura. La extensión de la influencia
también varía enormemente. La vida cotidiana también está llena
de símbolos que, aunque no se asocian con ninguna búsqueda de
Dios, parecen tener tanta fuerza como aquellos que sí se
identifican claramente con ella. Todas las culturas tienen sus
símbolos. Sería difícil encontrar una cultura o comunidad exenta
de símbolos y los hay que se repiten de una a otra, que son
comunes, o se parecen. Pero hay símbolos que en apariencia no
se parecen a ninguno de cualquier otra cultura.
La duración de cada símbolo es variada. Los hay que tienen
influencia sobre la comunidad durante un corto período de
tiempo, otros muy largo, otros quedan olvidados durante un
tiempo y renacen al cabo de los siglos debido a causas de
inquietud social u otras. Parece, sin embargo, que la esencia o
inspiración bajo la cual fueron creados la mayoría de los símbolos
según los cuales funciona una gran parte de la humanidad, es
universal. Por ello muchos siguen empleándose al cabo de los
milenios y tiene su paralelismo en culturas muy alejadas entre sí
tanto en la distancia como en el tiempo. Diríase que fueron
inspirados en épocas muy lejanas por la misma fuente, y que, una
vez extinguida esta, siguieron funcionando por caminos
divergentes. Este sería tal vez el origen de los símbolos
universales.

El ser humano necesita crearse símbolos, primariamente para


referirse a ellos como fuente de inspiración, pero secundaria y
degenerativamente como objeto de devoción y adoración. Lo
cual, esto último no es otra cosa que una variante de excitar
estímulos emocionales inútilmente. Las razones de crearse uno o
varios símbolos son tan variadas como experiencias puedan tener
cada uno de los grupos humanos constituidos como tales.

4.2. Condiciones para que un símbolo funcione


Basándonos en esos hechos y en lo estudiado en el capítulo 2,
quienes usan un símbolo en concreto:
• Han de creer en él ciegamente.
Todo análisis o apertura de conciencia anula la acción de
intercambio energético del símbolo. El funcionamiento del
símbolo implica no cuestionarse el porque fue dado.
(Otra cosa es tratar de desvelar el conocimiento que encierra
un símbolo para arrancarnos algún grado de ignorancia).
• Han de revertirlo de causas sobrenaturales, mensajes de
seres superiores y conexión con un cierto concepto de lo
divino.
• Han de creer que los otros símbolos son una mentira,
herejía o una tontería.
Incluso aunque tuvieren un mismo origen y razón de existir.
Aunque esto último jamás podrá admitirse.
• Ha de revestirse con una envoltura lo más compleja posible
para asegurar que la repetición continúe con análoga
intensidad. Esa envoltura puede tener muchas formas,
tanto litúrgica, social como política.

4.3. Condiciones para que un símbolo sea útil.

Hemos de distinguir entre funcionalidad y utilidad. Dos opciones


contrapuestas.
• Funcionalidad es el fenómeno psicológico mediante el
cual una persona reacciona delante de un símbolo de forma
inusual y sobrepasando en mucho lo que es capaz de hacer
en circunstancias normales. Es el fenómeno de la fe. La fe
mueve montañas. Queremos decir que al creer una persona
en un determinado símbolo ciegamente, pone
inconscientemente en movimiento mecanismos
psicológicos que le hacen actuar de forma superior a como
actuaría normalmente.
• Utilidad es la enseñanza que podemos extraer para romper
barreras devocionales en nuestro interior y alcanzar
mayores grados de conocimiento mediante aperturas de
conciencia.

Un símbolo no es útil cuando le hemos extraído la enseñanza que


conlleva, es decir hemos podido descubrir cómo y porqué pudo
crearse y como ha funcionado en quienes lo han utilizado. Según
esto, un símbolo puede ser una fuente de conocimiento
prácticamente inagotable. La condición de utilidad esta en que
progresemos en la extracción de conocimiento hasta que nos sea
realmente útil, no como curiosidad o distracción, es decir no nos
agarremos a él.
Esta representación tiene por objeto explicar el contenido de tal
teoría y al mismo tiempo poner en relación a la conciencia
humana con ella. Que viene a ser lo mismo, ya que al activar los
mecanismos conscientes o inconscientes para provocar en el
adepto, devoto o iniciado, un cierto efecto, a base del
movimiento de energías psíquicas, tanto la explicación sintética
del dogma, el símbolo, como la reacción en quien se somete a
ella, se confunden en el propio acto. Lo que el símbolo significa y
lo que provoca van asociados. Y los niveles de activación son tan
variados como psiques (seres humanos) pretendan activarse, y
por supuesto de tan distinto efecto como intenciones con las que
se acerque la persona al símbolo.
Pero el hecho, tan a menudo descuidado, es que excepto en un
ínfimo porcentaje (muchísimo más pequeño de lo que pudiera
parecernos), solo sirven de mera repetición mecánica que no
provoca ningún efecto de apertura de conciencia sino simple
acomodación en el estado de somnolencia consoladora del ser
humano estancado en un papel de mero primate inteligente. Y
aún así, ese efecto, eficaz en tan escasísima población de
adeptos, solamente es válido para aquellos a quienes,
específicamente y en un momento y lugar determinados, ha sido
dado el símbolo en cuestión por ciertos iniciados o maestros y
con una intención determinada. Esto es esencial. Todo símbolo
va asociado indisolublemente a la intención y también a quién lo
impartió; y éste lo hizo solamente en función de quién debía
recibirlo, es decir del nivel de comprensión de aquella persona o
grupo de personas, teniendo en cuenta el momento y el lugar en
que tuvo que impartirlo. Todo lo demás es satisfacer la necesidad
de distracción consoladora, ya sea por la vía de la devoción
repetidora de rituales, como por la de la búsqueda de nuevas
sensaciones. Y esto es así por cuanto que obviamente no
podemos saber ni las circunstancias ni nivel de comprensión de
las personas a las que fue dado el símbolo en cuestión. Lo que
está haciendo nuestra ignorancia y sed de respuestas con la
simbología tradicional y su fabulación en los mitos, es
complicarlos con fantasías mentales, que les llamamos
interpretaciones para que podamos creérnoslas, y además poder
presentarlas lo más atractivamente posible para otros las crean.
Cualquier otra valoración no es más que nuestra necesidad de
aferrarnos a ellos desesperadamente, y eso en definitiva solo es la
medida de nuestro miedo a la libertad.
Todo lo cual no quiere decir, en absoluto, que debamos darle la
espalda a la simbología, sino precisamente todo lo contrario,
parece necesario ahondar en ella para tratar de extraer la
enseñanza que evidentemente encierra, adaptarla a nosotros
mismos y aprender. Un mito es la fábula de una lección, y es
bueno aprenderla, pero inútil adorarla o siquiera identificarnos
ciegamente con ella, ya que cualquiera de sus enseñanzas es solo
una parte de nuestra propia totalidad. Vivenciar o identificarnos
con una parte, cuando somos el todo, es otra forma de escape o
autoengaño. En un orden social de cosas, hay que decir que
bastante sometidos estamos ya a numerosas formas de hipnosis
colectiva provocada por una desesperada necesidad de encontrar
respuestas a toda costa, cuando no hay ninguna necesidad de
respuestas, ya que no hay más milagro que SER, no hay mas
mito que el milagro de la vida, de la reproducción y de la
incomprensible magia del Aquí y Ahora; de ese eterno
desconocido: El Presente. Conciencia de otro nivel que late en
todos y cada uno de nosotros y que no podemos definir ni
nombrar, simplemente porque estorba su percepción y además no
hace ninguna falta. Solo le hace falta el mito o la adoración del
símbolo a nuestra ignorancia lo sea por confusión, pereza o
premeditación.

4.4. Como nacen, que origen tienen los símbolos

Tiempo, lugar y gente.


Un buen día alguien descubre algo que le sorprende y le ayuda
decisivamente en un momento crucial de su existencia. “Eso”
parece servir para ayudar a otros en similares experiencias. No se
investiga el fondo de la cuestión, que a lo mejor resulta muy
simple, y atribuyéndole propiedades sobrenaturales, se le instaura
como símbolo de adoración o aunque sea de buena suerte.
Los que vienen detrás no se preocupan lo más mínimo en
averiguar de donde salió aquel símbolo y se instaura la repetición
a ciegas. Lo cual es una inútil pérdida de tiempo. Y más inútil es
no creer que se está perdiendo el tiempo sino realizando un
trabajo provechoso en la búsqueda del conocimiento.

4.5. Del símbolo al mito

En efecto, un símbolo es la expresión sintética del conocimiento


acerca de una verdad cósmica. Pero veamos, esa verdad universal
ha podido ser alcanzada de muchas maneras, aunque generalmente
ha ocurrido por inspiración, revelación o iluminación, que a lo
mejor vienen a ser sinónimos. El hecho es que en un momento
determinado de la historia de la humanidad, alguien o algún grupo
humano descubre una verdad universal y actúa en función de tal
descubrimiento. Por ejemplo, desde el hombre de las cavernas, con
las verdades encerradas en sus pinturas rupestres hasta la
complejidad de un ocultismo cabalístico o hermético, pasando por
el mismo simbolismo de la cruz, todo son manifestaciones
plasmadas en imágenes resumen de un conjunto de enseñanzas, que
en su momento tienen una función específica para el grupo humano
que los conoce y sabe su utilidad. De ahí que función solo es válida
para quien la utiliza, y en el momento y lugar, y la razón del porqué
la utiliza, ya que conoce su significado.

La astrología analiza al ser humano en relación con el cosmos


para sacar el mejor partido de sus efectos. Trabaja con energías,
filtros y formas o puntos de expresión. Veamos:

Los planetas son formas en que puede manifestarse la energía.

Los signos son filtros a través de los que cuales las energías se
modifican de una u otra manera.

Las Casas son partes de la personalidad en donde y por causa de


que se manifiestan las energías.

Los aspectos son relaciones entre las distintas energías que


provocan los modelos de conducta en las distintas áreas de la vida
de la persona.

Pero antes de pasar a la descripción de los significadores


astrológicos revisemos algunos esquemas tradicionales porque
tales cuentos o leyendas encierran un inestimable posibilidad de
aprendizaje.

4.6. San Jorge y el dragón.

Escojo tal título al símbolo universal de nuestra lucha por vencer


las limitaciones que nos ocultan al Ser, por ser más familiar a los
lectores de nuestra cultura regional. Para otras sería Hércules,
Sigfrido, Perceval, Gilgamesh, o Rostam para las leyendas iranias,
etc.

Se trata siempre del héroe que vence a una bestia o serias


dificultades sin número para conseguir algo: el poder, el amor de
una dama, la iluminación, el secreto sagrado, etc.

Repitamos antes que nada, que este símbolo no está haciendo otra
cosa que ejemplificar nuestra propia lucha contra la adversidad, y
concretamente la batalla que se libra en nuestro interior, nuestro
laberinto de pasiones y deseos que nos atenazan. Las dificultades o
complejidad que encontramos en el mundo exterior es la mayoría
de las veces nuestro espejo (de ahí que "busca el reino de Dios y lo
demás te será dado por añadidura", o lo que es lo mismo "búscate
a ti mismo y no intentes cambiar el mundo, cámbiate a ti"). Por
tanto nosotros, todos, absolutamente todos y cada uno de
nosotros, somos San Jorge, y el dragón es nuestro laberinto
interior. Y precisamente necesitamos a esa bestia para poder medir
nuestra propia fuerza. Recuérdese que en las representaciones más
antiguas de San Jorge, este no le atravesaba la cabeza con la lanza,
sino que le ponía el pie en la cabeza. Y eso porque la lucha
continúa, el dragón existe mientras exista uno mismo, y es
precisamente quién nos estimula a esforzarnos por superarlo,
superar el laberinto de nuestras emociones, es decir, aprender de
ellas.

De ahí el: "Si quieres, puedes". Todos podemos, no importa la


situación en que nos encontremos. Basta ponernos de acuerdo con
nosotros mismos, armonizar o dirigir la jauría de personalidades
que habitan nuestro inconsciente, ¡y adelante!. La tarea es
ciertamente difícil, a lo mejor se toma toda una vida, pero qué
importa, siendo la vida, como todo, pasajera, no tenemos nada
mejor que hacer que vencer en ese combate. Es muy simple. Las
verdades más elevadas y más puras son tremendamente simples.

Al dragón también se le conoce en algunas simbologías como el


Guardián del Umbral, la puerta entre la luz y la oscuridad. Como la
dualidad es constante, la lucha también. Y es a través de la lucha
como se alcanza la perfección. Hay que agradecerle, pues al
Dragón del mito (nuestro apego, nuestras pasiones y deseos) su
fuerza, su astucia, su habilidad, pues contra mayores sean estos
mejores y más perfectos se harán en nosotros. San Jorge y el
Dragón son colegas en el mismo juego, experimento, o fenómeno
que es la vida.

El dragón es muy astuto y cambia de fisonomía y de táctica a cada


momento para darnos el zarpazo. Ello es así porque nuestros
deseos, odios, obsesiones, etc. no son otra cosa que una ilusión, un
espejismo. De ahí que el Dragón sea una gran prestidigitador y
tenga todo los disfraces que quiera. Tantos como nuestras
debilidades.

No se le vence solo por la fuerza, aunque es necesario hacer acopio


de ella para ejercer la voluntad, sino que hace falta distanciarse del
problema, relajarse antes de atacar. Recordemos las artes marciales
de los samurai: Luchar sin lucha. Aprovechar la fuerza del
contrario para vencerle. Relajarse concentrándonos en el punto
Hara, etc.

La lucha es permanente ya que el guerrero lo es durante toda su


vida. El dragón es el saboteador que ha entrado en nuestro castillo.
La mayoría de nosotros tiene más de uno, a veces una jauría.

El Dragón es nuestro propio rostro al otro lado del espejo. Pero


también es la medida de nuestras energías

4.7. El Grial.

Aunque para penetrar mejor en sus significado debemos


adentrarnos en la tradición Céltica, preferentemente según la
leyenda de Chretien de Troyes, es decir antes de la cristianización
del mito, la mayoría de las leyendas (transmisión críptica y
codificada de un conjunto de enseñanzas) se refieren a un vaso,
cáliz, recipiente construido a base de un diamante que es la
cristalización de una gota desprendido de la luz Divina, que
contendrá la sangre de Cristo.

Recipiente: Nuestro corazón, nuestro Centro interior, nosotros en


nuestra más íntima esencia. Y según la tradición céltica el
receptáculo ofrecido por los seres del otro mundo para alimentar a
los héroes de este mundo en el banquete o festín de la eternidad. El
Grial es femenino en su calidad de receptáculo, caldero, crisol,
atanor, ya que lo masculino es el fuego que hacer hervir la
sustancia que hay en su interior.

Posteriormente las distintas cristianizaciones de la leyenda,


firmadas por Robert de Boron y otros, incluso antes de la
aparición de la figura aséptica de Galahad, o también en la
transcripción germano-irania de Eschenbach, asocian ese caldero
celta con el cáliz con el que José de Arimatea recogió la sangre de
Cristo, trayéndoselo después hacia Europa. Transporte legendario
que originaría una búsqueda de tesoros y objetos raros típica de
vulgar coleccionista que dura hasta nuestros días. Todavía hay
quien cree que el Grial es una copa.

Pero veamos que la esencia del símbolo alcanza, de todas maneras


la dimensión universal, puesto que para el cristianismo la sangre de
Cristo sería la esencia del Ser, de la cual El Mensajero Ungido, nos
informa.

Y cuales son, en la leyenda, sus poderes: Ni más ni menos que los


nuestros como recipientes del Ser. Y la búsqueda: El mensaje de
que hay que ir a lo más lejos posible, es decir a lo que está más
cerca físicamente que es nuestro interior y más lejos debido a
nuestra ignorancia y cobardía ante la fe.
4.8. El laberinto y la caverna.

Aquí nos centramos con la tradición hermética, de la mano de Rene


Guenon. Intentaremos sintetizar lo esencial de este mito (difícil
empresa tratándose de la obra de un autor tan prolífico): Se llega a
la caverna, que está en el centro de laberinto, después de haberlo
cruzado, y se entra a través de la puerta de los hombres o puerta de
Cáncer, solsticio de verano. Y una vez dentro la caverna, el
iniciado debe pasar por el ojo de la aguja, que esta en la parte
superior, para salir por la puerta de los dioses o puerta de
Capricornio, solsticio de invierno.

El laberinto es tan complicado y difícil como nuestro pensamiento


quiera ponerlo a base de añadir deseos, agarres y demás miedos. El
laberinto es el de nuestras emociones, pasiones, miedos, etc. El
centro es la puerta de escape o de realización, que viene a ser lo
mismo. Se puede salir del laberinto, es decir llegar al centro en el
momento que uno quiera. Puesto que puede uno desear ir
recorriendo (revolcándose o regodeándose en) deseos,
frustraciones, traumas y demás agarres indefinidamente o bien por
el contrario, por un acto de voluntad buscar a Dios directamente y
con la decisión y firmeza del guerrero.

La cueva ejemplifica la tierra y su poder de transmutación en el


hombre. Este nace en la tierra para utilizarla a tal fin, la
transmutación. La cueva concentra, pues, las fuerzas telúricas, el
magnetismo terrestre entre otras, para ser usadas por el hombre en
su ritual iniciático. Todo está al servicio del hombre, puesto que su
fin último es Ser.

El ojo de la aguja ejemplifica claramente la catarsis, purificación o


combustión que el hombre ha de realizar, desprendiéndose de sus
agarres (miedos, rituales, dogmas, estructuras y otros deseos) para
hacerse tan liviano o etéreo que pueda pasar por el ojo de la aguja.
Una vez más todo es un instrumento, como cualquier iglesia o
templo, como el laberinto, cueva, aguja, grial. Ya que el único fin
es Ser.
No hay más que el Ser, y a lo sumo el camino hacia EL. Calificar
de los instrumentos (Cruz, cáliz, pantáculo, tetragrámaton, séfiras,
etc) de sagrados parece sacrilegio. Y el sacrilegio no tiene mas
connotación negativa que alejarnos del Ser. Dar excesiva
importancia al sacrilegio es sacralizarlo. Sacralizar cualquier cosa
que no sea el Ser es alejarnos de El. Aferrarse a los instrumentos es
también retrasar nuestro encuentro con El.

Todo lo que necesitamos está en nosotros, ya que está El.

Desmitificar es desnudar de florituras comerciales o agarres


dogmáticos la esencia del Creador, que es lo más sencillo, y por lo
tanto lo más complicado, debido a que el pensamiento, por su
apetencia de agarres a lo transitorio/ilusorio intenta complicar.
Cuatro más compliquemos un mito, más rituales e imágenes le
añadamos más terrenal será y por tanto alimentará el apetito de
agarres, apegos o dependencias del pensamiento.

4.8. ¿Para que nos sirven en astrología estos mitos?

La carta natal es el mapa de nuestro laberinto. El conjunto de


energías, definidas en cualidad, cantidad y efecto, que conforman
nuestras obsesiones, complejos, odios, temores, etc. y también de
donde y cómo podemos sacar la voluntad y la fuerza. El dragón es
lo primero y el héroe es nuestra voluntad de superación, de ser
libres, en definitiva de Ser. El grial es nuestro corazón místico o
centro, en donde podemos contactar y retornar al Ser. La caverna
nuestras pruebas de catarsis últimas después de haber superado el
laberinto.

Una recomendación, sacada de la experiencia histórica: Guárdense


para sus adentros sus creencias y su lucha personal hacia la
libertad. El mundo tiene la propiedad de cristalizar. Quienes tienen
la fuerza dominan el mundo, por tanto a la mayoría de ellos les
interesan ciudadanos o feligreses que ya están cristalizados como
ellos y no cuestionen. No hace falta ser héroes delante del mundo.
El mundo no tiene importancia, es transitorio. Cristo dejó bien
claro que su reino no era de este mundo. No pequen (se
equivoquen) por orgullo y se dejen llevar por la tentación de
declarar su línea espiritual. Muchos peregrinos del Camino de
Santiago acabaron lastimosamente en la cárcel por ello. Es una
pérdida de tiempo. La verdadera lucha es interior. No hay más
laberinto que el de nuestro interior ni más Grial que el que contiene
la esencia de nuestro centro, ya que Dios está en él. Repasen los
escritos de Juan de la Cruz o Teresa de Ávila. O del mismo Jesús
de Nazaret.
DIAGRAMAS TRADICIONALES

5. SIGNIFICADORES ASTROLÓGICOS

Una vez considerados los aspectos esenciales del origen de las


enfermedades, centrémonos ahora en el trabajo en astrología
médica, que consiste en determinar en la Carta Natal los siguientes
factores.

- Predisposición a la enfermedad.

- Evolución o trayectoria. Degeneración o curación


- Ataques de la enfermedad, agudos, graves.

- Vías de curación. Actitud y defensas.

Para abordar el primer apartado, es decir, ¿que predisposición tiene


esa persona para padecer esta o aquella enfermedad? recurrimos a
la interpretación de la Carta en su conjunto. Es decir, la
distribución de planetas por casa y signo, y con mayor énfasis, las
naturalezas del Sol, Asc, Luna, y regente natal. Y si queremos aún
un matiz suplementario recurrimos al Hyleg, que señalan los textos
de la antigüedad (aquella de las luminarias que estando por encima
del horizonte, excepto si está en la VIII o XII, a más de 20 grados
por encima del ASC, o en la casa I, resulte la más dignificada, o en
todo caso el Sol o el ASC). O también, según algunos postulados
de la tradición, que tienen en cuenta si la carta es nocturna o diurna
y la disposición de planetas activos (“masculinos”) y receptivos
(“femeninos”). Y también, en el capítulo de predisposiciones está
también la resistencia o debilidad estructural de la persona, las
enfermedades hereditarias, etc.

Sinópticamente, la visión de conjunto sería:


Propensión, Evolución y Curación
◆ Propensión Los cuatro elementos.
◆ Trayectoria La triplicidad.
◆ Causas La Carta en su conjunto
◆ Curación Comprensión de la Carta

◆ Comprensión de uno mismo


◆ Aceptación de uno mismo

Juan Trigo
◆ Disfrute de uno mismo 1

Veamos por partes.

5.1. Predisposición o propensión.

Encontraremos qué predisposición tiene la persona hacia uno u


otro tipo de cuadro clínico como consecuencia de la somatización
de sus contradicciones mentales, en el estudio en conjunto de la
Carta Natal. Diríamos que el primer paso es determinar con qué
“terreno” nos encontramos. Y esto nos lo da la geometría de la
carta en su conjunto. Este dibujo de las efemérides astronómicas
nos indica hacía dónde y qué resultante pueden dar la
configuración de energías planetarias.

En general no solamente encontraremos causas de enfermedad en


las tensiones y aspectos conflictivos del tema, sino por causa de
dificultades de manifestación de las propias energías planetarias.
Por ejemplo en la ubicación de planetas en segundos signos o
signos interceptados, o en general planetas en signos contrarios a
su naturaleza. Las regencias por casa y signo nos aclaran
enormemente la predisposición de una persona a padecer esta o
aquella enfermedad.

Presentamos a continuación un cuadro resumen de los factores de


predisposición a la enfermedad.

Propensión a la enfermedad

◆ Relación entre los luminares.


◆ Aspectos al ASC y al regente del ASC.
◆ Balance de planetas según los cuatro elementos.
◆ Planetas y aspectos en casas VI, XII.
◆ Configuracion general de aspectos.
◆ Distribucion de planetas por signos y cuadrantes
◆ Balance de aspectos entre planetas.

Juan Trigo 1

Aconsejamos no tomar estrictamente el orden de importancia


según lo hemos indicado, ya que puede ocurrir que a la vista de
una Carta Natal estos varían.

Casos de análisis de la propensión.


A continuación presentamos algunos casos clínicos de nuestro
archivo para ejemplificar este análisis previo de la propensión a la
enfermedad.

Caso A.

Antes que nada debemos plantear cómo es el “terreno”, es decir


ante qué tipo de anatomía y fisiología nos encontramos, y por ello
deberemos contemplar la carta en su conjunto, es decir, de entrada,
cómo están distribuidos los planetas en la Carta, tanto según los
cuadrantes como por triplicidades y cuadriplicidades.

Para que la distribución por puntos resulte más ilustradora


atribuiremos dos puntos al Sol y a la Luna, ya que los luminares
tienen mayor peso e importancia en la carta obviamente que
cualquiera de los demás planetas. Y esto es especialmente cierto en
astrología médica, donde ha de tenerse muy en cuenta la relación
Sol-Luna

a. Distribución de planetas por cuadrantes:

3 3
1 5

Por triplicidades y Cuadriplicidades, Resultando

Cardinal 5 Fuego 1
Fijo 4 Tierra 2 Agua Cardinal, Cáncer
Común 3 Aire 3
Agua 6

En esta primera perspectiva tenemos un dominio de agua cardinal


sobre el segundo cuadrante, por lo tanto tendremos que pensar que
los significados del signo de cáncer habrán de ejercer una influencia
decisiva en el tema, a pesar de que otros planetas y sinos sean, a lo
mejor dominantes. Sin dejar este punto, veamos que la Luna está
en este signo y domiciliada, por tanto dotada de todas sus

Dibujo de la Carta
Datos: Hora de nacimiento 11,55 GMT
Día, 16,11,1905
Lugar 42 N 03 / 2 E 56
Sexo, femenino
En esta primera perspectiva tenemos un dominio de agua cardinal
sobre el segundo cuadrante, por lo tanto tendremos que pensar que
los significados del signo de cáncer habrán de ejercer una influencia
decisiva en el tema, a pesar de que otros planetas y sinos sean, a lo
mejor dominantes. Sin dejar este punto, veamos que la Luna está
en este signo y domiciliada, por tanto dotada de todas sus
cualidades e intensidad. Sin embargo se halla en conjunción, casi
partil con Neptuno y en la Casa VI. Esta posición ya es de por si
determinante. Y un primer aspecto que salta a la vista es que, a
pesar de que la salud pueda ser buena intrínsecamente, esta persona
padecerá dolencias momentáneas, llamadas agudas, de difícil
diagnóstico por la presencia de Neptuno, que no solamente lo
enmascarará, sino que disolverá sus límites. En efecto esta persona
llegó a depender totalmente de su médico de cabecera, que muy
pocas veces era un especialista, sino que iba recetando esto o
aquello según las dolencias del momento. Iremos viendo poco a
poco el tipo específico de dolencias, pero baste por el momento
fijar la importancia de La Luna, y de la confusión en cuanto a los
diagnósticos.

Una vez advertida esta primera pincelada, pasemos al análisis del


ASC y el Sol, y lo primero que salta a la vista, también, es la
cuadratura Sol/MC a Saturno, la conjunción de Marte al ASC
desde la XII, y a la cuadratura de Venus desde la IX.

Y en cuanto a los luminares, encontramos que la Luna hace y


recibe sendas sesquicuadraturas del Sol y Saturno. Diríamos pues e
inmediatamente que la cuadratura Sol/Saturno constituye uno de
los aspectos más cruciales y claves del tema, sino el que más.
Primero por tratarse del Sol y este estar expuesto al MC, y Saturno
el planeta presente en el primero signo de la Casa I. Este es un
aspecto de demolición, ya que esta persona fue gastando de forma
dramática toda su energía quedando reducida a un estado de
postración y casi inmovilidad en los últimos años de su vida, sin
que hubo médico que supiera cual fue su dolencia. No se trató de
una parálisis ya que podía mover las piernas y brazos cuando
estaba acostada, pero desde los 84, 85 fue costándole cada vez más
andar y siquiera mantenerse de pie. Hizo el tránsito hacia Dios a las
19,35 horas del día 29 de Julio de 1995. El único diagnóstico que
aparece en los libros de la familia, y que tal vez fue el más
descriptivo, o el menos vago y elusivo decía que “se le iba secando
el sistema nervioso periférico”; bueno, es una forma de decir algo
para cubrir un vacío. Pero nadie llegó a averiguar jamás la causa de
aquella degeneración.

Cuando contaba 40 años el que fue su médico de cabecera durante


el período más prolongado de su vida, le diagnóstico insuficiencia
hepática de nacimiento. Nos parece más una forma de llamarlo, ya
que la oposición Sol/Júpiter es lejana, y aunque Júpiter va
progresando hacia esa oposición, a nuestro juicio es una dolencia
subsidiaria, diríamos que una de las consecuencias del problema
radical. Probablemente la ingestión de todo tipo de fármacos para
calmar los graves efectos de la ansiedad (Neptuno, regente de II en
VI) que debió ingerir antes de conocer a ese médico debieron
sobrecargar el hígado.

Podríamos decir, pues que, generalmente esta persona fue


propensa a padecer multitud de pequeñas dolencias de diagnóstico
confuso que incluso la obligarán a guardar cama. Aunque esto
último nos parece más una consecuencia del tremendo desgaste de
energías sufrido como consecuencia de la cuadratura de Saturno al
Sol, y también, podemos ya avanzarlo, de la conjunción de Marte
al ASC que le imprime una tan frenética como siempre insatisfecha
(cuadratura a Venus) actividad.

La misma lucha entre despuntar socialmente (Sol en MC), lo cual


como es obvio exige una serie de riesgos, y el constante esfuerzo
por la seguridad personal (Saturno en I), supone un constante
drenaje de energías, que a la larga, con la edad, cuando Saturno va
haciéndose cada vez más fuerte en la Carta, provoca
estancamiento, sequedad, parálisis, a que se refería sin duda aquel
diagnóstico hecho por la medicina oficial. Uno de los síntomas fue
la pérdida de tacto en manos y piernas. Y sobre todo, como
apuntábamos antes, el no poderse tener en pie; “las rodillas le
fallaban”, dolencia típicamente saturnina. La última enfermedad,
para cumplir los atributos de la casa VIII, fue diagnosticada como
pulmonía, de la cual no pudo recuperares porque el bloqueo del
sistema nervioso no permitió que los antibióticos actuaran. Estuvo
asistida con máscara de oxígeno y respirando con dificultad, hasta
que unas veinte horas antes del desenlace se calmó, y durmió
apaciblemente hasta el final, correspondiendo con el trino de
Saturno en tránsito al Sol.
Hemos podido constatar en muchos casos que el tránsito a la otra
vida, en contra de lo que nos haría suponer el sentido común, no se
produce coincidiendo con tránsitos conflictivos como cuadraturas
u oposiciones, sino todo lo contrario, con tránsitos armónicos. En
el caso de esta persona nos pareció, desde nuestra perspectiva
como vivos, desde luego muy alejada de Esa realidad, como si
hubiera comprendido, como si entendiera y se relajara, es decir, se
dejara transportar sin resistencia hacia el tránsito que estaba
realizando. Había dejado de luchar frenéticamente, como lo hizo
durante toda su vida, por su seguridad. Permitió que el control se
relajara. Una vida llena de acción y de multitudes, ya que fue
fundadora de numerosas asociaciones benéficas y culturales y luchó
abiertamente, tal vez demasiado abiertamente (Mercurio en
Sagitario en la X), cuando tuvo que hacerlo, combinando ese
altruismo ciego de Mercurio sagitariano con la siempre fina
diplomacia del Sol escorpiniano. Dios la tiene en su gloria.

5.2. Trayectoria.

La Actitud ante las enfermedades o la facilidad de dejarse sucumbir


por ellas vendrá dada en la tabla de triplicidades y cuadriplicidades
por aquella cualidad de la que el individuo resulte carecer. Así un
exceso de Fuego ante una carencia de Tierra predispone al stress,
al desgaste. Un exceso de aire predispone a la fragilidad
estructural. Un exceso de agua a las infecciones de todo tipo, a
cuadros depresivos graves, inestabilidad emocional, etc. En cuanto
a triplicidades, veamos una sinopsis.
Trayectoria segun la triplicidad
➫ Cardinales:Efetos más graves, pero
desenlace más claro y directo

➫ Fijos: Efectos mas leves pero progresivos.

➫ Comunes: Efectos y desenlace variables.

Juan Trigo 1

5.3. Ataques

En general, el lugar donde se vayan a producir los ataques por la


determinación astrológica de órganos y fisiología, según su relación
con la casa VI (agudas), XII (crónicas) y VIII (la última
enfermedad), nos dará una primera indicación de las
manifestaciones visibles. Pero sin olvidar nunca a la Luna, como
significadora de la biología, la estructura íntima de los tejidos y el
reparto de aguas (linfa, etc.) en el organismo. Sin embargo, esta
definición tradicional de las casas VI, XII y VIII no es suficiente
para realizar un buen diagnóstico.

5.4. Causas.

Las causa psicológicas a partir de las cuales se produce la


enfermedad, hay que ir a buscarlas al estudio de la carta en su
conjunto. Es extremadamente peligroso atribuir la enfermedad a un
solo aspecto, porque eso hace desdibujar y ocultar probablemente
las verdaderas causas.

Todo esta en todo, y todo esta relacionado con todo.

Vamos a tratar de captar esta importante verdad por medio de un


ejemplo concreto.

Caso III

El caso que presentamos a continuación es el de una muchacha,


que a la hora de escribir estas líneas contaba once años, a la cual a
los 4 años se le detectó la manifestación de un foco irritativo
cortical, también llamado lesión cerebral mínima o también, aunque
más vulgarmente, pseudo epilepsia o “pequeño mal”.

Estos trastornos se basan en la existencia de una lesión en la


mielina o recubrimiento de algún nervio cerebral que
específicamente producen alteraciones en lo que podríamos
calificar, a efectos prácticos, de buen transporte de la información
de un centro o aplicación a otro. Una imagen didáctica seria la de
un cable eléctrico suyo aislamiento se ha deteriorado y en ese
punto saltan chispas. Sus manifestaciones son muy variadas, desde
irritación excesiva hasta apatía, ausencias, incluso desmayo y
conatos de epilepsia. Por esto último recibe popularmente el
calificativo de pseudoepilepsia.

Cuenta su madre que la niña estaba jugando en el colegio a saltar


en la cama elástica cuando perdió el conocimiento y cayó al suelo
con los típicos síntomas de un conato de epilepsia. A partir de ese
momento nunca ha estado bien, su rendimiento en el colegio ha
sido anormalmente deficiente debido a la escasa atención que es
capaz de poner en cualquier tema.

Veamos primero una visión general de la Carta:


a. Distribución de planetas por cuadrantes:

3 7

0 2

Gráfico de la carta
Datos: Hora, 23,55 GMT
Día, 4 / 10 / 1984
Lugar, Barcelona,

De entrada nos encontramos con un fuerte desequilibrio de


energías hacia el tercer cuadrante, el que nos indica la dependencia
de un instinto de clan, necesidad de sentirse capaz de participar en
el medio social en el que se encuentra, frente a una ausencia total
en el primer cuadrante, que nos indica la capacidad de
autodeterminación y valoración de las propias potencialidades o
instinto de supervivencia, en suma confianza en uno mismo. Todo
esta volcado hacia la necesidad e incógnita de la valoración por los
demás.

En el análisis de las cualidades tenemos

Por triplicidades y Cuadriplicidades, Resultando

Cardinal 2 Fuego 6
Fijo 6 Tierra 2 Fuego fijo, Cáncer
Común 4 Aire 2
Agua 2

Poca cardinalidad, acción, exceso de fijeza y sobre todo


desequilibrio en fuego, aún más teniendo en cuenta que el
ascendente está en Aries.

Una primera matización que debemos hacer es la necesidad de


ajustar el tema para verificar si Marte se encuentra o no en la Casa
XII. Y una primera reflexión, como siempre referida a la naturaleza
del regente del Asc, es que Marte se encuentra en Acuario, y por lo
tanto todo el tema descansa sobre las connotaciones de ese signo,
matizando que su regente Urano está en Sagitario, precisamente
(una vez más el “precisamente”) el signo que tiene más carga de
planetas, entre ellos el Sol. Por lo tanto advertimos ya una nota
uranianamente sagitaria, es decir que, a las lecturas propias del
signo de sagitario deberemos incorporarle las notas uranianas, o
acuarianas, que van a regir a Marte, y por tanto al ASC.
Exaltación de todo lo expansivo, exagerado, imprudente y, por la
involucración de Mercurio (cuya actuación no es la más idónea en
Sagitario), a la falta de control de los recursos mentales. En otro
apunte rápido, la Luna en Leo y cuadrada a Saturno desde la Casa
ocho nos habla de un bloqueo emocional especialmente aplicado a
la parte de cumplimiento personal y limitaciones de todo tipo por
encontrarse en la Casa VI. Bloqueo que será tanto más traumático
cuanto mas estímulos reciba del trino de la conjunción
Sol/Mercurio.

5.5. Vías de curación

Finalmente las vías de curación nos remiten tanto al aire general del
tema como a los aspectos positivos y de cooperación de energías
planetarias, el primero de los cuales para darnos una idea de qué
terapia resulta la mas adecuada y los segundos, incluidas las
configuraciones, para descubrir los puntos sensibles que pueden
aportar defensas psicosomáticas, que en definitiva actúen sobre las
propias defensas del individuo para lo más eficaz: curarse el mismo.
6. ANÁLISIS DE LOS FACTORES ASTROLÓGICOS.

Vamos a comenzar nuestro estudio acerca de los factores


astrológicos a partir de dos postulados tradicionales:

- Los signos zodiacales rigen la anatomía, el “terreno”.


- Los planetas rigen la fisiología, el “funcionamiento”.

Siendo, como hemos apuntado anteriormente, las Casas el punto


de expresión y causa de las acciones planetarias, y los Aspectos
las relaciones entre las mismas.

Por ejemplo, la Médula Adrenal esta regida por Aries, mientras que
la Adrenalina esta regida por Marte.

El cuerpo humano esta compuesto por sistemas y aparatos:

- Endocrino.
- Circulatorio.
- Musculo-esqueletal.
- Respiratorio.
- Digestivo.
- Genito-urinario.
- Nervioso

Cada uno de estos subsistemas del cuerpo humano ha sido


desarrollado según su función a partir del endodermo, mesodermo
y ectodermo embrionarios.

Basándonos en estos postulados vamos a introducir dos supuestos


principales o esenciales con los cuales compondremos el análisis
de las regencias:

1. - Cualquier parte, órgano o sistema del cuerpo humano es en si


mismo un conjunto de partes que puede abordarse bajo las mismas
analogías simbólicas zodiacales con que analizamos el todo,
teniendo en cuenta precisamente las leyes que presiden las
correspondencias simbólicas.

2. - La regencia planetaria correspondiente a una parte, órgano o


sistema es una regencia compuesta, es decir susceptible de ser
analizada según la sismología de todos los planetas. En otras
palabras, aunque un órgano determinado venga regido por un
planeta concreto, sus partes lo serán por tantos planetas como
correspondencias simbólicas podamos discernir.

El primer supuesto se basa en la ley de analogías de los ciclos


dentro de los ciclos, y de la reproductibilidad de las partes respecto
del todo. Principio universal que puede aplicarse a cualquier cosa o
ente existente.

El segundo supuesto se fundamenta en que las correspondencias


simbólicas que presiden las regencias planetarias se basan en la
naturaleza específica y propia de casa planeta, como personajes
bien definidos de un guión.

El primer supuesto nos habla de la línea evolutiva de los 12 signos


como un todo integrado y global, que tiene un origen, Aries, y un
final Piscis, entre cuyos extremos se desarrolla el camino de los
demás signos de forma ordenada y consecuente. Y que además,
por la ley de correspondencias, tal desarrollo dodecanónico, puede
aplicarse a cualquier manifestación de lo existente en el análisis
astrológico. Por lo tanto podemos analizar cada uno de los
sistemas u aparatos del cuerpo humano como un todo, a pesar de
que exprese en si mismo una función específica y por tanto
atribuible a una particular regencia planetaria. Por ejemplo, aunque
el aparato digestivo pueda estar regido principalmente por la Luna,
en su función básica de nutrición, tenemos que cada una de sus
partes vendrán regidas por otros tantos signos zodiacales

De ahí que en la práctica las regencias anatómicas funcionan, pero


no es suficiente. Por ejemplo es muy corriente que en las personas
de fuerte personalidad capricorniana padezcan de las rodillas, pero
no solamente padecen de las rodillas. Y así con todos los signos.
No podemos diagnosticar, ni siquiera esos puntos básicos de
sensibilidad anatómica, basándonos únicamente en el signo solar o
el del ascendente, por importantes que estos sean y aunque
respondan en la práctica a una gran mayoría de casos. Hay que
contemplar la Carta Natal como un todo y realizar el inevitable
pero necesario ejercicio de respiración mental Análisis-Síntesis,
para acertar. Hemos dicho antes “de fuerte personalidad
capricorniana”, no “de ascendente Capricornio”, aunque en una
gran cantidad de casos pueda ser así. Queremos decir con ello que
aunque el Sol y el Asc no se encuentren en el signo de Capricornio
hay una fuerte presencia o dominación de planetas en este signo.

Por ejemplo el aparato digestivo podría estar regido por varios


signos consecutivos, que en general se corresponderán con la
regencias anatómicas clásicas, como por ejemplo el estómago con
Cáncer, el intestino con Virgo, el ano con Escorpio, etc., pero no
es suficiente. Parece necesario ir a buscar una ley evolutiva de
correspondencias en todo el aparato, así, por ejemplo, aunque los
dientes vengan regidos por Saturno, la boca, como inicio de la
digestión (la agresión de los dientes hacia los alimentos en el acto
de masticar ) podría asociarse a la regencia de Aries, y detectar que
una persona con fuertes debilidades asociadas con el signo de Aries
presente una débil digestión bucal, que evidentemente se traducirá
en consecuentes problemas de digestión. Debilidad que asociando
los fermentos a Marte, a la Luna la dilución salivar, etc., seríamos
más capaces de determinar con precisión. Así la faringe vendría
regida por Tauro, el esófago con Géminis, etc. Evolución zodiacal
que haría corresponder plenamente las deficiencias digestivas a
nivel del estómago provocadas por alteraciones en el plexo solar,
circunstancia que nos lleva a la necesidad de discernir que aunque
el estómago venga regido por Cáncer, qué parte está influenciada
por Leo, etc. Otro ejemplo nos lo podría dar el sistema
circulatorio, para el cual los capilares vendrían regidos claramente
por Piscis como difusión terminal de un ciclo, etc. A propósito de
Piscis, parecería lógico que la difusión osmótica que tiene lugar a
través de las paredes del intestino estaría regida por este signo, ya
que además esa función parece que es uno de los últimos pasos de
la digestión, es decir cuando ésta ha terminado y lo que Virgo ha
discriminado como útil puede pasar a la sangre.

Es necesario aquí, recordar al Profesor Jacinto Gibert, cuando en


su libro Saturno, nos hace hincapié en la necesidad de considerar
muchas veces en el análisis astrológico la asociación de cada signo
zodiacal con su planeta regente. Por ejemplo, a la hora de abordar
un diagnóstico respecto del tejido óseo tendremos que pensar no
solamente en la calcificación, propiamente saturninas, sino en la
estructuración, cualidad típicamente capricorniana.

Para estructurar nuestro estudio vamos a recordar ahora de forma


sintética en la tabla siguiente las regencias anatómicas
fundamentales que nos ha legado la tradición. Pero al enfocar esta
parte del conocimiento astrológico, como diremos más adelante,
pero conviene que lo advirtamos ya ahora, hemos de tener presente
que todo en análisis astrológico se fundamenta en el hecho de que
su estructura simbólica tienen carácter cíclico. Lo tiene toda
estructura simbólica en general salvo raras excepciones, que
confirman la regla. Así, la anatomía del cuerpo humano tiene su
inicio en la cabeza y su fin en los pies, probablemente tenga algo
que ver con que salimos del vientre de nuestra madre normalmente
por la cabeza, y son los pies lo último que aparece. Como todo se
basa en la ley de analogías, el primer signo, Aries, ha de
corresponder con la primera parte de la anatomía, y Piscis con la
última. Parece demasiado sencillo, una verdad de perogrullo, pero
tenemos la sospecha de que la verdad, la esencia final de las cosas
es mucho más sencilla de lo que nos parece; esa Realidad Ultima
podría no tener nada que ver con los montajes fantásticos que
insistentemente tratamos de crear.

Zonas de influencia de los signos


xC abeza.
c C uello, hom bros y espalda com o soporte.
v Pecho com o cavidad de aire, m anos com o expresión.
b Estóm ago, com o prim era nutrición. La boca, insalivación.
n Plexo solar. Organos de regulación.

m Intestinos. Discrim inación nutritiva

X Zona Lum bar. Riñones. Filtro de desechos.


C Genitales. Reproducción.
V M uslos. Zona im pulsiva del aparato locom otor
B R odillas, zona articular, flexión.
N Piernas, soporte.
M Pies, zona de difusión y contacto m ayor de la energía.

Juan Trigo 1

Decimos, pues, que esta clasificación anatómica hemos de tomarla


bajo dos ángulos coincidentes:

1. Se trata de una distribución cíclica, según el código


astrológico del doce, de partes anatómicas de la persona, pero
podemos pensar que, de la misma manera que no tiene sentido
pensar que todos los nacidos bajo fuerte influencia acuariana
parecerán mayoritariamente de la pierna, la anterior es una
expresión simbólica de un ciclo fundamental. Y como tal, todo
ciclo contiene subciclos según su misma estructura, y es a su vez
parte cíclica de un ciclo mayor con su misma estructura.

Así, a cualquier parte en la que orgánica y funcionalmente se divide


el cuerpo humano se le puede aplicar la misma lógica cíclica. Por
ejemplo si tomamos el sistema circulatorio detectaremos
claramente la correspondencia de Aries con la válvula mitral el
cayado de la aorta con Tauro, etc., hasta llegar a Piscis rigiendo los
haces capilares, donde de difunde la sangre para pasar al siguiente
ciclo sanguíneo.

En la figura 1 hemos tratado de ilustrar una descomposición de la


anatomía humana como un todo con algunos de sus sistemas y
aparatos. La idea básica sería que, aunque el esqueleto venga en
líneas generales regido por Saturno y la musculatura estriada por
Marte, las zonas sucesivas del cuerpo humano vendrían
descompuestas según la evolución de zodiacal. Pero naturalmente
este razonamiento debe regir - por la misma ley universal según la
cual lo que se dice de una parte debe aplicarse a todas - no
solamente con estos dos sistemas, cosa que parece claro, sino con
los demás también, como con los sistemas circulatorio, linfático,
respiratorio, aparato digestivo, etc. En esta figura hemos querido
poner de manifiesto la concordancia de las zonas zodiacales. Mas
adelante intentaremos detallar una primera aproximación a la
correspondencia astrológica de huesos, músculos y en general de
los diferentes aparatos y subsistemas en que se descompone el
cuerpo humano.

El siguiente paso para el estudio de la distribución zodiacal de los


subsistemas del cuerpo humano consiste en hacer una primera
distinción en:
- Signos Positivos: Activos, Inflexibles, duros.
Funciones de acción, lucha, avance.

Aries, Géminis, Leo, Libra, Sagitario, Acuario.


Efecto: Ataque.

- Signos Negativos: Pasivos, flexibles, adaptables:


Funciones de nutrición, elaboración.

Tauro, Cáncer, Virgo, Escorpio, Capricornio, Piscis


Efecto: Resistencia.

Como decimos, cada aparato, sistema o subsistema, puede


considerarse de la cabeza a la cola regido por signos con la misma
polaridad que sus funciones intrínsecas. Por ejemplo: La
musculatura estará regida por signos positivos, mientras que los
cartílagos o junturas estarán regidas por signos negativos. O, los
órganos torácicos están regidos por signos positivos (expansión,
energía), mientras que los abdominales (elaboración básica de los
nutrientes) por signos negativos. Esta es una primera distinción que
os sirve para calificar qué correspondencia astrológica habrán de
tener los elementos anatómicos.

Veamos primera aproximación a la regencia general de los


subsistemas:
dibujo de los tres sistemas superpuestos

1.2. El Esqueleto.

Los huesos son de tipo positivo, mientras que las articulaciones,


ligamentos y bolsas son de tipo negativo. En cuanto a los
cartílagos, en uniones de huesos relativamente inmóviles
(sinartrosis) rigen signos positivos, excepto los contenidos en las
articulaciones, que están regidos por signos negativos.

Signos Positivos Signos Negativos


Aries: Calavera, mandíbula, Tauro: Articulaciones mandibulo-
huesecillos, dientes (excepto la temporales y fontanelas infantiles.
Pulpa
pulpa). Cartílagos de la nariz y dental. Revestimiento de los senos
orejas. cervicales. Auriculaciones de las
vértebras cervicales.

Géminis: Vértebras cervicales, Cáncer: Articulaciones sternoclavicu


huesos de los hombros, homópla- lares y de las extremidades superiores.
tos y extremidades superiores,
articulación clavículo-acromial.

Leo: Vértebras torácicas, costillas Virgo: Articulaciones de las vértebras


y esternón. Articulaciones entre las torácicas y costales.
costillas y el esternón.

Libra: Vértebras lumbares Escorpio: Articulaciones lumbares


incluyendo la lumbosacral y la cadera.

Sagitario: Íleon, pubis, in- Capricornio: Articulación de la ro-


cluyendo su articulación y las sa- dilla (incluyendo la bolsa prerotular,
par-
cras y sacroilíacas. Rótula. te del tendón del cuadríceps femoral).

Acuario: Isquión, tibia, pe- Piscis: Articulaciones del tobillo y del


roné, huesos del tobillo y pié. pié.
Sinartrosis.

1.3. Sistema Muscular..

Incluyendo los tendones, la regencia anatómica de los músculos


presenta la misma distribución zodiacal que la de los huesos, según
donde estos se originen.

En el caso de los grandes músculos, estos pueden tener varias


regencias. Ejemplos: El diafragma pulmonar esta regido por leo,
excepto la porción insertada en las vértebras lumbares, regida por
Libra. El diafragma urogenital esta regido por Sagitario y Acuario,
según sus inserciones en el pubis o en el isquión.
1.4. Sistema Respiratorio.

En general la laringe, la tráquea y los pulmones están regidos por


Géminis, mientras que la pleura, la membrana serosa, por Cáncer.
Aunque la laringe, en la parte de las cuerdas vocales comparte la
regencia de Tauro, por ser este signo de voz o mejor dicho de la
potencia en la voz.

1.5. Sistema Circulatorio.

Corazón:
Músculos, Leo.
Endocardio, válvulas y pericardio, Cáncer.
Tejidos neurológicos, Acuario.

Arteria pulmonar:

Cayado de la Aorta y aorta torácica, Leo


su revestimiento Cáncer
Aorta abdominal, Libra
su revestimiento, Virgo.

Arteria Coronaria: Leo, ya que alimenta el músculo del


corazón;
su revestimiento, Cáncer.

Demás arterias: Siguiendo el mismo patrón, toman la


regencia del signo regente del hueso sobre
el cual están. Sus revestimientos están
regidos por los correspondientes signos
negativos.

Venas: Todas están regidas por signos negativos


excepto el grande y el pequeño safeno,
justo debajo de la piel, regidos
respectivamente por Sagitario y Acuario,
sus revestimientos por Capricornio y
Piscis. Las venas del sistema portal están
regidas por Virgo y Escorpio.

Bazo: Podría estar regido de forma análoga al


corazón, ya que bombea linfa, pero esta es
irregular y el músculo no es estriado.
Derivado de la yema duodenal es un órgano
compuesto, regido por Virgo por sus
derivaciones y por Libra al relacionarse
con los sistemas sanguíneo y linfático.

Sistema linfático: Regido por signos negativos al igual que


sus venas asociadas.

1.6. El Tubo Digestivo.

Tauro: Glándulas salivares, los revestimientos mucosos, la


boca, incluyendo los labios (aunque al igual que
todos los esfínteres del cuerpo humano
comparte la regencia con Escorpio), las fauces,
amígdalas, faringe, la membrana mucosa que cubre
la lengua.

Cáncer: El estómago, incluyendo el píloro.

Virgo: Peritoneo, intestino delgado, vesícula biliar y los


conductos asociados.

El hígado, al igual que el bazo deriva de la yema


duodenal y por lo tanto está regida por Virgo, pero
también por Sagitario, porque también proviene del
mesodermo embrional. Probablemente por esta
razón el hígado y la sangre arterial están asociadas a
Júpiter y se relacionan con las formaciones
sanguíneas. También están regidas funcionalmente
por Mercurio.

También el páncreas y sus conductos, pero esta es


una glándula compuesta, en la que entre otras
partes, los islotes de Langherhans, secretores de la
insulina, están regidos por Tauro.

Escorpio: Intestino grueso, incluyendo el ciego y su apéndice,


el recto y el esfínter interno, excepto el esfínter
externo que está regido por Acuario, por ser
voluntario.

1.7. Sistema genito-urinario.

Libra: Médula de los riñones.

Escorpio: El resto, incluido la vejiga, ureteres, uretra y el


esfínter involuntario. El voluntario esta regido por
Acuario. Ovarios, trompas de Falopio, útero,
vagina, testículos, glande, membrana del prepucio.
Pezón y areola.

Este es un ejemplo de regencia general, ya que a


esta descripción podemos encontrarle diversas
subregencias específicas, como por ejemplo el
glande Aries, etc.

Sagitario: Piel del pubis y del pene.


Acuario: Piel del escroto.

Cáncer: El sistema genital femenino durante el embarazo.


Los senos, aunque su piel esté regida por Leo. La
enfermedad de Paget esta regida por Escorpio,
aunque el carcinoma mamario esta regido por
Cáncer.

2. Regencias compuestas.

Pero, vamos ahora ir un poco más lejos en este análisis para tratar
de discernir en el caso de un órgano concreto las relativas
regencias de sus partes, y lo vamos a hacer para el caso del ojo.
Como todos sabemos no sirve de gran cosa saber que el ojo
derecho viene regido por el Sol y el izquierdo por la Luna, por
poner un ejemplo burdo de lo que hemos creído entender que
señalaba la tradición. Digo que hemos creído, porque
probablemente los antiguos sabía mucho más de lo que a nosotros
nos ha llegado. Y para abordar este análisis voy a basarme en la
función específica de cada una de sus partes asociándola a los
correspondientes significados planetarios.

En primer lugar repasemos estos significados, pero hagámoslo de


forma sintética, reteniendo los conceptos básicos, la esencia de
cada una de las actuaciones planetarias. Eso tiene como objeto
sencillamente proveernos de una herramienta eficaz con la que
abordar todo tipo de análisis sin el evidente estorbo de tener que
deslindar ese análisis de la complicada estructura simbólica que
acompaña a cada planeta y signo.

Con el esquema sintético de cada acción planetaria podremos


abordar cualquier interpretación sin más que unir los significados
de varias acciones. Por ejemplo si decimos: Mercurio, transmisión
de información, y Júpiter, expansión, representatividad, tendremos
que un aspecto Mercurio - Júpiter podría dar la “expansión
representativa de un tipo de información o mensaje”, si el aspecto
es armónico o inarmónico el resultado de esa transmisión
expansiva también lo será. Así, en la interpretación médica de un
aspecto, por ejemplo, una cuadratura de Saturno a Venus, diremos
que la eliminación de toxinas (Venus) vendrá dificultada por
procesos de desecación, cristalización, lo cual nos llevaría a
sospechar dela formación de cálculos renales, si la Cuadratura de
Saturno es a la Luna, podríamos pensar en digestiones difíciles o
lentas, y si interviene Plutón, sospecharíamos de restreñimientos,
etc.

Síntesis de las acciones planetarias

El SOL LA LUNA

Energía vital básica Conjunto biológico receptivo


Energía de síntesis Reparto de nutrientes
Corazón Reparto de aguas, sistema
Centros vitales linfático y primera digestión

MERCURIO

Transmisión de impulsos.
Conductos respiratorios que facilitan el paso del aire
Las manos en su función de realizar o explicar
Sistema nervioso como transmisor de información
Discriminación alimenticia en los intestinos

VENUS MARTE

Procesado visceral de estímulos Impulso vital, acción.


Eliminación de toxinas y residuos Aporte de oxígeno
Sangre Venosa Sangre arterial
Riñones Fermentos
Inmunología específica Musculatura estriada

JÚPITER SATURNO

Procesos de regulación Procesos de control


Expansión y engorde Desecación y cristalización
Hígado y Páncreas Esqueleto y piel.
Regulación intestinal Tejidos de sostén.

URANO NEPTUNO

Sistema nervioso , reflejos Difusión capilar y linfática


Intuición Sensibilidad.
Impulsos Procesos de ósmosis
Percepción consciente Percepción inconsciente
Procesos de cambio hormonal Difusión de la enfermedad

PLUTÓN

Concentración de sustancias tóxicas.


Procesos de persistencia visceral
Genitales y la defecación
Procesos de putrefacción
Con todo lo cual podemos abordar el problema de las regencias del
siguiente modo: La cornea cuya función principal es la de proteger
el conjunto del ojo y es además la parte más dura, sería regida por
Saturno. Los músculos orbiculares cuya función es similar a la de
un músculo de fibra estriada estaría regida por Marte. El iris, cuya
función es la de regular el paso de la luz, estaría regida por Júpiter.
La retina, lugar de impresión de la imágenes podría estar regida por
Venus, en su función de elaboración de sensación estética. El
humor acuoso por la Luna, etc.

Desde el diagnóstico sencillo de unas cataratas como aspectos de


Saturno a la Luna, por el efecto concentrador de este sobre
aquella, hasta cuadros clínicos más complejos como el glaucoma,
etc., tendríamos que predecirlos a base de descomponer el ojo en
sus funciones y asociarlas a las regencias planetarias
correspondientes.

Un cuadro resumen podría ser el siguiente:


Las Regencias siempre son
compuestas
El ojo Relación Sol - Luna.

La córnea Saturno
Humor acuoso La Luna
Iris Control del paso de luz. Saturno
Aspecto experno Venus

La retina Venus, Júpiter


Nervio óptico Transmisión Mercurio
Captación Urano
Juan Trigo 1

Dibujo del ojo


Veamos en la Figura 2 un esquema del ojo con las regencias
asociadas a sus partes. Como es evidente podemos ir mucho más
lejos en el análisis y descomponer todavía más. Ejercicio que puede
resultar relativamente evidente con solo tener en cuenta la esencia
simbólica que preside los significados planetarios. En este sentido
tenemos dos caminos, o escribir un análisis detallado de estas
regencias, lo cual nos llevaría componer gruesos volúmenes de
anatomía astrológica, o aplicar las ideas expuestas aquí en cada
Carta Natal que necesitemos diagnosticar. Personalmente, debido a
las características astrológicas de mi Carta Natal, que propenden a
preferir la aplicación práctica y casuística, me inclinaría por el
segundo camino.

En cualquier caso lo que acabamos de plantear no es más que una


puerta de entrada a una de las grandes necesidades de la
astromédica actual, que es la investigación. Parece que la tendencia
va en este sentido, es decir, que médicos y astrólogos trabajen
conjuntamente para irle dando forma a esta rama tan importante de
la astrología.
Tal vez un apunte en esa dirección sería el de plantear primero las
correspondencias astrológicas ciñéndonos estrictamente a la
simbología tradición, es decir que todo tenga un sentido, y luego
comprobar. Decimos esto en prevención del gran peligro que
corremos en astrología de señalar regencias, muchas veces nuevas
y que no se corresponden con la simbología tradicional, por el
mero hecho de que nos funcionan. En este punto, que creemos de
crucial importancia para la investigación, hay que tener en cuenta
que muchísimas veces creemos que “funciona” un aspecto solo
porque nos lo parece, en otras palabras, a nuestros errores los
llamamos hallazgos, y como uno de los peligros de la astrología es
la autosugestón, no hay más arma para prevenirnos de ella que
seguir los pasos de quienes nos han precedido para sortear el
terreno pantanoso de la imaginación. Insistamos una vez más: 1º
comprender bien la simbología tradicional, 2º tratar de extenderla,
completarla, y por último comprobarla. Ponemos en guardia a los
astrólogos dedicados a la investigación hacia cualquier “hallazgo”,
que por nuevo tenga el dulce sabor del descubrimiento. Nos puede
hundir en nuestro propio laberinto de deseos y obsesión por la
fama.

6.2.- Análisis de las energías planetarias.

Como hemos apuntado anteriormente son los planetas los que


provocan el flujo de energías que, en definitiva, marcan el
funcionamiento real de la persona en su conjunto. Por tanto vamos
en primer lugar a sintetizar en un cuadro sinóptico la síntesis final
de cada una de las energías, con el objeto de que el lector pueda
crearse elementos rápidos y eficaces de interpretación y evitarse
caer en el caos de la maraña interminable de complejos significados
simbólicos que estorban el flujo de la intuición. Lo que a
continuación presentamos es la esencia de las acciones planetarias,
que puede aplicarse a cualquier caso y en cualquier situación,
porque siempre cada uno de los planetas va a actuar de ese modo;
en esto la astrología es una ciencia exacta.

Por ejemplo, esté donde esté y en el signo que esté, Saturno va a


significar contracción. De ahí que se desprendan como
consecuencia los efectos de defecación, cristalización, petrificación.
Más concretamente unos cálculos renales pueden ser
diagnosticados por aspectos de Saturno a Venus o a Plutón en
Libra o a su regente. O por el contrario la descalcificación
podríamos detectarla por la existencia de Saturno en posición débil,
como estando en Cáncer o Piscis, afligido por Júpiter o Neptuno,
principalmente en la casa I, que rige la constitución física básica de
la persona. Problemas de escamación en la piel son también típicos
de Saturno, como lo son también las tumuraciones secas, cuando
los efectos plutonianos de concentración de sustancias de desecho
no eliminadas han dejado paso a la acción saturnina de fijación.

Veamos esto en una tabla resumen:


L as e n e rg ía s p lan eta rias p o d rían s in tetiza rse se g ú n
s C entro y síntesis vital de todas las energías
a B iología no pensante que recibe los estím ulos

f T ransm isión intelectual de estím u los.

g E laboración v isceral de estím ulos.


h A cción pura.
j E xpansión
S C ontracción

F C am bio

G D ifusión
H Persistencia

Juan T rig o 1

6.3. - Distribución de energías planetarias.

Una vez analizadas las energías planetarias por separado, hemos de


considerarlas en su conjunto, es decir como resulta el balance
energético de la persona.

Por ejemplo, una persona con predominancia de fuego se gasta


mucho más rápidamente que otra con predominancia Agua, que no
parecen agotarse nunca del todo, y no digamos con predominancia
Tierra, lo que confiere la máxima resistencia.

Pero atención: En Astrología, como en cualquier otra circunstancia


de este mundo, todo es relativo. Si a una persona le falta fuego no
quiere decir que vaya a fallecer de inanición a los 20 años,
simplemente que no podrá llevar una actividad intensa como otra
persona a la que le sobra este elemento. En otras palabras, y
adelantando ideas sobre la curación, la persona ha de adaptarse a lo
que le permite el tema. La persona ha de Ser Ella, no lo que le
han dicho que sea, o lo que otros quieren que sea.

6.4.- Signo del Asc.

El Ascendente es la constitución básica de persona, como primera


manifestación del Ser. Su signo, los planetas en conjunción o en
general los aspectos planetarios al Asc tendrán una marcada
influencia en lo físico, en la constitución de la persona. En general
el signo del Asc determina el curso general de la vida de la persona,
por ejemplo Aries fuerza a la persona a realizarse de joven, Libra a
esperar hasta la mitad de la vida, Capricornio prefiere la vejez y por
tanto da resistencia para llegar a ella, etc. Y no nos cansaremos de
insistir en la enorme importancia que tienen las regencias. En el
caso del Asc, tanto el signo como la posición y aspectos de su
regente modifican muy substancialmente las características
generales del Asc, de modo que en general éste y su regente
indicarán las predisposiciones básicas, estados de resistencia o
debilidad estructurales, y también enfermedades hereditarias junto
con el signo de la casa IV.
Los ángulos (Asc, Mc, Ds, Ic) tienen también mucha importancia
a la hora de evaluar las condiciones físicas básicas como el
desarrollo en el tiempo. Y cuando decimos ángulos, nos referimos,
una vez más, a éstos y a sus regentes. Por ejemplo en signos fijos
confieren una cierta resistencia, etc.

6.5.- Configuración sobre las casas VI (enfermedades agudas)


y XII (crónicas)

Hay que llamar la atención aquí respecto de la simplificación que


hacemos a menudo, al ir a buscar las enfermedades agudas a la
casa VI y las Crónicas a la XII.

Estas casas solo (en general) nos indican las manifestaciones, los
síntomas, agudos o crónicos, pero no las causas verdaderas (en
general, claro, porque puede suceder que los verdaderos conflictos
planetarios caigan, "por casualidad" en una de estas casas), ya que
estos hay que ir a descubrirlos en la propia estructura de energías
de todo el tema natal.

Las casas VI y XII indican, en si mismas, limitaciones. Por ello la


VI puede significar el trabajo (limitaciones personales), y la XII
(limitaciones del entorno) los encierros, exilios, las marginaciones.
Pero no necesariamente son la clave para descubrir las causas de la
enfermedad. Diríamos que la casa VI nos indica cómo la persona
reacciona puntualmente contra sus limitaciones orgánicas o las
perturbaciones de su equilibrio básico, es decir produciendo
fiebres, dolores, constipados, o enfermedades pasajeras cuando se
someten a curación. Mientras que la casa XII indicaría aquellas
limitaciones que van a perdurar porque son el residuo insoluble que
dejan esos desequilibrios. En un apunte rápido diríamos que la
casa XII nos indicaría la última enfermedad, pero no la causa
específica de la muerte, que vendría indicada por la configuración
de la casa VIII.

6.6. - Aspectos.

Buenos aspectos de Marte y Sol al Asc vitalizan, de Saturno dan


resistencia. Aspectos conflictivos de Marte y Sol al Asc "queman",
gastan pronto, los aspectos de Saturno impiden el desarrollo, por el
efecto bloqueante de este planeta. A veces aspectos conflictivos de
Marte y Saturno sobre el Asc no acortan la vida, sino que hacen
perdurarla, pero en la enfermedad pueden resultar muy dolorosos.
Así tenemos personas de grande pero dolorosa longevidad. Estos
mismos aspectos sobre el regente matizan la resistencia o debilidad
psicosomática, no física.
Sobre la casa VI indican la constitución mórbida en el nacimiento y
fin de la vida.

6.7. - Por planetas presentes o aspectantes en casas.

Siempre que Neptuno esté en una casa de enfermedad o muerte


hará que el dolor sea mucho más intenso porque provoca hipersen-
sibilidad. La persona lo recibe como mucho más doloroso de lo
que es en realidad. O por otro lado desdibuja y confunde. Por
ejemplo en la VIII provocará una causa de muerte rara,
desconocida, pero con mucho sufrimiento.

Si es la Luna la que está ubicada en la Casa VIII puede indicar que


la muerte ocurrirá por una multitud de pequeñas causas. Si es
Venus se tratará de enfermedades basadas en el desequilibrio (por
su regencia de Libra) hormonal o inmunológico.

Por otro lado Capricornio o Saturno bien aspectado a la VIII


retrasará la muerte dando resistencia ante la última enfermedad, o
dicho de otro modo la última enfermedad con este tema alarga la
vida. Si este Saturno esta acompañado de Marte en la VIII, pero
este no está bien aspectado, puede volver el tema del revés y un
tránsito de Urano sobre él ser mortal de necesidad, aunque se
producirá un coma por la presencia (resistencia) de Saturno. La
fatalidad del desenlace dependerá de como esté Urano natalmente,
etc.

El análisis de las casas interceptadas o planetas en segundos signos


resulta útil en el estudio de los orígenes psicosomáticos de la
enfermedad, porque son energías ocultas que tienen difícil
expresión. Por ejemplo la VIII en Sagitario con Venus en Escorpio
en esta misma casa hará a la persona pronunciarse externamente sin
preocupaciones de cara a la muerte, cuando en realidad le
aterroriza. Recordemos que es el planeta el que provoca la acción,
el factor energético, y la casa el medio o el lugar por donde se
expresa. Por tanto externamente el medio puede tener un signo o
una expresión, y resultar que en realidad quería expresar otra cosa.

Todo forma parte de un mismo conjunto y todo esta relacionado.


Cuando en una Carta Natal estamos interpretando un aspecto que
va a predisponer, por ejemplo, luchas en el terreno financiero, o
ruptura de amistades, o peleas, también... también podemos utilizar
esa misma configuración astral para preguntarnos qué ocurrirá en
el terreno de la salud. Un mismo aspecto ... una misma confluencia
de energías planetarias provoca o predispone efectos en todos los
campos de la persona. Las vibraciones son emisiones de energía
que inciden sobre la persona en su totalidad, no se paran a escoger
sobre qué van a actuar, simplemente actúan, y por tanto dependerá
de cómo esté o sea estructuralmente la persona, o lo que haya
aprendido, que estas vibraciones llegarán más o menos lejos.

Vamos a ver cuales son los centros de resonancia. Al igual que


instrumentos musicales nuestro cuerpo esta dividido en zonas que
responden a vibraciones bien precisas y determinadas. El bordón de
una guitarra sonado a vacío responde a la nota Mi, etc. Así,
nuestro cuerpo, esta dividido, como el cuerpo de cualquier
instrumento en 12 zonas desde la cabeza, Aries a los pies, Piscis.
Dicho con mayor precisión Aries rige desde la cresta del cráneo
hasta la base del hueso esfenoides, sobre el paladar. Tauro de ahí
hasta la tráquea, etc.

Toda la columna vertebral engloba los 12 signos, como teclas de


un piano, por la armónica síntesis del cuerpo humano que es este
maravilloso teclado de vértebras.

Lo que distingue las correspondencias de los signos a los planetas


es que los signos, como filtros de las energías o soportes básicos,
rigen la anatomía, el soporte material del órgano o sistema,
mientras que los planetas, las energías, rigen su fisiología, es decir
su funcionamiento, el intercambio materia-energía.

En función de ello las distintas enfermedades encuentran su


asociación con los signos no solo por su localización, dividiendo el
cuerpo humano en 12 partes, de pies a cabeza, sino también por su
naturaleza. Y ello teniendo en cuenta la ley de correspondencias,
que relaciona ciclos dentro de ciclos asignándoles la misma esencia
simbólica.

6.8. Ejemplos de recapitulación.

Continuando con la intención de no hacer un libro de recetas, que a


nuestro juicio no sirve más que para esclerotizar el aprendizaje de
la interpretación astrológica, sino estudiar bien la correspondencia
simbólica básica de cada elemento para que el lector realice su
propia “receta”, presentamos a continuación una serie de ejemplos
tomados al azar que sirven para ilustrar los conceptos arriba
apuntados.

- Piscis, además de regir los pies, indica las enfermedades de tipo


neurológico poco claro, de diagnóstico difícil y que aparecen y
desaparecen sin que sepamos porqué. Si hay planetas presentes que
indiquen tumuraciones, entonces pueden aparecer edemas,
infiltraciones líquidas, hidropesía, y estas tanto en riñones, corazón,
glándulas, etc. Indica también enfermedades que se extienden por
todo el cuerpo de forma caótica, permeando los tejidos, órganos,
etc.

Por ejemplo rige la zona capilar del aparato circulatorio, como


parte terminal, a modo de “pies” del sistema circulatorio.

- Tauro esta presente en los problemas de tipo obstructivo


(concepto de masa), tumuraciones, carnots, fibromas, y casos de
cáncer.

- Capricornio localiza sus indicadores médicos no solo en las


rodillas, sino en todo el esqueleto, pero no por la zona del cuerpo
en que se halla, sino por su carácter esclerótico, petrificador. El
problema de descalcificación localizado en las costillas radica en
que el hueso ha sido afectado en cuanto su textura y naturaleza
orgánica, independientemente de que las costillas puedan ser
regidas por Géminis, sobre todo las superiores. Asimismo los
problemas de piel también pueden tener naturaleza capricorniana
en cuando a su propia constitución natal. No así la aparición de
tumores o esclerosis localizada, que pueden venir producidos por
tránsitos de Saturno.

- Cáncer no solo rige el estómago sino que en general su acción se


extiende de una u otra manera a todo el tubo digestivo en su
función nutritiva, y también estructuralmente en su aspecto de
cavidad.

Y como regencias planetarias, tenemos que la acción de los


planetas ataca a cualquier órgano y en cualquier parte, pero según
la naturaleza de su tipo de vibración. Así:

- Neptuno es el responsable de los problemas de tipo consuntivo,


desvitaliza poco a poco. Provoca hipersensibilidad, aumenta
cualquier sufrimiento, se padece más de lo que la propia
enfermedad acarrea como dolor. Intoxicaciones de todo tipo, sin
limites ni control; puede provocar cualquier cosa. Es el gran
disgregador que conlleva el Cáncer.

- El Sol rige el funcionamiento del corazón y en general la mayor o


menor vitalidad del cuerpo, la circulación en general. Es el
responsable de las inflamaciones, insolaciones, congestiones, etc.

- Júpiter rige el hígado en su función reguladora de la digestión.


Así se dice que este planeta mata también, a pesar de ser llamado el
gran benéfico, por indigestiones, por sobredosis, por empachos.

Por ejemplo atacado por Marte desde la casa II provocará accesos


febriles esporádicos causados por la glotonería, y esta será crónica
si Júpiter está o es regente de la XII.

- Marte rige la sangre arterial, la función muscular, las fiebres, las


úlceras (Marte en Cáncer puede dar úlcera de estómago).

- Venus la sangre venosa, la secreción hormonal y su equilibrio en


la sangre, y en general el equilibrio inmunológico del cuerpo. El
Sida tiene una fuerte componente venusiana.

- Mercurio multiplicidad de pequeñas causas, problemas


respiratorios, y rige el sistema nervioso periférico.

- Urano rige el sistema nervioso central, es el responsable de las


heridas, traumatismos imprevistos, golpes, etc.

- La Luna también puede indicar multiplicidad de pequeños


factores mórbidos, pero en general rige de manera muy clara el
reparto de líquidos acuosos en el cuerpo, los problemas linfáticos,
los humores.

Sin embargo las cosas no son tan sencillas, y un mismo órgano


puede estar regido por varios factores según su función, por
ejemplo los senos están regidos por la Luna en cuanto a su función
nutritiva, por Venus en su aspecto sexual, etc. Por tanto al
diagnosticar una enfermedad hay que tener mucho cuidado en
conocer cual es su causa, porque la curación habrá de referirse a
ella.

La acción de los planetas, como hemos visto a lo largo de los


temas anteriores no solamente se circunscribe a lo médico, pero si
están presentes en las casas VI, XII u VIII o son regentes de las
mismas, su acción fácilmente podrá tener una componente
fisiológica que dé lugar a la enfermedad. Sobre las cúspides de
estas casas cualquier aspecto conflictivo que se produzca
conllevará connotaciones traumáticas y mórbidas. Por el contrario
un aspecto benéfico las evitará y protegerá fortaleciendo los
órganos indicados por el signo correspondiente.

Por ejemplo en un embarazo o enfermedad que requiera


intervención quirúrgica hay que tener en cuenta que Urano no haga
malos aspectos. Mientras que si el aspecto es bueno, y el tema en
general señala algo malo sobre la casa VI o XII querrá decir que,
aunque se produzca incluso la intervención quirúrgica, esta se
resolverá bien. También hay que tener cuidado de cómo se
encuentra la Luna, en el momento de prever el resultado de la
operación, esto es muy importante. Urano puede producir heridas y
consecuencias inesperadas por lo rápido e imprevisto que actúa, y
la Luna por la multiplicidad de complicaciones que acarrea. En
general la inspección de la Luna se hace absolutamente necesaria
en cualquier intervención quirúrgica o proceso curativo.

En cuanto a la casa VIII, tanto su planeta regente como los que


están presentes, como el mismo signo, indican como puede ser la
causa que desencadene la última enfermedad, indicada por la XII, o
simplemente sin referirse a las enfermedades crónicas, e incluso
independientemente de ellas, puede indicar que la muerte acaezca
al producirse un accidente. En otras palabras una enfermedad por
ser crónica y ser por tanto la última enfermedad, no necesariamente
haya de ser la causa de la muerte, esta es la distinción entre las
casas XII y VIII.

Veamos un ejemplo con la Carta Natal de la página 107: Cúspide


de la casa VIII y Saturno en Géminis, Plutón y Neptuno también en
la VIII, pero en Cáncer con Mercurio en Piscis.
Mercurio el Piscis indica debilidad de brazos y pecho. La VIII en
Géminis predispone a que la causa de la muerte se produzca por un
problema pulmonar. La presencia de Saturno indica que este
problema vendrá por bloqueo, desecación, a lo mejor asma, etc.
Neptuno en Cáncer sugiere el abuso de drogas, aunque estas, a
pesar de que este planeta se encuentre en un signo de agua, la
presencia de Saturno en el mismo signo de la VIII, es decir, por
donde se expresa realmente, Géminis, aire, sugiere que estas
drogas serán ingeridas según este carácter: tabaco. Entonces
¿cómo puede producirse la muerte?: Bloqueo o fallo respiratorio.
Si se produce por algún tránsito de Marte o Urano la muerte será
rápida y sin sufrimiento, si está presente el Sol entonces habrá
infarto (fisiología del corazón). La presencia de Plutón indicará que
el infarto saldrá de golpe y de forma explosiva. Tal vez la presencia
de Plutón en Cáncer, y si esta involucrado en alguna oposición a la
Luna o a Venus, indique úlceras o problemas de estomago como
desencadenante. Probablemente un exceso de medicación por
Neptuno en Cáncer puede producir también intoxicación.

6.9.- Dinámica de las energías.

Además de los significadores tradicionales de enfermedad como


son las casas VI, VIII y XII, los aspectos fuertes en cualquier parte
del tema, por si mismos y su cruce de energías planetarias, tienen,
además de su componente psicológica, personal, monetaria, etc.,
su repercusión sobre el organismo.

Por ejemplo será muy raro que cualquier aspecto sobre la Luna
deje de tener su repercusión sobre el estómago, tubo digestivo y
reparto de líquidos en general. Una cuadratura podrá facilitar las
úlceras de estómago y un trino fortalecerlo contra los excesos, etc.,
además de la componente emocional, doméstica, maternal que
significa la Luna.
Una oposición Marte-Urano, además de actos precipitados,
rupturas, accidentes, etc., raramente dejará de indicar problemas de
tipo nervioso que repercutan sobre consumo de alcohol (Marte) o

Esquema de la carta

Datos: Hora, 1h 12m 30 seg


Día, 7 Febrero 1915
Latitud 41 N 19
Longitud 1 E 14
intoxicantes atípicos (Urano). Una oposición Saturno-Luna
raramente dejará de predisponer a las depresiones, al estreñimiento,
además de a la timidez, represión, inhibición, etc.

6.10. Principio de respiración mental en el estudio.

Como el lector habrá podido observar, a lo largo de este estudio


nos estamos moviendo alrededor del binomio siguiente:

Las recetas o las Las regencias


simplificaciones no siempre son
sirven compuestas

En consecuencia es Cualquier parte del


necesario aprender organismo o función
profundamente los fisiológica ha de
siginificados simbólicos analizarse
por separado para descomoponiendo
aplicarlos a cada caso sus indicadores
concreto. astrológicos. Porque
cada parte esta
compuesta de otras
partes.
6.11. -Las influencias planetarias.

Estamos donde estamos y solamente somos un pequeño fenómeno


dentro de la creación, a merced de las influencias que expanden los
inmensos cuerpos celestes. Cuando estudiamos una Carta Natal
vemos que todo lo que somos puede analizarse por sus influencias
planetarias. Cuando nos mostramos agresivos estamos alimentando
al planeta Marte, indecisos o evasivos a la Luna, alucinados a
Neptuno, nuestra energía personal depende de la posición del Sol.
Entonces nosotros,... ¿qué somos en realidad nosotros? Dejando a
parte las influencias planetarias, ¿cual es nuestra identidad? ¿En qué
manifestamos nuestra individualidad, nuestra independencia, si
incluso cuando reflexionamos lo hacemos gracias a la ayuda de
Mercurio, del Sol, de Urano, etc. Si no estuvieran allá los planetas
nosotros tampoco existiríamos. Podemos hacer dos cosas, vivir
una existencia poco más desarrollada que los animales, es decir,
dejándonos llevar por nuestras pasiones, deseos, ambiciones,
miedos, etc., con que nos presionan los planetas, o tratar de
Entender. Este último caso, a lo mejor, es precisamente nuestra
propia perdición. Nuestra inteligencia disparada tratando de
entender de que va todo este asunto de la existencia recuerda la
fábula de Prometeo, encadenado para toda una eternidad por haber
robado el fuego (la verdad) a los Dioses para entregarla a los
hombres (nuestra condición de poco mas que bestias). O podemos
hacer otra cosa, el camino de en medio: Ya que no hemos podido
evitar recibir filtraciones de la verdad última, a través del escaso
verbo transmitido por los iluminados, e intuimos en el fondo de
nuestro corazón de qué va todo este asunto del universo,
disfracemos la realidad creando religiones y ritos de adoración. Eso
nos adormece convenientemente, es decir nos tranquiliza y de este
modo nos ayuda a cumplir nuestra etapa de fenómenos, pequeños
robots de carne animada, que nos ha tocado vivir. Recurrimos al
artilugio de la fe, que es muy útil porque elimina por propia
definición el hacer preguntas comprometedoras acerca de quién es
en realidad El Creador. Es decir le ponemos una venda a los ojos
de nuestra inteligencia y nos disponemos a terminar ese trabajo que
alguna fuerza nos encomendó y que recibe el nombre de "vivir".

Una cosa podemos hacer, ya que nos ha tocado vivir y además,


para complicarlo, entender algo de lo que nos rodea.
Aprovechémoslo, usemos todos los conocimientos que podamos
para facilitar este trabajo de vivir, la Astrología por ejemplo,
además de la música, del arte, la ingeniería, la medicina etc. Pero
para que sea útil hay que usarlas desproveyéndolas radicalmente de
actos de fe. Solo será útil la Astrología en la medida en que
podamos utilizarla objetivamente y con sentido común.

El reto que tal vez quisieron transmitirnos los iluminados sea ese:
Vivir despiertos. I eso con todas sus consecuencias, que no dejan
de ser graves, porque a lo mejor descubrimos que estamos solos en
el universo con los seres superiores, etc.

6.12. Unas notas acerca de las recetas.

No nos cansaremos nunca de prevenir al estudiante contra el uso


de las recetas en astrología. Podríamos citar demasiados ejemplos
de manuales cargados de ellas; decimos demasiados por el enorme
mal que han provocado a la astrología y a los astrólogos, y cuyas
nefastas consecuencias nunca seremos capaces de evaluar. Por
ejemplo, en el momento de escribir estas líneas leemos un recetario
astropsicológico que dice lo siguiente:

- Complejo de culpabilidad: Urano en el Ascendente, Urano


conjunto al Sol..

Veamos: Si hacemos el esfuerzo de no creer que las cosas son tan


simples en la naturaleza, y que todo está relacionado con todo, y
que el destino es una sucesión concatenada de acontecimientos,
podremos desprendernos del atractivo plutoniano de las recetas y
evitar que los árboles nos impidan ver el bosque. Si logramos esa
victoria exclamaremos inmediatamente: “¡Luego Todos los que
tengan Urano en el Ascendente o conjunto al sol tienen complejo
de culpabilidad! ¡Vaya disparate!”, y podríamos continuar nuestro
análisis mental continuando la lectura de los aspectos que, según el
autor, provocan complejo de culpabilidad, como son, Júpiter
opuesto a Urano, Júpiter conjunto a Urano en el MC, etc. Y
mientras leyéramos esta lista se nos iban a ocurrir en tropel un
torrente de preguntas, como por ejemplo: Esa conjunción, ¿en que
casa se produce? ¿de qué casas son regentes estos planetas? ¿que
otros aspectos hay en la carta que, a lo mejor por ser mucho más
fuertes o afectar al regente del ASC tengan alguna influencia sobre
esa supuesta culpabilidad? y en fin ¿no se ha encargado ya nuestra
educación en inculcarnos el “mea culpa” sobre la base tanto del
pecado original como de que Cristo murió por nosotros y por lo
tanto le tenemos que estar irreversible y eternamente agradecidos y
deudores? O por el contrario, ¿no se pueden encontrar en el
conjunto de aspectos de una carta otros factores que para esa
misma carta provoquen complejo de culpabilidad? ¿No sería mas
apropiado decir que Urano en el ASC imprime a la noción básica
del ser, al comportamiento general de la persona y curso general de
la vida un carácter algo rebelde e inconformista por el hecho de
abrigar en el fondo una noción básica de humillación, o que el
hecho de vivir puede ser ya motivo de humillación? (recordemos
que en mitología el dios Urano es el gran humillado) ¿Demasiado
largo? Si, es probable. No sirve para componer un diccionario
lacónico, pero si un diccionario útil, aunque sea a costa de tener
muchas más páginas.

A nuestro juicio, las recetas no solo pueden servir única y


exclusivamente como ejemplo didáctico y solo en un momento
determinado para ejemplificar una explicación, sino que pueden ser
altamente perjudiciales por un hecho fundamenta: el lector puede
hacer suya la frase y aplicarla literalmente, lo cual provocaría una
aberración tan enorme como creer que todas las personas en cuya
carta natal esté Urano en el Ascendente hayan de sufrir complejo
de culpabilidad.

Repitamos una vez más, al igual que en medicina clásica no basta


con aprenderse de memoria los nombres anatómicos y funciones
fisiológicas del cuerpo humano, sino que hay que practicar con
pacientes durante muchos años, la astrología igualmente no es una
ciencia fácil ni mucho menos, requiere años de estudio, practica y
maduración.

6.13. Caso práctico.

Para ilustrar lo anterior, presentamos a continuación el caso de dos


pacientes femeninas de nuestra consulta cuyas cartas natales
presentan una gran similitud en cuanto a estructura planetaria, pero
cuyas vidas han seguido trayectorias muy distintas. Les llamaremos
M y N, y como vemos en la figura, aparte de un cierto
desplazamiento de la posición del Sol hacia la casa XII en el caso
de N, los únicos planetas que varían son la Luna, Marte y Júpiter,
el resto, incluso la posición de las cúspides de las casas es el
mismo.

Cuanto uno tiene la fortuna de encontrarse en la consulta regular


con un ejercicio como este, en el que se ha de intervenir
periódicamente en un caso y seguidamente en el otro, las profundas
sutilezas del análisis astrológico se ponen de plenamente de
manifiesto. Sobre todo aportando dos ventajas básicas:
1. Poner de manifiesto que recetas no sirven para interpretar una
Carta.

Terminada la consulta de M releemos en un libro de recetas de


aspectos astrológicos, la carga de morbosidad volcada a la hora de
describir la famosa cuadratura Venus desde Escorpio a Plutón en
Leo, y se nos dibuja una media sonrisa, entre irónica y clemente,
sobre todo pensando en la realidad de nuestra consultante M, o
indiferente al recordar a N.
2. Poder comparar el efecto real de los aspectos astrológicos, es
decir, como encarna en una cierta persona este o aquel aspecto
entre planetas.

En el caso que nos ocupa, como la distribución de las casas es la


misma, podemos estudiar a placer el efecto de cada planeta, y
sobre todo comparar el de aquellos que se encuentran en una casa
distinta.

Así, por ejemplo, tenemos la comparación entre las dos Lunas. La


Luna de M, en Aries y en la V, y recibiendo precisamente un sextil
de Marte, no tiene nada que ver con la de N en Cáncer y en la VIII,
recibiendo un trino del Sol. En este segundo caso la autoimagen
infantil se basa en la creencia de que la quieren porque es capaz de
entregarse en una relación de pareja de forma nutriente y maternal,
mientras que en la primera cree que ha de demostrar que es capaz
de llevar a cabo una frenética actividad comunicativa y de máxima
actividad para que la valoren. En ésta su emotividad es militante,
mientras que en N es nostálgica, y en ambas por causa de un orden
social que debió protegerlas y no lo hizo, y por lo tanto cuya
idealización siempre tratarán de encontrar. En ambas los nodos de
la Luna les hablan de una dirección hacia la búsqueda de la solidez
en si misma, dejar de preocuparse en aportar constantemente a los
demás porque creen que así se las querrá más, y tratar de
recomponer sus propias defensas. Pasar de lo infantil a lo adulto,
de los mimos a la seriedad, de la búsqueda de protección en la
pareja a la búsqueda de su propia fortaleza.

Y en cuanto a Júpiter, ya no es tan exhibicionista en M como lo es


en N. En la primera tiene una expresión de representatividad dentro
de unos valores jerárquicos y de magisterio, mientras que en la
segunda ofrece a los demás como representativos de su propia
persona, los conflictos que origina la cuadratura Venus/Plutón, ya
que está en conjunción con éste último. En interviene junto con
Urano en la cuadratura a Mercurio/Neptuno, mientras que en N lo
hace con Plutón hacia Venus/Saturno. Probablemente esta sea una
de las diferencias claves de la carta, ya que, de las dos cuadraturas
que existen, la de Venus Plutón es la más importante ya que atañe
al regente del Asc y porque además tiene lugar entre casas
angulares.

Digamos ya que mientras que M es profesora numeraria de


universidad, una intelectual de mucha valía, casada dos veces y
madre de dos hijos, cuyo principal problema es no poder contener
su frenética actividad tanto profesional como ocupándose de la
familia, hasta llegar al colapso nervioso; N es un alma sensible y
maltratada que no quiso casarse nunca y que se destruía a si misma
con el alcohol o cualquier clase de droga hasta que su primer hijo
la hizo apartarse de la intoxicación. M necesita moderar la manera
de comportarse en su preocupación por actuar, mientras que N
necesita moderar su ansia de que la quieran. En ambas Júpiter es
regente de II, si en N actúa directamente desde la casa X, es decir
recurriendo a la intoxicación para cumplir con el mandato
autodestructivo que dicta la cuadratura de Venus a Plutón, por se
éste regente natal, en M Júpiter hace trino a Venus desde la IX, es
decir no participa de ese impulso autodestructivo, y por lo tanto no
hace intervenir la Casa II, la ingestión de tóxicos, y su conflicto,
por la cuadratura a Mercurio/Neptuno, ya es de otra muy distinta
catadura, entre otras cosas, extralimitación y confusión mental,
exageración a la hora de valorar la existencia, etc.

Por último en N tenemos un Marte blando e indeciso, buscando


constantemente la recompensa mediante la excitación por media
cuadratura de ambos extremos de la gran cuadratura Venus
Plutón/Júpiter, mientras que en M lo tenemos frío e independiente,
dedicado a la exploración y búsqueda del territorio propio de la
persona, que por estar en conflicto con Saturno, el dispositor de la
casa donde se encuentra, esa búsqueda será permanente tenaz y
jamás satisfecha, y por el sextil a la Luna, esa acción tampoco
podrá relajarse porque es alimento de la emotividad y la
autodefensa infantil. En otras palabras, la niña se nutre
precisamente de esa febril actividad jamás satisfecha.

Podríamos seguir llenando muchas páginas con la comparación de


estos temas, pero esto sería otra historia, aquí la hemos iniciado a
modo de ejemplo y para invitar al lector estudioso a realizar su
propio análisis.
Datos de M: Datos de N:

Día: 8 de Noviembre 1954 Día: 4 de Noviembre 1955


Hora: 6 h 40 min a.m. GMT Hora: 7h 05 min a.m. GMT
Barcelona Alicante

7. ESTUDIOS MONOGRÁFICOS

EL CÁNCER.

Modernamente presenta un enorme interés estudiar el Cáncer por


razones obvias. Pero no resulta fácil. La casuística de que
disponemos en nuestra experiencia no permite sentar unas bases
claras, por lo menos orgánicamente hablando, como podemos
hacer en el terreno de los accidentes, las úlceras, gastritis y otras
enfermedades que podríamos denominar más localizadas y
concretas.

Da la sensación de que la enfermedad del Cáncer no sea solo una


enfermedad, sino la claudicación que hace al ser a seguir viviendo,
y por lo tanto prácticamente TODOS los planetas están implicados.
Todo el ser esta implicado en esa claudicación que comienza a
nivel genético por distorsionar la duplicación celular. Como es
sabido, el cáncer se origina por no transferirse correctamente la
información de una célula a otra en el proceso de reproducción.
Así, el tejido nervioso no presenta esta enfermedad porque sus
células jamás se reproducen después del nacimiento.

Este carácter de claudicación cósmica que presenta la esencia de


esta la enfermedad recuerda otra enfermedad que padece nuestro
tiempo que es el SIDA. Igualmente se trata de un síndrome de
destrucción total del individuo por la vía, no ya de deformar la
información genética y por tanto imposibilitar la correcta
reproducción, sino por eliminar las defensas. Sea como fuere,
parece que cada época ha tenido este tipo de enfermedades que
podríamos llamar cósmicas, por las que una parte importante de la
población es eliminada (o “se elimina”) dramáticamente. En épocas
anteriores fue la peste, la lepra, el tifus, etc. Cuando aparecieron
esas enfermedades, por lo menos a nivel masivo, la sociedad se vio
impotente para luchar contra ellas. Parece que a medida que la
sociedad va creando antídotos y defensas contra esas enfermedades
colectivas aparecen otras. Diríase que hay un factor constante de
destrucción colectiva que va atacando de una u otra forma según el
grado de complejidad que haya alcanzado la colectividad.

A pesar de que científicamente se hayan aislado e identificado virus


y bacterias como las causantes específicas de esas enfermedades,
que por otro lado no hay porqué dudar, ya que ahí están las
vacunas que evitan su ataque, parece sospechoso que a lo largo de
la historia de la humanidad permanezca ese fenómeno de
destrucción específico de cada época. Podemos tener estudiadas y
analizadas las distintas enfermedades, pero ese elemento destructor
a nivel cósmico se reproduce a si mismo con otras estructuras y de
otra manera. Y ello a pesar de que sospechemos que, por ejemplo,
el cáncer ya se producía en la remota antigüedad, como parecen
querer demostrarlo los vestigios encontrados en algunas momias.

A lo mejor el Sida esté provocado por la intoxicación de


antibióticos que padecen nuestras sociedades avanzadas, y que por
lo tanto dejan al individuo sin las defensas que tenía antes. Podría
ser que por el hecho de penetrar con el microscopio los secretos
del origen de estas enfermedades, los árboles no nos dejen ver el
bosque, y una vez más es la salud global del ser humano lo que
genera sus propias enfermedades. Y como es bien sabido la salud
humana de los últimos tiempos parece dejar mucho que desear.
Salud que está, como habíamos apuntado en los capítulos iniciales
íntimamente relacionada con el pensamiento, es decir con la salud
mental, con todas las sutilezas interpretativas que esto implica.

Sin embargo, y como no tenemos más remedio que abrirnos


camino por medio de esta herramienta que es la astrología,
tratemos de señalar algunos indicadores astrológicos que podrían
en alguna circunstancia ocasionar esa enfermedad:

- Aspectos de Saturno en Tauro, por el efecto de las tumuraciones.

- Neptuno por su efecto disgregador sin limites y por lo


desconocido de sus causas.

- Júpiter por su relación con la masa y la materia.

- Plutón por el efecto transformador profundo, genético.

- Incluso Mercurio por la distorsión en la transferencia de la


información genética que provoca la célula cancerosa.

- Urano, por su regencia de los cambios imprevistos.

- La Luna por ser receptora de la mayoría de los trastornos


biológicos.

Recordemos ahora las líneas generales de la enfermedad.


- Atipismo celular (Pérdida de las características en el sistema que
sea) por causa de una mutación espontanea y brusca del genoma
(código genético). Al desdoblarse la célula no resulta otra de
reproducción especular. Se produce una perturbación en la
transmisión de la información, y por tanto la nueva célula no
conserva la misma estructura.

- Regresión al estado celular embrionario y seguidamente,

- Metástasis. Propagación y siembra. multiplicación caótica.


Crecimiento incontrolado. Perdida de control de la reproducción,
información genética.

- Infección. No podemos eludir aquí la opinión o concepto


generalmente difundido entre la clase médica de que muchos casos
de cáncer se deben a una infección, es decir a un ataque del medio
exterior contra la persona.

En este punto debemos recurrir a la reflexión clásica que nos


hacemos en el caso de la gripe. Todas las personas de una misma
ciudad (varios millones) estamos expuestos al virus de la gripe en
un determinado momento, pero No todas lo cogemos. Se dice en
los medios médicos tradicionales que lo que ocurre es que aquellas
personas que han cogido el virus de la gripe tenían en ese momento
bajas las defensas. Eso parece no solo posible sino lógico, pero
¿porqué teníamos bajas las defensas en ese momento?

Pensemos que el mundo es un lugar altamente agresivo para todas


sus especies vivas. Y es el mismo proceso de agresividad el que
crea las defensas acorde con las circunstancias, algunas de estas
defensas autocreadas circunstancial o permanentemente se llaman
en bioquímica anticuerpos. El organismo, el SER, es
extremadamente inteligente, aunque debamos pensar que la palabra
inteligente en este caso deba tener otras connotaciones y definición
que normalmente se da para el caso de cerebro. La “inteligencia”
del Ser, como respecto de él mismo, va más allá de cualquier
definición que queramos encontrar. Todos estamos expuestos a las
radiaciones causantes del cáncer, sin embargo viven en las grandes
ciudades, aunque nos parezca insólito, una inmensa población de
individuos sanos que no contraen el cáncer, incluso fumadores
empedernidos, como los que tanto el lector como quien escribe
estas líneas conocen sobradamente. Sin embargo hay quién contrae
el cáncer. Razonamiento que nos lleva a la premisa inicial: El
Cáncer, como el SIDA, como lo eran las grandes enfermedades del
los siglos pasados, son opciones de cancelación propias e
intransferibles del ser.

El Ser decide cancelar su voluntad de seguir viviendo, por mas que


el Yo, o el ego, sigan resistiendo incluso en su estado terminal.
Nada se puede hacer ya cuando EL ha decidido que ya no vale la
pena continuar, que ya no tiene sentido. O recíprocamente, lo que
sí se puede hacer es tratar de que El vuelva a tener ganas de seguir
viviendo, y por lo tanto ponga en funcionamiento sus propio
mecanismos de curación. Lo cual, esto último sienta las bases de
una curación holística y profunda del cáncer, que naturalmente
comienza por el estudio psicológico de la persona.

Caso de estudio.

Caso I

Presentamos el estudio de un paciente (Carta de la página 123) que


produjo un cáncer a los 51 años de edad después de haber gozado
de excelente salud toda su vida, aparte de algunos accidentes de
coche bastante interesantes que también comentaremos. Y
presentamos este caso precisamente porque a la primera vista nadie
diría que iba a producir esa fatal enfermedad. Y es éste asepcto del
análisis, el que muchas veces no sea evidente descubrir los aspectos
que podrían indicar un cáncer, el que queremos tratar
principalmente, para poner de manifiesto el carácter de esta
enfermedad.

Bajo nuestra perspectiva de considerar normalmente la enfermedad


del Cáncer como una resultante global de la Carta Natal, y aunque
aunque también a nuestro juicio, la persona puede hacer variar esa
resultante para que no tenga un carácter irreversible, vamos a
enfocar el análisis según dos vías de estudio.

1. ¿Cual es la causa o causas de la claudicación?

2. Sobre qué órganos ha empezado, o se ha apoyado.

Para enfocar la primera cuestión veamos cuales son los planetas


más significativos de la Carta. Añadamos que no nos parece tan
definitivo como algunas opiniones en astrología médica parecen
indicar la determinación del terreno por cualidades, es decir por
tripilicidades y cuadriplicidades, sino por los aspectos, pero en
todo caso puede ser útil como punto de partida. e incluso es una
práctica que acostumbramos a realizar siempre al abordar el
análisis de cualquier carta, junto con la distribución de planetas.
Veamos:

a. Distribución de planetas por cuadrantes (número de planetas que


hay en cada cuadrante:

2 6

0 4
Dibujo de la Carta

Datos: Hora, 21,48


Día 19 Febrero 1942
Barcelona
La ausencia de planetas en el primer cuadrante nos indica una
persona con nula capacidad de autodeterminación, de instinto de
supervivencia, circunstancia muy negativa para su regente Venus
en Acuario, evidentemente necesitada de independencia, y además,
al existir la máxima concentración en el III cuadrante, indica un
fuerte espíritu de clan, es decir en constante necesidad de cumplir
con los suyos, no solamente la familia sino la pareja, los socios, las
jerarquías. El desequilibrio producido en los cuadrantes I y III
tampoco responde a la naturaleza pisciana del Sol, ya que Piscis es
un signo de la colectividad en general y anónima, es decir para
quien tanto familia como clan no significan específicamente gran
cosa.

Este breve apunte entre la comparación de la distribución de


planetas con el signo en que han de desenvolverse los dos
principales, El Sol y El Regente del Asc, nos da ya una idea de
conflicto en la globalidad de esta persona. Es decir entre el
temperamento propio de ella y donde poner su esfuerzo. Vemos en
análisis de las cualidades:

Por triplicidades y Cuadriplicidades, Resultando

Cardinal 1 Fuego 2
Fijo 6 Tierra 4 Tierra Fija, Tauro
Común 3 Aire 3
Agua 1

Desequilibrando sobre signo fijo con más preponderancia de


Tierra, diríamos que la carga energética más significativa se la lleva
el signo de Tauro. Y precisamente en Tauro encontramos una Gran
conjunción, la mayor de la carta. Esta conjunción va a ser
significativa.

Añadamos que esta conjunción se produce enteramente en la Casa


VIII, y fijándonos aún más en esa casa VIII, encontramos aún otro
planeta, Júpiter. De largo esta casa es la que tiene mayor peso de la
Carta, por tanto los asuntos relacionados con lo que la pareja
necesita o toma de él (la VIII es la II de la VII) tienen un
importante peso específico.

Una vez captada la cualidad del “terreno” en que nos movemos,


tratemos ahora de abordar la interpretación siguiendo este
procedimiento clásico (qué a nuestro juicio es el más válido), y
para lo cual nos dirigiremos al ascendente y al Sol. Digamos en
seguida que en este escrito no vamos a detallar lo que sería una
interpretación normal, es decir profunda, por que nos llevaría
obviamente mucho tiempo, y vamos a emplear el espacio
concentrándonos en el diagnóstico del cáncer.

Por un lado tenemos un Asc Libra con Venus en Acuario en el


segundo signo de la IV opuesta a Plutón en el segundo signo de la
X. Recordemos que todo planeta situado en el segundo signo de
cualquier Casa tiene mala expresión, y eso constituye por si mismo
un problema muy importante en las Cartas Natales. Estos planetas
no se expresan bien, ya que sus energías, filtradas o matizadas
según el signo donde están, han de expresarse según el signo en
que está la cúspide, y al ser un signo distinto la expresión es
contradictoria, o sea no es fluida y por lo tanto podríamos pensar
que el Ser interno no llega a encontrar los cauces de expresión
necesarios. Y además esa expresión, por la cúspide de la casa,
depende de como esté su planeta regente, lo cual añade un grado
más de dificultad.

Veamos cual es el terreno en el que debe desarrollarse la oposición


Venus Plutón, ya de entrada una oposición ciertamente difícil en
toda Carta Natal, pero especialmente en esta en que Venus es el
regente natal, y Plutón el regente de las necesidades del individuo,
en cómo se alimenta y cuales son sus armas (Casa II) en primera
instancia diríamos que esta persona tiene miedo a usar sus armas o
a reclamar sus necesidades o no se atreve a hacer uso de sus
potencialidades reales. Y esto ocurre entre las casas IV y X, es
decir, de dónde viene y adónde va. Pero agravado por el hecho de
que la casa IV esta regida por Saturno y la X por la Luna. Si bien
Saturno cierra trino/sextil a ambas, está implicado en el stellium y
por tanto en la cuadratura al Sol iniciada por Urano. Y a su vez la
Luna, desde la VII cierra cuadratura al MC, su propio terreno.

Por tanto, si dificultosa es ya la oposición Venus / Plutón,


agravada con todo lo dicho anteriormente tenemos que se trata de
uno de los aspectos capitales de la Carta, que, por si fuera poco, se
produce en casas angulares.

¿Cual es la salida de esa oposición? Sin duda, Neptuno por


trino/sextil, regente de VI en XII. El trino a Urano queda a
nuestro juicio demasiado lejos, aunque no así el de Júpiter, ya que
si bien hay una diferencia de 6 grados, por la conjunción
Venus/Mercurio, este trino queda muy reforzado. ¿Cual podría ser
una lectura de esta oposición Venus-Plutón? Esta persona necesita
actuar de forma carismática y dotar a sus actuaciones de un
atractivo indiscutible, necesita quedar bien, y eso es más que
imperativo, obsesivo (Plutón), pero a costa de si mismo y de lo
que más aprecia, su intimidad y e independencia, el agrado por
“quedarse en su rincón jugando a cartas con los amigos”. Se trata
de un tímido que ha de actuar como líder porque los demás le ven
así (Casa X), no porque él lo sea (regente en segundo signo de IV).

Para referirnos a los hechos, esta persona tuvo una gran


promoción, un espectacular encumbramiento, entre los años 1968
y 1970, cuando el Sol progresado hacía trino al MC con Sextil
Urano. Promoción que duró hasta 1978, es decir después de que el
Sol dejara el trino a Plutón y el sextil a Venus. Podríamos
extendernos en el detalle de las progresiones de los demás planetas,
pero una vez más excederíamos a la extensión de este estudio. A
partir de esa fecha todo fue un constante declive. Declive que se
fundamentó, entre otras razones, en la cuadratura de la Luna a su
propio terreno, la Casa X, desde la casa de la pareja, estando
Marte, rector de esta implicado en la gran conjunción que cuadra al
Sol, desde Urano. A nuestro juicio, durante el declive siguió
funcionando con creciente virulencia la oposición Plutón Venus,
porque ya había probado sobradamente los laureles de la gloria y
por tanto el efecto de admiración y atracción que causaba en los
demás. Efecto que fue reduciéndose dramáticamente con el paso
de los años, hasta llegar a ser una sombra de sí mismo. La falta de
confianza y fe en lo más esencial fueron haciendo mella en su
ánimo; secretamente (Venus acuariana en IV) porque solo lo
advirtieron quienes lo conocían bien.

¿Cual fue, repitamos, el escape de tan situación íntima? Ojalá


Neptuno hubiera estado mejor posicionado como para
contrarrestar el exceso de Tierra y permitirle una salida hacia la
fantasía, incluso hacia los brotes esquizoides (muchísimo más
comunes de lo que creemos en general) que a veces no somatizan
sobre organismos concretos y nos trasladan momentáneamente a
mundos y personajes fantásticos. Pero el escape neptuniano,
disociador, disolvedor, disgregador, en su carta se encarna de
forma demasiado material, y por tanto esas desventajas caen
directamente sobre la parte orgánica. Y, por el hecho de ser el
regente de VI en XII, esas disgregaciones, producto de ataques
momentáneos, en lugar de fiebres o constipados debió producir
algo más íntimo e ilimitado, que poco a poco se fue transformando
en crónico.

El tener en cuenta el trino natal de Mercurio a Júpiter pudo


permitir la rápida curación por quimioterapia, cuando se le detectó
cáncer de pulmón a los 51 años, cuando Mercurio progresado
entraba al sextil de Júpiter y al mismo Mercurio natal, pero no la
recaída, ocurrida cuando escribimos estas líneas.

Para explicarnos un poco el proceso de la creación del cáncer,


probablemente debemos fijarnos en las sucesivas oposiciones que
hizo Plutón desde Escorpio contra los planetas de la gran
conjunción, para finalizar en la cuadratura al Sol en 1995. Y esa
misma trayectoria seguiría el Ascendente progresado para finalizar
en la cuadratura al Sol en 1992, cuando se le declaró por primera
vez el cáncer.

Para profundizar en todos los significados resulta inquietante


constatar que la conjunción Urano-Neptuno, que se produjo en
1993, cuando se declaró el cáncer, iniciaba su andadura por trino
sobre la gran conjunción de su Carta Natal, por Marte, Saturno y
finalmente Urano. Y finalmente en la segunda recaída, a mediados
de 1995, Urano había entrado su cuadratura a la Luna, al tiempo
que Plutón cerraba su cuadratura al Sol.

Tratamos de esquematizar en la siguiente figura estos procesos de


transito y progresiones secundarias.

Como dato curioso para completar el análisis de la Carta, y


probablemente para relacionar el cambio de signo del ASC
progresado, este persona no creció regularmente hasta cumplidos
los 9 años. Hasta esa edad era un chico mucho más bajo de lo
normal, y a partir de entonces empezó a hacer una crecida
espectacular que lo llevo a ser un adolescente y después un adulto
de talla alta.
ESQUEMA PROGS Y TRÁNSITOS

CASO II

El segundo caso que presentamos a continuación es el de un


muchacho que a los 19 años se le diagnosticó un cáncer en el
cerebelo. Se le descubrió al ingresarle en Urgencias y hacerle un
scanner por unos dolores de cabeza muy fuertes que no se le
aliviaban con nada.

Datos de nacimiento: Hora, 8,35 GMT


Día, 2.7.1975
Barcelona.
Gráfico de la Carta en la página 139.

Los datos clínicos son: Ingresó el 13.2.1995


Dado de alta el 6.3.1995

Diagnóstico: Ependimoma. Lesión craneal expansiva


de la fosa posterior con calcificaciones
en el cuarto ventrículo y hemisferio
cerebeloso con provocación de
hidrocefalia supratentorial.

Intervención quirúrgica: Se le practicó una craniectomía


suboccipital y exéresis subtotal de la
tumoración. Se colocó un drenaje
ventricular externo que posteriormente
se retiró sin complicaciones .

Para intentar una aproximación al posible diagnóstico de las causas


de este cáncer, enfoquemos primero la visión general del tema.

a. Distribución de planetas por cuadrantes (número de planetas que


hay en cada cuadrante:

5 4

2 1
En primer lugar, para captar una primera aproximación de la
distribución por cuadrántes que tenga sentido, no basta con fijarse
en el desequilibrio hacia la parte diurna del tema, es decir aquella
que se refiere a los asuntos dependientes del entorno y de las
actuaciones de los demás, en detrimento de un sentido de la propia
autonomía (primer cuadrante) y de la capacidad de autovaloración
y cumplimiento (segundo cuadrante). Habremos de fijarnos en que,
a pesar de que el cuarto y el tercer cuadrante se reparten casi por
igual la importancia energética, en el cuarto es donde están el Sol,
que es además el regente natal. Y, aunque en el tercer cuadrante
esté la Luna, que además es dispositora del Sol, hemos de fijarnos
que en el cuarto cuadrante se encuentra Saturno, uno de los
planetas claves de este tema, como veremos más adelante. En
resumen, nos encontramos ante un tema “escorado”,
desequilibrado hacia el cuarto cuadrante, lo cual nos indica que el
desequilibrio se dirige a los asuntos de este cuadrante, es decir, en
palabras de psicología clásica, a la obtención del premio, hacia el
instinto de caricia. En otras palabras, para esta persona es muy
importante psíquicamente obtener el reconocimiento de los demás.
No ya de saberse valedor de tal reconocimiento, sino de obtenerlo
realmente. La presencia de Saturno en este cuadrante refuerza
implacablemente esta necesidad.

Veamos las cualidades:


Por triplicidades Cuadriplicidades, Resultando

Cardinal 8 Fuego 5
Fijo 2 Tierra 1 Fuego Cardinal, Aries
Común 2 Aire 3
Agua 3

Desequilibrando sobre signo cardinal con más preponderancia de


Fuego, podemos señalar que la carga energética más significativa
recae en el signo de Aries, y es, también, “precisamente” en Aries
donde encontramos una conjunción ciertamente difícil, a nuestro
juicio, la mayor de la carta, ya que involucra a la Luna (dispositora
del Sol, y por tanto del Asc) y que recibe una cuadratura a efectos
prácticos exacta (ya que cae en el punto medio) de Saturno, y
además llegando a hacer conjunción a Marte por orbe, recibe la
oposición de Urano.

No parece excesivamente sorprendente que esta conjunción se


produzca en la cúspide de la Casa IX, indicadora de las
configuraciones relativas a la mente trascendente o superior. Habrá
pues que analizar qué papel juega la parte afectada por el tumor,
concretamente el cerebelo. En general el cerebelo, aunque siga
siendo ese gran desconocido de la medicina moderna, parece regir
las actividades específicas de la coordinación motora.. Pero
buscando en la vida de este muchacho no aparecen graves
síntomas de disfunciones en este campo, por lo menos en
apariencia. Veamos. Sin que fuera un gran deportista, siempre se
mostró suficientemente activo como para practicar constantemente
diversos deportes de acción como fútbol o tenis, no solo con éxito
sino con personal satisfacción. Lo cual nos indica que no existían
deficiencias intrínsecas en sus facultades de coordinación motora.
Pero veamos de profundizar un poco más. Hacia los 13 - 14 años
empezó a manifestar molestias en las rodillas; se le hinchaban, le
dolían mucho y esto le obligó a dejar el equipo de fútbol. Seguía
jugando, pero no podía participar en campeonatos. El médico
diagnóstico que era por causa del crecimiento. Aunque parezca un
diagnóstico demasiado fácil y evidente, no deja de darnos algunas
indicaciones en cuanto a impedimentos ejercidos sobre sus
facultades. En otras palabras, aunque sus facultades de
coordinación motora eran buenas, algo le impidió seguir
ejerciéndolas a rendimiento superior, como se necesitan no ya en
circunstancias normales sino en las que se necesitan para jugar
campeonatos de fútbol.

Posteriormente, hacia los 15 o 16 años, empezó a padecer


tensiones en la nuca, más concretamente hacia la parte baja, donde
encontramos la quinta cervical, y se le agudizaron los constipados
hasta producir graves cuadros de sinusitis, hasta el punto de
producir una perforación de tímpano debido a la obstrucción de los
conductos producida por el exceso de mucosa. Se le trataron las
tensiones en la nuca a base de masajes y ventosas, lo cual le
producía un gran alivio. Si tratamos de relacionar todos estos
síntomas tal vez podremos encontrar una relación conductora.
Veamos, un exceso de crecimiento le provoca tener que dejar de
competir. Recordemos que las rodillas están regidas por Saturno,
como rector de Capricornio, y que por simbología tradicional
significan la necesaria claudicación del orgullo (hincarse de rodillas
en el forzado acto de humillarse). No en vano a los santos en la
antigüedad los representaban con las rodillas laceradas a la manera
de Cristo. Pero lo que nos parece altamente interesante es el
análisis de esas tensiones en la nuca, junto con los cuadros agudos
de sinusitis. Por un lado sabemos que la espalda se carga con el
pesado fardo de las emociones dolorosas no expresadas. Decimos
que “nos las echamos a la espalda”. También sabemos que los
constipados pertinaces y más concretamente la sinusitis indican que
la persona “llora hacia adentro”, es decir que no se atreve o no
puede llorar de forma manifiesta lo que necesitaría. Finalmente el
taponamiento de los conductos respiratorios, por su proximidad al
sexto chakra, nos habla de un bloqueo voluntario de la capacidad
de percepción, la persona se impide ejercer sus naturales dotes de
intuición que le dan pistas acerca de las situaciones que han de
vivir. Es suma, no se permite “ver”, probablemente porque lo que
ha de ver sea demasiado doloroso o insostenible.

Nos parece útil empezar por fijarnos en qué aspectos operaban en


los momentos claves, para extraer de ellos cómo encarna el tema
natal en cada persona en cuestión, o en otras palabras de qué
forma concreta operan los diferentes aspectos astrológicos en esta
persona concretamente, antes de dejarnos llevar por especulaciones
imagineras que no sirven para nada más que para distraernos y
desviarnos de la realidad. Por lo tanto en este caso vamos a partir
del momento en que se detectó, diagnosticó y operó el
ependimoma, para ver qué aspectos operaban, progresados,
tránsitos, e incluso Revolución Solar. Veamos que:

- El Sol cerraba la cuadratura a Urano, regente de VI y VII. Por


definición, cualquier aspecto que haga el Sol adquiere una
relevancia primordial. En este caso empieza a hacer cumplir la
oposición Marte - Urano. Una apresurada interpretación podría
referirse a limitaciones imprevistas y cortantes sobre la actividad de
la mente superior. En principio un aspecto de Sol - Urano nos
habla de la activación por parte del yo superior o sus
manifestaciones derivadas en el ego, encarnadas por el Sol, de
reacciones imprevisibles y en general dramáticas, o bien de los
acontecimientos externos o de la propia psiquis. Por ser en este
caso Urano regente de la Casa VI nos hablaría de síndromes
agudos, y por su regencia de la Casa VII, indicaría causas relativas
a la propia medida de la persona frente a los demás, o frente a la
respuesta de éstos; en suma a la valoración más directa del yo.
Diríamos que este aspecto, por tratarse de Urano y ser regente este
planeta de las casas citadas, ejerce un papel de iniciador de algo
mucho más profundo y fundamental.

Al haber oteado esto ultimo, recordemos que es interesante


también, cuando nos encontramos con uno de estos aspectos
capitales, analizar la trayectoria anterior, para captar la posible
gestación que pudo conducir o desencadenar en la actual
circunstancia. En este caso vemos que el Sol hizo cuadratura a la
Luna a los 8 años. La historia de este muchacho indica que a esa
edad se produjo una ruptura familiar en que la madre se fue de casa
llevándose a los pequeños. Empezamos a detectar la búsqueda de
la figura del padre. Y ante esta sospecha nos fijamos que
natalmente Plutón, regente de IV, esta cuadrado al Sol. Diríamos
que las bases de esta persona, el hogar paterno, el ambiente familiar
con el que se encontró al nacer, están en conflicto con la figura del
padre, encarnada siempre por el Sol.

Y qué duda cabe que es fundamental también prospectar la


evolución futura. Que en este caso no deja de ser inquietante, ya
que a dos años vista del momento en que escribimos estas líneas el
Sol hará la cuadratura a Marte, regente de la IX y dispositor e
integrante de la conjunción Luna/Júpiter. Si la cuadratura a Urano
fue una especie de iniciador, la de Marte puede ser un
desencadenante. Y si a ello añadimos que al año siguiente de ese
aspecto Venus progresada hará cuadratura a Neptuno, en la IV y
regente de VIII, podemos sentirnos ciertamente inquietos.

Entre la edad de los 22 y los 23 pronosticamos un acontecimiento


trascendente en la vida de esta persona, sobre todo por el hecho de
que en la Revolución Solar de los 22 años el ASC cae dentro de la
Casa IV, lo cual significa final y principio. Y también encontramos
a Saturno de la Revolución Solar, regente de la Casa VIII de ésta
cuadrado al Saturno natal desde la propia Casa IX.

En contexto similar, tenemos también que Mercurio progresado a


los 22 años, regente de la Casa II y segundo regente natal, por
esas fechas había activado la cuadratura de Saturno a la
Luna/Júpiter, primero por secundaria a la Luna y luego por
conjunción a Saturno. Mercurio nos habla siempre de paso de
información, de transmisión de mensajes. Recordemos que el
inicio de la célula cancerosa se inicia al no pasar correctamente la
información de una estructura ADN a otra. ¿Podríamos pensar que
el cáncer comenzó a gestarse a los 18 años, con la cuadratura
Mercurio a la Luna ? ¿Podríamos pensar que la gestación de ese
cáncer fue la consecuencia de esos progresados del Sol contra la
Luna y después conjunción a Saturno que debieron comenzar a los
9 años? Podemos pensarlo. Y a nuestro juicio debemos hacerlo,
para tratar de encontrar una vía a la neutralización de ese cáncer, y
por lo tanto encaminar la curación, aunque con solo plantearnos
esas preguntas estamos metiéndonos en aguas muy profundas y
cuya oscuridad hace que nuestra ignorancia sea todavía más
manifiesta, y por lo tanto nuestro análisis mucho más vulnerable.
Pero no tenemos más remedio que hacerlo, ya que no podemos
bajar la guardia por el simple, aunque capital, hecho de reconocer
nuestra ignorancia. Con evitar el problema no vamos a dejar de ser
ignorantes, y luchar es todo lo que tenemos, además de nuestra
ignorancia. Y a nuestro juicio la curación nunca es completa si solo
se actúa solamente con quimio o radioterapia, es decir, si no hay
realmente una voluntad interna de curación. Por lo tanto tratar de
intuir porqué esta persona ha creado un cáncer, puede acercarnos a
sus vías de curación.

En este punto creemos necesario proponer otra reflexión. Estamos


en contra de predecir la muerte, por más que ilustres colegas que
nos han precedido, como Nostradamus u otros lo hayan hecho. Y
ello por dos razones, primera porque creemos que tanto este
acontecimiento como el hecho de nacer se sitúan por definición a
un nivel distinto del que habitualmente se mueve nuestro intelecto,
y por lo tanto tratar de hacer especulaciones, incluso con la ayuda
de la astrología se nos antoja un ejercicio netamente propio de
aprendiz de brujo. Y en segundo lugar porque tratar de situar la
muerte en el tiempo asociada con una persona concreta, al ser la
muerte el único hecho irrevocable en la vida humana como tal,
puede ejercer en la conciencia y el espíritu de la persona efectos
imprevisibles, y generalmente negativos. Solamente en aquellos
raros casos en que la persona encara el hecho de morir en su
dimensión creadora, es decir, no solamente como un paso natural
en el transcurso de la vida, sino como el fluir propio de la persona
hacia el estado del que vino y que en realidad le es más propio, nos
parece aconsejable abordar su predicción. En general, nuestra
ignorancia nos hace agarrarnos a la vida, cuando ésta no es más
que una estación de paso, y las emociones nos traicionan, como
siempre, pero en este caso tratando de provocar más sufrimiento
innecesario al provocar el miedo a la muerte. Por tanto predecir
este acontecimiento puede acarrear sentimientos destructivos,
negativos, depresivos, y demás corrupciones de la emoción pura.

Por consiguiente en este caso, recomendamos a la madre de


nuestro paciente que se pusiera en marcha para aprovechar
activamente los tres años que tenía por delante antes de que
ocurrieran los aspectos que acabamos de señalar, para ayudar a su
hijo a extraer de si mismo las suficientes ganas y lo que es más
importante, razones de vivir. El camino parecía más o menos
claro, sacar conclusiones psicológicas de lo que había sido su vida
hasta la fecha en base a sus relaciones familiares y trabajarlas con el
chico. No tenían mucho tiempo, pero sí el ímpetu suficiente para
movilizar las fuerzas transfromadoras y siempre disponibles del Yo
superior.
Esquema de la carta
Casos de cáncer en niños

Nos gustaría, como breve apunte, participar del sentimiento


general a la hora de preguntarnos con la inquietud en nuestros
corazones, ¿cual es la razón de que los niños adquieran o
provoquen el cáncer, o que ya nazcan con esa enfermedad tantas
veces terminal?

Una de las interpretaciones que barajamos en los círculos


astrológicos es naturalmente que la aparición de estos casos de
cáncer ocurre para cumplir un karma para los padres.
Personalmente no compartimos una teoría del karma tan estudiada
y estructurada como hoy día funciona en algunos círculos,
procedente de una interpretación cientifista y comercial del
budismo. En nuestra opinión, si bien, como apuntaba Rumi “antes
fuimos piedra, luego vegetal, a continuación animal, ahora hombre
y después seremos ángeles”, no nos satisface una teoría kármica
que pretenda conocer, estructurar y ejemplificar tan a fondo y con
tanto lujo de detalles, como las modernas teorías postulan, lo que
fuimos en vidas pasadas. Muchas veces los relatos de esas visiones
se nos antojan meras películas de fantasía evasoria del verdadero
trabajo a realizar. Más bien nos inclinamos, manifestando una vez
más nuestra ignorancia, que a lo mejor antes de ser hombres
fuimos otra cosa, pero no tenemos medios de saber el qué debido a
los velos que nos impone nuestra imaginación, deseosa de
encontrar explicaciones rápidas a toda costa. Sospechamos
inmediatamente de cualquier elucubración que pretenda hacernos
creer que fuimos esto o aquello con tanta exactitud. Simplemente
porque ahora estamos aquí y hemos de trabajar con ello, nada más;
bastante trabajo tenemos ya por hacer, para ocuparnos de vidas
pasadas. Volveremos con el concepto del aquí y ahora en los
anexos de esta obra.

Por lo tanto, a la luz de lo que creemos entender, si nos


preguntamos porqué nace un niño con cáncer, podemos hacer
varias cosas:

1. Analizar su carta natal.

El niño en esencia, en su íntimo Ser, tiene ya plenas capacidades


para saber si quiere o no quiere vivir debido a un preconocimiento
de la realidad de la vida, y sobre todo lo que parece más
importante, de las condiciones que va a tocarle vivir, y
consecuentemente cancela de antemano su voluntad de hacerlo.
Normalmente se dice que este niño padece un cáncer hereditario o
que se trata de algún tipo de contaminación, etc., pero a nosotros
nos parece una forma más de manifestar nuestra ignorancia,
cuando a lo mejor existe una voluntad superior en ese niño que le
esta señalando ya, aunque por supuesto a nivel interno, y por
supuesto también no nos referimos para nada al inconsciente o al
subconsciente psicológicos, sino a algo superior, y que por ello
escapa a nuestra comprensión “consciente”.

Resultan muy esclarecedoras las cartas Natales de los niños con


cáncer. Podríamos decir que provocando un cáncer tan precoz van
a ahorrarse una montaña de sufrimientos. La Naturaleza, El Ser,
como manifestación del Ultimo, es extraordinariamente sabio y
puede conocer las cosas de antemano. Las causas o razones de esa
pretendida “marcha atrás” cuando obviamente podría haberse
ahorrado el esfuerzo de la gestación, embarazo y el trauma del
nacimiento, es algo que trasciende nuestro nivel humano de
comprensión. Creemos además que el sufrimiento, el dolor físico
solo es una manifestación superficial y transitoria de una realidad
que subyace a todo ello, y para la cual el concepto dolor, al no
poder tratarse de un dolor físico, debe responder a otro órden, del
cual no podemos tener conocimiento exacto.
2. Analizar la carta de la concepción.

En este asunto recomendamos estudiar el método propuesto por


Henry Bailey en su obra “The Prenatal Epoch”, W. Foulsham &
Co. 1916.

No solamente por la Carta de la Concepción (Ascendente de la


Carta de la Concepción en la posición de la Luna de la Natal y
viceversa, junto con la determinación del sexo para comprobación),
sino por los tránsitos que vayan ocurriendo durante los 9 meses,
podemos ver qué ocurre, o qué pudo ocurrir con esta persona para
cancelar su voluntad de vivir.

Podemos preguntarnos, sin duda, porqué no ejercieron ese,


diríamos, derecho a la cancelación, innumerables seres que nacen
en países de hambre y miseria o catástrofe y sin embargo llegan a
nacer para solo sufrir indecibles dolores y morir de malnutrición. Al
lado de seguir manifestando nuestra ignorancia, podemos hacer
varias cosas:

2.1. Comprobar si el número de cánceres infantiles es más alto en


las sociedades desarrolladas que en las del Tercer Mundo.
Podríamos pensar que el Ser que va a nacer tiene conocimiento del
medio que le va a tocar vivir y de sus recursos para enfrentarse a él
a nivel interno, anímico. Podríamos pensar que un niño etíope no
hace falta que desarrolle un cáncer con las graves consecuencias
que eso puede tener para su nivel celular, sino que ya se morirá de
hambre u otras enfermedades, mientras que un niño con los
mismos temores por lo que le va a tocar sufrir en una sociedad
avanzada no tiene otro remedio que provocar una enfermedad que
esa sociedad no pueda atajar. Hoy día esos niños también producen
SIDA. Y no todas las madres portadoras de anticuerpos del SIDA
dan a luz niños infectados, sino que algunos de ellos porfían en su
decisión de vivir. Podríamos comprobar que el cáncer se da
preferentemente en sociedades avanzadas. Y si así fuera
tendríamos que revisar seriamente los conceptos de salud mental
del cuerpo social.
2.2. La Carta Prenatal nos habla sobre todo de los mensajes
“cancerosos” que ha podido pasarle la madre, o por sus propios
miedos o incluso manifiesto rechazo, o por causa del ambiente en
el que le ha tocado vivir a ella misma. Pensemos que el feto recibe
de la madre por vía directa e ineludible todas sus sensaciones,
estados de ánimo, miedos, temores, etc. La salud mental y
emocional de la madre, es decir de lo que rodea y rodeó a la madre
es un factor importantísimo para la salud del feto, si por salud
entendemos el concepto básico de vivir.

3. Analizar la Carta de la Madre.

Eso nos puede dar mucha luz acerca del porqué quiere tener este
hijo, cómo lo quiere tener, qué piensa de tener este hijo, qué
miedos tiene, qué circunstancias rodean en general la gestación y
rodearán el parto, etc.

Finalmente la sinastría entre el hijo y la madre nos dará mucha


información también acerca del porqué del nacimiento de éste, que
esperaba la madre, cómo lo recibe, etc.

En otras palabras, antes de recurrir a fantasías kármicas, tanto la


astrología, como la psicología, la neurofisiología y la ciencia en
general nos pueden aportar abundantísima información y caminos
por los que encontrar una explicación tangible, acorde con las
circunstancias reales y objetivas. Solo hay que usar el sentido
común y la desconfianza sistemática de los peligros de la fantasía.

Continuando nuestra andadura sobre el filo de la navaja digamos


también que, por otro lado, tampoco deberíamos caer en el error
del racionalismo a ultranza, inaugurado por Sócrates al atacar los
contenidos de las antiguas leyendas. “Leyendas” y “magia” al decir
del mundo intelectual que siguió al filósofo, ya que no a la luz del
conocimiento de los antiguos, basado no en la fantasía intelectual
sino en el real conocimiento de los fenómenos naturales.
Fenómenos que para ser explicados de algún modo con ejemplos
se crearon las llamadas leyendas. Volveremos a esto en los anexos

Casos de epidemias

Queremos compartir con todo el mundo otra de las situaciones de


angustiosa perplejidad como es el caso de las epidemias o grandes
catástrofes, e igualmente después de afirmar que no sabemos cual
es la causa, en función de nuestra ignorancia esencial, podemos
tratar de hacer varias cosas, todas ellas encaminadas a aprehender.
Podemos empezar por considerar que las epidemias son
consecuencia de un desequilibrio colectivo, lo cual no es exagerado
suponer, ya que aunque externamente el factor desencadenante sea
un virus o una bacteria, una vez más, estos virus y estas bacteria
existen permanentemente en la naturaleza. La diferencia entre una
situación de salud colectiva o de epidemia estriba en que a esas
bacterias o virus se les ha dado un caldo de cultivo y por lo tanto
han escapado al control y masificado su reproducción. Pensando en
las epidemias de peste o fiebre tifoidea de la edad media se nos
ocurre deducir que el desequilibrio ecológico de Gea no es una
cuestión exclusivamente moderna. A lo mejor el fenómeno
moderno sea la masificación a nivel planetario de ese desequilibrio.
En otras palabras, cuando poníamos el ejemplo de que en una
ciudad no todos sus habitantes caen en la epidemia de gripe todos
los inviernos, sino aquellos que por una causa o por otra “quieren o
necesitan” caen en ella porque “han bajado sus defensas”, así
ocurre no solamente con un puñado de ellos sino con una
colectividad para provocar una epidemia.

Entonces, hay que averiguar cómo y luego porqué esa colectividad


ha bajado sus defensas. Podemos proceder análogamente con la
comparación entre uno de los individuos y la colectividad. Mas a
menudo de como hacemos normalmente tendríamos que recordar
que somos individuos pero también gotas del océano. Es decir que,
al igual de del todo y sus partes, podemos argumentar de igual
manera con respecto al colectivo social como hacemos con el
individuo con respecto de las causas del porqué una persona coge
la gripe con frecuencia cada invierno o de pronto, gozando de muy
buena salud, pero yendo al límite de sus posibilidades, provoca una
gripe que le hace estar en cama (descansar y reponer fuerzas). A
nivel colectivo las muertes por epidemia podrían sonar a una
limpieza, por mucho que nos duela el ser nosotros los “limpiados”.
En esencia aquí estamos de paso, de forma que tanto da que
muramos durante una epidemia como atropellados por un choche o
atropellados por el cáncer que nosotros mismos hemos creado.
Pero lo interesante es darnos cuenta de por dónde hemos pasado,
porque a lo mejor podamos intuir la razón por la cual hemos
pasado, e intuir también la esencia de lo que nos ha acontecido, y
de todo ello tratar de averiguar quienes somos en realidad.
“Conócete a ti mismo y conocerás al universo”, rezan las máximas
de algunas enseñanzas.

Nos da la sensación de que tanto a la ciencia como a la medicina


oficial los árboles, análisis microbiológicos, fisicoquímicos, etc., no
le dejan ver el bosque, la totalidad del fenómeno humano, que ha
de abordarse con presupuestos más metafísicos. Y el gran
problema es que una gran mayoría de ese colectivo se siente seguro
con el logro de resultados inmediatos, y por lo tanto no se
cuestiona las bases de esa ciencia que los consiguió. Creerse seguro
de algo resulta uno de los mayores peligros de equivocarse. Ese
colectivo esta expuesto a graves epidemias, como por ejemplo
contemplar como una anécdota más, el que una parte de ese mismo
colectivo queme las selvas amazónicas para plantar especies de
provecho farmacéutico. Resulta que la especie farmacéutica, en
lugar de ser un remedio para algunas enfermedades es un fin, no
solo para la investigación, sino como objetivo comercial. Y esos
mismo especímenes no se aterrorizan al pensar en el grave
desequilibrio que supone esa desforestación y el tema cae en el
saco roto del folklore ecologista, etc. La ceguera colectiva puede
ser un excelente caldo de cultivo a las epidemias modernas, cáncer,
Sida, etc. En definitiva, todo esta en todo y todo esta relacionado
con todo, de la misma manera que estudiamos la enfermedad en el
cuerpo humano buscando sus causas esenciales, debemos hacerlo
con respecto al cuerpo colectivo. El individuo no es más que un
subconjunto dentro de otro conjunto, la familia, que es un
subconjunto de otro que es la comunidad, etc., etc., etc.

ANEXOS.

Hemos creído oportuno segregar algunos conceptos de filosofía y


psicología básica, relacionados con la esencia del comportamiento
humano, para facilitar la lectura del texto principal, pero
consideramos útil añadirlos y por tanto lo hemos hecho en forma
de anexos.

Anexo 1. Aquí y ahora

Diversas doctrinas esotéricas y maestros en el camino nos indican


constantemente que la única manera de vencer lo que nos ata al
espejismo, a la ilusión, a la vanidad, en otras palabras a lo que nos
impiden SER, es neutralizar los ataques del Deseo por medio del
desapego, desinteresarnos de los frutos de la acción, y eso se
consigue viviendo Aquí y ahora. Algo parecido apuntábamos en el
capítulo 3 con el término voracidad.

Hay muchas fórmulas, desde el proverbio "No llores por no haber


visto el Sol, porque las lágrimas te impedirán ver las estrellas",
hasta la Meditación. Y todas ellas nos indican que vivamos en el
presente plenamente sin dejarnos llevar por el sufrimiento inútil del
miedo a lo que puede esperarnos mañana, o la angustia, todavía
más inútil, de lo que no pudimos conseguir ayer.

Tratemos de analizar porqué es tan difícil, sino imposible, en el


devenir de nuestras vidas cotidianas, sentir plenamente y solo el
aquí y ahora.

Para ello tomemos el Mito de Jano, René Guenon Símbolos


Fundamentales de la Ciencia Sagrada, pag 109. Las puertas
solsticiales de la iniciación. Cáncer la puerta de los hombres o
entrada de la caverna, y Capricornio, la salida de la caverna, la
puerta de los dioses.

El Mito de Jano
La interpretación más habitual de las dos caras del mito es la que
las considera respectivamente como el pasado y el porvenir. Y
entre este pasado que ya no es y el porvenir que no es aún, el
verdadero rostro de Jano, el portero (“Ianus” quiere decir puerta),
el que mira al presente, el tercer rostro es invisible. Ello es así,
porque el presente en la manifestación temporal no es sino un
instante inasequible.

Inasequible para el comportamiento ordinario del hombre, sumido


en el espejismo devorador de la memoria, en la niebla que oculta
nuestro verdadero Ser, nuestro verdadero origen y lugar de
nacimiento y morada. Deambulamos perdidos en el mundo extraño
de una ilusión que no hemos creado, que ha venido impuesta a
nuestra verdadera naturaleza y por causa de cuyo engaño
trascendente no hacemos otra cosa sino que recrear y complicar
todavía más. Filosofía, religión, psicología, vanos torbellinos
caracoleándose una y otra vez sin rumbo ni dirección sobre la
contradicción inicial se creó en un día extraordinariamente lejano a
nuestro nacimiento.

Esa contradicción inicial, que podría expresarse, por ejemplo (hay


otras formas de vanidad-ilusión-Maya) partiendo de la hipótesis de
que somos diferentes, distintos de la Unidad original de la cual
partimos, y de que el pensamiento puede darnos una respuesta a
nuestras preguntas, va complicándose y multiplicándose,
contradicción tras contradicción a medida que usamos el
pensamiento. Y como para el hombre el pensamiento es una de
nuestras mejores facultades y estamos tan orgullosos de él, jamás
saldremos del torbellino de nuestro espejismo. Por tanto jamás, o
muy difícilmente podemos sustraernos a la dualidad Pasado-
Futuro, sin presente.

El enigma de Jano solo se resuelve trascendiendo nuestros


postulados cotidianos, es decir considerando a pasado y presente
como lo que son, meras fantasías, sueños (y por tanto incoheren-
cias) producidos por nuestra propia incapacidad de Ser. El presente
solo es alcanzable trascendiendo nuestra realidad cotidiana, al decir
de Khalil Gibran, liberándonos de nuestros disfraces. Nuestra
verdadera esencia está en otro plano. Es el ojo frontal de Shiva,
invisible también, puesto que no está representado por ningún
órgano corporal, que nos conecta con el sentido de la eternidad.

Por tanto el ejercicio de centrarnos en el Aquí y ahora solo es


posible elevándonos por encima de nuestra propia existencia
ficticia. Los verdaderos ritos inciáticos son una vía, la meditación
otra, el estado permanente de alerta, esa conciencia de la absoluta
transitoriedad y despreciabilidad de nuestra existencia actual, que
lleva automática y suavemente al desapego; no al revés. Empezar
por desapegarnos de nuestros bienes y nuestros sentidos sin saber
porque lo hacemos es puro masoquismo, un ejercicio más para
complicar la rueda de los múltiples espejismos. Hay que entender
primero el porqué no sirve de nada, sino todo lo contrario:
apegarnos a las cosas y a las personas. Una vez se ha entendido, el
sentido de la existencia resulta un fluir fácil, inmediato, incluso
lógico, valga la contradicción.

Ejercicios de mortificación, de autoinculpación, de heroísmo, de


virtud ascética, meros estímulos para ayudar a vivir el espejismo
cuando los otros ya no sirven. Uno puede hacerse asceta o
vagabundo sin haber entendido nada, por puro miedo, o vanidad, o
por creerse superior a los demás, etc., cayendo precisamente en lo
que se pretendía combatir. Todo es lo mismo siempre que no tenga
como fin trascender el engaño, la pérdida de memoria...
La pérdida de memoria:

No sabemos de donde venimos, lo que somos ni adónde vamos


porque nuestro hilo conductor se encuentra atascado en un
torbellino de amnesia... ¡Sabemos perfectamente quienes somos, de
donde venimos y a donde vamos! Solo que no podemos
recordarlo. Ese es todo el problema. Sobran liturgias, religiones,
credos, filosofías, montajes psicológicos, etc. Todo eso es inútil.

Dice el cuento Sufi que un día el Rey envió a su hijo a una tierra
extraña para probarle y ejercitarle para que en su momento pudiera
desempeñar las funciones reales. Le dijo que tenía que encontrar un
cierto objeto y después volver. El hijo partió. Pero en aquella tierra
ocurría un fenómeno muy curioso: la gente se olvidaba de quién
era, perdía la memoria. Y al joven príncipe, después de poco
tiempo, le ocurrió lo mismo. Se olvidó de quién era y del porqué
había venido. De modo que se quedó en la ciudad que le pareció
más acogedora, buscó un empleo, contrajo matrimonio, montó un
negocio, hizo fortuna, la perdió, volvió a hacerla, etc. Hasta que un
día el Rey, preocupado por la tardanza, envió emisarios para que le
informarán de la suerte que había corrido su hijo. Estos a su
regreso le informaron puntualmente. Entonces el Rey tomó cartas
en el asunto y envió a su hijo otro tipo de emisarios, de una índole
muy especial, para que le recordaran quién era. Así, el príncipe
empezó a recibir señales y mensajes de la forma más variada,
imprevista y desconcertante. Por ejemplo un buen día se encontró
con un anciano mendigo que no resultó tal a juzgar por la altura
intelectual de su palabra y su porte, y que le mencionó algo relativo
a un país “al otro lado” y de un Rey, o bien días más tarde un
extraño pájaro se posó en el alféizar de su ventana y empezó a
hablar, igualmente de forma desconcertante acerca de un “cierto
objeto”, o sería una extraña inscripción sobre las baldosas de su
jardín en la que antes, al parecer, no había reparado, que
reproducían desconocidos dibujos, o bien ocurrió con algún
conciudadano que en medio de una charla normal se puso a hablar
de forma incoherente. Cada mensaje le era dado al príncipe de
forma diferente, imprevista, cambiante para producir un efecto de
choque en su conciencia de forma que pudiera despertar su
memoria. Y fueron tan insistentes los mensajes que por fin, un buen
día el príncipe despertó a la Realidad, recordó quién era y a qué
había venido y lo dejó todo, fortuna, familia, ligámenes, salió de la
ciudad y emprendió la búsqueda de aquel objeto que le señalara su
Padre. Lo encontró y pudo regresar a su Reino para ocupar el
puesto que le correspondía.

Este cuento ejemplifica tanto la transitoriedad de esta vida como la


absoluta necesidad de buscar nuestra verdadera identidad
recordando quienes somos en realidad. Los mensajes están por
todas partes, pero hay que saber diferenciarlos de aquellos textos,
acontecimientos o “maestros” que no son otra cosa que copias,
adulteraciones, cristalizaciones de los verdaderos mensajes, en
donde se encuentran diseminadas las claves del mensaje original,
como los fragmentos de Osiris que Isis pacientemente va
recogiendo.

El tercer rostro de Jano, el Presente, es el hilo conductor que nos


une a nuestro verdadero origen y que por tanto nos puede dar
información de quienes somos, de donde venimos y adonde vamos.

Hablaremos a continuación del Grial, el Centro, el Corazón, etc. Es


como el auricular telefónico a través del cual podemos obtener
información. El único. Y solo se encuentra dentro de cada uno de
nosotros. Cualquier maestro, por verdadero que sea, no puede
hacer más que enseñarnos a utilizar ese centro, a entrar en él y
conectar con nuestro origen. Por tanto toda adoración nos
devuelve inmediatamente al espejismo porque nos hace salir de
nosotros mismos hacia afuera, a una forma de falacia más. Ni
siquiera a ese centro interior, para algunos llamado Maestro
Interno, hay que adorar. Sería caer de nuevo en el espejismo
adorarse a si mismo. Lo único que hay que hacer es intentar
conectar, VER... Ver el tercer rostro de Jano.

Todo el problema, pues se reduce a la visión, a la conexión, a


recuperar la memoria.

¿Como empezar? Por el instinto, la intuición, el no creerse ningún


montaje, intentar recuperar la simbología tradicional, acercarnos al
origen, al lenguaje sagrado (sagrado=secreto, nada más). Leer a los
maestros y estar exquisitamente atento a la voz interior cuando
reacciona ante este o aquel pasaje. Y sobre todo aprovechar
cualquier momento para intentarlo, intentar oír nuestra propia voz
Central, el único Logos creador que todavía existe sobre la Tierra.

La soledad del corredor de fondo

Hacia la década de los 60 Tony Richardson, uno de los cineastas


creadores de movimiento “Underground”, realizó una película de
tal título, en la que el protagonista, encarnado por Tom Courtenay,
un estudiante de clase humilde, aceptado de favor en un típico
colegio aristocrático inglés, era utilizado por el "manager" del
equipo de atletismo para ganar la Maratón a un colegio rival.
Dejando aparte las consideraciones de contenido político de lucha
de clases, explotación del poder, etc., que no suponen nada mas
que anteponer un espejismo a otro, la idea básica de la película era
el hecho de que en el fondo estamos, cada uno de nosotros,
absolutamente solos en la lucha contra nuestros propios fantasmas
y esa lucha es una carrera en solitario de muy larga duración. Esa
pelea constante y titánica que constituye el laberinto iniciativo de
cada uno. Y al laberinto (entramado contradictorio y obsesivo de
nuestras emociones, frente a las pruebas que la vida nos plantea a
cada segundo) heredado o ambiental le añadimos el de cosecha
propia, elaborado hasta complicarlo "ad infinitum" gracias a esa
maléfica perturbación orgánica de la que tan orgullosos nos
sentimos, el pensamiento.

Aprender Astrología - ya lo hemos dicho también - nos puede


proporcionar algunas claves importantes para encontrar el Centro.
Aprender es una actividad compartida, basada, para que sea
efectiva, en ese acto de expansión de la conciencia que llamamos
Amor. No existe iniciación sin recibir de alguien y dar a alguien,
pero aunque el resultado del acto sea compartido, necesitemos la
comunicación con otros seres humanos que se encuentran en el
mismo trance que nosotros, el propio acto de voluntad es y ha de
ser necesariamente solitario.

Vamos a buscar ayuda a un Maestro por que ello forma parte de


nuestro camino, y ayudamos a quien podemos por esa misma
razón, pero en ambas decisiones estamos solos. No puede ser de
otro modo para que algo tenga valor. El propio acto de iniciación
ha de hacerse en solitario. En el fondo es así, puesto que estamos
buscando nuestro propio centro iniciatico, el corazón, el Graal, que
reside como punto invisible dentro de cada uno de nosotros. Así,
estudiamos nuestra carta natal para seguir descubriendo los
mecanismos de nuestras confusiones, iras, violencia, emotividades
(tantas veces malignas), con el objeto de aprehender de ellas e ir
descubriendo nuestra verdadera identidad.

Somos corredores en el Maratón de la vida, héroes en nuestro


propio laberinto. El pánico a correr solos es la primera de las
trampas, el miedo a la soledad es el primer espejismo. Nacemos y
morimos solos, ¿porque insistimos suponer que nuestra vida
depende de otros? No vendamos el coraje por un plato de lentejas,
no vale la pena, lo pagaremos muy caro al final.

El estudio de las casas personales, la VII sobre todo, nos puede dar
la clave de nuestras mayores dependencia respecto de otros.
Seamos esclavos de nosotros mismos, no de los demás, es mejor,
más controlable, más provechoso porque a la postre esa esclavitud
a luchar nos llevará hacia el Centro.

La vida no es una película

...Ni una novela u obra de teatro. Estamos demasiado acos-


tumbrados, los especímenes urbanos, a vivir, aunque sea solo
temporalmente, los relatos de ficción con que tratamos de
distraernos. El personaje, héroe o villano, se mete en la piel y
nuestra realidad se transforma en su sueño. Vivimos el comienzo
de su historia, aunque algo de lejos, pero vibramos dramáticamente
su final... Y vamos esperando que nos acaezca un similar desenlace
para el círculo de nuestras frustraciones.

Debido al puro efecto de las múltiples vibraciones que nos


constituyen, en el hecho de vivir, nuestra conciencia se encuentra
encerrada dentro de un sutil caparazón de niebla, una red intangible
de confusiones que se entrecruzan solapándose, y cuyo efecto
principal es la pérdida permanente o reiterativa de la memoria.

Tantas veces nos ilumina el destello de la intuición Divina para


proporcionarnos la certeza sobre este o aquel asunto como vuelve
a sumirse nuestro discernimiento en la amnesia de antes. De pronto
vemos claro un tema, nos asalta fugazmente la conexión con
nuestra Verdadera Esencia para explicarnos de golpe el porqué de
nuestros actos y la efímera naturaleza de nuestras debilidades, que
nos sentimos reconfortados y serenos ante la vida... Minutos
después el espejismo de lo cotidiano nos devuelve a la angustia e
insatisfacción (postiza, irreal) de vivir.

Una lectura, la charla con alguien especial, etc. me hace ver que es
mi apego o mi deseo por la posesión de algo o alguien lo que me
hace desgraciado frente a los seres que comparten mi vida, y
entonces, por breves momentos, sintiéndome libre de ese apego, de
esa sujeción a los caprichos emotivos de los demás, me siento volar
sin miedo ni a la vida y por tanto ni a la muerte. Luego pasa, y al
tropezar mis sentidos con un vástago de la cadena de emotividades
y deseos de estímulo cotidianos, vuelvo a caer en la desgracia de
sentirme desgraciado.

Equilibrio

Dice la Acupuntura tradicional que en general las enfermedades


son producidas por desequilibrios energéticos en determinadas
partes del organismo. Por ejemplo un origen típico de las jaquecas
puede venir de distorsiones en el balance energético del
hígado, etc. Por ello la aplicación de las series correspondientes de
agujas en puntos muy concretos del cuerpo, está destinada a
restablecer el flujo energético correcto a través de los llamados
meridianos, etc. Para ponerlo más simple, ¿quién duda de que lo
más difícil en cualquier circunstancia es mantener el equilibrio?

Podemos abordar el estudio de un "truco" que nos ha cedido el


esoterismo para mejorar nuestras condiciones de equilibrio, en
relación con los procesos de la enfermedad o dolencias en general,
objeto del presente trabajo. Tal "truco" (la anulación de la
personalidad que preconizan los yoguis, el desapego postulado por
casi todos los maestros espirituales, el trascender el propio
pensamiento, que preconiza Khrisnamurti, ¿no son ello trucos para
combatir la infelicidad? Si el propio Gautama Budha tuvo que crear
su doctrina al contemplar la infelicidad humana ya en los albores
del Kali-Yuga, ¿que no ha de inventarse para nosotros que vamos
de cabeza a sus postrimerías), tal truco, decía, consiste en la
localización del equilibrio. Veamos:

En física, para poder equilibrar cualquier brazo de una balanza


basta conocer el punto donde ha de aplicarse el fiel. Para conseguir
que un cuerpo permanezca en reposo sobre una superficie o sobre
un punto hemos de conocer necesariamente la posición de su
Centro de Gravedad. Centro...
He ahí la cuestión; no la demoremos mas. Sri Ram Chandra,
Vicens Beltran y tantos otros nos aconsejaban siempre meditar o
volver sobre el centro, nuestro centro, cuando nos sobrecogía
cualquier conflicto... cualquier conflicto.

En efecto, tomemos un circulo. Hagámosle girar. Solo podremos


hacerlo apoyando algún objeto punzante en su centro. Y es
absolutamente evidente que el único punto que permanece el
reposo es exactamente ese centro. Todos, absolutamente todos los
demás sufren el movimiento que imprimimos al aparatito. Ni falta
hace hablar de los puntos que se encuentran en la propia circunfe-
rencia.

¿Como se traduce esto al reino de nuestras emociones, esas tristes


esclavas del pensamiento? Muy sencillo. Tomemos un diámetro.
En un extremo escribimos "Blanco" y en el otro "Negro", o en un
"Sí" y en el otro "No", o "Esto", "Aquello", "Bueno" - “Malo", etc.

Todo ello son conceptos relativos, creaciones de nuestro juicio


limitado, parcial, condicionado. Pero no avancemos acontecimien-
tos. El caso es que si apostamos por el "Blanco" y despreciamos
completamente el "Negro" nos situaremos sobre la circunferencia...
que al girar provoca en nuestro ser todo el empuje de la fuerza
centrífuga (¡centrífuga, que ilustrativa esta palabra!). Si no
adoptamos una posición tan radical y consideramos que no todo lo
"Blanco" es absolutamente bueno, y que algún objeto "Negro"
puede sernos de cierta utilidad, entonces nos corremos un paso
hacia el interior y el impacto de la velocidad centrípeta en nuestros
huesos es menor. Si seguimos usando la intuición y sospechamos
de que las verdades son tan relativas como los pensamientos, y que
más objetos "Negros" de los que creíamos pueden sernos útiles,
correremos otro paso hacia el centro. Al disminuir la velocidad
bajo nuestros pies nuestro cuerpo entero tendrá que ejercer menor
esfuerzo de reacción para mantenerse en pie y podremos respirar
un poco con sosiego, y tal vez contemplar lo que nos rodea casi
con placer e incluso disfrutarlo... En el límite, en el centro, se
encuentran los seres iluminados, realizados, los Bodhisattvas, o
como quieran llamarles, para quienes la felicidad absoluta no cuesta
ningún esfuerzo, porque ellos incluso son quienes controlan el
movimiento del círculo, que no es otra cosa que el propio SER.

Fíjense que el acto de odiar nos aleja del centro, porque nos
situamos frente a alguien, tomamos una posición radical sin entrar
en consideraciones, por ejemplo, de que es un ser humano como
nosotros, de que comete los mismos errores que nosotros, le
atenazan las mismas angustias que a nosotros, etc. Nos creemos en
posesión de la verdad (que falacia m s grande) y por tanto nos
alejamos de otro que "creemos" que no la tiene.

En cambio el acto de Amar (una vez más no nos referimos al


placer, sexo, celos, amistad, devoción y vanalidades de ese calibre),
es el impulso más valiente que se conoce, porque nace de la
liberación de cualquier forma de miedo (incluso de la posibilidad de
que al fin y al cabo Dios no exista) y por cuya expansión de la
conciencia nos sentimos unidos a cualquiera que habite este
pequeño planeta, solidarios con sus angustias, sintiendo que
comparten las nuestras, comprendiendo sus debilidades, como
parangón de las nuestras, etc. En esa posición estamos tan cerca
del centro que parece que el piso no se mueva, o si lo hace resulta
un leve cosquilleo en las plantas de los pies. En ese momento, ¿que
importan todas las tribulaciones, las angustias, los pánicos? Todo
resulta tan relativo, transitorio, banal...

No hay persona más feliz que quien quiera serlo (aplicable


viceversa al desgraciado).

Esto esta ejemplificado en el cuento de la camisa del hombre feliz.


Un día el rey mas poderoso de la época se decidió por fin, tras
largos años de infructuosos tratamientos por parte de la legión de
médicos que le atendían de su extraña dolencia, a consultar a un
Sufi que vivía en las afueras de la capital. El sabio accedió
acompañar al emir y en presencia del ilustre soberano. Pasó un
buen rato en silencio observando. Luego, haciendo ya el gesto de
irse, dijo: "Poderoso señor, todas vuestras dolencias desaparece-
rán al instante de vestiros la camisa que lleva el hombre feliz".
Consternado el monarca apenas acertó a preguntarle a voz en
grito, cuando el viejo sabio iba ya a salir de la enorme sala.
"¿Donde esta ese hombre? ¿Como puedo encontrarle?". “No
tenéis más que enviar emisarios a buscarlo”. El rey actuó de
inmediato y envió a todos sus emires a recorrer el país. Los altos
dignatarios fueron preguntando a todo ciudadano si era el hombre
feliz, y cuando el interrogado respondía negativamente seguían
buscando. Pasaron los años. Por fin el emir más diestro, fuerte y
paciente regresó a palacio, exhausto, desfallecido y con el
semblante ciertamente turbado. El rey inquirió: “Has encontrado
por fin al hombre feliz?” “Sí, majestad”, respondió el buen
servidor, “en efecto lo he encontrado; vive en los confines de
vuestro reino, en lo alto de las montañas más altas”. “Le habéis,
pues, colmado de tesoros a cambio de su camiseta?”. “Majestad:”,
el canciller se tomo su tiempo en responder, lanzó un largo suspiro
y concluyó, “el hombre feliz es tan pobre que no tiene ni camiseta”.

ANEXO 2. EL SABOTEADOR

(Fijaciones psicopatológicas cotidianas )

En primer lugar pedimos excusas si la elección de este apodo, “el


saboteador”, para designar el complejo conjunto de condicionantes
psíquicos incrustados en nuestro inconsciente que nos impiden vivir
una vida plena y activa, resulta un tanto burlesco. Es a propósito, y
tiene como objetivo quitarle el dramático protagonismo que se le
da normalmente, y gracias - y precisamente - al cual adquieren esos
condicionantes una influencia tan perniciosa en el ser humano.
También puede parecer irreverente para con el indecible
sufrimiento de tantos miles de personas que sucumben de forma
trágica, sin embargo, una vez más, tratamos de sobreponernos con
cualquier ayuda que encontremos a mano, y el bueno humor es una
de las mejores. Decimos buen humor, no sátira o ironía, que son
alimento predilecto de tales complejos psíquicos.

Este poderoso personaje, causante, obviamente de la mayoría de


las enfermedades que aquejan al ser humano, como ya hemos
analizado en los primeros capítulos de esta obra, ha recibido
diversos nombres a lo largo de la historia de la humanidad. Muchos
de ellos no hacen sino reforzar su influencia por medio de la más
truculenta imaginería religiosa como es la referencia al Diablo,
otros se disfrazan con los ropajes del espiritismo, incluso la
moderna psicología parece cristalizarlos en peligrosas etiquetas que
refuerzan su poder, o lo que es lo mismo contribuyen a mantener
las consultas de afamados profesionales. La astrología tampoco
escapa a esa tentación deificadora y en sus niveles más bajos
encontramos estereotipos carnavalescos de la más variada
catadura, como “planetas maléficos”, “entes astrales”, etc. Pero
uno de las figuras que nos parece más ilustrativa del problema real
que produce y que además lo sitúa en su verdadera dimensión
psicológica es la del Diablo, “Shaitán”, en El Corán, y lo es debido
a su traducción literal y directa: El Obsesionador. En efecto, el
principal enganche que tienen esos complejos mecanismos de
perturbación de nuestro equilibrio es el cuadro obsesivo que
producen. Seríamos perfectamente capaces de seguir las directrices
de las místicas orientales en el vivir plenamente el aquí y ahora si
no nos obsesionara nuestro futuro. Y en lo tocante a eso las formas
de obsesión son tan variadas como seres humanos hay en la
superficie de la tierra. A propósito de ello ese personaje recibe
también en algunas latitudes, preferentemente de influencia
occidental, el apelativo de “fantasmas”. Todo el mundo sabe que
no existen, pero la mayoría les tenemos un miedo atroz; valga el
ridículo contrasentido. Pero vayamos ya a entrar en materia, y
hagámoslo de la mano de esta figura por sernos de alguna manera
más familiar o folklórica.

En general se trata de varios saboteadores, una jauría de ellos, pero


como aconsejamos tratarlos normalmente por separado hemos
preferido apuntar el título en singular. Es necesario tener en cuenta
varias cosas:

Los fantasmas son almas en pena, y por lo tanto dignas de


compasión. Por ello, si en la lucha cotidiana contra otros seres
humanos el Camino nos aconseja que empleemos la Ira sin Odio,
con razón de más nos hemos de mostrar terminantes y enérgicos,
pero compasivos con nuestros propios saboteadores.

Aniquilamos (cuando podemos) los virus y otras epidemias para


poder sobrevivir. Es aconsejable aniquilar también el odio, porque
sino este se instala (odiar es una forma de apego) en nuestro
organismo como un virus peor.

Los fantasmas como cristalizaciones incorpóreas de nuestro


inconsciente tienen la peligrosísima propiedad de adoptar cualquier
forma para lograr sus objetivos, desde provocar ataques de odio,
agresión, resentimiento, rencor, hasta devota piedad.

Por ello hay que tener en cuenta que una vez los hemos derrotado
disfrazados de intransigente complejo de Edipo, vuelven a la carga
tocados con el yelmo de cualquier caballero del Grial, vistiendo la
túnica de Cristo o usando las lágrimas de cualquier se amado.

Siempre están al acecho, ya que no les es posible cansarse ni


desaparecer. Normalmente tienen un poder inmenso, tanto como
confuso es nuestro pensamiento. Por ello luchar en cualquiera de
los terrenos donde nos presentan batalla (siempre zafada y pocas
veces detectable) resulta tremendamente útil para crecer y madurar,
precisamente porque cada victoria nos proporciona un grado más
de libertad.

Gracias a nuestros psiquismos crecemos. Todo consiste en tener o


no actitud de lucha. No tenemos, por otra parte, más remedio que
luchar, ya que sucumbir a las órdenes de nuestros psiquismos nos
entierra en el pozo sin fondo de nuestras dependencias hacia los
demás y al mundo.

Vamos a tratar aquí de las aportaciones que la astrología médica


puede ofrecer como armas de variación incansable y constante para
luchar contra esos enemigos que tanto favor nos hacen, pues,
existiendo y también ofreciendo ese constante camaleontismo.

Los conceptos de astrología médica tradicional que se han


explicado en anteriores capítulos han de considerarse en general
como síntomas o manifestaciones externas de las verdaderas causas
psíquicas que éstas somatizan dando lugar a aquellas. No puede
estudiarse ninguna enfermedad por sus causas externas y tratar de
silenciarlas, eso es ocultarlas. Ha de afrontarse el problema global
de base; como dice Richard Bach, su origen o problema central.

El autochantaje

Las voces que emplea nuestro chantajista son, entre otras:

- No puedo.
- No debo.
- No está bien.
- No soy digno.
- No es para mi.
- No hace falta.
- Ya está bien.
- Es mejor así.
- En este mundo se ha venido a sufrir.
- Hay que sacrificarse.
- Sumisión a la voluntad de Dios. (Y "Dios" carga con la mayoría
de nuestras inhibiciones, cobardías y demás comodidades).

El filo de la navaja

La acción contra el saboteador no se sitúa ni en su terreno ni donde


él pretende prohibirnos, sino en una sutil tierra de nadie, una
frontera entre el no atreverse a hacer nada y el lanzarse al fracaso.

Pocas veces un cuadro represivo o depresivo podrá vencerse


exponiéndonos a acciones extremas, porque estas, por la propia
acción saboteadora, estarán abocadas al fracaso, objetivo
pretendido por el saboteados precisamente para convencernos de la
inutilidad del intento.

Toda acción hacia la independencia que quiera tener éxito ha de


estar muy meditada, fría, y andar por pequeños pasos, que puedan
controlarse y cuyo éxito pueda a priori darse por seguro.

Pero no nos excedamos en el control y evitemos la acción, ya que


eso es precisamente lo que pretende el saboteador.

NEXO 3. EL KYBALION
(1. Del Capítulo 1).

1. El todo es Mente; El universo es Mental. El Universo es una


creación mental sostenida en la mente del Todo. La mente infinita
del Todo es la matriz del Cosmos.
(Principio del Mentalismo)
(*)

2. Como es arriba es abajo; como abajo es arriba.


(Principio de correspondencia).

3. Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.


(Principio de vibración)
(**)

4. Todo es doble; todo tiene dos polos, su par de opuestos: los


semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son
idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; Los extremos se
tocan; todas las verdades son semi-verdades; todas las paradojas
pueden reconciliarse. (Principio de polaridad).
(***)

5. Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y


retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un
péndulo, la medida de su movimiento hacia la derecha es la misma
que hacia la izquierda. El ritmo es la compensación. (Principio del
ritmo).

6. Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo


sucede de acuerdo con ley, la suerte no es mas que el nombre que
se le da a una ley desconocida; hay muchos planos de causalidad,
pero nada escapa a la ley. (Principio de causa y efecto).

7. La Generación existe por doquier; todo tiene sus principios


masculino y femenino, y la generación se manifiesta en todos los
planos. (Principio de Generación).

(*) Ram Chandra: Dios no tiene ni pensamiento ni cerebro para


reflexionar. Es Energía que se realiza a través del hombre.

Hombre realizado: Se distingue, se identifica, se reconoce, es


inconfundible por la paz y tranquilidad que irradia.

(**) Giovanni Papini: Einstein, "algo se mueve".

(***) Yin - Yang.

La Mente. Crea la Correspondencia. Al corresponder nace la


Vibración, o corresponde porque Vibra y transmite. ... Por tanto
surge necesariamente la Polaridad. La Vibración entre dos Polos
engendra la Causa - Efecto. Esta dualidad lleva necesariamente a
los dos polos de vibración, causa efecto, que son el Masculino -
Femenino.

Trabajo - obra - operación.

- Transmutación mental. : La Mente, así como todos los metales y


elementos (Alquimia), pueden ser transmutados de estado en
estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a
polo, de vibración en vibración. La verdadera Transmutación
hermética es una práctica, un método, un arte mental.

Todo es Mente, Todo proviene de una creación Mental y puede ser


Transmutado ... Relación mental por el principio de corresponden-
cia. Hacer, provocar una vibración que utilice la energía creada por
los pares polares, variar el Ritmo y provocar un efecto, con tal
causa, que genere la Transmutación.

Para cambiar vuestra característica o estado mental, cambiad


vuestra vibración.

Para destruir un grado de vibración no deseable, póngase en


operación el principio de polaridad y concéntrese la atención en el
polo opuesto al que se desea suprimir. Lo no deseable se mata
cambiando su polaridad.

El Ritmo puede neutralizarse mediante el Arte de la Polarización.


Nada escapa al principio de causa - efecto, pero hay muchos planos
de causación y uno puede emplear las leyes del plano superior para
dominar las del inferior.
El sabio a medias, reconociendo la irrealidad relativa del Universo,
se imagina que puede desafiar sus leyes. No es más que un tonto
vano y presuntuoso, que se estrellará contra las rocas y será
aplastado por los elementos en razón a su locura. El verdadero
sabio, conociendo la naturaleza del universo, emplea la Ley contra
las leyes: Las Superiores contra las Inferiores, y por medio de la
Alquimia transmuta lo que no es deseable, en lo valioso y de esta
manera triunfa. El adeptado consiste, no en sueños anormales,
visiones o imágenes fantasmagóricas, sino en el sabio empleo de las
fuerzas superiores contra las inferiores, escapando así de los
dolores de los planos inferiores, vibrando en los más elevados. La
Transmutación (no la negación presuntuosa), es el arma del
Maestro.

El sabio sirve a lo Superior, pero rige en lo inferior. Obedece a las


leyes que están por encima de él, pero en su propio plano y en las
leyes que están por debajo de él, rige y ordena. Sin embargo, al
hacerlo, forma parte del principio en vez de oponerse al mismo. El
sabio se sumerge en la ley, y, comprendiendo sus principios, opera
en ella en vez de ser su ciego esclavo. Semejante al buen nadador,
va de aquí para allá, según su propia voluntad, en ves de dejarse
arrastrar como el madero que flota en la corriente. Sin embargo, el
nadador y el madero, el sabio y el ignorante, están todos sujetos a
la misma ley. Aquel que esto comprenda va en el buen camino que
conduce al adepto.

Ley del uso y empleo.


La posesión del Conocimiento, si no va acompañada de una
Manifestación y expresión en la práctica y en la obra, es lo mismo
que enterrar metales preciosos: algo vano e inútil. El
Conocimiento, lo mismo que la Fortuna deben emplearse. La Ley
del Uso es universal, y el que la viola sufre por haberse puesto en
conflicto con las fuerzas naturales.
El todo.

- El Todo. Mas allá del Cosmos, del Tiempo, del Espacio, de todo
cuanto se mueve y cambia, se encuentra la Realidad Substancial,
la Verdad Fundamental, que esta más allá de toda denominación.
en su esencia el todo es incognoscible. lo que esta en la infinita
mente del todo es real.

A pesar de ello el Dictamen de la razón debe ser recibido


hospitalariamente y tratado con respeto.

El Todo crea, en su mente infinita, innumerables universos, los que


existen durante eones de tiempo, y aún así, para EL, la creación,
desarrollo, decadencia y muerte de un millón de universos no
significa más que el tiempo que se emplea en un abrir y cerrar de
ojos.

En la Mente del Padre-Madre, los hijos están en su hogar.


No hay nadie que no tenga Padre o Madre en el Universo.

Si bien es cierto que todo esta en el Todo, no lo es menos que el


Todo está en todas las cosas. El que comprende esto debidamente
ha adquirido gran conocimiento.
Los planos de correspondencia.

- I. El Plano Físico.
1. Plano de la Materia conocida (sólidos, líquidos y gases).
2. Plano de la Materia mas elevada (energía radiante, etc.).
3. Plano de la Materia Sutil (ni sospechada por la Ciencia).
4. Plano de la Sustancia Etérica.
5. Plano de la Energía conocida (Calor, Luz, Atraccion, etc.).
6. Plano de las Siete Fuerzas Sutiles de la Naturaleza.
7. P. de las Siete Energías Sutiles del Planeta Espiritual.
("poder divino")
- 2. El Plano Mental.
1. Plano Mental Mineral.
2. Plano Elemental (7 subdiv. de los Elementales).
3. Plano Vegetal (7 subdivisiones).
4. Plano Elemental (7 subdiv. de segundo nivel).
5. Plano Animal.
6. Plano Elemental (7 subdiv. de tercer nivel).
7. Plano Humano (7 sbdv. Hombre corriente 4 nivel).
- 3. El Plano Espiritual. (7 sbdv.de Maestros a Dioses).

Tabula smaragdina.

1. Verdad es, sin ficción, muy verdadero.

2. Lo que esta abajo es como lo que esta arriba, y lo que esta arriba
es lo que esta abajo, para obrar los milagros de una sola cosa.
(la dualidad nace del todo)

3. Y como todas las cosas estuvieron y proceden de Uno, de la


misma forma todas las cosas han nacido en esa cosa Única, por
adaptación.
4. El Sol es en Padre y la Luna la Madre, el viento lo ha llevado en
su vientre, la tierra es su nodriza.

5. El padre de todo Poder esta aquí; su fuerza es completa si ella es


convertida en tierra.

6. Tu separarás la Tierra del Fuego, lo sutil de lo grosero,


dulcemente, con gran oficio.
(Virgo).

7. Sube de la tierra al cielo y nuevamente desciende sobre la tierra


y recibe las fuerzas superiores e inferiores.

8. Tu tendrás por este medio toda la gloria del mundo y toda la


oscuridad se alejará de ti.

9. Es la fuerza de toda fuerza, porque ella vencerá todo lo sutil y


penetrará todo lo sólido.

10. Así el universo fue creado.

11. De este de aquí serán y saldrán innumerables adaptaciones de


las cuales el medio está aquí.

12. Es por ello que se me ha llamado Hermes Trismegisto,


teniendo las tres partes de la filosofía del mundo. "Lo que he dicho
de la operación del Sol se ha cumplido y concluido.

Exégesis, interpretación. Tal vez no lleguemos a saber nunca


exactamente como fueron escritas y su verdadero significado
porque el que le damos es el que nos sirve... o nos hunde en la
confusión.
ANEXO IV. ACERCA DE LA COMPARTIMENTACIÓN DEL
CEREBRO

El psicólogo americano Robert Ornstein, profesor de la


Universidad de Stanford, California, en su reciente libro "Evolution
of Consciousness", apunta la teoría de que nuestro cerebro está
compartimentado, dividido en unidades distintas y en su mayoría
desconectadas entre sí, o conectadas de forma muy especial según
las peculiares características de la persona. Él pone el ejemplo
ilustrativo de un armario o archivador en el cual se almacenan
cosas distintas según el cajón o carpeta de que se trate. Algo
parecido a la estructuración de la memoria de un ordenador por
directorios, subdirectorios, archivos, documentos, etc. En cada uno
de estos compartimentos se almacenan una serie de estímulos e
información más o menos distinta, y ese es precisamente el
principio de la compartimentación, que según el módulo que esté
funcionando en un momento dado, nos comportamos, o mejor
dicho, activamos sentimientos distintos. Por ejemplo, al ver por
televisión la noticia de un atentado terrorista en el que han muerto
transeúntes inocentes, y que además es el número seis en lo poco
que va de año, puede sacudirnos un sentimiento de justicia a la
manera medieval por el cual nos inclinaríamos a pedir inapelable
pena de muerte para los asesinos, mientras que horas después,
viendo una película de aquellas que protagonizaba Paul Newman
en los años 60, en la que un adolescente de barrios bajos, pero
encantador, maltratado por su padre es arrastrado a la delincuencia
para sobrevivir, abogaríamos por la abolición de la pena capital
cuando vemos a nuestro héroe camino el cadalso. O recibimos de
modo muy distinto las imágenes de una manifestación de
fundamentalistas palestinos con el puño en alto gritando consignas
mientras esgrimen los retratos de sus líderes religiosos, que otra
imagen estremecedoramente similar pero que ocurre en un estadio
de fútbol, donde esos manifestantes son hinchas, no necesariamente
de nuestro equipo y en las pancartas los retratos son de futbolistas
famosos. Lo curioso del caso es que nuestro cerebro no solamente
registra tan dramáticamente los estímulos recibidos por los medios
audiovisuales, sino los de la vida cotidiana, por ejemplo, hay quien
se transforma cuando se sienta al volante de su automóvil, o que
muestra dos caras muy distintas ya sea en el trabajo o en casa, o en
casa y con sus amigos. Raramente criticamos algo en los demás
que no hagamos nosotros en parecidas circunstancias solo que en
un escenario diferente. A lo mejor sea todo una cuestión de control
personal el no mostrar abiertamente, tanto a nosotros mismos
como a los demás, tales comportamientos contradictorios de
nuestra personalidad, control o represión, o aferramiento a las
costumbres, o a las normas, o a consignas y demás armas de
supervivencia de nuestra imagen ante los demás; algo que
modernamente y en nuestra sociedad del progreso, se ha hecho
tremendamente importante. Al decir de algunas escuelas
psicológicas hay más comportamientos esquizoides
(desdoblamiento de la personalidad) de lo que podríamos pensar.

La teoría del profesor Ornstein está inspirada, a nuestro juicio en


las obras de Idries Shah, divulgador del sufismo en Occidente, en
las cuales, ya sea de la mano de un cuento de Nasrudin como de
cualquier otro recurso a la parábola, el maestro sufí pone de relieve
las contradicciones de nuestra mente, con el objeto de que la
utilicemos para nuestro beneficio en lugar de estar siempre a su
servicio, somatizando en nuestro cuerpo el resultado de esas
contradicciones.

Probablemente el estudio de la estructura cerebral de la persona


con la ayuda del simbolismo astrológico sea objeto de un posterior
libro, pero de momento se nos ocurre pensar inmediatamente en las
indicaciones que los significadores astrológicos de mentalidad y
pensamiento pueden aportarnos en la profundización de esta y de
otras teorías acerca del estudio del cerebro. Tomando a Mercurio
como significador universal del pensamiento, o la Casa III como la
forma de comunicación y exploración personal y cotidiana, o la IX,
la exploración y la mente trascendente, etc., podríamos determinar
cómo es la compartimentación del cerebro de la persona cuya carta
natal estamos estudiando. Podríamos ver, si es tipo geminiano,
muchos compartimentos de parecida dimensión y ubicados sin
demasiado orden de valores, o de tipo capricorniano, estructurados
rígidamente según un plan, o jerarquizados y autoregulados en el
de un tipo sagitariano, o caóticos y dispersos en el pisciano, etc.

Y otro de los elementos interesantes de estudiar sería la conexión


entre tales compartimentos, suponiendo, como es lógico que no
todos están conectados entre sí y hay grupos de ellos que están
conectados a algún compartimento común y también que hay
compartimentos aislados, a los cuales solamente accede el cerebro
en circunstancias muy determinadas. Tal vez estos enlaces
conectores nos los dieran las regencias planetarias, el regente de las
casas III y IX, como casas de mentalidad, o los aspectos a sus
cúspides

Por último añadamos que esta teoría explicaría fenómenos como el


apuntado en el Anexo II, es decir el descubrimiento de traumas o
fijaciones psicopatológicas, muchísimo más comunes de lo que
creemos, compartimentos estancos ubicados en alguna parte de
nuestro cerebro que nos hacen reaccionar visceralmente ante este o
aquel estímulo; pensamos que nadie se libra de tener esos
compartimentos, y un análisis desenfadado y exento de miedo de
nuestra conducta cotidiana nos lo revelaría inmediatamente. En
realidad qué pueden ser esos compartimentos, ya que obviamente
no podemos hablar de separaciones físicas o "cajones" o "archivos"
ubicados en las circunvoluciones de nuestro cerebro, más bien
pensamos que debe tratarse de zonas o conjuntos de retículos
nerviosos capaces de almacenar memoria que en su día fueron
impresionados por algún acontecimiento puntual y sin duda muy
fuerte, y que ante la repetición de semejante acontecimiento, o
aunque solo sea su mención, o incluso de que algo nos recuerde su
olor, vuelven a reproducir los estímulos físicos que provocaron
aquel acontecimiento. Parece que estas grabaciones son mucho
más poderosas cuanto más temprana es la edad en que fueron
impresas, las fijaciones y los traumas infantiles son el pan de cada
día en las consultas de los psicólogos. El que nuestro cerebro
destine un lugar u otro para almacenar estas impresiones a lo mejor
ni es relevante ni cierto, puede ser que no exista un lugar físico,
aunque sea microscópico en el cual queden petrificados aquellos
acontecimientos o imágenes, como si pudiéramos librarnos de ellos
mediante una extracción quirúrgica, en el hipotético caso de que
pudiéramos localizarlos. Puede ser que tales grabaciones, o tales
conjuntos de grabaciones hasta formar un verdadero patrón de
conducta, es decir, tales compartimentos no estén en un lugar fijo
de nuestro cerebro, sino que hayan ido y vayan conformando su
estructura básica global, y que ésta funcione como una estructura
definida pero fluida cubriendo toda la masa encefálica según la
distribución que la neurología clásica asigna a las distintas
funciones que parecen repartirse en otras tantas regiones
cerebrales.

Sea cual sea la verdad de ese gran desconocido, el cerebro, lo


cierto, y fehacientemente constatado son las fijaciones
psicopatológicas, los traumas o impresiones de la infancia, los
complejos de Edipo, los modelos de culpabilidad, los patrones de
conducta, las contradictorias reacciones que producimos ante un
mismo fenómeno según las circunstancias en que ocurre, etc. Y la
experiencia de la terapia cotidiana, nos parece indicar que todos
esos factores desencadenantes están estructurados en unidades o
compartimentos que se comunican poco entre sí, de ahí
precisamente el hecho de la compartimentación: el ignorarse unos a
otros. Y probablemente el simbolismo astrológico, ínfimo mensaje
desgajado del saber de la antigüedad, pueda ayudarnos a predecir o
determinar como funciona el cerebro, o la compartimentación del
cerebro de nuestro consultante. Como decimos, su investigación y
recopilación estructurada en forma de libro, puede ser objeto de
nuestra siguiente aportación.

ALGUNA BIBLIOGRAFÍA ÚTIL.

- Bach, Edward. Curación por las Flores. Edaf.

- Bailey, E. H. The Prenatal Epoch.. (W. Foulsham, London,


1916)
- Blay, Antonio. Personalidad y Niveles Superiores de
Conciencia.

- Su Salud y la Astrología. Hadés.

- Cornell, H.L. Encyclopedia of Medical Astrology. Weiser

- Daath , Heinrich. Astrología Médica..Mercurio 3.

- Darling, H.F. Esseentials of Medical Astrology. AFA

- Dethlefsen y Dahlke. La Enfermedad como Camino.

- Dürkheim, K.G.Experiencia y Transformación. Sirio.

- Geza Back de Surany. Manual de Astrología Médica.

- Green y Sasportas. La Dinámica del Inconsciente. Urano.

- Jung, C. G. Psicología y Alquímia. Santiago Rueda.

- Naiman, Ingrid. La enfermedad del Cáncer..Mercurio 3.

- Ornstein, Robert. Evolution of Consciousness. Prentice Hall

- De Pablos, M. Dolores. Principios de Astrología General.


Carcamo.
- Santos, Demetrio. Interpretación Astrológica. Barath

- Sasportas, Howard. Las Doce Casas. Urano.

- Shah , Idries. The Commanding Self. (Octagon Press)

- Shulman. Los nodos Lunares y Reencarnación. Indigo,


- J. M. Spiegelman. Budismo y Psicología Junguiana. Indigo.

- Tierney, Bil. Dinámica y Análisis de los Aspectos. Mercurio 3

- Lupo, Vicente. Astrología y Realización Personal. Obelisco

- Lupo Vicente. Astrología y las Flores de Bach. Obelisco.

ÍNDICE.

Propósito Pag. 4
1. ¿Qué es la astrología, qué pretende? Pag. 10
2. ¿Qué es la enfermedad Pag. 16
3. Los Condicionamientos sociales Pag. 26
4. El Simbolismo Pag. 37
5. Significadores astrológicos Pag. 52
6. Análisis de los factores astrológicos Pag . 61
7. Estudios monográficos. El Cáncer. Pag 93
Anexo I. Aquí y Ahora Pag
Anexo II. El Saboteador. Pag.
Anexo III. EL Kybalion Pag.

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