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El estudio encontró que la prevalencia general de algún tipo de maltrato entre adolescentes y adultos jóvenes colombianos solteros víctimas de maltrato por parte de su pareja era de 82.6%. El maltrato psicológico fue el tipo de maltrato más común, seguido por el emocional, físico y económico. La dependencia emocional pasiva se ha relacionado con una mayor probabilidad de sufrir daños físicos y emocionales en las relaciones de pareja debido a la dificultad de poner

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El estudio encontró que la prevalencia general de algún tipo de maltrato entre adolescentes y adultos jóvenes colombianos solteros víctimas de maltrato por parte de su pareja era de 82.6%. El maltrato psicológico fue el tipo de maltrato más común, seguido por el emocional, físico y económico. La dependencia emocional pasiva se ha relacionado con una mayor probabilidad de sufrir daños físicos y emocionales en las relaciones de pareja debido a la dificultad de poner

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Un estudio realizado con adolescentes y adultos jóvenes colombianos solteros víctimas de al menos un

acto de maltrato por parte de su pareja (Rey-Anacona, 2009), encontró que la prevalencia general de
algún tipo de maltrato era de 82.6%, no existiendo diferencias estadísticamente significativas por sexo en
cuanto a dicha prevalencia. En este trabajo también se examinó los malos tratos físicos, psicológicos,
emocionales, sexuales y económicos, midiéndose estos últimos a través de ítems referentes a conductas
como "Forzar a la otra persona a depender económicamente del agresor, no dejándola trabajar o por
otros medios; ejercer control sobre los recursos financieros de la víctima o explotarla económicamente"
(p. 30), encontrando una prevalencia por cada tipo de maltrato de 22.4%, 81.1%, 31.5%, 8.3% y 18.2%,
respectivamente, no observándose diferencias por sexo en cada uno de ellos, excepto en los malos
tratos económicos, los cuales fueron más frecuentemente informados por los varones.

La violencia doméstica es estructural e institucional. Este tipo de violencia no es el resultado de casos


inexplicables de conducta desviada o patológica. Por el contrario, es una práctica aprendida, consciente y
orientada, producto de una organización social estructurada sobre la base de la desigualdad entre
hombres y mujeres8

8. Alberdi I, Matas N. La violencia doméstica. Informe sobre los malos tratos a mujeres en España.
Barcelona: Fundación La Caixa; 2002.

Este tipo de abusos se

presenta en todos los estratos socioeconómicos.

No obstante, parece que las mujeres en condiciones socioeconómicas menos favorecidas son

víctimas con mayor frecuencia de abuso psicológico y abuso físico por parte de la pareja, con

especiales implicaciones desde la perspectiva de

salud pública (20).

Vizcarra y Poo (2007)

encontraron presencia de agresión psicológica en

el 50% de estudiantes universitarios evaluados y

aproximadamente un cuarto reconoce haber

recibido violencia física, al menos una vez a lo


largo de la vida

muchas investigaciones han observado

que un considerable porcentaje de mujeres maltratadas después de abandonar a su pareja regresan con
ella (Aguirre, 1985; Anderson, 2003)

O`Leary (1981) y Walker (1979), que varios de los factores y subfactores del maltrato psicológico en la
pareja comienzan a manifestarse en las relaciones de noviazgo.

La teoría de la trampa psicológica (Strube,

1988), formulada inicialmente por Brockner y

Rubin (1985), se aplica a mujeres maltratadas

que no abandonan al maltratador. Según esta

teoría, al inicio del maltrato, las mujeres invierten muchos esfuerzos con el fin de que la relación de
pareja sea armoniosa. Cuando, en una

fase posterior, los episodios de maltrato aumentan en frecuencia e intensidad, la mujer puede

plantearse abandonar la relación. Sin embargo,

muchas de ellas creen que hay posibilidades de

que la relación mejore y, por ello, pueden invertir aún más esfuerzos para lograr su objetivo.

Asimismo, cuantos más esfuerzos y tiempo inviertan (y hayan invertido en el pasado) para

lograr una relación armoniosa, menor es la probabilidad de que se produzca el abandono de

la relación de pareja.

El maltrato doméstico, además de estar asociado a sintomatología depresiva, está relacionado con baja
autoestima en la mujer (McCauley

et al. 1995; Plichta, 1996; Campbell y Soeken,

1999; Amor et al., 2002)

las mujeres

maltratadas presentan niveles de autoestima más

bajos que las mujeres no maltratadas (Mitchell y

Hodson, 1983; Aguilar y Nightingale, 1994; McCauley et al., 1995; Orava et al.,1996). Por otra

parte, la baja autoestima supone un factor de

vulnerabilidad para el desarrollo de la sintomatología depresiva (Cascardi y O’Leary, 1992) y

una dificultad adicional para salir de la relación

de maltrato (Aguilar y Nightingale, 1994).

El maltrato psicológico tiene un impacto tan

grande en las víctimas como la violencia física

(O’Leary, 1999)

En cuanto a la prevalencia por cada tipo de maltrato analizado,

los resultados mostraron que el maltrato psicológico fue

el más común, triplicando prácticamente al emocional y

al físico y cuadriplicando casi al económico. El maltrato sexual, por su parte, no alcanzó al 10% de la
muestra

bajo estudio. Estos resultados se asemejan a los obtenidos

por estudios previos que han encontrado una prevalencia

más alta de violencia psicológica y menor en cuanto a la

violencia física y sexual (Vg., Muñoz-Rivas et al., 2007;

Sears et al., 2007


Si se considera

que la violencia durante el noviazgo podría predecir la

violencia marital (Browne & Herbert, 1997; Rodríguez,

Corral (2009) menciona que la violencia de pareja en jóvenes no ha recibido tanta atención en la
literatura como la violencia en parejas adultas, sin embargo, la violencia durante la relación de noviazgo
puede ser un pronóstico de violencia doméstica

La dependencia emocional de tipo pasivo o sumiso es más frecuente en las mujeres y está
caracterizada por la ansiedad (Mansukhani, 2013). La persona siente temor de ser aban-donada o
rechazada y adopta un papel sumiso en las relaciones interpersonales con el fin de evitar el rechazo y/o
abandono, por tanto, es proclive a estar en relaciones abusivas, ante su dificultad para terminar una.La
dependencia emocional pasiva se carac-teriza por excesivas demandas afectivas y estre-chas, baja
valoración de sí mismo, idealización de la pareja, necesidad imperiosa del otro, es-tablecimiento de
relaciones desequilibradas, abandono o modificación de planes propios para satisfacer a los otros,
miedo excesivo a la soledad y al desamparo, deseos de protección, desconfianza, comportamientos
de sumisión, pensamientos obsesivos en torno a la pareja, ce-los, búsqueda de seguridad, exclusividad
sexual y afectiva, además de creencia en los mitos o estándares románticos de la sociedad (Méndez,
Favila, Valencia, & Díaz-Loving, 2012; Tiscare-ño & Velázquez, 2011).

La dependencia emocional pasiva se ha relacionado con la aparición de daños físicos y


emocionales, ya que estas personas creen que amar es ofrecerlo todo, por tanto, justifican las conductas
de la pareja de manera idealizada y suelen tener celos irreales ante la ansiedad de perderle. Su
autoestima disminuye y se aferran a la relación, sin ser capaces de terminarla (Massa, Pat, Keb, Canto, &
Chan, 2011)
la dependencia emocional pasiva engloba dos factores principales:1. Ansiedad por separación.
Engloba las ex-presiones de miedo, preocupación, ansie-dad o angustia excesivas que se producen ante
la posibilidad de disolver la relación, debido a distanciamientos temporales que activan
pensamientos de abandono y de soledad.2. Expresiones límite. Describe expresio-nes o conductas que
anteceden o que son impulsos de autoagresión, que son vistas como estrategias de aferramiento para
evitar la pérdida.El estudio de la dependencia emocional se ha abordado desde diferentes perspectivas
teóricas.

un estudio realizado en México por Oropeza (2011) encontró que, en el caso de las mujeres, el temor
a la separación, y, en los hombres, la necesidad de afecto, están relacionados con la violencia
psicológica y sexual. Ambos grupos consideran que la pareja es la única que les brin-da apoyo y prefieren
dejar de realizar sus activi-dades diarias por estar con ella; además, explica que ambos sexos pueden
mostrarse como per-

PSICUMEX10A. Del Castillo et al.sonas sumisas al utilizar la súplica, la influencia social y el autodesprecio,
susceptibles a la vio-lencia que ejerce su pareja

Maltrato psicológico. Cualquier acción dirigida a: a) controlar, restringir los movimientos o vigilar a la
otra persona; b) aislarla socialmente; c) desvalorizarla, denigrarla, humillarla o hacerla sentir mal consigo
misma; d) hacer que otros se pongan en su contra, acusarla falsamente o culparla por circunstancias
negativas; e) obligarla a ir en contra de la ley o de sus creencias morales y/o religiosas o f) destruir su
confianza en sí misma o en la pareja

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