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Formas de Gobierno

El documento describe tres formas tradicionales de gobierno de la iglesia: la forma jerárquica o episcopal, la forma representativa/federal o presbiteriana, y la forma congregacional. La forma episcopal otorga autoridad al obispo sobre la iglesia, mientras que la forma presbiteriana distribuye el gobierno entre presbíteros y sínodos. La forma congregacional enfatiza la independencia y autonomía de cada iglesia local. El documento analiza evidencia bíblica a favor y en contra de cada forma, así como sus ventaj

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Formas de Gobierno

El documento describe tres formas tradicionales de gobierno de la iglesia: la forma jerárquica o episcopal, la forma representativa/federal o presbiteriana, y la forma congregacional. La forma episcopal otorga autoridad al obispo sobre la iglesia, mientras que la forma presbiteriana distribuye el gobierno entre presbíteros y sínodos. La forma congregacional enfatiza la independencia y autonomía de cada iglesia local. El documento analiza evidencia bíblica a favor y en contra de cada forma, así como sus ventaj

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Eclesiología

Formas de gobierno de la “Iglesia”


I. Introducción:
¿Cómo debe gobernarse la iglesia? ¿Cuál es la forma prescrita por las
Escrituras? Por un lado, desde la Reforma han existido tres formas de gobierno eclesial. Cada
una de ellas reclama ser bíblica. Por otro lado, las iglesias contemporáneas están haciendo
cambios y formulando nuevas formas de gobierno acordes a las demandas actuales. A
continuación observaremos generalidades de cada propuesta.

II. Formas de gobierno tradicional:


1. La forma Jerárquica o Episcopal
1.1. El concepto:

Dentro del protestantismo este modelo modifica al católico romano, en el sentido de que
elimina al papa pero permanece un episcopado jerárquico que ejerce la autoridad. Proviene
del griego epis/scopos que significa “vigilante, sobreveedor u obispo”. Consiste en el
derecho del obispo de consagrar y ordenar a otros obispos, sacerdotes y diáconos. Esto
implica la sucesión de obispos y el dominio del obispo sobre los otros ministros
subordinados, además de la autoridad sobre los laicos. El obispo gobierna sobre la iglesia.
Así enseñan la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia Anglicana y la Iglesia
Episcopal. Otros grupos que abogan por esta forma de gobierno pero sin otorgar validez a la
sucesión apostólica de los obispos son los metodistas y las Asambleas de Dios.

1.2. Evaluación del concepto:

1.2.1. Evidencia a favor:

El obispado como centro de la iglesia parece haber sido practicado en la iglesia


apostólica. Se reconoce el liderazgo de Pedro, Santiago y Juan en aquella. De esta
manera, es posible hallar ciertas características de obispado en el NT. En el concilio de
Jerusalén (Hch. 15), vemos a Jacobo (Santiago) fungiendo como líder principal. Pablo,
por su parte, lo reconoció como apóstol y columna de la iglesia (Gál. 1:19; 2:9). Puede
notarse que al regreso de su viaje, Pablo va directamente a una reunión con Jacobo y
todos los ancianos de la iglesia de Jerusalén (Hch. 21:17-18).

1.2.2. Evidencia en contra:

No parece haber diferencia entre el oficio de obispo y el de anciano. Los términos


parecen usarse sinónimamente para un mismo oficio. Santiago no era un obispo con
autoridad sobre los demás sino más bien era el que presidía la reunión (Hch. 15). No
obstante, en esa reunión la decisión no fue de uno sino de todos (Hch. 15:22, 16:4).
Santiago, siendo el pariente más cercano del Señor (Gál. 1:19) por la solidaridad familiar
con Jesús, por su carácter justo y por ser un hombre de oración, era quien guiaba el
Formas de gobierno de la “iglesia” 2

concilio.
No se instruye sobre la sucesión apostólica en el NT. Es más, cuando el Señor comisionó
a sus apóstoles no incluyó instrucción alguna sobre la sucesión apostólica (Mr. 3:14-19).
En la Iglesia primitiva esta práctica apareció recién hasta el siglo II. El NT no dice que
sea necesario el ordenamiento para ser ministros. Los ancianos u obispos sucedieron a
los apóstoles pero no tomaron su puesto sino sólo su oficio. Su posición fue siempre
diferente a la de éstos.

La forma episcopal no explica de manera convincente la doctrina del sacerdocio


universal de los creyentes. Quizá esta sea su principal debilidad porque su ministerio
depende del clero ordenado. Los laicos pueden auxiliar al clero, pero nunca cumplen
cabalmente el ideal del NT, donde cada creyente utiliza sus dones espirituales para
realizar la obra del ministerio (Ef. 4:12).

Ventajas Desventajas

 Tienen una buena organización, que les  El poder reside principalmente en el clero.
permite estar en contacto con todas sus  Debido a la estructura jerárquica tan
iglesias locales. compleja se tiende a la burocracia.
 Hay elección y cambio de obispos  Los miembros laicos de la iglesia, en la
anualmente. práctica no tienen mayor poder de
 Todos los obispos son iguales y decisión.
comparten el liderato en la iglesia.

2. La forma Representativa/Federal o Presbiteriana


2.1. El concepto:

Este sistema comenzó con Calvino en Ginebra. Él afirmaba que la iglesia tiene cuatro
oficios: pastores, ancianos, maestros, diáconos. Fundamentó su estilo representativo del
presbiterianismo en Ro. 12:8; 1 Co. 12:28 y 1 Ti. 5:17. De esta manera, promovía paridad de
ministerios, autonomía de las iglesias locales, pero hubo control político del gobierno
también. Sobre todo, los lineamientos sinodales de los oficiales más altos se hacían por esta
vía. Las modernas iglesias presbiterianas, reformadas y otras de tradición calvinista siguen
este sistema, aunque no sean iglesias estatales.

El sistema consiste en que la iglesia es regida por presbíteros, ancianos, que representan el
gobierno de la iglesia. La iglesia local es gobernada por su cuerpo de ancianos o presbiterio.
El grupo de presbíteros forma el Sínodo. Este representa un área geográfica más extensa e
incluye a los presbiterios. El Sínodo sirve como tribunal de apelaciones en asuntos
eclesiásticos. A su vez, el grupo de sínodos forma el distrito. Los varios distritos forman la
asamblea general. Esta es la autoridad suprema de la iglesia y es responsable de la misión de
la denominación.

En la iglesia local el consistorio tiene un anciano gobernante, un anciano maestro y un pastor


Formas de gobierno de la “iglesia” 3

como oficial que preside. Los ancianos son elegidos por el consistorio y la congregación
gobierna no directamente sino a través de sus ancianos.

2.2. Evaluación del concepto:


2.2.1. Evidencia a favor:

El NT presenta que los ancianos fueron nombrados por los apóstoles (Hch. 14:23; Tito
1:5). Los apóstoles y los ancianos eran encargados de la Iglesia según el concilio de
Jerusalén (Hch. 15:4; 22-23). Había distinción de ministerio entre los ancianos (1 Ti.
3:4-5). Los pasajes que hablan de la ordenación de ministros implican el sistema federal.

Los defensores del sistema presbiteriano remarcan su orden, tolerancia a una limitada
autonomía de la iglesia local, fortaleza confesional y la insistencia en mantener
requisitos muy elevados para sus ministros. Estos son escogidos por la congregación y
están bajo la disciplina de ella, igual que todos los miembros. La ordenación faculta al
clero a dedicar tiempo completo a los ministerios que el laico entrenado sólo puede
desempeñar usando una parte de su tiempo.

2.2.2. Evidencia en contra:

La estructura organizacional no es del todo clara en el NT. El concilio de Jerusalén no


parece ser un ejemplo de autoridad organizada sino más bien una discusión interiglesias.
Por ejemplo: la discusión de participar de la iglesia de Antioquia no fue obligatoria sino
voluntaria; no hay prueba de que Jerusalén ejerciera autoridad organizada sobre las otras
iglesias. Pablo y Bernabé no fueron a recibir la doctrina del concilio sino a participar de
la discusión (Gál. 1:12). Todo lo anterior tiene gran importancia porque funcionó de esa
manera aunque los apóstoles estaban presentes. Por otro lado, no se debe confundir una
estructura organizada con la cooperación entre iglesias, producto del reconocimiento de
una unidad básica. La distinción de ministerios entre los ancianos no es clara (1 Ti.
5:17), aparentemente todos debían ser aptos para enseñar (1 Ti. 3:2; Tito 1:9).

Las Escrituras no contienen evidencia que apoye el concepto de una autoridad


eclesiástica sobre múltiples cuerpos locales de creyentes. El teólogo Louis Berkhof
reconoció este hecho y a la vez defendió al sistema presbiteriano: “La Biblia no contiene
un mandato explícito para que las iglesias locales de un distrito determinado formen una
unión orgánica. Tampoco nos proporciona un ejemplo de semejante unión. De hecho,
representa a las iglesias locales como entidades individuales sin ningún lazo externo”.1

La autonomía es evidente en la selección de diáconos (Hch. 6:3-5) y en el ejercicio de la


disciplina (1 Co. 5:5; 2 Tes. 3:6, 14-15). Parece que Pablo, Bernabé y Tito designaban
ancianos (Hch. 14:23; Tito 1:5), pero no existe respaldo bíblico para un sistema
jerárquico de ordenación. Además, en ningún lugar del NT los ancianos ejercen
autoridad sobre otras iglesias más allá de su propia asamblea local. Si bien es cierto que
el concilio convocado en Jerusalén incluyera apóstoles y ancianos, pero es probable que

1
Louis Berkhof, Teología Sistemática: 705.
Formas de gobierno de la “iglesia” 4

ésa fuera una excepción.

Ventajas Desventajas

 El sistema cuenta con una base  La congregación no es independiente.


democrática. Por el contrario, depende de un sistema
 Puede resolver sus problemas con ayuda bastante complejo.
desde afuera (claro está, siempre dentro  No puede tomar sus propias decisiones.
de la misma organización).  El consistorio puede dominar la situación
 Evita fácilmente la falsa doctrina. de acuerdo a sus intereses.

3. La forma Congregacional
3.1. El concepto:
El sistema congregacional se basa en la independencia y autonomía de la iglesia local. Todos
los miembros de la iglesia, por ser creyentes, se ven como “sacerdotes de Dios”. El gobierno
congregacional representa la forma más temprana de orden eclesiástico. Los
congregacionales afirman que Cristo es su única cabeza y es él quien gobierna a través del
Espíritu Santo, inspirando las decisiones del pueblo congregado. Algunos ven aquí una
forma democrática de gobierno.

Existen dos tipos de gobierno congregacional. Uno que podríamos llamar congregacional
completo y otro parcial. El completo estaba representado en la Reforma por los anabautistas,
quienes practicaban un sistema autónomo de gobierno de las iglesias locales. En este sistema
congregacional completo, la iglesia local decide todos sus asuntos por aprobación de sus
miembros.
Por su lado, el congregacionalista parcial fue desarrollado en la Iglesia Luterana de
Alemania. Hay paridad de ministerios y cierta autonomía de las iglesias locales, pero hay
control político del gobierno sobre todo en lo que se refiere a ministros y superintendentes.
Esta forma es la que funciona en las iglesias luteranas de los Estados Unidos donde no hay
control estatal.
En término generales, con todo, diríamos que en las iglesias congregacionalistas la autoridad
de la iglesia está en cada iglesia local como una unidad autónoma sin ninguna organización
arriba de ella aparte de Cristo, la cabeza. La autoridad es encomendada a sus miembros.
Ellos eligen a sus ministros y a los ancianos. La autoridad de este liderazgo descansa en su
relación con la congregación. Los oficiales no tienen más autoridad que cualquier otro
miembro. Los ancianos son supervisores generales; los diáconos llevan el ministerio con
servicio; el pastor tiene el ministerio de la Palabra. Casi todos los asuntos que afectan a la
vida de la congregación se deciden por votación.

3.2. Evaluación del concepto:


3.2.1. Evidencia a favor: El NT no enseña que haya una organización eclesiástica
mayor que la iglesia local. Los puestos administrativos no tienen ningún poder fuera de
la iglesia local. La autoridad para la disciplina descansa en la iglesia misma (Mt. 18:15-
Formas de gobierno de la “iglesia” 5

17; 1 Co. 5:5; 2 Tes. 3:6, 14-15; 2 Co. 2:6-7). Parece haber elección en el nombramiento
de los líderes (Hch. 6). La responsabilidad por la doctrina sana y su práctica en la iglesia
recae sobre la iglesia entera (1 Jn. 4:1; 1 Tes. 5:21; 1 Co. 11:23).

3.2.2. Evidencia en contra: La Iglesia no es estrictamente una democracia. La cabeza


de la Iglesia es Cristo. Aunque todos tenemos dones (1 Co. 1:7) y todos tenemos el
Espíritu Santo (1 Co. 6:19), debemos reconocer que no es nuestra voluntad sino la del
Señor la que la Iglesia debe hacer.
La crítica mayor que se le hace al sistema congregacional se centra en el abuso de la
independencia al grado de tener en poco la unidad de la iglesia más allá de su
manifestación local. En ciertos casos podría favorecer el aislacionismo y la atomización
de la iglesia local.
El sistema congregacionalista completo casi no se practica porque en ese caso la
congregación tendría que deliberar cada decisión y después votar. Lo cual hace muy
burocrática la organización e imposible de cumplir en congregaciones grandes.
Ventajas Desventajas

 La iglesia local es totalmente  Tiene peligro de caer en la falsa doctrina


independiente (de acuerdo al enfoque y el aislamiento.
bíblico).  Las decisiones que se toman como
 El ministerio se puede desenvolver mejor congregación, no siempre son las
sin presión exterior. mejores (¿democracia?).
 Los miembros participan en las  Los líderes no tienen mayor poder de
cuestiones eclesiásticas. decisión.
 Todos los ancianos son iguales y  La elección de ancianos dentro de este
comparten el liderato de la iglesia (no hay sistema de gobierno suele ser vitalicia,
un solo pastor). Trabajan en equipo. por tanto, no hay lugar para muchos
 El hecho de que el ministerio pastoral cambios.
este diluido en la congregación, permite  La carencia de un pastor puede hacer
que el sacerdocio universal de los que en cierta forma no haya un líder que
creyentes sea ejercido de mejor manera. trasmita la visión a la congregación.
 En este tipo de gobierno la función de los
ancianos suele ser meramente
supervisora y gubernativa, no pastoral.
 Al fin de cuentas, no hay un líder que
asuma la responsabilidad.

En resumen: Los sistemas federal y congregacional contienen en sí mismos elementos bíblicos.


Aunque los dos sistemas tienden a excluirse mutuamente, es posible que una iglesia tenga una
estructura federal con la posibilidad de que ciertos asuntos sean tratados y decididos por los
miembros de la congregación. Recordando la enseñanza de Gene Getz, decimos que la Iglesia
del Nuevo Testamento tiene un énfasis marcado en las personas y no tanto en la organización.2
Por lo mismo, no encontramos un patrón de gobierno eclesial específicamente determinado.
Nuestro deber es escoger la forma de gobierno que más le haga justicia a la naturaleza de la
Iglesia de Cristo.
III. Formas de gobierno contemporáneas:
2
Véase Gene Getz, Refinemos la perspectiva de la iglesia (Miami, Fl.: Editorial Caribe, 1982): 104-99.
Formas de gobierno de la “iglesia” 6

1. El gobierno teocrático contemporáneo


1.1. El concepto:
1.1.1. En las iglesias celulares: Un ejemplo de este tipo de gobierno es el ejercido en la
mayoría de las iglesias celulares. Llamadas así, precisamente, por la estructura celular con la
que se administra el ministerio, las responsabilidades y la autoridad a lo largo y ancho de la
membresía.3
La estructura celular guarda casi siempre la siguiente jerarquía. 4 De ocho a diez personas
son atendidas por un líder de célula. De cinco a diez líderes de células son atendidos por un
supervisor. De cinco a diez supervisores son atendidos por un pastor de zona, y de cinco a
diez pastores de zona son atendidos por un pastor de área o distrito. Los pastores de zona,
pero sobre todo, los de distrito tienen contacto directo con el pastor general.
Por lo que se puede apreciar, al final, toda la autoridad converge en el líder o pastor general.
Esto refleja una tendencia contemporánea entre las iglesias crecientes. Sus pastores han
descubierto que, si bien, el modelo del Nuevo Testamento es el del liderazgo múltiple, cada
equipo de liderazgo eclesiástico es presidido por uno de sus integrantes. Este estilo de
liderazgo múltiple, dirigido por un miembro del equipo es llamado en la actualidad liderazgo
teocrático, es decir: “…el gobierno y la autoridad de Dios a través de un liderazgo plural que
la Biblia llama “ancianos”, con un anciano director, pastor general u hombre clave, quien es
el líder del equipo de liderazgo”. 5

3
La Iglesia Comunitaria de Willow Creek, la más grande de América del Norte, es una iglesia. La Iglesia Elim
de San Salvador, la más grande en América Central, es una iglesia celular. La iglesia Bíblica Vida Más Profunda de
Nigeria, la más grande del continente africano, es una iglesia celular. La Iglesia del Evangelio Completo, en Corea del
Sur, la más grande de Asía y del mundo entero, es una iglesia celular (en 1994, esta iglesia rebasó los 750,000
miembros con más de 25,000 células. Karen Hurston, Crecimiento de la iglesia más grande del mundo (1996): 204).
Diecinueve de las veinte iglesias más grandes del mundo son iglesias celulares.
4
Hoy en día, la estructura celular más completa se compone de tres elementos: célula, congregación, y
celebración, aunque muchos dan énfasis prioritario a la primera y a la tercera, es decir, a las células y a la
celebración. Una congregación es un grupo de entre 100 y 250 personas que, además de ser parte de alguna célula,
se agrupa con el fin de establecer lazos fraternos más abiertos, menos íntimos y más misionales. En las iglesias
celulares puras, las congregaciones se componen de la agrupación de no más de veinticinco células para reuniones
especiales o actividades conjuntas. En ambos casos, las congregaciones siempre tienen un pastor que las supervisa y
coordina guardando las líneas de comunicación, autoridad y responsabilidad a través de la jerarquía celular. La
reunión de celebración se lleva a cabo de manera semanal. Sin embargo, cuando la iglesia llega a crecer demasiado,
es imposible que todos sus miembros se reúnan a la vez. Algunas iglesias con estas características hacen
preparativos para reunirse esporádicamente en estadios, coliseos y otros ambientes multitudinarios para albergar a su
gente cuando menos una o dos veces al año.
Para considerar todos los detalles en cuanto a teología, significado y práctica de las células, celebración y
congregación, así como de todo el sistema celular, vea las obras de C. Peter Wagner, Su iglesia puede crecer (1980):
120-35; Juan Carlos Miranda, Manual de iglecrecimiento (1985): 62-63; David Yonggi Cho, Secretos del
crecimiento de la iglesia (2000): 171-86; Dale E. Galloway, Visión 20/20 (1996): 129-87, Carl F. George, Prepare
Your Church for the Future (1992); David Yonggi Cho, Los grupos familiares y el crecimiento de la iglesia (1981);
Joel Comiskey, La explosión de los grupos celulares en los hogares (2000); Larry Stockstill, La iglesia celular
(2000); pero sobre todo, la obra de Ralph Neighbour Jr., Where Do We Go From Here, 2ª edición (2000).
5
Frank Damazio, Effective Keys to Successful Leadership (1993): 6. Este tipo de liderazgo es llamado
teocrático por tres razones: (1) porque depende del llamamiento divino personal con el propósito de que un siervo
dirija al pueblo de Dios; (2) porque una de las funciones explícitas del líder que lo desempeña es la de buscar
Formas de gobierno de la “iglesia” 7

1.1.2. En las iglesias apostólicas: Este tipo de gobierno teocrático parece ser seguido
por las iglesias adheridas al movimiento de la Nueva Reforma Apostólica,6 donde el líder o
pastor principal es considerado el apóstol de dicha organización. A este modelo se une la
implementación de las redes apostólicas compuestas por iglesias locales (congregaciones)
que, por una razón u otra, voluntariamente deciden afiliarse con la red. En este caso, los
pastores de las iglesias locales se relacionan personalmente al apóstol, quedando bajo su
supervisión.7

En el nuevo pensamiento apostólico, la confianza recae en los individuos, no en las juntas,


comités, equipos o concilios. Las redes se levantan o caen de acuerdo a las relaciones
personales, y la relación más crucial en una red es la relación de los pastores individuales
con el líder apostólico.8 Debido a la tarea de supervisión por parte del apóstol, el número de
iglesias locales que forman la red debería ser limitado. De lo contrario no se lograría el fin
esperado con la adhesión a dicha red. Lo que se sugiere es de 50 a 150 congregaciones o
iglesias locales por red.9 Claro está, que este número de iglesias locales obedecerán al
apóstol que gobierna y supervisa sobre toda la red.

1.2. Evaluación del concepto:


1.2.1. Evidencias a favor: Aunque muchos han dicho que el ministerio a través de
grupos o células es un principio del crecimiento, se debe reconocer que es un
procedimiento, es decir que sólo es una manera de hacer las cosas. Los que proponen
este tipo de procedimiento con su manera particular de gobierno sostienen que este es el
más bíblico, histórico y universalmente comprobado por su eficacia para cumplir la
misión de la iglesia.

El registro bíblico más antiguo en cuanto a delegación de autoridad y responsabilidades


aparece en Éxodo 18:13-26. La manera que Moisés adoptó para delegar, siguió un patrón
ascendente, donde diez personas eran atendidas y supervisadas por un líder electo por
sus virtudes, luego, cinco de estos eran supervisados por otro más capaz, y dos de estos,
por otro, y diez de estos últimos, por uno superior, y ellos, por fin, por Moisés mismo.
Esto dio excelentes resultados para el pueblo de Israel durante los años del Éxodo (Dt.
1:12-15).

La iglesia primitiva siguió un patrón similar, pero a través de grupos en hogares.


Cuando los primeros cristianos vivían en Jerusalén, cada día celebraban reuniones en sus
hogares, y en el templo (Hechos 2:42-47; 5:42). Esto permitió la incorporación de los
miles de personas que llegaban a la fe de Cristo a la vida de la iglesia, y así, el

continuamente la dirección específica de parte de Dios para su congregación; (3) la persona que desempeña este tipo
de liderazgo, mientras vela por que todos rindan cuentas a un superior, mientras él mismo da cuentas a su equipo de
lideres colegas, en cierto sentido, él por estar al principio de la línea de autoridad, rinde cuentas directamente a Dios.
6
Se emplea aquí este título siguiendo el concepto trasmitido por Peter Wagner en Terremoto en la Iglesia:
34-55. Sin embargo, otros autores han adjudicado otros títulos a este movimiento: “los neocarismáticos”, “la nueva
ola”, “neopentecostales”, “iglesias posdenominacionales”, “iglesias neodenominacionales”, “iglesias del nuevo
paradigma”.
7
Véase Wagner, Terremoto en la Iglesia: 128-30.
8
Ibid, 131.
9
Ibid, 145-47.
Formas de gobierno de la “iglesia” 8

crecimiento explosivo nunca se detuvo.

Durante los primeros cuatro siglos, la iglesia cristiana no contó con edificios para
reunirse. Los únicos lugares donde se congregaban eran en casas. Cuando la persecución
se incrementaba, los grupos pequeños de creyentes se reunían a escondidas en cualquier
sitio posible. Esta estructura permitió que el cristianismo se regara como pólvora y que la
fe, llevada a la práctica y transmitida por todos los cristianos fuera expandida con
velocidad incendiaria.

Durante la historia de la iglesia, los movimientos que organizaban a los laicos en grupos
pequeños se multiplicaban rápidamente. Tal vez los mejores ejemplos en este sentido
fueron las órdenes monásticas, y el movimiento anabautista, el pietista, el moravo y
sobre todo el movimiento metodista.10 Pero el movimiento celular tal como hoy se
conoce y practica, a pesar de lo que muchos dicen, tiene su origen en Seúl, Corea del
Sur, en el seno de la iglesia del pastor Yonggi Cho a principios de la década de los
sesenta.

Como se puede apreciar, esta estructura permite la fluidez en todo nivel en tres vías: la
de comunicación, la de transferencia de autoridad, y la de rendición de cuentas con base
en la responsabilidad delegada. Otra ventaja de esta estructura es que permite que cada
persona comprenda la organización de la iglesia, y sepa que puede ascender al nivel
inmediato superior de acuerdo con su compromiso, el desarrollo de sus capacidades, y la
disponibilidad de tiempo. El espacio para ascender y ministrar nunca está cerrado. Por
el contrario, casi siempre está abierto y en espera de más líderes dispuestos a ascender.

Una de las características asombrosas de este tipo de iglesias es la abundancia de


voluntarios con las que cuentan. A esto se lo denomina el ministerio laico, lo que
contrasta significativamente con el concepto de iglesia cerrada donde los laicos tienden a
ser observadores pasivos mientras que los ministros tienden a ser los de adentro
sobrecargados de trabajo. La idea de dar por sentado que todo miembro de la iglesia es
un ministro brota de la Biblia (1 Pedro 4:10; 1 Co. 12:11-12). Esta dimensión de
múltiples ministerios permite la fluidez de una vida de cuerpo, donde la brecha entre
laico y clero se hace cada vez menos estrecha.

1.2.2. Evidencias en contra: Aunque los puntos a favor son varios, siempre se sigue
manteniendo una estructura jerárquica donde una persona es el gobernante máximo de
toda esta organización. En este caso, el pastor general o en su defecto el apóstol es
quien gobierna por encima de todos los demás. En este sentido, comenzando desde
arriba el gobierno siempre es descendente.

Las iglesias “fuertes” se caracterizan por altos grados de compromiso, disciplina y celo
misionero. Hay un fuerte liderazgo que hace altas demandas de sus miembros. El líder
10
Para conocer más detalles de la manera en que estos movimientos y muchos otros a lo largo de la historia
de la iglesia organizaron su avance por medio de grupos pequeños, Joel Comiskey ha escrito todo un largo capítulo
dentro de su disertación doctoral titulado “History of the Cell Movement” que se puede consultar por Internet en
http://members.tripod.com/celycecomiskey/small_group_research.htm. Además, vea de William A. Beckham el
capítulo 11 de su libro, A Second Reformation (1995): 115-21.
Formas de gobierno de la “iglesia” 9

carismático es obedecido sin muchos cuestionamientos. Se puede apreciar altos niveles


de absolutismo, conformidad y fanatismo. Hay muy poca tolerancia hacia la desviación o
para los que no están de acuerdo.11

Este tipo de liderazgo corre el riesgo de convertirse de teocrático en autocrático. Casi


siempre, este método de dirección consiste, pues, en que una sola persona delega y
comparte autoridad con otros líderes, o pastores, pero que conserva la palabra final en
asuntos decisivos. Algunas veces, cuando alguno no comparte la visión de este líder o no
está dispuesto a sujetarse a él, entonces, esa persona es animada a buscar otro campo de
ministerio.12 En las nuevas iglesias apostólicas el líder generalmente se rodea de un
pequeño grupo de gentes intensamente leales, capaces, entusiastas, con las cuales forma
un equipo estrechamente unido de liderazgo. El punto sobresaliente en este caso es que
los pastorados en este modelo de gobierno son vitalicios y son ellos mismos quienes
escogerán a sus sucesores. Con frecuencia el pastor principal que sale entregará la iglesia
a un hijo suyo.

La rendición de cuentas por parte del pastor principal o apóstol no es del todo clara.13 A
simple vista parece que no cuenta con ningún tipo de organismo humano a quien rendir
cuentas. Debido a su posición encumbrada en la estructura organizacional sólo le
corresponde rendir cuentas ante Dios. Lo cual parece ser una atribución especial que le
confiere la misma estructura jerárquica del gobierno teocrático.

2. Un caso de reforma a un estilo tradicional de gobierno:14


Se tomará aquí como modelo a la Iglesia Bautista del Centro (IEBC) de Buenos Aires por
ser ésta una de las iglesias más antiguas de Argentina y de doctrina tradicional.15 Hasta el año
1986, la IEBC era una iglesia relativamente moderada en su tamaño y en su nivel de
crecimiento numérico. Según las estadísticas contaban con una feligresía de 239 miembros
registrados, sin embargo, la asistencia al culto dominical llegaba apenas a 100 miembros.
Este clima de estancamiento cambió bruscamente con la constitución del nuevo equipo
pastoral conformado por los pastores Pablo Deiros y Carlos Mraida. Actualmente esta iglesia
ha incrementado su membresía en grandes proporciones hasta llegar a ser una megaiglesia. A
continuación trataremos de esbozar la manera en la que esta iglesia mediante un ministerio en
conjunto ha alcanzado semejante crecimiento.

2.1. Cambios propuestos:

11
Véase Wagner, Terremoto en la iglesia: 99-102.
12
Ibid., 101.
13
En su libro, Peter Wagner reconoce que este asunto de la rendición de cuentas por parte del apóstol es
espinoso. Pero algo queda claro, los líderes apostólicos no deben rendir cuentas a la congregación, tampoco a un
grupo de ancianos. Las únicas personas que podrían servir como regentes de un apóstol sería otro apóstol, ya que:
“las ovejas no disciplinan al pastor, los pastores disciplinan a los pastores”. Ibid: 102-105.
14
Para el presente estudio se seguirá el trabajo realizado por In Sink Hong, ¿Una Iglesia Posmoderna?
(Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2001). Esta obra fue el resumen del estudio de campo y tesis que presentara para
optar al doctorado en el Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDET).
15
La Iglesia Evangélica Bautista del Centro (IEBC) de Buenos Aires fue fundada en 1883 por el pastor suizo
Pablo Besson.
Formas de gobierno de la “iglesia” 10

2.1.1. Cambio de estructura del ministerio pastoral: Trabajar en una estructura de


múltiples ministerios a cargo de varios ministros ordenados (no necesariamente pastores).
Los dos pastores, Deiros y Mraida, definen esto como una estrategia esencial para el
crecimiento. Para ellos es una multiplicación de capacidad, creatividad y visión.

2.1.2. Desarrollo de una autoridad y sujeción de acuerdo al NT: Según Deiros y


Mraida, una estructura organizativa y operativa de liderazgo abierto, que tiende a respetar la
iniciativa personal y a que los líderes actúen con cierta libertad, puede resultar en un
desorden destructivo. Más bien se requiere un alto grado de lealtad. La autoridad espiritual y
moral de los pastores debe ser merecidamente reconocida y respetada. Los líderes deben
sujetarse voluntariamente a la autoridad pastoral. Estas sujeciones son derivadas de
conceptos neotestamentarios en cuanto a la comprensión de dones y ministerios (1 Ti. 1:1-2;
4:6-16).

2.2. Estructura de los 90’s:

Los pastores Deiros y Mraida declaran que la iglesia se ve necesitada constantemente de la


reorganización de sus estructuras eclesiásticas y operativas para hacer frente y ser efectiva
ante situaciones cambiantes y desafiantes (es decir, frente a los cambios paradigmáticos
culturales del paradigma moderno al posmoderno).

La siguiente estructura organizativa de la iglesia fue la de 1990. El montaje de un equipo


ministerial en la iglesia fue la forma en que organizó su ministerio para el cumplimiento de
la misión. El ministerio estaba integrado por tres equipos: (1) el equipo pastoral; (2) el
equipo ministerial; (3) el equipo diaconal.

2.2.1. El equipo pastoral: es el que tiene la responsabilidad de designar los candidatos


para integrar el equipo ministerial y diaconal. Estos candidatos, presentados por el equipo
pastoral, deben ser aprobados por la asamblea de la iglesia. Actualmente el equipo pastoral
está integrado por dos pastores: Pablo Deiros y Carlos Mraida. Según los documentos
internos de la iglesia, se considera que los pastores son hombres llamados por Dios al
ministerio de la palabra. Son los responsables de presidir los servicios de adoración y
predicación, y el desarrollo general de la obra de la iglesia.

2.2.2. El equipo ministerial: está formado por un conjunto de ministros de la iglesia a


través de los cuales ésta se organiza para el cumplimiento de la misión. Los ministros son
responsables de áreas específicas. Según la definición que tiene la IEBC, los ministros son
aquellas personas con un claro llamado de Dios. Es importante señalar aquí, que existe una
gran diferencia entre el llamado de Dios a los creyentes y a los líderes. Según la expresión de
Deiros, Dios llama a las personas para ser cristianos y servirle. Pero Dios llama a los líderes
para darles y mostrarles la visión. Posteriormente esta filosofía que “Dios da visión a los
líderes” conduce a una nueva concepción del poder de los líderes para discernir la voluntad
de Dios y del principio de sujeción a la autoridad superior.

2.2.3. El equipo de diáconos: está formado por hombres y mujeres llamados por Dios
Formas de gobierno de la “iglesia” 11

para una tarea de servicio pastoral orientada hacia el cuidado de la grey. Son los ayudantes
inmediatos de los pastores. Se ocupan especialmente del avance y estado espiritual de la
iglesia, del cuidado pastoral de los miembros, de la visitación pastoral regular, de la
preparación y distribución de la Cena del Señor en los cultos respectivos y a los miembros
impedidos de concurrir, de la revisión y actualización de la lista de miembros, de los
arreglos y decisiones referidas a las relaciones laborales del personal de la iglesia, de las
cuestiones disciplinarias en conjunto con el equipo pastoral, de la asistencia a los pastores en
casos de bautismos, sepelios, consejería pastoral y visitación, y de la evaluación y
recomendación de candidatos al bautismo y a la feligresía de la iglesia.

2.2.4. Grupo de diversos oficiales como secretarios de planeamiento: ellos servían


como asesores en cuestiones de planificación, organización, identificación de medios y
recursos, y estrategias de mediano y largo plazo. Además, participaban de las reuniones del
equipo ministerial de la iglesia con voz pero sin voto.

3.1. Cambios estructurales después de los 90’s:

La estructura organizativa y operativa de 1990, la cual estaba basada en tres equipos


principales, se ve reemplazada por una estructura más compleja posteriormente. Este cambio
de estructura se ve reflejada en la filosofía planteada por Deiros y Mraida:

En razón de que la iglesia continúa en su proceso de crecimiento, su estructura organizativa y


operativa está en permanente revisión y evaluación. En buena medida, el proceso de crecimiento se
explica también por la capacidad de la iglesia de ajustar su organización y acción según lo exijan las
circunstancias. Esta plasticidad es fundamental para una iglesia que quiere crecer, y la nuestra ha
dado muestras de una gran elasticidad en estos últimos años. Es posible que parte de la explicación
del crecimiento que el Señor no dio se encuentre precisamente en esta capacidad de la iglesia de
cambiar y ser receptiva a nuevas maneras de organizarse y operar.16

Las razones para una reforma a la estructura anteriormente planteada son: (1) una gran
expansión del número de miembros y de la dimensión física; (2) un cambio ideológico en
Deiros.

3.1.1. El área pastoral asistida por dos secretarías: estas dos secretarías son, la
secretaría de la iglesia y la de planeamiento. Este equipo pastoral ocupa el lugar más alto del
organigrama. Bajo la supervisión del equipo pastoral, la iglesia se divide en dos áreas: el
área ministerial y el área apostólica.17

3.1.2. El área ministerial se divide en dos equipos, el ministerial y el diaconal: Según


la opinión de Deiros y Mraida, dentro de la estructura organizativa y operativa de la IEBC,
el equipo ministerial fue un factor muy importante y efectivo para el crecimiento de la
iglesia. En 1990 el equipo ministerial estaba compuesto por ocho ministerios, mientras que
ahora tiene diez ministerios específicos. El equipo diaconal, por su parte, presenta una

16
Documento interno Nº 28, “Una iglesia que crece”, sección “Estructura organizativa y operativa” (1991): 7;
citado en ibid., 54-55.
17
La expresión apostólica no aparecía en el organigrama de 1990. Es un nuevo concepto que fue adquiriendo
la iglesia a través del desempeño de los dos pastores principales.
Formas de gobierno de la “iglesia” 12

fisonomía mucho menor y simplificada en comparación con el equipo ministerial. En la


actualidad, el equipo diaconal está compuesto por siete diáconos mujeres y hombres. Su
principal función es visitar a los miembros de la iglesia, dirigir reuniones caseras y servir la
Cena del Señor.

3.1.3. El área apostólica se divide en dos, el equipo presbiterial y las iglesias locales:
Deiros entiende la labor apostólica como una especia de obispado, pero no en referencia
directa a una estructura jerárquica institucionalizada en la iglesia, sino como un concepto
funcional para levantar iglesias y, según su palabra, pastorear a los pastores. Por otro lado,
la IEBC se congrega en diferentes lugares como congregaciones locales. Es decir que es una
sola iglesia constituida por varias congregaciones, en diferentes lugares, y que reconocen
una misma visión, fe, práctica, misión y ministerio. Cada congregación local es autónoma
pero interdependiente con las demás como miembro de la IEBC. El equipo presbiterial está
compuesto por doce lugares de reunión: Villa Devoto, Berazategui, José León Suárez, Río
Gallegos, San Juan, Villa Borrego, Avellaneda, Caleta Olivia, Viedma y Leandro N. Alem.

Es curioso notar que aún esta estructura actual no es permanente sino temporaria, y debe
ser sometida a evaluación en cada nueva coyuntura de la vida de la iglesia. Siempre hay una
modificación estructural u cada nueva estructura debe ser evaluada a la luz del Nuevo
Testamento y conforme a su efectividad para el cumplimiento de la misión. Esta posibilidad
permanente de cambio estructural muestra su fuerte pragmatismo en el manejo de la labor
misionera, y hace perfilar la efectividad como un elemento fundamental para la evaluación
de la misión de la iglesia. Muy aparte de sus cambios estructurales, mediante un Documento
Interno de la iglesia afirma:
La IEBC—por razones de herencia histórica—se reconoce parte de la tradición bautista y, como tal,
coopera con la Alianza Mundial Bautista, la Convención Evangélica Bautista de la Capital Federal y
otras varias entidades fraternales y de cooperación bautistas.18

IV. Elementos indispensables desde el punto de vista bíblico y práctico:


Como se puede notar existe una gran variedad de formas de gobierno eclesiástico. Quizá esto se
deba a los escasos ejemplos de acción administrativa y estructura organizativa en la Biblia, y los
que aparecen varían grandemente. Sin lugar a dudas, a causa de esta falta de conformidad, estos
patrones y estructuras no pueden clasificarse como normativos. Sin embargo, de estos ejemplos
podemos extraer principios normativos de organización y administración. Veamos algunos
elementos indispensables para tener en cuenta en la estructura y organización eclesiástica.

1. Enfatizar las funciones de los gobernantes y sus respectivas cualidades.


1.1. Las funciones principales del pastor y de los ancianos son:
1.1.1. Proveer el cuidado pastoral a la grey (Hch. 20:28-31; 1 P. 5:1-3)
1.1.2. Enseñar la Palabra oralmente y con el ejemplo, animando, consolando, pero
también previniendo y corrigiendo.
1.1.3. Equipar a los santos para que ellos realicen la obra del ministerio (Ef. 4:11-13;

18
Documento interno, “Estructura misionera de la iglesia”: 2; citado en ibid., 60.
Formas de gobierno de la “iglesia” 13

2 Ti. 2:2).

1.2. El NT pone énfasis en la sabia selección del liderazgo de la iglesia local:


1.2.1. El carácter del líder es el requisito más importante (1 Ti. 3:2; 2 Ti. 2:1-2: Tito
1:5).
1.2.2. Tres preguntas claves para la selección del liderazgo:
¿Cuál es el principal objetivo del cuerpo de ancianos?
¿Cuáles son los requisitos mínimos?
¿Quién guardará la admisión al cuerpo de Cristo?

2. Reconocer que la pluralidad en el liderazgo es la enseñanza del NT.


2.1. Varios ancianos o pastores en cada iglesia local: Un grupo de siervos de Dios debe
levantarse para ejercer los ministerios de orar, guiar, enseñar, apacentar y proteger a la
congregación (Hch. 14:23; 20:17, 28; 1 Ti. 3:1; 5:17; Tito 1:5, 7).

2.2. Aquí también cabría la idea de un equipo pastoral: Un equipo es un grupo de


personas que se unen en comunión y armonía para cumplir con un propósito. El grupo de los
apóstoles que Jesucristo nombró, los diáconos en Hechos 6 y los equipos misioneros en el
mismo libro, son algunos ejemplos valederos.

3. Tres principios más…


3.1. Organizar para cumplir los propósitos de Dios para la Iglesia: La estructura
organizativa en la Biblia siempre se presenta como un medio para alcanzar un fin, y nunca
un fin en sí misma. Por lo tanto, el primer más importante principio bíblico de organización
es siempre desarrollar estructuras para la iglesia que puedan ayudar a alcanzar los objetivos
del Nuevo Testamento (cumplir con la Gran Comisión: “hacer discípulos”, “enseñar”, etc.).

3.2. Organizarse para satisfacer necesidades: La Iglesia del NT, no solamente organizó
por organizar. Más bien se organizó para satisfacer las necesidades que se presentaban (ej.:
Hch. 6).

3.3. Mantener sencilla y flexible la organización: Las pautas de organización que


desarrollan rigidez y “dureza de las categorías” están en peligro de ser tratadas como
autoritativas y absolutas. Esto no está bien. No tenemos la libertad de eternizar aquellas
cosas que Dios ha dejado en libertad de cambiar. “En un mundo que cambia tan rápidamente
como el nuestro”, el convertir en absolutas las cosas que no lo son garantizan el aislamiento
y la muerte de la iglesia institucional organizada”.19

Por otra parte, toda organización debe ser funcional, ha de ser tan simple como sea posible.
Las pautas organizativas complicadas frecuentemente se constituyen en un fin en sí mismas.
Una buena forma de probar su la simplicidad se ha perdido o no, es examinar si la estructura
está sirviendo para alcanzar los objetivos bíblicos.

19
Francis Schaeffer, La Iglesia al final del Siglo XX: 92.
Formas de gobierno de la “iglesia” 14

Fuentes consultadas

Danna, H. E. Manual de Eclesiología. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1987. (págs.


109-123)

Getz, Gene. Refinemos la perspectiva de la iglesia. Miami: Editorial Caribe, 1982.

Gómez Panete, José Luís. “El Gobierno de la Iglesia: modelos de gobierno y la Escritura”.
Alétheia 14, 2/1998. (págs. 29-47)

Harvey, H. La Iglesia: su forma de gobierno y sus ordenanzas. El Paso: Casa Bautista de


Publicaciones, 1961.

Hayes, Ed. La Iglesia, el cuerpo de Cristo hoy. Puebla: Ediciones las Américas, 2003. (págs.
153-157)

In Sik, Hong. ¿Una Iglesia Posmoderna? En busca de un modelo de iglesia y misión en la era
posmoderna. Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2001. (46-60)

Wagner, Peter C. ¡Terremoto en la Iglesia! La nueva reforma apostólica está sacudiendo la


Iglesia que conocemos. Nashville: Editorial Caribe-Betania, 2000. (83-157)

Yoccou, Raúl Caballero. Eclesiología: estudio de la Iglesia del Nuevo Testamento. Tomo I.
Buenos Aires: Ediciones Mentor, 1971. (págs. 135-154)

Libro de Gobierno de la Iglesia Evangélica Presbiteriana de Guatemala. Guatemala, s.f.

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