PRINCIPIOS BASICOS
Artículo 1.
Juicio previo y única persecución. Ninguna persona podrá ser condenada o penada, ni sometida
a una de las medidas de seguridad establecidas en este Código, sino en virtud de una sentencia
fundada, dictada por un tribunal imparcial. Toda persona tiene derecho a un juicio previo, oral y
público, desarrollado en conformidad con las normas de este cuerpo legal.
La persona condenada, absuelta o sobreseída definitivamente por sentencia ejecutoriada, no podrá
ser sometida a un nuevo procedimiento penal por el mismo hecho.
Artículo 2.
Juez natural. Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare
la ley y que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho.
Artículo 3.
Exclusividad de la investigación penal. El ministerio público dirigirá en forma exclusiva la
investigación de los hechos constitutivos de delito, los que determinaren la participación punible y
los que acreditaren la inocencia del imputado, en la forma prevista por la Constitución y la ley.
Artículo 4.
Presunción de inocencia del imputado. Ninguna persona será considerada culpable ni tratada
como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme.
Artículo 5.
Legalidad de las medidas privativas o restrictivas de libertad. No se podrá citar, arrestar,
detener, someter a prisión preventiva ni aplicar cualquier otra forma de privación o restricción de
libertad a ninguna persona, sino en los casos y en la forma señalados por la Constitución y las
leyes.
Las disposiciones de este Código que autorizan la restricción de la libertad o de otros derechos del
imputado o del ejercicio de alguna de sus facultades serán interpretadas restrictivamente y no se
podrán aplicar por analogía.
Artículo 6.
Protección de la víctima. El ministerio público estará obligado a velar por la protección de la
víctima del delito en todas las etapas del procedimiento penal. Por su parte, el tribunal garantizará
conforme a la ley la vigencia de sus derechos durante el procedimiento.
El fiscal deberá promover durante el curso del procedimiento acuerdos patrimoniales, medidas
cautelares u otros mecanismos que faciliten la reparación del daño causado a la víctima. Este
deber no importará el ejercicio de las acciones civiles que pudieren corresponderle a la víctima.
Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato acorde con su
condición de víctima, procurando facilitar al máximo su participación en los trámites en que debiere
intervenir.
Artículo 7.
Calidad de imputado. Las facultades, derechos y garantías que la Constitución Política de la
República, este Código y otras leyes reconocen al imputado, podrán hacerse valer por la persona a
quien se atribuyere participación en un hecho punible desde la primera actuación del procedimiento
dirigido en su contra y hasta la completa ejecución de la sentencia.
Para este efecto, se entenderá por primera actuación del procedimiento cualquiera diligencia o
gestión, sea de investigación, de carácter cautelar o de otra especie, que se realizare por o ante un
tribunal con competencia en lo criminal, el ministerio público o la policía, en la que se atribuyere a
una persona responsabilidad en un hecho punible.
Artículo 8.
Ámbito de la defensa. El imputado tendrá derecho a ser defendido por un letrado desde la
primera actuación del procedimiento dirigido en su contra. Todo imputado que carezca de abogado
tendrá derecho irrenunciable a que el Estado le proporcione uno. La designación del abogado la
efectuará el juez antes de que tenga lugar la primera actuación judicial del procedimiento que
requiera la presencia de dicho imputado.
El imputado tendrá derecho a formular los planteamientos y alegaciones que considerare
oportunos, así como a intervenir en todas las actuaciones judiciales y en las demás actuaciones
del procedimiento, salvas las excepciones expresamente previstas en este Código.
Artículo 9.
Autorización judicial previa. Toda actuación del procedimiento que privare al imputado o a un
tercero del ejercicio de los derechos que la Constitución asegura, o lo restringiere o perturbare,
requerirá de autorización judicial previa.
En consecuencia, cuando una diligencia de investigación pudiere producir alguno de tales efectos,
el fiscal deberá solicitar previamente autorización al juez de garantía.
Tratándose de casos urgentes, en que la inmediata autorización u orden judicial sea indispensable
para el éxito de la diligencia, podrá ser solicitada y otorgada por cualquier medio idóneo al efecto,
tales como teléfono, fax, correo electrónico u otro, sin perjuicio de la constancia posterior, en el
registro correspondiente. No obstante, lo anterior, en caso de una detención se deberá entregar
por el funcionario policial que la practique una constancia de aquélla, con indicación del tribunal
que la expidió, del delito que le sirve de fundamento y de la hora en que se emitió.
Artículo 10.
Cautela de garantías. En cualquiera etapa del procedimiento en que el juez de garantía estimare
que el imputado no está en condiciones de ejercer los derechos que le otorgan las garantías
judiciales consagradas en la Constitución Política, en las leyes o en los tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, adoptará, de oficio o a petición de parte, las
medidas necesarias para permitir dicho ejercicio.
Si esas medidas no fueren suficientes para evitar que pudiere producirse una afectación sustancial
de los derechos del imputado, el juez ordenará la suspensión del procedimiento y citará a los
intervinientes a una audiencia que se celebrará con los que asistan. Con el mérito de los
antecedentes reunidos y de lo que en dicha audiencia se expusiere, resolverá la continuación del
procedimiento o decretará el sobreseimiento temporal del mismo.
Con todo no podrá entenderse que existe afectación sustancial de los derechos del imputado
cuando se acredite, por el ministerio público o el abogado querellante, que la suspensión del
procedimiento solicitada por el imputado o su abogado solo persigue dilatar el proceso.
Artículo 11.
Aplicación temporal de la ley procesal penal. Las leyes procesales penales serán aplicables a
los procedimientos ya iniciados, salvo cuando, a juicio del tribunal, la ley anterior contuviere
disposiciones más favorables al imputado.
Artículo 12.
Intervinientes. Para los efectos regulados en este Código, se considerará intervinientes en el
procedimiento al fiscal, al imputado, al defensor, a la víctima y al querellante, desde que realizaren
cualquier actuación procesal o desde el momento en que la ley les permitiere ejercer facultades
determinadas.
Artículo 13.
Efecto en Chile de las sentencias penales de tribunales extranjeros. Tendrán valor en Chile las
sentencias penales extranjeras. En consecuencia, nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un
delito por el cual hubiere sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo a la ley
y al procedimiento de un país extranjero, a menos que el juzgamiento en dicho país hubiere
obedecido al propósito de sustraer al individuo de su responsabilidad penal por delitos de
competencia de los tribunales nacionales o, cuando el imputado lo solicitare expresamente, si el
proceso respectivo no hubiere sido instruido de conformidad con las garantías de un debido
proceso o lo hubiere sido en términos que revelaren falta de intención de juzgarle seriamente.
En tales casos, la pena que el sujeto hubiere cumplido en el país extranjero se le imputará a la que
debiere cumplir en Chile, si también resultare condenado.
La ejecución de las sentencias penales extranjeras se sujetará a lo que dispusieren los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encontraren vigentes.