Del curso: Mindfulness: Cómo conseguir una atención plena
Los beneficios del mindfulness y algunas aclaraciones
Del curso: Mindfulness: Cómo conseguir una atención plena
Los beneficios del mindfulness y algunas aclaraciones
Imagina que existe un invento, una silla médica innovadora con un sistema electrónico que se conecta al cerebro y el cuerpo humano. Los científicos demuestran que, si te sientas en ella durante muy poco tiempo, reduce el estrés, la presión arterial, la ansiedad, la depresión, la fatiga, el dolor físico, el riesgo de ataque cardíaco y embolia, el TDAH, el deterioro mental, la psoriasis, los atracones, la adicción a las drogas, la necesidad de fumar, la sensación de soledad, el asma, y los accidentes domésticos, entre otras cosas. También se ha demostrado que mejora el rendimiento bajo presión, la memoria, el estado de alerta, la concentración, el aprendizaje, la recuperación después de un trauma, el sistema inmunitario, la gestión de conflictos y las relaciones. La silla funciona con cualquier adulto, independientemente de su edad, su capacidad física o su cultura. Solo tienes que sentarte en la silla. Increíble, ¿verdad? Pues resulta que esta silla futurista ya existe. De hecho, valdría cualquier silla, o ninguna. No necesitas nada. Puedes practicarlo donde quieras, sin equipamiento especial ni suplementos, y es gratuito. La silla médica no es una silla: es la práctica de mindfulness, y es mejor que cualquier dispositivo hipotético, porque ya lo tienes en tu poder, junto con todo lo que necesitas para utilizarla. En este curso veremos cómo hacerlo, pero primero es importante dejar claros algunos aspectos. La atención plena no exige que sigas a un líder o profeses una creencia particular. Está abierta a cualquier religión, fe u orientación espiritual, y también a aquellos sin este tipo de filiación. Sus orígenes se remontan a las prácticas budistas antiguas, integra la sabiduría perdurable de una variedad de tradiciones, tanto orientales como occidentales. La ciencia ha validado y demostrado minuciosamente que las prácticas que veremos producen resultados positivos. Tanto si eres del este, del oeste, joven, viejo, espiritual, científico… Seas quien seas y estés donde estés, la atención consciente es para ti y funciona. La atención plena te encontrará donde quieras que la convoques. Puedes practicarla de manera individual cuando y donde quieras, en grupo, o si prefieres, ambas opciones. La puedes aplicar cuando la necesites, con un problema específico, como gestionar el dolor físico o antes de una reunión estresante; ejercerla como una práctica diaria con beneficios acumulativos, o las dos cosas. La puedes incorporar a tu fe espiritual, enfocarla como un método secular y validado científicamente para mejorar la calidad de la vida laboral y personal, o ambas. Es difícil imaginar una práctica más accesible que incluya a todos y aporte tantos beneficios de manera gratuita y sin riesgos ni aspectos negativos. En el camino hacia el mindfulness todas las puertas están abiertas, y, una vez que entras, se abren otras. Pruébalo, aunque sea un poco. Te ayudará a encontrarte a ti mismo y a los que te rodean. Si la atención plena fuera una nueva tecnología, sería el mejor invento. Quizás ya lo sea, dado que no es un avance tecnológico, sino una característica de la naturaleza humana, un distintivo de la humanidad que todos poseemos. Sin embargo, muchas veces no sabemos o nos olvidamos de que la poseemos, ya que se esconde en la respuesta estándar del cerebro a la vida moderna. No te escondas ni esperes más. Los beneficios que mereces no dependen de una silla milagrosa que alguien inventará algún día. Los beneficios son tu derecho inalienable, y reclamarlos no implica quitárselos a otro. De hecho, ayudará a que los demás también los encuentren.
Practica mientras aprendes con los archivos de ejercicios.
Descarga los archivos que el instructor utiliza para enseñar el curso. Sigue las instrucciones y aprende viendo, escuchando y practicando.