El candidato prorruso gana la primera vuelta de las presidenciales de Rumania
El ultraderechista y casi desconocido Calin Georgescu vence con el 22,9% de los votos frente al 19,7% de la periodista conservadora Elena Lasconi
Un populista de extrema derecha afín a Rusia y apenas conocido desató el domingo un cataclismo político en Rumania al ganar la primera vuelta de las elecciones presidenciales con el 22,94% —más de 2.117.000 votos—, tras el 99,5% de las papeletas escrutadas. La inopinada victoria de Calin Georgescu, antiguo miembro de la formación ultraderechista Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), ha generado estupefacción de la opinión pública que se pregunta cómo un candidato independiente sin respaldo de un partido ha acumulado tanto apoyo. Enfrente tendrá a la conservadora y periodista Elena Lasconi, que obtuvo el 19,7% de los votos. Hasta primera hora de la mañana del lunes los resultados parciales otorgaban el segundo puesto al socialdemócrata y primer ministro, Marcel Ciolacu, a quien las encuestas habían vaticinado de forma errónea una clara victoria. Finalmente, Lasconi cosechó dos décimas porcentuales más que el 19,5% que obtuvo el primer ministro.
El duelo entre el extremista Calin Georgescu, de 62 años, y la también alcaldesa de Campulung, Elena Lasconi, de 52 años, se dirimirá el próximo 8 de octubre, aunque el domingo antes se celebrarán las elecciones legislativas en plena conmoción electoral.
Las agencias de prensa rusas estatales incluso celebraron su resultado. La agencia TASS destacó que Georgescu “se muestra reservado sobre la pertenencia de Rumania a la OTAN y ha presionado de manera prudente por la normalización con Rusia”, mientras que Ria Novosti, otra agencia rusa, indicó que se trata de un candidato alineado con Moscú.
Nada más conocerse los sondeos a pie de urna que le daban en ese momento como tercero, Georgescu declaró: “Es un despertar de conciencia sorprendente”. Después, la sorpresa llegó para él mismo y para buena parte de la sociedad. El candidato considerado prorruso recalcó que “el pueblo rumano, cuando esté solo, ganará”. Georgescu tiene un discurso antieuropeo y nacionalista y rechaza que en el país pueda haber empresas extranjeras que exploten los recursos rumanos, el mismo tipo de mensaje que difundía el dictador comunista, Nicolae Ceausescu.
Lasconi, una antigua comunicadora de televisión de 52 años y alcaldesa de centroderecha de Campulung, una ciudad pequeña situada a 150 kilómetros de Bucarest, cuando pensaba que se disputaría la segunda vuelta con el primer ministro, el socialdemócrata Marcel Ciolacu, pidió estar vigilantes: “Gran atención en todos los colegios electorales, cada voto cuenta. Es esencial permanecer ahí y defender los votos de los rumanos”.
Tras conocer que Lasconi disputaría la segunda vuelta, su equipo de campaña advirtió a través de un comunicado: “La alegría viene con un ‘shock’ para millones de rumanos que ven que en la segunda vuelta encontramos un candidato que tiene la cara de Vladímir Putin, quiere que abandonemos la UE, tiene teorías fascistas y antisemitas”. El equipo de campaña incidió en que Lasconi se tomará en serio este peligro.
Los votantes del sexto Estado más grande de la Unión Europea en términos de población —unos 19 millones de habitantes— han virado en los últimos años hacia formaciones nacionalistas, como nunca antes había ocurrido desde la caída del comunismo hace casi 35 años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.