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El mejor documental del año ya está en Netflix: es imposible no llorar y se quedará para siempre en tu memoria

Uno de los estrenos biográficos de Netflix ya ha logrado el reconocimiento en su paso por festivales especializados. 

El mejor documental del año ya está en Netflix: es imposible no llorar y se quedará para siempre en tu memoria
Foto del redactor Enrique Luque de GregorioFoto del redactor Enrique Luque de Gregorio

Los documentales están de moda, sobre todo aquellos biográficos que giran en torno a figuras de la música y personajes por el estilo. Solo hace falta echar un vistazo a los estrenos de Netflix, Amazon Prime Video y demás plataformas para darse cuenta de ello. Sin embargo, de vez en cuando se cuelan entre ellos propuestas más originales, en ocasiones sin demasiada promoción detrás.

De hecho, acaba de llegar al catálogo de Netflix una de las iniciativas más conmovedoras de los últimos años, que antes de terminar allí ha logrado convencer en varios festivales internacionales, donde ha encadenado reconocimientos y premios. Además de centrarse en el drama humano de un joven, también toca temas de máxima vigencia en estos momentos. 

El documental de Netflix con el que todo el mundo acaba llorando

Si hubiese que elegir un adjetivo para definir el estreno de Netflix La singular vida Ibelin, probablemente ese fuera “emotivo”. Es la palabra que se repite una y otra vez entre todos aquello que hablan de él. Y precisamente eso, bastante de qué hablar, es lo que ya está haciendo, y seguramente continuará logrando, al menos durante los próximos meses, por diversos motivos.

Primero de todo está la dramática historia del joven en cuya vida se inspira. Todo gira en torno a la existencia de Mats Steen, un chaval noruego que nació con una grave enfermedad degenerativa, la cual obligó al muchacho a vivir confinado en una silla de ruedas desde corta edad. Dadas las circunstancias, Steen decidió dedicarse a una afición cada vez más de moda: los videojuegos.

En concreto, a través de uno de los grandes fenómenos de los últimos tiempos: World of Warcraft. Este título siempre ha destacado por ofrecer una propuesta en línea, en la que la comunidad de jugadores ha sido fundamental. A ella se sumó el protagonista del documental, que en su mundo digital cambió el nombre de Mats Steen por un alias virtual: Ibelin. 

Finalmente, el joven tristemente falleció a la temprana edad de veinticinco años y, cuando sus padres lo anunciaron en su blog, se vieron sobrecogidos por la respuesta de los usuarios al videojuego, que demostraron su reconocimiento y cariño a su compañero de aventuras. La historia ya es de por sí triste y emocional, pero igualmente tiene un trasfondo que da qué pensar. 

La soledad, los amigos (virtuales) y los videojuegos

La historia de La singular vida de Ibelin tiene un mensaje muy claro: como formar parte de una comunidad virtual pudo ayudar a alguien con series problemas en la vida real a encontrar un lugar en el que desafiar a su soledad, sus problemas de adaptación y todas las limitaciones físicas que su salud le provocaban en el mundo real. 

¿Hasta qué punto los mundos de videojuegos, chats o lo que sea de Internet pueden servir de refugio para escapar cuando el día a día (el auténtico, el físico) se vuelve un tanto insufrible, por la razón que sea? Se trata de un tema peliagudo, que ya se ha tratado en films como Ready Player One o Belle, pero claro, sin la carga dramática y real de La singular vida de Ibelin.  

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Etiquetas: Netflix