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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Las telecos de la UE afrontan un largo camino hacia la soberanía tecnológica

El sector sigue siendo muy dependiente de Silicon Valley en el desarrollo de la IA y la tecnología satelital

Cartel del 6G en el MWC 2025, en Barcelona.
Cartel del 6G en el MWC 2025, en Barcelona.Bruna Casas (REUTERS)

Los jefes de las telecos europeas se enfrentan a un largo camino hacia la soberanía tecnológica. Aunque la fiesta anual del sector estuvo llena de conversaciones sobre inteligencia artificial y nuevas aplicaciones satelitales, sigue siendo notoriamente dependiente de Silicon Valley para hacer realidad estas ofertas.

La IA fue claramente el tema principal del Mobile World Congress (MWC) de este año en Barcelona, que atrajo a unos 100.000 ejecutivos, vendedores y técnicos a la ciudad entre el lunes y el jueves. Ningún discurso de apertura o panel estuvo completo sin un guiño a la tecnología que los ejecutivos esperan que pueda desbloquear los beneficios después de años de estancamiento.

La IA podría ayudar a los operadores a gestionar las redes de forma más eficiente, aumentando así los márgenes, u ofrecer nuevos y atractivos productos para persuadir a los clientes de que paguen más. Sin embargo, eso también significa una mayor dependencia de la tecnología estadounidense, como lo demuestra la ola de alianzas con Silicon Valley anunciadas en el MWC. Deutsche Telekom, la mayor empresa de telecomunicaciones de Europa en términos de ingresos, presentó un nuevo teléfono con IA equipado con el asistente digital de Perplexity. Mientras, tanto Orange como Telefónica están experimentando con la nube de Amazon Web Services en su arquitectura de red.

En ningún lugar es esta dependencia más evidente que en el mercado de los satélites. La amenaza de Elon Musk de cortar el acceso de Ucrania a su banda ancha por satélite Starlink demostró lo importantes que son las redes de comunicaciones soberanas para Europa y sus aliados. El martes, Reuters informó de que Eutelsat, con sede en París, estaba en conversaciones con la UE para sustituir a Starlink en Ucrania. El precio de las acciones de la empresa ha subido alrededor de un 400% esta semana.

Pero hacerlo no será barato. Los terminales que conectan a los usuarios con la constelación OneWeb de Eutelsat cuestan hasta 10.000 dólares cada uno, más una cuota de suscripción mensual. Los terminales terrestres de Starlink cuestan algo menos de 600 dólares para los usuarios ucranianos, con unos costes de funcionamiento mensuales que nunca superan los 500 dólares.

La enorme diferencia de precio se debe a las economías de escala de Starlink y a los bajos costes de lanzamiento. Y la empresa tiene la vista puesta en las aplicaciones de consumo. En la sesión sobre satélites del MWC, que resultó tan popular que los asistentes que llegaron tarde tuvieron que hacer cola para entrar, un ejecutivo de ­Space­X dijo que el grupo había lanzado 500 satélites de conexión directa (D2D) el año pasado. Estos dispositivos están diseñados para transmitir señales a los usuarios de teléfonos móviles que se aventuran más allá del alcance de las redes terrestres.

Los compradores teóricos de estos servicios no son otros que las empresas de telecomunicaciones, que creen que existe una oportunidad de ingresos en la eliminación de las zonas muertas de cobertura. T-Mobile se ha asociado recientemente con Starlink para hacer pruebas D2D, al igual que la australiana Telstra.

Vodafone, por su parte, está probando la ruta que no sigue Musk: el lunes anunció la creación de una empresa de servicios por satélite de propiedad conjunta con AST SpaceMobile. La empresa tendrá como objetivo prestar servicios a los operadores de redes móviles en Europa. Que pueda competir con la filial de SpaceX depende en parte del lanzamiento puntual de la constelación de satélites de AST, previsto para este año y el próximo.

Como no podía ser de otra manera, una de las conferencias inaugurales corrió a cargo del presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos, Brendan Carr, que salpicó su discurso de elogios al nuevo presidente de su país. Los ejecutivos de las empresas de telecomunicaciones europeas probablemente se sienten algo más ambivalentes sobre su dependencia de los acólitos de Trump en Silicon Valley.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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