Telefónica vende su negocio en Argentina por 1.189 millones de euros a Telecom, controlada por el grupo Clarín y Fintech
El Gobierno de Milei advierte de que podrá frenar la operación para evitar que la nueva empresa concentre el 70% del mercado de telecomunicaciones del país
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Telefónica ha aprobado la venta de su negocio en Argentina por 1.245 millones de dólares estadounidenses (aproximadamente, 1.189 millones de euros al tipo de cambio actual) a Telecom Argentina, operadora participada mayoritariamente por el grupo Clarín y por el fondo Fintech, del empresario mexicano David Martínez. Se trata de la primera operación corporativa que rubrica el gigante español de las telecomunicaciones desde que en enero Marc Murtra asumiese la presidencia de la compañía, en sustitución de José María Álvarez-Pallete.
La firma y cierre de la transacción ha tenido lugar simultáneamente este lunes. “Esta operación se enmarca dentro de la política de gestión de cartera de activos del Grupo Telefónica, y está alineada con su estrategia de reducir gradualmente la exposición a Hispanoamérica”, ha señalado la multinacional española en un hecho relevante remitido a la CNMV.
El Gobierno de Argentina ha anunciado en un comunicado que someterá la operación a evaluación por parte del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNCD) para determinar si esto generaría un monopolio. De hecho, advierte que, de concretarse la compra, cerca del 70% de los servicios de telecomunicaciones quedarían en manos de un solo grupo.
“Esta adquisición podría dejar aproximadamente 70% de los servicios de las telecomunicaciones en manos de un solo grupo económico lo que generaría un monopolio formado gracias a décadas de beneficios estatales que recibió dicha empresa de ser así el Estado Nacional tomará todas las medidas pertinentes para evitarlo”, señaló el comunicado oficial del Gobierno argentino.
A diferencia de lo que ocurre en España, el veto de las autoridades argentinas se puede traducir en la imposicion de condiciones al comprador, a quien puede forzar a vender activos a sus competidores, sobre todo en telefonía móvil. Pero, en principio, no afectarían a Telefónica que, como señala en el hecho relevante, ya ha materializado la venta y cobrado por la misma. El mercado argentino está más concentrado que el español en manos de dos operadores, Telecom y Telefónica. Entre ambas, controlan un 50% de la banda ancha y cerca del 70% de la telefonía móvil. Muy lejos les siguen Claro del consorcio América Móvil de Carlos Slim y Telecentro. La operación, por tanto, consolida el liderazgo de Telecom.
Financiación
Para financiar la operación, Telecom ha contado con préstamos de varios bancos, entre ellos Deutsche Bank, Santander, BBVA e Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) por 1.170 millones de dólares. BBVA también fue el asesor de la transacción.
El grupo español, que estaba presente en Argentina desde 1990, había encomendado la venta de su negocio en Argentina hace escasas semanas a JP Morgan y al despacho de abogados Latham&Watkins, dentro de su estrategia de desinvertir en el subcontinente hispanoamericano. Paralelamente, está pendiente de conseguir los ultimos permisos regulatorios para la venta de la filial colombiana cerrada con la luxemburguesa Milicom por 370 millones de euros. Y también ha encomendado a JP Morgan desprenderse de México, tal y como publicó este periódico.
Por su parte, Telecom Argentina remitió un comunicado señalando que continuará desarrollando la infraestructura digital del país e incrementará la cobertura de la banda ancha fija y móvil, y acelerará el despliegue de fibra óptica y el 5G.”La operación aprovechará la complementariedad territorial y de clientes de ambas empresas y la mayor capacidad de inversión, posibilitando que sus soluciones tecnológicas y sus servicios tengan la misma calidad para todos sus clientes sin importar en qué zona se encuentren. Esto le dará al mercado argentino estándares internacionales y fortaleza competitiva en términos de velocidad, ancho de banda y confiabilidad de red”, afirmó el operador.
Para Telecom, la operación se produce en un marco de “creciente consolidación de la industria de telecomunicaciones en el mundo, que experimenta grandes transformaciones entre las que se incluyen la aparición de nuevos actores y tecnologías trasnacionales, la demanda de capacidad y el uso intensivo de redes por parte de grandes plataformas globales, y la necesidad de articular sinergias de infraestructura y servicios para satisfacer un tráfico que se incrementa exponencialmente”.
El operador está participado en un 40% por la sociedad CVH, de los accionistas del grupo Clarin, y otro 40% por Fintech , del empresario David Martínez, mientras que el restante 20% cotiza en Bolsa. Telecom Argentina posee una base de 21,4 millones de líneas móviles, 3,2 millones de abonados a televisión por cable y 4 millones de acceso de banda ancha a Internet. De ser autorizada la compra, entonces Telecom tendría unos 41,4 millones de clientes de telefonía celular en el país, de un total de 62 millones de líneas, según cifras del Enacom.
Desinversión en Latinoamérica
La desinversión de activos en Latinoamérica se puso encima de la mesa ya en el anterior Plan Estratégico de Telefónica 2019-2022 y se reafirmó en el último plan GPS 2023-2026, aunque hasta el momento solo se habían conseguido vender las filiales centroamericanas. El anterior presidente, José María Álvarez-Pallete, encomendó en 2020 la venta del negocio en Hispanoamérica mediante la creación de la filial Telefónica Hispam, encabezada por la directora financiera, Laura Abasolo. Quedó fuera de esos planes, el negocio en Brasil, considerado como uno de los cuatro mercados estratégicos junto a España, Reino Unido y Alemania.
Con la venta de Argentina, la compañía da un paso adelante en esta estrategia. Además de la oferta de la operadora controlada por Clarín, Telefónica también recibió ofertas del grupo francés Iliad, el magnate mexicano Carlos Slim, los estadounidenses Liberty y los inversores argentinos Werthein y Olmos, según publicó el diario La Nación. El objetivo de todo ello es reducir la deuda de la compañía, de cerca de 29.000 millones de euros a cierre del tercer trimestre, así como asignar el capital a mercados y negocios más rentables.
Papel de Murtra
La hoja de ruta de Murtra pasaba por cerrar alguna de estas desinversiones antes de la próxima junta de accionistas, prevista para la próxima primavera, en la que se debe ratificar el nombramiento del nuevo presidente, según explican fuentes financieras. El nuevo presidente entabló en las últimas semanas rondas de reuniones con sus principales asesores y banqueros de inversión. El mensaje fue claro. Todas las operaciones corporativas pendientes siguen en marcha, incluso en algunos casos con más celeridad.
La cumbre con los accionistas adquiere una especial trascendencia por el relevo en la cúpula de la empresa, con la sucesión de Álvarez-Pallete por Murtra. Si bien el movimiento está casi asegurado, con el sí de sus tres principales accionistas (SEPI, Criteria Caixa y Saudi Telecom), un elevado voto en contra del free float (capital en el mercado) no es un escenario ideal para empezar una nueva era en la compañía. Por ello, el mercado esperaba que de manera inminente y antes de someterse a la votación, el nuevo presidente ofrezca muestras al mercado de que la senda de desapalancamiento y las operaciones en liza no están muertas. Así ha ocurrido.
Una vez se desprenda de las divisiones de México, Argentina y Colombia, sobre el perímetro de Hispam solo quedarán los negocios en Venezuela, Perú, Chile, Ecuador y Uruguay. Todos estas divisiones están en venta pero se antoja casi imposible deshacerse del negocio ruinoso venezolano, y tampoco será fácil desprenderse del resto por la inestabilidad política que viven esos países.
Hace 10 días Telefonica ya hizo un movimiento relevante en su negocio latinoamericano. Su filial en Perú decidió solicitar el concurso de acreedores, debido a la crisis en el país andino y a los pleitos fiscales que acumula por 1.000 millones de euros. Así, para evitar impagos a proveedores y empleados, Telefonica Hispam saldrá al rescate de su filial con una inyección crediticia de 394 millones de euros (1.549 millones de soles peruanos), con un vencimiento de 18 meses. Una vez que sea aprobado el concurso, la compañía convocará una junta de acreedores, en la que el Estado peruano y los bonistas deberán decidir si aceptan la propuesta de reestructuración de la deuda.